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Curso: Derecho Civil I “Derecho de Personas”

DERECHO DE PERSONAS

Referencia Bibliográfica: Vásquez Ríos. Derecho de Personas.


Rubio Correa, Marcial. Sistema jurídico: Introducción al derecho.

Previo al desarrollo del curso, es importante retrotraernos a la significación


conceptual del Derecho. El autor Alberto Vásquez Ríos, señala que se puede
explicar a través de tres elementos:

 El Hecho Material de la convivencia social entre los hombres.


 Normas reguladoras de conducta intersubjetiva.
 El valor de Justicia en el Derecho.

1) El Hecho Material de la convivencia social entre los hombres:


Los seres humanos en su actividad integrante, interactúan a nivel de
relaciones sociales en donde se produce y se reproduce la vida. Resultado de
dicha interacción es la convivencia social.

Por lo tanto, la sociedad, no puede ser una simple coexistencia física, sino
una fluctuante y complejísima estructura de relaciones materiales y
espirituales, sustentadas en la conciencia de una multiplicidad de objetivos y
de intereses en común.

Toda convivencia, desde la más elemental en la familia hasta la más compleja


en la sociedad, requiere de una adecuada ordenación de las relaciones de las
personas.

La convivencia implica, inevitablemente, limitaciones en la esfera de la


libertad y del poder de cada cual, ajustes de los individuos entre si y de
éstos con la sociedad. Estos últimos aspectos nos remiten a las normas como
reguladoras de conductas intersubjetivas, aquellas que constituyeron la
clásica definición del Derecho.

2) Normas Reguladoras de Conductas Intersubjetivas:


El mantenimiento y desarrollo de la vida en común exige que la conducta de sus
asociados se regule normativamente en forma ordenada, segura y pacífica, de lo
contrario, la convivencia se sería perjudicial y poco posible de realizarse.

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ALZAMORA VALDEZ, citada por Vásquez Ríos, señala una notoria diferencia entre
derecho y norma. Este el autor peruano, indica que el derecho es la potestad
inteligente del hombre sobre todo lo que conduce hacia la realización del fin
nacional, mientras que la norma significa un juicio lógico que tiene como
finalidad traducir el modo cómo debe regularizarse la conducta humana
intersubjetiva.

Esta regulación externa de la conducta de los hombres, tendiente a establecer


un ordenamiento justo de la convivencia humana, es lo que se denomina Derecho.

3) El valor de justicia en el Derecho:


Kelsen, afirma que, el valor de justicia para el derecho es de consideración
relativa. La justicia en sí (en primera instancia) es una categoría de
emanación subjetiva.

Y agrega que la noción de justicia que debe impregnar en el sistema jurídico


"es … la libertad, la de la paz; la justicia de la democracia, la de la
tolerancia".

EL DERECHO
1. DEFINICIÓN.-
Etimológicamente, podemos indicar en primer lugar que la traducción latina de
la palabra derecho es IUS.
Sin embargo, el uso castellano del término proviene de otra palabra latina
DIRECTUM, que significa “lo recto”, “lo justo”, “lo enderezado”.
La definición de derecho, debido al estudio de las corrientes actuales, no
sólo se centra en el derecho objetivo, sino, también, en otros aspectos del
derecho mismo.
Desde el punto de vista objetivo, el derecho es el conjunto de normas que
dentro de una sociedad organizada, disciplinan bajo amenazada de sanción, el
comportamiento de los miembros de ella en las relaciones que entablan entre sí
para satisfacer sus necesidades materiales y espirituales, y lograr el bien
común.
Como derecho subjetivo, comprende dos elementos: el interés y la voluntad o
querer del individuo. Y se define como un poder de obrar, concedido a la
voluntad del sujeto para la satisfacción de sus propios intereses, poder
reconocido, y garantizado por el derecho objetivo. Este poder entendido como
la facultad de ejercicio.

2. DIVISIÓN.-

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La división más clásica y tradicional de Derecho que tuvo como autor al


jurisconsulto romano Ulpiano fue la de Derecho Público y Derecho Privado.

Las más generalizadas doctrinas que sistematiza la Teoría General del Derecho
hacen radicar la distinción en el interés tutelado, en la característica que
las normas le atribuyen a las relaciones jurídicas y en el fin del Derecho.

Si lo que se ampara es el interés general o social, las normas corresponden al


Derecho Público; si lo que se ampara es el interés individual o particular,
las normas son de Derecho Privado, aunque como bien advierte Messineo, habrían
normas de carácter intermedio, como son las de orden público que se destacan
por la tutela de intereses no-individuales o colectivos, las que, sin embargo,
no se salen de la esfera del Derecho Privado.

Si la característica que las normas le atribuyen a las relaciones jurídicas


son de coordinación, en un plano igualitario entre los sujetos que
intervienen, la relación es de Derecho Privado; si la característica es de
subordinación, porque en las relaciones jurídicas una de las partes es el
Estado o un ente público, que actúa con ius imperium, la relación es de
Derecho Público. Y si, por último, lo que la norma persigue es una justicia
conmutativa, corresponde al Derecho Privado; si la finalidad es la justicia
distributiva, la norma es de Derecho Público.

Al lado de estas doctrinas existen también las que niegan la distinción. Pero
éstas tienen en común con las doctrinas que la aceptan, el reconocimiento de
su utilidad y sentido metodológico.

Establecida la necesidad didáctica de distinguir el Derecho en Público y


Privado, y aun cuando con todo fundamento puede hablarse de un género
intermedio, lo que contribuye aún más a confundir la distinción, la ubicación
que corresponde a la Teoría General del Acto Jurídico es en el ámbito del
Derecho Privado.

3. RAMAS.-
Algunas ramas que integran el Derecho Público son: Derecho Administrativo,
Derecho Constitucional, Derecho Penal, Derecho Procesal, Derecho Laboral,
Derecho Tributario.

Por otra parte, el Derecho Privado comprende básicamente: el Derecho Civil y


el Derecho Comercial o mercantil.

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El Derecho Civil, regula las relaciones entre particulares, ya sean personas


físicas o jurídicas. Es la más utilizada entre las ramas del derecho ya que
comprende las relaciones patrimoniales, personales, de familia, de derecho
sucesorio, etc. El Derecho Comercial, o Mercantil, se encarga de regular la
actividad de los comerciantes, y sus relaciones comerciales, denominadas actos
de comercio.

EL DERECHO CIVIL
1. DEFINICIÓN.-
Civil es la palabra que deriva del latín CIVILIS. Y CIVIS significa Ciudadano.
Etimológicamente el derecho civil quiere decir el derecho concerniente al
ciudadano.

