Demodicosis
Demodicosis
Demodicosis
MÉDICO VETERINARIO
Año 2019
1
Dedicatoria
2
Agradecimientos
3
Tabla de contenidos
1. INTRODUCCIÓN ..................................................................................................... 6
2. LA DEMODICOSIS CANINA ..................................................................................... 7
2.1. Historia del Demódex ....................................................................................... 7
2.2. Agente etiológico .............................................................................................. 8
2.3. Transmisión .................................................................................................... 11
2.4. Patogenia ........................................................................................................ 13
2.4.1. Factores inmunitarios ............................................................................... 16
2.4.2. Factores genéticos .................................................................................... 18
2.5. Presentación clínica ........................................................................................ 19
2.6. Diagnóstico ..................................................................................................... 25
2.7. Diagnóstico diferencial ................................................................................... 27
2.8. Tratamiento .................................................................................................... 28
2.9. Prevención ...................................................................................................... 35
3. REPORTE DE CASOS CLÍNICOS ............................................................................. 36
Caso clínico Nº 1: Demodicosis juvenil localizada (DJL) ........................................... 36
Caso clínico Nº 2: Demodicosis adulta generalizada escamosa (DAGE) .................. 39
Caso clínico Nº 3: Demodicosis adulta generalizada pustulosa (DAGP) .................. 42
4. DISCUSIÓN ........................................................................................................... 47
5. CONCLUSIÓN........................................................................................................ 50
6. BIBLIOGRAFÍA ...................................................................................................... 51
4
Tabla de figuras
Figura 1 . (a) Ácaro adulto de Demodex canis variante morfológica corta (ex D.
cornei) a aumento 10X. Fuente propia. (b) Demodex canis adulto a aumento 10X.
Fuente propia. (c) Huevo de Demodex canis. Fuente Muller y Kirk, 7ma edición. ..... 10
Figura 2. Características clínicas y manifestaciones clínicas asociadas a los
mecanismos patológicos presentes en la demodicosis canina ................................... 14
Figura 3. (Izq.) Alopecia en región periorbital. Fuente propia (Der.) Alopecia en dorsal
de la cabeza. Fuente propia ........................................................................................ 20
Figura 4. (Izq.) múltiples parches alopécicos (Der.) Lesión extensa en cara (región
periorbital y labios). Fuente propia ............................................................................. 21
Figura 5. Lesión pustulosa con presencia de costras que involucra una región extensa
del cuerpo. Fuente propia ........................................................................................... 22
Figura 6. (Izq.) y (Der.) Pododemodicosis. Alopecia podal, eritema e inflamación en
distal de los miembros. Fuente propia........................................................................ 23
Figura 7. (a) Técnica de raspado cutáneo profundo (obsérvese el puntillado
hemorrágico) (b) Tricograma con luz invertida a aumento 5X. (c) Técnica de la cinta
adhesiva más tinción con May Grünwald-Giemsa. Amento a 10X. Fuente propia ..... 27
Figura 8. Paciente Dogo de Burdeos de 4 meses de edad. Fuente propia .................. 37
Figura 9. Parches alopécicos localizadas en (izq.) dorsal de la cabeza y (der.) región
periorbital. Fuente propia ........................................................................................... 37
Figura 10. Mestiza de 3 años. Sectores completos de marcada alopecia, eritema y
pelo hirsuto. Fuente propia ........................................................................................ 40
Figura 11. (Izq.) Depilación, descamación y pelo hirsuto en rostro casi completo.
(Der.) Inflamación, eritema y alopecia en región podal de los cuatro miembros.
Fuente propia .............................................................................................................. 40
Figura 12. Piel engrosada con comedones, hiperpigmentacion y liqueinificación
cutánea con aspecto de “piel de elefante”. Fuente propia......................................... 40
Figura 13. (Izq.) Pinscher de 7 años de edad con eritema, inflamación y aumento
evidente del espesor cutáneo en distintas zonas corporales. (Der.) Pecho y prepucio
con mismas lesiones más hiperpigmentacion. Fuente propia .................................... 43
Figura 14. Afectación de distintas partes corporales. (Izq.) Zona podal y (Der.) Labios,
comisura labial y punta de oreja. Fuente propia ........................................................ 44
Figura 15. Resultado análisis hematológico realizado en el Centro Veterinario
Patagónico .................................................................................................................. 45
Figura 16. Resultado de la bioquímica sanguínea realizado en el Centro Veterinario
Patagónico .................................................................................................................. 45
5
1. INTRODUCCIÓN
Durante décadas, se han realizado numerosas investigaciones con el objetivo de dilucidar los
mecanismos que controlan a la población de ácaros, tanto en perros sanos como en perros con
demodicosis (Ravera y col., 2015). Así, se generaron numerosas publicaciones, por parte de
diferentes grupos o asociaciones, postulando diversas teorías al respecto. Sin embargo, algunas de
ellas resultaron contradictorias, o con recomendaciones poco comprensibles o no factibles para los
profesionales que se dedican a la clínica diaria.
1
Hospital Escuela de Medicina Veterinaria. Calle Malinche Nº 1086, Ruta Nacional 22 kilómetro 998. Choele Choel, Río
Negro, Argentina.
6
varias organizaciones de dermatología para obtener comentarios antes de la publicación final del
manuscrito. De este modo, se llegó a confeccionar una guía actualizada que promueva el avance a
nivel mundial en la investigación de la demodicosis, y de la dermatología veterinaria en general. El
contenido de dicha guía abarca principalmente temas controversiales como lo son la patogenia, los
signos clínicos, los métodos diagnóstico, los tratamientos y el pronóstico de la enfermedad. El
desenlace a estas cuestiones fueron sintetizadas en 12 declaraciones de consenso, de las cuales
algunas de ellas serán citadas más adelante a lo largo de este trabajo.
2. LA DEMODICOSIS CANINA
7
que se estableció al comienzo de la aparición de los mamíferos en la tierra, especialmente con el
surgimiento de los primeros animales con folículos pilosos, hace 210 millones de años atrás. Es
probable que los antepasados de los marsupiales y de los euterios (primeros mamíferos
placentarios) hayan contado con antepasados de estos ácaros (hace 100-200 millones de años).
Posteriormente, los distintos hospedadores del Demodex pasaron a través de una larga historia de
cambio evolutivo, pero el parásito, ubicado en un nicho altamente modificado y evolutivamente
tranquilo (como el folículo piloso) permaneció relativamente sin cambios. Es por esto, que en el
género Demodex se aprecia un extraordinario ejemplo de una campaña de paralelismo parasitario
notablemente larga. Más aun, esta larga relación entre Demodex y mamíferos puede explicar la
relativa tolerancia del sistema inmune hacia el parásito (Ferrer y col., 2014).
Asociaciones simbióticas entre microorganismos y organismos eucariotas superiores son
comunes y van desde mutualismo, a comensalismo y parasitismo. Los ácaros Demódex se
consideran mejor como parásitos que no causan efectos adversos en el hospedador, pero que
pueden actuar como patógenos oportunistas ante ciertas circunstancias. La inflamación cutánea
observada en los animales demodécticos se produce como consecuencia de la proliferación del
número de ácaros, lo que demuestra que la demodicosis canina es probablemente el mejor y más
importante ejemplo de una enfermedad inducida por el sobrecrecimiento de ácaros (Ferrer y col.,
2014).
