Manual Unidad 2 Psicología de La Sexualidad Humana

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Psicología de la

Sexualidad Humana
Elsa Maritza Aliaga Meléndez
Manual – Unidad 2
2
Índice
Introducción .........................................................................................................................................5
Organización de la Asignatura ........................................................................................................7
Unidades didácticas.......................................................................................................................7
Tiempo mínimo de estudio ............................................................................................................8
UNIDAD 2: ..............................................................................................................................................9
Diagrama de organización ..........................................................................................................9
Tema n.°1: Factores casuales ..................................................................................................... 10
Tema n.°2: Naturaleza de las alternativas sexuales .............................................................. 12
Tema n.°3: Alteración de la función sexual masculina y femenina .................................. 16
Tema n.°4: Inhibición del deseo sexual .................................................................................... 19
Tema n.°5: Alteraciones sexuales .............................................................................................. 32
Tema n.°6: Enfoques terapéuticos ............................................................................................. 47
De la teoría a la práctica .............................................................................................................. 107
Glosario de la Unidad 2 ................................................................................................................. 108
Bibliografía de la Unidad 2 ............................................................................................................ 111

3
4
Introducción

Consideramos a la sexualidad humana como aquel conjunto de condiciones

anatómicas, fisiológicas y psicológico-afectivas que caracterizan a cada sexo,

y que, a su vez, integra los fenómenos emocionales y de conducta relacionados

con la expresión del sexo y que marcan de manera decisiva al ser humano en

todas las fases de su desarrollo. Hablar del concepto de sexualidad humana es

hablar de sexo, las formas de ser y los diferentes roles de género que tenemos,

la expresión del erotismo, el disfrute del placer, la vivencia de la intimidad, la

etapa de reproducción y la orientación que tenemos en cuanto a lo sexual, esta

sexualidad se expresa y vive en la forma de pensar, las fantasías que se tienen

los deseos que se expresan, las creencias que tenemos, nuestras actitudes y

conducta que se encuentra influenciada a través de diversos factores, sean

estos biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos,

legales, históricos, religiosos y/o espirituales.

Psicológicamente hablando, la sexualidad es un constructo vasto que

contempla todo aquello que se encuentre relacionado con la situación sexual.

Cada persona tiene su propio modo de vivir y de situarse en su sexualidad y en

su mundo, mostrándose en su plena dimensión. La sexualidad encierra la

dimensión de identidad y genero sexual que forman la conciencia de ser un ser

sexuado. La sexualidad se expresa a través de los roles de género que, a su vez,

son la expresión de la identidad sexual y de género.

La sexualidad humana, ha ido desarrollándose, paso a paso, junto con la

mentalidad del ser humano. Para su estudio, utilizamos las ciencias auxiliares

como la Antropología, la arqueología, la sociología, la psicología social, entre

otras; existen antecedentes históricos que datan desde hace más de diez mil

5
años, esta información disponible es escasa con anterioridad al año 1000 a.c.

Así mismo, con el paso del tiempo se ha presentado otras investigaciones que

nos sirven para comprender la importancia de la sexualidad humana y con

respecto al tratamiento de aquellos problemas que los aquejan.

Nuestra asignatura, está formada por cuatro unidades, y busca ampliar los

conocimientos sobre la sexualidad humana, teniendo como base el desarrollo

de conceptos básicos, la evolución histórica, el papel del sistema endocrino y

sistema nervioso en el deseo y excitación sexual, así como los sistemas sexuales

masculino y femenino. Por otro lado, revisaremos la naturaleza de las

alteraciones sexuales de la función sexual masculina y femenina, así como la

Inhibiciones del deseo sexual. Las aleaciones sexuales y los enfoques

terapéuticos que se emplean para la intervención en estas alteraciones. Se

desarrollará temas como la Intimidad y el amor, la sexualidad en la pareja y la

formación de la institución conyugal. Por último, veremos los temas de rol e

identidad de género, la Homosexualidad, el sexo y la ley y los cuidados en salud

sexual y reproductiva en las diferentes etapas de la vida.

Estos Temas se desarrollarán de forma dinámica para un fácil manejo y

comprensión, así como las actividades de desarrollo buscarán fortalecer los

conocimientos adquiridos en la teoría, contaremos con lecturas seleccionadas

para reforzar las ideas centrales de los temas tratados, como también

contaremos con Bibliografía especializada que contribuirá a ampliar los

conocimientos de la asignatura. Por todo esto, los invito a iniciar el aprendizaje

de la psicología de la Sexualidad Humana.

El autor

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Organización de la Asignatura

Resultado de aprendizaje de la asignatura

Al finalizar la asignatura, el estudiante será capaz de Al finalizar la asignatura, el


estudiante será capaz de explicar las variables sociales, culturales y biológicas que
influyen en la sexualidad de la persona.

Unidades didácticas

UNIDAD 1 UNIDAD 2 UNIDAD 3 UNIDAD 4

Aspectos históricos Disfunciones y Importancia de la Identidad de


y culturales sobre abordaje eficacia afectiva género,
la sexualidad terapéutico sexual de la pareja orientación sexual,
Función nerviosa y Valores y respeto salud, derechos
endocrinológica en la pareja sexuales y
del deseo y reproductivos
excitación sexual

Resultado de Resultado de Resultado de Resultado de


aprendizaje aprendizaje aprendizaje aprendizaje

Al finalizar la Al finalizar la Al finalizar la Al finalizar la


unidad, el unidad, el unidad, el unidad, el
estudiante será estudiante será estudiante será estudiante será
capaz de analizar capaz de analizar capaz de explicar capaz de explicar
la sexualidad los principales las características las diferentes
humana desde síntomas, signos y de la sexualidad identidades de
una mirada más tratamientos de las de la pareja, género y la
holística, no solo los disfunciones viendo la actividad atención para
elementos sociales sexuales. sexual más allá del ellos, a través del
que influyen en la coito físico, diálogo y debate,
conducta sexual si involucrado asimismo el
no desde los aspectos afectivos desarrollo de los
conocimientos y emocionales. cuidados en salud
biológicos de la sexual y
sexualidad, reproductiva.
identificando las
etapas de la
respuesta sexual
masculina y
femenina.

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Tiempo mínimo de estudio

UNIDAD 1 UNIDAD 2 UNIDAD 3 UNIDAD 4

16 horas 16 horas 16 horas 16 horas

8
UNIDAD 2:

Diagrama de organización

Disfunciones y abordaje terapéutico sexual

9
Tema n.°1: Factores casuales

Según la Organización Mundial de la Salud, la salud sexual es “un estado físico,

emocional, mental y sexual de bienestar relacionado con la sexualidad”, Esta

definición es la que nos va a guiar en la discusión sobre varios problemas

sexuales, relativamente comunes, aquellos factores que frecuentemente

contribuyen a ellos, como también, la autoayuda y el enfoque de la terapia

para tratar de resolverlos.

Las disfunciones sexuales —como la eyaculación precoz en los hombres y la

incapacidad de orgasmo en las mujeres— causan angustia psicológica a los

individuos perturbados por ellos, por no mencionar a sus parejas. Se indica que,

hasta el año de 1960, el único tratamiento disponible era el psicoanálisis a largo

plazo, que es costoso e inaccesible para la mayoría de las personas. Sin

embargo, una nueva época de comprensión y tratamiento se inició con la

publicación, en 1970, del libro Human Sexual Inadequacy Insuficiencia sexual

humana) de Masters y Johnson. En este libro, se informó la investigación acerca

de los trastornos sexuales, al igual que su programa de tratamiento rápido a

través de terapia conductual. Desde entonces, muchos otros avances

adicionales han ocurrido en el área, incluyendo terapia cognitiva conductual y

tratamientos médicos (farmacológicos).

Las disfunciones sexuales pueden definirse como todos “aquellos trastornos en

los que los problemas fisiológicos o psicológicos dificultan la participación o la

satisfacción en las actividades sexuales” (Labrador, 1987, 1994). En general,

estos problemas se caracterizan por una alteración del deseo sexual, por

cambios psicofisiológicos en el ciclo de la respuesta sexual y por la provocación

de malestar y problemas interpersonales.

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Las mismas, comprenden los trastornos del deseo sexual (por ejemplo, deseo

sexual hipo activo, trastorno por aversión al sexo), trastornos de la excitación

sexual (por ejemplo, trastorno de la excitación sexual en la mujer, trastorno de

la erección en el varón), trastornos del orgasmo como disfunción orgásmica

femenina, disfunción orgásmica masculina, eyaculación precoz; trastornos

sexuales por dolor (Dispareunia y vaginismo), disfunción sexual debida a una

enfermedad médica, disfunción sexual inducida por sustancias y disfunción

sexual no especificada.

Estadísticamente hablando, se indica que aproximadamente una de cada tres

personas y una de cada dos parejas presenta algún tipo de disfunción sexual

tomando como criterio los estándares acordados por la comunidad científica.

Por lo cual, la gravedad del trastorno varía en cada caso desde un grado leve

hasta el grave, pasando por diversos matices, generalmente se produce algún

tipo de dificultad en el individuo y en la pareja, que depende de diversos

factores: el significado que se le da al trastorno, las interpretaciones que se tejen

alrededor del mismo, el momento evolutivo de la pareja y el tipo de vínculo que

se establece, la calidad de la comunicación, la estima del individuo, las

expectativas de solución y fundamentalmente la información que se posea,

entre otros factores.

11
Tema n.°2: Naturaleza de las alternativas sexuales

Consideremos algunos problemas específicos que las personas pueden

encontrar con el deseo, excitación, orgasmo y dolor durante el coito. En

realidad, existe un traslape considerable: los problemas con el deseo y la

excitación también afectan el orgasmo, y las dificultades con éste pueden

alterar el interés y la habilidad de una persona para excitarse. Por ejemplo,

alrededor de 44% de los hombres que tienen inconvenientes con sus erecciones

con frecuencia eyacula rápidamente (Fisher y colaboradores, 2006; Crooks,

2009). Con respecto a eso, la línea entre “normal” y “disfunción” se mantiene

vagamente definida en la práctica clínica; por ejemplo, ¿cuántas veces

debería un hombre tener dificultad con sus erecciones para que se le

diagnostique disfunción eréctil? ¿En qué contexto ser incapaz de tener una

erección podría considerarse normal?

Por ello, podemos mencionar los siguientes factores:

a. Los factores emocionales que afectan a la vida sexual incluyen tanto

problemas interpersonales (como problemas de pareja o falta de

confianza y comunicación) como psicológicos del individuo (depresión,

miedos y culpa, traumas, etcétera).

b. Los factores físicos incluyen drogas (alcohol, nicotina, narcóticos,

estimulantes, antihipertensivos, antihistamínicos y algunos medicamentos

psicoterapéuticos), lesiones de espalda, hiperplasia prostática benigna,

problemas de riego sanguíneo, daños nerviosos (como heridas en la

médula espinal), diversas enfermedades (neuropatía diabética,

esclerosis múltiple, tumores y, raramente, sífilis terciaria), fallos en varios

sistemas orgánicos (como el corazón y los pulmones), desórdenes

endocrinos (problemas en tiroides, pituitaria o glándula suprarrenal),

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deficiencias hormonales (déficit de testosterona, estrógeno o

andrógenos) y algunas enfermedades congénitas.

Sin embargo, los problemas sexuales varían en duración y puntos de vista de

una persona a otra. Una dificultad específica puede ocurrir durante toda la vida

(disfunción sexual de toda la vida) o ser adquirida en un momento específico

(disfunción sexual adquirida). Una persona puede experimentar el problema en

todas las situaciones con todas las parejas (tipo generalizado) o sólo en

situaciones particulares o con parejas específicas (tipo situacional) (American

Psychiatric Association, 2000).

Para comprender esto, comprendamos que a la disfunción sexual como una

dificultad que debe ocurrir en un contexto de estimulación sexual física y

psicológica adecuada. Algunas investigaciones destacan la importancia de la

estimulación física, las que reportan que mujeres que experimentan orgasmo

rutinariamente practican un repertorio de técnicas sexuales mayor que las que

no lo experimentan (Fugl-Meyer y colaboradores, 2006; Crooks, 2009). Por otro

lado, un hombre que eyacula rápidamente después de que su pareja exige

“¡Apúrate y termina de una vez!”, no recibe una estimulación física y psicológica

adecuada y no puede considerarse que tenga un problema de eyaculación

precoz por sólo esa situación. Otro ejemplo, el diagnóstico de falta de deseo

puede ser no apropiado para una mujer cuya pareja continuamente la presiona

para ser sexual en maneras que a él le gustan pero que ella no disfruta o que no

encuentra excitantes.

Al respecto, el DSM para efectuar un diagnóstico de cualquier disfunción sexual

deben tenerse en cuenta las siguientes consideraciones:

a. Cuando hay más de una disfunción sexual, deben diagnosticarse

todas.

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b. Si la estimulación sexual es inadecuada en cuanto al tipo, la

intensidad o la duración, no debe efectuarse el diagnostico de

disfunción.

c. El DSM especifica una serie de subtipos dentro de cada disfunción

que pueden ser de suma utilidad diagnostica. Estos subtipos hacen

referencia al inicio, el contexto y los factores etiológicos que se

asocian con las dificultades sexuales.

Subtipos de inicio:

De toda la vida. Indica que ha existido desde el inicio de la actividad sexual.

Adquirido. Se aplica cuando la disfunción ha aparecido después de un periodo

de actividad sexual normal.

Subtipos de contexto:

General. Indica que la disfunción sexual no se limita a ciertas clases de

estimulación, de situaciones o de compañeros.

Situacional. Indica que la disfunción sexual se limita a ciertas clases de

estimulación, de situaciones o de compañeros.

Subtipos etiológicos:

Debido a factores psicológicos. Aplicable en aquellos casos en los que los

factores psicológicos son de gran importancia en el inicio, la gravedad, la

exacerbación o la persistencia del trastorno, y las enfermedades médicas y las

sustancias no desempeñan ningún papel en su etiología.

Debido a factores combinados. Este subtipo se consigna cuando los factores

psicológicos desempeñan un papel en el inicio, la gravedad, la exacerbación

o la persistencia del trastorno, y además la enfermedad médica o las sustancias

contribuyen a la aparición del trastorno, pero no son suficientes para constituir

su causa.

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d. Cuando una enfermedad médica o el consumo de sustancias (incluso los

efectos secundarios de los fármacos) son suficientes como causa del trastorno,

debe diagnosticarse “trastorno sexual debido a una enfermedad médica” y/o

“trastorno sexual inducido por sustancias”.

e. No debe establecerse el diagnostico de disfunción sexual si esta se explica

mejor por la presencia de otro trastorno del eje I (por ejemplo: si la disminución

del deseo sexual se produce exclusivamente en el contexto de un episodio

depresivo mayor). Sin embargo, si la alteración de la función sexual antecede

al trastorno del eje I o constituye objeto de atención clínica independiente,

puede establecerse el diagnostico adicional de trastorno sexual.

f. Las alteraciones eventuales del deseo sexual, de la excitación o del orgasmo

que no sean persistentes ni recurrentes o no vayan acompañadas de malestar

intenso o dificultades interpersonales no se consideran disfunciones sexuales.

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Tema n.°3: Alteración de la función sexual masculina

y femenina

Clasificación de las Disfunciones Sexuales

Existen diferentes sistemas de clasificación de las disfunciones sexuales, desde el

clásico propuesto por Master y Johnson (1970) reducido a un listado de

problemas, pasando por la de Kaplan (1974, 1979) que intentan organizar una

clasificación en función de la fase del ciclo sexual en que aparece el problema

o de aspectos situacionales o temporales de éste.

Actualmente, las clasificaciones hacen referencia a sistemas multiaxiales, en los

que se incluyen, entre otras, dimensiones como satisfacción sexual, fase ciclo

sexual alterado, dolor coital, duración del problema, globalidad, etc. como la

de Labrador (1987), quien propuso una visión integradora de las disfunciones

sexuales.

Asimismo, hasta la década de los noventas no existía una clasificación

universalmente aceptada de las disfunciones sexuales (Carrobles y Sanz, 1991).

Aquella que goza de una más amplia difusión es la que se publica en el DSM-V

(APA, 2013) y su antecesor DSM-IV-TR (APA, 1994).

Sin embargo, las disfunciones sexuales pueden clasificarse en cuatro categorías:

a. Desórdenes del deseo sexual o anafrodisia, puede deberse a una

bajada del nivel normal de producción del estrógeno (en las mujeres) o

la testosterona. Otras causas pueden ser la edad, la fatiga, el embarazo,

la medicación (como los SSRIs) o enfermedades psiquiátricas, como

depresión o ansiedad.

b. Desórdenes de la excitación sexual, previamente llamados

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«impotencia» en los hombres y «frigidez» en las mujeres, aunque ahora se

usan términos menos críticos: para los hombres, se emplea el de

«disfunción eréctil» y para las mujeres se utilizan varios diferentes alusivos

a los diversos problemas. Estos desórdenes se manifiestan como aversión

o elusión del contacto sexual con la pareja. Puede haber causas médicas

para estos problemas, como insuficiente riego sanguíneo o falta de

lubricación vaginal. Las enfermedades crónicas también contribuyen, así

como la naturaleza de la relación entre las partes.

c. Desórdenes orgásmicos, como el retraso persistente o la ausencia de

orgasmo tras una fase normal de excitación sexual. Estos desórdenes

ocurren tanto en hombre como en mujeres. De nuevo, los antidepresivos

SSRI son con frecuencia culpables.

d. Desórdenes de dolor sexual, que afectan casi exclusivamente a las

mujeres y se conocen como Dispareunia (intercambio sexual doloroso) y

vaginismo (espasmos involuntarios de los músculos de la pared vaginal

que dificultan o impiden el coito). La Dispareunia puede ser provocada

en las mujeres por una lubricación insuficiente (sequedad vaginal); la

misma que puede deberse a una excitación o estimulación insuficiente,

o bien a cambios hormonales provocados por la menopausia, el

embarazo o la lactancia; como también irritación debida a cremas y

espumas anticonceptivas puede también provocar sequedad, así como

también el miedo y la ansiedad por el acto sexual. Por otro lado, las

causas exactas del vaginismo no están tan claras, pero se cree que un

trauma sexual anterior (como una violación o abusos) puede

desempeñar un papel importante. Otro desorden sexual femenino

doloroso se denomina vulvodynia o vestibulitis vulvar, que parece estar

17
relacionado con problemas en la piel de las zonas vaginal y vulvar. Se

desconocen sus causas.

18
Tema n.°4: Inhibición del deseo sexual

a. Trastornos o desórdenes del Deseo Sexual

Deseo Sexual Hipoactivo (DSH) “Apatía Sexual”, “Falta de deseo sexual” o

“Falta de interés por el sexo”

Según el Diccionario de la Lengua Española, “deseo” (del latín desidium)

significa “movimiento afectivo hacia algo que se apetece, acción y efecto

de desear, impulso, excitación venérea”, “sexual” (del latín sexualis) alude a

“perteneciente o relativo al sexo” e “hipoactivo” (del latín activus) o

“inhibido” significa “reprimido o disminuido”.

El trastorno del deseo sexual hipoactivo, es la ausencia o experiencia mínima

de pensamientos sexuales, fantasías e interés antes de la actividad sexual,

como también la falta de deseo durante la actividad íntima (Basson y

colaboradores, 2004; Crooks, 2009). Muchos hombres y mujeres que no

experimentan “apetito sexual” disfrutan, se excitan y desean una experiencia

sexual después de haber empezado. Hasta hace poco, estaba definido

exclusivamente como falta de deseo, pensamientos y fantasías fuera de la

actividad sexual. Bajo estos términos, es una dificultad común experimentada

tanto por hombres como por mujeres y la que más frecuentemente lleva a

las personas a buscar terapia sexual (Giargiari y colaboradores, 2005;

McCarthy, 2006). Aunque las dificultades del deseo son las más comunes

experimentadas por las mujeres, a finales de 1990 algunas clínicas de terapia

sexual encontraron cifras iguales de hombres y mujeres con bajo deseo

sexual.

