Tesis Testimonios
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VALDIVIA – CHILE
2017
A mis padres, Blanca y Julio por su apoyo y amor incondicional.
Introducción ........................................................................................................................... 1
Capítulo I “Aspectos generales sobre el delito de abuso sexual y su valoración probatoria”
................................................................................................................................................ 3
1. Aspectos generales sobre valoración probatoria ............................................................. 3
2. Aspectos generales sobre el abuso sexual ....................................................................... 5
2.1 Descripción de la conducta típica ............................................................................ 5
3. Medios probatorios en casos de abusos sexuales ............................................................ 7
3.1 Prueba testimonial y la declaración del menor que ha sido víctima de una agresión
sexual. ................................................................................................................................. 8
3.2 Consideraciones sobre la prueba pericial en el proceso penal ...................................... 9
3.2.1 CBA- SVA ............................................................................................................... 11
3.2.1.1 Reflexiones acerca de la metodología CBCA....................................................... 14
3.2.2 CAVAS INCRIM .................................................................................................... 15
3.2.2.1 Metodología CAVAS INCRIM ............................................................................ 16
Capítulo II “El testimonio y su fiabilidad” .......................................................................... 20
1. Las trampas de la memoria............................................................................................ 22
1.1 ¿Pueden mentir los niños en su relato? .................................................................. 25
1.2 Relato traumático y los efectos en la memoria ...................................................... 26
2. Sugestionabilidad de los menores ................................................................................. 27
2.1. La edad del niño ......................................................................................................... 28
2.2. Naturaleza de las preguntas ...................................................................................... 29
2.3 Ambiente de la entrevista ........................................................................................... 30
Capítulo III “Valoración judicial de los relatos de los menores en los tribunales de
justicia” ................................................................................................................................ 32
1. Presunción de inocencia y valoración de la prueba....................................................... 32
2. Valoración testimonio del menor en los tribunales de justicia...................................... 35
2.1 Aspectos de credibilidad interna o subjetiva .............................................................. 37
a) Contaminación de intereses en el proceso ................................................................. 37
b) Plausibilidad del relato .............................................................................................. 39
c) Coherencia del relato ................................................................................................. 41
d) Persistencia del relato ................................................................................................ 44
2.2 Aspectos de credibilidad externa u objetiva ............................................................... 45
Conclusiones......................................................................................................................... 47
Bibliografía........................................................................................................................... 51
Introducción
Los delitos sexuales perpetrados en contra de menores de edad se caracterizan por que
suelen causar una gran conmoción pública. De ahí que, tras la develación de grandes redes
de pornografía infantil durante el año 2003 y el aumento de abusos sexuales en nuestro país
es que el 14 de enero del 2004 entró en vigor la Ley N° 19.927, cuya principal finalidad fue
aumentar las penas y fijar nuevos limites de edad que permitan una mayor protección de las
víctimas.
En el caso de los abusos sexuales, la conducta tiene un disvalor mayor cuando las víctimas
son menores de edad, precisamente por la escasa posibilidad de aquellos de repeler el
ataque o reaccionar frente a un acto de significación sexual. Es por ello que estos delitos
merecen repudio por parte de la sociedad y la justicia, puesto que se fundan en la violencia
y en el abuso de una relación de poder, tal como consta en la definición de abuso sexual
otorgada por la UNICEF1.
La principal dificultad judicial derivada de este tipo de delitos es su prueba. Ello, en cuanto,
su comisión, en la mayoría de los casos se da en un contexto de “intimidad”, donde solo
está presente la víctima y el sujeto activo. Lo anterior tendrá como consecuencia, que, en la
mayoría de los casos no existirán otros medios probatorios además del propio testimonio
del niño para sostener una acusación.
Lo anterior, resulta problemático pues, para condenar a una persona se requiere satisfacer el
estándar de prueba de la duda razonable, de manera tal de vencer la presunción de
inocencia que ampara al acusado. Así, si las pruebas no resultan suficientes no se puede
condenar al autor, por lo que cabe preguntarse si el mero testimonio de la víctima resulta
suficiente para superar el estándar de prueba.
Para el desarrollo de esta investigación, será necesario analizar algunos conceptos básicos
con la finalidad de esclarecer contenidos que posteriormente serán aplicados a la
problemática que se intenta resolver.
1
UNICEF: Abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes. Una guía para tomar acciones y proteger sus
derechos, Unicef, Buenos Aires, 2017, pág.7.
1
Así, en el capítulo primero, comenzaré realizando una revisión general sobre la valoración
probatoria en nuestro Código Procesal Penal, para luego abordar el tipo penal en cuestión,
analizando dos medios probatorios atingentes, esto es la prueba testimonial y la prueba
pericial. En el caso de esta última, se examinarán dos metodologías sobre credibilidad del
testimonio de los niños, a saber, el CBCA-SVA y el recientemente método CAVAS
INSCRIM.
Ambos tienen por objeto despejar las dudas que surgen en torno a los relatos de los
menores, e identificar los principales aspectos problemáticos a fin de determinar si el relato
resulta creíble y, por tanto, verdadero o falso. Sin perjuicio de presentar algunas diferencias
en cuanto a sus contenidos, lo que será analizado en este capítulo.
Por su parte, el capítulo segundo está destinado a identificar los principales problemas que
se detectan en los testimonios emanados de los niños. En primer lugar, los derivados de su
capacidad cognitiva para recordar hechos del pasado, y la posibilidad de que estos mientan
en su relato. Y, en segundo lugar, la sugestionabilidad, esto es como sus relatos pueden
verse influenciados por factores externos, como la edad y el ambiente de la entrevista
pericial.
2
Capítulo I “Aspectos generales sobre el delito de abuso sexual y su valoración
probatoria”
Nuestro Código Procesal Penal, (en adelante CPP) ha sufrido una serie de modificaciones
desde su dictación en 1906. La reforma más relevante tuvo lugar en el año 2000, cuyo
objeto fue reemplazar el antiguo modelo de justicia criminal de corte inquisitivo, por un
modelo acusatorio- contradictorio que resultara adecuado para las exigencias de un Estado
democrático2.
A grandes rasgos, un sistema inquisitivo se caracteriza por el especial rol que se le asigna al
juez, ya que cumple una triple función, a saber: de investigar, acusar y sentenciar. Lo
anterior se tradujo en una serie de abusos y arbitrariedades tanto en la búsqueda de la
verdad, como en la adquisición de pruebas, éstas últimas de una dudosa calidad epistémica.
Cabe hacer una presente que los sistemas de libertad probatoria pueden clasificarse a su vez
en íntima convicción o sana crítica dependiendo de si el valor otorgado a los medios
2
HORVITZ LENNON, María Inés; LÓPEZ MASLE, Julián: Derecho procesal penal chileno, Editorial jurídica de
Chile, Santiago, 2004, pág. 31.
3
CHAHUÁN SARRÁS, Sabas: Manual del nuevo procedimiento penal, Editorial Legal Publishing, Santiago,
2012, pp. 3-6.
4
Ibid.., pág.14.
5
MATURANA, Javier: Sana crítica, un sistema de valoración racional de la prueba, Editorial Thompson
Reuters, Santiago, 2014, pág. 84.; AGUILAR ARANELA, Cristian: La prueba en el proceso penal oral: Teoría
General de la prueba- medios de prueba en general, Editorial Metropolitana, Santiago, 2003, pág. 68;
MATURANA MIQUEL, Cristian y MONTERO LÓPEZ, Raúl: Derecho procesal penal, tomo dos, Editorial
Abeledo Perrot, Santiago, 2010, pág. 992.
3
probatorios es atribuido por el juez de forma discrecional o de acuerdo con los criterios de
racionalidad general respectivamente6,
En nuestro sistema, el modelo que se adoptó es el sistema de la libre valoración con algunas
reminiscencias a la sana crítica, que, en palabras de COUTURE, “está integrada por reglas
del correcto entendimiento humano, contingentes, y variables, con relación a la experiencia
del tiempo y lugar pero que son estables y permanentes en cuanto a los principios lógicos
en que debe apoyarse la sentencia7”
De ahí que, el CPP en su artículo 297 regula la sana crítica señalando que: “Los tribunales
apreciarán la prueba con libertad, pero no podrán contradecir los principios de la lógica, las
máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados”. Así, se extrae
que los jueces están facultados para otorgar mérito a las pruebas con libertad, cuyo único
límite es el respeto de la lógica, la experiencia y los conocimientos científicos.
Otro elemento que se debe tener en cuenta a efectos de la lectura dice relación con el grado
de convicción al que debe llegar el tribunal con las pruebas rendidas en el mismo juicio
oral. De ahí que, según el artículo 340 CPP “Nadie podrá ser condenado por delito sino
cuando el tribunal que lo juzgare adquiriere, más allá de toda duda razonable, la
convicción de que realmente hubiere cometido el hecho punible”
De lo anterior se extrae que las pruebas rendidas en juicio oral deben ser de tal entidad, que
conduzcan a la absoluta convicción sobre los hechos y la participación del imputado8. De
manera tal que, si las evidencias aportadas por el órgano persecutor9 no alcanzan la medida
del estándar, no es posible sostener una condena.
Puesto que la prueba ofrecida no habría sido suficiente para revertir la presunción de
inocencia10. Eso sí, siempre considerando la imposibilidad de alcanzar una certeza absoluta
respecto del acaecimiento de los hechos.
En relación con dicho estándar, es que surge la problemática en torno los abusos sexuales
perpetrados en contra de menores de edad, puesto que presentan varias particularidades
6
MATURANA, Javier: Ob. cit., pág. 94.
7
COUTURE, Eduardo: Vocabulario jurídico, Editorial B de f, Montevideo, 2004, pág. 311.
8
MATURANA MIQUEL, Cristian y MONTERO LÓPEZ, Raúl: Ob. cit., pág.934; CHAHUÁN SARRÁS, Sabas: Ob.
cit., pág. 390.
9
CARNEVALLI, Raúl: “El estándar de convicción de la duda razonable en el proceso penal chileno, en
particular la relevancia del voto disidente”, en Revista Ius et Praxis, Universidad de Talca. N°2, 2011, pp.77-
118.
10
Para un análisis en profundidad de este punto, Vid., el capítulo tercero de este trabajo.
4
desde el punto de vista de su ejecución,11 que permiten sostener que será la principal prueba
para sostener una posterior acusación.
Por un lado, se trata de un delito que en la mayoría de los casos se comete en la esfera de la
intimidad, por lo que resulta excepcional la presencia de un testigo que pueda servir como
medio probatorio adicional a la declaración del menor. Y, por otra parte, dada la naturaleza
del delito, no existen huellas físicas que pudieren ser comprobadas por medio de exámenes
médicos como sucede en los casos de violación.
Los abusos sexuales en nuestro país son una realidad en la cual la mayoría de las víctimas
son menores de edad. Así, según el anuario del SENAME al año 2015, existen al menos
8.952 menores que han sido víctimas de este delito. Mientras que, en el presente año las
denuncias por abuso sexual han aumentado en un 8,1% según el último boletín del
Ministerio Público12, por lo que sin duda no se espera un panorama muy auspicioso para
finales de año13.
11
RODRÍGUEZ COLLAO, Luis: Delitos sexuales: de conformidad con las modificaciones introducidas por la
ley N°19.617 de 1999, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 2000, pp. 185-196.
12
Datos obtenidos del Boletín institucional de la Fiscalía, periodo enero – septiembre 2017. Vid., FISCALÍA DE
CHILE: “Estadísticas” disponible en formato Excel en:
http://www.fiscaliadechile.cl/Fiscalia/estadisticas/index.do, visitado el 28 de diciembre de 2017 a las 22:00
horas.
13
A efectos de corroborar los datos del anuario, así como para la obtención de otros datos en relación con la
situación de los menores de edad de nuestro país. Vid., SENAME: “Anuario estadístico SENAME 2015”
disponible en formato PDF en: http://www.sename.cl/wsename/images/anuario_2015_final_200616.pdf.,
visitado el 25 de agosto de 2017, a las 21:56 horas.
