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Sistemas Políticos en El Clásico de Kohunlich, Quintana Roo

Esta tesis analiza los sistemas políticos en el sitio arqueológico de Kohunlich, Quintana Roo durante el periodo Clásico. Describe la arquitectura y entierros encontrados en varios conjuntos arqueológicos como Los 27 Escalones, Pixa'an y la Acrópolis para inferir la organización política. También incluye análisis de isotopos estables, paleodieta y ADN mitocondrial en restos óseos para determinar el posible origen de la población.

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Sistemas Políticos en El Clásico de Kohunlich, Quintana Roo

Esta tesis analiza los sistemas políticos en el sitio arqueológico de Kohunlich, Quintana Roo durante el periodo Clásico. Describe la arquitectura y entierros encontrados en varios conjuntos arqueológicos como Los 27 Escalones, Pixa'an y la Acrópolis para inferir la organización política. También incluye análisis de isotopos estables, paleodieta y ADN mitocondrial en restos óseos para determinar el posible origen de la población.

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ESCUELA NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA

INAH SEP

SISTEMAS POLÍTICOS EN EL CLÁSICO


DE KOHUNLICH, QUINTANA ROO

TESIS

QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE

DOCTORA EN ARQUEOLOGÍA

PRESENTA

SANDRA BENITA BALANZARIO GRANADOS

DIRECTOR DE TESIS:
DR.ENRIQUE NALDA HERNÁNDEZ (†)
DR. ERNESTO GONZÁLEZ LICÓN

MEXICO, D.F. Junio, 2013


AGRADECIMIENTOS

Deseo expresar mi más profunda gratitud y deuda personal con el Dr. Enrique Nalda
Hernández (†), por los años que me permitió colaborar en sus proyectos (1993-2010).
Este trabajo está dedicado a su persona, y espero que pueda hacer justicia a los
importantes vestigios arqueológicos explorados en Kohunlich. La mayor parte de las
ideas plasmadas aquí, fueron discutidas con él, cuando aún estaba entre nosotros.

Agradezco los valiosos comentarios y asesorías académicas del Dr. Ernesto González
Licón. Del mismo modo, agradezco a mis asesores de tesis: Dra. Walburga Wieshew,
Dr. Rodrigo Liendo, Dra. Lourdes Márquez, Dr. Alejandro Villalobos, Dr. Luis Alberto
Martos y Dr. Stanislaw Ivanizewick, por su gran interés y paciencia para revisar este
texto.

Agradezco a mis profesores de la Academia del Posgrado de Arqueología de la Escuela


Nacional de Antropología e Historia, por sus magnas enseñanzas.

Igualmente quiero manifestar mis más sinceros agradecimientos a mi familia y a todas


aquellas personas que a lo largo del desarrollo de mi tesis, me apoyaron para que este
trabajo pudiera realizarse.

A todos mi más sincero agradecimiento.

2
INDICE

Página
A. Figuras .………………………………………………………………………… 5
B. Fotografías.. …………………………………………………………………… .8
C. Tabulaciones .…………………………………………………………………. 10
D. Gráficas ….……………………………………………………………………. 11

I. Introducción ………………………………………………………………………… 12

II. Problemas a resolver, tesis central y estrategia.

II a. El problema a resolver ……......... ................................................ 15


II b. Hipótesis central y secundarias ……………………………………….. 18
II c. Desarrollo de la investigación ……………………………………………. 22
II d. Conceptos fundamentales……………………………………………… 26
II e. El sistema conceptual a ser utilizado en el estudio de las condiciones
sociales y políticas en Kohunlich………………………………………… 38

III. La región y el sitio de Kohunlich: factores del medio ambiente, sus recursos
y su explotación. ……………………………………………………………………. 45

IV.- Antecedentes ……………………………………………………………………… 65

V. Descripción general del sitio de Kohunlich: su patrón de asentamiento y sus


espacios construidos. ………………………………………………………………. 77

3
VI. La arquitectura de Los 27 Escalones: diversidad de proyectos y rasgos. ……. 140

VII. El Clásico Tardío: diversidad de proyectos y rasgos…………………………… 167

VIII. Cambios en la organización política. Análisis de sistemas de enterramiento…189

IX. Posible origen de la población residente en Los 27 Escalones por consideraciones


de análisis de isotopos estables, análisis de paleodieta y análisis de de ADN
mitocondrial en restos óseos.

IX. a. Análisis de isotopos estables…………………………………………... 249


IX. b. Análisis de paleodieta……………………………………………………. 256
IX. c. Análisis de ADN mitocondrial……………………………………………. 265

X. Conclusiones…………………………………………………………………………… 269

XI. Referencias ……….………………………………………………………………… 291

4
A. FIGURAS

Figura 1. Kohunlich, Plano general. Ubicación de aguadas (Cfr. Nalda, 2004).


Figura 2. Precipitación pluvial anual 1958-1985. (SARH, 1986).
Figura 3. Precipitación mensual promedio 1958-1985 (SARH, 1986).
Figura 4. Plano general. Ubicación de la zona arqueológica de Kohunlich, Quintana
Roo.
Figura 5. Kohunlich, plano general (Cfr. Nalda, 2004).
Figura 6. Kohunlich, Plaza Yaxná (Cfr. Nalda, et.al.1999).
Figura 7. Área central de Kohunlich. Plaza de las Estelas, Plaza Merwin y Templo de los
Mascarones (Cfr. Nalda y Balanzario, 2005).
Figura 8. Kohunlich, Edificio de las Estelas. Planta. (Cfr. Nalda, et.al. 1999)
Figura 9A. Índices de ocupación en Kohunlich, en base al análisis de materiales
cerámicos diagnósticos. (Cfr. Nalda, 2003, 2004).
Figura 9B. Índices de ocupación en Kohunlich, en base al volumen construido. (Cfr.
Nalda, 2003; 2004).
Figura 10. Plaza de las Estelas. La Gradería, ubicación de edificios. (Cfr. Nalda, et.al.,
1997).
Figura 10A. Plaza de las Estelas. Edificio de “El Rey” (B-2). (Cfr. Nalda, et.al., 1997).
Figura 10B. Acrópolis. Conjunto Patio Elevado, ubicación de edificios (Cfr. Nalda, et.al.,
1997).
Figura 11. Conjunto Noroeste, ubicación de acumulaciones inusuales y entierros (Cfr.
Nalda, et.al.1997).
Figura 12. Conjunto Pixa’an, ubicación de edificios (Cfr. Nalda, et.al., 1999).
Figura 13. Conjunto Pixa’an. Edificios E9A y E9B. Planta y ubicación de cortes A-A’, B-
B’ y C-C’ (Cfr. Nalda, et.al., 1999).
Figura 14. Conjunto Pixa’an. Edificio E9B, reconstrucción hipotética (Cfr. Nalda, et.al.,
1999).
Figura 15.Conjunto Pixa’an. Metate miniatura (Cfr. Nalda, et.al., 1999).

5
Figura 16. Plaza Merwin y plataformas D6 (1) - D6 (2) del Conjunto de las Vías (Cfr.
Nalda, et.al., 1997).
Figura 17. Kohunlich. Conjunto de Las Vías (Cfr. Nalda, et.al., 2004).
Figura 17A. Kohunlich. Conjunto de Los 27 Escalones (Cfr. Nalda, et.al., 1997).
Figura 17B. Conjunto Los 27 Escalones. Edificio E8 (fachada principal) y Edificio E9
(Cfr. Nalda, et.al., 1997).
Figura 17C. Conjunto de Los 27 Escalones, Edificio E-8. Planta y ubicación de
entierros. (Cfr. Nalda, et.al., 1997, 2001).
Figura 18. Conjunto de Los 27 Escalones, Edificio E-7. Planta (Cfr. Nalda, et.al., 1997).
Figura 19. Conjunto de Los 27 Escalones. Ubicación de edificios E-1, E-2, E-3, E-4, E-5
y E-6 (Cfr. Nalda, et.al., 1997).
Figura 20. Conjunto de Los 27 Escalones. Ubicación de entierros en edificios E-1, E-3 y
E-4 (Cfr. Nalda, et.al., 1997, 2001).
Figura 21. Conjunto de Los 27 Escalones. Edificio E-10 (Cfr. Nalda, et.al., 1997).
Figura 22. Conjunto de Los 27 Escalones. Edificios E-11A, E-11B, E-11C y 12 (Cfr.
Nalda, et.al., 1997).
Figura 23. Acrópolis, sub-estructura, fachada oriente (Cfr. Nalda, et.al., 1997).
Figura 24. Acrópolis. Patio Elevado, ubicación de edificios (Cfr. Nalda, et.al., 1997).
Figura 25. Plaza Merwin. Edificio de las Columnas pareadas D4, fachada oriente (Cfr.
Nalda, et.al., 1997).
Figura 26.-Conjunto de Los 27 Escalones. Edificio E4, fachada poniente (Cfr. Nalda,
et.al., 1997).
Figura 27.-Conjunto de Los 27 Escalones. Edificio E1, fachada norte (Cfr. Nalda, et.al.,
1997).
Figura 28.-Palacio Pixa’an (E1), dibujo reconstructivo (Cfr. Nalda, et.al., 1999).
Figura 29.-Plaza Yaxná, ubicación de entierros (Cfr. Nalda, et.al., 1999).
Figura 30.- Plaza Yaxná. Edificio E3, ubicación de entierros (Cfr. Nalda, et.al., 1997).
Figura 31.- Plaza Yaxná. Entierro E3-Y. Dibujo y fotografía (Cfr. Nalda, et.al., 1997).
Figura 32.- Plaza Yaxná. Edificio E3. Entierro múltiple (Cfr. Nalda, et.al., 1997).

6
Figura 33.- Plaza Yaxná. Edificio E1, entierro E7-Y. Dibujo y fotografías de las vasijas
Tipo: Rojo/Canelo (Cfr. Nalda, et.al., 1997).
Figura 34.- Conjunto Los 27 Escalones. Patio 1, ubicación de entierros. (Cfr. Nalda,
et.al., 1997).
Figura 35.- Conjunto Los 27 Escalones, entierro E14. Dibujo. (Cfr. Nalda, et.al., 1997).
Figura 36.- Conjunto Los 27 Escalones, edificio E1. Entierro E18, dibujo de planta y
ubicación (Cfr. Nalda, et.al., 1997).
Figura 37.- Conjunto Los 27 Escalones, edificio E1. Entierro E26, dibujo (Cfr. Nalda,
et.al., 1997).
Figura 38.- Conjunto Los 27 Escalones, edificio E1. Entierro E29, dibujo (Cfr. Nalda,
et.al., 1997).
Figuras 39 y 40. Conjunto Los 27 Escalones, edificio E1. Entierros E20 y E22, dibujos
(Cfr. Nalda, et.al., 1997).
Figura 41.- Conjunto Los 27 Escalones, edificio E1. Entierros E21A y E21B, dibujos
(Cfr. Nalda, et.al., 1997).
Figura 42.- Conjunto Los 27 Escalones, edificio E8. Entierro E27-2, dibujo y fotografías
de las vasijas de la ofrenda (Cfr. Nalda y Balanzario, 2001).
Figura 43.-Conjunto Los 27 Escalones, edificio E8. Entierros E27A y E27B, dibujos (Cfr.
Nalda y Balanzario, 2001).
Figura 44.-Conjunto Los 27 Escalones, edificio E8. Entierros E27-4, dibujo y fotografía
(Cfr. Nalda y Balanzario, 2001).
Figura 45.-Conjunto Los 27 Escalones, edificio E8. Entierros E1-A, dibujo y fotografía de
la ofrenda. (Cfr. Nalda y Balanzario, 2001).
Figura 46.-Conjunto Los 27 Escalones., edificio E8. Entierros E28A, E28B, E28C y
E28D, dibujos. (Cfr. Nalda, et.al., 1997).
Figura 47.- Conjunto Noroeste, entierro E2 (Cfr. Nalda, et.al., 1997).
Figura 48.- Conjunto Noroeste, entierro E5 (Cfr. Nalda, et.al., 1997).
Figura 49.- Plano de Mesoamérica, ubicación de valores de estroncio en sitios
arqueológicos (Cfr. Price, et.al.2008).

7
Figura 50.- Mapa geológico de la zona sur de Quintana Roo y zona sur de Campeche.

B. FOTOGRAFÍAS

1.- Vista general del asentamiento de Kohunlich.


2.-Palma de corozo. Camino de acceso al Conjunto de Los 27 Escalones.
3.-Palma de huano, utilizada en la extracción de sal y en el techo de las casas.
Campamento de Dzibanché.
4.-Kohunlich. Edificio de los Mascarones, fachada poniente.
5.-Kohunlich. Edificio de los Mascarones. Vista general de los mascarones, tramo norte.
6.-Kohunlich. Plaza Yaxná, vista general de los edificios E-1 y E-2.
7.-Kohunlich. Plaza Yaxná. Edificio E-4, fachada principal (poniente).
8.-Kohunich. Edificio de los Mascarones, basamento esquina noreste.
9.-Kohunlich. Edificio de los Mascarones. Mascaron 3N.
10.-Edificio de las Estelas, fachada principal (poniente).
11.-Edificio de las Estelas. Detalle de la crestería.
12.-Plaza de las Estelas. Edificio B-2 “El Rey”, fachada oriente.
13.-Acrópolis, sub-estructura fachada oriente.
14.-Acrópolis, escalera de accesos al Conjunto del Patio Elevado.
15.-Acrópolis. Conjunto del Patio Elevado. Edificio E1, fachada principal (norte).
16.- Acrópolis. Patio Elevado. Edificio E6, fachada poniente, tramo norte.
17.-Conjunto del Patio elevado y Conjunto Noroeste.
18.-Conjunto Noroeste. Palacio Norte (E1), fachada principal (sur).
19.-Conjunto Noroeste. Palacio Norte, galería interna, banqueta central.
20.-Conjunto Noroeste, cuartos construidos al suroeste del Palacio Norte.
21.-Conjunto Noroeste, Palacio de los Grafitis, fachada norte.
22.-Conjunto Pixa’an. Edificio E1, galería interna.
23.-Conjunto Pixa’an. Edificio E1, fachada norte.
24.-Conjunto Pixa’an. Edificio E1, crujía lateral norte, fachada sur.

8
25.-Conjunto Pixa’an. Edificio E-8, escalera poniente y cuarto lateral sur.
26.-Conjunto Pixa’an. Edificio E9-A.
27.-Plaza Merwin. Palacio D4, fachada principal (oriente).
28.-Plaza Merwin. Palacio D2, fachada principal (norte), esquina noreste.
29.-Plaza Merwin. Plataforma de la Doble Escalera (D-5), fachada oriente.
30.-Kohunlich. Juego de Pelota.
31.-Conjunto Pixa’an. Edificio E6, acumulación inusual Al-P5.
32.-Kohunlich. Conjunto de Los 27 Escalones, vista aérea.
33.-Kohunlich. Conjunto de Los 27 Escalones, vista aérea. Detalle.
34.-Conjunto de Los 27 Escalones, Edificio E8, fachada principal (norte).
35.-Conjunto de Los 27 Escalones. Edificio E-8, sub-estructura.
36.-Conjunto de Los 27 Escalones, Edificio E7, fachada principal (oriente).
37.-Edificio E7, cuarto lateral norte: Incensario Tipo: Miseria aplicado.
38.-Conjunto de Los 27 Escalones, Edificio E1, fachada principal (norte)
39.-Conjunto de Los 27 Escalones. Edificio E-4, fachada principal (poniente)
40.-Conjunto de Los 27 Escalones. Edificio E-2, cuartos uno y dos fachada oriente.
41.-Acrópolis, sub-estructura fachada oriente.
42.-Acrópolis. Patio Elevado, Edificio E4, fachada norte.
43.-Acrópolis. Patio Elevado. Edificio E3, fachada poniente.
44.-Conjunto del Patio elevado. Edificio E1, terraza al frente de la fachada norte.
45.- Plaza Merwin, Edificio D4, fachada oriente.
46.-Conjunto de Los 27 Escalones. Edificio E4, sub-estructura.
47.-Conjunto de Los 27 Escalones. Edificio E4, fachada poniente.
48.-Conjunto de Los 27 Escalones. Edificio E1, fachada norte.
49.-Edificio E8, sub-estructura fachada sur.
50.-Edificio E8, fachada sur. Escultura.
51.-Edificio E7, fachada principal (oriente).
52.-Palacio Pixa’an (E1), fachada principal (sur).
53.-Conjunto Pixa’an. Edificio E-1, crujía lateral oriente, fachada sur.

9
54.-Conjunto Pixa’an. Edificio E-1, vano central fachada principal (sur).
55.-Conjunto de Los 27 Escalones. Edificio E8, fachada sur y Edificio E2, cuartos: cinco
y siete, fachada sur.
56.-Edzná. Edificio de Los Cinco pisos, fachada principal.
57.- Playa Yaxná, edificio E3. Entierro E3-Y en cista.
58.- Plaza Yaxná, edificio E1. Ofrenda del entierro E3-Y. Vasijas Tipo: Rojo/Canelo.
59.- Plaza Yaxná, edificio E3. Entierros E3-Y, ofrenda. Plato Tipo: Polvero Negro:
variedad Polvero y orejeras de jade.
60.-Plaza Yaxná, edificio E1. Ofrenda del entierro E7-Y, vasijas Tipo: Balanza Negro.
61 y 62.- Los 27 Escalones, entierro E27-2, ofrenda. Vasijas Tipo: Infierno Negro y
Becanché.
63a. Los 27 Escalones, entierros E27A y E27B (Cfr. Nalda y Balanzario, 2001).
63b.- Los 27 Escalones, edificio E8. Entierros E27A y E27B.
64.- Los 27 Escalones, edificio E8. Entierro E27-4.
65.- Los 27 Escalones, edificio E8, ofrenda del entierro E1A.
66.- Los 27 escalones, edificio E8, entierro E2.
67.- Conjunto Pixa’an, edificio E1, entierro EP3.
68.- Conjunto Pixa’an, edificio E1, entierro EP2.
69.- Los 27 Escalones, edificio E1. Ofrenda del entierro E18.
70.- Los 27 Escalones, edificio E1. Ofrenda del entierro E14.
71.- Los 27 Escalones, edificio E1. Glifo “este es nuestro señor”.

C. TABULACIONES

1.- Secuencia de ocupación. Cfr. Nalda, 2004:57.


1a.- Cuadro de entierros del Preclásico y Clásico temprano por edad y sexo.
2.- Cuadro de entierros del Preclásico y Clásico temprano, cantidad de objetos por
ofrenda.

10
3.- Cuadro de entierros del Preclásico y Clásico temprano, con modificaciones
culturales.
4.- Cuadro de entierros del Preclásico y Clásico temprano, por estatus.
5.- Cuadro de entierros del Clásico tardío, por conjuntos y por cantidad de objetos
asociados.
6.-Cuadro de entierros del Clásico tardío, por conjuntos, sexo y cantidad de ofrenda.
7.-Cuadro de entierros del Clásico tardío, por sexo y tipo de posición.
8.-Cuadro de entierros del Clásico tardío por conjunto, sexo, variedad, calidad, cantidad
y estatus.
9.- Análisis de isotopos estables de estroncio, en entierros del Clásico tardío.
10.- Análisis de isotopos estables de estroncio, calcio y zinc, en entierros del Clásico
tardío de Kohunlich.
11.- Análisis de isotopos estables de estroncio, calcio, zinc, en entierros de la zona
arqueológica de Dzibanché.
12.- Cuadro comparativo de valores de Sr/Ca en inhumaciones de los sitios
arqueológicos de Kohunlich y Dzibanché.
13.- Análisis de ADN en entierros del Clásico Tardío.
14.-Inhumaciones de los periodos Preclásico y Clásico Temprano de Kohunlich.
15.-Inhumaciones del periodo Clásico Tardío de Kohunlich.

D. GRÁFICAS
1.- Dendrograma. Entierros del Preclásico superior – Clásico temprano.
2.- Clásico tardío, porcentaje de entierros por conjuntos.
3.-Clásico tardío, porcentaje de entierros por edad.
4.- Clásico tardío, porcentaje de entierros por grupos de edad.
5.- Clásico tardío, porcentaje de entierros por sexo.
6.- Dendrograma del Clásico tardío.

11
I. INTRODUCCIÓN

En el curso de las excavaciones que se realizaron en Kohunlich entre 1993 y 2004, se


excavaron tres complejos residenciales del Clásico Tardío: el Conjunto NW, el
Conjunto Pixa’an y el Conjunto de Los 27 Escalones. A pesar de tratarse de complejos
arquitectónicos contemporáneos en la mayor parte de su secuencia de ocupación, las
exploraciones mostraron una notable variabilidad en cuanto a estilos arquitectónicos,
contextos funerarios, y materiales arqueológicos. Esta variabilidad es especialmente
evidente en Los 27 Escalones; ahí es posible distinguir cuatro estilos arquitectónicos,
tan distantes entre sí que obligan a pensar que se trata de propuestas de grupos de
diferente origen (geográfico, étnico, sociopolítico, etc.). De estos cuatro estilos, sólo
dos pueden derivarse de formas arquitectónicas, presentes en Kohunlich desde
comienzos del Clásico tardío. Esta variabilidad cultural sin duda refleja la existencia en
esa época de un reacomodo poblacional generalizado, compatible con la posibilidad de
que al tiempo que Kohunlich recibía migrantes de otras áreas de la Península de
Yucatán, parte de su población abandonaba el sitio en busca de lugares más
favorables.

En Los 27 Escalones es posible encontrar otra situación excepcional respecto a los


otros dos conjuntos mencionados: en Los 27 Escalones se han encontrado más de 38
enterramientos, 37 de ellos primarios, cifra muy alta si se toma en cuenta que en el
Conjunto NW se hallaron sólo cuatro, tres de ellos secundarios, y en el Conjunto
Pixa’an cinco primarios (de los cuales uno se encontró en una acumulación inusual) y
dos secundarios. Las diferencias no son sólo cuantitativas: los contextos funerarios son
muy variables en Los 27 Escalones, cosa que no sucede en los otros conjuntos. Los
entierros de Los 27 Escalones fueron hechos en cistas, cámaras abovedadas y en
rellenos de edificios; por contraste, los restos óseos de los otros dos conjuntos fueron
hallados en acumulaciones inusuales o intruyendo en banquetas. Más aún: las ofrendas
asociadas a los enterramientos de Los 27 Escalones son generosas: incluyen vasijas

12
de buena fábrica, jade, artefactos de hueso y concha; por el contrario, las ofrendas
asociadas a los entierros de los conjuntos NW y Pixa’an están prácticamente ausentes.
Finalmente, los entierros en Los 27 Escalones son frecuentemente de tipo grupal
mientras que en los otros conjuntos las inhumaciones son de individuos aislados. Las
diferencias no pueden justificarse sino en términos de funciones distintas, adjudicando a
Los 27 Escalones el papel especial de ser el lugar de enterramiento de la elite de
Kohunlich durante el Clásico tardío. La recuperación de una vasija en el edificio E-8 con
una inscripción glífica que se ha leído “este es nuestro señor" (hiin kajaw), refuerza esta
idea. Se trata, por cierto, de uno de los muy contados casos en los registros mayas en
que se recurre a la primera persona del plural para caracterizar a un personaje
particular (Velásquez, 2002:16).

Un primer análisis de los entierros en Los 27 Escalones ha permitido generar una


hipótesis sobre el desarrollo político de Kohunlich durante el Clásico tardío-Terminal
que contrasta con las prácticas funerarias y estructura política del Clásico temprano.
Los entierros ubicados en el edificio E2 de la Plaza Yaxná expresan la existencia de
una fuerte diferenciación social desde principios de nuestra era. Los enterramientos de
individuos de la elite de esa época son distintos a los del tardío; se localizan en
edificios monumentales de estilo petenero, en cámaras abovedadas acompañados con
ofrendas suntuosas, no se localizan en estructuras de corte habitacional como es el
caso de Los 27 Escalones.

Hacia el inicio del Clásico tardío dejaron de construirse los grandes edificios funerarios,
en su lugar apareció la práctica de enterramiento en unidades habitacionales: los
miembros de la elite comenzaron a ser inhumados en “palacios” de monumentalidad
mucho menor aunque fácilmente reconocibles por su posición privilegiada en los
complejos habitacionales; parte de esa elite fue, sin embargo, enterrada en estructuras
más modestas. Una comparación entre los entierros en las estructuras E-8 y E-1 de Los
27 Escalones muestra esta aparente disparidad. No resulta tan extraña si se asume la

13
variabilidad arquitectónica en ese conjunto y la posibilidad de que el lugar de
enterramiento estaba prescrito en función al lugar de origen del miembro de la elite y se
elude distinciones entre palacios y estructuras menos ostentosas. Es de hacerse notar,
el que al mismo tiempo que se da una transición del basamento piramidal rematado por
templo al “palacio” como loci de la inhumación privilegiada, se produce un cambio hacia
ofrendas menos elaboradas y, en general, hacia una reducción de la diferenciación
social. El nuevo patrón de asentamiento, con un énfasis en la ocupación de colinas
aisladas, reflejo aparente de una autonomía política que parece simbolizar la
descentralización del poder, va de la mano de este acortamiento de la distancia social
entre los diferentes integrantes de la sociedad de Kohunlich.

Las condiciones particulares de Los 27 Escalones hacen de este conjunto el lugar ideal
para investigar la validez de la hipótesis arriba mencionada y profundizar en el análisis
del proceso de desintegración del poder dinástico y recomposición en centros menores
de poder a lo largo del Clásico Tardío- Terminal; concretamente, el de definir las
condiciones bajo las cuales se produjo la descentralización del poder político y la
actividad ritual concomitante, y, con ella, el clima de tolerancia que habría propiciado la
llegada de migrantes de varios puntos de la Península de Yucatán y, finalmente, la
constitución de esos grupos en entidades políticas autónomas.

El estudio de las variables formales del sistema de enterramiento: posición espacial,


tipo de enterramiento, elementos asociados al origen del individuo, variables
recuperadas en laboratorio (patologías, huellas post mortem y análisis de contenido en
estroncio y zinc), análisis de DNA (mitocondrial), nos permitirá acercarnos a la
interpretación de este proceso político, relativamente tardío (Clásico tardío-Terminal y
Posclásico temprano). La comparación y contrastación con condiciones similares
descritas en fuentes de la Colonia, así como en trabajos etnográficos, ayudará sin duda
a la evaluación de la hipótesis vigente, lo que permitirá la construcción de nuevas
interpretaciones.

14
II. PROBLEMAS A RESOLVER, TESIS CENTRAL Y ESTRATEGIA.

Ia. El problema a resolver

A principios de los 70, Peter Harrison (1981), del Royal Ontario Museum, realizó
trabajos de localización y mapeo de sitios en lo que habría sido en el siglo XVI, de
acuerdo a Roys (1957), la antigua provincia de Uaymil (figura 1 [tomada de Maya
Political Science, p. 27], ubicada en el extremo sudeste de la Península de Yucatán. El
objetivo fue recuperar información que permitiera entender el patrón de asentamiento
prehispánico en ese territorio, la filiación cultural de los sitios contenido en el mismo y,
en última instancia, su historia prehispánica. Dada la cobertura verdaderamente limitada
de las exploraciones previas de Gann (1935, 1937), de Lizardi Ramos (1940) y de
Escalona Ramos (1946) en esa misma área general, la prospección de Harrison se hizo
en territorio prácticamente desconocido por los arqueólogos, y, si bien comparado con
otros estudios de patrón de asentamiento en el área maya (por ejemplo con el de
Gordon Wiley en el valle del río Belice, realizado a mediados de los 50), el de Harrison
es un trabajo menor por su carácter selectivo (sólo se mapearon algunos de los sitios
mayores) y el poco detalle con que se hizo el levantamiento de la evidencia
arqueológica, este último, ofrece las ventajas propias de un estudio sobre un territorio
muy extenso: permite adelantar tesis impensables desde la perspectiva de estudios de
sitio.

El análisis del material cerámico recuperado en superficie y en una cantidad limitada de


pozos de sondeo, permitió a Harrison (Cfr. Fry, 1973) establecer una secuencia regional
tentativa. Encontró una ocupación débil en el Preclásico medio, centrada en el norte e
interior del área estudiada; un Preclásico tardío afiliado al Petén (esfera Chicanel),
evidente en la mayoría de los sitios; y un Clásico temprano presente en prácticamente
toda el área estudiada aunque con ciertas diferencias entre sitios: más estrecha la

15
relación con la esfera Tzakol en los sitios al sur. Esta relación con el Petén se
acentuaría hacia mediados del Clásico, momento para el cual Harrison postuló la
existencia de un corredor desde Kohunlich hasta Tupak, vía El Suspiro y Chichmuul, y,
quizás, llegando hasta Chunyaxché (Muyil) y Cobá.

En el Clásico tardío la filiación cerámica habría sufrido, según Harrison, una


reorientación. Primero en los sitios norteños y poco después en el sur del área, la
tradición Peten se habría abandonado en favor de la esfera Copó del norte de Yucatán.
Al sur de la línea que une las poblaciones modernas de Bacalar y Reforma, los sitios
habrían retenido la filiación petenera (esfera Tepeu) durante un breve período del
Clásico tardío para luego acelerar su desarrollo local. De la mano de la nueva tipología
cerámica habría intruido en la región el estilo arquitectónico Río Bec del centro de
Yucatán; el nuevo estilo, reemplazaría el conocido genéricamente como petenero y se
habría extendido por el oriente hasta el pequeño sitio de Xul-Ha y por el norte hasta
Uomul.

Siguiendo con Harrison, la secuencia se interrumpiría con el cierre de la vigencia de la


esfera Copó, y no sería sino hasta después de un prolongado hiatus que aparecerían
en la región nuevos tipos cerámicos, esta vez del complejo Tases de Mayapan:
incensarios sin engobe del tipo efigie y reloj de arena, hallados en superficie y,
ocasionalmente, en el derrumbe de edificios. Harrison asoció esta cerámica del
Posclásico tardío a un periodo de actividad constructiva caracterizada por una
reutilización de edificios del Clásico tardío. A esta fase le dio el nombre de Lobil y una
temporalidad que extendió hasta la Conquista española.

Tres décadas después de su presentación, la secuencia de Harrison ha sufrido


cuestionamientos: el corredor Kohunlich-Tupak resulta inoperante a la luz de los
descubrimientos más recientes de arquitectura y cerámica “petenera” del Clásico
temprano en el norte de Yucatán. El hiatus que propuso, atribuible a un abandono del

16
área en el Terminal y Posclásico temprano, es ya insostenible: recientes excavaciones
en Dzibanché (Nalda y Balanzario, 2007) prueban que al menos en una buena parte de
esos sitios –quizás los de mayores dimensiones- se dio una ocupación sin interrupción
durante todo el Posclásico. De hecho, a lo largo del Dzuluinicob, en el norte de Belice,
sitios como Lamanai extendieron esa ocupación hasta nuestros días (Cfr. Pendergast
David, 1981).

Más importantes aún son las diferencias respecto al Clásico tardío. Visto el Clásico
tardío desde la perspectiva de Kohunlich y de Dzibanché, es de hacerse notar que en
ninguno de esos sitios, ubicados al sur de la línea Bacalar-Reforma, se produjo en el
Clásico tardío un breve período de dominio de formas peteneras: en Dzibanché las
formas yucatecas no reemplazaron las peteneras pues entre ambas tradiciones existe
una fase de transición marcada por la aparición de un estilo arquitectónico
caracterizado por la construcción de templos decorados con pilastras pareadas (o
paneles de marco doble), un estilo que se produjo en el sitio a lo largo de más de un
siglo (Nalda y Balanzario, 2004). En el caso de Kohunlich, el estilo equivalente al Río
Bec apareció a principios del siglo VII, sin haber mediado, por lo tanto, período alguno
de retención del patrón petenero en el Clásico tardío (Nalda y Balanzario, 2006).

No dudamos que las mismas condiciones observadas en Dzibanché y Kohunlich se


encuentren en otros sitios de la vieja provincia de Uaymil. En ausencia prácticamente
total de excavaciones en esta gran provincia es difícil tomar una posición al respecto.
Independientemente de estas diferencias, por importantes que parezcan, debe
reconocerse que existen importantes elementos en la secuencia de Harrison que
permanecen vigentes. Su visión del Preclásico y de la explosión demográfica y cultural
del Clásico temprano se mantiene, como también lo hace, a pesar de críticas
ocasionales (Cf. Fry, 1973.), su fase Lobil. Se mantiene igualmente la idea de una
sustitución de patrones culturales en el Clásico tardío. Nuevas exploraciones en el área

17
la han reforzado: la información, por ejemplo, recuperada en los últimos años en
Dzibanché y Kohunlich confirman indudablemente la reorientación cultural propuesta.

Es notable, sin embargo, que la presentación de dicho descubrimiento no haya sido


acompañada de un intento por entender las razones detrás de dicha reorientación. Así
planteado, el señalamiento de Harrison define un problema por resolver. Esta
disertación pretende contribuir a la solución de ese problema, sin duda clave para el
entendimiento de ese tramo de la historia prehispánica de la región. Como se señala
más adelante tal empresa obliga, entre otras situaciones, a considerar posibles
movimientos migratorios en la época y reordenamientos en la esfera política a fin de
ajustarse a tales movimientos.

Ib. Hipótesis central y secundarias

Desde luego una primera respuesta, racional en esencia, es que el cambio en


orientación cultural no es sino la expresión del influjo en la región del sur de Quintana
Roo de habitantes proveniente del norte y, en especial, del centro de Yucatán. Tal tesis
está en gran medida sustentada por la supuesta aparición del estilo Río Bec en la
región a comienzos del siglo VII. Independientemente de que, tal y como ya señalamos,
elementos asociables a ese estilo no aparecen en Dzibanché sino hasta ya muy
avanzado el Clásico tardío, es importante señalar que el estilo no se expresa como tal
en los sitios que, como Kohunlich, han sido postulados típicos de la presencia de ese
proyecto arquitectónico (Cfr. Andrews, 1985) . Si por “estilo Río Bec” entendemos la
presencia de paneles remetidos en la plataforma de los edificios, decorados por lo
general con pequeñas columnas en grupos de tres espaciados regularmente (Cfr.
Harrison 1981), entonces el estilo se hizo presente en el sur de Quintana Roo en esas
fechas, y lo hizo con claridad. Pero esos rasgos se hallan en toda la Península de
Yucatán: no es posible hacerlos diagnósticos de un estilo particular. En Kohunlich lo
realmente asociable al estilo Río Bec son tan solo los escalones falsos en la sub-

18
estructura de la Acrópolis y en el pequeño edificio de El Cuchillo, ubicado en el extremo
sur del Juego de Pelota. La proliferación en Kohunlich de paneles remetidos decorados
con pequeñas columnas, debe verse en el contexto del proyecto arquitectónico total del
que forman parte. Ese proyecto, que estamos identificando como “estilo Pixa’an” no es
posible igualar con ninguno de los conocidos, a no ser que se descomponga en rasgos
y se asigne un lugar de origen a cada uno de ellos. No hay duda que existe una
confusión respecto a la posición de la arquitectura de Kohunlich en el contexto general
de los “grandes estilos del área maya”, estilos que, por lo demás, cada vez resultan
más difíciles de ver como representantes de provincias y territorios particulares.

Una confusión similar, derivada de la pretensión generalizada de encajar toda la


arquitectura maya en esos “grandes estilos”, se produjo en Dzibanché. El Complejo
Central y el edificio T-1 de Tutil, ambos en Dzibanché, fueron por mucho tiempo
clasificados como pertenecientes al estilo Río Bec, uno como prototipo y el otro como
versión “modificada” de ese estilo (Cfr. De la Rosa y Velásquez, 1991). Recientes
excavaciones realizadas en ambos edificios han dejado ver, sin embargo, que se trata
de apreciaciones equivocadas: el Complejo Central es en realidad una construcción del
Clásico temprano, de tres edificios en arreglo tripartita, con basamentos decorados con
moldura delantal, típicas del estilo petenero. No es, como se creía, una estructura con
dos torres. Por su lado, el edificio T-1 de Tutil es un basamento rematado por un solo
templo decorado con pilastras pareadas; la confusión se originó en que, antes de ser
excavada la estructura se presentaba -como todas los templos en ruinas que habían
sido cubiertos con bóveda en saledizo- con un perfil de catenaria, con el centro
deprimido y, por tanto, dando la idea de que habían habido dos pequeñas torres.

Más importante aún es el hecho de que, como señalamos más adelante, el estilo
Pixa'an en Kohunlich, no es el único que aparece en el Clásico tardío; tampoco
apareció, en su momento, como propuesta única. La información recuperada a lo largo
de los años ha demostrado que el Clásico tardío se caracterizó por la presencia de una

19
multiplicidad de proyectos arquitectónicos, por lo general contemporáneos. Lo que
habría que explicar no sería, entonces, la presencia de un estilo particular, el Río Bec –
que no lo es-, sino la existencia de una amplia diversidad de estilos en un momento
dado.

Esa diversidad no puede entenderse como consecuencia de un proceso de difusión a


no ser que se acepten varios centros emisores en competencia y por lo tanto un
proceso de “reorientación” ausente de dominancia, una especie de caos generalizado
como fondo social. Tampoco pueden entenderse como producto de enclaves o barrios
pues en estos casos y a juzgar por la forma en que se manifiestan en, por ejemplo,
Teotihuacán (Cfr. Spence, 1992; Spence et. al., 2005) habría que esperar al menos
réplicas de patrones y artefactos propios del lugar de origen de quienes habitaban el
enclave o barrio, cosa que no sucede en Kohunlich. Finalmente, resulta difícil entender
la “reorientación” como producto de una intensificación de la actividad comercial, tal
situación debería reflejarse en el registro arqueológico como un incremento en
artefactos de origen externo, en especial en bienes de prestigio. Nada de esto se ha
encontrado en Kohunlich. Los rasgos “yucatecos” que aparecen en el Clásico tardío en
Kohunlich se circunscriben, en gran medida, a bienes inmuebles. La diversidad en
proyectos arquitectónicos obliga sin duda a discutirla en términos de desplazamientos
poblacionales, e implica una toma de posición respecto a las causas que los originaron.

Al respecto habría que proponer, primero, ¿cómo es que tales desplazamientos fueron
posibles? Si la cantidad de estructuras construidas en Kohunlich bajo los nuevos
cánones es un indicador de la magnitud del flujo poblacional, entonces puede
concluirse que ese flujo fue intenso; y si las fechas en que aparecieron cada uno de los
nuevos estilos arquitectónicos es una medida de la duración de los desplazamientos
poblacionales, entonces puede decirse que esos movimientos se dieron todo a lo largo
del Clásico tardío y Terminal.

20
Si la fuerza de una entidad política está en relación directa a su capacidad de evitar la
fragmentación y fisión poblacional (Cfr. Skalnik, 1978) entonces, dada la intensidad y
duración del proceso observado desde Kohunlich, es de suponer que los lugares de
origen de los emigrantes debieron haber sido comunidades con un bajo nivel de
integración política o en proceso de descomposición. Su debilidad sería uno de sus
rasgos fundamentales. En ausencia de información pertinente y suficiente sobre los
sitios que pudieron haber operado como puntos de origen de los desplazamientos
poblacionales, esta idea sobre la fortaleza del sistema político de las comunidades de
origen no puede ponerse a prueba sino indirectamente. Para ello, habría que partir del
supuesto de que en el punto de destino, es decir en Kohunlich, debieron haber existido
condiciones similares de debilidad política: el hecho de que los emigrantes pudiesen
instalarse en el sitio y lo hiciesen en números apreciables y en oleadas diferentes y
continuas, habla de una permisividad difícil de entender si no se asume que Kohunlich
vivía también momentos de crisis institucional. El mejor indicador de la existencia de
una crisis es sin duda el cambio en las condiciones de vida: el deterioro del sistema
político en Kohunlich debió haber corrido paralelo a un deterioro en la alimentación de
quienes ocupaban los estratos sociales inferiores. El análisis de la dieta de los
diferentes estratos de esta sociedad deberá contribuir a solucionar el problema de las
causas y estrategia detrás de estos movimientos poblacionales.

De cualquier manera, visto el fenómeno desde Kohunlich, resulta evidente que la nueva
conformación poblacional debió haber requerido ajustes importantes en la estructura
política. Debió de pasarse de una estructura estable, de poder relativamente
centralizado, arrastrada en gran medida desde el Clásico temprano, a una estructura
corporativa, en la que las decisiones se tomaban de manera colegiada entre los
integrantes de la nueva diversidad. El resultado final habría sido la emergencia de un
poder difuso y, sobre todo, inestable en razón de la necesidad de conciliar intereses
cada vez más complejos.

21
Durante el Clásico tardío y Clásico terminal, en Kohunlich se dieron cambios en los
patrones culturales y ajustes en la estructura política, aspectos vinculados a un
reacomodo poblacional generalizado, derivado de movimientos migratorios. A través de
los indicadores arqueológicos y análisis del patrón de asentamiento, se fundamentarán
los puntos de origen y destino. Esta es la tesis central en este trabajo, fundamentada,
evidentemente en los procedimientos y técnicas aplicados en esta investigación.

Ic. Desarrollo de la investigación

Dada la tesis central señalada, resulta obligado el análisis de varios aspectos de la


sociedad de Kohunlich. Hay que hacer notar, antes que nada, que nuestra investigación
no pretende ser totalizante ni exhaustiva. Si bien se reconoce que el análisis de las
variables que se manejan en esta investigación adquieren su verdadero significado
cuando se insertan y discuten al interior de la totalidad social de la cual forman parte,
considero que es posible aislar aspectos de esa totalidad para su estudio y que tal
procedimiento no demerita los resultados alcanzados a condición de ser conscientes a
lo largo del proceso de investigación que se está trabajando con parcialidades de esa
totalidad. Por otro lado, como se señala más adelante, sostengo la idea de que algunos
de los aspectos clave de esa totalidad social permanecieron constantes todo a lo largo
del Clásico tardío.

Más comprometedora aún es la decisión de limitar en gran medida nuestra disertación


al análisis de las condiciones y cambios experimentados en uno de los conjuntos
residenciales de Kohunlich: Los 27 Escalones. Como se verá más adelante, dada las
características únicas de este conjunto arquitectónico, se trata de un conjunto
residencial de la élite o de funciones especiales; como tal no tipifica el asentamiento en
el sentido de que no es una mónada que refleja la totalidad de Kohunlich. El análisis
que se presenta está, entonces, sesgado en esa dirección. Se ha escogido este
conjunto en particular porque, como se hace ver más adelante, contiene los indicadores

22
necesarios para conducir el estudio que me propongo, y que no se encuentran en otras
áreas residenciales o de culto.

Debe señalarse, asimismo, que existen otras propuestas que podrían avanzarse para
dar cuenta de la “reorientación” señalada. En principio, las de mayor peso serían las
derivadas de posibles cambios en los procesos adaptativos, por ejemplo consecuencia
de la introducción de nuevas técnicas agrícolas o la aparición de un cambio climático.
No son ideas nuevas. La de la introducción de nuevas técnicas agrícolas, -
concretamente la de cultivo en campos levantados, similares a las chinampas del centro
de México- como motor del desarrollo de la región fue defendido de manera especial
por Harrison y Turner (1978). La de cambio climático, en su forma moderna, se apoya
en las recientes investigaciones realizadas por Brenner y asociados (2003) en las
lagunas de Chichancanab y Punta Laguna (en el centro y nordeste de la Península de
Yucatán, respectivamente), las cuales indican que durante el llamado colapso del
Clásico maya, a finales del siglo IX se produjo un cambio climático hacia condiciones de
sequía. Ambas se discuten brevemente en el capítulo que se dedica a la presentación
de los factores del medio ambiente de la región en la que se halla Kohunlich.

Debe hacerse notar, finalmente, que el presente estudio se limita a una época
específica del desarrollo de Kohunlich: el Clásico tardío. Sin embargo, consciente de
que una época dada, por muy extensa que sea, no es posible entenderla sin hacer
referencia a las formas de organización, así como a las tensiones de épocas anteriores
y las formas en que se resolvieron, constantemente en este texto aparecen reflexiones
sobre las condiciones existentes en épocas anteriores, a veces muy alejadas. Tal es el
caso de la discusión sobre sistemas de enterramiento; en este caso la contrastación
necesaria tuvo que llevarse a un punto en el que las formas de enterramiento
responden a estructuras sociales esencialmente diferentes de las del Clásico tardío: la
discusión se trasladó en este caso hasta el Protoclásico.

23
Uno de los aspectos fundamentales a tratarse es el patrón cultural y su transformación
a lo largo del Clásico tardío. A considerarse es el patrón de asentamiento, los cambios
tipológicos en la cerámica y la lítica producidas, y, de manera especial, la arquitectura
monumental y doméstica de Kohunlich, en particular la de Los 27 Escalones. El análisis
del patrón de asentamiento deberá mostrar cambios para acomodar una población
progresivamente más heterogénea y, sobre todo, deberá reflejar las nuevas formas de
integración social consistentes con esta mayor diversidad.

El análisis de las formas y decoraciones en la cerámica y la lítica –en especial de la


primera- debe de señalar la posible existencia de productores externos y la extensión y
carácter de las redes de comercio y de alianzas en las que Kohunlich se insertó;
contribuirá igualmente a proponer los puntos desde los cuales pudo haberse producido
la dispersión de rasgos particulares y, por tanto el bagaje cultural de los supuestos
emigrantes; más allá de estas consideraciones está el de las representaciones en la
decoración de la vasijas las cuales permitirán evaluar la importancia y nivel de
formalización que alcanzó el panteón en esta época, reflejo sin duda de las
necesidades impuestas por una población heterogénea. Al respecto es de señalarse
que hacia finales del Clásico tardío -y no sólo en Kohunlich- se produjo cerámica
decorada con representaciones, mayormente figurativas, de dioses en un intento
aparente por estandarizar formas de representación. Los tipos cerámicos Torro
Gubiado y Plano Relieve, ejemplifican este tipo de cerámica.

La disertación sobre la arquitectura de Los 27 Escalones es fundamental para entender


la diversidad poblacional (o étnica) que caracteriza la demografía del Clásico tardío. Es,
de hecho, la base de apoyo de la hipótesis central del trabajo y, por tanto, punto de
partida de los análisis subsiguientes. La disertación se hace por comparación y
contrastación con diferentes proyectos arquitectónicos del centro y norte de Yucatán; el
análisis de rasgos individuales complementa el trabajo sin llegar a constituir argumentos
de peso en la definición de la diversidad de proyectos y el posible origen de cada uno

24
de ellos. El capítulo correspondiente se complementa con otro en donde se hace un
intento por definir por isótopos estables el origen de la población residente en Los 27
Escalones. Los cambios menores en la relación isotópica permitirán concluir si los
movimientos poblaciones son posiblemente de múltiples pasos cortos, siempre dentro
de la geología general de la plataforma kárstica de la Península de Yucatán.

Derivada de la tesis de que en Kohunlich se debió haber vivido el mismo deterioro en


calidad de vida que se postula para los grupos migrantes -deterioro que habría
impulsado los desplazamientos poblacionales hacia Kohunlich-, habría que esperar un
cambio generalizado en la dieta, independientemente del estrato social, hacia
condiciones desfavorables en el Clásico tardío con una recuperación posterior hacia el
Terminal, una vez resuelta la crisis que originó esos desplazamientos. La implicación se
pone a prueba con el análisis del contenido de estroncio y zinc en los huesos de los
habitantes en Kohunlich; como punto de referencia se utiliza cifras provenientes de
Dzibanché, fundamentalmente de entierros en llamadas “tumbas reales” y, además, del
análisis del contenido de estroncio y zinc en un jaguar depositado como ofrenda en una
de estas tumbas reales.

Finalmente, en respuesta a la propuesta de que movimientos migratorios, diversidad


cultural y sistemas políticos están vinculados, en el último capítulo se diserta sobre los
posibles cambios en la organización política en Kohunlich durante el Clásico tardío. La
disertación se hace fundamentalmente con base en los entierros de Los 27 Escalones y
se desarrolla siguiendo contextos. Parte importante de este capítulo es el análisis de
DNA en los huesos de las personas que se inhumaron en este complejo residencial. Se
discuten varias posibilidades a partir de los contextos funerarios, contenido de ofrendas
y pruebas de ADN: la posibilidad de que quienes residían en Los 27 Escalones
constituían un grupo de residencia y, alternativamente, que eran representantes del
estrato superior en la organización social de Kohunlich. Se discute, adicionalmente, la
posibilidad de que el registro arqueológico este revelando una transformación en el

25
sistema político que haría el tránsito de una sociedad en donde el poder se transmite
hereditariamente al interior de un grupo particular, quizás dinástico, a una sociedad de
poder compartido, difuso, propio de un sistema permisivo en cuanto al control
demográfico.

Id. Conceptos fundamentales.

El concepto central en la discusión de las transformaciones en el sistema político de


Kohunlich es el de bloque histórico. Su construcción se debe a Gramsci y encuentra su
utilidad en el estudio de las hegemonías políticas. Un bloque histórico queda constituido
cuando los conflictos entre grupos esencialmente opositores quedan diluidos, en
especial los derivados de la oposición entre grupos en el poder y grupos subalternos;
emerge, de esta manera, un estado de equilibrio orgánico que posibilita el ejercicio del
poder por consentimiento y coerción; no elimina, sin embargo, las contradicciones entre
grupos sociales que seguirán operando como motor del cambio social, ni elimina el
ejercicio de la acción humana como operador del cambio. Contradicción y agencia
humana dan al sistema social su carácter dinámico, transformacional. En este punto,
el concepto de bloque histórico y de habitus (Bourdieu 1977:72-87) se hallan en
concordancia.

Si bien el concepto de bloque histórico, tiene como referente al sistema capitalista, su


utilidad en el análisis de sociedades con un alto grado de diversidad social, parece
evidente. La estructura social de Kohunlich en el Clásico tardío habría respondido a esa
caracterización. Más allá de las diferencias de género, edad, oficio, reconocimiento
social y posición en la estructura de poder y del ritual, el Kohunlich de esa época debió
haber sido escenario de confrontación de intereses derivados del proceso mismo de
reubicación poblacional. Ahí se habrían manifestado diferencias que en otras
condiciones serían mínimas, pero que en la defensa de los derechos de antiguos
pobladores y recién llegados debieron haberse llevado a extremos, y siempre
expresadas como intereses de grupo. Diferencias marcadas por el lugar de origen, por
26
fecha de arribo, por filiación y por residencia, debieron haber normado en gran medida
la vida pública y la práctica política.

La construcción de nuevas hegemonías a partir de esa gran diversidad poblacional,


alimentada constantemente por nuevos desplazamientos, debió haber sido una
empresa difícil de llevar a cabo. El sistema, por tanto, era esencialmente inestable, más
inestable mientras mayor fue la diversidad y diferenciación social; a las negociaciones
entre grupos en el poder y grupos subalternos se sumaban las planteadas entre grupos
sub-alternos con intereses seguramente difíciles de conciliar. No sería de extrañar que
el abandono masivo de Kohunlich hacia el año 1050 d.C., haya sido, precisamente, una
consecuencia de la inestabilidad inherente del sistema político, de la imposibilidad de
construir un proyecto comunitario que superara esas diferencias en el perfil poblacional.

Entendido la estructura social y la constitución del poder de esta manera, resulta claro
que la identificación de las elites en las sociedades prehispánicas, así como del lugar y
forma en que operan, se vuelve un asunto complejo. En términos de registro
arqueológico, podrían ubicarse en múltiples lugares y de maneras diferentes,
dependiendo de la forma concreta de integración del bloque histórico. En sociedades
tempranas es de esperar que las elites cubran múltiples funciones; en situaciones
extremas, un pequeño grupo –e, incluso, un sólo individuo- puede concentrar el poder
político, y militar, así como el poder derivado de la monopolización del ritual, y hacerlo
sin coerción, por consentimiento. Pero en sociedades más complejas, de las cuales
Kohunlich sería un ejemplo, es de esperarse que el poder, pensado como bloque
histórico que garantiza –con mayor o menor eficacia– la reproducción del sistema
social, es un poder fragmentado, constituido por agentes sociales diversos y, también
por elites diversas con funciones especiales.

Resultaría justificable, en esta situación, buscar la manifestación de estas elites en


espacios propios, reconocibles con mayor o menor dificultad en el interior del

27
asentamiento: por ejemplo, si la actividad militar llegase a constituir una dimensión
fundamental en el desarrollo de Kohunlich, habría que buscar su posible expresión en la
arquitectura del período correspondiente y buscar ahí la manifestación de la elite militar;
si, la economía estuviese basada en la especialización y el comercio, la posible
existencia de una elite económica habría que buscarla en zonas donde se sospechase
actividad manufacturera y de intercambio local (quizás espacios abiertos que sugieran
la existencia de un mercado); si llegase a considerar que, independientemente de la
operación de otras variables, el ritual y la interpretación de los fenómenos naturales y
el ritual, operaba como actividad privilegiada, entonces habría que buscar la
manifestación de la elite asociada a esta actividad en estructuras de corte ceremonial,
en especial en los llamados “palacios” anexos a los templos de mayor elaboración; si se
considerase que las elites “encumbradas” negociaron con la base social la constitución
de un bloque hegemónico y orgánico de poder, entonces pudo haber emergido una elite
de base que habría que buscarla en los sectores de población en las que podrían
ubicarse, en especial en la unidades de residencia del común de la gente.

Por supuesto esto implica, como pre-requisito, el contar con un conocimiento previo
suficientemente detallado del asentamiento bajo análisis; la posibilidad de un estudio de
elites en sociedades relativamente avanzadas, apoyadas fundamentalmente en
trabajos de superficie, resulta un ejercicio inútil: conduce al manejo de abstracciones y
supuestos que en la gran mayoría de los casos resultan innecesarias y falsas. Es el
caso, por ejemplo, de considerar que las elites se constituyen como grupo homogéneo
que se manifiesta en un lugar concreto –normalmente en el centro del sitio, próximo a
las construcciones de mayor monumentalidad, a las que se asigna, por anticipado, el
carácter de residencia palaciega de elite. Este tipo de aproximación al problema parte
de una definición de elite que nunca se pone a prueba y que por tanto prefigura el
resultado y añade nada al entendimiento de su significado, origen y operación.

28
Confrontados con este tipo de problemática, el estudio de los sistemas y contextos de
enterramiento es, sin duda, esencial. El enfoque obligado en el estudio de las elites
que operaron en sitios como Kohunlich es, por tanto, el del análisis contextual,
entendido este último como búsqueda de significados sistémicos y simbólicos
contenidos en la cultura material. En este tipo de enfoque se interpretan las diferencias
y semejanzas, así como presencias y ausencias, que se encuentran en variables
relevantes al problema y la teoría desde la que se ataca: a mayor número de variables y
de relaciones contextuales, mayor el grado de confiabilidad de las conclusiones
alcanzadas.

