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Tarea Sebas

1) La cultura maya clásica floreció entre los años 250 d.C. a 1539 d.C. en el sureste de México, Guatemala y partes de Honduras y El Salvador. 2) Los mayas crearon grandes ciudades con templos piramidales, palacios y canchas de juego de pelota. Desarrollaron también una escritura jeroglífica avanzada y arte sofisticado en piedra, madera y cerámica. 3) La cultura maya entró en declive a partir del siglo XV debido a factores como la des
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Tarea Sebas

1) La cultura maya clásica floreció entre los años 250 d.C. a 1539 d.C. en el sureste de México, Guatemala y partes de Honduras y El Salvador. 2) Los mayas crearon grandes ciudades con templos piramidales, palacios y canchas de juego de pelota. Desarrollaron también una escritura jeroglífica avanzada y arte sofisticado en piedra, madera y cerámica. 3) La cultura maya entró en declive a partir del siglo XV debido a factores como la des
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CULTURA OLMECA

Periodo Clásico Maya (250 CE — 1539


CE)
1.

El periodo maya clásico se define como la época en la que los mayas crearon monumentos
esculpidos en la península de Yucatán, aproximadamente desde el 250 d.C. hasta el 1539
d.C. Ocuparon el sureste de México, la Península de Yucatán, Guatemala, Belice y partes
de Honduras y El Salvador. Un gran número de ciudades-estado creció junto con una
compleja red de rutas comerciales para las artes y los bienes. Los elementos críticos del
comercio incluyeron jade, sal, obsidiana, cerámica, plumas y cacao buscados por diferentes
ciudades mayas. La ciudad de Teotihuacán se convirtió en el centro de influencia,
trasladándose posteriormente a Chichén Itzá en el norte. Los mayas (6.73) tenían formas de
arte muy sofisticadas, incluyendo templos, piedra esculpida, madera y cerámica.

6.73
Arte Maya

Las ciudades mayas se expandieron sin mucho plan, aunque la mayoría de las ciudades
tenían palacios, canchas de pelota, templos piramidales y estructuras para observaciones
astrológicas. Los monumentos de grandes pirámides, templos y palacios inscritos con una
escritura jeroglífica, dejando un extenso registro histórico de información sobre sus vidas.
Estelas de piedra tallada, fabricadas con piedra caliza, se distribuyeron por todo el terreno.
La piedra caliza fue lo suficientemente blanda para tallar; sin embargo, la piedra se
endureció con el tiempo cuando se expuso al ambiente. Hecho de la piedra caliza ubicua
que se encuentra cerca, la famosa cancha de pelota (6.74) generalmente se encuentra en la
mayoría de las ciudades mayas, formada en forma de I, una pared inclinada a cada lado a lo
largo del campo estrecho. Se desconocen las reglas específicas, y los juegos muy
competitivos siguieron rituales específicos con los perdedores frecuentemente sacrificados.

4 Ballcourt en Zaculeu

Desarrollaron escritura jeroglífica avanzada y registraron ampliamente información


histórica y ritual. El sistema de escritura estuvo compuesto por símbolos fonéticos y
logogramas escritos en papel hecho de fibras de árbol. Cuando los españoles conquistaron a
los mayas, destruyeron todos sus libros excepto tres (6.75). Sin embargo, muchos ejemplos
de los escritos también se registraron en piedra y en cerámica y sobrevivieron. Los mayas
también desarrollaron un calendario complejo, y su sistema matemático utilizó la primera
instancia de cero en el mundo para diseñar su imperio.
6.75 Libro maya
6.76 Máscara funeraria de rey

El arte se basaba en la corte real y en la asociación de su mundo con sus antepasados.


Preferían el verde o el azul-verde, y los colores eran muy valorados y utilizados para
esculturas extraordinarias. Las máscaras fúnebres mosaicos de la realeza se hacían con jade,
y ocasionalmente, a los reyes se les agregaba jade (6.76) a sus dientes. No existe mucha
información sobre textiles y pocos restos de cualquier tela maya excepto algunos restos.
Hay murales en las paredes (6.77) que retratan a los miembros de la corte vestidos con
extravagantes prendas de algodón o piel de animal.
6.77
Mural en Bonampak

Los mayas crearon múltiples tipos de cerámica sin una rueda de alfarero. En cambio, las
cerámicas fueron hechas con tiras enrolladas y enrolladas y generalmente adornadas con
jeroglíficos e imágenes (6.78). A pesar de que la cerámica no estaba vidriada, la pintaron
con un resbalón hecho de minerales y arcillas de colores, los diseños detallados se hicieron
visibles después de la cocción. Algunas comunidades esculpieron figuras pequeñas y
detalladas dando a los investigadores imágenes de vestimentas o vestiduras rituales como el
guerrero (6.79).

6.78
Jarrón Sacul 6.79
Guerrero de cerámica

Se utilizaron huesos, conchas, metal, oro, plata y cobre para crear y esculpir artículos más
pequeños. Martillaron metal en campanas o discos y posteriormente utilizaron el método de
cera perdida para fundir metal. Se encontraron grafitis por todas partes, en paredes de
estuco, pisos y muebles, en todo tipo de edificios. Estaba inscrito, y un dibujo podría estar
superpuesto a otro, frecuentemente se encontraron obras de arte crudas junto a algo muy
artístico.

