1-2 Anatomia Fiso LCR
1-2 Anatomia Fiso LCR
1-2 Anatomia Fiso LCR
CARRERA DE MEDICINA
SEMIOLOGÌA
INTEGRANTES:
DANIELA CHAUCA
BRYAN FREIRE
TAMARA GUACHI
MARYURI BAYAS
CURSO: SEXTO
PARALELO: “A”
Definición
El líquido cefalorraquídeo fluye por unas cavidades que existen en el cerebro llamadas
ventrículos cerebrales, por el espacio subaracnoideo, y por el conducto ependimario (en la
médula espinal). La cantidad de líquido cefalorraquídeo que circula en una persona sana se
encuentra entre los 100 y 150 ml. Éste se produce y se reabsorbe continuamente.
Cuando existe más producción que absorción, se eleva la presión del líquido cefalorraquídeo;
dando lugar a hidrocefalia. También puede suceder que se obstruyan las vías que contienen este
líquido, provocando su acumulación. Por el contrario, también es posible que se dé una
disminución por algún tipo de fuga o extracción, lo que provocaría cefaleas (fuertes dolores de
cabeza).
Producción de LCR
Sin embargo, el 30% restante de este líquido se produce en el epéndimo, que proviene de la
membrana aracnoidea. En menor parte también proceden del propio encéfalo, concretamente de
los espacios perivasculares (alrededor de los vasos sanguíneos). El líquido cefalorraquídeo se
renueva cada 3 o 4 horas, produciéndose en total unos 500 ml al día.
Los 150 ml de líquido cefalorraquídeo que posee un adulto, se distribuyen de la siguiente forma:
en los ventrículos laterales circula unos 30ml, 10ml en el tercer y cuarto ventrículo; espacio
subaracnoideo y cisternas cerebrales, 25ml; y 75 ml en el espacio subaracnoideo espinal. No
obstante, su volumen varía según la edad.
La secreción del LCR resulta de un bombeo constante de Na+; para intercambio de iones, hay
muchos transportadores en la superficie adluminal y luminal de las células ependimales que
secretan Na+, HCO3 - y Cl- . La bomba de Na+-K+ en la membrana apical de las células
coroideas regula la concentración intracelular de Na+, y de forma secundaria aumenta el
transporte activo de este ion para permitir el intercambio de Na+-H+ y cotransporte de Na+-
Cl- . La función principal del antiporte Na+-H+ y la bomba Cl- -HCO3 - es regular el pH
intracelular. El HCO3 - intracelular, por su parte, es generado en la hidratación del CO2 por la
anhidrasa carbónica.
La tasa de formación del LCR es de 0.35 a 0.40 ml/min, que equivale a 20 ml/h o 500 a 650
ml/día.. Esta velocidad permite reponer el volumen total de LCR 4 veces al día, su recambio
total ocurre en 5 a 7 hs. Los PC pueden producir LCR a una tasa de 0.21 ml/min/g tejido, la que
es mayor a la de cualquier otro epitelio secretor.
La secreción del LCR varía en forma circádica, siendo las primeras horas de la mañana en las
que se produce la mayor cantidad del fluido. Puede ser inhibida por esteroides, acetazolamida,
diuréticos y temperaturas bajas; también es inhibida por inervación simpática a través de la
activación de receptores adrenérgicos ß, por lo que es posible que los bloqueadores de dichos
receptores aumenten la secreción del LCR. Adicionalmente, el aumento de la presión
intracraneal (PIC) puede reducir la secreción del LCR al disminuir el flujo sanguíneo a nivel de
los PC3, aunque la formación del fluido se mantiene relativamente constante en un rango de 0 a
200 mmH2O7. La producción de LCR puede aumentar en caso de papilomas de los PC, o en
caso de alcalosis metabólica o respiratoria; así como por hipotermia. A pesar de todo lo anterior,
la producción del LCR no se ve alterada en muchas condiciones patológicas6 que con más
frecuencia resultan de cambios en la circulación o reabsorción del fluido.
El líquido cefalorraquídeo fluye por el sistema ventricular de nuestro cerebro. Éste consiste en
una serie de cavidades que se encuentran en el interior del encéfalo.