El análisis de las elites que operaron en Kohunlich a lo largo del tiempo – y la definición
de los diferentes bloques históricos que llegaron a constituirse en el largo período de su
ocupación – es, entonces, una investigación compleja que deberá atacarse en varios
pasos. Uno de ellos sería el de la identificación formal de esas elites a partir de las
relaciones contextuales de los restos humanos encontrados en la totalidad del sitio. Hay
que señalar, además, que esta primera aproximación estaría apoyada ocasionalmente
en datos e interpretaciones que ya se han adelantado y que manejará sólo
tangencialmente algunos aspectos de los enterramientos en consideración al hecho de
que todavía está por publicarse el análisis osteológico realizado por Vera Tiesler (1997-
1999), sobre una parte de este material. Respecto a lo primero podría ponerse como
ejemplo el hecho de que en textos previos (cfr. Nalda y Balanzario, 2002) se ha
manejado la posibilidad de que en el Clásico tardío y terminal haya existido en
Kohunlich un poder “sectorizado” en el que la toma de decisiones fundamentales y la
práctica ritual se hayan centrado en las unidades residenciales, como sería el caso del
conjunto de los 27 Escalones. Partiendo de esta hipótesis es justificable el considerar
como una de las variables en el contexto espacial, la distancia de los restos óseos
humanos al centro de la unidad residencial y no sólo al centro de la Plaza de las Estelas
o, en el caso de la aceptación de una bifocalidad (Nalda, 2004), al centro de la Plaza
Yaxná.

29
Este estudio preliminar tiene como producto colateral la descripción de los sistemas de
enterramientos en Kohunlich y su confrontación con las prácticas funerarias
encontradas en otros sitios del área maya1. Aborda, también, la interpretación de las
posibles connotaciones que tales prácticas puedan tener en el terreno ideológico; en
este sentido la investigación se constituye como una contribución al análisis del
contenido simbólico que iniciamos en un trabajo previo a propósito de las
acumulaciones inusuales en Kohunlich2.

Las creencias y actitudes que definen a un sistema de enterramiento se reflejan en la


práctica de la inhumación, pero no todas se expresan como evidencia material y por
tanto sólo parte de ellas quedan impresas en el registro arqueológico; de ellas, por
cierto, sólo una parte llega a ser apreciada y recuperada por el arqueólogo. Será
aquella que el arqueólogo considere relevante, y esa relevancia será dada por su propia
visión de las sociedades del pasado y de la suya propia. En efecto, cualquier intento por
levantar el inventario completo de la evidencia arqueológica, siempre tropezará con lo
relevante al problema por investigar y, por tanto a las teorías e hipótesis, explícitas o
implícitas, con las que arranca el proyecto de investigación. Tienen, por tanto, un sesgo,
inevitable, hacia una interpretación particular, predestinada, forzosamente compatible
con las ideas que el arqueólogo tiene sobre su propia sociedad y las sociedades
pretéritas. Datos, por un lado, y teorías e hipótesis, por otro, se encuentran en
correspondencia ineludible. Los contextos arriba seleccionados, así como la historia
particular del desarrollo de Kohunlich que he presentado, se han seleccionado de un

1
“Toda descripción implica teoría, significado, subjetividad, generalización e imaginación histórica”
(Hodder, 1994:159)
2
En este aspecto, el registro arqueológico es considerado, en principio, como un “texto” que hay que leer
y que conlleva el potencial de entender al “otro”; sobre esto último me parece pertinente la disertación de
Hodder: “Los significados que atribuimos o imponemos en nuestra interpretación del pasado ¿son
específicos de nuestra propia cultura y medio social?...Es evidente que si los rasgos, las palabras, la
gramática o la estructura de la cultura material del pasado no tuviera rasgos comunes con nuestro
lenguaje verbal contemporáneo, se haría difícil una lectura de este tipo, por no decir imposible, sobre
todo porque el texto superviviente es parcial y fragmentario, además de ser, sencillamente, distinto...”
(Hodder, 1994:138)

30
conjunto de posibilidades, algunos de ellas desconocidas por mí, otras rechazadas por
considerarlas insuficientes.

En la selección han intervenido una serie de premisas que considero apropiadas en el


manejo del tema de investigación. La fundamental de ellas es la premisa de que en
ciencias sociales (y la Arqueología es una de ellas) cualquier problema a investigar
debe ser tratado como parte de una totalidad constituida por dominios políticos,
sociales, económicos e ideológicos3. No hay dominio de autonomía suficiente que
justifique su aislamiento, siquiera provisional, para su estudio. Por ello, he optado por
definir un contexto ideológico4, un contexto histórico construido por referencia a
variables ambientales, adaptativas, demográficas y organizativas, y una propuesta de
acción, es decir transformacional por intervención humana, como marco referencial
dentro del cual habrá de producirse la interpretación a la problemática asociada a los
sistemas de enterramiento de Kohunlich.

Más allá de estas líneas contextuales, están las de índole formal, más de corte
arqueológico (si se quiere recargar lo tangible hacia lo arqueológico). Esos contextos,
por su naturaleza, se prestan a su manejo cuantitativo, y así se hará. Es en este
aspecto de las relaciones contextuales de los sistemas de enterramiento en donde el
manejo estadístico de los datos será prioritario. Hay que adelantar, sin embargo, que
ese tipo de manejo producirá más preguntas que respuestas y que procedimientos de
validez que pudieran introducirse no son, esencialmente, sino formas de “decir lo mismo
de otra manera” pues los procedimientos diseñados para correr, por ejemplo, una
simulación, no pueden partir sino de las mismas ideas que produjeron el análisis

3
Al respecto Binford (1971) consideraba que en toda sociedad la forma y estructura de la práctica
mortuoria esta condicionada por la forma y complejidad de su organización social. Según este autor, de
ninguna manera puede considerarse a la innovación ideológica como causal suficiente del cambio,
variabilidad o estabilidad: debemos primero entender las fuerzas que operan en el sistema socio-cultural,
como un todo, antes de intentar comprender la naturaleza causal de los cambios que podemos observar
en uno de sus componentes (que en este caso sería el ámbito de las ideas).
4
El contexto ideológico se desarrollará en base a la información de las fuentes históricas y etnográficas
del área maya.
31
factorial, de componentes principales, de regresión, etc. Por ello, a pesar del carácter
de “resultado duro” que parecería imponer un procedimiento estadístico, es necesario
no perder de vista que se trata de procedimiento que obedecen a las mismas reglas
“restrictivas” que impone el análisis de una sociedad antigua, que no puede pensarse
sino a partir de la reflexión de nuestra propia sociedad.

Esos contextos formales son precisamente los que constituyen normalmente el corpus
fáctico del arqueólogo, corpus que usualmente se concibe como suficiente y, por sí
mismo, capaz de producir una interpretación confiable (al menos plausible). A
continuación los repaso y comento a fin de adecuarlos a las condiciones que
prevalecen en Kohunlich.

Posición espacial.

En general se considera que el locus de la inhumación de un individuo está relacionado


con su estatus5; según esta idea, el común de la gente se entierra en o alrededor de
sus moradas, y el de los de mayor estatus en espacios habilitados a propósito, siendo
el caso extremo el de la construcción de monumentos funerarios conspicuos, ubicados
en el centro de ceremonial del sitio. Dados estos extremos es razonable pensar que
individuos con estatus intermedio; como artesanos, comerciantes, burócratas y
guerreros, deberían ubicarse –residencias y lugares de enterramiento por igual– en
posiciones intermedias, entre el centro ceremonial y las zonas más alejadas de los
campesinos y los migrantes de arribo reciente. Es frecuente, por tanto, encontrar como
variable significativa en el análisis de los entierros de un sitio a la distancia del lugar de
entierro al centro de arquitectura monumental del sitio; se asume, de esta manera, una

5
Autores como Binford (1971), O’Shea (1984) y Tainter (1977); han seleccionado categorías de
observación del sistema funerario con el propósito de evaluar el gasto de energía empleado en el
tratamiento mortuorio y de ser posible identificar el nivel social de los individuos y de la población en
general. Como por ejemplo Tainter, sugiere evaluar las características de las ofrendas en función de la
cantidad, calidad, variedad y procedencia con el fin de identificar el estatus del individuo a quien le fueron
depositadas o bien el tipo del ritual realizado.

32
correlación fuertemente positiva entre estatus y distancia al punto considerado de
mayor relevancia social.

Independientemente de la validez de esta argumentación, debe advertirse que en el


área maya esta variable es muy difícil de medir. Lo es, de hecho, en todos los
asentamientos multifocales y en aquellos donde el modelo de asentamiento no es a
base de anillos concéntricos. Es decir, en la gran mayoría de los casos 6. En Kohunlich,
afortunadamente la bifocalidad que existió en el Clásico temprano, con una
concentración mayor de arquitectura no-doméstica en la Plaza Yaxná y otra más en el
espacio definido por el Templo de los Mascarones y el Palacio de las Estelas, se
transformó en el Clásico tardío-Terminal –época de la mayor parte de las inhumaciones
que estamos considerando– en una situación unifocal. En Kohunlich, entonces, medir
unívocamente la magnitud de la variable considerada, es una posibilidad. Sin embargo,
en este caso el punto de referencia no sería la Plaza de las Estelas sino Los 27
Escalones. Y es así por una situación cuya razón todavía no es bien comprendida por
nosotros: a diferencia de otros conjuntos residenciales excavados desde 1993, Los 27
Escalones es el único conjunto en el que hemos encontrado una cantidad apreciable
de inhumaciones, algunas de ellas acompañadas de ricas ofrendas (en un caso
marcada por una inscripción que define el estatus de la persona enterrada [ver más
adelante]) y una simbología asociada que permite una cierta lectura contextual. En
ningún otro conjunto arquitectónico se han encontrado entierros de estas características
ni cantidades similares, ni en los edificios alrededor de la Plaza de las Estelas ni en
conjuntos residenciales similares en características formales como es el caso del
Conjunto Pixa’an o el Conjunto Noroeste. Esto hace ver a Los 27 Escalones como el

6
En Teotihuacan, por ejemplo, la posibilidad de cuantificar la variable “distancia al centro de poder o del
ceremonial” de un enterramiento esta obstaculizada por el hecho de su multifocalidad: esa distancia
puede ser, alternativamente, a la Ciudadela, a la Pirámide del Sol o a la Plaza de la Luna. De hecho, la
distancia desde, por ejemplo, un entierro en uno de los palacios más alejados de la Plaza de la Luna,
puede ser mayor a la de la distancia entre esa plaza y una residencia mucho más modesta al norte, en
Oztoyahualco. En el caso del área maya, dada la dispersión generalizada de los centros de arquitectura
monumental, el concepto de asentamiento anular simplemente no tiene aplicación: los casos como
Mayapán, son realmente excepcionales.
33
lugar de enterramiento de los personajes de estatus más alto en Kohunlich durante el
Clásico tardío y, por tanto, el punto a partir del cual deberá medirse la distancia al
enterramiento.

Tipo de enterramiento.

Los entierros pueden realizarse en cámaras abovedadas, en cistas o directamente en el


relleno de una nueva construcción7. Las diferencias pueden considerarse relacionadas
con el status del individuo inhumado; la relación no se cumple en todos los casos pues
como se verá más adelante, existen ejemplos en los que el entierro es directo y, en
consideración a las insignias portadas por el individuo enterrado, es posible pensar que
se trata de un personaje de elite. El problema mayor es, sin embargo, el definir el
estatus del individuo principal y de los acompañantes cuando se trata de un entierro
grupal, en especial cuando los supuestos acompañantes han recibido un tratamiento no
muy distinto al del personaje central.

Como parte del campo “tipo de enterramiento”, se registran condiciones de variables


que típicamente forman parte del registro de cada uno de los entierros recuperados en
la excavación8. Entre ellos destaca la indicación de si se trata de un entierro primario o
secundario. En cualquier caso se establece si ha habido remoción de huesos antes o
después del enterramiento y, en el caso del enterramiento de huesos individuales,

7
Una recopilación exhaustiva de datos sobre entierros arqueológicos procedentes de la zona maya, ha
sido publicado por Alberto Ruz Lhuiller (1991:149-150), a partir de la información de más de mil entierros
mayas llega a detectar patrones generales en función de la distribución geográfica y cronológica de los
elementos funerarios. Las variables que utiliza son ubicación y carácter del entierro, posición y
orientación del cuerpo, ofrenda funeraria ( señala que además de la comida y bebida, los objetos dejados
juntos a los cadáveres eran las posesiones de cada individuo, los cuales caracterizaban su oficio de sexo
y edad), sacrificio humano, asociación específica (pintura roja sobre el cuerpo, las cuentas de jade en la
boca, etc.) además de considerar las alteraciones somáticas intencionales tales como deformación
craneana y las mutilaciones dentarias.
8
La información recogida en cédulas y observaciones pasa a formar parte del banco de datos que
contiene la información que será procesada por procedimientos estadísticos.

34
cuáles son. La información es especialmente relevante pues incide sobre ceremonias,
algunas de las cuales pueden sospecharse con base en información recogida por
cronistas de los primeros años de la Colonia. Se registra igualmente la posición y la
orientación del esqueleto9; ambas variables están fuertemente asociadas con creencias
sobre el destino último del muerto, y frecuentemente relacionadas con el papel que jugó
el individuo en vida. En especial la orientación del esqueleto ha sido objeto de análisis
simbólico en múltiples publicaciones, la mayor parte de ellas apoyada en la cosmogonía
maya y el significado adscrito por los mayas a cada uno de los cuatro u ocho rumbos
del espacio cósmico (Cfr. Freidel, et.al., 2001: 68).

Características físicas del individuo inhumado.

A este mismo tipo de “registro en cédula” pertenece la estatura, variable que suele
tomarse como indicador sensible de la posible existencia de grupos de descendencia –
en menor grado, de filiación– y, sobre todo, de condiciones alimenticias que pueden
estar vinculadas a coyunturas especiales o cuestiones de estatus. Pertenecen también
las variables de edad y sexo 10, las cuales funcionan como “ancla” en el análisis de los
roles sociales. Cuando la muestra es suficientemente grande y se tiene cierta seguridad
de ser representativa del total de la población en el sitio, estas variables son, además,
fundamentales en el estudio de la dinámica demográfica de la población.
Desafortunadamente ése no es el caso de los enterramientos de Kohunlich: la muestra
está fuertemente sesgada hacia un grupo poblacional que tiene un estatuto privilegiado
[de elite], y es numéricamente insuficiente. Hay que considerar que los individuos
enterrados en, por ejemplo, Los 27 Escalones, está muy lejos de ser el total de
entierros realizados en ese conjunto arquitectónico en los 500 años que fue ocupado:

9
La posición del cuerpo se refiere a las diversas formas en que ha sido colocado el entierro: flexionado,
parcialmente flexionado, decúbito dorsal, decúbito lateral izquierdo o derecho, extendido, etc. En cuanto a
la orientación del cuerpo es en base a los puntos cardinales.
10
El análisis de sexo y edad esta basado en el análisis osteológico realizado por Vera Tiesler (1997-
1999).
35
las excavaciones extensivas que se realizaron en el sitio han producido la cantidad de
30 individuos inhumados; esa cifra hay que compararla con la de aproximadamente 250
individuos que vivieron en ese complejo en todo momento, como mínimo. Asumiendo
un total de diez generaciones, es decir 2500 decesos en el período total de ocupación,
se entenderá que estamos manejando una cantidad mínima de casos –e
inequívocamente sesgada, dada la naturaleza especial [de elite] de ese conjunto
habitacional. Esta insuficiencia no inválida el estudio que planteamos, simplemente
reduce la cantidad de temas y problemas cuyo análisis está apoyado en términos
fácticos.

Elementos asociados al origen del individuo.

Dada la situación de inestabilidad y flujo poblacional que caracterizó la mayor parte del
período que estoy analizando, resulta explicable que se conceda importancia especial a
tres variables: la deformación craneana, la mutilación dentaria y el tratamiento del
cuerpo11. Siendo características culturales que remiten a un posible origen geográfico
de la población correspondiente –y, por tanto, al agrupamiento de individuos
enterrados de acuerdo a rasgos específicos compartidos– su manejo es inevitable. Un
rasgo adicional, que se ha manejado recientemente con la misma intención de
encontrar el origen de segmentos de población concretos, es el análisis de isótopos
estables en dientes cuya formación tiene diferentes temporalidades. Análisis de este
tipo han puesto en entredicho, por ejemplo, la supuesta migración de población
teotihuacana hacia el área maya, en especial hacia Kaminaljuyu, Tikal y Copan (Cfr.
Buikstra, et.al., 2003). Se trata, sin embargo, de pruebas de laboratorio, es decir de
rasgos que no se registran al momento del descubrimiento y registro del entierro.

11
En referencia al análisis osteológico realizado por Vera Tiesler (1997-1999).
36
Variables recuperadas en laboratorio.

Otros análisis que se realizan en laboratorio son los de patologías, huellas de actividad,
marcas post-mortem y análisis de contenido de estroncio y zinc en huesos, este último
con vistas a definir la ingestión de proteínas vegetales y animales (Cfr. Burton y Price,
1990; Spencer, 1997). En principio, la relación sería alta en contenido proteínico animal
tratándose de individuos de estatus alto (más alto mientras mayor sea esa relación).
Los resultados, sin embargo, deben tomarse con cautela pues esa mayor dependencia
de alimentos de origen animal puede ser consecuencia de una “involución” hacia una
economía que depende más de la caza, y no consecuencia de diferencias dietéticas por
un acceso más amplio o más restringido a ese tipo de alimento.

En fin, el análisis de DNA en huesos (análisis mitocondrial), permitirá la definición de


posibles relaciones de parentesco entre individuos, un dato que como apunto más
adelante, es de importancia especial dada la posibilidad de que los entierros estén
evidenciando la existencia de mecanismos de transmisión de poder por la vía de las
sucesión entre grupos constituidos alrededor del principio de consanguinidad.

Ofrenda.

Desde luego, parte esencial del banco de datos que servirá de base al análisis
estadístico, es la información relevante a las ofrendas que acompañan al entierro 12. En
este apartado, no sólo son importantes las características de los objetos depositados,
sino también la posición espacial relativa al individuo inhumado. Así, más allá de la
identificación de tipos cerámicos y sus respectivas posiciones cronológicas, y de la
descripción de objetos suntuarios, será necesario entenderlos en términos del total de
contexto peculiares al lugar del enterramiento: la estructura, la preparación realizada

12
Dentro de los materiales que pueden acompañar a una ofrenda se encuentran los siguientes:
cerámica, lítica, concha, restos óseos de animales, huesos trabajados, pigmentos, resinas, etc.
37
para la inhumación, y la carga simbólica que llevan potencialmente esos artefactos
(herramientas, instrumentos de trabajo, adornos ceremoniales, etc.).

1e. El sistema conceptual a ser utilizado en el estudio de las condiciones sociales


y políticas en Kohunlich.

Hasta épocas recientes, el análisis del carácter y la dinámica de las sociedades


prehispánicas se inscribieron en gran medida dentro del esquema tradicional de banda-
tribu-cacicazgo-estado al cual han contribuido de manera especial investigadores como
Service (1973), Sahlins (1968) y Fried (1967). Si bien los primeros términos de este
esquema parecen tener cierta utilidad en el estudio de sociedades tempranas, de
relativo bajo nivel de complejidad, su eficacia se reduce significativamente cuando se
aplica al entendimiento de las sociedades que se desarrollaron en épocas más
recientes en regiones como el Altiplano o el Área Maya. Y es así por dos debilidades
contenidas en la definición misma de lo que es un estado: la primera es el concepto de
“clase” que, desde Morgan (1971) y Engels (1972) opera como indicador básico de la
presencia o ausencia de una formación política de corte estatal; ambos autores la
asocian a la aparición del régimen de propiedad privada y, en la propuesta marxista, a
la apropiación de los medios fundamentales de producción por cuenta de un grupo
particular y la consecuente explotación de la fuerza de trabajo de quienes fueron
despojados de lo que en su inicio había sido propiedad comunal. Esa primera dificultad
se deriva justamente del hecho que explotación y coerción pueden darse en una
sociedad en ausencia de un esquema de propiedad de los medios fundamentales de
producción.

La segunda debilidad emerge de la pretensión de asociar al estado con el urbanismo y,


en última instancia, de privilegiar la función del estado como aparato de regulación de la
vida comunitaria. Childe (1959) y Adams (1966) se distinguen por este tipo de manejo
del concepto. El problema aquí es que, si bien la idea puede tener aplicación a
38
sociedades del Altiplano, en especial a Teotihuacán, cuando se analizan los
asentamientos mayas de, por ejemplo, el Clásico, la división espacial reticular, la
operación de servicios urbanos, la reglamentación de construcciones residenciales, la
normatividad sobre crecimiento y circulación, etc., tan claras en Teotihuacán, no
existen; se trata de centros de población dispersos con conjuntos arquitectónicos
frecuentemente conectados por sacbés, que no tienen paralelo en las ciudades del
Viejo Mundo en que estos autores apoyaron mayormente sus ideas.

Ante estas dificultades, en los estudios mesoamericanos, y desde épocas tempranas,


se manejaron modelos alternativos variantes de estados no-clasistas (entendido el
término en su acepción tradicional); uno de ellos fue el derivado de la necesidad de
organizar la vida comunitaria alrededor de la construcción de grandes obras hidráulicas
(con el tiempo, se dejó a un lado lo “hidráulico” y se optó por la construcción de grandes
obras o por la necesidad de organizar el intercambio, así se podía aplicar con mayor
facilidad el modelo a comunidades con una débil dependencia de la hidroagricultura y,
por el contrario, una gran monumentalidad en sus construcciones y un supuesto intenso
comercio, como era el caso de Teotihuacán). Las viejas ideas de Witfogel (1957) y su
sociedad despótica, así como las de Marx (1991) y su sociedad oriental, fueron
reavivadas por investigadores como Godelier (1969) y, en el campo de la arqueología,
por investigadores que trabajaron en la Cuenca de México, fundamentalmente Sanders
(Wolf, 1976); a ellos se debe, además la inserción del esquema de la sociedad
hidráulica en una matriz de ecología cultural, y la discusión de las interpretaciones
basadas en modelos neo-malthusianos.

Se retomó, también, el concepto de clan cónico que Kirchhoff (1959) propuso para las
sociedades tardías del centro de México, un modelo aplicable a sociedades igualmente
no-clasistas, que propone la existencia de un linaje estratificado, piramidal, con un ápice
constituido por nobles y la familia “real”.

39
Como alternativa se empezó a manejar el modelo de linajes en el que operan varios
linajes, uno de ellos el que contiene al grupo de nobles y la familia “real” que, a su vez
mantiene relaciones parentales por vía del matrimonio con los individuos que sin
pertenecer al linaje real mantienen una posición de relevancia (rango) en sus propios
linajes. Uno de estos modelos es el llamado modelo hawaiano, que combina rango con
una estratificación incipiente; al respecto, Webster (1995), retomando a Earle (1978) y
Kirch (1984) ha escrito:

“[Este modelo] prevé una gran distancia de estatus entre segmentos de élite y los del
común de los habitantes. Un segmento de élite, él mismo estructurado siguiendo
principios de asignación de rango por vía parental, ejercía el dominio político. Otro
segmento, mucho más grande, consistía de individuos comunes que eran esencialmente
productores y cuyas familias exhibían una profundidad genealógica muy corta y ninguna
función corporada de importancia. Las comunidades de la gente común eran definidas por
co-residencia y vinculación a individuos nobles…Las elites del rango más alto,
reclamaban para sí derechos de dominio sobre el trabajo de la gente común, así como
sobre las tierras y sus productos, y la población misma. Trabajo y mercancías soportaban
las elites y sus empresas y eran redistribuidas para atraer y retener la fidelidad de quienes
las apoyaban, todo esto en un ambiente político de rivalidad intensa en la búsqueda de un
estatus mayor. Poco o nada de estos bienes llegaba a la gente común…En contraste, la
rivalidad por superar estatus era intensa y frecuentemente incluía guerras entre y al
interior de las entidades políticas”

La sociedad de linajes segmentarios se ha aplicado como referente interpretativo al


análisis de comunidades mayas, en particular por Fox (1995) y Southall (1988). En este
caso particular se manejan desde la perspectiva de la hipótesis de Sahlins (1961),
aplicable a los tiv y los nuer, para quien esas sociedades se organizan en respuesta
adaptativa, concretamente con base en la necesidad de expansión hacia fuera,
ocupando tierras que se disputan a sus vecinos. Tratamientos no muy distantes son los
del estado teatral (theatre state) de Geertz (1980), la entidad política galáctica de
Tambiah (1977) y Hammond (1991), y la ciudad real-ritual de Sanders y Webster
(1988), todas ellas catalogadas por otros como modelos de “estados débiles”, y todas
basadas en la creencia de que el poder del rey se deriva de su carisma y de las

40
necesidades impuestas por el ritual y no del control de los recursos básicos o de la
capacidad coercitiva de los gobernantes.

Por el lado de la retención del concepto de “estado” tradicional, sobresale la propuesta


de Skalnik (1978), quienes distinguen tres niveles al interior de un “estado temprano”,
concepto que proponen como etapa previa a la aparición de la formación clasista
tradicional, con monopolio de la coerción. Estos tres niveles son el estado incoado, el
estado típico y el estado de transición. En particular es interesante la definición que
estos autores hacen del primero de estos estados tempranos; se encuentra en el
parentesco, la familia y la comunidad donde se establecen relaciones políticas de
dominio, donde el tiempo completo de los especialistas es raro, donde los sistemas de
tributación son solamente primitivos y donde las diferencias sociales son compensadas
por reciprocidad y por contactos cercanos entre los gobernantes y los soberanos, son
sociedades en sistemas de tributación, en donde la relación del grupo de elite con la
tierra y otros recursos básicos es, solo de control.

En estudios mayas, las comparaciones no paran ahí. Se ha analizado la pertinencia del


modelo de las sociedades feudales, y se ha regresado a revisar estructuras y dinámicas
mesopotámicas y egipcias en un afán por alcanzar conclusiones por la vía de la
comparación general, aunque esto implique contrastar situaciones muy alejadas en
tiempo, espacio y, sobre todo, contexto. Al respecto resulta interesante recordar las
conclusiones alcanzadas en un seminario relativamente reciente sobre historia política
de los mayas:

“La imposibilidad de establecer patrones de posesión-propiedad de la tierra entre los mayas,


la mayor importancia dada por los mayas a los factores económicos comparada con la que
caracteriza a las sociedades feudales y el hecho de que las sociedades feudales son
producto de la desintegración de estructuras políticas más centralizadas…militan en contra
de la clasificación de los mayas como feudales… [Por otro lado, existen] paralelos
interesantes entre las civilizaciones maya y mesopotámica. Ambas fueron sociedades
políticamente fragmentadas unidas por una civilización cobertora: una tradición de cultura de
elite mediada por el arte y la escritura. Al igual que los mayas, los mesopotámicos tempranos
tenían entidades políticas de pequeña escala, autónomas excepto en ocasiones, poco
41
frecuentes, en las que gobernantes carismáticos y inusualmente ambiciosos crearon
unidades más grandes, efímeras… [Pero] el poder económico, incluido el control de la
producción y el comercio, fue mayor en Mesopotamia que entre los mayas, mientras que el
control ideológico parece haber sido factor central con los mayas. Adicionalmente, la función
de la escritura fue diferente: en el caso de Mesopotamia los documentos de naturaleza
económica son numerosos, en el caso de los mayas, de haber existido no se han hecho
evidentes…El mayor paralelo en el empleo de la escritura es más entre mayas y egipcios…”
(Culbert, 1995)

Mucho más prometedora, a mi juicio, es la idea del cuchcabal, una forma de


organización propuesta inicialmente por Roys (1957) bajo el término de “provincia” y
que recientemente han trabajado extensamente Quezada (1993) y Okoshi (cfr.
Quezada 1993). Se trata de un modelo derivado de las condiciones políticas y sociales
en Yucatán a la llegada de los españoles que, por otro lado, resulta compatible con la
propuesta teórica adelantada por Renfrew y Cherry (1986) bajo el término de “peer
polity intreraction”.

Quezada define al Cuchcabal como:


“el espacio territorial gobernado por un poder que reside en una capital, sujeto a un
pueblo o a un gobernante. Este espacio también ha sido denominado entidad política
territorial, asociado al término de provincia (Roys 1957). En la estructura del Cuchcabal
o provincia, menciona que se pueden distinguir tres niveles:

El primer nivel el Cuchteel o barrio. “Integrado por casas que albergaban a grupos de
familias extensas, parientes consanguíneos y afines y que reconocían a un jefe familiar”
(Quezada 1993:40). Su norma de descendencia y de sucesión era patrilineal, se le
identificaba con un topónimo, tenía actividades agrícolas familiares y de propiedad
comunal, Landa menciona al respecto que “Las tierras, por ahora son de uso común y
así el que primero las ocupa las posee.........la superficie se determinaba en base a tres
criterios: las necesidades de consumo, la cantidad de personas de que estaba
compuesta la familia y sus obligaciones tributarias”. (Landa 1973, Cap. XXIII).

Cada cuchteel tenía dos personajes importantes; un Ah Cuch Cab y un Ah Kul, el


primero tenía la función de vigilar que los indígenas acudiesen con el tributo y servicio a
42
sus tiempos; el segundo era el representante de los intereses del grupo, Landa decía
que este personaje “era muy obedecido y estimado..... [Actuaban como] tercero en
pleitos, ordenador así de negocios” (Op. cit. Cap. XX).

El segundo nivel, el Batabil “Espacio territorial bajo el dominio y dependencia del batab”,
Okoshi y Quezada usan el término de: “Señorío para conceptualizar el espacio territorial
sobre el cual ese funcionario ejercía su dominio, espacio que dependía de el”
El batab dominaba política y administrativamente a un grupo de cuchteeloob (tres a
cinco cuchteel), él residía en uno de ellos, no tiene límites precisos, ni distancias. Por
medio de los Ah Cuch Caboob, que eran los funcionarios que se designaban para cada
uno de sus cucthteeloob sujetos, fluían hacia él los excedentes tributarios, se organizaba
la energía humana para las diversas actividades y convocaba a los integrantes de las
familias para las guerras y las festividades tutelares.

El Batab y el Ah Kul (representante de cada una de sus unidades sujetas) impartía


justicia, el Batab vinculaba a los cuchteeloob con la capital.

El tercer nivel es el Cuchcabal, gobernado por el Halach uinic, el poder supremo de la


entidad, el residía en la capital, y se identificaba a este lugar con un topónimo. El Batab y
el Halach uinic eran integrantes de los almehenoob (nobles), condición que se obtenía
por nacimiento, por linaje (descendían de un ancestro común conocido), Landa
menciona al respecto que cuando las elecciones de los señores “ el señor se moría [y]
no estaban los hijos [en edad] de regir y tenía hermanos, regía el mayor de los
hermanos.......y si no había hermanos, los sacerdotes y gente principal, elegían un
hombre suficiente para ello” (Landa 1973, Cap. XXIV). Roys sugiere que para controlar
el poder y el acceso a él, se usaba la terminología del lenguaje Suyua, que es un
conocimiento transmitido de padre a hijo en familias elegidas para ocupar dichos cargos.
(Roys 1933:191).

Más allá del problema tipológico, es decir, de la discusión y definición del modelo
socio-político y económico desde el cual interpretar la estructura socio-política particular
de Kohunlich, es de interés esencial el definir el sistema de alianzas que se dieron en
43
ese momento y sobre todo para conocer el carácter de las mismas, la variedad de
contextos funerarios localizados en el conjunto habitacional de “Los 27 Escalones”, nos
muestra una secuencia de desarrollo político que implicaría una progresiva pérdida de
centralización y monopolio del poder político, donde se puede observar que la antigua
autoridad se fragmenta en poderes parciales asentados en grupos de residencia de
autonomía relativa.

El proceso de desintegración del poder dinástico y recomposición en centros menores


de poder, se habría dado mayormente en el Clásico Tardío-Terminal., de ser así este
es, básicamente, el tema de mi tesis- tratar de encontrar cuáles fueron las condiciones
bajo las cuales se produjo la descentralización del poder político y la actividad de corte
ritual, y, con ella, el clima de tolerancia y la constitución de entidades políticas
autónomas en Kohunlich (Nalda y Balanzario, 2002). Para lograr este último propósito,
además de la revisión y discusión de cada uno de los modelos apuntados, será
necesario completar los análisis que ser requieren para determinar -o acercarse- a la
definición del papel que pudieron haber jugado las relaciones de parentesco en la
constitución de la elite que gobernó Kohunlich en el Clásico tardío y terminal. En este
sentido, esta investigación se apoya en los resultados de ADN y de isótopos estables
de los restos óseos encontrados en el complejo habitacional mencionado, los primeros
para establecer relaciones genéticas entre los grupos que estamos postulando como
provenientes de orígenes diversos, y los segundos para ubicar - hasta donde lo
permiten los bancos de datos disponibles -, el origen de lo que para mi resultan ser
grupos de migrantes de origen diverso. Este último aspecto tiene relación con la
posibilidad de adjudicar, como lo he hecho notar en el pasado, a la expansión territorial
de comunidades al centro de la Península de Yucatán, o, alternativamente, a la
emigración de individuos o grupos corporados desde asentamientos sujetos a
condiciones de explotación cuestionadas, y por tanto a confirmar o rechazar la idea de
la constitución de esas entidades políticas relativamente autónomas a partir de
diferencias étnicas, de origen o de ocupación.

44
III. La región y el sitio de Kohunlich: factores del medio ambiente, sus recursos y
su explotación.

El sitio de Kohunlich se localiza en una zona de transición, entre dos ambientes, muy
distintos entre sí, ambos parte del área cultural maya y de la sub-área conocida como
las Tierras Bajas: al norte se observa un paisaje plano con drenaje subterráneo, al sur
un lomerío con cerros y verdaderas montañas y escurrimientos superficiales. Esta
posición transicional ofrece a Kohunlich importantes ventajas propias de un ecotono: se
beneficia de una gran variabilidad ambiental y una buena posición geográfica y, por
tanto, de una relativa autosuficiencia, de un acceso a recursos externos, así como de la
posibilidad de controlar o monopolizar rutas de comunicación y de circulación de
bienes. Es en zonas de transición de este tipo que se desarrollan los nodos de los
sistemas de comercio regional. (Ver foto No.1)

En la selección del emplazamiento de Kohunlich intervino decididamente la existencia


de aguadas cuyo llenado, propiciado por la topografía local a base de pequeñas
cañadas y reservorios naturales, u hoyas, estuvo, además, favorecido por la cuidadosa
conducción que hicieron los mayas del exceso de lluvia, desde los espacios del culto y
las unidades habitacionales hacia las aguadas. Una de las aguadas más importantes
se ubica en el borde del centro arquitectónico mayor, al pie del Templo de los
Mascarones y de la llamada Acrópolis (Ver figura No. 1).

En Kohunlich hay cuatro aguadas. Tres de ellas están visiblemente asociadas a los
centros de arquitectura monumental: además de la mencionada al pie del Templo de los
Mascarones, existe una segunda aguada próxima al llamado Complejo Norte y otra más
al sur de la Plaza Yaxná. La cuarta aguada, la más grande de todas, se encuentra en el
punto alrededor del cual parece haberse dado el primer asentamiento del Preclásico
superior y, muchos años después, a principios del siglo XX, la base de operaciones de

45
la compañía maderera Mengel & Bros. Co. Hoy día, estas aguadas suelen retener
agua todo el año.

Foto No. 1. Vista general del asentamiento de Kohunlich.

Además de ellas hay varias depresiones –algunas muy extensas y profundas- que
pudieron haber sido acondicionadas en época prehispánica. Sumada la capacidad de
unas y otras, el volumen de agua disponible habría sido suficiente para la población de
Kohunlich, calculada en 5000 a 10000 personas en su clímax poblacional13.

13. Según Nalda, la cifra de "entre 5000 y 10000 habitantes para el clímax demográfico del sitio...se
alcanza por estimación del número de personas que pueden ocupar cómodamente los espacios interiores
de las estructuras de función doméstica, durmiendo sobre las banquetas... o directamente sobre
bastidores o esteras colocadas en el piso de los cuartos. El rango relativamente amplio en el estimado se
debe a que aunque en Kohunlich se ha explorado un área habitacional inusualmente grande y se ha
sondeado extensivamente el área, no todas las estructuras están fechadas con exactitud, y la función de
algunas de ellas todavía es materia de especulación" (Nalda 2004:36-37). Para el clímax del Clásico
tardío-terminal, la estimación está basada en el análisis de espacios contenidos en los complejos
habitacionales de Los 27 Escalones y los Conjuntos Noroeste y Pixa'an, todos de esa misma época, y la
extrapolación de estos datos, considerando que en Kohunlich existen al menos 15 de estos complejos.
Habiendo contabilizado una población de alrededor de 250 personas en cada uno de estos conjuntos y,
tomando en cuenta que una parte de la población vivía en zonas fuera de complejos habitacionales del
46
tipo referido, la cifra mínima asciende a 5000 personas para el área central de Kohunlich (Nalda com.
pers: 2004).

47
La ausencia prácticamente total de chultunes en el sitio, no es, por tanto, de extrañar.
Cabe señalar que aguadas y chultunes no son los únicos reservorios en Kohunlich; “se
aprovecharon igualmente las depresiones formadas por extracción de piedra para la
construcción de casas y que se localizan justo a un lado de las estructuras
habitacionales” (Nalda 2004:36-37).

Las rocas asociadas a este paisaje son calizas del Mioceno y suelos residuales. En la
región de Kohunlich, las calizas son de la Formación Estero Franco (TmCz-Do),
constituida por calizas y dolomías; formación que se extiende hacia el norte hasta Altos
de Sevilla-San Román y Nachi Cocom y al norte del Arroyo Ucum; hacia el sur se
extiende hasta la rivera del Río Hondo. Más al oeste a partir de una línea que pasaría
por Nicolás Bravo, Xpuhil, Becan y la reserva de Calakmul, la formación Estero Franco
es reemplazada por la Formación Icaiché (TpaCz-Y), la cual es la unidad más antigua
que aflora en la Península de Yucatán, conformada por calizas con yeso, horizontes de
arcilla y fragmentos de sílice del Paleoceno (INEGI 1996, 2005).

La caliza compacta de la Formación Estero Franco fue utilizada por los mayas como
material de construcción14. No es, sin embargo, un material uniforme en composición y
características físicas: en Kohunlich se aprovechó esa variabilidad, seleccionándose
depósitos específicos según los requerimientos: piedra porosa, de baja compactación,
para superficies externas que requerían trabajo de talla, y piedra compacta,
heterogénea, para rellenos y muros de contención en basamentos. Recubiertas de
estuco, las piedras para revestimiento estaban en cierta medida protegidas contra la
disolución de sales, proceso que hoy día está produciendo una degradación
significativa en algunos de los edificios de Kohunlich donde este tipo de piedra fue

14. En Kohunlich existen afloramientos de calizas de la formación Estero Franco, algunos de ellos fueron
aparentemente explotados por los antiguos mayas como bancos de material de construcción. De
particular importancia es la frecuente extracción de calizas de esa formación en áreas próximas a
unidades domésticas, sin duda como parte de una misma operación: la construcción de nuevas
habitaciones. En estos casos no existen alguna duda sobre la explotación de calizas y su utilización como
material de construcción: el mismo material del afloramiento es el que se encuentra en los muros y
fachadas de esas estructuras.
48
utilizada de manera preponderante. Bordeando algunas de las crestas que afloran de
esta roca, es posible encontrar partículas de pedernal que fueron aprovechadas por los
mayas antiguos para la fabricación de artefactos15.

La otra componente básica de la Formación Estero Franco, es una caliza de baja


compactación que no es sino una arena calcárea poco cementada, conocida
localmente como sascab. Libre, o mezclada con cal viva -producida por calcinado de
calizas- y agua, constituye un material excelente para enlucidos y estucados.

Como agente fundamental de intemperización de estas rocas opera un clima con lluvias
distribuidas en una temporada de aguas, de mayo a noviembre, que coincide con la de
ciclones, y la cual tiene un perfil bimodal, con un máximo en junio y otro en septiembre;
y una temporada de secas, que dura el resto del año. Con base en los datos registrados
por la estación climatológica de Nicolás Bravo durante 1958-1995, la precipitación anual
promedio en la región es de 1257.8 mm.; de ese total, entre 72 y 80% se produce en la
época de lluvias. (Ver figura No.2)

Al respecto, es importante señalar, que entre Kohunlich y los sitios más al norte, como
Dzibanché, existe una importante diferencia en la magnitud de la precipitación en el
período de estiaje, de diciembre a abril: mientras que en Dzibanché este valor es, en
promedio, de 250 a 300 mm., en Kohunlich es de 300 a 350. Estos totales de lluvia de
estiaje se producen en un promedio de 30 a 45 días de lluvia. Más al norte las lluvias se
concentran en un número sensiblemente menor de días, haciendo que el riesgo
agrícola para cultivos en estiaje, sea mucho mayor. En el sitio de El Resbalón, al norte

15. En las excavaciones realizadas en el sector norte del área mapeada de Kohunlich, así como
alrededor de los "bajos" en el sector poniente de esa misma área (Nalda y Balanzario, 2000), se encontró
abundante pedernal cuyas características coinciden con el utilizado en los rellenos de plazas y de
basamentos de Kohunlich, en especial de las épocas más tardías. El análisis petrográfico realizado por el
Instituto de Geología de la UNAM de esos pedernales y su comparación con el de los artefactos hallados
en Kohunlich, indica que esos mismos pedernales fueron la materia prima utilizada en la talla de
artefactos de ese material (Nalda y Balanzario 2008: "Los artefactos de lítica tallada y pulida de
Kohunlich").
49
de Dzibanché, por ejemplo, la misma precipitación de 250 a 300 mm., puede llegar a
concentrarse en menos de la mitad de días de lluvia.

La variación anual en precipitación registrada en la región, es muy grande (SARH,


1986:28): los mínimos se encuentran próximos a la cifra de 850 mm., mientras que los
máximos andan cerca de los 1700 mm., es decir, del doble. Si se considera que, de
acuerdo a datos de 1958-1985, la evaporación media anual es de 1665.51mm y la
evapotranspiración potencial de 1572.6 mm., podrá entenderse el significado de una
sequía como la correspondiente a una precipitación anual de tan sólo 800 mm. Resulta
interesante notar, si embargo, que los mínimos de pluviosidad no son sostenidos: sólo
en una ocasión se registró en la estación de Nicolás Bravo sequía en dos años
consecutivos, el resto de los mínimos fueron fenómenos aislados (Ver figura No. 3).

50
Resulta importante resaltar el hecho que durante buena parte de la época de secas, de
noviembre a enero o febrero, las lluvias ocasionales y lloviznas pertinaces producidas
por los vientos anticiclónicos, conocidos como "nortes", garantizan, hasta cierto punto,
"cultivos de ciclo corto, [a condición de que se siembre] inmediatamente después de
levantar la cosecha primavera-verano" (SARH, 1986:20).

Las variaciones en temperatura son menos extremas: la media anual es de alrededor


de 26º C. A la entrada de la temporada de lluvias se puede alcanzar un máximo de
hasta 39.5º C., y en los meses de noviembre a febrero puede registrarse un mínimo de
hasta 6º C, pero la variación mensual es inferior a los 5º C: el rango es de
aproximadamente 28º C en junio a 23º C en enero. La agricultura, entonces, se
desarrolla en la región sin el peligro de heladas. Son otros los factores de riesgo:

51
además del ya señalado de agudas sequías en años aislados o en ciclos de corta
duración, los agricultores tienen que sobrellevar el incierto inicio de la temporada de
lluvias -lo cual a veces obliga a sembrar dos veces en el arranque del ciclo agrícola-, y
el período canicular - o sequía intraestival - de agosto, que se presenta justo en el
momento de máxima demanda de humedad y que, de ser muy agudo, puede llegar a
malograr la cosecha. Quizás más importante aún, es el que llegue a sobreponerse a los
efectos devastadores de los ciclones que se desarrollan en el Mar de las Antillas y que
entran en la región arrasando cultivos y construcciones.

Dadas las condiciones de relieve y drenaje, del tipo de roca basal y del clima que opera
en la región, se ha desarrollado un conjunto de suelos, más o menos propicios para la
agricultura, sustento de un conjunto de comunidades bióticas específicas. Siguiendo la
nomenclatura de FAO, los suelos de la región donde se encuentra Kohunlich son los
siguientes:

Vertisol pélico (ak'alche gris) Bajos (tintales)


Nitosol eútrico (ya'ax-hom café) Pequeñas áreas intercerriles
y bajos (puctales)
Cambisol vértico (ka'kab, chochka'kab) Al pie de cerros y lomas
(chak-lu'um k'ancab, En las partes más bajas
ek-lu'um k'ancab)16 del terreno alto
Rendzina (pus-lu'um, chi'ich-lu'um) "Tierras altas"
Litosol (tsek'el) Partes más altas

16. Según Xolocotzi "en las partes más bajas y planas [del perfil topográfico general de la Península de Yucatán] se
encuentra el k'ancab, suelo más o menos profundo formado por deposición coluvial sobre material calcáreo de mayor
o menor grado en descomposición; su color típico es rojo-anaranjado; por lo general muestra un horizonte grisáceo
humífero muy delgado, un horizonte rojizo, y un subsuelo de color amarillento a grisáceo. Cuando este suelo
presenta el horizonte superficial humífero, recibe el nombre de ek'lu'um k'ankab; si se pierde ese horizonte, se
manifiesta el color rojo con mayor intensidad, por lo que recibe la denominación de chaklu'um k'ankab. Estos son los
suelos únicos en la Península que muestran un valor de PH algo ácido. En ellos se desarrolla una selva mediana de
especies deciduas y siempre verdes, con facilidad de rápida recuperación bajo el sistema de roza-tumba-quema-
siembra. Pero, en contraste con el tsek'el, el efecto de un disturbio frecuente parece ser un fuerte incremento en la
población de gramíneas perennes, condición que recibe el nombre maya de chak'an, motivo por el cual se ha
establecido en los k'ankabales condiciones vegetativas de sabana." (Xolocotzi, 1959)
52
Rendzina + Vertisol pélico
Rendzina + Nitosol eútrico
Litosol + Rendzina

El vertisol pélico que se encuentra en los terrenos más bajos de Kohunlich es un suelo
relativamente profundo; su alto contenido de arcilla altamente expansiva -
montmorillonítica en su mayor parte - lo hace poco permeable; en condiciones
extremas, como las que se encuentran en los bajos que rodean Dzibanché, se asocia a
un micro relieve gilgai, de pequeñas crestas en arreglo lineal o poligonal. Su baja
permeabilidad, sumada a la poca pendiente de estos terrenos, normalmente menores al
1%, producen inundaciones estacionales17. En la porción nororiental de Kohunlich, dada
la existencia de un resumidero, esas inundaciones son de corta duración y no ponen en
peligro las cosechas; en el caso de los terrenos planos al poniente, las aguas
estancadas pueden permanecer por más tiempo -e incluso a formar pequeñas pozas-,
pero tampoco inhiben o ponen en peligro la práctica agrícola de “invierno” (época de
lluvias).

En el contacto entre bajo y las laderas de los cerros y lomas que los rodean, entre los
vertisoles y las elevaciones litosólicas, se ha desarrollado un suelo cambisol vértico por
acumulación de materiales transportados fundamentalmente por erosión laminar;
posicionados en pendientes de 2 a 4%; estos suelos drenan con facilidad hacia los
terrenos bajos; son, además, suelos comparativamente profundos, de entre 60 y 100
cm., de buena estructura y relativamente ricos en materia orgánica; son los mejores

17.- INEGI, en su cartografía regional, clasifica estos suelos como gleysoles. La diferencia es fundamental. Siemens
la destaca al compararlos con los que existen en el Petén: "Los bajos de Quintana Roo y del norte de Belice
presentan una variante de importancia. Son excesivamente configurados y sugieren con insistencia la idea de grandes
complejos de campos elevados (Turner, 1974; Siemens, 1977; Harrison, 1978). Su geomorfología y cubierta vegetal
son similares a las de los bajos del Petén (Flores Mata et al., 1971; Rzedowski, 1978:211-212; Siemens, 1978). Los
suelos, sin embargo, son diferentes; en el Petén predominan los vertisoles, en tanto que en Quintana Roo y Belice
[predominan] los gleisoles o suelos aluviales arcillosos, lo mismo que en las llanuras inundables adyacentes a los ríos
cársticos. En los gleisoles el contenido de barro es más bajo y el de aluvión más alto. Con la tecnología precolombina
los vertisoles habrían sido más difíciles de manejar agrícolamente (Darch, 1980: 2.6.20; Young, 1976: 213-231;
Olson, 1978)". (Siemens, 1989:147-8)
53
suelos del área para uso agrícola. Localmente es conocido como ka'kab y chochka'kab
cuando es pedregoso.

Hacia arriba de ese contacto, en pendientes de ligeras a fuertes, se encuentran las


rendzinas; en ausencia de vegetación que reduzca la velocidad de los escurrimientos,
están sujetas a erosión intensa; son suelos permeables, delgados -de 25 a 40 cm. de
profundidad-, de textura arcillo-arenosa y estructura granular. Se conocen localmente
como pus-lu'um y chi'ich-lu'um, dependiendo de su textura y posición topográfica.

En pendientes suaves, de 1 a 3%, las rendzinas aparecen asociadas a los nitosoles


eutricos, de textura arcillosa -caolinítica-, estructura granular/angular y relativamente
permeables; dispersos en pequeñas áreas planas intercerriles, estos últimos son suelos
poco más profundos de 30 a 50 cm. de profundidad, y de mayor productividad que las
rendzinas. Localmente este suelo se conoce con el nombre de ya'ax-hom.

Este mismo nombre, con la variante akalch’e, ha sido aplicado para identificar un suelo
que existe en el bajo (puctales) o en la ripa, pero siempre bajo condiciones de drenaje
deficiente y de saturación durante toda la época de lluvia; dado que se encuentran en
pendientes ligeras, los ya'ax-hom akalche' drenan un poco mejor que los akalche' del
fondo del bajo; esto les da cierta especificidad en cuanto a comunidad biótica
sustentada: el indicador de la existencia de un ya'ax-hom akalch'e es la proliferación del
p'ukte' (Bucida buceras), mientras que para el akalché puro, que en Kohunlich,
mantiene humedad en la superficie durante al menos siete meses del año, ese
indicador es la abundancia de palo tinto (Haematoxylon campechianum). Culbert y
colaboradores, han señalado para el área de Río Azul la existencia de un estrato
edafológico transicional que se ajusta topográficamente a este ya'ax-hom akalche'; lo
comparan con lo que Lundell (1937) denominó escoba bajo, una comunidad
caracterizada por la presencia de varias especies de palmas, sin embargo, concluyen
que esta vegetación no sólo responde a la situación transicional de terreno alto a bajo,

54
sino a condiciones relativas de mejor drenaje, razón por la cual puede encontrase
también en las zonas de mejor drenaje al interior del bajo (Culbert et al 1990).

En las áreas de topografía relativamente accidentada, se encuentran los litosoles.


Usualmente asociados a las rendzinas, son suelos delgados, pedregosos y rocosos,
frecuentemente presentes en fisuras y concavidades de las rocas. Excepto si son
acondicionados como "macetas" -de tamaño variable-, son suelos inadecuados para el
desarrollo de la agricultura, capaces de sustentar selva mediana pero sujetos a erosión
prácticamente total al eliminarse esa cubierta vegetal. Localmente son conocidos con el
nombre maya de tsek'el.

Es importante señalar que dadas las diferencias de relieve, los suelos más comunes
alrededor de Dzibanché son los vertisoles pélicos (ak'alche), las rendzinas y los
nitosoles eútricos (ya'ax-hom), en Kohunlich proliferan los cambisoles vérticos (ka'kab) y
son más abundantes los litosoles (tsek'el). En estos suelos se ha desarrollado una
vegetación con plantas que muestran preferencias e intolerancias hacia suelos altos y
bien drenados, por un lado, y suelos en bajos, por otro, así como plantas agresivas,
precoces, que aprovechan los desmontes para proliferar. A diferencia, por ejemplo, en
Dzibanché, donde en terrenos bien drenados proliferan el ramón y el chicozapote, en
Kohunlich la planta dominante en este tipo de suelo es la palma conocida como corozo,
palabra de la que se deriva el nombre mismo de Kohunlich o Kohunrich y la cual debió
haberse aprovechado en épocas prehispánicas como alimento, combustible y material
de construcción. En ambos casos hay una co-dominancia de chakah, amapola, ha'bin,
ceiba, higuera (kopo', álamo, ámate), huano k'uum, caoba y cedro, estos dos últimos
prácticamente ausentes en la región por extracción sin reemplazo. La sucesión de
acahuales (huamiles) pasa de un helechal a una mezcla de plantas en la que domina el
guarumbo y los retoños de chakah, ha’bin, ekulub y jobo. (Ver foto 2)

55
Foto No. 2. Palma de corozo. Camino de acceso al Conjunto de Los 27 Escalones.

La fauna que habitaba las "tierras altas" y los bajos de la región antes de que fueran
desmontados y habilitados para la agricultura, se encuentra en proceso de extinción: el
jaguar, el tapir, el jabalí y los sarahuatos y monos araña han migrado hacia zonas de
refugio y rara vez se dejan ver aún en las zonas boscosas que rodean los poblados
modernos; el venado es ahuyentado por las numerosas tumbas y quemas que
preceden la época de siembra; los pericos son combatidos por los campesinos que los
ven tan sólo como una peste más, que amenaza sus cultivos; y los tucanes son
acosados por quienes trafican con aves preciosas. Sólo el armadillo, el tepezcuintle, las
culebras y víboras, y las aves menos codiciadas, parecen aferrarse a este hábitat
degradado cuyo destino final, para beneplácito de campesinos y autoridades locales,
parece ser la desertificación por sobreexplotación ganadera y la desaparición no sólo
de la variabilidad original sino, también, de toda reserva, refugio y relicto.

56
El proceso se aceleró de manera sensible hacia finales de los '60 y principios de los '70
con la llegada masiva de colonos de diversas partes del país al sur de Quintana Roo.
Antes de esa fecha los niveles de población en la región de Kohunlich se habían
mantenido muy bajos, eran áreas que habían sido penetradas tan sólo por madereros y
chicleros. Los primeros extrajeron toda la caoba y el cedro que encontraron, los
segundos explotaron los zapotes hasta que la demanda de chicle natural se debilitó
hasta casi desaparecer. A pesar del carácter extractivo de la actividad maderera, el
bosque tropical prevaleció: dado lo extremadamente selectiva que resultó ser la
extracción de maderas, el desequilibrio biótico fue imperceptible. No fue este el caso de
la colonización posterior por parte de agricultores y, en menor grado, de ganaderos. El
desenlace fue el desmonte de grandes extensiones, sin un plan de conservación, sin
intentar aprovechar las ventajas que ofrecía el bosque.

Si la práctica agrícola aplicada a estas tierras es la de tumba y quema, con períodos de


descanso que pueden ir de 5 a 10 años, el total de tierras bajo cultivo en un momento
dado sería de tan solo 6 al 10% de la superficie total existente alrededor de un sitio -y
esto sin descontar áreas habitacionales y de actividad cívico-religiosa. Las posibilidades
de desarrollo de una sociedad compleja sobre una base de sustentación material tan
débil como la que ofrece una relación tan baja de tierras arables a superficie total de
territorio ocupado, son, forzosamente, muy limitadas.