Los ácaros Demodex canis habitan principalmente en los folículos pilosos y son los más
encontrados en la mayoría de los casos clínicos (Singh y Dimri, 2014). Recientemente, Nosach
(2018) (citando a Morita y col., 2018) informó en su actualización en demodeccia canina la
8
posibilidad de una tercera nueva especie la cual fue denominada D. cyonis (ácaro del oído), hallazgo
realizado en un canino en Japón. Si bien no se realizaron estudios genómicos comparativos al
respecto, los autores de este trabajo contemplarían la posibilidad de que este ácaro podría llegar a
ser una nueva especie debido a las diferencias morfológicas que presentaría, comparadas tanto con
D. canis como con D. injai (Nosach y col., 2018).
Reino: Animalia
Subreino: Metazoa
Phylum: Arthropoda
Clase: Arachnida
Orden: Acarina
Familia: Demodicidae
Género: Demodex
(Georgis, 2014)
El Demodex pertenece al phylum Arthrópoda, por lo que posee las dos características
comunes a todos los artrópodos: tener exoesqueleto quitinoso y patas articuladas; además es un
arácnido, por lo que las formas adultas (y ninfas) poseen cuatro pares de patas. Los miembros del
orden Acarina se caracterizan por poseer estructuras respiratorias externas denominadas estigmas
o espiráculos que se ubican a distintos niveles del cuerpo. Estos estigmas son orificios a través de
los cuales penetra el aire hacia las tráqueas del aparato respiratorio. La presencia de estas
aberturas y su posición se ha utilizado para la clasificación de la subclase Acari. En este caso, como
los ácaros presentan estos estigmas situados en posición anterior cerca del aparato bucal, se los
clasificó dentro del suborden Prostigmata.
La morfología del Demodex canis es, sin lugar a duda, una de las características más
destacables del parásito. El ácaro en estado adulto es de forma alargada y fusiforme simulando a un
9
cigarro, cuyos machos miden 40 x 250 µm y las hembras 40 x 300 µm. De craneal a caudal
presentan una cabeza (prosoma) muy atrofiada formada por dos quelíceros con forma de estilete y
con los palpos adheridos entre sí, los cuales le permiten al ácaro raspar la superficie de las células
superficiales y la queratina del folículo piloso. Dicho prosoma se encuentra fundido al tórax
(cefalotórax), de donde salen cuatro pares de patas en los adultos y ninfas, y tres pares en las
larvas. Estos apéndices tienen tres artejos cada uno y están muy atrofiados, como pequeños
muñones. Seguido al cefalotórax se encuentra el abdomen que es alargado y con estrías
transversales. El poro genital de la hembra tiene una disposición ventral a modo de hendidura,
mientras que el macho presenta un pene que es visible en la cara dorsal del cefalotórax (Figura 1
b).
Figura 1 . (a) Ácaro adulto de Demodex canis variante morfológica corta (ex D. cornei) a aumento 10X. Fuente propia.
(b) Demodex canis adulto a aumento 10X. Fuente propia. (c) Huevo de Demodex canis. Fuente Muller y Kirk, 7ma
edición.
10
El Demodex es un parásito obligado y de ciclo directo, por lo tanto, no sobrevive fuera del
huésped y su vida la cumple enteramente sobre el animal, alimentándose de células, sebo y
detritos epidérmicos. El ciclo biológico requiere de 20 a 35 días para llevarse a cabo. Este consta de
4 estadios evolutivos comenzando por el huevo que es de forma fusiforme o alimonada de 70-80
µm x 19-25 µm (Figura 1 c), del cual eclosiona una larva hexápoda de entre 90 – 100 µm, que luego
muda a ninfa octópoda (con sus dos estadios protoninfa y deutoninfa) la cual no presenta
desarrollo del orificio genital, y finalmente evoluciona al adulto macho o hembra, quienes copulan
en la superficie del huésped canino. Luego de unos días, los machos mueren mientras que las
hembras penetran en los folículos pilosos donde ponen de 20 a 24 huevos fecundados. La hembra y
su progenie comienzan a destruir la matriz del pelo del perro, produciendo la caída del pelo y por
consiguiente las áreas alopécicas típicas de la enfermedad.
“Declaracion de consenso: En perros, sobreviven dos especies de Demodex, la especie corta D. canis
y la larga D.injai” 2
2.3. Transmisión
La transmisión del ácaro tiene lugar por el contacto directo de la madre a los neonatos
durante los 2-3 primeros días de vida en el momento de la lactancia, es por esto que las lesiones
iniciales en los cachorros se observan principalmente en la cara y miembros anteriores. Según
2
Extraído de WAVD Clinical consensus guidelines for demodicosis (Mueller y col., 2018)
11
Muller y Kirk (2013), los ácaros pudieron ser hallados en los folículos pilosos de cachorros ya a las
16 horas de vida. Estos se observaron primero en los hocicos de los recién nacidos, lo cual enfatiza
la importancia del contacto directo durante el amamantamiento. Cuando los cachorros fueron
extraídos por cesárea y criados apartados de la hembra infectada, ellos no adquirieron los ácaros,
indicando que no existe la transmisión por vía intrauterina. Del mismo modo, los ácaros no
pudieron ser demostrados en cachorros recién nacidos (Muller y Kirk, 2013).
Una vez sobre la piel del nuevo huésped, el Demodex reside como habitante normal de la
microfauna cutánea. Solo desarrollaran la enfermedad aquellos individuos que estén predispuestos
genéticamente, o que presenten un desorden inmunológico que permita la proliferación
descontrolada de los ácaros. Este desbalance puede ocurrir a cualquier edad del animal y
dependiendo del momento en que comiencen las manifestaciones clínicas, será la forma de
presentación. Es así, que de acuerdo a la edad de inicio de la enfermedad, la demodicosis será de
presentación juvenil (3 – 18 meses) o adulta (mayores de 2 años) (Gómez, 2015)
12
2.4. Patogenia
Actualmente, no está claro el mecanismo por el cual el Demodex deja de ser comensal y se
transforma en un parásito para el huésped canino, pero es evidente que la inmunosupresión juega
un rol importante (Singh y Dimri, 2014). Si bien no se conoce con exactitud su fisiopatología ni los
mecanismos moleculares que permiten la excesiva proliferación del ácaro, existen evidencias que
tanto desórdenes humorales, celulares como inmunológicos serían los responsables de la
multiplicación desmedida del ácaro y en consecuencia del desarrollo de los signos clínicos (Nosach y
col., 2018).
Los ácaros con sus estructuras bucales raspan la superficie de las células superficiales y la
queratina del folículo piloso, causando que se taponen los folículos con ácaros muertos, restos
celulares y queratina. La sola presencia de Demodex en el folículo piloso es suficiente para producir
inflamación. La inflamación crónica es la responsable de la respuesta del tejido conectivo, llevando
a la formación de arrugas que dan la expresión de “cara de viejo” (Gómez, 2015).
En la piel y en los folículos pilosos reside Staphylococcus spp, quien infecta el folículo y
provoca una piodermia secundaria. En casos de complicación piodérmica severa también participa
Pseudomonas aeruginosa y es especialmente refractaria cuando ocurre con pododermatitis
demodectica. Proteus mirabillis es otra seria contaminación bacteriana secundaria en la
demodicosis generalizada (Muller y Kirk, 2013). Si la infección continua, puede progresar a una
pioderma profunda con signos de forunculosis, linfoadenopatía, y septicemia en los casos más
severos, pudiendo poner en peligro la vida del paciente.
13
en contra de los ácaros y como respuesta a la presentación de antígenos por parte de los
queratinocitos y células de Langerhans (Cen- Cen y col., 2017)
Figura 2 Características clínicas y manifestaciones clínicas asociadas a los mecanismos patológicos presentes en la
demodicosis canina (Cen-Cen y col., 2017)
14
medias en perros con DG y DL fueron estadísticamente iguales y más altas que las del grupo control
de perros sanos (Gasparetto y col., 2018).
En la mayoría de las especies, la demodicosis solo ocurre cuando los pacientes están
inmunocomprometidos debido a otras enfermedades o se someten a terapias inmunosupresoras.
