Derecho Comercial

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Derecho comercial: títulos valores mercado de valor

Ulises Montoya Manfredi

De la garantía de los títulos valores:


formas de garantía
garantías personales
diferencias entre el aval y la fianza
conceptos del aval
Personas que pueden prestar el aval
el aval del aval y el co-aval
fianza
responsabilidad del fiador
normas aplicables a la fianza

Garantías reales
formas de garantía: la garantía tiene por finalidad otorgar una mayor seguridad al acreedor del
pago de la obligación, en caso de que el deudor no pueda cumplir con la obligación contraída.
la ley considera la posibilidad de respaldar el pago de las obligaciones contenidas en los títulos
valores mediante el otorgamiento de garantías, sean personales o reales, u otras formas de
financiamiento que permita la ley, inclusive por fideicomiso de garantía.
Estas garantías pueden ser cambiarias o extra cambiarias, las primeras son las que figuran en la
ley de títulos valores, tal como el aval y la fianza. las segundas no están incluidas en la legislación
cambiaria, y son aquellas que pueden utilizarse para garantizar el cumplimiento de cualquier
obligación cambiaria, como la carta fianza bancaria, depósito bancario, etcétera.
Entre las garantías extra cambiarias se distinguen las personales y las reales. en la primera el
sujeto pasivo es una persona natural o jurídica, la que queda obligada al pago en caso de
incumplimiento del deudor, respondiendo con su patrimonio en general. la garantía más
representativa en esta clase es la fianza. en cuanto a las garantías reales se encuentra la prenda,
la hipoteca, la anticresis, derecho de retención, las que revisten privilegios especiales a favor del
acreedor.
el artículo 56.2 establece como condición para que la garantía su respecto a favor de cualquier
tenedor, que se deje constancia de ello en el mismo título o registro respectivo.
de otro lado, la garantía puede otorgarse a favor del obligado principal, de cualquiera de los
endosantes, del emisor del título valor, en el caso que no se indique a favor de quien sea
otorgado está, el artículo 56. 3 se presume que ópera en respaldo del obligado principal.

se puede garantizar parte de la obligación, en este caso es necesario que se especifique el límite
o monto de la garantía, en caso contrario el artículo 52.3 se considera que garantiza todas las
obligaciones y el importe total que representa el título valor.
para la Constitución de garantías se debe observar las formalidades que señala la ley, habrá que
determinar si se trata de garantías de carácter real o personal.
en lo que se refiere a los valores representados por anotaciones en cuenta, La Constitución de
gravámenes y de embargo, así como el derecho de usufructo debe de inscribirse en la
correspondiente cuenta. la inscripción de la prenda equivale al desplazamiento posesorio del
título. Por otra parte la Constitución del gravamen es oponible a terceros desde que tiene lugar su
inscripción (artículo217, LMV).

Garantías personales
Entre las garantías personales se considera el aval y la fianza.
diferencias entre el aval y la fianza
por ser el aval una garantía de carácter personal guarda cierta semejanza con la fianza, pero no
puede identificarse con esta.
a.- mientras que la fianza pura y simple puede otorgarse en cualquier documento (artículo1871
del Código Civil), el aval es una obligación cambiaria y, por lo tanto, tiene que estamparse en el
título valor.
B.- por ser una obligación accesoria, la fianza es nula si la obligación principal lo es. en cambio, el
aval es una obligación directa que subsiste, aunque la obligación principal sea nula.
en la fianza subyacen los negocios extra cambiarios, el fiador se obliga frente al acreedor a
cumplir determinada prestación en garantía de una obligación ajena, en virtud de las relaciones
intersubjetivas que están precisadas en el documento que la contiene y está íntimamente ligado
por su carácter de accesoria edad en una obligación principal. el aval presenta un doble aspecto:
de un lado, es fundamentalmente una obligación accesoria, vinculada a una obligación principal;
de otro, es una obligación directa, autónoma y abstracta que contra el avalista para satisfacer el
importante del título.
por el contrario, la obligación del avalista es autónoma, independiente de la obligación
garantizada, salvo que ésta sea nula cambiariamente por falta de forma; en este caso lo
accesorio sigue la suerte de lo principal.