El deseo sexual y la respuesta sexual del ser humano son procesos muy

complejos, que incluyen estímulos y reacciones tanto cerebrales como

mecánicas; en ellos interviene el organismo en su totalidad, en un proceso

19
psicosomático que incluye: La actividad cerebral, actividad hormonal y

actividad cognitiva. Ésta última es la que engloba tanto las experiencias

sexuales o "aprendizaje" del individuo como sus motivaciones e intereses en

el momento de la respuesta sexual. Por lo que cuando un eslabón de esta

complicada cadena se desincroniza del resto, tanto el deseo como la

respuesta o conducta sexual del hombre o la mujer se ven afectados.

Estos son los problemas de la primera fase de la respuesta sexual:

La fase del deseo; una persona sana se interesa por la sexualidad, sobre todo

después de llegar a la pubertad. El deseo es más intenso en algunas épocas

que en otras. La misma disminuye cuando una persona está demasiado

absorbida por su trabajo u otras actividades y aumenta cuando la persona

tiene una oportunidad sexual excitante y cuando está en compañía de una

persona que le atrae mucho. Por ello, el deseo puede ser demasiado fuerte

o demasiado débil. Se considera un trastorno el hecho de que el deseo sexual

de una persona sea tan intenso que la sexualidad se convierta en una

obsesión o preocupación constante. Este estado se considera "ninfomanía"

en las mujeres y "satiriasis" en los hombres.

Es mucho más habitual encontrarnos con personas que no sienten casi nunca

necesidades sexuales; no sienten deseos de salir con personas del sexo

opuesto, no se masturban, no tienen fantasías sexuales y no se excitan en

situaciones sexuales. Hablamos entonces del problema del bajo deseo

sexual. Este proceso recibe la denominación de trastorno del deseo sexual

hipoactivo o inhibido. Son muchas las personas que lo padecen, aunque no

todas llegan a una consulta profesional para recibir el diagnóstico adecuado

y la ayuda médico–psicológica que requiera su trastorno.

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La apatía o DSI o DSH no sólo tiene que ver con la carencia subjetiva del

interés por realizar el coito; incluye también el desinterés por toda conducta

sexual (como la autoestimulación erótica, masturbación, etc), la ausencia de

pensamientos, ensoñaciones y fantasías sexuales, falta de atención al

material erótico, la no percepción del atractivo de las personas (en especial

de aquellos que pueden ser compañeros/as sexuales), y la falta de sensación

de frustración si no se puede dar rienda suelta a la sexualidad. Todos estos

aspectos deben ser considerados en la evaluación para determinar la

existencia del problema, no siendo un índice único ni determinante el número

de veces que una persona tiene relaciones sexuales. El mismo, es mucho más

frecuente en las mujeres y es una de las causas por las que primordialmente

acuden a consulta, siendo menos frecuente en los varones, quienes, además,

muy escasamente acuden a consulta por este problema.

Se puede distinguir entre deseo sexual inhibido general, o falta general de

apetito sexual, y deseo sexual inhibido selectivo, en el que la falta de deseo

sexual está restringida a una(s) persona(s) pero no a otra(s), o un tipo de

actividad sexual (Por ejemplo, el coito) pero no otro (Por ejemplo, la

masturbación).

Causas Físicas:

Es frecuente el trastorno del deseo sexual hipoactivo en personas que sufren

una dependencia, como el alcoholismo o los psicofármacos. Muchas drogas

pueden intervenir en el proceso funcional de la excitación y el orgasmo.

Otra de las causas frecuentes es un inadecuado perfil hormonal, en especial

un bajo nivel de andrógenos. La testosterona es necesaria para mantener el

deseo no sólo en el hombre, sino también en la mujer, aunque en ésta los

niveles normales son mucho más bajos. También habrá que considerar a las

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personas que padecen de insuficiencia renal, diabetes, etc.

Causas Psicológicas:

Aunque a veces el problema puede estar motivado por alguna anomalía

orgánica, como carencias hormonales, trastornos endocrinos, insuficiencia

renal, etc.; lo más normal es que el problema obedezca a causas

psicológicas como un bajo nivel de autoestima, estados depresivos, excesivo

estrés o ansiedad, una historia de abusos sexuales o mala relación de pareja

por mencionar a algunas. Esta disfunción requiere un programa de

tratamiento más largo y más completo que otras, aunque el terapeuta en

este caso puede ayudarle a descubrir las causas que motivan dicha

inapetencia sexual y a proporcionarte recursos necesarios para que dicho

deseo se vea incrementado.

Signos y exámenes:

Con frecuencia la evaluación médica y los exámenes de laboratorio no

revelan una causa física. Sin embargo, se recomienda verificar los niveles de

testosterona (hormona responsable de originar el deseo sexual) tanto en

hombres como en las mujeres, particularmente en aquellos hombres con

deseo sexual inhibido. El examen se realiza mediante una muestra de sangre

que debe obtenerse antes de las 10:00 a.m., momento en el cual los niveles

de hormonas masculinas se encuentran en su punto más alto. Es probable

que la entrevista con un especialista en terapia sexual revele las posibles

causas.

En el trastorno por aversión al sexo, para el Diccionario de la Lengua

Española, la palabra “aversión” proviene del latín y significa “rechazo o

repugnancia frente a alguien o algo” y sus sinónimos son “antipatía”, “manía”

y “repulsión”. En cuanto a la palabra “fobia”, proviene del griego y significa

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“temor a algo o alguien” y sus sinónimos son “aborrecimiento”, “aversión”,

“repugnancia” y “temor”; en la que la persona evita de manera activa todo

contacto genital. Este problema se cataloga a veces como fobia al sexo, ya

que, al igual que en las fobias, en el trastorno por aversión al sexo se producen

intensas reacciones corporales (incrementos de la tasa cardiaca, sudoración

intensa, aumento de la tensión muscular) tan sólo con imaginar alguna

actividad sexual. Por ello su tratamiento es similar al de otras fobias y se basa

fundamentalmente en técnicas de exposición.

Etiología:

Las causas más frecuentes de aversión sexual están en relación con actitudes

negativas hacia la sexualidad debidas a una educación rígida e

inadecuada, a experiencias previas de violencia sexual (violaciones,

incestos), a presiones constantes por parte de la pareja sexual para realizar

algún tipo de actividad sexual no deseada, o a experiencias sexuales

“desagradables” a causa de problemas de la identidad de género.

Criterios Diagnósticos:

El primer criterio diagnóstico que propone el sistema DSM es la aversión

extrema persistente hacia los contactos sexuales genitales con una pareja

sexual; junto a este criterio, es necesario que la alteración provoque malestar

acusado o dificultades en las relaciones interpersonales.

Prevalencia:

La frecuencia de este trastorno es significativamente inferior a la del otro

trastorno del deseo sexual, el DSH; aunque no existen datos fiables respecto

a la prevalencia real de este trastorno.

Diagnóstico Diferencial:

Debe establecerse respecto a los siguientes casos:

23
Otro trastorno del Eje I: no se efectúa diagnóstico adicional de trastorno por

aversión al sexo si la aversión se explica mejor por la presencia de otro

trastorno del Eje I, como el trastorno depresivo mayor, el obsesivo-compulsivo

o el causado por estrés postraumático.

Fobia Específica: a pesar de que el trastorno por aversión al sexo puede

cumplir los criterios de fobia específica, no debe efectuarse este diagnóstico

adicional.

Aversión sexual ocasional: si no es persistente ni recidivante o no se

acompaña de malestar intenso o dificultades en las relaciones personales, no

se consideran trastorno por aversión al sexo.

Adicción al Sexo

El concepto de adicción sexual se ha desarrollado en los últimos 20 años para

referirse a personas que tratan compulsivamente de mantener relaciones

sexuales y que presentan conductas impulsivas caracterizadas por

alteraciones conductuales cuando no satisfacen estos impulsos sexuales. Por

lo que Travin considera que la adicción al sexo se deriva del modelo de

adicción a sustancias tales como la cocaína o la adicción al juego

(ludopatía).

Como en toda adicción, en el caso del sexo existe una dependencia

psicológica y física y aparición del síndrome de abstinencia si se frustra la

conducta deseada. El DSM, no incluye el término “adicción sexual”, tampoco

es un trastorno universalmente reconocido o aceptado.

Diagnóstico y características clínicas:

Las personas con esta adicción muestran una necesidad persistente de

experimentar relaciones sexuales recurrentes y son incapaces de controlar sus

impulsos sexuales, que incluyen todo tipo de fantasías o conductas sexuales.

24
Aunque las primeras referencias sobre casos de adicción al sexo datan del

siglo XIX; Uno de los autores más relevantes, Richard von Krafft-Ebing,

denominó a esta enfermedad “hiperestesia sexual”; este autor consideraba

que podía aparecer en personas sin psicopatología previa.

Por otro lado, algunos términos relacionados con la adicción al sexo son la

“hipersexualidad” o la “ninfomanía”, se habla de Hipersexualidad cuando

una persona tiene exigencias sexuales superiores a las que su pareja es capaz

de satisfacer; en cambio, la ninfomanía se considera una patología sexual

caracterizada por el deseo excesivo o patológico por el coito experimentado

por la mujer. Existen más mitos que realidades respecto a este trastorno, ya

que apenas hay estudios científicos, pero parece evidente que las pacientes

ninfómanas suelen presentar una o más disfunciones sexuales, principalmente

el trastorno orgásmico femenino.

b. Trastornos o desordenes de la excitación sexual

Por definición, los trastornos de la excitación sexual consisten en el bloqueo

del reflejo de vaso congestión y vasodilatación que dirige el caudal

sanguíneo a los genitales, produciendo los cambios propios de esta fase. Por

ejemplo, en la mujer, este bloqueo impide la lubricación vaginal y la

formación de la plataforma orgásmica, tensión de los músculos perivaginales;

y en el caso de los hombres, el bloqueo provoca trastornos en la erección.

En ambos trastornos de la excitación, se establecen varios subtipos en función

de diferentes variables:

Según el inicio del trastorno:

De toda la vida: el trastorno de excitación está presente desde el inicio de la

actividad sexual.

Adquirido: el trastorno de excitación aparece después de un período de

25
actividad sexual normal, sin ningún tipo de alteraciones.

Según el contexto en el que aparece el trastorno:

General: la falta de lubricación en la mujer o en la incapacidad para obtener

una erección en el caso del hombre no se limita a ciertas clases de

estimulación, situaciones o a la pareja sexual.

Situacional: el trastorno de excitación se limita a características concretas de

la estimulación, el contexto o la pareja sexual.

Según los factores etiológicos asociados al trastorno:

Debido a factores psicológicos: estos factores son fundamentales en el inicio,

la gravedad, la exacerbación o la persistencia del trastorno. Las

enfermedades médicas y/o el consumo de sustancias no desempeñan

ningún papel en la aparición o el mantenimiento de la disfunción.

Debido a factores combinados: los factores psicológicos están directamente

implicados en la aparición o el mantenimiento de los problemas en la

excitación, pero la enfermedad médica y/o el consumo de sustancias

contribuyen a la aparición del trastorno, pero no son causa suficiente.

Trastorno de la Erección

La disfunción eréctil (DE) es un problema de salud de alta prevalencia entre

los hombres y tiene una importante repercusión en la calidad de vida del

varón afectado, así como en la de su pareja. Se la define como la

incapacidad persistente o recurrente para conseguir o mantener la suficiente

rigidez del pene que permita una relación sexual satisfactoria; llamada

también disfunción eréctil, excitación sexual inhibida e impotencia.

La disfunción eréctil, presenta una amplia variedad de manifestaciones, que

van desde hombres que alcanzan la erección cuando están con la pareja

pero que la pierden durante el coito, a hombres que solo obtienen

26
erecciones parciales, hombres que únicamente experimentan erecciones

cuando están solos, hombres que nunca y bajo ninguna circunstancia tienen

erecciones, etc. Así se pueden diferenciar entre Disfunción Eréctil Primaria y

secundaria, situacional versus general, y parcial (se produce cierta erección,

pero no la suficiente para llevar a cabo el coito) versus total (la falta de

erección es total). La disfunción eréctil secundaria es más frecuente que la

primaria (90% de los casos) siendo poco frecuente la disfunción completa.

Entre las disfunciones situacionales cabe destacar por su frecuencia la que se

produce en la primera relación con una persona nueva.

Criterios diagnósticos:

Se caracteriza por la imposibilidad persistente o recurrente para obtener o

mantener una erección apropiada hasta la conclusión de la actividad sexual;

la misma que provoca un malestar significativo en el hombre o presenta

dificultades en sus relaciones interpersonales, que son los criterios que se

proponen en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales

(DSM). Estos criterios diagnósticos siguen la Clasificación estadística

internacional de las enfermedades y los trastornos relacionados con la salud

(CIE), pero incluye un criterio temporal por el que establece una duración

mínima de los síntomas de seis meses.

Prevalencia:

Es el problema más común entre los hombres que buscan ayudan; su

incidencia aproximada es de un 7-10% de los varones, aumentando su

incidencia con la edad. A modo de ejemplo basta citar los datos clásicos de

Kinsey y colaboradores (1948) en los que ésta aumentaba desde 0,1% a los

20 años, al 1,9% a los 40, el 6,7% a los 50, el 18,4% a los 60 y más del 50% por

encima de los 70 años. Por otro lado, la mayoría de los hombres, si no todos,

27
han tenido en alguna ocasión un problema de erección. Helen Kaplan (1974),

estima que al menos la mitad de los hombres sufrió alguna vez episodios

transitorios de impotencia, no sólo problemas ocasionales. Pero para que se

considere que existe impotencia o disfunción de la erección este problema

ha de presentarse en al menos el 25% de las relaciones o intentos de relación

sexual (Master y Johnson y Kolodny, 1987; Shimabukuro, 2009). Por

consiguiente, la presencia esporádica de problemas de la erección parece

más la norma que la excepción.

Etiología:

Entre las causas orgánicas más frecuentes se estima a las deficiencias

hormonales (fundamentalmente disminución en la testosterona), factores de

tipo vascular que dificultan la afluencia de la sangre a los cuerpos cavernosos

del pene o su retención en éstos, lesiones neurológicas (especialmente de la

médula espinal), lesiones en el propio pene o testículos, problemas en la

uretra o próstata, etc. Así mismo, puede ser secundaria a diversas

enfermedades, como hipertensión, diabetes, arterioesclerosis,

hipogonadismo, esclerosis múltiple, etc. Por último, muchos fármacos de uso

relativamente frecuente pueden producir disfunción de la erección; entre

ellos se puede mencionar a los antidepresivos (tricíclicos, IMAOs y litio),

antihipertensivos (betabloqueantes, diuréticos), hormonas (corticoides y

estrógenos), barbitúricos y tranquilizantes mayores. De entre todas las

sustancias cabe destacar, por su frecuencia de uso, el efecto negativo que

tiene sobre la erección el consumo de alcohol, el cual, como diría

Shakespeare, tiene un doble efecto sobre los “apetitos amorosos”, por un

lado “provoca el deseo”, pero, sin embargo, “impide la ejecución”

(Macbeth, acto II, escena 3ª; Shimabukuro, 2009).

28
Entre las causas psicológicas de la Disfunción Eréctil ocupa un lugar

importante la ansiedad y la preocupación obsesiva por lograr una erección

adecuada, por lo tanto, el hombre no se centra en disfrutar de la situación,

sino que está pendiente de si se consigue una erección y “cumple”, lo cual

genera una notable ansiedad, propiciando el desarrollo de trastornos de la

erección.

En muchos casos, el episodio inicial es una disfunción situacional (ejemplo,

por ser la primera relación con esa persona, por estar cansado, por consumir

alcohol). Ese primer fracaso puede hacer que en sucesivas relaciones

aparezca una preocupación excesiva por lograr un rendimiento adecuado

y miedo a que se repitan los problemas acaecidos en la relación anterior, lo

que provoca en el hombre que adopte el papel de espectador,

dedicándose a auto observarse en lugar de implicarse en disfrutar de la

situación. En consecuencia, la situación de relación sexual se hace cada vez

más ansiógena, dificultando así la consecución de una erección apropiada:

la respuesta de erección depende de la activación del sistema nervioso

parasimpático (SNP), mientras que la ansiedad supone la activación de la

otra rama del sistema nervioso autónomo (la simpática), por lo tanto la

aparición de la ansiedad (activación simpática) inhibe la acción del

parasimpático lo que dificulta entonces el llenado y retención de sangre en

los cuerpos cavernosos del pene y en consecuencia la erección.

De este modo se produce una espiral del deterioro progresivo: falta de

erección-preocupación-ansiedad-mayor bloqueo de la respuesta de

erección-incremento de la ansiedad, etc. Por lo tanto, si la persona intenta

llevar a cabo una serie de conductas para forzar la respuesta de erección

(afrontamiento activo), se producirá un incremento en la secreción de

29
adrenalina y noradrenalina, las cuales producen efectos similares a los del

sistema nervioso simpático, pero más duraderos, con lo que se dificultará aún

más la obtención de la erección (Labrador, 1992), incrementando a su vez

los sentimientos de frustración. Por consiguiente, se produce una asociación

entre relación sexual y ansiedad, fracaso y frustración, de modo que

cualquier estímulo o situación que anticipe una relación sexual, o que exija

una erección, se convertirá en aversiva, por lo que el sujeto tratará de

evitarla, pudiéndose llegar al abandono dela actividad sexual (al menos de

aquella que requiere de una erección).

Por último, hay que destacar que ciertas fobias sexuales específicas (miedo o

ansiedad ante los genitales femeninos, ante el cuerpo de la mujer desnudo,

al embarazo, a las infecciones de transmisión sexual, etc.) facilitarían también

la aparición del trastorno de la erección.

Diagnóstico diferencial:

Para confirmar el diagnóstico de DE es necesario establecer el diagnóstico

diferencial respecto a algunos trastornos:

Trastorno de la erección debido a una enfermedad: se produce

exclusivamente por efectos fisiológicos de una enfermedad médica, como

diabetes Mellitus, esclerosis múltiple, neuropatías, etc.

Trastorno de la erección inducido por el consumo de sustancias: el problema

de la erección se produce por los efectos directos de alguna sustancia:

neurolépticos, sustancias psicoactivas, etc.

Otros trastornos del Eje I: no se debe realizar el diagnóstico adicional de

trastorno de la erección si la disfunción eréctil se explica mejor por la

presencia de otros trastornos, como, por ejemplo, el TOC.

Trastornos de la erección ocasionales: la mayor parte de los hombres han

30
tenido en alguna ocasión un problema de erección, por lo que no debe

diagnosticarse DE si no existe un malestar acusado o una alteración en sus

relaciones interpersonales.

31
Tema n.°5: Alteraciones sexuales

Trastorno de la excitación en la mujer: este grupo abarca el trastorno de la

excitación sexual en la mujer, definido como el fallo parcial o completo en

obtener o mantener la respuesta de tumefacción y lubricación propia de la

excitación sexual hasta la terminación de la actividad sexual, o bien como la

carencia de una sensación subjetiva de excitación sexual y de placer durante

la actividad sexual. La Asociación Americana de Psiquiatría, se refiere a la falta

de respuesta ante la estimulación sexual, incluyendo una falta de lubricación. El

cual implica tanto un componente subjetivo, psicológico, como un elemento

fisiológico (Basson et al., 2004). Algunos casos se definen por la propia sensación

subjetiva de la mujer en cuanto a no sentirse excitada a pesar de la estimulación

adecuada y otros se definen por las dificultades con la lubricación vaginal.