Sin embargo, el perro es la única especie en la que los animales jóvenes y sanos desarrollan
demodicosis. Se presume que esta demodicosis juvenil se debe a una deficiencia mediada por
células. Por otra parte, la demodicosis de inicio en el adulto es comparable a la demodicosis
observada en las otras especies en donde su presentación se asocia con enfermedades o
tratamientos que conducen a una alteración del sistema inmune (Mueller y col., 2018).
15
Durante las últimas 4 décadas, los autores se han focalizado en la investigación de la
respuesta inmune celular. No obstante, estudios recientes han demostrado por primera vez la
presencia de IgG dirigidos contra antígenos de D. canis, tanto en suero de perros sanos como en
suero de perros con demodicosis generalizada juvenil sin piodermia secundaria (Ravera y col.,
2015). Por otro lado, Woldemeskel y Hawkins (2017) hallaron la invasión vascular de ácaros con
diseminación hacia linfonódulos viscerales y periféricos a través de canales vasculares, en un canino
con demodicosis generalizada adulta. Este hallazgo podría ser una parte de la patogénesis en la
demodicosis generalizada de inicio adulto, crónica, no tratada y diseminada (Woldemeskel y
Hawkins, 2017)
Ésta suposición de que el sistema inmune juega un papel clave en el control de los ácaros surge de
tres tipos de evidencia basadas en demodicosis clínica:
16
mismas jaulas. Esto indica que solo se pierde el control de la infestación de Demodex
cuando las funciones de ambas moléculas están inhibidas. De este modelo es posible
concluir que el control inmune de la población de Demodex es muy complejo,
probablemente involucrando mecanismos celulares, humorales (STAT6) y requiriendo
de moléculas co-estimuladoras (CD28).
(iii) numerosas observaciones clínicas de demodicosis en personas y animales
inmunosuprimidos; por ejemplo, la demodicosis ha sido reportada en humanos con
inmunodeficiencia primaria, con VIH, con trasplante renal, con artritis reumatoide o
luego de un tratamiento con glucocoticoides (entre otras), y en perros con
leishmaniosis, hipotiroidismo, hiperadrenocorticismo, neoplasia o bajo algún
tratamiento inmunosupresor (para cáncer o enfermedad autoinmune) (Ferrer y col.,
2014).
A medida que la proliferación de ácaros avanza, los perros sufren de una disfunción de
células-T efectoras específicas de antígeno Demodex, determinado por la pérdida progresiva de la
función de las células T. Varias investigaciones indicaron que perros con demodicosis generalizada
muestran un fenotipo de agotamiento de células T, el cual es caracterizado por:
Por último, en un estudio realizado para detectar antígenos del CMH (Complejo Mayor de
Histocompatibilidad) tipo II en células cutáneas de caninos con demodicosis, reveló que la
expresión del CMH tipo II en piel de perros que sufren la enfermedad es más elevado que en los
17
perros sanos. Esta mayor expresión se observó especialmente en los queratinocitos foliculares
(Huisinga y col., 2007).
La demodicosis en perros juveniles muestra una amplia variedad de signos clínicos, desde
alopecia leve y localizada hasta formas generalizadas graves con signos sistémicos prominentes.
Estas variaciones pueden verse dentro de la misma camada de cachorros. Además, los pacientes
responden de manera diferente a las diversas opciones terapéuticas. En consecuencia, es probable
que no uno, sino diversos genes estén involucrados en la patogénesis de la enfermedad. Esta teoría
3
Extraído de WAVD Clinical consensus guidelines for demodicosis (Mueller y col., 2018)
18
de una participación multigénica también se fundamenta en los hallazgos encontrados en el ya
mencionado modelo de ratón transgénico (STAT-/-/CD28-/-) (Mueller y col., 2018).
“Declaración de consenso: En perros jóvenes, la demodicosis posee una base genética y muy
posiblemente múltiples genes están involucrados.” 4
Demodicosis localizada (DL): Se caracteriza por la presencia de una o más lesiones pequeñas
en forma de parches redondeados alopécicos de unos 2,5 cm aproximadamente. Comienza con
hipotricosis (pilosidad reducida de la capa), que es seguida por hiperemia y depilación, con diversos
grados de descamación y no pruríticos (salvo contaminación bacteriana secundaria). Si bien no hay
un estándar uniformemente aceptado en cuanto a cuantas lesiones son necesarias para diferenciar
la presentación localizada de la generalizada, menos de 6 lesiones corresponde a la demodicosis
localizada cutánea.
La presencia de estas zonas alopécicas puede disponerse en cualquier parte del cuerpo. Pero,
debido al modo de transmisión, estos suelen localizarse generalmente en la región periorbital,
cabeza, tabique nasal, comisura labial y miembros anteriores, más raramente en el tronco y
abdomen (Figura 3). En un pequeño número de casos, la lesión puede localizarse solamente en el
canal auditivo generando una otitis ceruminosa que puede ser pruriginosa, siendo esta la única
manifestación de la enfermedad.
4
Extraído de WAVD Clinical consensus guidelines for demodicosis (Mueller y col., 2018)
19
Figura 3. (Izq.) Alopecia en región periorbital. Fuente propia (Der.) Alopecia en dorsal de la cabeza. Fuente propia
20
escamoso, formación de pápulas, que evolucionan a pústulas foliculares que al romperse
generan costras, edema, seborrea y prurito muy intenso o moderado. La piel adquiere un
color cobrizo, de ahí que antiguamente se denominara a esta enfermedad “sarna roja”.
Debido a la acción bacteriana sobre los lípidos de las capas cutáneas, la piel despide un olor
rancio. Si la infección continúa profundizándose puede progresar a una piodermia más
severa con signos de forunculosis, edema y celulitis con desarrollo de tractos fistulosos muy
rezumantes y dolorosos, linfoadenopatía y signos sistémicos como fiebre, decaimiento y
anorexia. En casos severos puede haber septicemia, comprometiendo así la vida del
paciente.
Figura 4. (Izq.) múltiples parches alopécicos (Der.) Lesión extensa en cara (región periorbital y labios). Fuente propia
21
Figura 5. Lesión pustulosa con presencia de costras que involucra una región extensa del cuerpo. Fuente propia
22
Figura 6. (Izq.) y (Der.) Pododemodicosis. Alopecia podal, eritema e inflamación en distal de los miembros. Fuente
propia
La demodicosis adulta se refiere a los casos en los que la enfermedad aparece por primera
vez en perros mayores de 2 años. Cuando se realiza un diagnóstico de DG en perros de entre 2 y 5
años de edad, es posible que el paciente haya tenido una enfermedad cutánea crónica arrastrada
de tiempo atrás. Estos perros generalmente han tenido demodicosis de cachorros, pero no fueron
diagnosticados. Por otro lado, aquellos perros que experimentan por primera vez la enfermedad a
los 4 años o más poseen una demodicosis de presentación adulta propiamente dicha.
La demodicosis generalizada de inicio adulto es rara, pero cuando ocurre, a menudo es más
seria que la forma juvenil. En estos casos, el perro ha tolerado y controlado a los ácaros como parte
normal de su biota cutánea por años. Pero, si las defensas del hospedador decrecen, los ácaros
23
repentinamente multiplican exponencialmente dando como resultado la aparición de la
dermatopatía. Esta presentación adulta de demodeccia suele ser indicativa de algún proceso
concurrente que altera la inmunidad del paciente, como también puede ser el anuncio de algún
proceso patológico que con el tiempo se evidenciará clínicamente. Es por eso que siempre que se
presente una demodicosis de inicio adulto, se deberá investigar la causa o enfermedad de base
(Muller y Kirk, 2013). Factores a considerar en esta presentación consisten en evaluar si se está
administrando alguna medicación concurrente que altere la inmunidad (ej. Glucocorticoides), como
así también buscar detalladamente alguna condición sistémica subyacente que afecte al sistema
inmune. Entre los trastornos reconocidos en perros con demodicosis de inicio adulta se incluyen el
hipotiroidismo, hiperadrenocorticismo, diabetes mellitus, leishmaniosis, y tumores malignos
especialmente el linfoma indoloro.