c.- el aval es una garantía objetiva, in rem, porque está referida al pago de un título valor, es decir
para asegurar la obligación de la persona garantizada contra cualquier eventualidad, salvo la
nulidad de forma del título, en tanto que la fianza es una garantía subjetiva, in personam, prestada
para asegurar el cumplimiento de la obligación por parte del deudor.
d.- en la fianza existe una sola obligación y dos deudores; en el aval hay dos obligaciones
autónomas y dos deudores, el avalista no asume la misma obligación del avalado, sino la misma
responsabilidad. Así, pues, la invalidez de la obligación garantizada (salvo cuando se deba a
defecto formal) no afecta la validez de la obligación del avalista.
e.-el avalista no asume obligación de tercero, aun cuando indique la persona a quien avala.
asume y toma a su cargo una obligación propia.
mientras que la fianza existe una obligación directa entre acreedor y fiador, y aunque se opere la
cesión del crédito el acreedor será siempre el mismo, in jure, aunque no in personam, resulta
desconocida, desde que la realización del acto se verifica precisamente con el fin de que pueda
ser aprovechada por una serie indefinida de acreedores posibles, todos los cuales son
jurídicamente distintos entre sí.
f.-el aval en tanto qué declaración cambiaria, es una declaración unilateral de voluntad. la fianza
es un negocio jurídico contractual;
g.-a diferencia del fiador, el avalista no goza del beneficio de excusión. sin embargo, el artículo 61
de la ley(infra N° 69) presume que para el caso de la fianza, la solidaridad y la renuncia el
beneficio de excusión, con lo que marca una diferencia con la fianza regida por el Código Civil.
el aval es una forma de garantía que se emplea con mucha frecuencia y que facilita vastas
operaciones de financiación, principalmente aquellas que originan la intervención de ciertos
organismos públicos o semipúblicos.
concepto de Aval
una declaración de voluntad en virtud de la cual una persona llamada” avalista” o” aval ante” se
obliga a pagar el título valor en el lugar y en el grado del obligado a quien garantiza, obligado que
recibe el nombre del" avalado”.
desde el punto de vista económico, el aval reviste importancia porque otorga al tenedor del
documento mayor certeza para el pago de las obligaciones, pues, al introducir un nuevo obligado
en la relación cartular, agrega el respaldo de un nuevo patrimonio que queda afecto a la
satisfacción del crédito contenido en el título valor. el documento se ve fortalecido y acrecentado
en cuanto a su negociabilidad.
el aval puede limitarse en cuanto al tiempo y en cuanto a la persona. lo que no puede limitarse es
la incondicionalidad y el carácter solidario de la obligación, porque ello desnaturalizaría el aval.
esta disposición concuerda con lo dispuesto en el artículo 11 de la ley, que prescribe la
solidaridad de todos los internos vinientes en el título valor, lo que faculta al tenedor a accionar
contra todos ellos, individual o conjuntamente, sin tener que observar el orden en que se
hubiesen obligado.
se trata de un caso de solidaridad pasiva es decir que toma en cuenta la posición del deudor, no
la del acreedor.
se trata de un negocio jurídico que reviste las siguientes características:
a.-es documental, porque se debe constar en el título valor o en la hoja que se adhiera a esta.
b.-es unilateral, porque basta la declaración del avalista.
c.-es abstracto, porque se ha desvinculado de la relación fundamental que media entre avalista y
avalado.
d.-es no recepticio, porque se hace a un sujeto indeterminado. se contrae en favor de quien
resulte acreedor cambiario en el momento del pago.
e.- es de garantía, por su finalidad de asegurar el pago del título por determinada persona.
f.- es autónomo, porque surte efectos por sí mismo independientemente de la obligación
documental originaria, sin que a su validez dependa de la validez sustancial de la obligación que
se garantiza, salvo que exista un vicio de forma.
estas notas están implícitamente contenidas en el artículo 57 de la ley.
puede otorgar el aval toda persona capaz de obligarse cambiaría mente
por ser una obligación autónoma, rige el pactum de non petendo, o sea, que el avalista no puede
oponer al tenedor del título las excepciones personales del avalado.
el avalista asume una obligación solidaria con los firmantes del título frente al tenedor de está
introduciéndose en la relación cambiaria en el lugar y el grado del respectivo avalado. por ello, el
poseedor del título no se ve obligado a proceder contra la persona que otorgó el aval, sino que
puede dirigirse directamente contra el avalado. en esta forma, los actos ejecutados contra el
avalado son eficaces contra el avalista. no es necesario, en consecuencia, aumentar en perjuicio
del tenedor del título las formalidades necesarias para conservar los derechos derivados de ella.