Trastorno de la excitación en la mujer

Por ello, las dificultades de lubricación son comunes y las informa el 19 por ciento

de las mujeres; estos problemas se vuelven particularmente frecuentes entre las

mujeres durante y después de la menopausia: a medida que disminuyen los

niveles de estrógeno, se reduce la lubricación vaginal; por ello, el uso de

lubricantes estériles es una manera fácil de lidiar con este problema. Sin

embargo, la ausencia de sentimientos subjetivos de excitación es más compleja

de tratar.

Criterios diagnósticos:

La característica esencial del trastorno de la excitación en la mujer es la

incapacidad para obtener o mantener la respuesta de lubricación propia de la

respuesta sexual en su fase de excitación hasta concluir la actividad sexual. Esta

característica supone un criterio necesario para su diagnóstico según el sistema

DSM, pero este propone otros dos criterios: que esta alteración provoque un

32
malestar acusado en la vida de la mujer, incluso con dificultades en las

relaciones interpersonales; y que la disfunción en la excitación sexual no se

puede explicar mejor por la presencia de otro trastorno en el Eje I (excepto otra

disfunción sexual) y no se deba a una consecuencia directa del consumo de

sustancias o a alguna enfermedad médica. Estos criterios para el diagnóstico

de dicha disfunción sexual son prácticamente iguales a los propuestos por la

CIE; aunque en este sistema clasificatorio el trastorno de excitación se denomina

“Fracaso de la respuesta genital” y establece un criterio temporal con una

duración mínima de los síntomas de seis meses.

Prevalencia:

La prevalencia del trastorno de excitación sexual en la mujer tiende a

subestimarse debido principalmente a que la mayoría de las mujeres que

presentan éste trastorno presentan también una disfunción orgásmica. Se

estima que un 33% de las mujeres tienen dificultades para mantener niveles

adecuados de excitación sexual en ausencia de conflictos afectivos en la

relación de pareja. La variabilidad en los factores que provocan este trastorno

(ansiedad, culpa, miedo, alteraciones hormonales, etc.) hace que sea difícil

presentar cifras de prevalencia más concretas y estadísticamente más fiables,

como ocurre con otras disfunciones sexuales en la mujer.

Diagnóstico diferencial:

Debe establecerse el diagnóstico diferencial respecto a los siguientes casos:

Trastorno sexual debido a enfermedades médicas: la falta de excitación está

exclusivamente provocada por efectos fisiológicos de una enfermedad, como

la vaginitis atrófica o la diabetes Mellitus.

Trastorno sexual inducido por sustancias: la falta de lubricación es el efecto

directo del consumo de sustancias, por ejemplo, antidepresivos o

33
antihistamínicos.

Otro trastorno del Eje I del DSM: no debe realizarse el diagnóstico del trastorno

de la excitación sexual en la mujer si la alteración se explica por la presencia de

otro trastorno (trastorno depresivo mayor, por ejemplo)

Trastornos ocasionales de la excitación sexual: si el problema de excitación no

es persistente y no existe un malestar clínicamente significativo, no se considera

el trastorno de la excitación.

Etiología:

Existe un gran número de factores que pueden estar implicados en la aparición

o el mantenimiento del trastorno de la excitación en la mujer y solo el 10% se

deben a causas orgánicas o al consumo de sustancias. En cuanto a los factores

fisiológicos, se ha demostrado que la alteración en los niveles de testosterona,

estrógenos, prolactina y tiroxina está relacionada con esta disfunción sexual.

Además, los fármacos con propiedades antihistamínicas o anticolinérgicas

producen una reducción de la lubricación vaginal.

Con respecto a los factores psicológicos se hallan el excesivo control durante

las relaciones sexuales, lo que impide una atención adecuada a la estimulación

y a las sensaciones placenteras, una educación sexual restrictiva, la falta de

información sexual, experiencias sexuales iniciales traumáticas o escasamente

satisfactorias y un nulo conocimiento del propio cuerpo.

c. Trastornos o desordenes del Orgasmo

Son diversas dificultades sexuales que afectan específicamente la respuesta

orgásmica, y tanto hombres como mujeres han reportado gran variedad al

respecto. Por un lado, algunas involucran total ausencia o poca frecuencia de

orgasmos. Y por otro lado, involucran alcanzarlo muy rápido o muy lento; sin

dejar de considerar que fingir un orgasmo como problemático.

34
Para el DSM se encuentran tres tipos de trastornos: el trastorno orgásmico

femenino, el trastorno orgásmico masculino y la eyaculación precoz. Los dos

primeros trastornos se definen como el retraso o la ausencia persistente o

recurrente del orgasmo después de una fase de excitación normal en la

actividad sexual, considerada como adecuada en su foco, intensidad y

duración. Por otro lado, la característica fundamental de la eyaculación precoz

consiste en la aparición de un orgasmo y eyaculación persistente o recurrente

en respuesta a una estimulación sexual mínima antes, durante o poco tiempo

antes de que la persona lo desee.

En ambos trastornos del orgasmo, masculino y femenino se pueden establecer

distintos subtipos en función de la variable a tomar en cuenta:

Según el inicio del trastorno:

De toda la vida: indica que el trastorno del orgasmo ha existido desde el

comienzo de la actividad sexual.

Adquirido: el comienzo del trastorno sexual ha ocurrido después de un periodo

de actividad sexual normal.

Según el contexto en el que aparece el trastorno:

General: se señala que la disfunción orgásmica no aparece exclusivamente con

ciertas clases de estímulos, situaciones o parejas.

Situacional: la disfunción orgásmica se limita a ciertos tipos de estimulación,

situaciones o parejas.

Según los factores etiológicos asociados al trastorno:

Debido a factores psicológicos: indicado para los casos en los que es

fundamental el papel de estos factores en el inicio, la gravedad, la

exacerbación o la persistencia del trastorno orgásmico. Las enfermedades

médicas y/o el consumo de sustancias no desempeñan ningún papel en su

35
etiología.

Debido a factores combinados: este subtipo está indicado cuando los factores

psicológicos están implicados en el inicio o en el mantenimiento de los síntomas

y además la enfermedad médica o le consumo de sustancias contribuyen a la

aparición del trastorno del orgasmo, aunque sin ser causa suficiente.

Trastorno Orgásmico Femenino

Llamado también disfunción orgásmica o anorgasmia, se la define como una

ausencia o un retraso del orgasmo, tras una fase de excitación normal, durante

una actividad sexual que se considera adecuada en cuanto a tipo de

estimulación, intensidad y duración. En aquellos casos en los que la mujer es

incapaz de alcanzar el orgasmo durante el coito si falta la estimulación manual

del clítoris, no se hace el diagnóstico de disfunción orgásmica a menos que la

respuesta se deba a algún tipo de inhibición psicológica. Por su parte Helen

Kaplan la define “una inhibición específica del componente orgásmico de la

respuesta sexual”, afirma que “las mujeres que sufren sólo de un bloqueo del

componente orgásmico de la respuesta sexual poseen a menudo un intenso

impulso sexual. Puede que no muestren ninguna inhibición importante de los

sentimientos eróticos ni del componente vasocongestivo de la respuesta sexual;

ni son tampoco sexualmente anestésicas. Sin embargo, las mujeres

anorgásmicas ‘se atascan’ en la fase de meseta de la respuesta sexual, o cerca

de ella”. (Arango de Montis, 2008)

Criterios diagnósticos:

Puesto que la mujer muestra una amplia variabilidad en el tipo o en la intensidad

de la estimulación necesaria para alcanzar el orgasmo, se debe tener en

cuenta factores como la edad, la experiencia sexual y la estimulación sexual

recibida. Además, el trastorno ha de provocar malestar acusado en la mujer o

36
dificultades en sus relaciones interpersonales; dichos criterios son los establecidos

por el sistema DSM y compartido prácticamente en su totalidad por la CIE, a

excepción del criterio de temporalidad establecido por esta última, que indica

una duración mínima del trastorno de seis meses. Además, la CIE establece un

único cuadro diagnóstico para la disfunción orgásmica, aplicable tanto a

varones como a mujeres.

Diagnóstico diferencial:

El diagnóstico de trastorno orgásmico femenino debe realizarse posteriormente

al diagnóstico diferencial de los siguientes casos:

Trastorno sexual debido a una enfermedad médica: cuando la disfunción se

debe exclusivamente a los efectos fisiológicos de una enfermedad médica,

como por ejemplo una lesión medular.

Trastorno sexual inducido por sustancias: cuando la anorgasmia se debe

exclusivamente a los efectos fisiológicos directos de una sustancia

(antidepresiva y neuroléptica)

Otro trastorno del Eje I: no debe establecerse el diagnóstico de trastorno

orgásmico femenino si la dificultad para llegar al orgasmo se explica mejor por

la presencia de otro trastorno del Eje I, como el trastorno depresivo mayor.

Problemas orgásmicos ocasionales: cuando no son persistentes o recidivantes o

si no se acompañan de malestar significativo o dificultades interpersonales, no

se consideran trastorno orgásmico femenino y tampoco si los problemas se

deben a una estimulación sexual no apropiada.

Etiología:

Master, Johnson y Kolodny indicaron que son los factores psicológicos en el 95%

de los casos los causantes de la anorgasmia femenina y estiman que

únicamente el 5% se explican a través de causas orgánicas. Entre los factores

37
orgánicos potencialmente causantes de anorgasmia femenina encontramos

enfermedades crónicas como la diabetes, trastornos neurológicos, carencias

hormonales, lesiones o infecciones pélvicas, desgarros, así como el consumo de

ciertas sustancias, como el alcohol, estupefacientes, antihipertensivos o

tranquilizantes.

Dentro de los factores psicológicos, son importantes aspectos como una

educación sexual inadecuada y rígida, la falta de información, ciertas

expectativas culturales y restricciones sociales que enfatizan una relación en la

que la mujer debe satisfacer al hombre e incluso se niega que la mujer pueda

tener interés o deseos sexuales; asimismo, tener en cuenta además que es

frecuente la asociación de sexo con inmoralidad y de placer sexual con un

sentimiento de culpabilidad. También tienen un papel causal fundamental las

primeras experiencias sexuales traumáticas o las creencias irracionales sobre las

relaciones sexuales. Otros factores importantes que no conviene olvidar son el

temor por parte de la mujer a la pérdida de control de alguna de sus funciones

corporales, a desmayarse o a la inadecuación de la estimulación sexual

recibida.

En el caso de que el trastorno siga a un periodo de funcionamiento sexual

normal, debe considerarse la naturaleza de la relación actual; la causa suele ser

un conflicto marital y la falta de armonía. Como también, la depresión puede

ser una de las causas y las situaciones estresantes de la vida pueden contribuir

al inicio y mantenimiento de la disfunción orgásmica adquirida.

Trastorno orgásmico masculino

Generalmente se refiere a la incapacidad del hombre para eyacular durante la

actividad sexual. Se indica que el 8% de los hombres experimenta esta dificultad

(Laumann y colaboradores, 1994; Crooks, 2009).

38
Criterios diagnósticos:

El primer criterio diagnóstico propuesto por el DSM, es la ausencia o el retraso

persistente o recurrente del orgasmo en el varón después de una fase de

excitación normal. En el momento de la evaluación clínica de esta disfunción

se debe considerar la edad del varón y si la estimulación recibida es apropiada.

Como en las demás disfunciones sexuales, existen otros dos criterios que hacen

referencia a la necesidad de provocar un malestar significativo en la vida diaria

y dificultades en las relaciones interpersonales y a que la disfunción no se

explique mejor por otro trastorno del Eje I.

Asimismo, se diagnóstica un trastorno adquirido si aparece después de un

tiempo de funcionamiento normal; en el caso de que el trastorno orgásmico

haya aparecido durante toda la vida, el varón que lo padece no habrá

eyaculado nunca durante el coito. El trastorno orgásmico masculino durante

toda la vida indica la existencia de psicopatología grave.

Etiología:

Lo más probable es que un hombre que presente este trastorno proceda de un

entorno rígido, con una moral muy estricta, que le hace percibir el sexo como

una actividad pecaminosa y los genitales como algo sucio. Por lo que estas

personas suelen tener problemas en las relaciones íntimas, en el plano afectivo

o emocional. A su vez, una educación estricta o primeras experiencias sexuales

escasamente satisfactorias pueden también convertirse en factores

desencadenantes de este trastorno. Y en algunos casos, la evolución se ve

agravada por un trastorno de déficit de atención que aumenta, de forma

relevante, la facilidad para distraerse, lo que impide una excitación suficiente

para provocar el orgasmo.

39
Trastornos de la eyaculación

La eyaculación constituye el mecanismo fisiológico indispensable para la

reproducción por vía natural de la raza humana que está incluido en la

sexualidad masculina. Por lo tanto, su objetivo es la función reproductora, que

requiere una correcta respuesta sexual en la cual están implicados otros

procesos del mecanismo propio de la actividad sexual.

Sin embargo, los cambios sociales producidos en las últimas décadas con la

introducción de los métodos contraceptivos tanto masculinos como femeninos

han disociado la eyaculación de la reproducción. Por lo tanto, la eyaculación

tiene una doble función: la reproductora y la sexual.

Clasificación de las alteraciones eyaculatorias:

Los trastornos de la eyaculación se clasifican según su forma de presentación,

evolución y cronología.

Aneyaculación: se caracteriza por la ausencia de eyaculado y presencia de

orgasmo, que se produce por las contracciones rítmicas del suelo pélvico y de

los músculos perineales. En muy raros casos también se puede asociar la

ausencia de orgasmo, en cuyo caso tiene una base psicopatológica asociada

al no deseo de paternidad. Sin embargo, suele producirse por una patología

neurológica de base, como:

 Denervación simpática: Simpatectomía, Linfadenectomía,

retroperitoneal.

 Cirugía abdominopélvica.

 Mieolopatías: como Traumatológicas, Esclerosis en placa, Esclerosis

lateral amiotrófica, Siringomielia, Espina bífida.

 Neuropatía periférica: como Diabetes Mellitus, Fracturas pélvicas,

Intervenciones quirúrgicas.

40
 Farmacológicas: antidepresivos.

Etiología psicógena

El diagnóstico se basará en la anamnesis y en la ausencia de espermatozoides

y de sustancias prostáticas y de vesículas seminales, como el citrato y la fructosa

en la orina postorgasmo.

Eyaculación Precoz: Consiste en un patrón de eyaculaciones rápidas (menos de

dos minutos) combinadas con la incapacidad que presenta el hombre para

controlar consistentemente su satisfacción o la de su pareja cuando él tiene un

orgasmo. Casi todos los hombres eyaculan rápidamente en su primera

experiencia coital, lo cual puede ser decepcionante pero no debe ser visto

como un problema a menos de que continúe. En general, se indica que

alrededor de 20-30% de los varones en el mundo entre los 18 y 59 años

experimentan repetidamente, y alrededor de 30% de esos hombres eyacula

rápidamente sin una erección total (Crooks, 2009).

Algunas investigaciones indican que los sujetos con esta disfunción, subestiman

la intensidad de su excitación física, experimentan una excitación rápida a la

estimulación del pene, y eyaculan antes de alcanzar una excitación sexual

total, a la vez que reportan menos goce del orgasmo que aquellos que no

tienen problemas con eyaculación rápida; estos factores indican algún grado

de participación fisiológica, como:

 Espina bífida

 Frenillo corto

 Procesos infecciosos de la vía seminal

 Consumo de drogas: como Cocaína, Tabaco, Ciertos alucinógenos.

Eyaculación Retardada: denominada por Master y Johnson “incompetencia

eyaculatoria”. Como también, disfunción orgásmica masculina u orgasmo

41
masculino inhibido, se define como la ausencia o el retraso del orgasmo en el

hombre, tras una fase de excitación normal, en el transcurso de una actividad

sexual adecuada en cuanto a tipo de estimulación, intensidad y duración. Los

varones que presentan incapacidad de tener un orgasmo, o este se demoran

grandemente, incluso aunque tenga una erección sólida y haya tenido

estimulación más que adecuada. La gravedad del problema puede ir desde

dificultades ocasionales para tener un orgasmo hasta un historial de nunca

haber experimentado un orgasmo; podemos decir, el hombre es incapaz de

tener un orgasmo durante el coito, pero puede tener un orgasmo como

resultado de estimulación manual o bucal.

Eyaculación retrógrada: se produce por una alteración en el cuello vesical; el

líquido eyaculado pasa en su totalidad o de forma parcial por la uretra posterior

hacia la vejiga. En este caso se conserva la sensación orgásmica; sin embargo,

presenta una especial trascendencia cuando se da en varones jóvenes que

contemplan el deseo de paternidad.

Eyaculación Asténica: o babeante se caracteriza por la pérdida de fuerza en el

momento de la emisión del eyaculado. Se produce sobre todo en pacientes

afectos de patología medular por debajo de L1.

Eyaculación Dolorosa: se presenta el dolor durante la eyaculación se produce

por múltiples causas y depende del momento exacto en el que aparece:

Dolor preeyaculatorio: se debe a un espasmo prostático.

Dolor eyaculatorio: se suele producir ante la presencia de infecciones de la vía

seminal y concretamente en casos de prostatitis agudas.

Dolor posteyaculatorio: preferentemente aparece de forma secundaria a

espasmos del esfínter anal y del periné.

Por lo cual, en los pacientes parapléjicos se puede asociar la eyaculación

42
asténica con una sensación dolorosa de la cara interna de los muslos.

Eyaculación Refleja: La eyaculación refleja se produce en pacientes

parapléjicos cuya lesión se sitúa por encima de L1.

d. Trastornos o desordenes sexuales por Dolor

De acuerdo con la nueva clasificación internacional de los trastornos sexuales,

se incluyen la Dispareunia y el vaginismo bajo la categoría de “Trastornos

sexuales por dolor”, siendo el dolor coital el principal síntoma de estos dos

trastornos; así la presencia del dolor comporta un deterioro en la función sexual

que puede desembocar en conflictos de pareja.

Dispareunia

Se define la Dispareunia o coito doloroso, al dolor genital persistente o recurrente

asociado con la relación sexual; que suele considerarse como un trastorno típico

de la mujer, sin embargo, también puede producirse en el hombre de manera

más escasa o rara. En la mayor parte de los casos la Dispareunia masculina hace

referencia a dolor en la eyaculación, ya sea en el pene, o menos

frecuentemente, en los testículos o en los órganos internos. Con frecuencia se

debe a infecciones en la uretra o en la vejiga urinaria. Con respecto a ello,

Kaplan (1979) señaló que en algunos casos la eyaculación dolorosa puede

deberse a espasmos en los músculos perineales causados por la presencia de

ansiedad ante la eyaculación.

Por otro lado, la Dispareunia femenina es más frecuente, y el dolor puede

implicar sensaciones de ardor, quemadura, contracción o dolor cortante, que

se localiza en la parte externa o interna de la vagina, en la región pélvica o en

el abdomen; no obstante, no debe darse un diagnóstico de Dispareunia

cuando el dolor se debe a la falta de lubricación vaginal o si es consecuencia

de vaginismo.

