Tema 1 Inteligencia Ejecutiva
Tema 1 Inteligencia Ejecutiva
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2. BIBLIOGRAFÍA 25
El acceso a la información, es muy amplio, pero debemos hacer que los alumnos sean
capaces de seleccionar qué información es buena, cuál deben descartar, etc.
Debemos destacar que en base a los descubrimientos que se están llevando a cabo,
como ya hemos dicho, en diferentes ámbitos, como la neurociencia, o aspectos
relacionados con la psicología evolutiva o experimental, o las ciencias de la
computación o del ámbito de la pedagogía, se está proyectando un nuevo modelo
relacionado con la inteligencia humana.
Bajo la idea de dicho autor, no es importante lo brillante que sea nuestro cerebro, o lo
elevado de nuestro cociente intelectual, lo realmente importante y lo que muestra que
una persona es inteligente es el control que tiene sobre sus emociones, la
identificación de las mismas y las de los demás, la asertividad, la empatía, etc.
Así mismo, y de manera sincrónica, comienza a tener una importancia muy destacable
la inteligencia práctica. Podemos destacar la Teoría del Procesamiento de la
Información de Stenberg (1986) en la que si un alumno obtiene resultados escolares
bajos, debemos localizar el origen de esa dificultad.
puede suceder que el alumno tenga esos componentes pero no pueda acceder
a ellos.
Es cierto, que en el ámbito educativo, nos hemos guiado, a lo largo de muchos años,
de un tipo de inteligencia relacionado con la capacidad de aprender, la adquisición de
competencias. Evidentemente esta acepción no siempre está justificada, nos da una
visión fragmentada de lo que el niño aprende, de manera que no es eficaz a la hora de
obtener resultados, dado que nos muestra los resultados obtenidos por el alumno,
pero no nos dice en qué aspectos está teniendo problemas, que está dificultado la
adquisición de esas competencias.
Una vez superada la época en la que lo más importante era la inteligencia cognitiva, y
la cantidad de saberes que podía asimilar un niño, pasamos a la época del boom de
la inteligencia emocional, en la que nos estancamos en la idea de cómo influía el
estado emocional de un niño en la adquisición de esos saberes.
Podríamos decir que la inteligencia ejecutiva se encarga de organizar todas las demás
y su objetivo principal es dirigir bien la acción (Marina, 2012).
el conjunto de
reacciones
Mantener la coordinadas y
homeostasis automáticas que
(Damasio, 2010) mantienen los
Funciones del estados internos del
cerebro organismo
Dirigir el movimiento:
Mental y Físico.
Anticipar resultados
(Llinás, 2001)
Podemos decir que se trata de una operación inconsciente, a pesar de que gracias a
todos los estudios que se están realizado, sobre todo a nivel neuroimagen cerebral,
comenzamos a conocer su estructura y breves pinceladas de su funcionamiento. Es
cierto que aún no conocemos bien de qué manera guarda esa información, quién se
lo manda, por este motivo decimos que se trata de un inconsciente operativo.
De manera que podemos decir que encontramos una relación directa y bidireccional
entre:
Conocimiento
al servicio
de...
DIRIGIDO POR LA
INTELIGENCIA
EJECUTIVA
Acción
Emoción al
servicio
de.....
Es decir, cada sujeto, de manera individual, deberá ser capaz de dirigir la forma en que
realiza la acción. La realizará a su manera, en función de su capacidad y de su forma
de hacer. La realizará en base a la inteligencia ejecutiva que posea.
Si analizamos los problemas actuales de los niños (de menor a mayor edad), la gran
mayoría están vinculados con su comportamiento. Como acabamos de destacar, el
comportamiento está marcado por la inteligencia ejecutiva. Por este motivo es tan
importante que trabajemos con ellos la capacidad de dirigir bien su comportamiento,
en función de las metas u objetivos que tengan planteados en su vida.