Para comprender cabalmente el concepto de derecho civil, es conveniente


recordar la evolución histórica de su contenido. En Roma, ius civile
significaba el derecho propio de un pueblo independiente, por oposición a ius
gentium, que comprendía las reglas comunes a todos los pueblos y a ius
naturale que eran aquellas reglas elementales que derivan de la naturaleza
misma del hombre.

A medida que el vasto Imperio fue asimilando más y más los pueblos
conquistados, y les concedió la ciudadanía, el ius civile de Roma, llamado
también derecho quiritario, fue desalojando a los otros derechos nacionales,
hasta convertirse en la ley común de todo el Imperio.

A la caída de éste, la expresión ius civile designaba el derecho romano,


público y privado. Poco a poco, sin embargo, aquellas palabras tomaron un
sentido distinto, comenzaron a designar al derecho privado, por oposición al
público. Esta desviación se explica de una manera muy simple al decir de
RIPERT. El ius civile, tal como los estudiosos lo encontraron recopilado en la
codificación de JUSTINIANO, comprendía a la vez, normas de derecho público y
privado; pero a la caída del Imperio, los textos sobre su organización estatal
y su administración no tenían ninguna utilidad. Como consecuencia de ello, los
jurisconsultos no acudían a las compilaciones de JUSTINIANO, sino para buscar
las reglas de derecho privado; de ahí que, poco a poco, derecho civil vino a
significar derecho privado.

Con el avanzar de los siglos, el progreso de la técnica de las comunicaciones,


el aumento del tráfico mercantil y del intercambio entre los pueblos, fue
creando la necesidad de desglosar, de aquel tronco común que era el derecho

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privado o civil, algunas ramas que escapaban a sus moldes, un poco estrechos.
Así fue como se separaron el derecho comercial y el procesal. Durante el siglo
pasado, el desarrollo del maquinismo y de la gran industria, dio lugar a los
nuevos y complejísimos problemas surgidos del trabajo y con ellos, se produjo
la segregación del derecho obrero. Como se ve, el derecho civil ha sido el
derecho madre del cual se han ido disgregando las restantes ramas del derecho
privado. Precisamente en razón de esta evolución histórica se lo ha definido
como el derecho privado, exclusión hecha de las normas que atañen a problemas
específicamente comerciales, procesales, rurales o laborales. Pero esta
definición por resta o deducción, que sin duda tiene su parte de verdad, es
insatisfactoria, porque da la idea de que el derecho civil es algo amorfo, que
no puede vertebrarse alrededor de un concepto unitario. Y esa idea es falsa.

El derecho civil ha conservado en su seno todo lo que es realmente fundamental


del derecho privado; mantiene la posición eminente que siempre le ha
correspondido; ha seguido siendo la fuente común a la cual es preciso
remontarse ante el silencio de los textos de otras ramas del derecho privado;
sigue siendo el derecho común, el Derecho por excelencia; constituye dice
JOSSERAND, el armazón mismo y la base de la juridicidad. Puede definírselo
como el derecho que rige al hombre como tal, sin consideración de sus
actividades o profesiones peculiares; que regla sus relaciones con sus
semejantes, y con el Estado, cuanto éste actúa en su carácter de simple
persona jurídica y en tanto esas relaciones tengan por objeto satisfacer
necesidades de carácter genéricamente humano.

El derecho civil se ocupa, por consiguiente, del sujeto del derecho, sea la
persona natural o la jurídica, pero considerando esta última tan sólo en
cuanto es una expresión del derecho de asociación sin fines de lucro, pues si
los tiene está regida por el derecho comercial; se ocupa, asimismo, de la
familia y establece los deberes y derechos que nacen del parentesco; del
objeto de los derechos, o sea, de los bienes y las cosas; de los actos
jurídicos; de los derechos patrimoniales y, en particular, de la propiedad; de
las sucesiones, etc.

EN CONCLUSIÓN: El derecho civil es un derecho privado en general y es el eje


central de todo derecho privado. Las demás ramas del derecho privado regulan
sectores específicos que no se aplican a todos los ciudadanos (como el derecho
mercantil o el derecho del bancario), mientras que el derecho civil se aplica
al ser humano, por el simple hecho de serlo, es decir, basta tener la
condición de persona para acceder a este derecho.

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Por lo tanto el derecho civil, es el derecho privado general que tiene por
objeto la regulación de la persona en su estructura orgánica, en los derechos
que le corresponde como tal y en las relaciones derivadas de su integración
con la familia y de ser sujeto de un patrimonio dentro de la comunidad.

2. IMPORTANCIA.-
La importancia del derecho civil, deriva principalmente de la generalidad de
su aplicación; sus normas llegan a suplir los derechos especiales, mediata o
inmediatamente, cuando estos carecen de preceptos adecuados sobre un asunto o
materia propios de su competencia. Y, como se ha subrayado, este carácter
supletorio erige al Derecho Civil en el representante de la unidad del Derecho
Privado.

El derecho civil se caracteriza por la permanencia y estabilidad de sus


instituciones, lo que quizás proviene de su propia naturaleza. Si se compara
con el derecho público, se observa que en éste las estructuras e instituciones
son cambiantes, al paso que en el derecho civil las formas jurídicas como la
propiedad, las obligaciones, los contratos, la familia, en su conjunto, es
relativamente poco lo que han variado a través de los siglos. Si ha habido
evolución, esta se refiere a problemas secundarios, y muy pocas veces a lo
esencial de las instituciones.

3. LOS DERECHOS CIVILES.-


El contenido del derecho civil moderno lo integran las normas sobre las
instituciones fundamentales del derecho privado que se refieren a todas las
personas, sin distinción de su condición social, profesión, etc. Estas
instituciones son la personalidad, la familia y el patrimonio:
 Las normas sobre la personalidad miran a la persona en sí misma y no en
sus relaciones (patrimoniales o familiares) con los demás; disciplinan
la existencia, individualización y capacidad de las personas físicas y
morales o jurídicas.
 Las normas sobre la familia rigen la organización de está y dentro de
ella definen el estado de cada uno de sus miembros.
 Las normas sobre el patrimonio: regulan el conjunto de derechos y
obligaciones valuables en dinero.

4. PERSONA NATURAL Y PERSONA JURÍDICA.-


Como hemos analizado en ítems anteriores, el Derecho Civil, aborda el estudio
del derecho privado y dentro de este el estudio de la persona.

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Al amparo de nuestra legislación la persona puede ser:


- Persona Natural: Es todo ser humano individual con existencia propia. Es
una persona humana que ejerce derechos y cumple obligaciones a título
personal.
- Persona Jurídica: Es el sujeto de derechos capaz de adquirir derechos y
contraer obligaciones. Es un sujeto de derechos y obligaciones que
existe, pero no como individuo, sino como institución y que es creada
por una o más personas físicas para cumplir un objetivo social que puede
ser con o sin ánimo de lucro.

