La Crianza

Boletín del Grupo

p de Puericultura de la Universidad de Antioquia
Año XXI (2017) No. 166

Editorial
La crianza y la disciplina
El proceso de crianza implica como determinantes las
acciones de instruir, educar y orientar a los niños, niñas y
adolescentes en su desarrollo, el cual tiene como objetivo
final el que ellos lleguen a actuar correctamente en sus
vidas por convicción, mediante el logro de un buen nivel
de autocontrol asociado con la práctica de las normas
del bien obrar que la sociedad ha establecido para su
armónico funcionamiento, mediante la práctica de pautas
disciplinarias.

Los buenos comportamientos no vienen incorporados a

la naturaleza de los niños, niñas y adolescentes sino que
se aprenden en la interacción con los cuidadores adultos,
quienes con su ejemplo y el ejercicio de una autoridad serena
y firme son los garantes de este proceso fundamental en la
vida.

Como en todo momento será necesario confrontar los comportamientos indeseables en que
necesariamente incurren los hijos, es necesaria la asertividad que permita la acción de corregir sin
maltratar, perfectamente posible por lo demás, en el ejercicio de una disciplina con amor.

No es infrecuente que algunos de los comportamientos de niños, niñas y adolescentes “saquen de quicio”
a sus cuidadores, situación esta que muchas veces lleva a la aplicación del castigo físico como una forma
de corregir. Hoy se puede afirmar, con el apoyo contundente de los expertos, que el castigo físico constituye
una expresa forma de maltrato que va contra la integridad física y la dignidad de quien lo recibe, y que va
a afectar, además, en forma negativa su nivel de autoestima.

Con toda razón se ha afirmado que “el que pega para enseñar está enseñando a pegar”, habida cuenta de
las desventajas que implica en la promoción del comportamiento violento de los niños, niñas y adolescentes
este modelo equivocado, al enseñarles que la violencia es una forma “efectiva” de relación entre los seres
humanos.

El acompañamiento para la construcción de la disciplina implica necesariamente consistencia por parte

de los cuidadores adultos, pues su ausencia debilita la necesaria autoridad. Además, exige una actitud
serena, pues con razón se afirma que la verdadera fuerza se expresa en la calma con que se actúa.

En conclusión, es perfectamente posible disciplinar con amor, propiciando la inducción al autocontrol,

estableciendo previamente los límites y las normas, explicándolos y aplicando las correcciones cuando
hay transgresión, con pleno cumplimiento de las mismas. Por lo tanto, es claro que el ejemplo arrastra en
la crianza y facilita enormemente el necesario proceso de construcción de la disciplina.

Editores: Álvaro Posada Díaz • Juan Fernando Gómez Ramírez • Humberto Ramírez Gómez
 Disciplina positiva: crianza basada en el respeto mutuo
Ana María Reyes Castro En el campo de la disciplina es posible afirmar que
Especialista en Psicología Clínica gracias al aporte y reflexiones de diferentes modelos,
Certified Positive Discipline Trainer corrientes e investigaciones que proponen una
educación más respetuosa y no punitiva, lentamente
La disciplina es una herramienta de la crianza que el discurso de crianza que se relaciona con el uso de
utilizan los cuidadores adultos para que los niños, premios y castigos como principales estrategias y que
niñas y adolescentes desarrollen autocontrol mediante predominaba hasta hace apenas unas pocas décadas
el aprendizaje de la diferencia entre lo correcto y lo se señala hoy como anacrónico y obsoleto por muchos
incorrecto, entre lo bueno y lo malo, todo dirigido al padres de las generaciones más recientes.
desarrollo del modo de desempeño en la vida en
sociedad para la convivencia en democracia. Por fortuna, poco a poco los idearios sociales respecto
a la crianza y a la relación con los niños, niñas y
El paulatino proceso de la construcción de disciplina adolescentes han ido cambiando hacia la búsqueda de
por parte de los niños, niñas y adolescentes tiene como relaciones más cercanas, auténticas y provechosas.
objetivos el control de los impulsos; la gestión de las
emociones y de la frustración; la toma de decisiones En este sentido, la disciplina positiva es una de estas
acertadas; la asunción de consecuencias y, como nuevas propuestas que propende hacia un cambio en la
resultado, la activación de la empatía. estructura vertical que ha caracterizado la relación entre
niños, niñas y adolescentes y sus cuidadores adultos.
El reto de la cultura adultocéntrica
La disciplina positiva
Según el pediatra colombiano Álvaro Posada:

La cultura adultocéntrica (adultocentrismo) es aquella en la

que se antepone el interés del adulto al interés superior de los
niños, niñas y adolescentes y, por lo tanto, no se garantizan sus
derechos ni mucho menos su interés superior.

