16 La Victoria de La Poesía-2

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Selección poética del

IX Encuentro de Poetas La Victoria


2022
La Victoria de la poesía
Fondo editorial #NosUneLaPoesía

© Williams A. Hernández y Maria Teresa Torres “Mariaté Araure” (compiladores)

© A. C. Madriguera
http://www.edicionesmadriguera.com.ve
Mérida – Venezuela

Coordinación editorial
Williams A. Hernández

Lectora-editora
Mariangel Outten

Prensa y comunicación
Joffri Campins y Argenis Díaz

Diseño y diagramación
Ennio Tucci

Fotografías
Joffri Campins y Laura Parra

HECHO EL DEPÓSITO DE LEY


Depósito legal ME2022000082
ISBN 978-980-433-082-7
La Victoria de la poesía
Se le cció n poé tica de l
IX Encue n tro de Poe ta s La Vict oria
2022
PREÁMBULO

Los poetas le hablan a la poesía, como arma que vence, que


sana, que alivia, arma entrañable con la palabra, el juego
del lenguaje, la seducción, la vida misma. El poeta se escri-
be, transforma su ser, reflexiona para mejorar, ama aman-
do, con su cuerpo, sus cantos, sus nostalgias.
Esta selección poética tiene la magia de los que se unen
para el gozo de las sensaciones, tiene el privilegio de con-
tar con la pluma de poetas que han hecho de la poesía
su amante, esposa y amiga. Tiene un himno que nos re-
presenta y será voz activa y solidaria para todos nuestros
encuentros.
El espíritu de los poetas en Victoria, asumen el color, la
textura, el olor en la palabra. El poema en sensaciones de
todos los sentidos y en todos los sentidos.

Retumba en el horizonte por tu palabra, La Victoria de la Poesía.


El cielo se viste de arcoíris y un ramo de flores engalana este día.

En palabras del poeta Williams Alberto Hernández,


le hemos dado libertad a la poesía en cautiverio, la hemos
puesto a danzar en cuerpo, espíritu y cerebro, y tal como
expresó nuestra poeta Doralice Gutiérrez, contextualizan-
do este gran momento:
“La Victoria de la Poesía, es el triunfo de los goles que
hacemos a la noche sombría, para ir al mundial de la infini-
ta luz que permanece como la eternidad con poetas de luz
vestidos de alegría. Todos los poetas hoy son luces, danzan
entre las sombras, cantan con la música del silencio en lo

7
más profundo de la existencia...y con el eco de su sonido,
despertó lo espiritual que se hizo palabra, para tocar las
emociones”.

La Victoria de la Poesía
liberó el sentimiento
que voló al infinito
Encontró la palabra
vestida de luz...
Mostró la desnudez de la existencia
para el reencuentro sin miedo
como ave libre que se posa
en el árbol
y canta su victoria.

Sigamos cantando a la libertad, ella es poesía, nuestra


victoria.
La emoción de la victoria removió el espíritu del poeta
Francisco Valdez, cuando expresó:

“…las palabras se nos atoran en la garganta y ustedes las esparcen


al aire, desgarrando el alma. Queremos gritar al viento y la fría
lengua no deja al sentimiento aflorar. Ustedes escriben lo que
sentimos, sin saber que sus páginas quedan impregnadas de
sangre caliente.
Gracias poetas, porque su obra queda al servicio de nosotros y
usamos sus poemas adueñándonos de su tinta.
Gracias poetas, por la muerte, la vida, la pasión y el amor, los
versos en la poesía.
Gracias poetas, porque al leerlos arrancamos las horas y la noche
de los tiempos, no nos aplasta, nos espera para dormir y soñar”.

8
Para ser libres en el sueño y en la construcción per-
manente de la creación, nos hemos re-unido y tus ojos y
mirada de lector, observan y sienten lo que cada persona
transmite, con sus poemas.
La Victoria de la Poesía dibuja ríos, montañas y hori-
zontes en el IX Encuentro latinoamericano de poetas “La
Victoria”.

Mariaté Araure
(María Teresa Torres Rojas)

9
José Antonio Corpas

LA VICTORIA DE LOS POETAS

Canto al Encuentro latinoamericano de poetas “La Victoria”

Vieja la tinta y el verso


Viejo el sentir y el pensar
Universo que clama en el pecho
Corazones que abrazan al mar

Ojos que son pensamientos


Sentimientos, cual frágil cristal
Por las viejas arrugas del tiempo
Los poetas rompen a soñar

Versando las palabras


Del mundo y sus historias
Metáforas del alma
Palabras para amar

Poetas de la Victoria
Gozo del pasado y la gloria
Presente que extiende sus pasos
Y sus voces al poetar

Poetas de la Victoria
La orquídea su flor nacional
Venezuela la dama más bella
sus versos se visten de valls
En este valls de palabras con vida
En este valls de abrazo fraternal

11
Cuando el silencio refugia vivencias
Y las vivencias se quieren contar
Cuando el presagio grita que lo escriban
En el papel se pueden tatuar

Cuando el latido respira en las manos


Cuando en las manos juegan a soñar
Cuando los verbos buscan sus pronombres
Son los poetas quienes los hacen vibrar

En un río de sentimientos
En un mar de soledad
Que desembocan buscando
La paz, la libertad

Poetas de La Victoria
Gozo del pasado y la gloria
Presente que extiende sus pasos
sus voces al poetar

Poetas de La Victoria
La orquídea su flor nacional
Venezuela la dama más bella
sus versos se visten de vals
En este vals de palabras con vida
En este vals de abrazo fraternal
(BIS)

La Victoria de los Poetas…

12
ME NOMBRO EN LA PALABRA
ME NOMBRO EN LA PALABRA

1 Gabriel Jiménez Emán, Venezuela, Escrito sin fondo


2 Leyda Colombo, Venezuela, Un poema
3 Mohamed Abi Hasan, Venezuela, Poematicidio
4 Ninfa Monasterios Guevara, Venezuela, El cosmos de María
Calcaño en mis versos
5 Monica Laneri, Paraguay, Afasia de Wernicke
6 Adolfo Salazar, Venezuela, El día que yo me muera
7 Juan Ramos Cardozo, Venezuela, Ven musa
8 Raquel Santeliz, Venezuela, Me quitas lo detenida
9 Lira Cabrales, Venezuela, Me aferro
10 Lira Cabrales, Venezuela, Puerta del cielo
11 Miguel Mora Alviárez, Venezuela, La sombra de la libélula
12 Omaira Vásquez, Venezuela, La victoria de la poesía
13 Nesfran González, Venezuela, Los versos se acomodan
Gabriel Jiménez Emán

Escrito sin fondo

me puse a escribir y no tenía nada qué decir ni ideas ni


sentimientos ni presentimientos ni siquiera un lenguaje una
mísera palabra para remendar la realidad no tenía una letra
afuera ni adentro una gramática sin horma una sintaxis sorda un
vocabulario recogido de los basureros no tenía ni siquiera una
mosca en el sueño

el lápiz tenía la punta afilada el pobre apenas trazaba líneas


sinuosas semejantes a curvas mortales de carretera no tenía
tan siquiera un perdonador de tachaduras un machacador de
vocablos una gota de tinta para mis signos pétreos

15
Leyda Colombo, Venezuela

Un poema

Un Poema es…

Una declaración sin aparente destinatario.

Un cheque al portador que sabiamente


puede usar aquél corto de palabras.

La excusa perfecta para vaciar el cajón


que guarda tu sentir.

Un cuadro terminado
para aquel cuyo pincel es su pluma.

Un mapa del tesoro


que puede llevarnos al corazón del otro.

El arco
que permite lanzar la flecha
a la diana seleccionada.

Un poema es
la oportunidad…
…de llegar a ti.

16
Mohamed Abi Hasan, Venezuela

Poematicidio

Al Chino Valera Mora

Los poetas se exilian del mundo


verso a verso
Algunos se disparan
un ron puro
Otros se cuelgan
de un poema

Los psicopoemáticos nos refugiamos


en los bares
los cafés
y las librerías
del Sur
y pasamos los días y las noches
en busca del poema
perdido

17
Ninfa Monasterios Guevara, Venezuela

El Cosmos de María Calcaño en mis


versos

Una gran desnudez:


mi cuerpo
y la noche…
enredados en la brisa
huérfanos de luz
ahítos de sombras

¡Pero sueño en el alba!


Caminante luz que me apasiona

Alba:
abertura de sangre
y de alas
Conjuro contra la muerte
y los miedos

Y el pájaro
dueño del bosque
con un trino…
hace vibrar cada hoja
cada fibra de mi cuerpo cansado
llenándolo de flores y poesías

18
¡La vida
es este montón de tierra fértil!
Sobre la cual transitan mis pasos
Germinando en toscos jardines
Que alimentan las bocas hambrientas

El hombre
y yo
somos la quimera
somos la utopía

somos el enigma

Dios
en su grave verdad
Se hace tierra, luna, piedra, río

Y sobre nosotros
como una maldición
esta sombra monstruosa…
que nos circunda
como un lazo estelar que nos ahoga
entre cenizas de barro
y lenguaradas de fuego.

19
Mónica Laneri, Paraguay

Afasia de Wernicke

Ella pregunta
cuánto más va a durar
esta cárcel de palabras
-Poco- respondo
y no sé
si estoy mintiendo-

Su pregunta- un cuchillo
apuñalando el corazón-
Vamos a destrabar
la lengua -le digo-
Vamos a repetir
trabalenguas y poemas
-insisto-

Lo hacemos
una vez y otra
A cada traba-lengua
-un milagro
uno pequeñito-
el tiempo
-milagro de gentes comunes-

20
Una nueva palabra
brotará de su boca
con la seguridad
-de Jesús en una boda-
Escribirá mensajes
en el celular
con la rebeldía de Moisés
ante el Mar Rojo

Grabará notas de voz


con la temeridad de un David
frente a Goliat
La mente y sus caprichos
-santa defunción-
bautismo de neuronas
-No sé-
Tal vez repetimos
trabalenguas y poemas
con tanta fe
que se volvieron mantras
y algún dios poético
-compasivo- afásico-
nos escucha
-nos escucha y ampara-

21
Adolfo Salazar, Venezuela

El día que yo me muera

El día que yo me muera,


llorarán las rosas,
cantará una canción
de duelo el ruiseñor,

los pericos gritarán;


¡ya se fue!

Las ardillas dejarán


de temblar.
Un perro aullará de dolor
y alguien me rezará
una oración
que termine diciendo:

¡adiós poeta, adiós!

22
Juan Ramos Cardozo, Venezuela

Ven musa

Ven musa
a despejar las nubes
de mi cielo.

Muéstrame tu pecho
donde volar
por un momento.

Ven musa
a despertar mis besos.

Muéstrame tus manos


para aliviar mi sien.

Ven musa
de la tarde lenta
a despertar mis sueños.

Muestra dónde
nacen tus olvidos.

Ven musa
de la noche
a contemplar mis lunas.