HISTORIA DEL DERECHO PERUANO SOBRE EL DERECHO DE PERSONAS

1. CÓDIGO DE 1852.-
Como lo señala el texto Instituciones del Derecho Civil Peruano “sea el año 1821 o
el de 1824, el país independiente continúa rigiéndose mucho tiempo por la
legislación española, por no haberse dictado otra. Campeaban normas españolas en un
país declarado antiespañol, como la Novísima Recopilación de las Leyes de España,
las Partidas, Leyes de Toro, etc”.

Siguiendo el mismo texto, en 1834 la Corte Suprema comisiona a los magistrados


Manuel Lorenzo de Vidaurre y Encalada, Nicolás de Araníbar, Justo Figuerola, Manuel
Pérez de Tudela, elaborar los proyectos de Códigos, empezando por el Civil.

Finalmente en la obra de consulta se señala que a mérito de una cuarta y última


comisión codificadora, reformadora y correctora presidida por Andrés Martínez, por
ley del 29 de diciembre de 1851 promulgada por el Presidente José Rufino Echenique y
refrendada por el Ministro de Justicia Bartolomé Herrera, entró en vigencia el
Código civil de 1852, promulgado solemnemente el 28 de julio de 1852.

El Código de 1852, tuvo gran influencia del Código napoleónico, comprendió un Título
Preliminar y tres libros: Personas, Cosas, Obligaciones y Contratos.

Nos apartó de la Legislación española significando desde este punto de vista un


avance trascendente y creativo, aun cuando se señala que no amparó la figura del
ejercicio abusivo del derecho, la legitimación de obras en base a un interés
económico y moral, se ignoró el tema de las personas jurídicas.

El Código Civil del Perú de 1852 estuvo integrado por 2.301 artículos y se divide en
un Título preliminar y en tres libros, que son: el I: De las personas y de sus

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derechos; el II: De las cosas, del modo de adquirirlas y de los derechos que las
personas tienen sobre ellas; y el III: De las obligaciones y contratos.

2. EL CÓDIGO CIVIL DE 1936.-


La elaboración del Código civil de 1936 se inicia el 8 de setiembre de 1922
promulgándose el 30 de agosto de 1936. Sirvieron como fuentes principales: el Código
Civil alemán de 1900, el Código Civil brasileño de 1916, el Código Suizo de 1907, y
finalmente el Código Civil peruano de 1852.

Como señalo Fernández Sessarego “El Código Civil de 1936, a través de los indicados
Códigos Civiles recoge la inspiración ideológica proveniente del Código Civil de los
franceses de 1804, producto de la revolución burguesa de 1789, cuya primera
preocupación, aparte de preservar los espacios de libertad conquistados, fue la de
asegurar el acceso a la propiedad y su mantenimiento en favor del individuo” y
concluye diciendo: “La orientación del Código Civil de 1936 respondía, como no podía
ser de otra manera, a la realidad de la época, al momento histórico en que fue
redactado”.

Pues bien, el Código civil de 1936 con relación al Código civil de 1852 tiene
grandes ventajas, entre las principales ventajas que se le atribuía era de ser un
Código técnico y que gozaba de una mejor ubicación de los libros que lo componen.

Su estructura fue la siguiente:


 Un Título Preliminar, que a su vez estaba integrado por XXV normas de
carácter general de Derecho privado.
 Cinco libros: Personas, Familia, Sucesiones, Derechos Reales y Obligaciones
dentro del cual se normaban los contratos.

Pese al gran avance que significó para el Derecho civil peruano la dación de este
cuerpo de leyes, se le criticó por su falta de carácter humanista que se puso en
evidencia al disminuir los derechos de la mujer, al marginar a los hijos ilegítimos
de los legítimos, especialmente en lo que se refiere a la participación sucesoria en
la que al hijo legítimo le correspondía el 100% en contraposición del ilegítimo que
le correspondía el 50% de la herencia; además de la no participación hereditaria del
cónyuge.

3. EL CÓDIGO CIVIL DE 1984.-


El Código civil que nos rige entró en vigencia el 14 de noviembre de 1984.
Juan Espinoza Espinoza señala: “El Código Civil de 1984, ideológicamente representa
un salto de calidad con respecto a su predecesor: su filosofía personalista
inspirada en el principio de justicia distributiva, así lo demuestra”.

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Además, a diferencia del Código civil de 1936, se distingue por su carácter


humanista:
 Art. 731o, que establece un derecho de usufructo legal permanente sobre el
inmueble que sirvió de morada a la sociedad conyugal evitando la partición y
un enfrentamiento innecesario entre padres e hijos.
 Igualó en derechos a los hijos, sean estos matrimoniales o
extramatrimoniales.
 Se desterró la desigualdad en el e jercicio de los derechos entre el hombre
y la mujer.
 Se regula la institución del concubinato.

Y otra novedad que trae ese Código, es haber incorporado los derechos de la
persona y, en su contexto, la donación de órganos para fines de trasplante.

TÍTULO PREMILINAR DEL CÓDIGO CIVIL DE 1984

ARTÍCULO I.- “LA LEY SÓLO SE DEROGA POR OTRA LEY”


La derogación se produce por declaración expresa, por incompatibilidad entre la
nueva ley y la anterior o cuando la materia de ésta es íntegramente regulada por
aquélla.

Cabe recordar que, derogar o abrogar una ley, significa dejarla sin efecto,
quitarle su fuerza obligatoria, sea que se le reemplace con otras o no. La
derogación tiene diversas causas generadas en circunstancias sociales que crean
nuevas necesidades colectivas. Hay leyes que deben amoldarse a la realidad que
pretenden ordenar y es por eso que los preceptos obsoletos deben derogarse para
dar paso a las nuevas normas.

CLASES DE DEROGACIÓN.-
 Derogación expresa.- La cual se origina por la aprobación de una ley posterior
que revoca a la que precede. Esta derogación expresa puede ser: Absoluta:
Cuando la ley nueva deja sin efecto totalmente la ley anterior. Relativa:
Cuando sólo se modifica o deja sin efecto una parte de la ley.
 Derogación tácita.- Esta forma de derogación, nace de la incompatibilidad
entre la nueva ley y las disposiciones de la antigua. El Código señala que se
produce por “incompatibilidad entre la nueva ley y la anterior”, refiriéndose
así a la derogación tácita.

CASOS EN QUE UNA LEY CADUCA SIN SER DEROGADA.- Una ley, no necesariamente deja de
tener eficacia sólo cuando es derogada por otra dada con posterioridad, también

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existen casos en los cuales una ley deja de tener eficacia sin haber sido derogada
expresamente. Estos casos son: Cuando cumple con su propósito, cuando se extingue
el plazo, cuando las relaciones que la originaron desaparecieron.