Frente a estos casos el animal debe ser monitoreado cuidadosamente, ya que la malignidad o
enfermedad sistémica puede volverse evidente a semanas o meses de iniciado el tratamiento. Sin
embargo, hay que tener en cuenta que en más del 50% de los casos no se puede documentar
enfermedades subyacentes en el momento en que se diagnostica la demodicosis. Más aún, bajo la
premisa de que para el desarrollo de una verdadera DG adulta es ineludible la existencia de un
proceso de base que altere la inmunidad, perros adultos con cáncer o bajo tratamiento
inmunosupresivo de larga data deberían desarrollar demodicosis, y sin embargo la evidencia clínica
demuestra que no lo hacen (Muller y Kirk, 2013). Considerando que no todos los perros tratados
con corticosteroides o fármacos inmunosupresores desarrollan demodicosis, es plausible pensar
que cofactores adicionales o un perfil genético específico son necesarios para el desarrollo clínico
de la enfermedad (Ferrer y col., 2014).
5
Extraído de WAVD Clinical consensus guidelines for demodicosis (Mueller y col., 2018)
24
2.6. Diagnóstico
Se puede sospechar fuertemente de la enfermedad mediante la reseña, anamnesis y
síntomas clínicos, pero la confirmación requiere el examen de la piel. Así, se establece el
diagnóstico definitivo de la demodicosis canina a partir del reconocimiento de la morfología del
Demodex canis en muestras de piel de animales sospechosos (ver morfología en “agente
etiológico”). Un perro es positivo a la enfermedad al demostrar más de un ácaro adulto o una
proporción incrementada de formas inmaduras (huevos, larva, ninfa), en alguna de las pruebas
cutáneas diagnosticas que estén ejecutadas e interpretadas adecuadamente.
El raspado cutáneo es por excelencia la prueba de elección para pacientes alopécicos que no
presentan signos claros de demodicosis. El raspado o escarificación de la epidermis permite
recolectar la mayor cantidad de ácaros de la piel. Lo aconsejable para obtener una muestra
representativa es utilizar una hoja de bisturí con vaselina líquida y seleccionar entre tres y cinco
zonas para realizar el raspado, comenzando principalmente por las lesiones más agudas que no
presenten piodermia secundaria. Se aplica una pequeña cantidad de la vaselina liquida o aceite
mineral en la zona que se va a raspar para suspender el material recogido. El raspaje debe
realizarse hasta obtener un puntillado hemorrágico en la lesión. Una vez alcanzado dicho
puntillado, es útil apretar suavemente la piel entre los dedos pulgar e índice para extraer los ácaros
de los folículos pilosos (Figura 7 a). A continuación, se debe recolectar la muestra con el bisturí y
montar el material obtenido en un portaobjeto para luego visualizarse al microscopio óptico. Un
aumento de baja o media potencia es suficiente para detectar los ectoparásitos (aumento 4X o 10X)
Si bien esta técnica ha sido la más utilizada, existen otras pruebas diagnósticas como ser el
tricograma y la prueba de la cinta de acetato. La ventaja de estas pruebas con respecto al raspado
cutáneo es que causan menos trauma al paciente y las muestras pueden obtenerse de lugares
mucho más complicados. A su vez, es también útil en pacientes temperamentales o agresivos en los
que los raspados cutáneos requieren sedación. En el análisis rutinario de materia fecal también
pueden encontrarse los ácaros y ser esta otra forma de diagnóstico de la enfermedad.
25
(70% sensibilidad relativa) comparada con el raspaje, por lo cual, una muestra negativa a través de
este método de diagnóstico no es excluyente de demodicosis.
- Una respuesta celular mínima cuando los ácaros están confinados en los folículos pilosos.
26
- Una gran respuesta celular, de la misma naturaleza que las reacciones de cuerpo extraño,
cuando existe ruptura folicular y los ácaros se liberan a la dermis.
Actualmente, la biopsia cutánea no es confiable para diferenciar la demodicosis localizada de
la generalizada. Así mismo, tampoco es de utilidad para indicar si es probable que se presente una
resolución espontánea. Sin embargo, si los ácaros son numerosos y existe una mínima o ausente
respuesta celular o eosinofílica, especialmente en presencia de forunculosis, el perro
probablemente tenga una severa inmunosupresión o hiperadrenocorticismo (Muller y Kirk, 2013)
Figura 7. (a) Técnica de raspado cutáneo profundo (obsérvese el puntillado hemorrágico) (b) Tricograma con luz
invertida a aumento 5X. (c) Técnica de la cinta adhesiva más tinción con May Grünwald-Giemsa. Amento a 10X.
Fuente propia
Dentro de los diagnósticos diferenciales se deben vislumbrar tres aspectos importantes como
ser la extensión, el tipo de lesión y la edad de presentación de la demodicosis.
En los cachorros que presentan lesiones de tipo alopécicas, descamativas y eritematosas que se
localizan fundamentalmente en la zona de cabeza y miembros, uno de los principales diagnósticos
diferenciales que se deben considerar son las tiñas o dermatofitosis, especialmente las provocadas
6
Extraído de WAVD Clinical consensus guidelines for demodicosis (Mueller y col., 2018)
27
por Microsporum canis en donde las zonas alopécicas son definidas, redondeadas y no pruríticas.
También, se debe considerar a la sarna sarcóptica, la cual se diferencia por un patrón de
distribución de las lesiones distinto y principalmente por la presencia de un intenso prurito. En
cambio, si las lesiones son de tipo papular y/o pustuloso, dentro de los diferenciales también
conviene incluir a las foliculitis bacterianas primarias, el impétigo, la forunculosis del hocico, la
celulitis juvenil (como la celulitis del ovejero alemán) y el acné (Gómez, 2015)
Por otro lado, en las formas de presentación generalizada con lesiones de tipo descamativo,
se deben considerar los síndromes seborreicos primarios como secundarios, las endocrinopatías, y
algunas enfermedades inmunomediadas. En tanto que en las formas de presentación generalizada
con lesiones pustulosas deberán diferenciarse principalmente de las foliculitis/forunculosis
bacterianas primarias (Nosach, 2018).
2.8. Tratamiento
En lo referente a los tratamientos adecuados para ser aplicados en pacientes con esta
enfermedad, tanto las nuevas como las viejas terapias tienden a ser eficaces. El abordaje de la
demodicosis en muchos casos requiere un enfoque multimodal, en función a la edad de aparición y
su extensión, contemplando además la existencia de complicaciones infecciosas cutáneas
secundarias como también procesos sistémicos subyacentes facilitadores de la proliferación del
ácaro. Por lo tanto, es indispensable tanto en la forma localizada como generalizada, ya sea de
presentación juvenil o adulta, controlar y resolver cualquier factor predisponente o perpetuante,
así como cualquier factor relacionado con desbalances de la inmunocompetencia del paciente.
28
espontánea puede ocurrir en un subconjunto de perros con enfermedad generalizada (Mueller y
col., 2018)
El pronóstico y el curso de las formas localizada y generalizada difieren bastante uno del otro.
Por esta razón, son distintas las medidas terapéuticas a tomar en cada caso. En cuanto a la duración
del tratamiento, para cualquiera de las presentaciones, es necesario tener en cuenta que la mejoría
de las lesiones siempre precede a la cura parasitológica definitiva, por lo que aumenta la
probabilidad de recidiva de la enfermedad si se utilizan sólo los signos clínicos para determinar el
punto final del tratamiento. Entonces, como regla general, la terapéutica deberá continuarse
primero hasta alcanzar la cura clínica, y segundo hasta la obtención de 2 raspajes negativos con
intervalo de 4 semanas entre uno y otro.
