Evaluación Inicial Del Estado de La Víctima. Constantes Vitales

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Evaluación inicial del estado de


la víctima. Constantes vitales
UD004610_V(01)
EVALUACIÓN INICIAL DEL ESTADO DE LA VÍCTIMA.
CONSTANTES VITALES

ÍNDICE

MOTIVACIÓN........................................................................................ 3
PROPÓSITOS ....................................................................................... 4
PREPARACIÓN PARA LA UNIDAD ........................................................... 5
1. FUNDAMENTOS BÁSICOS SOBRE LOS PROCESOS DE RESPIRACIÓN
Y CIRCULACIÓN ................................................................................ 7
1.1. FUNDAMENTOS BÁSICOS SOBRE LA RESPIRACIÓN ........................ 7
1.1.1. Fisiología de la respiración ............................................................... 9
1.2. FUNDAMENTOS BÁSICOS DE LA CIRCULACIÓN ............................ 10
2. CONSTANTES VITALES. CONCEPTO Y RECOGIDA .............................. 15
2.1. LA RESPIRACIÓN ..................................................................... 16
2.2. FRECUENCIA CARDÍACA ........................................................... 19
2.3. TENSIÓN ARTERIAL .................................................................. 21
2.4. TEMPERATURA........................................................................ 22
2.5. DIURESIS O BALANCE HÍDRICO ................................................. 25
2.6. SATURACIÓN DE OXÍGENO........................................................ 25
3. VALORACIÓN INICIAL DE LAS VÍCTIMAS Y PROTOCOLO DE
ACTUACIÓN.................................................................................... 27
3.1. VALORACIÓN PRIMARIA ............................................................ 29
4. TIPOS DE ACCIDENTES Y SUS CONSECUENCIAS ............................... 38
CONCLUSIONES ................................................................................. 41
RECAPITULACIÓN .............................................................................. 42
AUTOCOMPROBACIÓN ....................................................................... 45

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SOLUCIONARIO .................................................................................. 49
PROPUESTAS DE AMPLIACIÓN ............................................................ 50
BIBLIOGRAFÍA .................................................................................... 51

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CONSTANTES VITALES

MOTIVACIÓN

Cuando una persona se encuentra con un accidente, es primordial saber qué


hacer y en qué orden se deben realizar cada una de las actividades protocoliza-
das.

Una de las principales acciones cuando nos encontramos con una persona ac-
cidentada es valorar las constantes vitales. El correcto manejo de estos concep-
tos, además de servirte para la atención de personas en este tipo de situacio-
nes, te va ser de utilidad en el día a día, pudiendo aplicar tus conocimientos
para, por ejemplo, controlar tu pulso cardíaco tras realizar ejercicio físico.

Ánimo y estudia esta unidad didáctica con interés. Ya verás como le sacas par-
tido.

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PROPÓSITOS

A través del estudio de esta unidad didáctica vas a ser capaz de:

 Conocer el sistema cardíaco y el respiratorio.


 Saber qué son las constantes vitales, la frecuencia cardíaca y la respi-
ratoria, la temperatura, la tensión arterial… También serás capaz de
manejar sus principales alteraciones.
 Manejar los conceptos de valoración primaria y secundaria, siendo ca-
paz de saber en cada valoración que es lo que se debe hacer de forma
ordenada y protocolizada.
 Recordar cuáles son los accidentes más frecuentes y sus consecuen-
cias.

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CONSTANTES VITALES

PREPARACIÓN PARA LA UNIDAD

Los signos vitales son un tipo de indicadores que nos van a informar sobre el
correcto funcionamiento de los principales sistemas y órganos corporales. Los
principales signos vitales o los cuatro signos vitales cardinales son:

 Frecuencia cardíaca.
 Frecuencia respiratoria.
 Tensión arterial.
 Temperatura.
La valoración de los signos vitales en un paciente puede considerarse como uno
de los principales elementos para determinar la situación clínica en la que se en-
cuentra la persona, por ello, a la hora de proceder a la toma de las mismas, no se
debe hacer de forma aleatoria o sin prestar atención, ya que dependiendo de los
valores que obtengamos se van a tener que realizar unas acciones u otras.
Igualmente, cuando nos encontramos con una persona accidentada, es muy im-
portante trabajar de forma ordenada y protocolizada, ya que esto va a asegurar
que se realice una asistencia de calidad para la vida de la persona que los recibe.
En la presente unidad didáctica, vas a poder estudiar la fisiología de uno de los
sistemas corporales más importantes (si no el más importante), el sistema car-
diorrespiratorio. Aprenderás a manejar los conceptos y las alteraciones de las
principales constantes vitales, finalizando con el estudio de las actuaciones pro-
tocolizadas ante la atención de un enfermo. En definitiva, aprenderás qué se
debe realizar en la valoración primaria y en la valoración secundaria.

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CONSTANTES VITALES

1. FUNDAMENTOS BÁSICOS SOBRE LOS


PROCESOS DE RESPIRACIÓN Y CIRCULACIÓN

El sistema cardiorrespiratorio es el sistema formado por el aparato respiratorio y


el aparato cardíaco:

 El aparato respiratorio es el encargado de intercambiar, entre el aire ex-


terior y la sangre, el oxígeno y el dióxido de carbono.
 El aparato cardiocirculatorio es el encargado de trasportar el oxígeno y
nutrientes a todas las partes del organismo, recoger del mismo los pro-
ductos de desecho y llevarlos hasta los principales órganos excretores.

Ahora vamos a pasar a explicar los principales conceptos relacionados con el


aparato cardíaco y el aparato respiratorio.

1.1. FUNDAMENTOS BÁSICOS SOBRE LA RESPIRACIÓN

El aparato respiratorio está formado por las siguientes estructuras anatómicas:

 Nariz y boca:
Suponen la puerta de entrada para el aire, que entra desde el exterior
hacia el árbol respiratorio.
Fundamentalmente la principal puerta de entrada a este aparato respi-
ratorio es la nariz, ya que en su interior está recubierta por una mucosa
denominada pituitaria, encargada de depurar el aire entrante de toda
partícula extraña, además de calentar el aire exterior para que no dañe
las estructuras respiratorias internas.

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La pituitaria es una mucosa que rodea las fosas nasales en su
interior. Se diferencias dos tipos de pituitarias:
 Pituitaria amarilla: estructura donde se localizan los cilios
encargados de depurar de partículas extrañas el aire que en-
tra del exterior. También se encarga de calentar dicho aire.
 Pituitaria roja: estructura donde se van a localizar los recep-
tores nerviosos del olfato.

Aunque anatómicamente la boca se considera perteneciente al árbol res-


piratorio, no es una estructura puramente respiratoria, ya que al entrar el
aire por ella ni se va a depurar de partículas extrañas ni se va a calentar.
 Faringe.
Es una estructura anatómica común tanto para el aparato respiratorio
como para el aparato digestivo, ya que por ella van a entrar tanto el aire
del exterior hacia la laringe como la comida procedente de la boca
hacia el esófago.

La glotis es una estructura anatómica situada en la faringe, que


evita que el alimento vaya hacia el árbol respiratorio y el aire hacia
el aparato digestivo.

 Laringe.
Es el órgano de fonación por excelencia, ya que es la estructura
anatómica donde se encuentran las cuerdas vocales, estructuras en-
cargadas de producir sonidos, los cuales se convertirán en palabras al
ser modulados por estructuras bucales como los labios y la lengua.
 Tráquea.
Es un tubo encargado de comunicar la laringe con los bronquios. Es un
tubo largo protegido por una serie de anillos que van a evitar que dicha
estructura anatómica se colapse y se cierre, ya que la tráquea es la
principal vía de entrada de aire a los pulmones.
Al final de la tráquea, esta estructura se divide en dos para dar lugar a
los bronquios.
 Bronquio y bronquiolos.
Los bronquios son unas estructuras anatómicas que parten de la divi-
sión de la tráquea. Hay dos bronquios principales:

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CONSTANTES VITALES

 Bronquio derecho, que va hacia el pulmón derecho; es el bron-


quio más largo y se divide en tres bronquiolos principales, uno
para cada lóbulo pulmonar.
Dentro de los pulmones, cada bronquiolo principal se divide en
bronquiolos secundarios, terciarios, cuaternarios, hasta dar lugar
a unas estructuras bronquiales diminutas que acaban en unas es-
tructuras en forma de saco denominadas alvéolos.
 Bronquio izquierdo, que entra en el pulmón izquierdo y se divide a
su vez en dos bronquiolos principales, los cuales van uno a cada
lóbulo pulmonar.
Al igual que en el pulmón derecho, la división de los bronquiolos
es la misma, para acabar dando lugar a los sacos alveolares,
donde se va a producir el intercambio gaseoso.
 Pulmones.
Son unos órganos esponjosos encargados de realizar el proceso de la
respiración. En concreto, los pulmones son dos:
 Pulmón derecho, más grande que el izquierdo y dividido en tres
lóbulos, uno para cada bronquiolo principal.
 Pulmón izquierdo, más pequeño que el derecho debido a que tie-
ne que acoger al corazón. Este pulmón está dividido en dos lóbu-
los, uno para cada bronquiolo principal.
Esta función va a ser realizada por la unidad fundamental del aparato
respiratorio, que es el alvéolo.
El alvéolo tiene forma de saquillo lobular, comunicado, por un lado, con
el exterior a través de los bronquiolos y por otro con la sangre a través
de los capilares sanguíneos que hasta ellos llegan.