ARTÍCULO II: “LA LEY NO AMPARA EL ABUSO DEL DERECHO. EL INTERESADO PUEDE EXI GIR LA
ADOPCIÓN DE LAS MEDIDAS NECESARIAS PARA EVITAR O SUPRIMIR EL ABUSO Y, EN SU CASO,
LA INDEMNIZACIÓN QUE CORRESPONDA”.-
Este artículo puede ser considerado como un principio general del Derecho. En
efecto, los alcances del “ejercicio abusivo del derecho”, deben ser invocados para
la resolución de causas en los ámbitos ajenos al Derecho civil; como pueden serlo
en cualquier especialidad del Derecho (Derecho laboral, Derecho comercial, etc.),
desde el momento en que se rompe el principio “El derecho de una persona termina
donde comienza el derecho de los demás».

DIFERENTES CONCEPCIONES DEL ABUSO DEL DERECHO.-


Para GEORGE RIPERT: “el abuso del derecho se caracteriza por la inutilidad del
acto en el que el daño es la única razón de la acción, es decir, una persona hace
uso de sus derechos, pero sólo para el efecto de causar dificultades y entor-
pecimiento a sus adversarios”.

Para JOSSERAND la intención de perjudicar tipifica el “abuso del derecho” y


encuentra sus fundamentos en consideraciones de orden moral y social, agregando
que si en la conducta de la persona que ejercita un derecho existe un fin esencial
y constantemente antisocial representando el infortunio, el empobrecimiento de
nuestro prójimo, destruyendo la paz social, el justo equilibrio que es la esencia
del Derec h o , se habrá entonces configurado un auténtico abuso del derecho.

La noción de abuso del derecho se caracteriza, no por los resultados del acto
realizado, sino por el móvil que lo ha hecho realizar, no por la intensidad del
perjuicio causado a otro, sino por el estado de ánimo del agente; la acción humana
es así entendida como un fenómeno volitivo, por cuanto es el fin perseguido lo que
constituye y denuncia el abuso.

Al respecto FERNÁNDEZ SESSAREGO agrega que se “exige la producción de un daño como


causal para que el Juez proceda a fijar la correspondiente indemnización o para
que adopte las medidas que impiden la persistencia de un daño en acto”.

CONFIGURACIÓN DEL ABUSO DEL DERECHO.- BONNECASE propone los siguientes elementos
que configuran el abuso del derecho:
a. Ejercicio de un derecho.

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b. Falta de toda utilidad para el titular de ese derecho.


c. Intención nociva.
d. Perjuicio causado efectivamente a un tercero.

En la exposición de motivos el Maestro LEÓN BARANDIARÁN dice que “se incurre en


abuso del derecho cuando en el ejercicio de tal derecho, el titular se excede
manifiestamente de los límites de la buena fe, de modo que dicho ejercicio no se
compatibiliza con la finalidad institucional y la función social en razón de las
cuales se ha reconocido el respectivo derecho”.

Nuestro Código civil en forma específica se refiere al abuso del derecho en


algunas normas cuyo comentario es el siguiente:
a. Art. 292 del CC, cuando uno de los cónyuges abusa de su facultad de
representación.
b. Art. 240° del C.C. sobre incumplimiento de promesa de matrimonio.

ARTÍCULO III: “LA LEY SE APLICA A LAS CONSECUENCIAS DE LAS RELACIONES Y SITUACIO-
NES JURÍDICAS EXISTENTES. NO TIENE FUERZA NI EFECTOS RETROACTIVOS, SALVO LAS
EXCEPCIONES PREVISTAS EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL PERÚ”.-
Las leyes no pueden tener eficacia con anterioridad al momento en que han entrado
en vigor ni con posterioridad al momento de su derogación: Tienen en efecto, un
punto de arranque constituido por el momento en que entran en vigencia y un punto
terminal constituido por el momento en que tiene lugar la cesación de su vigencia.
Es entre estos dos polos temporales donde tiene que desarrollarse su radio de
acción.

La cesación de su vigencia tiene lugar por lo general, en virtud de la derogación


que de ella hace otra norma posterior que viene a anularla o a modificarla
internamente con carácter más o menos sustancial.

Ahora bien, si al entrar en vigor esta nueva norma, hubieran cesado por completo
las relaciones jurídicas constituidas al amparo de la primera, no podría en
realidad, existir cuestión de ninguna clase. Pero, generalmente, las cosas no
suceden así; las relaciones jurídicas que se constituyen al amparo de una ley,
pueden tener supervivencia y subsistir precisamente en el momento en que se dicta
la ley posterior y entonces se plantea la siguiente interrogante: ¿Seguirán los
efectos de aquella relación rigiéndose por la ley vieja, ya derogada o, por el
contrario quedarán afectados por la nueva ley? Esta es la interrogante que debemos
despejar.

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EL PRINCIPIO GENERAL DE LA IRRETROACTIVIDAD DE LAS LEYES.-


Las leyes no deben tener efecto retroactivo y por lo tanto, no deben
afectar en principio las relaciones jurídicas nacidas al amparo de normas
anteriores. Las leyes deben mirar al porvenir y no al pasado, sólo en algún
caso particular y por determinadas circunstancias, puede autorizarse que la
norma posterior tenga en el tiempo un efecto mayor que el indicado.

LA APLICACIÓN DE LA LEY EN EL TIEMPO EN NUESTRA LEGISLACIÓN.-


El principio general de nuestra legislación es el de la aplicación
inmediata, en tanto y en cuanto, la vigencia de las normas se extiende
hasta cuando son modificadas o derogadas.
En la Constitución del Estado, el segundo parágrafo del Artículo 103°
establece: “Ninguna ley tiene fuerza ni efecto retroactivos, salvo en
materia penal, cuando favorece al reo”.
Las características de esta norma son:
 Prohíbe la retroactividad. Establece el principio de la
irretroactividad sin fijar los límites entre la aplicación retroactiva
e inmediata.
 Establece excepcionalmente el caso de aplicación retroactiva y
sólo en materia penal cuando sea favorable al reo. Esto quiere
decir, que no tendrá efectos retroactivos, cuando la ley no los
favorezca. La norma constitucional establece la irretroactividad,
en consecuencia se necesita una norma que la reglamente,
como dice Marcial Rubio, “que determinará el punto de quiebre entre la
aplicación retroactiva y la aplicación inmediata”.

