Trastorno de Pánico
Trastorno de Pánico
Trastorno de Pánico
Un ataque de pánico es la aparición súbita de miedo o de malestar intenso que alcanza su máxima
ex- presión en minutos y durante este tiempo se producen al menos cuatro de los síntomas
siguientes: palpitaciones o aceleración de la frecuencia cardiaca, sudoración, temblor o sacudidas,
sensación de dificultad para respirar o asfixia, sensación de ahogo, dolor o molestias en el tórax,
náuseas o malestar abdominal, sensación de mareo, inestabilidad o desmayo, escalofríos o
sensación de calor, parestesias, desrealización o despersonalización, miedo a perder el control o a
volverse loco, y miedo a morir.
Para poder diagnosticar el trastorno, al menos a uno de los ataques le ha seguido un mes o bien
inquietud o preocupación continua sobre otros ataques de pánico o de sus consecuencias o un
cambio sobre la adaptación como evitar situaciones no familiares o evitar hacer ejercicio. Un hecho
importante a tener en cuenta es que el ataque, la aparición súbita, puede darse desde un estado de
calma o de ansiedad, por lo que no es necesario que la persona note un estado de ansiedad
específico antes de la aparición de la sintomatología.
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- Consumo de alcohol o abuso de medicación.
- Alta comorbilidad con otros trastornos tales como fobia social, trastorno obsesivo-compulsivo,
fobias específicas o trastorno de ansiedad generalizada.
Es el trastorno de ansiedad que genera más incapacidad y frecuentación de los servicios médicos,
aunque no se diagnostica correctamente en muchos casos y no suele recibir un tratamiento adecuado
en atención primaria lo que conlleva una elevada tasa de abandonos y recaídas.
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B. Al menos a uno de los ataques le ha seguido un mes (o más) de uno o los dos hechos
siguientes:
C. La alteración no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., una
droga, un medicamento) ni a otra afección médica (p. ej., hipertiroidismo, trastornos
cardiopulmonares).
D. La alteración no se explica mejor por otro trastorno mental (p. ej., los ataques de pánico no
se producen únicamente en respuesta a situaciones sociales temidas, como en el trastorno de
ansiedad social; en repuesta a objetos o situaciones fóbicas concretos, como en la fobia específica;
en respuesta a obsesiones, como en el trastorno obsesivo- compulsivo; en respuesta a recuerdos de
sucesos traumáticos, como en el trastorno de estrés postraumático; o en
respuesta a la separación de figuras de apego, como en el trastorno de ansiedad por separación).
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Tratamiento
Los tratamientos bien establecidos para el trastorno de pánico son los del grupo de Barlow y
los del grupo de Clark, que resumimos a continuación:
procedimientos comporta- mentales. Así pues, ambos tipos de intervención son realmente muy