La unión de millones de alvéolos forma un pulmón.

1.1.1. FISIOLOGÍA DE LA RESPIRACIÓN

Por fisiología de la respiración se entiende el proceso por el cual se produce el


intercambio de gases entre el interior y el exterior.

Una persona en situaciones normales respira de 10 a 20 veces por minuto y en


una respiración normal se suelen intercambiar 500 cm3 de aire.

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El proceso completo de la respiración se va a desarrollar en las siguientes fases:

 Ventilación.
El proceso de ventilación es el proceso por el que el aire entra y sale a
los pulmones. Este proceso desarrolla en dos etapas:
 Inspiración: es un proceso en el que a partir de la expansión de la
caja torácica el aire entra en el interior de los pulmones.
La inspiración es un proceso activo y para que se produzca es
necesario que se contraigan cierto grupo de músculos respirato-
rios como son el diafragma, los músculos intercostales y los es-
calenos.
 Espiración: es un proceso pasivo que se produce por la relajación
de los músculos respiratorios, proceso en el que se va a producir
la salida del aire desde los pulmones hasta el exterior.
 Difusión.
La difusión es un proceso en el que se produce el intercambio de gases
desde el interior de los pulmones y el exterior a través de la membrana
capilar y de los alvéolos.
Es un proceso que se produce por difusión pasiva a contragradiente, es
decir, que el gas pasa desde la zona de mayor concentración a la de
menor concentración hasta que se igualan las cantidades a ambos la-
dos de la membrana.
 Transporte.
Proceso mediante el cual, una vez que se ha producido el intercambio
de gases en el alvéolo capilar, la sangre transporta el oxígeno al resto
de estructuras corporales.

El oxígeno es trasportado en la sangre gracias a las células rojas


denominadas eritrocitos. Estas células tienen en su interior una
proteína denominada hemoglobina, a la cual se adhiere el oxígeno
para ser trasportado por todo el torrente circulatorio.

1.2. FUNDAMENTOS BÁSICOS DE LA CIRCULACIÓN

El aparato cardiocirculatorio está formado por las siguientes estructuras:

 Sangre.
La sangre es el líquido encargado de trasportar sustancias, tanto nutri-
tivas como de desecho, a través del organismo humano.

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CONSTANTES VITALES

La sangre forma, aproximadamente, entre el 5 y el 7% del peso corpo-


ral, que para una persona adulta, de unos 70 kg de peso, suele corres-
ponder a entre 4 y 5 litros de sangre.
La sangre está formada por tres tipos de células y un líquido en el que
nadan dichas células por todo el organismo.
Las células sanguíneas son:
 Glóbulos rojos, eritrocitos o hematíes: son las células sanguíneas
encargadas de trasportar el oxígeno, ya que en su interior contie-
nen una proteína denominada hemoglobina a la que se adhiere el
oxígeno.
 Glóbulos blancos o leucocitos: son las células encargadas de de-
fender al organismo de la agresión de cualquier tipo de agente
patógeno.
 Plaquetas o trombocitos: células encargadas de participar en el
proceso de coagulación sanguínea, ya que cuando se produce
una herida, dichas células sanguíneas acuden al lugar para inten-
tar taponar la herida y evitar que se siga perdiendo sangre.
 Plasma sanguíneo: forma, aproximadamente el 55% del total de
la sangre. Es un líquido de color blanco, compuesto por agua y
sales minerales, en el que van a nadar las anteriores células san-
guíneas.
 Corazón.
El corazón es el órgano encargado de bombear la sangre para que lle-
gue a todas las partes del organismo. Es un órgano muscular, formado
por tejido liso, autónomo, gracias a la existencia en su interior de sus
propios motores y red de transmisión eléctrica de impulsos.
Los motores cardíacos son:
 Nódulo sinoauricular: también conocido con el nombre del mar-
capasos del corazón, ya que es el nódulo donde se va a iniciar el
latido cardíaco, encontrándose situado en la entrada de la vena
cava superior en la aurícula derecha.
 Nódulo auriculoventricular: al igual que el nódulo anterior, este
también se encuentra situado en la aurícula derecha y comienza
a funcionar cuando el nódulo sinoauricular tiene problemas para
funcionar.
La red de trasmisión eléctrica de impulsos es:
 El haz de Hiss, que transmite el impulso del nódulo auricu-
loventricular al nódulo sinoauricular.
 Fibras de Purkinje, que transmiten el impulso nervioso desde el
nódulo sinoauricular al resto de tejido cardíaco.

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En cuanto a la estructura cardíaca, podemos decir que el corazón está
dividido en dos mitades —derecha e izquierda— y a su vez cada mitad
en dos subunidades —aurículas y ventrículos—.
 El corazón derecho, aurícula y ventrículo derechos, transportan
sangre rica en CO2 y productos de desecho.
 El corazón izquierdo, aurícula y ventrículo izquierdos, transportan
sangre rica en nutrientes y oxígeno.
También es imprescindible estudiar y controlar el funcionamiento dife-
rente de las estructuras cardíacas:
 En la parte superior del corazón se encuentran las aurículas que
recogen la sangre de todas las partes del organismo:
 A la aurícula derecha llega la vena cava superior, que trans-
porta sangre rica en CO2, recogida de todas las partes del
cuerpo.
 A la aurícula izquierda llega la vena pulmonar, que transpor-
ta sangre rica en O2, sangre que ha sido depurada en los
pulmones.
Las aurículas se contraen y con este impulso hacen que la sangre
pase a través de las válvulas cardíacas a los ventrículos.

Entre las aurículas y las ventrículos existen unas estructuras deno-


minadas válvulas, cuya finalidad es cerrarse una vez que la sangre
haya pasado de las aurículas a los ventrículos, evitando que la
sangre retroceda hacia atrás. Son dos las válvulas existentes:
 Válvula tricuspidea, que separa la aurícula derecha del
ventrículo derecho.
 Válvula mitral, que separa la aurícula izquierda del ventrículo
izquierdo.

 En la parte inferior del corazón se encuentran los ventrículos, que


recogen la sangre impulsada por la contracción auricular. Igual-
mente, existen dos ventrículos:
 El ventrículo derecho, que recoge la sangre rica en CO2. De
este ventrículo sale la sangre a través de la arteria pulmo-
nar, para dirigirse hacia los pulmones y proceder a la depu-
ración de la sangre.
A la salida de la arteria pulmonar también existe una válvula,
denominada válvula pulmonar, que se cierra cuando ha sa-
lido la sangre para evitar que esta retroceda.

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CONSTANTES VITALES

 El ventrículo izquierdo recoge la sangre rica en O2. Esta


sangre sale a través de este ventrículo por la arteria aorta y
recorre todas las partes del organismo.
Al igual que en el caso anterior, a la salida de la arteria aór-
tica también existe una válvula aórtica, con la misma finali-
dad que las mencionadas anteriormente.
La sangre sale de los ventrículos hacia las arterias a través de la
contracción ventricular.
 Vasos sanguíneos.
En el cuerpo humano vamos a poder diferenciar tres tipos diferentes de
vasos sanguíneos:
 Arterias: vasos sanguíneos que llevan sangre buena, oxigenada y
llena de nutrientes.
 Venas: llevan sangre rica en productos de desecho.
 Capilares: son los vasos sanguíneos encargados de realizar el in-
tercambio sanguíneo entre las arterias y las venas.
A su vez, en el cuerpo humano vamos poder diferenciar dos tipos de
circulaciones sanguíneas:
 La circulación menor o pulmonar.
Es el sistema circulatorio más pequeño del organismo. Nace en el
ventrículo derecho, por donde sale la arteria pulmonar que tras-
porta sangre rica en CO2. Va hasta los pulmones, donde, en los
alvéolos, se produce el intercambio gaseoso y la sangre oxigena-
da regresa al corazón a través de la vena pulmonar para desem-
bocar en la aurícula izquierda.
 La circulación mayor o circulación sistémica: esta circulación es
la que recorre todo el organismo. Comienza en el ventrículo iz-
quierdo, mediante la salida de la sangre oxigenada a través de la
arteria aorta, y recorre todo el cuerpo humano trasportando oxí-
geno y nutrientes a través de toda la red de vasos arteriales.

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Una vez llegado al final el sistema vascular arterial se comunica,
mediante los capilares, con el sistema sanguíneo venoso, encar-
gado de recoger la sangre contaminada de productos de desecho
y trasportarla hacia los órganos excretores y el corazón, desem-
bocando en la aurícula derecha a través de la vena cava superior.

