Granara, Juan C. v. Rodriguez Álvarez, Emilio E. y Otro Sordinario) Con Nota de Efraín H. Richard
Granara, Juan C. v. Rodriguez Álvarez, Emilio E. y Otro Sordinario) Con Nota de Efraín H. Richard
Granara, Juan C. v. Rodriguez Álvarez, Emilio E. y Otro Sordinario) Con Nota de Efraín H. Richard
AÑO 38
DERECHO
COMERCIAL
y de las O bligaciones
Lamm. Cnrolyn, "Ju risd iclio n o f ihe International Centre ío r Settlem enl o f Investment Dispu
tes", ÍCSIO Review. vol. 6, nro. 2, Fall 1991.
Reglas Procesales A plicables a la Iniciación de los Procedim ientos de C onciliación y Arbitraje,
■disponible en vvnnv worldbank.org/icsid/basicdoc-siHi/basic-spa.kun.
R eglas Procesales A p licables a los Procedim ientos de A rbitraje, disponible en n rm .iiw / d .
bank.org/icsid/basicdoc-spa/basic-spaJum.
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JURISPRUDENCIA ANOTADA
con n o ta d e EFR A ÍN H . R IC H A R D
R E N D IC IÓ N D E C U E N T A S
D eterm in ación de la obligación de rendirlas - Inversión en un negocio
Si se c o n v in o q u e c o n c lu id o el n e g o c io lo p rim e ro q u e d e b ía h a c e rs e e ra res
titu ir al a c t o r la su m a q u e in v ir tió , si b ie n n o se tr a t ó d e u n a s o c ie d a d , c o n s
titu y ó una m o d a lid a d v á lid a ( a i t . 1 1 9 7 , C C iv .) q u e g e n e r ó la o b lig a c ió n d e
re n d ir c u e n ta s .
4. Cabe señalar que las partes fueron convocadas -en esta segunda instancia- a una
í audiencia fijada a efectos del art. 36, incs. 2° y 4°, Código Procesal, no logrando arribar
i a una solución conciliatoria.
: 5. De tal modo, corresponde ingresar al recurso y en tal orden analizar las quejas que
> consisten en que Granara era socio de la sociedad, con lo que la rendición resultaba ¡m-
| procedente, además el pedido resultaba “extemporáneo" y “abstracto" por conocer el ac-
r donante el resultado de la inversión. Se cuestiona que la sentencia se fundara en consi-
í deraciones de otra causa no acumulada.
No hubo, pues, sociedad configurada con el negocio pactado el 179/1997 entre actor
y d em a n d a d o s.
7. Resulta, entonces, que aquella configuración negocial de la que surgen las obligacio
nes asumidas por los intervinientes encuadra en los arts. 6 8 y 70, CCom., del que deriva
la obligación de quien recibe una encomienda de rendir cuentas.
Queda también descartado por infundado el argumento relativo a ia improcedencia de
la rendición por tratarse de una sociedad con régimen propio y especifico.
Tam poco puede relevarse de aquella obligación derivada de las citadas normas
(arts. 6 8 y 70, CCom.) con base en considerar que Granara conociera el resultado del
negocio pactado o hasta que personas allegadas a él hubieran intervenido en la eia
boración de los estados contables de Colyder SRL, ya que es él el legitimado para exigir
la rendición del demandado a quien le entregó la suma referida. A ello se agrega que
el argumento de ser el contador pariente o allegado de Granara no se ha demostrado
en el pleito.
Respecto de la queja por la no acumulación de las causas tramitadas entre las mismas
partes, y la integración del fallo con la copia de la decisión recaída en el otro expediente
(56.652/00), cabe señalar que la resolución respectiva de desestimación de la acumula-
ción quedó consentida por las partes, tratándose de una cuestión precíuida que no puede
ser reintroducida por vía de agravio.
Y, también hay que precisar que una sentencia que constituye una ley para las partes,
no les es desconocida a los recurrentes - que son precisamente partes en el otra pleito-,
con lo cual tas remisiones que se hicieron en el decisorio no resultaron en modo alguno irn-
procedentes.
Por último, media también queja respecto de la imposición de las costas impuestas de
conformidad al principio del art. 68, Código Procesal. Tal decisión se encuentra fundada
adecuadamente y el argumento recursivo de sostener la modificación de aquel criterio por
resultar ¡mprofcedente la demanda, resulta desvirtuado por las consideraciones formuladas
en este voto.
Comparto los fundamentos vertidos por el juez preopinante, por lo que adhiero a la so
lución por él propiciada. Voto, en consecuencia, en igual sentido.
Por análogas razones, el juez de Cámara, Dr. Ramírez, adhiere a los votos anteriores,
Con lo que termina este acuerdo, que firman ios jueces de Cámara.
Por los fundamentos del acuerdo precedente, se resuelve: rechazar el recurso de ios de
mandados y confirmar por los fundamentos de la ponencia, la sentencia de fs. 257/262,
con costas de la segunda instancia a los apelantes vencidos (art. 68, Código Procesal).-
Martín Arecha - Rodolfo A. Ramírez.- Helios A. Guerrero. Ante mí: Gerardo D, Santicchia.
