Tarea Sebas
Tarea Sebas
El periodo maya clásico se define como la época en la que los mayas crearon monumentos
esculpidos en la península de Yucatán, aproximadamente desde el 250 d.C. hasta el 1539
d.C. Ocuparon el sureste de México, la Península de Yucatán, Guatemala, Belice y partes
de Honduras y El Salvador. Un gran número de ciudades-estado creció junto con una
compleja red de rutas comerciales para las artes y los bienes. Los elementos críticos del
comercio incluyeron jade, sal, obsidiana, cerámica, plumas y cacao buscados por diferentes
ciudades mayas. La ciudad de Teotihuacán se convirtió en el centro de influencia,
trasladándose posteriormente a Chichén Itzá en el norte. Los mayas (6.73) tenían formas de
arte muy sofisticadas, incluyendo templos, piedra esculpida, madera y cerámica.
6.73
Arte Maya
Las ciudades mayas se expandieron sin mucho plan, aunque la mayoría de las ciudades
tenían palacios, canchas de pelota, templos piramidales y estructuras para observaciones
astrológicas. Los monumentos de grandes pirámides, templos y palacios inscritos con una
escritura jeroglífica, dejando un extenso registro histórico de información sobre sus vidas.
Estelas de piedra tallada, fabricadas con piedra caliza, se distribuyeron por todo el terreno.
La piedra caliza fue lo suficientemente blanda para tallar; sin embargo, la piedra se
endureció con el tiempo cuando se expuso al ambiente. Hecho de la piedra caliza ubicua
que se encuentra cerca, la famosa cancha de pelota (6.74) generalmente se encuentra en la
mayoría de las ciudades mayas, formada en forma de I, una pared inclinada a cada lado a lo
largo del campo estrecho. Se desconocen las reglas específicas, y los juegos muy
competitivos siguieron rituales específicos con los perdedores frecuentemente sacrificados.
4 Ballcourt en Zaculeu
Los mayas crearon múltiples tipos de cerámica sin una rueda de alfarero. En cambio, las
cerámicas fueron hechas con tiras enrolladas y enrolladas y generalmente adornadas con
jeroglíficos e imágenes (6.78). A pesar de que la cerámica no estaba vidriada, la pintaron
con un resbalón hecho de minerales y arcillas de colores, los diseños detallados se hicieron
visibles después de la cocción. Algunas comunidades esculpieron figuras pequeñas y
detalladas dando a los investigadores imágenes de vestimentas o vestiduras rituales como el
guerrero (6.79).
6.78
Jarrón Sacul 6.79
Guerrero de cerámica
Se utilizaron huesos, conchas, metal, oro, plata y cobre para crear y esculpir artículos más
pequeños. Martillaron metal en campanas o discos y posteriormente utilizaron el método de
cera perdida para fundir metal. Se encontraron grafitis por todas partes, en paredes de
estuco, pisos y muebles, en todo tipo de edificios. Estaba inscrito, y un dibujo podría estar
superpuesto a otro, frecuentemente se encontraron obras de arte crudas junto a algo muy
artístico.
Han pasado varios siglos desde que la otrora poderosa ciudad de Teotihuacan
fuera abandonada por sus habitantes. Nuevos pueblos tratan de tener el control
del Centro de México, entre ellos los toltecas, quienes fundan su ciudad de Tula,
en el actual estado de Hidalgo. El poder tolteca se deja sentir en diversas regiones
de Mesoamérica y hay quienes piensan que los aztecas o mexicas, en sus inicios,
son un grupo más sujeto a ese poder. El mito y la realidad histórica se entrelazan
para hablarnos acerca de los orígenes de este pueblo. Hay quienes se inclinan a
que los habitantes de Aztlan formaron parte del imperio tolteca, como tributarios,
en tanto que otros investigadores piensan que este pueblo siempre estuvo
presente dentro de los límites de la Cuenca de México y que Aztlan era un
concepto mítico. Sea como fuere, las crónicas nos hablan de un pueblo sometido
que, una vez destruido el poder tolteca, se desplaza en busca de tierras
promisorias. Muchas fueron las peripecias que tuvieron que enfrentar hasta llegar
a asentarse definitivamente en medio del lago de Texcoco, en donde fundan la
ciudad de Tenochtitlan en terrenos pertenecientes al señor tepaneca de
Azcapotzalco.