5
El Código Penal14 tipifica el delito de abuso sexual, en sus diversas modalidades en los
artículos 365 bis, 366, 366 bis, 366 ter y 366 quáter. La conducta típica se define como
“acción sexual distinta al acceso carnal” entendiendo acción sexual como “cualquier acto
de significación sexual y de relevancia realizado mediante contacto corporal con la víctima,
o que haya afectado los genitales, el ano o la boca de la víctima, aun cuando no hubiere
contacto corporal con ella” (art.366 ter CP)
A esta descripción del tipo cabría agregarle, que se distinguen dos tipos de abusos sexuales,
dependiendo de la edad de la víctima15. Así, se denominan propios, aquellos acaecidos en
contra de personas mayores de 14 años e impropios, los perpetrados en contra de menores
de 14 años, siendo estos últimos objetos del presente trabajo por no exigir medidas
comisivas adicionales que pudieren traducirse en una huella física del acto.
Sin embargo, para RODRÍGUEZ COLLAO, existen tres condiciones que, según el CP,
permiten establecer cuando estamos en presencia de una acción sexual. Estas son: la
connotación sexual del comportamiento, la relevancia del acto ejecutado y la aproximación
corporal con la víctima. A continuación, analizaré brevemente dichas condiciones puesto
que no constituyen el tema principal del trabajo17.
14
En adelante CP.
15
POLITOFF, Sergio; MATUS, Jean Pierre y RAMÍREZ, María Cecilia: Lecciones de derecho penal chileno.
Parte especial, segunda edición, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 2004, pp. 245-248.
16
BASCUÑÁN VALDÉS, Antonio: El delito de abusos deshonestos, Editorial Jurídica de Jurídica de Chile,
Santiago, 1961, pág.67.
17
RODRÍGUEZ COLLAO, Luis: Ob. cit., pp. 198-204; RAMÍREZ, Maria Cecilia: “Delitos de abuso sexual actos
de significación sexual y de relevancia” en Revista Político Criminal, N°3, 2007, pp. 1-13.
18
GARRIDO MONTT, Mario: Derecho penal. Parte especial, tomo tercero, Editorial Jurídica de Chile,
Santiago, 2010, pág. 314.
6
B) Relevancia del acto ejecutado:
Se refiere a que no todos los actos que habitualmente son motivados por el instinto sexual
quedan abarcados por la tipicidad del delito de abuso sexual, solo ocurrirá respecto de
comportamientos que importen un atentado contra la indemnidad sexual de la víctima. Así,
por ejemplo, un beso, aunque sea expresión del instinto sexual, por sí solo no tiene la
relevancia exigida por el precepto legal.
Del artículo 366 ter CP19, se extraen dos hipótesis alternativas, en su primera parte alude al
roce efectivo de alguna parte del cuerpo del hechor con el de la víctima, sin perjuicio de
que dicho contacto aparezca como un medio para la ejecución de otro acto distinto al mero
roce, y la segunda parte se refiere a que dicho contacto haya afectado genitales, ano o boca
de la víctima20.
Los delitos sexuales en general, y en especial, los abusos sexuales suelen cometerse en
espacios privados de las víctimas, esto es, por ejemplo, en su propia casa, en el colegio etc.
Aspecto que se relaciona con que son muy escasas las oportunidades en que pudiese quedar
alguna huella física, así como la presencia de un testigo que pudiese dar cuenta de la
ocurrencia de los hechos.
19 Art. 363 ter: Para los efectos de los tres artículos anteriores, se entenderá por acción sexual cualquier acto
de significación sexual y de relevancia realizado mediante contacto corporal con la víctima, o que haya
afectado los genitales, el ano o la boca de la víctima, aun cuando no hubiere contacto corporal con ella.
20
ETCHEBERRY, Alfredo: Derecho penal parte especial, tomo tercero, Editorial Jurídica de Chile, Santiago,
1997, pág. 67.
21
En contra, Vid., MACURAN NODARSE, Greter: La prueba pericial psicológica en los delitos de abuso sexual
infantil, Editorial Jurídica de Chile, Santiago,2011, pág. 40.
22
HUERTA CASTRO, Sofia y MAFFIOLETTI CALDERÓN, Francisco: “Aproximación fenomenológica de los
delitos sexuales en chile la realidad nacional” en, Revista Jurídica del Ministerio Público de Chile, Ministerio
Público, N°47, 2011, pp. 12-13.
7
casos de la declaración de la víctima, constituyéndose como principal – y sino el único-
medio probatorio.
Ahora, teniendo en cuenta que en este caso los testimonios provienen de niños menores de
14 años, estos son afectos a una serie de problemas que analizaré en el capítulo segundo.
Por lo que se recurre a lo que la doctrina indica como “prueba auxiliar23”, específicamente a
los peritajes de credibilidad tendientes a establecer la fiabilidad de los relatos
proporcionados por niños, evaluando su veracidad, objetividad y sensibilidad
observacional.
3.1 Prueba testimonial y la declaración del menor que ha sido víctima de una
agresión sexual.
Sin embargo, creo que esto es un problema derivado de la significación procesal del
término. Fundamentalmente porque en el lenguaje de las sentencias se utiliza la
nomenclatura tanto para los testimonios de terceros como los de la propia víctima25.
Hecha la prevención, la declaración del menor en estos casos es una prueba que reviste de
una gran importancia, porque además de ser el sabedor directo de lo que ocurrió, también
está en la situación de describir el hecho mucho mejor que cualquier otro, debido a que
como he señalado anteriormente, se trata de un delito que se comete principalmente en el
ámbito de la intimidad y por consiguiente se tiene solo al sujeto activo y a la víctima
No obstante, los niños son un especial tipo de víctimas ya que, su capacidad del recuerdo se
encuentra mediada por varios factores que describiré en el siguiente capítulo. Y, porque
23
ANDERSON, Terence; SCHUM, David y TWINING, William: Análisis de la prueba, Editorial Marcial Pons,
Madrid, 2015, pág.103.
24
En contra, Vid., CAROCCA PÉREZ, Álex: Manual del nuevo sistema procesal penal chileno, Editorial Legal
Publishing, Santiago, 2009, pág. 159; PAILLAS, Enrique: La prueba en el proceso penal oral, Editorial Lexis
Nexis, Santiago, 2002, pág. 49.
25
Otra parte de la doctrina, lo ha llamado testigo- victima principalmente por la confusión que puede
suscitarse en ciencias extra jurídicas, entendiéndose en ese caso que jurídicamente no puede ser testigo, pero
que desde un punto de vista psicológico ha presenciado lo ocurrido y por lo tanto puede pedírsele su recuerdo.
En relación con este punto, Vid. DIGES, Margarita: Testigos sospechosos y recuerdos falsos, Editorial Trotta,
Madrid, 2016, pág. 71.
8
además a diferencia de los adultos, encuentran una limitación en torno a su escaso dominio
del lenguaje debido a su corta edad. De ahí la importancia que cobra el informe pericial que
permite al juez ponderar la validez de las declaraciones.
Así, TARUFFO Y COLOMA, coinciden en que se derivan varios problemas desde el punto de
vista de la credibilidad del relato26. Principalmente, producto de la sobre exposición de
tener que relatar en reiteradas ocasiones situaciones que pertenecen al ámbito de su
intimidad27, lo que puede traducirse en un relato inconexo que, para parte de la doctrina, es
indicativo de un relato no fiable, y, por lo tanto, incapaz de satisfacer el estándar de duda
razonable.
De lo anterior se desprende que los peritos son personas que cuentan con una experticia
propia de alguna ciencia o arte. Y, que por medio de un informe dan a conocer al tribunal
sus conocimientos o máximas de experiencia especializadas28. Debido a que se trata de
conocimientos que se encuentran más allá del entendimiento del juzgador y que, por lo
tanto, le servirán para formar su convencimiento.
Cabe señalar que anterior a la reforma, los peritos eran concebidos como auxiliares de la
administración de justicia, por lo tanto, éstos respondían a las necesidades de convicción
26
TARUFFO, Michele: Simplemente la verdad: El juez y la construcción de los hechos, (traducido por Daniela
Accatino), Marcial Pons, Madrid, 2010, pág. 45; COLOMA CORREA, Rodrigo; PINO YANCOVIC, Mauricio y
MONTECINOS SANHUEZA, Carmen: “Fundamentación de sentencias judiciales y atribución de calidad
epistémica a las declaraciones de testigos en materia procesal penal” en Revista de derecho, Universidad
Católica de Valparaíso, N°XXXIII, pp.303-344.
27
CONDEMARÍN, Patricia: Peritajes psicológicos sobre los delitos sexuales, Editorial Jurídica de Chile,
Santiago, 2005, pág. 57.
28
DUCE, Mauricio y RIEGO, Cristian: Proceso penal, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 2007, pp.415-416.
9
del tribunal29. Actualmente los peritos son concebidos como peritos de confianza de las
partes, y por lo tanto prestan apoyo a la teoría del caso según se trate de Ministerio Público
o de la defensa del sujeto activo.
Es importante señalar que la prueba testimonial y la pericial, pese a que ambos son terceros
ajenos al juicio, presentan varias diferencias que vale la pena poner de relieve. Así, en
primer lugar, el testigo se limita a declarar sobre los hechos percibidos estando
inhabilitados para formular juicios de valor.31 Mientras que el perito analiza, explica y
emite opiniones acerca de los mismos mediante un informe, que constituye el objeto de su
declaración.
De lo anterior, discrepo con la veracidad del enunciado, puesto que los peritos, durante la
fase del juicio oral, luego de exponer el contenido de su informe también son interrogados y
pasarían a ocupar el lugar de examinados, a la luz de lo dispuesto en el artículo 329 del
CPP. Por lo tanto, dependiendo del momento procesal, transitaría desde el lugar de un
sujeto activo a pasivo.
Finalmente, en este sentido MATURANA, agrega una tercera diferencia haciendo alusión a la
posibilidad de reemplazar un testigo y un perito, señalando que los testigos no son
“fungibles33”, vale decir, no pueden ser reemplazados por su conocimiento respecto a los
29
MACURAN NODARSE, Greter: Ob. cit., pág. 22.
30
Ibid., pág. 23.
31
SILVA VARGAS, Pablo y VALENZUELA, Juan José: “Admisibilidad y valoración de la prueba pericial en el
proceso penal”, Memoria para optar al grado de licenciado en ciencias jurídicas y sociales, Universidad de
Chile, 2011, pág. 43.
32
Ibid., pág. 44.
33
MATURANA MIQUEL, Cristian y MONTERO LÓPEZ, Raúl: Ob. cit., pág. 1032.
10
hechos. En cambio, el informe que redacta un perito puede ser realizado por cualquier
persona que posea los conocimientos científicos o técnicos para apreciarlos.
En el caso de los abusos sexuales, el uso de los peritajes psicológicos a los que son
sometidos los niños víctimas viene derivado de la importancia que tiene su declaración
sobre los hechos, por que como anteriormente señalé, constituyen la principal prueba de
cargo para sostener una posterior acusación. En consecuencia, por medio de estos peritajes
se permite despejar dudas en torno a la credibilidad al relato del menor.
Esta rama, tiene su origen en Alemania con los estudios de Udo Undeutsh a principios de
198934 quien aspiraba a desarrollar una metodología que permitiese validar los testimonios
infantiles. En este sentido, durante 40 años recabó todas aquellas características y actitudes
que presentaban los menores abusados, estableciendo ciertos “criterios de análisis” que
permitían diferenciar declaraciones verdaderas y falsas.
A los días de hoy en nuestro país, se utilizan indistintamente principalmente dos métodos
para establecer la credibilidad del relato, el denominado CAVAS INCRIM y el CBCA-
SVA extraído del derecho comparado. A continuación, realizaré una breve referencia a
ellos.
34
GODOY CERVERAS, Verónica e HIGUERAS, Lorenzo: “El análisis de contenido basado en criterios (CBCA)
en la evaluación de la credibilidad del testimonio”, en Revista papeles del sicólogo, Universidad de Granada,
N°26, pp. 92-98.
11
El CBCA es el componente principal del SVA, puesto que este se aplica al contenido de la
declaración y su propósito es determinar si su calidad y sus contenidos específicos son
indicativos de una narración generada a partir de registros de memoria o si son producto de
la invención, la fantasía o la influencia de otra persona35.
A rasgos generales, el modelo SVA se puede estructurar en tres etapas36: una entrevista con
el menor dirigida a obtener un relato extenso y completo; luego un análisis del relato del
menor bajo los criterios CBCA; y en último término la ponderación con factores externos
que pudiesen afectar al relato, que digan relación con la información recabada en la
entrevista.