La cultura Maya Clásica comenzó a colapsar en el siglo XV, la desnutrición, la falta de


alimentos, la guerra, el cambio climático y la competencia por los recursos obligaron a las
personas a abandonar sus hogares en busca de seguridad, comida y refugio en otros lugares.
Las ciudades-estado comenzaron a luchar entre sí por recursos que condujeron a una guerra
brutal y, en última instancia, al colapso de una gran civilización seguida de múltiples
invasiones por parte de los españoles a partir de 1511 d.C., que llevaron a la desaparición
final de la civilización maya.

POSCLÁSICO TARDÍO (1200-1521 D.C.). EL DOMINIO MEXICA


Eduardo Matos Moctezuma

Para la época anterior a la conquista, la Cuenca de México contaba con una


enorme población, albergaba a una de las grandes ciudades de la
antigüedad –México-Tenochtitlan, capital de los mexicas– y era sede de una
poderosa confederación que dominaba buena parte de Mesoamérica: la
Triple Alianza, formada por Tenochtitlan, Tacuba y Texcoco

Han pasado varios siglos desde que la otrora poderosa ciudad de Teotihuacan
fuera abandonada por sus habitantes. Nuevos pueblos tratan de tener el control
del Centro de México, entre ellos los toltecas, quienes fundan su ciudad de Tula,
en el actual estado de Hidalgo. El poder tolteca se deja sentir en diversas regiones
de Mesoamérica y hay quienes piensan que los aztecas o mexicas, en sus inicios,
son un grupo más sujeto a ese poder. El mito y la realidad histórica se entrelazan
para hablarnos acerca de los orígenes de este pueblo. Hay quienes se inclinan a
que los habitantes de Aztlan formaron parte del imperio tolteca, como tributarios,
en tanto que otros investigadores piensan que este pueblo siempre estuvo
presente dentro de los límites de la Cuenca de México y que Aztlan era un
concepto mítico. Sea como fuere, las crónicas nos hablan de un pueblo sometido
que, una vez destruido el poder tolteca, se desplaza en busca de tierras
promisorias. Muchas fueron las peripecias que tuvieron que enfrentar hasta llegar
a asentarse definitivamente en medio del lago de Texcoco, en donde fundan la
ciudad de Tenochtitlan en terrenos pertenecientes al señor tepaneca de
Azcapotzalco.

Diversas fuentes históricas coinciden en señalar como el año de fundación el de


1325 d.C. Ahora sabemos que el 13 de abril de aquel año tuvo lugar un eclipse
solar que comenzó a las 10:54 de la mañana y tuvo una duración de 4 minutos y 6
segundos, conforme a los cálculos de la astronomía moderna (Galindo, 1994). Lo
anterior nos lleva a pensar que, ante tal acontecimiento, los sacerdotes mexicas
adaptaron la fundación al fenómeno celeste, pues bien sabemos las
connotaciones que éste tenía: la lucha entre el Sol y la Luna, entre los poderes
diurnos y nocturnos, expresado en varios mitos. También sabemos cómo el
mexica quiere emular a sus antecesores toltecas, haciendo suyos varios sucesos
de su historia y mitos. Buen ejemplo de esto lo tenemos en el caso de la
“peregrinación” mexica y algunos acontecimientos que suceden durante el
transcurso de ésta, que nos recuerdan los que ocurren en el curso de la propia
“peregrinación” de los toltecas. Otro caso lo vemos cuando el mexica busca las
“señales” del lugar en donde habrán de asentarse en medio del lago de Texcoco y
encuentran corrientes de agua, una azul y otra roja, con culebras, ranas, peces,
tules y otros elementos, todos blancos, al igual que los toltecas lo encontraran al
llegar a la ciudad sagrada de Cholula, según la Historia Tolteca-Chichimeca. Al día
siguiente de haber encontrado los símbolos toltecas mencionados, lo que legitima
el lugar, encuentran los suyos propios, esto es, el águila parada sobre el tunal,
símbolo de Huitzilopochtli.

La edificación de la ciudad siguió patrones ya establecidos. Como imagen del


cosmos, la nueva ciudad va a orientarse conforme al movimiento solar y a dividirse
en cuatro cuadrantes, como ocurriera en la antigua ciudad de Teotihuacan. Según
algunos cronistas, como Fernando Alvarado Tezozómoc (1975) y fray Diego Durán
(1951), fue su dios Huitzilopochtli quien instruyó la manera en que debía de
establecerse la ciudad. Así, en medio de los cuatro barrios se establece el centro
fundamental que forma el espacio sagrado o de habitación de los dioses.
Cultura Teotihuacana

Algunos grupos de olmecas que migraron de la zona mesoamericana del Golfo de


México se establecieron en el Altiplano Central. Cuando esos grupos se
encontraron con los pueblos que habitaban esta región, se mezclaron
culturalmente y dieron origen a otras culturas, entre ellas la Cultura
Teotihuacana.
Debido a los abundantes recursos naturales que había en la zona, su ubicación
geográfica y su constante intercambio comercial, la ciudad de Teotihuacan creció
con el tiempo; se convirtió en una ciudad muy poblada, de entre 125 mil a 250 mil
habitantes. Logró su mayor esplendor en el periodo Clásico, entre el año 150 d.
C. al 750 d. C. Fue muy influyente en la economía, la política, la arquitectura y
el arte de toda Mesoamérica.