43
Entre las posibles causas orgánicas, y de modo paralelo a lo que sucedía en el

caso de los hombres, cabe mencionar la presencia de deformaciones o

trastornos de la vagina, el útero, las trompas de Falopio o los ovarios, de

infecciones en la vagina o el clítoris, de enfermedades en la uretra o el ano, de

cicatrices, de enfermedades generales (diabetes, estados carenciales de

estrógenos, etc.). Así mismo, cualquier estado físico que origine escasa

lubricación vaginal, como consumo de antihistamínicos o de marihuana puede

llevar, indirectamente, a la aparición de molestias durante el coito. Por último,

el empleo de determinadas cremas anticonceptivas, espermicidas, productos

de higiene íntima, diafragmas o preservativos que provoquen irritación vaginal

pueden motivar también la aparición de dolor coital.

Clasificación:

Los síndromes de dispareunia y vulvodinia se clasifican en función de dos criterios

que tienen que ver con aparición y presencia:

Temporalidad (momento en el cual surge el problema), la cual se divide en:

- Primaria: si se ha presentado durante toda la vida de la persona, o

- Secundaria: cuando ocurre después de un periodo de funcionamiento

normal.

Situacionalidad: depende del contexto (circunstancia) en la cual el problema

se presenta, ya sea:

- Global: en todas las situaciones, contextos, estímulos, procedimientos y

compañeros.

- Selectiva: suceden sólo bajo determinadas situaciones o circunstancias.

- Parcial: en todas las circunstancias, a excepción de la actividad autoerótica o

masturbatoria.

44
Vaginismo

Es una contracción espástica del tercio externo de la vagina; en algunos casos

es tan grave que la entrada de la vagina se cierra y la mujer no puede tener

coito (Leiblum, 2000). Cabe mencionar, que el vaginismo y la dispareunia

pueden estar asociados; es decir, si el coito es doloroso, un resultado puede ser

los espasmos que cierran la entrada de la vagina.

El vaginismo no es un trastorno sexual muy común en la población general. Sin

embargo, es relativamente común entre las mujeres que buscan terapia sexual,

al explicar del 12 a 17 por ciento de los casos (Spector y Carey, 1990; Crooks,

2009). Posiblemente, las mujeres estén en mayor probabilidad de buscar

tratamiento para el vaginismo que para otros trastornos, porque puede

imposibilitar el coito y crear enormes dificultades en la relación de pareja. A su

vez, puede darse aun cuando la mujer responda de manera adecuada a la

excitación sexual (experimenta lubricación vaginal) y disfrute del juego sexual

(incluso puede alcanzar el orgasmo). El problema se centra en la aparición, a la

hora de realizar el coito, de un espasmo reflejo que supone la contracción de

los músculos de entrada a la vagina con el consiguiente cierre de la abertura

vaginal; el cual no suele causar dolor, incluso es frecuente que la mujer no

perciba cuando se produce.

En la mayoría de los casos el vaginismo tiene que ver con causas psicológicas;

básicamente, el problema consiste en la aparición de un reflejo aprendido

(condicionado) en una situación anterior en la que se ha asociado una

experiencia de dolor a una situación de relación sexual (habitualmente el coito).

Otro, de los factores que condicionan o facilitan la aparición de este reflejo

aprendido son por ejemplo, haber recibido una educación culpabilizadora

acerca de las relaciones sexuales, alguna experiencia anterior de abuso sexual

45
(violación, incesto), miedo al embarazo, un deseo contradictorio de tener una

relación sexual, sentimiento de hostilidad o desagrado con respecto a la pareja,

miedo al dolor que pueda producir la penetración (presente especialmente en

la primera relación), o incluso haber padecido algún tipo de dolor vaginal

debido a infecciones o lesiones, tener un himen rígido o un útero desplazado,

etc. Una vez que el reflejo se ha condicionado puede persistir incluso aunque

haya cesado la causa original que favoreció la aparición del dolor.

46
Tema n.°6: Enfoques terapéuticos

Terapia sexual moderna

William Howell Masters (1915-2001), fue un ginecólogo estadounidense que,

junto a la psicóloga Virginia Eshelman Johnson, investigó la sexualidad humana

en condiciones de laboratorio y desarrolló métodos de terapia orientados al

sexo.

Nació en Cleveland (Ohio) y se graduó en 1943 en la Escuela de Medicina de

la Universidad de Rochester. En 1947 se incorporó como profesor a la Universidad

de Washington en Saint Louis y en 1957 inició su colaboración con Virginia

Johnson. Mediante el empleo de electroencefalogramas, electrocardiogramas

y cámaras cinematográficas, estudiaron la fisiología y la anatomía de la

actividad sexual. Como resultado de sus investigaciones publicaron un exitoso

libro titulado La respuesta sexual humana (1966), además de Incompatibilidad

sexual humana (1970), Homosexualidad en perspectiva (1979) y El vínculo del

placer (1975), que refutaban una serie de opiniones muy extendidas acerca del

orgasmo, la impotencia, la frigidez y la homosexualidad. Junto con Robert C.

Kolodny publicaron La sexualidad humana (1982) y Heterosexualidad (1994).

Master y Johnson establecieron una clínica para terapia sexual, y su éxito pronto

alentó que otros sigan su ejemplo. Master y Johnson también desarrollaron el

concepto del "equipo dual" de hombre/mujer donde los terapistas tratan a la

pareja en vez de a los individuos. Estas parejas eran esposo o esposa u hombres

y mujeres solteros que venían con su pareja/o (heterosexual u homosexual). Estos

y muchas otras características del tratamiento de Masters y Johnson han sido

copiados ampliamente.

Shere Hite (nacida el 2 de noviembre de 1942 en Saint Joseph, Missouri) es una

sexóloga y feminista alemana nacida en los Estados Unidos.

47
Sus trabajos sobre sexología se han concentrado principalmente en la

sexualidad femenina. Hite parte de los estudios biológicos sobre sexo hechos por

Masters y Johnson y por Alfred Kinsey. También hace referencia a los trabajos

teóricos, políticos y psicológicos asociados con el movimiento feminista de la

década de 1970, como el Mito del orgasmo vaginal de Anne Koedt. Después

de recibir ataques hacia ella y hacia su trabajo, renuncia a su nacionalidad

estadounidense en 1995 para pasar a ser alemana.

Hite ha criticado el trabajo de Masters y Johnson por incorporar acríticamente

actitudes culturales en el comportamiento sexual en su estudio. Por ejemplo, el

trabajo de Hite mostró que el 70% de las mujeres no habían tenido orgasmos

mediante la penetración, pero son capaces de alcanzar el orgasmo fácilmente

mediante la masturbación u otras estimulaciones clitorianas. Sólo un 30% de las

mujeres participantes en su estudio habían experimentado alguna vez un

orgasmo durante el transcurso del coito. Ha criticado el argumento de Masters

y Johnson de que durante el coito debería haberse proporcionado la suficiente

estimulación clitoriana para alcanzar el orgasmo y de que el que no llegue a

alcanzarse es un signo de "disfunción sexual". Sin negar que tanto Kinsey como

Masters y Johnson han sido un paso crucial en la investigación sexual, Hite cree

que debemos entender la construcción cultural y personal de la experiencia

sexual para hacer el importante estudio del comportamiento sexual fuera del

laboratorio. Criticó el hecho de que limitar los test a mujeres "normales" que

notificaban orgasmos durante el coito estaba basado en el falso supuesto de

que tener un orgasmo durante el coito era algo típico, cosa que su propio

estudio rechazó vehementemente.

Helen Singer Kaplan

Ante cualquier terapia sexual, primero ha de mirarse los factores orgánicos y

48
valorar efectos emocionales como el estrés emocional, la ansiedad, las

inhibiciones aprendidas de la respuesta sexual, así como las disfunciones

específicas y la estructura de personalidad. En la respuesta sexual se dan

procesos hormonales y fisiológicos muy susceptibles ante una excitación

emocional pudiendo afectar los reflejos vasculares autónomos además de

actuar en la respuesta un equilibrio hormonal idóneo.

Se añade a esta complejidad las contingencias negativas en las respuestas

sexuales que pueden causar la inhibición del orgasmo creando una disfunción

sexual.

La Orientación y el Consejo Sexológico

La Orientación es un proceso de comunicación que involucra a dos personas

activamente y considera las actitudes, sentimientos, creencias, valores y

conflictos de ambas partes relacionadas con un tema determinado. La

Orientación puede referirse a una necesidad específica de información por

parte del consultante, o a la necesidad de consultar con alguien más

“experimentado” para saber el curso a tomar o simplemente responder a la

necesidad de ser escuchado y comprendido.

En cualquier caso, el rol del orientador es de mucha responsabilidad. Implica

una adecuada preparación para ayudar al consultante a enfrentar y resolver

sus problemas y preocupaciones, conocer sobre el desarrollo normativo

adolescente y poseer real vocación para trabajar con ellas/ellos. Es importante,

por lo tanto, que el Orientador haga una revisión personal sobre su propia

sexualidad.

¿Qué es la labor de Orientación?

La labor de orientación es: Un proceso de interacción persona a persona, de

doble vía, durante el cual la persona orientadora:

49
Asiste al consultante a evaluar sus propios sentimientos y opiniones en relación

con el problema por el cual solicita ayuda.

Provee información adecuada para ayudar al solicitante a tomar una decisión

fundamentada.

Actúa como soporte emocional del consultante.

La labor de Orientación no es:

Un método para ofrecer soluciones a los problemas de una persona.

Un método para dar instrucciones.

La promoción de un método exitoso de vida que ha funcionado para la persona

orientadora.

Una sesión de Orientación es un espacio creado para la interacción del

adolescente con una persona preparada para escucharle, y que está en

condiciones de ofrecerle ayuda sin estricción ni prejuicio alguno y con suficiente

conocimiento como para brindarle la información que necesita.

En la Orientación de los adolescentes, el orientador debe aceptar la

responsabilidad de direccionar el análisis y reflexión de los temas que le

preocupan al joven, interesándose por explorar y permitir la expresión de los

sentimientos respecto a los temas que éste va narrando.

El Orientador evita dar consejos y recetas o fórmulas mágicas para la solución

de problemas. Por el contrario, ayuda al adolescente a evaluar su propia

conducta y las posibles alternativas frente al problema que plantea.

Características/cualidades de un(a) buen(a) orientador(a)

En el proceso de orientación, existen factores facilitadores de este proceso. Uno

de ellos tiene que ver con las cualidades positivas del orientador(a).

Carl Rogers (1957) señala que el éxito de la orientación depende de las

características del orientador(a) como la empatía, la autenticidad, la

50
incondicional aceptación y la calidez en el trato.

A continuación, se describen algunas de las cualidades de un buen

Orientador(a):

Empatía: capacidad de entender el problema de la otra persona desde su

perspectiva.

Honestidad: significa sinceridad y franca disposición para ayudar. Implica

proveer información correcta y verdadera y/o a admitir que no la tiene.

Positiva Consideración: a las necesidades y características propias del

adolescente, halagando los esfuerzos que hace ella/él para acudir al servicio.

Incondicional Aceptación: implica aceptación no valorativa de la/e

adolescente. El orientador(a) no desaprueba ni juzga su conducta.

Consistencia: El orientador(a) es auténtico, es decir congruente con lo que dice,

hace y es.

Confidencialidad: Ser discreto, confiable. No revelar nada de lo que la/el

adolescente le ha confiado.

Respeto: A su naturaleza humana y a sus derechos y a ser tratado como una

persona capaz de tener el control sobre su vida.

Habilidades para la comunicación: El Orientador(a) sabe escuchar eficazmente

y sabe cómo transmitir información en un lenguaje sencillo y comprensible.

Responsabilidad: Cumple con su rol, no se compromete con más de lo que

puede ofrecer.

Comprensión: Acepta diferentes valores y experiencias del adolescente.

Amabilidad: Responde con calidez a las necesidades del adolescente. El

Orientador(a) es acogedor y se esmera para que la/el adolescente se sienta

cómodo.

Flexibilidad: Está abierto(a) a cualquier cambio. Permite fluir al “niño que hay en

51
ella/el” cuando es necesario y se da tiempo para escuchar al niño que hay en

otros.

Competencia: Es una persona capacitada en orientación y adolescencia,

sexualidad humana y salud reproductiva.

Adecuada Autoestima: Tiene una sensación de valía como persona y como

profesional. Sabe de sus cualidades positivas y negativas.

Consejo Psicológico

Consejo es una relación entre dos personas una de ellas llamada Cliente y la

otra a la que se considera como experto en las relaciones humanas, es un tipo

de consulta para personas normales que están pasando por una situación de

estrés y que tiende a desarrollar sus potencialidades, se queda a un nivel

racional y consciente pero siempre tiene una connotación emocional.

Un psicólogo consejero tiene el siguiente punto de vista: “Son las personas y no

los problemas los que necesitan la ayuda”.

La consejería no significa dar consejos. Es un proceso de escucha activa,

centrada en la persona, apuntando a que encuentre y utilice sus propios

recursos y fortalezas como mejor elemento para el cambio.

Meta de la Consejería

Inducir - Estimular al cambio de comportamiento.

Explorar, expresar y clarificar los sentimientos y pensamientos.

Objetivos de la Consejería

Proporcionar soporte psicosocial

Educación para la salud

Soporte Psicosocial

Proporcionar información clara, veraz y oportuna

Orientación sobre dudas, temores e inquietudes

52
Reducir el impacto psicológico de los mitos, rumores e inexactitudes existentes

en el terreno de la sexualidad humana.

Educación para la Salud

Generar cambios o modificaciones en los conocimientos, actitudes y

comportamientos respecto a las situaciones que ponen en riesgo la vida y la

salud, asumiendo prácticas preventivas en la vida diaria.

Propósitos de la Consejería

Mejorar las habilidades personales de ayuda a otros

Entender mejor la situación de las personas

Ser más eficaz en ayudar a otros a resolver sus problemas

Actitudes que pueden hacer sentir incómodas a las personas

No saludarlo cuando entra

No mirarlo cuando está hablando

Usar un tono de voz enjuiciador

Usar lenguaje no entendible

Mirar el reloj durante la conversación

Leer o revisar papeles mientras la persona está hablando

Permitir interrupciones o dejar que otras personas estén presentes

Estar sentado mientras la persona está de pie

Tener una expresión poco amistosa durante la conversación

Asumir una postura desafiante

Hacer gestos de molestia o impaciencia

Modelo de Orientación ACCEDA

Si bien el modelo ACCEDA es aplicado en sesiones de “Consejería en

Planificación Familiar”, este modelo se puede generalizar a toda necesidad de

salud sexual y reproductiva de los consultantes principalmente de los

53
adolescentes.

A continuación, se detalla cada uno de sus pasos:

A - Atienda en forma cordial:

Saludar cortésmente al adolescente.

Presentarse señalando su nombre y su profesión

Pregunte como desea que la/lo llame.

Ponerse a su disposición del adolescente (preguntando en qué se le puede

ayudar).

Asegurarse el carácter confidencial y privado de la orientación.

Establezca un trato horizontal, evitando hacerle sentir su “superioridad”.

C - Cálidamente pregúntele a qué se debe su visita y permita que le explique:

Pregunte sobre el motivo de su visita.

Una vez que el/la adolescente mencione el motivo de su consulta, averigüe qué

siente y piensa respecto a ello.

Qué información tiene al respecto y qué más desearía saber.

Realice preguntas abiertas que no puedan ser contestadas con un sí o un no.

Y estimule al adolescente a hacer preguntas, demostrándole que es bueno

preguntar.

C - Converse y brinde la información necesaria:

Estimule a que siga preguntando

Bríndele toda la información que la/el adolescente necesite respecto al motivo

de su consulta.

Amplíe la información sobre lo que más le interesa al adolescente.

Pregunte que más desearía saber.

E - Encamine la Orientación hacia la alternativa más apropiada:

Pregúntele al adolescente cuáles cree que son las posibles

54
alternativas/opciones frente a la situación planteada.

Pregunte sobre otras posibles alternativas.

Explore sentimientos y no sólo hechos.

Encamine hacia la elección de una alternativa según sus circunstancias

particulares.

Encamine hacia la toma de una decisión informada.

D - Describa cómo funciona la opción/alternativa:

Analice ventajas y desventajas de la(s) opción(es) que se le presenta(n).

Muéstreles y explíquele las posibles consecuencias y/o resultados de las

opciones.

Ayúdeles a planear cómo ejecutará su elección.

Repase nuevamente con el/la adolescente los puntos principales.

Explique señales de alerta (si está orientando en Planificación Familiar)

Insista para ver si todavía le queda alguna pregunta más para la sesión.

A - Acuerde el seguimiento y la fecha de la próxima entrevista:

Mantenga hasta el final una relación cordial con la/el adolescente ya que ello

asegurará que asista a sus citas de seguimiento.

Hacia el final de la sesión pregunte cómo se siente ahora, en relación a su

demanda de orientación.

Acuerde con la/el adolescente la fecha de la próxima visita resaltando:

La disponibilidad del Orientador

Los horarios de atención y

La disponibilidad de la/el adolescente para asistir a la orientación.

Momentos difíciles en la orientación

Algunas situaciones que requieren un adecuado manejo se describen a

continuación:

55
El Silencio: Puede ser una señal de timidez, como también significar enojo o

ansiedad, o ser indicativo de desafío o rebelión por haber sido referido a la

orientación contra su voluntad.

Si ocurre al principio de la sesión: Después de un tiempo prudencial la persona

que hace la orientación puede decir, con amabilidad: “Me doy cuenta que te

resulta difícil hablar, esto ocurre con frecuencia a quienes vienen por primera

vez”.

Si está enojado: La/el adolescente evitará la mirada. Entonces le podría decir:

“A veces cuando alguien viene a verme contra su voluntad y no desea estar

aquí, deciden no hablar: ¿Será que tú te sientes así?”.

Si es por timidez, el Orientador(a) puede legitimar su sentimiento diciendo: “Yo

en tu lugar me sentiría igual. Comprendo que es fácil hablar a una persona que

recién conoces”.

Si ocurre en medio de la sesión: Hay que evaluar por qué se ha producido, en

ese caso es mejor esperar, pues es crucial que la/el adolescente exprese sus

sentimientos o pensamientos.

Muchas veces el silencio ocurre cuando la/el adolescente se siente “movilizado”

por un tema, situación o persona específica. Cuando se tenga certeza de haber

identificado qué causó el silencio del adolescente es necesario hacer el

señalamiento diciendo: por ejemplo: “Te has quedado en silencio al hablar de

tu novio”.

Si el silencio ocurre porque la/el adolescente está meditando o reflexionando,

no se justifica romper el silencio, o indicar que es inaceptable.

Es importante que la persona orientadora aprenda a tolerar el silencio.

Llanto de la /el adolescente: Hay que evaluar qué lo provocó. ¿Es acaso una

forma de liberar tensiones? ¿Es un llanto manipulador? ¿Realmente guarda

56
coherencia con el relato que la/el adolescente nos está haciendo?

Una forma de liberar tensiones: Sería conveniente decirle que: “está bien que

llores, puesto que es una reacción natural cuando se está triste”. Esto lo autoriza

a expresar sus sentimientos y por lo general dejará de llorar en poco tiempo.

Si se trata de una manipulación: Será conveniente decirle “aunque lamenta que

se sienta triste, está bien que exprese sus sentimientos” Al poco tiempo la

persona dejará de llorar.

Si el llanto guardó coherencia con el relato: Permítale la expresión libre de sus

emociones. No intente reprimir el sentimiento ni restarle importancia.

La/el adolescente amenaza con suicidio: Toda amenaza o intento de suicidio

siempre debe considerarse de manera seria.

Es importante averiguar si anteriormente lo ha intentado, si tiene una real

intención y razones para hacerlo o es tan solo “algo que se dice sin pensar”.