Mapa de la Cultura
Teotihuacán
La Ciudad de Teotihuacán
Los pobladores de la cultura teotihuacana construyeron basamentos piramidales
de gran tamaño que se distinguían porque usaban el talud y el tablero. Sus
construcciones más importantes fueron las pirámides del Sol y de la Luna, así
como la Calzada de los Muertos y el Templo de Quetzalcóatl. También edificaron
plataformas en las que se llevaron a cabo ceremonias religiosas y celebraciones
populares.
El valle de Teotihuacán, situado entre los de México y Puebla, en pleno
corazón del Altiplano mexicano, fue el lugar donde surgió la primera gran ciudad
de América. Un diminuto poblado durante el Formativo, experimentó un acelerado
proceso de crecimiento que le llevó a alcanzar los 22,5 km’ de superficie y una
población cercana a los 150.000 habitantes.
La urbe se estructuró en torno a una calzada principal orientada en sentido norte-
sur y una secundaria trazada de este a oeste. La Calle de los Muertos, de unos 4
km de longitud, unía la plaza de la Pirámide de la Luna con la Ciudadela, una
ancha plataforma elevada de 400 m de lado que contiene el templo de
Quetzalcóatl y otros edificios religiosos. A ambos lados de la calzada se alzaban
templos, como la Pirámide del Sol, palacios, como el de Los Jaguares, y barrios
residenciales. La estructura más impresionante de Teotihuacana es sin duda, la
Pirámide del Sol, una masa de adobe, piedra de relleno y estuco que tiene 65 m
de altura y una base de 250 x 250 m.
La costumbre teotihuacana de pintar las paredes exteriores e interiores de los
edificaciones genera una pintura mural de temática religiosa; temática que
reaparece en la finísima y bella cerámica ritual elaborada por los alfareros de la
cultura teotihuacana.
Cultura Teotihuacana Avenida de los Muertos
Comercio e influencia
Teotihuacan fue una importante ciudad comercial gracias a su abundante
producción agrícola (tanto la de temporal como en la que se utilizaban canales de
irrigación) y a los yacimientos de obsidiana.
La dominación de Teotihuacan se extendió a muchas zonas de Mesoamérica.
Unas estaban bajo su autoridad directa y otras, pagaban tributo. La influencia
cultural fue fuerte y se advierte en las áreas del Golfo de México, Oaxaca y
la Región Maya.
La sociedad teotihuacana estaba integrada por sacerdotes, guerreros,
comerciantes, artesanos y agricultores, entre otros.
Las viejas ideas heredadas del período Formativo evolucionaron con el correr de
los Siglos. La ciudad comenzó siendo un centro de peregrinación religiosa al que
acudían los campesinos de los alrededores; pero, poco a poco se transformó en
un emporio industrial gracias al monopolio que los teócratas de Teotihuacán
ejercían sobre la producción y la elaboración de la obsidiana, una dura piedra
volcánica importantísima sociedades que desconocían los metales. La unión de
uno y otro factor permitió la aparición de un tercero: el comercio interregional, y
éste condujo a un cuarto, la expansión imperialista. La progresiva presencia de
guerreros en las pinturas murales ilustra perfectamente el complejo proceso que
impulsó a los pobladores de la cultura teotihuacana a ocupar zonas estratégicas
de Mesoamérica desde donde podían controlar determinadas materias y ejercer
una fuerte influencia educativa e ideológica.