Es copia del original que corre a fs. 291/294 de los autos que se mencionan en el prece
dente acuerdo.
R e v ista d e D e re c h o C o m e rc ia l v d e la s O b lig a c io n e s N ° 7 1 5
846 JU R IS P R U D E N C IA A N O TA D A
por E f r a ín H . R ic h a r d '
I. I n t r o d u c c i ó n
Tres fallos, uno con voto dividido, que transitan la delgada línea roja caracterizando
relaciones jurídicas como societarias o no, se utilizarán para recrear este com entario.
Uno, donde discrepan entre si los cam aristas sobre si existe o no sociedad de he
cho, posición negativa que prevalece bajo la idea de que los supuestos socios deben
actuar ostensiblem ente a nombre colectivo. El otro voto, en posición minoritaria, sos
tiene que existe sociedad de hecho por esa actuación, aunque los otros socios estén
ocultos.
Otro fallo reputa como aporte a una sociedad de responsabilidad limitada una con
tribución asi calificada que no integra el capital, ni fue aceptada por los otros socios,
ni existió reunión de socios sobre ello, calificándola com o situación de socio oculto, sin
entrar a analizar si existe una sociedad de hecha o una sociedad atípica.
LexliNexis
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Y un tercer fallo, entre las m ism as partes del fallo anterior, que refiere una situación
de sociedad accidental entre la mism a persona física actora con otra persona física y
la mism a sociedad de responsabilidad limitada.
La compatibilidad, coherencia, congruencia de los criterios, y de las situaciones en
los dos últim os fallos puede llevar a consideraciones apasionantes, que sin duda no
formalizaremos, sin perjuicio de algunas reflexiones menores y la visión que resultaría
si el Proyecto de Reformas a la Ley de Sociedades Com erciales del año 2 0 0 5 estuviere
sancionada.
II. L a c u e s t i ó n d o g m á t i c a
¿E s económ icam ente útil regular la sociedad de hecho o la no regularmente co n s
tituida como persona jurídica? Creem os que la respuesta es negativa. Seguim os así al
derecho francés, que al no mezclar responsabilidad con sujeto de derecho, y menos
aún con personalidad, las trata com o los negocios en participación, no sujetos de de
recho, sin perjuicio de aceptar la concursalidad de los socios unifícadamente, por las
relaciones de responsabilidad o externas que pudieran generarse, como io permite
nuestra ley 2 4 .5 2 2 para los integrantes de un agolpam iento.
Regular esas sociedades com o sujeto de derecho — personas jurídicas en nuestro
sistem a— genera un grado de inseguridad jurídica, derivado de que la personalidad no
resulta indubitable, sino de una apreciación judicial, que puede ser diferente. Quienes
intenten hacer un negocio asociativo o participativo — no personificado— corren el
riesgo de ser así considerados, imponiendo efectos externos e internos no queridos,
limitando la autonomía de la voluntad, im poniéndolos com o sujetos tributarios y obli
gando a su oportuna disolución y liquidación com o centro imputativo.
Esa falta de personalidad no em pece a la responsabilidad de los contratantes, con
forme á su actitud o comportamiento en cada relación jurídica con terceros.
O sea que únicamente desde qn punto de vista exclusivamente dogmático aparece
como "necesaria” la construcción de un régimen residual de sociedades no típicas o
exteriorizadas conforme a lo que impone form alm ente la ley para considerarlas indu
bitablemente personas jurídicas. Desde el punto de vista del análisis económico del
derecho no se trasunta ninguna eficiencia para reconocerles personalidad jurídica, res
guardado cualquier efecto disvalioso a través del sistem a de ta responsabilidad por el
acto propio dañoso de los contratantes.
Ei sistem a actual, como el propuesto en la reforma, en la práctica desalienta los
Joint venture y las creaciones de la autonomía de la voluntad en el campo de las re
laciones de organización.
No es tarea menor distinguir sociedad de otros contratos que “e s a veces ambigua,
por ejemplo cuando en la locación de servicios el locador tiene derecho, adem ás de
la retribución fija, a una participación en las utilidades. No obstante, el criterio para d i
ferenciar a un contrato de otro radica en la presencia o ausencia de affectio soc.ie taris,
la cual supone la igualdad de partes, de modo que la situación de dependencia del ha
bilitado o locador de servicio excluye la posibilidad de existencia de sociedad (...) Existe
locación de servicios y ho sociedad si hay una relación de dependencia que importa
sustituir por completo la voluntad del subordinado, aunque esté remunerado con un
porcentaje de las utilidades y celebre contratos por cuenta de! principal, teniendo a su
cargo tareas materiales de vigilancia y ejecución del negocio (...) La circunstancia de
R e v ista d e ü e its c h u U o m e iu ia l v iJe la b O U I iíV iC K H ie b N ,; 2 1 ^