En cualquier caso, una actitud de pánico de la persona orientadora puede

atemorizar más aún al adolescente, y restarle importancia podría resultar

peligroso. Es oportuno que le diga: “Si bien nadie puede impedir que una

persona le ponga fin a su vida, yo me sentiré muy triste, pues apenas hemos

comenzado a conocernos y ya hay muchas cosas que me agradan y admiro

de ti. Las personas que se suicidad a menudo son seres completamente

desesperanzadas”.

Aun cuando existen muchos factores que subyacen a una decisión de tal

naturaleza, averigüe qué razones tiene la/el adolescente para sentirse en esta

situación. Qué fue lo que desencadenó tal sentimiento.

La amenaza de suicidio pone en evidencia trastornos de ánimo como la

depresión o es señal de trastornos más severos. Es preferible tomar las previsiones

y de ser necesario realizar una derivación a otro especialista o psicoterapeuta.

57
La/el adolescente rechaza la ayuda: Averigüe con mucha delicadeza, a qué

se debe esa actitud. Muchos adolescentes son enviados a recibir ayuda que

realmente no quieren, por ello es conveniente que diga algo así: “Comprendo

cómo te sientes, no estoy seguro(a) de poder ayudarte, pero quizá sí podríamos

tomarnos unos minutos para conversar y decidir qué podemos hacer”.

La/el adolescente se siente incómoda(o) por el sexo de la persona orientadora.

“No creo que pueda hablar del tema con una mujer. Esperaba encontrarme

con un hombre”.

Persona orientadora: “Al principio algunos jóvenes se sienten más cómodos(as)

con alguien de su mismo sexo, pero de acuerdo a mi experiencia a medida que

se van conociendo, esto va perdiendo importancia ¿Lo intentamos?”.

Falta de tiempo de la persona orientadora: Comuníqueselo desde el inicio.

Explique el motivo de ser posible. Pida disculpas indicando que espera reunirse

con él/ella en una fecha y hora precisas.

La persona orientadora no consigue establecer un buen “rapport”: Debe solicitar

colaboración entre sus colegas para analizar la sesión y hacer la derivación

necesaria si fuera el caso.

La persona orientadora y la/el adolescente se conoce socialmente: Si la relación

es circunstancial, podrá asistirle estableciendo con claridad la confidencialidad

de la sesión.

Si ambas partes se conocen muy bien, no es posible que la asista como

orientador(a).

Debe explicar que se trata de una relación de otra clase; como amigos se

puede enojar, puede brindar consuelo o sentirse incómodo(a) si algo no le

gusta. No es posible cambiar así los roles, inevitablemente suscitará confusión y

resentimientos.

58
La/el adolescente habla sin interrupciones e inapropiadamente: Cuando la/el

adolescente narra hechos triviales y repetitivos, es recomendable que le diga:

“No sé si se ha dado cuenta que hace rato repite lo mismo. ¿Siente nervios o

encuentra difícil hablar de otra cosa?”

La/el adolescente le hace una pregunta personal a la persona orientadora: La

relación entre adolescente y orientador(a) es de carácter profesional, no social.

Debe señalar al adolescente que no es aconsejable que la persona orientadora

hable sobre sí mismo por eso se ha fijado como norma no hacerlo.

Otros momentos difíciles en la labor de orientación

La persona orientadora se siente incómoda con el tema: Entre más experiencia

tenga la persona orientadora podrá hablar de temas más delicados y le será

más fácil determinar a cuáles es más vulnerable y menos probable que le tome

desprevenido. Especialmente si se trata de un punto emocional, sea sincero(a)

con la /el adolescente. Después de la sesión es conveniente que el

orientador(a) hable con su supervisor(a) para ver si es posible superar estos

sentimientos de incomodidad.

La persona orientadora se equivoca: La mejor manera de demostrar respeto y

confianza es admitir que se equivocó. Si cometió un error ofrezca disculpas. Por

ejemplo “Lo siento. Olvidé que ya habías dicho que tuviste un enamorado

anteriormente”. Si hizo o dijo algo que después lamenta, admítalo. Por ejemplo:

“Cuando me dijiste que no sabías cómo yo podría ayudar a alguien de tu edad,

siendo yo adulto, por un instante me enojé. Tal vez no lo notaste. No fue

realmente justo para ti. Discúlpame”.

Si no conoce una respuesta a una pregunta objetiva: admítalo, y si corresponde,

diga que tratará de conseguirle la información.

59
El problema no tiene solución: Cuando la persona orientadora sienta que está

“atascado(a)”, es importante que recuerde que la orientación se centra en

la/el adolescente, no en el problema. Haga uso de la estrategia IDEAS:

I: Identificar el problema

D: Describir el problema

E: Evaluar las alternativas de solución, elegir una, evaluar las ventajas y

desventajas de las opciones.

A: Actuar una de las opciones

S: Saber el resultado de la acción y asumir las consecuencias.

El Modelo de los Cinco Pasos para la Orientación en Metodología

Anticonceptiva

Para aplicar este modelo, el orientador debe manejar información actualizada

sobre métodos anticonceptivos, conocer los métodos que están a disposición,

explicar las ventajas y desventajas de los métodos y el modo de uso.

Paso 1

Establecer una relación cordial

Saludar e identificarse

Garantizar un momento agradable

Garantizar la privacidad

Dar confianza y establecer una relación cordial de mutuo respeto.

Facilitar el proceso de comunicación

Preguntar el motivo de la consulta

Ser amable

Paso 2

Identificar necesidades del adolescente

Paso más importante en el proceso de la consejería

60
Momento de diagnóstico

Especificar las necesidades de cada individuo.

Preguntar: uso, salud, meta, reproductiva, etc.

Escuchar con atención.

Aclarar y repetir la información que la/el adolescente nos da.

En base a este momento se determinan las opciones a ofrecer según cada

caso.

Paso 3

Responder necesidades del adolescente

Ofrecer información

Aclarar los temas que se requieren

Manejo de lenguaje sencillo

Escuchar con atención

Ofrecer las opciones de solución posibles

Aclarar las dudas y conceptos erróneos

Hacer preguntas adecuadas

Usar material educativo de apoyo

Paso 4

Verificar entendimiento del adolescente

Verificar la comprensión de la información

Preguntar adecuadamente

Hacer repetir al adolescente

Demostrar con ayuda de insumos

Aclarar información y dudas

Brindar momento de reflexión.

61
Paso 5

Mantener relación cordial

Dar confianza.

Asegurar presencia del orientador cada vez que sea necesario para alguna

información.

Programar seguimiento.

Asegurar que la/el adolescente va a continuar con la orientación.

Asegurar disponibilidad del servicio.

Refleje

La Orientación sobre VIH/SIDA comprende seis componentes. Los podrá

recordar con la palabra refleje:

Reciba al adolescente adecuadamente

Realice la sesión de orientación en un lugar privado

Preste atención desde un primer momento

Sea cortés, preséntese por su nombre y ofrezca asiento

Pregunte en que puede ayudarle

Asegúrese de mostrarle su interés a ella o él como persona.

Enfatice, el hecho de que todos los datos sobre ella o él son estrictamente

confidenciales.

Preséntele la información con claridad y convicción

Déjele saber que usted comprende las dificultades que ella o él encara

Explore las necesidades del adolescente

Pregunte cuál es el motivo de su visita y en qué le puede ayudar

Converse con la/el adolescente sobre sus necesidades, deseos,

preocupaciones, dudas, o cualquier pregunta que tenga.

Averigüe lo que la persona sabe del SIDA y de la infección del VIH.

62
Reafirme la información correcta, corrija los conceptos erróneos

Facilite la comunicación

Recuerde las técnicas de orientación que facilitan la comunicación:

Establecimiento de la compenetración

Escuche activamente

Sea auténtico

Buen uso de la comunicación no verbal

Uso eficaz de preguntas

Resolución de problemas

Autorrevelación apropiada

Uso apropiado del silencio

Hacer “eco” de los sentimientos

Logre que la/el adolescente identifique su riesgo frente al SIDA y ayúdelo a

desarrollar su propio plan de prevención.

Ayude al adolescente a identificar las prácticas propias que exponen al riesgo

de contraer VIH.

Pídale permiso para tomar nota sobre su historia sexual.

Pregúntele

Si está sexualmente activo

Con cuántas personas ha tenido relaciones sexuales

Si sólo tiene una pareja, piensa que ella/el también es fiel.

Aun cuando ella/él es fiel ahora, ¿sabes si ha tenido RS con otros en el pasado?

Si tiene o alguna vez ha tenido una ITS.

Qué prácticas sexuales realiza

Si usa condón cuando tiene relaciones sexuales, si no ¿Por Qué?

63
Pregúntele también

Si comparte jeringas

Si ha recibido una transfusión de sangre

Revise con ella o él las pautas de reducción de riesgos.

Ayúdele a desarrollar su propio plan de prevención.

Si su plan incluye uso del condón, enséñele cómo usarlo

Reconozca que implementar cambios de conducta no es fácil

Explique cuál es el proceso y significado de la prueba de anticuerpos para el

VIH, ayúdele a tomar la decisión sobre si quiere o no someterse a ella.

Explique qué significa y no significa la prueba de anticuerpos para el VIH

Aclare qué tipo de prueba se usa (ejemplo ELISA), cuántas pruebas se hacen y

qué tipo de prueba confirmatoria se emplea.

Si la persona quiere someterse a la prueba, indagar cuál es el motivo.

Jamás juzgue ni de un consejo

El proceso de producir cambios de conducta es difícil y cada individuo es

responsable por lograrlo. Preste apoyo para facilitar el proceso, pero no de

consejos ni juzgue la conducta de su paciente.

Ayúdele, sin cuestionar, su estilo de vida o su sexualidad.

La decisión sobre someterse o no es una decisión que cada adolescente debe

tomar por sí mismo. No tome decisiones por él.

Respete siempre las decisiones del adolescente.

Elija un plan de Seguimiento

Para las/los adolescentes que decidieron someterse a la prueba evalúe:

Si quiere regresar para recibir orientación de seguimiento.

Si cree que regresar con su pareja le ayudará a implementar su plan preventivo.

Deje que elija el momento oportuno para saber el resultado de la prueba.

64
Para los que tienen un resultado negativo:

Asegúrese de que entiende el significado. Enfatice la importancia de adoptar

medidas preventivas para mantenerse libre de la infección del VIH.

Decida con la/el adolescente si es necesario repetir la prueba en seis meses.

Para aquellos que tienen un resultado positivo:

Asegúrese que la/el adolescente entiende el significado

Ofrézcale su apoyo y ayúdele a identificar otras fuentes de asistencia.

Decida con ella/el con quien quiere compartir su resultado y cómo.

Ayúdele a desarrollar un plan de salud que incluya medidas para prevenir la

transmisión del VIH a otras personas.

Fije cita para control y seguimiento.

El Modelo P-IL-SE-TI

El modelo Pilseti, es un método básico de trabajo y consejería para

funcionarios/as en el trabajo con adolescentes. Recibe su nombre producto de

los cuatro elementos que lo conforman, a saber:

P: Dar Permiso

IL: Información Limitada

SE: Sugerencias Específicas

TI: Terapia Intensiva

(Annon, 1976, Rosser, Coleman & Ohmans, 1993)

65
A continuación, se explica y operacionaliza la forma de actuar en cada una de

las fases del modelo.

Dar Permiso, valorar las emociones y normalizar la experiencia (P)

El consejero/a o funcionario/a, crea un clima confortable y acogedor

(permisivo, facilitador) para que el/la joven trate las inquietudes sexuales, a

menudo introduciendo el tema de la sexualidad, de ese modo validando la

sexualidad como un tema de salud legítimo.

Estrategias para dar el permiso

Escuche sin prejuicios

Entienda sin juzgar

Tenga empatía

Detecte los sentimientos y significados personales del joven

Respeta al joven

Proteja la autonomía y la auto-dirección y elección del joven

Sea sensible a cómo el/la joven se siente acerca de aprender nuevos

comportamientos

Sea genuino, real y congruente–sea si mismo

Sea positivo

Acepte al joven como es- este clima de la aceptación (confortable, acogedor,

permisivo) facilitara cambio de comportamiento sexual.

Información Limitada (IL)

El/la profesional crea un clima confortable y de permisividad para los jóvenes al

tratar las inquietudes sexuales específicas e introduce el tema de la sexualidad,

validándolo como tema de salud legítimo

Intenta corregir los mitos y la información incorrecta

Dé importancia a cómo el joven entiende la situación

66
Crea en el joven

Responda sus preguntas

Dé información basada en conocimiento preciso

Descubra los deseos y las necesidades del joven

Proporcione al joven recursos bibliográficos

Usa un idioma que el joven puede entender, evite el lenguaje profesional

Muchos problemas en salud sexual y reproductiva se pueden resolver con

información básica

El conocimiento puede empoderar a los jóvenes

Responda a las necesidades emocionales del joven

Muchos consejeros se sienten incómodos discutiendo la variedad de emociones

y sentimientos de jóvenes al tratar los temas de salud sexual y reproductiva

Por ejemplo, los proveedores en clínicas médicas quizá prefieran centrarse sólo

en las necesidades biomédicas del joven

Cuando no se establece una armonía terapéutica el joven tiene probabilidad

de permanecer centrado en temas emocionales que interfieren con el

entendimiento de la información, negociación y toma de decisiones.

Sugerencias Específicas (SE)

El profesional evalúa una historia sexual o perfil del joven:

1). Definiendo los temas y las inquietudes del joven

2). Determinando el curso de cómo los temas han evolucionado con el

transcurso del tiempo

3). Facilitando la comprensión del joven de los temas principales y

proporcionando opciones para la resolución

4). Ayudando al joven aclarar sus percepciones e ideas acerca de las fuentes

de estas inquietudes y en desarrollo de metas realistas y apropiadas y planes de

67
solución

Necesitamos reconocer cuándo es necesario la ayuda de profesionales para

poder recomendarla

Terapia Intensiva (TI)

El consejero/a o funcionario/a proporciona tratamiento especializado en casos

que son complicados por la coexistencia de otros temas complejos de vida tales

como:

Diagnósticos psiquiátricos como la depresión

Los trastornos por ansiedad (incluido trastorno obsesivo-compulsivo)

Trastornos de la personalidad

Abuso de sustancias

Conflictos interpersonales o intrapersonales

Los consejeros de sexología se especializan en identificar las situaciones que

requieren terapia intensiva y en hacer las referencias apropiadas

La manera de dimensionar las características de cada caso en particular es muy

importante para este modelo. De esta forma, es fundamental determinar el

grado de patología que se aprecia en la intervención para poder vislumbrar el

grado de alcance al que se quiere llegar con la intervención

Por otro lado, y a diferencia de los modelos tradicionales de atención, el modelo

PILSE T I, permite profundizar más en las temáticas relacionadas con la

prevención del VIH/SIDA y de la promoción de la Salud Sexual y Reproductiva,

ya que permite dar mayor profundidad a la intervención dependiendo de los

requerimientos específicos a cada caso.

Fundamentos de algunas técnicas de la terapia sexual

Los problemas sexuales presentan en la mayoría de los casos muchos elementos

comunes tanto en la génesis de los mismos como en su mantenimiento posterior.

68
Esto explica el hecho de que la terapia de la mayoría de los problemas sexuales

presente un número considerable de elementos comunes junto a otros

específicos de cada problema y de cada caso particular.

Técnicas molares / La Terapia Sexual

La terapia sexual, o el tratamiento de la Disfunción Sexual, ha obtenido una

amplia atención, tanto profesional como popular, desde la publicación del libro

de Masters y Johnson, Human sexual inadequacy, en 1970. Actualmente, la

terapia sexual constituye un área especializada de la psicología, la psiquiatría y

la medicina.

Se señala una serie de principios básicos para la terapia sexual, recibiendo cada

uno de ellos distinto énfasis dependiendo del caso particular (Friedman y

Chernen, 1987; Lo Piccolo, 1978):

Responsabilidad mutua, es decir, todas las disfunciones sexuales son trastornos

compartidos. Independientemente de la causa de la disfunción, ambos

miembros de la pareja son responsables del cambio futuro y de la solución de

sus problemas.

Información y educación. Muchos pacientes que padecen una disfunción

sexual ignoran lamentablemente muchos aspectos de la conducta sexual. Por

consiguiente, el terapeuta tiene que asegurarse de que los pacientes tengan

un conocimiento adecuado del ciclo de respuesta sexual.

Cambio de actitud. Las actitudes negativas de los padres y de la sociedad

hacia la expresión sexual, experiencias pasadas traumáticas y problemas

actuales se mezclan para hacer que los pacientes con disfunciones sexuales

aborden cada interacción sexual con ansiedad o, en casos extremos, con asco

y repugnancia. El terapeuta tiene que provocar directamente un cambio de

actitudes en esos pacientes.

69
Eliminación de la ansiedad ante la actuación. Para que la terapia tenga éxito,

los pacientes deben liberarse de la ansiedad ante su actuación sexual. Los

pacientes tienen que dejar de atender exclusivamente a la erección, el

orgasmo o la eyaculación y centrarse en disfrutar del proceso, en vez de intentar

obtener un resultado determinado.

Incrementar la comunicación y la eficacia de la técnica sexual. Las parejas

disfuncionales tienden a ser incapaces de comunicar claramente sus

preferencias y desagrados sexuales. La terapia sexual alienta la

experimentación sexual y una comunicación abierta, eficaz, sobre la técnica y

las respuestas sexuales.

Cambio de los estilos de vida destructivos y de los roles sexuales. A veces la

relación sexual tiene lugar solo cuando todas las demás tareas se han resuelto,

cuando las personas están ya cansadas física y mentalmente. El cambio del

momento del momento en que tiene lugar la relación sexual, el tomarse tiempo

para ella, puede convertir al sexo en una experiencia más positiva. La rígida

separación de los roles sexuales puede constituir también una influencia

negativa para la relación sexual de muchas parejas.

Planificar cambios en la conducta. Si hay una característica distintiva de la

terapia sexual, ésta es la prescripción de una serie de pasos graduales sobre

conductas sexuales específicas, que los pacientes tienen que realizar en su

propia casa.

Algunos de estos procedimientos se describen seguidamente.

Focalización sensorial

Este procedimiento consiste en tareas semanales sobre un contacto corporal

cada vez mayor. En un principio está desaconsejado el coito y el contacto con

los pechos y los genitales, con la finalidad de prevenir y evitar las

70
preocupaciones sobre la performance (ejemplo falta de orgasmo, de

eyaculación o de erección). El propósito de la técnica es volver a aprender a

experimentar placer con el contacto corporal y reducir la ansiedad ante dicha

actuación. Los miembros de la pareja practican el darse masajes y tocarse

mutuamente, con el énfasis puesto en aprender a darse cuenta de lo que es

agradable. El prohibir o desaconsejar una expresión sexual más intensa apunta

y permite que los pacientes disfruten de las experiencias placenteras que se

generan de los besos y abrazos, de los masajes y otras actividades placenteras,

sin el trastorno que ocurriría si el paciente anticipase que estas actividades serían

seguidas por el coito u otras conductas sexuales que no han sido agradables en

el pasado.

Después de que los pacientes han aprendido a obtener placer por medio de

estos ejercicios, se incluyen ya las zonas genitales y de los pechos. El objetivo

ahora es darse placer genital, pero sin llegar al orgasmo. Se acarician

suavemente los pechos y los genitales de diversos modos (oral, manual),

señalando cada miembro de la pareja lo que le va resultando más agradable

al recibir esas caricias y tratando de centrarse en sus propias sensaciones y gozar

de ellas. La relación sexual de la pareja se reconstruye por medio de una serie

graduada de aproximaciones sucesivas hacia la relación sexual completa.