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CONSTANTES VITALES

2. CONSTANTES VITALES. CONCEPTO Y RECOGIDA


Por constantes vitales se entiende una serie de parámetros o signos objetivos,
que se pueden determinar de forma fácil y sencilla, para determinar la situación
clínica en la que se encuentra una persona, sana o enferma.

Son varias las constantes vitales que nos pueden ayudar a determinar la situa-
ción de la persona. Entre las más importantes, citamos:

 La respiración.
 La frecuencia cardíaca.
 La tensión arterial.
 La temperatura.
 La diuresis.
 Saturación de oxígeno.
Antes de comenzar a abordar el estudio detallado de cada una de ellas es im-
portante saber que existen una gran variedad de factores que pueden alterar el
adecuado funcionamiento de dichas constantes, como por ejemplo:
 Factores fisiológicos:
 La edad: las edades extremas, niños y ancianos, pueden presen-
tar alteraciones con respecto a los valores considerados como
normales.
 El sexo: existen variaciones con respecto a la diferencia de sexo,
debido, principalmente, a la acción de las hormonas sexuales.
 La realización de ejercicio físico y llevar una vida totalmente se-
dentaria pueden hacer variar dichos valores.

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 La ingestión de los alimentos va a producir que en el organismo
se desarrollen una serie de reacciones químicas que pueden alte-
rar los valores normales de las constantes vitales.
 En la mujer, el ciclo menstrual puede alterar la temperatura corpo-
ral, ya que cuando se produce la ovulación la temperatura corpo-
ral suele aumentar ligeramente.
 Factores ambientales:
 El ritmo circadiano: la hora del día a la que se tomen las constan-
tes vitales puede dar variaciones.
 La altitud sobre el nivel del mar también puede influir.
 La temperatura ambiental.
 Factores patológicos:
 La presencia o ausencia de ciertas patologías hace que varíen las
constantes vitales.
En cuanto a la recogida o registro de las constantes vitales, esto se debe reali-
zar utilizando las hojas de constantes que estén estandarizadas para la unidad o
servicio en el que se trabaje. Cada constante vital se debe de registrar de una
forma determinada:
 La frecuencia cardíaca se registra en latidos por minuto y se debe re-
gistrar en color azul.
 La tensión arterial se registra en mm de Hg y en color verde.
 La temperatura se registra en ºC y en color rojo.
 La frecuencia respiratoria se registra en respiraciones por minuto y en
color negro.
 La diuresis registra la cantidad de líquidos administrados y la cantidad
de líquidos perdidos; esta constante se registra en la parte inferior de la
hoja de constantes, en el apartado de la realización del balance hídrico.

2.1. LA RESPIRACIÓN

El sistema respiratorio es el encargado de realizar el intercambio de gases entre


la sangre y el aire externo, de tal forma que se elimine de la sangre el CO2 y se
aporte O2.

En condiciones normales una persona puede tener una frecuencia respiratoria


de 10 a 20 respiraciones por minuto.

Son numerosas las causas que pueden producir la alteración del adecuado fun-
cionamiento del patrón respiratorio, como una obstrucción de la vía aérea, una
parada respiratoria, una insuficiencia respiratoria aguda, etcétera.

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CONSTANTES VITALES

En este sentido, toda persona debe aprender a valorar qué patrones son impor-
tantes con respecto a la respiración. Dentro de los más básicos, citamos:

 La frecuencia respiratoria.
Número de respiraciones por minuto, que son diferentes en función de
la edad, como por ejemplo:
 Recién nacido: 30-40 respiraciones por minuto.
 Lactantes: 26-30 respiraciones por minuto.
 Adulto: 10-20 respiraciones por minuto.
 La amplitud respiratoria.
Cuando hablamos de amplitud respiratoria, estamos haciendo referen-
cia a la cantidad de aire que se moviliza en cada inspiración y espira-
ción, es decir, en cada proceso respiratorio —en una persona normal
se suele movilizar unos 500 cm3 de aire—.
 El ritmo.
El estudio del ritmo se centra el valorar si los movimientos respiratorios
son regulares o irregulares.
 La simetría.
Al igual que los movimientos respiratorios, la simetría estudia que am-
bos lados torácicos se muevan de la misma forma y al mismo tiempo.
A la hora de valorar el tipo de respiración que tiene una persona deberemos
proceder a su observación, prestando especial atención a lo siguiente:
 El tipo de movimientos torácicos o abdominales, ya que hay personas
que en vez de hacer una respiración torácica hace una respiración ab-
dominal.

Para ayudarnos a valorar el patrón respiratorio de una persona,


además de valernos de la observación, también podemos ayudar-
nos con la colocación de nuestra mano sobre su pecho.

 La coloración de la piel: una persona que respire de forma adecuada


debe tener una colocación de piel y mucosas sonrosada; en cambio,
una persona que presente ciertas alteraciones en los procesos respira-
torios presenta un color azulado en dichas zonas (piel, mucosas y
uñas), lo que se conoce con el nombre de cianosis.

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Dentro de las alteraciones más frecuentes a valorar del patrón respiratorio cita-
mos las siguientes:
 Alteraciones de la frecuencia:
 Apnea: ausencia de respiraciones.
 Taquipnea: frecuencia respiratoria superior a 20 respiraciones por
minuto.
 Bradipnea: frecuencia respiratoria inferior a 10 respiraciones por
minuto.
 Alteraciones del ritmo:
 Respiración de Kusmaul: estos pacientes van a presentar un
patrón respiratorio rápido de más de 20 respiraciones por minuto.
A su vez, son respiraciones profundas, sin pausas, en forma de
suspiros. Este tipo de respiración es propia de pacientes diabéti-
cos que se encuentren con hiperglucemias que produzcan acido-
sis metabólica.
 Respiración de Biot: en este caso el patrón respiratorio que pre-
sentan los pacientes es irregular —respiraciones sin ningún tipo
de ritmo—, al igual que alternan respiraciones profundas y super-
ficiales.
También se puede observar este patrón respiratorio tanto en pa-
cientes con lesiones cerebrales como infecciones a este nivel,
como es el caso de personas con meningitis.
 Respiración de Cheyne-Stokes: estos pacientes intercalan respi-
raciones hiperneicas con apneas.
Este tipo de patrón respiratorio es propio de pacientes con lesio-
nes cerebrales.

En niños es normal presentar el patrón respiratorio propio de


Cheyne-Stokes, es decir, respiraciones muy profundas o hipernei-
cas seguidas de ligeras apneas.

 Respiración aupnéusica, respiración ineficaz, rápida en la que no


es profunda.
 Alteraciones del volumen:
 Batipnea: respiración profunda.
 Hipernea: aumento de la profundidad y frecuencia respiratoria.

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CONSTANTES VITALES

 Hipopnea: disminución de la profundidad y frecuencia respiratoria.


 Hiperventilación: aumento de la ventilación pulmonar.
 Hipoventilación: disminución de la ventilación pulmonar.
 Otra serie de alteraciones:
 Disnea: dificultad respiratoria.
 Ortopnea: dificultad para respirar en posición de decúbito supino.
 Respiración atáxica: es un tipo de respiración irregular y sin ritmo.

2.2. FRECUENCIA CARDÍACA

Por frecuencia cardíaca entendemos el número de veces, por minuto, que el


corazón se contrae para expulsar la sangre hacia las arterias, dando lugar al
denominado latido cardíaco.

Cuando en una persona queremos valorar la frecuencia cardíaca o el pulso de-


beremos valorar las siguientes características:
 Frecuencia: número de pulsaciones por minuto.
 En un adulto se considera una frecuencia normal la comprendida
entre 60 y 80 latidos por minuto.
 En un lactante se considera normal una frecuencia cardíaca de
entre 130 y 160 latidos por minuto.
 En un niño se considera como normal una frecuencia cardíaca de
80 a 100 latidos por minuto.
 En personas mayores o ancianas se considera normal frecuencias
inferiores a 60 latidos por minuto.
 Ritmo: hay que valorar si las pulsaciones o latidos son rítmicas o arrít-
micas.
 Volumen: el volumen también se denomina llenado o fuerza de latido.
Consiste en valorar si el latido llega correctamente o es débil debido a
que el volumen de llenado de las arterias es insuficiente.
Dentro de las alteraciones a valorar, relacionadas con la frecuencia cardíaca,
destacamos:
 Alteraciones con respecto a la frecuencia cardíaca:
 Asistolia: ausencia de latidos cardíacos.
 Taquicardia: frecuencias cardíacas superiores a 100 latidos por
minuto.
 Bradicardia: frecuencias cardíacas inferiores a 50 latidos por mi-
nuto.

