Granara, Juan C. v. Rodriguez Álvarez, Emilio E. y Otro Sordinario) Con Nota de Efraín H. Richard

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 7

2005-B

AÑO 38

DERECHO
COMERCIAL
y de las O bligaciones

Revista de Doctrina, Jurisprudencia,


Legislación y Práctica
832 d o s s ie r

Lamm. Cnrolyn, "Ju risd iclio n o f ihe International Centre ío r Settlem enl o f Investment Dispu­
tes", ÍCSIO Review. vol. 6, nro. 2, Fall 1991.
Reglas Procesales A plicables a la Iniciación de los Procedim ientos de C onciliación y Arbitraje,
■disponible en vvnnv worldbank.org/icsid/basicdoc-siHi/basic-spa.kun.
R eglas Procesales A p licables a los Procedim ientos de A rbitraje, disponible en n rm .iiw / d .
bank.org/icsid/basicdoc-spa/basic-spaJum.

l.e x is N tw t* ^
/* ¿ ^

JURISPRUDENCIA ANOTADA

CÁMARA NACIONAL DE APELACIONES EN LO


COMERCIAL
(sala E, 30/6/2003 - G ra n a ra , Ju a n C . v. R od rígu ez Álvarez, Em ilio
E. y o tro s/ordinario)

con n o ta d e EFR A ÍN H . R IC H A R D

R E N D IC IÓ N D E C U E N T A S
D eterm in ación de la obligación de rendirlas - Inversión en un negocio
Si se c o n v in o q u e c o n c lu id o el n e g o c io lo p rim e ro q u e d e b ía h a c e rs e e ra res­
titu ir al a c t o r la su m a q u e in v ir tió , si b ie n n o se tr a t ó d e u n a s o c ie d a d , c o n s ­
titu y ó una m o d a lid a d v á lid a ( a i t . 1 1 9 7 , C C iv .) q u e g e n e r ó la o b lig a c ió n d e
re n d ir c u e n ta s .

C. NAC. COM., sala E, 30/6/2003 - Granara, Juan C. v. Rodríguez Álvarez, Emilio E.


y otro s/ordinario

Buenos Aires, junio 3 0 de 2003.


Estudiados los autos, la Cámara plantea la siguiente cuestión a resolver:
¿Es arregada a derecho la sentencia apelada de fs. 257/262?
El Dr. Arecha dijo:
1. Juan Carlos Granara demandó a Emilio Enrique Rodríguez Álvarez y a Colyder SRL por
rendición de cuenta de u$s 30.012, suma entregada para la adquisición de "resina de co­
lofonia", su comercialización, para luego restituir la suma al accionante y distribuir las uti­
lidades, pactándose una duración de noventa días. Sostuvo que reclamó sin éxito la ren­
dición de cuentas, motivo por el cual la intimó por carta documento del 26/4/2000, que
le fue rechazada.
Los demandados admitieron la autenticidad del convenio y la carta documento, negan­
do las restantes afirmaciones y también la pretendida rendición de cuentas, dando cuenta
de que la vinculación con el actor se concretó en diversas operaciones, afirmando que Gra­
nara se convirtió en socio, quedando su aporte sujeto a la suerte del negocio y evolución
de la sociedad; pero al percatarse de que no se desarrollaban conforme a las expectativas
originales, pretendió recuperar su aporte. También se afirma la improcedencia de la ren ­
dición entre socios y la sociedad, y destaca que el actor conoció todos los movimientos al
punto que formuló una cuenta. Refieren que por exigencias de Granara y la necesidad que
tenía de concluir ciertos balances que confeccionaba una persona allegada a él, le entre­
garon cheques por $ 20.098. En conclusión, piden el rechazo de ia demanda.
R e v is ta ríe D e re c h o C o m e rc ia ) v d e la s O b lig a c io n e s N ° 2 1 ? ,
834 JU R IS P R U D E N C IA A N O TA D A

2. La sentencia, de fs. 257/262, condenó a rendir las cuentas pedidas, imponiendo a


1 los demandados el pago de las costas. Los fundamentos de tal decisión fueron: a) el con­
tenido del documento del l°/9/1997, del que surge la causa de la entrega de aquel importe
■ (u$s 30.012), para aplicar a un negocio determinado cuya mecánica explica; y ó) atiende
í a las cuestiones decididas en la otra causa seguida entre ias partes (expte. 56.652/00),
; finalizando en que de lo allí considerado resultaba procedente la rendición de cuentas.