En Kohunlich fueron centros de actividad fundamentalmente campesina, que dependían


en gran medida -y quizás exclusivamente en el caso de los sitios de segunda magnitud,
como Kohunlich- de los alimentos producidos en las tierras alrededor del centro
arquitectónico mayor, quizás no más allá de un radio de 5 a 10 km. (Nalda 2004). Esto,
sin embargo, sólo sería posible si se aceptara que los bajos, es decir, los sistemas
menos frágiles, con los suelos más profundos, más fértiles, y libres de problemas de
erosión por deforestación, fueron sujetos a explotación agrícola. Para el caso de los
vertisoles menos aireados, los que hoy día, aún en bajos exorreicos y con drenes

57
artificiales permanecen encharcados durante un período muy largo de la época de
lluvias, quizás no exista posibilidad de cultivo. Pero para ciertos sitios, con bajos bien
drenados, cuyos encharcamientos se abaten por evacuación natural hacia arroyos
cercanos, como es el caso de los bajos alrededor de Dzibanché y los arroyos Ucum y
Tigrito, con un micro relieve de gilgai que permite al agricultor adentrarse en el bajo sin
temor de inundación persistente, los riesgos de perder la cosecha por falta de aeración
de las raíces, son significativamente menores. Si el dren natural se refuerza con la
construcción de zanjas de evacuación de exceso de humedad hacia esos mismos
arroyos de régimen estacional, entonces el riesgo se reduce a un mínimo al tiempo que
se extiende la superficie bajo cultivo a áreas muy amplias y se logra asegurar la
autosuficiencia alimenticia de centros de población tan grandes como Dzibanché 18.
Esto, por supuesto, sin negarle a sitios de este tipo y tamaño la posibilidad de haber
sido, además, centro manufacturero o de comercio, es decir aceptando la posibilidad de
la existencia de artesanos y comerciantes, no-productores de alimentos que pudieran
haber compensado con sus intercambios un posible déficit alimentario, y sin negar
tampoco la posibilidad de la existencia de sistemas de tributación y de poblaciones
sujetas, obligadas a aportar en tributo bienes de prestigio y de consumo.

La hipótesis alternativa -arriba apuntada-, de que la puesta en producción de los bajos


haya sido por el camino de levantar los campos de cultivo por encima del nivel máximo
de encharcamiento es, repetimos, para el caso concreto de los bajos alrededor de
Dzibanché, una hipótesis débil. Ahí, dada la pendiente del drenaje general y natural
hacia los arroyos Ucum y Tigrito, la construcción de campos levantados tendría que
haber enfrentado la posibilidad de haber dejado sin humedad a las raíces de las plantas
por períodos muy largos de tiempo. Si la idea era la de construir plataformas sobre un
espejo permanente de agua, entonces sólo contaban las cuencas endorreicas y los
cuerpos permanentes de agua, donde el balance entre evaporación más filtración es

18. Debe considerarse, también, que la excavación de zanjas, al eliminar la capa de arcilla, facilita el
drenaje pues este se hace directamente a través de la capa subyacente de sascab (ver Gliessman et al.,
1985)

58
siempre a largo plazo igual a la cantidad de lluvia captada por la cuenca. En la región
de Dzibanché sólo se da un caso de cuenca endorreica: la llamada Aguada Lagartos, al
norte de San Pedro Peralta, y, más retirado aún, dentro del ejido de Bacalar, la Laguna
de San Pedro. La Aguada Lagartos llega a secarse durante el estiaje; sólo la Laguna de
San Pedro es un reservorio confiable, con agua todo el año que puede utilizarse para
riego o para garantizar permanentemente humedad a las plantas, siempre y cuando las
fluctuaciones en el nivel de su espejo no sean excesivas. Pero, en cualquier caso, se
trata de áreas muy pequeñas que no cambian el panorama general.

A diferencia de lo que sucede en el Altiplano, donde la época de secas -mucho más


marcada que en el área maya- y las heladas de invierno, restringen significativamente
la posibilidad de una segunda cosecha en tierras de temporal, en el sur de Quintana
Roo, en las parcelas en terreno alto, bien drenadas, y en especial en los suelos que
bordean las tierras que se encharcan, es posible levantar, sin riesgo apreciable, una
cosecha en invierno. En gran medida esto es posible, como se ha mencionado, por
efecto de las lloviznas de los nortes que entran en invierno y el fuerte abatimiento que
tiene la temperatura en esta época del año, con lo cual la evaporación de la humedad
del suelo se reduce considerablemente.

Tanto o más importante es el señalar que, en terrenos planos con buen drenaje (por
pendiente adecuada o por la existencia de resumideros), como es el caso de los “bajos”
de Kohunlich, la agricultura es posible aún sin recurrir al zanjado para ayudar a evacuar
el exceso de humedad, y no sólo es posible: es altamente productiva 19. Contabilizadas
las tierras disponibles dentro de un radio que puede ser cubierto cómodamente aún por
los agricultores asentados en las proximidades del centro cívico-religioso, es posible
caracterizar a Kohunlich como un sitio de base agrícola, autosuficiente en cuanto a
producción de alimentos y, al mismo tiempo, obligado al intercambio -o la conquista-

19. La práctica agrícola moderna prioriza la utilización de terrenos de este tipo; son, fundamentalmente,
corozales. Los campesinos del lugar tienen como preferencia los terrenos donde abunda el corozal; los
primeros colonos de Francisco Villa desmontaron grandes áreas de corozal sabedores que esos eran los
mejores terrenos para la agricultura de azada.
59
para acceder a materias primas esenciales que se encuentran relativamente distantes:
recursos estratégicos como la obsidiana, el pedernal de calidad, y la piedra para la
producción de buenos metates, así como de depósitos de materiales necesarios para la
producción de bienes de prestigio, necesarios para la formalización y reforzamiento de
la estraficación social: conchas marinas, jadeita, acerina y pirita (Cfr. Nalda 2004).

Dentro de estos recursos distantes resalta uno de orden vital: la sal. El sodio que
contiene, necesario para mantener un nivel adecuado de agua en el organismo 20,
puede adquirirse con el consumo de carne. En dietas deficientes en carne, la
insuficiencia de sal debe compensarse con la ingestión de sal libre, recolectada de
salinas o aislada por evaporación del agua que la contiene, o extraída de plantas ricas
en sodio. En la región de Dzibanché y Kohunlich existen palmas que tienen esa
característica: Cryosophila argentea o huano ku'um, y Sabal yucatanica o huano
yucateco; la extracción de la sal que contienen se realiza quemando las plantas,
vaciando las cenizas en agua a fin de decantar los insolubles, y evaporando el agua
añadida. (Ver foto No. 3)

La demanda de sal en épocas de intensa ocupación del área, seguramente rebasó, sin
embargo, las posibilidades ofrecidas por la ingestión directa de sodio en la dieta o la
extracción de sal de palmas. Según A.P. Andrews, la salina más cercana a Kohunlich,
que se conozca, se encuentra en Ambergris Cay, Belice. Según información recuperada
por este autor, se trata de dos lagunas de agua salada que solían secarse y que hoy

20. En el área maya la sal ha tenido otros usos, en especial la preservación de alimentos, sobre todo el
pescado, y el curtido de pieles; ha sido también utilizada en ceremonias religiosas y como equivalente
general en el intercambio de mercancías. La evidencia arqueológica, sin embargo, no apoya, por ahora,
la tesis de un consumo significativo en época prehispánica de pescado tierra adentro y las cantidades de
sal consumidas en el resto de actividades señaladas no parece haber sido importante (ver Andrews,
1983:8-16).

60
Foto No. 3. Palma de huano, utilizada para la extracción de sal y para el techo de las
casas. Campamento de Dzibanché.

día, aparentemente como consecuencia de un nuevo balance en precipitación-


evaporación, retienen agua todo el año. A finales del siglo pasado, habitantes de San
Pedro, Belice, y de Xcalak, México, acudían a estas lagunas para recolectar la sal
depositada periódicamente en su fondo. A juzgar por la existencia de restos
prehispánicos en acumulaciones alrededor de las dos lagunas, también en épocas
prehispánicas debió haberse aprovechado este recurso, al menos a partir del año 1,000
d.C. (Ver A. P. Andrews, 1983:46-7)

Kohunlich, sin embargo, debió haber dependido de otras fuentes de sal, más accesibles
y menos lejanas. Por la evidencia arqueológica que hemos encontrado en los esteros
alimentados por las aguas de la bahía de Chetumal, parece que al menos desde el
Preclásico Tardío hasta el Clásico Temprano, las comunidades que habitaban esta

61
región extraían la sal depositada cíclicamente en la superficie del fondo de los
manglares: separada de la tierra que la contenía y evaporada el agua añadida para el
mismo propósito, la sal se habría constituido en elemento vital para la economía de
estas comunidades estuarias. Les posibilitó el acceso a bienes de consumo y bienes de
prestigio producidos por pueblos del interior.

Para Kohunlich la sal era un recurso vital ubicado, básicamente, a alrededor de 60 Km.
de distancia, y sujeto parcialmente a transporte acuático. Así como para las
comunidades productoras de sal (y alimentos lacustres y marinos) ubicada en la costa y
lagunas próximas, los grandes volúmenes de sal que debían manejar y lo
imprescindible de los productos externos que habían de adquirir, se hacía
imprescindible una organización para el intercambio, muy distinta de la requerida para
el comercio de bienes de prestigio, a base de campañas. Para sitios como Kohunlich,
el acceso a la sal tuvo que haber impulsado la manufactura, la especialización y la
inserción de su economía en un comercio amplio, regional.

Una de estas especialidades pudo haber sido el algodón o el cacao, como lo fue la miel
para Chactemal durante el Posclásico Tardío. Fernández de Oviedo (1959), basado en
información que recibió de la entrada de Dávila de 1531 ha descrito con detalle la forma
en que los mayas de Chetumal practicaban la apicultura. Se trataba, sin duda, de un
producto que rebasaba las necesidades de las poblaciones productoras, dirigido en
gran medida al intercambio.

Productos de esta naturaleza: miel, cacao y algodón, más que maíz y otros alimentos
básicos, debieron haber jugado un papel central en el intercambio que compensaba las
deficiencias regionales señaladas: por un lado, entraban a la red de intercambios la sal
y productos marinos y lacustres -incluidos bienes de prestigio como las puntas de
manta raya, las conchas y caracoles marinos, quizás en bruto-, y por otro lado,
alimentos básicos, cacao, algodón, miel y bienes de prestigio terminados, entre ellos

62
artefactos de jadeíta, pirita y acerina. Queda por resolverse, sin embargo, el lugar de
manufactura de la cerámica más elaborada: dados los altos porcentajes de cerámica
policroma del Clásico Temprano encontrada en la región costera, y la abundancia de
motivos marinos en la cerámica policroma en general -algunos sin un claro significado
mítico-, no debe descartarse que al menos una parte importante de la cerámica de
comercio haya sido producida en la región costera del sur de Quintana Roo.

Dado este espectro de necesidades y de diversidad regional, es posible definir para


Kohunlich tres diferentes áreas de captación de recursos. En primer lugar un área con
un radio de aproximadamente 2 km., con centro en el conjunto arquitectónico mayor
del sitio, la cual definiría el lugar donde se desarrollaron las actividades asociadas a la
administración y el ritual, y donde se produjo el grueso de los alimentos básicos de
consumo local21. Más allá de este límite estaría el del dominio del centro mayor, en este
caso posiblemente Dzibanché. Aceptando la idea, todavía muy lejos de confirmarse, de
que sitios como Kohunlich fueron, en el momento del clímax regional, parte de un
sistema de tributación con centro en Dzibanché, esta segunda área tendría su límite a
15 o 30 km., dependiendo de la época: durante el Clásico Temprano posiblemente no
rebasaría la distancia a la que se encuentran sitios como El Resbalón y, en el Clásico
Tardío, sitios como Kohunlich.

Más allá de los límites del dominio de tributación quedaría definido el espacio en el que
se resolvió el sistema de intercambio de bienes de consumo complementarios y de

21. La distinción de áreas asociadas a la administración y el ritual de las de carácter residencial, está
basada, fundamentalmente, en el tipo de arquitectura involucrada: templos rematando basamentos son,
sin duda, estructuras de carácter especial. Igual podría decirse de cuartos construidos sobre altas
plataformas como es el caso, en Kohunlich, de las estructuras rematando la llamada Acrópolis o La
Gradería, ambas bordeando la Plaza de las Estelas. Arreglos semejantes se encuentran en la Plaza
Yaxná. Estructuras abiertas a patios, con espacios de circulación claramente definidos, equipadas con
banquetas, escaleras internas o externas y drenajes formalizados son, también si duda, edificios de corte
habitacional. El límite de la existencia de uno y otro tipo de construcción es lo que permitió definir la
extensión del "anillo interior" de Kohunlich. El límite del "anillo exterior" mencionado es, como se deja ver
en el texto, altamente especulativo. De hecho, investigaciones más recientes sobre el papel que jugó
Dzibanché en la región y el momento de su clímax demográfico y cultural, parecen indicar que Kohunlich
no estaba en la esfera de influencia de Dzibanché durante el Clásico tardío y, quizás, tampoco durante el
Clásico temprano.
63
prestigio. Un primer punto sería la costa del Caribe, concretamente el lugar donde se
ubican recursos marinos y lacustres y, de manera especial, la sal. Más lejos aún, en las
Montañas Maya del sur de Belice, se encuentra la materia prima para la producción de
metates de grano fino y, más distantes, la Sierra de las Minas, sobre el río Motagua,
lugar donde se encuentra la jadeíta y la serpentina y, en los altos de Guatemala, en El
Chayal e Ixtepeque, la obsidiana gris que ocasionalmente se halla, por igual, en zonas
habitacionales y monumentales, así como los artefactos fabricados con materiales de
origen volcánico. En otra dirección, y todavía dentro del área maya, se encontraban los
lugares de origen de cerámicas de importación: el Petén y, en épocas más tardías, el
Norte de Yucatán, las tierras bajas de Tabasco, y el altiplano guatemalteco.

Éste es, en general, el ámbito en el que se desarrolló Kohunlich, las áreas de las que
extrajo recursos, los posibles límites de su dominio político y las condiciones de sus
espacios inmediatos, es decir del medio al cual logró adaptarse para subsistir y
desarrollarse hasta alcanzar niveles de gran complejidad social.

64
IV. Antecedentes

La primera descripción moderna de vestigios arqueológicos en el sur de Quintana Roo,


abajo del paralelo de las Bahías de la Ascensión y del Espíritu Santo, es muy tardía. A
diferencia de otras regiones mayas en donde los primeros informes provienen de
exploradores sin formación profesional en el campo de la Arqueología, en el caso del
sur de Quintana Roo esa primera descripción fue hecha por un verdadero arqueólogo:
Raymond Merwin, quien en 1912, como parte de su trabajo doctoral para la Universidad
de Harvard, visitó y describió varios sitios al norte del Río Hondo, entre ellos la pequeña
iglesia en ruinas que se encuentra al norte de Calderitas; Xulhá, en el camino que hoy
día une a Bacalar con Chetumal; San Antonio Soda, cerca del poblado moderno de
Caobas; y Kohunlich, al sur de Francisco Villa (Ver figura No. 4).

De Kohunlich, Merwin hizo una descripción de los edificios alrededor de la plaza


principal del sitio así como del edificio más voluminoso, al que dio el nombre de
Acrópolis. En aquella época este asentamiento prehispánico se conocía con el nombre
de Clarksville, el mismo del campamento maderero que se encontraba tres kilómetros
al norte de las ruinas, y que estaba conectado al río Hondo por un ferrocarril a lo largo
del cual se transportaba, tirados por mulas, caoba y cedro, hasta las instalaciones de la
firma norteamericana Mengel & Bro. Co., ubicada en el mismo punto donde hoy se
encuentra el poblado de Sabidos, a 50 km. de la desembocadura del río Hondo.

Ese mismo año de 1912 Merwin visitó y describió extensamente el sitio de Río Bec, en
el sur de Campeche; cuatro años antes se había publicado el texto de Perigny con la
primera descripción de estas importantes ruinas, así como de Nohcacab, un sitio que
Merwin cruzó en su trayecto desde Xcopen, en el Río Hondo a San Antonio Soda,
alrededor de 30 kilómetros al sureste de este último poblado. Entre San Antonio Soda y
Río Bec, Merwin visitó los asentamientos prehispánicos de Ceibarico, Tortuga, Porvenir,

65
Pueblo Viejo y Ramonal, todos ellos, también, campamentos chicleros (Ver Merwin R.,
1913).
A pesar de su experiencia, Merwin llegó a conclusiones erróneas sobre la demografía y
la organización socio-política de la región. De su recorrido le llamó la atención la
escasez de estelas y altares (tres estelas en Kohunlich, una en Pueblo Viejo y otra en
Nohcacob, todas sin esculpir y sólo dos altares, uno en Kohunlich y otro en Ramonal),
así como de cresterías - a diferencia del Petén - y de edificios tipo "acrópolis" (según él
sólo una en Kohunlich - que, por cierto, no es acrópolis - y quizás otra en Ramonal).

Pero, sobre todo, le sorprendió la ausencia casi total de sitios importantes alrededor de
la Bahía de Chetumal y Laguna de Bacalar, y el que en un área de 50 por 25
kilómetros al oeste de San Antonio, sólo hubiese encontrado cinco templos sobre
basamentos, todos con menos de 15 metros de altura: el resto de las numerosas
estructuras que registró fueron pequeños edificios de tipo habitacional, o "estructuras
seculares", por utilizar sus propios términos. Esta evidencia le indujo a pensar que las
comunidades que se desarrollaron en la región tuvieron una organización político-
religiosa débilmente centralizada.

Con el tiempo esta imagen cambiaría. Pero todavía en 1937, fecha en que Escalona
Ramos y Lizardi Ramos emprendieran su expedición en Quintana Roo, persistía la idea
de un desarrollo cultural muy secundario con respecto a otras regiones como las de
Tikal o Nakum al sur, o Chichen Itzá o el Puuc, al norte (Ver Lizardi R., 1939). En 1943
se publicaron los trabajos de reconocimiento que hicieran Ruppert y Denison, en 1933,
1934 y 1938 en el sur de Campeche, Quintana Roo y el Petén 22. Comparando y
contrastando la arquitectura de los diferentes sitios explorados, definieron áreas de

22. El recorrido de Ruppert y Denison se hizo casi en su totalidad dentro de Campeche y el Petén
guatemalteco. El título de su informe: Archaeological Reconaissance in Campeche, Quintana Roo, and
Peten, se justifica por el hecho de que, en aquella época, la frontera reconocida entre Campeche y
Quintana Roo colocaba una gran parte de los sitios Río Bec dentro de Quintana Roo. Con la redefinición
de límites, ahora sólo los sitios de Corriental y Santa Rosa -y quizás Noh-Sayab, San Juan y Desprecio-,
se encuentran en Quintana Roo.
66
estilos compartidos: en el sur de la región encontraron un predominio de rasgos
presentes en la arquitectura de sitios del Petén guatemalteco; Balakbal, Naachtun,
Uxul, Calakmul, La Muñeca y Oxpemul, en ese orden cronológico, serían los sitios más
notables de este tipo.

Por contraste, encontraron que hacia el norte del paralelo de Oxpemul, los sitios se
afilian al estilo Río Bec y Chenes: Becán, Xpuhil, Hormiguero, Culucbalom, Pechal y el
mismo Río Bec ejemplifican esta otra arquitectura. Las distribuciones estilísticas
parecen ser mutuamente excluyentes: las fechas en inscripciones de los sitios del sur
van desde 8.18.9.17.18 (406 d.C.) en Balakbal hasta 10.3.0.0.0 (889 d.C.) en La
Muñeca. Los escasos registros de fechas grabadas en los monumentos de la zona del
norte no permiten, sin embargo, establecer la relación temporal o cultural entre ambos
estilos.

Después de los recorridos de Ruppert y Denison, no se hizo arqueología en el sur de


Quintana Roo hasta 1968, fecha en que Víctor Segovia inició excavaciones en
Kohunlich. Durante esos treinta años se realizaron, sin embargo, importantes trabajos
arqueológicos en regiones vecinas; entre ellos resaltan los de patrón de asentamiento
en el río Belice (Barton Ramie) realizados por Gordon Willey en la década de los '50 y,
sobre todo, los de Pennsylvania en Tikal en los '60.

Las primeras excavaciones arqueológicas en Kohunlich, fueron dirigidas por Víctor


Segovia a finales de la década de los 60, se originaron en una denuncia de saqueo en
la estructura que hoy se conoce como el Edificio de los Mascarones (Ver fotos 4-5) y se
centraron, fundamentalmente, en las construcciones de arquitectura monumental que
rodean la Plaza de las Estelas que, en aquella época, se reconocía como el espacio
cívico-ceremonial de mayor importancia en el sitio23. De esas exploraciones sólo se

23
Ignacio Ek y otros campesinos del poblado de Francisco Villa descubrieron a un grupo de saqueadores
removiendo el derrumbe de uno de los montículos principales del sitio; habían excavado un gran pozo y
expuesto una porción de los que después se identificaría como un mascaron de estuco. Ek informó del
67
hallazgo al Prof. Francisco Hernández García, entonces director de la escuela primaria Leona Vicario, y
juntos decidieron notificar al gobernador del aún territorio de Quintana Roo, Javier Rojo Gómez. Poco
después el INAH tomo conocimiento de los hechos y dio el nombramiento de custodio a Ignacio Ek; el
arqueólogo yucateco Víctor Segovia, que en aquel entonces buscaba fondos para iniciar un proyecto en
Izamal, fue comisionado para iniciar los trabajos de exploración arqueológica en el sitio.Exploraciones
posteriores, realizadas por arqueólogos del Centro Regional del Sureste en 1978 se llevaron a cabo,
básicamente, en los mismos lugares.
68
publicó un capítulo en un libro que lleva el mismo título: Kohunlich, una ciudad del
Clásico Temprano (Segovia, 1981a) y un par de artículos escritos a partir de dos
conferencias del mismo Segovia (1969 y 1981b). Con base en tan escasa información
no es posible saber cuál fue el total de las áreas intervenidas en los largos años que
duraron los trabajos de Segovia en Kohunlich, pero, por lo que hemos podido recabar –
esencialmente en conversaciones con trabajadores del vecino poblado de Francisco
Villa que participaron en esas intervenciones arqueológicas –, parece que sólo hicieron
en esa época sondeos menores fuera del área general de la Plaza de las Estelas,
concretamente, algunas calas en la loma al sur del juego de pelota.

De entre estas construcciones intervenidas por Segovia, pueden reconocerse tres


agrupamientos. El primero es el conjunto de pequeñas estructuras que remata la
construcción conocida como la Acrópolis en el costado norte de la Plaza de las Estelas;
el segundo es la serie de edificios que integran la llamada Gradería que bordea esa
misma plaza en su costado sur; el tercero es el grupo de edificios en su costado oriente,
entre los que resalta el conocido como Palacio de las Estelas. Todos estos edificios
pudieron haber sido utilizados como residencia permanente de individuos
estrechamente relacionados con las actividades desarrolladas en este centro cívico-
ceremonial. De ser así, no sería inapropiado referirse a esos espacios como conjuntos
habitacionales de elite.

En 1978 se integraron nuevos investigadores a los trabajos de Kohunlich: Patricio


Dávila, Diana Zaragoza, Peter Schmidt, Enrique Terrones y Araceli Pérez Rosete a
cargo de las excavaciones y Luciano Cedillo y Gabriela García Lascurain como
restauradores. Con cierta independencia, Víctor Segovia continuó interviniendo el
Edificio de los Mascarones y algunos otros elementos de su interés, como el Juego de
Pelota y la llamada Plaza Hundida, considerada por él como un enorme reservorio de
agua de lluvia.

69
Foto 4. Kohunlich, Edificio de Los Mascarones, fachada poniente.

Los trabajos realizados en 1978 definieron la imagen que identificaría a Kohunlich


durante los siguientes quince años, Patricio Dávila avanzó en la liberación de los lados
oriente y sur del Edificio de las Estelas, y colocó en su lugar las estelas caídas; durante
esa intervención, se documentó por vez primera la crestería que remata el edificio y que
fue expuesta y restaurada en 1999-2001.

Por su parte Enrique Terrones liberó una buena parte del basamento de El Rey y
consolidó la pequeña escalera que da acceso al nivel superior por el sur; el edificio de
dos crujías construido en el Clásico tardío sobre el basamento aparentemente más
antiguo, también fue parcialmente excavado en esa temporada. El trabajo de Peter
Schmidt en La Gradería tuvo características semejantes; su trabajo permitió observar
con claridad que el conjunto es producto de varias etapas constructivas y contiene
diferentes orientaciones y estilos arquitectónicos.

70
Foto 5. Kohunlich. Edificio de Los Mascarones. Vista general de mascarones, tramo
norte.

Las excavaciones en Kohunlich no se reanudarían, hasta 1993, con el Proyecto Sur de


Quintana Roo. Hacia la misma época que Segovia iniciara sus exploraciones en
Kohunlich, E. Wyllys Andrews IV comenzó a trabajar en Río Bec; dirigió la expedición
de Tulane a esa zona hasta su fallecimiento en 1971, tres años después de haber
arrancado el proyecto; Richard E. W. Adams tomó su lugar y llevó el proyecto a su
conclusión.

La década de los '70 fue productiva para la arqueología de la región de Dzibanché-


Kohunlich, no sólo por haberse reanudado trabajos después de casi medio siglo de
inactividad, sino también por haberse desarrollado a corta distancia de estos sitios
investigaciones fundamentales para el avance del conocimiento de la región. Además
71
de las ya mencionadas de Tulane en Río Bec, Hammond trabajó a partir de 1975 el sitio
de Cuello en el norte de Belice, cerca de Orange Walk, afirmando la tesis de que el
fenómeno "maya" debe ser visto como un desarrollo fundamentalmente local y no como
producto de préstamos culturales y movimientos migratorios originados fuera del área
cultural (Hammond 1977, 1982).

En 1979, seis años después del inicio de sus investigaciones en los bajos de Acatucho
y Morocoy, Turner y Harrison (1983) desarrollaron en el norte de Belice el proyecto
Pulltrouser Swamp de la Universidad de Oklahoma. La idea era confirmar la existencia
de una hidroagricultura particular al área, fechar la incidencia de esa técnica agrícola y
asociarla a comunidades prehispánicas específicas. El sitio excavado dentro del
proyecto, Kokeal, no respondió, sin embargo, a las expectativas: aunque ocupado
durante el Preclásico Tardío, su nivel demográfico en esa época estuvo por debajo del
esperado dado el potencial de la práctica agrícola intensiva que, según Turner, habría
entrado en operación desde esas fechas tan tempranas; de hecho, ni siquiera en su
momento de auge, Kokeal llegó a tener el tamaño esperado dados los cálculos de
capacidad de sustentación formulados para una hidroagricultura por drenado de
humedad excesiva.

Ese mismo año de 1979 Diane y Arlen Chase iniciaron un programa de mapeo y
excavaciones en Santa Rita Corozal dirigido a conocer la dinámica poblacional del área,
la relación con el sitio de Aventura y, sobre todo, los patrones arquitectónicos asociados
al ritual (Chase, 1985), así como a las necesidades de habitación y de diferenciación de
estatuto o rango social (Chase, 1986) durante el Posclásico.

En 1980, MacNeish, Wilkerson y Nelken-Turner, recorrieron buena parte del territorio


beliceño en busca de sitios "arcaicos" donde plantear un proyecto de investigación
sobre el desarrollo de la agricultura y la aparición concomitante de la vida aldeana en
un ambiente ribereño, lacustre y costero. El resultado de este trabajo de prospección y

72
de excavación limitada fue la construcción de una secuencia de ocupación desde 9000
a.C. hasta 2500 a.C., cubierta por cinco complejos, el primero de los cuales - definido
por correspondencia morfológica con los artefactos de la cueva de Loltun - estaría
vinculado parcialmente a la explotación de fauna pleistocénica, mientras que el último,
asociado a un desplazamiento desde posiciones de litoral hacia planicies de
inundación en el interior, sería el puente entre estas sociedades "arcaicas" y las
comunidades sedentarias - o "los mayas más tempranos" - de Cuello. (Ver MacNeish
et al., 1980).

En 1993, bajo el Proyecto Arqueológico Sur de Quintana Roo dirigido por Enrique
Nalda, se iniciaron nuevos trabajos en Kohunlich y se dio continuidad a los trabajos que
se venían realizando desde 1987 en Dzibanché24. Dado el campo de los trabajos de
Segovia, las exploraciones realizadas en Kohunlich a partir de este año se dirigieron a
dos objetivos: primero, establecer la secuencia y variabilidad completa de la ocupación
prehispánica en Kohunlich y, segundo, conocer los aspectos más cotidianos de la vida
en Kohunlich: la explotación de los recursos básicos, especialmente las estrategias
agrícolas; el tipo y grado de especialización en la producción de bienes de consumo y
de prestigio; los proyectos arquitectónicos aplicados a obras comunitarias y de carácter
doméstico; y cómo estas variables se habían transformado con el tiempo.

Así se programaron excavaciones extensivas en conjuntos residenciales y en las


estructuras alrededor de dos plazas adicionales: la Plaza Merwin, ubicada al sur de la
Plaza de las Estelas y, en su momento, considerada el locus de actividades
relacionadas con el gobierno del asentamiento, y la Plaza Yaxná, que resultó ser la más
grande de Kohunlich y, también, la más temprana y de más larga secuencia
constructiva. (Ver figura 5)

24
Ver informes al Consejo de Arqueología, temporadas de campo 1993-1994, 1997-2000, 2001-2002
73
La intervención en la Plaza Merwin fue explorada por Adriana Velázquez; los trabajos
en los Conjuntos de Los 27 Escalones y la Acrópolis estuvieron bajo la responsabilidad
de Sandra Balanzario y los del Conjunto Noroeste fueron realizados por Alan Maciel y
Alejandro Terrazas.

En 1996 se realizó una segunda temporada que concluiría en el año 2002. En ese
período se realizaron los trabajos de mapeo del sitio, incluida su área de sustentación 25;
se excavó y restauró el Complejo Pixa’an, ubicado al sur del Juego de Pelota, y se
trabajaron los edificios localizados en tres lados de la Plaza Yaxná. Los trabajos de
prospección asociados al mapeo del sitio, así como los de exploración de la Plaza
Yaxná fueron conducidos directamente por Enrique Nalda , Sandra Balanzario y Alan
Maciel; los del Conjunto Pixa’an por Sandra Balanzario. La última temporada en la
Plaza Yaxná tuvo como responsables a Enrique Nalda, Alicia Reyes y Francisco
Mayen.

En la segunda temporada, se realizaron además, múltiples sondeos y trabajos de


conservación, gran parte de ellos en el edificio de Los Mascarones y en el Palacio de
Las Estelas. Las exploraciones realizadas entre los años 1993 y 2002, permiten
conocer una visión global de la historia del asentamiento, más allá de lo que podría
lograrse a través de la exploración de las estructuras asociadas al ceremonial y
administración, y también más allá de lo que sería el área habitada por el estrato
gobernante.

El Conjunto Noroeste localizado en el extremo norte del área central de Kohunlich; en


tanto que el Conjunto de los 27 Escalones se ubica en el extremo sur del área central.
Uniendo ambos conjuntos se tiene un transecto que incluye una gran parte de la
variabilidad cultural no-rural: con la excepción de la pequeña área ocupada por el

25.-Nalda Enrique. 2004. Kohunlich Emplazamiento y desarrollo histórico. Colección Científica No. 463.
CONACULTA-INAH. México.

74
Conjunto de En Medio, emplazado entre Los 27 Escalones y el Pixa’an, ese transecto
ha sido excavado en su totalidad. El Complejo NW, la Plaza de las Estelas, la Plaza
Merwin, el Conjunto Pixa’an y Los 27 Escalones han sido excavados –y restaurados-
por completo, lo cual ha permitido recuperar una buena parte de la información relativa
a la forma de vida de grupos de población ubicados a diferentes distancias respecto del
centro cívico-ceremonial de Kohunlich, así como la gama completa de las variantes del
asentamiento y de la arquitectura del sitio. Los materiales de este estudio provienen de
la totalidad de los conjuntos y de las estructuras antes mencionadas.

75
76
V.- Descripción general del sitio de Kohunlich: su patrón de asentamiento
y sus espacios construidos.

A partir de las exploraciones dirigidas por Enrique Nalda, desde 1993 hasta el año
2009, incluyendo los trabajos de mapeo y las exploraciones realizadas alrededor y en
el hinterland inmediato26 (área alrededor del centro de arquitectura monumental), es
posible definir una secuencia de ocupación continua desde el 500 a.C. hasta el 1100
d.C. La Tabulación No. 1, concentra las épocas en que se ha dividido esta secuencia de
ocupación.

Tabulación 1
Complejos en Duración
Nombre* Código Fechas Becan del período.

Preclásico medio PCM 800-300 a.C. Acachen 500


Preclásico superior PCS 300-50 a.C. Pakluum 1 250
Protoclásico PR0C 50 AC-250/300 d.C. Pakluum 2&3 350
Clásico temprano, fase temprana CTE1 250/300-450 d. C. Chacsik 1&2 150
Clásico temprano, fase tardía CTE2 450-600 d. C. Sabucan 150
Clásico tardío, fase temprana CTA1 600-700 d.C. Bejuco 100
Clásico tardío, fase tardía CTA2 700-800 d.C. Chintok 1&2 100
Terminal TERM 800-1000 d. C. Xcocom (2/3) 200
Posclásico temprano POSC1 1000-1200 d. C. Xcocom (1/3) 200
*Información, obtenida de las excavaciones estratigráficas y cronología de conjuntos. (Nalda, 2004:57).

El asentamiento de Kohunlich se encuentra ubicado entre dos planicies, localizadas a


diferentes alturas: en la planicie oriente, se localizan los terrenos de bajos, tierras de
ladera, así como las principales aguadas y conjuntos habitacionales; en la planicie

26. Término utilizado para definir “el área agrícola y de habitación periférica donde debió haberse
producido una gran parte de los alimentos consumidos por quienes residían en el sector central”
definiendo un área de 9 km² (Cfr. Nalda, 2003:200).
77
poniente, se localiza el asentamiento nuclear, conformado por los edificios de mayor
monumentalidad, los complejos cívico-ceremoniales y habitacionales, rodeados por las
mejores tierras para el cultivo. 27 (Ver figura No.5)

Kohunlich, está formado por dos centros de gravedad: el primero, se localiza en la


Plaza Yaxná y el segundo, en la Plaza de las Estelas (ver figura 5). La Plaza Yaxná se
localiza a 700 metros al noroeste de la Plaza de las Estelas (ver figura 6). Es el espacio
de mayores dimensiones en Kohunlich, mide más de 100 metros en su eje norte-sur,
está conformada por más de diez edificios dispuestos alrededor de la plaza. Tiene una
ocupación del Clásico temprano y, en menor grado, del Preclásico, de ahí el nombre de
la plaza, “yaxná” primera casa en maya.28 Es el área donde se han encontrado las
estructuras más antiguas del asentamiento. Su arquitectura está representada por
plataformas edificadas durante el periodo Preclásico medio29, construidas con sillares
recubiertos por aplanados de estuco y rematadas por estructuras de materiales
perecederos; la mayoría de estas plataformas se encuentran cubiertas por edificios de
etapas más tardías. Los materiales cerámicos recuperados en las excavaciones
estratigráficas permitieron fechar esta ocupación, siendo los Tipos: Juventud Rojo:
variedad Jolote, Paso Danto Inciso, Achiotes sin Engobe: variedad Achiotes, Sierra
Rojo: variedad Sierra, Repasto Negro: variedad Repasto, Flor Crema: variedad Peine,
entre otros (Cfr. Ball, 1977; Forsyth, 1989; Nalda, op. cit., Pp. 91-92; Sabloff, 1975).

De los tres edificios mayores de la Plaza Yaxná, conocidos como “Los Tres Hermanos”,
dos presentan arquitectura estilo Petén (E-1 y E-3); el tercero, el E-4, responde a un

27. El asentamiento de Kohunlich se encuentra ubicado entre dos planicies, formando dos escalones,
unidos por un peralte de 40 metros. La planicie oriente tiene una latitud de 74 metros, mientras que la
planicie poniente, tiene una cota media de 114 metros; ambas se encuentran emplazadas en una
superficie de 14 kilómetros cuadrados, área que ha sido mapeada. Alrededor de esta zona el patrón de
asentamiento continua con una densidad más dispersa por casi 50 kilómetros en direcciones este y oeste
de la zona central. (Cfr. Nalda, op.cit.:29)
28. Yaxná: primera casa. (CORDEMEX).
29. A 1300 metros al norte de la Plaza Yaxná, se localiza el Conjunto Norte, emplazado en las tierras
bajas de la planicie oriente; las exploraciones arqueológicas en este conjunto han permitido recuperar
materiales cerámicos del Preclásico medio. (Cfr. Nalda, 2003:205)

78
Figura 6. Kohunlich. Plaza Yaxná (Cfr. Nalda, et al. 1999)
79
estilo arquitectónico de desarrollo local, y carácter transitivo. En la esquina noreste de la
plaza se encuentran dos edificios separados por una plataforma circular (E-2), uno de
ellos es el E-1; edificio compuesto por un basamento de planta elíptica, de cuatro
cuerpos escalonados rematados por un templo30 de mampostería, conformado por dos
crujías sin banquetas, las que desplantan sobre una plataforma de baja altura; los
cuerpos del basamento presentan moldura basal remetida, tipo delantal. La etapa
constructiva más tardía de este edificio es del Clásico temprano (250 – 600 d. C), así lo
atestiguan los materiales cerámicos de la ofrenda que acompañó el entierro realizado
en una cámara abovedada habilitada en su basamento (ver foto 6).

Foto 6. Kohunlich. Plaza Yaxná, vista general de los edificios E-1 y E-2.

30. Las estructuras tipo “Templo”, se ubican sobre un basamento de varios cuerpos, con una escalera
central y/o varias escaleras laterales, rematados por una plataforma sobre la que descansa un edificio de
una o varias galerías, abovedado y coronado por una crestería o cubierto con techo de material
perecedero. La altura de estos edificios compite con la altura de los árboles y la vegetación que lo
circunda. La mayoría de los investigadores, coincide que este tipo de construcciones tuvieron funciones
ceremoniales, dedicados a una o varias divinidades ó a los restos de sus antepasados. Varios templos
fueron construidos como monumentos fúnebres sobre la tumba de sus gobernantes. (Kowalski 1987;
Webster 1998; Harrison, 2001)
80
El otro edificio es el designado como E-3; su fase más reciente es del Clásico temprano
y consiste de un basamento rematado por una cámara abovedada. Su basamento es
de planta cuadrangular, formado por cuatro cuerpos de paramentos rectos en arreglo
tripartita y esquinas redondeadas. Las sub-estructuras más tempranas de ambos
edificios (E-1 y E-3), pertenecen al Preclásico tardío (300 – 50 a. C), las cuales fueron
cubiertas por basamentos, sobre las que se apoyaron nuevas estructuras; en el caso
del edificio E-3, fue construida una cista conteniendo el entierro (E3), adornado con
orejeras de jade y acompañado de los entierros E4 y E5; durante el Protoclásico, fue
construida una nueva plataforma al frente de la fachada principal (poniente),
conteniendo en su relleno constructivo, una ofrenda compuesta por pares de platos
encontrados y otros artefactos relacionados con el ritual.

Posterior a esta construcción, sobre la cista del primer entierro, se construyó una
cámara abovedada, la que contuvo los restos de un individuo masculino, acompañado
de una ofrenda, fechada en el periodo del Clásico temprano, fase temprana. También
durante esta etapa constructiva, se amplió la plataforma con nuevos paramentos,
cancelando así el tramo superior de la escalera central. El acceso a este edificio en las
siguientes etapas constructivas sólo se permitió hasta el primer cuerpo del basamento
(ver foto 7).

El edificio E-4, se localiza en el sector oriente de la plaza, es contemporáneo al edificio


E-1. Es una construcción formada por un basamento de tres cuerpos, rematado por un
pequeño edificio de dos crujías, sin banquetas; desplanta sobre una plataforma. Su
basamento es de “estilo Petén”: paramentos ataludados y remetimiento basal, con
esquinas redondeadas y una amplia escalera al centro. Al desplante de la escalera se
recuperaron restos de una estela lisa, así como la base en que se apoyaba. Al igual que
el edificio E-1, el edificio E-4 presenta adosamientos en su escalera y en el primer
cuerpo de su basamento ampliaciones que han sido fechadas en la segunda mitad el
Clásico.

81
Foto 7. Kohunlich, Plaza Yaxná. Edificio E-4, fachada principal (poniente).

Los edificios explorados en el conjunto de la Plaza Yaxná (E1, E2, E-3 y E-4), son de
corte ceremonial31 y tres más son de función habitacional (E-5, E-6, E-7). Uno de los
edificios de carácter residencial pertenece al Clásico temprano (E-5), los otros dos son
del Clásico Tardío-Terminal. Los cuartos del edificio E-5 desplantan desde una alta
plataforma, la cual sólo se ha explorado parcialmente. La Plaza Yaxná es de
dimensiones ligeramente mayores a la Plaza de las Estelas, lo cual da un indicio de la
importancia que debió haber tenido en épocas tempranas; parece haber sido
abandonada durante algún momento, quizás hacia inicios del Clásico tardío, para ser
reocupada durante el Clásico tardío, fase tardía y el Clásico terminal (700-1000 d.C.),

31. Los edificios de la Plaza Yaxná: E-8, E-9 y E-10, sólo se han explorado con pozos estratigráficos, por
la topografía que observan sus estructuras y por las materiales cerámicos recuperados, se han
considerado de posible función ceremonial o administrativa. Se trata de edificios formados por dos
galerías, las que desplantan sobre basamentos rectangulares, similares a los Palacios Norte y Sur de la
Plaza Xibalba de Dzibanché, construidos durante el Clásico temprano.(Nalda, et.al. 1999).
82
momento en el que se experimento una intensa actividad constructiva. Por contraste
con lo que sucede en la Plaza de las Estelas, en la Plaza Yaxná no hay una ocupación
significativa del Clásico tardío; esto llevo a concluir que el centro de gravedad del
gobierno y el ceremonial, cambió con el tiempo, primero estuvo emplazado en la Plaza
Yaxná, y posteriormente se desplazó a la Plaza de las Estelas (Cfr. Nalda, 2004:59-61).

Durante la primera fase del Clásico temprano32(250/300-450 d.C.), la construcción de


edificios monumentales es notable en la planicie poniente, el crecimiento poblacional
aumentó considerablemente, el uso de tierras para el cultivo y la construcción de
estructuras habitacionales en el Complejo Norte y el Conjunto de las Cuarenta Casas
son evidentes en la planicie oriente. En la Plaza Yaxná, se construyeron edificios
monumentales, con templos de mampostería; también se edificaron el edificio de los
Mascarones, la primera estructura del Palacio de las Estelas y las primeras estructuras
del edificio de la Gradería; todos con características del estilo Petén. Las funciones
cívicos-ceremoniales contenidas en la Plaza Yaxná se extendieron durante este
periodo, hacia la Plaza de las Estelas y el Templo de los Mascarones (ver figuras 5 y 7).

Templo de los Mascarones.

El Templo de los Mascarones, es una construcción contemporánea de los edificios E-1


y E-4 de la Plaza Yaxná. Está formado por un basamento de cuatro cuerpos, rematado
por un templo de tres galerías abovedadas, sin banquetas, sobre las que seguramente
se levantaba una crestería. Su basamento presenta características del estilo Peten,
formado por paramentos de moldura remetida, de doble talud, decorados con
mascarones de estuco, localizados a ambos lados de la escalera (ver foto 8). Al interior
del basamento se localizó una cámara abovedada: el entierro y la ofrenda de esta

32. Durante el Preclásico superior el asentamiento sigue siendo el mismo, salvo algunas excepciones
ubicadas en la planicie oriente, área donde aparecen algunas construcciones. Entre el Preclásico
Superior y el Clásico Temprano, se observa un aumento en la población así como en la construcción de
edificios en áreas públicas. (Cfr. Nalda, ibid.:62.)
83
tumba fueron saqueadas en 1968. Sólo se recuperó un plato policromo, del Tipo Dos
Arroyos Naranja policromo, durante las exploraciones realizadas por Segovia33.
Hallazgo que junto con el estilo arquitectónico Petenero, confirma la temporalidad del
edificio, durante el Clásico temprano (200-400 d.C.). 34

Foto 8. Kohunlich, Edificio de Los Mascarones, basamento esquina noreste.

33. Durante las exploraciones realizadas por Segovia en Kohunlich, se recupero al interior de la cámara
un plato policromo Dos Arroyos Naranja; sólo tenemos evidencia de este hallazgo por la fotografía
tomada al interior de la tumba; este plato hoy se encuentra extraviado.(Cfr. Segovia,1981:219)
Posteriores exploraciones realizadas, durante la temporada de campo 1993-1994,se exploró nuevamente
la tumba; sólo fue posible recuperar sedimentos que al cribarlos, se recuperaron fragmentos de:
cerámica (Tipos: Dos Arroyos Naranja, Águila Naranja), lítica, espina de mantarraya y algunas teselas
pequeñas de jade. Los pozos estratigráficos realizados al interior del edificio, fueron llevados hasta una
profundidad de 9 metros medidos desde el nivel del piso de estuco de la crujía externa, el relleno
localizado a esta profundidad, no evidencio ninguna subestructura anterior al Clásico temprano (Nalda, et
al.1997).
34.Junto con la construcción del Templo de los Mascarones, fue edificado una plataforma y amplias
gradas; construida con la misma técnica constructiva, ubicada en el extremo oriente de la Plaza Hundida.
Nalda y Velázquez (2000:30), consideran que la Plaza Hundida fue el mercado de Kohunlich, es el área
donde se realizaron los intercambios y venta de excedentes, producidos desde épocas tempranas.
84
85
De los ocho mascarones, pertenecientes a la penúltima etapa constructiva del edificio,
sólo cinco se encuentran expuestos; dos están cubiertos, por los adosamientos de
nuevos mascarones, construidos durante la última etapa constructiva; él mascarón
1NW fue desmantelado durante las investigaciones realizadas por Segovia( 1981). Los
mascarones expuestos, presentan atributos solares asociados a las representaciones
del sol en sus diferentes etapas durante el día ó a personajes reales que portan
mascaras y que adquieren representatividad a través de adjudicarse rasgos
característicos del dios solar (Nalda, 2003:211), (Ver foto 9).

Foto 9. Kohunlich, Edificio de los Mascarones; Mascaron 3N.

A finales del Clásico, el edificio de los Mascarones tuvo modificaciones en su templo


superior, se construyeron muros que reforzaron los existentes, quizás con la intención
de aminorar la carga sobre la bóveda del edificio, derivada de la crestería. Ampliaciones

86
adicionales se realizaron en la escalera tramo inferior, y en el primer cuerpo del
basamento se adosaron nuevos mascarones, cubriendo los de la etapa anterior.

Al poniente del Templo de los Mascarones, se ubica el Palacio de Las Estelas (B-4). Es
un amplio edificio integrado por cuatro edificios de diferentes etapas constructivas. La
subestructura de este edificio, está conformada por una plataforma rectangular,
rematada por una construcción de material perecedero, la que posiblemente funcionó
como parte del conjunto arquitectónico dominado por el edificio de los Mascarones;
materiales cerámicos pertenecientes a los grupos Águila y Balanza (Forsyth, 1989),
recuperados en pozos estratigráficos, llevados hasta la roca basal, fechan su
construcción en el Clásico temprano, fase temprana (300-450 d.C.).

Durante la temporada de campo de 1999, en el Palacio de las Estelas 35, se


identificaron cuatro etapas constructivas adicionales, edificadas durante el Clásico; una
de ellas es la configuración básica del edificio, las otras dos son ampliaciones y
remodelaciones que no llegaron a cambiar el diseño básico36. El edificio principal está
formado por tres galerías (norte-sur) y dos cuartos laterales, los que desplantan sobre
una plataforma de planta rectangular, equipada por una amplia escalera localizada al
centro, al frente de la fachada poniente. Sobre los descansos de la escalera fueron

35. El término Palacio en el área maya, se aplica a estructuras alargadas con múltiples entradas o a
estructuras de múltiples cuartos, cubiertos con bóveda maya; construidos sobre plataformas de
diferentes alturas o sobre elevaciones naturales acondicionadas. Ambos pueden presentarse como
estructuras aisladas o integradas a un conjunto de edificios. Los conjuntos palaciegos, están compuestos
por este tipo de estructuras construidas sobre una plataforma general, ubicadas alrededor de un patio
central o alrededor de varios patios. Los más elaborados conjuntos se localizan dentro o cerca de los
centros de las ciudades (Andrews, 1975, 2003). La función asignada a este tipo de estructuras, es de
carácter multifuncional, con características residenciales, administrativas y rituales. Característica en la
que coinciden varios investigadores. (Inomata y Houston, 2001; Christie, 2003; Evans y Pillsbury (2004),
Christie y Sarro (2006).

36. La exploración del Palacio de Las Estelas, se realizó en tres etapas, dos fueron llevadas a cabo
durante la década de los 70’. La primera fue realizada por Víctor Segovia, quién trabajo parte de la
fachada poniente y cuarto lateral sur; la segunda estuvo a cargo de Patricio Dávila, quien se concentró en
la fachada oriente y edificios norte y sur. La tercera fue realizada por Enrique Nalda, quién se concentró
en la exploración de la mitad norte del edificio principal, así como en la restauración de la crestería.
(Nalda, et.al.,1993-1994; Nalda, et.al.,1999-2000)
87
colocadas tres estelas lisas. Las fachadas del edificio, están conformadas por
paramentos lisos, revestidos de sillares grandes y medianos, colocados con juntas
medianas y finas, cubiertas por aplanados de estuco de color rojo; sus muros
desplantan sobre un zócalo, que corre alrededor de todo el edificio (ver foto 10 y figura
8).

A mediados del Clásico (450-600 d.C.), la galería central fue embutida, creando el
soporte para el desplante de la crestería. La iconografía y el estilo de las
representaciones de la crestería son contemporáneas a las representaciones del
Edificio de los Mascarones, ambos edificios habrían funcionando durante el Clásico;
hacia el oriente la crestería compuesta por tres personajes ricamente ataviados, visibles
a la plaza al pie de los Mascarones; mientras que al poniente la crestería igualmente
conformada por representaciones de otros tres personajes, los cuales miran hacia la
Plaza de las Estelas (ver foto 11). Todos los personajes se encuentran en posición
sedente, descansando sobre representaciones de la montaña sagrada “witz”; en sus
brazos es posible apreciar la barra ceremonial compuesta por cabezas de serpientes
localizadas en sus extremos.

Las representaciones de personajes de la crestería del Palacio de las Estelas y del


Templo de los Mascarones, fueron hechos con la misma técnica de manufactura,
ambos contienen seis personajes reales ataviados con atributos del sol y de la montaña
sagrada. Metafóricamente estarían representado a un solo personaje en seis momentos
de su vida, simbolizadas por las diferentes posiciones del movimiento del sol o quizás
representan el tipo de gobierno existente en Kohunlich, ubicado en el momento de
construcción de la crestería y de la decoración del Templo de los Mascarones, se
trataría de un poder compartido, de decisiones tomadas en conjunto (Cfr. Nalda y
Balanzario, 2005).

88
Debido al peso excesivo derivado de la crestería, en la penúltima etapa constructiva los
mayas consideraron necesario embutir las galerías externas, quizás con el objeto de
ampliar el tamaño y altura de la crestería; a esta misma etapa corresponde la
construcción de dos cuartos, adosados a la fachada principal, al frente de la galería
poniente, de los que sólo se conservan los restos de sus muros. El embutido de la
galería poniente, es posible apreciarlo sólo en el cuarto norte; el cuarto central y el
cuarto sur, fueron explorados durante las temporadas de campo realizadas por
Segovia. Exploraciones estratigráficas realizadas en el relleno constructivo del cuarto
sur, permitieron recuperar los restos de un entierro (E9) y fragmentos de materiales
cerámicos, fechados en el Clásico tardío37.

Figura 8. Kohunlich. Planta del Palacio de las Estelas. (Cfr. Nalda, et.al.1999)

37. El entierro E9, fue explorado inicialmente por Patricio Dávila en 1978; posteriores exploraciones
realizadas en la temporada 1993-1994, permitieron concluirlo.
89
Fotos 10. Edificio de las Estelas, fachada principal (poniente)

Foto 11. Edificio de Las Estelas. Detalle de la crestería.

90
Durante este periodo (Clásico Tardío), las habitaciones ubicadas frente a la galería
poniente, fueron rellenadas con piedras burdas grandes, acomodados con lajas de
bóveda; en este relleno se recuperaron fragmentos de materiales cerámicos, de los
Tipos: Policromos tardíos, Carmelita Inciso Fino (Forsyth, 1989:97-101), Achote Negro y
Tinaja (Cfr. Ball, 1977:34-36). Los edificios localizados al norte y sur del edificio
principal, están formados por una galería de paramentos lisos con bóveda maya, los
que desplantan sobre una plataforma equipada con gradas y escaleras.

Del cuarto edificio localizado en el extremo norte del edificio principal, sólo existe el piso
de estuco y restos de sus muros, producto de la excavación incompleta realizada
durante la década de 1970. Las habitaciones que conforman el Palacio de las Estelas,
ninguna cuenta con banquetas, carecen de este elemento también, los edificios norte y
sur. Aunado a esta carencia, la presencia de estelas y la decoración de la crestería con
representaciones de personajes, nos permiten considerar, que la Plaza de las Estelas y
los edificios que la conforman, es el espacio más importante y lugar de actividades
cívico – ceremoniales. El análisis de materiales cerámicos, derivados de los trabajos de
Mapeo y de las exploraciones realizadas en los conjuntos arquitectónicos; permitieron
construir graficas con las frecuencias de los diferentes tipos cerámicos, porcentajes que
han sido utilizados como índices de ocupación relativa, los que representan la
intensidad constructiva del asentamiento de Kohunlich (ver gráficas 9A -9B).

La presencia de materiales cerámicos del Preclásico, se observó distribuida en el área


mapeada (14 km2); durante esta época, las construcciones habitacionales se ubicaron
en las áreas aledañas a las tierras de uso agrícola asociadas a las aguadas, siendo la
Plaza Yaxná, el único centro de actividad pública. A finales de este periodo, se observó
una depresión poblacional, evento que Nalda (2002), relaciona con la adopción de
“rasgos culturales de tradición petenera”, momento en que Kohunlich se inserta en el
sistema político de las tierras mayas bajas del sur.

91
Figura 9-A. Índices de ocupación en Kohunlich, en base al análisis de materiales
cerámicos diagnósticos. (Cfr. Nalda, 2003; 2004).

Durante el Clásico temprano, se incrementó la población y la actividad constructiva; la


presencia de materiales cerámicos pertenecientes a este periodo se observa en toda el
área mapeada. Se construyeron los edificios que conforman la Plaza Yaxná; se
construyó un segundo centro ceremonial, integrado por el edificio de las Estelas, La
Gradería y el Templo de los Mascarones.

A finales del Clásico temprano, se observó una segunda depresión reflejada en la


frecuencia de materiales cerámicos (ver gráfica 9A), los niveles de ocupación se
mantuvieron en algunas áreas y la actividad constructiva monumental se redujo. En la

92
Plaza Yaxná no se localizaron construcciones ni ampliaciones durante este periodo,
debido quizás, al ambiente bélico que se estaba dando en la región; su vecino
localizado a 30 kilómetros al norte tiene registros de esta actividad, como se registra en
la escalera monumental de los Cautivos de Dzibanché (Cfr. Nalda, op.cit. 206).
Superada esta crisis, durante el Clásico tardío y Clásico terminal, Kohunlich alcanzó
una población de 5000 a 10,000 habitantes, conteo estimado en la cantidad de
conjuntos habitacionales del asentamiento (Nalda, 2002).

