Filosofía y Educación

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COMPILACIÓN TEÓRICA

SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA.

UNIDAD II: LA FILOSOFÍA COMO EJE INTEGRADOR DE DISCIPLINAS.

FILODSOFÍA Y EDUCACIÓN.

Concepto de
FILOSOFÍA

Desde la Antigüedad los filósofos reflexionan sobre la moral, la belleza y la existencia misma.

¿Qué es Filosofía?

Desde un punto de vista contemporáneo, la filosofía es una especie de ciencia madre de la


cual se desprenden casi todas las disciplinas especializadas que hoy en día conocemos.
Centra sus intereses en la reflexión, específicamente sobre temas como la moral, la belleza,
la experiencia, el lenguaje y la existencia misma.

Su nombre proviene de los vocablos griegos filein (“amar”) y sofía (“sabiduría”), tendríamos
que concluir que se trata del amor al saber, de la pasión por comprender, o algo
semejante. Es imposible comprender qué cosa es la filosofía sin tomar en consideración sus
orígenes, su historia particular y el lugar que aún ocupa en el mundo contemporáneo.

Casi resulta más fácil decir lo que la filosofía no es, por ejemplo, su búsqueda particular de la
sabiduría es mucho más amplia (además de profunda y trascendental) que la de las ciencias,
sobre todo las aplicadas.

También es distinta de la búsqueda propuesta por la religión, ya que esta última se sustenta
en la fe, mientras que la filosofía lo hace en la razón humana. Se aleja también del
esoterismo, el ocultismo y las pseudociencias en que trabaja con saberes comprobables,
lógicos, organizados y legítimos.

Sin embargo, dado que los campos de estudio filosóficos son tan amplios, éstos suelen
coincidir con los de muchas otras disciplinas; pero a la vez la filosofía los trasciende. A muy
grandes rasgos, es un saber sobre el saber, o sea, es pensamiento sobre el pensamiento
mismo y sobre el ser humano capaz de producirlo.

Origen de la filosofía

La filosofía es tremendamente antigua: sus orígenes deben rastrearse hasta la Grecia Clásica,
alrededor del siglo V a. C. Se dice que fue inventada por el antiguo matemático y pensador
Pitágoras (c. 569-c. 475 a. C.), quien al ser interrogado por el rey espartano Leónidas respecto
a si él se consideraba realmente un sabio, respondió humildemente que más bien era un
“amante” o “buscador” de la sabiduría (filósofo).

El propio Pitágoras definió a los filósofos como un tercer tipo de personas, distinto de los que
gustan actuar y ganar reconocimiento, y también de los que gustan comerciar y ganar lucro.
Por el contrario, los filósofos sólo aspiraban a observar y entender.

Así lo hicieron los primeros grandes filósofos occidentales, como Sócrates (470-399 a.
C.), Platón (c. 427-347) y Artistóteles (384-322 a. C.). Además, marcaron un hito fundamental
en el pensamiento que el posterior Imperio Romano heredaría y transmitiría a toda Europa.
Otros nombres importantes son los de Anaxágoras, Demócrito, Diógenes Laercio, Heráclito,
Tales de Mileto y un vasto etcétera de pensadores griegos y romanos.

También hubo filósofos importantes de la antigüedad oriental, en Asia y el Medio Oriente,


como fueron Siddharta Guatama (Buda), Bodhidharma, Chárvaka y Confucio, todos
fundadores de importantes tradiciones de pensamiento (y en ocasiones también de
religiones) en sus respectivas culturas.

¿Para qué sirve la filosofía?

Filósofos como Judith Butler ayudan a reconocer los dilemas de nuestro tiempo.

Tendemos a pensar que la filosofía es un asunto del pasado, semejante a la historia, o que fue
desplazada por completo por la ciencia y ya carece de valor. Esto se debe en parte al triunfo
de un modelo pragmático y utilitario de pensamiento en el mundo, que valora las cosas según
su aplicación práctica e inmediata.

Sin embargo, nada podría estar más lejos de la verdad: la filosofía es la gran herramienta del
ser humano, la que le permite comprender los caminos que toma el pensamiento y
adelantarse a los mismos. Además, reconoce los dilemas y los problemas que caracterizan
cada momento histórico que vive.
En los momentos cumbre de la humanidad, cuando se imponen cambios o surge el caos, la
opinión pública acude a la voz de los filósofos, para que la ayude a pensar lo que ocurre: a
determinar justamente cuál es la forma más sabia de hacerlo, o cuáles son las dinámicas de
pensamiento que más convienen y que mejores resultados arrojarán a la larga.

Ramas de la filosofía

La filosofía, como todas las ciencias, comprende diversas ramas, como son:

 Metafísica. Se centra en el estudio de la realidad: su naturaleza, su estructura, sus componentes y


principios fundamentales. Algunas de las nociones fundamentales con las que entendemos el
mundo provienen de una tradición metafísica particular.

 Gnoseología. También conocida como teoría del conocimiento, estudia las distintas formas del
saber y las dinámicas mediante las cuales se logra el conocimiento, centrada en la manera misma
en que los saberes se construyen.

 Lógica. Dedicada al estudio de los procedimientos formales y racionales de pensamiento, la


demostración y la inferencia, mediante los cuales pueden obtenerse conclusiones a partir de
premisas.

 Ética. Se dedica al estudio de la moral, la virtud, el deber, la felicidad y los códigos de


comportamiento humanos, para de algún modo hallar el lugar del ser humano en el mundo.

 Estética. Es la rama que estudia el concepto de la belleza y lo hermoso, intentando dar con su
significado y sus modos de determinación.

 Filosofía política. Se dedica al estudio teórico de las relaciones entre los seres humanos en
sociedad: el poder, las estructuras políticas, el gobierno, etc.

 Filosofía del lenguaje. Estudia el lenguaje como fenómeno: qué cosa es, cuál es su naturaleza y qué
representa para la humanidad. Todo ello mediante métodos no empíricos, lo cual lo distingue de
la lingüística.
Importancia de la filosofía

Filósofos como Slavoj Zizek permiten pensar el modo en que cambiamos el mundo.

La filosofía es una de las disciplinas de más larga data en la historia de la humanidad. Su


importancia no es exclusiva de las humanidades y de los estudiosos del arte o de la historia.
Su proliferación de ramas y de especializaciones le permite pensar los dilemas del ser
humano contemporáneo y aplicarse a diferentes áreas del saber.

Representa la posibilidad de pensar el modo en que estamos cambiando el mundo, o sea, el


modo en que estamos cambiándonos a nosotros mismos y, a la par, el modo en que estamos
pensando al respecto. La filosofía es un espejo en el que mirarnos para saber quiénes somos.

