Taller Normatividad en Salud Con Enfoque de Género

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Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud.

Pregrado: Nutrición y Dietética.


Asignatura: Nutrición Materno Pediátrica I.
Docente: Ángela Patricia Gómez Pinzón.
Estudiantes: Daniela Sofía Garzón Sánchez y Juliana Herrera Caqueza.

Taller normatividad en salud con enfoque de género


1. Establezca una línea de tiempo en donde se evidencie el cambio legislativo y laboral que
se ha generado en pro de beneficiar el rol de la mujer en el entorno laboral, el embarazo y la
lactancia.

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2. Indique actualmente qué normatividad se encuentra vigente relacionando las


disposiciones que den cuenta de la protección a la mujer, el periodo de embarazo y el
estímulo a la lactancia materna.

● Ley 50 1990 introduce reformas al Código sustantivo del trabajo


● Código sustentativo de trabajo
● Artículo 236 Descanso remunerado en la época del parto
● Artículo 237 descanso remunerado en caso de aborto
● Artículo 238 descanso remunerado durante la lactancia
● Artículo 239 prohibición al despedir
● Artículo 240 permisos para despedir
● Artículo 241 nulidad del despido y conservación del puesto
● Artículo 242 trabajos prohibidos
● Artículo 243 incumplimiento
● Artículo 244 certificados médicos
● Artículo 245 sala cunas
● Artículo 246 cómputo del número de trabajadoras
● Artículo cómputo del número de trabajadoras
● Artículo 246-A Protección a la maternidad
● Constitución política de Colombia, artículo 43 protección especial a la mujer embargada y en
estado de lactancia
● Ley 1822 adecuada atención y cuidad en primera infancia
● Ley 1823 estrategia Salas Amigas de la Familia Lactante
● Ley 2114 Licencia de paternidad compartida
● Ley 2141estable el fuero de paternidad
● Ley 2306 promover protección de la lactancia saludable y primera infancia en espacios públicos
● Sentencias
● C-543 2010 derecho a gozar las ventajas que derivan la licencia de maternidad
● T-796 2013 alcance del derecho a la estabilidad laboral reforzada de las mujeres en estado de
gravidez
● SU-070 2013 fundamentos normativos de la protección laboral reforzada de mujer embarazada o
en estado de lactancia
● T-090 2016 derecho fundamental a la estabilidad laboral reforzada de mujer embarazada y
durante periodo de lactancia-protección constitucional especial.
● C-005 2017 estabilidad laboral reforzada a pareja de mujer embarazada o lactante no trabajadora,
protección del interés superior del recién nacido y del que está por nacer.
● C-139 2018 norma que incorpora al Código Sustantivo del Trabajo la prohibición de emplear a
las mujeres en trabajos que entrañen el empleo de la cerusa o sulfató de plomo
● SU-075 2018 derecho a la estabilidad laboral reforzada de mujer embarazada marco normativo
jurisprudencial
● C-118 2020 obligación de ciertas entidades y empresas para adecuar espacios en que funcionen
las salas amigas

3. Indague aproximadamente ¿cuántas mujeres en periodo fértil se encuentran laborando,


cuántas de ellas cuentan con un empleo formal, cuántas con empleos informales?
4. Revise la Encuesta Nacional de Demografía y Salud de 2015. Organice y analice la
información allí presentada en materia de seguridad, estabilidad y salud de la mujer y la infancia.

- ¿Cómo es la situación educativa de las mujeres?