Figura 9-B. Índices de ocupación en Kohunlich, en base al volumen construido. (Cfr.


Nalda 2003; 2004)

Durante este periodo, se manifestó la entrada de migrantes procedentes de diferentes


lugares del área maya afines o no, a la población de Kohunlich, igualmente aumento la

93
actividad constructiva de edificios tipo palacio y complejos habitacionales construidos
con características arquitectónicas diversas.
En la gráfica 9-B, se muestra el volumen construido en cada periodo de Kohunlich.
Nalda ha considerado la suma de estructuras existentes en cada uno de los conjuntos
arquitectónicos explorados. Se observará que la gráfica muestra los mismos rangos
representados en la gráfica 9-A. Ambos diagramas denotan, que el crecimiento en
Kohunlich no es unilineal, ni interrumpido, es más bien un desarrollo cíclico, con
momentos de crisis y clímax poblacionales continuos. (Cfr. Nalda y Balanzario 2005).

Plaza de las Estelas.

Alrededor de la Plaza de las Estelas, se edificaron varias construcciones de carácter


cívico-ceremonial: La Gradería, el edificio del Rey, la sub-estructura de la Acrópolis, el
Juego de Pelota y el Templo del Cuchillo aparecen con un nuevo estilo, remplazando la
construcción de edificios monumentales estilo Petén. La edificación de unidades
residenciales, localizadas alrededor de la Plaza de las Estelas, consolidarían el
asentamiento del Clásico tardío en Kohunlich (ver figura 7).

La Gradería localizado en el extremo sur de la plaza, está formada por varios edificios
construidos con diferentes orientaciones y con tres estilos arquitectónicos. Las sub-
estructuras de los edificios G1 y G5, son plataformas estilo Petén, rematadas por
construcciones de materiales perecederos, construidas durante el Clásico temprano.
Posteriores construcciones cubrieron estas plataformas, que junto con la edificación de
los edificios G2, G3 y G4, conformaron el conjunto de La Gradería, a principios del
Clásico tardío. Estos edificios, tipo palacio, están formados por largas galerías de una
sola crujía, desplantan sobre plataformas altas equipadas con gradas y escaleras,
colocadas al frente de sus fachadas principales (norte); las cuales permitieron
acomodar a los espectadores que participaban en las ceremonias realizadas en la
plaza. El único edificio, que no presenta restos de muros sobre su plataforma es el

94
edificio G4, sólo se conservan los restos del firme de gravilla pertenecientes al piso de
estuco. No sabemos si hubo una construcción sobre la plataforma38 o era un espacio
libre dedicado a personajes especiales, integrantes de las ceremonias realizadas en la
Plaza de las Estelas.

Figura 10. La Gradería, ubicación de edificios. (Cfr. Nalda et.al., 1997)

En las fachadas principales se observan columnas pareadas, embebidas en los muros


de G2 o paramentos rectos lisos con jambas en escuadra, ubicadas en los edificios G3
y G5. Pozos estratigráficos realizados en los rellenos constructivos de cada edificio,
permitieron recuperar materiales cerámicos de los Tipos: Herradura negro, Café pulido
fino, Molino, Achote y Tinaja (Ball, 1977; Forsyth, 1989), que junto con la localización

38. La primera intervención de la Gradería, fue dirigida por Víctor Segovia, los procesos de liberación y
consolidación de la mayoría de los edificios estuvieron a cargo de Peter Schmidt, quién elaboró el informe
correspondiente. Posteriores exploraciones y trabajos de conservación se realizaron en cada uno de los
edificios, las que permitieron documentar la secuencia constructiva (Nalda, et.al.1997; Nalda y
Balanzario, 2000).
95
del entierro No.9, fechan el momento de construcción (600-700 d.C.). Los cinco edificios
que conforman la Gradería ninguno cuenta con banquetas, característica que permite
inferir su función cívico - ceremonial. (Ver figura 10)

Edificio B-2 “El Rey”

Al poniente de la Plaza de las Estelas, se ubica el edificio del Rey (B-2)39.


Exploraciones realizadas durante la década de los 90’, permitieron registrar la sub-
estructura de este edificio, construido en la primera fase del Clásico tardío (600-700
d.C.). Es una pequeña estructura, formada por una galería construida sobre una
plataforma, de paramentos lisos formados por sillares careados. El piso de estuco en el
que desplantan sus muros se encontró a 5.30 metros, medidos desde el piso de la
crujía poniente, perteneciente al edificio de la penúltima etapa constructiva. Los
materiales recuperados en el relleno constructivo que la cubrió son de los Tipos
cerámicos Herradura Rojo y Achote Negro (Sabloff, 1975).

Durante la segunda fase del Clásico tardío, este edificio fue cubierto por un enorme
basamento de paramentos ataludados, divididos por molduras horizontales; sobre esta
superficie se construyó un edificio formado por dos galerías, con accesos de jambas
redondeadas ubicadas en sus fachadas oriente y poniente; ambas habitaciones
carecen de banquetas. En sus cuatro fachadas se localizan nichos, los cuales
posiblemente estuvieron decorados con relieves de estuco; al desplante de sus
paramentos se observa la moldura inferior formada por grupos de tamborcillos,
enmarcados por molduras horizontales. Para acceder a este edificio, los mayas
construyeron una amplia escalera central y dos pequeñas escaleras laterales,
localizadas en la fachada oriente del basamento, conformadas por peraltes de piedras
grandes “paradas”, característica de este período. La calidad constructiva, estilo y

39. El edificio de “El Rey” inicialmente fue explorado por Víctor Segovia y posteriormente fue explorado
por Enrique Terrones en 1978; la información de estas intervenciones se resume en un informe de
Terrones entregado al Consejo de Arqueología. A partir de 1993, hasta la fecha, se han realizado
exploraciones estratigráficas y trabajos de restauración y conservación, dirigidas por Enrique Nalda.
96
ejecución arquitectónica del edificio del Rey, es idéntica a la observada en los edificios
localizados en el Patio Elevado de la Acrópolis y en el Conjunto Pixa’an. (Ver figura
10a y foto 12)

Durante el Clásico Terminal (800-1000 d.C.), el basamento del edificio fue ampliado
hacia el poniente; la construcción de una nueva plataforma adosada al poniente del
basamento y la edificación de edificios ubicados en los extremos norte y sur,
conformaron un espacio similar al Conjunto del Patio Elevado: edificios alrededor de un
patio, conviviendo en un espacio de acceso restringido, al que se accedería por una
escalera central al edificio principal y por una escalera lateral, localizada en el
paramento sur del basamento, la que permitiría el acceso a los nuevos edificios.

Figura 10-A. Kohunlich. Planta del edificio de “El Rey” (B-2). (Cfr. Nalda, et.al., 1997)
97
De estas construcciones sólo se tiene la evidencia de algunos muros y del relleno
constructivo. Desafortunadamente estos edificios y la ampliación de la plataforma
fueron explorados en la década de los 70’.

Recientes exploraciones efectuadas en esta área, permitieron documentar el tipo de


relleno constructivo de las nuevas plataformas, hecho a base de “canicas” piedras
burdas medianas y pequeñas, sin cementante, contenidas en una serie de cajas
constructivas, formadas con muros de piedras burdas colocadas con argamasa. Esta
serie de cajas están delimitadas por muros maestros de contención, dispuestos en los
extremos norte, sur y poniente; los dos primeros conservan una altura de 4 metros, el
del poniente conserva una altura menor.

Foto 12. Plaza de las Estelas. Edificio B-2 “El Rey”, fachada oriente.

98
En estos rellenos se recuperaron materiales cerámicos y líticos, pertenecientes al
periodo del Clásico tardío, fase tardía.40

Foto 13. Acrópolis, sub-estructura fachada oriente.

Acrópolis (B-1)
La sub-estructura de la Acrópolis, se localiza al norte de la Plaza de las Estelas. Es una
enorme construcción con características arquitectónicas relacionadas con el estilo Río
Bec “modificado” (ver más adelante). Sólo fueron exploradas las fachadas sur y oriente
de este edificio, donde es posible observar escaleras falsas delimitadas por torres de
cuerpos escalonados redondeados con molduras. En la fachada oriente se observa la
presencia de dos contrafuertes adicionales localizados en los extremos sur y norte (ver

40. Durante la temporada 2008-2009, se realizaron trabajos de exploración y conservación en el edificio


B-2 “El Rey”. En el relleno constructivo de la ampliación de la plataforma y en los edificios adosados, se
recuperaron materiales cerámicos de los Tipos: Moro polícromo, Herradura, Infierno negro, Pizarra,
Tinaja, entre otros. (Nalda y Balanzario, 2010)
99
foto 13 y figura 11). En las ventanas arqueológicas dejadas por Segovia,41se
identificaron galerías de cuartos abovedados de 8 metros de altura. El único hallazgo
registrado, es una palma en forma de “perro”, localizada en la cámara uno. (Segovia,
1981: 281)

Figura 10-B. Acrópolis. Conjunto Patio Elevado, ubicación de edificios. (Cfr. Nalda,
et.al., 1997)

41. Este edificio fue explorado, la mayor parte por Víctor Segovia y Aracely Pérez a mediados de los 70’,
no existe ningún informe; la única información fue recuperada con los pobladores de Francisco Villa. En
1993-1994, se realizaron exploraciones en la mitad oriente del Conjunto Patio Elevado, que junto con la
realización de pozos estratigráficos permitieron conocer la secuencia estratigráfica del basamento de la
Pequeña Acrópolis y de los edificios que la rematan. (Nalda, et.al.1997. Vol. I-A.)
100
Durante la segunda mitad del Clásico tardío y Terminal (700-900 d.C.), la sub-estructura
de la Acrópolis fue rellenada, sus fachadas fueron cubiertas con nuevos paramentos
lisos en talud, cubiertos con gruesos aplanados de estuco de color rojo. Sobre este
gran basamento, fueron construidos los edificios del Conjunto del Patio Elevado. Para
acceder a este conjunto hay que ascender por una amplia escalera, ubicada en la
fachada poniente, accediendo a través de un vano abovedado, el que a través de un
pasillo estrecho, se permite el acceso. Los once edificios que componen este conjunto,
están localizados alrededor de un patio central (ver figura 10-B y foto 14).

Foto 14. Acrópolis, escalera de acceso al conjunto del Patio Elevado

La mayoría de los estos edificios, tuvieron funciones habitacionales y ceremoniales;


cinco edificios cuentan con banquetas con nichos, en tanto que tres edificios carecen de
este elemento. Todos los edificios tuvieron techos de bóveda, con fachadas que
presentan una variedad de estilos arquitectónicos; el edificio principal (E1) y los edificios

101
Este–Oeste (E2-E4), están conformados por muros revestidos de sillares careados,
cubiertos por aplanados finos de estucos de colores rojo y azul; de paramentos lisos
compuestos por columnas embebidas en sus jambas y esquinas, así como molduras
inferiores conformadas por tamborcillos enmarcados en molduras horizontales; los
edificios E3 y E5 presentan columnas embebidas en sus jambas. En tanto que el
edificio E-6, su fachada está compuesta por columnas enmarcadas por columnas
rectangulares, funcionando a manera de pórtico. Dos cuartos más (E9 y E10), fueron
construidos con paramentos lisos desplantando sobre un zoclo, localizados en el
extremo poniente del patio. Del edificio E-11, carecemos de información, sólo se
conserva in situ, un alineamiento de sillares dispuestos sobre el piso de estuco, nivel
que corresponde a la nivelación general del patio.

El edificio central (E1), parece haber sido el más importante del conjunto, está formado
por dos habitaciones ubicadas a diferentes niveles siendo la habitación interna 50 cm
más alta que la externa; tal diferencia se debe a la existencia de una elegante banqueta
central tipo “trono42” ornamentada con nichos; se localiza al centro de la habitación
externa. Sobre la superficie de la banqueta central, se accede al cuarto interno: es un
amplio espacio y no tiene banquetas, quizás tuvo ventanas o respiraderos, la escasa
evidencia que se tienen del muro sur, no permite afirmarlo. Frente a la fachada principal

42. Las banquetas, es uno de los elementos mejor preservados al interior de los edificios del área maya.
En Kohunlich hemos encontrado banquetas de diversas formas y tamaños, asociadas a edificios tipo
“templo”, como es el caso de los edificios E1, E3 y E4 de la Plaza Yaxná. Con mayor frecuencia las
hemos localizado en edificios habitacionales, siendo uno de los indicadores para este tipo de estructuras.
Siguiendo la definición de Gendrop (1997:30) en términos generales las banquetas están “...hechas de
mampostería estucadas y adosadas a uno o varios muros, asociadas con nichos u otros elementos y que
pueden haberse prestado a funciones diversas (para sentarse, acostarse, etc.)…..”. Harrison (1970:152)
realizó un análisis extenso de 104 banquetas localizadas al interior de los edificios de la Acrópolis Central
de Tikal, distinguió más de doce variantes, dependiendo de la posición de la banqueta dentro de la
habitación y de la calidad de los elementos que la acompañaban. En su análisis, además de distinguir
banquetas que fueron usadas para acostarse, definió las banquetas tipo “trono”. Este tipo de banquetas
son de mampostería o de materiales perecederos, se encuentran al centro de la habitación, adosada a
una pared y alineada al vano central, la mayoría de las veces cuentan con respaldos. Harrison, hace
mención que tal identificación asume que el gobernante o el noble de alto status, ocupaba esta banqueta
para elevarse por encima de las demás personas. Este tipo de banquetas se han documentado en sitios
como: Piedras Negras, Copán, Dos Pilas, Palenque, Tikal, Dzibanché, Calakmul, entre otros. También se
encuentran documentadas en las escenas de la cerámica del Clásico Tardío y en dinteles.
102
(norte) del edificio, fue adosada una plataforma de baja altura, por la que se accede al
vano central.

En una primera fase constructiva, la habitación externa contaba con tres accesos, el
central y dos laterales; en una etapa posterior, estos últimos fueron tapiados y
transformados en ventanas y áreas de ventilación (respiraderos), al efectuar está
modificación fueron inutilizadas las dos escaleras laterales. También fueron colocados
desagües, sobre las columnas fachadas laterales del edificio, los que cumplieron con la
función de desalojar el agua de lluvia acumulada en los techos de los edificios. Están
compuestos por lajas dispuestas verticalmente, las que llevan al centro una
acanaladura de 10 centímetros de ancho, estos desagües o drenajes fueron recubiertos
por gruesos aplanados de estuco pintados de rojo (ver foto 15).

Foto 15. Acrópolis. Conjunto del Patio Elevado. Edificio E1, fachada principal (norte)

103
Al oriente de E1, se construyó el edificio E-2 de menores dimensiones, sólo está
formado por una habitación equipada con una banqueta en forma de “C”, compuesta
con cinco nichos, la cual cubre la totalidad de la superficie del cuarto. Al interior de sus
muros se localizaron nichos, cuyas paredes aún conservan los aplanados de estuco
color rojo. Durante las exploraciones realizadas en este edificio, sobre la banqueta se
recuperó una ofrenda formada por dos hachuelas de serpentina (20 centímetros de
largo), asociadas con materiales cerámicos ubicados en el Clásico tardío y Terminal.

En el extremo oriente del patio se localiza el edificio E3, consta de una habitación
equipada con dos banquetas, localizadas en los extremos norte y sur; en el muro norte
se localiza un pequeño nicho estucado. Su fachada está formada por jambas y
esquinas compuestas por columnas embebidas, similares a los edificios anteriormente
mencionados. En el costado sur del edificio E3, fue adosado un pequeño cuarto de
paramentos lisos compuestos por una moldura inferior, no fue posible explorar la
habitación debido a la presencia de un gran árbol.

Al norte del edificio E3, se localiza el edificio E6. Es un edificio formado por una crujía
alargada sin banquetas, a la que se accede a través de cinco vanos, las esquinas
noreste y sureste, están decoradas con columnas embebidas en sus muros, las jambas
localizadas en los extremos norte y sur, también presentan esta ornamentación. Las
jambas del resto de los vanos están formadas por columnas exentas, las que
presentan adosamientos posteriores, transformándolas en columnas cuadradas. La
mitad norte de esta estructura no fue explorada en su interior, debido a la presencia de
arboles, los cuales hemos preferido conservar (ver foto 16).

Al poniente del edificio central, se localiza el edificio E-4. Está formado por una
habitación desprovista de banquetas; su fachada es de características similares a las
fachadas de los edificios E1, E2 y E3. Al norte de este edificio, se localiza el edificio E5,
consta de una habitación equipada por una banqueta central y un nicho estucado

104
localizado en el muro norte, su fachada tiene una ornamentación similar al edificio
central (E1). Frente a su fachada principal (oriente) se localiza una plataforma de baja
altura. Entre el edificio E4 y el edificio E5, se ubica el edificio E7, conformado por una
habitación equipada por una banqueta, que cubre la totalidad del cuarto; su fachada es
similar al edificio E5. El resto de los edificios: E9, E10 y E10A, presentan fachadas
formadas por paramentos lisos, sólo el edificio E10A, cuenta con una banqueta.

Foto 16. Acrópolis, Patio Elevado. Edificio E6, fachada poniente, tramo norte.

En las exploraciones realizadas en este conjunto, no se recuperaron materiales


arqueológicos de uso doméstico, tampoco se registraron entierros en el interior de las
banquetas, ni debajo de sus pisos. Los edificios del Patio Elevado, tuvieron funciones
habitacionales, aunque es posible que también hayan servido para fines administrativos
o ceremoniales; la presencia de banquetas estucadas decoradas con nichos,
localizadas al centro de las habitaciones, el acceso restringido al conjunto, así como su
105
localización en el contexto del sitio, permite postular que este espacio estuvo reservado
y utilizado por miembros de la elite.

Conjunto Noroeste
Además de su interés por ubicarse próximo a los edificios más prominentes de esa
época (ubicados alrededor de la Plaza de las Estelas). El Conjunto Noroeste, es una
unidad habitacional, conformada por edificios construidos en diferentes etapas del
Clásico tardío y Terminal. Se localiza al poniente del Conjunto del Patio Elevado (ver
foto 17 y figura 11), es un complejo de edificios y cuartos, alineados alrededor de un
patio central; en el extremo norte se ubica una estructura tipo “palacio”, construido
sobre una alta plataforma, en el extremo sureste del conjunto se ubica el edificio de los
Grafitis, que por sus dimensiones, proyecto arquitectónico y acabados parece tratarse
igualmente de un palacio.

Foto 17. Conjunto del Patio Elevado y Conjunto Noroeste.


106
Figura 11. Conjunto Noroeste, ubicación de acumulaciones inusuales y entierros
(Cfr. Nalda, et.al., 1997)

El resto de las estructuras en el Conjunto Noroeste están localizadas en el extremo


oriente, dispuestas alrededor de patios más pequeños o frente a espacios abiertos,
ninguno de ellos sobre plataformas altas. El acceso a este espacio (patio), quizás
estuvo controlado, por una estructura localizada en el extremo sur del conjunto; de esta
107
estructura sólo existen los restos de un alineamiento de sillares dispuestos sobre el
nivel general de la plaza.

Foto 18. Conjunto Noroeste. Palacio Norte (E-1), fachada principal (sur).

El Palacio Norte (E1), fue construido sobre una alta plataforma de paramentos rectos,
divididos en tres segmentos con molduras horizontales. Las fachadas del palacio
muestran excelentes acabados de mampostería; sus muros están revestidos por
sillares careados colocados sin junta, los que desplantan en una plataforma de baja
altura. En las jambas de sus vanos y en los muros, fueron hallados “cortineros” de
cerámica estucados y empotrados a diferentes alturas43. Este edificio tiene una
secuencia constructiva ubicada en el Clásico tardío y Terminal. La ocupación inicial
(700 d.C.) sólo se ha identificado a través de pozos estratigráficos; en los que se ha
documentado un edificio formado por una galería de tres vanos. La sub-estructura

43. Las fachadas de sillares muy bien careados colocados sin junta, también pueden observarse en
edificios ubicados en los sitios arqueológicos, como: Becán, Chicanná o Xpuhil (Campeche).
108
forma parte del cimiento sobre el que se apoya el edificio que se observa actualmente
(ver foto 18).

Durante el Clásico tardío, el nuevo edificio fue diseñado con dos galerías y dos cuartos
adosados a sus lados; todos estuvieron techados con bóveda, de las que sólo quedan
los testigos de sus arranques. La galería externa es una amplia habitación, cuyo acceso
es a través de un vano central y dos vanos laterales ubicados en la fachada principal
(sur); habitación que está equipada por una elegante banqueta central tipo “trono”, con
respaldos a ambos lados, en la parte inferior cuenta con nichos estucados de color rojo;
una banqueta más se ubica en el extremo poniente de la habitación, de mampostería
más sencilla. La galería interna tiene las mismas dimensiones y las mismas
características, que a diferencia de la externa, cuenta con vanos internos abovedados,
los que permiten el acceso a las habitaciones laterales; está equipada por una
banqueta central, similar a la ubicada en la galería externa, así como un nicho
localizado al interior del muro norte (ver foto 19).

Foto 19. Conjunto Noroeste. Palacio Norte, galería interna, banqueta central.
109
A finales del Clásico tardío, fase tardía (800 d.C.), la galería interna fue subdividida en
dos habitaciones, con la construcción de un muro localizado en el extremo poniente
de la banqueta central. Durante este periodo también fueron clausurados los vanos que
permitían el acceso a las habitaciones laterales así como el vano lateral oriente, el cual
conectaba con la galería externa; este último fue acondicionado como nicho. Las
habitaciones laterales, son amplios espacios equipados con nichos, localizados al
interior de sus muros. Sólo la habitación oriente, cuenta con una banqueta de
paramentos lisos. También fueron adosadas, nuevas construcciones formadas por una
habitación, localizadas al poniente y oriente del palacio.

Al frente de la fachada principal, se localiza una amplia terraza-plataforma, la que


probablemente funcionó como área de circulación y preparación de alimentos: la
presencia de cuartos construidos con piedras burdas, localizados en los extremos
oriente y poniente de la plataforma, en cuyo interior se encontró una concentración de
materiales cerámicos asociados a cinco metates, así lo justifica. Para acceder al
palacio, los mayas construyeron, una escalera interna, localizada en el paramento sur
de la plataforma. En una etapa más tardía, se construyeron dos escaleras más; la
primera se ubica en el costado poniente de la plataforma del edificio, su acceso se
realiza internamente, a través de pasillos que cruzan las crujías adosadas al poniente
del basamento; la segunda se ubica en la esquina sureste de la plataforma, adosada al
paramento sur.

Durante el Clásico Tardío fase tardía (600- 800 d.C.) también, fueron construidos
cuartos adosados a los extremos de la plataforma del Palacio Norte, de calidad
constructiva diferente, viviendas que pudieron haber estado al servicio de la elite que
residía en el área principal del palacio. También durante este periodo, se construyeron
un conjunto de habitaciones, localizados en el sector suroeste. La mayoría son
construcciones de paramentos lisos, con acabados de piedra semicareada y burda,
desplantan sobre una plataforma de baja altura. Se encuentran ubicados alrededor de

110
patios o frente a plataformas, en espacios abiertos, la mayoría techados con bóveda
maya, sólo dos construcciones estuvieron techadas con materiales perecederos.

La mayoría de los cuartos, están equipados con banquetas; las habitaciones que
carecen de este elemento, son amplios espacios quizás destinados a funcionar como
almacenes (ver foto 20). La evidencia de escaleras internas adosadas a las fachadas,
permiten postular que las actividades fueron realizadas sobre los techos o en los patios.
Materiales cerámicos de uso doméstico asociados con manos de metate y metates
encontrados en los patios, sugieren que la preparación de alimentos se realizaba al aire
libre. También fueron recuperados abundantes fragmentos de desecho de concha y
caracol, que junto con objetos terminados, sugieren la presencia de actividades
artesanales, realizadas en estas áreas (Nalda y Balanzario, 1997; Nalda y Velázquez,
2000).

Foto 20. Conjunto Noroeste, cuartos construidos al suroeste del Palacio Norte

111
Sobresale de este conjunto, el pequeño edificio localizado al oriente (E-9) [ver ubicación
en figura 11]; se distingue de los demás, por tener una calidad constructiva diferente.
Su fachada principal (oriente), está formada por columnas embebidas en sus jambas,
con paramentos rectos, revestidos de sillares colocados con junta fina. Desplanta sobre
una plataforma de baja altura, a la que accede a través de una escalera de dos
peldaños, con peraltes de piedras “paradas”, característica de este periodo. Este
edificio está conformado por una habitación equipada por dos banquetas.

Foto 21. Conjunto Noroeste, Palacio de los Grafitis, fachada norte

El Palacio de “Los Grafitis” (E-15), se localiza al sur del patio central, fue construido
durante la primera época del Clásico tardío (600-700 d.C.). Desplanta sobre una
plataforma, adosada al costado poniente del basamento de la Acrópolis. A diferencia
del Palacio Norte, este edificio cuenta con una amplia escalera de cinco peldaños,

112
localizada al frente de la fachada principal (norte); de características similares a la
escalera del edificio del “Rey”. El Palacio, está formado por una galería y dos cuartos
adosados. Todas las habitaciones carecen de banquetas y en el aplanado de sus
muros internos, se observan grafitis con representaciones zoomorfas, antropomorfas y
geométricas, representaciones realizadas cuando el edificio se encontraba en ruinas
(ver foto 21).
.
A lo largo de la historia ocupacional del palacio, el edificio sufrió varias modificaciones.
Hacia el 800 d.C.; la galería fue dividida en dos habitaciones, momento en el que
también fueron construidos dos cuartos más, localizados al noreste y suroeste del
edificio central. Los vanos de la galería, que miraban hacia la Plaza de las Estelas
fueron cancelados, quedando como único acceso, los vanos de la fachada norte.
Durante las exploraciones realizadas en el Palacio Norte, sólo se ubicó el entierro E5,
localizado en el relleno constructivo de la plataforma del edificio. En el resto de los
edificios del Conjunto Noroeste, se localizaron algunos entierros primarios debajo de
los pisos y al interior de las banquetas.

A finales del Clásico terminal, en el Conjunto NW, fueron colocadas abundantes


concentraciones de materiales arqueológicos, denominadas “acumulaciones
inusuales44”; se localizaron en los patios, al interior de las habitaciones o alrededor de
los edificios; algunas de ellas se encontraron asociadas a entierros secundarios.
También, durante este periodo fueron intruidos en los pisos de estuco, entierros
acompañados de ofrendas: osamentas localizadas en la galería del Palacio de los
Grafitis.

36. Las acumulaciones inusuales, son concentraciones de materiales arqueológicos de carácter mixto,
compuestas por desechos producto de las actividades cotidianas de las unidades habitacionales
mezclados con artefactos relacionados con actividades especiales, realizadas durante el Clásico
Terminal (800-1050 d.C.) (Cfr. Balanzario, 2004).
113
Conjunto Pixa’an (Ver figura 12)

El Conjunto Pixa’an es igualmente un complejo de edificios, la mayoría de función


habitacional. El conjunto se localiza al sur de la Plaza de las Estelas, contiene una
ocupación del Clásico temprano en su límite norte, justo al sur del Juego de Pelota,
pero la totalidad de los edificios hoy día expuestos son del Clásico tardío y Terminal
(700-1050 d.C.).

El conjunto está conformado por diez edificios, emplazados en una colina adyacente a
la Plaza Merwin. Su acceso principal se realiza, al ascender por la escalera poniente del
edificio E8, acceso situado en el camino hacia Los 27 Escalones. El Palacio Pixa’an (E-
1) de función residencial, es producto de al menos cuatro fases constructivas. Fue
construido sobre una amplia plataforma de dos cuerpos de esquinas redondeadas y
paramentos lisos divididos por molduras horizontales, las cuales corren a su alrededor.
El palacio E-1, está conformado por dos galerías: la galería sur dividida en tres
habitaciones con accesos independientes y la galería norte, conformada por una amplia
habitación, cuyo acceso sólo se realiza a través del vano interno de la habitación
central.

La habitación de la galería norte, está equipada por una amplia banqueta, estucada y
compuesta por pares de tamborcillos y nichos localizados en la parte inferior, ubicada
en el extremo oriente de la habitación. Esta habitación, cuenta con amplios nichos
estucados, localizados al interior de sus muros así como vanos internos ubicados al
centro de su fachada norte y en muros laterales (ver foto 22).

114
Figura 12. Conjunto Pixa’an, ubicación de edificios (Cfr. Nalda, et.al., 1999)
115
Foto 22. Conjunto Pixa’an. Edificio E1, galería interna.

La fachada principal del edificio está orientada al sur. Tiene tres accesos, uno por cada
habitación; el acceso central fue diseñado con jambas redondeadas, los otros dos
tienen jambas rectas. Sus paramentos están revestidos por sillares careados colocados
sin junta, recubiertos de una fina capa de estuco pintada de color rojo, desplantan sobre
una moldura basal, compuesta por tamborcillos agrupados en números de tres. La
fachada norte es similar a la fachada sur, excepto que sólo tiene un vano central
delimitado por jambas redondeadas. Al igual que el edificio del Rey (B-2), sus fachadas
también están decoradas con nichos. En el material de derrumbe asociado a la fachada
principal (sur), se recuperaron piedras dentadas con decoraciones, elementos que
seguramente formaron parte de la moldura superior del edificio (ver foto 23).

116
Foto 23. Conjunto Pixa’an. Edificio E1, fachada norte.

Para acceder al Palacio, fue construida una rampa localizada frente a la fachada
principal, acceso que fue cubierto, durante la fase tardía del Clásico tardío (700-800
d.C.), con la construcción de una plataforma creando así, una amplia terraza; cuyo
acceso sólo se realizaría a través de una escalera de cuatro peldaños de “piedras
paradas”. También durante esta etapa fueron construidas dos amplias habitaciones,
adosadas a los costados este y oeste del edificio. La mampostería de la ampliación y
los cuartos laterales fueron construidos conservando las mismas características del
Palacio, vanos con jambas redondeadas y columnas esquineras ubicadas en las
fachadas y en las esquinas de la plataforma (ver foto 24).

Las nuevas habitaciones también fueron equipadas con banquetas y nichos. Es


durante este período, cuando los vanos internos ubicados en la habitación central de la
galería externa, fueron tapiados, dando privacidad y exclusividad a la habitación de la

117
galería interna. También se construyeron muros adosados a las jambas de los vanos
del resto de las habitaciones, quizás para reforzar la carga de la moldura superior de la
fachada.

Foto 24. Conjunto Pixa’an. Edificio E1, crujía lateral norte, fachada sur.

Durante las exploraciones realizadas en las temporadas de campo 1999-2000, se


hicieron diez pozos - calas estratigráficas: cuatro frente a la fachada principal del
edificio (sur) y seis repartidas al interior de las habitaciones; se exploraron también tres
intrusiones ubicadas en la galería interna. La información obtenida, dio como resultado,
un piso de estuco, asociado a una construcción que no fue expuesta, una sub-
estructura con una rampa, un relleno constructivo que la cubrió y tres pisos de estuco
pertenecientes a la última etapa constructiva. Además se tiene la información de dos
entierros primarios localizados al interior de la banqueta del cuarto SW y un entierro
múltiple localizado en una de las intrusiones de la crujía central, inhumación que estuvo

118
acompañada de una ofrenda del Clásico Terminal- Posclásico. El registro y dibujos se
encuentran en la sección correspondiente.

Edificio E8

De igual calidad constructiva, el edificio E-8 fue edificado sobre una amplia plataforma.
Se localiza al poniente del edificio E1, está formado por una galería con tres accesos
localizados en su fachada poniente y tres accesos en su fachada oriente. La galería
está dividida en una crujía central y dos pequeños cuartos localizados a sus extremos.
Las fachadas del edificio están conformadas por paramentos rectos, de muros
revestidos con sillares careados colocados sin junta, los que desplantan en una
plataforma de baja altura (zoclo). Al frente de la fachada principal (poniente) se
construyó, una escalera estucada adosada al paramento poniente de la plataforma.
Creando así el único acceso al Conjunto Pixa’an.

Durante el Clásico tardío fase tardía, esta escalera fue cubierta por una nueva
plataforma, conformando una amplia terraza al frente del edificio. Durante este periodo
se canceló el vano central oriente de la galería con la construcción de una banqueta
estucada. También fueron construidos dos cuartos, ubicados en el paramento poniente
de la nueva plataforma, flanqueando la nueva escalera de nueve peldaños construidos
con “piedras paradas” (ver foto 25). Durante este período, al suroeste del edificio E-8,
fue construido el edificio E-7, de similar calidad constructiva al edificio anterior.

Edificio E7

El edificio E7, es un edificio de una sola galería con dos accesos en su fachada oriente
y uno en su fachada poniente. En una etapa posterior fue cancelado el vano sureste
con la construcción de una banqueta. El acceso a este edificio se realiza a través de
una pequeña escalera, ubicada al frente del vano central poniente. Debido a la

119
presencia de árboles al interior de la galería, sólo se exploró el tramo sur. Los sondeos
realizados en el edificios E-8 y E-7 permitieron confirmar la secuencia constructiva
propuesta durante el Clásico tardío; adicionalmente también se localizó el entierro
primario (EP-1), contenido en el relleno de la banqueta de la crujía central, del edificio
E-8. A principios del Clásico Terminal fue adosada al costado sur de la plataforma del
edificio E8, una pequeña escalera. La cual permitía el acceso a la terraza; también
fueron construidas habitaciones con techos de material perecedero, localizadas
alrededor de un patio cerrado delimitado al oriente por la plataforma del edificio E-7.

Foto 25. Conjunto Pixa’an. Edificio E-8, escalera poniente y cuarto lateral sur

Edificio E10

Al norte del edificio E-8, se localiza el edificio E-10, construido al desplante de la ladera
norte de la colina. Es un edificio erigido sobre una alta plataforma equipada por una

120
escalera de cinco peldaños, con peraltes formados por piedras paradas, típicas del
Clásico tardío y Terminal. Sobre esta plataforma se construyeron dos cuartos,
equipados con banquetas. En una fase tardía fue colocado un muro al interior del cuarto
norte, dividiendo el espacio en dos habitaciones. También fue adosado contra el
costado poniente de la plataforma un cuarto sin banqueta, de muros bajos (o rodapié),
los que sostuvieron un techo de material perecedero. Los materiales recuperados al
interior de este cuarto fechan su construcción hacia el Clásico Terminal. Para la
construcción del edificio E-10, se extrajo una gran cantidad de piedras de la colina. El
costado oriente de la plataforma contiene una extensa área de roca basal recortada,
acondicionamiento que es producto de la extracción de este material. Las fachadas del
edificio están formadas por paramentos rectos, revestidos de piedra cortada, colocada
con junta fina y mediana, los cuales desplantan sobre un pequeño zoclo.

Edificios E9A – E9B

Al sur del Palacio Pixa’an (E1), se localiza el edificio E-9A. Es un edificio, producto de
múltiples adiciones, conformado por varios cuartos con accesos independientes. Su
secuencia constructiva inició con la construcción de una crujía, con accesos ubicados,
en sus fachadas norte, sur y oriente (C1); posteriormente fue adosado un cuarto más
hacia el norte, de dimensiones más pequeñas (C2) y con acceso ubicado en el muro
sur. Paralelo a la construcción de C2, a la crujía C1, le fueron construidas dos
banquetas, las cuales obstruyeron sus accesos sur y norte. La calidad constructiva del
edificio y el primer adosamiento son similares; tienen fachadas de sillares careados y
colocados a “hueso” sin junta, de paramentos lisos, desplantando sobre un zoclo que
corre alrededor, así como pequeños escalones localizados al frente de sus fachadas
principales (ver figura 13 y foto 26).

En una segunda etapa, fue construido en el costado poniente de E-9, una nueva
construcción (C3), formada por una habitación sin banquetas, con tres vanos, ubicados

121
en las fachadas norte y sur; los dos vanos del norte comunican a un patio y el del sur
comunica a una amplia terraza construida sobre una plataforma. En una tercera etapa
fue adosada una construcción al costado poniente de C3; es una amplia habitación (C5)
sin banquetas, con tres accesos localizados, uno en la fachada norte y dos localizados
en la fachada sur, los cuales comunican con una terraza, construcción que se extiende
hasta la fachada sur de C3.

Durante el Clásico terminal, fueron construidas nuevas ampliaciones y divisiones al


interior de los cuartos. La crujía C3, fue dividida en dos habitaciones (C4), la crujía C5
le fueron cancelados los accesos ubicados en la fachada sur. Frente a la fachada
oriente de C1, fue delimitado el patio, por un pequeño muro de 50 cm., de altura
(rodapié), localizado en el extremos norte y oriente, construcción que sirvió de soporte
para techos de material perecedero.

Foto 26. Conjunto Pixa’an. Edificio E-9A


122
Figura 13. Conjunto Pixa’an. Edificios E9A y E9B. Planta y ubicación de cortes
(Cfr. Nalda, et.al., 1999).

123
Durante este periodo, también, fueron construidas nuevas habitaciones sobre la
plataforma ubicada en el costado sur de E-9. A esta nueva ampliación se le denominó
E-9B, contiene las construcciones más tardías. Es una serie de varios cuartos
abovedados (C6, C7), construidos sobre la plataforma existente; en su interior no tienen
banquetas y la técnica constructiva y calidad de materiales utilizados es diferente a los
de E-9; son muros revestidos con piedra semi-careada, colocados con argamasa,
equivalentes en ejecución a los edificios E-2, E-4 y E-6. Durante este periodo la
plataforma fue ampliada hacia el sur. A la crujía C6, le fue construida una terraza
independiente cuyo acceso se realizaría desde la plataforma general (ver figura 14).

Figura 14. Conjunto Pixa’an. Edificio E-9B, reconstrucción hipotética. (Cfr. Nalda, et.al.,
1999.)

124
Contra la plataforma de E-9B, a su desplante fueron adosadas construcciones de
materiales perecederos, levantadas a finales del Clásico terminal, la presencia de cinco
agujeros de poste sobre plataformas bajas indican la presencia de estas estructuras.

Edificio E4

El edificio E-4 se localiza al sureste del edificio E-9B. Es una serie de cuartos
construidos sobre una plataforma de baja altura, con techos abovedados, que carecen
de banquetas y tienen accesos en su fachadas oriente y poniente. El cuarto localizado
en el extremo sur, cuenta con un acceso hacia una pequeña terraza adosada. Un
acceso más se localiza en la fachada poniente y dos accesos más se localizan en la
fachada oriente. Estos dos últimos fueron tapiados en una etapa tardía. Al interior de
este cuarto se localizó una acumulación inusual (AI-P9), compuesta de materiales
arqueológicos: cerámica (Tipos: Chorreado Negro/Bayo, Tinaja, Torro Gubiado inciso,
Achote, etc.), lítica tallada (pedernal y obsidiana), lítica pulida, concha, restos de
figurillas, restos óseos animales y humanos, todos depositados sin orden alguno
dispuestos sobre el piso de estuco y entre en el derrumbe de piedras careadas, piedras
burdas y lajas de bóveda, materiales que fueron depositados a finales del Clásico
Terminal (800-1000 d.C.).

En el cuarto localizado al centro del edificio, se localizó in situ un metate y una mano de
metate, ambos completos, dispuestos sobre el piso. También se localizaron los restos
de dos ollas Tipo: Encanto (Yocat) Estriado (Ball, 1977:15), localizadas en la esquina
interior noroeste. Ambos hallazgos sugieren que durante la última etapa de ocupación
quienes habitaron este cuarto estuvieron conviviendo en construcciones en ruinas. En
el cuarto contiguo también se localizó una acumulación inusual (AI-P7), con las mismas
características observadas en el depósito del cuarto sur. Al noreste del edificio E-4 se
localizaron dos cuartos más, construidos con muros de baja altura (rodapié) los cuales
sirvieron de apoyo a muros de bajareque con techos de palma; sólo uno de los cuartos

125
cuenta con una banqueta, el otro de tamaño más pequeño, carece de este elemento,
en su lugar se localizaron sobre el piso de estuco abundantes restos de ceniza y
piedras quemadas, seguramente indicadores de un fogón.

Edificio E2

Al norte del edificio E-4 se ubica el edificio E-2. Es una construcción de un solo cuarto,
con techo de bóveda y equipado con una banqueta; su acceso se encuentra en la
fachada Este. Al centro de la banqueta de E-2, se realizó un pozo estratigráfico que
produjo abundantes materiales cerámicos de los Tipos: Rojo Corona, Egoísta Resist,
Achote y Chorreado Naranja/Crema, localizados en el nivel más bajo del relleno de la
banqueta; en el nivel superior se recuperaron los Tipos: Tinaja, Infierno y Achote,
materiales pertenecientes al Clásico Tardío y Terminal.

Edificio E3

Al poniente de estas construcciones se localizan los edificios E-3 y E-6. El primero es


una estructura de dos cuartos con bóveda maya, cada uno con accesos en su fachada
norte. Ninguno tiene banqueta. El revestimiento de sus muros está compuesto por
muros de piedra burda colocados con junta media (tramo inferior) y de piedra careada
colocada con junta fina (tramo superior). E-3 desplanta sobre un pequeño zoclo, de
paramento lisos, excepto en su fachada poniente, donde lleva una decoración de
pequeños nichos, dispuestos en una banda horizontal. Las paredes internas están
revestidas por piedra burda, recubiertas por gruesos aplanados de estuco. En el cuarto
poniente se excavó un pozo de sondeo, el cual mostró una estratigrafía compuesta por
un relleno poco profundo, dispuesto sobre la roca basal y dos pisos de estuco,
separados por un firme de gravilla.

126
Edificio E6

El edificio E-6, es una estructura de un solo cuarto, con techo de bóveda. No cuenta
con banquetas en su interior, es de planta elipsoidal y paramentos revestidos por
piedras burdas, recubiertas por gruesos aplanados de estuco; cuenta con un acceso en
su fachada principal (norte). Desplanta sobre una plataforma acondicionada sobre la
roca basal. Al centro del cuarto se realizó el pozo P11, el que presentó una estratigrafía
compuesta por dos pisos de estuco separados por firmes de gravillas y sus respectivos
rellenos dispuestos sobre la roca basal. Los materiales cerámicos recuperados fechan
la construcción de E-6 durante el Clásico Tardío–Terminal.

Al igual que el edificio E-4, dentro y alrededor de E-6, se encontraron tres


acumulaciones inusuales, uno de ellas colocada en la roca basal (Al-P4); en esta
acumulación además de contar con una rica ofrenda de materiales arqueológicos, se
localizó el entierro No.2 (los registros y dibujos se muestran en la sección
correspondiente). Al frente de la fachada principal de E-6 (norte), se ubican plataformas
de baja altura (mencionadas anteriormente) construidas con techos de materiales
perecederos, sobre esta plataforma también se localizó la acumulación inusual AI-P3,
la que se extiende en contra del paramento sur de la plataforma de E-9B.

Finalmente, en los edificios E-9A y E-9B, se excavaron un total de cuatro pozos


estratigráficos, localizados sobre las banquetas. En estas exploraciones no se localizó
ningún entierro primario. Sobre la plataforma de E-9B, se encontraron acumulaciones
inusuales (AI-P1, AI-P6, AI-P8 y AI-P10), ubicadas sobre las superficies de circulación
y al interior de los cuartos, que junto con las acumulaciones halladas dentro y alrededor
de los edificios: E-7, E-8, E-6 y E-4, forman una zona masiva de restos asociados a
ceremonias especiales, realizadas en varios momentos, fechadas a finales del Clásico
Terminal y principios del Posclásico, esté ultimo asociado al abandono del sitio (ver
figura 15). Esta fecha se ubica a finales del siglo IX - principios del siglo XI (850- 1050

127
d. C.). Los materiales cerámicos recuperados en estos contextos pertenecen a este
periodo, junto con la única inscripción 3 Ahau, localizada en un metate miniatura,
confirman esta fecha.

Figura 15. Conjunto Pixa’an, metate miniatura (Cfr. Nalda, et.al., 1999).

La secuencia constructiva del Conjunto Pixa’an, es producto de al menos 500 años.


Durante este periodo, tuvo varias transformaciones arquitectónicas (mencionadas
anteriormente) en cada uno de los edificios que lo componen. Este complejo
habitacional, estuvo presidido por un palacio residencial (E1), edificios dedicados a la
administración o áreas de recepción (E8, E7) y casas más pequeñas organizadas
alrededor de patios, que con el tiempo sufrieron modificaciones y ampliaciones para
acomodar a una población que crecía o para resguardar los excedentes de una
economía en desarrollo. La presencia de un “fogón” localizado al interior de una

128
construcción de material perecedero, sugiere la existencia de actividades domesticas.
El acceso principal a este conjunto, se realizaba al ascender por la amplia escalera,
ubicada al poniente de E8. En el Conjunto Pixa’an, se ubica el estilo arquitectónico que
lleva su nombre; este tipo de arquitectura está representada en el Palacio E1, en el
edificio poniente (B-2) de la Plaza de las Estelas y en la mayoría de los edificios del
Conjunto del Patio Elevado.

Conjunto de Los 27 Escalones.

El Conjunto de Los 27 Escalones, es el más grande de los tres conjuntos


habitacionales. Tiene un “formato” similar al del Conjunto Pixa’an, contiene edificios
tipo “palacio”, los que podrían haber operado como residencia de la elite o lugar de
funciones especiales. Hacia el sur, más allá de los límites de este conjunto se abre el
paisaje rural con casas dispersas entre campos de cultivo. La importancia especial que
tiene este conjunto, se debe a su posición extrema en el transecto mencionado, y, más
que nada, a la alta variabilidad arquitectónica que presenta, así como a las prácticas
funerarias que se realizaron en rellenos frecuentemente asociadas a la construcción de
nuevas edificaciones. Una situación similar de variabilidad arquitectónica se encuentra
en los edificios que rematan la llamada Acrópolis y, también la Plaza Merwin. La
descripción de cada uno de los edificios del Conjunto de Los 27 Escalones, se
menciona en una sección más adelante.

Plaza Merwin

La Plaza Merwin (ver figura 16) se ubica al sur de la Plaza de las Estelas. Esta plaza se
exploró por tratarse de un espacio que parece haber cumplido funciones
complementarias tardías, a las que se venían realizando en la Plaza de las Estelas,
desde el Clásico temprano. Está integrado por edificios de función diversa, de ahí el
calificativo de "complementarias". En el extremo norte, la plaza está delimitada por un

129
edificio de una galería abovedada, sin banquetas y con cinco vanos en su fachada
principal (sur). Cuenta con una pequeña terraza y una escalera de piedras “paradas”.
Las fachadas del edificio están compuestas por paramentos lisos, provistos de una
moldura inferior, revestidos con sillares careados colocados con junta fina y mediana. El
edificio desplanta sobre una plataforma, alta y relativamente elaborada45.

Foto 27. Plaza Merwin. Palacio D4, fachada principal (oriente).

Por el costado poniente de la plaza, se levanta un "palacio" denominado edificio de las


Columnas Pareadas (D-4); por la complejidad de su diseño y su monumentalidad,
parece responder a necesidades de tipo administrativo. Fue construido sobre una
plataforma alta, orientada este-oeste, sobre la que se levantó un larga galería de siete

45. Este edificio fue explorado por Peter Schmidt, en la década de los 70.
130
Figura 16. Plaza Merwin y plataformas D6 (1)-D6 (2) del conjunto Las Vías. (Cfr.
Nalda, et.al., 1997)
131
vanos, junto con el adosamiento de un pequeño cuarto ubicado en el extremo sur de la
plataforma. Este edificio no tiene banquetas en su interior, su fachada está compuesta
por vanos definidos por pares de columnas embebidas en sus muros, revestidos de
pequeños sillares colocados con junta fina y cubiertos por aplanados finos de color rojo.

La calidad constructiva de este edificio, es similar a la encontrada en el edificio del


Conjunto de la Gradería. Su amplia escalera fue construida, con peraltes de piedras
paradas: grandes sillares de forma cuadrangular, colocados en talud, ligeramente
inclinados (ver foto 27).

Durante el proceso de exploración se recuperaron abundantes fragmentos de estuco


modelado, ubicados al desplante y enfrente de la fachada principal (oriente); relieves
que con certeza habrían decorado la moldura superior del edificio. También se
recuperaron escasas cantidades de materiales cerámicos de los Tipos: Herradura rojo,
Achote, Infierno, Pizarras, etc., asociados a fragmentos de materiales líticos y
fragmentos de concha, pertenecientes a los periodos del Clásico Tardío y Terminal.
Durante el Clásico terminal, el edificio presento modificaciones, los vanos de los
extremos norte y sur fueron tapiados; también fue ampliada la plataforma hacia el sur
y sobre ella, se construyó un cuarto anexo, de paramentos rectos. En una etapa más
tardía, en la parte posterior de la plataforma se adosaron muros, que sirvieron de apoyo
para construcciones techadas con materiales perecederos.

En el extremo sur de la plaza, se localiza el edificio D2, formado por una galería sin
banquetas; al que difícilmente podría asignársele una función habitacional; es el
edificio de mayores proporciones dentro de la Plaza. El edificio D2, está formado por
una amplia habitación a la que se accede a través de once vanos, construidos por
paramentos lisos, los cuales aún conservan escasos aplanados de estucos pintados de
color rojo. Al desplante de sus muros se localiza la moldura inferior, formado por un
zócalo. Al frente de su fachada principal (norte), fue construida una plataforma, de

132
mampostería similar al edificio, su acceso se realiza a través de una amplia escalera de
piedras paradas (ver foto 28).

Foto 28. Plaza Merwin. Palacio D2, fachada principal (norte), esquina noreste

En etapas posteriores fueron construidas: una escalera adosada al primer descanso de


la primera, de dimensiones más pequeñas y un pequeño cuarto (D-3), cubierto con
techo de bóveda maya y provisto de una banqueta en su interior.

Al centro de la plaza se ubica un pequeño adoratorio (D-1), producto de al menos tres


etapas constructivas. Es una plataforma de planta cuadrangular, de paramentos rectos
y acabados similares a los observados en los edificios norte y sur. En la primera etapa
constructiva, el adoratorio era una plataforma de baja altura, en su interior los mayas
depositaron una ofrenda de doce platos monocromos del Tipo: Cambio sin engobe
(Ball, op.cit.:9); posteriores ampliaciones cubrieron esta ofrenda con un nuevo relleno,
sellando este nivel con pisos de estuco, en su fachada poniente fue adosada una
133
escalera de tres peldaños. El material de derrumbe, retirado alrededor, no mostró
evidencias de lajas de bóveda; posiblemente estuvo techado con materiales
perecederos o era un espacio libre para la realización de ceremonias. Los materiales
cerámicos fechan su construcción alrededor de 600-750 d.C. (Clásico tardío), mientras
que los materiales cerámicos recuperados en el relleno de la ampliación se ubican en el
Clásico Terminal (800-1000 d.C.).

Al noroeste de la Plaza Merwin se localiza la plataforma de la Doble Escalera (D-5); es


una plataforma de paramentos rectos, revestidos por sillares grandes y medianos
colocados con junta mediana; en sus costados oriente y poniente fueron adosadas
escaleras formadas por peraltes inclinados. En la parte superior de la plataforma, sólo
se conservó el firme de gravilla del piso de estuco, destruido por las raíces de los
arboles. En el material de derrumbe sobre la plataforma y alrededor, no se registraron
lajas de bóveda, por lo que de haber existido una construcción tendría que haber sido
de material perecedero. El sistema constructivo de esta estructura está conformado por
cajas de piedras, construidas con muros gruesos de piedras burdas estibadas y
acomodadas con tierra arcillo-arenosa, en su interior fueron colocadas piedras burdas
grandes. Los materiales cerámicos recuperados en el relleno constructivo, se ubican en
el Clásico Terminal (ver foto 29).

Finalmente el extremo oriente de la plaza, se cierra, con un pequeño basamento (D7)


con escaleras aparentes, que debió haber estado rematado por una construcción de
material perecedero. Con excepción de esta última construcción y la estructura del
Juego de Pelota (ver foto 30) [que habría que fecharlas hacia el inicio del Clásico
Tardío], todas las estructura mencionadas, incluida la pequeña plataforma al centro de
la plaza, son de la segunda mitad del Clásico Tardío y del Terminal (700-1000 d.C.).

134
Foto 29. Plaza Merwin. Plataforma de la Doble escalera (D-5), fachada oriente.

Durante el Clásico Terminal, Kohunlich alcanzó su clímax poblacional. Los espacios


libres fueron ocupados con nuevas construcciones de cuartos y plataformas adosadas a
los edificios existentes, las cuales permitieron acomodar a nuevas familias o nuevos
migrantes. Los conjuntos habitacionales se transformaron en unidades residenciales
más extensas, la construcción de muros internos al interior de sus cuartos así como el
tapiado de vanos y construcciones de materiales perecederos, dieron cabida a una
población, en crecimiento.

Durante este periodo Kohunlich, llegó a tener entre 5000 y 10, 000 habitantes,
distribuidos en el área central y en el hinterland inmediato. Los Conjuntos Noroeste,
Pixa’an, Los 27 Escalones y los conjuntos explorados parcialmente: el Cerro Quemado,

135
el Conjunto de En medio, El Conjunto de la Aguada, El Cerro del Corchal y el Conjunto
del Norte, entre otros; todos se asentaron en colinas y ampliaron sus espacios
residenciales, ocupando la totalidad de la superficie. Nalda (2004:70), ha sugerido que
estos emplazamientos, ubicados en colinas o pequeños lomeríos son intencionales,
“expresan una autonomía política relativa o alternativamente, afirmar su existencia
como grupo de parentesco”.

Foto 30. Kohunlich. Juego de pelota

Es en este periodo, cuando aparece un nuevo estilo, de construcciones habitacionales,


conformadas por plataformas altas de hasta tres metros de altura, de paramentos
rectos y esquinas redondeadas, rematados por construcciones de material perecedero
y equipadas con una o dos escaleras construidas con piedras paradas; el sistema
constructivo a base de cajas de piedra, conteniendo piedras grandes burdas, contrasta

136
con los empleados en la construcción de plataformas, a base de piedras de pedernal y
caliza colocadas con tierra arcillo-arenosa con sascab. Estas series de plataformas
colocadas una a lado de la otra, separadas por pequeños callejones, conformaron el
nuevo conjunto de “Las Vías”, localizado al poniente de la Plaza Merwin y al sur de la
Plaza de las Estelas, a lado del centro público más importante de Kohunlich (ver figuras
16 -17).

Figura 17. Kohunlich. Conjunto de Las Vías. (Cfr. Nalda, 2004)

El nombre de vías, fue dado por Harrison (1981), a este tipo de conjuntos; en su
recorrido por la antigua provincia de Uymil, él identificó este tipo de construcciones en
los sitios de Chichmuul y Chacchoben. En Kohunlich, este tipo de plataformas,
dispuestas en líneas, son parecidas a las que se han encontrado en esos lugares;
recientes investigaciones realizadas en Chacchoben, por María Eugenia Romero, han
137
confirmado la cronología propuesta por Harrison, afirmación que se deriva de la
presencia de ollas de doble boca del Tipo: Aventura Estriado, fechadas a finales del
Clásico tardío y durante el Clásico Terminal (850-1200 d.C.).