Filosofía y ciencia

La aparición de la ciencia en el siglo XVI vino a cambiar para siempre el modo de pensar de
Occidente y del mundo, acabando con tanto las formas antiguas de filosofía, como con la fe
religiosa medieval. Este es el rasgo fundacional del mundo moderno. Sin embargo, esto no
significa que el discurso científico impida la existencia de la filosofía, ni mucho menos.

Actualmente se entiende la relación entre ambos desde dos puntos de vista:


 La filosofía científica. Que toma como referencia los hallazgos de la ciencia y se dedica a pensar el
modo en que éstos se producen, el modo en que el pensamiento científico evoluciona, y constituye
de esa manera un apéndice del saber organizado por las ciencias modernas.

 La filosofía especulativa. Que se mantiene liberada de cualquier atadura con respecto a los saberes
científicos, y de los de cualquier otra forma de conocimiento, dependiendo únicamente de su vida
propia.

Qué son y cuáles son las


DISCIPLINAS FILOSÓFICAS

Las disciplinas filosóficas ofrecen distintas miradas sobre la existencia humana.

¿Qué son las disciplinas filosóficas?

Las disciplinas filosóficas, también llamadas ramas de la filosofía, son las diversas vertientes
de estudio que comprende la filosofía, o sea, que se insertan en ella como un campo mucho
mayor. Cada una posee objetivos propios y enfoques particulares de razonamiento.

En conjunto constituyen las distintas miradas que la filosofía ofrece respecto de


la existencia humana. Además, han variado enormemente desde los orígenes de la filosofía,
allá en las épocas de la antigüedad clásica, cuando inició su lento camino de separación
formal de los saberes religiosos y el misticismo.
Por esa razón, muchas de las áreas del saber que hoy en día consideramos parte de
las ciencias, como puede ser la astronomía (hoy en día parte de la física), fueron en algún
momento ramas de la filosofía natural. Es por esta razón que se considera a la filosofía como
la madre de todas las ciencias.

La filosofía es un campo de estudio dedicado al pensamiento, y que intenta responder las


preguntas más trascendentales de la humanidad, como son ¿Quiénes somos? ¿Adónde
vamos? ¿Cuál es el sentido de la vida?

En alguna medida, existe una rama de la filosofía para cada una de esas cuestiones
trascendentales que rara vez tienen una respuesta sencilla. A continuación, veremos por
separado cada una de las disciplinas filosóficas.

Metafísica

Su nombre proviene del latín metaphysica y significa “más allá de la naturaleza”, ya que se
trata del estudio de los aspectos fundamentales de la realidad. Esto pasa por responder a la
difícil pregunta de qué cosa es la realidad, pero también definir conceptos básicos como los
de “entidad”, “existencia”, “ser”, “objeto”, “tiempo”, “espacio” y muchos otros.

Estas nociones no pueden explicarse mediante la investigación empírica, sino que son figuras
del raciocinio. La metafísica posee dos ramas principales: la ontología, que es el estudio del
ser en cuanto tal, y la teleología, que es el estudio de los fines trascendentes.

Gnoseología

También conocida como la “Teoría del conocimiento”, es la rama de la filosofía que se ocupa
de pensar qué cosa es el conocimiento, cómo se origina y cuáles son sus límites.

No se ocupa de los tipos posibles de conocimiento, como pueden ser las ciencias, sino de la
naturaleza misma del conocimiento, es decir, de su comprensión como objeto de estudio. Por
ese motivo tiene muchos puntos de contacto con disciplinas como la psicología,
la educación o la lógica.

Epistemología

La epistemología estudia cómo se llega al conocimiento y cómo se valida.

Su nombre proviene del griego epistêmê que traduce “conocimiento”, y constituye una rama
próxima a la gnoseología, aunque claramente diferenciada de ella. La epistemología estudia
los mecanismos de obtención del conocimiento.

Específicamente se ocupa de las circunstancias históricas, psicológicas o sociológicas que


conducen a la obtención y la validación del conocimiento humano, así como de los criterios
que sirven para aprobarlo o invalidarlo: verdad, objetividad, realidad o justificación.

Para muchos autores, la epistemología vendría siendo una suerte de Teoría del conocimiento
aplicada al pensamiento científico, pero existen diversas opiniones respecto a dónde están los
límites de esta disciplina.
Lógica

Esta rama de la filosofía es también una ciencia formal, como las matemáticas, a las que es
muy cercana. Se ocupa de la distinción entre los procesos de razonamiento que son válidos y
los que no, a partir de los principios de la demostración y la inferencia, lo cual incluye el
estudio de las paradojas, las falacias y de la verdad misma.

La lógica posee aplicaciones concretas dentro del campo de otras disciplinas científicas, como
la lógica matemática, la lógica computacional, etc.

Ética

También conocida como la filosofía moral, la ética estudia la conducta humana y se


propone comprender las diferencias entre lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo, y
las nociones de virtud, felicidad y deber. También puede considerarse que la ética es la
disciplina que estudia la moral, aunque muchos emplean estos dos términos como sinónimos.

La ética comúnmente se divide en tres subramas: la metaética, que estudia el origen y la


naturaleza de los conceptos éticos; la ética normativa, que estudia los estándares o normas
de regulación de la conducta humana; y la ética aplicada, que estudia controversias y dilemas
éticos para intentar darles una respuesta útil.

Estética
La estética estudia cómo experimentamos y juzgamos la belleza.

El nombre de esta disciplina proviene del griego aistehetikê, que traduce “percepción” o
“sensación”. Es la rama de la filosofía que hace de la belleza su objeto de estudio. Es
decir, estudia la esencia y la percepción de la belleza, los juicios estéticos, las experiencias
estéticas, y conceptos como lo bello, lo feo, lo sublime o lo elegante.

Dependiendo del autor, la estética puede considerarse también como la rama filosófica que
estudia la percepción, para intentar dar con el porqué algunas cosas las consideramos
agradables y otras no. Es común que se ocupe de las formas del arte, pero también los
sentimientos que éstas nos evocan, o los valores que en ellas puedan estar contenidos.

Filosofía política

Esta disciplina estudia la relación entre los individuos y la sociedad, y se ocupa de conceptos
fundamentales como el gobierno, las leyes, la política, la libertad, la igualdad, la justicia, los
derechos o el poder político. Se interroga respecto a qué hace legítimo o no a un gobierno,
cuáles son sus funciones, y cuándo se lo puede derrocar legítimamente.