Mapa de la Cultura
Teotihuacán
La Ciudad de Teotihuacán
Los pobladores de la cultura teotihuacana construyeron basamentos piramidales
de gran tamaño que se distinguían porque usaban el talud y el tablero. Sus
construcciones más importantes fueron las pirámides del Sol y de la Luna, así
como la Calzada de los Muertos y el Templo de Quetzalcóatl. También edificaron
plataformas en las que se llevaron a cabo ceremonias religiosas y celebraciones
populares.
El valle de Teotihuacán, situado entre los de México y Puebla, en pleno
corazón del Altiplano mexicano, fue el lugar donde surgió la primera gran ciudad
de América. Un diminuto poblado durante el Formativo, experimentó un acelerado
proceso de crecimiento que le llevó a alcanzar los 22,5 km’ de superficie y una
población cercana a los 150.000 habitantes.
La urbe se estructuró en torno a una calzada principal orientada en sentido norte-
sur y una secundaria trazada de este a oeste. La Calle de los Muertos, de unos 4
km de longitud, unía la plaza de la Pirámide de la Luna con la Ciudadela, una
ancha plataforma elevada de 400 m de lado que contiene el templo de
Quetzalcóatl y otros edificios religiosos. A ambos lados de la calzada se alzaban
templos, como la Pirámide del Sol, palacios, como el de Los Jaguares, y barrios
residenciales. La estructura más impresionante de Teotihuacana es sin duda, la
Pirámide del Sol, una masa de adobe, piedra de relleno y estuco que tiene 65 m
de altura y una base de 250 x 250 m.
La costumbre teotihuacana de pintar las paredes exteriores e interiores de los
edificaciones genera una pintura mural de temática religiosa; temática que
reaparece en la finísima y bella cerámica ritual elaborada por los alfareros de la
cultura teotihuacana.
Cultura Teotihuacana Avenida de los Muertos
Comercio e influencia
Teotihuacan fue una importante ciudad comercial gracias a su abundante
producción agrícola (tanto la de temporal como en la que se utilizaban canales de
irrigación) y a los yacimientos de obsidiana.
La dominación de Teotihuacan se extendió a muchas zonas de Mesoamérica.
Unas estaban bajo su autoridad directa y otras, pagaban tributo. La influencia
cultural fue fuerte y se advierte en las áreas del Golfo de México, Oaxaca y
la Región Maya.
La sociedad teotihuacana estaba integrada por sacerdotes, guerreros,
comerciantes, artesanos y agricultores, entre otros.
Las viejas ideas heredadas del período Formativo evolucionaron con el correr de
los Siglos. La ciudad comenzó siendo un centro de peregrinación religiosa al que
acudían los campesinos de los alrededores; pero, poco a poco se transformó en
un emporio industrial gracias al monopolio que los teócratas de Teotihuacán
ejercían sobre la producción y la elaboración de la obsidiana, una dura piedra
volcánica importantísima sociedades que desconocían los metales. La unión de
uno y otro factor permitió la aparición de un tercero: el comercio interregional, y
éste condujo a un cuarto, la expansión imperialista. La progresiva presencia de
guerreros en las pinturas murales ilustra perfectamente el complejo proceso que
impulsó a los pobladores de la cultura teotihuacana a ocupar zonas estratégicas
de Mesoamérica desde donde podían controlar determinadas materias y ejercer
una fuerte influencia educativa e ideológica.
Influencia de la Cultura Teotihuacana
Religión
Este desarrollo mercantil e industrial se apoyaba en una solida estructura agrícola,
que permitía el mantenimiento de artesanos, guerreros y sacerdotes. Por tanto, no
resulta extraño que las principales deidades (Tlaloc, Chalchiuhtlicue y Xipe-Totec)
estuviesen vinculadas con el agua y la vegetación. A ellos habría que añadir otras
viejas divinidades del Formativo, como Quetzalcóatl, el dios del bien;
Huehueteotl, el dios del fuego; y Mictlantecuhtli, señor de la muerte.
Los teotihuacanos expresaban sus creencias por medio de la escultura, la
cerámica y la pintura mural. Por ejemplo, en las fachadas de los templos
representaban a deidades como Tláloc y la Serpiente Emplumada, relacionados
con la lluvia y la fertilidad, respectivamente.

Dios Tlaloc
Fin de la Cultura Teotihuacana
A finales del periodo Clásico, la ciudad fue saqueada, quemada y destruida. Se
desconocen con exactitud las causas de la decadencia de esta cultura, pero
algunos investigadores consideran que sucumbió por la sobreexplotación de los
recursos naturales, las invasiones de otros pueblos y los conflictos internos.

CULTURA ZAPOTECA

La civilización zapoteca era, junto con las civilizaciones maya y azteca, una de las
más importantes de Mesoamérica. Floreció desde el periodo Preclásico tardío
hasta el fin del Clásico (500 a.C. – 900 d.C.). Las razones de la decadencia de la
cultura zapoteca no son conocidas aunque existen varias teorías.

La cultura de los zapotecos fue una civilización mesoamericana cuyos herederos habitan en
los actuales estados mexicanos de Oaxaca, Guerrero, Puebla y Veracruz.1 En la actualidad los
herederos de tal cultura viven aún concentrados en las tres entidades federativas del México
actual señaladas, pero el mayor número de ellos se encuentra como antaño, en el estado de
Oaxaca.

Los primeros zapotecos eran sedentarios, vivían en asentamientos agrícolas, adoraban un


panteón de dioses encabezados por el dios de la lluvia, Cocijo, representado por un símbolo
de la fertilidad que combinaba los símbolos de la tierra-jaguar y del cielo-serpiente, símbolos
comunes en las culturas mesoamericanas.