La Técnica del apretón

Es una técnica básica de la terapia sexual y se utiliza frecuentemente en el

tratamiento de la eyaculación precoz. El procedimiento requiere que la

compañera estimule el pene erecto hasta el punto en el que el hombre

experimente una sensación que avisa de la inevitabilidad de la eyaculación. En

este punto la estimulación se interrumpe y la compañera aprieta justo debajo

de la corona del glande (de 15 a 30 segundos) y espera que se reduzca la

71
activación. El proceso se repite hasta que se informan de periodos cada vez

más largos de control del reflejo eyaculatorio. Una variación de esta técnica es

el método de arranque/parada de Semans. Este procedimiento se lleva a cabo

no por medio de un apretón, sino por la terminación de la estimulación. El

hombre descansa hasta que disminuye la sensación de una elevada activación

y entonces empieza de nuevo la estimulación. Dicho ejercicio es útil en el caso

de una compañera que no pueda practicar el apretón, o para personas sin

compañera y personas que desean practicar solos la masturbación.

Ejercicios de masturbación

Este procedimiento para reducir la ansiedad asociada con la auto estimulación

genital y el orgasmo implica ejercicios progresivos y específicos. Primero, el

individuo atiende a la imagen corporal (desnuda, examinando el cuerpo y los

genitales por medio del espejo). Después de que se ha establecido la

tranquilidad en ésta área, se auto estimula la localización visual y táctil de las

áreas de placer. La auto estimulación continúa con una intensidad y una

duración cada vez mayores hacia el objetivo del orgasmo. La estimulación

manual o por medio de un vibrador puede emparejarse con la fantasía y con

imágenes eróticas. En las mujeres, se entrena el músculo pubococcígeo para

aumentar el darse cuenta de las sensaciones vaginales (esto puede hacerse

indicando a la mujer que detenga y reanude la corriente de orina, puesto que

son los músculos pubococcígeos los que se contraen para interrumpir la acción

de orinar (Kaplan, 1978). Finalmente, una vez que se experimenta y se practica

el orgasmo, se incorporan ejercicios graduados con el/la compañero/a para

fomentar la generalización de esta nueva conducta y emparejarlo finalmente

con el coito.

72
La Maniobra del Puente

La focalización sensorial se suele utilizar en las etapas iniciales de la terapia para

mujeres que no alcanzan el orgasmo en el coito. Kaplan (1978) señala que la

tarea esencial implica la combinación de la estimulación del clítoris y el coito,

una técnica que recibe el nombre de la maniobra del puente. La mayoría de

las mujeres que no alcanzan el orgasmo en el coito pero sí con la estimulación

del clítoris, pueden llegar al orgasmo si al mismo tiempo que se encuentra el

pene en la vagina se estimula el clítoris. La maniobra del puente es algo

diferente y más eficaz, consistiendo básicamente en la estimulación del clítoris

hasta el momento inmediatamente anterior al orgasmo y dejar luego que los

movimientos del coito pongan en acción el reflejo del orgasmo (Kaplan, 1978).

Se crea así un “puente” entre la estimulación del clítoris y el coito.

Estrategia para el tratamiento del vaginismo

El vaginismo se puede tratar por medio de una serie de dilatadores para ayudar

a la mujer a aceptar y disfrutar de la introducción vaginal. Sed enseña primero

a la mujer ejercicios de relajación y de focalización sensorial para elevar su

activación. Se entrena el músculo pubococcígeo para aumentar el darse

cuenta de las sensaciones vaginales, con la instrucción adicional de insertar el

dilatador durante la fase de relajación, la mujer aumenta gradualmente el

tamaño del dilatador que emplea. También tiene lugar la participación de la

pareja durante los ejercicios de la focalización sensorial en este periodo. El

dilatador se introduce gradualmente durante la sesión con la pareja, siendo

transferido en último término el papel de la inserción al compañero sexual.

Finalmente se incluye el coito, poniéndose la mujer arriba para tener un mayor

control sobre la penetración y los movimientos pélvicos. Luego se introducen

gradualmente otras posiciones.

73
Técnicas moleculares

El reacondicionamiento orgásmico

Ésta es una técnica que emplea las propias fantasías sexuales del paciente para

reducir o eliminar la activación sexual desviada. Existen cuatro procedimientos

distintos a este respecto (Maletzky, 1985):

La masturbación directa. Simplemente se le pide al paciente que se masturbe

diariamente con fantasías no desviadas y que evite la masturbación con

fantasías desviadas. Desde un punto de vista teórico, la asociación de la

fantasía, el orgasmo y un estímulo apropiado, como una mujer de la misma

edad, aumentará finalmente la activación sexual no desviada.

Imagen alternativa. Se le pide al paciente que se masturbe durante un

determinado periodo de tiempo, que puede ir desde un día hasta varias

semanas, ante fantasías desviadas una parte de ese período y ante fantasías

no desviadas durante la otra parte de ese periodo. Por ejemplo, los días pares

pueden masturbarse ante fantasías desviadas y los días impares ante fantasías

no desviadas.

El procedimiento de la saciación. Se le pide al paciente que se masturbe ante

fantasías o imágenes de la actividad sexual con un estímulo apropiado (como

una mujer de su misma edad) hasta que alcance el orgasmo. Inmediatamente

después, se le pide que continúe masturbándose de 15 a 60 minutos ante

fantasías desviadas. Esto hace que las fantasías desviadas se experimenten

durante el período de tiempo en el que la activación sexual está en su nivel más

bajo. Algunos autores señalan que este procedimiento es útil debido a los

principios del condicionamiento aversivo, así como a otros mecanismos como

el autocontrol cognitivo y los cambios en la percepción de uno mismo.

74
Cambio en la fantasía de masturbación. Se le pide al paciente que se masturbe

con fantasías o materiales relativos a la activación sexual desviada hasta el

momento en que la eyaculación es inevitable y que entonces cambie

inmediatamente a fantasías o materiales no desviados, de modo que el

orgasmo se produzca ante estos últimos. Más tarde, en cada masturbación

posterior, se instruye al paciente para que realice ese cambio cada vez más

pronto en el curso de la masturbación hasta que, finalmente, se masturbe sólo

ante fantasías y materiales no desviados.

Disfunciones Sexuales - Diagnostico

A fin de ayudar a personas con sus problemas sexuales, el terapeuta necesita

saber exactamente cuáles son estos problemas. Simplemente preguntar a los

pacientes o clientes que nombren o definan sus problemas - aunque siempre es

un requisito - no es usualmente suficiente. Muchas mujeres y hombres no

comprenden el funcionamiento de sus propios cuerpos, entienden mal o

malinterpretan sus síntomas o tienen expectativas poco prácticas. Por lo tanto:

A menos que el problema se pueda resolver fácilmente dando información o

elaborando en algunas sugerencias simples, un diagnostico detallado es

necesario.

El diagnostico procede normalmente en dos pasos:

Examen Físico

Las disfunciones sexuales pueden tener una variedad de causas, y es imposible

decir que causas, si físicas o psicosociales juegan un mayor papel. Los médicos

tienden a sobreestimar el papel de causas meramente físicas, mientras que los

psicoterapeutas sobreestiman la importancia de causas psicosociales. Muy a

menudo, ambos tipos de causas contribuyen al problema. En todo caso, es

siempre prudente - y más fácil enfocar primero en las posibles causas físicas.

75
Examen médico estándar

En caso de disfunciones sexuales que parecen requerir terapia, el primer paso a

tomarse es siempre un examen médico estándar completo. Es bien conocido

que muchos problemas sexuales son causados por condiciones médicas, tales

como infecciones de los órganos sexuales, daños circulatorios y problemas

vasculares causados por enfermedades como diabetes y muchas otras.

Además, las medicaciones usadas en el tratamiento de muchas enfermedades,

así como el uso de alcohol, tabaco y otras drogas pueden afectar seriamente

la respuesta sexual. Antes de que cualquier tratamiento psicológico o de

comportamiento pueda empezar, tales condiciones médicas se deben excluir.

Medicamentos y drogas

Una variedad de drogas legales e ilegales puede afectar la respuesta sexual

humana. Algunas pueden mejorar la respuesta, en algunos casos, pero la

mayoría tienen un efecto negativo, especialmente cuando se usan por períodos

de tiempo muy largos. El ejemplo clásico es el alcohol, este puede tener un

bienvenido efecto relajante al principio, pero entonces rápidamente lleven a

un deterioro. Como el portero en Shakespeare en " Macbeth " observo: "El beber

provoca el deseo, pero quita la ejecución." La tabla siguiente resume el efecto

de las drogas o medicamentos más comunes en la respuesta sexual. Por favor,

note, sin embargo: Que, en todo caso, el efecto depende mucho de la

enfermedad o de los problemas que se están tratando por la droga particular y

en la dosis que se está tomando.

76
Tabla: Drogas sus efectos en la respuesta sexual

Medicamento o droga Efecto en la respuesta sexual

Hormonas Puede ser útil en restaurar el equilibrio hormonal


(testosterona, estrógeno, la apropiado. Puede deteriora el funcionamiento
progesterona) sexual si hormonas predominantes en un sexo se
administran al otro sexo.
Los sedativos El uso crónico puede llevar a la pérdida de interés
(alcohol, los barbitúricos ) sexual y la habilidad para ejecutar
Sedativos no barbitúricos Lleve a la pérdida del interés sexual y habilidad
para ejecutar
Los estimulantes El uso inicial de dosis pequeñas puede mejorar la
( anfetaminas, la cocaína ) ejecución sexual. El uso crónico lleva a la pérdida
del interés sexual y la habilidad para ejecutar
La marihuana Deprime los niveles de testosterona en los
hombres. El uso crónico puede llevar a la pérdida
del interés sexual y el agrandamiento en los senos
de los hombres (ginecomastia)
Antidepresivos Pueden traer cierto mejoramiento en la
motivación sexual a medida que se levante la
depresión
Antiansiolíticos Pueden ayudar en pequeñas dosis, pero
Deterioran el funcionamiento sexual en dosis altas
Medicamentos antiúlcera Puede deteriorar algo el funcionamiento sexual

Antialérgicos Pueden causar fatiga y disminución en el Interés


(drogas antihistamínicas) sexual. El uso crónico puede llevar al deterioro de
la respuesta sexual
Antihipertensivos Pueden disminuir el interés sexual y la habilidad de
(bajan presión sanguínea ) ejecutar
Antibióticos Normalmente no tienen efecto en el interés o la
ejecución sexual
Nicotina El uso crónico puede llevar a problemas de
(tabaco) tumescencia (problemas de erección)
Ayudante de erección Puede ser útil para problemas de la tumescencia
(píldoras de potencia) (erección), pero puede tener efectos secundarios
indeseados en ciertos Individuos. No debe usarse
sin examen médico previo.

77
Medicamento o droga Efecto en la respuesta sexual

Antiandrógenos Reducen el interés y la capacidad sexual


("castración química")

Examen sexológico

Además de un examen médico estándar, muchos terapeutas usan un llamado

examen sexológico, con ello se explora la respuesta sexual. Si los terapeutas no

son médicos, usualmente piden la ayuda de un ginecólogo, pues este tipo de

examen es normalmente más importante en el caso de las mujeres. Mientras

que la mayor parte de los hombres saben de su propia respuesta sexual

bastante bien, muchas mujeres ignoran el funcionamiento de sus órganos

sexuales. El examen sexológico puede ayudar a los terapeutas a comprender

acerca de la respuesta sexual del consultante.

En mujeres

El examen sexológico es mayormente basado en la investigación del

ginecólogo americano Arnold H. Kegel. (1894-1981). En 1940, él desarrolló unos

ejercicios sencillos para ayudar a mujeres a controlar la incontinencia (micción

involuntaria). Sin embargo, pronto se encontró que estos ejercicios también

ayudaban a facilitar y fortalecer la respuesta sexual. Además, Kegel encontró

varias formas de medir la respuesta sexual en mujeres.

Procedimiento

El examen sexológico tiene el propósito de familiarizar a las mujeres con sus

propios órganos sexuales y su respuesta sexual. Por lo tanto, la mujer es

examinanda con un espejo de mano, permitiéndole a ella mirar sus órganos

sexuales mientras que el médico inicialmente busca adherencias clitorídeas.

Éstas pueden grandemente afectar el disfrute sexual y, si están presentes, deben

ser removidas.

78
Después, el médico palpará la vagina, insertando un dedo. El propósito de esto

es descubrir si la mujer es capaz de identificar y controlar sus músculos vaginales.

Arnold Kegel descubrió que existen dos áreas vaginales principales donde una

respuesta se puede esperar:

Si uno compara el área vaginal con la cara de un reloj siendo el ano las 6 y el

glande del clítoris las 12, las dos áreas están localizadas a la profundidad de dos

tercios de un dedo a las 4 y a las 8 respectivamente. En estas áreas la mujer

debe sentir respuesta.

La respuesta en estas dos áreas está relacionada con la firmeza de los músculos

rodeando la vagina.

Midiendo las respuestas vaginales

El tono muscular y la congestión de sangre pueden ser medidos dentro de la

vagina con la ayuda de varios instrumentos.

A. El Perineometor

La firmeza de los músculos vaginales puede ser evaluada por un instrumento

inventado por Dr. Kegel – el perineometro. Es básicamente un simple indicador

de presión que mide las contracciones de los músculos vaginales. Es también

usado como instrumento de retro alimentación para mujeres que necesitan

entrenar estos músculos.

79
B. Fotopletismógrafo vaginal

Este instrumento, cuando se inserta en la vagina, mide el grado de congestión

sanguínea, registrando el color de las paredes vaginales con una célula

fotoeléctrica.

C. Instrumento combinado (Fotopletismógrafo y el miógrafo)

Este instrumento puede medir excitación sexual simultáneamente registrando

congestión sanguínea al registrar el color y midiendo tono muscular registrando

los impulsos eléctricos del músculo.

En Hombres

En hombres, el examen sexológico es menos importante que en mujeres. Los

hombres usualmente entienden muy bien su propia respuesta sexual. Todavía,

durante el examen médico estándar, es útil prestar particular atención al pene,

los testículos y la próstata. Si no se encuentran problemas, esto debe ser

claramente comunicado por el médico, pues para muchos hombres tales

seguridades son útiles.

El Pletismógrafo penil

Los hombres que tienen problemas de tumescencia, dificultades de erección,

deben realizar una prueba especial de noche a fin de excluir causas físicas. Los

hombres saludables tienen erecciones durante el sueño regularmente en el

periodo llamado REM (Movimientos Oculares Rápidos). Obviamente, los

hombres que tengan estas erecciones nocturnas inconscientes, las causas físicas

pueden ser excluidos. Para la prueba de noche, el hombre se registra en un

laboratorio de sueño. Antes de que él se duerma, el llamado pletismógrafo penil

se anexa al pene donde registra los grados crecientes y decrecientes de la

tumescencia durante el sueño. Por la mañana, los resultados de la prueba se

pueden ver en un trazado. Si muestra las erecciones esperadas, no existe ningún

80
problema físico. Si no muestra ninguna erección o estas son débiles, puede existir

algún problema vascular, necesitando así más investigación y tratamiento

adicional.

Una entrevista detallada (“tomando una historia sexual”)

Técnica para entrevistar

A fin de ser exitoso, una entrevista de "historia sexual" debe seguir estas reglas:

A cada persona se le debe asegura confidencialidad absoluta. Esto se logra

usando un código al registrar las respuestas. Este puede ser una adaptación del

código irrompible de Kinsey o la invención propia del terapista. Nadie excepto

el terapista debe ser capaz de leer la historia sexual de una persona.

Cada persona se debe entrevistar separadamente. Aun cuando la entrevista es

en pareja, se deben separar con el propósito de tomar sus historias sexuales

individuales. De otra manera ellos pueden tratar de ocultar ciertas acciones y

sentimientos importantes del terapista y de su parejo/a.

Nada se debe asumir sobre la persona que está siendo entrevistada. Las

apariencias pueden engañar. Nunca presuponga que cierto comportamiento

sexual sea "normal" porque la persona parece "normal" o discreta. No se debe

omitir preguntas durante la entrevista.

El entrevistador debe adoptar una actitud neutral y generalmente apoyador.

Deben mantener su rostro sin expresión por cualquier cosa que oigan y

81
refrenarse de imponer su juicio moral. Esto significa que ellos también tienen que

controlar su propio lenguaje corporal y tener cuidado de no mostrar sorpresa o

reflejar aprobación o desaprobación con el tono de su voz, u otros gestos

voluntarios o involuntarios.

La entrevista debe empezar con temas generales no amenazantes. Debe

moverse entonces gradualmente a temas más íntimos. Esto ayuda a relajar a la

persona que está siendo entrevistada y establecer una relación de confianza

con el entrevistador.

La entrevista debe proceder en una manera espontánea y a un paso neutral.

Esta es la mejor forma para obtener resultados confiables. Interrumpir el flujo de

preguntas o disminuir la velocidad del interrogatorio deteriora demasiado la

concentración del participante e invita a digresiones y negaciones.

¿Cuáles son las preguntas?

Una historia sexual tiene que cubrir muchas áreas a fin de ser útil a ambos

terapista y cliente. Lo mínimo, debe incluir información detallada sobre los

siguientes temas:

Trasfondo personal (sexo, edad, el nivel de educación, empleo, la relación con

sus padres, hermanos y otros parientes, amigos, estado civil, paternidad,

compromiso religioso, valores morales, intereses, pasatiempos, deportes,

enfermedades o debilidades, medicaciones, uso de alcohol y de nicotina etc.)

Educación sexual (¿Qué información sexual han recibido cuando, de a quién y

bajo qué circunstancias?)

Masturbación, fantasías y sueños (¿Cuándo y con qué frecuencia?)

Experiencias sexuales con otros (¿Cuando, con a quién y con qué frecuencia?

¿Experiencias heterosexuales y homosexuales? ¿Sexo con parientes cercanos?)

El uso de contracepción (¿Si alguno cual y cuándo?)

82
Historia marital con cada matrimonio (Satisfacción sexual en el matrimonio)

Pareja actual (¿Desde cuándo? ¿Los planes para el futuro? Satisfacción sexual

en relación actual)

Sexo fuera del matrimonio (¿Con quién, ¿cuándo y con qué frecuencia?)

Actividad de sexo en grupo (¿Cuándo y con qué frecuencia bajo qué

circunstancias?)

Prostitución (¿Pagando o ser pagado? ¿Cuándo, donde, porque, y con qué

frecuencia?)

Respuestas eróticas (¿Cómo? ¿Hacia qué? ¿Cuando?)

Violencia sexual (¿Victima o perpetrador? ¿Con qué frecuencia? ¿Cuándo,

dónde, que, bajo qué circunstancias?)

Problemas sexuales y disfunciones ¿(¿Que, cuando, donde, con quién y bajo

qué circunstancias?)

Por otro lado, el desarrollar una historia sexual tiene un objetivo principal:

Para obtener una idea exacta del comportamiento sexual de la persona y sus

posibles problemas sexuales. Por lo tanto, las preguntas se deben frasear en

forma apropiada para la edad de la persona, la base étnica, y el nivel

educacional. Esto puede requerir que el entrevistador tenga que usar una jerga

o idioma de la calle o un lenguaje en particular. En todo caso, el uso específico

de los términos científicos o médicos se debe evitar, a menos que uno esté

tratando con un científico o profesional médico. Las preguntas también deben

ser fáciles de comprender, precisas e inequívocas. No deben ser demasiado

vagas, que invite a cualquier mal entendido o sugerir alguna respuesta

particular. Ejemplos:

En algunos casos es necesario examinar el trasfondo familiar, esto será exitoso

sólo si las preguntas son precisas.