En cada control, los raspados cutáneos deben ser realizados en los mismos sitios que en las
visitas anteriores. Junto con la mejora clínica, también el número de ácaros y formas inmaduras
deben disminuir con cada control. Si la mejora clínica no ocurre y la población de ácaros no
disminuye, entonces se debe considerar un cambio en la terapéutica. Así mismo, para alcanzar
éxito clínico, el cliente debe informarse de que su mascota puede verse mejor antes de que se
hayan eliminado los ácaros, por ello la importancia de cumplir con las evaluaciones mensuales
hasta que el paciente se considere parasitológicamente curado. También se le debe comunicar al
propietario de que la mejoría puede ser lenta y que quizás requiera de varias semanas a meses de
tratamiento (Mueller y col., 2018).
Demodicosis localizada
La forma de presentación localizada es una enfermedad leve que puede remitir de manera
espontánea en 6-8 semanas, por lo cual algunos autores sugieren no tratarla y controlar su
evolución. Además, se recomienda en estos casos evaluar, y mejorar si es necesario, el estado
nutricional del paciente y optimizar su estado sanitario. En contraste, otros autores indican el
7
Extraído de WAVD Clinical consensus guidelines for demodicosis (Mueller y col., 2018)
29
tratamiento con la intención de evitar la generalización de la enfermedad. Es por esto, que queda a
criterio del profesional el tratar o controlar esta forma de presentación. De tratarse, se indican:
1. Baños con champú con peróxido de benzoilo, ya que, además de ser muy buen antiséptico y
antiseborreico, es rubefaciente folicular (abre el folículo piloso) favoreciendo la posterior
penetración del acaricida.
2. Se emplea amitraz, el cual se coloca luego del baño diluido a 250ppm en agua, frotándolo a
pelo y contrapelo sobre todo el cuerpo del paciente. No se enjuaga ni se seca con toalla. Los
baños se repiten cada 5 a 7 días.
El Amitraz es un ectoparasiticida que se comporta como agonista de la octopamina (amina
adrenérgica natural de los invertebrados), tanto a nivel central como periférico. Debido a la gran
afinidad que posee el compuesto por los receptores octopaminérgicos, el fármaco provoca
incoordinación muscular, parálisis y muerte del ácaro. A esta acción letal, se suma otra subletal,
que consiste en la modificación del comportamiento, hiperexcitación con desprendimiento del
huésped, disminución del consumo de alimentos y perturbación de los hábitos sexuales
provocando menor postura. El Amitraz se considera poco toxico para mamíferos, no obstante se
pueden presentar casos de intoxicación observándose sedación, hipotensión, bradicardia e
hipotermia. El tratamiento se realiza con fármacos bloqueantes α2 adrenérgicos como yohimbina o
atipemazol (ya que la droga ejerce efectos sobre los receptores α2 presinápticos en el perro). La
aplicación de atropina está contraindicada, ya que agrava la atonía digestiva y no revierte los
efectos cardiacos.
Ahora bien, en el caso de optar por la resolución espontánea, ¿cuánto tiempo se debe
esperar para que la condición resuelva? Si un perro todavía tiene la enfermedad clínica para cuando
tenga 12 meses de edad, las probabilidades de la resolución espontánea son remotas. A su vez,
después de 4 a 6 semanas de observación, cuando la mayoría de los perros empeoran a causa de
las lesiones subclínicas que se vuelven clínicas, el perro que está destinado a auto-curarse mostrará
una continua mejoría clínica y una reducción en su carga parasitaria. Si la población de ácaros
permanece estática o aumenta, la resolución espontanea es improbable (Muller y Kirk, 2013).
Demodicosis generalizada
30
generalmente efectivas para la demodicosis generalizada canina: los baños con amitraz y la
ivermectina de posología oral. La pauta adecuada de tratamiento incluye:
1. Realizar tricotomía de aquellos perros que presenten pelo largo y/o denso.
2. Baños con champú a base de peróxido de benzoilo, enjuagar, y luego;
3. Aplicar Amitraz a 250ppm diluido en agua, y frotar a pelo y contrapelo con el fin de llegar a
zonas profundas. No enjuagar ni secar con toalla para no arrastrar el producto. Repetir el baño
a los 5 – 7 días. Si el paciente no evoluciona de la forma esperada, se puede aumentar la
concentración a 500ppm (cada 5 días) o continuar a la dosis de 250ppm pero aumentando la
frecuencia de los baños.
4. Ivermectina 600 µg/kg/día vía oral ha demostrado ser una alternativa efectiva, viéndose
acortados los tiempos de tratamiento. Es aconsejable comenzar con una dosis subóptima de
100µg/kg/día e ir aumentando diariamente de a 100µg, para así llegar al sexto día con la dosis
total de 600µg/kg/día.
La ivermectina es una lactona macrocíclica que pertenece al grupo de las avermectinas. Si
bien su indicación no está con licencia autorizada para ser utilizada en el tratamiento para caninos,
su uso ha demostrado ser una alternativa efectiva frente a la enfermedad. Esta droga se une
selectivamente y con gran afinidad al receptor glutamato que se encuentra ubicado a nivel de la
placa neuromuscular del artrópodo, permitiendo la apertura de canales iónicos de cloro. El ingreso
de cloro determina la hiperpolarización de la célula y por lo tanto su inhibición. El efecto
consecuente es la deficiencia en la contracción muscular, parálisis flácida y posterior muerte y
expulsión del parásito. El riesgo de intoxicación con ivermectina toma importancia en aquellos
individuos que son homocigotas con la mutación del gen ABCB1 (antes MDR1), quienes son
extremadamente sensibles a los efectos de esta droga ya que poseen una falta de funcionalidad de
una glucoproteína G que se encuentra en la BHE (barrera hematoencefálica). Esta glucoproteína
actúa como bomba excretora de este tipo de sustancias de las células del SNC. Entre las razas
predispuestas se mencionan los Collies, Pastor de Shetland, Border colllie, Viejo pastor inglés,
Whippet y sus cruzas. También debemos considerar si el paciente recibe otros fármacos inhibidores
de la glicoproteína P (spinosad, azoles, eritromicina) que interfiere con las lactonas macrocíclicas y
aumentan los riesgos de toxicidad de las mismas, cuando se administran juntas. De producirse un
caso de intoxicación, se observarán signos gastrointestinales como hipersalivación, vómitos,
diarreas, y se debe interrumpir el tratamiento para evitar los cuadros más severos neurológicos que
31
cursan con midriasis, ceguera, ataxia, depresión y postración, que incluso podrían provocar la
muerte del animal.
32
inducidas por esas lactonas macrocíclicas. La moxidectina / imidacloprid tópica se debe considerar
para los casos leves a moderados de demodicosis canina.” 8
Las isoxalinas son un nuevo grupo de drogas antiparasitarias que aparecieron en el mercado
en el año 2013. De este nuevo grupo, las que hasta ahora están aprobadas para uso
veterinario y de administración oral en perros son Afoxolaner, Fluralaner, Sarolaner y
recientemente el Lotilaner. Dentro de las que se encuentran hoy en el mercado argentino,
las marcas comerciales disponibles son: BRAVECTO ® Laboratorio MSD (Principio activo:
Fluralaner) de administración única - NEXGARD® Laboratorio Merial (Principio activo:
Afoxolaner) de administración cada 14 días – SIMPARICA® Laboratorio Zoetis (Principio
activo: Soralaner) de aplicación mensual – CREDELIO® Laboratorio Elanco (Principio activo:
Lotilaner) también de aplicación mensual.