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 Alteraciones con respecto al ritmo:
 Arritmias. Existen diferentes tipos de arritmias en función de ritmo
que adquiera la contracción cardíaca. Así, vamos a poder dife-
renciar:
 Ritmos muy rápidos, taquicardia
 Ritmos muy lentos, bradicardia.
 Ritmos irregulares.
Para saber si una persona presenta algún tipo de alteración en relación con la
frecuencia cardíaca, lo primero y fundamental es saber la forma correcta y ade-
cuada de tomar dicha constante vital.
La toma de la frecuencia cardíaca se puede hacer bien en un pulso periférico o
bien en un pulso central:
 Pulso periférico:
Para proceder a tomar un pulso periférico lo que debemos hacer es,
una vez seleccionada la arteria periférica —normalmente se suele utili-
zar la arteria radial—, proceder a presionar ligeramente con dos dedos
de nuestra mano, el dedo índice y el corazón.

Cuando tomemos el pulso periférico nunca deberemos utilizar el


dedo pulgar, ya que podemos confundir el pulso de la persona con
el nuestro.

Son numerosas las arterias que se pueden utilizar para la toma de este
pulso: la arteria carotidea, la femoral, la radial, la humeral, la pedia, la
tibial, etcétera.
El procedimiento consiste en tomar el pulso, con la ayuda de un reloj
con segundero, durante un minuto o, en su defecto, tomar una fracción
de segundos, por ejemplo 30 segundos y multiplicarlo por 4, así ob-
tendríamos la frecuencia cardíaca en un minuto. Este procedimiento so-
lo se puede utilizar si la persona presenta una frecuencia cardíaca regu-
lar, de modo que si presentara algún tipo de anomalía deberíamos to-
marla durante los 60 segundos.
 Pulso central.
Para medir el pulso central deberemos tomar como referencia el latido
emitido desde el ápice del corazón, lo que se denomina el pulso apical.
Es una técnica sencilla si se dispone del material necesario, ya que pa-
ra su medición se necesita un fonendo que se coloca sobre el ápice del

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CONSTANTES VITALES

corazón —sobre el cuarto y el quinto espacio intercostal, en la línea


media clavicular izquierda— y se procede a su toma igual que en el ca-
so del pulso periférico.

En situaciones de urgencia, en el adulto se debe tomar el pulso en


la arteria carotidea y en el niño en la arteria humeral.

2.3. TENSIÓN ARTERIAL

Por tensión arterial entendemos la fuerza con la que el corazón impulsa la san-
gre hacia las arterias al salir del corazón.

En una persona sana y sin ningún tipo de patología, se considera como normal
una tensión arterial de 120/60 mm/Hg; ahora bien, ¿sabemos qué significan es-
tas 2 cifras?

 Una de las cifras, la más alta, conocida con el nombre de tensión arte-
rial sistólica, o tensión máxima, corresponde a la contracción ventricu-
lar también conocida con el nombre de sístole ventricular.
 La segunda cifra, la más baja, la tensión arterial diastólica, o ten-
sión arterial mínima, corresponde con la fase de relajación ventricular o
diástole.
En situaciones de urgencia se debe tomar la tensión arterial para determinar el
grado de fuerza con el que el corazón está expulsando la sangre. Para ello po-
demos utilizar dos tipos de métodos:
 Métodos indirectos o no cruentos.
Los métodos indirectos o no cruentos son los métodos con los que
normalmente se toma la tensión arterial. Se pueden utilizar bien los
aparatos de medición electrónicos o bien los aparatos convencionales,
el fonendoscopio y el esfingomanómetro.
Para proceder a tomar la tensión arterial, es conveniente que la persona
haya permanecido al menos sentada y relajada cinco minutos antes de
realizar la toma, ya que si no nos puede dar valores alterados.
Una vez que la persona entra en la consulta, se debe tomar en el brazo,
libre de ropa que pueda oprimirle, utilizando el manguito adecuado
(debe abarcar 2/3 del brazo de la persona).
Una vez colocado el manguito, procederemos a inflar el esfingomanó-
metro 20 o 30 mm/Hg por encima de los valores esperados como ten-

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sión arterial sistólica y luego procederemos a ir desinflando el manguito
de forma lenta. El primer ruido que escuchemos corresponderá a la
tensión arterial sistólica y cuando dejemos de escuchar los ruidos co-
rresponderá a la tensión arterial diastólica o mínima.
 Métodos directos o cruentos.
Este tipo de métodos solo se pueden utilizar en centros hospitalarios y
en unidades especializadas, como la unidad de cuidados intensivos, ya
que para poder tomar este tipo de tensión es necesario que se intro-
duzca a la persona una sonda en una de las arterias, para así poder
medir de forma directa la fuerza que reciben dichos vasos sanguíneos.
Dentro de las alteraciones propias de la TA podemos citar las siguientes:
 La hipertensión arterial corresponde a cifras tensionales superiores a
140/90 mm/Hg.
 La hipotensión arterial corresponde a cifras tensionales inferiores a
100/60 mm/Hg.

Dentro de los cuadros de hipotensión destaca la hipotensión or-


tostática, hipotensión que se produce al incorporarse una persona
después de haber permanecido un tiempo en decúbito supino.

2.4. TEMPERATURA

La temperatura corporal establece los grados de calor que tiene una persona,
partiendo de la base de que la temperatura corporal se consigue mediante el
equilibrio de la temperatura interna del cuerpo humano y la externa.

La temperatura interna del cuerpo humano viene generada por la realización de


los procesos metabólicos que se producen en las células con el objetivo que
conseguir la energía necesaria para el adecuado funcionamiento de las mismas,
es decir, en el metabolismo se producen reacciones químicas que van a generar
energía para mantener en funcionamiento el cuerpo humano y calor para man-
tener la temperatura corporal.

El centro regulador de la temperatura corporal es el hipotálamo,


que es una glándula que forma parte de la gran estructura comple-
ja cerebral.

22
EVALUACIÓN INICIAL DEL ESTADO DE LA VÍCTIMA.
CONSTANTES VITALES

La temperatura corporal la vamos a poder medir mediante dos métodos:

 Métodos indirectos: medición de la temperatura corporal externa. Para


su medición utilizaremos los termómetros convencionales o los termó-
metros digitales.

Actualmente, debido a su alto grado de toxicidad los termómetros


de mercurio de han desechado. Cuando se proceda a tomar una
temperatura con un termómetro convencional, siempre se debe
comprobar que el nivel se encuentra a 0 y después de su uso se
debe limpiar bien con agua y jabón, para finalizar aplicando cual-
quier tipo de solución antiséptica.

Son numerosas las localizaciones donde se puede proceder a la toma


de dicha temperatura:
 Temperatura axilar: es la localización más habitual para la toma de
la temperatura externa corporal. Se puede utilizar en cualquier per-
sona excepto en personas que presenten estados convulsivos.
 Temperatura timpánica: es la localización más habitual para la
toma de la temperatura corporal en niños. Para este tipo de me-
diciones necesitaremos un termómetro digital. La medición de la
temperatura timpánica es muy objetiva, ya que está muy en con-
cordancia con la temperatura corporal interna.
 Temperatura rectal: no es de las localizaciones más habituales.
Para su medición se debe introducir el termómetro de 2 a 3 cm
por dentro del ano y esperar al menos de 5 a 10 minutos, en su
interior, para proceder a su lectura.
 Temperatura bucal: tampoco es de las localizaciones más habi-
tuales a la hora de proceder a la toma de la temperatura corporal
debido a la gran cantidad de inconvenientes que presenta. Princi-
palmente está contraindicada en estados convulsivos, personas
inconscientes y en niños, por lo que solamente hay que utilizarla
con precaución y bajo vigilancia exhaustiva.
Para proceder a realizar la toma de la temperatura a nivel bucal,
hay que tener en cuenta que la persona no puede ni haber fuma-
do, ni comido o bebido nada la hora antes a la toma, y asegurar-
nos de que el termómetro está correctamente colocado debajo
de la lengua.

23
La temperatura rectal es 0,6 ºC más alta que la temperatura oral.
La temperatura axilar es 0,6 ºC más baja que la oral.

 Métodos directos: es la medición de la temperatura corporal interna.


Esta medición solo se puede hacer en unidades hospitalarias especiali-
zadas. Principalmente se utiliza en unidades de especial vigilancia, co-
mo la UCI o la unidad de quemados.
Los niveles de temperatura corporal considerados como normales varían entre
los 36 ºC y los 36,9 ºC, de modo que cualquier temperatura por debajo o por
encima de esos valores ya puede ser patológica:
 Hipotermia: se considera hipotermia a la temperatura corporal inferior a
35 ºC.
 Hipertermia: se considera que una persona tiene hipertermia cuando
presenta temperaturas a partir de 37 ºC, teniendo en cuenta las si-
guientes especificaciones:
 Febrícula: temperaturas corporales desde 37 ºC hasta 37,9 ºC.
 Fiebre: temperaturas corporales desde 38 ºC hasta 40,9 ºC.
 Hiperpirexia: temperaturas corporales superiores a 41 ºC.
 Hipertermia maligna: es un cuadro patológico en el cual la perso-
na, aparte de presentar temperaturas elevadas, también presenta
importantes alteraciones hemodinámicas.
A su vez, dentro de la clasificación de fiebre se pueden diferenciar dife-
rentes tipos:
 Fiebre recurrente o recidivante: intercala un día de fiebre con
otros sin fiebre.
 Fiebre intermitente: fluctúan periodos de fiebres muy altas con
periodos afebriles. Es el cuadro típico de personas con infección
en las vías urinarias como la pielonefritis.
 Fiebre continua: las alteraciones de la temperatura se van a man-
tener constantes durante todo el tiempo que dure la causa que
produce la fiebre, no produciéndose variaciones de la temperatu-
ra superiores a 1 ºC.
 Fiebre de origen desconocido: es un cuadro patológico en el que
no se va a conocer la causa que produce la fiebre. La persona
suele presentar temperaturas superiores a 38,5 ºC durante más
de 3 semanas.