23
Muéstrame
dónde te iluminas.

Ven musa
a recitarme en los oídos
los versos de tu alma
mientras te amo.

Muéstrame todos
tus universos.

24
Raquel Santeliz, Venezuela

Me quitas lo detenida

sé que sabes mirar


con los ojos cerrados

entro contigo
descalza a darte
rojos fucsias

caigo divina
a descubrirte
advertida soy tu gaza
y giramos

el techo abre su muro

la tierra conmovida es amplia:


bebemos de la palabra
tenemos mojados los colores
y las melodías que no se detienen

25
Lira Cabrales, Venezuela

Me aferro

Afuera no deja de llover


los abismos del cielo
se desbordan como cataratas.

Todo se inunda,
todo oscurece
en la tormenta
nada florece.

Las ráfagas debaten


su poderío y
los pensamientos
conspiran su albedrío.

Afuera solo hace frío,


las espadas golpean
y las flores resisten.

Hojas caen abatidas y


vientos arrecian con
violencia.

Aferro mis raíces a la roca


para que los vientos
no arranquen mis sueños.

26
Lira Cabrales, Venezuela

Puerta del cielo

El lugar donde vivo es extraño:

Su techo
es como un vientre
protegiendo su embrión.

Hay una puerta que


muestra todos los caminos
del mundo.

Los huéspedes visten armaduras


celestiales.

La mesa siempre está servida


con puestos incontables.

Y una voz es el centro de todo.

No cabe duda
mi hogar es una puerta del cielo.

27
Miguel Mora Alviárez, Venezuela

La sombra de la libélula

La libélula, agotada de batir millones de veces sus alitas


se posó sobre una hoja de verde esperanza.

El sol diagonal bañó su cuerpo de luz y la hoja de sombra.

Esa pequeña sombra dibujó el cuerpo agotado de la libélula.

Ella descansó sobre sus patas de avioneta un rato más.

La sombra seguía allí, compañera extraña de ella.

Le tenía miedo a esa sombra que iba creciendo


mientras el sol se agachaba para morir de tarde.

Luego la sombra se escondió junto al sol de los venados.

La libélula alzó el vuelo liberada


de su propia sombra que la acechaba.

Antes de volar no estaba sola,


además de la sombra
estaba el silencio.

La libélula se fue directo al río a sorber agua fresca.

28
¡Uff qué susto!

No es el primer ser
que le teme a su sombra.

...Y el silencio de la libélula


disfrutó con otros silencios
la puesta del sol.

29
Omaira Vásquez, Venezuela

La victoria de la poesía

Está allí escondida


las emociones tocan y se asoma.

Ve lo interior y lo exterior como alimento de la palabra,


para expresar en letras y voces el sentir de la vida.

Entusiasma, invita a degustar el placer de salir


a jugar entre palabras que dibujan tu ser.

Entre emociones te paseas, describes el sentir alegre,


melancólica, triste, compasiva, enfadada, amorosa,
miedosa o simplemente confiada.

Está allí
espera la sorpresa para reír o llorar
en un camino breve o prolongado.

Se organiza,
danza de un lado a otro y plasma el sentir,
como el recorrido de la lágrima en el rostro.

Reaparece cada momento


para recordar la vida
y la oportunidad de
renacer.

30
Nesfran González, Venezuela

Antes de ser hombre, vocal, palabra,


lejanía,
el átomo tarareaba una canción de cuna
y el universo se quedaba dormido.

Rubén Darío Carrero

Los versos se acomodan

de forma ordenada y lineal


para ser leídos y auscultados.

La piel ansía un extraño contacto


con un calor que no es de este mundo,
tan lívido, corpóreo, orgánico.

¿Y el amanecer? Entra por la ventana


con el ruido de los motores que inundan las calles.

31
DEL SER Y POESÍA
DEL SER Y POESÍA

1 Anabelle Madden, Venezuela, Todos eran poetas, menos yo


2 Flor Finlay Ocaña, Colombia, Encuentros
3 Jesús Chávez, Venezuela, Otredad
4 Jesús Chávez, Venezuela, Recurrencia
5 Raquel Santeliz, Venezuela, Medida por resquicios
6 Mariana Núñez, Venezuela, Piedra sobre piedra
7 William Goitia, Venezuela, Hoy no quiero escribir
8 Ninfa Monasterios Guevara, Venezuela, Me urge saber de la
muerte
9 Mariaté Araure (María Teresa Torres), Venezuela, Andalucía
10 María Milagros Sabetta, Venezuela, A viva piel
11 Soledad Vásquez, Venezuela, Calco de luz, mi sombra
12 Joffri Campins, venezolana en Ecuador, Miedo
13 Leyda Colombo, Venezuela, Somos
14 Maid Corbic, Bosnia, El sol de la existencia de mí y el universo
15 Joel Linares Moreno, Venezuela, Aforismo del ser

34
Annabel Madden, Venezuela

Todos eran poetas menos yo

Me refugio entre esas criaturas extrañas


donde los amores sí existen
y duran para siempre
Extiendo mi esfera de cristal
logran ver mi desnudez.

Todos son poetas menos yo


Será que debo exprimir el sentimiento
estar en un punto distante
donde todo ruido es un eco lejano
usar mis ojos para verme a mí mismo.

Por un instante los pequeños versos


imprevistos y sorpresivos
saltan, ríen, lloran, aman
Beso su inocencia
sortilegio exaltando dudas
los escondo entre raíces y capullos.

Todos fueron poetas menos yo


Al pasar el tiempo
se convertirán en su savia
semillas de luz
volarán entre amaneceres y adioses
atrapando crepúsculos como agua clara
como brisa ligera
que recorre el mundo buscando su lugar

35
Todos celebran
Ellos, los poemas
sobreviven a la aventura

Se leen
Como barajas de gitana
conjuro de un destino
fecundan mentes
y así, cada uno
con su cielo a cuestas

¡Me pregunto si estaré soñando!


Fuimos poetas

36
Flor Finlay, Colombia

Encuentros

Con mis ansias despiertas como gotas


recorro los caminos de la vida,
al otro lado el sol con sonrisa de fuego,
me espera para cerrar las heridas
y tejer la libertad amenazada.

Porque encontrarse consigo mismo,


es descubrirse
es sentirse libre y cantar al viento,
es renunciar al pasado
para contemplar nuevos ocasos.

Porque encontrar la esencia


de nuestro yo interior y con el otro,
es saber que más allá de nuestro propio olor
está la luna que enamora,
las estrellas que hurgan con su mirada
la piel que se asoma
para dejar de torturar con el tiempo,
el silencio y las heridas que no sanan.

Encontrar la esencia en nuestro interior


es sentir que la vida nunca pasa
es decir sí a los reencuentros
abrazando las caricias y los besos.

37
Jesús Chávez, Venezuela

Otredad

Juego a ser el otro


No puedo ser honesto

Vivo lo que no puedo vivir


Desafío el éxtasis
que se me escapa

No hay intensidad
Todo es asquerosamente pasmoso

No sé dónde me encuentro
Creo que mi personalidad se ha fugado

Busco incesantemente lo que no puedo ser


mientras Balzac vigila mis pasos

38
Jesús Chávez, Venezuela

Recurrencia

Entre el capitel y el astrágalo vivo atado


pendiente vivo

Un prurito repentino
recurrente
y zigzagueante
que golpea y siempre reta

Puedo ahogar una sonrisa líquida


en las sombras del desespero

Ese brinco en el corazón que produce el temor...

Doy un paso...
Regreso...
Incertidumbre...

Solo sé que me aterra no ser yo mismo

39
Raquel Santeliz, Venezuela

Medida por resquicios

emerge en mí una voz


hasta ahora en reflexión
digamos ofrezco la posibilidad
de reinversión

En este enigma
edificaré versos
regresaré sin enmienda

El tránsito será mi casa


donde podré iluminar
mi identidad

No huiré,
dispondré, de lo que encuentre
caminaré por intersticios
me acostumbraré a más alturas.

40
Mariana Núñez, Venezuela

Piedra sobre piedra

Yo me apaciguo
Yo me canto
y también me retuerzo en lugares comunes

Quisiera desmembrar la pesada torre


que llevo a cuestas
Piedra sobre piedra
y arrancar firme
las lajas ya oxidadas
que han formado
un amasijo de carne y sangre

Hastío de esta vida


huérfana de luz
de amores entretejidos en los rincones
de besos robados a la luna…

Una gasa cubre mis ojos


Necesito hierba fresca
lluvia que lama mis heridas
amores que sustenten mi levedad corpórea
nutran el espíritu…

A ver si despierto
de esta muerte fingida.

41
William Goitía, Venezuela

Hoy no quiero escribir

en el borde de este sueño.

Quiero vivir,
ser agua, aire, tierra, fuego,
caribe, azulejo, lombriz, cocuyo,
celebrar la existencia.

Bañarme de soles y lunas,


en las mareas del instinto
aflorar mi nítido animal
liberado de gazapos telúricos.

Romper las ataduras


para cantar mi existencia,
como estallido de luz
habitar el instante.

Hoy quiero ser


la realidad de tu certeza.

42
Mariaté Araure, venezolana en Panamá

Andalucía

Antes de morir
fui lo que no he sido

Informé menos y escuché más


pregunté para no juzgar
No me molesté con los humanos imponentes
Continué de paso
y el camino me llevó donde iba y donde no iba

Bailé flamenco con gitanos


navegué por el río Guadalquivir
escuché poesía de Lorca en la alhambra
perdí mis lentes en Córdoba
y gané un baile de caballo

Hoy
seré lo que no he sido
joropearé y danzaré como venezolana
bailaré mi falda multicolor
y mi sombrero regresará del vuelo
a solventar la deuda por su ausencia

Me abrazará
y se irá conmigo
a la tierra.

43
Leyda Colombo, Venezuela

Somos

Somos seres hechos de amor,


de vivencias,
de recuerdos,
de fragancias,
de cicatrices.

Somos el resultado de fusiones,


de metamorfosis,
de evoluciones,
de accidentes
y quizás…
…hasta de caprichos.

44
Ninfa Monasterios Guevara, Venezuela

Me urge saber de la muerte

Me urge saber de la muerte.


Conocer de sus avisos y consecuencias
Le pregunto a la luna si ella brilla para los muertos
mientras camino, a pies descalzos,
sobre la tierra desnuda.

Mi sombra, regada sobre la arena,


me responde, como burlándose:
La muerte tuya, será mi victoria.
Cuando te vayas, solo quedaré yo.
Tu recuerdo será posible, solo a través de mí.

Soy quien avisará dónde te encuentras,


para que la parca llegue a mostrarte otros mundos.
Te enterarás de tu partida cuando el sol no te refleje,
cuando mi imagen ya no te siga a todas partes.

Serás como yo, incorpórea y sublime.


A veces, alargado retazo de tus poemas dormidos.
Otras, apenas un epígrafe sin destino conocido.
Siempre, un verso rebelde en busca de justicia.