Esta problemática quizá también venga marcada por la obsesión por educar la
inteligencia cognitiva, tratando de ofrecer cada vez más conocimientos a los niños, o
por la educación de la inteligencia emocional, tratando de potenciar los sentientes
positivos, en ved de trabajar la inteligencia ejecutiva, para hacerles capaces de
afrontar los sentimientos negativos y disfrutar de los positivos, saber cómo incorporar
conocimientos nuevos, trabajar la toma de decisiones o enseñarles la importancia de
conseguir mantener el esfuerzo, no sucumbir a las “caídas” y aprender a levantarse.
De esta manera vemos cómo la poca atención que hemos mostrado por la educación
de la inteligencia ejecutiva es uno de los gérmenes de muchos de los grandes
Estos problemas pueden surgir con mayor o menor fuerza, pero en cualquier forma,
amenazan el bienestar y el desarrollo integral de las personas.
“la habilidad que está implicada en los procesos dirigidos a una meta como la
iniciación y mantenimiento de estrategias efectivas, la capacidad de inhibir
pensamientos y respuestas inapropiadas, auto-monitorear las acciones y regular la
atención.”
Podemos ver que los problemas prácticos, normalmente, son más difíciles a la hora
de conseguir una solución. En la consecución de dicha solución están implicados
aspectos complicados de tratar como la ideología, emociones, intereses,
expectativas, esperanzas o dificultades personales.
A todos nos gustaría saber resolver nuestros problemas, sean de la índole que sean,
y poder seguir avanzando con resolución. Es aquí donde cobra especial sentido el
concepto de inteligencia ejecutiva.
Por ejemplo, cualquier persona sabe que no es bueno tomar mucho azúcar. Debido a
esta inteligencia que posee doble nivel, la inteligencia generadora (o inconsciente) te
impulsará a tomar chocolate, porque te gusta, etc… pero tu inteligencia ejecutiva, ha
adoptado una meta, en función de tu nivel de azúcar en sangre, tu peso, de tu salud,
que es no tomar chocolate. Y aquí es donde surge la pregunta, ¿cómo controlo esas
ganas de comer chocolate?. Y aquí retomamos el concepto de autogestionarse, de
manera genérica, gracias a la inteligencia ejecutiva.
De esta manera el propio control, no se da al comienzo del proceso, sino más bien,
surge en la autogestión del mismo. Por ese motivo, destacamos la frase:
Sabiduría Popular
Como ya hemos citado, esta nueva teoría basa su metodología en que la principal
función de la inteligencia es dirigir adecuadamente las actividades mentales y
físicas. Implica elegir bien las metas, movilizar los conocimientos necesarios,
gestionar las emociones y aprender las operaciones precisas para alcanzarlas.
En tal caso, podemos ver que la Teoría ejecutiva de la inteligencia tiene como
compañero de viaje a muchas ciencias. De cada una de ellas toma la información
referente para tratar de conocer y por consiguiente ayudar a que la persona,
realmente, sea capaz de dirigir de manera correcta su actividad, tanto mental como
física.
Neurología
Ciencia de la Computación
Psicología computacional
Psicología cognitiva
Psicología Clínica
Antropología
Pedagogía
Psiquiatría
De manera que podemos hacernos una idea de la importancia de esta teoría dado que
mana de los estudios realizados en muchos campos, de manera que la información
En la línea de lo que hemos visto al comienzo del tema, la estructura de este tipo de
inteligencia es dual.
Encontramos:
Cuando tratamos de explicar que somos diferentes de los animales, que ya no vivimos
en la selva, tratamos de defender que no nos movemos por instintos, como los
animales, no somos manejados por la supresión de los estímulos, sino que somos
capaces de plantearnos metas.
Es decir, la inteligencia ejecutiva nos permite elegir metas adecuadas. Dichas metas,
además, no son seleccionadas en base a unos reforzadores de los sentidos, sino que
son elegidas y seleccionadas en base a unos criterios personales.