24
EVALUACIÓN INICIAL DEL ESTADO DE LA VÍCTIMA.
CONSTANTES VITALES

 Fiebre remitente: la persona presenta oscilaciones de temperatura


de 1 ºC dentro del mismo día, con la característica de que en los
periodos de temperatura baja no se llegan a alcanzar valores de
temperatura normalizados.

2.5. DIURESIS O BALANCE HÍDRICO

El estudio de la diuresis o del balance hídrico no es una constante que haya que
valorar en casos de urgencias o emergencias, pero sí que es importante cono-
cer y saber manejar sus valores, así como proceder a realizar su medición co-
rrecta.

El estudio del balance hídrico corresponde al estudio de las entradas y salidas


de líquido dentro del cuerpo humano. Para proceder a su correcto estudio es
necesario que se registre, con verdadero escrúpulo, la cantidad de líquidos que
se administra a una persona —con independencia de si es por vía oral o por vía
intravenosa— y la cantidad de líquidos perdidos, pero no solamente líquidos
perdidos por vía urinaria, sino que también hay que contabilizar las defecacio-
nes y el resto de pérdidas que puedan ocasionarse en un paciente —los vómi-
tos, el tipo de sudoración si es muy profusa, etcétera—.

Por norma general, el estudio del balance hídrico se suele hacer cada 24 horas,
y el control de la diuresis de la persona va a depender de la situación clínica en
la que se encuentre, ya que en pacientes críticos puede necesitarse el control
de diuresis horaria; en este caso, los pacientes estarían sondados y con un dis-
positivo específico de medición horaria de control de diuresis adjunto a la son-
da. Por el contrario, en pacientes no sondados se puede controlar la orina cada
turno o cada 24 horas; para ello se le debe explicar el procedimiento al paciente
y aportarle todo el material necesario para su correcta realización, ya que va a
necesitar un recipiente para poder ir recogiendo la orina cada vez que miccione
hasta la hora indicada.

Es importante saber que no todas las personas van a tener las


mismas cifras de diuresis, ya que estos valores van a depender de
la cantidad de líquidos bebidos, pero por norma general una per-
sona sana suele eliminar de 2.000 a 2.500 ml de líquidos al día.

2.6. SATURACIÓN DE OXÍGENO

La saturación de oxígeno, al igual que en el caso de la medición de la diuresis,


no es una constante a tomar —en el caso de una emergencia o urgencia vital—
por un primer interviniente o un socorrista, pero sí que es importante conocerla

25
y saberla manejar correctamente, ya que es una constante que nos va a aportar
mucha información en caso de una emergencia sanitaria.

La saturación de oxígeno determina la cantidad de oxígeno contenida en sangre


mediante la determinación del color que presente el lecho ungüeal, ya que el
color de la sangre a este nivel viene determinado por la cantidad de oxígeno que
contenga la hemoglobina, proteína que se encuentra dentro de los glóbulos ro-
jos y que es la encargada de transportar el oxígeno dentro de dichas células
sanguíneas.

Para poder determinar la saturación de oxígeno se necesita un pulxiosímetro,


los valores que se consideran normales son saturaciones de oxígenos superio-
res al 95%.

La determinación de la saturación de oxígeno va a ser útil para valorar cualquier


tipo de paciente, pero sobre todo nos va a aportar información acerca de:

 La dificultad respiratoria que presente la persona (distrés respiratorio).


 La capacidad de los pulmones para saturar correctamente.
 Comprobación de los niveles de saturación de oxígeno en pacientes en
tratamiento con oxigenoterapia.
 Comprobación de la tolerancia de la persona a la realización de los
ejercicios o de movilizaciones.

26
EVALUACIÓN INICIAL DEL ESTADO DE LA VÍCTIMA.
CONSTANTES VITALES

3. VALORACIÓN INICIAL DE LAS VÍCTIMAS Y


PROTOCOLO DE ACTUACIÓN

En la valoración inicial y protocolo de actuación en casos de emergencias o ur-


gencias vitales, es importante, que se establezca, correctamente, qué se en-
tiende por primer interviniente.

Es decir, la figura del primer interviniente será desarrollada por aquella persona
que:

 Primero llega al lugar del accidente.


 Reconoce la situación.
 Alerta a los servicios de emergencias.
 Comienza a realizar la primera asistencia.

Por lo tanto, el primer interviniente o socorrista es aquella persona que primero


llega al lugar del accidente y activa lo que se conoce como la cadena vital de
supervivencia, por lo que será necesario que, al menos, esté formado en las
actuaciones básicas que hay que llevar a cabo en una situación de emergencia,
como por ejemplo:

 Valoración inicial de la situación externa y del paciente.


 Valoración del ABC.
 Medidas de SVB (soporte vital básico).
 Actuaciones básicas en casos de hemorragias, fracturas e inmoviliza-
ciones.

27
Por cadena vital de supervivencia entendemos la secuencia orde-
nada de actuaciones que se tienen que poner en marcha cuando
se sospecha de la posible existencia de una PCR.

Una vez que el socorrista se encuentra en el lugar del accidente, lo primero y


más básico es hacer del lugar de trabajo un lugar seguro, tanto para él como
para la persona a la que va a atender. También es importante que, con un vista-
zo rápido, sea capaz de reconocer la situación a la que se enfrenta, determinar
qué es lo que debe realizar y el material del que dispone a su alcance.

De forma más detallada, diríamos que las actuaciones a desarrollar en el primer


momento son:

 Delimitar el lugar el accidente y señalarlo correctamente.


 Activar el servicio de emergencias a través del 112.
 Iniciar la primera actuación al paciente. Dentro de esta primera actua-
ción es importante hacer la siguiente diferenciación:
 Valoración primaria.
 Valoración secundaria.
Como en todas las actuaciones sanitarias, a la hora de actuar en una emergen-
cia también hay una serie de circunstancias en las que no se debe realizar
ningún tipo de actividad, ya que el riesgo supera los posibles beneficios, como
por ejemplo:
 Cuando no se esté seguro de las actuaciones a realizar y se pueda
causar algún tipo de daño.
 Tampoco se debe intervenir cuando se tenga que poner en peligro la
vida del socorrista. Ante todo, primero es la vida de la persona que va a
atender al accidentado que la del accidentado.
En cuanto a las extremidades inferiores y superiores, las actuaciones básicas
son las siguientes:
 Observar si hay heridas o deformidades.
 Comprobar el tono muscular, la fuerza y el movimiento.
 Ver si existe alguna debilidad, parálisis o falta de sensibilidad.
 Tomar pulsos distales.

28
EVALUACIÓN INICIAL DEL ESTADO DE LA VÍCTIMA.
CONSTANTES VITALES

3.1. VALORACIÓN PRIMARIA

La valoración primaria tiene el objetivo de hacer una breve valoración de la si-


tuación clínica del paciente, comprobando el estado de las principales constan-
tes vitales. Para realización de esta primera valoración no se debe invertir más
de 10 minutos.

En la valoración primaria de un enfermo, la secuencia de actividades que hay


que llevar a cabo está perfectamente protocolizada. A continuación pasamos a
describir cada paso por orden de prioridad:

 Lo primero que se debe hacer es proceder a realizar la valoración del


estado de conciencia de la persona accidentada.
Ante una persona que nos encontremos tirada en la calle, posiblemente
herida o enferma, lo primero que deberemos hacer es saber si está
consciente o no.

Grados de alteración de la conciencia:


 Somnolencia: persona que presenta cierta tendencia a que-
darse dormida pero que no va a presentar ningún tipo de
problema para responder correctamente a cualquier tipo de
estímulo verbal.
 Obnubilado: persona que presenta clara tendencia a quedar-
se dormida, que presenta cierta dificultad para responder
correctamente a las respuestas verbales pero sí responde
correctamente a los estímulos dolorosos.
 Estuporoso: persona que se encuentra dormida, no respon-
de a los estímulos verbales y solo responde a estímulos do-
lorosos si se le estimula de forma vigorosa.

Para ello procederemos:


 Primero estimulando verbalmente a la persona:
Nos acercaremos y llamaremos su atención:
—¡Oiga!, ¿se encuentra bien?
—Perdone, ¿puedo ayudarle en algo?
—¿Qué es lo que le ocurre?
Es posible que la persona no esté inconsciente pero sí presente
cierto estupor, por lo que puede que no nos responda.