Igualmente, si el avance otorga por un obligado de regreso, el avalista queda obligado en su lugar
y puede ser requerido aún antes del respectivo avalado sin que pueda invocar el beneficio de
excusión.
la utilidad del avalista de poder hacer constar su posición en el nexo cambiario se limita a los
casos de aval prestados por un obligado de regreso, pues en tal supuesto se sustrae a la
obligación de responder por el obligado principal o por otro obligado de regreso precedente. en
cambio, cuando se presta aval por el obligado principal, el avalista responde no sólo por dicho
obligado sino también por los obligados de regreso y sus eventuales avalistas, si existieran.
personas que pueden prestar el aval
el aval puede ser otorgado por cualquiera de los que intervienen en la letra, excepto el aceptante,
o por tercero. en consecuencia, puede otorgar el aval: el girado, el librador, el endosante, u otro
avalista, o una persona distinta de estas, menos el aceptante(artículo 57), prohibición que se
explica por la nulidad de la garantía, pues el aceptante es el principal obligado al pago.
el tenedor del título tiene, en virtud de la aceptación, el derecho de accionar contra la misma
persona que otorga el aval. no hay inconvenientes para que el girado en el caso de la letra de
cambio que no ha sido materia de aceptación la aval en favor de cualquier obligado de regreso,
pues la ley menciona al “aceptante” como persona a quien se prohíbe prestar aval.
en cuanto al aval que presta el girador, puede ser:
1.- en favor del aceptante, caso en el cual el tenedor se beneficia con la presencia de un obligado
más respecto a la acción directa y, de otro lado, en caso de la caducidad de la acción de regreso,
el girador quedaría obligado por la acción directa como avalista del aceptante.
2.- en favor de un endosante o de otro avalista, caso en el cual el aval del girador no agrega
ninguna garantía a la obligación que le respecta en vía de regreso, a la que, en todo caso, queda
obligado.
3.-en favor de un avalista anterior, o sea lo que se llama el” aval del aval”, que excluye al
aceptante como avalista. el avalista de 1 o varios avalistas garantiza el pago frente a todos los
endosantes posteriores del avalado por el primer avalista.
el endosante puede prestar aval:
1.- en favor del aceptante, quedando en tal caso en condición de obligado directo además de la
obligación que le corresponde como endosante en vía de regreso.
2.-en favor del girado;y,
3.-en favor de otro endosante.
en estos últimos casos el aval es superfluo porque la acción contra el girador o los endosantes es
la de regreso y ella afecta al endosante avalista por su propia condición de endosante sin
necesidad del aval.
el aval otorgado por un tercero es la forma más frecuente de aval.
en cuanto a la forma, el aval debe constar en el anverso y reverso del título valor avalado,
expresarse con las palabras” aval” o” por aval” y debe ser firmado por el avalista(artículo 58.1). se
puede prescindir de esta cláusula cuando la garantía consiste en anverso del documento.
si se trata del aval que presten el girador o el girado no acepta ante esto último en el caso de letra
de cambio, deben firmar por segunda vez, también en el anverso de la letra.
si la letra se garantiza por actos separados no habría aval sino simple fianza. en tal caso puede
otorgarse por una o varias letras.