En las exploraciones realizadas en el Conjunto de las Vías, se realizaron cuatro pozos


estratigráficos en cuatro de estas plataformas. Los materiales recuperados permitieron
indicar que estas estructuras fueron ocupadas durante el periodo del 750-1050 d.C.
Asimismo también se recuperaron entre los callejones concentraciones de desechos
de talla de pedernal, junto con preformas, lascas y núcleos, lo que sugiere que quizás
estas plataformas fueron de carácter domestico con actividades artesanales; fueron
habitadas por familias dedicadas a un trabajo especializado, al tallado del pedernal.
(Nalda y Balanzario, 1997; Salazar, 2008)

Foto 31. Conjunto Pixa’an. Edificio E-6, acumulación inusual AI-P5.


138
A finales del Clásico terminal y durante el Posclásico temprano, el crecimiento de la
población fue eminente. Derivado de este crecimiento, la presión ejercida sobre los
medios de producción o por cuestiones políticas, obligaron al abandono del sitio.
Durante este periodo, en los conjuntos habitacionales Conjunto NW, Pixa’an, Plaza
Yaxná (Edificios E-7 y E-6) y en Los 27 Escalones, fueron colocadas alrededor de los
edificios, en patios y al interior de los cuartos, concentraciones de materiales
arqueológicos denominadas “acumulaciones inusuales” (ver foto 31).

Estas acumulaciones son de carácter mixto, contienen desechos cotidianos, cerámica


de muy buena manufactura y objetos especiales de carácter ceremonial, mezclados
con restos óseos humanos. Fueron depositadas a lo largo de este periodo y han sido
interpretadas como restos de ofrendas “sacralizados” que formaron parte de un
ceremonial y que fueron colocadas en momentos de crisis, marcando así el inicio del
abandono masivo en Kohunlich.

Durante el Posclásico, Kohunlich, continuó habitado por una población menor a la


registrada en el Clásico terminal. Continuaron viviendo entre ruinas, acondicionando
cuartos y plataformas, ubicadas alrededor de los edificios principales o en los conjuntos
habitacionales; ejemplo de ello, es la presencia de las acumulaciones inusuales
encontradas en el edificio E-4 del Conjunto Pixa’an (AI-P7 y AI-P8), las que confirman la
convivencia de cuartos abandonados y cuartos habitados mantenidos adecuadamente.
A lo largo de este periodo, sobre los edificios principales, fueron depositadas ofrendas
de incensarios y vasijas de los Tipos Navulá y Rojo Tulum.

139
VI. La arquitectura de Los 27 Escalones, diversidad de proyectos y rasgos.

Uno de los conjuntos residenciales más complejos e importantes de Kohunlich es el


denominado Los Veintisiete Escalones, llamado así por los campesinos de Francisco
Villa que durante los años setentas y ochentas sembraban maíz en el entorno de las
estructuras. En aquel entonces, eran visibles los veintidós escalones de la escalera de
acceso, así como cinco escalones más, correspondientes a la posteriormente conocida
como estructura E-8, por lo que la sumatoria de lo visible sirvió para dar nombre a este
grupo arquitectónico, algo alejado del conjunto habilitado por Víctor Segovia.

Foto 32. Kohunlich. Conjunto Los 27 Escalones, vista área.

De acuerdo con algunos trabajadores que laboraban con Segovia, el arqueólogo


realizó una limpieza del conjunto por lo menos en una ocasión, quizás con la intención
de llevar a cabo trabajos de topografía; también se observaron evidencias de la
140
excavación de una cala a lado este del muro de contención de la plataforma. Fuera de
estas pequeñas intervenciones, el conjunto se mantenía intacto al inicio de la
intervención del Proyecto Especial46.

Foto 33. Kohunlich. Conjunto de Los 27 Escalones, vista área. Detalle.

El conjunto se localiza a 400 metros, al suroeste de la Plaza de las Estelas. Fue


construido sobre una elevación natural, acondicionada y nivelada con grandes
volúmenes de tierra y piedra; conformando de esta manera una plataforma de más de
90 metros, en dirección norte-sur y 60 metros en dirección este-oeste en promedio, con
una altura variable de 4 a 10 metros, la cual sirvió de apoyo a la mayor parte de los
edificios construidos en la cima de la colina. Posterior a esta plataforma, fue construida
una plataforma más, localizada al poniente, a 4 metros por debajo del nivel de la
plataforma original, sobre la que se construyeron nuevos edificios (ver fotos 32-33 y
figura 17A).

46 El Proyecto Especial de Arqueología del Sur de Quintana Roo, estuvo bajo la dirección del titular del
proyecto Dr. Enrique Nalda Hernández y de la Arqlga. Adriana Velázquez Morlet, Jefe de Campo.
Temporadas de campo 1993-1994.
141
Figura 17A. Kohunlich, Conjunto Los 27 Escalones (Cfr. Nalda, et.al., 1997).

142
El total del área intervenida en Los Veintisiete Escalones consta de dieciséis edificios
agrupados para su intervención en doce grupos. La mayor parte de los edificios están
dispuestos alrededor de un patio de dimensiones regulares al que se accede por una
estrecha escalera ubicada en su costado oriente. Los edificios que se encuentran en la
plaza principal datan de principios del Clásico Tardío, fase temprana (600-700 d.C.).
Con el tiempo se levantaron nuevos edificios fuera del área de este núcleo
arquitectónico así como en la plaza, quedando dividida en dos espacios: Patio 1 y Patio
2, junto con la construcción de varios cuartos que datan del período Clásico terminal
(800-1000 d.C.). En este complejo habitacional existen escasas evidencias de una
ocupación del Clásico temprano, algunos fragmentos de materiales cerámicos,
recuperados en los rellenos de las sub-estructuras de los principales edificios (E1, E4,
E7, E8), pertenecen a ese periodo.

Edificio E8 (Ver figuras 17A, 17B)


Es la mayor construcción que domina el Conjunto de los 27 Escalones, dada su mayor
monumentalidad y posición privilegiada. También es el primer edificio que se encuentra
en el ascenso a la cima de la colina, acondicionada por los mayas, para crear el
espacio en el que se levantaron los edificios del conjunto arquitectónico. El edificio E8,
se ubica en un amplio espacio abierto, denominado Patio 3, área en el que convive con
el edificio E9. Su acceso principal, se realiza a través de una amplia escalera, ubicada
en su fachada principal. El edificio, está formado por ocho habitaciones, seis de ellos
dispuestos a lo largo de dos galerías y dos crujías laterales adicionales, dispuestas en
un eje principal este-oeste (ver foto 34). Ninguno de las habitaciones tiene banquetas,
rasgo que consideramos daba a E8 un carácter no habitacional. En el proceso de
excavación de E-8 se encontró una subestructura de dimensiones más pequeñas, cuyo
desplante se localizó a nivel de la plaza; en una etapa posterior esta estructura fue
cubierta, por una plataforma sobre la que desplantaría el nuevo edificio. Posteriores
ampliaciones obligaron a los mayas a remodelar y elevar el nivel de los pisos de estuco,
localizados al interior de las habitaciones.

143
Figura 17B y fotografía 34. Conjunto Los 27 Escalones. Edificio E-8 (fachada
principal) y Edificio E-9(Cfr. Nalda, et.al., 1997).
144
El primer edificio (23 metros de largo x 8 metros de ancho), estuvo formado por una
galería de tres cuartos o alternativamente tres construcciones aisladas dispuestas sobre
una plataforma general, en un eje principal este-oeste. Sus fachadas, constan de
paramentos lisos, con superficies cubiertas por aplanados de estuco pintados de rojo,
rematados por una moldura media ataludada, de la que sólo quedan restos de dos a
tres hiladas de sillares. El diseño de la moldura es característico del estilo Chenes
(Andrews 1958:22). Al desplante de sus muros se observa la moldura inferior, formada
por un zócalo en talud. La altura máxima, registrada en las fachadas de la sub-
estructura “casa roja”, es de 3 metros medidos entre el desplante del zócalo y la
moldura media. La casa roja, fue truncada a nivel de la moldura media, con el fin de
construir la nueva plataforma que hoy se aprecia. En el relleno de este nuevo edificio se
depositaron los restos de varios individuos; el material cerámico recuperado en este
relleno, fecha el Clásico tardío, fase tardía (700-800 d.C.), en tanto que la sub-
estructura se ubica en el Clásico tardío fase temprana (600-700 d.C.), (ver foto 35).

Foto 35. Conjunto de Los 27 Escalones. Edificio E-8, sub-estructura


145
Durante el Clásico tardío, fase tardía, el nuevo edificio (34 metros de largo x 20 metros
de ancho), estuvo formado por dos galerías, divididas en tres habitaciones. Cada
habitación cuenta con accesos ubicados en las fachadas norte y sur respectivamente;
las habitaciones al centro del edificio, comparten el mismo espacio, conforman una
amplia habitación, equipada por una banqueta de baja altura (30 cm.), de paramentos
lisos, ubicada al centro; además cuenta con dos vanos, localizados en las fachadas
norte y sur. El resto de las habitaciones no fueron equipadas con banquetas.

En una etapa posterior, fueron adosadas dos crujías laterales colocadas a los extremos
este y oeste del edificio, con accesos en sus fachadas así como vanos internos que
permitían la comunicación con las habitaciones poniente y oriente de la galería sur. El
edificio, en su última fase constructiva exhibe una plataforma formada por dos cuerpos
de paramentos rectos, los que desplantan sobre la plataforma general. Alrededor del
edificio, se localizan pasillos que permiten la circulación.

El acceso principal al edificio se realiza a través de una escalera localizada en la


fachada norte, dividida en dos tramos: el inferior mide 10.50 metros de ancho con
cuatro escalones y el tramo superior presenta una ampliación, haciendo la escalera
más extensa (15 metros), con seis escalones; a los lados de esta escalera se localizan
dos escaleras laterales angostas. En la fachada sur al centro, también fue adosada una
amplia escalera (11 metros de ancho), formada por cuatro peldaños, la cual comunica
con el espacio abierto del Patio 2. Las fachadas de E8 están decoradas por muros de
paramentos lisos, revestidos por sillares medianos y chicos, colocados con cuñas y
juntas de espesor medio, cubiertas por aplanados de estuco de color rojo. A su
desplante se observa un zoclo que corre alrededor del edificio. Las paredes internas
están conformadas por piedras semicareadas y burdas, colocadas con juntas gruesas y
cuñas, cuyas superficies fueron cubiertas por gruesas capas de estuco, pintadas de
color beige y bandas horizontales de color rojo.

146
Figura 17C. Los 27 Escalones, edificio E8. Planta y ubicación de entierros (Cfr. Nalda,
et.al., 1997,2001).
147
En el edificio E8, se localizaron quince entierros (Ver figura 17C), cuyas características
se muestran en el capítulo correspondiente. La mayoría de los entierros fueron
depositados en el relleno constructivo del nuevo edificio que resguardó la Casa roja.
Sólo dos entierros; el colocado al centro y contra la fachada sur de E8 Sub, frente al
vano central (E27-2) y el entierro de la crujía lateral este (E27-1A), fueron depositados
con ofrendas significativas.

Edificio E-7
El edificio E-7, se ubica al poniente del edificio E-1, en el extremo poniente del patio 1.
Desplanta sobre una plataforma alta, construida sobre la plataforma general del
conjunto. En la primera fase constructiva de E-7 (600 d.C.), el edificio estaba integrado
por tres habitaciones: una ubicada al centro y dos laterales. La habitación central es la
más amplia, está equipada por una banqueta central tipo “trono”, con nichos ubicados
en la parte inferior. La habitación cuenta con vanos internos que comunican con las
habitaciones laterales, así como tres vanos ubicados en la fachada principal (oriente).
Las habitaciones laterales, cada una tienen vanos localizados en la fachada oriente y
en las fachadas sur y norte respectivamente; su acceso se realiza a través de escaleras
independientes a la escalera central.

Al frente del edificio se localiza una amplia terraza, equipada por una escalera central
de peraltes inclinados estucados, flanqueada por taludes y molduras verticales que
decoran los muros de la plataforma. Las fachadas del edificio y de la plataforma están
revestidas por piedras cortadas colocadas a hueso, dando una distinción de fina
mampostería que no se encuentra generalizada en el conjunto de los 27 Escalones (ver
figura 18 y foto 36).

148
Figura 18 y foto 36. Los 27 escalones, edificio E7 (Cfr. Nalda, et.al., 1997).

149
En la segunda fase constructiva (700-800 d.C.), fue construida sobre la terraza una
habitación más. Fueron adosados muros a la fachada principal, quizás para soportar el
peso de las bóvedas. Esta nueva habitación, no fue equipada con banquetas, es una
amplia habitación antesala, por la que se accede a la habitación central. Durante este
periodo la habitación central sufrió modificaciones; el extremo norte de la habitación fue
ocupado por una banqueta más, también le fueron cancelados los vanos laterales
ubicados en la fachada principal y los vanos internos, los cuales fueron transformados
en nichos; quedando como único acceso el vano central. La escalera central fue
cubierta por una plataforma más amplia, a fin de acomodar la nueva habitación.
También fue construida una nueva escalera, localizada en el paramento oriente de la
nueva plataforma. En el paramento sur de la plataforma se construyó otra escalera,
angosta, por encima de otra igual a la de la fase anterior. Dos escaleras adicionales,
similares en tamaño, se instalaron en la fachada norte de E-7, facilitando el acceso a
las habitaciones norte y sur. Las nuevas ampliaciones también fueron realizadas con
revestimientos de piedra careada de tamaño mediano y grande, colocada con juntas
finas y medianas.

Durante el Clásico terminal (800-1000 d.C.), fueron construidos dos cuartos más,
adosados al costado sur de la plataforma de E7, los cuales constituyen la última
ampliación. Son construcciones de diseño y materiales más sencillos, sus muros
exteriores desplantan en un zócalo común a ambos cuartos y están revestidos por
sillares semi-careados de tamaño mediano a grande, unidos por juntas gruesas;
cubiertos por techos de materiales perecederos. Durante este periodo, también fueron
realizadas remodelaciones en los pisos de estuco de cada una de las habitaciones del
edificio. En las exploraciones realizadas, se localizó entre los pisos un caché o
escondrijo, formado por un incensario Tipo: Miseria aplicado, conteniendo artefactos
relacionados con el ritual: navajillas de obsidiana, cuentas de piedra verde, conchas y
restos óseos de animales. En el relleno constructivo del edificio no se localizaron
entierros (ver foto 37).

150
Edificio E-1 (ver figuras 17A, 19)

Es el tercer edificio en tamaño e importancia del conjunto. Es un edificio de 27 metros


de largo por 10 metros de ancho. Se ubica en el extremo sur de la plaza, está
emplazado en un espacio cerrado, denominado Patio 1: delimitado por los edificios E2,
E3, E4, E5 y E6. El acceso a este espacio, se realiza a través de un pasillo angosto
localizado al centro del sector norte, entre los cuartos cuatro y cinco del edificio E2.

El edificio E1, en la primera etapa constructiva fue construido sobre una amplia
plataforma (30 metros x 12 metros), posteriormente fue ampliada la plataforma hacia el
oriente (8 metros) y al norte (18 metros) en forma de “L”, creando así la superficie sobre
la que desplantarían tres edificios más: E-3, E-5 y E-6. Esta plataforma, desplanta sobre
el nivel general de la plaza, fue construida a base de cajas rellenadas con piedras
burdas y tierra arcillo-arenosa. Sus paramentos, son muros rectos revestidos por
sillares de tamaño regular, colocados con juntas medianas a finas y escasas cuñas con
acalché.

Foto 37. Edificio E7, cuarto lateral norte: Incensario Tipo: Miseria aplicado.
151
La plataforma sobre el que desplanta el edificio E-1, cuenta con una amplia escalera
formada por cuatro peldaños, localizada al centro, frente a la fachada principal (norte)
del edificio. Una escalera más, de dimensiones más pequeñas, se ubica en el extremo
noroeste de la plataforma. Ambas presentan peraltes construidos con piedras paradas,
dispuestas en talud.

El edificio E-1 está formado por seis habitaciones, distribuidas en dos galerías y dos
crujías laterales adicionales. La fachada principal del edificio está decorada por
columnas embebidas en sus muros, dispuestas en las jambas de sus vanos. Están
revestidas por sillares medianos y pequeños, colocados con escasas cuñas y juntas
medianas a finas (ver foto 38). Las habitaciones localizadas al centro, forman una
amplia habitación, divididas por un vano interno, que a diferencia de otros edificios (E8,
E7) no es la más grande habitación del edificio. El cuarto central (4.10 x2.40 m.), está
equipado con una banqueta baja (30 cm.), la cual ocupa la totalidad del espacio; el
cuarto central interno (4.90 x 2.50 m), consta de tres banquetas, localizadas una al
centro y dos adosadas en sus extremos oriente y poniente. Llevan respaldos
ataludados similares a los encontrados en el edificio E-4 y al Palacio Norte del Conjunto
Noroeste. No obstante el proceso de deterioro del edificio, ocasionó la pérdida total de
la fachada sur, sólo se conservan los restos del arranque de la bóveda en el muro
intermedio del edificio.

Las habitaciones oriente y poniente de la galería norte, también cuentan con vanos
localizados en la fachada principal (norte). Sólo la habitación poniente, está equipada
con dos banquetas: la primera mide 0.20 metros de altura, ocupa la totalidad del
espacio, la segunda mide 0.45 metros de altura, ocupa el extremo poniente de la
habitación. Es interesante mencionar que los vanos internos que permiten el acceso a
los cuartos de la galería sur, están formados por un espacio abovedado, de intradós
escalonado en tres niveles, elemento que da una enorme elegancia al conjunto.

152
Los cuartos internos son de menores dimensiones (4.50 x2.50 m) y únicamente cuentan
con una banqueta baja (0.10 m), la cual ocupa la totalidad del espacio. A diferencia de
las habitaciones del Edificio E8, los cuartos adyacentes a la habitación central del
edificio E1, cuentan con vanos internos, los cuales comunican con las habitaciones de
la galería sur.

Figura 19. Conjunto de Los 27 Escalones. Ubicación de edificios E-1, E2, E3, E-4, E-5 y
E-6. (Cfr. Nalda, et.al., 1997)

153
Foto 38. Conjunto de Los 27 Escalones, Edificio E-1, fachada principal (norte).

Hacia el Clásico Terminal (800-1000 d.C.), la creciente demanda de espacios para la


vivienda evidenciada en Kohunlich, obligó a los mayas, a la construcción de nuevos
cuartos abovedados. En el edificio E1, fueron adosados contra las fachadas oeste y
este, dos habitaciones más, las cuales conservaron las mismas características de la
fachada principal. La habitación oeste, fue equipada con una banqueta que ocupa la
superficie total de la habitación, en tanto que la habitación este, de 5.80 x 2.40 m, tiene
una banqueta en forma de herradura con 0.25 m de altura. Ambas habitaciones cuentan
con vanos internos y externos. En una etapa posterior los accesos internos de estas
habitaciones, fueron tapiados y transformados en nichos.

154
Los muros de las habitaciones del edificio E1 muestran en su exterior sillares de regular
tamaño, unidos por juntas de 1 a 3 cm., de espesor, y jambas con sillares cuadrados o
rectangulares. En las jambas de sus vanos se aprecian los espacios pertenecientes a
los cortineros, los que sirvieron para empotrar la puerta; en su cara interna los muros
muestran otra calidad constructiva: sillares semicareados y piedras burdas, colocados
con cuñas y juntas gruesas, superficies que fueron cubiertas con gruesos aplanados de
estucos los cuales aún conservan restos de color rojo. En el edificio E1, se excavaron
24 pozos de sondeo, con el fin de recuperar información de contextos sellados y de
conocer el sistema y secuencia constructiva de la estructura. Debajo de los pisos y
banquetas del edificio, se encontraron trece entierros de características similares a los
del edificio E8, las características de cada uno de ellos se localizan en el capitulo
correspondiente (ver figura 20).

Edificio E4 (Ver figura 19)

Se localiza al este del edificio E1, es uno de los edificios más elegantes de Kohunlich.
Tiene una subestructura (600-700 d.C.), cuyo desplante se ubica sobre el nivel general
del patio uno. Es un edificio abovedado, de paramentos lisos y jambas mixtas: una a
escuadra y otra redondeada, cubiertas con aplanados de estuco de colores rojo y beige.
La subestructura del edificio E4, está formada por una amplia galería, equipada por una
banqueta de paramentos rectos, localizada en la esquina sureste; su acceso se realiza
a través de una escalera estucada de peraltes inclinados, localizada al frente del vano
central, en la fachada principal (oeste). De la bóveda de este antiguo edificio solo se
conservó una a dos hileras de lajas, el resto fue desmantelado. La galería fue rellenada
con tierra y piedras burdas, con el objeto de crear una base sólida sobre la que se
construyó el nuevo edificio; la vieja escalera fue cubierta por la ampliación de la
plataforma de E1, y en sustitución de esta, se colocó una nueva escalera en el
paramento oeste de la plataforma, formada por cuatro escalones con juntas medianas.

155
Figura 20. Conjunto: Los 27 Escalones. Ubicación de entierros en los edificios E-1,
E-3 y E-4.

156
El nuevo edificio abovedado (700-800 d.C.), conservo el mismo eje (norte-sur) y
fachada principal al oeste. Está formado por una galería compuesta por tres vanos,
equipada por una enorme banqueta que cubre todo el espacio. Su fachada fue
decorada con paramentos rectos y tamborcillos delimitados por molduras horizontales,
localizados en la moldura inferior. Abajo del vano central los sillares forman un
mascaron en forma de Chac y frente a él, fue colocado un escalón estucado. La calidad
de sus fachadas oeste y sur, fueron cubiertas con sillares cortados y colocados a
hueso, calidad que contrasta con las caras internas, compuestas con piedras
semicareadas o sin trabajar, acomodadas con cuñas y unidas con juntas gruesas de
tierra, cuyas irregularidades quedaban cubiertas por una gruesa capa de estuco. La
decoración de la fachada de E4, es una de las más elaboradas y de las más elegantes
del conjunto. En una etapa posterior, uno de los vanos fue tapiado, la galería fue
dividida en dos habitaciones, subdivisión que no implicó la interrupción de la circulación
interna (ver foto 39).

Exploraciones realizadas en el relleno constructivo del edificio y en la banqueta del


edificio que se observa actualmente, se localizaron dos entierros (E17 y E23) con
ofrendas significativas (ver anexo). A finales del Clásico tardío, el área del patio 1,
delimitado por los edificios E1 y las construcciones de E7, E8 y E4, fue modificado. La
construcción del edificio E2, formado por siete cuartos, dividió este espacio en dos
más pequeños; patio 1 (al sur) y patio 2 (al norte). En ese mismo momento se adosaron
más cuartos de dimensiones más pequeñas, a los edificios existentes.
Simultáneamente, se construyeron los edificios E-3, E-5 y E-6.

Edificio E2 (Ver figura 20)


Es el edificio que delimita el patio No. 1, por sus costados norte y oeste. Este edificio
mide en total 36 m de largo. Tiene en total siete habitaciones, cubiertas con techos de
material perecedero. Algunos cuartos tienen banquetas y nichos estucados, otros

157
tenían sus pisos quemados, quizás como reflejo de una refuncionalización de espacios
que originalmente eran usados como habitaciones o almacenes.

Foto 39. Conjunto de Los 27 Escalones, Edificio E-4 fachada principal (poniente)

Los muros de los cuartos fueron construidos en su exterior, con sillares de regular
tamaño unidos por juntas medianas a gruesas y, en su pared interna, se observan
piedras burdas o semicareadas unidas por juntas gruesas y cuñas. La secuencia de
cuartos de E-2, se divide en dos tramos que cuentan con amplias terrazas en forma de
“L”, las cuales operaron como áreas de actividad o de circulación externa entre los
cuartos; hacia la esquina noreste se encuentra otra terraza, más pequeña y en zigzag
que habría servido al mismo propósito. Los cuartos de E2 fueron enumerados
progresivamente en sentido de las manecillas del reloj, partiendo del ubicado en el
extremo poniente del edificio (ver foto 40).

158
Foto 40. Conjunto de Los 27 Escalones, Edificio E-2. En primer plano cuarto 5 (vista
lateral), al fondo cuartos 1 y 2, fachada principal (oriente).

El cuarto No. 1 es de 5.60x 2.00 m., en su interior tiene dos vanos: el vano sur mide
1.40 m de ancho y se encuentra parcialmente tapiado; el vano norte es de 0.80 m. Esta
habitación consta de una banqueta de 0.35 m de alto que ocupa prácticamente la
totalidad del espacio interior.

El cuarto No.2, tiene las mimas dimensiones que el cuarto uno, sólo cuenta con un
vano de 1.30 de ancho. Está equipado por una banqueta y nichos estucados
localizados al interior de sus muros. En la primera etapa constructiva, el cuarto No.1,
junto con el No.2, formaba una crujía; con la construcción posterior de un muro
intermedio, fue dividida en dos habitaciones.

159
El cuarto No. 3 es de 3.60x2.10 m., medidos desde su interior. Tiene un solo vano de
1.50 m., de ancho. Su muro oeste contiene un nicho de forma trapezoidal, cubierto por
aplanados de estuco en su interior. Este cuarto tiene una banqueta similar a la descrita
para los cuartos 1 y 2.

El cuarto No. 4, es de dimensiones más amplias, mide 6.40x2.00 m en su interior, tiene


dos vanos en su fachada; el que se encuentra al este se encontró tapiado y mide 1.40
m de ancho, el localizado en el extremo oeste mide 1.50 m., siendo el único acceso. La
habitación consta de una banqueta, la cual ocupa la superficie de la habitación.

Los cuartos Nos. 3 y 4, conforman una sola crujía con tres vanos abiertos hacia el patio
No. 2 y una amplia banqueta. Al presentarse nuevos requerimientos de espacio o
considerarse necesarias algunas remodelaciones, esta crujía fue subdividida. Los
cuartos 5, 6 y 7 se encuentran al este del pasillo que divide los patios uno y dos. El
cuarto 5 es uno de los más pequeños del complejo arquitectónico (2.20 x 1.60 m); no
tiene banqueta, de ahí la posibilidad de que se trate de un cuarto de almacenamiento.
Al norte del cuarto No. 5, se localiza el cuarto No.6 (6 m, x 2.20 m), su eje principal
corre en dirección este-oeste, en su interior se encuentra una banqueta que ocupa la
totalidad del espacio de la habitación. El cuarto 7 es el más amplio del edificio E2, mide
7x1.60 m, no cuenta con banqueta. En la esquina noreste de la habitación se
observaron huellas de exposición al calor sobre el piso de estuco.

En el edificio E2 no se registró entierro alguno; sin embargo los pozos estratigráficos


que se excavaron en este edificio, denotaron antiguas banquetas de dimensiones más
pequeñas a las de la última etapa constructiva. Por debajo de estos elementos, se
encontró el relleno constructivo de la plataforma general, del que se recuperó material
cerámico. Sólo en la habitación cinco, debajo de la banqueta se localizó una
acumulación de cinabrio en polvo.

160
Edificio E3 (Ver figura 20)

El edificio E3 se localiza al norte del edificio E4, desplanta sobre la extensión de la


plataforma de E1. Está formado por una habitación abovedada (6m x2.60 m), equipada
con una banqueta con tres nichos estucados en su base, la que ocupa la totalidad de la
superficie del cuarto. Al liberar el derrumbe acumulado, al interior de la habitación, se
localizó el entierro No. 11, sobre la banqueta, en su descanso. El entierro se encontró
incompleto, se trata de un individuo masculino, adulto joven, que por la posición
estratigráfica que ocupa, marca el momento del abandono del conjunto o quizás un
acto ritual, cuando el conjunto dejó de tener funciones habitacionales. En este edificio
se excavaron dos pozos de sondeo, localizados al interior de la habitación, en los que
sólo se recuperaron materiales cerámicos del Clásico terminal.

Edificio E5 (Ver figura 20)

El edificio E5, se localiza al sur del edificio E4. Está formado por una crujía (13x3m), la
cual fue explorada parcialmente, debido a la presencia de grandes árboles. Como en el
resto de los casos anteriores, la totalidad de su espacio interno está ocupado por una
banqueta estucada. En la fachada del edificio es posible distinguir dos molduras
horizontales, que quizás corrían todo a su alrededor. En el área de las jambas se
observan adosamientos, los cuales reducen el vano de 2.50 a 1.50 m. En este edificio
no se realizaron pozos estratigráficos.

Edificio E6 (Ver figura 20)

El edificio E6, se localiza al sureste del edificio E1, la presencia de un gran árbol en su
interior impidió que se excavara la única habitación que compone este edificio. Sólo se
libero al exterior, sus fachadas están conformada por paramentos lisos, que desplantan

161
sobre una moldura inferior, en su fachada principal (norte), se localiza el único vano de
1.10 m de ancho por el que se accede a la habitación (7x3 m.). En este edificio no se
realizaron pozos estratigráficos.

Edificio E9 (Ver figuras 17 y 17A)

El edificio E9, se localiza al noroeste de E8, bordeando el patio No. 3, por su extremo
poniente. Cuenta con cuatro habitaciones; sólo dos desplantan sobre una plataforma de
baja altura, la que fue construida contra el paramento poniente del basamento del
edificio E8. La habitación sur, es la única que estuvo techada con bóveda maya y fue
equipada con una banqueta de paramentos lisos, el resto de las demás habitaciones
fueron construidas en una etapa más tardía y fueron cubiertas con techos de palma.

Figura 21. Conjunto de los 27 Escalones, Edificio E-10. (Cfr. Nalda, et.al., 1997)

162
Edificio E10 (Ver figura 21)

Se localiza al oeste del edificio E7, se trata de un conjunto de cuartos ubicados


alrededor del patio No.4. Este conjunto se localiza a 4 metros, por debajo del nivel de la
plataforma general. Desplanta sobre una plataforma artificial que cubre el macizo
rocoso. El edificio E10, está formado por cinco cuartos, dos de ellos colocados en los
extremos norte y sur, una crujía central colocada en el sector oeste y dos cuartos
laterales. El patio alrededor del cual se alinean estas habitaciones tiene 23 m de
longitud; su ancho varía de 9 metros en su límite sur, hasta 7.30 metros en su extremo
norte. El único acceso a este conjunto se realiza a través de una escalera de cinco
peldaños y un amplio descanso de 6 metros de longitud. Esta escalera se encuentra
adosada al paramento poniente de la plataforma general, su altura es de 2 metros; cabe
mencionar que para alcanzar el nivel del Patio 2, habría sido necesario colocar una
escalera más construida quizás de material perecedero.

La habitación central cuenta con dos accesos, ubicados al centro de la fachada este y
oeste respectivamente, también cuenta con vanos internos, accesos que permiten la
comunicación con los cuartos laterales norte y sur. Esta habitación, es la más amplia
del conjunto, no tiene banquetas y sólo consta de nichos estucados, ubicados al interior
de sus muros; las habitaciones laterales norte y sur son de espacio más pequeño. En
las cabeceras del patio fueron construidas dos crujías más, son amplias habitaciones
con un sólo acceso localizado en sus fachadas sur y norte respectivamente.

Durante el Clásico terminal, este conjunto de habitaciones tuvo modificaciones en su


interior, fueron tapiados los vanos internos con la construcción de banquetas, junto
con la colocación de muros adosados a las jambas de cada acceso. Durante el
proceso de exploración no se recuperaron materiales arqueológicos, el único hallazgo
se localizó al desplante de la banqueta central de la habitación central, intruyendo en el
piso de estuco se encontró el entierro E19; se trata de una ofrenda, conformada por

163
restos óseos humanos, dispuestos sobre una matriz arcillo-arenosa, quienes
depositaron estos restos, taparon el punto de intrusión con una laja grande.

Durante el Clásico tardío, fase tardía y el Terminal, el conjunto de Los 27 Escalones fue
ampliado, hacia el sureste. El grupo de edificios designados E11 fueron construidos
sobre la colina del conjunto, adyacentes a la plataforma general. Es un grupo de
edificios ubicados en una situación intermedia entre el asentamiento altamente
nucleado y las unidades habitacionales dispersas, ubicadas, a poca distancia del
edificio E-12. El patrón de asentamiento, observado, en estas estructuras
habitacionales “rurales” se distribuye a distancias variables de 50 a 100 metros entre sí;
este tipo de conjuntos, están conformados por pequeñas estructuras ubicadas
alrededor de un patio y rodeadas por campos de cultivo (Ver figuras 17A y 22).

Figura 22. Conjunto Los 27 Escalones, Edificios E-11A, E-11B, E-11C y 12.

164
Con excepción del edificio E11-A, contemporáneo a las sub-estructuras de los edificios
E-4 y E-7, el resto de los edificios: E-11-B, E-11C y 12, son más tardíos (900-1100 d.
C.). El edificio E11-A, en la primera etapa constructiva, su fachada principal (norte) y
las laterales, estuvieron revestidas con sillares colocados a hueso, sus muros
desplantan sobre un zócalo, que corre a su alrededor. Cuenta con tres habitaciones,
con techos de bóveda maya; sólo dos habitaciones tienen banquetas. La plataforma
sobre la que desplanta el edificio, presenta el mismo tipo de mampostería; cuenta con
una escalera de tres peldaños, alineada al cuarto central. En una etapa posterior la
plataforma fue ampliada hacia el norte, cubriendo la escalera de acceso. Durante esta
etapa, fue adosado en contra del paramento sur de la plataforma, una habitación más,
con dos accesos; un vano localizado en su fachada sur y un vano interno, el cual
permitía la comunicación con el cuarto central y los laterales. La mampostería que
presentan estas últimas construcciones, es distinta a la observada en el primer edificio.
Sus paramentos están revestidos de sillares más grandes careados y semicareados,
colocados con junta mediana y cuñas. En el relleno constructivo de la ampliación de la
plataforma, se recuperaron abundantes fragmentos de cerámica, fragmentos de lítica y
fragmentos de figurillas; materiales pertenecientes al periodo del Clásico terminal.

El edificio E11-B consiste de tres cuartos, techados con material perecedero. Cada
habitación cuenta con banquetas, vanos internos y vanos de acceso en sus fachadas. A
diferencia del edificio E11-A, este edificio desplanta en una plataforma de baja altura,
construida con sillares grandes careados y semicareados colocados con juntas
medianas y cuñas. En una etapa posterior, los vanos internos fueron tapiados,
colocando al frente de ellos nuevas banquetas. También fue adosado un cuarto más,
ubicado en su costado este, construido con muros bajos, revestidos de piedras burdas
colocadas con cuñas y juntas gruesas. En las exploraciones realizadas al interior de
cada habitación y a su alrededor, se recuperaron escasos fragmentos de materiales
cerámicos. Al frente de la fachada norte, en el vano de acceso, se encontró dispuesto

165
sobre la roca basal, el entierro No.13, fechado hacia el momento del abandono del
conjunto, durante el Posclásico temprano.

El edificio E11-C se encuentra al sur de E-12. Es una estructura orientada este-oeste,


con tres cuartos alineados con techos de material perecedero, sus muros desplantaron
sobre un zócalo; sólo una habitación cuenta con una banqueta interna. En su fachada
principal (norte) se ubican los vanos de acceso; al frente del vano central, fue adosada
una pequeña escalera de dos peldaños. En los materiales recuperados al frente y al
interior de los cuartos, se recuperaron abundantes fragmentos de cerámica de los
Tipos: Anaranjado fino, Naranja fino Balancan, Navulá y Chenmul modelado, materiales
indicadores de los periodos de ocupación más tardíos (800-1200 d.C.).

Al sureste del edificio E11-C se localiza el edificio E-12. El edificio se encuentra en el


extremo oriente de la plataforma, desplanta sobre la roca basal, está formado por un
cuarto equipado con una banqueta en su interior; sus muros son muy delgados, los
cuales seguramente sostuvieron un techo de material perecedero. Hacia el este de E-
12, inicia el patrón de dispersión, formado por estructuras dispuestas alrededor de un
patio, localizadas entre áreas de cultivo.

Después de 1100 d.C., terminó la actividad constructiva en el conjunto de Los 27


Escalones. La presencia de ofrendas del Tipo Cehac Hunacti y Chenmul modelado,
sugieren que durante el Posclásico medio, se depositaron ofrendas sobre algunos
edificios. La secuencia constructiva en Los 27 Escalones, se extiende por un periodo
largo, alrededor de 500 años, periodo que tiene sus inicios durante el Clásico temprano,
culminando a finales del Clásico terminal- Posclásico temprano.

166
VI. El Clásico Tardío: diversidad de proyectos y rasgos.

La secuencia cultural del Clásico tardío en Kohunlich, se manifiesta en la arquitectura


de los edificios que conforman la Plaza de las Estelas, La Plaza Merwin y en los
conjuntos habitacionales: Patio Elevado de la Acrópolis, Conjunto Pixa’an, Conjunto
Noroeste y en el Conjunto Los 27 Escalones.

El Conjunto del Patio Elevado de la Acrópolis, se ubica en el segmento superior de la


Acrópolis de Kohunlich. La sub-estructura de la Acrópolis, en sus costados oriente y
sur, actualmente exponen dos torres que integran rasgos afiliados al estilo Rio Bec;
rasgos analizados anteriormente por Andrews, (1987). En un texto posterior,
presentamos nuestras primeras ideas al respecto (Nalda y Balanzario, 2006). El estilo
Río Bec en Kohunlich se localiza en la Sub-estructura de la Acrópolis y en un pequeño
edificio (D7), localizado en el extremo poniente del Juego de pelota, cuyas
características, fueron analizadas anteriormente en este texto47 (ver foto 41 y figura 23)

47.- Los elementos característicos del estilo Río Bec, se ubican en edificios alargados, con dos galerías
de cuartos abovedados; estos edificios están enmarcados por elevadas torres con cuerpos escalonados y
esquinas redondeadas, ubicadas a los lados del edificio. Las torres presentan escalinatas simuladas, con
peraltes altos y huellas angostas, generalmente provistas de alfardas; estos basamentos están,
rematados por pequeños templos, decorados con mascarones tipo mosaico, formados por sillares
pequeños, colocados sin junta; sobre sus techos desplantan cresterías caladas. La mampostería de estos
edificios, está formada por paramentos rectos, decorados con hileras de columnas embebidas, grecas
escalonadas o paneles verticales decorados con cruces o mascarones estilizados del dios narigudo maya
representado de perfil; están delimitados por dos molduras, la inferior tiene grupos de tamborcillos,
enmarcados en molduras horizontales; en tanto que la superior, tiene un paramento ligeramente
inclinado, delimitado por dos molduras verticales o biseladas, conteniendo piedras ancladas, sobre las
que descansan figuras modeladas en estuco. También pueden estar decorados por mascarones
estilizados; sus muros están revestidos por sillares pequeños, colocados sin junta, los que desplantan
sobre un zócalo. Los sitios más representativos de este estilo, se encuentran en la región de Becan y al
centro de la Península yucateca. Sitios como Xpuhil, Chicanná, Hormiguero, Payán, Río Bec, etc.
corresponden a la fase Bejuco (Ball, 1977), período en el que se desarrolló el estilo Río Bec. (Gendrop,
1983:45-72).
167
Foto 41 y figura 23. Acrópolis, sub-estructura fachada oriente (Cfr. Nalda, et.al., 1997)
168
En la segunda mitad del Clásico tardío, las crujías del primer edificio de la Acrópolis
fueron rellenadas, creando el basamento para la edificación de varios edificios; los
cuales desplantan a 50 cm., del lecho superior de las tapas del cierre de las bóvedas
de esta sub-estructura48. Sobre este basamento, desplanta el conjunto de cinco
edificios, localizados en el área del patio elevado (ver figura 24). El edificio principal (E-
1), colocado al centro, está formado por dos crujías y una terraza al frente; le
acompañan dos estructuras formadas por una sola crujía (E2, E4)49. La crujía externa
del edificio central está equipada por una banqueta de paredes verticales con nichos,
tipo “trono”.

Figura 24. Acrópolis. Patio Elevado. Ubicación de edificios.

48.- Las exploraciones realizadas en el Patio Elevado de la Acrópolis, fueron realizadas en la temporada
de campo 1993-1994; a través de pozos estratigráficos y trabajos de mantenimiento se conocieron las
características del relleno constructivo utilizado en el embutido de la sub-estructura. Las bóvedas tienen
una altura de 8 metros, fueron rellenadas con piedras semi-careadas colocadas sin argamasa; sobre la
tapa de la bóveda, colocaron un relleno de 50 cm. de espesor, (formado de piedras medianas y grandes)
y sobre este nivel fue colocada la nueva nivelación (piso de estuco), sobre el que desplantan los nuevos
edificios. (Informes al Consejo de Arqueología 1993-1994)
49.- La simetría que guardan los primeros cincos edificios, en forma de “C”, responde a la “composición
tripartita” de Gendrop (1985).
169
Los cinco edificios, tienen fachadas de paramentos lisos, jambas redondeadas y
columnas esquineras, así como una moldura basal de tres elementos, con tamborcillos
en grupos de tres en el elemento central (ver fotos 42-43). El revestimiento exterior de
los muros, está formado, por sillares careados, colocadas con juntas finas y escasas
cuñas, cubiertos por finos aplanados de estuco. Fachadas similares las hemos
observado en el Palacio Pixa’an (E1) y en el edificio localizado al poniente de la Plaza
de las Estelas (B-2 “El Rey”). A diferencia de estos edificios, el Edificio E1 del Patio
Elevado, esta equipado por una banqueta “trono” y una terraza, localizada al frente de
la fachada principal (ver foto 44).

Foto 42. Acrópolis. Patio Elevado, Edificio E4, fachada norte.

170
Foto 43. Acrópolis. Patio Elevado. Edificio E-3, fachada poniente

Foto 44. Conjunto del Patio Elevado. Edificio E-1, terraza al frente de la
Fachada norte.

171
banquetas, su fachada es a base de columnas redondeadas exentas; en una etapa
posterior las columnas fueron modificadas y embebidas en pilastras. Tres estructuras
más (E9, E10, E10A), fueron construidas con paramentos lisos desplantando sobre un
zoclo. Al igual que los anteriores edificios, sus muros estuvieron revestidos por sillares
colocados con junta fina.

Similares fachadas porticadas a base de columnas redondeadas, se ubican en dos


edificios más. Uno de ellos es el Edificio de las Columnas Pareadas (D-4) de la Plaza
Merwin (ver foto 45 y figura 25) y el segundo se localiza en el tramo poniente del
Edificio de La Gradería (G-2). Ambos edificios tienen columnas embebidas en los muros
de su fachada principal, pero a diferencia del edificio E6 del Patio Elevado, en estos
casos las columnas exentas son dobles y aplanadas por la cara interna.

Foto 45. Plaza Merwin, Edificio D4, fachada oriente.

172
Figura 25. Plaza Merwin. Edificio de las Columnas pareadas D-4, fachada oriente
(Cfr. Nalda, et.al., 1997)

Una secuencia similar de estilos, la hemos encontrado al analizar las etapas


constructivas de los edificios del Conjunto de Los 27 Escalones. El edificio E4, se ubica
al oriente del Patio 1, tiene una sub-estructura, formada por una galería abovedada, con
vanos formados por jambas mixtas; una a escuadra y otra redondeada, y paramentos
lisos revestidos de sillares careados cubiertos por aplanados de estuco50 (ver foto 46) .

El edificio que lo resguardó, tiene paramentos revestidos de piedra careada colocada a


“hueso” (juntas muy finas), decorados con una moldura basal de tres elementos: tres
tamborcillos en el central y molduras horizontales; al frente del vano central se localiza
un pequeño escalón que junto con la moldura basal, forman un Chac geometrizado; las
jambas de sus tres vanos son en ángulo recto. (Ver foto 47 y figura 26). Los diseños de
estas dos etapas, se contraponen y no comparten elemento alguno, salvo en la calidad
de su mampostería.

50. Ver pozos estratigráficos: 27-P29, 27P-30, 27-P36 y 27-P53 (Nalda, et.al., 1997); P27-33, P27-34,
P27-35. (Nalda y Balanzario 2000).
173
Las excavaciones estratigráficas realizadas en el edificio E-4, exhibieron que el
desplante de la subestructura de este edificio, se ubica en el nivel general de la plaza;
la estructura posterior fue levantada sobre los cuartos de la sub-estructura, los que
fueron desmantelados y rellenados, conformando así, el cimiento del nuevo edificio.
Posteriores edificaciones alrededor de los edificios E4 y E1, implicaron la ampliación de
la plataforma del edificio E1. El edificio E4, fue equipado con una amplia terraza,
localizada al frente de su fachada principal (poniente), la antigua escalera de peraltes
inclinados fue ahogada, y en su lugar fue construida una escalera adosada al
paramento poniente de la nueva plataforma.

Fotos 46. Conjunto de Los 27 Escalones. Edificio E-4, sub-estructura,

174
Foto 47 y figura 26. Conjunto de Los 27 Escalones. Edificio E4, fachada
poniente (Cfr. Nalda, et.al., 1997).

175
Foto 48 y figura 27 .Conjunto de los 27 Escalones. Edificio E-1, fachada norte
(Cfr. Nalda, et.al., 1997).

176
El edificio E-1 se localiza al poniente de E4, al sur del patio dos. Es un edificio decorado
con columnas embebidas y columnas esquineras, ubicadas en los paramentos de su
fachada principal (norte). Posteriores construcciones fueron adosadas a los extremos
este y oeste del edificio, las cuales también conservaron los mismos rasgos
arquitectónicos de la fachada principal (ver foto 48 y figura 27). El edificio E1, es el
único ejemplo en Kohunlich, de muros con columnas embebidas que no están
asociados a pórticos columnados51.

Foto 49. EdificioE1, sub-estructura fachada sur.

51. Hemos encontrado ejemplo similares en la estructura III de Chicaná, en su fachada se observan
columnas agrupadas en número de cuatro y no de dos como es el caso de Kohunlich. En la región
Chenes, en el Cuartel de Santa Rosa Xtampak se observa en su fachada principal columnas embebidas
y columnas esquineras.

177
Al norte del edificio E-1, se localiza el edificio E-8, la sub-estructura de este edificio es
de paramentos lisos rematados por una moldura media ataludada formada por tres
sillares grandes colocados con juntas medianas con cuñas; moldura que tiene
características similares al estilo Chenes. La moldura inferior está formada por un
zócalo ataludado. Las fachadas del edificio, fueron cubiertas con gruesos aplanados de
estuco de color rojo52 (ver foto 49). El edificio que lo resguardó, se construyó sobre
este antiguo edificio, creando un relleno contenido en una amplia plataforma de dos
cuerpos. El nuevo edificio, de paramentos lisos, está conformado por muros que
desplantan sobre un zócalo de peralte recto, diferente al de la etapa anterior. El nivel de
destrucción de sus muros, no conservó evidencias de la moldura media, sin embargo
en el Palacio de los Grafitis del Conjunto Noroeste con características arquitectónicas
similares, se conserva la moldura media in situ, ataludada y de paramentos lisos, con
una altura de más de un metro, de características similares a las presentadas en la sub-
estructura de E8.

Foto 50. Edificio E8, escultura.

52. Consultar pozos estratigráficos: P27-37,P27-40,P27-41 (Nalda y Balanzario, 2000).


178
En el material de derrumbe, recuperado en el patio uno, al frente a la fachada sur del
edificio E8, se recuperó una pequeña escultura con el rostro decapitado, de la que sólo
se conserva el cuerpo del personaje cubierto con una capa con medallón al centro. En
la escultura se observan al descubierto los brazos con las palmas de las manos, unidas
y colocadas al centro; por la espiga que se observa en el extremo inferior de la
escultura, posiblemente formaba parte de la moldura superior de la fachada del edificio
(ver foto 50).

Foto 51. Edificio E7, fachada principal (oriente).

Un edificio más, se ubica en esta secuencia constructiva, es el edificio E7. Se localiza al


poniente del edificio E8. La subestructura del edificio E7 desplanta sobre una
plataforma, en la que se ubica una crujía central y dos cuartos laterales. La
mampostería de E7 Sub., es similar en ejecución a la observada en el edificio E4 Sub.:
paramentos rectos, revestidos de sillares cuidadosamente cortados, colocados a hueso
179
y escaleras estucadas con peraltes inclinados. La única diferencia se observa en que,
las jambas de sus vanos son rectas, mientras que las de E4 Sub., son mixtas. En una
etapa más tardía, fueron adosadas nuevas construcciones a la sub-estructura de E7,
una habitación más fue colocada al frente de la fachada principal que junto con la am-
pliación de la plataforma y nuevas escaleras, modificaron la planta del edificio. Estas
adiciones conservaron el antiguo estilo, el único cambio fue la calidad de los materiales
utilizados; sillares de regular tamaño colocados con juntas medianas, cubiertos por
gruesos aplanados de estuco, cegaron la antigua fachada principal (ver foto 51).

Al comparar las secuencias del Patio Elevado de la Acrópolis y de Los 27 Escalones,


observamos diferencias. En el Patio Elevado los edificios de las jambas redondeadas
anteceden y dan lugar a construcciones porticadas con columnas encajonadas; en
contraste, las jambas mixtas redondeadas y a escuadra de la sub-estructura de E-4 en
los 27 Escalones, guardan una relación formal con esos mismos edificios de jambas
redondeadas del Patio Elevado de la Acrópolis, preceden a una construcción en la que
predominan los paramentos lisos en ángulo recto y revestidos en sus muros exteriores
con sillares (piedras cortadas cuidadosamente) colocados a “hueso”, sin mezcla. Este
último estilo se repite ampliamente en Los 27 Escalones, se ubica en los edificios E7, E-
11A y E-12; también se observa en el Palacio Norte del Conjunto Noroeste y en el
Palacio Pixa’an (Edificio E-1).

Las características básicas de este estilo pueden aparecer combinados con elementos
de otros estilos: en el Palacio Pixa’an (E1), los paramentos lisos de sus fachadas, están
revestidos por piedra cortada colocada a hueso se combinan con jambas redondeadas
en el vano central, molduras basales enmarcando tamborcillos, columnas embebidas en
las esquinas y banquetas con nichos localizadas al interior de sus habitaciones: son
características que se comparten con las primeros edificios del Patio Elevado de la
Acrópolis.

180
Figura 28 y foto 52. Palacio Pixa’an (E1), fachada principal (sur). Dibujo
reconstructivo. (Cfr. Nalda, et.al. 1999).
181
Sin embargo, a diferencia de las fachadas de los primeros edificios del Patio Elevado
(E1, E2, E3, E4 y E5); el Palacio Pixa’an (E1) además de contener las características
antes mencionadas, presenta un elemento más; las fachadas de la primera y última
fase constructiva están compuestas por nichos, elemento que también se encuentra en
las fachadas del edificio B2, denominado “El Rey”, localizado al poniente de la Plaza de
las Estelas (ver figura 28 y foto 52).

Las características de los estilos presentados, nos llevan a establecer cinco estilos
arquitectónicos en Kohunlich, todos ubicados en el Clásico tardío y proyectados hacia el
Clásico terminal:

 A.-El estilo Río Bec “modificado” de corte local.


 B.-El estilo de jambas redondeadas, columnas esquineras, moldura basal
enmarcando tamborcillos agrupados y nichos en sus fachadas, estilo que hemos
llamado Pixa’an53. (ver fotos 53-54)
 C.-. El estilo con columnas embebidas en muros de fachada
 D.-. El estilo de los edificios porticados, con las variantes de columnas pareadas,
columnas sencillas “encajonadas” y pilastras de sección rectangular
 E.- El estilo a base de paramentos lisos, con o sin moldura basal con tamborcillos
agrupados a base de paramentos lisos y jambas a escuadra, revestidos de
piedras colocadas a hueso.

El estilo Río Bec “modificado” lo hemos localizado sólo en dos edificios: la Sub-
estructura de la Acrópolis y en el Templo del Cuchillo (pequeño edificio ubicado al
oriente de la Plaza Merwin). Sea como una variante local o el primer antecedente con
elementos arquitectónicos que originarían este estilo en la región de la misma
denominación; por su posición estratigráfica en Kohunlich se trata de un estilo que

53.- Estilo Pixa’an (pixa’an =escondido en maya); se le ha dado este nombre, por ser el edificio donde se
expresa este estilo, cumpliendo con todas las características. (Nalda y Balanzario, 2006)
182
antecede al estilo de jambas redondeadas, columnas esquineras, nichos con banquetas
y moldura basal enmarcando tamborcillos agrupados.

Foto 53. Conjunto Pixa’an. Edificio E-1, crujía oriente, fachada sur.

A partir del estilo Pixa’an se desarrolló el estilo que integra columnas embebidas.
También se desarrolló el estilo de los edificios porticados, los mayas eliminaron los
paramentos rectos entre las columnas embebidas. Los primeros edificios porticados
serían los de las columnas pareadas, ubicadas en el edificio de la Plaza Merwin y en la
Gradería, con una variante la parte interna de la columna es aplanada, sólo presentan
las circunferencia en la cara exterior.

El edificio E6 del Patio Elevado de la Acrópolis sería una variante de ese primer
proyecto, sustituyendo las columnas pareadas por columnas simples encuadradas o
encajonadas, eliminando así la decoración a base de columnas embebidas en los
extremos de la fachada principal.
183
El edificio D2, de la Plaza Merwin, sería también un ejemplo de construcción porticada,
formada por angostas pilastras de sección rectangular, construidas sobre una
plataforma equipada con una escalera de piedras paradas, típica del Clásico tardío.

Foto 54. Conjunto Pixa’an. Edificio E-1, vano central, fachada principal (sur).

El estilo a base de paramentos lisos, con o sin moldura basal con tamborcillos
agrupados, con jambas en escuadra, revestidos de sillares careados colocados a
“hueso”, se encuentra ampliamente difundido en Kohunlich; el edificio E8 del Conjunto
Pixa’an, el Palacio Norte del Conjunto Noroeste, los edificios del Conjunto de los 27
Escalones, es contemporáneo al estilo Pixa’an.

A esta lista de proyectos arquitectónicos debemos agregar tres más, pertenecientes a la


misma época de Kohunlich. El primero está localizado en edificios de fachadas sin
decoración, jambas a escuadra y con muros revestidos de piedras careadas y

184
semicareadas (grandes y medianas) colocados con abundantes cuñas y mezcla de
acalché y sascab. Este tipo de arquitectura austera, se encuentra asociada a
materiales cerámicos del Clásico tardío-terminal. Ejemplos de este estilo los hemos
localizado en el conjunto de cuartos del edificio E2, los cuales dividieron en dos patios,
la plaza principal del conjunto de Los 27 Escalones; en el conjunto de cuartos ubicados
en el extremo poniente del Conjunto Noroeste. También lo hemos encontrado en
estructuras fechadas en la fase temprana del Clásico tardío. Ejemplos de ello, es el
edificio E8, ubicado en los 27 Escalones, el Palacio de los Grafitis, entre otros. Creemos
que es un estilo utilizado con una gran profundidad temporal, de carácter multifuncional,
que coexistió siempre con el resto de los cinco estilos antes de mencionados. (Ver foto
55)

Foto 55. Conjunto de Los 27 Escalones. Edificio E8, fachada sur y edificio E2, cuartos:
cinco y siete fachada sur.

185
El segundo estilo es de plataformas, frecuentemente de doble escalera, colocadas en
series, formando estrechos callejones. En Kohunlich las hemos encontrado en
abundancia en un área llamada Las Vías, nombre dado por Harrison (1981), a arreglos
similares que encontró en la provincia de Uaymil-Chetumal, en específico en los sitios
de Chacchoben y Chichmul. Son de carácter habitacional y por los materiales
cerámicos recuperados en nuestras exploraciones son del Clásico tardío-terminal. Son
construcciones tardías contemporáneas del estilo de edificios porticados.
El tercer estilo es el representado en el edificio norte de la Plaza Merwin. Es una
estructura de cinco vanos, de paramentos lisos, dispuestos sobre una plataforma; al
frente tiene una escalera de “piedras paradas” flanqueada por una saliente a cada lado.
Por comparación arquitectónica con otras estructuras similares en Chichén Itzá, la
presencia de plataformas con piedras paradas, ha sido fechada en el Posclásico
temprano o medio (Peter Schmidt, com. pers.). Sin embargo los materiales recuperados
en el relleno constructivo de esta estructura, la fechan en el Clásico terminal.