45
En el recuerdo de tus seres queridos.
Vivirás cubierta de mieles y aromas milenarios,
mientras yo, libre de andar por donde quiera,
me alegraré de haberte acompañado
y de poder revivir cada tramo de tu camino.

Conmigo, las sombras de tus ancestras y protectoras,


recordarán su perenne presencia en tus días de poesía
en aquel polvo que abrazaba tus descalzos pies
para conectarte con la energía sagrada de la madre tierra.

Me urge saber de la muerte.


Pero, ni mi burlona sombra me responde.
Desde que salió el sol, no la he visto.
Quizás, abandonó el barco de mi existencia.

46
Joffri Campins, venezolana en Ecuador

Quién Soy

Soy yo
Un crepúsculo larense del mejor atardecer,
una pincelada de arrebol, de mis llanos cimarrón.

Soy el cálido Caribe que baña con dulzura


la blanca área de mis costas morenas.

Soy el dorado desierto que danza al ritmo del viento,


soy la fuerza del Caroní y el majestuoso Orinoco.

Soy tepuy imponente y poderoso,


Gran Sabana, reina de Guayana.

Soy nevado valles y montañas,


mujer de la tierra andina.

Soy el lago de Maracaibo y Valencia,


soy del Amazonas guerrera de la selva.

Citadina como dama antañona,


soy El Ávila vigilante y protector
de Caracas ensoñador.

Del oriente el galerón y sus playas de primor,


de Margarita la perla, de los Roques la reina.

47
Soy joropo, tamunangue y vals, salsa, quirpa y gaita,
soy nativa del Arauca,
soy hermana de las garzas y del sol.

Quisiera decirte quien soy…

48
María Milagros Sabetta, Venezuela

A viva piel

Desvestida de pudor, a viva piel,


me asomo a esta profundidad desconocida
de lo que soy.

En esta desnudez que me puebla,


saco mis miserias a la luz.

¡Véanlas!
Pestilentes bailan sobre mi dolor,
agudo como el llanto
de una noche final.

En este capítulo
de la historia
Nada hay que perder.

49
Soledad Vásquez, Venezuela

Calco de luz, mi sombra

Soy esta luz que se desgrana


sobre un borde de sombra

soy esta sombra que se lacera


al arrullo de la luz

soy esta danza quimérica


sobre la noche mía

calco de luz, mi sombra


piel de mi instinto.

50
Joffri Campins, venezolana en Ecuador

Miedo

Tengo miedo.

Miedo al mundo a mi alrededor


a que el mundo me trague

Miedo a convertirme en otra


a olvidar, a dejar de sentir

Miedo a descubrir
que la tecnología me ha robado el alma
y doctrinas consumistas me han robado el cerebro

Miedo a despertar un día


con dos cuencas vacías y una boca seca
que solo repita consignas absurdas
y dogmas impuestos

Miedo a aprender a escuchar tan bien


que me haga muda

Y al tiempo, tengo miedo de mí


con mi maldita humanidad corruptible
miedo a descubrir en el espejo
que puedo ser un cuenco vacío
y todos podríamos serlo
Miedo a llenarme
de mi propia obscena avaricia

51
Miedo a consumir tanto de mí misma
en mi escondite
que mi propio yo
se transforme en mi verdugo

Temo el día en que me quede


con un solo ojo
y solo vea la mitad de las cosas

Temo que esta noche


esta mismísima noche
descubra en el espejo
mi despojo inconexo
y vea en el reflejo

la burlona cara
de mi ignorancia

52
Maid Corbic, Bosnia

El sol de la existencia de mí y el universo

Mi mundo se ha convertido en una fortaleza


No veo a nadie más que a ti
Y mi vida es cada vez más como un melodrama
donde grito y recojo todo lo que quiero
sin tener con quien compartirlo

Solo, vuelvo con frecuencia


No veo nada más que oscuridad
Mi destino es el lado oscuro
Inicio, lucho con todos a tu alrededor

No escuchar a tu corazón
hoy me cuesta una fortuna
Quedarme solo, en todo, para siempre
Todavía trato de obtener un abrazo
Identificar a alguien que se convierta en mi amigo
Mis padres son mis amigos

Sé que el sentido de todo es una esperanza


Que el mundo sea hermoso para mí
No quiero ocultar la burla en mí
porque creo en mi propia felicidad
¡Y sé que soy tan bueno, como tú!

53
Joel Linares Moreno, Venezuela

Aforismo del Ser

El cuerpo está poblado del espacio entre los átomos, la multitud


de la nada. Es pues la existencia, la percepción de lo intangible

La palabra es la interrupción del silencio

Percibir la inexistencia de la nada y el silencio, crea la concepción


del ser

54
DE REFLEXIONES Y POESÍA
DE REFLEXIONES Y POESÍA

1 Mohamed Abi Hasan, Venezuela, Recital


2 Gabriel Jiménez Emán, Venezuela, Los duendes
3 José Antonio Corpas, España, El cante de la noche
4 Livia Vargas, Brasil, Fotografía
5 Flor Finlay Ocaña, Colombia, Plegaria
6 Miguel Ángel García Ágreda, Venezuela, Hubo un tiempo
7 Alicia Muñoz Verri, “Guainy”, Argentina, Juana de trenzas largas
8 Alicia Muñoz Verri, “Guainy”, Argentina, Silencio
9 Ennio Tucci, Venezuela, Con las llaves de mi puerta
10 Ennio Tucci, Venezuela, Un orden nuevo
11 Mariana Núñez, Venezuela, Epifanía
12 Maid Corbic, Bosnia, Enamorados hoy todos están a tierra
13 Elisa Grinfeld, Argentina, Oh, vida
14 Mónica Laneri, Paraguay, Turista en sala de urgencias
15 Raúl García Palma, Venezuela, Cuánto daría por ser un haikú
16 Raúl García Palma, Venezuela, Cercana abertura
17 Irma Godoy Torres, Venezuela, Orugas
18 Juan Ramos Cardozo, Venezuela, Viernes santo
19 Nesfran González, Venezuela, Ternura
20 Francisco González Valdez, México, Tus poemas no aparecen en
los libros de texto
21 Rafael Blanco Veroes, España, Los poetas no mueren

56
Mohamed Abi Hasan, Venezuela

Recital

Ella se esconde
tras las cortinas
el humo denso
la penumbra
no deja asomo
quiero escucharla
pero el ruido no deja
ellos nada tienen que decir
no la contienen
Ella se derrama
se escurre
se escapa
entre la multitud
Afuera la lluvia amenaza
y la tarima es un desfile de comediantes
celulares tacones humo máscaras
Alguien huye
corre acorralado perdido
El aire está cada vez más frío R. me acerca sus labios sus piernas
me da calor desde su butaca
Entonces un rugido de trueno
se deja escuchar
los truhanes huyen despavoridos
Ella la poesía
toma la palabra
hace una reverencia
y sigue su camino.

57
Gabriel Jiménez Emán, Venezuela

Los Duendes

A Román Leonardo Picón

la amistad la inventó un duende solitario que se paseaba entre los


árboles desnudos se preocupaba por el futuro de los árboles
por las hojas muertas y el crujir intenso y secreto de las estrellas.
la amistad la inventó un día
en que la melancolía de la soledad
le subía por las piernas

llegó a la cima de una colina


y desde ahí divisó a otro duende solitario que, como él, se venía
deteniendo entre los árboles.
se dieron la mano.
hablaron de las cosas del mundo.
y luego durmieron.
al día siguiente
los dos duendes eran uno solo.

58
José Antonio Corpas, España

El cante de la noche

Por las frías sombras


Del arrabal en calma
Canta la mañana
Lo que la noche calló

Cante del pueblo en ramas


Burdel de la noche en llamas
Goces, fiesta, trasnoche y afición

Aún humea el grito


Entre el tabaco, el vino y el ron
Por los tablaos del silencio
El grito anda cantor

Por las frías luces


Del arrabal en calma
La vida se hace canción

59
Livia Vargas, venezolana en Brasil

Fotografía (1998)

Sudores de entraña e injusticia


danzan el festín de los rostros deformes.
La luna se viste con el velo de los días
el sol sacude sus espectros
y caen como naipes las bondades.

La venganza restriega
con la punta del zapato
el escupitajo descortés y resentido.
Acecha fantasmas
adorna romances de negro
congela los delirios.

Los ojos se apagan


los fluidos deslizan.
El cuerpo descansa
las mucosidades brotan.

Las casas yacen en ruinas


y la fotografía editada aguarda.

60
Flor Finlay, Colombia

Plegaria

En el nombre del padre que conozco


del hijo que agoniza todos los días
en la cruz del obrero
y en el espíritu de los nadie abandonados.

En el nombre de las mujeres violentadas


de los niños abusados
en medio de tanta infamia
de los no nacidos y de los nacidos
en medio del hambre y la miseria.

En nombre de los abandonados,


habitantes de la calle
de aquellos que caminan sobre el estiércol
y los escombros de sus rutinas
tejiendo, vanamente, la esperanza
creyendo que algún día un mesías
hará el milagro en sus vidas.

En nombre de los asesinados y desaparecidos


de los que están y peligran
de los muertos que vendrán
de los sueños que cercenarán.

61
En nombre de la solidaridad y la paz
de la nueva patria
en nombre de la justicia y la dignidad
de las utopías y los sueños
que aún nos mantiene vivos,
digo

AMÉN.

62
Miguel Ángel García Ágreda, Venezuela

Hubo un tiempo

como el tiempo nacido del polvo


dónde éramos apariencia del fuego, tierra y agua.

Sobrevenían los soles


que sobre el mundo arrojaban centellas cegadas
para quemar lo amado
que lo amado quemaba.

Así los dioses iban abandonando a hombres y mujeres


hasta convencerse
para siempre que la nada
los amaba en cuerpo y espíritu.

En el albor
la vida de las nubes dominaba y no todo era sombra.

Se juntaban el agua y la tierra.


No existía el tiempo. Dormían los hombres y las mujeres en sus
desvaríos.

Alforjas colmadas
de sus inmemoriales palabras comenzaron a germinar de la árida
disputa.

63
Guaridas de mundos sin paralelismos
intrigaban para sentenciar sus ilusiones: sin retorno cosecharon el
polvo fractal.

64
Alicia Muñoz Verri, “Guainy”, Argentina

Juana de trenzas largas

Juana la de trenzas largas


Juana comandante de la guerra
por la tierra derramada
Juana con tu mirada
dulce
enamorada
Juana temple de luna
profunda
abigarrada

Juana la del fusil


la que cabalga
al galope
Juana del Alto Perú
la de Bolivia y el Plata
Juana la de Toroca
Departamento de Potosí
Juana
coronel y mariscal
Post mortem reza tu placa
ascendida a general

Manuel Ascencio Padilla


te arropaba por las noches
sosteniéndote en sus brazos
como al hacha y al garrote

65
Cinco hijos engendraron
se los llevó la malaria
dejándote solo uno
para luchar con su espada

Militares al acecho
rompieron tu alma helada
Juan Martín de Güemes
te esperaba en la alborada

Juana Azurduy
Sol del Alto Perú
Entregaste tu vida
con amor
con hidalguía

Suena tu nombre
allá arriba
con alabanzas
con gloria
en la patria prometida.