La nueva ley tiene aplicación inmediata a las situaciones y relaciones


jurídicas existentes al momento en que la nueva ley entre en vigor. Sin
embargo, amén del principio de la irretroactividad que caracteriza al Art.
III del Título Preliminar, ratificado por el Art. 2121° del C.C., es de
verse que las disposiciones transitorias traen algunas excepciones que
consiente en la aplicaión ultractiva de algunas disposiciones del Código
civil derogado a partir del 14 de noviembre de 1984; veamos, cuando la
materia ha sido tratada en el Código de 1936 y ya no es tratada en el
nuevo Código, estaremos frente a la situación excepcional del Art. 2120° y
por consiguiente se aplicará la teoría de los derechos adquiridos y
procederá la aplicación ultractiva de las normas del Código civil de 1936.

ARTÍCULO IV: “LA LEY QUE ESTABLECE EXCEPCIONES O RESTRINGE DERECHOS NO SE APLICA
POR ANALOGÍA”.-

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Curso: Derecho Civil I “Derecho de Personas”

Este numeral no tiene antecedentes en la legislación civil, no obstante que se


aplicaba la analogía cuando el juez al encontrarse ante una laguna del Derecho no
podía dejar de aplicar las leyes o de administrar justicia por deficiencia de la
ley y tenía que recurrir a dicha figura en vía de interpretación jurídica.

Sin embargo, ha sido indispensable delimitar el uso de la analogía a fin de que


sus efectos no sean arbitrarios dada la amplitud de los casos en los que podía
aplicarse.

Por consiguiente, como señala DELIA REVOREDO: “Este mandato pertenece a la


hermenéutica legal”, es decir a la explicación de la ley basada en la conciliación
del Derecho escrito con las exigencias de la vida. Es en dicho marco, en donde se
debe ubicar la interpretación de toda norma jurídica en general y en particular el
artículo bajo comentario.

En todos estos casos supuestos, el juez tiene que encontrar por sí mismo la norma
para la decisión, inspirándose en el espíritu de la propia ley, en los principios
y en las aspiraciones generales, especialmente en las valoraciones de la ley.

Esta investigación del Derecho en base de la ley, es denominada analogía en el


Derecho civil. Es la extensión o aplicación extensiva de los principios extraídos
de la ley, a casos cuya divergencia respecto a los decididos en la ley no son
esenciales, sino que son jurídicamente análogos o iguales en esencia.

 LA LEY QUE ESTABLECE EXCEPCIONES NO SE APLICA POR ANALOGÍA:


En un país en el que peligrosamente se empieza a producir con suma
frondosidad leyes de excepción, se hace necesario comprender que sus
disposiciones sólo se aplican para el objeto materia de su regulación.
Esta norma establece una prohibición a efectos de que una ley especial
no se aplique por analogía a hechos que son materia de leyes de
carácter general.

 LA LEY QUE RESTRINGE DERECHOS NO SE APLICA POR ANALOGÍA:


La razón de esta norma parece evidente. Se trata de precisar que en
aquellos casos donde los derechos de la persona humana son enervados
por restricciones de orden externo a ella, no pueden ser aplicados por
extensión, fuera de los supuestos que en dicha ley restrictiva sean
considerados. Toda norma que impone sanciones, restringe derechos, y
en consecuencia las normas sancionadoras, pueden ser perfectamente
subsumidas en aquellas que “restringen derechos”.

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Curso: Derecho Civil I “Derecho de Personas”

Contrario sensu, los derechos de la persona humana, constitucional y


legalmente reconocidos, deben aplicarse con la interpretación más
extensiva que permita el ordenamiento jurídico.

ARTÍCULO V: “ES NULO EL ACTO JURÍDICO CONTRARIO A LAS LEYES QUE INTERESAN AL ORDEN
PÚBLICO O A LAS BUENAS COSTUMBRES”.-
Los antecedentes de esta norma los encontramos en el numeral III del Título
Preliminar del Código civil de 1936 que prescribía la prohibición siguiente: “No
se puede pactar contra las leyes que interesan al orden público o a las buenas
costumbres”. Se puede apreciar que a diferencia del anterior Código civil, el
actual, establece tajantemente la nulidad Ipso Jure de cualquier acto jurídico
contrario a ley, ya sea, que interesen al orden público o a las buenas costumbres.
En efecto, el término “Acto Jurídico” es más amplio e incluye el utilizado en el
Código de 1936.

Sin embargo, la doctrina se abstiene de caracterizar de una manera precisa las


nociones de orden público y de buenas costumbres, toda vez que se tratan en sí
mismas, de cuestiones que confirman la moral.

 Que no se puede contratar contra las normas que lesionan el orden público:
De lo expuesto se infiere que a través del acto jurídico se puede crear
derecho o celebrar contratos mediante los cuales se busque finalidades
prácticas aún no previstas por la ley, siempre que se dirijan a realizar
intereses creadores de tutela según el ordenamiento jurídico.

El Dr. Vidal Ramírez en su Tratado de Derecho Civil, cuando se refiere a las


normas de orden público, señala que “son las normas en cuanto derogan a las
que se originan de la autonomía de la voluntad, y también las prohibitivas, en
cuanto advierten a los particulares que no pueden crear relaciones jurídicas
que las contravengan. La voluntad particular ha dejado de ser, entonces,
soberana para la conclusión de los contratos”.

Finalmente, Fernando Vidal nos dice en el mismo texto citado que “en la
actualidad, pues, la autonomía de la voluntad ha cedido ante el orden público.
La necesidad de dar vigencia activa a principios superiores que integran la
vida social y de cuya aplicación y observancia depende la coexistencia
pacífica, ha dado lugar a una creciente aparición de normas de carácter
imperativo que disminuyen las posibilidades de la voluntad privada para
regular, aisladamente, sus relaciones jurídicas”.

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Curso: Derecho Civil I “Derecho de Personas”

Esta necesidad es consecuencia de las transformaciones sociales y económicas y


ha dado lugar, además, a que el Estado intervenga en ámbitos hasta entonces
librados a la voluntad privada.

 No se puede contratar cuando se vulneran las buenas costumbres:


Como afirma JOSÉ LEÓN BARANDIARÁN, “La locución buenas costumbres significa un
elemento existencial acorde con la moral, entendida como la moral social, y
ello corresponde a la apreciación que haga el Juez en su caso, tomando una
posición axiológica”.

Por ello mismo, es difícil precisar en concreto la significación de la


expresión buenas costumbres y ello se debe al problema puramente axiológico
que encierra dicha significación, por cuanto, la apreciación que califica como
buenas, ciertas costumbres y descalifica otras, es una cuestión de hecho que
requiere el máximo de afinamiento en el juzgamiento de las mismas.

Sin embargo, como señala MARCIAL RUBIO, “la Teoría del Derecho ha establecido
diversos requisitos para que una costumbre social pueda ser calificada de
jurídica; aquellos son: la antigüedad en el tiempo, la conciencia de
obligatoriedad y el uso generalizado; conforme a los cuales el juez podría
apreciar cuándo una costumbre es jurídica, es decir, cuándo es relevante para
determinar la licitud o ilicitud de un acto jurídico”.