29
 Si no nos responde es muy importante que pasemos al contacto
físico, mediante el cual puede que reaccione y nos responda, en
cuyo caso:
 Le tocaremos en un brazo, dándole pequeños toques de
atención.
 Podemos, incluso, si no nos responde, zarandearla por los
hombros a la vez que le seguimos haciendo preguntas con
el objeto de intentar llamar su atención.
 Finalmente, si tras el estímulo verbal y físico la persona siguiera
sin responder, deberíamos pasar a realizar un estímulo doloroso.
Para realizar el estímulo doloroso se pueden realizar las siguientes
maniobras:
 Apretar ligeramente las sienes o lo globos oculares.
 Pellizcar, ligeramente, el pecho de la persona.
 Ejercer cierta presión ligera con un dedo sobre el esternón.
Si, con todas estas maniobras, la persona no responde a ninguno
de estos tres estímulos, determinaremos que se encuentra in-
consciente, momento en el que deberíamos pasar a realizar el
ABC.

Después de comprobar que la persona se encuentra inconsciente


es cuando debemos activar el servicio de emergencias 112. Para
ello gritaremos o pediremos ayuda para que alguien nos ayude a
seguir atendiendo a la persona o para que avise al servicio de
emergencias.

 Como la persona está inconsciente, debemos proceder a la reali-


zación del ABC:
A: apertura de la vía aérea.
La apertura de la vía aérea es fundamental en toda persona acci-
dentada que se encuentre inconsciente, ya que puede que lo que
le ocurra es que tenga un objeto obstruyéndole la vía aérea, lo
puede estar produciendo una falta de oxigenación y, como con-
secuencia, la pérdida de la consciencia de la persona.
Para proceder a la apertura aérea la maniobra que deberemos uti-
lizar es la maniobra frente-mentón:
 Con la persona colocada en decúbito supino, y nosotros
colocados de rodillas a la altura de su cabeza, con una de
nuestras manos, tiraremos de la frente hacia atrás y con la

30
EVALUACIÓN INICIAL DEL ESTADO DE LA VÍCTIMA.
CONSTANTES VITALES

otra mano procederemos a tirar de la mandíbula hacia abajo


o hacia adelante.

 Si al realizar esta maniobra viéramos que existe algún obje-


to extraño en la parte posterior de la boca, debemos proce-
der a su retirada mediante la maniobra del barrido digital.

La técnica del barrido digital sirve para extraer objetos de la parte


posterior de la lengua. Para ello, se debe, una vez abierta la vía
aérea de la persona, proceder a introducir nuestros dedos índice y
anular, ligeramente encorvados, hasta la ubicación el objeto, y con
cuidado intentar extraerlo a través de la realización de un movi-
miento de barrido.

La única precaución que hay que tener a la hora de hacer esta


maniobra es tener cuidado de no impactar más el objeto en la
parte posterior con nuestros dedos.

31
Una de las principales causas de asfixia en personas inconscien-
tes es la obstrucción de la vía aérea debido al relajamiento de la
lengua, por lo que esta se cae hacia atrás obstruyendo la parte
posterior y la boca junto al a faringe, obstruyendo por lo tanto la
vía aérea. Con la maniobra de la apertura de la vía aérea, al tirar
de la mandíbula hacia arriba lo que se pretende es tirar de la len-
gua y proceder a la apertura de la vía respiratoria.
Si sospechamos que puede haber daño cervical no hay que hacer
la maniobra de frente-mentón, ya que en estos pacientes lo que
se debe intentar es no movilizar, o movilizar lo menos posible, la
zona de las cervicales, para evitar producir más daño.
En este caso, la maniobra que está indicada para proceder a la
apertura de la vía aérea es la triple maniobra modificada o la
tracción mandibular:
 Con el paciente colocado en decúbito supino y nosotros co-
locados justo detrás de su cabeza, pero mirando a los pies,
con el talón de nuestras manos deberemos sujetar, firme-
mente la frente contra el suelo, intentando que la región
cervical no se movilice.
 Después, con el resto de la mano libre, es decir, con los de-
dos, procederemos a realizar la apertura de la vía aérea; pa-
ra ello, deberemos introducir los dedos de la mano por de-
bajo del ángulo mandibular, del maxilar inferior, traccionán-
dolo ligeramente hacia arriba.
B: comprobación de la ventilación.
Una vez que hemos abierto la vía aérea y hemos comprobado
que no existe ningún objeto extraño obstruyéndola, deberemos
pasar a comprobar si la persona respira o no.
Para ello, deberemos, agacharnos junto a la persona y realizar la
maniobra de ver, oír y sentir:
 Ver: deberemos intentar ver los movimientos respiratorios
de la persona. Para ello podemos observar los movimientos
torácicos.
En personas que realicen una respiración diafragmática, en
vez de observar los movimientos torácicos deberemos ob-
servar los movimientos abdominales.
 Oír: nos agacharemos ligeramente hasta la boca de la per-
sona para intentar escuchar los ruidos respiratorios.
 Sentir: a la vez que escuchamos los ruidos respiratorios de-
beremos intentar sentir las respiraciones, el aire saliendo, el
calor del aire interior, etcétera.

32
EVALUACIÓN INICIAL DEL ESTADO DE LA VÍCTIMA.
CONSTANTES VITALES

Una buena maniobra para valorar si la persona respira o no, es


pasar unas gafas por delante de su boca y su nariz, con el objetivo
de intentar detectar el vapor de la respiración.

Cuando estemos valorando si una persona inconsciente respira o


no respira y tengamos dudas, es decir, que debido al patrón res-
piratorio que presenta la persona no podamos determinar, con
plenitud, si al final la persona respira o no, se debe determinar
que no respira.
C: Comprobación de la circulación sanguínea.
La comprobación de la circulación sanguínea es el último de los
pasos a realizar. Una vez que hayamos determinado si la persona
respira o no, valoraremos el estado de la circulación sanguí-
nea mediante la determinación de la existencia o no de latido
cardíaco.
Para determinar la existencia de latido cardíaco procederemos a
tomar el pulso de la persona, pero recuerda que el lugar de la to-
ma es diferente para niños y para adultos:
 En los adultos se debe tomar el pulso en la arteria caroti-
dea, que es la situada a ambos lados de la garganta (en los
hombres, a ambos lados de la nuez).
 En los niños, en una urgencia se debe valorar la existencia
de pulso en la arteria humeral, que se encuentra ubicada en
la flexura del codo.
 Valoración secundaria:
Una vez que se ha realizado correctamente la valoración primaria de la
persona accidentada, y hemos comprobado que tiene respira y tiene
pulso, se debe proceder a la realización de la valoración secundaria o
valoración cefalocaudal de la persona.
En la valoración cefalocaudal deberemos proceder a inspeccionar a la
persona, de forma minuciosa desde la cabeza hasta los pies, en busca
de posibles lesiones, deformidades, heridas, hemorragias, quemaduras,
etcétera.

33
En la realización de la segunda inspección no se debe tardar más
de 2 minutos y no debemos olvidar inspeccionar ninguna parte del
cuerpo.

A continuación pasamos a describir el protocolo de valoración cefalo-


caudal de una persona accidentada, es decir, la valoración por partes
desde la cabeza hasta los pies:
 Cabeza: buscar deformidades, hundimientos de huesos o heri-
das.
 Una herida propia de la cabeza es el scalp, que es una heri-
da en colgajo del cuero cabelludo.
 Abrir los ojos y determinar el tamaño de las pupilas. Las pu-
pilas van a ser el reflejo de multitud de alteraciones del
SNC.
Los pacientes sin alteraciones a nivel del SNC deben pre-
sentar pupilas isocóricas y reactivas a la luz, es decir, las
pupilas son isocóricas si presentan el mismo tamaño en
ambos ojos y son reactivas y varían de tamaño con el reflejo
de la luz.

El diámetro de las pupilas varía en función de la cantidad de luz


que incida sobre ellas:
 Si hay poca luz, la pupila se abre (midriasis) para aumentar
la captación de los rayos luminosos.
 Si hay mucha luz, la pupila se contrae para delimitar la can-
tidad de rayos luminosos (miosis).
Tanto la dilatación como la contracción pupilar están reguladas por
el sistema nervioso vegetativo o autónomo.
 La dilatación de la pupila se produce debido a la secreción
de adrenalina por parte del sistema nervioso simpático.
 La contracción de la pupila se produce debido a la secreción
de acetilcolina por parte del sistema nervioso parasimpático.

En cuanto a las alteraciones pupilares que nos pueden indi-


car la existencia de alguna posible alteración a nivel del
SNC son:
 Pupilas mióticas: pupilas muy pequeñas.

34
EVALUACIÓN INICIAL DEL ESTADO DE LA VÍCTIMA.
CONSTANTES VITALES

En pacientes con intoxicación por opiáceos, y principalmente en


pacientes con sobredosis de heroína es característica la presencia
de miosis, denominándose, en estos casos, pupilas puntiformes.