La posición cronológica de cada uno de estos estilos y variantes, se ubican en el


periodo Bejuco-Xcocom de la secuencia de Becán; en Kohunlich tenemos un total de
ocho estilos, algunos de ellos con variantes. La fecha de la construcción de la sub-
estructura de la Acrópolis se ubica en el Clásico tardío fase temprana (550-600 d.C.) y
el fin del Clásico terminal se ubica en 1000 d.C.; la distribución del total de estilos y
variantes se realizó en un periodo de 400 años. Las explicaciones a estas variantes de
estilos arquitectónicas desarrolladas en este periodo, se fundamentan en la
coexistencia de tradiciones culturales. Los primeros cinco estilos, se traslapan y
conviven, representan a diferentes grupos de personas, portadores de tradiciones
propias, quizás provenientes de una misma región o geográficamente distantes,
enfatizando a través de la arquitectura su origen. Los tres estilos restantes se ubican
en el Clásico terminal y principios del Posclásico, un periodo de inestabilidad en
Kohunlich.

186
La región del origen de los estilos de Kohunlich, habría que buscarla en el centro de
Yucatán, en especial en tres regiones: Chenes, el sur del Puuc y en la región de Edzna
(Nalda y Balanzario, 2006). Ejemplos de edificios con columnas esquineras, se
observan con mayor frecuencia en la región de Chenes en los sitios: Santa Rosa
Xtampak, Xkichmook (Edificio 1), Dzilbilnocac (Edificio A1) y Dzehkabtún (Edificio 1);
también se han identificado en un sitio más en la región de Río Bec, en el Edificio V,
Grupo I. Los cuatro sitios antes mencionados, integran una moldura basal compuesta
por tamborcillos en grupos de tres, rasgo que Andrews (1985), considera un rasgo
típico del estilo Chenes.

Foto 56. Edzná, Edificio de Los Cinco pisos.

En tanto que ejemplos de edificios con columnas esquineras, se han identificado en el


sitio de Chicanná, en Río Bec y Xaxbil (Edificio E1) y en la región de Chenes, también
se han identificado en los sitios: Xkitchoomk, Dzibultún y en Santa Rosa Xtampak. Las
jambas redondeadas, es un elemento constante en Kohunlich, elemento que también

187
se localiza en los edificios de los sitios de Edzná y Hormiguero; en el primer sitio se
ubica el Edificio de los Cinco pisos, su arquitectura está compuesta por los diferentes
estilos que integran el Clásico tardío en Kohunlich, se encuentran en el mismo orden:
jambas redondeadas mixtas en el primer nivel, similares al edificio E4 Sub de los 27
Escalones; paramentos lisos y jambas a escuadra en el segundo nivel, similares al
edificio E4; en el tercer nivel columnas circulares exentas, similares a las del edificio
porticado E6 del Patio Elevado. En Kohunlich, esta secuencia de estilos se presenta en
secuencia estratigráfica; en Edzná se observa una secuencia similar de estilos, están
integradas en un solo edificio (ver foto 56). La diversidad cultural observada en la
arquitectura de Kohunlich, se manifiesta en un periodo específico, periodo al que
corresponden la mayoría de los contextos funerarios estudiados en el siguiente
capítulo.

188
VII. Cambios en la organización política: análisis de los sistemas de
enterramiento.

El análisis de los sistemas de enterramiento del sitio de Kohunlich, integra una muestra
de 47 individuos explorados en el área central, ubicados en los períodos del Preclásico
tardío, Clásico temprano y Clásico tardío. Mediante el análisis del contexto arqueológico
de cada uno de los entierros, se obtendrá información sobre la estructura y complejidad
social alcanzada en cada uno de los periodos antes mencionados. Las variables
formales utilizadas, son las siguientes:

A.-Posición espacial. Es el espacio donde se llevo a cabo la inhumación del individuo.


El tipo de construcción (templo, palacio, casa, plataforma), en el que fue depositado, así
como la distancia entre el entierro y el centro del ceremonial o área residencial, al que
se encuentre asociado.

B.-Tipo de enterramiento. Se refiere a la relación anatómica, que observan los restos


óseos. Son de dos tipos: primarios o secundarios. Los enterramientos primarios son
aquellos que conservan una relación anatómica; los secundarios no muestran esta
relación y se encuentran agrupados de manera irregular. (Romano, 1974:86-89).

C.-Forma del entierro. Se refiere al lugar donde se depositaron los restos óseos, en los
que se distinguen dos categorías directos e indirectos. Los entierros directos
corresponden a depósitos sobre la tierra, sobre pisos o áreas de circulación; en tanto
que los indirectos corresponden a fosas, cistas, tumbas o en rellenos constructivos. En
Kohunlich, se identificaron cuatro variantes de entierros indirectos y una variante de
entierro directo.
1. -Entierros en cámaras o tumbas (espacio de tamaño variable abovedado,
construido dentro del basamento o debajo de los pisos del edificio).

189
2.- Entierros en cista (espacio delimitado con lajas o piedras burdas grandes,
selladas con lajas). Construidas dentro del relleno constructivo.
3.- Entierros en banquetas (restos óseos, contenidos en el relleno de la
banqueta, dispuestos sobre el piso de estuco).
4.- Entierros sencillos (restos óseos, contenidos en el relleno constructivo del
edificio).
5.- Entierros en superficie (colocados sobre pisos de estuco, en los patios y al
interior de las estructuras, cubiertos por materiales de derrumbe).

D.-Modo del entierro. Se distinguen dos categorías inhumación o cremación.

E. Número de individuos. Se refiere al número de individuos que contiene cada entierro,


se distinguen entierros individuales y entierros múltiples.

F.-Posición del entierro. Se identificaron nueve posiciones en la muestra.


1.- Extendido decúbito dorsal
2.- Flexionado parcial, decúbito dorsal
3.- Flexionado parcial, decúbito ventral
4.- Flexionado parcial, lateral derecho
5.- Flexionado parcial, lateral izquierdo
6.- Flexionado total, decúbito dorsal
7.-Flexionado total, lateral derecho
8.-Flexionado total, lateral izquierdo
9.- Irregular.

G.-Orientación del entierro. Se refiere a la posición del cuerpo (cráneo-extremidad


inferior) con respecto a las direcciones cardinales.

190
H.- Características físicas del individuo. Se refiere al sexo, estatura y edad54. En la
característica del sexo, se observan tres variantes: femenino, masculino e
indeterminada.

En la estatura observada en la muestra, en las mujeres se registró un promedio de


151.88 cm., y 163.80 cm., en los hombres. En la estimación de la edad se manejan los
siguientes rangos:

1.-NEO. Neonato (menor de 3 meses)


2.-INF. Infantil (0 a 10 años)
3.-ADOL. Adolescente (10-15 años)
4.-SADO.Subadulto (15-25 años)
5.-ADJ. Adulto joven (25-35 años)
6.-ADU. Adulto (35-45 años)
7.-ADM. Adulto maduro (45 a 55 años)
8.-ADO. Adulto avanzado (55 -60 años en adelante)
9.- IND. Indeterminada.

I.- Patologías óseas:


 Artritis (ubicadas en la columna vertebral y articulaciones), asociada a marcas
de osteoporosis.
 Inflamaciones (osteomielitis y periostitis) postraumáticas o infecciosas.
 Fracturas o traumatismos ubicados en la porción distal de radios y cúbitos.
 Afectaciones espongio hiperostósicas ubicadas en la bóveda craneana.
Patología ocasionada por la deficiencia de hierro o con problemas de absorción
de este mineral. Asociada a episodios de anemia, sufridos durante la niñez. (Cfr.,
Tiesler, 1997; Ortner, 1981).

54 El análisis de sexo, edad, estatura y patologías óseas, observadas en cada uno de los individuos de
la muestra de Kohunlich, se basan en el análisis osteológico realizado por la Dra. Vera Tiesler. (Informes
al Consejo de Arqueología 1997,1999, 2004).
191
J.-Patologías dentales:
 Sarro.
 Hipoplasia del esmalte. Asociada a periodos de estrés, problemas de
alimentación durante el desarrollo infantil.
 Caries.
 Fracturas dentales, antemortem.
 Abscesos.

K.- Elementos culturales asociados al origen del individuo. Se refiere al tipo de


mutilación dentaria y deformación craneana, identificada en los individuos de la
muestra55.
 Mutilación dentaria. Se refiere a la práctica cultural realizada sobre la dentadura,
con la modificación del contorno de las piezas dentales. Mediante dos técnicas:
el limado y la perforación parcial para su posterior incrustación de diversos
materiales (jadeíta, pirita, hematita o turquesa). En Kohunlich se han identificado
los tipos: A1, A2, A4, B4, B5, B7, C3, C4, E1, G4 y F10 (Cfr. Tiesler, 1997).

 Deformación craneana. Se refiere a la deformación del cráneo, la que consistía


en comprimir la cabeza del infante, aplicando dos tipos de aparatos
deformadores: el primero se conforma de tablillas y almohadillas, colocadas en
dos planos compresores, uno anterior o frontal y otro posterior, unidas entre sí
por bandas laterales ajustadas sobre la cabeza; el segundo era la colocación del
infante en una cuna especial. En la muestra de Kohunlich, se han identificado
tres tipos: tabular erecta, tabular oblicua y tabular mimética en su forma
bilobulada. (Tiesler, 1998:171).

55 Los temas de mutilación dentaria y deformación craneana, se adscriben a la osteología cultural;


siendo la rama de la osteología antropológica, que se ocupa del estudio de las modificaciones del
esqueleto humano y los dientes. (Lagunas y Hernández, 2000: 92)
192
L.-Variables recuperadas en laboratorio. Se refiere a los análisis de isotopos estables
en dientes, análisis del contenido de estroncio y zinc, y análisis de DNA (mitocondrial);
temas que serán analizados en capítulos posteriores.

M.-Ofrenda. En esta variable, se distinguen tres categorías: cantidad, calidad y


variedad. En lo que se refiere a cantidad se manejan cinco rangos: 0, (cero elementos),
1 (de 1 a 3 elementos), 2 (de 4 a 6 elementos), 3 (de 7 a 10 elementos) y 4 (10 a más
elementos). En el tipo de materiales ofrendados, se considera la calidad, distinguiendo
cinco rangos:

• Baja= fragmentos de diversos materiales (concha, caracol, cerámica, lítica,


figurillas, restos óseos, estuco) y/o cenizas/carbón.
•Media= vasijas monocromas, fragmentos de lítica y sedimentos (ceniza/carbón,
semillas, cinabrio).
•Alta= vasijas con engobe, restos óseos, concha/caracol, obsidiana, pedernal,
sedimentos (ceniza/carbón, cinabrio, semillas).
•Muy alta= vasijas policromas, lítica pulida, lítica tallada, concha/caracol, y
sedimentos, restos óseos (ceniza/carbón, semillas, copal).
Excepcional= vasijas policromas con o sin inscripciones, lítica pulida, lítica
tallada, concha/caracol, coral, jade, madera, restos óseos y sedimentos
(semillas, copal, ceniza/carbón).

En lo que respecta a la variedad, se distinguen 17 tipos de materiales, siendo los


siguientes:
1. cenizas y/o carbón
2. cerámica
3. cinabrio
4. concha/caracol
5. coral

193
6. copal
7. calizas
8. estuco
9. hueso trabajado
10. madera
11. obsidiana
12. pedernal
13. jade
14. piedra verde
15. restos óseos humanos
16. restos óseos animales
17. Semillas

Una vez presentadas las variables formales a utilizar; en la primera parte los datos
serán procesados estadísticamente a fin de detectar posibles agrupamientos en los
tipos de entierros y asociaciones entre las variables. Autores como Binford (1971),
O’Shea (1984) y Tainter (1977), han evaluado el estatus del individuo mediante el
análisis de las ofrendas en función de la cantidad, variedad y calidad; la sumatoria de
las tres variantes permitirá evaluar el gasto de energía en el tratamiento mortuorio así
como el nivel social del individuo. La segunda parte incluye el análisis multidimensional
(MDS), el que pretende demostrar la dispersión o asociación entre variables, con el fin
de evaluar el sistema funerario; identificando así aspectos económicos, ideológicos y
sociales.

Análisis de los materiales por periodo

En Kohunlich, se tiene una muestra de 47 individuos, a cada uno se les ha asignado


una temporalidad en relación al contexto en el que fueron encontrados y en asociación
a los materiales arqueológicos recuperados en la ofrenda respectiva, en
correspondencia a la cronología propuesta en los capítulos anteriores. En el Preclásico
194
superior se ubican 4 individuos; para el Clásico Temprano 3 individuos y para el
Clásico tardío 43 individuos. A continuación se presentan y se discuten los materiales
más relevantes recuperados en cada contexto.

Preclásico superior (300-50 a.C.) - Clásico temprano (250-550 d.C.)

La ocupación más temprana en Kohunlich, se ubica en la Plaza Yaxná, ahí se han


explorado seis de los nueve edificios que la rodean (ver figura 29). En dos de estos
edificios, se encontraron sub-estructuras del Preclásico superior y en menor medida
una ocupación del Preclásico medio, representada por plataformas de baja altura, sobre
la que desplantaron construcciones de materiales perecederos.

El edificio E3, es resultado de varias etapas constructivas, siete en total. La primera de


ellas corresponde a una pequeña estructura del Preclásico, las etapas más recientes
corresponden al edificio hoy día expuesto. En el área superior del basamento fue
construida una cámara con bóveda, en su interior fue depositado el entierro E2-Y, el
cual fue saqueado en la década de los 80’; sólo se recuperaron fragmentos de hueso y
una pieza dentaria, así como un fragmento de cerámica Tipo: Dos Arroyos, marcando
el terminus post quem de la inhumación (250-550 d.C.). Debajo del piso de estuco de la
cámara, se encontraron los restos de un entierro múltiple (E3-Y, E4-Y y E5-Y)
depositado en cistas independientes, dispuestas una al lado de la otra. Sólo el entierro
E3-Y ostentó una ofrenda excepcional, fechada en el periodo del Preclásico superior
(ver figuras 30-31 y fotografía 57).

En asociación al edificio E3, el entierro E6-Y se localizó al desplante de la escalera


central, en el relleno constructivo del quinto piso de la plaza, ubicado, en el pozo P15-
YE256. La estratigrafía identificada, está formada por seis pisos de estuco, separados
por firmes de gravilla y por rellenos de piedra burda mediana y grande. A juzgar por el

56. Información detallada en el Informe al Consejo de Arqueología, Temporada de campo 1997, volumen
I. Enrique Nalda, et.al. 1997.
195
material cerámico recuperado en cada uno de estos rellenos, se distinguieron tres
momentos constructivos, siendo el más temprano el del Preclásico medio. Los pisos
cinco y seis corresponden a este periodo, se encuentran asociados a una plataforma
de baja altura. En el relleno constructivo del piso cinco, se recuperaron los restos del
individuo E6-Y, acompañado de fragmentos de material cerámico de los Tipos:
Juventud Rojo: variedad Jolote, Sierra Rojo: variedad Sierra, Repasto Negro: variedad
Repasto y Estriados. La muestra de las inhumaciones del Preclásico, se compone de
cuatro individuos de tipo primario, depositados de forma indirecta: tres en cistas y uno
en el relleno constructivo de la segunda nivelación de la Plaza Yaxná.

Con respecto a las inhumaciones del Clásico temprano, la muestra se conforma de tres
entierros: E2-Y, E7-Y y 1M. Los dos primeros se localizan en los edificios E3 y E1 de la
Plaza Yaxná. El tercer entierro, se ubica en el edificio de los Mascarones, en una
cámara abovedada, construida al interior del basamento, a una profundidad de más de
dos metros, medidos a partir del piso de estuco del templo. Fue saqueado en la década
de los 70’ y sólo se tiene la evidencia de un plato policromo del Tipo: Dos Arroyos
Naranja Policromo, así como fragmentos de lítica (pedernal), un fragmento de espina de
mantarraya y algunas teselas pequeñas de jade; de los restos óseos no se tiene
ninguna información.

El entierro E2-Y, es un individuo de edad adulta, el sexo no fue identificado debido a la


escasa evidencia, quizás estuvo acompañado por una ofrenda de calidad alta, sólo se
recuperaron escasos fragmentos de cerámica policroma del Tipo: Dos Arroyos. El
segundo entierro E7-Y, se localizó en una cámara abovedada construida al interior del
basamento del edificio E1 de la Plaza Yaxná, a una profundidad de tres metros,
medidos desde el piso de estuco del templo. Es un individuo de sexo masculino,
acompañado de una ofrenda suntuosa, la presencia de roedores al interior de la
cámara, ocasionaron que el entierro se encontrará alterado y observará una posición
irregular.

196
Figura 29. Plaza Yaxná, ubicación de entierros (Cfr. Nalda, et.al., 1999).
197
Figura 30. Plaza Yaxná. Edificio E3, ubicación de entierros.

Figura 31. Plaza Yaxná. Entierro E3-Y y fotografía 57.

198
La muestra de las inhumaciones de ambos periodos, se compone de siete individuos.
En la tabulación 1A se observará, que los rangos de edad se asocian en tres grupos: el
primero conformado por un infante, con una edad de 1- 3 años, el segundo conformado
por dos individuos, uno de sexo masculino y otro femenino con un rango de edad de 15
a 25 años y el tercero formado por adultos de sexo masculino con un rango de edad de
más de 60 años. Los dos primeros grupos pertenecen al periodo del Preclásico tardío,
en tanto que el tercer grupo, la mayoría de los individuos se ubican en el Clásico
temprano.

Tabulación 1A
No. Entierro Edificio Conjunto Temp. Edad Sexo

Ent03-Y E-3 Yaxná PCS 15-25 años Masculino


Ent04-Y E-3 Yaxná PCS 0-10 años Indeterminado
Ent05-Y E-3 Yaxná PCS 10-15 años Femenino
Ent06-Y E-3 Yaxná PCM 60 años Masculino

Ent02-Y E-3 Yaxná CTE1 60 años No identificado


Ent.07-Y E-1 Yaxná CTE1 60 años Masculino
Ent.1M A-1 Los Mascarones CTE1 ? ?

Al analizar la cantidad de ofrenda asociada, a cada uno de los siete individuos, se


observará en la tabulación No. 2, que sólo tres individuos de sexo masculino (E3-Y,E7-
Y y E1-M) presentaron una ofrenda suntuosa de 4 a10 objetos, mientras que la mujer
(E5-Y), el infante(E4-Y) y un adulto (E6-Y), tuvieron una ofrenda significativa. Tal
diferencia se atribuye, a que el entierro múltiple (E3-Y, E4-Y y E5-Y), se encuentra en
el mismo nivel debajo del piso de estuco de la cámara abovedada del edificio E3, cada
uno fue depositado en cistas, separadas, por alineamientos de piedras burdas

199
semicareadas y lajas, dada la ausencia de una ofrenda significativa acompañando a los
individuos E4Y y E5Y, posiblemente funcionaron como ofrenda o acompañantes del
individuo E3Y (ver figura 32).

Tabulación No.2 Cantidad de objetos.

No. Entierro No. Individuos Período (1 a 3) (4 a 6) (7 a 10) (10 a más)


1 2 3 4
Ent03-Y 1 PCS 1
Ent04-Y 1 PCS 1
Ent05-Y 1 PCS 1
Ent06-Y 1 PCS 1

Ent02-Y 1 CTE1 1
Ent.07-Y 1 CTE1 1
Ent.1M 1 CTE2 1

La inhumación E3-Y, es un joven de sexo masculino, ataviado por una ofrenda


conformada: con orejeras de jade y discos de caracol-concha, cubiertos por un mosaico
de pequeñas teselas de piedra verde y concha; un posible bastón de madera pintado -
sólo se recuperaron algunos fragmentos de madera- y un plato matado, Tipo Polvero
Negro: variedad Polvero (cfr. Forsyth, 1989:36-40; Kosakowsky, 1987:76-79),
depositado en el psicoducto localizado en el costado oriente de la cista, fechado en el
Preclásico tardío (300-50 a.C.).

En la tabulación No. 2, se observará, también, que las tres inhumaciones del Clásico
temprano, fueron individuos depositados en cámaras funerarias, contenidas en edificios
monumentales, en templos con grandes basamentos, en relación al estatus conferido
de cada personaje. Son individuos que estuvieron acompañados por ofrendas, oscilan
en el mismo rango de edad, alrededor de sesenta años. A excepción de los individuos
200
1M y E2Y, del que ignoramos las características de su ofrenda, debido a la escasa
evidencia que dejaron los saqueadores; la inhumación E7Y, estuvo ataviada con dos
orejeras de jade y una ofrenda suntuosa, formada por 2 platos y un vaso trípode con
tapa, ambos del Tipo Rojo/Canelo; 2 platos Tipo Becanchen Café: variedad Becanchen
y 3 vasijas con vertedera Tipo Balanza negro: variedad Balanza (Ball,1977: 26, 32-33),
(ver figura 33).

Figura No. 32. Plaza Yaxná, edificio E3. Entierro múltiple (Cfr. Nalda, et.al. 1997).

201
Figura 33 y fotografías No. 58. Plaza Yaxná. Edificio E1 entierro E7-Y. Ofrenda,
vasijas Tipo: Rojo/Canelo

202
Con respecto a la posición anatómica que observan los individuos, sólo fue posible
identificarla en el periodo del Preclásico superior. El individuo E3-Y, presenta una
posición decúbito dorsal, es la inhumación con mayor ofrenda; el segundo individuo es
un infante (E4-Y), presenta una posición irregular debido a que sólo se recuperaron
fragmentos dispersos del cráneo, piezas dentarias, fragmentos de costillas y huesos
largos, quizás producto de un desmembramiento previo a la inhumación. El tercer
entierro E5-Y, observa la posición flexionada total. Del entierro E6-Y, no podemos
inferir alguna posición, debido a que los restos óseos se encontraron en posición
irregular, ocasionada por la presencia de roedores.

En cuanto a la orientación que guardan, sólo se observaron dos variantes: el entierro


E3-Y observa la orientación Sur-Norte, mientras que el entierro de la adolescente E5-Y,
observa la orientación Este-Oeste. Con respecto a los entierros del Clásico temprano,
no fue posible identificar ninguna posición, ni orientación. La modificación cultural, sólo
se identificó en los individuos del Preclásico, los entierros E3-Y y E5-Y, presentaron
deformación craneana; en tanto que los entierros E3Y y E7Y presentaron mutilación
dental. E3Y presentó mutilación del tipo A4 (Ver tabulación No 3.).

Tabulación No. 3
No. Entierro Sexo Tipo de deformación Mutilación dental

Ent03-Y M Presenta A4
Ent04-Y IND No presento
Ent05-Y F Presenta No presenta
Ent06-Y M No identificada No identificada

Ent02-Y NID ? No identificada


Ent.07-Y M No presento Si presenta
Ent.1M ? ? ?

203
Así una vez presentadas las características que presentan cada uno de los individuos,
se observará que la secuencia de eventos inició, con la construcción de una plataforma
en el Preclásico Medio, localizada al desplante de la escalera central del edificio E3 de
la Plaza Yaxná. Es una construcción asociada a una de las primeras nivelaciones de la
plaza, donde se depositaron los restos del individuo E6-Y, acompañado de una ofrenda
de calidad baja. Esta plataforma fue cubierta por nuevas nivelaciones y por un enorme
basamento construido durante el Preclásico tardío, sobre el que se apoyaron tres cistas
conteniendo un entierro múltiple, cuyo personaje principal (E3-Y) ostentó una ofrenda
excepcional (ver foto 59).

Foto 59. Plaza Yaxná. Edificio E3, Entierro E3-Y, ofrenda: plato Tipo: Polvero y orejeras
de jade.

Posteriormente, al basamento de E3, le fue adosada una plataforma, construida durante


el Protoclásico, en cuyo relleno se depositó una ofrenda de cuarenta y cuatro platos
Tipo Sierra Rojo: variedad Sierra (Forsyth, 1989: 21-30); dispuestos en pares, con los
bordes encontrados, junto con esferas de caliza, tres dovelas y discos o tapones de
caliza, materiales que simbolizan los mitos de creación. Durante el Clásico temprano,
se construyó sobre las cistas del entierro múltiple, una cámara funeraria, en la que se
depositaron los restos del individuo E2-Y. Así esta secuencia, denota que desde
204
épocas muy tempranas existía en Kohunlich, una fuerte diferenciación social, la
construcción de un edificio monumental para acoger los restos de un personaje
importante (E3Y), ataviado de insignias relacionadas con el poder, el bastón de mando,
el par de extraordinarias orejeras de jade de manufactura única, así como las cuentas
de concha y jade, junto con la ofrenda de un plato Tipo: Polvero Negro: variedad
Polvero (Cfr. Forsyth, 1939:36-40; Kosakowsky, 1987:76-79), localizado en el
psicoducto, son símbolos del reconocimiento social que tuvo el personaje. Es
interesante mencionar que la inhumación E3Y, estuvo acompañada de dos individuos:
un infante y una mujer, restos humanos quizás relacionados por lazos consanguíneos o
alternativamente sacrificados como ofrendas.
Al comparar este tipo de ofrenda con las ofrendas del Clásico temprano, se observa
que si bien se conservan algunos de los objetos de reconocimiento social, las ofrendas
durante este segundo periodo son más abundantes, debido a la presencia de vasijas
con policromía.

Después de analizar los diferentes tipos de indicadores, observamos en la grafica No.


1, que la sumatoria de las variables: variedad, cantidad y calidad, permiten inferir el
estatus de cada uno de los individuos; la conjugación de estas variables, está
representada en la gráfica de análisis multifuncional. Se observará en el dendrograma,
que el entierro E7Y, se encuentra aislado del resto de los demás casos, formando el
conjunto 1.

Gráfica 1. Dendrograma Preclásico superior-Clásico temprano.

Edificio Entierro +---------+---------+---------+---------+----- -----+

E3-Yaxná 5Y ─┐ Conjunto 4
E3-Yaxná 6Y ─┼──────┐
E3-Yaxná 4Y ─┘ ├───────────────────────────────────────┐
E3-Yaxná 2Y ────────┘ │ Conjunto 3
Los Mascarones 1M ─┬──────┐ │
E3-Yaxná 3Y ─┘ ├───────────────────────────────────────┘ Conjunto 2
E1-Yaxná 7Y ────────┘ Conjunto 1

205
Esta ubicación se debe, a que E7-Y es uno de los entierros con mayor ofrenda en el
Clásico temprano, su calidad es muy alta y la manufactura y el estilo de las vasijas Tipo:
Rojo /Canelo son piezas únicas, no se han encontrado en el área maya ejemplares
similares; en tanto que el grupo de vasijas con vertedera Tipo: Balanza Negro (ver foto
60), sólo existe un grupo de vasijas similar en temporalidad y tipo cerámico, ubicada en
la ofrenda del entierro del Edificio E1, Plaza Las Abejas, en el sitio de Oxtankah,
localizado a 80 kilómetros al noreste de Kohunlich, en el poblado de Calderitas
Quintana Roo. Las orejeras de jade del individuo E7-Y, fueron piezas importadas y
manufacturadas en el área de Guatemala, hechas ex profeso para la inhumación de
este personaje de sexo masculino, mayor de 60 años.

Foto 60. Plaza Yaxná. Edificio E1, ofrenda del entierro E7-Y, vasijas Tipo: Balanza
Negro.

Se observará también, que en el conjunto 2, se ubican dos casos: los entierros 1M y


3Y. El primero pertenece al Clásico temprano, el individuo 1M fue un personaje
probablemente de sexo masculino y estuvo acompañado de una rica ofrenda; el plato
206
policromo Tipo: Dos arroyos, del que sólo se tiene una fotografía, las teselas de jade y
espina de mantarraya, son elementos que denotan su estatus, junto con el espacio
donde fue inhumado, en uno de los edificios más emblemáticos de Kohunlich,
ornamentado por mascarones de estuco, confirman su estatus social.

El entierro E3-Y, se localiza en el conjunto 2, en asociación al entierro 1M, ambos


pertenecen a un estatus similar; sólo difieren en temporalidad. E3-Y se ubica en el
Preclásico superior, fue depositado en una cista, en posición decúbito dorsal extendida
y estuvo acompañado de una ofrenda de menor cantidad, a las observadas en el
Clásico temprano, pero de calidad similar. Las orejeras de jade y discos de concha,
cubiertas por un mosaico de teselas de jade, las cuentas de concha y jade, así como el
bastón de madera; son piezas únicas, prebendas de un personaje con alto
reconocimiento social. El conjunto 3, está formado por el entierro E2-Y, se observará
que se encuentra aislado de los conjuntos 1 y 2; tal condición se debe a la escasa
evidencia dejada por los saqueadores, su estatus de nivel alto puede inferirse por su
ubicación. La inhumación de E2-Y, fue realizada al interior de una cámara abovedada,
construida sobre el basamento del edificio E3 de la Plaza Yaxná.

En el conjunto 4, se incluyen tres casos: E4-Y, E5-Y y E6-Y, los dos primeros se
encuentran asociados al entierro E3-Y, fueron depositados en cistas independientes,
colocadas una al lado de la otra. E4-Y y E5-Y, son inhumaciones que estuvieron
acompañados de una ofrenda significativa, formada por fragmentos de cerámica,
pedernal y carbón; son individuos (infante y mujer) quizás relacionados por lazos
consanguíneos o formaron parte de las prebendas del personaje principal. Al
considerar el espacio donde se encuentran y en asociación al entierro E3-Y, es posible
asignarles un estatus alto. En lo que respecta al entierro E6-Y, es un individuo de
estatus bajo, cuya inhumación se ubica en contexto de ofrenda, asociada a una de las
nivelaciones más antiguas de la Plaza Yaxná.

207
Tabulación 4

No. Entierro Variedad Calidad Cantidad Estatus

Ent03-Y 4 5 2 11
Ent04-Y 3 1 1 5
Ent05-Y 2 1 1 4
Ent06-Y 1 1 1 3

Ent02-Y 2 4 1 7
Ent.07-Y 7 5 3 15
Ent.1M 5 5 2 12

Después de analizar los diferentes tipos de indicadores, observamos en la tabulación


No. 4, que la sumatoria de las variables: variedad, cantidad y calidad, nos permiten
definir el estatus de cada uno de los individuos. Se observará que en ambos periodos,
sólo los hombres tuvieron un estatus alto, a excepción del individuo E6-Y de estatus
bajo, cuya inhumación se debe al contexto en que se encuentra (ver tabulación 4).

Clásico tardío (600-800 d.C.).

El Clásico tardío es la época de mayor esplendor en Kohunlich, es el periodo de mayor


crecimiento poblacional, reflejado en la construcción de varios conjuntos habitacionales.
Tan sólo en el área central del asentamiento, existieron alrededor de veinte conjuntos.
Sólo se han explorado cuatro, de estos conjuntos, en los que se han ubicado
inhumaciones: el 74% proviene del conjunto de Los 27 Escalones, 9% pertenece al
Conjunto Noroeste y el porcentaje restante se distribuye entre los Conjuntos Pixa’an,
Plaza Yaxná y Plaza de las Estelas (ver gráfica 2).

208
La muestra de este periodo está compuesta por 43 individuos, distribuidos en los
conjuntos antes mencionados, los cuales se analizaron primero por sexo y edad, de
acuerdo a dos formas de agrupación. La primera corresponde a la edad asignada a
cada individuo, en la gráfica 3 se observará que tres grupos presentaron porcentajes
similares (21-25%): nueve individuos subadultos (15 a 25 años), nueve adultos maduros
(45 a 55 años) y diez individuos en edad senil (60 años en adelante); los menores
porcentajes lo representan el grupo de individuos en edad infantil (11%) y los adultos
jóvenes de 25 a 35 años de edad (9%).

209
En el segundo análisis, las inhumaciones se asociaron en conjuntos por edad: el Grupo
1 (0-15 años) cinco individuos (12%). Grupo 2 (16-45 años), diez y ocho individuos
(42%), de los cuales dos son indeterminados (11%), siete son mujeres (39%) y nueve
son hombres (50%). Grupo 3 (46-60 años o más), dos son indeterminados (10%), ocho
son mujeres (40%) y diez son hombres (50%), (ver gráfica 4). Como puede observarse
en ambas gráficas, la cantidad de infantes es baja, en comparación al observado en los
adultos; en tanto que los grupos dos y tres observan porcentajes similares,
representando un promedio de vida de más de 50 años, esperanza de vida similar a la
observada en los períodos del Preclásico y Clásico Temprano.

Gráfica 4

Al analizar los individuos por sexo, en la gráfica 5 se observará que el 44% de la


muestra pertenece a 19 individuos de sexo masculino, en tanto que el 35% pertenece a
15 individuos del sexo femenino; el porcentaje restante (21%) está representado por 4

210
individuos en edad infantil y 5 individuos con evidencia insuficiente, a los que no fue
posible determinar su sexo.

.
Con respecto a la ofrenda asociada a cada individuo, la mayoría (95%) tuvieron ofrenda
en su inhumación, sólo dos individuos de edad infantil (5%), no presentaron ofrenda,
debido a que ambos se encuentran asociados a los entierros: E27-E1A y E 27A,
ubicados en el Conjunto de los 27 Escalones (ver detalles más adelante).

Al analizar la cantidad de objetos, por individuo, se observa que el 74 % de la muestra


(32 individuos) tuvieron ofrendas de uno a tres elementos; 5 individuos (11%) tuvieron
ofrendas de cuatro a seis elementos y sólo 4 individuos (10%) tuvieron ofrendas de 7 a
más de 10 objetos. En la gráfica 5, se observará que los individuos con mayor riqueza
de ofrendas se ubican en el Conjunto de Los 27 Escalones, siendo el lugar donde se
concentran el mayor número de inhumaciones.

211
Tabulación 5

Cantidad de objetos

Conjunto No. de Individuos (0) (1-3) (4-6) (7-10) (10 a más)


1 2 3 4

Noroeste 4 3 1

Las Estelas 3 3

Pixa'an 3 2 1

Los 27 Escalones 32 2 23 3 2 2

Yaxná 1 1

Total 43 2 (5%) 32 (74%) 5 (11%) 2(5%) 2(5%)

Así mismo, en la tabulación 6, se observará, que el número de objetos asociados a


cada individuo, es preferente para los individuos de sexo masculino. Del total de la
muestra, diez hombres (23%) ostentaron ofrendas con nivel uno (1 a 3 elementos),
nueve hombres (21%) ostentaron ofrendas con niveles tres y cuatro (7 a más de 10
elementos); en tanto que las mujeres, la totalidad (15 individuos = 35%) estuvieron
acompañadas con ofrendas de nivel uno (1 a 3 elementos); el porcentaje restante de la
muestra (18%) corresponde a los individuos de sexo indeterminado, los que
presentaron ofrendas de nivel dos (4 a 6 elementos).

212
Tabulación 6
Ofrenda Noroeste Las Estelas Pixa'an Los 27 Yaxná
Escalones
F M IND. F M IND F M IND F M IND F M IND Total

1 2 1 1 1 1 12 8 3 29
2 1 2 1 3 1 8
3 2 2
4 2 2

2 2 1 2 1 1 1 12 15 3 1 41

Categorías:*1.Uno a tres elementos; 2.-cuatro a seis elementos; 3.-siete a 10 elementos; 4.-10 a más elementos.

Al analizar la calidad de objetos contenidos en las ofrendas, se observa que 10


individuos de sexo masculino (23%), tuvieron ofrendas de calidad baja; un porcentaje
similar se observa en el sexo femenino (28%), doce individuos también, tuvieron
ofrendas de calidad baja. Igualmente es importante mencionar que sólo 9 individuos de
sexo masculino (21%), ostentaron ofrendas de calidades alta, muy alta y excepcional,
mientras que sólo dos mujeres (7%) tuvieron una ofrenda de calidad media. En tanto
que las inhumaciones con sexo indeterminado, tuvieron ofrendas de calidad baja. De
este primer análisis podemos inferir que los hombres tuvieron mejor trato funerario al
momento de morir, que las mujeres; sin embargo las ofrendas asociadas a las dos
mujeres son de buena calidad y están relacionadas con niveles altos de reconocimiento
y prestigio social.

Respecto a la posición anatómica, 24 de individuos (56%), presentaron la posición


extendido decúbito dorsal, le sigue la posición irregular (14%) observada en seis
inhumaciones alteradas por roedores; en menor preferencia se ubican las posiciones:
flexionado parcial, decúbito dorsal (5%), flexionado parcial decúbito ventral (7%);
flexionado parcial, lateral derecho (7%), flexionado parcial lateral izquierdo (2%); el
213
porcentaje restante (9%) pertenece a la posición flexionada total con sus variantes
(decúbito dorsal, lateral derecho, lateral izquierdo).

En el Clásico tardío, los nueve individuos de sexo masculino, hombres de mayor


prestigio fueron inhumados en posición extendido decúbito dorsal, sólo uno presentó
una posición irregular; en el caso de las mujeres con ofrendas de calidad media, las dos
presentaron la posición flexionada parcial decúbito lateral derecho (ver tabulación 7).

Tabulación 7
Número de posición del entierro*

1 2 3 4 5 6 7 8 9 Total

Sexo

Femenino 6 40% 1 7% 2 13% 2 13% 1 7% 1 7% 2 13% 15

Masculino 13 68% 1 5% 1 5% 1 5% 1 5% 2 10% 19

Indeterminado 5 55% 1 11% 1 11% 2 23% 9

24 56% 2 5% 3 7% 3 7% 1 2% 1 2% 1 2% 2 5% 6 14% 43

*Posiciones: 1.Extendido decúbito dorsal; 2. Flexionado parcial decúbito dorsal; 3.Flexionado parcial, decúbito
ventral; 4.Flexionado parcial, lateral derecho; 5. Flexionado parcial, lateral izquierdo; 6. Flexionado total, lateral
derecho; 7. Flexionado total, lateral derecho; 8. Flexionado total, lateral izquierdo; 9. Irregular.

Así una vez presentadas las variables de sexo, edad, posición, depósito, cantidad,
calidad y variedad de las ofrendas, se realizó el análisis multifuncional de conjuntos
jerárquicos para el periodo del Clásico tardío. Para ello se utilizó el programa SPSS
versión 16, seleccionando el método de unión completo.

214
Gráfica No. 6. Dendrograma para el Clásico Tardío.

Entierro 0 5 10 15 20 25
Número +---------+---------+---------+---------+---------+

6B ─┐
27-2B ─┼─┐ Conjunto 10
27A ─┘ ├───────┐
27B ─┬─┘ │
E1A(2) ─┘ │
28C ─┐ │
28D ─┤ │ Conjunto 9
16A ─┤ │
26 ─┼─┐ │
21B ─┘ │ │
16B ─┐ │ │
28B ─┤ │ │
6A ─┤ │ │
27-2A ─┤ │ │
24 ─┤ │ │
E27-3B ─┼─┤ │ Conjunto 8
E27-3A ─┤ ├───┐ ├─────────────────────────────────────┐
EY2 ─┘ │ │ │ │
20 ─┐ │ │ │ │
22 ─┤ │ │ │ │
5 ─┼─┤ │ │ │ Conjunto 7
7 ─┤ │ │ │ │
23 ─┘ │ │ │ │
9 ───┘ │ │ │
E-2 ─┐ ├─┐ │ │ Conjunto 6
EP2 ─┤ │ │ │ │
E1B ─┤ │ │ │ │
15B ─┤ │ │ │ │
17 ─┤ │ │ │ │
21A ─┼───┐ │ │ │ │
E27-1A ─┤ │ │ │ │ │ Conjunto 5
E27-1B ─┤ │ │ ├─┘ │
E27-4 ─┤ ├─┘ │ │
EP1 ─┤ │ │ │
15A ─┘ │ │ │
12 ─┬─┐ │ │ │
EP3 ─┘ ├─┘ │ │ Conjunto 4
29 ───┘ │ │
28A ─────────┘ │ Conjunto 3
18 ─┐ │
E1A ─┼───┐ │
E27-2 ─┘ ├───────────────────────────────────────────┘ Conjunto 2
14 ─────┘ Conjunto 1

215
Del análisis del dendrograma (gráfica No. 6), se desglosan las siguientes
consideraciones: la inhumación E14, se observa aislado del resto de los demás
conjuntos, formando el conjunto uno. El individuo E14 pertenece al grupo de las cuatro
inhumaciones con ofrendas de calidad muy alta, se ubica en el grupo uno debido a que
difiere en edad a las otras tres inhumaciones (E18, E27-2 y E1-A), las cuales se ubican
en el conjunto dos. En los conjuntos tres y cuatro; se ubican los individuos E28A, E29,
EP3 y E12, son inhumaciones que estuvieron acompañadas por ofrendas de calidad
alta y media.

En el resto de los conjuntos se ubican las inhumaciones que tuvieron ofrendas de


calidad media a baja. La mayoría de las inhumaciones localizadas en los conjuntos
jerárquicos antes mencionados, se localizan en el complejo de Los 27 Escalones;
conjunto localizado a 300 metros de la Plaza de Las Estelas.

El complejo de Los 27 Escalones, es un conjunto de 15 estructuras construidas en la


cima de una colina acondicionada. La mayor parte de sus edificios, están dispuestos
alrededor de una plaza central de dimensiones regulares, a la que se accede por una
estrecha escalera ubicada en su costado oriente. La disposición de las estructuras,
sugiere una preocupación por delimitar el espacio habitado, que con el tiempo y la
demanda habitacional, obligó a los mayas a la construcción de una serie de cuartos,
dispuestos a lo largo de una “Z”; ocasionando la división de la plaza en dos espacios
con accesos restringidos. Al exterior del área nuclear, se construyeron otros pequeños
edificios.

De los cuatro edificios tipo Palacio, que presiden el área nuclear del conjunto, sólo en
tres edificios (E-1, E-4, E-8), se han encontrado inhumaciones (ver figura 34). En el
proceso de excavación del edificio E1, en el cuarto poniente de la galería anterior y
entre el relleno constructivo se localizó el entierro E14. Es un individuo de sexo

216
masculino, subadulto de 15-25 años de edad; el esqueleto se encontró completo y en
buen estado de conservación. Fue depositado en posición decúbito dorsal extendida,

Figura 34. Conjunto Los 27 Escalones. Patio I, ubicación de entierros (Cfr. Nalda, et.al.,
1997).

217
en una orientación este-oeste, con las extremidades inferiores entrecruzadas. Presenta
deformación craneana tipo: Tabular erecta mimética. Estuvo acompañado por una
ofrenda de calidad alta formada por: dos vasijas matadas Tipo: Rojo Corona (Ball,
1977:21,23), 2 brazaletes de hueso pintados con cinabrio, 3 cuchillos de pedernal
ubicados en el área de la pelvis, un pectoral de concha en fragmentos, restos de
semillas, restos óseos de animales (aves y peces) y fragmentos de carbón; en el mismo
nivel estratigráfico, se ubicó en el cuarto poniente de la galería posterior del mismo
edificio, una ofrenda conformada por una vasija en fragmentos, del Tipo: Egoísta Resist
(op.cit.: 59-60, 82), en cuyo interior se localizaron restos de semillas y restos óseos de
animales.

Figura 35. Los 27 Escalones, entierro E14. (Cfr. Nalda., et.al., 1997).

218
El entierro E14 y la ofrenda de vasijas, se ubican en el Complejo Bejuco (600-700 d.C.)
de la secuencia de Becan, correspondiente al Clásico tardío, fase temprana.
Temporalidad, en correspondencia con la primera construcción del edificio E1 (ver
figuras 34-35).

Figura 36. Los 27 Escalones, Edificio E1. Entierro E18, dibujo de planta y ubicación
(Cfr. Nalda, et.al., 1997).

Adyacente a la inhumación de E14, en el cuarto interno central del mismo edificio, se


localizó una cámara abovedada (Este-Oeste), dispuesta en el relleno constructivo; en

219
ella se depositaron los restos del entierro E-18. La inhumación, es un individuo de sexo
masculino, adulto (45-55 años) de estatura alta (165.5 m). Los restos óseos
presentaron alteraciones postmortem (alteraciones por roedores), las que ocasionaron,
una posición anatómica irregular. La ofrenda asociada al entierro, está formada por 3
vasos Tipo: Paradero Acanalado (Sabucan 400-600 d.C. [Ball 1977:97]), un plato Tipo:
Herradura Rojo/Café/Negro (600-700 d.C. [Fry, 1987:116]), una navajilla de obsidiana,
fragmentos de coral, semillas y espinas de peces (ver figura 36).

Figura 37. Edificio E1, entierro E26 (Cfr. Nalda, et.al., 1997).

220
En asociación al entierro E-18, fueron dispuestos dos individuos adultos, ubicados en la
habitación central externa; ambas osamentas se encontraron completas y fueron
depositadas en cistas, en posición decúbito dorsal. La primera cista contiene, los restos
de una mujer (E26) y la segunda los restos de un hombre (E29). El entierro E26 tiene
una orientación sur-norte, se ubica en el conjunto jerárquico nueve (ver dendrograma,
gráfica 6). Posición que se debe a la calidad baja de su ofrenda, sólo estuvo
acompañada por fragmentos de cerámica Tipo: Achote Negro (Complejo: Chintok-
Xcocom 650-900 d.C. [Ball, 1977: 34-36]) y fragmentos de pedernal. Sin embargo su
ubicación y rasgos culturales, observados en la deformación craneana, Tipo: Tabular
erecta y mutilación dentaria tipo A1/A2, son características que representan a una mujer
de reconocimiento social, de nivel alto (ver figura 37).

Figura 38. Edificio E1, entierro E29 (Cfr. Nalda, et.al., 1997).

221
El entierro E29, tiene una orientación este – oeste, distinta a E26 y similar al individuo
E18. Presenta deformación craneana tipo: Tabular erecta y mutilación dentaria tipo: E1
(incrustación de hematita). El individuo E29, estuvo acompañado de una ofrenda de
calidad alta, rasgo que lo ubica en el conjunto jerárquico cuatro (ver gráfica 9). La
ofrenda que le acompaña, está formada por: dos navajillas de obsidiana colocadas en
el área de la pelvis y dos vasijas Tipo: Achote Negro (650-900 d.C.). Una de las vasijas
fue depositada en una cista adicional, construida por encima de la primera cista; la
segunda vasija fue colocada sobre el tórax de la inhumación. Las cistas de los entierros
E26 y E29, fueron selladas por el mismo piso de estuco de la habitación. Ambos
individuos presentan el mismo tipo cerámico en sus ofrendas, lo que sugiere que fueron
enterrados al mismo tiempo, en la misma temporalidad (ver figura 38).

Posteriores a estos entierros, seis inhumaciones más, se depositaron en las


habitaciones del Palacio E1; dispuestas en el relleno constructivo del edificio y en las
banquetas construidas para tal propósito. De este grupo, destacan dos individuos (E20
y E22) de sexo masculino; oscilan en el mismo rango de edad (adultos <55 años).
Ambos presentan la misma posición: decúbito dorsal extendido, con orientación este-
oeste. Sobre el rostro les fue colocada una vasija completa fragmentada, del mismo tipo
cerámico que las inhumaciones anteriores (Achote Negro), sobre el área del tórax les
fue se localizaron restos de carbón y ceniza. Sólo el individuo E20, presentó
deformación craneana Tabular erecta, en tanto que el individuo E22, presentó
mutilación dentaria del Tipo B7 (ver figuras 39 y 40).

Por la calidad de la ofrenda que presentan ambos entierros, se ubican en el conjunto


jerárquico siete (ver dendrograma, gráfica 9). El individuo E20 fue colocado en la
banqueta del cuarto poniente de la galería anterior; mientras que el individuo E22, fue
colocado en la banqueta sur, de crujía lateral oriente (ver figura 34).

222
Figuras 39 y 40. Conjunto 27 Escalones, entierros E20 y E22 (Cfr. Nalda, et.al., 1997)

La tercera y cuarta inhumación corresponden a entierros múltiples; son los entierros


E16A-E16B y 21A-21-B. La primera pareja se localizó en el relleno constructivo de la
banqueta norte, de la crujía lateral oriente, a una profundidad de -0.70 cm a 1.12 m.; la
segunda pareja se localizó en el relleno constructivo de la banqueta, en la crujía lateral
poniente. Ambas inhumaciones tuvieron una ofrenda de calidad baja, formada por
fragmentos de materiales cerámicos, carbón y cenizas; se ubican en los conjuntos
jerárquicos ocho y nueve (ver dendrograma, gráfica 9).

223
La primera inhumación, está formada por dos individuos adultos; uno probablemente
del sexo femenino (E16A) y un individuo de sexo masculino (E16B). La mujer se
encontró incompleta (ausencia de extremidades inferiores y superiores, lado derecho),
fue colocada en posición decúbito dorsal extendida, con orientación este-oeste. En
tanto que el hombre se encontró completo, en la misma posición, pero con una
orientación distinta, norte-sur. Sólo fue posible identificar, deformación craneana del
tipo: Tabular erecta mimética en el individuo de sexo femenino, en el caso del hombre
no fue posible determinarla debido a los escasos fragmentos del cráneo. Ninguna de las
inhumaciones presentó mutilación dentaria.

La segunda pareja (E21A-E21B), está formada por dos inhumaciones de sexo


femenino. Ambas fueron colocadas al interior de una banqueta, en una posición distinta
a la observada en las anteriores inhumaciones: decúbito ventral con las extremidades
inferiores flexionadas (sur-norte). Las dos mujeres difieren en la edad: E21A es una
adulta joven (25-35 años), de estatura baja (144.4 m) y E21B es una mujer adulta de 55
años de estatura alta (156.5 m). Ambas presentan deformación craneana: Tabular
erecta mimética y no presentan mutilación dentaria (ver figura 41).

Dos inhumaciones más, se localizan en el relleno constructivo del edificio E1. El


individuo E24 ubicado en el cuarto oriente de la galería anterior y el entierro múltiple
conformado por los individuos E15A y E15B, ubicados bajo el umbral del vano interno
de la misma habitación. El entierro E24, es un individuo adulto (<55 años), de sexo
femenino, de estatura media (150 .0 m). El esqueleto se encontró incompleto (ausencia
de extremidades inferiores), en posición anatómica irregular. Tiene deformación
craneana tipo: Tabular erecta. Su ofrenda está formada por fragmentos de cerámica
Tipo: Infierno (Complejo Lac Na 600-800 d.C., Forsyth 1989) y restos de ceniza.

224
Figura 41. Conjunto 27 Escalones, entierros E21A – E21B (Cfr. Nalda, et.al., 1997)

Los entierros E15A y 15B, se localizan en la crujía oriente del edificio E1, bajo el umbral
del vano interno, fueron depositadas en cistas independientes, construidas una encima
de la otra, en el relleno constructivo del edificio. Ambas inhumaciones, presentaron
alteraciones post mortem y fueron dispuestas en la posición anatómica decúbito dorsal
extendido, con orientación este-oeste. El entierro 15A es un individuo de sexo
indeterminado, adulto (35-45 años), con deformación craneana tipo: Tabular oblicua-
mimética. En tanto que el entierro E15-B, es un individuo masculino, sub-adulto (15-25

225
años) de estatura alta (168.5 m), incompleto, con deformación craneana Tipo: Tabular
erecta-mimética y mutilación dentaria Tipo G4 (incrustación de hematita).

El individuo 15A presenta una ofrenda formada por fragmentos de cerámica (ubicados
al sur del cráneo) y restos de cenizas (área del pelvis y en las extremidades inferiores);
en tanto que el individuo E15B, tiene como ofrenda: fragmentos de metate y pedernal
(localizados en las extremidades inferiores) y muestras de cenizas (ubicadas en las
áreas del tórax y la pelvis); se ubican en el conjunto jerárquico cinco (ver dendrograma,
grafica 6).

En el edificio E-8, hemos encontrado entierros con características similares a los


individuos del edificio E-1. El edificio E-8 es el palacio que preside el conjunto de Los 27
Escalones; es el edificio de mayor monumentalidad, tiene un total de ocho habitaciones,
seis de ellas dispuestas a lo largo de dos galerías y dos más laterales. En el proceso de
excavación se encontró una subestructura, de dimensiones más pequeñas: E8-Sub.,
fue desmantelado a nivel del arranque de la bóveda, con el fin de construir el nuevo
edificio que se observa actualmente. En el relleno constructivo de E8-Sub., fueron
depositados los restos de varios individuos (ver figura 17c).

El entierro E27-2, se ubica al centro de la crujía central-sur del edificio E8; al frente de
la fachada posterior de la sub-estructura, en una cámara abovedada con nichos. Es un
individuo adulto de sexo masculino (45-55 años). Los restos óseos presentaron
alteraciones post mortem (presencia de roedores), sólo algunas vertebras y los huesos
de la extremidades inferiores se localizaron in situ; lo que sugiere una posición
anatómica decúbito dorsal extendido con orientación norte-sur. La ofrenda que le
acompaña, contiene vasijas del mismo tipo cerámico a las encontradas en el entierro
E18 del edificio E-1. Está compuesta por un vaso cilíndrico Tipo: Infierno Negro
(Complejo Lac Na: 600-800 d.C., Forsyth, 1989); un plato Tipo: Herradura Negro (Fry,
1987:116), dos pares de platos encontrados Tipo: Becanché (Complejo Bejuco: 600-

226
700 d.C., Ball, 1977), uno de ellos lleva una inscripción glífica. Al interior de los platos
se recuperaron artefactos relacionados con el ritual (una navajilla de obsidiana gris,
pequeñas navajas de pedernal, espina de mantarraya, placa de piedra verde
(zoomorfa) y restos óseos de animales (aves y peces), (ver figura 42 y fotografías 61-
62).

227
La ofrenda de E27-2, es de calidad, cantidad y variedad excepcional, además de ser el
individuo con estatus más alto, es el único que posee una vasija con inscripción glífica.
Inscripción que ha sido leída como “este es nuestro señor” (hiin kajaw); según Erick
Velásquez (Velásquez 2002:36), es uno de los muy limitados casos en los registros
mayas en que se recurre a la primera persona del plural, para caracterizar a un
personaje particular57. Es también uno de los escasos glifos encontrados en Kohunlich.

Figura 42 y fotografías 61-62. Los 27 Escalones, entierro E27-2, dibujo y ofrenda.

En asociación con el individuo E27-2, fueron inhumados cinco individuos, depositados


en el relleno constructivo del edificio E8-Sub. Dos individuos se ubican en el conjunto

57. La importancia epigráfica del texto de Kohunlich, es uno de los escasos ejemplos del pronombre de
la persona en plural ka “nosotros o nuestro”, pronombre poco común en la escritura maya, otros ejemplos
documentados aparecen en un vaso policromo de procedencia desconocida probablemente asociado a
Rio Azul. (Cfr. Velásquez 2002)
228
jerárquico diez, los tres individuos restantes, se ubican en el conjunto jerárquico 8 (ver,
dendrograma, gráfica 6). Su posición se debe a la baja calidad de la ofrenda que
ostentan. Dos son hombres jóvenes (E27A-E27B), tienen entre 15 a 25 años de edad,
fueron dispuestos contra la fachada posterior de la subestructura del edificio E8, sobre
el sello de la cámara abovedada del entierro E27-2. No presentan ofrenda alguna, solo
pigmento rojo (cinabrio) sobre del rostro de cada uno de ellos, junto con fragmentos de
estuco (con pigmento rojo) pertenecientes a los aplanados de la fachada de la
subestructura (ver figura 43 y fotografía 63).