La Teoría ejecutiva de la inteligencia nos está mostrando que el ser humano tiene una
Tomado de https://www.mindomo.com/es/mindmap/funciones-jecutivas-
9595d58e0bbf40999ac59ccb0700486d
Podemos decir que este sería el esquema básico de nuestras funciones ejecutivas.
Pero, si nos planteamos esta teoría, debemos ser capaces de entender que cuando
decimos que somos capaces de dirigir nuestro comportamiento, debemos analizar
que surgen dos acciones básicas:
Elegir la meta
Realizar la meta
Son muchas las ocasiones en las que nos encontramos en el aula alumnos muy
inteligentes, hablando en términos cognitivos relacionados con un CI alto, pero que
no son capaces de seleccionar bien sus metas. En este sentido, y bajo el paraguas de
esta teoría, ¿podemos considerarles inteligentes?.
De manera general podemos decir que sí, pero en base a esta teoría, deberíamos decir
que no supo utilizar inteligentemente su inteligencia (Marina, 2012).
Debemos ser capaces de elegir bien las metas, y poner en marcha todos los
conocimientos necesarios, las emociones y la energía para intentar alcanzar dichas
metas. En ese momento nuestro sistema dual de inteligencia está siendo efectivo.
Para poder trabajarlas de manera correcta debemos entender que el ser humano tiene
lo que estamos llamando sistema dual de inteligencia.
Podemos citar la dada por Beirute (2008), que define talento “como la presencia de
habilidades superiores en un niño o niña al compararla con sus pares en
cualquier área (académica, social, deportiva, artística, tecnológica, ecológica...)”
(Beirute, 2008. p. 44).
Dado que hablamos de una inteligencia que resuelve problemas y avanza con
resolución, estamos incorporando el concepto de eficacia, logro. Pero analizando las
palabras de Beirute (2008) podemos ver como encontramos diferentes inteligencias,
de manera que nos podemos encontrar con muchos talentos.
Si un dentista le dice a un niño, que no coma muchas chuches, dado que le saldrán
caries. Este dudaría si tomarlo o no. Un animal, dada su incapacidad para pensar en
el futuro, y analizando que el caramelo está ahí y ahora y la caries muy lejana, no lo
pensaría. Se tomaría el caramelo.
Personalidad Personalidad
Personalidad Elegida
Heredada Aprendida
Y es aquí donde surge el otro aspecto importante, la realidad que nos rodea, el
momento actual, el tiempo y la realidad. Debemos ser capaces de plantearnos las
posibilidades que hay en una realidad específica y con un proyecto inteligente.
Pero al igual que hacemos referencia al mundo de las posibilidades también debemos
tener muy en cuenta los problemas que nos pueden traer los sistemas ejecutivos.
Cuando las posibilidades no están presentes en las personas hablamos de “poca
voluntad” de debilidad. En la actualidad está tomando gran peso el concepto de déficit
de atención con hiperactividad (TDAH), la impulsividad, trastornos del lóbulo frontal,
etc
La manera en que los seres humanos dirigimos esa acción viene marcada por la
planificación de proyectos propios, por metas, y tratar de enfocar toda la energía de
la inteligencia generadora hacia la acción encaminada a la consecución de dichos
objetivos o metas.
Pero, qué pasaría si el ser humano tuviera alguna patología en aquellos aspectos más
significativos de la inteligencia ejecutiva.
En este apartado vamos a identificar cuáles son las disfunciones ejecutivas más
comunes en el aula y su síntoma. A pesar de esto, es importante decir que en
ocasiones es difícil separar la patología de lo normal, así en ocasiones, nos cuesta
diferenciar entre un proceso de tristeza y una depresión. En este campo ocurre lo
mismo.
Pero antes, sería bueno analizar qué puede producir estas dificultades. Como ya
hemos dicho el cerebro es una gran máquina de la cual conocemos muy poco, a pesar
de que están llevando a cabo muchos estudios.