En cuanto a la primera parte del procedimiento SVA, está conformado por una entrevista,
cuyo objeto es la obtención de un relato espontáneo sobre el abuso sexual. Evitando el uso
de muñecos sexuados y cuidando el proceso de la entrevista37, poniendo especial énfasis en
que quien realice la entrevista no sea el mismo profesional sicólogo que esté tratando al
menor, de manera tal, de que la entrevista sea realizada con el mayor grado de objetividad
posible.
Una vez realizada la entrevista, esta debe ser transcrita literalmente para la segunda etapa
de aplicación de los criterios CBCA examinando si cada criterio se encuentra presente o
ausente en la descripción de los hechos fundamentales. De manera tal de otorgarle al relato
una determinada puntuación que calificará al relato de creíble o no, según STELLER un
relato creíble debe contener a lo menos siete criterios38.
Como señalé anteriormente, el principal elemento del SVA es el CBCA, que corresponde a
un listado de criterios que sirven para analizar los testimonios de los menores víctimas,
podemos resumir la aplicación de este método como una evaluación de caso a caso,
determinando si el relato del menor se ajusta las características que se ha observado
mayoritariamente en casos reales de víctimas de agresiones sexuales.
35
Ibid., pág. 93.
36
MANZANERO, Antonio y MUÑOZ, José Manuel: “La prueba pericial sicológica sobre la credibilidad del
testimonio: Reflexiones psico-legales”. Disponible en formato electrónico en:
http://www.alfonsozambrano.com/justicia_indigena/TestCBCA/07062015/cbca-
prueba_pericia_psicologica.pdf. Visitado el 24 de agosto de 2017, a las 15:56 horas.
37
MACURAN NODARSE, Greter: Ob. cit., pág. 62.
38
Ibid., pág.67.
12
indicativos de un relato generado a partir de recuerdos, o si son productos de la invención o
la influencia de otra persona.
Estos criterios se agrupan en 5 áreas, para efectos de realizar el cálculo cuantitativo, esto
es, a mayor número de criterios, más veraz es el testimonio, por supuesto que para que una
declaración sea válida no hace falta que cumpla con todos los criterios
39
MEDINA, José Antonio: “Sistema de análisis de validez de las declaraciones, en un caso de abuso sexuales
entre menores. Descripción de criterios y su aplicación”. En Gaceta internacional de Ciencias Forenses,
Universidad de Valencia, N°12, 2014, p.5.
13
Finalmente, el tercer paso y final del proceso40 lo constituye una ponderación con una serie
de factores que pueden haber influido en los resultados del CBCA que se agrupan en cuatro
categorías de análisis a saber: la personalidad del menor, sus motivaciones para efectuar la
declaración, un análisis de validez de la entrevista con que se obtuvo la declaración y la
consistencia y plausibilidad de los datos obtenidos.
En torno a este punto, cabe hacer una primera reflexión en relación a la ponderación con
factores externos en particular. En efecto, este modelo de análisis no se hace cargo del
elemento edad debido a que, a menor edad, más posibilidad de manipular el relato.
Coincidentemente con lo expuesto, MACURÁN agrega que a mayor edad incrementa la
presencia de criterios del CBCA, evidenciando la capacidad de manipulación de la
información42.
40
Ibid., pág. 67.
41
Ibid., pág. 68.
42
MACURAN NODARSE, Greter: Ob. cit., pág. 63.
14
Por otra parte, el modelo CBCA no toma en consideración las particularidades de la
memoria de los niños, en el sentido de que esta tiende a focalizarse en elementos distintos a
los de un adulto43. Así, la memoria de los niños tiende a enfocarse en aspectos más
periféricos del hecho, a diferencia de un adulto que se focalizan más en el núcleo del
asunto44.
Finalmente, la crítica más fuerte que se le ha realizado a este método es que no hay acuerdo
en la doctrina ni entre los profesionales forenses sobre cuál es el número mínimo de
criterios para catalogar un relato de falso45. En atención a estas críticas es que el modelo
chileno intenta realizar una versión mejorada de este sistema, denominado CAVAS
INSCRIM que describiré a continuación.
Dentro de esta última función, ha colaborado enormemente con los tribunales de justicia,
principalmente mediante la elaboración de informes psicológicos de las víctimas de abuso
sexual. Cuyo principal objetivo, es la realización de análisis que dicen relación con las
“evaluaciones de testimonio” y sobre el nivel de daño sicológico a raíz de los hechos
acaecidos.
43
MAZZONI, Giuliana: El testimonio y las trampas de la memoria, Editorial Trotta, Madrid, 2010, pp.87-96.
44
CONDEMARÍN, Patricia: Ob. cit., pág.33
45
GODOY CERVERAS, Verónica e HIGUERAS, Lorenzo: Ob. cit., Pág.97.
46
BLANCO GONZÁLES, Alejandra: “Descripción de la metodología de evaluación pericial CAVAS INSCRIM”
en PDI Huellas cuadernos crimidinámica y fenómenos emergentes, volumen n°2, 2016, pp. 14-24.
47
NAVARRO MEDEL, Carolina: “Evaluación de la credibilidad discursiva de niños, niñas y adolescentes
víctimas de agresiones sexuales”, Memoria para optar al grado de magíster en psicología mención psicología
clínica infanto juvenil, Universidad de Chile, 2006.
15
El estudio de la fiabilidad de las declaraciones testimoniales de las víctimas está dirigida al
estudio de los procesos implicados en la diferenciación entre la realidad percibida y la
realidad imaginada, resultando preponderante para determinar la credibilidad del testigo la
evaluación de los procesos de la memoria48.
Antes de llegar a la entrevista propiamente tal, esta metodología contempla una fase en la
cual el perito psicólogo recaba todos los antecedentes del caso, tanto las declaraciones de la
propia víctima en etapas previas, de los restantes testigos si los hubiere, y del presunto
autor. De manera tal de permitirle al perito plantear diversas hipótesis alternativas
procurando evitar la realización de preguntas dirigidas o tendenciosas49.
Luego, el procedimiento propiamente tal comienza con una entrevista pericial- psicológica
entre la víctima y el perito experto. Esta tiene por objeto, por un lado, establecer el
funcionamiento psíquico de la víctima a fin de establecer su capacidad testimonial, y por
otro, obtener un relato que permita dilucidar forma, contenidos y aspectos no verbales
asociados, a fin de generar hipótesis preliminares.
48
POLICÍA DE INVESTIGACIONES DE CHILE: “Centro de asistencia a víctimas de atentados sexuales 16 años de
experiencia”. Disponible en formato PDF en
https://www.bcn.cl/obtienearchivo?id=documentos/10221.1/56276/1/...CAVAS.pdf, visitado el 28 de
Diciembre, 2017 a las 16:00 horas.
49
NAVARRO MEDEL, Carolina: Ob. cit., pág. 55.
50
MAZZONI, Giuliana: Ob. cit., pág. 56.
16
otorgar más confianza al niño. Lo cierto es que también puede ejercer influencia negativa
sobre él. Siendo ésta, precisamente una de las variables que se deben detectar. Esto es, si se
trata de un relato falso producto de la intervención de un tercero.
El principal problema que se suscita en esta primera parte dice relación con que este es un
proceso que resulta difícil para los niños, que muchas veces se traduce en una situación
traumática de tener que repetir los hechos ante una persona extraña, quien además es un
adulto51, por lo que el menor lo verá en una posición de autoridad dificultando la obtención
de un relato absolutamente libre.
Sin perjuicio de lo anterior, considero que se debe cautelar tanto el número de entrevistas,
como el tiempo de duración de las mismas. Ello, con dos objetivos: minimizar los efectos
emocionales derivados de la victimización secundaria de los niños, y para evitar que al
relatar varias veces el mismo hecho el niño comience a distorsionar sus recuerdos.
De lo anterior se desprende que la labor del perito psicólogo se desarrollará desde una
perspectiva comprensiva de manera tal de interpretar la presencia o ausencia de un criterio,
así como el significado de éste53. Se descarta el análisis en términos cuantitativos como el
utilizado en el método anteriormente analizado del CBCA.
51
Ibid., pág. 90.
52
POLICÍA DE INVESTIGACIONES: Ob. cit., Pág.10.
53
RIVERA, Javiera: “Peritajes en víctimas de abuso sexual infantil: un acercamiento a la práctica chilena” en
Revista cuadernos de neurosicología, Universidad de Chile, Volumen n°3, 2007, pp. 284-295.
17
Realizado este examen de credibilidad del relato, se vuelve necesario realizar una tercera
fase denominada “análisis de fiabilidad54” puesto que, el primer examen solo nos permite
asegurar que el relato presenta características propias de víctimas de agresiones sexuales.
Entonces, este tercer análisis está destinado a analizar las condiciones en que estos relatos
se gestan.
En relación con esto es que NAVARRO propone la triangulación de tres variables que se
deben contrastar con el testimonio, de manera que deben ser coherentes. Estas son: el
funcionamiento psicológico de la víctima, la teoría o fenomenología de las agresiones
sexuales y otras pruebas criminalísticas como la declaración del agresor, u otros
antecedentes de la investigación.
Vale la pena detenerse en este punto, puesto que es uno de los elementos centrales de esta
metodología. Y dice relación con la consideración de los elementos criminalísticos a la hora
de establecer la veracidad de un relato. Dicha consideración se relaciona con los elementos
objetivos establecidos de forma previa durante la investigación.
De este modo, se contrastan los dichos del evaluado con las demás evidencias encontradas
en la investigación, así las declaraciones previas de la víctima o las de cualquier otro
declarante incluyendo el imputado permiten establecer las convergencias sobre la
factibilidad de ocurrencia de los hechos según los que señala la víctima en su relato55.
54
BLANCO GONZÁLES, Alejandra: Ob. cit., pág. 14.
55
POLICÍA DE INVESTIGACIONES: Ob. cit., pág. 11.
18
Tabla 2. Criterios CAVAS INSCRIM56
Reproducción de verbalizaciones
Elementos gestuales
56
NAVARRO MEDEL, Carolina: Ob. cit., pág. 35.
19
Capítulo II “El testimonio y su fiabilidad”
Antes de entrar en el fondo de este capítulo, cabe hacer una referencia importante en torno
al objeto de la prueba. Que, pese a no ser el tema central de esta investigación, resulta de
especial relevancia en el desarrollo de las siguientes páginas.
Así, el objeto de la prueba está constituido por los hechos del caso, sin embargo, alguna
parte de la doctrina, en concreto FERRER y TARUFFO, han señalado que esta afirmación
obedece a razones de simplicidad del lenguaje57 y que sería parcialmente correcta.
Principalmente, porque el juez no puede percibir directamente los hechos a probar, sino que
a lo que realmente se enfrenta es a enunciados que expresan proposiciones referidas a los
hechos. En otras palabras, lo que en realidad deberá probarse en el trascurso del juicio oral,
son los enunciados sobre los hechos formulados por las partes58.
TARUFFO agrega que, la valoración de la prueba tiene por objeto establecer la conexión
final entre los medios de prueba que se presentan y la verdad o falsedad de los enunciados
sobre los hechos del litigio. Desde esta perspectiva, el apoyo que determinados medios
probatorios brindan a la hipótesis fáctica es lo que en definitiva deberá satisfacer el estándar
de prueba como en materia penal.
Con todo, probar un enunciado sobre un hecho no siempre resulta ser simple. De ahí que
doctrinalmente se distinga, por ejemplo, entre hechos materiales e inmateriales o psíquicos.
57
FERRER, Jordi: Prueba y verdad, Editorial Marcial Pons, Madrid, 2005, pág. 70; TARUFFO, Michele: La
prueba, Editorial Marcial Pons, Madrid, 2008, pág.264.
58
En este mismo sentido, GASCÓN ABELLÁN afirma que el objeto de la prueba no son los hechos, sino
enunciados sobre los hechos, De esta manera la expresión “probar un hecho” no es más que una elipsis, una
forma de decir “probar la hipótesis de que los hechos han sucedido”. GASCÓN ABELLÁN, Marina: Los hechos
en el derecho, Editorial Marcial Pons, Madrid, 2010, pág.77.