El aval del aval y co-aval
el aval a favor de una lista anterior,” aval de aval”, no está descartado en la fórmula de la ley
peruana, la cual sólo excluye al obligado principal de prestar esta garantía.
conviene distinguir esta figura del co aval, que es el aval otorgado por 1 o varios avalistas, para
garantizar a una misma persona. los co avalistas deben de considerarse como cofiadores
cambiarios y están obligados entre ellos por cuotas viriles.
el avalista de 1 o varios avalistas garantiza el pago frente a todos los endosantes posteriores del
avalado por el primer avalista.
el aval otorgado por 1/3 es la forma más frecuente que se presenta el aval. se entiende por
tercero la persona que no estuviera vinculada al título, es decir no figura en ella con anterioridad
al otorgamiento del aval. en este caso, el avalista puede garantizar a cualquiera de los obligados
en la relación cambiaria: girado, girador, aceptante, endosante, y también anteriores avalistas.
formalidades del aval
el aval está sujeto a determinados requisitos formales, en el artículo 58.
como el título valor debe contener todos los derechos y obligaciones que de él derivan, el aval
debe constar en el título valor o en la hoja de vida a ella. así lo exigen los principios de literalidad
e incorporación que gobiernan esta clase de documentos. de otro lado, por ser una garantía
objetiva, no podrían ejercitarse eficazmente los derechos de que ella era emergen sí no constaran
en el título.
el aval debe mencionar la persona del avalado, pero si falta esta indicación se considera otorgado
para garantizar al obligado principal, la presunción se justifica, la garantía que representa el aval
debe presumirse que se refiere a la obligación más amplia y que beneficia al mayor número de
personas.
la obligación del avalista no será válida cuando la obligación del avalado sea cambiaria mente
ineficaz por defecto de forma, tal como sería el caso del avalista del girador en el documento que,
por no contener alguno de los requisitos esenciales se establecen en el artículo 119 de la ley de
títulos valores, no valga como letra de cambio. el supuesto girador no tendrá obligación cambiaria
alguna y consecuentemente no existiera tampoco obligaciones cambiaría del avalista.
Siendo la obligación del avalista formalmente accesoria de la del avalado, sin embargo,
sustancialmente, es autónoma, independiente de la obligación del avalado o de las demás
contenidas en el título. Así, la obligación del avalista será válida aún en el caso de que la firma del
avalado sea falsa o cuando la obligación de éste se anula por tratarse de una persona incapaz.
por garantizar el aval el cumplimiento de una obligación cambiaria, debe otorgarse antes del
vencimiento del título o, cuando más, antes del protesto, para que surta efectos cambiarios. si se
otorga después, sólo podrá tener los efectos de una fianza ordinaria.
el artículo 58. 5 presume que en el caso que el avalista no indique su domicilio, se tendrá para el
ejercicio de las acciones derivadas del título valor el domicilio indicado por el avalado, de no
haberse indicado este último se considera el lugar de pago, según el artículo número
66(infraN°75).
El aval puede ser total o parcial en cuanto al monto de la obligación. aunque en la actual ley no
está mencionada en forma expresa, la posibilidad que el aval sea por una parte de la obligación,
como lo hacía el artículo 85 de la ley número 16587, el artículo 58.6 indica que si no se señala el
monto avalado, se presume que es por el monto total del título valor, con lo que se le está
admitiendo, si es que se menciona que el aval puede ser con referencia a una parte de la
obligación.
en cuanto a la duración del aval, es por todo el tiempo en que puede hacerse valer la acción
contra el avalado, o sea si se trata del aceptante, por todo el tiempo de duración de la acción
directa, y si es por el girado o endosante,. por el de la acción de regreso.
el avalista puede asumir la obligación en forma indefinida siempre y cuando conste de modo
expreso en el título mediante la cláusula” aval indefinido o aval permanente”, sin embargo, esta
no es necesaria en los títulos valores que contengan la cláusula de prórroga(infra núm67).
en cuanto a los medios de defensa que pueden hacer valer el avalista frente al tenedor del título,
no se admite que pueda oponer aquellos medios de defensa personal que el avalado pueda
oponer al tenedor, cómo serían aquellos referentes a la incapacidad del avalado o de su
representante, representación defectuosa o insuficiente etcétera.
responsabilidad del avalista
un aspecto en que el aval se separa de otras formas de garantía es en la consecuencia de la
nulidad del contrato principal, aspecto que trata el artículo número 59.1.
la regla general es que siendo la garantía de carácter accesorio de un contrato principal, la
nulidad de éste da lugar a la del contrato de garantía, debido a su razón de ser qué es afianzar
una obligación que se ha tornado inexistente.