Origen de la cultura zapoteca[editar]


Por décadas los zapotecas y los mayas creían que la palabra zapoteca provenía del náhuatl,
que significa pueblo del Zapote. Actualmente hay estudios más recientes llevados por
la UNAM señalan que en realidad se debe escribir Zapoteca o Zapoteca y viene de “zar/zafa”
(nubes) y “pochteca” (comerciante).2Los primeros zapotecos eran sedentarios, vivían en
asentamientos agrícolas, adoraban un panteón de dioses encabezados por el dios de la lluvia,
Cocijo -representado por un símbolo de la fertilidad que combinaba los símbolos de la tierra-
jaguar y del cielo-serpiente, símbolos comunes en las culturas mesoamericanas. Cada región
tenía su propia autodenominación. Por ejemplo, los zapotecos de la región Istmo, una de las
tres regiones reconocidas,3 se autodenominaban "venza" o "binazo" que significa en idioma
zapoteco "gente de las nubes". Entre los mitos que existen se dice que son descendientes de
la roca, la arena y las nubes. Según algunas de sus pocas leyendas, se sabe sobre el origen
de los zapotecas. A diferencia de la mayoría de los indígenas de Mesoamérica, no tenían
ninguna tradición o leyenda sobre su migración, sino que ellos sabían que nacieron
directamente de los robles, tal y como son hijos legítimos de los dioses. De ahí el nombre que
ellos mismos se atribuían: bernesa

Evidencia[editar]
Pirámide de San José Mogote
La evidencia arqueológica indica que su cultura data desde hace 5000 años, donde se
establecieron grupos de nómadas, en el estado de Oaxaca.4 Aproximadamente entre los
siglos XIV y XV a. C., tuvo lugar el primer desarrollo urbano importante de la cultura, con
centro en San José Mogote. Se desarrollaron en los años 500 a. C.-950 d. C., durante el
horizonte Preclásico, los zapotecos se establecieron en los valles centrales del actual estado
de Oaxaca. Así, mientras Teotihuacán florecía en el centro de México y las
ciudades mayas en el sureste, Monte Albán, centro ceremonial construido en lo alto de un
cerro, era la ciudad más importante de la región oaxaqueña.

Los primeros zapotecos eran sedentarios, vivían en asentamientos agrícolas, adoraban un


panteón de dioses encabezados por el dios de la lluvia, Cocijo -representado por un símbolo
de la fertilidad que combinaba los símbolos de la tierra-jaguar y del cielo-serpiente, símbolos
comunes en las culturas mesoamericanas. Una jerarquía de sacerdotes regulaba los ritos
religiosos, que a veces incluyeron sacrificios humanos. Los zapotecas adoraban a sus
antepasados y, creyendo en un mundo paradisíaco, desarrollaron el culto a los muertos. Ellos
tenían un gran centro religioso en Mitla y una magnífica ciudad en Monte Albán, donde
prosperó una civilización altamente desarrollada, posiblemente hace más de 2000 años. En el
arte, la arquitectura, la escritura (jeroglíficos), las matemáticas, y la astrología (calendarios),
los zapotecas parecen haber tenido afinidades culturales con los olmecas, los antiguos
mayas, y más adelante con los toltecas.

Desarrollo cultural[editar]

Vaso zapoteca con figura humana de rasgos felínicos.


Dejaron evidencias arqueológicas en la antigua ciudad de Monte Albán; en forma de edificios,
estadios para el juego de pelota, de tumbas magníficas y de valiosas mercancías, incluyendo
la orfebrería. Monte Albán era la ciudad principal del hemisferio occidental y el centro de un
estado zapoteca que dominó una gran parte de lo que ahora conocemos como el estado
actual de Oaxaca.

Los zapotecas desarrollaron una agricultura muy variada. Ellos cultivaron varias especies
de chile, frijol, calabaza, cacao y, el más importante de todos: el maíz que a principios del
periodo clásico daba sustento a numerosas aldeas. Para tener buenas cosechas rendían culto
al sol, la lluvia, la tierra y el maíz.

Las mujeres y hombres del pueblo, que vivían en las aldeas, estaban obligados a entregar
como tributo: el maíz, los guajolotes, la miel y el frijol. Además de agricultores los zapotecos
destacaron como tejedores y alfareros. Son famosas las urnas funerarias zapotecas que eran
vasijas de barro que se colocaban en las tumbas. Los zapotecos alcanzaron un elevado nivel
cultural y fueron, junto con los mayas, el único pueblo de la época que desarrolló un sistema
completo de escritura. Por medio de jeroglíficos y otros símbolos grabados en piedra o
pintados en los edificios y tumbas, combinan la representación de ideas y sonidos.

Las grandes ciudades que construyeron los pueblos agrícolas de Mesoamérica, crecieron y
estuvieron habitadas durante varios siglos. Sin embargo, entre los años 700 y 800 d. C., casi
todas ellas fueron abandonadas. Primero en Teotihuacán, después en la zona maya y luego
en Monte Albán. A pesar de eso, florecieron nuevos centros ceremoniales como Cacaxtla y El
Tajín. Durante este periodo también subsistieron señoríos avanzados en el Altiplano, como los
de Cholula y Xochicalco; y en los estados de Guerrero, Michoacán, Colima, Jalisco, Nayarit,
Sinaloa, Guanajuato, Aguascalientes y Querétaro, se desarrollaron las culturas de
Occidente.La mayor parte del tiempo, se dedicaban a la agricultura.