59
Esta afirmación no está exenta de críticas, así DEI VECCHI rechaza la tesis de FERRER debido a su fuerza
descriptiva puesto que esto llevaría a la conclusión de que un enunciado es verdadero si el juez ha tenido por
probado el hecho p en su decisión. El autor propone en su lugar entender los enunciados probatorios como
“constitutivos” considerando que son enunciados normativos dado que suponen juicios de valor de quienes
los profieren. DEI VECCHI, Diego: “Acerca de la fuerza de los enunciados probatorios: el salto constitutivo”
en Revista Doxa, n°37, 2014, pp. 237-261.
20
Así, en el caso de un hecho material -considérese por ejemplo el acceso carnal en los casos
de violación- el principal medio probatorio son los exámenes físicos los cuales tienen por
objeto pesquisar restos biológicos (p. ej. semen y bacterias) así como extracción de
muestras sanguíneas para detectar la presencia de alguna enfermedad venérea60.
En otro sentido, los hechos inmateriales son aquellos que pertenecen a la esfera psicológica,
sentimental o volitiva de determinados sujetos y consisten en sentimientos, valoraciones,
actitudes, preferencias, intuiciones o voluntades61. Así, caben dentro de esta categoría el
dolo, la culpa, el ánimo de lucro etc. Estos hechos son de difícil averiguación, pues
requieren ser inferidos mediante el establecimiento de ciertas circunstancias objetivas o
materiales62.
En una primera revisión, diríamos que es bastante difícil ofrecer una aproximación externa
y que además sea cognoscible y verificable sobre hechos que solo existen en la esfera
psíquica. Sin embargo, la cuestión se resuelve – tal como lo señala TARUFFO- extendiendo
la valoración probatoria a otros campos como la psicología64.
De ahí la importancia de los informes periciales, que le permiten al juez ponderar la validez
de las declaraciones basando su conocimiento en la psicología del testimonio. Analizando
los factores derivados de la exactitud y veracidad de los relatos como es, por ejemplo, las
habilidades cognitivas del testigo65.
60
MONTOYA, David, et al.: “Peritaje médico legal en delitos sexuales: una pauta práctica para su correcta
realización”, en Revista Chilena Obstétrica Ginecológica, Sociedad chilena de ginecología y obstetricia,
2004, pp. 55-59.
61
HUNTER, Iván: “Las dificultades probatorias en el proceso, tratamiento doctrinal y jurisprudencial, críticas y
una propuesta”, en Revista de Derecho Coquimbo, Universidad Católica del norte, Vol. v. 22, n. 1, 2015, pp.
209-257.; TARUFFO, Michele: La prueba de los hechos, Editorial Trotta, Madrid, 2011, pág. 159.
62
GASCÓN ABELLÁN, Marina: Ob. cit., pág.72.
63
MANZANERO, Antonio: “Evaluando el testimonio de menores testigos y víctimas de abuso sexual”, en
Anuario de Psicología jurídica, Universidad Autónoma de Madrid, volumen 6, 1996, pp. 13-34.
64
TARUFFO, Michele: La prueba de los hechos, Ob. cit., pág. 161.
65
CONTRERAS, Cristian: “La valoración de la prueba testimonial. Una tarea inconclusa”, Revista de derecho,
Universidad Austral de Chile, Vol. XXX, N°1, junio, 2017, pág. 291.
21
proporcionados por niños y la respuesta que le otorgan los métodos de análisis tratados en
el capítulo anterior.
En concreto, en el caso de los niños pequeños, y en línea con lo planteado por MAZZONI,
éstos tienden a recordar muy pocos elementos de un episodio ya que centran su atención en
detalles periféricos, que muchas veces no tienen que ver con el hecho investigado. En
general, suelen centrarse en lo que más les ha llamado la atención, a diferencia de un adulto
que recordará solo los aspectos destacados de un suceso67.
Por consiguiente, se ha entendido que la mejor manera de desentrañar este recuerdo en los
niños es por medio de un relato libre, entendido como aquel donde no ha habido preguntas
66
MANZANERO, Antonio: “Procesos básicos en la memoria a largo plazo”, Disponible en formato electrónico
en http://psicologiadelamemoria.blogspot.cl/p/procesos-basicos-en-la-memoria-largo.html, visitado el 4 de
Noviembre, 2017 a las 23:00 horas.
67
MAZZONI, Giuliana: El testimonio y las trampas de la memoria, Ob. cit. pág. 19.
22
específicas por parte del entrevistador, así se permitirá que el niño cuente lo que recuerda
con sus propias palabras, a la velocidad que él quiera y en el orden que lo prefiera68.
En este sentido, tanto el método CBCA- SVA y la creación nacional CAVAS INSCRIM
resultan compatible con lo anterior, puesto que ambos contemplan dentro de su
metodología un relato libre de lo acontecido, a fin de no someter al niño a un número
excesivo de preguntas de difícil comprensión.
Respecto a la segunda fase de retención, esta tiene que ver con el factor tiempo, a saber,
cuanto mayor es el periodo de retención de un recuerdo, mayor será el deterioro de la huella
de la memoria69. Con todo, hay casos en que no ha trascurrido mucho tiempo desde el
hecho del abuso, y se detecta la creación de un falso relato o uno debilitado.
Este es el caso de niños que se sienten intimidados durante la entrevista por medio de
preguntas sugerentes que inducen una respuesta, como del tipo “¿El tío te tocó ahí?”,
generalmente acompañado de una figura humana para facilitar su respuesta.
Cabe tener presente también, que esto puede ocurrir no solo durante la fase de la entrevista.
El niño puede recibir información de su misma familia, que le sugieran que efectivamente
“el tío lo habría tocado en sus partes íntimas”, creando en ese caso un falso recuerdo. Todo
lo relacionado con la sugestionabilidad de los menores, lo analizaremos con mayor detalle
en el apartado siguiente.
68
MANZANERO, Antonio; Barón, Susana: “Características de las memorias en los niños preescolares:
obtención y evaluación de sus recuerdos”, En MERIÑO, Marcelo (Coord.): Los delitos sexuales desde una
perspectiva interdisciplinaria, Ediciones jurídicas de Santiago, Santiago, 2014, pp.51-83.
69
Ibid., pág. 9.
70
CONTRERAS, Cristian: Ob. cit., pág. 300.
23
Distinguimos así entre recuerdo intencional e incidental. El primero haría referencia a un
recuerdo que tiende a evocar de manera automática debido a la importancia que le atribuye
el sujeto. En cambio, el recuerdo incidental se generaría por medio de la construcción
sistemática de la experiencia pasada.
En general MANZANERO indica que para que un recuerdo evoque de manera intencional y,
por lo tanto, sea de manera automática requiere que se trate de información relevante para
el sujeto. Esto facilitaría el proceso de codificación para una posterior recuperación del
recuerdo. El problema es, que tal como lo expresamos en casos anteriores, los niños tienden
a recordar detalles periféricos más que los centrales del caso.
En este punto la metodología CAVAS INSCRIM luego de permitir el relato libre del
menor, aplica una serie de criterios enumerados en la tabla 2 del capítulo primero,
clasificándolos en criterios de forma y de contenido, cuya importancia radica en que
constituyen indicadores de credibilidad.
Ahora bien, los criterios de forma son aquellos que se espera estén presentes en un relato.
En cambio, los criterios de contenido son aquellos cuya presencia resulta altamente
significativa como indicador de credibilidad, pero que sin embargo tiene un rol de reforzar
los relatos71.
Así, los criterios de descripción del espacio físico, la identificación del agresor, la
reproducción de verbalizaciones, y lo relativo a las circunstancias previas del abuso, no
resultan fundamentales para establecer la credibilidad, como si lo es la consistencia y la
coherencia del relato que debe mantenerse estable durante la entrevista.72
Lo anterior, viene a corroborar la tesis de que no hace falta que el menor nos entregue gran
cantidad de información. Como ya señalé anteriormente, los niños no suelen entregar
muchos datos en torno a lo acecido, pero esto en ningún caso es una razón para descartar su
testimonio como medio de prueba.
71
NAVARRO MEDEL, Carolina: Ob. cit., pp. 47-49.
72
Ibid., pág. 40.
24
1.1 ¿Pueden mentir los niños en su relato?
Como se expuso en los anteriores apartados, los niños declararan basándose en su memoria;
en concreto, mediante tres pasos: codificación, retención y recuperación. Aun así, existen
buenas razones para cuestionar dicha obtención del relato, sobre la base de que los menores
pueden realizar una declaración intencionalmente falsa.
Según SHADE, la capacidad de realizar una declaración falsa depende de dos requisitos,
además de la edad del menor. En primer lugar, la capacidad de declarar sobre un
acontecimiento inventado supone un mayor esfuerzo cognitivo - intelectual73 así como de
un poco de inteligencia creativa que se puede esperar a partir de los 6 años
aproximadamente. Antes de esa edad, el autor señala que son más fáciles de detectar.
Cumpliendo con ambos requisitos, SHADE diría que el niño dispone de una capacidad-
aunque limitada- para construir una declaración intencionalmente falsa. Sin perjuicio de lo
anterior, consideramos necesario realizar algunos matices a esta propuesta.
Respecto a este punto, se ha señalado que es posible que el menor sostenga una frase
mendaz en el tiempo que resulte incriminatoria. Sin embargo, considero que las mentiras
infantiles se destacan por su ingenuidad, obviedad, simplicidad y por lo tanto resultan fácil
de detectar74.
73
SCHADE, Burkhard: “La declaración de niños menores de edad testigos de un supuesto abuso sexual”, en
Política Criminal, Universidad de Dortmund, vol. 8, N° 16, pp. 600-611; CONTRERAS, Cristian: Ob. cit., pág.
295.
74
UNICEF: Abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes. Una guía para tomar acciones y proteger sus
derechos, Unicef, Buenos Aires, 2017, pág.15.
25
Además, como he señalado anteriormente, los niños pequeños en especial aquellos en edad
pre escolar, no poseen habilidades cognitivas que le permitan inventar, fabular y sostener
mentiras complejas de un modo creíble.
En este sentido, sugiero que en el marco de la de metodología CAVAS INSCRIM que, una
vez terminado el relato espontáneo del menor, se deberían realizar preguntas tendientes a
invertir el orden de los hechos, y cambiar algunos detalles en los que el niño puso énfasis
en su relato para producir una ruptura en el relato preparado75. Esto último ya se ha
aplicado en adultos, obteniéndose resultados satisfactorios a la hora de identificar testigos
mendaces.
Por otra parte, se ha propuesto otros criterios para determinar si un relato es falso,
destinados a atender a factores provenientes del comportamiento no verbal. Así a modo de
ejemplo, MAZZONI señala que se debe atender a las desviaciones de mirada, sonrojarse,
movimientos dubitativos o un tono más rápido o lento que lo normal76.
Finalmente, también creo que la principal forma en que se desvirtúan los recuerdos de los
niños es por medio de la acción de los adultos, ya sea desde la misma familia o el
entrevistador quienes se comunican de manera inapropiada o sugestiva con los menores.
Ello tiene como consecuencia que este recuerdo falso no pueda ser apartado de un recuerdo
auténtico, convenciéndose el menor de que realmente experimentó el hecho investigado.
La vivencia a cualquier edad de un ataque sexual sea este constitutivo de abuso sexual o de
violación, trae consigo una enorme carga a nivel emocional que se acrecienta en el caso de
los niños. Es por eso, que, algunos autores han establecido como factor tendiente a afectar
la fiabilidad del relato77, el hecho de que se trate de un suceso traumático, ya que, por sus
características, éste tiende a generar un cierto bloqueo en relación con los recuerdos.
75
ARCE, Ramón; FARIÑA, Francisca: “Peritación psicológica de la credibilidad del testimonio, la huella
psíquica y la simulación”, en Papeles del Psicólogo, N° 92, 2005, pág. 61.
76
MAZZONI, Giuliana: Ob. cit., pág.18.
77
MANZANERO, Antonio; RECIO, Manuel: “El recuerdo de los hechos traumáticos: exactitud, tipos y
características” en Cuadernos de medicina forense, vol. 18, N°1, pp. 19-25.
26
En contra de esto, se han realizado varios estudios, con el objeto de demostrar que este tipo
de recuerdos, si bien pueden causar un cierto estrés post traumático, tienden a recordarse
con mayor frecuencia por el impacto que generan en la vida de las víctimas.