Influencia de la Cultura Teotihuacana
Religión
Este desarrollo mercantil e industrial se apoyaba en una solida estructura agrícola,
que permitía el mantenimiento de artesanos, guerreros y sacerdotes. Por tanto, no
resulta extraño que las principales deidades (Tlaloc, Chalchiuhtlicue y Xipe-Totec)
estuviesen vinculadas con el agua y la vegetación. A ellos habría que añadir otras
viejas divinidades del Formativo, como Quetzalcóatl, el dios del bien;
Huehueteotl, el dios del fuego; y Mictlantecuhtli, señor de la muerte.
Los teotihuacanos expresaban sus creencias por medio de la escultura, la
cerámica y la pintura mural. Por ejemplo, en las fachadas de los templos
representaban a deidades como Tláloc y la Serpiente Emplumada, relacionados
con la lluvia y la fertilidad, respectivamente.
Dios Tlaloc
Fin de la Cultura Teotihuacana
A finales del periodo Clásico, la ciudad fue saqueada, quemada y destruida. Se
desconocen con exactitud las causas de la decadencia de esta cultura, pero
algunos investigadores consideran que sucumbió por la sobreexplotación de los
recursos naturales, las invasiones de otros pueblos y los conflictos internos.
CULTURA ZAPOTECA
La civilización zapoteca era, junto con las civilizaciones maya y azteca, una de las
más importantes de Mesoamérica. Floreció desde el periodo Preclásico tardío
hasta el fin del Clásico (500 a.C. – 900 d.C.). Las razones de la decadencia de la
cultura zapoteca no son conocidas aunque existen varias teorías.
La cultura de los zapotecos fue una civilización mesoamericana cuyos herederos habitan en
los actuales estados mexicanos de Oaxaca, Guerrero, Puebla y Veracruz.1 En la actualidad los
herederos de tal cultura viven aún concentrados en las tres entidades federativas del México
actual señaladas, pero el mayor número de ellos se encuentra como antaño, en el estado de
Oaxaca.
Evidencia[editar]
Pirámide de San José Mogote
La evidencia arqueológica indica que su cultura data desde hace 5000 años, donde se
establecieron grupos de nómadas, en el estado de Oaxaca.4 Aproximadamente entre los
siglos XIV y XV a. C., tuvo lugar el primer desarrollo urbano importante de la cultura, con
centro en San José Mogote. Se desarrollaron en los años 500 a. C.-950 d. C., durante el
horizonte Preclásico, los zapotecos se establecieron en los valles centrales del actual estado
de Oaxaca. Así, mientras Teotihuacán florecía en el centro de México y las
ciudades mayas en el sureste, Monte Albán, centro ceremonial construido en lo alto de un
cerro, era la ciudad más importante de la región oaxaqueña.
Desarrollo cultural[editar]
Los zapotecas desarrollaron una agricultura muy variada. Ellos cultivaron varias especies
de chile, frijol, calabaza, cacao y, el más importante de todos: el maíz que a principios del
periodo clásico daba sustento a numerosas aldeas. Para tener buenas cosechas rendían culto
al sol, la lluvia, la tierra y el maíz.
Las mujeres y hombres del pueblo, que vivían en las aldeas, estaban obligados a entregar
como tributo: el maíz, los guajolotes, la miel y el frijol. Además de agricultores los zapotecos
destacaron como tejedores y alfareros. Son famosas las urnas funerarias zapotecas que eran
vasijas de barro que se colocaban en las tumbas. Los zapotecos alcanzaron un elevado nivel
cultural y fueron, junto con los mayas, el único pueblo de la época que desarrolló un sistema
completo de escritura. Por medio de jeroglíficos y otros símbolos grabados en piedra o
pintados en los edificios y tumbas, combinan la representación de ideas y sonidos.