En este enfoque, la filosofía política puede aproximarse a las Ciencias Políticas o politología;
pero mientras estas últimas se ocupan de la historia, actualidad y futuro de la política, la
filosofía se ocupa de teorizar respecto de sus conceptos fundamentales.
Filosofía del lenguaje

Como su nombre lo indica, esta disciplina se dedica al estudio filosófico del


lenguaje. Investiga los aspectos más fundamentales del lenguaje como el significado, la
referencia, sus límites, o la relación entre el lenguaje, el mundo y el pensamiento.

Para ello puede echar mano a saberes que pertenezcan a la lingüística, aunque esta última
estudia el lenguaje desde una perspectiva empírica, mientras que la filosofía del lenguaje no
distingue entre lenguaje escrito, hablado o cualquier otra manifestación. Además sólo utiliza
experimentos mentales.

La filosofía del lenguaje suele comprender dos subdisciplinas que son


la semántica (compartida también con la lingüística) que se ocupa del sentido y el significado,
o sea, de los vínculos entre el lenguaje y el mundo; y la pragmática, que estudia las relaciones
entre el lenguaje y sus usuarios.

Filosofía de la mente

Llamada también Filosofía del espíritu, esta disciplina hace de la mente humana su objeto de
estudio. Estudia las percepciones, sensaciones, emociones, fantasías y sueños, pensamientos
e incluso creencias. Se cuestiona qué define que algo pertenezca al ámbito de lo mental.
Además, la filosofía de la mente reflexiona sobre qué tanto podemos conocer nuestra propia
mente.

En este enfoque, la filosofía de la mente se aproxima a otras ciencias como la ciencia cognitiva
o la psicología, pero como en otros casos, la disciplina filosófica se mantiene siempre en el
cuestionamiento de los conceptos fundamentales, o sea, las preguntas esenciales y básicas,
en lugar del conocimiento empírico.

Algunos de los dilemas fundamentales de esta disciplina son la relación entre la mente y el
cuerpo, la permanencia en el tiempo de la identidad personal o la posibilidad del
reconocimiento entre las mentes.
Concepto de
CONOCIMIENTO FILOSÓFICO

El conocimiento filosófico no requiere comprobación experimental.

¿Qué es el conocimiento filosófico?

El conocimiento filosófico es el conjunto acumulado de saberes de tipo existencial, reflexivo


y contemplativo que la humanidad ha ido formulando a lo largo de su historia, desde las
civilizaciones antiguas hasta las contemporáneas.

Este modelo de conocimiento se distingue del religioso en que no necesariamente implica la


comprensión de lo sagrado y lo divino. Por el contrario, intenta comprender
la existencia del ser humano tal y como es. Sin embargo, en muchos casos comparte fronteras
u orígenes con el conocimiento religioso.

El conocimiento filosófico es el fruto de largas tradiciones de pensamiento, organizadas en


escuelas y grupos, o bien de genios que revolucionaron en sus épocas respectivas la manera
en que se comprendía la existencia humana.

Durante las épocas de oro de las distintas civilizaciones humanas, ha guiado los intereses
comunes y ha representado la cumbre de las capacidades del pensamiento humano, en su
posibilidad de comprender el mundo que lo rodea.
Este tipo de conocimiento surge de las preguntas ser humano sobre sí mismo, muchas de las
cuales no tienen una solución sencilla, como: “¿quiénes somos?”, “¿de dónde venimos?”,
“¿hacia dónde vamos?” o “¿por qué existe lo que existe?”, entre otras muchas.

Características del conocimiento filosófico

El conocimiento filosófico aspira a ser pensamiento puro o reflexión pura, y por lo tanto no
requiere de una praxis o de una metodología de comprobación, mucho menos
de experimentos. Por el contrario, obedece únicamente a las leyes de la lógica y del
pensamiento racional.

En ese sentido, se aproxima a ciertas formas de la literatura, ya que depende del lenguaje. La
diferencia es que el conocimiento filosófico no presta atención al cómo y a las formas, es
decir, a la belleza, sino al qué y al fondo, o sea, se propone encontrar la verdad.

Ejemplos de conocimiento filosófico

Confucio fue un pensador chino que inauguró una corriente filosófica.

Podemos hallar ejemplos de conocimiento filosófico en los numerosos tratados


de filosofía provenientes de la historia de la humanidad, especialmente de los grandes
momentos del pensamiento, como fue por ejemplo la Grecia Antigua, cuna de pensadores
como Sócrates, Platón y Aristóteles, fundamentales en la historia del pensamiento de
Occidente.

También hay tradiciones filosóficas no Occidentales, como las provenientes del Asia budista
(Gautama Buddha), de la China milenaria (Confucio, Tsun Zu, etc.), etc.

Tipos de conocimiento filosófico

El conocimiento filosófico se organiza a alrededor de las distintas ramas de la filosofía, que


son:

 Metafísica. El estudio de la naturaleza, estructura, componentes y principios rectores de


la realidad, lo cual incluye el intento por definir qué cosa es lo real y otros conceptos asociados a
ello, como son: identidad, ser, existencia, objeto, sujeto, etc.

 Gnoseología. También llamada Teoría del conocimiento, es la rama filosófica dedicada al estudio
del saber y el conocimiento: su naturaleza, sus límites y su origen.

 Epistemología. Semejante a la anterior, estudia el conocimiento desde la perspectiva de las


circunstancias históricas, psicológicas y sociológicas que permiten justificar, validar o invalidar el
conocimiento de la humanidad.

 Lógica. Esta rama constituye también una ciencia formal, afín a las matemáticas, que estudia los
principios de demostración, validación e invalidación del pensamiento, así como la noción
de verdad, falacia, paradoja, etc.

 Ética. También conocida como filosofía moral, centra su interés en la conducta humana, y trata de
definir o comprender conceptos como lo bueno, lo malo, lo moral, lo inmoral, e incluso algunos
más difíciles como la felicidad, la virtud y el deber.

 Estética. La rama de la filosofía preocupada por comprender la belleza y lo bello, su esencia y su


forma de percibirse.
 Filosofía política. Esta rama se centra en el estudio de las relaciones entre el ser humano y
la comunidad, abarcando ideas como las de gobierno, Estado, sociedad, ley, libertad,
igualdad, justicia, etc. Es fundamental para la politología, por ejemplo.

 Filosofía del lenguaje. Esta rama se dedica al estudio del lenguaje, tanto en sus conceptos
fundamentales y básicos (significado, significante, referencia, etc.), como en sus usos (pragmática,
traducción, etc.), así como sus relaciones con el pensamiento.

 Filosofía de la mente. Llamada también filosofía del espíritu, intenta comprender la propia mente
humana a través de sí misma, deteniéndose en cuestiones complejas como las emociones, los
sentimientos, los sueños, los pensamientos y las creencias.

Diferencias con el conocimiento científico

Algunos grandes científicos como Galileo Galilei fueron también filósofos.