Decadencia[editar]
Monte Albán dominó los valles hasta fines del Período Clásico mesoamericano y, al igual que
otras ciudades mesoamericanas, entre los años 700 y 1200 d. C. terminó su esplendor; pese a
ello, la cultura zapoteca continuó en los valles de Oaxaca, Tabasco y Veracruz.

Viniendo del norte, los mixtecas sustituyeron a los zapotecas en Monte Albán y posteriormente
en Mitla; los zapotecas capturaron Tehuantepec de los zoques y los huaves del golfo de
Tehuantepec. Para la mitad de siglo XV, los zapotecas y mixtecas lucharon para evitar que
los mexicas ganaran el control de las rutas comerciales hacia Chiapas, Veracruz y Guatemala.
Bajo el mando de Cosijoeza, los zapotecas soportaron un largo sitio en la montaña rocosa de
Guiengola, manteniendo la vista sobre Tehuantepec. Finalmente, para conservar su
autonomía política, establecieron una alianza con los mexicas, misma que se vería rota con la
llegada de los españoles y la posterior caída de Tenochtitlan.

Religión[editar]
Una representación de Pitao Cocijo del período clásico
temprano, encontrada en Monte Albán, ahora está en el Museo Nacional de
Antropología en México, D. F.
Como la mayoría de las civilizaciones mesoamericanas, los zapotecas eran politeístas. Su
dios principal se llamaba Xipe Totec, y se le conocía por cuatro nombres:

 Totec: es el Dios mayor, el que los regía.


 Xipe : es el Dios creador, aquel que hizo todo como es ahora.
 Tlatlauhaqui: El dios del sol.
Otros de los dioses principales eran:

 Pitao Cocijo: El dios del trueno y de la lluvia.


 Pitao Cozobi: Maíz tierno.
 Coqui Xee: El increado.
 Xonaxi Quecuya: dios de los terremotos.
 Coqui Bezelao: dios de los muertos.
También compartían creencias de la tradición mesoamericana de la que eran y son parte,
como el "tonal". Esta consistía en que cada vez que una madre esperaba una cría, el día del
nacimiento se ponían cenizas en la choza donde vivía el recién nacido y al siguiente día la
huella del animal que se formara sería el "tótem" del niño: aquel animal que lo representa y le
da su personalidad.

Otra creencia llamada "nahualismo" consistía en que los magos oscuros aprovechaban su
"tótem" y se convertían en animales para hacer maldades o bondades en la noche.

Dentro del pensamiento abstracto y ontológico del pueblo zapoteco encontramos en el


vocablo "guenda" la noción total y absoluta, la más profunda y universal, la más abstracta y
general que encontramos dentro del pensamiento de la cultura zapoteca.

Calendarios[editar]
Iza: constaba de 365 días agrupados en 18 meses de 20 días cada uno para las cosechas. Al
final contaba con un periodo de cinco días, que eran utilizados como días festivos y de
celebración
El registro y medición del tiempo y la observación de los ciclos astronómicos, fueron
realizados por los zapotecas desde épocas tempranas representados por puntos.

Cultura[editar]

Urna funeraria de cerámica pintada que representa a un


personaje sentado. Cultura Zapoteca (fase Monte Albán III), Período Clásico Temprano y
Medio (100–700 d. C.). México.
Monte Albán es un conjunto arquitectónico sagrado que se suma a las costumbres religiosas
de los pueblos mesoamericanos. Fue construida con varias plataformas escalonadas
como pirámides de diferentes alturas. Dentro de ella se llevaba a cabo el juego de pelota. La
diferencia de otros complejos es la inclusión de edificios dedicados, probablemente, al culto
funerario. También figuran relieves labrados en losas de piedra que representaban a
individuos con deformidades en el cuerpo, conocidos como los danzantes.
Los códices mixteco-zapotecas permiten conocer la vida y costumbres de la región. Estos
documentos fueron escritos en jeroglíficos y sobre piel de venado y fueron pintados con gran
colorido. Además existen inscripciones epigráficas datadas entre el 400 a. C. y el 900 d. C.
En Mitla, otro lugar con testimonios de este pueblo, subsisten pinturas murales plasmadas
sobre fondo rojo que representan el águila, los dioses nocturnos y a Cocijo. En Hierve el Agua,
los zapotecas crearon un sistema de riego artificial único en Mesoamérica.

Los zapotecos desarrollaron un calendario y un sistema logofonético de escritura que utilizaba


un carácter individual para representar cada sílaba del lenguaje. Este sistema de escritura es
considerado como la base de otros sistemas de escritura mesoamericanos desarrollado por
los olmecas, los mayas, los mixtecas y los mexicas. En la capital azteca de Tenochtitlán,
habitaban artesanos zapotecas y mixtecas, cuyo desempeño era confeccionar joyería para
los tlatoque o emperadores aztecas, entre ellos, el famoso Moctezuma.
Las relaciones con el imperio azteca en el centro de México se dieron desde mucho tiempo
atrás, así como es atestiguado por las ruinas arqueológicas del vecindario zapoteca dentro
de Teotihuacán y por una casa en Monte Albán. Otras ruinas precolombinas importantes
incluyen Lambityeco, Dainzu, Mitla, Yagul, San José Mogote, y Zaachila. Los tehuanos
(personas de Tehuantepec), se aliaron con los españoles, para luchar contra los juchitecos, de

ahí que naciera un cierto distanciamiento entre las dos ciudades que aún hoy perdura.