Las grandes ciudades que construyeron los pueblos agrícolas de Mesoamérica, crecieron y
estuvieron habitadas durante varios siglos. Sin embargo, entre los años 700 y 800 d. C., casi
todas ellas fueron abandonadas. Primero en Teotihuacán, después en la zona maya y luego
en Monte Albán. A pesar de eso, florecieron nuevos centros ceremoniales como Cacaxtla y El
Tajín. Durante este periodo también subsistieron señoríos avanzados en el Altiplano, como los
de Cholula y Xochicalco; y en los estados de Guerrero, Michoacán, Colima, Jalisco, Nayarit,
Sinaloa, Guanajuato, Aguascalientes y Querétaro, se desarrollaron las culturas de
Occidente.La mayor parte del tiempo, se dedicaban a la agricultura.
Decadencia[editar]
Monte Albán dominó los valles hasta fines del Período Clásico mesoamericano y, al igual que
otras ciudades mesoamericanas, entre los años 700 y 1200 d. C. terminó su esplendor; pese a
ello, la cultura zapoteca continuó en los valles de Oaxaca, Tabasco y Veracruz.
Viniendo del norte, los mixtecas sustituyeron a los zapotecas en Monte Albán y posteriormente
en Mitla; los zapotecas capturaron Tehuantepec de los zoques y los huaves del golfo de
Tehuantepec. Para la mitad de siglo XV, los zapotecas y mixtecas lucharon para evitar que
los mexicas ganaran el control de las rutas comerciales hacia Chiapas, Veracruz y Guatemala.
Bajo el mando de Cosijoeza, los zapotecas soportaron un largo sitio en la montaña rocosa de
Guiengola, manteniendo la vista sobre Tehuantepec. Finalmente, para conservar su
autonomía política, establecieron una alianza con los mexicas, misma que se vería rota con la
llegada de los españoles y la posterior caída de Tenochtitlan.
Religión[editar]
Una representación de Pitao Cocijo del período clásico
temprano, encontrada en Monte Albán, ahora está en el Museo Nacional de
Antropología en México, D. F.
Como la mayoría de las civilizaciones mesoamericanas, los zapotecas eran politeístas. Su
dios principal se llamaba Xipe Totec, y se le conocía por cuatro nombres:
Otra creencia llamada "nahualismo" consistía en que los magos oscuros aprovechaban su
"tótem" y se convertían en animales para hacer maldades o bondades en la noche.
Calendarios[editar]
Iza: constaba de 365 días agrupados en 18 meses de 20 días cada uno para las cosechas. Al
final contaba con un periodo de cinco días, que eran utilizados como días festivos y de
celebración
El registro y medición del tiempo y la observación de los ciclos astronómicos, fueron
realizados por los zapotecas desde épocas tempranas representados por puntos.
Cultura[editar]
ahí que naciera un cierto distanciamiento entre las dos ciudades que aún hoy perdura.
Cultura tolteca
La cultura tolteca o civilización tolteca —término de origen náhuatl que tiene
varios significados, los principales son ‘morador(es) de Tollan/Tula’1 (‘Lugar de
tules’)2 o ‘artista, civilizado, maestro’3 (su autodenominación es desconocida)—, es
una de las culturas prehispánicas arqueológicas de Mesoamérica. Sus primeros
registros se remontan a mediados del S. VII (650 d. C., periodo epiclásico
mesoamericano [c. 600-900 d. C.]) y culminó a mediados del S. XII d. C. (1150
d. C., periodo posclásico temprano [c. 900-1200 d. C.]; o bien, 1168 d. C./1-
tecpatl).4 Se asentaron principalmente en la zona del Valle del Mezquital en el
actual estado de Hidalgo, mientras que su influencia cultural, artística, religiosa y
comercial se diseminó hasta La Quemada y Chalchihuites (Zacatecas) al norte y
hacia la Zona Maya (Chichén Itzá, Yucatán) y Nicoya (Costa Rica) al sur.5 Algunos
de sus principales centros fueron Huapalcalco (Tulancingo de Bravo, Hidalgo),
Tulancingo (ibíd.) y su ciudad capital, Tollan-Xicocotitlan (Tula de Allende,
Hidalgo). Esta ciudad es célebre por sus singulares estatuas de piedra,
llamadas atlantes y es el sitio tolteca por excelencia.6
Tanto la historia mítica así como la arqueológica denotan que estos pueblos
hablantes de una lengua uto-azteca (el idioma náhuatl) provenían del norte, y
emigraron hacia el sur, más concretamente hacia el Centro de México, entre los
ss. VI-VII.7 Muy probablemente jugaron un papel importante en los procesos
políticos, económicos, sociales, religiosos y culturales que desembarcaron en la
caída de Teotihuacán cuando Tula Chico comenzaba a urbanizarse y florecer (c.