esta situación no se presenta en el caso del aval, la aparente falta de lógica de este precepto, lo
que se debe de cara al carácter de incorporación de los títulos valores.
en cuanto a la duración de la garantía cambiaria, ella se mantiene por todo el tiempo en que
puede hacerse valer la acción contra el avalado, es decir, según se trate del aceptante, girador o
endosante. en el primer caso, por el tiempo que dura la acción directa; en los otros. por el tiempo
de duración de la acción de regreso.
en cuanto a los medios de defensa que pueden hacer valer el avalista frente al tenedor del título,
no se admite que pueda oponer a aquellos medios de defensa personal Que el avalado pueda
oponer al tenedor, cómo serían aquellos referentes a la incapacidad del avalado o de su
representante, representación defectuosa o insuficiente, etcétera.
el avalista puede asumir la obligación en forma indefinida siempre y cuando conste de modo
expreso en el título mediante la cláusula” aval indefinido o aval permanente”, sin embargo esta no
es necesaria en los títulos valores que contengan la cláusula prórroga (supra núm54).
subrogación de aval
el avalista que paga el título tiene los recursos que señala el artículo 60.1 de la ley.
de un lado, se subroga en los derechos resultantes del título contra de la persona a quien avaló y
contra aquellos que están obligados en favor de este.
se ha debatido si el avalista que paga tiene acción cambiaria entre su avalado. es indudable que
la tiene contra los obligados frente al avalista que satisface la obligación.
otro derecho también reconocido el avalista que paga es el de subrogarse en las garantías que
pueda tener dicho título. las garantías no pueden ser otras que las cambiarias, es decir, las
emergentes de las obligaciones asumidas por los suscriptores de la letra, que están obligados
frente al avalado.
si se trata de co-avalistas de la misma persona, ocurre igual que si se trata de varios giradores,
endosantes, etcétera. es decir, que no existe entre ellos acción cambiaria.
el avalista de 1 o varios avalistas garantiza el pago frente a todos los endosatarios posteriores al
avalado por el primer avalista.
si el segundo avalista paga, se subroga en los derechos del tenedor contra el primero.
se trata, de 1 de los efectos del aval, consiste en que el avalista queda obligado en los mismos
términos que el avalado. el avalista se introduce en la relación cambiaria en el lugar y grado del
respectivo avalado.
conviene reiterar que, según lo dispuesto por el artículo 60.1 de la ley, el avalista del girado
aceptante no adquiere derechos resultantes del título valor, es decir, derechos cambiarios, como
consecuencia del pago del título sino contra el propio avalado, pues el artículo 60.1 habla de”
derechos resultantes del título valor” y de los obligados” en virtud del título valor”.
en cambio, el avalista de un obligado de regreso adquiere derechos frente al girado aceptante,
como obligado principal, frente a su eventual avalista y también frente a los otros obligados de
regreso que proceden en la relación cambiaria a su avalado.
Así resulta de lo dispuesto en la segunda parte del mencionado precepto, cuando expresa que el
avalado que paga” se subroga en todas las garantías que otorgue tener dicho título valor”.
es indudable que el avalista que Acciona como subrogado en los derechos del tenedor debe
encontrarse en posesión del título valor, a menos que se trate de un pago parcial, en tal caso se
deberá tener en cuenta lo dispuesto en el artículo 65(infra núm74).
el artículo 60.2 contemplé la posibilidad que el avalista pague la obligación el día del vencimiento
o antes de que el título fuese protestado; sí el título está sujeto a protesto, o a formalidad
sustitutoria, no se requerirá ningún acto para ejercitar los derechos cambiarios que le
corresponda. el requisito que deberá cumplirse para tal efecto es que se deje constancia en el
mismo título, de la fecha de pago y el nombre del avalista que canceló la obligación.
La Corte Suprema ha resuelto que:
-la acción del avalista o fiador que pagó contra el aceptante o emitente del valor es una acción
cambiaria directa y no de regreso.