3. Los demandados apelaron, fundaron su recurso en fs. 2 76/279, recibiendo respues-


i ta en fs. 282/284.

4. Cabe señalar que las partes fueron convocadas -en esta segunda instancia- a una
í audiencia fijada a efectos del art. 36, incs. 2° y 4°, Código Procesal, no logrando arribar
i a una solución conciliatoria.

: 5. De tal modo, corresponde ingresar al recurso y en tal orden analizar las quejas que
> consisten en que Granara era socio de la sociedad, con lo que la rendición resultaba ¡m-
| procedente, además el pedido resultaba “extemporáneo" y “abstracto" por conocer el ac-
r donante el resultado de la inversión. Se cuestiona que la sentencia se fundara en consi-
í deraciones de otra causa no acumulada.

6. El principal aspecto es el relativo a la calidad de socio de Granara. En tal orden, debe


í indicarse que el objeto de la rendición pedida en este proceso es una parte de los diversos
j aspectos y facetas de la relación mantenida entre ese actor, Rodríguez Álvarez y Colyder
SRL. Lo aquí pretendido se funda en el acuerdo del l°/9/1997 reconocido, y del que surge
' que Granara entregó a Rodríguez Álvarez la suma indicada para aplicar a la adquisición de
■ “resina de colofonia", quedando autorizado para que las operaciones -d e compra y comer-
) cialización- se efectuaran con intervención o por intermedio de la sociedad, y del resultado
j se dijo que en primer término debía reintegrarse la suma entregada, luego se debían de-
j ducir los gastos y el margen restante se dividiría en dos partes iguales entre Granara y Ro-
; dríguez Álvarez. Se fijó un plazo de noventa días para la operación.
En la otra causa, decidida en la misma fecha, se ha resuelto en el sentido de que los importes
: recibidos por los demandados -según recibido del 15/10/1997- se atribuyen a los siguientes
■ conceptos: $ 15.000 como aporte de Granara a la sociedad, constituyéndose en socio oculto,
; y $ 5.000 como saldo de préstamo personal adeudado por Rodríguez Álvarez.
De manera que el negocio materia de este otro pleito es distinto, en tanto tuvo otro ob-
i jeto que es el referido en el documento del l°/9/1997.
i Según los recurrentes, la suma entregada fue destinada a un negocio en el que Granara
| participó como socio -tam bién en este ca so - y ello no es jurídicamente exacto, pues si
; como fue dicho se acordó que de la suma invertida en la adquisición y comercialización de
■ esa resina, lo primero que debía hacerse era restituir a Granara lo invertido, ello contrasta
f con la caracterización del negocio societario en el que el aporte se presume en propiedad
i de la sociedad (art. 45, ley 19.550) y que esa modalidad de recuperar la suma entregada
| resulta contraria a lo previsto en el art. 1653, inc. 3o, CCiv., y art. 13, LS. No obstante esas
í consideraciones, el acuerdo como tal tiene validez como negocio libremente acordado en-
| tre las partes, pues si bien no es sociedad, constituye una modalidad acordada entre los
j sujetos que lo suscribieron, y como no contiene ilicitud, es plenamente válido entre tas par-
| tes conforme al art. 1197, CCiv.
R EN D ICIÓ N DE C U E N TA S 835

No hubo, pues, sociedad configurada con el negocio pactado el 179/1997 entre actor
y d em a n d a d o s.