Figura 43 y fotografía 63a. Los 27 Escalones, entierros E27A y E27B (Cfr. Nalda y
Balanzario, 2001).

229
Ambas inhumaciones observaron, el rostro hacia abajo; el primero fue colocado en
posición decúbito ventral, con las extremidades inferiores flexionadas, con una
orientación oeste-este; el segundo fue colocado en posición extendida decúbito lateral
derecho, con orientación este-oeste. Sólo la osamenta del segundo individuo, se
encontró incompleta (ausencia de fémures, solo se recuperan astillas pequeñas), con
deformación craneana tipo: Tabular mimética-intermedia y mutilación dentaria tipo Ik.

Foto 63b: Entierros E27A y E273B.

Dos individuos más, fueron inhumados contra la fachada posterior de la sub-estructura


de E8. Se trata de una pareja de adultos, un hombre y una mujer (<55 años), ambos
fueron colocados en el cuarto oriente de la galería sur; en posición decúbito dorsal con
las extremidades inferiores flexionadas, orientados este-oeste. La mujer (E27-3B) fue
colocada sobre el regazo del hombre (E27-3A); como ofrenda les fue colocado un

230
fragmento de metate sobre el rostro del hombre y una mano de metate sobre el humero
derecho de la mujer (ver foto 63b).
El individuo de sexo masculino (E27-3A), presenta deformación craneana tipo: Tabular
erecta mimética sagita, tiene una estatura de 165 m.

El quinto individuo se localiza en la crujía central norte, al norte de la fachada anterior


de la sub-estructura de E8. Se trata de una mujer (E27-4) de 15 a 25 años de edad,
fue colocada en posición decúbito dorsal extendida con orientación este-oeste. Al igual
que el entierro E27-3A, presenta la misma deformación craneana y el mismo tipo de
ofrenda; un fragmento de metate sobre su rostro (ver figura 44 y fotografía 64).

Figura 44 y fotografía 64. Edificio E8, entierro E27-4. (Cfr. Nalda y Balanzario, 2001).

231
El segundo individuo con ofrenda de calidad alta, se ubica también en el edificio E8. Es
el individuo E1-A: la inhumación fue depositada en una cista con nichos, construida en
el relleno constructivo, en la crujía lateral oriente. La cista tiene una orientación este-
oeste, los restos óseos presentaron alteraciones postmortem (presencia de roedores),
sólo las extremidades inferiores se encontraron en posición anatómica junto con las
falanges de las manos ubicadas a la altura de la pelvis, rasgos que permitieron inferir la
posición decúbito dorsal extendido (ver figura 45 y fotografía 65).

Figura 45 y fotografía 65. Edificio E8, entierro E1-A (Cfr. Nalda y Balanzario, 2004)

232
El entierro E1A, es un individuo adulto (45-55 años), de sexo masculino, estuvo
acompañado por una ofrenda formada por dos cuchillos de pedernal, colocados, uno en
la pelvis y el segundo al sur del fémur izquierdo; un plato eclipse Tipo: Herradura con la
boca hacia abajo, colocado en el área del tórax (Fry, 1987:116); fragmentos de
cerámica Tipo: Chorreado Negro/bayo y Estriados [con huellas de exposición al fuego];
dos cajetes Tipo: Infierno Negro (Complejo Lac Na 600-900 d.C., Forsyth,1987)
ubicados, uno en el nicho sur y el segundo en el nicho norte; un plato de base anular,
depositado en el nicho sur y dos vasos corrugados bicromos del Tipo: Infierno Fluted
(600-900 d.C., op.cit.), ambos ubicados en el nicho poniente (extremo de la cista). Un
individuo más acompaña la inhumación E1A, es un infante (E1A-2) de 3 a 5 años, fue
depositado al interior de la cista, cuyos restos también fueron alterados por los
roedores.

Fotografía 66. Edificio E8, entierro E2.

233
Sobre el piso que sella la cista de E1A y entre el relleno constructivo, fue colocada la
inhumación E2, sellada por el piso de la última etapa constructiva. El entierro E2, es un
individuo femenino, de edad adulta (25-35 años), complexión grácil, de estatura media
(148.4 m). El esqueleto se encontró completo, en posición decúbito dorsal extendido,
con orientación norte-sur, presenta mutilación dentaria Tipo B5-Ik. No presentó ofrenda
alguna, sin embargo por presentar mutilación dentaria, se ubicó en el conjunto
jerárquico cinco (ver dendrograma, gráfica 6), (ver fotografía 66).

En el edificio E8, se localizó un grupo de cuatro individuos colocados entre pisos y en el


relleno constructivo, del cuarto poniente de la galería sur. De este grupo destaca el
entierro E28A, es el único que fue depositado en una cista (ver figura 46).

Figura 46. Edificio E8.


Dibujos de los entierros E28A, E28B, E28C y E28D

234
El individuo E28A, es un individuo de sexo masculino, adulto mayor de 55 años, de
complexión robusta; fue colocado en posición decúbito dorsal extendida, con
orientación este-oeste. Se ubica en el conjunto jerárquico tres (ver dendrograma,
gráfica 6); estuvo acompañado por una ofrenda formada por una vasija Tipo: Achote
Negro (Complejo: Chintok - Xcocom 650-900 d.C., Ball, 1977), colocada en el área del
cráneo, junto con fragmentos de pedernal y fragmentos de cerámica, colocados sobre
una matriz de ceniza.

En la misma habitación se encontraron tres entierros, dispuestos en el mismo nivel


estratigráfico que el entierro E28A, estuvieron acompañados por ofrendas orgánicas
(cenizas y carbón), rasgo que los ubica en el conjunto jerárquico ocho y nueve (ver
dendrograma). Dos son individuos del sexo femenino de 45 a 55 años de edad, ambas
tienen mutilación dentaria, el individuo E28D mostró mutilación dentaria tipo A4/B4 (Ik) y
el individuo E28C mostró el tipo B4/F10. El tercer entierro es un individuo (E28B) de
sexo masculino, de la misma edad que el entierro E28A; tiene mutilación dentaria del
tipo A4/B4 (Ik), igual a la que presenta el entierro E28D.

Los cuatro entierros presentaron ausencia de algunos restos óseos; el hombre en cista
(E28A), careció de cráneo o quizás no llegó a conservarse, en su lugar fue colocada
una vasija; el otro individuo de sexo masculino (E28B), presento la misma orientación y
posición anatómica que el individuo E28A, sólo que presenta ausencia de vértebras y
costillas; en tanto que las mujeres: E28D presentó la misma orientación y posición que
los entierros anteriores, presenta ausencia del humero, radio y cubito derecho y sólo la
mujer 28C, fue colocada en una posición distinta, en decúbito lateral derecho con
orientación norte-sur y presentó ausencia de vértebras y costillas. Este grupo de
entierros son individuos del mismo grupo de edad, son dos parejas con diferentes
tradiciones culturales.

235
Durante el Clásico Terminal, fueron colocadas dos inhumaciones más, en la crujía
lateral poniente del edificio E8. Los individuos 2A y 2B, fueron dispuestos en el relleno
constructivo; el primer individuo (2A) es una mujer adulta, fue depositada en posición
decúbito dorsal extendida, en dirección Este-Oeste; adyacente a ella fue colocado un
infante conservando la misma posición anatómica. Las inhumaciones presentaron como
ofrenda, restos de ceniza y carbón. El individuo 2A, observó deformación craneana
Tipo: Erecta Mimética y mutilación dentaria: Tipo A. Ambas inhumaciones se ubican en
el estatus bajo y en los niveles jerárquicos 8 y 10 (ver dendrograma, gráfica 6 y
tabulación 8).

De los párrafos anteriores, se observará que los cuatro individuos: E14, E18, E27-2 y
E1A, son las inhumaciones con estatus excepcional (nivel =17 -16), se ubican en el
Conjunto de Los 27 Escalones (ver tabulación 8), al respecto es necesario señalar que
en el resto de los conjuntos habitacionales excavados extensivamente: el Conjunto
Norte, el Conjunto Pixa’an y el Conjunto Yaxná, no se localizaron inhumaciones con un
estatus similar y ninguna de las inhumaciones encontradas fueron depositados en
cámaras abovedadas ó estuvieron acompañados con ofrendas suntuosas.

En la tabulación No. 8, se observará también, que las inhumaciones con estatus alto,
con valor de 8 a 7, son los individuos E28A, E29, EP3 y E12; los dos primeros ya
fueron analizados en párrafos anteriores, el tercer individuo se ubica en el Conjunto
Pixa’an, en la banqueta del cuarto suroeste del edificio E1 y el individuo E12 se ubica
en el Conjunto Noroeste. La inhumación EP3 es un individuo de sexo masculino, de
edad adulta, fue depositado en posición flexionada en decúbito lateral izquierdo (este-
oeste), presenta deformación craneana tipo Tabular erecta y ausencia del fémur
derecho; como ofrenda tuvo fragmentos de concha y un malacate (ver fotografías 67-
68).

236
Tabulación 8

Entierro Conjunto Sexo Variedad Calidad Cantidad Estatus

E2 Noroeste 1 2 3 1 6
5 Noroeste 1 2 3 1 6
7 Noroeste 2 2 3 1 6
12 Noroeste 2 3 2 2 7
6A Las Estelas 2 1 1 1 3
6B Las Estelas 3 1 1 1 3
9 Las Estelas 3 1 2 1 4
EP1 Pixa'an 3 2 1 1 4
EP2 Pixa'an 1 3 3 1 7
EP3 Pixa'an 2 4 2 2 8
14 Los 27 Escalones 2 7 5 4 16
15A Los 27 Escalones 3 2 1 1 4
15B Los 27 Escalones 2 3 1 1 5
16A Los 27 Escalones 1 1 1 1 3
16B Los 27 Escalones 2 1 1 1 3
17 Los 27 Escalones 2 1 1 2 4
18 Los 27 Escalones 2 7 5 4 16
20 Los 27 Escalones 2 1 3 1 5
21A Los 27 Escalones 1 1 1 1 3
21B Los 27 Escalones 1 1 1 1 3
22 Los 27 Escalones 2 2 3 1 6
23 Los 27 Escalones 1 3 1 1 5
24 Los 27 Escalones 1 2 1 1 4
26 Los 27 Escalones 1 2 1 1 4
27A Los 27 Escalones 3 2 1 1 4
27B Los 27 Escalones 3 1 0 0 1
28A Los 27 Escalones 2 3 3 2 8
28B Los 27 Escalones 2 1 1 1 3
28C Los 27 Escalones 1 1 1 1 3
28D Los 27 Escalones 1 1 1 1 3
29 Los 27 Escalones 2 2 4 2 8
E27-1A Los 27 Escalones 2 1 2 1 4
E27-1B Los 27 Escalones 2 2 1 1 4
E27-2 Los 27 Escalones 2 8 5 4 17
E27-3A Los 27 Escalones 2 2 1 1 4
E27-3B Los 27 Escalones 1 2 1 1 4
E27-4 Los 27 Escalones 1 2 1 1 4
E1A Los 27 Escalones 2 8 5 3 16

237
E1A-2 Los 27 Escalones 3 0 0 0 0
E1B Los 27 Escalones 1 3 1 1 5
27-2A Los 27 Escalones 1 1 1 1 3
27-2B Los 27 Escalones 3 1 1 1 3
EY2 Yaxná 3 1 1 1 3

En asociación al individuo EP3, la inhumación EP2 se localizó en el extremo poniente


de la banqueta, en el relleno constructivo. Esta segunda inhumación (EP2), es un
individuo subadulto, de sexo femenino, fue depositada en posición flexionada total;
como ofrenda tuvo una mano de metate y una hachuela de nefrita. Al igual que el
entierro E28A, el cráneo no se conservó, sólo se recuperaron algunas piezas dentarias,
con incrustaciones de jadeíta.

Fotografías 67-68. Conjunto Pixa’an, edificio E1. Entierros EP3 y EP2.

238
En lo que se refiere a la inhumación E12, es un individuo de sexo masculino sub-adulto,
fue depositado en posición decúbito dorsal extendido con orientación este-oeste, su
ofrenda estuvo formada por dos navajillas de obsidiana, una cuenta de pedernal y
fragmentos de cerámica. El entierro se localiza en el relleno de la escalera de acceso al
patio norte.

En la tabulación No. 8, se observará que las inhumaciones con estatus medio, con
valor de 6-5, son las inhumaciones: E2, E5, E7, E9, EP2, E15B, E17, E20, E21B, E22 y
E23. Los primeros tres individuos pertenecen al Conjunto Noroeste, el cuarto pertenece
a la Plaza de las Estelas, el quinto individuo se ubica en el Conjunto Pixa’an (analizado
en párrafos anteriores); el resto de los individuos se localizan en el conjunto de Los 27
Escalones.

La inhumación E2, es un individuo de sexo femenino de edad joven, tuvo como ofrenda
una cuenta de concha localizada en la pelvis y restos óseos de un ave; presenta
deformación craneana del tipo Tabular erecta. Se localiza en el relleno de la banqueta
del edificio E9 del Conjunto Noroeste. El piso superior de la banqueta, se registró
destruido, la inhumación se encontró incompleta: ausencia de fémur, tibia y peroné de
ambas extremidades, sin embargo conservó la posición anatómica extendida decúbito
dorsal (Este-oeste). El individuo E2, es un ejemplo más de inhumaciones con ausencia
de algunos restos óseos, creemos que quienes retiraron los huesos lo hicieron con
mucho cuidado, cuando el individuo era ya un esqueleto; idea que se confirma por la
posición anatómica que observan las extremidades inferiores así como la ausencia de
huellas o marcas que muestren mutilación, actividad seguramente realizada a finales
del Clásico Terminal y principios del Posclásico temprano (Balanzario, 2004) (ver figura
47).

La inhumación E5, es un individuo de sexo femenino de edad adulta, fue depositada en


posición flexionada parcial decúbito lateral derecho, presenta mutilación dentaria B4/C3.

239
Como ofrenda le fue colocada en su espalda una vasija del Tipo: Rojo-Corona
(Complejo Bejuco 600-650 d.C., Ball, 1977:21) y una mandíbula perteneciente a una
mujer de edad joven. La inhumación E5, fue dispuesta en el relleno constructivo del
Palacio Norte, al frente de la crujía externa. Con respecto a la inhumación E7, fue
depositada en la crujía SW adosada al basamento de este palacio, en el relleno
constructivo de la banqueta. Es un individuo adulto de sexo masculino, depositado en
posición decúbito dorsal extendido, presenta deformación craneana tipo Tabular erecta
y mutilación dentaria tipo C4. Tuvo como ofrenda una vasija Tipo: Achote Negro y
restos de ceniza colocados a la altura del tórax. Ambas inhumaciones son las únicas
encontradas en y alrededor del Palacio Norte (ver figura 48).

Figura 47. Conjunto Noroeste, entierro E2. (Cfr. Nalda, et.al., 1997)

240
El individuo E21B ya fue analizado en párrafos anteriores. El quinto individuo de sexo
masculino (E17), fue depositado con un individuo de sexo femenino (E23), ambas
inhumaciones fueron colocadas en el relleno constructivo de la banqueta del edificio E4;
son individuos adultos de más de 45 años, ambos presentan deformación craneana
Tipo tabular erecta mimética, tuvieron ofrendas orgánicas y solamente E23 tuvo como
ofrenda fragmentos de concha marina ubicados en el área del cráneo.

Figura 48. Conjunto Noroeste, entierro E5 (Cfr. Nalda. et.al. 1997)

La mayoría de las inhumaciones de la tabulación No.8, ya fueron analizadas en


párrafos anteriores. Sólo restan 6 inhumaciones de estatus bajo; dos localizadas en el
241
pasillo, ubicado entre los edificios E3 y E4 del Conjunto de los 27 Escalones; las
inhumaciones restantes se ubican en otros conjuntos.

Las inhumaciones 27A y 27B, son dos infantes; el individuo 27A fue dispuesto en
posición decúbito dorsal extendida, con orientación Este-Oeste; en tanto que el
individuo 27B fue colocado en posición flexionada parcial, decúbito lateral derecho, con
orientación Norte-sur. Ambas inhumaciones fueron depositadas en el relleno
constructivo de la plataforma, donde desplantan los edificios E3 y E4, en el pasillo de
acceso. Sólo el infante 27A presentó una ofrenda formada por una navajilla de
obsidiana y restos de carbón.

Las inhumaciones 6A y 6B, se ubican en el edificio G3 de la Plaza de las Estelas,


fueron depositadas en el relleno constructivo de la plataforma del edificio. Son
inhumaciones con escasos restos óseos: el individuo 6A, es un adulto de sexo
masculino del que sólo se localizó fémur, tibia y peroné; en tanto que el individuo 6B es
un infante del que solo se recuperaron fragmentos de la bóveda craneana y de las
vértebras.

La tercera inhumación, es el entierro No. 9, fue depositado en el Palacio de las Estelas,


en el relleno constructivo de la plataforma del edificio, en la habitación sur. Observa el
mismo comportamiento que las inhumaciones anteriores, ausencia de restos óseos. Es
un adulto de sexo indeterminado, del que sólo se recuperaron restos del cráneo,
vertebras y algunos restos de las extremidades superiores. Como ofrenda le fueron
depositados fragmentos de cerámica del Tipo: Achote, junto con fragmentos de concha.
La cuarta inhumación se localiza en el edificio E7 de la Plaza Yaxná, fue depositado en
el relleno constructivo de la banqueta del cuarto dos. Su osamenta se encontró
completa, en posición decúbito dorsal, con orientación Norte-Sur, la ofrenda que le
acompañó fue un soporte de cerámica del Tipo: Infierno.

242
Del anterior análisis de cada una de las inhumaciones del Clásico tardío, se observará
que la disposición general que observan los entierros con estatus excepcional y alto en
el Conjunto de los 27 Escalones, sugiere la existencia de tres acontecimientos distintos
ubicados en el edificio E8: al primero pertenece el individuo E27-2, con estatus de
“ajaw” de rango alto, depositado en una cámara abovedada preparada en el relleno
constructivo del edificio, el cual estuvo acompañado por varios individuos vinculados a
él; el segundo se refiere al grupo de entierros localizados en el cuarto poniente de la
galería (E28A, E28B, E28C y E28D) y el tercero es el individuo E1-A, localizado en el
cuarto lateral oriente, cuya inhumación fue realizada en una cámara abovedada con
nichos en la que fueron colocadas varias vasijas, dicho individuo estuvo acompañado
por dos individuos más: E1-A(2) y E2.

En el edificio E1 también destacan dos acontecimientos distintos: al primero pertenece


el individuo E18 depositado también en una cámara abovedada con una ofrenda
suntuosa, acompañado por varias inhumaciones en las que destacan dos individuos:
E26 y E29, dispuestos en la misma habitación pero depositados en cistas; el segundo
acontecimiento se relaciona con el individuo E14, localizado bajo el vano interno entre
las habitaciones de los cuartos poniente, depositado en el relleno constructivo y
acompañado de una rica ofrenda.

Las ofrendas que acompañaron a cada una de las inhumaciones, se ubican en el


periodo del Clásico tardío (600-800 d.C.). La ofrenda de la inhumación E18, comparte
los tipos cerámicos Infierno Negro y Herradura Negro con las inhumaciones de E27-2
“nuestro señor” y E1-A (2), (ver fotografía 69). Los dos acompañantes de la inhumación
E18, uno de ellos E29, tuvo como ofrenda una vasija Tipo Achote y dos navajillas de
obsidiana en el área de la pelvis, el otro individuo de sexo femenino (E26) no tuvo
ofrenda alguna, pero presenta modificaciones culturales en el cráneo y en las piezas
dentarias, las tres inhumaciones estuvieron selladas por el mismo piso de estuco y
fueron colocadas en la misma habitación. Alrededor de este grupo de inhumaciones

243
fueron depositadas cinco individuos más, uno de ellos en cista (E15B) y el resto
directamente en el relleno. Sólo uno de ellos tuvo una ofrenda formada por una vasija
fragmentada del mismo tipo cerámico que el individuo E29.

El tipo cerámico Achote se ubica en la fase tardía del Clásico tardío, permite postular
que la inhumación E18 y sus acompañantes son contemporáneos al grupo de
inhumaciones depositadas en el cuarto poniente de la galería sur de E8; el entierro
E28A comparte el mismo tipo Achote Negro, las tres inhumaciones que le acompañan
no tienen ofrenda y se encuentran depositadas en el mismo nivel estratigráfico; por lo
tanto son inhumaciones posteriores al entierro de “nuestro señor”.

Fotografía 69. Edificio E1, ofrenda de la inhumación E18.

El individuo E27-2 “este es nuestro señor”, es uno de los individuos con una amplia
autoridad, su estatus alto y glifo asociado permite inferir su posición. Estuvo
acompañado por cinco inhumaciones, las cuales fueron colocadas alrededor de la sub-
estructura del edificio E8. Por su posición estratigráfica se infiere su relación con esta

244
inhumación; tres son mujeres de 25 a 35 años y sobre el cráneo de cada una de ellas
se les coloco como ofrenda un fragmento de metate, los otros dos de sexo masculino
les fue colocado un fragmento de mano de metate. Estas inhumaciones
“acompañantes” tuvieron una ofrenda de calidad baja.

Con respecto a la inhumación E14, la ofrenda de vasijas que le acompañaron


pertenece a los Tipos cerámicos Egoísta Resist: variedad Egoísta y Corona Rojo:
variedad Corona, fechados en el Complejo Bejuco (600-670 d.C), correspondiente al
Clásico tardío, fase temprana. La inhumación E14 es uno de los individuos más
jóvenes, de tan sólo 15 a 20 años fue dispuesto en el relleno constructivo del edificio
E1. Fue ataviado de brazaletes de concha y tres cuchillos de pedernal ubicados en el
área de la pelvis, quizás equivalentes a las celtas de los señores de estatus superior.
Su posición estratigráfica y ofrenda se asocian a la primera construcción del edificio
E1, contemporánea a la sub-estructura del edificio E8 (ver fotografía 70)

Posteriores a estas inhumaciones, fueron depositados durante el Clásico Terminal (800-


1000 d.C.), cuatro inhumaciones en banquetas construidas para tal propósito. Tres son
mujeres, dos de ellas (E21A-E21B) fueron dispuestas en el cuarto lateral poniente del
edificio E1, en una posición distinta al resto de las inhumaciones de este edificio: las
extremidades inferiores flexionadas en posición decúbito ventral y sin ofrenda. Los otros
dos individuos son de edad adulta (E16A-E16B), se trata de una pareja colocada en el
cuarto lateral oriente del mismo edificio; carecen de ofrenda y ambas observan la
posición decúbito dorsal extendida. Por sus características, estas inhumaciones se
ubican en un estatus inferior, son inhumaciones que se segregan del resto de los
individuos colocados al centro del edificio; dado el tipo de posición que presentan,
simulan a las posiciones de cautivos representadas en varios monumentos y estelas del
área maya, quizás este tipo de inhumaciones cumplan funciones de ofrenda, diferentes
a los entierros de personajes de estatus alto.

245
Fotografía 70. Ofrenda de la inhumación E14, vasija Tipo: Egoista
Resist.

Con base a la evidencia presentada podemos construir una secuencia que tendría en
primer lugar, al individuo E14, adolescente, ataviado con símbolos de alto rango,
representante de un poder adquirido solo por sucesión, por descender de un linaje. El
segundo individuo en la secuencia, sería la inhumación E27-2 “este es nuestro señor”,
personaje de alto rango, representante de un poder adquirido a partir de los grupos de
residencia, era un ahau (soberano, rey, gobernante), gobernante de la población donde
residía (ver fotografía 71). El tercero en la secuencia, estaría dado por el entierro
múltiple, ubicado al centro del edificio E1, el individuo E18, se le reconoce el grado de
señor, no tiene el prestigio de “nuestro señor” pero tiene las prebendas de un personaje
de alto rango con reconocimiento social; en la misma posición se ubicaría el entierro
E1-A, es un persona je también de alto rango, que por el tipo y calidad de su ofrenda,
compuesta por dos artefactos, cuchillos de auto sacrificio, permiten inferir que formo

246
parte de la organización política. Al final de la secuencia se ubicarían el entierro múltiple
del cuarto poniente de E8, la inhumación E28A, es el personaje central y quienes le
acompañan parecen tener relaciones afines o de parentesco, dada la presencia de
modificaciones culturales similares.

La secuencia presentada, denota el desarrollo de un sistema político que inicia con un


poder adquirido por herencia o por sucesión, representado en un personaje de edad
joven; sistema que se transforma en un sistema basado en un poder de carácter
rotativo, la presencia de un personaje claramente representado con las insignias de un
“ahau” acompañado de varios personajes, denota su estatus; posteriormente este
sistema estuvo representado por señores o dignatarios menores, los cuales también
asumirían sus funciones de carácter rotativo, conformando así un poder compartido.

Fotografía 71. Glifo “este es nuestro señor”

247
La secuencia presentada, sólo se encuentra en el Conjunto de los 27 Escalones, es el
lugar de la sede del poder de Kohunlich en el Clásico tardío, fase tardía; es además el
lugar donde fueron depositadas las inhumaciones de dignatarios de alto rango.

Este cambio en la estructura política es posible compararlo con las inhumaciones de


épocas más tempranas de Kohunlich. Durante el Preclásico y Clásico temprano, se
construyeron grandes edificios para acoger los restos de un solo personaje, en cambio
durante el Clásico tardío se construyeron edificios tipo palacio, los que operaron como
estructuras habitacionales y espacios de gobierno. Los edificios monumentales del
Clásico temprano fueron decorados con cresterías y ornamentados con mascarones en
tanto que los de finales del Clásico fueron de carácter más austero.

248
IX. Posible origen de la población residente en Los 27 Escalones por
consideraciones de análisis de isotopos estables, análisis de paleodieta y
análisis de ADN mitocondrial en restos óseos.

a. Análisis de isotopos estables.

El análisis de isotopos estables, ha sido utilizado en varios proyectos de investigación


arqueológica, específicamente en estudios de migración humana. Se han realizado
estudios de análisis de isotopos de oxígeno para identificar orígenes geográficos: a
través de la medición de la apatita del hueso, es posible inferir las fuentes de agua
ingeridas durante la formación del hueso (White et al., 1998; Wright y Schwarcz 1998;
Sponheimer y Lee-Thorp 1999; White et al., 2004; White et al., 2000; Spence et al.,
2004a; Spence et al., 2004b; Wright, 2009). Igualmente, se han aplicado análisis de
isótopos de estroncio en restos óseos, en el estudio del origen geológico del macizo
rocoso y de los suelos, donde se cultivaban los alimentos, dando como resultado
valores bajos a los suelos y formaciones rocosas de edad joven, en tanto que los suelos
más antiguos denotan valores altos.58 (Price et al., 2000, 2005, 2008; Hoogewerff et al.,
2001; Lailson, 2009; Benson et al., 2003; Buistra et.al., 2004; Wright 2005; Wright,
et.al,. 2009).

58. En la zona arqueológica de Teotihuacán se han realizado análisis de isótopos de estroncio en restos óseos
pertenecientes a los barrios: Oaxaqueño y Teopancazco y en el conjunto habitacional de Oztoyahualco (Cfr. Price et
al., 2000; Lailson, 2009). Durante el año 2008, se analizaron más de 500 muestras de restos óseos y piezas
dentarias pertenecientes a humanos y animales, junto con muestras de concha. Todos estos materiales pertenecen
a numerosos sitios de Mesoamérica, gracias a estos estudios se tiene el conocimiento del valor isotópico de
estroncio en el esmalte dental de varios sitios, en específico de cinco casos de estudio provenientes de los sitios
arqueológicos: Teotihuacán, Tikal, Copán, Palenque y Campeche (Cfr. Price, et.al., 2008).

Además de la aplicación en estudios de migración, el análisis de isotopos de estroncio ha sido utilizado en estudios
del maíz. Estudios realizados por Benson et.al. (2003), en la región de San Juan en Nuevo México, determinaron
cuatro posibles sitios agrícolas, son lugares de origen de la especie del maíz encontrada en varios sitios
arqueológicos de la región.

249
Una de las técnicas utilizada en las muestras de Kohunlich, es el análisis de isotopía de
87
estroncio, la cual consiste en la comparación entre la relación isotópica de Sr/86Sr de
87
los dientes y los huesos humanos, respecto a la relación isotópica de Sr/86Sr de un
suelo en específico, lo cual, está en función de la movilidad del individuo mientras se
encuentra vivo. La relación isotópica de estroncio (87Sr/86Sr), en los dientes y huesos
presenta un comportamiento distinto: los dientes conservan el valor del estroncio
(87Sr/86Sr) de la infancia del individuo, mientras que los huesos conservan el valor de
estroncio (87Sr/86Sr) de los últimos años de vida. A través de este método, es viable
obtener la información isotópica del individuo, investigación que aunada a la
información edafológica, permite ubicar la localidad de origen del individuo.

La composición isotópica de estroncio en el esmalte, se forma durante su infancia y es


considerada tejido muerto, debido a que no existe penetración de ninguna clase de
estructura orgánica; además ésta no recristaliza o absorbe elementos del medio
ambiente después de haber sido formada. Por lo que, es posible afirmar, que el
estroncio del esmalte refleja la composición isotópica del medio ambiente, en donde la
persona se desarrolló durante su infancia.

Mediante el estudio de isotopos de estroncio realizados por varios autores (Price et. al.,
2008), en Mesoamérica se han definido varias regiones con un rango de valor
específico. En la zona de las tierras altas del área maya, con origen volcánico
(Guatemala) se observan relaciones de 87Sr/86Sr, de .7043 a .7053; en tanto que en las
87
tierras bajas mayas del sur se observan relaciones de Sr/86Sr, que van de .7075 a
.7090. Al interior de cada región de estudio, se han determinado valores intermedios,
87
por ejemplo: en Calakmul, la relación de Sr/86Sr es .7077; en tanto que en la zona
comprendida entre los sitios de Becán – Balamkú, la relación de 87Sr/86Sr es de .7082 a
.7083 (ver figura No. 50).

El análisis de isotopía de estroncio, fue aplicada en 28 muestras de dientes (molares),


pertenecientes a varios entierros de la zona arqueológica de Kohunlich, pertenecientes
250
al Conjunto de Los 27 Escalones.59 Las muestras fueron seleccionadas por la Dra. Vera
Tiesler y analizadas por el Dr. Sthephen Fratpietro, en las instalaciones del laboratorio
de la Universidad de Lakehead, Canadá (2008).

Figura 49. Plano de Mesoamérica, ubicación de valores de estroncio en sitios


arqueológicos. (Cfr. Price, et.al.2008).

La zona arqueológica de Kohunlich se ubica en un paisaje de calizas de la formación


Estero Franco (TmCz-Do), adyacente a la formación Icaiché (TpaCz-Y). La primera
formación se extiende hacia el sureste, por la Riviera del Río Hondo, cubriendo los
poblados de Francisco Villa, Sabidos, Ramonal, etc.; hacia el norte se extiende en los
poblados de Morocoy, Blanca Flor, Reforma, El Suspiro, Altos de Sevilla, etc., cubre
una extensión aproximada de 3750m2; la segunda formación (Icaiché) es la más antigua

59. Agradezco al director del Proyecto Kohunlich, Dr. Enrique Nalda, el permitirme utilizar la información
obtenida, en el análisis de isotopos estables de los restos óseos de Kohunlich.
251
de la Península de Yucatán, además de estar constituida por calizas, está conformada
por yeso, arcillas y fragmentos de sílice; su extensión se ubica en el área poniente del
estado de Quintana Roo y en la zona sur del Estado de Campeche (INEGI, Carta
Geológica E16-4-7, 2005), (ver figura 51 ).

Figura 51. Mapa geológico de la zona sur de Quintana Roo y Campeche. La zona de
Kohunlich (TmCz-Do) se ubica en el área de color café claro, en tanto que la zona
adyacente de la formación Icaiche (TpaCz-Y) se ubica en el área de color ocre.

252
Tabulación 9

Entierro Muestra 87/86Sr


27-4 No. 24 0.708025
E1B No. 2 0.708031
21A No. 16 0.708050
24 No. 20 0.708116
14 No. 8 0.708119
11 No. 5 0.708170
21B No. 17 0.708262
17 No. 13 0.708338
22 No. 18 0.708367
27-2 No. 21 0.708385
27-3A No. 23 0.708387
23 No. 19 0.708395
E1A No. 22 0.708424
16A No. 11 0.708470
E27-1A No. 1 0.708483
15A No. 9 0.708492
16B No. 12 0.708526
2A-2 No. 4 0.708549
28B No. 26 0.708570
28C No. 27 0.708592
2A-1 No. 3 0.708620
15B No. 10 0.708637
28A No. 25 0.708647
20 No. 15 0.708657
13 No. 6 0.708681
18 No. 14 0.708740
29 No. 28 0.708754

253
En base a la información, obtenida en estudios de geología, suelos e hidrología de la
región, aunada a los informes obtenidos en los análisis de restos faunísticos y humanos
de diferentes partes de Mesoamérica (Price, et.al.2008; Howarth y MacArthur, 1997); el
87
rango de los valores de Sr/86Sr, se ha estimado en 0.7083 – 0.7088 para Kohunlich.
La mayoría de las muestras analizadas caen dentro del rango señalado, por ello
representan individuos locales o alternativamente individuos que no pueden ser
distinguidos por provenir de zonas con proporciones isotópicas similares ubicadas en la
formación Estero Franco. A excepción de siete individuos que caen dentro de un rango
inferior, con un valor menor a 0.7083; son individuos que se encuentran fuera de esta
formación, se ubican en el área al poniente de Kohunlich, donde la geología cambia
hacia la formación Icaiche (ver tabulación No.9).

En la tabulación No.9 se observará que los siete individuos que se localizan en la


Formación Icaiché, aparecen en color rojo y son los siguientes:

1.- E14, es uno de los individuos con estatus de nivel excepcional, se localiza en el
relleno constructivo del edificio E1, fechado temporalmente en el Clásico Tardío, fase
temprana (600-700 d.C.).

2.- E21A y E21B, es la pareja de mujeres ubicada en el cuarto oriente del edificio E1,
tienen un estatus bajo. Se ubican a finales de la fase tardía del Clásico tardío, principios
del Clásico terminal (800-1000 d.C.).

3.- E24, es un individuo de sexo masculino, depositado en la crujía externa poniente del
edificio E1. Tiene un estatus bajo, se ubica temporalmente en el Clásico tardío fase
tardía (700-800 d.C.).

4.-E1B, es un individuo de sexo femenino, depositado sobre la cista del individuo 1A, en
la crujía lateral oriente del edificio E8. Tiene un estatus bajo, ubica temporalmente en el
Clásico tardío, fase tardía (700-800 d.C.).
254
5.-E27-4, es un individuo de sexo femenino ubicada en la crujía externa este del edificio
E1, asociada a la ofrenda de acompañantes de la inhumación E18. Tiene un estatus
bajo, ubicada temporalmente en el Clásico tardío, fase tardía (700-800 d.C.).

6.- E11, es un individuo de sexo masculino, ubicado en la fachada oriente del edificio
E11A. Tiene un estatus muy bajo, se ubica temporalmente en el Clásico Terminal-
Posclásico temprano (1000-1200 d.C.).

La información de este grupo de individuos, denota que el individuo E14, es la


inhumación más temprana en comparación con las otras seis inhumaciones, pues se
ubica en la fase temprana del Clásico tardío (600-700 d.C.). Información que permite
postular, que desde fechas tempranas, existían en Kohunlich, flujos de migración. Por
otro lado el resto de las inhumaciones indican, que estos desplazamientos continuaron
durante la fase tardía del Clásico, donde existen claros indicadores arqueológicos, de
que Kohunlich continuo creciendo demográficamente, momento de máxima expansión y
clímax poblacional. Sin embargo, estos movimientos continuaron hasta el Clásico
terminal - Posclásico temprano, como refiere la inhumación E11.

Así mismo se observará, en la tabulación No. 7, que el resto de las inhumaciones


muestreadas se ubican en la formación Estero Franco; son individuos locales o
provienen de áreas que comparten la misma proporción de estroncio. En este grupo se
encuentran los cuatro individuos con estatus de nivel excepcional y alto: E18, E27-2,
E1A y E28A; las inhumaciones restantes, cinco individuos observan estatus de nivel
medio y diez individuos observan estatus de nivel bajo.

Los resultados del análisis de isotopos de estroncio en piezas dentarias, permiten


confirmar la hipótesis planteada en capítulos anteriores, en relación a que desde la
fase temprana del Clásico tardío, la presencia de migrantes en Kohunlich, se
manifiesta; momento que coincide con la entrada de los elementos arquitectónicos del

255
estilo Río Bec. Igualmente permiten confirmar, que la presencia de los ocho estilos y
variantes es resultado de una coexistencia de tradiciones culturales, provenientes del
centro de la Península de Yucatán en especial de tres regiones: Chenes, el sur del
Puuc y en la región de Edzna. Tradiciones que convivieron y se conjugaron con los
residentes de Kohunlich, en un periodo de más de 400 años (ver figura 51).

b. Análisis de paleodieta.

En el estudio de los restos óseos de Kohunlich, se han hecho análisis de elementos


traza, de calcio, zinc y estroncio, con el objetivo de conocer el estado nutricional de la
población prehispánica. Los resultados de este estudio, fueron presentados en una
publicación del Instituto Nacional de Antropología e Historia en colaboración con el
Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (Nalda, et.al., 1999).

En esta investigación fueron analizados tres elementos: estroncio, zinc y calcio. El


estroncio se encuentra concentrado en las plantas. Los vegetales adquieren el
estroncio del suelo y a través de ellos los herbívoros tienden en mayor proporción a
acumularlo en los huesos, denotando así una dieta rica en vegetales y plantas, caso
contrario se observa en los carnívoros, los cuales presentan valores bajos de estroncio,
por su dieta rica en proteínas derivadas de la carne (Burton y Price 1990; Spencer,
1997).

Otro de los indicadores, utilizados es el zinc. La presencia de este mineral en el hueso,


representa dos aspectos opuestos: los niveles de zinc en el hueso pueden representar
una dieta alta en proteínas provenientes de las plantas o puede representar un alto
consumo de productos ricos en zinc, proveniente de la carne, crustáceos y en menor
cantidad de las plantas. Por ello se considera un elemento poco confiable (Ezzo, 1994),
sin embargo en este estudio fue utilizado como complemento, en los valores del

256
estroncio. Igualmente se incluye el calcio, su presencia en la estructura de la matriz
ósea, como indicador mayoritario, permite asociarlo con ambos minerales60.

El estudio de paleodieta de Kohunlich, consta de 16 muestras pertenecientes a las


inhumaciones encontradas en los Conjuntos habitacionales: Noroeste y Los 27
Escalones61. La mayoría de las muestras pertenecen al periodo del Clásico tardío (600-
800 d.C.), a excepción de tres, los cuales se ubican en el Clásico Terminal-Posclásico
temprano (900-1100 d.C.).

El conjunto Noroeste, es un conjunto habitacional conformado por palacios y edificios,


alineados alrededor de un patio central, se localiza muy cerca de la Plaza de las
Estelas. Durante las exploraciones realizadas en este conjunto, se localizaron ofrendas
denominadas “acumulaciones inusuales”, en las que se localizaron abundantes
fragmentos de materiales arqueológicos diversos: cerámica, lítica (pedernal, obsidiana),
concha, hueso, figurillas, metates, etc. Debido a la presencia de este tipo de materiales,
en este conjunto, se ha postulado la presencia de artesanos dedicados a la producción
de este tipo de materiales. En el relleno constructivo y al interior de las banquetas se
localizaron varias inhumaciones de estatus medio (E2, E4A, E5, E7) y estatus bajo
(E10A, E3).

El Conjunto de los 27 Escalones, es el conjunto habitacional de elite de Kohunlich. Está


conformado por varios palacios y edificios, construidos alrededor de espacios
delimitados, con acceso restringido. En el relleno constructivo y al interior de las
banquetas se localizaron varias inhumaciones de estatus excepcional (E14) y alto
(E28A); entierros que fueron dispuestos en tumbas con ofrendas suntuosas; además

60. Las muestras de los restos óseos, fueron analizadas en el Instituto de Investigaciones Nucleares,
fueron analizadas con las técnicas de microscopia electrónica de barrido y de fluorescencia de rayos X.

61. Las 16 muestras de Kohunlich, sólo incluyen las inhumaciones recuperadas en las temporadas de
campo 1993-1994.
257
fueron depositados varios personajes de estatus medio (E15B, E22, E23) y de estatus
bajo (E27, E28B, E21B, E26) provistos de ofrendas más sencillas.

Kohunlich. Tabulación No. 10

Relación Sr/Ca
No. de Relación Sr/Ca Estatus Sexo Edad/años
entierro

E15-B -3.996 Medio Masculino 15-25


E27 -3.849 Bajo Infante 6-10
E14 -3.790 Excepcional Masculino 15-25
E5 -3.752 Medio Femenino 25-45
E28-B -3.727 Bajo Masculino 25-55
E21-B -3.712 Bajo Femenino 35-55
E22 -3.692 Medio Masculino 45-55
E23 -3.670 Medio Masculino 35-55
E10A -3.660 Bajo Femenino 15-25
E28A -3.659 Alto Masculino 25-55
E2 -3.640 Medio Femenino 25-35
E26 -3.634 Bajo Femenino 45-55
E4A -3.616 Medio Femenino 15-35
E3 -3.610 Bajo Masculino 25-45
E20 -3.589 Medio Masculino 35-55
E7 -3.467 Medio Masculino 25-45

Relación Zc/Ca
No. de entierro Relación Estatus Sexo Edad/años
Zc/Ca

E2 -3.772 Medio Femenino 25-35


E28B -3.661 Bajo Masculino 25-55
E28A -3.65 Alto Masculino 25-55
E3 -3.638 Bajo Masculino 25-45
E22 -3.615 Medio Masculino 45-55
E23 -3.563 Medio Masculino 35-55
E10A -3.545 Bajo Femenino 15-25
E5 -3.521 Medio Femenino 25-45
E21B -3.495 Bajo Femenino 35-55
E4A -3.485 Medio Femenino 15-35

258
E27 -3.47 Bajo Infante 6-10
E7 -3.44 Medio Masculino 25-45
E14 -3.368 Excepcional Masculino 15-25
E26 -3.35 Bajo Femenino 45-55
E15B -3.162 Medio Masculino 15-25
E20 -3.056 Medio Masculino 35-55

Cfr. Nalda, et.al., 1999:38

En la tabulación No. 10, se observarán los valores obtenidos (logaritmos en fracciones),


en la relación de estroncio y calcio (Sr/Ca). La lectura de los valores más altos
representan concentraciones menores de estroncio; caso contrario, se observa en los
valores más bajos, los que representan concentraciones mayores de estroncio,
denotando una alimentación rica en proteínas. En el caso de los valores de zinc y calcio
(Zn/Ca), la lectura de las cifras con valores más bajos, indican una dieta rica en
proteína animal.

Los resultados obtenidos, en el análisis de los valores Sr/Ca y Zn/Ca, observaron


mínimas diferencias, entre los individuos del Conjunto de Los 27 Escalones y el
Conjunto NW. En el valor de Sr/Ca, los niveles más altos los presentan tres
inhumaciones, pertenecen a diferentes estatus: bajo, medio y alto. Se observará que en
este grupo se encuentra la inhumación E14, individuo que ostenta un estatus
excepcional; al comparar los valores de Zn/Ca, se observará que está inhumación, se
encuentra en los valores más bajos, lo que indica un alto consumo de proteínas; sin
embargo también se observará que las inhumaciones: E26 (estatus bajo) y E7 (estatus
medio), comparten valores similares, denotando una dieta equilibrada.

Al respecto, para enriquecer y comparar los resultados de este estudio, Nalda y


colaboradores, analizaron inhumaciones del sitio de Dzibanché, asentamiento
localizado a 30 kilómetros al noreste de Kohunlich.

259
Del sitio de Dzibanché, se analizaron 12 inhumaciones, pertenecientes a edificios
monumentales, ubicados en dos de los conjuntos arquitectónicos más importantes del
asentamiento: Dzibanché Central y Acrópolis de Kinichná, ambos con temporalidades
diferentes y a una unidad habitacional (UH1), del Clásico Terminal (800-1000 d.C.), (ver
tabulación No.11)

Dzibanché
Tabulación No. 11

Relación Sr/Ca
No. de entierro Relación Sr/Ca Estatus Sexo Edad/años Temporalidad

E03Dz -3.694 Bajo Femenino 15-25 TERM


E16Dz -3.657 Alto Femenino 25-55 CTA1
E06 Dz -3.653 Bajo Masculino 25-55 CTE1
E11 Dz -3.576 Jaguar
E09Dz -3.528 Alto Masculino 25-55 CTE1
E05Dz -3.401 Alto Femenino 25-55 CTE1
E04 Dz -3.378 Alto Masculino 25-55 CTA1
E08 Dz -3.338 Bajo Infante 0-10 TERM
E07 Dz -3.335 Bajo Masculino 25-55 TERM
E02 Dz -3.277 Bajo ? 15-35 TERM
E3-1 Dz -3.262 Bajo Infante 0-10 TERM
E3-2 Dz -3.245 Bajo Infante 0-10 TERM

Relación Zn/Ca
No. de entierro Relación Zn/Ca Estatus Sexo Edad/años Temporalidad

E02Dz -3.576 Bajo ? 15-35 TERM


E3-1 Dz -3.569 Bajo Infante 0-10 TERM
E07 Dz -3.544 Bajo Masculino 25-55 TERM
E3-2 Dz -3.543 Bajo Infante 0-10 TERM
E08 Dz -3.532 Bajo Infante 0-10 TERM
E09 Dz -3.515 Alto Masculino 25-55 CTE1
E06 Dz -3.509 Bajo Masculino 25-55 CTE1
E03 Dz -3.451 Bajo Femenino 15-25 TERM
E16 Dz -3.313 Alto ¿? 25-55 CTA1

260
E05 Dz -3.309 Alto Femenino 25-55 CTE1
E04 Dz -3.048 Alto Masculino 25-55 CTA1
E11Dz -3.04 Jaguar

Cfr. Nalda, et.al., 1999:37

Las cinco inhumaciones del área de Dzibanché Central, se ubican en los edificios: E1
“Templo del Buho”, E2 “Templo de los Cormoranes” y E6 “Templo del Dintel”. El
individuo de sexo femenino (E5Dz) fue depositado en el edificio E1, en el interior de una
cámara abovedada construida en el relleno constructivo del basamento, estuvo
acompañada de una suntuosa ofrenda que por su calidad y cantidad la ubican en un
estatus alto. Esta inhumación estuvo acompañada por un individuo de sexo masculino
(E6Dz), depositado en el umbral del vano tapiado de la cámara, no tuvo ofrenda y
presenta un estatus bajo; ambas inhumaciones se ubican en el Clásico Temprano (250-
450 d.C.). En el mismo edificio, intruyendo la entrada a la escalera interna, que conduce
a la cámara de la inhumación de E5Dz; fue depositado el individuo de sexo masculino
(E3Dz), no presentó ofrenda alguna, fue inhumado en el Clásico Terminal, fase tardía
(850-1000 d.C.) (Cfr. Nalda, 2004a).

La cuarta inhumación, pertenece al individuo E4Dz, se localizó en una cámara


abovedada, construida al interior del basamento del edificio E2. Pertenece al conjunto
de inhumaciones encontradas en este edificio, las cuales estuvieron acompañadas de
ofrendas suntuosas, asociadas a la dinastía Kaan. Es un individuo de sexo masculino
de estatus alto, se ubica en el Clásico Tardío (600-750 d.C.). Finalmente, la quinta
inhumación (E16Dz), fue depositada en el edificio E6, al interior de una cámara
abovedada, no fue posible definir el sexo del individuo, estuvo acompañada por una
ofrenda de calidad media. Fechada en el Clásico tardío. (Cfr. Nalda y Balanzario 2008a)

Las siete inhumaciones restantes que componen la muestra, dos se ubican en la


Acrópolis de Kinichná, el resto pertenece a la Unidad Habitacional UH1. En el Templo
del edificio E1 de Kinichná, fue depositada en una cámara abovedada, la inhumación
261
E9Dz. Es un individuo de sexo masculino, estuvo acompañado por un individuo de sexo
masculino y un jaguar (E11Dz). Además, presentó una ofrenda de calidad alta,
compuesta por cerámica policroma y varios bienes de prestigio. Es de estatus alto,
fechada en el periodo del Clásico Temprano.

La muestra de inhumaciones de las Unidad Habitacional UH1, corresponde a cinco


individuos de estatus medio (E02Dz, E3-1Dz, E3-2Dz, E07Dz, E08Dz). El conjunto
UH1, está integrado por diez a doce estructuras, presididas por un edificio de mayor
tamaño. La mayoría de sus edificios están cubiertos con bóveda maya y están
equipados por banquetas estucadas. Los materiales cerámicos han permitido fechar
este conjunto durante el Clásico tardío faceta tardía y el Clásico Terminal (700-900
d.C.). Las construcciones desplantan desde una plataforma que sufrió varias
nivelaciones, la más antigua de la cuales pertenece a la primera fase constructiva (700
d.C.), y sobre de ella se ubicaron las estructuras: E18, E5, E7 y E1. En el proceso de
excavación de E1, se localizaron seis entierros, dispuestos alrededor del edificio; fueron
colocados en el relleno constructivo, debajo de la nivelación general de la plaza, a una
profundidad de 50 a 60 cm. Son inhumaciones que tuvieron una ofrenda de calidad
baja, compuesta por fragmentos de material cerámico (Cfr. Nalda, 1988; Nalda, et. al.,
1997; Balanzario 2008).

En la tabulación No. 11 se observarán las muestras de las inhumaciones de Dzibanché,


los valores obtenidos en la relación de Sr/Ca, demuestran que los individuos con
estatus alto: E03Dz, E16Dz, E9Dz, E5Dz y E4Dz, junto con la muestra del jaguar, se
encuentran en los valores más altos de estroncio; en el caso de los valores de Zn/Ca
las mismas inhumaciones, presentan valores bajos; ambos resultados denotan, que
estos individuos tuvieron una alimentación rica en proteínas en comparación con las
inhumaciones de estatus bajo; las que presentaron valores relacionados con una dieta
más abundante en vegetales y en menor cantidad en proteínas. La mayoría de las
inhumaciones de estatus bajo se ubican en la Unidad habitacional UH1.

262
Al comparar los valores obtenidos en ambos sitios, teniendo como referente la muestra
del jaguar, se observará en la tabulación No. 12, que los valores de Sr/Ca observados
en las inhumaciones del sitio de Kohunlich, la mayoría se encuentran en un rango
medio (-3.750 y -3.550), sólo cinco individuos de Dzibanché, se encuentran en este
rango. En los valores arriba de -3.750, se ubican sólo cuatro inhumaciones de
Kohunlich, rango que denota un consumo mayor de vegetales. Se notará que en este
grupo se encuentra, el individuo E14KO, personaje de estatus alto, en asociación con
inhumaciones de estatus medio y bajo. Al analizar las inhumaciones del sitio de
Dzibanché, se observará que los individuos con estatus alto, presentan un porcentaje
menor (-3.550), denotando un consumo menor de vegetales.

Se observará también, que al analizar los valores Zn/Ca, en las inhumaciones de


Kohunlich y Dzibanché, las inhumaciones de estatus alto: E14KO, E5DZ, E04DZ,
E16DZ y E11DZ (Jaguar), observan un consumo alto de proteínas, con valores de
-3.400. La mayoría de las inhumaciones de estatus medio y bajo de ambos
asentamientos se ubican en el rango medio, con valores entre -3.600 y -.3400.

Las conclusiones alcanzadas por Nalda y colaboradores (1999), postulan la existencia


de una marcada diferencia social en los individuos de Dzibanché, conclusión que se
sustenta en que sólo los individuos de estatus alto tuvieron una alimentación rica en
proteínas, en tanto que los individuos de estatus bajo tuvieron una mayor alimentación
de vegetales. En lo que respecta a los resultados de Kohunlich, se observa que la
mayoría de los individuos analizados, observaron una alimentación equilibrada, si bien
se observan algunas diferencias de mayor consumo de proteínas para el individuo de
estatus alto (E14KO), no es una diferencia tan marcada como la que se observa en las
inhumaciones de Dzibanché.

263
Tabulación 12

Relación Sr/Ca
Kohunlich-Dzibanché

Arriba de -3.750 Entre -3.750 y 3.550 Debajo de -3.550


E15-BKO -3.996 E28-BKO -3.727 E7KO -3.467
E27KO -3.849 E21-BKO -3.712 E05DZ -3.401
E14KO -3.790 E03DZ -3.694 E04 DZ -3.378
E5KO -3.752 E22KO -3.692 E08 DZ -3.338
E23KO -3.670 E07 DZ -3.335
E10AKO -3.660 E02 DZ -3.277
E28AKO -3.659 E3-1 DZ -3.262
E16DZ -3.657 E3-2 DZ -3.245
E06 DZ -3.653
E2KO -3.640
E26KO -3.634
E4AKO -3.616
E3KO -3.610
E20KO -3.589
E11 DZ -3.576
E09DZ -3.528

Relación Zn/Ca
Kohunlich-Dzibanché

Arriba de -3.600 Entre -3.600 y -3.400 Debajo de - 3.400


E2KO -3.772 E02DZ -3.576 E14KO -3.368
E28BKO -3.661 E3-1 DZ -3.569 E26KO -3.35
E28AKO -3.65 E23KO -3.563 E15BKO -3.162
E3KO -3.638 E10AKO -3.545 E16 DZ -3.313
E22KO -3.615 E07 DZ -3.544 E05 DZ -3.309
E3-2 DZ -3.543 E20KO -3.056
E08 DZ -3.532 E04 DZ -3.048
E5KO -3.521 E11DZ -3.04
E09 DZ -3.515
E06 DZ -3.509
E21BKO -3.495
E4AKO -3.485

264
E27KO -3.47
E03 DZ -3.451
E7KO -3.44

Cfr. Nalda, et.al., 1999:39

c. Análisis de ADN mitocondrial.

El análisis de ADN, ha permitido a la arqueología, avanzar en el estudio de las


relaciones de parentesco entre los individuos62. La información genética que se
almacena en el ADN, está formada por unidades llamadas nucleótidos. El tipo y la
secuencia de éstos, dependen las características hereditarias de los individuos. El ADN
está en el núcleo de las células; la mitad proviene del padre y la otra mitad de la madre.
Las células poseen asimismo pequeños órganelos llamados mitocondrias que también
contienen ADN, pero éste es heredado exclusivamente de la madre. El ADN nuclear da
la pauta para una identificación individual del esqueleto, en cambio el mitocondrial es un
material genético que generalmente no varía en los individuos.