-el avalista de una letra de cambio carece de derecho para colaborar con su avalado el importe
del título, fundado en la ejecutoria Suprema que lo condena al pago; y que para que el avalista
puede ejercer el derecho de repetición contra el avalado tiene que haber cumplido previamente
con el pago de la obligación que garantiza, constituyendo el mismo título el recaudo
imprescindible para accionar contra el avalado, no pudiendo, de otro lado, confundirse la figura
del aval con la fianza civil.
la sala civil de la Corte Suprema de Justicia, a casado la sentencia de vista, expedida por la
primera sala civil de la Corte Superior de Justicia de lambayeque en base a que:
-el avalista de un título valor queda obligado De igual modo que el obligado principal esto es de
manera solidaria y no puede oponer al tenedor del título las excepciones personales de su
avalado, como establecen los artículos 10 y 85 de la ley de títulos valores.

la fianza
en lo que se refiere a la fianza, la que debe constar de un título valor tiene el carácter solidario,
salvo el pacto contrario; no gozando el fiador del beneficio de excusión aunque no se ha dejado
constancia de ello en el título en el respectivo registro valor representado por anotación en
cuenta.
responsabilidad del fiador
el carácter solidario de la fianza confiere mérito Ejecutivo contra su suscriptor, que la ley de la
materia señala respecto de los avalistas. la fianza común garantiza obligaciones no contenidas en
los títulos valores, la que no tiene mérito Ejecutivo al seguir la suerte de la obligación principal que
no tiene dicho mérito. tratándose de la fianza solidaria cuya finalidad es garantizar obligaciones
contenidas en títulos valores, para que la garantía tenga mérito Ejecutivo se requiere que esté
incorporado en el título valor. de esta forma, el documento que contiene la garantía tendrá fuerza
ejecutiva. en cuanto a la referencia del artículo 61.2, que tanto afianzado como fiador, quedan
sujetos en los mismos términos y en el mismo modo, a la acción cambiaria que derive del título
valor, puede presentarse la situación que la fianza se otorga a favor del obligado principal lo que
da el lugar en el caso de la falta de pago a la acción cambiaria directa(infra núm100) o puede ser
a favor de 1 de los endosantes presentándose en la situación antes señalada la acción cambiaria
de regreso(infra núm100).
a diferencia del aval que es una garantía objetiva, ya que compromete el pago, aunque la
obligación principal no sea válida, la fianza se considera como una garantía subjetiva, para su
eficacia es necesaria la validez de la obligación principal. mientras el aval como acto cambiario es
autónomo, la fianza permite al fiador valerse de todas las defensas y excepciones del deudor
afianzado.
considerando la naturaleza de la fianza el artículo 61.3 dispone que el fiador puede oponer al
tenedor del título valor los medios de defensa personales de su afianzado.
normas aplicables a la fianza
Por otra parte, las disposiciones concernientes al aval, según señala el artículo 62, son aplicables
a la fianza, siempre que no resulten incompatibles con su naturaleza(supra núm63 y ss).

garantías reales
La ley considera la posibilidad de respaldar pago de las obligaciones contenidas en los títulos
valores mediante el otorgamiento de garantías, sean personales o reales.
se establece como condición que la garantía surta efecto a favor de cualquier tenedor, que se
deje constancia de ello en el mismo título registro respectivo.
en lo que se refiere a las garantías reales, estas deben de guardar las formalidades establecidas
en la legislación sobre la materia para su Constitución. cuando dichas garantías aseguren el
cumplimiento de las obligaciones frente a cualquier tenedor, se debe señalar en el mismo título en
el respectivo registro, la existencia de tales garantías y las referencias de su inscripción registral.
el artículo 63.1 se refiere al cumplimiento de las formalidades y requisitos para la Constitución de
garantías reales, debiendo observarse aquellas que existen las respectivas disposiciones legales
para la Constitución de las mismas que respalden títulos valores, así como su señalamiento de su
existencia en el mismo título en el respectivo registro, cuando proceda la correspondiente ficha o
partida de acuerdo a la naturaleza del bien.
en el título valor se debe mencionar los bienes que garantizan la obligación.
para que la transferencia del título tenga la plena eficacia sin requerirse del a sentimiento del
obligado ni del constituyente de la garantía, debe señalarse en el mismo título o en el respectivo
registro, la existencia de tales garantías y en su caso las referencias de su inscripción registral,
según se da a entender en el artículo 63.2.

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