“Declaración de consenso: Aunque no muchos estudios publicados han evaluado la eficacia de las
isoxazolinas para la demodicosis canina en perros de compañía, los datos preliminares son muy
alentadores y hacen de esta clase de medicamento una opción de tratamiento prometedora para
perros con demodicosis.” 9
8
Extraído de WAVD Clinical consensus guidelines for demodicosis (Mueller y col., 2018)
9
Extraído de WAVD Clinical consensus guidelines for demodicosis (Mueller y col., 2018)
33
Complicaciones bacterianas secundarias
34
2.9. Prevención
Hasta que se establezca el modo de herencia de la demodicosis, las medidas preventivas son
imposibles si los perros afectados y sus compañeros de camada se usan para la cría. Si la
enfermedad tiene un modo de herencia recesivo, algunos cachorros normales en la camada serán
realmente normales, mientras que otros cachorros serán portadores y transmisores de la
característica.
Como aún no existe una prueba disponible que separe animales normales de los portadores,
tanto los perros enfermos, como aquellos que pertenezcan a una camada en el que uno o más
cachorros son clínicamente afectados, o perros adultos que han tenido descendencia portadora de
la enfermedad, deben ser retirados de los programas de reproducción y/o ser esterilizados. La
ovariectomía es crucial en las perras demodécticas, luego de que hayan sido estabilizadas o curadas
por dos motivos: primero, las hembras pueden presentar recidivas durante el celo; y segundo,
como método para prevenir la transmisión a las nuevas generaciones. La aceptación general de
estas pautas eventualmente podría erradicar la enfermedad. Las medidas de aislamiento tienen
poca importancia, puesto que la demodicosis no es una enfermedad parasitaria contagiosa.
35
3. REPORTE DE CASOS CLÍNICOS
La demodicosis se puede manifestar clínicamente de diferentes presentaciones y en distintos
grupos etarios. Esto fue evidenciado durante el transcurso las prácticas profesionales para la
obtención del título de Médico Veterinario de la UNRN.
El paciente ya había tenido un tratamiento previo al momento en que había comenzado con
los signos clínicos (3 semanas previas), en donde había sido tratado con un inyectable
(presuntivamente de ivermectina), cremas de aplicación tópica y comprimidos antifúngicos. El
cuadro no mejoró, y los dueños advirtieron que empeoró cuando ellos estuvieron unos días fuera
del hogar. Además, comentaron que una hermana proveniente de la misma camada también
estaba con los mismos signos dermatológicos. El plan sanitario de vacunas y desparasitación
estaban al día.
Al examen particular se observó que las lesiones eran delimitadas en forma de parches
redondeados de unos 2 - 3 cm de diámetro, alopécicos, más o menos eritematosos, con comedones
y apruriginosos. Las lesiones estaban localizadas en cabeza, región periocular izquierda, cuello y
miembro izquierdo (Figura 9). La prueba del reflejo otopodal fue negativa. El resto de los
parámetros se encontraron sin alteración.
36
Figura 8. Paciente Dogo de Burdeos de 4 meses de edad. Fuente propia
Figura 9 Parches alopécicos localizadas en (izq.) dorsal de la cabeza y (der.) región periorbital. Fuente propia
Diagnóstico diferencial
Debido a la edad del animal, por las lesiones alopécicas como parches redondeados y por la
localización principalmente en la zona de cabeza y miembros, los principales diagnósticos
diferenciales que se deben considerar son las dermatopatías de origen parasitario, como lo son la
demodicosis y la sarna sarcóptica, y la tiña o dermatofitosis especialmente las provocadas por
Microsporum canis. También se debe considerar al acné por los signos de foliculitis y la corta edad
del paciente.
37
Se realizaron 5 raspajes profundos de zonas en donde la piel se encontraba afectada, dando
como resultado la identificación de un número moderado de ácaros adultos de Demodex canis.
Por los datos recogidos durante la exploración clínica, más el resultado del método
complementario, la edad del paciente menor a los a los 18 meses y la observación de 4 lesiones
alopécicas redondeadas menores a los 4 cm de diámetro, el diagnóstico definitivo del animal fue de
demodicosis canina juvenil localizada (DJL).
Tratamiento
Se le ofrecieron al propietario dos opciones de tratamientos acaricidas, dependiendo del
acceso que tuviera a ellos en el mercado.
Pronóstico
La DJL es una enfermedad de pronóstico favorable, más aun en el caso de este cachorro que
contaba con un buen estado nutricional y sanitario.
Seguimiento
38
Caso clínico Nº 2: Demodicosis adulta generalizada escamosa (DAGE)
Historia
Ingresó al servicio del HEMeVe una hembra canina castrada de aproximadamente 2 - 3 años
de edad llamada “Pampa”, quien fue encontrada en la calle con trastornos evidentes en la piel que
datan de aproximadamente seis meses (Figura 10). El motivo de visita fue porque dichos cambios
en la piel, al día de la consulta, seguían sin resolver.
Un importante antecedente médico fue el haber sido diagnosticada y tratada para sarna. La
paciente recibió 4 dosis semanales de ivermectina subcutánea, luego tuvo un descanso de
tratamiento por dos semanas, para posteriormente retomar con los inyectables semanales
conjuntamente con baños con amitraz, más antibiótico oral. La propietaria advirtió que notó
mejorías en la piel, pero no la cura.
La paciente se encontraba sin ningún tipo de tratamiento desde la semana previa a la
consulta.
Es interesante destacar que el prurito jamás fue un motivo de consulta, ni llamó la atención
de la propietaria. En cuanto al plan sanitario, la perra estaba desparasitada.
Examen físico
Durante la inspección a distancia, la paciente presentaba un estado general regular y con
sensorio alerta. El estado patológico de la piel era notorio, visualizándose una alopecía generalizada
que involucraba casi la totalidad del cuerpo del animal y en las zonas que presentaba pelo
(principalmente en dorsal) este era opaco e hirsuto. También era llamativo el color de la piel, la cual
estaba enrojecida y de color grisáceo en algunos sectores, y con olor rancio.
A la inspección particular del animal se advirtió que la dermatopatía involucraba a casi todo el
cuerpo por completo, yendo desde la cabeza hasta la grupa, vientre y los 4 miembros incluyendo la
zona podal (Figura 11). La piel se encontraba eritematosa, con presencia de escamas, comedones y
con temperatura a la palpación. Además, en la zona del vientre ya la piel se encontraba engrosada,
con hiperpigmentación y liqueinificación cutánea dando el aspecto de “piel de elefante”. Esto
último es un signo de cronicidad (Figura 12).
En cuanto a los parámetros médicos de FC, FR, pulso y Tº rectal, todos estos se encontraban
dentro de los rangos normales.
39
Figura 10. Mestiza de 3 años. Sectores completos de marcada alopecia, eritema y pelo hirsuto. Fuente propia
Figura 11. (Izq.) Depilación, descamación y pelo hirsuto en rostro casi completo. (Der.) Inflamación, eritema y
alopecia en región podal de los cuatro miembros. Fuente propia
Figura 12. Piel engrosada con comedones, hiperpigmentacion y liqueinificación cutánea con aspecto de “piel de
elefante”. Fuente propia
40
Diagnóstico diferencial
En dermatopatías generalizadas con lesiones de tipo descamativas y en pacientes menores a
los 4 años, como es este caso, deben considerarse dentro de los diagnósticos diferenciales a la
demodicosis generalizada, sarna sarcoptica avanzada, síndromes seborreicos primarios como
secundarios y enfermedades carenciales que favorezcan la depilación. Por la presencia de costras,
liquenificación, eritema y alopecia también debe considerarse a la dermatitis por Malassezia.
Para llegar al diagnóstico definitivo, se comenzó por identificar si el proceso era de origen
infeccioso o parasitario. Se realizó la prueba del raspado cutáneo de 5 zonas elegidas
aleatoriamente, en simultáneo con la prueba de la cinta adhesiva ya que la piel presentaba signos
clínicos evidentes.
Por la presencia irrefutable del parásito en ambas pruebas diagnósticas, por el patrón
dermatológico de tipo descamativo y generalizado que compromete a su vez la zona podal, y la
edad de la paciente, se arribó al diagnóstico definitivo de demodicosis adulta generalizada
escamosa (DAGE) con pododemodicosis.