Así, tan solo un 4.6% de las víctimas efectivamente han olvidado el hecho. Inclusive
respecto de estos casos, MANZANERO señala que, en realidad se deben a un intento
deliberado de reprimir el recuerdo78.
JUÁREZ LÓPEZ define la sugestionabilidad como “el grado por el cual la codificación,
almacenamiento, recuperación y relato de los eventos puede ser influenciado por la
variación de factores internos y externos80”
Los niños son más sugestionables que los adultos, pues son más propensos a recordar
informaciones falsas que se les han ido presentando. Valga de ejemplo un trabajo de
investigación de la profesora MAZZONI donde asistían unos niños de diversas edades a una
escena81.
Al día siguiente se les hacían preguntas engañosas sobre lo que habría sucedido, a saber,
¿recuerdas a qué hora entró el señor que llevaba una cartera roja en el brazo?, cuando en
78
MANZANERO, Antonio: “Recuerdo de hechos traumáticos: de la introspección al estudio objetivo”, en
Psicopatología clínica, legal y forense, Universidad de complutense Madrid, Vol. 10, 2010, pp. 149-164.
79
MACURÁN, de acuerdo con MYERS señala que existen tres factores críticos para calificar a un perito como
experto, debe tener amplia experiencia con niños, debe tener conocimientos completos y actuales sobre las
publicaciones profesionales sobre abuso sexual y debe mantener objetividad y neutralidad sobre los casos
individuales. MACURÁN NODARSE, Gretel: Ob. cit., pág. 85.
80
JUÁREZ LÓPEZ, Ramon: “La credibilidad del testimonio infantil ante supuestos de abuso sexual: indicadores
psicosociales”, Memoria para el grado de doctorado, Universidad de Girona, 2004, pág. 131.
81
Ibid., pág. 90.
27
realidad lo que llevaba el hombre era un libro. Del estudio se extrajo que casi el 60% de los
niños de 6 años eligió la respuesta sugerida en la pregunta, esto es, que llevaba cartera roja.
Lo que pretendo enfatizar por medio de este ejemplo, es que basta con la mala formulación
de las preguntas para que los niños modifiquen su recuerdo y proporcionen una respuesta
falsa.
Es por ello que la doctrina, ha señalado que existen tres factores que tienden a generar
recuerdos falsos en los menores que describiremos a continuación. A saber; la edad del
niño, la naturaleza de las preguntas y en último término, el ambiente de la entrevista.
Según los datos anteriores, se concluye que entre los 3- 6 años es el rango etario con más
tendencia a la sugestionabilidad, y que en la medida que tienen más edad, esta tendencia se
reduce considerablemente. Creo que esta tendencia dice relación con que los niños más
pequeños tienden a adaptarse a los deseos de los adultos.
En otras palabras, piénsese que quien realiza las preguntas en una entrevista es un adulto
revestido de autoridad, al menos así lo perciben los niños, inclusive si este intenta
relacionarse con el niño por medio de los juegos, el menor lo seguirá viendo con
desconfianza.
82
JUÁREZ LÓPEZ, Ramon; SALA, Eva: Entrevistando a niños preescolares víctimas de abuso sexual y/o
maltrato familiar: Eficacia de los modelos de entrevista forense, Departamento de justicia de Cataluña,
Barcelona, 2010, pág. 49.
28
En consecuencia, al igual que MAZZONI aconsejo comportarse de manera honesta con
ellos83, explicándoles el motivo del encuentro, con un lenguaje amigable, y con preguntas
que tiendan a un relato libre de tal manera de otorgarle confianza al niño, sea cual sea su
edad.
Finalmente, sin perjuicio de lo anterior, y en línea con lo propuesto por DIGES, el efecto de
la información engañosa está más determinado por las condiciones de la situación (el tipo
de forma de las preguntas sugestivas, cuando y quien proporciona la sugestión) que por las
características individuales de las personas tanto a nivel cognitivo como de desarrollo84.
Como he señalado en varias ocasiones, la mejor manera de iniciar las preguntas es por
medio de un relato libre. En este sentido, se ha dicho que los niños en edad pre escolar son
muy exactos cuando se les hacen preguntas abiertas y no tendenciosas, además de ser muy
precisos cuando se les pregunta por los abusos85.
Sin embargo, también es cierto que hay algunos niños que no entregan mayores detalles
sobre los hechos. En este caso cabría la realización de preguntas un poco más específicas,
sin perjuicio de ser especialmente cauteloso al formularlas, porque estas son las preguntas
que pueden ser dirigidas a “contaminar” el relato.
En relación con lo anterior, es que también se debe evitar formular muchas veces la misma
pregunta. Esto es muy común si el entrevistador posee un determinado sesgo y busca que el
menor le diga lo que quiere escuchar. Así, se ha concluido a partir de diversas
investigaciones, que la exactitud de la información disminuye cuando se repiten las
preguntas, porque los menores suelen pensar que su primera respuesta no le ha gustado al
entrevistador86.
83
MAZZONI, Giuliana: Ob. cit., pág. 90.
84
DIGES, Margarita: Ob. cit., pág.168.
85
CANTÓN, José: “El papel de las habilidades cognitivas en la declaración del niño”, En CANTÓN, José y
CORTÉS, María: Guía para la evaluación del abuso sexual infantil, Editorial Pirámide, Madrid, pp. 51- 78.
86
JUÁREZ LÓPEZ, Ramon: Ob. cit., pág.53.
29
Finalmente, de acuerdo con lo expuesto a la metodología CAVAS, existen múltiples
protocolos de entrevista que permiten recolectar la información de manera ordenada, para
de esta manera reducir los momentos difíciles como la presencia de ansiedad del
entrevistado. No obstante, considero que estos protocolos no pueden ser aplicados de
manera rígida, sino que deben adaptarse a las necesidades de cada caso.
Rapport ha sido definido por la psicología como “una relación positiva entre el entrevistado
y el niño que sienta el tono para toda la evaluación y que permite mejorar tanto la cantidad
como la precisión de la información que se entrega88”Esto significa colocarse al mismo
nivel del otro, igualando en parte su estado actual, para establecer un vínculo de confianza.
Esto se logra por medio de la conducta verbal y la no verbal.
En efecto, una de las características de los niños es su obediencia y su deseo de gustar a los
adultos, por lo tanto, no es extraño que tiendan a ser más sugestionables cuando perciben al
entrevistador como autoritario o intimidador.
Conseguir este ambiente es esencial para que el niño deje de sentirse amenazado o evaluado
y se tranquilice, reduciendo el grado de intimidación, así como su resistencia a la sugestión,
y lo puede capacitar para enfrentarse a las sugerencias falsas del entrevistador 89
87
BLANCO GONZÁLES, Alejandra: Ob. cit., pág. 19.
88
NAVARRO, Carolina: “análisis comparativo de protocolos de entrevista investigativa con niños, niñas y
adolescentes que han sido víctimas de delitos sexuales”, Memoria para optar al título de psicólogo,
Universidad de Chile,2013, pág.29.
89
JUÁREZ LÓPEZ, Ramon: Ob. cit., pág. 51.
30
La guía contempla la aplicación de siete fases según las cuales debe desarrollarse la
entrevista, indicando para cada una de ellas instrucciones específicas 90, de manera de
desarrollarla de una manera ordenada y consistente.
Otro elemento relevante lo constituye la actitud del entrevistador, que debe ser neutral-
empático manteniendo fuera sus propias impresiones, y evitando cometarios
autorreferenciales. Así mismo debe abstenerse de realizar valoraciones ya sean positivas o
negativas como “¡que valiente eres!”, pues esto puede ser interpretado por el niño como un
signo de aprobación o desaprobación de sus dichos, sesgando su testimonio91.
Finalmente, en cuanto al espacio físico, este debe ser lo suficientemente tranquilo y libre de
interrupciones que pudiesen afectar el desarrollo de la entrevista. Así mismo, se recomienda
que el recinto se encuentre adaptado a las necesidades del menor, por ejemplo, con
mobiliario pequeño, para favorecer la familiaridad del niño con el espacio en que está
siendo entrevistado.
A modo de conclusión preliminar del presente capítulo, sostenemos que los niños de todas
las edades son capaces de entregar declaraciones exactas mientras las técnicas usadas no
sean sugestivas.
Por lo tanto, creo que la competencia del entrevistador influye directamente en la fiabilidad
del relato, independientemente de que un niño sea más o menos permeable a las influencias
del medio externo, la tarea del entrevistador es entonces, analizar el contexto y las
características de su reporte.
90
Para una revisión más acabada de las fases de las entrevistas, Vid., FISCALÍA NACIONAL: “Guía de entrevista
investigativa con niños, niñas y adolescentes víctimas de delitos sexuales”, Unidad especializada en delitos
sexuales y violentos, 2012, pág. 11.
91
Ibid., pág. 13.
92
Ibid., pp. 14-15.
31
Capítulo III “Valoración judicial de los relatos de los menores en los tribunales de
justicia”
La presunción de inocencia es por antonomasia el principio del proceso penal que resulta
clave en el paso de un sistema inquisitivo a uno acusatorio, definido incluso por algunos
autores como la bandera de lucha de la reforma liberal contra sistema inquisitivo93. No
obstante, esto fue motivo de análisis en el primer capítulo de esta memoria.
Por otro lado, a nivel nacional, se encuentra consagrada en nuestro Código Procesal Penal
en su artículo 4° en los siguientes términos: “Ninguna persona será considerada culpable
ni tratada como tal en tanto no fuere condenada por una sentencia firme”.
Sin perjuicio de esta clara definición que nos entrega el código, CHAHUÁN nos aporta una
caracterización adicional, señalando que la presunción de inocencia es una “absoluta
prohibición de estimar culpable, sin que medie una condena firme en contra del que es
perseguido penalmente” 94. De esta manera, esta presunción protege la inocencia durante
todo el procedimiento, esto es, mientras no se produzca prueba capaz de desvirtuarla.
93
HORVITZ LENNON, María Inés y LÓPEZ MASLE, Julián: Ob. cit., pág. 78.
94
CHAHUÁN SARRÁS, Sabas: Ob. cit., pág. 34.
32
Doctrinalmente, se ha afirmado que no tiene un sentido unívoco, por lo que se han extraído
diversas vertientes. Así, en primer lugar, se manifiesta como “regla de tratamiento”, en la
medida en que este derecho establece la forma en la que debe tratarse a una persona que
está sometida a un proceso penal. En consecuencia, la persona debe ser tratada como
inocente en tanto no se declare su culpabilidad en virtud de una sentencia condenatoria95.
Finalmente, en tercer lugar, se ha entendido esta presunción como “regla de juicio” que
asume un papel relevante en términos de valoración probatoria, exigiendo que la carga
probatoria se encuentre en el Ministerio Público y en caso de no ser demostrada
completamente la culpabilidad, debe absolverse al imputado97.
En este punto resulta fundamental el estándar de prueba, que tiene como función ser un
umbral para el juez permitiéndole alcanzar o no la convicción según si las pruebas
aportadas en el juicio son suficientes para destruir la presunción de inocencia,
transformándose entonces, en una garantía para este derecho98.
En línea con lo anterior, su reconocimiento tiene como consecuencia, que el onus probandi
recae sobre el acusador99. Es decir, que, si no se logra satisfacer el estándar probatorio, con
los medios de prueba dispuestos durante el juicio oral, la consecuencia necesaria por el
incumplimiento de esta carga es la absolución del acusado.
95
ZALDÍVAR, Arturo: “La presunción de inocencia en su vertiente de trato procesal”, disponible en formato
electrónico en https://sjf.scjn.gob.mx/sjfsist/Documentos/Tesis/2003/2003347.pdf, visitado el 30 de
diciembre, a las 21:57 horas.
96
Sentencia Corte Suprema, 7 de enero 2016, Rol 68801-2016, considerando segundo.
97
REYES MOLINA, Sebastián: “Presunción de inocencia y estándar de prueba en el proceso penal: reflexiones
en el caso chileno”, Revista de derecho, Universidad Austral de Chile, Volumen 25, N°2, 2012, pp. 229-247.
98Para FERRER, en un sistema libre deberá valorarse el apoyo que cada elemento de juicio aporta a las
hipótesis en conflicto de forma individual y en conjunto. Con ello, deberá obtenerse un resultado que nos
permita saber el grado de confirmación del que dispone cada una de esas hipótesis. FERRER, Jordi: Ob. cit.,
pág. 45.