Una vez segregado, este líquido circula desde los ventrículos laterales hasta el tercer ventrículo
a través del agujero interventricular de Monro. Luego, el líquido cefalorraquídeo llega al cuarto
ventrículo por el acueducto de Silvio. El cuarto ventrículo es el que está situado en la parte
posterior del tronco cerebral.
Para entrar en el espacio subaracnoideo, el fluido debe atravesar tres aberturas: la abertura
mediana y las laterales. También se denominan el orificio de Magendie y los orificios de
Luschka. Al pasar por estos orificios, el líquido llega a la cisterna magna y, posteriormente, al
espacio subaracnoideo. Este espacio cubre todo el encéfalo y la médula espinal. El líquido
cefalorraquídeo llega a esta última a través del obex cerebral.
El fluido circula desde el espacio subaracnoideo hasta la sangre para absorberse a través de unas
estructuras llamadas vellosidades aracnoideas. Ésta conecta con senos venosos que posee una
membrana que recubre el cerebro llamada la duramadre. Dichos senos se vinculan directamente
con el torrente sanguíneo.
. Su tasa máxima de reabsorción es 1.5 ml/min; a nivel del canal espinal, la reabsorción puede
ocurrir a 0.11-0.23 ml/min, la que aumenta con el ejercicio. En los senos venosos, sobre todo el
superior, su reabsorción ocurre en forma pasiva, dependiente del gradiente de presión del
espacio subaracnoideo y de los mismos senos (diferencial de presión de 5-7 mmHg), además del
drenaje linfático y endolinfa, requiere un mínimo de 20 mmH2O para ocurrir. El LCR también
puede reabsorberse en los PC, aproximadamente el 25%, a nivel espinal. La presión del LCR
está regulada, casi por completo, mediante su absorción a través de vellosidades aracnoideas;
éstas actúan como válvulas, lo que permite que el LCR pase hacia el torrente sanguíneo cuando
su presión es mayor a 1.5 mmHg respecto a la sangre en los senos venosos; su tasa de
reabsorción no depende de la composición del fluido. En sujetos sanos, la velocidad de
reabsorción del LCR se encuentra ajustada a su tasa de síntesis, para mantener constante la PIC.
La PIC depende directamente del volumen de los principales componentes de la cavidad del
cráneo; sangre, LCR y tejido nervioso, pero es independiente de la presión arterial. La presión
del LCR varía de acuerdo a la posición en la que se encuentre el sujeto. En posición de
sendente, se acepta en el adulto una presión de apertura de 18 a 20 cm LCR y 25 como límite
superior. También varía por la edad: su valor normal es de 1.5 a 8 cm LCR en recién nacidos y
de 4 a 8 cm; LCR en menores de 6 años. En un adulto, la presión del LCR en la cisterna magna
es de 0 a 12 cm LCR (incluso puede presentar valores negativos) y de -5 a 8 cm; LCR en los
ventrículos. En posición de decúbito lateral, la presión normal es de 6 a 18 cm; LCR. En
algunos estados patológicos (tumor cerebral, hemorragia subaracnoidea e hidrocefalia), la
circulación del LCR se obstruye produciendo aumento de la presión del LCR y
consecuentemente de la PIC. La circulación del LCR puede modificarse para compensar
cambios en la PIC. Inicialmente, puede desplazarse del compartimiento intracraneal al espacio
subaracnoideo; además, los volúmenes de sangre y LCR varían inversamente para equilibrar el
volumen intracraneal total.. La presión del LCR está regulada por respiración; baja durante la
inhalación y sube en la exhalación, lo que se acentúa si la respiración es profunda, quizás al
modificar el diámetro de las arterias y, con éste, el volumen sanguíneo cerebral.
FISIOLOGÍA
FUNCIONES:
Este líquido, junto con las meninges, posee una función amortiguadora dentro del cráneo. Es
decir, reduce los impactos exteriores. Así, frente a cualquier golpe o contusión, hace menos
probable que una parte tan delicada como nuestro cerebro sufra daños.