66
Alicia Muñoz Verri, “Guainy”, Argentina

Silencio

Me gusta este silencio


contenedor de gritos

Me gusta este silencio


aferrado a mis sonidos

Me gusta este silencio


poseedor de estruendo

Me gusta este silencio


recorriendo el espacio
donde puede llegar
tu corazón al mío
descubriendo en la distancia
que el tuyo emite sonidos
latiendo con fuerza extrema
recordando que estás vivo

Me gusta este silencio


tan tuyo y mío
Con vos este silencio
es poseedor de estruendo
se torna nirvana
se convierte en individuo
se enrosca por mis piernas

67
con interminable tañido
de silencio hablado
de criatura voraz
devorando los sentidos

¡Silencio! ¡Silencio!
No me dejes sola
conviértete en ruido.

68
Ennio Tucci, Venezuela

Con las llaves de mi puerta

Volveré feliz
muchos días después
abriré mi puerta,
me sentaré a la mesa
descorcharé la botella de la victoria

seré mío
con mis llaves
nuevamente.

69
Ennio Tucci, Venezuela

Un orden nuevo

Poco a poco las cosas encuentran su lugar,


la ropa en el cajón
los zapatos su rincón
la ropa sucia en el baño.

Las ideas en cambio son difíciles,


unas y otras se acumulan sobre la mesa,
cuadernos enteros llenos de ellas,
la cabeza como una papelera
colmada de pelotas de papel.

Los espacios a color


van tomando nombre:
pared de la cama,
rincón de la mesa,
lámpara del pasillo,
los libros de la cocina
compiten con los del closet
y así el nuevo orden
va entrando de a poco,
las cosas salen de las cajas
para ocuparlo todo
o para hundirse en otras cajas
más tristes
para otras casas
otras manos
otro orden.

70
Mariana Núñez Vargas, Venezuela

Epifanía

Dulces las aguas tibias en mi seno


Llevan la semilla de mi origen
Un aleteo de aves corteja al oído
desde el silencio

En la quietud del vuelo del águila blanca


navego en la infinitud del firmamento

Soy remanso ola pluma aire


También sangre huesos cartílagos
Despojados a picotazos en la caverna del principio

Se oyen los latidos del nacimiento


Succiono el dedo pulgar
en postura fetal para aproximarme…

Solo la caverna plácida


Útero de mi madre
da la paz que ansío…

Libre cuando me convierto en águila


La de mi epifanía.

71
Maid Corbic, Bosnia

Enamorados hoy todos están a tierra

Encontré alguien similar a mí,


pero al tiempo dijo adiós,
bueno, no es mi culpa que fuera así,
tuve que descubrir mi propio ser

Pensé que no era tan bueno


pero ella me hizo feliz
Todavía vivo mucho para la poesía
solo tengo miedo de que ella no me deje

Y creo que mi vida es magnífica,


sí, lo creo, sé cómo
porque el amor es todo lo que sueño,
lo que siento y lo que quiero

Arreglo algunas cosas fácilmente


Sé que el tiempo todavía está ahí,
por otro lado, para sanar todas las heridas
Y cómo será, ¡solo Jesús!

72
Elisa Grinfeld, Argentina

¡Oh, vida!

Un sueño hermoso me hizo danzar.

Recordar tiempos vividos


con placer.
Busqué a la luna.
No la encontré.
Quería contarle...
.
Una herida se abrió en mi corazón.
Aparecieron por arte de magia,
seres quejosos, gruñones y envidiosos.
Una unión se estaba gestando.

No fue así.
Sentí que me alejaba.
No comprendí sus quejas.
Seguí otro camino.

¡Oh, vida!

Desperté.
Un sol me iluminó.
Solo un sueño fue.

73
Ya es tiempo de salir.
Otro camino me espera.
Satisfecha.

Dedicar a quien siempre


estuvo a mi lado.
Acompañándome, con cariño.

Gracias a la vida,
que me ha enseñado tanto...

Soy como soy.


Digo verdades.
Suspiro amor.
Creo en él.

La poesía me inspira.
Sigo la ruta poética.
Es el camino
que la vida me lleva.

74
Mónica Laneri, Paraguay

Turista en sala de urgencias

El hombre tendido en la camilla


-no sé si vive o muere-
Los magos de blanco lo rodean
-sus varitas cargadas de ciencia-
Debilitado- cada tanto-
el hombre infla el pecho con suspiros
-No sé si es la vida que le vuelve
o la que se le está escapando-

Yo
-turista en Sala de Urgencias-
hago como si nada pasara
mientras pienso en que asisto
a una de las ceremonias más sagradas
-Pero no quiero ser esos ojos
que hurgan en la vida ajena
o en la íntima muerte del otro-
así que sigo de largo
y me ajusto el tapabocas
-como si me cubriera los ojos-

Sigo de largo
-sin conocer su rostro
o su nombre
la causa de su vida

75
o de su muerte-
Sigo de largo
-sin presumir
cuál será su destino
si acaso tiene alternativas-

Sigo de largo
sin saber siquiera
cómo preguntarlo.

76
Raúl García Palma, Venezuela

Cuánto daría por ser un haikú

A la misma hora
cuando se levante Lennon
y comiencen mil trompetas a sonar
deshojadas
permitiendo en el mundo
un sonido diferente
con desgano y rocío
sobre la camisa roja estornudando
me ayudaré con algunas letras de la cruz
de mi sarcófago todavía tibio
y también he de encontrar a la resurrección

Sigiloso
por los mismos diarios regresando
con sus mentiras y verdades
asumiendo la serenidad terrenal
me encontraré con frases y frases convertidas
en poemas ya olvidados

Allí estará mi hallazgo


en inglés por la paz
y desde el hare Krisna hare
con vehemencia
brotarán lagartos gigantescos
donde trato de respirar de nuevo.

77
Raúl García Palma, Venezuela

Cercana abertura

La realidad en una aguja


está en la pared y en la luz

al lado izquierdo
por donde nació
la escritura

Es real esta atmósfera


que entra por la ventana
porque es afilada y duele
ella está en la punta.

78
Irma Godoy Torres, Venezuela

Orugas

Las guacamayas extraviadas… revolotean


Se posan por segundos en el cogollo único
Que desvarían entre el ramaje socavado

Atraviesan la ciudad
Aves transterradas

Reposan en valla comercial

En hábitat que no es el suyo

Sobrevuelan Los Próceres


Corredores ensimismados
Chicos en bicicleta

No perciben la angustia de las palmas


Los chaguaramos extienden sus pencas
Las orugas devoran el verde alucinadas

Columna de acanalada circunferencia


De aristas vivas decapitadas
Ninfas crisálidas carcomen los limbos
Dejando un haz de peciolos desnudos

79
El espejo de agua refleja centinelas sin penachos
Acaece la tarde
guacamayas de metales azules
rojo granate

Tu plumaje se cubre
del mercurio de las farolas.

80
Juan Ramos Cardozo, Venezuela

Viernes santo

Hoy pareciera un domingo.


El silencio recorre cada rincón
de este espacio.

La ausencia deletrea
marcados signos
en el horizonte.

Hoy pareciera un
domingo cualquiera.
Sin embargo, es
viernes santo.

Alguien camina con


su cruz a su calvario.

Eligió morir por otros.

La otredad de lo que
nunca se satisface.

Lo que nunca
podrá ser crucificado.

81
Bajarse de la cruz
para traer la paz
con su bendito
silencio a todas las almas.

Pareciera un domingo
cualquiera.
Sin embargo, no todos
van de fiesta.

Un santo abraza
el madero y grita
“perdónalos padre
ellos no saben
lo que hacen”.

Pareciera un domingo
cualquiera perfumando
los cuerpos de esa
embriaguez
que pronto desaparece.

Amado mío,
embriágame de tu amor
y tu aliento para
la gloria del eterno.

Pareciera un domingo
cualquiera.

Alguien da su vida
para salvar
todas las almas
en este universo.

82
Nesfran González, venezolano en Panamá

Ternura

La luz se cuela por pequeños espacios


en la zona boscosa
mientras se expande
en la orilla de la playa,

lo intangible adquiere forma


cuando la ternura se hace minúscula
y no hay forma de hallar ese sitio
que condense sensaciones únicas:

un leve castañeo de dientes


y las caricias de los pétalos
sobre la piel recién descubierta.

Una fragancia extraña se mezcla


con el vapor que anuncia el fin del invierno.

83
Francisco González Valdez, México

A los poetas:
Antonio Plaza. (1883-1882)
Efrén Rebolledo. (1887-1929)

Tus poemas no aparecen en los libros de texto,


¿Acaso una mano oscura y episcopal lo impide?
¿Será porque tus poemas rocían las flores del mal?
¿Será porque cantaste al amor lésbico
y que escondido disfrutaste de las orgías?

Sentado como un voyeur,


vestido de levita,
vestido de uniforme militar ya gastado,
te internas en el sexo femenino,
amando a tu ramera,
bebiendo hasta la última
hez de la botella.

Blasfemo
no eres leído
por ser tan popular.

84
Blanco Veroes rafael, venezolano en España

Los poetas no mueren

Se quedan gravitando en nuestras tertulias,


en el recinto silencioso de las bibliotecas,
en el canto de las aves,
en nuestras ventanas,
en el nacimiento del sol,
en la alborada.

Los poetas no mueren.


Porque nunca han estado en este plano,
sino más allá de la vida,
de sus sueños.

Los poetas no mueren.


Porque su voz estará siempre vigente
en cada frase,
en cada letra de su canto.

Los poetas no mueren.


Solo se visten de honra
y marchan a la saga de sus poemas
celebrando el adiós y las cosas idas.

Los poetas no mueren.


Su presencia es permanente,
viven en sus escritos,
en sus libros,

85
en el cuaderno de la mesita de noche,
en las hojas sueltas de aquí y de allá,
o en las notas inconclusas dejadas por allí.

Los poetas no mueren.


Pues vagan por los recovecos de su ciudad,
en alguna vieja foto social
publicada en las redes.