El conocimiento científico es objeto de estudio, organización y debate de la filosofía,


comprendida como la madre de todas las Ciencias, pues alguna vez fue la única herramienta
disponible a la humanidad para entender las leyes que gobiernan al mundo, muchas de las
cuales hoy en día son objeto de las diferentes ramas de la ciencia (química, física, etc.).

Sin embargo, existe una diferencia fundamental: el conocimiento científico requiere su


comprobación y demostración. Es decir que para comprender cómo ocurre un fenómeno
natural y hallar sus leyes fundamentales, es necesario replicarlo en condiciones controladas.
En cambio, el conocimiento filosófico no requiere de comprobaciones, más allá de las
formales: que obedezca a la lógica y que el hilo de deducciones o inducciones pueda seguirse,
que sea comprensible y que no tenga errores procedimentales o falacias.

Otros tipos de conocimiento

Otras formas de conocimiento son las siguientes:

 Conocimiento científico. Aquel que se deriva de la aplicación del método científico a las
distintas hipótesis que surgen de la observación de la realidad, para poder así demostrar mediante
experimentos cuáles son las leyes que rigen el universo.

 Conocimiento empírico. Aquel que se adquiere mediante la experiencia directa, la repetición o la


participación, sin que haga falta una aproximación a lo abstracto, sino a partir de las cosas mismas.

 Conocimiento intuitivo. Aquel que se adquiere sin que medie un razonamiento formal, de manera
rápida e inconsciente, fruto de procesos a menudo inexplicables.

 Conocimiento religioso. Aquel que está vinculado a lo místico y a la experiencia religiosa, es decir,
a los conocimientos que estudian el vínculo entre el ser humano y lo divino.
Concepto de
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO

La teoría del conocimiento estudia qué mecanismos permiten el conocimiento.

¿Qué es la Teoría del conocimiento?

La Teoría del conocimiento es una rama de la filosofía, centrada en el estudio del


conocimiento humano. Dependiendo de la perspectiva académica específica, este
término puede considerarse sinónimo de la gnoseología, dedicada al estudio de la naturaleza
del conocimiento, su origen y sus límites.

En otros casos puede usarse como sinónimo a la epistemología, que se centra en el estudio
de las circunstancias históricas, psicológicas o sociológicas en las que se obtiene el
conocimiento, así como las estrategias empleadas para justificarlo o invalidarlo.

El conocimiento humano es un tema abordable desde muchas aristas posibles y cuya


naturaleza es difícil de asir, aunque mucho más fácil de clasificar. De esta manera, el estudio
del conocimiento, por un lado, reflexiona sobre sus características y sus condiciones de
aparición.

Por otro lado, esta disciplina ordena el conocimiento en base a sus limitaciones, requisitos
formales o mecanismos que empleamos para convalidarlos y diferenciar el conocimiento de
la fe, de la fantasía o del error.
Así, es posible hablar de conocimiento científico, por ejemplo, cuando se rige por las
exigencias del método científico; de conocimiento teológico, cuando se trata de los saberes
en torno a lo religioso; de conocimiento artístico, cuando se adquiere mediante el ejercicio
del talento y de los mecanismos de representación conocidos por el ser humano.

La posibilidad de distinguir entre ellos, de ordenarlos y esquematizarlos como si de objetos


concretos se tratara, es fruto de la Teoría del conocimiento.

¿Qué es el conocimiento?

Generalmente, por conocimiento queremos decir:

 Hechos o información que una persona adquiere mediante la experiencia o mediante la educación,
y gracias a cuya comprensión es capaz de referirse a un asunto determinado de la realidad.

 El contenido intelectual que una persona puede acumular respecto a un área del saber, tema
específico o a la totalidad del universo.

 Todo tipo de certeza cognitiva que responda a las preguntas ¿qué?, ¿cómo?, ¿cuándo? y ¿dónde?

La misma definición de lo que el conocimiento es, ya forma parte del conocimiento y por
ende de las disciplinas que lo estudian.

Determinadas formas de conocimiento han sido más valoradas que otras en cada época de
la historia, como lo fue el religioso en el medioevo europeo, o como lo es el científico en la
actualidad posindustrial. Sin embargo, la pregunta filosófica de fondo respecto a qué cosa es
el conocimiento continúa desafiándonos y dándonos mucho para pensar.
Concepto de
CONOCIMIENTO RACIONAL

El conocimiento racional surge del análisis de los fenómenos de la realidad.

¿Qué es el conocimiento racional?

El conocimiento racional es todo aquel que podamos obtener mediante el uso de la razón
humana, es decir, mediante la comprensión mental de los fenómenos de la realidad que
captan nuestros sentidos, y su análisis de acuerdo a métodos reconocibles, demostrables,
comprensibles.

Esto significa que el conocimiento racional es sumamente amplio, ya que abarca tanto
el conocimiento científico como el empírico y el filosófico, aunque estos tres son distintos
entre sí.

Existen diversas posturas respecto al hecho de que todo conocimiento, al ser


necesariamente humano, pasa por nuestra mente y por lo tanto en última instancia es algo
racional. Sin embargo, se considera al conocimiento racional como el fruto
del razonamiento humano lo más libre posible de emociones, prejuicios,
sensaciones, intuiciones o valores subjetivos o indemostrables.

Así, solo aquello que puede explicarse y demostrarse de acuerdo a un método específico,
vendría siendo racional. En este sentido, el conocimiento racional se opone al conocimiento
intuitivo, que no es demostrable, y al religioso, que se fundamenta en la fe y es dogmático, y
carece de explicaciones demostrables.

Características del conocimiento racional

Lo fundamental del conocimiento racional es que se desprende de la razón, esto es, para
adquirirlo se debe hacer un esfuerzo consciente, metódico, a menudo argumentativo, que
obedece a las leyes formales de la lógica.

Esto significa que el conocimiento racional es una forma analítica de pensamiento, vinculada
con un método. Por eso, puede transmitirse, demostrarse y replicarse (en el caso de la
ciencia experimental).

En general, la concepción tradicional de la razón excluye toda forma de emocionalidad o


subjetividad, aspirando a ser lo más objetivo posible. Sin embargo, se sabe que la total
objetividad es imposible y que incluso en las formas más aparentemente racionales y
científicas perdura un mínimo margen de subjetividades.

Ejemplos de conocimiento racional

La ciencia es una forma de conocimiento racional.

Un par de ejemplos de conocimiento racional lo constituyen:


 El saber científico. En el que se replican en un ambiente controlado las condiciones en que ocurre
un fenómeno natural, para poder aislarlo y comprender cómo opera, extrayendo
así conclusiones fidedignas respecto a su lógica subyacente. Todo ello siguiendo el método
científico, que es un método racional de comprobación, demostración y validación.