Tratamiento
Para el tratamiento acaricida de esta paciente se decidió utilizar una droga distinta a la
ivermectina, ya que el cambio en la droga terapéutica está indicado cuando no se alcanza la mejora
clínica ni la disminución de la población de ácaros, como es en este caso. De las opciones restantes,
la dueña opto por la de menor frecuencia de administración. Es por ello que se le indicó:
También se indicó elevar el estado nutricional y sanitario de la paciente, ya que estos son
factores predisponentes de la enfermedad. Por ello, además del tratamiento acaricida se prescribió
repetir la desparasitación e incorporar alimento balanceado a la ración de alimento casero.
41
Pronóstico
Si bien la DAGE es de buen pronóstico, hay que tener en cuenta la cronicidad, el estatus
sanitario y, en este caso, el tratamiento previo que había tenido el animal sin alcanzar los
resultados esperados. Además, al presentarse conjuntamente con la pododemodicosis, hay que
tener en cuenta que esta forma clínica es más compleja y difícil de manejar ya que puede ser
resistente a los tratamientos convencionales e incluso puede ser inhabilitante para la paciente por
el grado de inflamación y dolor que suelen presentar en las patas.
Seguimiento
La opción terapéutica elegida por la propietaria fue la del comprimido NexGard®. Sin
embargo, no se pudo evaluar la evolución de la enfermedad ya que no regresaron al control
mensual programado.
Examen físico
A la inspección general del paciente se lo encontró en buen estado nutricional, con sensorio
alerta y con las constantes fisiológicas de Tº, FR, FC y estado de hidratación dentro de los
parámetros normales para la especie. Sin embargo, durante la exploración de los linfonódulos
superficiales se apreció a la palpación una adenomegalia de los linfonódulos submaxilares, pre-
escapulares y poplíteos.
42
En cuanto al estado de la piel, era evidente la presencia de alopecia, eritema e inflamación
con aumento del grosor cutáneo en distal de los cuatro miembros, ventral del cuerpo
especialmente en pecho y prepucio, y en rostral en labios, comisura labial y puntas de orejas
(Figura 14). Las pápulas y pústulas eran reflejo de una marcada foliculitis. El olor rancio que
desprendía la piel también era indicativo de una contaminación bacteriana secundaria. En región
ventral del cuerpo se apreciaba a la piel con hiperpigmentacion. Los propietarios comentaron que
las lesiones eran apruriginosas.
Figura 13. (Izq.) Pinscher de 7 años de edad con eritema, inflamación y aumento evidente del espesor cutáneo en
distintas zonas corporales. (Der.) Pecho y prepucio con mismas lesiones más hiperpigmentación. Fuente propia
43
Figura 14. Afectación de distintas partes corporales. (Izq.) Zona podal y (Der.) Labios, comisura labial y punta de
oreja. Fuente propia
Diagnóstico diferencial
En el diagnóstico diferencial se debe tener en cuenta a las foliculitis bacterianas primarias y a
las dermatopatías de origen parasitario. A su vez, por la edad del paciente mayor a los 4 años, hay
que tener en cuenta a las enfermedades depresoras del sistema inmune (endocrinas, autoinmunes
o neoplásicas) que pueden ser primarias a la dermatopatía observada.
Plan diagnóstico
En primer lugar, se procedió a practicarle una serie de distintas pruebas diagnósticas cutáneas
para identificar a los agentes involucrados. En los miembros se le practicó la técnica microbiológica
de impronta. Luego se le realizó un tricograma con muestras de las zonas afectadas, y finalmente se
le practicó el raspado cutáneo de 5 zonas aleatorias.
44
Resultado del análisis hematológico y bioquímica sanguínea: Figuras 15 y 16
45
Se observó una leucocitosis con neutrofilia, moderada linfocitosis y aumento de eosinófilos y
monocitos. Esto se corresponde con un proceso inflamatorio de origen bacteriano y parasitario. A
su vez, es de cierta cronicidad por el aumento de los monocitos y linfocitos circulantes. En cuanto a
la bioquímica sanguínea, todos los resultados con excepción de la ALT (GPT) dieron dentro de los
valores de referencia. El aumento de dicha enzima quizás pudo deberse al uso de corticoides en el
pasado.
Diagnóstico definitivo
Tratamiento
Pronóstico
La infección bacteriana secundaria le confiere mayor gravedad a este tipo de presentación de
la demodicosis generalizada. Es por esto que el pronóstico es reservado por la posibilidad de
progresión de la enfermedad a una piodermia profunda que comprometa el estado general del
paciente. Así mismo, se debe tener en cuenta para este caso en particular la edad del perro, ya que
esta presentación adulta de demodeccia suele ser indicativa de algún proceso concurrente que
altera la inmunidad, como también puede ser el anuncio de algún proceso patológico que con el
tiempo se evidenciará clínicamente. Por estas razones es crucial el monitoreo del paciente, ya que
46
la malignidad o enfermedad sistémica puede volverse evidente a semanas o meses de iniciado el
tratamiento.
Seguimiento
Al cabo de dos meses, las lesiones cutáneas resolvieron favorablemente. Se le dio el alta
definitiva al alcanzarse la cura parasitológica con los dos raspados negativos consecutivos.
A raíz de este episodio, se les sugirió a los propietarios el control periódico del paciente por la
posible manifestación futura de alguna enfermedad que altere la inmunidad.
4. DISCUSIÓN
La anamnesis es una herramienta de utilidad cuando se sospecha de la demodicosis, más aún
en animales de corta edad. Actualmente, se sabe que existe un componente genético de carácter
hereditario que predispone al individuo a desarrollar la dermatopatía, entonces uno o más
cachorros de la misma camada pueden ser portadores de esta condición. Esto se vio reflejado en el
cachorro del caso clínico Nº 1, en donde el dato recogido durante la anamnesis de que una
hermana de la misma camada del paciente padecía las mismas lesiones cutáneas fue sugerente de
demodicosis. Otro dato de la anamnesis remota de gran utilidad fue la exacerbación de los signos
clínicos cuando los propietarios no se encontraron en el hogar. La explicación a este suceso es que
ante una condición inmunosupresora, como ser el estrés ocasionado por la ausencia de los
propietarios, generó una disminución transitoria en la capacidad de respuesta del sistema inmune
que llevo a la multiplicación de los ácaros. Esto sucede ya que el sistema inmune es el principal
regulador de la población del Demodex.
Hoy en día, existe un consenso entre los dermatólogos veterinarios de todo el mundo de que
los perros afectados o sus padres no deben ser utilizados para la reproducción (Mueller y col.,
2018). Hasta que no se establezca el modo de herencia de la demodicosis, a los machos enteros de
los casos Nº1 y Nº3 se les indicó no reproducirlos y preferentemente castrarlos, principalmente al
paciente con demodicosis generalizada, ya que de este modo además de prevenirse la posible
descendencia portadora de la característica genética, también se les brinda mayor calidad de vida a
las mascotas, y se evitan las preñeces indeseadas contribuyendo así a disminuir con la
superpoblación canina.
47
Un factor directamente ligado al éxito de los tratamientos actuales para la demodicosis es el
compromiso y la responsabilidad de la persona encargada de la administración frecuente de los
medicamentos comúnmente utilizados (Mueller y col., 2012) siendo un problema que se evita al
hacer uso de las isoxalinas como el Afoxalaner o Fluralaner, debido a su fácil administración y el
intervalo que poseen entre las dosis en comparación con el uso oral diario de la ivermectina. A su
vez, el cliente debe informarse de que su mascota puede verse mejor antes de que se hayan
eliminado los ácaros, por ello la importancia de cumplir con las evaluaciones mensuales hasta que
el paciente se considere parasitológicamente curado. También, se le debe comunicar que la mejoría
puede ser lenta y que quizás requiera de varias semanas a meses de tratamiento (Mueller y col.,
2018).