La cultura adultocéntrica se caracteriza porque se acompaña

a niños, niñas y adolescentes solo desde la perspectiva de los
adultos, de tal modo que estos, como lo señala el antropólogo
ecuatoriano Diego Pólit, hagan, alcancen, esperen, necesiten,
sientan, les guste y sean lo que los adultos quieren y determinen,
con la clara pretensión de moldeamiento.

El acompañamiento en la cultura adultocéntrica se nutre

de verbos como controlar, manejar, merecer, permitir, dar,
dejar hacer, con los que los cuidadores adultos logran, con su
autoritarismo, uno de sus objetivos fundamentales: la sumisión
de los niños, niñas y adolescentes que cuidan.
La creadora de este modelo de disciplina es la educadora
Con este modelo de relación lo que usualmente desarrollan estadounidense Jane Nelsen, que se basó en las teorías
los niños, niñas y adolescentes es un modo de proceder del psicoterapeuta austriaco Alfred Adler y del psiquiatra
descontrolado, generalmente agresivo, en las relaciones consigo estadounidense Rudolf Dreikurs. Estos autores, a partir
mismo, con el ambiente y con los demás. del conocimiento de que los niños, niñas y adolescentes
que se criaban sin límites podrían tener problemas
Propuesta ante el adultocentrismo sociales y de comportamiento plantearon los criterios
de la llamada crianza democrática, que propone el
Ante la crisis en la crianza dada por el reto que es para buentrato a los niños, niñas y adolescentes basado en
ella la cultura adultocéntrica es necesario plantearle el respeto.
a los adultos que la alternativa de solución implica el
desaprendizaje de modos de actuar aprendidos en su En el desarrollo de su modelo, Jane Nelsen postula que
propia crianza. Este consiste: la clave de la disciplina no está en el castigo, sino en el
respeto mutuo.
• Aceptar como legítimo lo que ya es legal, que los niños, niñas
y adolescentes son sujetos titulares de derechos, en lo que son En sus libros la autora plantea que la disciplina positiva
iguales a sus cuidadores adultos es efectiva a largo plazo. El acompañamiento por
• Aceptar que la gestión del desarrollo es de los niños, niñas y parte de los cuidadores adultos en la construcción
adolescentes, con sus cuidadores adultos como acompañantes de esta disciplina se ocupa de los pensamientos,
amorosos para llevar a cabo esa gestión sentimientos, aprendizajes y decisiones de los
• Entender que el castigo como forma de disciplina es una forma niños, niñas y adolescentes, con lo que se facilita el
de maltrato, por lo cual se impone, en su lugar, el buentrato aprendizaje de habilidades sociales y de vida, tales
como respeto, cooperación, empatía y autodisciplina, resulta, por ejemplo, inaceptable que un jefe irrespete a
entre otras, además de enseñarles a usar su poder un subalterno, lo chantajee o lo humille como forma de
constructivamente y a descubrir que son capaces de imponer sobre él su poder.
influir en su propia vida.
Es, entonces, incoherente que a pesar de este enorme
La disciplina positiva es un enfoque de crianza que implica cambio social se pretenda mantener la relación adulto-
un cambio total en la manera de ver y aproximarse a la niñez y adolescencia en el marco de una estructura
niñez y a la adolescencia que, en síntesis, es una postura verticalizada, en la cual el adulto está por encima
basada en el principio fundamental del respeto mutuo. con imposición de su poder, lo que implica que con la
creencia de que por ser mayor en edad y tamaño, y por
Tradicionalmente las sociedades occidentales han saber o conocer más acerca de la vida y tener mayor
basado su ordenamiento en estructuras de poder, en experiencia está autorizado para abusar de su autoridad
las cuales era válido y aceptable encontrar ciertas manteniendo vigentes las viejas herramientas de
figuras sociales (reyes, maestros, jefes, adultos) en represión, castigo, chantaje, amenaza y premio.
una posición de superioridad frente a otros (plebeyos,
estudiantes, subalternos, niños, niñas y adolescentes), Ese cambio en la estructura de la relación adulto-niñez
configurándose así un sistema basado en relaciones y adolescencia es el eje central de la disciplina positiva.
verticales, en las cuales podría decirse que los unos Con base en este modelo horizontal ambas figuras
estaban arriba en una posición de superioridad, con están al mismo nivel de dignidad, ambas merecen el
ejercicio de su poder sobre los otros, que se encontraban mismo respeto y ambas son sujetos de derechos. Esto
debajo en una posición inferior. no implica, sin embargo, que el adulto pierda de ninguna
manera su función de guía y su autoridad ni que al estar
Para que dicho orden se mantuviera, las personas del al mismo nivel de niños, niñas y adolescentes en cuanto
nivel superior se valían de estrategias como la fuerza, la a dignidad sea, entonces, su par.
humillación, la represión, el control, el miedo infundido,
el chantaje y el castigo, entre otras. El adulto tiene que seguir siendo la principal fuente
del proceso formativo y de crianza, pero no ya desde
Sin embargo, a medida que el enfoque social de derechos una posición de superioridad, sino desde una amorosa
ha ganado primero legalidad y luego legitimidad, las firmeza. En este sentido, al ser claramente irrespetuosas
sociedades se han visto obligadas a reemplazar las con la dignidad del niño, niña o adolescente, las
categorías del viejo modelo. Si bien algunas de ellas son estrategias de premio y castigo resultan ya obsoletas
hoy consideradas como inaceptables, tal es el caso del e ineficientes, adicionalmente porque no consiguen
blanco y el negro o el hombre y la mujer, muchas otras desarrollar en ellos ninguna habilidad.
permanecen vigentes, y algunas de ellas son incluso
necesarias como parte del orden social, pues siempre
habrá figuras de autoridad y liderazgo en diferentes
ámbitos, que resultan indispensables para mantener un
adecuado funcionamiento y orden social.