 Pupilas midriáticas: pupilas muy grandes.


 Pupilas anisocóricas: las pupilas presentan diferente
tamaño la una de la otra, una es pequeña y la otra
grande.
 Pupilas arreactivas: pupilas que no varían su tamaño
con la luz.

Alteraciones pupilares en función de la patología:


 Las pupilas pequeñas y reactivas son indicativas de lesiones
metabólicas que pueden afectar a los hemisferios cerebrales
o de lesiones en el bulbo raquídeo.
 Las pupilas puntiformes no reactivas indican alteraciones
metabólicas o lesiones en la parte baja de la protuberancia.
 Las pupilas en posición media y fijas indican lesión en el
mesencéfalo.
 Las pupilas en posición bilateral y fijas indican herniación del
techo del mesencéfalo e hipotermia grave.

Otra característica que hay que valorar, en cuanto a la ob-


servación de los globos oculares, es su movilidad. Hay que
ver si la persona tiene una mirada normal o si presenta
algún tipo de desviación y hacia qué lado la presenta. En
este sentido, también tiene importancia la presencia de mo-
vimientos involuntarios de los ojos de forma espontánea.
 Cuello: hay que valorar la estabilidad de la tráquea, ya que es la
principal estructura que va a asegurar el paso de aire al árbol res-
piratorio.
Igual de importancia tiene valorar la existencia de deformidades.
Cualquier posible lesión de este tipo hará que la atención del ac-
cidentado se deba realizar con especial precaución, siempre sos-
pechando de la posible existencia de lesión medular.

35
 Tórax:
 Observar el tipo de respiraciones, si son regulares o no, su-
perficiales o profundas, con presencia de dificultad o ruidos
respiratorios, etcétera.
 Comprobar la integridad de la estructura torácica, si existen
o no hundimientos, dolores a la palpación, heridas abiertas,
etcétera.
 Abdomen:
 Observar su correcto estado y su consistencia, si es un ab-
domen blando o no.
 Buscar la presencia de heridas, perforaciones, laceraciones,
etcétera.

Una observación sencilla de realizar y que nos puede aportar mu-


cha información de cómo se encuentra el abdomen en una perso-
na accidentada es si el este es blando y depresible, es decir, si se
hunde fácilmente con la palpación, ya que esto indicaría que el
abdomen está correctamente; ahora bien, si por el contrario el
abdomen está duro y rígido, lo que se denomina abdomen en ta-
bla, significa que en su interior está ocurriendo algo.

 Espalda:
 Valorar la existencia de deformidades, heridas, y en la me-
dida de lo posible comprobar la existencia de sensibilidad,
posibles parálisis, parestesias u hormigueos en las extremi-
dades, etcétera.
En este caso, la valoración secundaria de la parte posterior
del tronco o de la espalda solo se puede realizar si la per-
sona se encuentra consciente.
 Extremidades inferiores y superiores:
 Observar existencia de heridas o deformidades.
 Comprobar el tono muscular, la fuerza, el movimiento y si
existe algún tipo de debilidad, parálisis o falta de sensibili-
dad.
 Hay alguna debilidad o parálisis.
 Tomar pulsos distales.
Una vez realizada la valoración primaria y secundaria de la persona accidentada,
la forma de actuar depende de si la persona está consciente o inconsciente:

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EVALUACIÓN INICIAL DEL ESTADO DE LA VÍCTIMA.
CONSTANTES VITALES

 Si la persona está consciente, aparte de proceder a tratar las posibles


lesiones que presente mientras llegan los servicios sanitarios, también
será importante intentar averiguar ciertos datos, como por ejemplo:
 Información acerca de lo ocurrido:
 Qué es lo que le ha ocurrido y cómo.
 Qué signos y síntomas tiene
 Hace cuánto que le pasa.
 Etcétera.
 Anamnesis personal del accidentado, intentado obtener la si-
guiente información:
 Enfermedades de base o enfermedades crónicas que pa-
dezca la persona.
 Enfermedades agudas actuales.
 Alergias medicamentosas.
 Si la persona está inconsciente pero conserva las principales constan-
tes vitales, la colocaremos en posición lateral de seguridad a la espera
que lleguen los servicios sanitarios.
La posición lateral de seguridad es una posición en la que se puede de-
jar a un paciente accidentado solo, con la seguridad de que si vomita,
al colocarlo de lado y con la boca ligeramente abierta, no se va a as-
fixiar con su propio vómito.

La posición lateral de seguridad es una posición lateral modificada


en la que a la persona se la coloca de lado con el brazo y la rodilla
colocados en el plano superior; deberán colocarse de tal forma que
queden tocando el suelo, así nos aseguraremos de que la persona
queda de forma segura y no se moviliza.

 Independientemente de que la persona esté consciente o inconsciente,


se la debe volver a reevaluar cada cierto tiempo, ya que su situación
puede cambiar en poco tiempo.

37
4. TIPOS DE ACCIDENTES Y SUS CONSECUENCIAS
En cuanto a los tipos de accidentes que existen y sus consecuencias, podemos
hablar de diferentes clasificaciones: en función del tipo de accidente, en función
de la gravedad de los hechos, en función del lugar donde hayan ocurrido los
hechos, etcétera.

Una de las clasificaciones de mayor aceptabilidad es la clasificación en función


del accidente y la actividad que se estaba desarrollando en ese momento. Así,
diríamos que se pueden diferenciar los siguientes tipos de accidentes:

 Accidentes de tráfico.
Es el accidente más común que se produce, generalmente relacionado
con errores humanos, por conducciones temerarias, consumo de alco-
hol o de drogas, etcétera.
 Accidentes de ocio y tiempo libre.
Dentro de los accidentes de tiempo libre son varios los accidentes que
se pueden presentar:
 Accidentes con la bicicleta.
 Accidentes relacionados con el ocio al aire libre. En este caso in-
fluye mucho la meteorología, pudiéndose diferenciar:
 Golpes por calor, debidos a exposiciones prolongadas a
temperaturas elevadas y sin una hidratación adecuada, es-
pecialmente en personas mayores, niños, vagabundos,
etcétera.
 Hipotermias, debidas a exposiciones a temperaturas bajas.
Destaca el caso de vagabundos y personas que realicen
deportes de montaña.

38
EVALUACIÓN INICIAL DEL ESTADO DE LA VÍCTIMA.
CONSTANTES VITALES

 Accidentes domésticos.
Son muchos y muy variados los tipos de accidentes que se pueden
producir a nivel domiciliario, y múltiples las causas que los pueden ori-
ginar:
 Utilización inadecuada de productos químicos. Pueden producir
reacciones y quemaduras e intoxicaciones.
 Malas combustiones de calderas. Causa muy común por asfixia
principalmente en invierno.
 Caídas accidentales debidas a:
 Alfombras mal colocadas.
 Agua en el suelo.
 Baños resbaladizos.
 Etcétera.
 Accidentes de trabajo.
Como en los anteriores casos, también son muchos y muy variados los
tipos de accidentes que se pueden producir en el ámbito laboral. De
hecho, existe una clasificación en función del riesgo al que esté ex-
puesto el trabajador:
 Accidentes relacionados son los riesgos ligados a las condiciones
de seguridad en las que se encuentre el puesto de trabajo y el
material o herramientas que tenga que utilizar para el desarrollo
del mismo.
 Accidentes relacionados con agentes físicos. En este caso desta-
can:
 Los puestos de trabajo al aire libre.
 Aquellos relacionados con la producción de energía que
pueda ocasionar liberación de radiaciones ionizantes.
 Puestos que manipulen maquinaria que genere ruidos y vi-
braciones.
 Etcétera.
 Accidentes relacionados con agentes químicos, que pueden oca-
sionar accidentes de tipo:
 Quemaduras de contacto por derramamiento de producto.
 Intoxicaciones respiratorias al inhalar los vapores del pro-
ducto.
 Intoxicaciones digestivas por la ingestión accidental del
producto.

39
 Enfermedades crónicas relacionadas con la exposición a los
productos tóxicos.
 Etcétera.
 Accidentes relacionados con agentes biológicos.
 En este caso, los accidentes están relacionados con la ex-
posición a productos biológicos, como restos orgánicos,
sangre, productos biológicos, etcétera.
 Otro medio de contagio con agentes biológicos es a través
del contacto con agua o alimentos contaminados.
 Accidentes relacionados con agentes ergonómicos y psicosociales.
En este caso, son las condiciones de trabajo, tanto las condicio-
nes físicas como las sociales, las que pueden ocasionar acciden-
tes en el ámbito laboral.
 Accidentes deportivos.
Con respecto a los accidentes deportivos, destacan principalmente los
accidentes del sistema locomotor, pudiendo producirse desde simples
esguinces a roturas complicadas.
En este caso, también pueden ocasionarse accidentes debido a la ex-
posición a las diferentes condiciones meteorológicas a las que se ex-
ponga en función de la época del año en la que se encuentre.
 Accidentes ocasionados por catástrofes naturales.
Son numerosas las causas que pueden llegar a producir algún tipo de
accidente por catástrofe natural:
 Incendios.
 Inundaciones.
 Terremotos.
 Ráfagas de aire, principalmente tornados y huracanes.
 Epidemias y plagas.