99
CAROCCA PÉREZ, Álex: Ob. cit., pág. 97.
33
A partir de esto es que nace la problemática entre la doctrina, sobre qué se entiende por
duda razonable, y pese a que no hay un acuerdo sistemático sobre su significado, HORVITZ
nos aporta con una definición que a mi juicio parece certera: se trataría de un “estado que
llevaría a las personas prudentes a dudar antes de actuar, por el hecho de una evidencia o
una falta de evidencia100”.
Así las cosas, en el caso de los abusos sexuales perpetrados en contra de menores de edad,
por su naturaleza, generalmente no se produce prueba testimonial de terceros ajenos, por lo
que la principal prueba que se valora en el juicio oral es el testimonio de la propia víctima
que afirma la ocurrencia de ciertos hechos, y que pretenderá ser suficiente para derrotar la
presunción de inocencia del acusado, y superar el estándar de prueba.
En el presente capítulo haremos un análisis de sentencias de todo el país entre los años
2002 a el presente año de casos de abusos sexuales impropios, con el propósito de
determinar si es posible, y de qué manera, satisfacer el estándar de prueba, estableciendo
los principales criterios que utilizan los tribunales de justicia, para sostener una condena en
estos casos.
A modo preliminar, cabe señalar que en general, los jueces deciden esta problemática
realizando un contraste entre el relato del menor con las demás pruebas aportadas en juicio.
Ellas están constituidas principalmente por el testimonio de la persona con la cual realizó su
primera develación de los hechos, y la prueba pericial sobre credibilidad del relato
analizada en el primer capítulo de este trabajo.
100
HORVITZ LENNON, María Inés; LÓPEZ MASLE, Julián: Ob. cit., pág. 82.
101
ACCATINO, Daniela: “Certezas, dudas y propuestas en torno al estándar de la prueba penal”, Revista de
derecho, Pontificia Universidad Católica, número 37, diciembre 2011, pp.483-511.
34
2. Valoración testimonio del menor en los tribunales de justicia
Cabe agregar, que la necesidad de realizar una evaluación pericial a la víctima respecto de
la credibilidad de su relato ha sido sugerida en el Oficio N°160/2009 de la Fiscalía
Nacional, sobre instrucciones generales que imparte criterios de actuación en delitos
sexuales, indicando que la necesidad de recurrir a estas evaluaciones periciales está más
justificada que en otros casos103.
Considero que la presentación de estos informes resulta necesaria en los casos de los delitos
sexuales perpetrados en contra de menores de edad. Siendo imposible resolver el caso sin
la ayuda de esta pericia, pues es la que determina no solo el nivel de daño psicológico, sino
también, si es relato es creíble o no.
En efecto, dicha tarea es muy difícil que sea llevada a cabo por los jueces sin ayuda experta
a partir de la sola declaración del menor en el estrado, principalmente porque supondría un
102
ALLENDES ALTAMIRANO, Tamara: “Características del relato sobre abuso sexual de niños pre escolares
atendidos en CAVAS pericial Metropolitano”, en PDI Huellas cuadernos crimidinámica y fenómenos
emergentes, volumen n°2, 2016, pág. 71.
103
Oficio Fiscalía Nacional N°160/2009, instrucción general que imparte criterios de actuación en delitos
sexuales, 30 de marzo de 2009
104
En el artículo 314 inciso segundo CPP, señala: “Procederá el informe de peritos en los casos señalados en
la ley y siempre que para apreciar algún hecho o circunstancia relevante para la causa fueren necesarios o
convenientes conocimientos especiales de una ciencia, arte u oficio”, de lo que se desprende que el perito es
requerido cuando es necesario apreciar un hecho o circunstancia relevante para decidir un caso,
105
DUCE, Mauricio: “Los informes en derecho nacional y su admisibilidad como prueba a juicio en el proceso
penal chileno”, en Revista de derecho, Universidad Austral de Chile, volumen 32, junio 2016, pág.313.
35
alto nivel de estrés para el niño someterlo a una sobre exposición frente a varias personas
durante la audiencia.
Sin embargo, sobre la base de las consideraciones anteriores, considero que la elaboración
de este informe es una tarea altamente exigente que depende exclusivamente de las
aptitudes del perito, puesto que para sostener que un relato es creíble tiene que considerar
un sinnúmero de variables como, la memoria, el lenguaje, y el desarrollo cognitivo de los
niños que variará de acuerdo con la edad.
En relación con eso último, más allá de los resultados que pueda arrojar la evaluación
pericial, hay ciertos factores que nuestros tribunales de justicia estiman para considerar que
el relato del menor resulta ser creíble y suficiente para desvirtuar la presunción de
inocencia.
Esto, ha sido puesto de manifiesto en algunas sentencias, donde el propio tribunal señala
cuales son los criterios que pondera para que el testimonio de la víctima menor de edad
logre satisfacer el estándar de prueba.
Así, en la sentencia del Tribunal Oral en lo Penal de Antofagasta del año 2005107, se
expresa en el considerando séptimo que “el juicio de credibilidad al que arriba el tribunal,
se construye ponderando, la inexistencia de motivaciones subjetivas en relación con el
acusado, la coherencia del relato con las distintas personas que ocurrió la develación y la
persistencia de la incriminación, todo lo cual demuestra la verosimilitud del relato”
En el mismo sentido, otra sentencia del Tribunal Oral en lo Penal de Santiago del año 2010,
en su considerando noveno108 se señala que “respecto a la credibilidad interna que es dable
asignar a los dichos del testigo, se debe considerar la contaminación de intereses en el
proceso que actúa como incentivos a una declaración falsa” (los destacados son míos).
106
MANZANERO, Alejandro: “Evaluando el testimonio de menores testigos y victimas de abuso sexual”, Ob.
cit., pág. 18.
107
Tribunal Oral en lo Penal de Antofagasta, sentencia Rol 78-2005, 25 de junio, 2005, considerando séptimo.
108
Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, sentencia Rol 62-2010, 30 de junio del 2010, considerando noveno
36
Se agrega, además, en el mismo considerando que el testimonio también se mide por su
consistencia, esto es, la circunstancia de haber sido mantenido sustancialmente inalterado
en el tiempo, lo que se traduce en que el relato debe mantenerse integro en lo medular
respecto del abuso, independiente de que varíen algunos detalles en la narración, puesto
que, esto es propio del relato de los niños como lo señalamos anteriormente109.
Así, para un estudio a cabalidad de dichos factores es que los hemos clasificado en aspectos
de credibilidad interna o subjetiva y credibilidad externa y objetiva, con fundamento en la
metodología utilizada tanto por CAVAS INSCRIM, como por el análisis basado en
criterios del SVA.
La credibilidad interna del relato se refiere exclusivamente a la estructura formal, que como
vimos, puede ser más o menos coherente110. De esta manera, un relato será coherente
cuando las diferentes partes del suceso están relacionadas de forma lógica entre sí,
confirmándose unas a otras independientemente del modelo de peritaje que se siga.
109
En el mismo sentido, Tribunal Oral en lo Penal de Valdivia, sentencia Rol, 7-2016, 24 de febrero del 2016,
considerando noveno; Tribunal Oran en lo Penal de Valdivia, sentencia Rol 56- 2011, 11 de julio del 2011,
considerando séptimo
110
MANZANERO, Antonio: “Procedimiento de evaluación de la credibilidad de las declaraciones de menores
víctimas de agresiones sexuales”, en Revista de psicopatología clínica, legal y forense, volumen 1, N°2, 2001,
pp. 51-71.
111
MAZZONI, Giuliana: Ob. cit., pp.87-96.
37
directo en la condena del acusado. Piénsese, por ejemplo, en un contexto de un divorcio y
que con la denuncia se pretenda influir en la relación directa y regular.
Son numerosas las sentencias112 que se refieren a este punto en las cuales el tribunal decide
absolver al acusado, puesto que se comprueba que el testimonio ha sido influenciado por un
tercero y que, por lo tanto, ha sido preparado por éste para obtener un beneficio. Sin
perjuicio de la existencia de sentencias que, en el sentido contrario, descartan la presencia
de un interés de un tercero que pudiere contaminar el relato.
De esta forma, en la sentencia del Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, del 18 de marzo
del 2006, en un caso en el que el conviviente de la madre habría realizado actos de
significación sexual a su hijo de 7 años y su hija de 6, la defensa argumenta sobre la base de
que se trata de una denuncia calumniosa producto de venganza, puesto que el sujeto habría
abandonado a la madre de los niños poco antes de la denuncia, instaurando la duda
razonable en el tribunal.
En el otro sentido descrito, en una sentencia del mismo Tribunal Oral en lo Penal de
Santiago del año 2011, se condenó a la acusada de 61 años por el delito de abuso sexual
perpetrado en contra de un menor de 3 años, quien realizó actos de connotación sexual,
aprovechándose de la circunstancia de que se encontraba al cuidado del menor de iniciales
D.P.G. S114.
112
Tribunal Oral en lo Penal de Colina, sentencia Rol 978-12, 8 de enero 2012, considerando segundo;
Tribunal Oral en lo Penal de Osorno, sentencia Rol 70-2009, 26 de octubre 2009, considerando décimo
cuarto;
Tribunal Oral en lo Penal de Angol, sentencia Rol 12-2008, 11 de abril 2008, considerando décimo;
Tribunal Oral en lo Penal de Arica, sentencia Rol 91-2004, 16 de octubre de 2004, considerando décimo;
Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, sentencia Rol 24- 2006, 27 de junio de 2006, considerando octavo;
Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, sentencia Rol 220-2010, 2 de febrero 2011, considerando octavo;
Tribunal Oral en lo Penal de Valdivia, sentencia Rol 3-2012, 24 de febrero del 2012, considerando
duodécimo.; Tribunal Oral en Penal de Valdivia, sentencia Rol 20-2013, 17 de abril del 2013, considerando
vigésimo cuarto.
113
Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, sentencia Rol 17-2006, 18 de marzo 2006, considerando décimo
114
Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, sentencia Rol 115-2011, 8 de agosto 2011, considerando primero
38
En este caso, se consideró que no hubo intención de obtener una ganancia secundaria por la
denuncia, ya sea de parte del niño ni del grupo familiar,115 por lo tanto, no habría razón por
la cual el menor podría estar inventando un relato. Siendo este elemento considerado por el
tribunal para justificar su condena.
Similares razonamientos siguen los jueces en otra sentencia del año 2010 del Tribunal Oral
en lo Penal de los Ángeles, donde el padre de los menores A.S.I.O y L.I.O, procedió a
realizar actos de relevancia sexual en contra de los niños consistentes en tocaciones en
distintas partes de su cuerpo, especialmente genitales.
Aquí la defensa esgrimió su teoría del caso argumentando sobre la base de que existían
rencillas familiares a raíz del reciente divorcio de los padres, y que además como la madre
de los pequeños era psicóloga, poseía los conocimientos necesarios para influenciar a los
niños indicando a su defendido como el autor de los delitos.
Sin embargo, lo cierto es que el tribunal en su considerando décimo sexto116, concluyó que
los niños sí habían sido víctimas de abusos sexuales, convicción que asienta sobre la base
de las declaraciones concordantes entre las víctimas que mantuvieron a través de toda la
investigación sin que se avizorara una ganancia secundaria. Así mismo, la declaración de la
perito sicóloga permitió descartar algún tipo de influencia de la madre en la develación de
los hechos.
Con este criterio, lo que se pretende es descartar las hipótesis producto de la imaginación de
los niños, o la mala interpretación de una conducta. En este caso los tribunales tienden a
considerar elementos fácticos del relato, a modo de ejemplo, analizaremos dos sentencias
que ejemplifican este punto.
115
Ibid., considerando décimo: “La realidad es que dado lo conteste de la prueba de cargo, la inexistencia de
móviles acreditados que permitan sostener que hay ganancias secundarias en la realización de una denuncia
calumniosa contra la acusada por parte de su grupo familiar y lo concreto y preciso del relato de los menores
es que se tienen por acreditados los hechos del abuso sexual”.
116
Tribunal Oral en lo Penal los Ángeles, sentencia Rol 07-2010, 5 de mayo de 2010, considerando décimo
sexto.