 El conocimiento técnico. Que tiene que ver con el uso de herramientas y la solución de problemas,
pasa por la comprensión consciente de las mismas para poder hallar su modo correcto de empleo.
Todo lo cual debe aprenderse racionalmente.

 El saber filosófico. Ya que aspira a comprender la realidad y la existencia humana a partir de las
puras reflexiones, esto es, sin la necesidad de experimentos, sino con demostraciones formales de
la validez deductiva.

Conocimiento racional y conocimiento empírico

El conocimiento empírico se deriva de la experiencia misma del mundo, es decir, de


las percepciones, por lo que puede considerarse un conocimiento sensible (de los sentidos).
Así, puede ser más o menos objetivo en su apreciación del objeto de estudio, es decir, puede
prestarse para abordajes racionales, o no.

Por ejemplo, una mala experiencia amorosa (empírica) puede racionalizarse y convertirse
en aprendizaje social (cosa que se intenta hacer en la psicoterapia, por ejemplo), o puede
traducirse en una conclusión emocional como “todos los/las hombres/mujeres son iguales”.

Otros tipos de conocimiento

Otras formas de conocimiento son las siguientes:

 Conocimiento científico. Aquel que se deriva de la aplicación del método científico a las
distintas hipótesis que surgen de la observación de la realidad, para poder así demostrar mediante
experimentos cuáles son las leyes que rigen el universo.
 Conocimiento empírico. Aquel que se adquiere mediante la experiencia directa, la repetición o la
participación, sin que haga falta una aproximación a lo abstracto, sino a partir de las cosas mismas.

 Conocimiento filosófico. Aquel que se desprende del pensamiento humano, en abstracto,


empleando para ello diversos métodos lógicos o de razonamiento formal, que no siempre se
desprende directamente de la realidad, sino de la representación imaginaria de lo real.

 Conocimiento intuitivo. Aquel que se adquiere sin que medie un razonamiento formal, de manera
rápida e inconsciente, fruto de procesos a menudo inexplicables.

 Conocimiento religioso. Aquel que está vinculado a lo místico y a la experiencia religiosa, es decir,
a los conocimientos que estudian el vínculo entre el ser humano y lo divino.

Concepto de
CONOCIMIENTO

El conocimiento incluye una amplia gama de información, habilidades y saberes.

¿Qué es el conocimiento?

Resulta sumamente complicado definir el conocimiento o establecer sus límites conceptuales.


La mayoría de las aproximaciones a qué cosa es, dependen siempre de la perspectiva
filosófica y teórica que uno posea, dado que existen conocimientos relacionados a todas las
ramas del saber humano, y también a todas las áreas de la experiencia.
Incluso el conocimiento mismo sirve como tema de estudio: la rama de la filosofía que lo
estudia se conoce como Teoría del conocimiento.

Comúnmente, entendemos por conocimiento al proceso mental, cultural e incluso


emocional, a través del cual se refleja y reproduce la realidad en el pensamiento, a partir de
diversos tipos de experiencias, razonamientos y aprendizajes. En este concepto puede
incluirse uno o varios de los siguientes elementos:

 Hechos o informaciones que aprendidos por alguien y comprendidos a través de la experiencia,


la educación, la reflexión teórica o experimental.

 La totalidad del contenido intelectual y de los saberes que se tienen respecto a un campo
específico de la realidad.

 La familiaridad y la consciencia que se obtiene respecto a un evento determinado, luego de haberlo


vivenciado.

 Todo aquello que puede pensarse empleando las preguntas “¿cómo?”, “¿cuándo?”, “¿dónde?” y
“¿por qué?”.

Elementos del conocimiento

Se reconocen usualmente cuatro elementos del conocimiento, que son los que intervienen en
la adquisición o formulación de un saber cualquiera:

 Sujeto. Todo conocimiento es adquirido por un sujeto, es decir, forma parte del bagaje mental o
intelectual de un individuo.

 Objeto. Los objetos son todos los elementos reconocibles de la realidad, que sirven al sujeto para
formar conocimientos, es decir, para formularse ideas, entender relaciones, fabricar pensamientos.
El sujeto solo, aislado de todo y de todos, no puede obtener conocimiento.
 Operación cognoscitiva. Se trata de un proceso neurofisiológico complejo, que permite establecer
el pensamiento del sujeto en torno al objeto, o sea, permite la interacción entre sujeto y objeto y
su formulación intelectual en el conocimiento.

 Pensamiento. El pensamiento es difícil de definir, pero en este ámbito podemos comprenderlo


como la “huella” psíquica que el proceso cognoscitivo deja en el sujeto respecto de su experiencia
con el objeto. Es una representación mental del objeto, inserta en una red de relaciones mentales y
que permiten la existencia del conocimiento como tal.

Tipos de conocimiento

Los conocimientos empíricos se obtienen a través del contacto directo con el mundo.

Hay muchas formas de clasificar el conocimiento, atendiendo a su área específica del saber
(por ejemplo: conocimientos médicos, químicos, biológicos, matemáticos, artísticos, etc.), o a
su naturaleza y su forma de adquirirse. Según esto último, tendríamos:

 Conocimientos teóricos. Aquellos que provienen de una interpretación de la realidad o de


experiencias de terceros, o sea, indirectamente, o a través de mediaciones conceptuales como
libros, documentos, filmes, explicaciones, etc. De este tipo son los conocimientos científicos,
filosóficos e incluso las creencias religiosas.
 Conocimientos empíricos. Se trata de aquellos que obtenemos directamente, a partir de nuestra
vivencia del universo y de los recuerdos que de ella nos quedan. Este tipo de conocimiento
constituye el marco básico de “reglas” sobre cómo opera el mundo, que en algunos casos pueden
llegar a ser intransmisibles, como son el conocimiento espacial, abstracto y el vinculado con
las percepciones.

 Conocimientos prácticos. Se trata de los que permiten obtener un fin o realizar una acción
concreta, o que sirven para modelar la conducta. Suelen ser aprendidos por imitación o bien
teóricamente, pero sólo pueden realmente incorporarse cuando son llevados a la práctica. Es el
caso de los conocimientos técnicos, éticos o políticos.

Finalmente, puede hablarse también de conocimientos formales: los que provienen del
curso de una institución de enseñanza, como son la escuela, la universidad, etc.;
y conocimientos informales: los que se adquieren sobre la marcha, en la vida, sin que
involucren una dinámica de enseñanza particular.