Varios investigadores (Wallace et al. 1985; Schurr et al. 1990; Torroni et al. 1992;
Merriwether et al. 1994, 1995; entre otros) han realizado estudios de análisis de ADN
mitocondrial en las poblaciones americanas actuales, estudios que al compararlos con
poblaciones europeas, africanas y asiáticas han permitido detectar marcadores
característicos para las poblaciones americanas. De los resultados obtenidos, se han
propuesto cuatro linajes fundadores. Siendo los siguientes:

62. En México se han realizado análisis de ADN mitocondrial y nuclear, en los sitios arqueológicos de
Monte Albán en Oaxaca, (Muñoz Moreno et. al. 2001); Tlatelolco (De la Cruz et al. 2001) y en el área
maya en el sitio de Xcaret (González Oliver et.al., 2001).

265
1.- Linaje A: se ubica en Alaska, Canadá, Estados Unidos, en Mesoamérica (Mayas de
Yucatán) y parte de Centroamérica.
2.-Linaje B: Estados Unidos y Centroamérica, en especial en poblaciones Andinas.
3.-Linaje C: América del Sur, en especial en grupos colombianos y amazónicos.
4.-Linaje D: Siberia, Alaska, Canadá y Sudamérica.

El análisis de ADN mitocondrial, fue aplicado a 13 muestras de restos óseos y piezas


dentarias de las inhumaciones del Conjunto de Los 27 Escalones 63. Del total de las
muestras, sólo 7 dieron resultados. Desafortunadamente, seis muestras fueron
contaminadas y dieron como resultados haplogrupos o linajes provenientes de Europa:
el tipo de controles técnicos efectuado en el laboratorio, al parecer fue un proceso
plenamente controlado y en ningún caso hubo contaminación en el ámbito de la
extracción, quizás esa contaminación se haya dado durante el trabajo de campo
arqueológico o posiblemente, tal alteración se relacione con el medio ambiente y el
proceso de degradación de los restos óseos. Cualquiera de las opciones, que haya
provocado esta alteración, afecto una de las muestras más importantes, la de la
inhumación de E27-2 “nuestro señor”.

Las siete muestras restantes, cinco se ubican en el linaje A y dos pertenecen a un linaje
desconocido. Se observará en la tabulación 13, que de las cinco inhumaciones con
linaje A, destaca el individuo E14, siendo una de las inhumaciones con estatus alto,
fechada en la fase temprana del Clásico tardío. La inhumación E14, comparte el mismo
linaje, que las inhumaciones de estatus medio, las cuales se ubican en el Clásico tardío,
fase tardía. La presencia del linaje A en la muestra de Kohunlich, permite confirmar la
existencia de uno de los linajes fundadores en la población de Mesoamérica, en
especial con los mayas actuales de la Península de Yucatán. En correspondencia con
estos resultados; el análisis ADN mitocondrial realizada en 25 restos óseos de la zona

63. Los análisis de ADN, fueron realizados bajo supervisión de la Dra. Vera Tiesler y del Dr. Sthephen
Fratpietro, en las instalaciones del Laboratorio de la Universidad de Lakehead, Canadá (2008).
Agradezco al Dr. Enrique Nalda, director del Proyecto Kohunlich-Dzibanché el permitirme utilizar la
información presentada.
266
arqueológica de Xcaret, permitió reconocer que la mayoría de los individuos (21)
pertenecen al linaje A y en menor proporción se ubican los linajes B y C (González
Oliver et.al., 2001).

Tabulación 13

Entierro Haplogroupo
E18 Desconocido
E14 A
E26 H, J2, B, HV
E29 A
E28A H, HV
E28B A
E28C H, HV
E27-1A A
E27-1B H
E1B H
E27-2 H
E273-A A
E23 Desconocido

Listado de muestras:

•Muestra No.1.
Conjunto 27 Escalones. Edificio E1. Entierro No.18 (1993-1994)
Pieza dentaria No. 42 y falange (mano)

•Muestra No. 2
Conjunto 27 Escalones. Edificio E1. Entierro 14. (1993-1994)
Pieza dentaria No. 32 y falange (mano izquierda)

•Muestra No. 3
Conjunto 27 Escalones. Edificio E1. Entierro 26. (1993-1994)
Pieza dentaria No.25 y falange proximal 1 (pie izquierdo)

•Muestra No. 4
Conjunto 27 Escalones. Edificio E1. Entierro 29 (1993-1994)
Pieza dentaria No. 32 y hueso ganchoso de la mano izquierda

267
•Muestra No. 5
Conjunto 27 Escalones. Edificio E8. Entierro 28-A (1993-1994)
Pieza dentaria y fragmento de metacarpo 2 de la mano izquierda.

•Muestra No. 6
Conjunto 27 Escalones. Edificio E8. Entierro 28-B (1993-1994)
Pieza dentaria No. 43 y falange proximal izquierda.

•Muestra No. 7
Conjunto 27 Escalones. Edificio E8. Entierro 28-C (1993-1994)
Pieza dentaria No. 33 y fragmento de astrágalo derecho.

•Muestra No. 8
Conjunto 27 Escalones. Edificio E8. Entierro 27-1A (2005)
Pieza dentaria y falange.

•Muestra No. 9
Conjunto 27 Escalones. Edificio E8. Entierro 27-1B (2005)
Pieza dentaria y falange

•Muestra No. 10.


Conjunto 27 Escalones. Edificio E8. Entierro 1B (2000)
Pieza dentaria No. 31 y falange

•Muestra No. 11
Conjunto 27 Escalones. Edificio E8. Entierro 27-2 (2000)
Rotula

•Muestra No.12
Conjunto 27 Escalones. Edificio E8. Entierro 27-3A (2000)
Pieza dentaria No. 12 y falange

•Muestra No. 13
Conjunto 27 Escalones. Edificio E4. Entierro 23 (1993-1994)
Pieza dentaria No. 31 y metacarpo 1 (mano derecha)

268
X. Conclusiones.

El patrón de asentamiento de Kohunlich, presenta una ocupación desde el 500 a.C.


hasta 1100 d.C. Durante este periodo, le acontecieron tres momentos de crisis o
depresiones poblacionales: la primera en el Preclásico superior y el Protoclásico (300
a.C.-250/300 d.C.), la segunda a finales de la fase tardía del Clásico temprano (500-
600 d.C.), y la tercera a finales del Clásico terminal y Posclásico temprano (1000-1100
d.C.), fecha que determinó el inicio del abandono masivo del asentamiento, que
culminaría hacia 1100 d.C. De cada una de las depresiones, Kohunlich se recuperó,
conformando así, un proceso de crecimiento demográfico gradual, alcanzando su
clímax poblacional en el Clásico tardío-Terminal.

Durante la segunda crisis política, la actividad constructiva monumental se redujo, no se


registraron construcciones ni ampliaciones durante este periodo, debido al ambiente
bélico que se estaba dando en la región, su vecino localizado a 30 kilómetros al norte
tiene registros de esta actividad. La escalera del Edificio de los Cautivos de Dzibanché,
se compone de monumentos con textos jeroglíficos grabados; la información derivada
de ellos y la información arqueológica recuperada en contextos funerarios, confirman
que Dzibanché, fue el asiento de la dinastía Kaan durante una de las primeras etapas
de su historia; esa etapa se habría desenvuelto a lo largo de dos siglos, concluidos en
la primera mitad del siglo VII, fecha en que la dinastía se trasladó hacia la región de
Calakmul. Durante este periodo la expansión del dominio territorial de la dinastía Kaan
se amplió en sitios como Naranjo, Los Alacranes, Caracol, La Corona, Okop e incluso
Yaxchilán. En el año 562 d.C., Testigo Cielo, gobernante de la dinastía Kaan en
Dzibanché, emprendió una guerra estrella, en alianza con Caracol, en contra de Wak
Chan K’awiil, gobernante de Tikal conquistando así las tierras del Peten (Cfr. Martín,
2005; Nalda y Balanzario, 2008a; Velásquez, 2008).

269
Durante el reinado de la dinastía Kaan, en Dzibanché, se construyeron nuevos edificios
y se remodelaron los existentes, ubicados en los centros ceremoniales del
asentamiento. En la Plaza Xibalbá se cubrieron los edificios de estilo petenero con un
nuevo estilo arquitectónico “Pilastras Pareadas”, estilo que se manifestó en los edificios
de T’util, Complejo Central, edificio del Dintel y en el edificio E2 “Los Cormoranes”, este
ultimo edificio, albergo la construcción de tumbas reales. El estilo de las pilastras
pareadas, es de corte local, asociado a la dinastía Kaan. Se caracteriza por la
decoración de sus templos a base de paneles limitados por pilastras en pares, bóvedas
muy altas de doble desarrollo y tensores ubicados en los extremos de las crujías así
como basamentos de cuerpos con tableros enmarcados y apoyados con taludes
basales. En las residencias de la elite, la arquitectura está compuesta, por molduras
remetidas y esquinas redondeadas que anteceden a las combinaciones de moldura
delantal del Clásico temprano. (Cfr. Nalda y Balanzario, 2006).

Durante el Clásico tardío en Dzibanché, se presentó un ambiente de inestabilidad,


registrado en la agresión, que sufrieron las representaciones de personajes de alto
rango, modelados en estuco. Las cuales, adornaron los paramentos del Juego de
pelota, así como el interior del edificio T-2 del Grupo T’util. Estos acontecimientos más
la evidencia de restos de incendio intencional y saqueo de las tumbas de este periodo,
demostraron los enfrentamientos entre los grupos de la elite gobernante, situación que
obligó a la división y traslado de la dinastía Kaan a Calakmul. Paralelo a estos
acontecimientos, después del hiatus de 150 años, el gobernante de Tikal Hasaw Chan
Káwil, en 695 d.C., le declaró la “guerra estrella” a Yuknoom Yich’aak K’ahk’,
gobernante de Calakmul, conquistando así la insignia de la dinastía Kaan.

Durante este periodo, en la región se originó un ambiente de desestabilidad política,


periodo en que la dinastía Kaan reoriento la política de su reino, hacia sus vecinos del
norte, hacia la región del Yucatán central. Posiblemente, con la entrada de la dinastía
de Tikal a esta región, sus aliados ampliaron sus redes de comercio, así como sus

270
dominios territoriales, el registro de sus conquistas se encuentra en los dinteles 2 y 3
del Templo IV de Tikal, donde se hace mención de las guerras emprendidas en contra
de El Perú-Waka y Naranjo, antiguos aliados de Calakmul. (Cfr. Valdés A. 2011; Martin
y Grube, 1995). A juzgar por el ambiente observado, durante este periodo en Kohunlich,
se registró la entrada de migrantes provenientes de las regiones sur y poniente de la
Península de Yucatán; cada uno con sus propios conocimientos y costumbres. Así la
cultura material se manifestó en el sitio, con una gran diversidad y con una calidad
mayor de ejecución arquitectónica.

Durante el Clásico Tardío-Terminal, Kohunlich alcanzó su clímax poblacional, con una


población estimada de 5000 a 10,000 habitantes, distribuida al interior y alrededor del
centro cívico ceremonial, lugar donde se desarrollaron las actividades asociadas a la
administración y el ritual, a su alrededor se localizaban las tierras dedicadas al cultivo, a
la producción de alimentos. Kohunlich, se transformó en una sociedad autosuficiente,
obligada a participar en el intercambio de materias primas esenciales, las cuales se
encuentran relativamente distantes. Productos como la miel, cacao y algodón, más que
maíz y otros alimentos básicos, debieron haber jugado un papel central en el
intercambio que compensaba las deficiencias regionales señaladas: por un lado,
entraban a la red de intercambios la sal y productos marinos y lacustres -incluidos
bienes de prestigio como las puntas de manta raya, las conchas y caracoles marinos,
quizás en bruto-, y por otro lado, alimentos básicos, cacao, algodón, miel y bienes de
prestigio terminados, entre ellos artefactos de jadeíta, pirita y acerina 64.

Una de estas especialidades parece haber sido, el algodón o el cacao, como lo fue la
miel para Chactemal durante el Posclásico Tardío. Fernández de Oviedo (1959),
basado en información que recibió de la entrada de Dávila de 1531 ha descrito con
detalle la forma en que los mayas de Chetumal practicaban la apicultura. En las

64.- En las “acumulaciones inusuales” se recuperaron diversos materiales arqueológicos, entre ellos
conchas y caracoles marinos, completos; junto con piezas terminadas y en proceso, así como el
material de desecho.

271
exploraciones realizadas en los conjuntos habitacionales y en la Plaza Yaxná, se
recuperaron discos de varios tamaños asociados a esferas de caliza junto con platos
Tipo: Sierra rojo; localizados en contextos de ofrendas de tipo constructivo. Son objetos
similares a los encontrados en los apiarios de los sitios de Xamanhá y Calica (Com.
pers. Terrones 2011; Martos, 2002). Difieren en el tipo de material, los hallados en los
sitios del norte de Quintana Roo son de coral, en tanto que los de Kohunlich son de
caliza local. Sin duda este tipo de objetos tuvieron un uso original asociado a la
producción de la miel, a la apicultura, industria básica que seguramente fue practicada
con una intensidad variable durante el Clásico temprano y el Clásico tardío en
Kohunlich (Cfr. Nalda y Balanzario 2008b).

Otra de los productos que participó en la red de intercambio, es la producción de


artefactos de pedernal. En Kohunlich, los yacimientos de este material se encuentran
en abundancia, en bancos localizados alrededor y al interior del sitio, en un radio de 5 a
10 kilómetros. Los artefactos encontrados como, hachas talladas, percutores, azuelas,
gubias y puntas bifaciales corresponden a este material. Salazar (2008), analizó más
de 6,221 piezas de lítica tallada, de la cuales 9.6% corresponde a artefactos de
obsidiana y 90.4% a pedernal. En la colección fue posible definir la existencia de una
producción local con estrategias de talla, indicadoras de un trabajo especializado; la
existencia de concentraciones de desechos y artefactos terminados, localizados en los
conjuntos de las Vías, Conjunto NW y los 27 Escalones, denotan la existencia de
talleres de lítica. En contraste, la obsidiana es un material de importación, las cuatro
variedades que se han identificado, provienen de distintos yacimientos: Sierra de las
Navajas, El Chayal, El Paredón y Zaragoza-Oyameles. La colección de artefactos de
obsidiana, se adquirió como materia prima, en forma de grandes núcleos preparados
para la producción, principalmente de navajas prismáticas y en menor proporción para
la fabricación de puntas de proyectil. La preferencia del tipo de materia prima utilizada
en los artefactos, parece indicar que desde etapas tempranas existió una fuerte

272
dependencia con las Tierras Altas de Guatemala; preferencia que durante el Clásico
Tardío se intensificó con los yacimientos del Altiplano (Salazar, op.cit).

Dado este espectro de necesidades y de diversidad regional, es posible definir para


Kohunlich tres diferentes áreas de captación de recursos. En primer lugar un área con
un radio, aproximadamente de 2 km., con centro en el conjunto arquitectónico mayor
del sitio. Más allá de este límite estaría el dominio del centro mayor, en este caso
Dzibanché. Aceptando la idea, de que sitios como Kohunlich, fueron durante el Clásico
Temprano y Medio, parte de un sistema de tributación con centro en Dzibanché.

Durante el Clásico tardío-Terminal, Kohunlich alcanzó su clímax poblacional, periodo


en el que funciono como centro redistribuidor de artefactos provenientes de varios
lugares, en los que participaría como nodo de la red de comercio, en la cual se realizó
el sistema de intercambio de bienes de consumo complementarios y de prestigio. Un
primer punto sería la costa del Caribe, concretamente el lugar donde se ubican los
recursos marinos y lacustres y, de manera especial, la sal (Cfr. Andrews 1983). Más
lejos aún, en las Montañas Mayas del sur de Belice, se encuentra la materia prima para
la producción de metates de grano fino y, más distantes, la Sierra de las Minas, sobre el
río Motagua, lugar donde se encuentra la jadeíta y la serpentina65; en los altos de
Guatemala, en El Chayal la obsidiana gris, recuperada tanto en zonas habitacionales y
monumentales; así como los artefactos fabricados con materiales de origen volcánico.
En otra dirección, y todavía dentro del área maya, se encontrarían los lugares de origen
de la cerámica de importación: el Petén y, en épocas más tardías, el norte y sur de
Yucatán, las tierras bajas de Tabasco, y el altiplano guatemalteco.

65. La colección de artefactos de lítica pulida de Kohunlich, se conforma por metates, manos de metate,
morteros, maceradores de corteza, cortineros, pulidores, afiladores y objetos de ofrenda. La materia
prima con la que están elaborados son de calizas locales y de materiales de importación, cuyos
yacimientos se ubican en las Montañas Mayas de Belice, en la cuenca del río Chamelecón de Honduras,
el río Motagua en Guatemala. (Nalda y Balanzario, 2008b: 48-53).
273
Al respecto, después de haber analizado el sistema funerario de los habitantes de
Kohunlich, podemos postular que desde etapas muy tempranas existió una fuerte
diferenciación social. Durante el Preclásico tardío (300-50 a.C.), fue construido en la
Plaza Yaxná, una estructura monumental (edificio E3), cuyo basamento soporto una
cámara, cuya función fue la de acoger los restos de un personaje muy importante, que
junto con el ceremonial asociado a su inhumación: la presencia de restos óseos de
familiares o alternativamente sacrificados y el atavío formado por orejeras de jade,
posible bastón de mando y el plato Tipo: Polvero, así lo confirman. Esta situación
contrasta con la práctica observada en el Clásico temprano.

En Kohunlich, se tiene escasa información del Clásico temprano, debido a que los
entierros de los edificios E3 de la Plaza Yaxná y en el Templo de los Mascarones,
fueron saqueados; sólo se tiene información de la inhumación del edificio E1 de la
Plaza Yaxná. Durante este periodo, la mayoría de las inhumaciones fueron depositadas
en cámaras construidas al interior de edificios monumentales; a excepción del edificio
E3, cuyo basamento no soporta un templo sino una cámara, que sirve el propósito de
acoger los restos de un personaje especial. Son pocos los ejemplos de este tipo de
proyecto arquitectónico, de hecho sólo conocemos uno y proviene de la región de Altun
Há en Belice. Son acontecimientos que denotan una tradición por conservar la memoria
colectiva por referencia visual (Balanzario y Nalda: 2010).

En contraste durante el Clásico temprano, las cámaras fueron construidas a más de


tres metros por debajo del piso de estuco del templo, característica que se observa en
el edificio de los Mascarones y en el edificio E1 del Yaxná. En Dzibanché, se han
explorado varios edificios y unidades habitacionales. Uno de esos edificios, es el
inmueble del Templo del Búho, en el interior del basamento fue construida una larga
escalera que conecta la parte superior del edificio con una cámara abovedada,
localizada a una profundidad de 15 metros; en ella fue inhumada una mujer
acompañada de una ofrenda suntuosa. Ese mismo tipo de enterramiento, también se

274
observa en el edificio E2, en el Templo de los Cormoranes, lugar donde fueron
inhumados varios dignatarios colocados en cámaras abovedadas acompañados de
solemnes ofrendas (Cfr. Nalda y Balanzario 2008).

En Kohunlich, la secuencia de prácticas funerarias de la elite en el Clásico tardío y


Terminal, se muestra con un nuevo tipo de enterramiento, la práctica de inhumación en
edificios monumentales del Clásico Temprano, desaparece y en su lugar se realizan
entierros en estructuras habitacionales, que a juzgar por su tamaño y tipo de
arquitectura pueden calificarse como Palacios. Los entierros encontrados en el conjunto
de Los 27 Escalones, demuestran este tipo de inhumación.

En Kohunlich, se han explorado extensivamente tres complejos residenciales,


pertenecientes a estos periodos: el Conjunto NW, el Conjunto Pixa’an y el Conjunto de
Los 27Escalones; en ellos hemos localizado 43 inhumaciones, la mayoría tienen un
rango de edad de 46 a 60 años, el 44% de la muestra pertenece a individuos de sexo
masculino, el 35% pertenece a individuos de sexo femenino, 9% pertenece a individuos
de edad infantil y el porcentaje restante pertenece a individuos de sexo indeterminado
(12%), que dado su estado de conservación no fue posible establecerlo. La estatura
promedio observada en las mujeres es 154-156 cm., en los hombres se observa 1.60
cm. (Cfr. Tiesler, 1997).

Del total de la muestra del Clásico Tardío-Terminal, la mayoría (95%) de las


inhumaciones presentaron una ofrenda; sin embargo, cuando se analizaron la calidad
de elementos contenidos en la ofrenda, diez individuos de sexo masculino (23%)
tuvieron ofrendas de calidad baja, sólo nueve individuos de sexo masculino (21 %)
tuvieron ofrendas de calidad alta, conformadas por 7 a más de 10 elementos; en lo que
respecta a las mujeres, la mayoría (28%) tuvieron ofrendas de calidad baja y sólo dos
mujeres (7%) presentaron ofrendas de calidad media.

275
Con respecto a la posición anatómica observada en las inhumaciones, la mayoría
(56%) presentó la posición decúbito dorsal y en menor porcentaje (30%) se observan
las posiciones flexionada total y parcial con sus variantes (decúbito ventral, lateral
derecho e izquierdo); el porcentaje restante pertenece (14%) a los individuos que
observaron posiciones irregulares producto de alteraciones por roedores.

Al analizar el resto de las características culturales que presentaron cada una de las
inhumaciones, se observó que los individuos de sexo masculino presentan un ajuar
funerario de calidad y cantidad preferente, en comparación al que presentan las
inhumaciones de sexo femenino. Al analizar las inhumaciones de estatus alto y
excepcional se observó que la mayoría se ubican en el Conjunto de Los 27 Escalones,
complejo residencial de la elite, conformado por 15 estructuras, construidas en la cima
de una colina. La mayoría de los edificios fueron dispuestos alrededor de una plaza
central, a la que se accede por una amplia escalera. La disposición de los edificios
denota una preocupación por delimitar el espacio habitado, que con el tiempo y la
demanda habitacional, obligó a los mayas a la edificación de una serie de cuartos,
dispuestos a la largo del eje Este-oeste de la plaza, ocasionando la división de este
espacio en dos plazas con accesos restringidos.

De los cuatro edificios que presiden el área nuclear del conjunto, sólo en tres se
encontraron inhumaciones. En el proceso de excavación del relleno constructivo de los
edificios E1, E8 y E4 se localizaron varios individuos, que denotan la existencia de
diversos eventos ubicados en los periodos del Clásico tardío y Terminal. El primero
pertenece a la inhumación E14, un individuo joven, de sexo masculino de tan solo 15 a
20 años; ataviado con símbolos de alto rango [brazaletes de concha, tres cuchillos de
pedernal ubicados en el área de la pelvis, junto con dos vasijas de los Tipos cerámicos:
Egoísta Resist: variedad Egoísta y Corona Rojo, variedad Corona: ambos tipos
fechados en el Clásico tardío, fase temprana (600-700 d.C.)]. Su posición estratigráfica
y la ofrenda que le acompaña, lo ubican en la primera construcción del Edificio E1,

276
evidenciando a un personaje con un poder adquirido por sucesión, por pertenecer a un
linaje.

El segundo evento, estaría dado por el grupo de individuos localizado al centro del
edificio E8. En el relleno constructivo, fue colocada una cámara abovedada y en ella se
depositó un individuo de sexo masculino (E27-2), al que los mayas le otorgaron el rango
de “ahau”, denominación escrita en uno de los platos “encontrados” 66, el que lleva un
glifo que ha sido leído como “este es nuestro señor” (hiin kajaw), titulo de la nobleza,
que sólo lo llevaban las personas de alto rango, asociado a altos dignatarios de la
sociedad maya. Este tipo de escritura, es uno de los escasos casos en los registros
mayas, en el que se recurre a la primera persona del plural, para caracterizar a un
personaje particular67. (Cfr. Velásquez).

Cinco individuos “acompañantes” se encontraron relacionados al individuo E27-2; dos


individuos jóvenes fueron colocados sobre el relleno que selló la cámara funeraria,
dispuestos con el rostro hacia abajo; una pareja de adultos de más de 55 años, fueron
colocados adyacentes al oriente de la cámara abovedada y el quinto individuo, una
mujer joven fue colocada en el cuarto central de la galería norte, en el relleno
constructivo contra la sub-estructura del edificio E8. Al respecto esta última inhumación
presento un fragmento de metate sobre su rostro, en tanto que la pareja de adultos
tuvieron fragmentos de metate en su ofrenda, denotando, posibles insignias de su
ocupación.

66.En el área maya se han encontrado en contexto de ofrenda, vasijas dispuestas una sobre otra “labio
contra labio”, característica asociada a los bultos sagrados representados en vasijas y estelas grabadas,
asociados a personajes de la elite. Ejemplo de ello son las vasijas del escondite, del Conjunto Mundo
Perdido en Tikal, en su interior fueron depositadas restos óseos de ave, restos de carbón, obsidiana,
jade, una espina de raya entre otros materiales asociados al auto sacrificio. (Cfr. Ayala,2002:35;
2010:34-40).

67. El titulo con mayor distribución en las Tierras Bajas Mayas, es el de K’ujul ajaw, que por lo general se
ha traducido como “divino o sagrado señor”, probablemente se deriva del ajaw, cuyo significado es “el
que grita o el que habla”. En las inscripciones glificas, el termino ajaw, no aparece sino hasta el siglo IV
d.C. Otros títulos como b’aah ajaw, sajal, yajaw k’ahk’, yajaw te’, aj k’uhuun, se han encontrado en
inscripciones del occidente de las Tierras Bajas, adscritos a personajes de la nobleza alta. (Cfr.
Delvendahl K., 2010:52-53)
277
El tercer evento está relacionado con las inhumaciones halladas en el edificio E1, con
características similares a las inhumaciones del edificio E8. Bajo el vano interno central,
entre el relleno constructivo del edificio E1, se construyó una cámara abovedada en la
que se depositaron los restos del individuo E18, la ofrenda que le acompaña es similar
a la del individuo E27-2 “este es nuestro señor” (vasos Infierno Negro y Platos
Herradura Negro, junto con navajillas de obsidianas, puntas de mantarraya, y otros
objetos asociados al ritual). En asociación al individuo E18, fueron colocados dos
individuos de edad adulta (E26 y E29), depositados en cistas individuales, selladas por
el piso de estuco de la crujía central. Fueron inhumados simultáneamente con el
entierro de la cámara. Sólo el individuo E29 de sexo masculino fue dispuesto en una
cista doble, con una ofrenda compuesta por dos vasijas Tipo: Achote Negro y dos
navajillas de obsidiana situadas en el área de la pelvis.

Es de notar que el individuo E18, presenta una ofrenda similar a la observada en el


individuo E27-2; la presencia de las vasijas Achote Negro encontrada en uno de los
acompañantes del individuo E18, permite colocar a este entierro múltiple en una fecha
contemporánea al grupo de individuos depositados en la crujía suroeste del edificio E8,
ambos eventos comparten el mismo tipo cerámico, por lo tanto serían posteriores al
entierro de nuestro señor. Al respecto el individuo E18, si bien no presenta ninguna
inscripción en su ajuar funerario, el estatus conferido denota un personaje de alto
rango.

A finales del Clásico tardío, se localizaron seis inhumaciones, dispuestas en las


habitaciones del edificio E1, algunas fueron colocadas en el relleno constructivo y otras
en banquetas construidas ex profeso. Por las características de su ofrenda y
modificación cultural se encuentran en un estatus bajo, argumento que permite sugerir
que se trata de inhumaciones con carácter de ofrenda, pertenecientes a un ceremonial
distinto a los personajes localizados en el área central del edificio.

278
El cuarto evento, se relaciona con el grupo de individuos depositados en la habitación
contigua a la crujía central del edificio E8. De este grupo, destaca el individuo E28A, de
edad adulta cuyo cráneo y piezas dentarias no se conservaron, fue depositado en una
cista, junto con tres individuos dispuestos en el relleno constructivo entre pisos, todos
sellados con el piso de estuco de la última etapa constructiva del edificio. De este
grupo, dos son mujeres adultas, ambas presentan mutilación dentaria, una de ellas es
del tipo A4/B4 (Ik) y la otra del tipo B4/F10, el tercer individuo es un adulto masculino
y presenta mutilación dentaria A4/B4 (Ik). Se trata de individuos del mismo grupo de
edad, con tradiciones culturales similares. El tipo de mutilación dentaria B4, ha sido
identificada por algunos autores como una variante del dios solar maya del “Ik”, rasgo
distintivo que se encuentra representado en la iconografía de los mascarones del
Templo A1 de Kohunlich.

El ultimo evento estaría relacionado con la inhumación E1-A, depositado en la crujía


adosada al paramento poniente del edificio E8. Se trata de un individuo de sexo
masculino, de edad adulta, dispuesto en una cista con nichos. Fue acompañado por
una ofrenda formada por platos Tipo: Herradura, uno de ellos de la variedad Eclipse (de
fondo rojo) colocado sobre la cabeza del personaje, y dos cajetes Infierno Negro,
variedad Bicroma. A diferencia de las inhumaciones de estatus alto, E1A presenta dos
cuchillos de pedernal y los restos de un infante. En asociación al individuo E1A, sobre
el piso que sella la cista, se encontró la inhumación de una mujer (E2), dispuesta entre
el relleno del último piso del edificio que se observa actualmente.

Una vez analizadas las características de las inhumaciones de estatus muy alto y
excepcional, relacionadas al Clásico Tardío; se observó que al compararlos con los
individuos de estatus similar, de los periodos del Preclásico y Clásico temprano, se
observan similitudes. En la tabulación No. 14 se apreciará la existencia de siete
inhumaciones registradas durante los periodos antes mencionados, cabe mencionar

279
que fueron excluidos los individuos 1M y 2Y, debido a que no se cuenta con toda la
información.

Tabulación No. 14
Inhumación Época Edad Sexo Estatus Depósito Posición Orientación Deformación Mutilación dental

3Y PREC. SADO M 11 Cista Decúbito dorsal Sur-Norte Si presenta A4

7Y CTE ADO M 15 Cámara Irregular Sur-Norte? No presenta Si presenta

E14 CTA1 SADO M 16 Relleno c. Decúbito dorsal Sur-Norte Tabular erecta m. No presenta

E2 CTA2 ADM M 17 Cámara Decúbito dorsal Sur-Norte Si presenta No presenta

E18 CTA2 ADM M 16 Cámara Irregular Este-oeste No presenta No presenta

E28A CTA2 ADO M 8 Cista Decúbito dorsal Este-oeste No presenta No presenta

E1A CTA2 ADM M 16 Cista con Decúbito dorsal Este-oeste Si presenta No presenta
nichos
SADO (15-20 años), ADO (<55 AÑOS), ADM (45-55 años)

Son inhumaciones que pertenecen a la estructura política y organización social, que


operó en Kohunlich, en un periodo de más de mil años. Todos son de sexo masculino,
oscilan en tres grupos de edad, dos son subadultos de 15 a 20 años, tres son adultos
con edades de 45 a 55 años y dos son adultos mayores de más de 55 años. A
excepción de dos individuos que observaron una alteración masiva de roedores en los
restos óseos, el resto de las inhumaciones presentan la posición decúbito dorsal, sólo
difieren en la orientación. En los periodos más tempranos hay una preferencia hacia la
orientación Sur-Norte, tradición que cambia en el Clásico tardío a la alineación Este-
Oeste. En lo que se refiere a la modificación cultural, la mayoría presentan deformación
craneana, sólo en el individuo E14 observó el tipo Tabular erecta mimética; la
mutilación dentaria sólo se observó en las inhumaciones de los periodos más
tempranos (Individuos 3Y y 7Y). El resto de los individuos, pertenecientes a los
periodos tempranos (Preclásico y Clásico temprano), no fue posible determinarla, dada
la escasa información que se tiene.

280
En el caso de las 38 inhumaciones restantes de la muestra analizada del Clásico tardío,
se observó, un aumento en la diversidad de formas de mutilación dentaria, 14
individuos (37%) denotan mutilación dentaria, ocho son hombres y seis son mujeres,
son individuos de estatus medio y bajo. La mayoría se localizan en el conjunto de Los
27 Escalones, se encuentran asociados a las inhumaciones de estatus excepcional, a
excepción de tres individuos los cuales se localizaron en otros conjuntos fechados en el
mismo periodo.

La colección de Kohunlich, presenta una diversidad y varios tipos de patrones de


mutilación dentaria, en la que se identificaron los tipos: A1, A2, A4, B4, B5, B7, C3, C4,
E1, G4, Ik y F10. Adicionalmente se observó la decoración con hematita en los tipos
G4 y E1, decoración que pertenece; la primera al individuo E15B de edad joven (15 a
20 años) y la segunda al individuo E29, de edad adulta. Es importante mencionar que
la colección denota la práctica de la mutilación dentaria en individuos adolescentes,
adultos y adultos mayores; en ambos sexos destacan las variantes: A4-B4, Ik y A.
(Cfr. Tiesler, 1997), (ver tabulación No.15).

En el caso de la deformación craneana, en los periodos tempranos se identifica en dos


individuos: 3Y y 5Y. En la muestra total del Clásico tardío: 23 inhumaciones (53%)
presentaron esta característica, once son mujeres, diez son hombres y dos individuos
de sexo indeterminado. El resto de los individuos que no presentaron deformación
craneana, se conforma por cinco individuos de edad infantil y doce inhumaciones de
edad adulta, que dado su estado de conservación, no fue posible determinarla.

La deformación craneana tipo Tabular erecta mimética, se observó en doce individuos


(52%), en menor proporción se observó el tipo Tabular erecta en seis individuos (26%)
y en un porcentaje menor (4%) presenta el tipo Tabular oblicuo68. Tiesler (1998) y

68. Al respecto la deformación mimética u oblicua, son producto de una aplicación de una banda frontal,
combinada con una banda o tabla occipital, como partes de un implemento cefálico móvil. En cambio el
tipo Tabular erecto, requiere de un implemento corporal o de cuna (Cfr. Romano, 1965; Tiesler, 1994).
281
Márquez (1987) asocian esta característica como una costumbre generalizada que
formó parte de la vida cotidiana de los mayas69.

Tabulación No. 15
Entierro Edificio Conjunto Edad Sexo Estatus Depósito Posición Orientación DC MD

5 B-6 NW ADJ/ADU F 6 Sencillo Flex. parcial. dld N-S SP B4-C3


7 E-1 NW ADJ/ADU M 6 Sencillo Extendido dd W-E SI/TE C4
15B E-1 27 Esc. SADO M 5 Cista Extendido dd E-W TEM G4
Hem.
22 E-1 27 Esc. ADM M 6 Sencillo Extendido dd E-W NP B7
26 E-1 27 Esc. ADM F 4 Sencillo Extendido dd S-N TE A1-A2
28B E-8 27 Esc. ADO M 3 Sencillo Extendido dd E-W NP A4-B4
28C E-8 27 Esc. ADM F 3 Sencillo Flex. parcial. dld S-N NP B4-F10
28 D E-8 27 Esc. ADM F 3 Sencillo Extendido dd E-W NP A4-B4
29 E-1 27 Esc. ADJ/ADU M 8 Cista Extendido dd E-W TE E1-
Hem.
EP3 E-1 Pixa'an SADO M 8 Banqueta Flexionado total dli E-W NID A
E271-B E-8 27 Esc. SADO M 4 Sencillo Extendido dld E-W TM IK
INT.
E27E1B E-8 27 Esc. ADJ F 5 Sencillo Extendido dd S-N SP B5-IK
E27-3A E-8 27 Esc. ADO M 4 Sencillo Flex. parcial. dld E-W TM IK
INT.
E27-2A E-8 27 Esc. ADO F 3 Sencillo Extendido dd W-E TM A

SADO (15-20 años), ADJ (25-35 años), ADU (35-45 años), (ADM (45-55 años), ADO (<55 años).

Uno de los estudios, realizados en las inhumaciones de Kohunlich, fue el análisis de


isotopos estables de estroncio. Análisis que fue realizado en una muestra de 28
individuos ubicados en el Conjunto de los 27 Escalones.

69. De acuerdo al estudio realizado por Márquez (1987), en el análisis de 168 cráneos analizados, el tipo
de deformación observado en los mayas de Yucatán durante el Clásico, fue el Tabular Oblicuo (83 %) y
el tabular erecto (14%); en tanto que en el Posclásico el tipo de deformación craneana que predominó fue
el Tabular erecto (82%) y sólo se reportaron dos casos de cráneos con tipo oblicuo. En un estudio
posterior, realizado por Tiesler (1998), analizó 403 cráneos procedentes de 42 sitios prehispánicos de
Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Chiapas y Tabasco; el estudio presentó que el Tipo Tabular erecto,
predomina en los periodos del Preclásico (47.4%), Clásico (50.4%) y Posclásico (89.5%), durante este
último periodo se observa un aumento considerable; el tipo Tabular oblicuo se observa en un porcentaje
similar en los periodos del Preclásico (26.3%) y Clásico (24.1%), en tanto que en el Posclásico observa
un porcentaje reducido (3.2%). Con respecto al Tipo mimético, su presencia es durante el Clásico de
16.3% (Cfr. Tiesler, 1998: 175).
282
Los resultados obtenidos, en estudios previos de geología, suelos e hidrología de la
región, así como análisis de restos de fauna , análisis de restos óseos humanos de
varios sitios de Mesoamérica; han permitido establecer el rango de los valores de
87
estroncio Sr86Sr, en la zona donde se encuentra emplazado el asentamiento de
Kohunlich, estimado en 0.7083 -0.7088. La mayoría de las muestras analizadas caen
dentro del rango señalado, por ello representan individuos locales o alternativamente
individuos que no pueden ser distinguidos por provenir de zonas con proporciones
isotópicas similares ubicadas en la Formación geológica Estero Franco. Sin embargo
siete individuos de la muestra denotaron valores inferiores, menores a 0.7083,
ubicándolos fuera de esta formación, ubicados en el área al poniente de Kohunlich,
donde se localiza la Formación Icaiche.

Dentro del grupo de siete individuos, se ubica uno de los entierros de estatus alto, es el
individuo E14, adolescente ataviado con tres cuchillos de pedernal, dispuestos a
manera de celtas, símbolo de su rango70. Es la inhumación fechada a principios del
Clásico tardío, información que permite postular que desde fechas tempranas, existió
en Kohunlich flujos de migración. Denota también la existencia de alianzas
matrimoniales entre linajes provenientes del centro de la Península de Yucatán, pues
dentro de este grupo, también se localiza la inhumación E1B, individuo de sexo
femenino, depositado sobre la cista del individuo E1A, inhumación de estatus alto,
ubicado en la Formación Estero Franco.
Al respecto en los textos epigráficos, encontramos varios ejemplos de alianzas
matrimoniales entre gobernantes de ciudades aliadas, por ejemplo el matrimonio entre
el gobernante de Copán K’ahk’ Yipyaj Chan K’awil con una mujer de Palenque llamada
Chak Nik Ye’ Xook (Cfr. Martin y Grube 2000:174); otros ejemplos los encontramos en

70.En las estelas mayas, se observan representaciones de gobernantes ataviados de tocados y


accesorios que acompañan su vestimenta, ejemplo de ello son las tres celtas asociadas al cinturón En la
la estela No. 8 del sitio de Naranjo y en la Placa de Leiden, es posible observar esta asociación.
Posiblemente la presencia de los tres cuchillos de la inhumación E14, se relacione con esta
representación.
283
los gobernantes de Yaxchilán y Calakmul, Yaxchilan y Bonampak, Piedras Negras y
Naaman, entre otros (Cfr. Martín y Grube, 2000; Shele y Mathews, 1991).

Así mismo es importante señalar que dentro del grupo de las cinco inhumaciones de
personajes de estatus alto y excepcional, sólo existen dos inhumaciones, en las que la
mujer fue inhumada en el mismo espacio o en asociación al recinto. La inhumación
E1B es una de ellas, si bien el individuo de sexo masculino (E1A), fue depositado en
una cista junto con un infante; sobre el piso de estuco que sella la cista, fue depositada
E1B y sobre ella fue colocado el piso de estuco que se observa actualmente en el
edificio E8. La segunda inhumación es el entierro múltiple, son los individuos E28A,
E28B, E28C y E28D; se trata de cuatro individuos, dos son mujeres y dos son hombres,
pertenecen a la Formación Estero Franco, fueron depositados entre pisos, entre el
relleno constructivo de la última fase constructiva. En este grupo destaca E28A, fue
depositado en una cista dispuesta sobre la misma superficie.

Así mismo dentro del grupo de individuos localizados en la Formación Icaiché, se


localizan tres mujeres (individuos E21A y E21B, E24), y un hombre (individuo E11); las
mujeres fueron inhumadas en las crujías adosadas al edificio E1, fechado en el Clásico
Terminal (800-1000 d.C.). El individuo E11, fue depositado frente a la fachada oriente
del edificio E11A, en contexto de derrumbe, en el Clásico Terminal - Posclásico
temprano.

El resto de las inhumaciones analizadas con isotopos estables de estroncio, denotan


valores que pertenecen a la Formación Estero Franco, son individuos locales. En este
grupo se localizan los cuatro individuos con estatus alto y excepcional (E18, E1A, E28A
y E27-2 “nuestro señor”). Los resultados del análisis de isotopos de estroncio en piezas
dentarias, nos permiten confirmar la hipótesis planteada en capítulos anteriores, en
relación a la existencia de migrantes desde la fase temprana del Clásico Tardío, fecha
que coincide con la presencia de elementos arquitectónicos del estilo Rio Bec.

284
Igualmente permiten confirmar que el estilo Pixa’an y variantes es el resultado de una
coexistencia de tradiciones culturales, provenientes del centro de Yucatán, en especial
de tres regiones: Chenes, el sur del Puuc y la región de Edzna. Son tradiciones que se
fusionaron en la arquitectura de Kohunlich, en un periodo de más de 400 años.

En concordancia con esta hipótesis, el análisis de ADN mitocondrial aplicado a 13


inhumaciones del Clásico tardío, permitió confirmar que son individuos originarios del
linaje A, ubicados en el área de la Península de Yucatán. Otro de los estudios
realizados a la colección de Kohunlich, fue el de análisis de elementos traza: calcio,
zinc y estroncio. Análisis que permitió conocer el estado nutricional de la población
prehispánica. Los resultados de este estudio, fueron presentados en una publicación
del Instituto Nacional de Antropología e Historia en colaboración con el Instituto
Nacional de Investigaciones Nucleares (Nalda, et.al., 1999).

El análisis de paleodieta, fue aplicado a 16 muestras de los Conjuntos habitacionales:


Noroeste y Los 27 Escalones. La mayoría de las muestras pertenecen al periodo del
Clásico tardío (600-800 d.C.), a excepción de tres, los cuales se ubican en el Clásico
Terminal-Posclásico temprano (900-1100 d.C.).

Los resultados obtenidos, en el análisis de los valores Sr/Ca y Zn/Ca, observaron


mínimas diferencias, entre los individuos del Conjunto de Los 27 Escalones y el
Conjunto NW. En el valor de Sr/Ca, los niveles más altos los observan tres individuos,
que pertenecen a diferentes estatus: bajo, medio y alto. Se observó que en este grupo
se encuentra, el individuo E14, al comparar los valores de Zn/Ca, se observó que E14,
se encuentra en los valores más bajos, lo que indica un alto consumo de proteínas; sin
embargo también se observó que los individuos: E26 (estatus bajo) y E7 (estatus
medio), comparten valores similares, denotando una dieta equilibrada. En el mismo
estudio, fueron analizadas muestras de individuos del sitio de Dzibanché. Los valores
obtenidos en ambos sitios, tuvieron como referente la muestra de un jaguar.

285
Los análisis de paleodieta revelaron, que al comparar las muestras pertenecientes a la
elite con las muestras de las unidades habitacionales de estatus medio; se observó,
que para el caso de Dzibanché, los entierros de la unidad habitacional UH1,
presentaron niveles de estroncio en cantidades más altas, que la de los personajes
enterrados en los grandes basamentos, en los edificios E6 y E2, denotando que el
grupo de estatus más alto en Dzibanché tuvo una dieta rica en proteínas animales. En
el caso de Kohunlich los resultados fueron distintos: se compararon los resultados de
las muestras del Conjunto NW y Los 27 Escalones, las diferencias son mínimas: las
cantidades de estroncio y zinc mostraron valores similares. Cuando se compararon los
entierros de la unidad habitacional UH1 con los del conjunto NW, se demostró que los
valores más altos de estroncio se encontraron en Dzibanché, lo que sugiere que los
habitantes de Kohunlich tenían una mejor dieta y que tuvieron más posibilidades de
adquirir alimentos de origen animal (Nalda, et.al. 1999.).

De lo anterior podemos señalar que en el Clásico tardío-Terminal, en Kohunlich las


condiciones dietéticas de grupos de elite y de estatus medio eran casi las mismas, en el
caso de Dzibanché son muy diferentes. Durante este mismo período, en Dzibanché se
construyeron grandes basamentos piramidales para albergar tumbas reales, lo que
reforzaba la figura de un gobernante principal; en contraste, en Kohunlich se desarrolló
una descentralización del poder, los grandes basamentos dejaron de construirse y, en
su lugar, los entierros de personajes notables pertenecientes a la elite, se hicieron en
unidades habitacionales presididas por palacios. El Conjunto de los 27 Escalones,
cumple con estas funciones, el hallazgo de inhumaciones con ofrendas y la existencia
de la inscripción jeroglífica “hiin kajaw [este es nuestro señor]”, denota que fue el lugar
de residencia y sede del poder de la elite de Kohunlich, durante este periodo (600-900
d.C.). Al respecto el titulo de ajaw (ahau), fue utilizado en las Tierra Bajas a partir del
siglo IV, como titulo de la nobleza para referirse a la máxima autoridad de un lugar. El
titulo también aparece, en documentos del Posclásico (La Probanza de Paxbolón, 1567
d.C.). (Cfr. Velásquez, 2002; Delvendahl 2010).

286
Este es el panorama de Kohunlich, durante el Clásico tardío - Terminal, fue la época de
mayor crecimiento poblacional, reflejado no sólo en su arquitectura, se refleja también
en la construcción de complejos arquitectónicos habitacionales, en y alrededor del área
central. Durante este periodo, se observó la construcción y subdivisión de nuevas
habitaciones a las ya existentes, se ocuparon los espacios libres (patios), denotando un
crecimiento “hacia adentro”, más del 75% de las áreas ocupadas durante este periodo,
presentan sub-estructuras y materiales cerámicos ubicados en el Preclásico medio y
Clásico Temprano (Cfr. Nalda 2000:205).

Ejemplo de ello se refleja en el conjunto Noroeste, donde se han encontrado escaleras


que conducen al piso superior o a las azoteas de los cuartos, denota una utilización
intensa del espacio, la presencia de concentraciones masivas de materiales domésticos
y utilitarios en los patios, lo demuestra. En el caso del Conjunto de Los 27 Escalones,
durante este periodo se observan construcciones al interior del espacio
semiamurallado, existe una idea de exclusividad de vivir “dentro”, espacios construidos
durante este periodo para albergar a nuevas familias o matrimonios jóvenes, el vivir al
interior seguramente marco un rango de distinción71.. Los espacios no construidos se
fueron reduciendo por la adición de nuevos edificios, los vanos de los cuartos fueron
tapiados para acomodar banquetas más grandes y al interior de los cuartos se crearon
subdivisiones, ampliaciones que respondieron a una población que continuaba
creciendo gradualmente. El asentamiento de Kohunlich se conformó de entidades
políticas cuyo espacio territorial se definió por un conjunto de complejos residenciales,
cuyos gobernantes estuvieron enlazados por relaciones de índole política, económica y
religiosa.

71.- Durante el Clásico Tardío en el área maya, existieron conjuntos palaciegos similares al Conjunto de
Los 27 Escalones, conjuntos conformados por palacios emplazados alrededor de plazas con accesos
restringidos, construidos para la elite. Ejemplos de ello, son: el Grupo M7 del sitio de Aguateca, la
Acrópolis Central de Tikal, el Grupo Gran Acrópolis de Calakmul y en los sitios de Copan y Palenque, se
puede observar este tipo de arreglo (Cfr. Delvendhal, 2010). Un ejemplo más, es posible observarlo en
las recientes investigaciones realizadas en el área de Dzibanché Central, en el Conjunto de la Plaza
Pom, complejo habitacional asociado a la elite.
287
En el Clásico temprano, Kohunlich estuvo sujeto a la jurisdicción de linaje de los Kaan
(Dzibanché), esta situación cambió en el Clásico tardío, época en la que existió un
ambiente de inestabilidad. Es durante este periodo que el asentamiento de Kohunlich
alcanzó su autonomía politica, el clímax poblacional registrado en este periodo junto
con el registro de la entrada de migrantes, reflejada en la arquitectura y en el sistema
funerario, demuestra que a través de las alianzas matrimoniales, existió la convivencia
de varios linajes, los que quizás tuvieron antepasados comunes. Al respecto, el análisis
de morfología dental de las inhumaciones de Dzibanché y Kohunlich, realizado por
Cucina (2007), denota una separación de afinidades morfológicas, el análisis de 79
rasgos morfológicos observados en las coronas y raíces de las piezas dentarias,
confirmó que Kohunlich no comparte un sustrato morfológico con Dzibanché, caso
contrario se observó, al comparar los resultados de Dzibanché con Calakmul, los que
denotan que comparten afinidades (Op.Cit).

Igualmente, derivado del estudio de morfología dental en varios sitios de las Tierras
Bajas Mayas, Tiesler y Cucina (2012) observaron que existe similar diversidad
biológica en los sitios urbanos y en los sitios costeros. El índice de heterocigosidad72
observado en los sitios de: Calakmul, Tonina, Palenque, Puuc y Dzibanché, se ubican
entre los valores de 0.267 - 0.245, en tanto que los sitios de la costa: Xcambo y Jaina
presentan valores de 0.264 - 0.252. Ambos grupos denotan valores similares, los que
representan poblaciones dinámicas y exógamas. Los rasgos morfológicos dentales
fueron analizados estadísticamente con el Análisis de Conglomerados y de Máxima
Semejanza. Los resultados obtenidos, observaron que Kohunlich tiene afinidades con
Palenque y con los sitios del Puuc, mientras que Calakmul confirma sus afinidades con
Dzibanché, el Péten y los sitios del Puuc (ubicados al norte y hacia el centro de la
Península de Yucatán), estos últimos sitios, observan afinidades con Xcambo. Las
conclusiones alcanzadas de este estudio, indican la existencia de dinámicas

72. El índice de heterocigosidad, es un valor usado en las ciencias bilógicas para medir la variabilidad de
las características morfológicas de los individuos. Índices elevados (0.5) denota poblaciones abiertas
variables y exógamas, en tanto que índices reducidos reflejan poblaciones endogamas y aisladas. (Cfr.
Tiesler y Cucina, 2011:105-113)
288
poblacionales en sitios del Clásico Temprano y del Clásico Tardío73. Denotan también
que Kohunlich tuvó afinidades con los sitios de Chiapas y con los sitios de la zona Puuc
(Op.Cit.).

La disertación presentada se ha realizado sobre material inédito de las exploraciones


realizadas desde 1993 al 2005, estudios que han permitido analizar el origen de cada
uno de los personajes inhumados y, por tanto, establecer así las diferencias culturales
en las prácticas funerarias, así como en la arquitectura asociada; la hipótesis planteada
sobre movimientos migratorios, origen y razones del desplazamiento, es posible
confirmarla con el contexto arqueológico, el análisis del patrón de asentamiento y los
análisis aplicados a las inhumaciones de Kohunlich.

A finales del Clásico tardío, Kohunlich brindó un ambiente de crecimiento económico y


demográfico, con estabilidad política, ambiente que se prolongó hasta el abandono del
asentamiento hacia el año 1000/1050 d.C. La aparición de los estilos arquitectónicos
de columnas embebidas en muros y en fachadas porticadas, los edificios de doble
escalera y plataformas con escaleras de piedras paradas, denotan la entrada de grupos
humanos con bagajes culturales, los cuales convergieron con los existentes.
.
A finales del Clásico Terminal, existió un ambiente de inestabilidad política,
consecuencia de la ausencia de un proyecto comunitario, que suscribiera los intereses
de todos los grupos de origen diverso que integraban a Kohunlich. La presencia de
ofrendas, denominadas acumulaciones inusuales, dispuestas al interior de los conjuntos
habitacionales, sobre los pisos y en derrumbe; conteniendo restos de figurillas, concha,
lítica tallada y pulida, metates miniatura, cerámica, restos óseos humanos74 y de

73. Los resultados alcanzados por Tiesler y Cucina (2011), confirman la existencia de movimientos
poblacionales graduales o masivos durante el Clásico, conclusión subrayada por varios autores: Austin
(1978), Sharer (1994), Nalda (1980), Liendo (2008), Price, et.al (2006), Pompa (1990), entre otros.
74.- Durante este periodo en Kohunlich, se encontraron entierros intruidos, encontrados debajo de los
pisos de estuco destruidos, tendidos en la última época constructiva del edificio. A diferencia de las
inhumaciones primarias, este segundo tipo de entierros explorados mostraron huesos faltantes. Uno de
los entierros encontrados en Kohunlich (Entierro No. 2) observó la ausencia de fémures, tibias y peronés,
289
animales, demuestran la realización de ceremonias de carácter ritual. Uno de esos
metates miniatura, fue roto en tres pedazos, en el dorso fue grabado el glifo 3 Ahau,
relacionado con el fin de un katún, inscrito en 869 d.C., fecha relacionada con los
momentos de indudable crisis social (Cfr. Balanzario, 2004).

Finalmente durante el Posclásico temprano, sobre las ruinas de los edificios se


levantaron casas hechas de material perecedero, apoyadas en pequeños cimientos
formados por hiladas de piedras, las cuales funcionaron como reten de los postes de
madera recubiertos de lodo, de similar construcción a las casas modernas de la región.
La construcción de casas tardías dispuestas alrededor de edificios que antes habían
servido a la elite y el depósito de ofrendas compuestas por fragmentos de incensarios
Tipos: Cehac Hunacti y Chen Mul, vasijas Tipo Navulá y Rojo Tulum, entre material de
derrumbe, demuestran el reconocimiento de la vigencia de los mitos que dieron sentido
a la comunidad maya75.

en tanto que los huesos de los pies, se encontraron completos y en relación anatómica. La disposición de
los huesos encontrados hace pensar que se trata de una intrusión y el retiro cuidadoso de los huesos
faltantes, y no de una simple vandalización de la tumba y su contenido. Al respecto en las
acumulaciones inusuales se encontraron restos óseos pertenecientes a dos a cuatro adultos, algunos de
los restos observaron huellas post mortem, lo que demuestra el tipo de manipulación del entierro,
ceremonial que se trataría de la recuperación del poder depositado en los huesos, del reconocimiento de
la importancia del personaje enterrado y de su potencial en la realización de una ceremonia propiciatoria
(Cfr. Balanzario, 2004). Una situación similar se observa en el análisis de 1520 entierros provenientes de
15 sitios del área, en la que Krejci (1998), observó que hay dos tipos de entierros: disturbados y violados.
En el primer caso los restos del entierro han sido removidos para enterrar más cadáveres; en el segundo
los restos óseos han sido extraídos total o parcialmente de sus tumbas, dejando fragmentos escasos de
los restos óseos y de sus ofrendas. Ha concluido que ambas situaciones son producto de ritos
funerarios especiales y que en el caso de los entierros violados representan “la ira de la gente contra las
élites ó un comportamiento antiguo de robar cosas preciosas”. (Krejci 1988:218).

75.- La presencia de incensarios efigie en Quintana Roo (Cfr. Nalda y Balanzario 2010), en el norte de
Belice (Cfr. Pendergast 1981; Masson 2000), y en el norte de Yucatán (Schmidt, 2005), denota la
existencia de una amplia red de comercio, en el Posclásico tardío.

290
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