Algunos de estos estudios han dado como resultado que, las deficiencias en la
inteligencia ejecutiva pueden venir marcadas por:
1. Genes y herencia
2. Diferencias cerebrales
Los genes y la herencia sabemos que tienen un papel importante en nuestra forma de
ser, de comportarnos y en nuestra anatomía. De este modo encontramos que los
sujetos también muestran diferencias a la hora de trabajar con su inteligencia
ejecutiva. Esta forma peculiar en la que cada uno de nosotros tratamos de “controlar”
a nuestra inteligencia generadora puede tener ciertas coincidencias con la forma en
la que lo realizan nuestros progenitores.
Los estudios en este campo vuelcan resultados que confirman que las diferencias
entre unos y otros en la forma de utilizar su inteligencia ejecutiva están influenciadas
por la genética.
A pesar de que trataremos este tema de manera más específica en el tema dos,
vamos a dar una breve pincelada sobre los resultados obtenidos en este campo.
Los estudios de Caprile Elola-Olaso y Alda Díez (2015) arrojan información sobre la
existencia de una relación directa entre las diferentes zonas cerebrales y las
funciones ejecutivas:
Corteza prefrontal Sistema límbico, de manera que está conectada con los
orbiofrontal procesos emocionales.
Como podemos analizar y ya hemos citado en este tema, la inteligencia ejecutiva está
controlado por la región frontal del cerebro.
Tomado de https://es.slideshare.net/manueluz6/sistema-lmbico-31315021
Cuando alguna de las zonas que hemos visto anteriormente está dañada, se producen
dificultades en el funcionamiento ejecutivo.
Como ya sabemos uno de los trastornos más significativos de nuestra época y que
más debates crea es el TDAH. Los sujetos que presentan TDAH cursan una
disminución de la atención y muestran comportamientos que podemos denominar
hiperactivos e impulsivos.
Los estudios que sobre TDAH se están realizando, nos dan evidencias sobre que
existen alteraciones, tanto en los procesos:
Cognitivos
Conductuales
Emocionales
Estas alteraciones hacen que la adaptación al medio social sea muy complicada.
Dificultad para organizar las tareas: no son capaces de seguir el orden para la
realización de una acción
Pero, como ya hemos dicho antes, debemos ser muy cautelosos para no confundir la
normalidad con la patología.
Todos sabemos que los niños son impulsivos, y es con el paso del tiempo y con el
aprendizaje de la regulación de la conducta, como van sabiendo canalizar esa energía.
Pero cuando la impulsividad es un rasgo de tu forma de ser, que incluso podemos
relacionar con el TDAH, debemos analizar en base al DSM V:
Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses
en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las
actividades sociales y académicas/laborales:
a. Con frecuencia juguetea o golpea con las manos o los pies o se retuerce en
el asiento.
Cuando detectamos alguno de estos síntomas debemos pensar que puede existir un
mal funcionamiento de ciertas funciones ejecutivas. Por este motivo, deberemos
trabajar para intentar ayudar al alumno.
Por otro lado encontramos las compulsiones. Aunque a veces se consideren lo mismo
que la impulsividad no son lo mismo. Las compulsiones son actos reflexivos y en
estos casos si funciona la inteligencia ejecutiva, pero a pesar de que saben que se
tratan de acciones absurdas, tienen la necesidad de llevarlo a cabo. Así, por ejemplo,
encontramos personas que necesitan revisar el gas ochos veces seguidas para vigilar
que esté cerrado.
Como podemos ver se trata de pensamientos negativos que no paran de repetirse una
y otra vez y que son categorizados por el sujeto como carentes de sentido pero tienen
la necesidad de hacerlo. También conocidos como Trastornos obsesivos
compulsivos (TOC), que pueden darse en personas con alta inteligencia, dado que se
deben a un descontrol en la inteligencia generadora o computacional.