117
Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, sentencia Rol 62-2010, 30 de junio 2010, considerando décimo
39
En relación con los elementos fácticos del abuso, la defensa en una sentencia de la segunda
sala del Tribunal Oral en lo Penal de Santiago del año 2009 argumentó que la disparidad de
estatura de víctima y victimario, hacen físicamente imposible la realización del acto
abusivo que la niña describe. Sin perjuicio que por razones de coherencia y persistencia en
su relato se terminó condenando igual al acusado118.
En otro caso, y con un razonamiento similar en una sentencia del Tribunal Oral en lo Penal
de Concepción119 de fecha 20 de marzo del 2011, decidió absolver a un médico ginecólogo,
quien con ocasión de la realización de un examen médico transvaginal a una menor de 15
años habría éste, a juicio de la víctima, introducido un elemento en la vagina de la joven,
además de haberse introducido los dedos.
118
Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, sentencia Rol 166-2009, 5 de abril del 2010, considerando sexto.
Similar razonamiento en Tribunal Oral en lo Penal de Ovalle, sentencia Rol 105-2004, 14 de febrero del 2004,
considerando séptimo.
119
Tribunal Oral en lo Penal de Concepción, sentencia Rol 563 -2010, 20 marzo del 2011, considerando
décimo.
120
Tribunal Oral en lo Penal de Concepción, sentencia Rol 563 -2010, Ibid., considerando duodécimo: “Que
como se aprecia, se ha tenido por establecido que el acusado efectivamente introdujo en la vagina de la menor
un objeto (el ya aludido transductor), y tocó su zona genital con sus dedos al ser examinada. Sin embargo,
estos sentenciadores estiman que estos actos no están revestidos de ánimo lúbrico alguno, por lo cual no
pueden ser estimados actos de relevancia y connotación sexual en perjuicio de la víctima, toda vez que su
naturaleza fue totalmente distinta. En efecto, la introducción del transductor obedece a la forma precisa y
ajustada a la lex artis con que debe practicarse el examen de ecografía transvaginal que se le realizó a la
menor; el que consiste justamente en la introducción en el canal vaginal de un vástago que transmite señales a
un receptor que las amplifica y exhibe al médico que las observa en una pantalla y las analiza”.
121
HUERTA CASTRO, Sofía: “Entrevista investigativa con pre escolares” en Revista del Ministerio Publico, N°
51, junio, 2012, pág. 127.
122
En este sentido la sentencia Tribunal Oral en lo Penal de Antofagasta, sentencia Rol 52-2002, 27 de
noviembre de 2002, considerando segundo: “señala la menor en su declaración, que Quiñón le bajó los
pantalones, le besó, y poniendo sus manos en genitales, le habría señalado que su vagina estaría sucia” ;
Tribunal Oral en lo Penal de Valdivia, sentencia Rol 5-2016, 22 de febrero del 2016, considerando sexto;
Tribunal Oral en lo Penal de Valdivia, sentencia Rol 6-2012, del 13 de marzo del 2012, considerando sexto.
40
c) Coherencia del relato
Este elemento, ha sido acuñado por ambas metodologías de peritajes psicológicos, vale
decir el CAVAS INSCRIM y el CBCA-SVA, quienes nos señalan casos en que un relato es
coherente, no señalándonos una definición clara. Por lo que según NAVARRO123, la podemos
definir como una relación o unión lógica entre los elementos narrados.
NIEVA, en este sentido agrega a la definición anterior que se debe entender la coherencia
como la ausencia de contradicciones en la narrativa, sin embargo, el también reconoce que
las contradicciones son muy frecuentes en los relatos de los niños124 por las mismas razones
que fueron expuestas en el capítulo segundo de esta memoria.
La coherencia también se ve afectada porque los menores, sobre todo en edad pre escolar,
no poseen habilidades cognitivas para indicar con precisión el lugar y momento en los
cuales les sucedió un hecho,125 si no que, por el contrario, suelen acordarse de ciertas fechas
relevantes al narrarlos. Así, es común que señalen “fue antes de la Navidad” o “en mi
cumpleaños” por ejemplificar algunas.
Lo cierto es que, a raíz de las sentencias analizadas, los tribunales tienen en consideración
estas limitaciones propias del rango etario126. Pero, sin embargo, igualmente exigen una
mínima coherencia en lo que el menor relata a los jueces en el estrado.
Para ilustrar lo anteriormente expuesto, a través del estudio de las sentencias, he detectado
que este criterio, se encuentra presente en la mayoría de los fallos analizados, sin perjuicio
123
NAVARRO MEDEL, Carolina: “Evaluación de la credibilidad discursiva de niños, niñas y adolescentes
víctimas de agresiones sexuales”, Memoria para optar al grado de magíster en psicología mención psicología
clínica infanto juvenil, Universidad de Chile, 2006, pág. 48.
124
NIEVA, Jordi: “La declaración de los niños en calidad de partes o testigos”. Disponible en formato
electrónico en: http://www.ichdp.cl/wp-content/uploads/la-declaracion-de-ninos-jordi-nieva.pdf, visitado el
10 de Diciembre, 2017 a las 15:00 horas.
125
HUERTA CASTRO, Sofía: Ob. cit, pág.25.
126
Tribunal Oral en lo Penal de Valdivia, sentencia Rol 20-2016, del 24 de marzo del 2016, considerando
octavo; Tribunal Oral en lo Penal de Valdivia, sentencia Rol 176-2015, del 17 de noviembre del 2015,
considerando sexto; Tribunal Oral en lo Penal de Valdivia, sentencia Rol 23-2017, 4 de abril del 2017,
considerando décimo cuarto.
41
de que analizaremos algunas sentencias donde se pone de manifiesto las problemáticas
anteriormente señaladas.
En efecto, una sentencia del Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, del año 2008 en su
considerando séptimo ha señalado que el tribunal tuvo acreditados más allá de toda duda
razonable los hechos, en virtud de la declaración de la víctima, que pese a sus 15 años
relató la forma en que habría sido abusada, el lugar en que habría sucedido, y el periodo en
que se llevaron a cabo127.
En este caso, debido a la edad la víctima, ésta posee una mayor capacidad para relatar de
forma completa los hechos, lo que no sucede tratándose de niños pre escolares. Sin
embargo, en otra sentencia del Tribunal Oral en lo Penal de Concepción, del 14 de
noviembre del 2007, un padre habría abusado de su hija de tan solo 7 años, y donde los
jueces dieron por acreditado los hechos en razón a los siguientes argumentos que trascribo:
“Que como se señaló los dichos de las víctimas impresionan al tribunal por su naturalidad
al expresar los hechos que le afectaron, lo cual quedó de manifiesto frente a las preguntas
de la defensa y por el tribunal, ocasión en las que con mucha claridad hizo precisiones
respecto de todos los hechos relatados aclarando en que circunstancia ocurrieron128”.
Por lo tanto, la coherencia es un elemento que depende de diversos factores que van a
variar caso a caso dependiendo del menor. Por lo tanto, se mide en el mismo estrado, por
medio de los interrogatorios que realizan los jueces y la defensa, quienes, por medio del
relato ofrecido por el menor, podrá dilucidar si resulta coherente o no.
Así mismo, la coherencia se ve reflejado en lo que llaman, “los elementos kinestésicos del
relato”, entendido como aquellos detalles sensoriales, que solo pueden apreciar si tienen la
vivencia de un abuso sexual. Como, por ejemplo, señalar áreas de dolor, sentimiento de
miedo, de rabia, etc.
127
Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, Sentencia Rol 260-2006, 5 de febrero de 2006, considerando
séptimo
128
Tribunal Oral en lo Penal de Concepción, sentencia Rol 288-2007, 14 de noviembre 2007, considerando
segundo; en el mismo sentido, Tribunal Oral en lo Penal de Villarrica, sentencia Rol 26-2007, 18 de mayo,
2007, considerando séptimo; Tribunal Oral en lo Penal Rancagua, sentencia Rol 152-2006, 17 de octubre,
2006, considerando décimo primero.
42
percepciones sensoriales o de elementos de la sexualidad adulto, dada la imposibilidad de
fantasear sobre aquello que se encuentra fuera de su campo de experiencia129.
Considero que este es un criterio de veracidad, que, pese a que no ha sido mayormente
utilizado en los razonamientos de los jueces para decidir sobre un supuesto de abuso sexual,
constituye sino uno de los más determinantes en cuanto a credibilidad del menor. Piénsese
en un niño que no supere los 9 años, aunque hubiera sido testigo de actos de connotación
sexual, en ningún caso podría decir que “tenía mal olor”, “el tío tenía un lunar”, etc.
Puesto que estas descripciones obedecen claramente a un suceso vivido, que de ninguna
otra forma pudo el niño saberlo. Considérese que se trata de niños que se encuentran en
proceso de desarrollo, y más allá de los estímulos que pudiese recibir, por ejemplo, por
medio de la televisión, su capacidad cognitiva les impide fantasear con lo que no han
experimentado.
De esta manera, la sentencia del Tribunal Oral en lo Penal de Santiago en el año 2008
describe como la menor de 9 años relata a los tribunales la manera en que el tío la
acariciaba, expresando con gestos como la tocaban y señalando que era doloroso. En este
punto, estos aspectos dan cuenta de una vivencia real del hecho, que no es producto de una
invención y le otorgan coherencia entre lo que relata y lo que demuestra en juicio oral130.
En relación con la falta de coherencia basada en detalles de fechas, los tribunales han sido
más laxos en este sentido. Pues, tienen en consideración de que se trata de hechos del
pasado y que además se trata de un tipo especial de víctimas. Por eso, la tendencia ha sido
aceptar que se determine la fecha de los abusos con menos exactitud, aproximando la fecha
en que pudieron acaecer los abusos.131
Sin embargo, esta laxitud tiene un límite razonable, en la medida que no se trate de grandes
diferencias de tiempo o espacios, y en casos en que la propia víctima se confunda y cambie
constantemente las fechas donde supuestamente acaeció el hecho132.
129
ALLENDES ALTAMIRANO, Tamara: Ob. cit., pág. 81.
130
Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, sentencia Rol 263-2008, 3 de mayo del 2008, considerando décimo.
131
Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, sentencia Rol 4271-03, 23 de julio de 2006, considerando décimo;
Tribunal Oral en lo Penal de Valdivia, sentencia Rol 51-2014, 1 julio de 2014, considerando sexto; Tribunal
Oral en lo Penal de Valdivia, sentencia Rol 57-2017, 9 de mayo de 2017, considerando séptimo.
132
Tribunal Oral en lo Penal Santiago, sentencia Rol 49-2014, 4 noviembre 2014, considerando décimo “Que
se acepta el recurso puesto que, con la prueba de cargo, consistente en la victima y el perito, no fue posible
conocer los detalles del supuesto acometimiento, la hora, y el lugar preciso del ataque, en que parte la tocó,
con que intensidad, etc.”
43
Finalmente, otro aspecto de la coherencia dice relación con lo relatado por el menor
cotejándolo con las distintas visiones que tienen las personas a quienes el menor les develó
el hecho133. Sin embargo, considero que esto tiene que ver con el criterio de persistencia en
el tiempo del relato que lo analizaremos en el acápite siguiente.
Hace referencia a que las declaraciones de los menores deben persistir a lo largo del
tiempo. No obstante, debe tenerse en cuenta si las inconsistencias entre las declaraciones se
deben a detalles centrales o solo a detalles periféricos del relato. Entendiendo un detalle
central a lo medular del abuso, por ejemplo “me tocó debajo de la polera”, y los periféricos
a los detalles del contexto, como el hecho de usar una polera roja o amarilla.
Respecto a estas últimas, debemos considerar a la luz de lo expuesto por MANZANERO, que
es normal que la memoria pueda verse modificada a lo largo del tiempo en las sucesivas
declaraciones que realiza el niño sin realizarlo con la intención deshonesta de inventar un
relato. Sin embargo, lo relevante es que estas inconsistencias nunca se presenten respecto a
los detalles centrales, sino no podrá vencerse la presunción de inocencia.
Este es quizás el criterio más utilizado entre las sentencias junto con la coherencia. En este
caso, los jueces van a cotejar el relato del menor ante la primera persona a quien develó el
hecho – quien también declarará en juicio-, con el relato que el propio niño ofrecerá durante
el juicio oral. De esta manera, si el relato se encuentra invariable en lo central del abuso,
podrán los jueces adquirir la convicción para condenar.