83
Error: "¿Cómo era la relación con sus padres?" La respuesta a esta pregunta

podría ser: "bien." o” regular “, o " promedio."

Correcto: " ¿Cómo era la relación con su madre? " y " ¿Cómo era la relación

con su padre? “Las respuestas a estas dos preguntas pueden revelar que la

relación con la madre era buena, pero con el padre era muy mala, y esto puede

ser pertinente al caso.

Puede ser importante saber la frecuencia del coito marital, pero de nuevo, la

pregunta debe ser precisa.

Error; " en una semana, ¿Con qué frecuencia duerme con su esposa"? La

respuesta puede ser: "Siete veces por semana."

Correcto; "¿Con qué frecuencia por semana tiene coito con su esposa? “La

respuesta puede ser: "Dos veces". Las parejas de casados duermen

normalmente juntos todas las noches, pero no tienen siempre el coito todas las

noches.

Puede ser importante conocer sobre el contacto homosexual de un hombre,

pero no se aprenderá mucho si la pregunta implica un estereotipo.

Error; “¿Eres gay? “La respuesta puede ser: "No."

Correcto; " ¿Ha tenido alguna vez sexo con otro hombre? “La respuesta puede

ser: "Sí". Muchos hombres tienen sexo con otros hombres en una variedad de

circunstancias mientras que no se consideran homosexuales o gay.

Comparando historias sexuales

El comparar las dos historias sexuales de una pareja puede producir pistas

valiosas no solo sobre posibles causas de disfunciones sexuales, sino también

sobre el tratamiento más prometedor. Esto no quiere decir que el terapista debe

revelar tales pistas a la pareja. Todavía, en algunos casos puede ser útil alentar

que uno de los miembros de la pareja revele ciertas partes previamente ocultas

84
de su historia sexual al otro. Sin embargo, esto siempre debe ser la decisión

propia del cliente.

Tratamiento de las Disfunciones Sexuales

Carrobles (1985) a partir de sus trabajos y de los de otros autores (Annon, 1975;

Kaplan, 1974; Lo Piccolo y Lobitz, 1972; Masters y Johnson, 1970) desarrolla el

programa IPIT cuyas siglas corresponden a las áreas en las cuales interviene.

El programa está formado por un primer nivel de información (I) o educación

sexual, un segundo nivel de permiso (P) o cambio de actitudes negativas

respecto al sexo, un tercer nivel de indicaciones específicas (I), y un cuarto, y

último nivel de Terapia Intensiva (T). No siempre es necesario actuar sobre todos

los niveles; así, por ejemplo, a veces con una simple tarea de educación sexual

se puede resolver el problema (Carrobles, 1985).

El esquema general para todas las disfunciones sexuales, que luego se adaptará

para cada una de ellas en particular, es el siguiente:

Información o Educación Sexual. Se trata de informar a la pareja acerca de

diversos aspectos de la sexualidad humana: anatomía, psicofisiología sexual

(Carrobles, 1990; Masters y Johnson, 1966; Kolodny, Masters y Johnson, 1979;

Usandizaga, 1990), actividades sexuales (Beach y Ford, 1969; Comfort, 1972;

Masters y Johnson y Kolodny, 1982; Schnabl, 1979). Para ello se pueden utilizar

diapositivas, películas, revistas, libros… Se recomienda a los miembros de la

pareja que lean o vean el material juntos puesto que así además de la

adquisición de la información se estimula la comunicación y la posibilidad de

hablar entre sí acerca de temas que posiblemente les eran difíciles de abordar

de otra forma (Sierra, 1990).

Modificación de Actitudes Negativas. Los individuos con disfunciones sexuales

suelen presentar una serie de actitudes negativas y prejuicios con respecto a la

85
sexualidad que es necesario cambiar. Para realizar dicha tarea además de la

información se pueden usar técnicas cognitivas tales como la terapia racional

emotiva de Ellis o la detención del pensamiento. Hay individuos que consideran

el sexo como algo sucio, pecaminoso e inmoral, otros pueden considerar

determinadas actividades sexuales o caricias como perversas, o marcarse unas

metas demasiado altas con respecto a la actividad sexual. A la hora de cambiar

las actitudes el terapeuta debe aprovecharse del rol de “autoridad” con que le

percibe el paciente (Álvarez-Gayou, 1986).

Indicaciones específicas. En este apartado se agrupan una serie de técnicas

que se pueden clasificar en cuatro categorías diferentes:

Habilidades sexuales específicas. Son los ejercicios sexuales que se recomienda

poner en práctica a la pareja según el tipo de disfunción que presenten. Se

explicarán detalladamente al ver cada uno de los tratamientos en particular.

Técnicas para reducir la ansiedad asociada a la práctica sexual en estos

sujetos.

Entre éstas podemos destacar la desensibilización sistemática, la

desensibilización en vivo, la exposición en vivo, la fantasía y las experiencias

sexuales graduadas o focalización sensorial.

Entrenamiento en Habilidades Sociales y de Comunicación. A veces es

necesario entrenar a la pareja en la comunicación y la expresión de

sentimientos y deseos, tanto sexuales como no sexuales. Otras veces hay que

desarrollar el nivel de empatía en la pareja por medio de entrenamiento

asertivo, sobre todo en aquellas personas que no son capaces de decir no o de

expresar su disconformidad. Para mejorar la comunicación a nivel físico se

emplea la focalización sensorial de Masters y Johnson (1970) que consiste en un

intercambio de caricias. Se utiliza también el feedback durante la actividad

86
sexual.

Técnicas de modificación de la conducta. Existen múltiples técnicas propias de

la modificación de conducta que tienen cabida dentro de la terapia sexual:

autor registros, refuerzos positivos, moldeamiento, modelado, extinción,

condicionamiento clásico (Aprendizaje por Asociación), hipnosis, biofeedback,

tareas para la casa, contratos conductuales, etc.

Psicoterapia y Terapia Sexual

La psicoterapia consiste en una más intensa reeducación del sujeto a nivel

consciente y no consciente logrando ayudar al paciente a realizar la

rehabilitación total de las estructuras que están dañadas y a establecer

métodos para tratar los sentimientos que se originan en lo más profundo de su

personalidad.

Ya en el pasado había una demanda de terapia sexual, pero los tratamientos

eran largos y con mal pronóstico; además las disfunciones sexuales se

consideraban síntomas de otras psicopatologías más graves. Los trabajos de

Masters y Johnson (1970) y de Kaplan (1974, 1975) aumentan de forma notoria

esta demanda. Estos autores dan una nueva perspectiva a la terapia sexual. Los

tratamientos se hacen mucho más cortos – la Terapia Masterniana dura quince

días – y su eficacia puede llegar en muchos casos al 90%. Por otro lado, el

comportamiento sexual que estaba centrado en la reproducción y en el

matrimonio legítimo pasa a interesarse por la búsqueda del placer y de la

satisfacción sexual. Como consecuencia de esto la actividad sexual adquiere

un papel primordial, por lo que se empieza a dar importancia a la salud sexual

y a la capacidad de gozar. Por ello, empiezan a surgir especialistas para eliminar

en los sujetos que presentan disfunciones sexuales aquellos factores psicológicos

que pueden estar inhibiendo la respuesta sexual o interfiriendo en las relaciones

87
sexuales (Sierra, 1990).

Todo esto conlleva una nueva forma de actuar sobre las disfunciones sexuales;

es la denominada “nueva terapia sexual”, y a pesar de incluir a autores con

diversas formaciones está centrada en el tratamiento conductual (Carrobles,

1985). Este tipo de tratamiento va exigir un buen conocimiento y un buen

dominio de los principios y de las técnicas de la modificación de conducta por

parte del terapeuta (De las Heras, 1990).

Un modelo cognitivo-relacional de las disfunciones sexuales

Hasta la década de los años 70 del siglo XX los modelos teóricos más influyentes

en el campo sexológico fueron el psicodinámico (P.e. Kaplan, 1974) el

psicofisiológico (P.e. Masters y Johnson, 1970) y el conductual (P.e. Wolpe y

Lazarus, 1966). A medida que la psicología clínica y la psicología experimental

se volvían más cognitivas, los modelos terapéuticos en el campo sexológico

incorporaban el peso de las variables cognitivas como factor influyente en las

disfunciones sexuales (P.e. Ellis, 1960, 1975; Lazarus, 1980).

Actualmente en el campo de la modificación de conducta y la sexología se

considera que los factores cognitivos tienen una importancia capital en las

disfunciones sexuales (P.e., Carrobles, 1985; Lo Piccolo y Friedman, 1989; Wolfe y

Walen, 1990; Cottraux, 1990). Lo Piccolo y Friedman (1989) proponen un modelo

integrador de terapia sexual centrado en cuatro causas, interrelacionadas,

para explicar las disfunciones sexuales:

a) La historia de aprendizaje: Experiencias de la niñez y adolescencia (actitudes

y conductas negativas de los progenitores y otras figuras significativas hacia la

sexualidad), modelos o fuentes de información deficitarias, restrictivas o

inadecuadas.

88
b) Factores físicos: Presencia de enfermedades físicas (más de tipo crónica y

neurológica) y uso de drogas o medicamentos.

c) Factores de relación: Papel del síntoma en la relación global de la pareja. A

menudo el síntoma es visto solo como un elemento perturbador, pero también

suele tener un propósito útil en el mantenimiento de la estructura de la relación

de pareja (teoría de sistemas).

d) Factores cognitivos: Papel del nivel de conocimiento del individuo sobre la

sexualidad; y sobretodo de sus actitudes, creencias y pensamientos en la

disfunción sexual. La ansiedad de desempeño sexual (más frecuentes en los

hombres) deriva de la creencia irracional de "Debo de ser enormemente sexual

para ser un hombre de verdad" y la ansiedad femenina en la relación sexual

suele derivar de la creencia irracional de "Debo de satisfacer a mi compañero

para tener su aprobación".

Igualmente, Wolfe y Walen (1990) han cuestionado los modelos anteriores en el

campo de la modificación de conducta por estar excesivamente centrados en

el ciclo de la respuesta sexual (al igual que el DSM-IV) y en el entrenamiento de

habilidades conductuales-sexuales.

Estas autoras mantienen que la experiencia sexual positiva es el resultado de

algo más que una buena técnica sexual; los bloqueos emocionales derivados

de las cogniciones disfuncionales y su manejo suelen ser el principal foco de la

disfunción sexual.

También estas autoras plantean que las principales cogniciones implicadas en

las disfunciones sexuales son:

1) Errores perceptuales (distorsiones cognitivas) y

2) Errores evaluativos (creencias irracionales o supuestos personales

disfuncionales).

89
Con respecto a las distorsiones cognitivas, adoptando el listado de Beck (1979),

destacan:

1. Abstracción selectiva: "No veo tensión en mis músculos. Supongo que no estoy

excitado".

2. Inferencia arbitraria: "Mi compañero no me ha dicho que le ha gustado,

entonces es que no le ha gustado".

3. Sobre generalización: "No he conseguido una erección. Nunca lo lograré".

4. Polarización: "Si no tengo un orgasmo, entonces no soy un hombre de verdad".

Los errores evaluativos se suelen relacionar con las principales creencias

irracionales o supuestos disfuncionales y sus consecuencias de autoevaluación

negativa y dramatización de la situación-problema. Por ejemplo:

1. "Tengo que tener mucho éxito en mis relaciones sexuales. Tengo que lograr

tener una buena relación sexual. De lo contrario sería insoportable y yo no sería

un hombre/una mujer…de verdad".

2. "Tengo que conseguir la aprobación sexual de mi compañero/a; ya que de

lo contrario yo no podría soportarlo y no sería una persona con valor".

3. "No debería tener dificultades sexuales jamás. Si las tengo mi vida es horrorosa

y yo/o mi compañero soy/es detestable".

(Adaptaciones, a partir de Ellis, 1989).

90
Terapia de otras Psicopatologías

A veces el síntoma sexual está en relación o es consecuencia de otras

psicopatologías; en este caso es necesario intervenir sobre estos problemas

antes de tratar la disfunción sexual. El problema sexual puede ser consecuencia

de una relación de pareja marcadamente hostil o puede jugar un papel

importante en la estabilización del sistema conyugal (Kaplan, 1975); en este

caso es recomendable adicionalmente iniciar una terapia de pareja previa.

Otras veces la disfunción sexual está asociada a una depresión, a trastornos de

ansiedad, al uso de sustancias psicoactivas (adicciones), etc. Por lo tanto, es

necesario tratar estos problemas antes de iniciar la terapia sexual.

Carrobles considera como principios generales a tomar en consideración en

Terapia Sexual los siguientes:

Ambos miembros de la pareja son responsables en el desarrollo de la disfunción

sexual, por lo que el objetivo de la terapia es la conducta de ambos.

Antes de dar inicio a cualquier intervención, es necesario dar una educación

sexual adecuada (fase psicoeducativa), pues los pacientes suelen presentar

lagunas de información o actitudes y creencias negativas con respecto al sexo.

91
Aumento de la comunicación en la pareja y mejora de las relaciones.

En muchos casos hay que eliminar la ansiedad asociada a la interacción y a la

ejecución sexual.

Entrenamiento en conductas sexuales específicas.

Tratamiento de la Disfunción Eréctil

El objetivo primordial es eliminar la ansiedad que presenta el hombre ante la

actuación sexual por un miedo al fracaso e incrementar al mismo tiempo la

confianza en sí mismo a la hora de controlar la erección (Carrobles, 1985).

Es necesario aumentar los factores estimulantes y eliminar los que provoquen

ansiedad dentro del sistema sexual del paciente; por ello el tratamiento se debe

adaptar a cada paciente en particular. Al principio se prohíbe a la pareja el

acto sexual y el sujeto debe abandonarse a una estimulación erótica sin

exigencias para que de esta forma no esté sometido a la presión de una

demanda sexual: sólo se le permite el acto sexual una vez que tenga confianza

en sí mismo (Kaplan, 1974).

Programa de Tratamiento

1. Información a la pareja del origen psicológico del problema y de los factores

que lo están manteniendo. También se informa acerca de la responsabilidad

que tienen los dos en la solución del problema (Carrobles, 1985). Hay que

explicarles en qué consiste el mecanismo de erección (Carrobles, 1990; Masters

y Johnson 1970; Kolodny, Masters y Johnson, 1979; Usandizaga, 1990) y las

condiciones para que ésta se produzca.

2. Modificación de actitudes negativas y de prejuicios que puedan tener ambos

miembros de la pareja con respecto al sexo y la actividad sexual (Carrobles,

1985).

3. Entrenamiento en Habilidades Sociales y de comunicación que mejoren la

92
relación y la comunicación de la pareja a nivel físico afectivo. A nivel afectivo

se puede utilizar el entrenamiento asertivo. A nivel físico se utiliza la focalización

sensorial de Masters y Johnson (1970).

4. Programa de Habilidades Sexuales Específicas

Placer erótico sin erección.

Consecución y mantenimiento de la erección por medio de estimulación

manual y/u oral.

Orgasmo extravaginal.

Penetración sin orgasmo intravaginal

Coito normal

Durante los primeros días se prohíbe a la pareja el coito y la eyaculación. Se

deben limitar a las caricias mutuas sin exigencias – Focalización Sensorial -; luego

se debe pasar a la estimulación genital. Hay que explicarle a la pareja que no

espere una erección o que no se preocupe por si ésta aparece y desaparece.

Este ambiente de estimulación suave junto a la prohibición del coito y de la

consecución del orgasmo va a provocar con seguridad erecciones

espontáneas. Así, la pareja descubrirá que el aparato sexual masculino funciona

y que la erección se produce en condiciones de relajación y exentas de

ansiedad.

Tratamiento de la Eyaculación Precoz

1. información a la pareja del origen psicológico del problema y del papel que

juegan los dos en la resolución del mismo. Se les debe explicar el ciclo de la

respuesta sexual humana, en qué consiste exactamente la eyaculación y cuál

es la causa por la que el paciente no puede controlarla voluntariamente.

(Carrobles, 1990; Masters y Johnson 1970; Kaplan, 1989; Kolodny, Masters y

Johnson, 1979; Usandizaga, 1990).

93
2. Modificación de actitudes negativas que puedan tener los dos miembros de

la pareja con respecto al sexo. Los individuos con eyaculación precoz pueden

tener culpabilizado todo lo que respecta a la sexualidad (Kaplan, 1989; Sierra,

1990).

3. Entrenamiento en Habilidades Sociales y de comunicación a través de juegos

amorosos (Comfort, 1972), focalización sensorial (Masters y Johnson, 1970),

expresión de sentimientos y deseos (Caballo, 1991), etc.

4. Programa de Habilidades Sexuales específicas.

Mantenimiento de la erección sin eyacular por medio de la estimulación de la

compañera.

Coito sin exigencias

Coito normalizado

El primer paso es que el sujeto sea estimulado genitalmente por la compañera

y se concentre en las sensaciones que preceden al orgasmo. Para ello se

pueden utilizar dos técnicas: la parada-arranque de Semans adaptada por

Kaplan a la clínica y de la compresión de Masters y Johnson.

Tratamiento de la Eyaculación Retardada

El objetivo inicial del tratamiento es determinar los factores que están inhibiendo

la respuesta eyaculatoria del sujeto, y tratar de eliminar gradualmente las

contingencias aversivas que están manteniendo la imposibilidad de eyacular

intravaginalmente (Kaplan, 1974).

Este tratamiento está orientado para aquellos individuos que son capaces de

eyacular en alguna situación específica, usualmente mediante la

masturbación; los sujetos que no eyaculan en ninguna situación son los menos.

94
Programa de tratamiento

1. Información a la pareja acerca de la naturaleza psicológica del problema. Se

debe explicar el ciclo de la respuesta sexual y en qué consiste exactamente el

problema que presenta el paciente (Carrobles, 1990; Masters y Johnson 1970;

Kolodny, Masters y Johnson, 1979; Usandizaga, 1990). Asimismo, se debe implicar

a los dos miembros de la pareja en la terapia.

2. Cambio de las actitudes negativas con respecto al sexo si fuera necesario.

3. Entrenamiento en Habilidades Sociales y de comunicación: Focalización

sensorial (Masters y Johnson, 1970), feedback durante la actividad sexual,

comunicación de deseos y sentimientos (Caballo, 1991).

4. Entrenamiento en Habilidades sexuales

Los dos principios básicos que sigue la terapia de la eyaculación retardada son:

desensibilización en vivo a la eyaculación intravaginal y uso de fantasías por

parte del paciente para distraerse del control sobre la eyaculación (Kaplan,

1975).

Tratamiento de la disfunción orgásmica femenina

El objetivo fundamental es eliminar el control involuntario que la mujer tiene

sobre su reflejo orgásmico. Para ello debe aprender a centrar su atención sobre

las sensaciones previas al orgasmo y dejar que se desarrollen de una forma

natural hasta la consecución del mismo (Kaplan, 1974). La mujer aprenderá así

a desarrollar una respuesta natural que estaba inhibida.

Programa de Tratamiento

1. Información a la pareja acerca de la naturaleza psicológica del problema y

del papel de ambos en la terapia. Se debe explicar el ciclo de la respuesta

sexual humana e informar, especialmente a la mujer, acerca del orgasmo

(Carrobles, 1990; Masters y Johnson 1970; Kolodny, Masters y Johnson, 1979;

95
Usandizaga, 1990); se le debe describir en qué consiste, qué sensaciones se

experimentan y las diversas formas que existen para alcanzarlo (Britton y

Dumont, 1982; Comfort, 1972; Kline-Graber y Graber, 1981; Herman y Lo Piccolo,

1988; Ladas, Whipple y Perry, 1982). Puede darse el caso de que no haya tenido

ningún orgasmo por una simple falta de estimulación adecuada (Carrobles,

1985; Kaplan, 1975).