Protección inmunológica
Por otro lado, también protege al sistema nervioso central de agentes externos que podrían
causar enfermedades. De esta forma, desempeña una protección inmunológica que también es
necesaria en esta parte de nuestro organismo.
Excreción de desechos
Nutrición
Como el tejido ependimario y las capas cerebrales piamadre y aracnoides son avasculares (no
circula la sangre por ellas), no reciben los nutrientes de la sangre. Sin embargo, como el líquido
cefalorraquídeo se comunica con el sistema vascular, éste puede captar los nutrientes que allí se
encuentran y transportarlos a dichos tejidos.
lumbar, la punción cisternal y la punción ventricular. Las dos últimas requieren una
Algunas de las que se pueden detectar son hidrocefalia, infecciones como meningitis, lesiones
cerebrales, daños en la médula espinal, esclerosis múltiple, síndrome de Guillain-Barré,
encefalitis, epilepsia, demencia metabólica, tumor en la hipófisis, síndrome de Reye, etc.
Por otra parte, la punción lumbar también puede tener un uso terapéutico. Se puede realizar para
inyectar otras sustancias como analgésicos, antibióticos, antiinflamatorios, etc.
Para la punción lumbar, se aplicará anestesia local y luego se introducirá una aguja en una parte
concreta de la zona lumbar.
En cuanto a la punción ventricular, se lleva a cabo muy raramente y en personas en las que se
sospeche la existencia de una hernia cerebral. Para ello, se realiza una incisión en el cráneo y se
coloca la aguja en el interior de uno de los ventrículos cerebrales.
Cuando hay más glóbulos blancos de la cuenta, es posible que el organismo esté tratando de
defenderse de una infección como la meningitis, o bien, señal de la existencia de alguna
enfermedad desmielinizante.
Si existe mayor cantidad de proteínas de la cuenta, puede ser una señal de diabetes, tumores,
lesiones, infecciones, o inflamación.
Si el color del líquido es rojizo, es posible que exista algún tipo de hemorragia u obstrucción en
la médula espinal. Sin embargo, esta sangre puede provenir del propio pinchazo que se lleva a
cabo en la prueba de punción lumbar.
En cambio, cuando hay un aumento de proteínas o un sangrado de hace más de tres días el
fluido tiene un aspecto amarillo, naranja o tono café.
Alteraciones en la presión del líquido cefalorraquídeo
A veces se produce espontáneamente, mientras que en otras ocasiones es propiciada por otras
condiciones como: tumores cerebrales, derrames, coágulos de sangre en el cerebro, lupus, apnea
del sueño, ciertos medicamentos como el litio, etc.
Los principales síntomas que ocasiona son fuertes dolores de cabeza, zumbidos en los oídos,
alteraciones en la visión, dificultades para hacer las tareas cotidianas y problemas neurológicos.
En cambio, una presión baja del líquido cefalorraquídeo puede producir cefaleas. De hecho, no
es extraño que ocurra después de una extracción lumbar. Por eso para prevenirlo, se le pide al
paciente que repose durante las 24 horas después de la prueba.
Otra causa es la aparición de una fístula del líquido cefalorraquídeo, que permita su escape.
Normalmente aparece de manera espontánea, traumática o quirúrgica; aunque también se asocia
con infecciones y tumores.
Un nivel bajo de glucosa en este fluido también puede indicar infecciones como meningitis, o
tuberculosis.
Niveles elevados de gammaglobulina
Cuando aumentan estos niveles en el líquido cefalorraquídeo, puede ser una señal de la
presencia de enfermedades como: esclerosis múltiple, síndrome de Guillain-Barré o
neurosífilis (consecuencias de la sífilis sin tratamiento durante más de 10 años).
Bibliografía
https://www.medigraphic.com/pdfs/arcneu/ane-2015/ane151g.pdf
https://www.lifeder.com/liquido-cefalorraquideo/
https://www.lifeder.com/liquido-cefalorraquideo/
http://www.neurowikia.es/content/fisiolog%C3%AD-del-l%C3%ADquido-cefalorraqu
%C3%ADdeo