En efecto, en la convivencia social hay un conjunto de disposiciones que limitan


la acción individual presentada por ciertos principios morales de contenido
social, que no podrían sobrepasarse mediante acto jurídico alguno. Así por
ejemplo, no se podría obligar a un alimentista a renunciar de la pensión
alimenticia, por cuanto, dicho acto jurídico sería inmoral e ilícito; todo lo cual
haría de aquél un acto nulo.

ARTÍCULO VI: INTERÉS ECONÓMICO O MORAL: “PARA EJERCITAR O CONTESTAR UNA ACCIÓN ES
NECESARIO TENER LEGÍTIMO INTERÉS ECONÓMICO O MORAL. EL INTERÉS MORAL AUTORIZA LA
ACCIÓN SÓLO CUANDO SE REFIERE DIRECTAMENTE AL AGENTE O A SU FAMILIA, SALVO
DISPOSICIÓN EXPRESA DE LA LEY”.-
El antecedente inmediato de este artículo es el numeral IV del Título Preliminar
del Código civil de 1936. El actual Código, repite casi exactamente la redacción
del anterior.

15
Curso: Derecho Civil I “Derecho de Personas”

El objetivo fundamental de esta norma, es establecer los criterios generales de


legitimación procesal para la constitución de parte en los procesos judiciales, y
por su naturaleza debe versar sobre intereses individuales (MARCIAL RUBIO CORREA).

Un planteamiento similar es el que contiene la primera parte del Art. IV del


Título Preliminar del Código procesal civil cuando establece que “el proceso se
promueve sólo a iniciativa de parte, la que invocará interés y legitimidad para
obrar; no requieren invocarlo el Ministerio Público, el procurador oficioso ni
quien defiende intereses difusos”.

Y por obvias razones, el Ministerio Público o procurador de oficio no necesitan


invocar un interés. Y tampoco, en el caso de intereses o derechos difusos, ya que
este derecho busca, la tutela de derechos de un conjunto de sujetos no
identificados. A diferencia de los intereses colectivos en los que existen
conjuntos de personas determinadas y organizadas, los intereses difusos no tienen
respaldo organizacional, pertenecen a un grupo de personas absolutamente
indeterminadas entre las cuales no existe vínculo jurídico alguno, sino que se
encuentran ligadas por circunstancias de hecho genéricas, accidentales,
eventuales. Lo que hace difuso a este interés o derecho es la imposibilidad de
determinar el alcance del grupo social afectado.

A) CONCEPTO DE ACCIÓN.-
La acción, como dice COUTURE, es el poder jurídico que tiene todo sujeto de
derechos de acudir a los órganos jurisdiccionales para reclamarles la
satisfacción de una prestación.

CABANELLAS, señala que, es un derecho público subjetivo, que tiene el


individuo como ciudadano, para obtener del Estado la composición del
litigio.

La acción, para ORTOLÁN, es el derecho mismo en ejercicio y la manera de


actuarlo ante los tribunales.

Para ORGAZ expone que la acción es el medio o instrumento legal para


asegurar en juicio la subsistencia del derecho, impedir su desconocimiento,
algo así como el anverso y el reverso de una misma moneda.

El derecho sin la acción, que constituye su energía titular, es pretensión


estática, la acción sin el derecho, es un absurdo insostenible.

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Curso: Derecho Civil I “Derecho de Personas”

b) PRESUPUESTOS NORMATIVOS.-
“Se ejercita o se contesta una acción, cuando y sólo cuando, se tiene
legítimo interés económico o moral”.
Esta norma se ubica dentro del ámbito de los derechos subjetivos, en virtud
de la cual, se consagra el Jus Petendi (derecho de las partes a ejercitar
sus pretensiones) ante los tribunares, que encuentran en esta última, un
medio para hacer valer su derecho.

Para ejercitar la acción, el presupuesto normativo que lo condiciona es el


legítimo interés. Esto es, la existencia de una relación de causalidad
entre la persona accionante y el hecho que ha configurado la violación de
su derecho.

Un ejemplo de ello: A Juan se le agrede en su integridad física, quedando


inválido para seguir trabajando, se estaría configurando la institución de
daños por los perjuicios irrogados, sería un caso típico de responsabilidad
extracontractual que de acuerdo con el Art. 1985° del C.C. “La tutela
persigue la reparación por el daño a la persona, el daño moral y el lucro
cesante, este último como consecuencia de sustraerse de las actividades
cotidianas por la agresión recibida”.

c) LEGÍTIMO INTERÉS.-
MARCIAL RUBIO CORREA afirma que la expresión “legítimo interés” dentro del
Código, parece referirse a “aquellos intereses que son jurídicamente
exigibles a su arbitrio por el interesado” descartándose de esta manera la
noción genérica de “Interés”.

Ahora bien, este legítimo interés implica una relación causal prevista en
la norma, con un nexo jurídico que se presenta, lógicamente como una
condición necesaria para el ejercicio de la acción.

Así, regresando a nuestro ejemplo anterior, es cierto y evidente que a Juan


se le causó un daño corporal, pero no sería exigible la acción de
resarcimiento, mientras este derecho subjetivo no emerja de la norma a fin
de que determine la exigibilidad jurídica y por ende el legítimo interés de
Juan. Así se desprende de la lectura del artículo que hemos acotado.

d) INTERÉS ECONÓMICO.-
El interés económico está representado por los derechos patrimoniales que
tienen un fin económico o material.

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Curso: Derecho Civil I “Derecho de Personas”

Son las acciones por ejemplo, del acreedor para cobrar al deudor; del
propietario para requerir el inmueble. En estos casos las acciones se
ejecutan en resguardo de los derechos patrimoniales.

e) INTERÉS MORAL.-
El interés moral está representado por los derechos extra patrimoniales,
por cuanto, en sí mismos, éstos no pueden ser valorizados patrimonialmente.
Teniendo en cuenta la naturaleza de los derechos lesionados, el agravio
moral consiste en el desmedro sufrido de los bienes extra patrimoniales que
cuentan con protección jurídica.

El agravio moral es el daño no patrimonial que se infringe a la persona en


sus intereses morales tutelados por la ley.

El ataque a la integridad de la persona, al honor, a la reputación personal


y la de la familia, a la libertad, violación de un secreto concerniente a
la parte lesionada, a la intimidad, entre otros.

Por lo tanto, el Derecho no ampara únicamente bienes económicos; si fuera


así la norma jurídica perdería su alto sentido social.