650-750 d. C.) Desde ese momento, la influencia nahua, traída por la Cultura
Coyotlatelco, era evidente y muy probablemente intensa en toda la región.8
Otras versiones, entre ellas una del Diccionario Balsas Náhuatl, señalan
que toltekatl significa "artista".10
Historia[editar]
Los toltecas inician su peregrinación desde un sitio que llaman Huehuetlapallan
(Vieja tierra azul), país del reino de la antigua Tollan, en el año de Técpatl
511 d. C. y vagan durante 104 años, guiados por siete señores: Zacatl, Chalcatzin,
Ehecatzin, Cohualtzin, Tzihuacoatl, Metzotzin y Tlapalmetzotzin. Finalmente llegan
a Tollantzinco, pero lo abandonan 17 años después, retirándose catorce leguas al
poniente donde fundan Tollan (Tollan-Xicocotitlan) o Tula, del nombre de su patria.
Su monarquía inició en el año 7 acatl 667 d. C. y duró 384 años,11 teniendo 8
gobernantes o tlahtoques.
11
Los toltecas alcanzaron su apogeo entre los años 900 y 1200 d. C. Fueron el
grupo dominante de un estado cuya influencia se extendía hasta el actual estado
de Zacatecas, y al sureste en la península de Yucatán. La relación entre los
toltecas y los mayas del período posclásico ha sido objeto de controversias.
Mucho tiempo después de la caída de Teotihuacán, hacia el año 700, hubo en
Mesoamérica varios siglos de tinieblas y confusión, cambió la índole de su
civilización, las ciudades sin fortificaciones y gobernadas por élites religiosas se
desmoronaron, y dieron lugar a ciudades guerreras y a religiones más belicosas.
Si bien es cierto que los toltecas tuvieron una gran influencia entre los mayas, no
está comprobado que hubiera una presencia militar en la península de Yucatán. Ni
viceversa, aunque algunos autores pensaron que Tula había sido fundada por
mayas de Yucatán. Se puede hablar de una gran influencia comercial y político-
religiosa de los toltecas en Chichén Itzá, influencia que se refleja básicamente en
la arquitectura de muchas estructuras como son el Castillo, el Templo de los
Guerreros (que muestra una fusión del estilo Puuc (seguramente influida por
Uxmal) con diseño tolteca, así como en la presencia del llamado chac-mool típico
de Tula. La incursión de Quetzalcóatl como deidad es otro elemento tolteca
importante reflejado en Kukulkán entre los mayas: Tuvieron mucho talento para
construir, y su influencia se extendió a gran parte de Mesoamérica en el período
Posclásico. Entre los pueblos nahuas de la época de la conquista, la palabra
tolteca significaba alguien sabio que dominaba las artes y artesanías. Y la palabra
"toltequidad" equivalía a lo que llamaríamos, alta cultura.
En 1941 un grupo de antropólogos mexicanos designó a la ciudad de Tula, en el
estado de Hidalgo, como Tollan, la mítica capital de los Toltecas, pero algunos
arqueólogos, como Laurette Séjourné criticaron la decisión, señalando que
después de varias etapas de excavación no se había revelado una ciudad
suficiente para justificar la leyenda de los toltecas, señalando que el origen de
Tollan y de la leyenda debería ubicarse en Teotihuacán, siendo el pueblo de Tula
uno de los refugios de los sobrevivientes de Teotihuacán, que por ello se
ostentaban como Toltecas.