7. Resulta, entonces, que aquella configuración negocial de la que surgen las obligacio­
nes asumidas por los intervinientes encuadra en los arts. 6 8 y 70, CCom., del que deriva
la obligación de quien recibe una encomienda de rendir cuentas.
Queda también descartado por infundado el argumento relativo a ia improcedencia de
la rendición por tratarse de una sociedad con régimen propio y especifico.
Tam poco puede relevarse de aquella obligación derivada de las citadas normas
(arts. 6 8 y 70, CCom.) con base en considerar que Granara conociera el resultado del
negocio pactado o hasta que personas allegadas a él hubieran intervenido en la eia
boración de los estados contables de Colyder SRL, ya que es él el legitimado para exigir
la rendición del demandado a quien le entregó la suma referida. A ello se agrega que
el argumento de ser el contador pariente o allegado de Granara no se ha demostrado
en el pleito.
Respecto de la queja por la no acumulación de las causas tramitadas entre las mismas
partes, y la integración del fallo con la copia de la decisión recaída en el otro expediente
(56.652/00), cabe señalar que la resolución respectiva de desestimación de la acumula-
ción quedó consentida por las partes, tratándose de una cuestión precíuida que no puede
ser reintroducida por vía de agravio.
Y, también hay que precisar que una sentencia que constituye una ley para las partes,
no les es desconocida a los recurrentes - que son precisamente partes en el otra pleito-,
con lo cual tas remisiones que se hicieron en el decisorio no resultaron en modo alguno irn-
procedentes.
Por último, media también queja respecto de la imposición de las costas impuestas de
conformidad al principio del art. 68, Código Procesal. Tal decisión se encuentra fundada
adecuadamente y el argumento recursivo de sostener la modificación de aquel criterio por
resultar ¡mprofcedente la demanda, resulta desvirtuado por las consideraciones formuladas
en este voto.

8. En consecuencia, y por todo lo considerado, propongo la confirmación de ia sentencia


de fs. 257/262, con costas de esta segunda instancia a cargo de los recurrentes vencidos
(art. 68, Código Procesal).

El Dr. Guerrero dijo:

Comparto los fundamentos vertidos por el juez preopinante, por lo que adhiero a la so­
lución por él propiciada. Voto, en consecuencia, en igual sentido.
Por análogas razones, el juez de Cámara, Dr. Ramírez, adhiere a los votos anteriores,
Con lo que termina este acuerdo, que firman ios jueces de Cámara.
Por los fundamentos del acuerdo precedente, se resuelve: rechazar el recurso de ios de­
mandados y confirmar por los fundamentos de la ponencia, la sentencia de fs. 257/262,
con costas de la segunda instancia a los apelantes vencidos (art. 68, Código Procesal).-
Martín Arecha - Rodolfo A. Ramírez.- Helios A. Guerrero. Ante mí: Gerardo D, Santicchia.
Es copia del original que corre a fs. 291/294 de los autos que se mencionan en el prece­
dente acuerdo.

R e v ista d e D e re c h o C o m e rc ia l v d e la s O b lig a c io n e s N ° 7 1 5
846 JU R IS P R U D E N C IA A N O TA D A

En consecuencia, propicio que se revoque la sentencia recurrida y se condene a los


demandados solidariamente al pago de las sumas reclamadas, con costas en ambas
instancias.
Considero innecesario entrar al conocimiento del planteo de la moneda de pago en este
estad*, por cuanto se ha publicado, con posterioridad a la concesión de los recursos, la
ley 25.820, de efecto retroactivo, cuya aplicación deberá ser materia del correspondiente
contradictorio, difiriéndose a tal oportunidad la determinación de la moneda. Asi voto.
Por los fundamentos del acuerdo precedente: 1) se desestiman los recursos de apela­
ción examinados y se confirma, por ende, el rechazo de las demandas acumuladas (exptes.
75.473/95, 83.316/95 y 15.441/96), y 2) se distribuye en el orden causado el pago de
las costas de alzada
Encomiéndase al actuario la agregación de copias certificadas de la presente en cada
uno de los expedientes acumulados en los que se dedujo apelación.- Helios A. Guerrero
(en disidencia),- Rodolfo A. Ramírez.- Martín Arecha.

SOCIEDAD DE HECHO O ACCIDENTAL. EN


TORNO AL CONCEPTO DE SOCIEDAD EN
RELACIÓN A TRES FALLOS

por E f r a ín H . R ic h a r d '

En comentario a tres fallos se discurre sobre el riesgo de joint venture (negocios en


participación) en nuestro país y la concepción dogmática de un sistem a societario y de
contratos de colaboración empresaria.

I. I n t r o d u c c i ó n
Tres fallos, uno con voto dividido, que transitan la delgada línea roja caracterizando
relaciones jurídicas como societarias o no, se utilizarán para recrear este com entario.
Uno, donde discrepan entre si los cam aristas sobre si existe o no sociedad de he­
cho, posición negativa que prevalece bajo la idea de que los supuestos socios deben
actuar ostensiblem ente a nombre colectivo. El otro voto, en posición minoritaria, sos­
tiene que existe sociedad de hecho por esa actuación, aunque los otros socios estén
ocultos.
Otro fallo reputa como aporte a una sociedad de responsabilidad limitada una con­
tribución asi calificada que no integra el capital, ni fue aceptada por los otros socios,
ni existió reunión de socios sobre ello, calificándola com o situación de socio oculto, sin
entrar a analizar si existe una sociedad de hecha o una sociedad atípica.