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EVALUACIÓN INICIAL DEL ESTADO DE LA VÍCTIMA.
CONSTANTES VITALES

CONCLUSIONES

¿Qué te ha parecido esta unidad didáctica?, ¿has comprendido la importancia


del manejo correcto de todos los conceptos que hemos expuesto?

A modo de conclusión, te proponemos que reflexiones sobre todo lo que has


estudiado y que hagas un esquema que te ayude a manejar los principales sig-
nos vitales y las acciones que hay que llevar a cabo en la valoración inicial de un
accidentado. Este esquema tiene como objetivo que fijes los conceptos y des-
cubras las posibles dudas que te puedan surgir.

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RECAPITULACIÓN

En esta unidad didáctica nos hemos centrado en el estudio de los fundamentos


del sistema cardiorrespiratorio y en las principales constantes vitales que se
pueden ver alteradas en una urgencia o emergencia vital.

El sistema cardiorrespiratorio es el sistema formado por el aparato respiratorio y


el aparato circulatorio, ya que sus principales funciones son:

 El aparato respiratorio es el encargado de intercambiar entre el aire ex-


terior y la sangre, el oxígeno y el dióxido de carbono.
El aparato respiratorio está formado por las siguientes estructuras
anatómicas:
 Nariz y boca.
 Laringe.
 Tráquea.
 Bronquio y bronquiolos.
 Pulmones.
Una persona en condiciones normales, en ausencia de enfermedad
respiratoria, respira de 10 a 20 veces por minuto. En este proceso res-
piratorio se pueden diferenciar las siguientes fases:
 Ventilación:
 Inspiración.
 Espiración.
 Difusión.
 Transporte.

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EVALUACIÓN INICIAL DEL ESTADO DE LA VÍCTIMA.
CONSTANTES VITALES

 El aparato circulatorio es el encargado de trasportar el oxígeno y nu-


trientes a todas las partes del organismo y recoger del mismo los pro-
ductos de desecho y llevarlos hasta los principales órganos excretores.
En el aparato circulatorio se diferencian las siguientes estructuras:
 La sangre es el líquido encargado de trasportar sustancias, tanto
nutritivas como de desecho, a través del organismo humano.
 El corazón es el órgano encargado de bombear la sangre para
que llegue a todas las partes del organismo.
 Vasos sanguíneos: en el cuerpo humano podemos diferenciar tres
tipos de vasos sanguíneos:
 Arterias.
 Venas.
 Capilares.
Conocer el funcionamiento del sistema cardiorrespiratorio es fundamental pa-
ra entender el concepto de constantes vitales, ya que por constantes vitales se
entiende una serie de parámetros o signos objetivos, que se pueden determinar
de forma fácil y sencilla, para determinar la situación clínica en la que se en-
cuentra una persona sana o enferma.
Son varias las constantes vitales que nos pueden ayudar a determinar la situa-
ción de la persona. Entre las más importantes citamos:
 La respiración.
 La frecuencia cardíaca.
 La tensión arterial.
 La temperatura.
 La diuresis.
 La saturación de oxígeno.
Es importante saber que existen unos factores que pueden alterar el correcto
estado de dichas constantes vitales sin la necesidad de que a la persona le
pueda ocurrir algo malo.
En los primeros auxilios, la valoración de las constantes vitales es una acción
prioritaria en la valoración inicial de cualquier víctima.
La valoración de una víctima debe realizarla la primera persona que llega al lugar
del accidente. Nos referimos a la figura del primer interviniente o socorrista.
Dentro de la valoración que un socorrista tiene que hacer a un accidentado po-
demos diferenciar:
 Valoración primaria. Este tipo de valoración consiste en el estudio de
las principales constantes vitales:

43
 Valoración de la consciencia.
 Valoración del ABC:
 A: apertura de la vía aérea.
 B: valoración de la ventilación.
 C: valoración de la circulación sanguínea.
 Valoración secundaria o valoración cefalocaudal, es decir, la revisión de
la persona desde la cabeza hasta los pies en busca de cualquier tipo de
lesión, herida, fractura, etcétera.
Para finalizar hemos citado algunos de los principales accidentes a los que se
puede enfrentar una persona, así como sus consecuencias, como por ejemplo:
 Accidentes de tráfico.
 Accidentes meteorológicos.
 Accidentes provocados por catástrofes naturales.
 Etcétera.

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EVALUACIÓN INICIAL DEL ESTADO DE LA VÍCTIMA.
CONSTANTES VITALES

AUTOCOMPROBACIÓN

1. El órgano fonatorio por excelencia es:

a) La faringe.
b) Las cuerdas vocales.
c) La laringe.
d) La boca.

2. ¿Qué proporción de la sangre corresponde al plasma sanguíneo?

a) El 55%.
b) El 30%.
c) El 40%.
d) El 70%.

3. Con respecto a los factores que pueden alterar el correcto funciona-


miento de las constantes vitales, señala la respuesta incorrecta:

a) Los niños y los ancianos son los que menor variación presentan.
b) Las hormonas sexuales hacen que las constantes vitales varíen.
c) La realización de ejercicio físico altera las constantes vitales.
d) La ingestión de alimentos también las altera.

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4. Una respiración irregular y sin ritmo se denomina:

a) Respiración apnéica.
b) Respiración bradipnéica.
c) Respiración taquipnéica.
d) Respiración atáxica.

5. ¿Qué es la hipotensión arterial ortostática?

a) La hipotensión arterial propia de personas que presentan dificultad respi-


ratoria en decúbito supino.
b) La hipotensión arterial que se produce al pasar a una persona de decúbi-
to supino a bipedestación.
c) La hipotensión arterial que se produce al movilizar a una persona hipo-
volémica.
d) La hipotensión arterial que se produce en personas con insuficiencia
respiratoria.

6. La localización más habitual para tomar la temperatura en niños es:

a) La temperatura axilar.
b) La temperatura rectal.
c) La temperatura timpánica.
d) La temperatura bucal.

7. ¿Durante cuánto tiempo se debe recoger la orina para realizar un ba-


lance hídrico?

a) Durante un turno de trabajo.


b) Durante 24 horas.
c) Durante 12 horas.
d) Durante el tiempo que estipule el médico, pero aproximadamente
entre 10 y 12 horas.

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EVALUACIÓN INICIAL DEL ESTADO DE LA VÍCTIMA.
CONSTANTES VITALES

8. Si una persona se encuentra dormida, no responde a los estímulos


verbales y solo responde a estímulos dolorosos si se estimula de forma
vigorosa, diremos que se encuentra:

a) Estuporosa.
b) Somnolienta.
c) Comatosa.
d) Obnubilada.

9. En la realización de la valoración secundaria no se debe invertir


más de:

a) 10 minutos.
b) 5 minutos.
c) 2 minutos.
d) 20 minutos.

10. Las pupilas que no varían su tamaño con la luz son pupilas:

a) Arreactivas.
b) Atáxicas.
c) Isocóricas.
d) Anisocóricas.

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EVALUACIÓN INICIAL DEL ESTADO DE LA VÍCTIMA.
CONSTANTES VITALES

SOLUCIONARIO

1. c 2. a 3. a 4. d 5. b

6. c 7. b 8. a 9. c 10. a

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PROPUESTAS DE AMPLIACIÓN

Te proponemos que visites las siguientes páginas web:

 http://www.andinia.com/articles/supervivencia_sobrevivir/primeros_auxi
lios_emergencias/articulos_primeros_auxilios_first_aidssp.shtml.
 http://urgenciaspediatria.hospitalcruces.com/doc/generales/proto/Cap1
4.3_alteraciones_de_la_conciencia.pdf.
 http://www.intramed.net/sitios/librovirtual1/pdf/librovirtual1_44.pdf.
 http://www.slideshare.net/ceciliapinto/signos-vitales.
 http://constantes-vitales.blogspot.com/2008/02/blog-post.html.
 http://www.slideshare.net/SharizaM/signos-vitales-pulso-y-
temperatura.
 http://apuntesmedicina.thinkingspain.com/?tag=patron-respiratorio.
 www.archivos.ujat.mx/DACS/.../signos%20vitales.doc.

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EVALUACIÓN INICIAL DEL ESTADO DE LA VÍCTIMA.
CONSTANTES VITALES

BIBLIOGRAFÍA

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vos pediátricos. Publimed, 2000. 135-142.
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tensión arterial. Metas Enferm., 2000. III(30):13-17. Protocolo y pautas
de actuación.
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M. J., ALCARAZ GUIRADO, A., PORTERO SALMERÓN, E. y MARTÍNEZ
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matismo craneoencefálico grave que precisan de monitorización de la
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pautas de actuación.
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mercurio. Evidentia, 2005.
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Madrid: MARBA, 2000.
 BICKLEY, L. S. Guía de exploración física e historia clínica. México:
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