Cultura tolteca
La cultura tolteca o civilización tolteca —término de origen náhuatl que tiene
varios significados, los principales son ‘morador(es) de Tollan/Tula’1 (‘Lugar de
tules’)2 o ‘artista, civilizado, maestro’3 (su autodenominación es desconocida)—, es
una de las culturas prehispánicas arqueológicas de Mesoamérica. Sus primeros
registros se remontan a mediados del S. VII (650 d. C., periodo epiclásico
mesoamericano [c. 600-900 d. C.]) y culminó a mediados del S. XII d. C. (1150
d. C., periodo posclásico temprano [c. 900-1200 d. C.]; o bien, 1168 d. C./1-
tecpatl).4 Se asentaron principalmente en la zona del Valle del Mezquital en el
actual estado de Hidalgo, mientras que su influencia cultural, artística, religiosa y
comercial se diseminó hasta La Quemada y Chalchihuites (Zacatecas) al norte y
hacia la Zona Maya (Chichén Itzá, Yucatán) y Nicoya (Costa Rica) al sur.5 Algunos
de sus principales centros fueron Huapalcalco (Tulancingo de Bravo, Hidalgo),
Tulancingo (ibíd.) y su ciudad capital, Tollan-Xicocotitlan (Tula de Allende,
Hidalgo). Esta ciudad es célebre por sus singulares estatuas de piedra,
llamadas atlantes y es el sitio tolteca por excelencia.6

Tanto la historia mítica así como la arqueológica denotan que estos pueblos
hablantes de una lengua uto-azteca (el idioma náhuatl) provenían del norte, y
emigraron hacia el sur, más concretamente hacia el Centro de México, entre los
ss. VI-VII.7 Muy probablemente jugaron un papel importante en los procesos
políticos, económicos, sociales, religiosos y culturales que desembarcaron en la
caída de Teotihuacán cuando Tula Chico comenzaba a urbanizarse y florecer (c.
650-750 d. C.) Desde ese momento, la influencia nahua, traída por la Cultura
Coyotlatelco, era evidente y muy probablemente intensa en toda la región.8

Refundan la ciudad al establecerse en el centro urbano mayor, conocido como


Tula Grande, hacia el 960 d. C. y hasta el 1000 d. C., lograron establecer en ella
una ciudad-estado, basada en ideologías sociopolíticas y religiosas de carácter
profundamente militarista. Llevaron a cabo varias campañas expansionistas con
las que lograron conquistar y controlar los señoríos contemporáneos del Altiplano
Central, por lo que conformaron el imperio más vasto y poderoso de Mesoamérica
durante todo el posclásico temprano.9

Tuvieron un total de nueve tlatoque en Tula, de los cuales destaca Ce Ácatl


Topiltzin Quetzalcóatl (¿ss. X-XI?), un legendario líder religioso y héroe cultural de
la religión nahua, cuya verdadera identidad histórica es desconocida y debatida.6
El mito constata que fue desterrado de la ciudad y prometió regresar algún día.
Etimología y terminología[editar]
Tolteca es una palabra de origen náhuatl; en náhuatl los Toltecas eran
llamados Tōltēcah (en plural; en singular Tōltēcatl). entonces tolteca
significa Mirador de Tula', desde Tōllān ('Tula' o 'Lugar de Tula')
y Tēcatl ('morador de guerrero').

Otras versiones, entre ellas una del Diccionario Balsas Náhuatl, señalan
que toltekatl significa "artista".10

Historia[editar]
Los toltecas inician su peregrinación desde un sitio que llaman Huehuetlapallan
(Vieja tierra azul), país del reino de la antigua Tollan, en el año de Técpatl
511 d. C. y vagan durante 104 años, guiados por siete señores: Zacatl, Chalcatzin,
Ehecatzin, Cohualtzin, Tzihuacoatl, Metzotzin y Tlapalmetzotzin. Finalmente llegan
a Tollantzinco, pero lo abandonan 17 años después, retirándose catorce leguas al
poniente donde fundan Tollan (Tollan-Xicocotitlan) o Tula, del nombre de su patria.
Su monarquía inició en el año 7 acatl 667 d. C. y duró 384 años,11 teniendo 8
gobernantes o tlahtoques.
11

Los toltecas alcanzaron su apogeo entre los años 900 y 1200 d. C. Fueron el
grupo dominante de un estado cuya influencia se extendía hasta el actual estado
de Zacatecas, y al sureste en la península de Yucatán. La relación entre los
toltecas y los mayas del período posclásico ha sido objeto de controversias.
Mucho tiempo después de la caída de Teotihuacán, hacia el año 700, hubo en
Mesoamérica varios siglos de tinieblas y confusión, cambió la índole de su
civilización, las ciudades sin fortificaciones y gobernadas por élites religiosas se
desmoronaron, y dieron lugar a ciudades guerreras y a religiones más belicosas.