86
DE NOSTALGIAS Y POESÍA
DE NOSTALGIAS Y POESÍA

1 Gabriel Jiménez Emán, Venezuela, Nostalgia


2 Williams Alberto Hernández, Venezuela, La herida mana
2 Ninfa Monasterios Guevara, Venezuela, Hasta el olvido se hace
corto
3 Mariaté Araure (María Teresa Torres), Venezuela, Retrato al
dolor
4 Laura Parra (Laures), Inglaterra, Último adiós
5 Livia Vargas, Brasil, Domingo
6 Jorge Aguilar Miranda, Colombia, Niñez

88
Gabriel Jiménez Emán, Venezuela

Nostalgia

Heme aquí en medio de la nostalgia


con el pecho penetrado de un profundo temblor morado
me sumerjo en un aire de recuerdos
que habían quedado flotando en los sótanos de mi memoria
como flores pisadas por musas que lloran por cualquier cosa
por estar ahí solamente
por haber nacido de un sueño liviano de casas amarillas
que tiemblan
de donde salen niños y niñas con globos de colores
bailarinas ejecutan danzas aéreas frente al mar
caballos negros y blancos quedan suspensos
en medio de patios de galería

la nostalgia me atraviesa la siento en mis dedos


en mis músculos la llevo apretada dentro de los bolsillos del
pantalón
y me sube por las piernas como un sobrenervio
y hasta cuando meto la llave en la cerradura
la nostalgia se ha colocado en la punta de la llave
y la puerta se abre y me deja entrar hacia viejos pasillos con
pianolas
y voy hacia mis gatos originarios
se acurruca dentro de mis orejas como una música
a la manera de una canción de cuna
y otras veces toma la forma de un valse triste
o de una mazurca que habla de bellas traiciones

89
amo esta nostalgia y no quiero ya
salir de ella por nada de este mundo
quiero comer nostalgia morderla devorarla
o beberla como un jugo de naranja
o como una espumosa cerveza helada en plena madrugada
hacerla trizas con mis uñas
o besarla como a una niña que acaba de morir
atravesar con ella el tiempo y gatear a su lado
por los corredores de mi casa abuela

he permanecido acostado con ella todo el día


dando leche a mi corazón saciando la sed de mi cabello
recostando mis sienes en su almohadón de suaves plumas
sin poder hacer nada
desvalido de mí hacia mis zambullidas en piscinas y pozos
hacia mis burdeles juveniles hacia mis cines de pueblo
donde la lluvia sonaba en los techos de zinc
hacia mis budares de barro
hacia mis arepas aromosas
hacia las manos de cilantro de mi madre
hacia las bendiciones de suero picante de mi abuela
y el olor a tabaco recién torcido de mi abuelo
y el bandolín tristón de mi padre
aquí mismo voy y apenas
he terminado de almorzar con sus más delgadas hilachas
y ahora me dispongo a bajar por la escalera de las horas
hacia los ríos azules donde remojaba mi pelo en mis correrías y
juegos
intentando atrapar fantasmas
ah mi río ah mi amado pájaro ah mi perfume de azahar
tengo una inmensa nostalgia de vosotros
como si fuesen presencias eternas
y ahora hablo y lloro y sudo nostalgia

90
siento sus gotas saliendo de mis ojos y no me importaría
si me ahogo o quedo sepultado bajo el lecho del río de los viejos
anhelos
pues estoy fundado en la tierra nostálgica
aunque luego salga y camine por la ciudad
por sus calles relucientes
pero la nostalgia va conmigo
me sigue a todas partes como una perra fiel
o como otra piel que llevo encima o se enrolla en mi cuello
como una bufanda de carne
va sentada conmigo en el metro o pasea en bicicleta con una niña
en el parque
porque la nostalgia es ahora una niña y yo un recién nacido
que suda y grita y quiere volver a dar el primer grito
para repetir la vida que he tenido junto a mi padre
mi madre hermanos hermanas y perros y gatos
lagartijas y avispas alacranes
y todas las hormigas cariñosas de la infancia

Qué hermosa eres nostalgia novia mía


te amo con mis codos y te he venido celebrando
desde el profundo vaso de mis congojas
desde mis carcajadas ardientes
y desde los antiguos boleros desgarrados que canto
cuando deseo deslastrarme de la miseria

oh nostalgia cuajada en mí
como una gelatina o un trozo de torta trémulo
en un cumpleaños infantil
con los caramelos que chupo en las fiestas de mis nietos
estoy feliz de estar triste y es tu culpa nostalgia
hazme trizas vuélveme papilla hazme un guiñapo de amor
que se arrastra por las tabernas en la noche de un sábado

91
empújame de una vez por todas al balcón de la melancolía
y lánzame varios pisos abajo
para que pueda estrellarme contra el pavimento de lo cotidiano
ya no importa nada nostalgia
ya no importa porque a través de tu halo
estoy cumplido en esta noche de encierro
donde todas mis heridas se han cicatrizado
y todas mis culpas lavado gracias a ti nostalgia
has ganado ahora la partida
me has bamboleado en tus brazos como a un dulce bebé
tu regazo ha sido para mí como un dios invisible en las venas
me has hecho toser de una buena vez
me has hecho escupir la semilla que tenía atravesada en la
garganta
ahora puedo cantar y ver más claro el porvenir
gracias a ti
nostalgia

92
Williams Alberto Hernández, Venezuela

La herida mana

de la piel del páramo


de Berlín
Son meses de sutura
mal aplicada
En el verde horizonte
de sus penas
los kenworth de mi patria
escalan día tras día
una esperanza que se disipa
como ese arcoíris
que hoy impregna de colores
tu retina
y en un descuido
la nube gris lo sustituye
Las llagas queman el asfalto
en la escasa pericia de Josué
Maritza abraza
el dulce amor de su madre
en el cuello de Carlos
como un estigma
del dolor que se divide
Dayana, Yoleida y Susana
tocan el musgo
de sus ya marchitos recuerdos
Una vez la palabra melancolía
solo existió en la alforja
de los poetas

93
Hoy ellas comprenden
que sin habérselo propuesto
se transforman en poesía
con el manto de nubes
cobijando tres luciérnagas
que en sus brazos
titilan el adiós de la patria
mientras ellas las amamantan.

94
Ninfa Monasterios Guevara, Venezuela

Hasta el olvido se hace corto

cuando la mar se agita

Soledad y silencio, parecen un regalo


Cuando la vida transcurre sin sorpresas
Pensamientos vagando entre hojas marchitas
Palabras oxidadas y mustias de tanto no decir

Se sofoca el alma, a veces


Y se entrega sin pudor, a la deriva
Escapando solitaria del abismo que le espera
Sin heridas visibles, en sus alas de viento

Las horas van sumando días y silencios


El rosario se hace insuficiente para mitigar la angustia
La rutina va espesando el aura y
el deseo
Comprimiendo la luz hasta volverla humo

Solo basta que el mar se crispe


Que levante sus olas de siete metros
Y revuelva los sedimentos estancados
Con la espuma fragante de la marea infinita

Surgen, de pronto, nuevos bríos


Enredados entre arenas y algas
Oxigenados por la energía del agua
Y fortalecidos por la franqueza del alma

95
Mariaté Araure, venezolana en Panamá

Retrato al dolor

Para no repetir viejos dolores


guardo retratos en un álbum
Traición a la fe
Palabras gastadas
Maltrato al espíritu
Ruina a la dignidad
He colgado en la pared
el rostro ajeno antes amado
La despedida del amor adolescente
El andar de lo ido
El recuerdo feliz que con el tiempo
pare a la nostalgia

En una página especial


he puesto el corazón y la lágrima
He dicho adiós
al dolor de no encontrarte.

96
Laura Parra (Laures), venezolana en Inglaterra

Último adiós

Yo le vi
cerraba los ojos

El último adiós

Yo era niña
Hago puentes de vida
con lo poco de su recuerdo

Su mirada era una sola


En realidad no me despedí
él sí
Pedí perdón (me dijeron que lo hiciera)

Lloré porque los demás lloraban

Su cuerpo tendido
rodeado de voces
llenaba la sala

Yo jugaba
Todo quedó a comienzo de camino
Todo terminó cuando lo sacaron en peso

97
Mi verdadero llanto
fue después de tantos años
cuando lo busqué
y no estaba.

98
Livia Vargas Gonzáles, venezolana en Brasil

Domingo

¿Qué cuento cuenta una foto tomada


una mañana de domingo en la cocina de una casa?

¿Cuántas rutinas (re)-vela?

¿Cuántos hilos de aromas invisibles


inaudibles
intocables?
¿Cuántas palabras?
¿Cuántos silencios?
¿Cuántas miradas?

Una foto puede contar un cuento y


también
cantar poesía.

99
Jorge Aguilar Miranda, Colombia

Mi Niñez

Frente a la laguna del lindo lugar donde nací...


El canto repetido de las ranas.
El coclí coclí insuperable de las blancas garzas bajo el sol altanero.
El trajín sin fin de los arrieros entre el sonar puritano airado del tren
del sur.
Me someten al recuerdo casi fantasmagórico de aquellos episodios...
Hoy conocidos como mi niñez

Proseguimos a veces dando traspiés de realidades en nuestra juventud


clara, abierta, para enterarnos en la llegada de la mitad existida, a veces
confrontando con nuestros progenitores, hasta concluir el paso siguiente
para objetivar a nuestros mayores, en especial a este ser..._

Padre

En mis soledades encumbro tu presencia, sigo detectándote hoy


cercano en amplitudes.
De tus siempre serenos pasos llevo recorriendo eternidades,
apretujado hacia mí.
Tu siempre metálica voz, me llevó por los caminos, coberturas
amplias verdes esquivando laberinto.
En amaneceres fríos bebimos el primer café bajo la soñadora mañana.
¡Padre mío, hombre tenaz! No te he perdido nunca, de ti, llevo
maravillas... raudales genéticos, todos en nuestra piel.

100
¡No serás jamás mi viejo!
Eres eterna juventud reflejada en las querencias.
Para ti, no hay un día en recordatorio actual.
Un padre no se inventa,
color y calor sereno permanente para siempre.

Ya casi al comienzo de la tercera juventud, denominada tercera edad,


al tener dificultades apelamos a la palabra: ¡Madre mía!, si estuvieras
aquí, otro gallo cantaría…
Ahora rodeados de descendientes y a veces sin ellos, el mundo es otro.
Agradecido por todo, por siempre.

101
DE CUERPOS Y POESÍA
DE CUERPOS Y POESÍA

1 Francisco González Valdez, México, En el ajedrez de tu cuerpo


2 Yubraska del Carmen Herrera Diamont, Venezuela, Erótica
consulta
3 Thais Perdomo, Venezuela, Veranos
4 Jessica Álvarez, Venezuela, Mago
5 María Milagros Sabetta, Venezuela, Metamorfosis
6 Oscar Fernández, Venezuela, De tormenta solitaria

104
Francisco González Valdez, México

En el ajedrez de tu cuerpo

Para: Peli. (Q.e.p.d.)

En el ajedrez de tu cuerpo muevo las piezas,


mi alfil te da jaque en tu cuadro negro,
tu reina blanca impetuosa cubre de perfil a mi torre negra.

Avanzo a galope con mi indómito caballo


y quedo detrás de tu yegua alabastrina.

En el frente mis peones de ébano


como dedos diestros se trenzan con tus peones coralinos.

En la retaguardia miro desde la corona de mi rey


la guedeja de tu reina, detrás de ella al soldado rey
con la espada enhiesta, una ráfaga de celos y envidia
enturbia mi cabeza de peón.

Llegamos al final del juego, en la confusión nos damos jaque,


queda sembrado el campo de batalla de cadáveres anhelantes
y de heridos lúdicos, nos damos mate, poco a poco…

Los cuadros negros dibujados en tu cuerpo se desvanecen


y va quedando tu piel de marfil.
Una neblina marmoleada enceguece mi visión.