48
causa de la dermatopatía. La metodología ideal para confirmación del diagnóstico es la biopsia
cutánea, la cual confirma el diagnóstico de demodicosis al demostrar los cambios histopatológicos
compatibles con la enfermedad.
49
enfermedad (Nosach, 2018). Casualmente, en los dos casos de demodicosis generalizada (pacientes
Nº2 y Nº3) se observó que la distribución de las lesiones corporales también incluyeron las zonas
podales, arribando al diagnóstico de demodicosis generalizada y pododemodicosis en ambos
pacientes. Es importante tener en cuenta que la pododemodicosis, en general, es la forma clínica
más compleja y difícil de manejar ya que puede ser resistente a los tratamientos convencionales e
incluso suele traer problemas a la deambulación (Nosach, 2018).
En resumen, en los casos de demodicosis generalizada los pacientes deben tener controles
periódicos para ir monitoreando la respuesta al tratamiento acaricida empleado, más aun si son de
larga data, y más todavía si se encuentran acompañados de pododemodicosis. Además, deben
realizarse chequeos periódicos en los pacientes mayores de 5 años por la posible manifestación de
alguna enfermedad subyacente que haya provocado el crecimiento exponencial de los ácaros.
5. CONCLUSIÓN
La demodicosis canina sigue siendo una dermatopatía que despierta gran interés debido a su
frecuencia y, como se ha visto, a su gran polimorfismo clínico. Es interesante remarcar que a pesar
de que la demodicosis es una patología en muchos casos subestimada, aún quedan por dilucidar
muchos aspectos acerca de su fisiopatología. Actualmente quedan casi enteramente por
esclarecerse los principales antígenos detectados por la respuesta inmune, el tipo de respuesta
inmunológica dirigida hacia los ácaros Demodex y el mecanismo inmunitario efectivo en controlar a
la población de ácaros en perros sanos. De igual modo, se necesitan mayores estudios en el campo
de la genética para avanzar en la comprensión de la demodicosis en los caninos.
Estas incógnitas provocan que la enfermedad se exprese de distintas maneras en los distintos
individuos, y esto hace que a su vez exista una respuesta individual particular al tratamiento. Es por
ello que existen varias opciones terapéuticas a aplicarse dependiendo de la experiencia que tenga
el profesional con su utilización y dependiendo de la respuesta individual del paciente, haciendo de
cada animal un caso único. Hoy en día, la farmacogenómica es la disciplina que estudia como las
variaciones del genoma influyen en la respuesta a los medicamentos. Quizás futuras investigaciones
en este campo puedan contribuir a avanzar en el desarrollo de terapias eficaces, disminuyendo así
los riesgos de toxicidad, y brindando herramientas de diagnóstico precoz y de prevención que estén
correctamente fundamentados.
50
6. BIBLIOGRAFÍA
Barrientos, L. S., Crespi, J. A., It, V., Peral-García, P., Castellano, M. C., & Giovambattista, G.
(2013). Prevalence of canine juvenile generalized demodicosis in the Buenos Aires Region,
Argentina. Japanese Journal of Veterinary Dermatology, 19(2), 57-61.
Busson, Silvina A. (2018). Leptospirosis canina: el camino hacia la insuficiencia renal crónica.
Trabajo final de grado. Universidad Nacional de Río Negro. Recuperado de:
http://hdl.handle.net/20.500.12049/689Campillo, M., & Vázquez, F. (2000). Parásitología
veterinaria. Mcgraw-Hill Interamericana De España
Cen-Cen, C. J., Bolio-González, M. E., & Rodríguez-Vivas, R. I. (2017) Demodicosis:
manifestaciones clínicas producidas por Demodex canis, D. injai y D. cornei en perros.
Dimri, U., Ranjan, R., Kumar, N., Sharma, M. C., Swarup, D., Sharma, B., & Kataria, M. (2008).
Changes in oxidative stress indices, zinc and copper concentrations in blood in canine
demodicosis. Veterinary parásitology, 154(1-2), 98-102.
Felix, A. O. C., Guiot, E. G., Stein, M., Felix, S. R., Silva, E. F., & Nobre, M. O. (2013).
Comparison of systemic interleukin 10 concentrations in healthy dogs and those suffering
from recurring and first time Demodex canis infestations. Veterinary parásitology, 193(1-3),
312-315.
Ferrer, L., Ravera, I., & Silbermayr, K. (2014). Immunology and pathogenesis of canine
demodicosis. Veterinary Dermatology, 25(5), 427-e65.
Gasparetto, N. D., Almeida, A. D. B. P. F., Nakazato, L., França, E. L., França, A. C. H.,
Fagundes, D. L. G., & Sousa, V. R. F. (2018). Density measurement of Demodex canis by qPCR
and analysis of serum cytokine levels in dogs with different clinical forms of demodicosis.
Veterinary parásitology, 257, 1-4.GEORGIS: PARÁSITOLOGIA PARA VETERINARIOS (10ª ED.)
DWIGHT D. BOWMAN (2014)
Gómez, Nélida Virginia. “Clínica Médica de Animales Pequeños”. Primera edición, Agosto
2015.
Guerra, Y., Mencho, J. D., Rodríguez Diego, J. G., Marín, E., & Olivares, J. L. (2010). Demodex
spp. EN PERROS CON DEMODICOSIS, EN UNA REGIÓN DE CUBA. Revista de Salud Animal,
32(1), 37-41.Huisinga, M., Failing, K., & Reinacher, M. (2007). MHC class II expression by
follicular keratinocytes in canine demodicosis—An immunohistochemical study. Veterinary
immunology and immunopathology, 118(3-4), 210-220.
51
It, V., Barrientos, L., Lopez Gappa, J., Posik, D., Diaz, S., Golijow, C., & Giovambattista, G.
(2010). Association of canine juvenile generalized demodicosis with the dog leukocyte
antigen system. Tissue Antigens, 76(1), 67-70.
Mueller, R. S., Bensignor, E., Ferrer, L., Holm, B., Lemarie, S., Paradis, M., & Shipstone, M. A.
(2012). Treatment of demodicosis in dogs: 2011 clinical practice guidelines. Veterinary
dermatology, 23(2), 86-e21.
Mueller, R. S., Rosenkrantz, W., Bensignor, E., Karaš-Tecza, J., Paterson, T., & Shipstone, M.
(2018). WAVD Clinical consensus guidelines for demodicosis.
Muller and Kirk's Small Animal Dermatology - 7th Edition. (2013)
Nosach, N.; Blanco, A.; Duarte, M. (2018). Actualización en Demodeccia canina: Revisión
bibliográfica. Vet. Arg. Vol. XXXV-Nº 366
Patel, A., Dermatología de pequeños animales. Elsiever España (2010).
Ravera, I., Altet, L., Francino, O., Sánchez, A., Roldán, W., Villanueva, S., & Ferrer, L. (2013).
Small Demodex populations colonize most parts of the skin of healthy dogs. Veterinary
Dermatology, 24(1), 168-e37.
Ravera, I., Ferreira, D., Gallego, L. S., Bardagí, M., & Ferrer, L. (2015). Serum detection of IgG
antibodies against Demodex canis by western blot in healthy dogs and dogs with juvenile
generalized demodicosis. Research in veterinary science, 101, 161-164
Singh, S.K., & Dimri, U. (2014). The immuno-pathological conversions of canine demodicosis.
Veterinary parásitology, 203(1-2), 1-5.
Singh, S.K., Kumar, M., Jadhav, R.K., & Saxena, S. K. (2011). An update on therapeutic
management of canine demodicosis. Veterinary World, 4(1), 41.
Woldemeskel, M., & Hawkins, I. (2017). First report of vascular invasion of Demodex mites
with thrombi and dissemination to visceral lymph nodes in a dog. Veterinary parasitology,
236, 93-96.
52