2. Eliminación de actitudes negativas y prejuicios en torno a la sexualidad en

general, y al orgasmo en particular, que suelen presentar estas mujeres

(Carrobles, 1985).

3. Entrenamiento en Habilidades Sociales y de Comunicación (Caballo, 1991).

4. Programa de Habilidades Sexuales. Habrá un programa de ejercicios

específicos para la disfunción orgásmica primaria y otro para la disfunción

orgásmica situacional (Kaplan, 1974).

Disfunción Orgásmica Primaria

Orgasmo a solas por medio de la masturbación

Orgasmo a través de la masturbación delante del compañero

Orgasmo en el coito

El objetivo que se persigue es que la mujer alcance su primer orgasmo; para ello

hay que eliminar los elementos inhibidores y maximizar la estimulación (Kaplan,

1974).

Disfunción Orgásmica Situacional

El caso más frecuente es la imposibilidad de alcanzar el orgasmo en el coito. El

orgasmo femenino se pone en marcha a partir de la estimulación sensorial de

la región que rodea al clítoris; desde un punto de vista mecánico el coito

provoca una estimulación muy deficiente de esta zona. Para Kaplan (1974) solo

alcanzarían el orgasmo coital aquellas mujeres con un umbral orgásmico bajo;

96
el resto necesitaría de estimulación adicional.

El programa de ejercicios sexuales es el siguiente:

Focalización sensorial no genital

Focalización sensorial genital

Maniobra del puente femenina

Antes de realizar el coito la pareja deberá poner en práctica los ejercicios de

focalización sensorial con el objetivo de que la mujer alcance un alto nivel de

excitación sexual (Masters y Johnson, 1970).

Tratamiento del Vaginismo

El objetivo fundamental es eliminar la contracción espástica involuntaria de los

músculos de la entrada de la vagina que se ha desarrollado como respuesta

condicionada a diferentes causas (Carrobles, 1985). Si la paciente presenta al

mismo tiempo una fobia a la penetración es necesario tratar ésta antes del

vaginismo mediante una desensibilización sistemática: la mujer se va

imaginando progresivamente en un estado de relajación la situación sexual que

teme (Kaplan, 1974; Turner, 1991).

Programa de Tratamiento

1. Información a la pareja acerca del carácter psicológico del problema y del

papel que debe desempeñar cada uno en la solución del problema. Se les

debe explicar en qué consiste concretamente el vaginismo (Carrobles, 1985;

Masters y Johnson, 1970; Masters y Johnson y Kolodny, 1982).

2. Eliminación de las actitudes negativas con respecto al sexo en general y al

problema en particular. La mujer puede tener muy culpabilizada su sexualidad.

El hombre puede considerar el problema como un invento de su mujer para

negarse a realizar el coito con él (Carrobles, 1985)

3. Entrenamiento de Habilidades Sociales y de comunicación a nivel físico y

97
afectivo (Caballo, 1991, Comfort, 1972; Masters y Johnson, 1970).

4. Programa de Habilidades Sexuales específicas.

Manipulación de la vagina por parte de la mujer

Manipulación de la vagina por parte del hombre

Coito

Tratamiento de la Inhibición del Deseo Sexual (IDS)

El ritmo actual de vida caracterizado por una constante y desesperada

búsqueda de éxito económico y social suele llevar a una disminución o pérdida

del apetito sexual. Este trastorno denominado inhibición del deseo sexual (IDS)

afecta especialmente a aquellos hombres y mujeres que viven por y para el

trabajo, en una constante lucha por mejorar su estatus socioeconómico

Técnicas de Biofeedback

El sujeto debe imaginar escenas sexuales o se le muestran fotografías o películas

y, aunque no tenga conciencia de que está experimentando determinadas

sensaciones, puede controlar mediante monitores visuales o acústicos las

respuestas que el aparato de biofeedback refleja (Sierra, 1990).

Adelantos en el tratamiento de los problemas sexuales

Aspectos terapéuticos generales

Inicialmente no debe olvidarse la búsqueda de cualquier condición orgánica

que pueda generar un problema sexual, que precisará un plan terapéutico

específico. En caso de precisar terapia sexual específica, se definen una serie

de características:

1. Evaluar y definir el problema sexual.

2. Situar el problema en el contexto del paciente.

3. Adopción de una actitud receptiva no limitando el enfoque del

trastorno.

98
4. Ofrecimiento de una información y educación sexual adecuada.

5. Responsabilizar a ambos miembros de la pareja en la terapia.

6. Fomentar el cambio de actitudes negativas.

7. Mejorar la comunicación y relación de la pareja en lo afectivo y sexual.

8. Reducir la ansiedad y ofrecer técnicas sexoterapéuticas específicas

mediante un programa secuencial de tareas u otras recomendaciones

según el trastorno.

En las técnicas de focalización sensorial, el foco de intervención terapéutica es

la corrección de las causas inmediatas y las barreras interpuestas contra la

vivencia de la sexualidad, no centrando la atención en la consecución de una

meta (orgasmo) sino sobre la vivencia de las sensaciones eróticas, organizando

el proceso terapéutico mediante la aplicación de técnicas de relajación,

actuación conjunta sobre la pareja y no sólo sobre el sujeto disfuncional,

instauración de un plan educativo y la oferta de tareas/consejos de

entrenamiento sensorial, específicos y progresivos.

Si la evaluación diagnóstica por el facultativo de Atención Primaria no es fácil

en muchas ocasiones, más compleja es la aplicación de medidas terapéuticas.

Se ha sugerido un modelo genérico de tratamiento basado en 4 fases:

(esquema PLISSIT: permisiveness, limited information, specific suggestions,

intensive therapy):

1. Educación (limited information): aportación de una información

precisa y específica sobre el trastorno que afecte el paciente, junto a

otras que se consideren relevantes (ciclo de la respuesta sexual,

anticonceptivos, fantasías, actividades sexuales, etc.).

2. Permiso (permisiveness) facilitando una actitud que permita («darles

permiso y tranquilidad») al paciente llevar a cabo su conducta sexual,

99
eliminando la carga negativa o culpabilizadora que pueda sufrir.

3. Indicaciones específicas (specific suggestions), donde se aportan

consejos, instrucciones e indicaciones muy concretas para el manejo de

la situación disfuncional.

4. Terapia sexual (intensive therapy): abordando problemas de carácter

complejo que requieren una intervención plural, más duradera en el

tiempo y con una adecuada aptitud del profesional.

Otras propuestas de tratamiento (Carrobles y Sanz, 1991) aportan la

terminología EPITEX (educación, permiso, indicaciones específicas y terapia

sexual).

Los resultados dependen del tipo y origen del problema disfuncional en los

trastornos sexuales por dolor, disfunción eréctil masculina y disfunción orgásmica

femenina se alcanzan resultados altamente positivos (80-95%), mientras que en

casos de disfunción orgásmica masculina por inhibición y eyaculación precoz el

éxito terapéutico es más moderado (40-80%), siendo los trastornos del deseo

sexual quienes alcanzan en general un peor pronóstico a largo plazo.

Disfunciones “Clásicas” - El modelo PLISSIT DE TERAPIA SEXUAL

(Permission, Limited information, Specific suggestions, Intensive Therapy)

Muchos años atrás, el psicólogo americano Jack Annon desarrolló un modelo

simple que ilustra el hecho de que la mayoría de los problemas sexuales no

necesitan un curso intensivo de terapia. Usó el acrónimo PLISSIT para cuatro

formas básicas de terapia sexual: Permiso, información limitada, sugerencias

específicas, y terapia intensiva (Jack Annon, "Tratamiento de comportamiento

de problemas sexuales", 1976).

100
Explicación del modelo PLISSIT

P representa el Permiso, ya que muchos problemas sexuales son causados por

ansiedad, sentido de culpa, o inhibiciones. Se establece que el terapista,

usando su autoridad profesional, simplemente " da permiso " para hacer lo que

el paciente está haciendo ya, esto puede aliviar mucho sufrimiento innecesario.

(Ejemplo: Sentido de culpa y ansiedad debido a la masturbación)

El próximo paso de intervención terapéutica es llamado LI o Información

Limitada. A menudo es suficiente dar a los pacientes información anatómica y

fisiológica correcta para rtaurar su función sexual. Es común que los pacientes

tengan nociones erróneas sobre el funcionamiento de sus propios cuerpos y así

se convierten en víctimas de expectativas poco realistas. En tales casos, algo de

información basada en hechos y educación son necesarias.

El próximo paso - SS, las Sugerencias Específicas, requiere recomendaciones

prácticas o ejercicios diseñados para cada caso individual. Muchos de los

ejercicios de intercambio de mutuo placer recomendados por Masters y

Johnson pertenecen a esta categoría.

El último paso - IT o la Terapia Intensiva, requiera una intervención a largo plazo

101
dirigidas hacia las causas subyacentes complejas. Annon esta convencido, sin

embargo, que estos casos son relativamente raros.

Así, el modelo PLISSIT representa un sistema terapéutico gradual y de tamizaje a

la vez, donde los casos fáciles se atrapan y eliminan primero, mientras que los

casos más difíciles se hunden al fondo consistentemente disminuyendo en

número. Así, el modelo pragmático y práctico de Annon es un recordatorio útil

para todos los terapistas y sus clientes de que no todo problema sexual requiere

del arsenal terapéutico entero.

Tratamiento del DSI

El tratamiento se debe orientar en forma individual hacia los factores que

pueden inhibir el interés sexual y con frecuencia pueden existir diversos factores.

Algunas parejas necesitarán trabajo de mejoramiento de la relación o terapia

de pareja antes de centrarse directamente en el incremento de la actividad

sexual. Algunas parejas necesitarán un poco de instrucción sobre el desarrollo

de destrezas en la resolución de conflictos y requerirán ayuda para resolver las

diferencias en aquellas áreas no relacionadas con el sexo.

El entrenamiento en la comunicación para hablar a nivel de sentimientos,

mostrar comprensión, resolver las diferencias de tal forma que refleje sensibilidad

y respeto por los sentimientos de ambas partes, aprender cómo expresar la ira

de manera constructiva y reservar el tiempo para las actividades de la pareja,

el afecto y hablar tienden a estimular el deseo sexual.

Muchas parejas también necesitarán concentrarse directamente en la relación

sexual, donde a través de la educación y las tareas de pareja puedan expandir

la variedad y el tiempo dedicados a la actividad sexual. Es posible que algunas

parejas necesiten concentrarse en las formas de poder acercarse sexualmente

102
a la otra persona de una manera más interesante y conveniente y en cómo

rehusar una invitación sexual de una forma suave y discreta.

Cuando los problemas en la excitación sexual o en la realización del acto sexual

son factores que disminuyen la libido, se deben tratar estas disfunciones sexuales

de manera directa.

Complicaciones

Cuando ambas personas presentan un bajo deseo sexual, el tema del nivel de

interés sexual no será problemático en la relación; sin embargo, el bajo deseo

sexual puede ser un barómetro de la salud emocional de la relación. En otros

casos en los que existe una relación excelente y amorosa, el bajo deseo sexual

puede hacer que una persona se sienta herida y rechazada de manera

repetida, lo que lleva finalmente a sentimientos de resentimiento y fomenta un

distanciamiento emocional final.

Para la mayoría de las parejas, el sexo es algo que estrecha los lazos de la

relación o se convierte en algo que separa la pareja en forma gradual. Cuando

una persona está menos interesada en el sexo que su pareja y tal problema se

ha convertido en una fuente de conflicto y desacuerdo, se recomienda buscar

ayuda profesional antes de que la relación se torne más tirante.

Prevención

Una buena forma de prevenir el deseo sexual inhibido es reservar tiempo para

la intimidad no sexual con la pareja, ya que las parejas que semanalmente

reservan tiempo para hablar, salir solos a alguna parte y sin los hijos, mantendrán

una relación más cercana y es más probable que sientan interés sexual.

Las parejas también deben separar el sexo del afecto, de tal manera que

ninguno sienta temor a ser cariñoso constantemente, temiendo que ello sea

interpretado como una invitación a tener un contacto sexual.

103
El hecho de leer libros, tomar cursos acerca de la comunicación de pareja o

leer libros sobre masajes también puede estimular los sentimientos de

acercamiento. Para algunas personas, la lectura de novelas o ver películas con

contenido sexual o romántico también les puede servir para estimular el deseo

sexual.

El reservar un "tiempo preferencial" de manera regular antes de sucumbir al

agotamiento, tanto para hablar como para la intimidad sexual, estimulará la

cercanía y el deseo sexual.

Novedades: Nuevo Tratamiento

Un estudio publicado en el Journal of Sex and Marital Therapy (2004) describe

que el antidepresivo Bupropion, utilizado en la adicción a la nicotina, puede ser

un efectivo tratamiento del deseo sexual hipoactivo en mujeres –una

deficiencia o ausencia de deseo sexual y de fantasías de mantener encuentros

sexuales–.

El deseo sexual hipoactivo (DSH) o deseo sexual inhibido afecta al menos a un

20% de las mujeres y hasta ahora, salvo las Terapias Sexuales, pocos recursos

medicamentosos han resultado eficaces.

Los investigadores reportaron que, un tercio de las mujeres respondieron al

tratamiento, con aumento en la excitación sexual, las fantasías sexuales y el

interés en mantener encuentros eróticos. De acuerdo con el investigador líder,

R. Taylor Segraves, M. D., Ph. D., profesor de psiquiatría en el Case Western

Reserve University School of Medicine and Chair of the Department of Psychiatry

at Metro Health Medical Center, la respuesta fue observada a las dos semanas

del tratamiento. Al final de las 8 semanas el índice de respuesta observaba un

aumento de la frecuencia de la actividad sexual, el doble de frecuencia en la

excitación sexual y más del doble de presencia de fantasías sexuales.

104
Al final del tratamiento casi el 40% reportaron sentirse satisfechas con su deseo

sexual.

El DSH se caracteriza por una combinación de factores que incluyen la

persistente disminución o ausencia de fantasías sexuales o de deseo por

mantener actividad sexual y puede afectar tanto a varones como a mujeres.

Bupropion fue bien tolerado y no hubo cambios significativos en los signos

clínicos vitales ni aumento de peso durante el estudio que se hizo con mujeres

no deprimidas. Sólo en un 5% de los casos se reportaron insomnio, temblores,

reacciones alérgicas cutáneas.

El clorhidrato de Bupropion está aprobado para el tratamiento de la depresión

y la adicción al tabaco y no produce disfunciones sexuales como otros

antidepresivos y se podría atribuir su efecto favorable en la fase del deseo, en

ambos sexos, a la acción sobre ciertos neurotransmisores como la Norepinefrina

y la dopamina.

Programa Terapéutico EPITEX

(Carrobles, 1981 – 1985)

Es un acrónimo formado con las letras iniciales de los elementos básicos que

incluye: Educación (E), Permiso (P), Indicaciones Técnicas (I) y Terapia Sexual

propiamente dicha (TEX).

Cada uno de estos elementos terapéuticos básicos incluye, por su parte, un

conjunto de técnicas específicas de intervención a utilizar según los casos para

la modificación en un sentido positivo de los mismos.

105
Fases, Principios y Técnicas Básicas en Terapia Sexual

Fases de la Terapia Técnicas terapéuticas básicas utilizadas

1. Condiciones - Reetiquetado del problema en términos racionales y no


terapéuticas negativos.
previas - Facilitar una explicación adecuada sobre el problema en
términos de sus posibles causas normalmente funcionales o
psicológicas.
- Asegurar la responsabilidad sobre el problema y su posible
solución por parte del individuo o la pareja.
- Crear estilos de vida constructivos.
2. Educación Y - Información y educación sexual
cambio de - Cambio de actitudes negativas a positivas
actitudes - Mejorar la comunicación y la relación entre la pareja a nivel
personal y a nivel sexual.
3. Indicaciones y - Reducir y eliminar la ansiedad ante la sexualidad y la relación
técnicas Sexuales sexual.
específicas - Terapia Sexual: Indicaciones y Técnicas Sexuales específicas
según los casos.
4. Terapia intensiva - Terapia Intensiva Psicosexual para problemas de: Identidad,
psicosexual orientación, roles, intimidad, rivalidad, etc.
- Tratamiento de otros problemas psicológicos u orgánicos
asociados.

106
De la teoría a la práctica

Con la finalidad de reforzar y consolidar el aprendizaje adquirido durante el

desarrollo de la Unidad II. Se sugiere lo siguiente:

Realice una investigación sobre los principales exponentes de la Terapia Sexual

contemporánea sus principales aportes a la comprensión y alivio de los

problemas sexuales presentes hoy en día.

Investigue las diferentes propuestas terapéuticas y con esta información

obtenida elabore cuadros comparativos en función a su eficacia y si existen

investigaciones que los respaldan.

107
Glosario de la Unidad 2

Consejo Psicológico

Es una relación entre dos personas una de ellas llamada Cliente y la otra a la

que se considera como experto en las relaciones humanas, es un tipo de

consulta para personas normales que están pasando por una situación de estrés

y que tiende a desarrollar sus potencialidades, se queda a un nivel racional y

consciente pero siempre tiene una connotación emocional.

Ejercicios de masturbación

Procedimiento para reducir la ansiedad asociada con la autoestimulación

genital y el orgasmo; implica una serie de ejercicios progresivos y específicos.

Focalización sensorial

Consiste en tareas semanales sobre un contacto corporal cada vez mayor. El

propósito de la técnica es volver a aprender a experimentar placer con el

contacto corporal y reducir la ansiedad ante dicha actuación.

La Maniobra del Puente

Es la combinación de la estimulación del clítoris y el coito, una técnica que

recibe el nombre de la maniobra del puente. La maniobra del puente consiste

básicamente en la estimulación del clítoris hasta el momento inmediatamente

anterior al orgasmo y dejar luego que los movimientos del coito pongan en

acción el reflejo del orgasmo

108
Orientación y el Consejo Sexológico

Proceso de comunicación que involucra a dos personas activamente y

considera las actitudes, sentimientos, creencias, valores y conflictos de ambas

partes relacionadas con un tema determinado.

Salud sexual

Según la Organización Mundial de la Salud, es “un estado físico, emocional,

mental y sexual de bienestar relacionado con la sexualidad”, Esta definición es

la que nos va a guiar en la discusión sobre varios problemas sexuales,

relativamente comunes, aquellos factores que frecuentemente contribuyen a

ellos, como también, la autoayuda y el enfoque de la terapia para tratar de

resolverlos.

Trastornos o desordenes del Deseo Sexual

Alude a “perteneciente o relativo al sexo” e “hipoactivo” (del latín activus) o

“inhibido” significa “reprimido o disminuido”.

Trastornos o desordenes del Orgasmo

Diversas dificultades sexuales que afectan específicamente la respuesta

orgásmica. Por un lado, algunas involucran total ausencia o poca frecuencia

de orgasmos, y por otro lado, involucran alcanzarlo muy rápido o muy lento; sin

dejar de considerar que fingir un orgasmo como problemático.

Técnica del apretón

Técnica básica de la terapia sexual y se utiliza frecuentemente en el tratamiento

de la eyaculación precoz. El procedimiento requiere que la compañera

estimule el pene erecto hasta el punto en el que el hombre experimente una

sensación que avisa de la inevitabilidad de la eyaculación. En este punto la

109
estimulación se interrumpe y la compañera aprieta justo debajo de la corona

del glande (de 15 a 30 segundos) y espera que se reduzca la activación.

110
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