105
Yubraska del Carmen Herrera Diamont,
Venezuela

Erótica consulta

El deseo dejó entrar a la locura,


no hay virus
solo bocas ansiosas por besarse.

¡Fuera máscaras y tapabocas!


Anatomía en manos estetoscópicas,
en un tris quedo como Eva,
bata blanca al suelo,
en la camilla combate de pieles…

Acaricio tu rostro con un beso esquimal,


Haces maravillas con la lengua…
Dedos en la sonrisa vertical,
orgasmos infinitos ¡Ay!

¡Silencio! Las paredes escuchan…


Nos bebemos el uno al otro en un abrazo pausado…
Rociamos alcohol para no despertar sospechas…
Es la calma de una erótica consulta.

106
Thais Perdomo, Venezuela

Veranos

Se escurre de mi boca el panal


de la suntuosa fuente de tus labios.
Emergen los suspiros encontrados y rabiosos
del original pecado sin cometer.

Se obliga el roble a besar su flor


enalteciendo su grandeza.

Un aguijón penetrante,
derrite la pureza del jardín oculto,
goteando con el suave tacto de sus dedos.

Del rojo espeso se evocan,


los destellos del placer errante.

El pensamiento y la distancia
se arrodillan ante un credo suplicante.
Se elevan las montañas
obedeciendo la brújula incesante y atrevida.

Se sonroja el cielo,
contestando entre dos amapolas,
con la firmeza de una vida,
entregada a los confines del amor.

Extasiado viajero, marca su terreno,


asegurando a su amada de estación en estación.

107
Jessica Álvarez, Venezuela

Mago

Comienzo en tu final
vuelvo del ocaso
se auto invita la luna en mi ventana

Me pide nostalgia
a cambio de magia en los cuerpos

Mangonea acertijos en laberintos nocturnos


Conjura la densa niebla
que abriga mi templo

Deja la estela y el brillo de su luz


en mi oscura cueva
Contempla su objetivo
cuando la energía gime
y ecos de amor viajan
en el sonido del silencio
en el vibrar de los grillos
en el aroma de su cuello
en la lejanía de sus palabras
y en el poder de su magia.

108
María Milagros Sabetta, Venezuela

Metamorfosis

Una parte de mí devendrá en mariposa,


siento su aletear entre mis piernas desiertas.

Pasión clandestina enajenas


reinventas mi vejez.

Endulza y refresca el aliento de mis días.


Mi crisálida estalla.

Me entrego y te dejo hacer.


Respirar de nubes.

En este conjuro de gemidos,


mandas tú.

109
Oscar Fernández, Venezuela

De tormenta solitaria

Eres repentina y traicionera


siempre llegas inesperadamente
Llueves dentro de mí
Y luego
cuando creo que te vas
vuelves
intensa
sacudiendo
mis relámpagos.

110
DE AMORES Y POESÍA
DE AMORES Y POESÍA

1 Anabelle Madden, Venezuela, ¿Cómo será el amor entre poetas?


2 Blanco Veroes rafael, España, Mi poema favorito
3 José Argenis Díaz, Venezuela, Te busco
4 José Argenis Díaz, Venezuela, ¿Dónde estás?
5 Williams Alberto Hernández, Venezuela, Esta certeza que
indaga
6 William Goitia, Venezuela, II
7 José Martínez Tellechea, Venezuela, Ese breve espacio
8 José Martínez Tellechea, Venezuela, Si mañana acabara el
mundo
9 Luz Milagro Royett, Venezuela, Te escribo
10 Luz Milagro Royett, Venezuela, Yazgo
11 Rómulo Bervins, Venezuela, Vi
12 Adolfo Salazar, Venezuela, Te quiero manantial
13 Jessica Álvarez, Venezuela, Al lado izquierdo
14 Joffri Campins, venezolana en Ecuador, Amante de una noche
15 Laura Parra (Laures), Inglaterra, No existe
16 Yubraska del Carmen Herrera Diamont, Venezuela, Si pudiera
amarte
17 José Antonio Corpas, España, El amor primero
18 Keduin Albarrán, Venezuela, Esta noche
19 Elisa Grinfeld, Argentina, Solo imagino
20 Miguel Mora Alviárez, Venezuela, Prisionero
21 Oscar Fernández, Venezuela, De tormenta solitaria 2
22 Thais Perdomo, Venezuela, Polvo del viento

112
Annabel Madden, Venezuela

¿Cómo será el amor entre poetas?

Ella escribirá un verso


en cada beso
y él compondrá un poema
sin comas ni puntos ardientes deseos.

Cupido llegó y los capturó


Se acunó burlón en sus manos
en un soplo del hálito divino
en la holganza de la luz
y en el fuego de sus ojos.

Ella cantará prosa


recogerá caballitos de mar
que volarán a los ojos amados.

Él le regalará un ramillete
con los mejores poemas
de hombres y mujeres
que han amado.

De vez en cuando
los demonios de fuego
arderán en sus cuerpos
temblarán, tendrán celos
y libres, los dos juntos
llorarán como fuentes

113
Tendrán la magia de anular el tiempo
en un instante, desolada quimera
alegría de entrega.

Ambos tejerán corazones


de lava y cristal
Tal vez, alguno se romperá
al contacto
y otros tendrán
su nido de eternidad…

Volarán a las regiones


del silencio más puro
y serán, ella y él
la poesía.

114
Blanco Veroes Rafael, venezolano en España

Mi poema favorito

Eres como poema


la metáfora perfecta
que te compagina como mujer.

Eres mi poema favorito,


porque recuerdo cada frase,
cada verso beso a beso.

Eres mi poema favorito,


porque en cada línea que te expresas
dejas un trazo de prosas permanentes.

Eres mi poema favorito,


porque las estrofas armoniosas
tu presencia hace juego
con el brillo de tus ojos,
el carmín de tu boca
y la esencia sensual de tus formas,
a la justa medida de mis esquemas.

Eres mi poema favorito,


porque tienes el ritmo cadencioso
de las rimas en cada una de tus coplas,
elevando cada verso,
cada sílaba al conjunto
y armonía musical de mi poema.

115
Eres mi poema favorito,
porque eres la creación singular
y magistral del gran poeta universal,
el duende eterno de las cosas.

116
José Argenis Díaz, Venezuela

Te busco

Estás ausente,
no encuentro las palabras.

Las metáforas son huidizas,


metonimias, onomatopeyas,
los versos quebrados
son acertijos de incertidumbre
y solo me queda la hoja en blanco.

Mi nostalgia se convierte en agonía,


te busco en vano entre las flores,
entre árboles genealógicos
y recuerdos de la infancia,

pero no atino a dar con el poema


que me negó tu ausencia.

117
José Argenis Díaz, Venezuela

¿Dónde estás?

Anhelo tu presencia,
Me acosa la angustia
de tu lejanía, entre aquellos
versos melancólicos
que un día le cantaron al amor, a la muerte
a las eternas primaveras y sueños inertes.

La marchita Rosa de Darío,


el Canto de Neruda entre alondras,
los versos del Capitán, los huesos de Vallejo
y tantos intentos de asir la poesía.

Inasible y serena poesía que te alejas de mí


en esta noche insomne y despiadada
como tus cuchillos.

118
Williams Alberto Hernández, Venezuela

Esta certeza que indaga

el silencio en una búsqueda


cotizada
arañando la repisa endeble
de nuestro ser
Encontrarme otra vez
más allá del discurso
es el hallazgo prometido
en los laberintos
de un sol cotidiano
que solo brilla
deslumbra
mas no da calor
Suavizo el encanto
tanteo el aliento
veo serenidad en su manto
palpo sus manos
que irradian esperanzas
Degusto el sabor de labio y piel
y saben a ternura
Un aroma anuncia
esencias de sus sueños
Oigo la finitud de su reír
el ánima se hace infinita en ella

Tanta riqueza habita ese espacio


que tú y yo llamamos Alma.

119
William Goitia, Venezuela

II

La abeja de mi pecho
vibra su alegría en miel

celebra su danza al sol


en vértice orienta
la multitud de latidos
que vuelan
a tu encuentro.

120
José Martínez Tellechea, Venezuela

Ese breve espacio

que aún queda en mi memoria.

Esa poesía inconclusa…


Ese botón de tu blusa,
ese soñar en la gloria
de la primera vez.

Ese breve espacio que nos dimos,


que llenaste con tu boca,
que llené con mis poemas
y esa idea loca
de verte una y otra vez.

121
José Martínez Tellechea, Venezuela

Si mañana acabara el mundo

no guardaría ni una lágrima.

Esa gota que pesa como roca,


o como un morral colgado
en mi columna vertebral.

Bendita roca…
que obstruye mi garganta,
buscando una salida para huir
también como un grito.

Si mañana acabara el mundo…


Lloraría por ti.

122
Luz Milagro Royett, Venezuela

Te escribo

Te escribo
con la pluma del poeta
desde mi alma
en el borde de la caricia
habitando el deseo
que recorre
a besos tu espalda.

Vuelvo como siempre


al olor de tu piel
en ese viaje del sentir
en el que no tengo regreso
en el que no escapo al tiempo.

Entre líneas
erizas mi piel, te busco
te lleno de palabras
el verso desnudo, sensual
humedece mis labios
mi boca, enciende el pensamiento
y en el más exquisito gemido
el poema pronuncia tu nombre.

123
Luz Milagro Royett, Venezuela

Yazgo

en el húmedo fuego
de una caricia
que permanece intocable

Vulnerable
con una agonía
que sonríe a ratos

Me disperso en mi memoria
Me rompo a pedazos

Duele
duele cada respiro
me duele la piel
agotada
herida
lastimada
abatida
donde agoniza
eterno
el te extraño.

124
Rómulo Bervins, Venezuela

Vi

Vi
a un poema
hacer el amor
a tus ojos

... Por eso escribo.

125
Adolfo Salazar, Venezuela

Te quiero manantial

Yo te quiero manantial,
naciste de una nube convertida en lluvia,
de las lágrimas de una catarata.
Te nutre el mar, el río.

El arroyo es la infancia
de un manantial.

A los manantiales
los adornan los paisajes verdes,
los helechos y las flores tropicales.

Los manantiales cantan.


Los manantiales son el hogar
de los peces de aguas dulces.

Hay manantiales tristes


y manantiales alegres.

Manantiales que mueren


por falta de agua divina,
y manantiales que resucitan,
porque un poco
de amor con agua
los revivió.

126
Jessica Álvarez, Venezuela

Al lado izquierdo

Vibré en el agua y en la espuma de su retrato


Seguí sus pasos y al verme dentro, sonrió

No soy sombra, ni el pasadizo a su laberinto


pero me ato al lado izquierdo de su alma

Tatué sus líneas en mi piel hasta trepar sus muros


Vestí noche a noche los caminos de tristeza
y la luna brilló en medio de su soledad

Disolvimos los cuerpos, pero admito que orbité


en sus ojos, en su universo
en lo sobrenatural de su verbo
en la distancia existente de los labios
en su imaginario cuando me toca
y en mis sueños cuando me ama.

