Leccion 6
Leccion 6
LA FE Y LA LUCHA HUMANA
Santiago señaló con firmeza: “Uds. quieren algo, y no lo obtienen; matan, sienten envidia
de alguna cosa, y como no la pueden conseguir, luchan y se hacen guerra”. Todas las noticias en
los diarios lo confirman; pueblos y naciones están embarcados en destruirse unos a otros porque
son egoístas y egocéntricos. Las guerras que se dan en el mundo y las que se producen dentro
del cuerpo de Cristo empiezan con batallas dentro de los corazones de los hombres. Es lógico
predecir un resultado negativo en las oraciones de tales cristianos porque pierden su poder de
orar. O bien se olvidan de pedir, o sus motivos son totalmente egoístas. Porque no son sensibles
para responder a Dios, Él tampoco les responde.
Medite sobre esto: La Biblia contiene muchas promesas sobre la oración; no obstante, a
menudo cuando oramos, nada sucede. Nos descorazonamos y dejamos de orar. ¿No sería más
sensato a nuestras deficientes oraciones y no dudar de la fidelidad divina? Nuestro Padre Celestial
desea responder a los pedidos de sus hijos. Debemos aprender a orar de tal manera que nuestras
oraciones puedan ser contestadas por Dios.
===================
Una segunda razón de que existan elementos de guerra dentro de la iglesia es por la
amistad con el mundo. En el versículo 4, Santiago llama “criaturas infieles” “oh almas adulteras”
a los cristianos que, adoptando la filosofía del mundo, no seguían a Dios. A los cristianos con una
mentalidad mundana los considera adúlteros con relación a Cristo, el novio de la iglesia, así como
Israel, en el Antiguo Testamento cometió adulterio espiritual contra Dios Padre (Jeremías 3:20)
yendo tras otros dioses.
Jesús dijo claramente: “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y
amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas
(Mateo 6.24).
Las palabras de Juan en su primera carta no pueden ser más claras: “ No améis al mundo,
ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. (1
Juan 2.15).
Aunque la interpretación es algo velada, el punto está claro. Los creyentes están llamados
a cooperar con el amor del Espíritu de Dios. Dios otorga su Espíritu por gracia. Resistirlo o herirlo
es despertar al intenso celo de Dios, porque Dios quiere nuestra devoción total. El celo de Dios
está motivado por su deseo de que su pueblo reciba lo mejor. Su preocupación e interés no es
por Él mismo.
Santiago prosigue a señalar que Dios da “mayor gracia” al humilde. ¿Por qué? Porque se
necesita mayor gracia para que el hombre se someta. Un espíritu humilde se acerca a Dios; en
cambio el orgullo hace que Él sea nuestro oponente. ¿Cómo caracterizó Santiago al verdadero y
humilde hijo de Dios? En que este se somete a su Hacedor, quien es enteramente digno de
adoración y sumisión. Resiste al diablo rechazando sus planes y haciéndole frente. Se acerca a
Dios. Por medio de Jesucristo, los creyentes tienen completo acceso a la presencia del Padre
(Hebreos 7:19). Nuestro Padre Celestial se deleita en que sus hijos se acerquen a Él en oración y
amor. El hombre que busca a Dios, trata de mantenerse libre de la contaminación del mal (vs. 8).
Conoce el valor del arrepentimiento; se lamenta cuando falla en su caminar con Dios, al contrario
de otros cuya actitud satisfecha y descuidada demuestra que ni siquiera se dan cuenta de su
pecado. El versículo 10 aclara muy bien las cosas: “Humillarse delante de Dios” es vernos a
nosotros mismos como Dios nos ve. La exaltación que sigue a esto es tanta inmediata como
futura. Hay mayor gracia ahora mismo (vs. 6) y la certeza de recibir el privilegio de reinar con
Cristo en la gloria (2 Timoteo 2:12)
A continuación, Santiago se refiere a las dos maneras en que los cristianos demuestran
poseer un espíritu arrogante:
Hablando mal de otros (vs. 11 y 12). Esto equivale a hablar mal de la ley de Dios, es
decir, de la ley del amor (Santiago 2:8). Los cristianos no están llamados a juzgar a otros
o a la ley, Somos salvos por gracia de Dios para ser hacedores de la ley de amor, no para
usurpar el lugar de Dios como Único Juez.
Haciendo nuestros propios planes para el futuro, como si, de alguna forma, fuéramos la
autoridad final en cuanto al destino de nuestras vidas (vs. 13 al 16) ¿es que no debemos
hacer planes para más adelante? Sí. Pero Dios quiere que nuestros planes sean hechos
tomando en cuenta Su voluntad. Reconocer la gracia y poder soberano de Dios es
mantener una posición de humildad delante de Él.
Resumen personal: El versículo final resume la solución a estos y todos los problemas
que Santiago discute en el capítulo 4
LA FE PUESTA EN PRÁTICA
Al contestar sus preguntas, ore para que el Señor le de orientación y entendimiento. Lea
Santiago 4 de una sola vez y luego cada referencia que le den conforme se presente.
Recuerde mencionar el versículo bíblico de dónde sacó su respuesta. Las preguntas marcadas con
un asterisco (*) son para un estudio más profundo.
Sugerencia: Cada día de esta semana, HUMILLESE ANTE Dios y pídale que le enseñe el
modo de ser una bendición al menos para una persona. Ore mientras lee las Escrituras para que
Dios te revele, a través de su palabra, la manera de hacer “lo correcto” en las situaciones que se
presentan en su vida.
1) ¿Qué dice Santiago sobre lo que ocurrirá con los que colocan la prioridad en sus riquezas?
2) ¿Qué le dicen los siguientes versículos sobre la actitud de Dios acerca de los ricos
egoístas?
a. Deuteronomio 24:14-15
b. Jeremías 22:13
c. Lucas 12:15-21
3) Lea Salmo 112:5; Proverbios 22:9; 2 Corintios 9:6-14 y Filipenses 4:145-17 ¿Cuál es la
bendición de tener dinero desde la perspectiva cristiana?
4) ¿Cuál es la gran verdad que usó Santiago para alentar y exhortar a los creyentes a ser
pacientes?
6) Lea Mateo 5:12 y diga ¿Por qué los profetas eran tan buen ejemplo de paciencia?
9) Con referencia a las instrucciones de Santiago en 5:15 ¿Qué luz arroja 2 Corintios 12:7-10
respecto a que algunos no son sanados?
10)Si un creyente está enfermo y pide oración, que pasos específicos debe seguir:
a. ¿La persona enferma?