ARTÍCULO VII: LA APLICACIÓN DE LA LEY POR EL JUEZ Y SUS DERIVACIONES “LOS JUECES
TIENEN LA OBLIGACIÓN DE APLICAR LA NORMA JURÍDICA PERTINENTE, AUNQUE NO HAYA SIDO
INVOCADA EN LA DEMANDA”.-
El Artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil consagra una norma
similar, cuyo texto es el siguiente: “El juez debe aplicar el derecho que
corresponda al proceso, aunque no haya sido invocado por las partes o lo haya sido
erróneamente. Sin embargo, no puede ir más allá del petitorio ni fundar su
decisión en hechos diversos de los que han sido alegados por las partes”.

Vásquez Ríos, señala que, si comparamos ambas normas encontramos lo siguiente:


1) La norma del Código procesal civil completa la regla del Código civil
cuando dice: “No puede ir más allá del petitorio ni fundar sus decisiones
en hechos diversos de los que han sido alegados por las partes”.
2) Esta diferencia deviene trascendente por cuanto en la aplicación de la
norma los jueces carecen de la facultad de sustituir o modificar los hechos
que sustentan la pretensión; por cuanto el juez no puede declarar la
certeza de un efecto legal que no ha sido invocado por las partes porque
obviamente no ha sido objeto de prueba.

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Curso: Derecho Civil I “Derecho de Personas”

LA OBLIGACIÓN DE APLICAR LA NORMA.-


El sustento de este artículo fue realizado por Dr. José Silva Vallejo ante
la Comisión Revisora: “Los Jueces pueden corregir el derecho mal o
insuficientemente invocado por las partes; siempre y cuando de autos
resulte que hay congruencia entre los hechos planteados en la demanda y las
pruebas actuadas; ya que en definitiva es el Juez quien aplica la norma
pertinente a la relación jurídica controvertida”. Agrega que “la fórmula
que antecede se inspira en una profunda necesidad de flexibilizar y
dinamizar el proceso civil…”

No obstante dicha fundamentación, la Comisión Revisora, consideró que, por


sus consecuencias hermenéuticas, un juez dictador o sencillamente una
interpretación mediocre o una interpretación malévola, podría crear un
verdadero estado de indefensión para las partes, por lo que era aconsejable
restringir los alcances hermenéuticos de la preposición sustentada: “no
puede ir más allá del petitorio ni fundar su decisión en hechos diversos de
los que han sido alegados por las partes”.

ARTÍCULO VIII: ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA “LOS JUECES NO PUEDEN DEJAR DE


ADMINISTRAR JUSTICIA POR DEFECTO O DEFICIENCIA DE LA LEY. EN TALES CASOS, DEBEN
APLICAR LOS PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO Y, PREFERENTEMENTE, LOS QUE INSPIRAN
EL DERECHO PERUANO”.-

a) Obligación de administrar justicia: Este caso nos lleva a realizar un


previó paréntesis. Veamos:
i. Un primer supuesto radica en que los jueces tienen la obligación de
administrar justicia, aunque la ley tenga defectos o deficiencias.
De este supuesto se infieren dos cuestiones:
o Administración o ministración de justicia.
o Las nociones de defecto y deficiencia.
ii. El segundo supuesto, se presenta como la consecuencia lógica del
primero, es que si existen defectos o deficiencias en la ley, los
jueces, aplicarán, en primer lugar, los principios generales del
Derecho que inspiran al Derecho peruano, y supletoriamente, los
principios generales de carácter universal.

b) ADMINISTRACIÓN O MINISTRACIÓN DE JUSTICIA.-

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Curso: Derecho Civil I “Derecho de Personas”

Para algunos tratadistas no es relevante la distinción, sin embargo,


creemos que sí lo es, por cuanto importa una valoración de la actuación
funcional de los jueces.
La administración de justicia es propia y especial de los administradores.
Es una función especializada que consiste en proveer de los medios
necesarios para que la justicia que se imparte sea eficiente y eficaz en la
sociedad civil.

Otra es la razón de la ministración de justicia, inherente a la labor del


juez. Ciertamente el juez no debe contaminarse con ciertos aspectos
administrativos relacionados con la expedición logística de la burocracia
judicial.

La labor del juez debe contraerse específicamente a impartir justicia, a


resolver las causas y sustentar la Jurisprudencia.

c) LAS NOCIONES DE DEFECTO Y DEFICIENCIA.-


Debemos entender, como lo hace MARCIAL RUBIO CORREA, que estos vocablos
significan (en su sentido interpretativo) insuficiencias en las normas
jurídicas. Vacío o deficiencia vendrían a ser expresiones equivalentes que
importan la ausencia de normatividad y que es lo que en la teoría se conoce
como lagunas del Derecho.

De esta manera, defecto o deficiencia, según el autor precitado, equivalen


a indicar insuficiencia o inexistencia de norma jurídica, caso en el cual
es procedente recurrir a los principios generales.

d) LA PRIORIDAD DE LO PARTICULAR REPRESENTADO POR


LOS PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO PERUANO.-
El juez, señala el Art. VII, en caso de defecto o deficiencia de la ley,
debe aplicar, preferentemente los principios generales del Derecho que
inspiran al Derecho peruano.

Esta es una innovación importante para el Derecho peruano, por cuanto se


orienta a reconocer la posibilidad de existencia de principios jurídicos y
emergentes de la realidad peruana en su contribución al conocimiento
universal del Derecho.

ALBALADEJO lo conceptúa así: “Los Principios Generales del Derecho son las
Leyes Fundamentales que informan nuestro Derecho Positivo contenido en

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Curso: Derecho Civil I “Derecho de Personas”

nuestras costumbres y, en última instancia, aquellas directrices que


derivan de la Justicia tal como se entiende por nuestro ordenamiento
jurídico” (refiriéndose al Derecho español).

¿Cuáles serían, entonces, los principios generales del Derecho que informan
el Derecho peruano?
No existen desarrollados sistemáticamente, aunque sí encontramos ciertas
expresiones dentro del articulado del Código civil y la Jurisprudencia,
como en la Constitución Política del Estado, que informan los principios de
diversos aspectos del sistema jurídico peruano. Así, por ejemplo, tenemos
las disposiciones generales contempladas en cada uno de los libros del
Código que funcionan como verdaderos principios a la luz de la doctrina y
de la legislación comparada nacional y/o extranjera respectivamente.

El numeral VIII bajo comentario, establece la preferencia por los


principios que informan el Derecho peruano, estos pueden ser ubicados en
primer lugar dentro de la legislación positiva, mediante procedimientos
correspondientes al método lógico, que indaga la ratio legis de la norma.

Sin embargo, nada obsta que el agente aplicador del Derecho, indague por
principios más generales, que son válidos para el Derecho, sin estar
necesariamente contenidos en norma positiva alguna.