127
Joffry Campins, venezolana en Ecuador

Amante de una noche

Es una larga espera


entre el crisol de verano
y noches de luna llena,
deseando su fragancia
que tanto placer me deja.

Amante presuroso
que alcanza mi aposento
al filo de la noche,
arrolladora presencia,
sigiloso entre las sombras
fugaz como una estrella,
amoroso y delicado,
brioso galán de noche.

Ha sido larga la espera


de su ausencia en derroche,
aroma embriagador
que altera los sentidos.
No puedo tocar su frágil cuerpo,
efímera existencia,
amante de una noche.

128
Laura Parra (Laures), venezolana en Inglaterra

No Existe

Olvidó este mundo un hombre para mí


Lo invento de arcilla
no habla
De anime
lo consume el fuego
Figurado le he puesto en rafia su cabello muerto
Modelado en las nubes de mi mente
obedece a mis antojos si deseo

Entretanto
Mi cuerpo de terracota
baila la desnudez en tardes añiles
al canto del cari cari
con olor a jobos caídos

No descanso
Lo busco
Recojo barbas secas en un maicero
harapos del loco Juan Carabina
los que entorcho con hebras de sisal
A mi hechura
lo sentaré a la entrada de la casa
perfumado a picadura de tabaco
Será mi espantapájaros
Con sonrisa lo haré para reírme con él

129
En este mundo no existe un hombre
No existe
Lo dibujo lo pinto
lo regreso frío
rígido al rincón de mi mente

No existe.

130
Yubraska del Carmen Herrera Diamont, Venezuela

Si Pudiera Amarte

Si pudiera amarte,
lo haría entre las sábanas del infinito,
desnudaría mi piel de luna en tu selvática pupila.

Si pudiera amarte,
desgarraría tu ropa para vestirte de besos,
tejería un manto con gotas de rocío e hilos de sueños.

Pero cómo he de amarte


si aún no existes,
eres el amor imaginario
de mis pensamientos.

131
José Antonio Corpas, España

El Amor primero

Aligero mis pasos dormidos


en esta noche caliente de miedos
descalzo mis sueños vencidos
y me llagan los silencios.

Aflojo la soga de las horas largas


y bajo al fondo de los espejos
contemplo famélicas risas
y agónicos lienzos de luna
pintados de recuerdos.

Desplomo el aliento de un beso


y rompo el llanto entreabierto
por las orillas del alma
se desclavan los anhelos
y los arrastra la corriente
del te quise y no te quiero.

Acordono la última fiebre


cicatrizo los primeros versos
derribo la indiferencia y sus ecos
y esparzo suspiros al viento
no hay cadena que no rompa
ni piedra que resista al tiempo.

132
Abro mis alas quebradas
remendadas de sombras sin dueño
y alcanzo la soledad más perfecta
para descoser mi pecho
de viejas heridas que sangran
del que fue el amor primero.

133
Keduin Albarrán, Venezuela

Esta Noche

Esta noche tejeré un cielo multicolor para ti,


y pintaré una estrella y un lucero abnegado,
que sepan contar historias de amor,
al paso de un centinela que marcha silencioso
hacía el cenit de la media noche.

Esta noche escribiré un poema en tu nombre,


le haré unas alas y un recuerdo,
para que vuele hasta ti
y se anide en tu corazón
como el más bello sentimiento.

Esta noche seré tu sueño bajo la luna,


y junto a la Selene de los griegos,
te amaré sin fórmula ni medida
hasta que exhaustos de amor,
brillemos en el firmamento.

134
Elisa Grinfeld, Argentina

Solo imagino

Un cielo azul
Nubes de diferentes colores
se mueven con la brisa matinal.
Música suave se acerca.

Mi corazón palpita.
Escucho el móvil que me despierta.
Una llamada incesante.

Busco el calor de tu cuerpo.


El sonido especial de tu respiración agitada.
¿Estarás soñando?
¿En qué piensas?

Corrijo tu camino.
No esperes más.
Ya no estás a mi lado.

Recuerdo...
Esos paseos maravillosos.
Abrazos,
apretones de manos,
tus dulces besos,
tu sonrisa,
tu buen humor.

135
Paso a paso sigo el camino recorrido.
Una lágrima humedece mi rostro.

Ahora, el silencio me convoca a ver otra luz.


No te enojes...
Entiende que yo ...

Yo todavía, te sigo queriendo.

136
Miguel Mora Alviárez, Venezuela

Prisionero

Sirena de verdes montañas


hechizas los poemas con tu voz meliflua
llueven tus palabras
y tus versos rebotan en el alma
seduces sin querer, pero lo sabes
una cascada de atracción crece
como los verdes del campo
trato de distraer mi mirada
mientras declamas tus versos.

¡Cuando verseas
las aves hacen coro
a tu melodía!

¡Entiendo que ya es tarde!


Soy prisionero de una sirena,
un poema
y una sonrisa tierna.

137
Oscar Fernández, Venezuela

De tormenta solitaria 2

Mi destino
es lloverte
hasta que
la última gota
de mi techo
caiga sin remedio
y el viento
haga de ella
una partícula
de tu sudor.

138
Thais Perdomo, Venezuela

Polvo del viento

Sal en el agua, oro esculpido,


sonrisa de nácar.

Latido que no cesa,


martirio para el ciego,
flor de cerezos en plena primavera.

Amor de jauría silente,


se abraza apaciguado a los ecos de la mente.

No parece humano.
Vuelo Icariano, tempestad del pensamiento.

¿Dónde estás, amado mío?,


grita la ola en vendaval.

Oye la sinfonía que se remonta,


dejando estelas en tu mar.

139
DE CANTOS Y POESÍA
DE CANTOS Y POESÍA

1 Keduin Albarrán, Venezuela, Creo en ti mujer


2 Indira Gómez Núñez, Venezuela, Azul
3 Verónica Bervín, Argentina, Otros albores
4 Verónica Bervín, Argentina, Su canto
5 Irma Godoy Torres, Venezuela, La jardinera del valle
6 Indira Gómez Núñez, Venezuela, Celebro
7 Rómulo Bervins, Venezuela, Quise
8 José Rafael Jiménez, Venezuela, Canta I
9 José Rafael Jiménez, Venezuela, Canta II

142
Keduin Albarrán, Venezuela

Creo en ti mujer

Creo en tu belleza sublime


salpicada por la hermosura de las flores,

creo en tu sonrisa de cristal


matizada por tu perfecto marfil,

creo en tu silueta perfecta


delineada por la magia de tu ternura,

creo en tu perenne sencillez


que se hace canción a mis oídos,

creo en tu fuerza de corazón


que se vuelve gigante en tu voluntad,

creo en tu manera de amar,


de enseñarme a conquistar el infinito,

creo en tus dotes perfectos de madre


que se desbordan desde tu esencia,

creo fielmente en lo que representas


al ser el Ser que desborda lo sublime,

creo en tu inmensidad, en tu verdad,


creo en ti,

¡Mujer!

143
Indira Gómez Núñez, Venezuela

Azul

Este azul me estira el alma,


converge en suspiros quedos
premonitorios de anhelos
fluyes bajo mis pinturas
difuminando desvelos.

Azul de mi mar Caribe,


azul de un grandioso cielo,
azul de los azulejos
volando con sus destellos
,
azul entre mi bandera,
azul que regala besos,
azul que me da confianza
y diluye cualquier pena.

Azul, ¡ay azul!... el de mis quimeras.

144
Verónica Bervín, venezolana en Argentina

Otros Albores

¿Es acaso verdad lo que dijiste?


¿Que mi amor no conmueve tu arrogancia?
Otro tiempo el color de tu fragancia
extasió mi sentir..., y presumiste.

En mi pecho febril aún persiste


la certeza de ayer, que en otra instancia
permitió conocer de tu constancia...
Mas tu hoy con harapos ya se viste.

Decidí que en mi pecho enmohecido


fallecieron diplomas y trofeos...
Se marcharon los sueños..., titubeos...,
y cambié mis querencias por olvido.

No hay manera de ser espectadores


al querer revivir otros albores.

145
Verónica Bervín, venezolana en Argentina

Su canto

Caminamos sonrientes por confines dorados,


al tener la certeza del amor, que en la cumbre
de inquietantes fervores nos demuestra su lumbre.

Él adorna la esencia de colores trizados.


Los sentidos se abrazan y retozan confiados.
Mas la vida nos muestra otra forma infinita
de sentir convergencia: unas fuentes se imitan.

Es tan fácil rodearse de cariños bordados


de la gracia que alinea el querer sosegado...
Amistades que preñan de vergel cada ermita.

Los amigos del alma... ¡Qué cordial experiencia!


Aquí estoy, me responden, si les pido consuelo;
sin tener que explicarles, sin dolor, sin revuelo.
Corazones cargados de armonía y prudencia.

No hay espacio ni tiempo de tener divergencias;


y de haberlas, sabremos manejar el quebranto
con palabras sencillas y un festín de amarantos.
Cuando el tiempo nos cubra con plateada evidencia,

y la vida decida que el final ya es ausencia:


¡Nuestro cuerpo sereno bailará con su canto!

146
Irma Godoy Torres, Venezuela

La jardinera del valle

Plantó a germinar sonetos


Con 14 versos de amor
De la rima consonante
Brotó una bella flor

Labradora en Valle de Letras


Versos libres implantó
Rosas multicolores
En su cesto recogió

La Jardinera del Valle


Crónicas rimadas sembró
Su fecunda cosecha
A muchos les agradó

Así va ella por el Valle


Riega semillas de amor
No hay tormenta que la calle
Siembra poesía en la flor

147
Indira Gómez Núñez, Venezuela

Celebro

Celebro contigo mujer acogedora, valiente, luchadora.

Celebro la danza de los pueblos, sus creencias,


sus orígenes, su historia.

Celebro la constancia de los hombres en la brega,


con su ternura apretando su pecho.

Celebro las carcajadas adornando las caritas sucias


de los niños y niñas correteando tras la alegría.

Celebro las caricias de los abuelos forjadores de sueños.

Celebro el arte sanador de lo imposible.

Celebro la música que impregna todo con su magia


inagotable.

Celebro poder ver, aún entre parches y borrones.

Celebro el baile como afluente de fantasías.

Celebro amar y ser amada como la más


inédita recompensa que me ha brindado la vida.

Celebro…
celebro la vida.

148
Rómulo Bervins, Venezuela

Quise

Quise apartar un siglo


y atrapar una gota de lluvia
para hacerte una barca
y así no perderte
Pero el siglo no fue suficiente

Quise apartar un segundo


y atrapar un verso
para tatuar mi espera
en la cara oscura del sol
y así no perderte
Pero mi espera no fue suficiente

Quise apartar un destello


atrapar tu voz
y unirla a mis sueños
y así no perderte
Pero el destello no fue suficiente

Quise atrapar a la vida


y cubrir tu piel
con su risa y mis besos
y así no perderte
Pero la vida no fue suficiente

Y te perdí

149
José Rafael Jiménez, Venezuela

Canta I

Retoño azul de luceros


florecerán a tu paso,
cuando anuncien tu venida
las claras lluvias de mayo.