Hacemos alusión a aquellas personas que muestran una gran dificultad para
comenzar una tarea. A pesar de mostrar gran interés por realizar la acción son
incapaces, debido a ese daño en la inteligencia ejecutiva, de realizarlo.
Se trata de sujetos que muestran una incapacidad para tomar decisiones. No existen
daños en el razonamiento, sino, simplemente no pueden tomar una decisión. Cada
una de las partes que se le mande realizar a un sujeto con esta patología la realizará
bien, siempre y cuando no tenga que cambiar de trabajo ni tomar ninguna decisión en
cuanto a ¿cómo hacer?.
Es cierto, que en muchas ocasiones de nuestra vida, nos cuesta decidir. Es aquí donde
nos damos cuenta de cuantas funciones ejecutivas utilizamos y cuanta deficiencia
tenemos en ellas, sin llegar a caer en la patología. Un sujeto puede tardar en tomar
una decisión pero al final la toma.
En la educación deberíamos trabajar mucho este campo. Los alumnos suelen tener
dificultades para tomar decisiones tan nimias como sobre qué leer o escribir para un
trabajo, y es por que no trabajamos esta función lo suficiente. Les damos a los
alumnos todo “mascado” de manera que ellos no tienen que pensar, ni tomar
decisiones sobre qué hacer, de manera que tampoco estamos trabajando el aprender
a aprender.
Por este motivo, si a un alumno se le pide que vaya a clase de música a pedir un
triángulo y a mitad de camino se cruza con otro compañero y comienza a seguirle, no
se ha activado la memoria necesaria para recordar dónde iba. En la actualidad se le
da el nombre de “working memory”, mediante el cual, debemos entender que la
memoria no podemos significarla con un “cajón desastre” donde van todos los
Al alumno que hemos mandado a por el triángulo, no le hace falta estar pensando de
manera continua en el triángulo, sino que mantiene activada esa working memory,
pero puede seguir haciendo otras cosas hasta que vea el triángulo. En ese momento
recordará que iba a por él, lo cogerá y su interés por los triángulos quedará borrado.
La memoria sobre ese hecho quedará desactivada.
Este efecto hace alusión a las tareas que no están terminadas y la motivación que
ocasionan. En este sentido es importante señalar la necesidad de plantear desafíos a
los alumnos. Un profesor hábil sabrá crear un ambiente de desafío para tratar de
despertar las ganas de saber de los alumnos.
Es por todos conocido, que existen muchas patologías que cursan con conductas
repetitivas o estereotipadas. Estas patologías son muy perjudiciales para el sujeto y
en ocasiones pueden llegar a causar daños físicos.
Si analizamos que parte del sistema ejecutivo puede estar dañado, directamente nos
debemos plantear una ausencia de flexibilidad en la conceptualización de las
acciones. Estos sujetos muestran rigidez en situaciones normalizadas. Se relaciona
con la llamada “enfermedad de las categorías” (Marina, 2012). Dicha enfermedad hace
que el aprendizaje de nuevos conceptos sea más difícil.
Cuando hablamos de metas, también hacemos alusión a creencias, por este motivo
las personas que no son capaces de cambiar sus metas pueden llegar a estar
relacionados con el fanatismo, como repetición de creencias, a pesar de tener
pruebas que evidencian estar en contra.
En base a los estudios realizados por Luria (1962), el cual, analizaba la forma en que
los daños a las áreas específicas del cerebro afectan el comportamiento humano,
concluyó que aquellos pacientes que tenían dañada la parte frontal del cerebro
mostraban una incapacidad para verificar los resultados que se derivaban de sus
acciones. Es decir, en base a nuestra inteligencia ejecutiva somos capaces de evaluar
lo que estamos haciendo y compararlo con la acción que realmente queríamos hacer,
con la intención original.
Por este motivo somos capaces de corregir nuestra conducta. En el caso de esto
sujetos no son capaces de reconocer los errores y en consecuencia aprender de ellos,
2. BIBLIOGRAFÍA
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