Así pues, aunque algunos roles permanecen, como

es el caso del jefe y el empleado, la estructura es muy
distinta, pues hoy en día desde la promulgación en 1948
por parte de la Organización de las Naciones Unidas de
la Declaración Universal de los Derechos Humanos, las
antiguas estrategias de poder han sido cuestionadas,
con pérdida evidente de su vigencia y eficacia.

Actualmente los jefes, los maestros, los gobernantes…

deben recurrir a estrategias que, basadas en el respeto
y la firmeza, les permitan mantener autoridad y ganar
influencia, no poder, entre sus subalternos, estudiantes
o ciudadanos…
En esta nueva postura el cuidador adulto recurre, por lo
En la actualidad la estructura es horizontal, de tal modo tanto, a estrategias que combinan firmeza y amabilidad,
que ambos miembros de la relación, cuidadores adultos teniendo claro su lugar como modelo, orientador y
y niños, niñas y adolescentes, se encuentran al mismo facilitador de aprendizajes, siempre en el papel de
nivel. Ya no hay figuras superiores e inferiores, sino acompañamiento en la construcción de habilidades
roles sociales diferentes que, aunque tienen diferentes para la vida, en lugar de enfocarse en ser quien manda
responsabilidades o funciones, tienen la misma dignidad, o de convertirse en eliminador de desafíos de conducta.
gozan de igualdad de derechos y merecen, por tanto, el
mismo respeto. Irónicamente, este proceso de cambio de perspectiva
(aún en marcha) ha llevado a muchos padres y adultos
Las antiguas herramientas de poder y sumisión han a hacer de manera equívoca un viraje en la estructura
sido reemplazadas por el ejercicio de la autoridad con adulto-niñez y adolescencia y ha puesto a niños, niñas
diálogo, negociación, acuerdo y conciliación. Hoy en día
y adolescentes ya no por debajo sino por encima del • Ofrecer dos opciones válidas
adulto. • Empoderar en lugar de rescatar
• Hacer siempre preguntas orientadoras
Quizás en este momento de la historia más que en • Dar menos órdenes
cualquier otro la niñez y la adolescencia están tomando • Buscar soluciones conjuntas en un ambiente de amor y respeto
un lugar de superioridad sobre el adulto y este último • Anticipar, es decir, tener claro lo que puede pasar
ha dejado de lado su autoridad, cuyo resultado es una • Establecer conexión emocional, que da sentido de importancia y
postura sumisa y pasiva ante el establecimiento de de pertenencia
límites, que es una de las principales funciones de su • Validar emociones
parentalidad. • Ofrecer más tiempo efectivo de acompañamiento
• Estimular a la acción
• Utilizar consecuencias naturales
• Establecer consecuencias lógicas
• Alentar (estimular) en lugar de alabar (elogiar)

Lecturas recomendadas

Nelsen J. Disciplina con amor. 8ª ed. Colombia: Planeta; 1998.

Nelsen J. Disciplina positiva. México: Ediciones Ruz; 2002.
Nelsen J. Como educar con firmeza y cariño. España:
Medici; 2007.
Siegel DJ, Payne T. El cerebro del niño. Barcelona: Alba; 2012.

Estamos en la red en
http://medicina.udea.edu.co/
En este nuevo modelo de relación horizontal es claro Noticias de la Facultad
que el acompañamiento adulto no se limita a hablarles Boletines
bonito a los niños, niñas y adolescentes, sino que la Crianza Humanizada
relación con estos ha cambiado por completo, de
manera que en la disciplina positiva, que tiene como
norte que los adultos deben ser modelos dignos de Con demasiada frecuencia nos olvidamos
imitar, las normas y límites son necesarios y deben
ser establecidos y comunicados de manera firme pero de que la disciplina realmente significa
siempre amorosa, para lo cual en el acompañamiento enseñar, no castigar
se deben implementar estrategias no punitivas pero
tampoco complacientes, tales como: Daniel J. Siegel