Espigas de sol, la copla,


irá labrando este sueño.
Cerco de recia andadura,
fulgor de rudo silencio.

Las claras lluvias de mayo,


empaparán de rocío
la soledad de los ranchos.

150
José Rafael Jiménez, Venezuela

Canta II

La canta siguió su rumbo


acechando madrugadas,
y fue a parar a tus ojos,
en las sabanas de Arauca.

Me regalaron las garzas


sus plumajes siempre claros,
para tejerle una alfombra
de lejanías a los caños.

En las sabanas de Arauca,


va el poeta Ernesto Luis,
con su ternura en la canta.

151
Índice

PREÁMBULO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

José Antonio Corpas . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11


LA VICTORIA DE LOS POETAS

ME NOMBRO EN LA PALABRA
Gabriel Jiménez Emán . . . . . . . . . . . . . . . . 15
Escrito sin fondo
Leyda Colombo, Venezuela . . . . . . . . . . . . . . 16
Un poema
Mohamed Abi Hasan, Venezuela . . . . . . . . . . . . 17
Poematicidio
Ninfa Monasterios Guevara, Venezuela . . . . . . . . 18
El Cosmos de María Calcaño en mis versos
Mónica Laneri, Paraguay . . . . . . . . . . . . . . . 20
Afasia de Wernicke
Adolfo Salazar, Venezuela . . . . . . . . . . . . . . . 22
El día que yo me muera
Juan Ramos Cardozo, Venezuela . . . . . . . . . . . 23
Ven musa
Raquel Santeliz, Venezuela . . . . . . . . . . . . . . 25
Me quitas lo detenida
Lira Cabrales, Venezuela . . . . . . . . . . . . . . . 26
Me aferro
Lira Cabrales, Venezuela . . . . . . . . . . . . . . . 27
Puerta del cielo
Miguel Mora Alviárez, Venezuela . . . . . . . . . . . 28
La sombra de la libélula
Omaira Vásquez, Venezuela . . . . . . . . . . . . . . 30
La victoria de la poesía
Nesfran González, Venezuela . . . . . . . . . . . . . 31
Los versos se acomodan

DEL SER Y POESÍA


Annabel Madden, Venezuela . . . . . . . . . . . . . 35
Todos eran poetas menos yo
Flor Finlay, Colombia . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
Encuentros
Jesús Chávez, Venezuela . . . . . . . . . . . . . . . . 38
Otredad
Jesús Chávez, Venezuela . . . . . . . . . . . . . . . . 39
Recurrencia
Raquel Santeliz, Venezuela . . . . . . . . . . . . . . 40
Medida por resquicios
Mariana Núñez, Venezuela . . . . . . . . . . . . . . 41
Piedra sobre piedra
William Goitía, Venezuela . . . . . . . . . . . . . . 42
Hoy no quiero escribir
Mariaté Araure, venezolana en Panamá . . . . . . . . 43
Andalucía
Leyda Colombo, Venezuela . . . . . . . . . . . . . . 44
Somos
Ninfa Monasterios Guevara, Venezuela . . . . . . . . 45
Me urge saber de la muerte
Joffri Campins, venezolana en Ecuador . . . . . . . . 47
Quién Soy
María Milagros Sabetta, Venezuela . . . . . . . . . . 49
A viva piel
Soledad Vásquez, Venezuela . . . . . . . . . . . . . . 50
Calco de luz, mi sombra
Joffri Campins, venezolana en Ecuador . . . . . . . . 51
Miedo
Maid Corbic, Bosnia . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
El sol de la existencia de mí y el universo
Joel Linares Moreno, Venezuela . . . . . . . . . . . . 54
Aforismo del Ser

DE REFLEXIONES Y POESÍA
Mohamed Abi Hasan, Venezuela . . . . . . . . . . . 57
Recital
Gabriel Jiménez Emán, Venezuela . . . . . . . . . . . 58
Los Duendes
José Antonio Corpas, España . . . . . . . . . . . . . 59
El cante de la noche
Livia Vargas, venezolana en Brasil . . . . . . . . . . . 60
Fotografía (1998)
Flor Finlay, Colombia . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
Plegaria
Miguel Ángel García Ágreda, Venezuela . . . . . . . 63
Hubo un tiempo
Alicia Muñoz Verri, “Guainy”, Argentina . . . . . . . 65
Juana de trenzas largas
Alicia Muñoz Verri, “Guainy”, Argentina . . . . . . . 67
Silencio
Ennio Tucci, Venezuela . . . . . . . . . . . . . . . . 69
Con las llaves de mi puerta
Ennio Tucci, Venezuela . . . . . . . . . . . . . . . . 70
Un orden nuevo
Mariana Núñez Vargas, Venezuela . . . . . . . . . . 71
Epifanía
Maid Corbic, Bosnia . . . . . . . . . . . . . . . . . 72
Enamorados hoy todos están a tierra
Elisa Grinfeld, Argentina . . . . . . . . . . . . . . . 73
¡Oh, vida!
Mónica Laneri, Paraguay . . . . . . . . . . . . . . . 75
Turista en sala de urgencias
Raúl García Palma, Venezuela . . . . . . . . . . . . 77
Cuánto daría por ser un haikú
Raúl García Palma, Venezuela . . . . . . . . . . . . 78
Cercana abertura
Irma Godoy Torres, Venezuela . . . . . . . . . . . . 79
Orugas
Juan Ramos Cardozo, Venezuela . . . . . . . . . . . . 81
Viernes santo
Nesfran González, venezolano en Panamá . . . . . . 83
Ternura
Francisco González Valdez, México . . . . . . . . . . 84
Blanco Veroes rafael, venezolano en España . . . . . . 85
Los poetas no mueren

DE NOSTALGIAS Y POESÍA
Gabriel Jiménez Emán, Venezuela . . . . . . . . . . . 89
Nostalgia
Williams Alberto Hernández, Venezuela . . . . . . . 93
La herida mana
Ninfa Monasterios Guevara, Venezuela . . . . . . . . 95
Hasta el olvido se hace corto
Mariaté Araure, venezolana en Panamá . . . . . . . . 96
Retrato al dolor
Laura Parra (Laures), venezolana en Inglaterra . . . . 97
Último adiós
Livia Vargas Gonzáles, venezolana en Brasil . . . . . 99
Domingo
Jorge Aguilar Miranda, Colombia . . . . . . . . . . 100
Mi Niñez

DE CUERPOS Y POESÍA
Francisco González Valdez, México . . . . . . . . . .105
En el ajedrez de tu cuerpo
Yubraska del Carmen Herrera Diamont, Venezuela . 106
Erótica consulta
Thais Perdomo, Venezuela . . . . . . . . . . . . . . 107
Veranos
Jessica Álvarez, Venezuela . . . . . . . . . . . . . . 108
Mago
María Milagros Sabetta, Venezuela . . . . . . . . . 109
Metamorfosis
Oscar Fernández, Venezuela . . . . . . . . . . . . . 110
De tormenta solitaria

DE AMORES Y POESÍA
Annabel Madden, Venezuela . . . . . . . . . . . . . 113
¿Cómo será el amor entre poetas?
Blanco Veroes Rafael, venezolano en España . . . . . 115
Mi poema favorito
José Argenis Díaz, Venezuela . . . . . . . . . . . . .117
Te busco
José Argenis Díaz, Venezuela . . . . . . . . . . . . .118
¿Dónde estás?
Williams Alberto Hernández, Venezuela . . . . . . .119
Esta certeza que indaga
William Goitia, Venezuela . . . . . . . . . . . . . . 120
II
José Martínez Tellechea, Venezuela . . . . . . . . . .121
Ese breve espacio
José Martínez Tellechea, Venezuela . . . . . . . . . 122
Si mañana acabara el mundo
Luz Milagro Royett, Venezuela . . . . . . . . . . . 123
Te escribo
Luz Milagro Royett, Venezuela . . . . . . . . . . . 124
Yazgo
Rómulo Bervins, Venezuela . . . . . . . . . . . . . .125
Vi
Adolfo Salazar, Venezuela . . . . . . . . . . . . . . 126
Te quiero manantial
Jessica Álvarez, Venezuela . . . . . . . . . . . . . . 127
Al lado izquierdo
Joffry Campins, venezolana en Ecuador . . . . . . . 128
Amante de una noche
Laura Parra (Laures), venezolana en Inglaterra . . . 129
No Existe
Yubraska del Carmen Herrera Diamont, Venezuela . .131
Si Pudiera Amarte
José Antonio Corpas, España . . . . . . . . . . . . .132
El Amor primero
Keduin Albarrán, Venezuela . . . . . . . . . . . . . 134
Esta Noche
Elisa Grinfeld, Argentina . . . . . . . . . . . . . . .135
Solo imagino
Miguel Mora Alviárez, Venezuela . . . . . . . . . . 137
Prisionero
Oscar Fernández, Venezuela . . . . . . . . . . . . . 138
De tormenta solitaria 2
Thais Perdomo, Venezuela . . . . . . . . . . . . . . 139
Polvo del viento

DE CANTOS Y POESÍA
Keduin Albarrán, Venezuela . . . . . . . . . . . . . 143
Creo en ti mujer
Indira Gómez Núñez, Venezuela . . . . . . . . . . . 144
Azul
Verónica Bervín, venezolana en Argentina . . . . . . 145
Otros Albores
Verónica Bervín, venezolana en Argentina . . . . . . 146
Su canto
Irma Godoy Torres, Venezuela . . . . . . . . . . . . 147
La jardinera del valle
Indira Gómez Núñez, Venezuela . . . . . . . . . . . 148
Celebro
Rómulo Bervins, Venezuela . . . . . . . . . . . . . .149
Quise
José Rafael Jiménez, Venezuela . . . . . . . . . . . .150
Canta I
José Rafael Jiménez, Venezuela . . . . . . . . . . . .151
Canta II
La Victoria de la poesía
se editó con amor
en mayo de 2022
en el taller editorial de
Ediciones Madriguera,
en Mérida – Venezuela.

¡Gracias a Dios!
Eres parte de nuestra victoria, tienes
ante tus ojos la evidencia amorosa
del significado de la unión de Buenas
Voluntades. Buenas Voluntades
abrazadas en el camino, regalan poemas
para que tú, lector, alimentes tu espíritu .
El IX Encuentro latinoamericano de
poetas La Victoria, se baña de arcoiris, se
viste de sol, ilumina el canto del mar, te
invita a entrar en su mundo. Te nombra
en la palabra.
Se unen aquí poetas imprescindibles,
los emergentes y los que aplauden y
defienden La Victoria de la Poesía, para
que las miserias humanas duelan menos .
Triunfa la vida, cuando triunfa la poesía.

ISBN 978-980-433-082-7

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