Estos ciclos hacen referencia a las etapas de Quetzalcóatl para poder ser hombre
– dios, que representan las etapas de los humanos (en el catolicismo, nacimiento
– vida – resurrección). Esta cultura fue muy especial, ya que en el traje de los
Atlantes se encuentran representadas todas estas etapas, como el espejo negro
que hace que Quetzalcóatl vea sus errores para purificarse. Otra pieza importante
es el Chacmool, que representa al mismo Quetzalcóatl saliendo de la etapa del
fuego, escondido debajo de la tierra. Aparece representado mientras entrega él
mismo el fuego a la superficie, que es cuando Venus no aparece en el horizonte
para luego resurgir en el horizonte.
Esta ciudad era envidiada por los aztecas que en contraste con los toltecas tenían
otra visión de Quetzalcóatl les había enseñado.
Se estima que Tula albergó alrededor de 30 000 habitantes, los cuales vivían en
grandes complejos de una planta con techos planos básicamente de hechos de
piedra, tierra y acabados en adobe. Excluyendo la zona habitual de Tula refleja
una planta cuadriculada que definía claramente los diferentes barrios. De los
elementos arquitectónicos más significativos destaca la pirámide B, con sus mal
llamados atlantes, que son figuras de 4,6 m de altura que alguna vez sostuvieron
el techo de un templo. Según los estudios, estos atlantes estaban decorados con
mosaicos enjoyados y plumas. Restos de pintura indican que probablemente
fueron pintados para representar al guerrero tolteca-chichimeca de Mixcóatl (padre
de Quetzalcóatl) o al dios estrella de la mañana Tlahuizcalpantecuhtli. También
construyeron columnas en forma de una serpiente emplumada, con la cabeza al
suelo y la cola hacia arriba, sosteniendo el dintel que formaba parte de la entrada
a una gran habitación.
En el ámbito doméstico poseían tres distintas clases de conjuntos habitacionales,
el grupo de casas, las unidades residenciales y las residencias palaciegas.
Gastronomía[editar]
De acuerdo con investigaciones realizadas en Tepatitlán, área rural de Tulancingo,
Hidalgo, los especialistas Guadalupe Mastache y Robert Cobean descubrieron
que el amaranto era esencial en la alimentación de la cultura tolteca, ya que evitó
que estas tribus pasaran hambre durante las épocas de sequías. Actualmente el
amaranto produce "alegrías", mezcla de este producto con la miel, el cacahuate y
las pasas; el amaranto, huautli o alegría, nombre con el que se le conoce en la
actualidad, fue en época prehispánica un cultivo básico en diversas culturas del
país, entre ellas la que se asentó en Tula, Hidalgo, como lo refieren evidencias
arqueológicas y datos etno-históricos sobre su cultivo. Por su parte, Nadia Vélez
Saldaña, arqueóloga especialista en paleobotánica y miembro del equipo de
investigadores de la Zona Arqueológica de Tula, explicó que esta semilla no solo
fue importante para esta población de Hidalgo, sino también en toda
Mesoamérica, debido a que era una planta fácil de cultivar, además de tener un
alto grado de resistencia a las temporadas de sequías y heladas:
El amaranto es más resistente, y crece en toda clase de terrenos abonados, por lo tanto, a falta del
grano, el huautli era el que cubría las necesidades alimenticias de la población.
Nadia Vélez Saldaña
Finalmente, Vélez Saldaña señaló que, según parece, pudo haber sido su
importancia ritual la causa de su prohibición a partir de la conquista, decreciendo
su cultivo hasta casi desaparecer de algunas regiones durante la época colonial.
Cultura Olmeca