Teoría del conocimiento

La Teoría del conocimiento es una de las ramas de la filosofía, que se centra en el estudio del
conocimiento humano, en sus distintas acepciones. Dependiendo de la perspectiva
académica del estudio, puede considerarse la Teoría del conocimiento como un sinónimo de
la gnoseología o de la epistemología.

En el primer caso, se estudia la naturaleza misma del conocimiento: su origen, sus límites,
etc.; mientras que en el segundo caso se estudian las circunstancias históricas, psicológicas o
sociológicas que definen la obtención del conocimiento, al igual que
las estrategias empleadas para validar el conocimiento o, por el contrario, para invalidarlo.

Sociedad del conocimiento


El término “Sociedad del conocimiento” surgió a partir del tremendo impacto cultural que
las Tecnologías de Información y Comunicaciones (TIC) en la cultura humana contemporánea,
formulado por austríaco Peter Drucker.

Las Sociedades del conocimiento son aquellas que incorporan las TIC y todo su potencial
hipercomunicativo a la cotidianidad de las relaciones sociales, culturales y económicas de
su comunidad. Así se facilitan nuevos esquemas de comunicación total, que superan las
barreras del tiempo y el espacio.

No debe sin embargo confundirse este término con el de Sociedad de la información, dado
que esta última es apenas un instrumento del conocimiento, compuesto de hechos y sucesos.
Es decir que no abarca necesariamente la interpretación y comprensión de la información por
parte de las personas.

Una sociedad de la información es apenas aquella que permite el intercambio informativo,


mientras que una sociedad del conocimiento es aquella que emplea la información para
transformar su realidad social, económica y cultural en pos de un modelo de desarrollo
sustentable.

Gestión del conocimiento

Este concepto proviene del inglés Knowledge Management, y es de uso cotidiano en el


mundo de las empresas y organizaciones. Se entiende por gestión del conocimiento el modo
específico de administrar los recursos informativos y de saber.

Su objetivo es que el conocimiento especializado se transfiera hasta el lugar donde habrá de


emplearse o ponerse en práctica, es decir, que no permanezca únicamente en el lugar donde
se genera.

Esta perspectiva organizacional tiene la ventaja de comprender el conocimiento como uno de


los activos más valiosos de una organización. Por eso, propone su difusión como una vía de
fomentar el desarrollo de las competencias empresariales.
En consecuencia, a medida que el conocimiento fluye, genera nuevas estructuras de saber y
aporta nuevas potencias a la organización. Por esta razón, el conocimiento deberá
administrarse en base a preceptos tácticos, operativos y estratégicos hacia el interior de una
empresa determinada.

Concepto de
EDUCACIÓN

La educación ocurre en el seno de la familia y en las distintas etapas de la vida escolar.

¿Qué es la educación?

Se denomina educación a la facilitación del aprendizaje o de la obtención


de conocimientos, habilidades, valores y hábitos en un grupo humano determinado, por
parte de otras personas más versadas en el asunto enseñado y empleando diversas técnicas
de la pedagogía: la narración, el debate, la memorización o la investigación.

La educación es un proceso complejo en la vida del ser humano, que ocurre


fundamentalmente en el seno de la familia y luego en las distintas etapas de la vida escolar o
académica que el individuo transite (desde el kindergarten hasta la universidad).
Sin embargo, no solo el conocimiento organizado y compartimentado de las ciencias y los
saberes es educación: también lo son las tradiciones locales, las creencias familiares o los
modos de conducta heredados.

El resultado final del proceso educativo es incierto, ya que el ser humano nunca deja de
aprender, por ende, de cambiar sus conductas y sus preceptos. Sin embargo, las etapas
iniciales de la vida se consideran cruciales para la formación y educación del individuo (tanto
en aspectos formales como en materia afectiva, ciudadana, etc.), ya que serán responsables
del modo de actuar que el individuo presente en su adultez.

Al mismo tiempo, la educación formal o académica es considerada en


nuestras sociedades una institución al servicio del ser humano, de su mejoramiento y su
aprendizaje, en el que puede no sólo adquirir conocimientos profundos y complejos, sino
también moldear una forma de pensamiento en los asuntos de la ética, la moral, la
afectividad, etc.

Y sin embargo, el acceso a este tipo de educación suele estar restringido a las clases medias y
altas, lo cual supone siempre una dificultad adicional para las clases más desfavorecidas, a
menudo sumergidas en la ignorancia.

La educación puede darse a través de modelos distintos y diversos rangos de experiencias,


pero generalmente está a cargo de un tutor, profesor, maestro o guía, que es una figura de
relativa autoridad sobre los aprendices o estudiantes, encargada de velar por la correcta
comprensión de los temas y de resolver las dudas que puedan surgir en el proceso, ya que no
todas las personas tienen mecanismos de aprendizaje similares.

Conceptos de educación

Dependiendo del autor consultado, la educación se define como:

 “La educación consiste en dirigir los sentimientos de placer y dolor hacia el orden ético” –
Aristóteles (filósofo griego, 384-322 a.C.)
 “La consecución de un alma sana en un cuerpo sano, tal es el fin de la educación” John Locke
(filósofo inglés, 1632-1704).

 “La educación tiene por fin el desarrollo en el hombre de toda la perfección que su naturaleza lleva
consigo” Immanuel Kant (filósofo alemán, 1724-1804)

 “La educación es la única manera de aprender a vivir para otros por el hábito de hacer prevalecer la
sociabilidad por sobre la personalidad” –Auguste Comte (filósofo francés, 1798-1857)

 “Educación es evolución, racionalmente conducida, de las facultades específicas del hombre para
su perfección y para la formación del carácter, preparándole para la vida individual y social, a fin de
conseguir la mayor felicidad posible” – Rufino Blanco (educador español, 1861-1936)

 “La educación es un proceso de transmisión de las tradiciones o de la cultura de un grupo, de una


generación a otra” – Fernando de Azevedo (educador brasileño, 1894-1974)

Tipos de educación

La educación formal suele conducir a la obtención de un título.

Existen numerosas clasificaciones del acto educativo, algunas veces por modelo o por temas
de interés. Sin embargo, la distinción más importante a menudo es la siguiente:
 Educación formal. Aquella que tiene lugar dentro del programa organizado, planificado, evaluado e
impartido por las instituciones de la sociedad: las academias, las escuelas, los institutos, las
universidades y otras instancias de saber organizado. Suelen conducir a la obtención de un título y
un reconocimiento social de los saberes adquiridos.

 Educación no formal. Aquella que se recibe de manera intencional y organizada, pero por fuera de
las instituciones formales dedicadas a ello, es decir, por fuera de las academias y sin el aval de una
titulación (o teniéndola, pero sin valor profesional alguno).