El inc. 8 del Art. 139° de la Constitución señala: "Son principios y


derechos de la función jurisdiccional: 8.-El principio de no dejar de
administrar justicia por vacío o deficiencia de la ley. En tal caso, deben
aplicarse los principios generales del derecho y el derecho
consuetudinario”. Esta norma es concordante con aquella impresa en el
Título Preliminar materia de este comentario.

Asimismo esta norma guarda relación con el Art. X. que señala: “La Corte
Suprema de Justicia, el Tribunal de Garantías Constitucionales (Tribunal
Constitucional) y el Fiscal de la Nación están obligados a dar cuenta al
Congreso de los vacíos o defectos de la legislación”.

La razón de esta norma que contiene el Art. X radica en el hecho de que


nadie como los jueces que manejan cotidianamente las leyes y las aplican a
los casos que se presentan, se hallan en situación más aparente para
descubrir y notar los defectos y vacíos en la legislación, y por lo tanto,
es muy acertada la obligación que el Código civil les impone, de dar cuenta

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Curso: Derecho Civil I “Derecho de Personas”

al Congreso en cada Legislatura de los defectos que adviertan en las leyes,


a la Corte Suprema directamente, y a los jueces y tribunales superiores por
conducto de ella.

ARTÍCULO IX: APLICACIÓN SUPLETORIA DEL DERECHO CIVIL: “LAS DISPOSICIONES DEL
CÓDIGO CIVIL SE APLICAN SUPLETORIAMENTE A LAS RELACIONES Y SITUACIONES JURÍDICAS
REGULADAS POR OTRAS LEYES, SIEMPRE QUE NO SEAN INCOMPATIBLES CON SU NATURALEZA”.

a) GENERALIDADES.-
El numeral bajo comentario no tiene antecedentes en la legislación peruana.
Es esta una disposición inteligente, y que consagra el principio de la
supletoriedad del Derecho civil por cuanto, como afirma JOSSERAND
constituye el Derecho por excelencia, el armazón mismo y la base de la
juridicidad al contener las normas jurídicas que rigen al hombre como tal.

b) DELIMITACIÓN DE LA APLICACIÓN SUPLETORIA DE LAS DIS-


POSICIONES DEL CÓDIGO CIVIL.-
La norma proyecta en su esencia un conjunto de disposiciones válidas por
principio, para todo el Derecho nacional. DIEZ PICAZO ha reconocido también
este rol supletorio, al señalar que el Código civil contiene, como es
lógico, un sistema de normas destinadas a regular las instituciones de
Derecho civil o de Derecho privado.

Ello, sin embargo, no permite establecer una ecuación según la cual Derecho
civil sea igual a Código civil, sino que el Código civil es lo que se ha
podido llamar “nuestro primer cuerpo legal”, y contiene por ello normas
aplicables de manera general a todas las materias jurídicas. Por esta
razón, el Código civil puede ser considerado como Derecho común.

Con la salvedad contenida en el mismo artículo: “siempre que no sean


incompatibles con su naturaleza”, es decir, hace alusión al principio de
especialidad que rige para las otras disciplinas jurídicas, y en tal
sentido, se aplicarán supletoriamente las normas jurídicas del Código
civil.

c) SUPLETORTEDAD DEL DERECHO CIVIL.-


LEÓN BARANDIARÁN comenta este dispositivo: “Representa una noción de
integración jurídica, en el jus privatum, es decir, con el Derecho positivo
privado nacional, dándole una armonía y coherencia fundamentales, pudiendo

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Curso: Derecho Civil I “Derecho de Personas”

recordarse a Savigny cuando dijera que el Derecho positivo se complementa a


sí mismo en virtud de su fuerza orgánica”.

Se justifica la atribución del rango superior al Derecho civil, ya que se


constituye en el Derecho madre del cual se han disgregado todas las ramas
del Derecho privado (Borda).

Según Josserand, “el Derecho civil constituye el Derecho por excelencia, el


armazón mismo y la base de la juridicidad, en cuanto contiene las normas
jurídicas que rigen al hombre como tal”.

ARTÍCULO X: VACÍOS O DEFECTOS DE LA LEGISLACIÓN: “LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, EL


TRIBUNAL DE GARANTÍAS CONSTITUCIONALES Y EL FISCAL DE LA NACIÓN ESTÁN OBLIGADOS A
DAR CUENTA AL CONGRESO DE LOS VACÍOS O DEFECTOS EN LA LEGISLACIÓN. TIENEN LA MISMA
OBLIGACIÓN LOS JUECES Y FISCALES RESPECTO DE SUS CORRESPONDIENTES SUPERIORES”.
Este artículo es funcional en armonía con el sistema jurídico nacional, que tuvo
sus antecedentes en el Código civil anterior, y de la Ley Orgánica del Poder
Judicial.

El Art. 124° de la Constitución de 1933 también se ocupaba de estas materias (al


igual que la de 1979).

Como se puede apreciar, ha sido anhelo reiterado de las Constituciones y la


legislación nacional, el lograr que los magistrados encargados de la
administración de justicia, o de la defensa de la legalidad, colaboren con el
órgano legislativo en la determinación de vacíos y defectos legislativos.

La naturaleza esencialmente política de la función legislativa, hace que las leyes


no sean siempre elaboradas con criterios técnicos, pues el Congreso se conforma no
en base a especialistas, sino a políticos cuyo criterio de elección, normalmente,
no tiene que ver con su capacidad para desarrollar la producción de leyes.

c) NOCIONES BÁSICAS.-
a. Vacíos.- Por vacíos debemos entender las ausencias normativas
que se encuentran en el sistema jurídico, y que sería necesario
cubrir.
b. Defectos.- Deben entenderse todas las deficiencias que tiene la
legislación vigente, y ellas pueden ser de varios tipos: imprecisión,
desuso, conflictos entre normas de distintas jerarquías, etc.

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Curso: Derecho Civil I “Derecho de Personas”

d) INFORMACIÓN DE LOS VACÍOS O DEFECTOS EN LA LEGISLACIÓN.-


Esta responsabilidad no recae sólo en la Corte Suprema de Justicia: ella
deberá ser informada por las instancias inferiores (cortes superiores y
jueces) y podrá procesar así todo el conocimiento que sobre vacíos y
defectos de la legislación exista en el Poder Judicial en su conjunto.
Correspondiéndole, si, ejercer esta atribución.
El Art. 190° de la Constitución de 1979 otorgaba a la Corte Suprema
iniciativa legislativa en las materias que le son propias y, la
Constitución vigente en su Art. 107°, 2do párrafo concede la iniciativa
legislativa a “los otros poderes del Estado” en las materias que le son
propias (solamente), sin hacer expresa mención a la Corte Suprema.

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