Si bien es cierto que los toltecas tuvieron una gran influencia entre los mayas, no
está comprobado que hubiera una presencia militar en la península de Yucatán. Ni
viceversa, aunque algunos autores pensaron que Tula había sido fundada por
mayas de Yucatán. Se puede hablar de una gran influencia comercial y político-
religiosa de los toltecas en Chichén Itzá, influencia que se refleja básicamente en
la arquitectura de muchas estructuras como son el Castillo, el Templo de los
Guerreros (que muestra una fusión del estilo Puuc (seguramente influida por
Uxmal) con diseño tolteca, así como en la presencia del llamado chac-mool típico
de Tula. La incursión de Quetzalcóatl como deidad es otro elemento tolteca
importante reflejado en Kukulkán entre los mayas: Tuvieron mucho talento para
construir, y su influencia se extendió a gran parte de Mesoamérica en el período
Posclásico. Entre los pueblos nahuas de la época de la conquista, la palabra
tolteca significaba alguien sabio que dominaba las artes y artesanías. Y la palabra
"toltequidad" equivalía a lo que llamaríamos, alta cultura.
En 1941 un grupo de antropólogos mexicanos designó a la ciudad de Tula, en el
estado de Hidalgo, como Tollan, la mítica capital de los Toltecas, pero algunos
arqueólogos, como Laurette Séjourné criticaron la decisión, señalando que
después de varias etapas de excavación no se había revelado una ciudad
suficiente para justificar la leyenda de los toltecas, señalando que el origen de
Tollan y de la leyenda debería ubicarse en Teotihuacán, siendo el pueblo de Tula
uno de los refugios de los sobrevivientes de Teotihuacán, que por ello se
ostentaban como Toltecas.

El historiador mexicano Enrique Florescano, del Instituto Nacional de Antropología


e Historia ha retomado esta interpretación, basándose en la mención de textos
mayas anteriores a Tula, que se refieren a Teotihuacán como Tollan. Algunos
afirman que la ciudad de Tula es un mapa de la traslación de Venus, es decir, de
su recorrido alrededor del sol. Cerca de la ciudad está una montaña llamada
Xicuco (Shicuco) que en náhuatl significa "ombligo".

Estos ciclos hacen referencia a las etapas de Quetzalcóatl para poder ser hombre
– dios, que representan las etapas de los humanos (en el catolicismo, nacimiento
– vida – resurrección). Esta cultura fue muy especial, ya que en el traje de los
Atlantes se encuentran representadas todas estas etapas, como el espejo negro
que hace que Quetzalcóatl vea sus errores para purificarse. Otra pieza importante
es el Chacmool, que representa al mismo Quetzalcóatl saliendo de la etapa del
fuego, escondido debajo de la tierra. Aparece representado mientras entrega él
mismo el fuego a la superficie, que es cuando Venus no aparece en el horizonte
para luego resurgir en el horizonte.

Esta ciudad era envidiada por los aztecas que en contraste con los toltecas tenían
otra visión de Quetzalcóatl les había enseñado.

arquitectónicas que existían en Mesoamérica en el siglo IX; uno de ellos es el


empleo de esculturas antropomorfas que sostenían con la cabeza el techo de una
habitación, logrando así un gran espacio interior, como se aprecia en el templo
de Tlahuizcalpantecuhtli El Señor del Alba.

Se estima que Tula albergó alrededor de 30 000 habitantes, los cuales vivían en
grandes complejos de una planta con techos planos básicamente de hechos de
piedra, tierra y acabados en adobe. Excluyendo la zona habitual de Tula refleja
una planta cuadriculada que definía claramente los diferentes barrios. De los
elementos arquitectónicos más significativos destaca la pirámide B, con sus mal
llamados atlantes, que son figuras de 4,6 m de altura que alguna vez sostuvieron
el techo de un templo. Según los estudios, estos atlantes estaban decorados con
mosaicos enjoyados y plumas. Restos de pintura indican que probablemente
fueron pintados para representar al guerrero tolteca-chichimeca de Mixcóatl (padre
de Quetzalcóatl) o al dios estrella de la mañana Tlahuizcalpantecuhtli. También
construyeron columnas en forma de una serpiente emplumada, con la cabeza al
suelo y la cola hacia arriba, sosteniendo el dintel que formaba parte de la entrada
a una gran habitación.
En el ámbito doméstico poseían tres distintas clases de conjuntos habitacionales,
el grupo de casas, las unidades residenciales y las residencias palaciegas.

Gastronomía[editar]
De acuerdo con investigaciones realizadas en Tepatitlán, área rural de Tulancingo,
Hidalgo, los especialistas Guadalupe Mastache y Robert Cobean descubrieron
que el amaranto era esencial en la alimentación de la cultura tolteca, ya que evitó
que estas tribus pasaran hambre durante las épocas de sequías. Actualmente el
amaranto produce "alegrías", mezcla de este producto con la miel, el cacahuate y
las pasas; el amaranto, huautli o alegría, nombre con el que se le conoce en la
actualidad, fue en época prehispánica un cultivo básico en diversas culturas del
país, entre ellas la que se asentó en Tula, Hidalgo, como lo refieren evidencias
arqueológicas y datos etno-históricos sobre su cultivo. Por su parte, Nadia Vélez
Saldaña, arqueóloga especialista en paleobotánica y miembro del equipo de
investigadores de la Zona Arqueológica de Tula, explicó que esta semilla no solo
fue importante para esta población de Hidalgo, sino también en toda
Mesoamérica, debido a que era una planta fácil de cultivar, además de tener un
alto grado de resistencia a las temporadas de sequías y heladas:
El amaranto es más resistente, y crece en toda clase de terrenos abonados, por lo tanto, a falta del
grano, el huautli era el que cubría las necesidades alimenticias de la población.
Nadia Vélez Saldaña