' Agradeceremos comentarios a [email protected]. Otros trabajos pueden verse en


la página electrónica de la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba
mvw. acatJer. unc.edu.ar.

LexliNexis
,1 * v

SOCIEDAD DE HECHO O ACCIDENTAL. EN TORNO AL CONCEPTO... 847

Y un tercer fallo, entre las m ism as partes del fallo anterior, que refiere una situación
de sociedad accidental entre la mism a persona física actora con otra persona física y
la mism a sociedad de responsabilidad limitada.
La compatibilidad, coherencia, congruencia de los criterios, y de las situaciones en
los dos últim os fallos puede llevar a consideraciones apasionantes, que sin duda no
formalizaremos, sin perjuicio de algunas reflexiones menores y la visión que resultaría
si el Proyecto de Reformas a la Ley de Sociedades Com erciales del año 2 0 0 5 estuviere
sancionada.

II. L a c u e s t i ó n d o g m á t i c a
¿E s económ icam ente útil regular la sociedad de hecho o la no regularmente co n s­
tituida como persona jurídica? Creem os que la respuesta es negativa. Seguim os así al
derecho francés, que al no mezclar responsabilidad con sujeto de derecho, y menos
aún con personalidad, las trata com o los negocios en participación, no sujetos de de­
recho, sin perjuicio de aceptar la concursalidad de los socios unifícadamente, por las
relaciones de responsabilidad o externas que pudieran generarse, como io permite
nuestra ley 2 4 .5 2 2 para los integrantes de un agolpam iento.
Regular esas sociedades com o sujeto de derecho — personas jurídicas en nuestro
sistem a— genera un grado de inseguridad jurídica, derivado de que la personalidad no
resulta indubitable, sino de una apreciación judicial, que puede ser diferente. Quienes
intenten hacer un negocio asociativo o participativo — no personificado— corren el
riesgo de ser así considerados, imponiendo efectos externos e internos no queridos,
limitando la autonomía de la voluntad, im poniéndolos com o sujetos tributarios y obli­
gando a su oportuna disolución y liquidación com o centro imputativo.
Esa falta de personalidad no em pece a la responsabilidad de los contratantes, con­
forme á su actitud o comportamiento en cada relación jurídica con terceros.
O sea que únicamente desde qn punto de vista exclusivamente dogmático aparece
como "necesaria” la construcción de un régimen residual de sociedades no típicas o
exteriorizadas conforme a lo que impone form alm ente la ley para considerarlas indu­
bitablemente personas jurídicas. Desde el punto de vista del análisis económico del
derecho no se trasunta ninguna eficiencia para reconocerles personalidad jurídica, res­
guardado cualquier efecto disvalioso a través del sistem a de ta responsabilidad por el
acto propio dañoso de los contratantes.
Ei sistem a actual, como el propuesto en la reforma, en la práctica desalienta los
Joint venture y las creaciones de la autonomía de la voluntad en el campo de las re­
laciones de organización.
No es tarea menor distinguir sociedad de otros contratos que “e s a veces ambigua,
por ejemplo cuando en la locación de servicios el locador tiene derecho, adem ás de
la retribución fija, a una participación en las utilidades. No obstante, el criterio para d i­
ferenciar a un contrato de otro radica en la presencia o ausencia de affectio soc.ie taris,
la cual supone la igualdad de partes, de modo que la situación de dependencia del ha­
bilitado o locador de servicio excluye la posibilidad de existencia de sociedad (...) Existe
locación de servicios y ho sociedad si hay una relación de dependencia que importa
sustituir por completo la voluntad del subordinado, aunque esté remunerado con un
porcentaje de las utilidades y celebre contratos por cuenta de! principal, teniendo a su
cargo tareas materiales de vigilancia y ejecución del negocio (...) La circunstancia de
R e v ista d e ü e its c h u U o m e iu ia l v iJe la b O U I iíV iC K H ie b N ,; 2 1 ^

También podría gustarte