A modo ejemplar, en una sentencia del Tribunal Oral en lo Penal de Santiago de agosto
2011, una menor de 9 años señaló que el imputado le habría realizado actos de connotación
sexual, consistentes en frotar su pene con la zona genital de la niña. Sin embargo, el
tribunal no pudo alcanzar la convicción porque surgieron a lo menos 3 versiones sobre el
acaecimiento de los hechos que importan el núcleo de la conducta.134
133
Tribunal Oral en lo Penal Antofagasta, sentencia Rol 78-2005, 21 de octubre, 2005, considerando quinto.
134
Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, sentencia Rol 111- 2011, 24 de agosto 2011, considerando sexto; en
el mismo sentido, Vid., Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, sentencia Rol 104- 2011, 2 de septiembre
2011, considerando octavo; Tribunal Oral en lo Penal Santiago, sentencia Rol 3482-08, 4 de marzo 2008
considerando cuarto; Tribunal Oral en lo Penal de Villa Alemana, sentencia Rol 42.450, 6 de marzo 2006,
considerando quinto; Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, sentencia Rol 40-2007, 7 de abril 2007
considerando décimo; Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, sentencia Rol 8-2007, 4 julio 2007,
considerando quinto; Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, sentencia Rol 161-2011, 7 de septiembre 2011,
considerando cuarto.
44
La principal problemática que podemos enfrentar durante la fase de la develación del abuso
es el fenómeno de la retractación, muy común en abusos que se consuman dentro del
círculo familiar135. Puesto que el menor siente gran culpa al revelar lo sucedido, y sumado
que muchas veces se encuentra presionada por su medio familiar, ya sea por la situación
económica o la misma madre o padre.
Es necesario que por medio de su conocimiento experto instruya al juez sobre los motivos
de esta retractación y ayudar a entender durante la audiencia que, por el solo hecho de
retractarse, no significa que este relato pierda credibilidad, sino que, por el contrario, se
trata de una reacción de un niño que ha sufrido una agresión sexual.
La credibilidad externa está referida a la armonía que la versión de los hechos de la víctima
guarda con el resto de los antecedentes incorporados a juicio. En general y como he
señalado varias veces durante el desarrollo de este trabajo, la presencia de testigos o alguna
prueba material como un video o audio son excepcionales136.
Por lo tanto, la prueba que se esgrime para avalar el testimonio de los niños es
principalmente el peritaje de credibilidad realizado por un profesional especializado. Que
135
PIPINO, Valeria: “La retractación en niños y niñas victimas de abuso sexual”, disponible en formato
electrónico en http://psicologiajuridica.org/archives/2770, visitado el 11 de Diciembre a las 18: OO;
GUTIÉRREZ, Carolina: “Caracterización del proceso de develación de niños, niñas y adolescentes chilenos
víctimas de agresiones sexuales”, Memoria para optar al título de licenciada en psicología, Universidad de
Chile, 2012, pág.67.
136
Tribunal Oral en lo Penal Ovalle, Rol 16-2009, 9 de enero 2010, considerando décimo octavo; Tribunal
Oral en lo Penal de Viña del Mar, Rol 263-2008, 16 de febrero 2009, considerando tercero; Tribunal Oral en
lo Penal de Valdivia, Rol 219-2015, 17 de febrero de 2016, considerando sexto; Tribunal Oral en lo Penal de
Valdivia, Rol 210-2014, 17 de febrero de 2015, considerando undécimo. Tribunal Oral en lo Penal de
Valdivia, Rol 45-2012, 17 de julio de 2012 considerando noveno.
45
elegirá la metodología más adecuada con las necesidades del niño. Sin perjuicio del análisis
jurisprudencial realizado, se observa la tendencia reciente de adoptar por defecto al método
CAVAS INSCRIM, puesto que se adopta mejor a la realidad nacional.
Sin embargo, más allá de la metodología adoptada, a efectos de valoración de la prueba, los
peritajes psicológicos están presentes sino en todas las sentencias con las que se trabajaron,
por lo tanto, es posible concluir que además del relato del menor proporcionado en juicio
el peritaje es un elemento que debe ponderarse a efectos de vencer la presunción de
inocencia.
46
Conclusiones
El delito de abuso sexual se encuentra tipificado en sus diversas modalidades entre los
artículos 365 bis, 366, 366 bis, 366 ter y 366 quáter cuya conducta típica se define como
una “acción sexual distinta al acceso carnal”. Sobre los alcances de esta conducta la
doctrina se encuentra dividida.
Sin embargo, tras una revisión doctrinal, se concluye que no es posible establecer un
catálogo objetivo sobre todas las conductas constitutivas de abuso sexual. Por lo tanto, la
problemática se soluciona por medio de tres criterios propuestos por la doctrina, a saber: el
contacto corporal, la relevancia del acto y la connotación sexual, de manera tal que de
concurrir alguno de ellos, la conducta sería constitutiva de abuso sexual.
Esto resulta relevante, toda vez que la presunción de inocencia protege al acusado durante
toda la fase de juicio, de manera tal que si las pruebas rendidas no resultan suficientes no
sería posible vencer esta presunción y el acusado deberá ser puesto en libertad. De ahí la
importancia que tiene la principal prueba de cargo.
Respecto a la prueba pericial rendida, se concluye que existen a lo menos dos metodologías
para evaluar la credibilidad del testimonio a saber: el CBCA-SVA, que es una creación
doctrinal comparada, y el CAVAS INSCRIM, creado recientemente en nuestro país por la
Policía de Investigaciones.
En efecto, durante el desarrollo del trabajo se identificaron una serie de falencias respecto a
ambas metodologías. Así, respecto al CBCA-SVA la principal critica que formulo gira en
torno a que no existe claridad en torno a cuantos criterios debe cumplir un relato para poder
47
considerarlo creíble, de manera tal que la utilización de un método cuantitativo no resulta
idónea para efectos de determinar la credibilidad de un relato.
Como señalé anteriormente, la principal crítica que se formula gira en torno a la utilización
de un método cuantitativo, puesto que no hay acuerdo entre la doctrina sobre cuántos son
los criterios que debe cumplir el relato para que sea considerado creíble. Así, propongo que
la evaluación de un relato debe ser orientada en términos globales, esto es, considerando
variables externas e internas.
En segundo lugar, respecto a los profesionales que realizan estos peritajes, es necesario que
sean personas que se hayan capacitado previamente en la utilización de la metodología, esto
es, que cuenten con la experiencia para poder entrevistar de manera adecuada y eficiente a
los niños. De manera tal de obtener un resultado objetivo de la pericia.
48
Ahora bien, los relatos que proporcionan los niños se encuentran afectos a una serie de
problemas que fueron analizados en capítulo segundo. De los cuales se puede concluir que
la fiabilidad del testimonio no depende esencialmente de la cantidad de detalles que se
recuerden, debido a que su capacidad cognitiva les impide recordar de manera cabal como
acaecieron los hechos. Sino que lo relevante es la exactitud de lo que recuerdan.
Así, el relato pese a que no incluya una gran cantidad de detalles, debe expresar claramente
cuales fueron los hechos centrales del abuso. Por lo tanto, en lo referente a la información
periférica, como fecha, lugar, hora se tienden a valorar de una manera mas laxa, en
consideración a la especial capacidad cognitiva de los niños.
En lo referente a la sugestionabilidad de los niños se concluye que existen tres factores que
pueden influir en la creación de relatos falsos, estos son: la edad, la naturaleza de las
preguntas y el ambiente de la entrevista.
En cuanto a la edad, se concluye que los niños menores de 6 años son sugestionables con
mayor facilidad, principalmente por su tendencia de agradar a los adultos. Sin embargo,
considero que la información engañosa esta más determinada por las condiciones de la
situación (como lo es la formulación de preguntas sugestivas) que, por las características
individuales de las personas, en concreto, su capacidad cognitiva.
Así, el segundo criterio sobre la naturaleza de las preguntas resulta ser más indicativo del
grado de sugestionabilidad en los relatos, por lo tanto, se debe procurar la realización de
preguntas abiertas y no tendenciosas. Finalmente, en cuanto el ambiente de la entrevista,
éste debe ser amigable con el menor de manera tal de propender a mejorar la cantidad y
calidad de la información proporcionada por la víctima.
En relación con esto ultimo es que la unidad especializada en delitos sexuales de la Fiscalía
Nacional elaboró la Guía de entrevista investigativa con niños niñas, y adolescentes
víctimas de delitos sexuales (GEV) que pretende ser una guía para la creación de un
ambiente donde el niño deje de sentirse amenazado, reduciendo el grado de intimidación.
A grandes rasgos, la valoración de los jueces en estos casos versa en primer lugar sobre el
relato que el menor ofrece en el estrado, el cual se contrastará con el testimonio del tercero
49
al cual el niño haya realizado la primera develación de los hechos y el peritaje de
credibilidad, que se encuentra presente en la totalidad de las sentencias analizadas. Siendo
estos tres medios de prueba los que consideran los jueces a efectos de satisfacer el estándar
de prueba de la duda razonable.
En cuanto al testimonio del menor, del análisis jurisprudencial realizado, es posible señalar
que existen varios criterios que los jueces consideran para determinar que el relato
proporcionado es verdadero y que por lo tanto vence a la presunción de inocencia que
ampara al acusado.
Sin perjuicio de lo anterior, considero que existe un elemento adicional que no ha sido
explorado por los jueces, y que guarda relación con los “elementos kinestésicos del relato”
analizados en el tercer capítulo del trabajo. Puesto que estas percepciones sensoriales, dan
cuenta de un suceso vivido, dada la imposibilidad de los niños de fantasear sobre aquello
que se encuentre fuera de su experiencia.
En línea con lo anterior, es que concluyo que para que un relato de un menor victima de
abuso sexual satisfaga el estándar de prueba de la duda razonable y pueda vencer la
presunción de inocencia que ampara al acusado, debe cumplir necesariamente con a lo
menos los criterios de credibilidad interna o subjetiva. De manera tal, que, si a juicio de los
jueces no los cumple, se deberá absolver al acusado.
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prueba_pericia_psicologica.pdf. Visitado el 24 de agosto de 2017, a las 15:56 horas
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a) CORTE SUPREMA
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b) TRIBUNALES ORALES EN LO PENAL
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considerando octavo;
- Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, sentencia Rol 4271-03, 23 de julio de 2006,
considerando décimo
- Tribunal Oral en lo Penal Rancagua, sentencia Rol 152-2006, 17 de octubre, 2006,
considerando décimo primero
- Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, sentencia Rol 40-2007, 7 de abril 2007
considerando décimo
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considerando décimo.
56
- Tribunal Oral en lo Penal de Viña del Mar, sentencia Rol 263-2008, 16 de febrero
2009, considerando tercero;
- Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, sentencia Rol 166-2009, 5 de abril del 2010,
considerando sexto.
- Tribunal Oral en lo Penal los Ángeles, sentencia Rol 07-2010, 5 de mayo de 2010,
considerando décimo sexto
- Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, sentencia Rol 62-2010, 30 de junio del 2010,
considerando noveno
- Tribunal Oral en lo Penal de Concepción, sentencia Rol 563 -2010, 20 marzo del
2011, considerando décimo;
- Tribunal Oran en lo Penal de Valdivia, sentencia Rol 56- 2011, 11 de julio del 2011,
considerando séptimo
- Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, sentencia Rol 111- 2011, 24 de agosto 2011,
considerando sexto
- Tribunal Oral en lo Penal de Valdivia, sentencia Rol 6-2012, del 13 de marzo del
2012, considerando sexto
- Tribunal Oral en lo Penal de Valdivia, sentencia Rol 3-2012, 24 de febrero del 2012,
considerando duodécimo
57
- Tribunal Oral en Penal de Valdivia, sentencia Rol 20-2013, 17 de abril del 2013,
considerando vigésimo cuarto.
- Tribunal Oral en lo Penal de Valdivia, sentencia Rol 5-2016, 22 de febrero del 2016,
considerando sexto
- Tribunal Oral en lo Penal de Valdivia, sentencia Rol 20-2016, del 24 de marzo del
2016, considerando octavo
- Tribunal Oral en lo Penal de Valdivia, sentencia Rol 23-2017, 4 de abril del 2017,
considerando décimo cuarto.
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