Otra de las características del amaranto, es su posibilidad de almacenamiento en


ollas de barro, por largos períodos de tiempo, sin descomponerse. Lo anterior,
asociado a su alto valor nutritivo, lo llevó, en ocasiones, a ser considerado el
cultivo más importante de Tula, incluso más que el maíz, de hecho, uno de los
tributos que las provincias de Ajacuba y Jilotépec, entre las que quedaba
comprendida Tula durante el Posclásico Tardío (entre el 1200 y el 1521), daban a
la Triple Alianza ―además de maíz y frijol― era precisamente amaranto, lo cual
indica que esta planta era un cultivo importante durante ese período. El amaranto
no solo se utilizaba como alimento, sino también como parte de las ofrendas y
rituales; en este sentido, Vélez Saldaña mencionó que el uso del grano fue
documentado por Bernardino de Sahagún y otros cronistas, quienes describen su
utilización en algunas ceremonias donde se usaban figurillas hechas con amaranto
aglutinado. Las figurillas rituales de huautli eran elaboradas con la técnica que hoy
en día se utiliza para fabricar los dulces de amaranto, relató la investigadora.
Tostaban el amaranto y después lo mezclaban con miel de maguey para obtener
una masa maleable para formar las figuras antropomorfas de algunas deidades,
que eran utilizadas en las ceremonias.

Finalmente, Vélez Saldaña señaló que, según parece, pudo haber sido su
importancia ritual la causa de su prohibición a partir de la conquista, decreciendo
su cultivo hasta casi desaparecer de algunas regiones durante la época colonial.

Ubicación geográfica de los toltecas[editar]


Los toltecas fueron un pueblo nómada que también había incluido a los
antepasados de los chichimecas. Los toltecas conquistaron la ciudad de
Teotihuacán en el año 750 d. C. aproximadamente y luego asentaron en esta, su
población y su cultura. Se establecieron en la meseta central (en la zona que
ahora abarcan los Estados mexicanos de Tlaxcala, Hidalgo, Ciudad de México,
Estado de México, Morelos y Puebla), donde una casta militar reemplazaría a los
religiosos en la administración formándose un gobierno militarista. Su capital,
Tollan-Xicocotitlan, sería conquistada por los Chichimecas en el año 1168 d. C.

Cultura Olmeca

En el período Formativo (2500 a. C.-comienzos de la Era Cristiana) nace la


primera gran civilización americana: la cultura olmeca (1.500-100 a. C.). La cultura
olmecas (hombres del País del Hule) ocuparon una zona de unos 18.000 km2
situada en los actuales Estados mexicanos de Tabasco y Veracruz. El país, cálido,
húmedo, pantanoso y lleno de bosques, ofrece pocas condiciones para el
desarrollo humano. Por eso, la aparición de la élite dirigente estuvo, sin duda,
relacionada con el control ejercido por ciertas familias sobre las tierras más
fértiles.
La cultura olmeca alcanzó su mayor apogeo entre el 1.200 y el 400 a. C. De esta
época datan los importantes centros político-religiosos de San Lorenzo, La Venta y
Tres Zapotes. Se trata de pequeños conjuntos urbanos levantados sobre enormes
terrazas de arcilla que servían al mismo tiempo como lugar de residencia del
grupo dominante y como centro de peregrinación religiosa.
Mapa de la Cultura
Olmeca
Organización Social
El considerable esfuerzo humano y organizativo requerido por los grandes
monumentos exigía una estructura social muy centralizada. Según los testimonios
arqueológicos, la cultura olmeca se dividían en dos grupos: el superior, formado
por uno o varios linajes (conjunto de familias emparentadas), que monopolizaba
el poder político y religioso; y el inferior, que incluía a la mayor parte de la
población. El primero, encarnación de la comunidad e intermediario de las
relaciones entre los hombres y los dioses, controlaba también la vida económica,
pues se apoderaba de los excedentes agrarios, dominaba la actividad artesanal,
forzaba a los plebeyos a trabajar en las obras públicas y distribuía a su gusto los
productos obtenidos gracias al comercio.

La Religión en la Cultura Olmeca


Las creencias religiosas de la cultura olmeca, pilar del poder despótico ejercido
por sus gobernantes, se basaba en el culto al jaguar, credo que acaso exigiese la
realización de sacrificios humanos. Asimismo, hay evidencias que indican la
presencia de otros dioses relacionados con el agua, la vegetación y la muerte;
deidades que se extenderán posteriormente al resto de Mesoamérica.
Tres Zapotes
Manifestaciónes Culturales
La principal manifestación artística es la escultura en piedra, perfectamente
representada en las llamadas cabezas colosales, gigantescas tallas de hasta 11
toneladas de peso que reproducen de manera realista los retratos de los
gobernantes.
A partir de la segunda mitad del Formativo, la necesidad de obtener jade y otras
materias de lujo impulsó a los olmecas a asentarse en el Altiplano Central, costa
pacífica de Guatemala y Oaxaca, territorios donde ejercieron una fuerte influencia.
Tan sólo el Occidente de México (Michoacán, Colima, Jalisco, Nayarit y
Guanajuato) desarrolló una cultura propia.
La cultura olmeca merece el calificativo de cultura madre porque las sociedades
posteriores -la maya incluida— se limitaron a profundizar en las ideas políticas,
económicas y religiosas creadas por el «pueblo del hule».

Fin de la Cultura Olmeca


La decadencia de la cultura olmeca, que se prolongó hasta el 31 a. C., abre un
nuevo período histórico: el Clásico (1-1.000 d. C.), cuyos rasgos característicos
serán:

 El desarrollo paralelo y a veces relacionado de las distintas culturas regionales.


Entre ellas destacan tres: la maya, la teotihuacana y la zapoteca.
 El nacimiento de las clases sociales, de la religión oficial y de las ciudades, o
sea, del Estado.

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