 Educación informal. Aquella que se adquiere de manera no intencional y desorganizada, a través


de la acumulación de experiencia y de saberes incorporados por ensayo y error. Es, digamos, la
educación “de la vida” y todo el mundo la adquiere a su manera.

Concepto de
EPISTEMOLOGÍA

La epistemología estudia los principios, fundamentos y métodos del conocimiento.

¿Qué es la epistemología?

La epistemología es la rama de la filosofía que estudia la teoría del conocimiento, utilizando


tanto al objeto y el sujeto que accederán al conocimiento, como a los límites del saber mismo.
El término proviene de la palabra griega ἐπιστήμη, que quiere decir conocimiento.
La epistemología suele ser confundida en ocasiones con la metodología, la filosofía de las
ciencias y más recientemente con la gnoseología, ya que todas estas ciencias tienen en común
que estudian el proceso de construcción del conocimiento. Sin embargo, la epistemología
tiene diferencias que la vuelven única, siendo una herramienta indispensable para
el análisis de la ciencia y de sus formas de desarrollo en general.

La función de la epistemología es cristalizar, es decir esclarecer cuales son las circunstancias


en que se puede conocer y cuáles son sus límites, es decir que determina el alcance y la
validez del conocimiento. Para ello utiliza como medio para determinar la validez o invalidez
del conocimiento las argumentaciones. Las mismas pueden ser demostrativas, intuitivas,
utilizando recursos de autoridad, entre otras.

La palabra epistemología se encuentra compuesta por «episteme», un término que deriva


del griego y hace referencia al conocimiento o a la ciencia. Antiguamente, los pensadores
clásicos utilizaban el término «episteme» para diferenciarlo de la «tekne», haciendo
referencia este último a la noción de técnica, al conocimiento instrumental. También se
distinguía de la «doxa» o conocimiento general y en muchas ocasiones asociado a la plebe.

Por otra parte, el término epistemología cuenta con el sufijo «logos«, que refiere al estudio
de un tema o cosa. De esta manera podemos concluir que la epistemología es el estudio del
conocimiento. Profundizaremos sobre esta cuestión a continuación.

La epistemología como ciencia se propone estudiar las circunstancias objetivas, históricas y


sociales de la producción de distintos tipos de conocimiento que sean considerados
científicos, cuáles son lo criterios que se utilizan para considerar algo como científico, y
trabaja con conceptos tales como verdad, justificación, hipótesis, corroboración, etc. En
síntesis, es el estudio de cómo y bajo qué condiciones se produce el conocimiento científico.
Es considerada una de las ramas de la filosofía.

Corrientes o doctrinas epistemológicas


El dogmatismo afirma que el conocimiento puede ser adquirido ya que es la realidad misma.

Existen diversas escuelas o corrientes que tratan el tema del conocimiento. Algunas de ellas
son:

 El Criticismo. Desarrollado por Kant, que afirma que se puede alcanzar el conocimiento, pero para
ello se requiere de análisis exhaustivos.

 El Dogmatismo. En cambio, afirma que el conocimiento puede ser adquirido ya que es


la realidad misma.

 El Escepticismo. Por otro lado, es una corriente totalmente antagónica, que niega la posibilidad de
conocer la verdad debido a factores externos al sujeto de conocimiento que no le permiten acceder
a la realidad.

Otras corrientes centran su atención en el modo de acceder al conocimiento:

 El Empirismo. Que afirma que la única manera de acceder al conocimiento es mediante la


experiencia.

 El Racionalismo. Que, por otro lado, expone que el único medio de alcanzar el verdadero
conocimiento es mediante el uso de la razón y la lógica.

Gnoseología y metodología
Es importante esta distinción, ya que es en este punto donde giran algunos debates actuales.

La gnoseología es el estudio del conocimiento en general (por ejemplo, los conocimientos


matemáticos, o algún conocimiento de carácter no científico), y muchos autores están
bogando por borrar las distinciones entre esta ciencia y la epistemología, buscando una
unificación de las mismas. Por ejemplo, la palabra epistemología se traduce al inglés como
«gnoseology«, pero en los países de habla hispana se mantiene esta distinción.

Con respecto a la filosofía de las ciencias, se considera a esta como más amplia que la
epistemología ya que suelen profundizar sobre cuestiones más profundas o en ciertos casos
más metafísicos, tales como si conocemos mediante los sentidos, etc. La epistemología parte
de una base ya estipulada y no busca indagar sobre estas cuestiones.

La metodología se ocupa estrictamente de los procesos necesarios para llegar a un


determinado conocimiento, mientras que no busca indagar en las condiciones que lo llevaron
a cabo, o las condiciones de legitimación. Puede ser considerada como una de las ramas más
asociadas a la técnica.

Historia de la epistemología
Galileo Galilei fue un autor destacado en el ámbito de la epistemología.

Esta rama de la filosofía haya sus orígenes en la Antigua Grecia. En esta época los
conocimientos podían ser clasificados según la manera en la que habían sido alcanzados
en doxa o episteme. Los primeros hacen referencia a los conocimientos que no han sido
sometidos a reflexiones, si no que son adquiridos de manera ordinaria. Los conocimientos
epistémicos por lo contrario eran alcanzados por medio de la reflexión rigurosa.

Sin embargo, el concepto de epistemología tal como lo conocemos fue comenzado a tratar
durante el Renacimiento. Algunos de los autores más destacados en este ámbito fueron
Descartes, Galileo Galilei, Kant, Newton, entre otros. Este resurgimiento de la epistemología
se debió a la aparición del conocimiento científico y la necesidad de validar dichos saberes.
Para ello analiza los métodos, procedimientos y fundamentos que son utilizados en el ámbito
de las ciencias.

Si bien hablar de epistemología antes del siglo XIX en cierto punto puede ser anacrónico,
encontramos algunos autores que han influenciado notablemente sobre esta disciplina. Tal es
el caso de René Descartes con el Discurso del Método, o los mismos John Locke e Immanuel
Kant. Filósofos de esta talla han sabido incorporar dentro de su gran marco teórico nociones
respecto a cómo se produce el conocimiento científico, aunque todavía no existía la
epistemología como tal.

Sin duda la escuela epistemológica que mayor influencia tuvo a nivel teórica y que
revolucionó la disciplina, a pesar de las contundentes críticas que recibirá por parte de uno de
sus discípulos, fueron los neopositivistas lógicos. Agrupados en el famoso Círculo de
Viena, una agrupación de intelectuales que estudiaba las formas lógicas del pensamiento y
de la construcción del conocimiento científico, vieron en Bertrand Russell y Ludwig
Wittgenstein sus máximos inspiradores. Fue la primer gran escuela de epistemología del siglo
XX, encargándose del estudio de las formas lógicas de los enunciados y estableciendo criterios
en base a la lógica.

Será Karl Popper quien discuta las bases sobre las cuales se planteaba la epistemología de
los neopositivistas lógicas, al criticar el criterio de inducción, entendido este como el proceso
por el cual de un enunciado singular por medio de muchas verificaciones se llega a un
conocimiento más general. Popper postula que esto no sólo es imposible, sino que tiene
graves consecuencias, y lo reemplazará por el método lógico-deductivo, entendiendo que
ninguna teoría se verifica, si no que sólo se corrobora hasta que un nuevo conocimiento lo
ponga en tela de juicio.

Concepto de
PARADIGMA

Cad
a disciplina va cambiando de paradigma a lo largo de la historia.

¿Qué es un paradigma?

El concepto de paradigma es complejo, ya que el uso del término a menudo depende del área
del saber desde el cual se lo mire. Sin embargo, en general se lo entiende como sinónimo de
“modelo” o de “ejemplo”. Ése es el significado original de la palabra, proveniente del
griego parádeigma, o sea, “molde” o “patrón”.
En general, hablar de un paradigma es hablar de algo ejemplar, o sea, de algo característico
de una visión o perspectiva, o bien algo que resume un sistema de pensamiento o de hacer
las cosas. Dicho muy a grandes rasgos, un paradigma es un modelo. Es por ello que se suele
hablar de paradigmas filosóficos, matemáticos, políticos, etcétera.

A lo largo de la historia, las distintas disciplinas y aspectos del saber humano han operado de
acuerdo a muy distintos paradigmas, esto es, a diferentes modos de proceder y de pensar.
Pero a medida que nuevos descubrimientos o desarrollos fueron posibles, la capacidad
humana para el razonamiento permitió demoler las viejas estructuras y edificar unas nuevas,
lo cual se traduce en un cambio de paradigma, como veremos más adelante.

Paradigma científico

El uso contemporáneo del término paradigma se empleó por primera vez a propósito de
las ciencias, y es fruto del pensamiento de Thomas Kuhn (1922-1996), un físico, historiador
de la ciencia y filósofo estadounidense, a partir de 1960.

Según él, un paradigma es “una completa constelación de creencias, valores y técnicas” que
definen el ejercicio de una disciplina científica en un momento determinado de su historia,
esto es, su modo general de entenderse a sí misma: los métodos que elige, los problemas que
aborda y las teorías que acepta y da por sentadas.

Es un concepto amplio, equivalente a una matriz de pensamiento o matriz disciplinar que es


compartida por toda la comunidad científica. Obviamente, los paradigmas de
la antigüedad no fueron los mismos que los del medioevo, ni son los mismos que los actuales,
así que a través de este concepto podemos comprender la labor revolucionaria de la ciencia
en la historia de las ideas.

Un ejemplo claro de cómo opera el paradigma científico lo constituye el modelo estándar de


partículas que sostiene la física teórica. Este modelo explica cómo se compone la materia y,
hasta donde sabemos, cómo se organizan las partículas subatómicas, que son imposibles de
ver con instrumentos simples, y por lo tanto define la manera en que pensamos,
experimentamos y comprendemos la física.

Pero la forma de comprender la materia no siempre ha sido la misma. Cada tránsito entre un
modelo y otro ha estado acompañado por una forma de entender el mundo y la ciencia
misma, desde los modelos que involucraban a Dios, hasta hoy en día.

Algunos paradigmas científicos son: el positivista, el post-positivista o el constructivista.

Paradigmas de la investigación social

Algo semejante al caso anterior ocurre a la hora de pensar la investigación en ciencias


sociales. Es decir, el hecho de investigar puede entenderse y ponerse en práctica de acuerdo
a, fundamentalmente, dos modelos diferentes, que son:

 Paradigma cuantitativo. La investigación social, definida bajo estándares cuantitativos, aspira a


construir un conocimiento lo más objetivo posible, que no toma en cuenta las subjetividades de los
actores involucrados, sino que se apoya en técnicas estadísticas, análisis de datos secundarios y
otras herramientas que le permitan comprender la conducta humana a partir de sus tendencias,
realizando generalizaciones sustentadas en datos empíricos.

 Paradigma cualitativo. En cambio, este otro paradigma centra su atención en la comprensión de


los significados sociales, o sea, de lo que la manera en que la gente piensa las distintas realidades
sociales. Para ello, prefieren las herramientas basadas en el análisis del discurso,
la creatividad social o las historias de vida, dado que lo importante es comprender cómo las
subjetividades determinan el comportamiento social.

Paradigmas educativos
El paradigma constructivista busca un rol más protagónico del alumno.

En el caso de los paradigmas educativos, se refieren al modo en que se piensa y se


comprende el acto educacional, o sea, los diferentes modelos pedagógicos que se ponen en
práctica en las instituciones educativas. En este caso, existen cuatro paradigmas principales,
que son:

 El paradigma conductista. Sustentado en una visión objetivista o “científica” de la educación,


aspira a resultados cuantificables, observables y concretos, a través de un sistema
de aprendizaje por acondicionamiento, mediante premios y castigos.

 El paradigma cognitivo. En cambio, se centra en la comprensión del proceso de aprendizaje


mediante una investigación que se sumerge en la psique del individuo en busca de respuestas. Esta
visión es sumamente racionalista: la consciencia y la mente lúcida se tienen como los protagonistas
del acto educativo.

 El paradigma ambientalista. También llamado paradigma histórico-social o socio-cultural, se centra


más en el proceso mismo del aprendizaje que en los resultados obtenibles, y propone que el
aprendizaje se lleva a cabo en íntima relación con el entorno, de manera que controlando el
entorno, se puede controlar la educación.

 El paradigma constructivista. La tendencia más reciente de todas, propone un modelo educativo


en el que el alumno juegue un rol más protagónico, descubriendo la realidad a partir de sus
propias experiencias y del contraste con sus compañeros, buscando activamente la información en
lugar de ocupar un rol pasivo.
Cambio de paradigma

Según la visión antes explicada de Kuhn, los cambios de paradigma se producen cuando un
modelo fracasa en su labor de interpretar determinados aspectos de la realidad. En otros
casos, la realidad cambia de modo tal que obliga a producir una nueva cosmovisión, dado que
el paradigma no es sólo una teoría vigente, sino un sistema entero de creencias y
presuposiciones.

Kuhn denóminó «revoluciones científicas» a los cambios de paradigma. De allí, la expresión


“cambio de paradigmas” se tomó en el lenguaje popular para referirse a un cambio de
perspectivas, de métodos o de tendencias a gran escala, aplicable a cualquier otra área del
saber o de la experiencia humana.

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