R/ Según los resultados de la ENDS de 2015, se evidencia una tendencia preocupante en el país
durante los últimos 15 años, caracterizada por bajos niveles de conocimiento acerca del período
fértil de la mujer. En este contexto, se destaca que únicamente el 29.2 por ciento de todas las
mujeres reconocen que el período fértil ocurre entre dos ciclos menstruales del ciclo ovulatorio.
Paralelamente, el incremento en la prevalencia de la esterilización femenina en Colombia, que
constituye el método anticonceptivo más utilizado a nivel nacional (34.9%), revela disparidades
significativas según factores sociales, como el nivel educativo. Por ejemplo, el 44.6% de las
mujeres con educación primaria optan por este método. En este contexto, resulta crucial explorar
el grado de arrepentimiento y las motivaciones subyacentes que las mujeres manifiestan respecto
a la esterilización femenina.
Es importante resaltar que las mujeres en el quintil más bajo de riqueza y las que reportan ningún
nivel de educación formal están rezagadas, desde 20 puntos porcentuales o más, frente a los otros
niveles de educación y quintiles de riqueza. Estos grupos permanecen en situación de
vulnerabilidad frente al resto de la población. Esta brecha resalta la necesidad de implementar
estrategias específicas para garantizar el acceso a información y servicios de planificación
familiar en estos segmentos de la sociedad, con el objetivo de reducir las desigualdades y
fortalecer tanto el conocimiento y la salud reproductiva de todas las mujeres en el país por su
bienestar general.
La situación educativa de las mujeres muestra variaciones significativas en función del quintil de
riqueza al que pertenecen y de su edad. Sin embargo, en términos generales, resulta preocupante
observar que dicha situación presenta niveles bajos y ha experimentado una disminución a lo
largo del tiempo. Este patrón refleja la necesidad de abordar de manera específica las barreras
educativas que enfrentan las mujeres, considerando tanto las disparidades económicas como las
diferencias generacionales, para promover un acceso equitativo a la educación y fortalecer el
empoderamiento femenino en diversos contextos sociales.
- ¿Cómo es la situación laboral para las mujeres?

R/ La economía del trabajo se despliega en diversas facetas, abarcando desde el autocuidado


hasta la atención directa a otras personas y la creación de condiciones propicias para llevar a
cabo estas responsabilidades. Esta amplia categoría engloba actividades como la limpieza del
hogar, la adquisición y preparación de alimentos, así como la coordinación de horarios, traslados
a centros educativos, citas médicas y la supervisión del trabajo de cuidadoras remuneradas.

Un componente esencial de esta dinámica es el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado,


que refleja roles de género asignados social y culturalmente. La división sexual del trabajo, junto
con la percepción arraigada de que las mujeres poseen habilidades innatas y superiores en el
ámbito del cuidado, ha resultado en la asignación social de responsabilidades específicas a las
mujeres, como la higiene de niños, niñas y ancianos, la preparación de alimentos y la limpieza
del hogar.

En la variada realidad socioeconómica, los hogares y mujeres de diferentes estratos económicos


acceden de manera desigual a opciones para organizar el cuidado de sus seres queridos. Aquellas
con ingresos medios o altos pueden optar por servicios de cuidado en el mercado o contratar el
trabajo de otra mujer, como una empleada de casas particulares (Rodríguez, 2015).

Sin embargo, a pesar del aumento en la participación laboral de las mujeres, enfrentan desafíos
significativos para conciliar el trabajo remunerado con las responsabilidades de cuidado, debido
a disparidades en la dedicación entre madres y padres, así como a la falta de políticas adecuadas
(Batthyany, Genta & Perrotta, 2013).

En conclusión, la feminización del cuidado no solo perpetúa la desigualdad social y económica


basada en roles de género, sino que también posiciona a las mujeres y proveedoras de cuidado en
una posición subordinada y vulnerable económicamente. La dependencia económica y una
inserción menos ventajosa en el mercado laboral representan los costos asociados con el acto de
cuidar.

- ¿Cómo son los hogares dirigidos por mujeres?

R/ En relación al cuadro G.2.1, que proporciona detalles sobre los errores de muestreo para la
población total, y tras analizar las tablas correspondientes, se verifica que los errores estándar
son reducidos, lo que respalda la afirmación de que la muestra puede considerarse bastante
precisa.

Adicionalmente, se destaca que el 36.4% de los hogares son dirigidos por una mujer, siendo este
fenómeno más predominante en áreas urbanas que rurales. La frecuencia de hogares con una
mujer como jefa ha experimentado un aumento significativo en los últimos años, pasando de un
30.3% en 2005 a un 34% en 2010 y finalmente a un 36.4% en 2015.

Es relevante observar que cuando la madre es joven, suele recurrir a la ayuda de familiares y/o
amigos para la crianza de sus hijos, estableciendo así una red de apoyo. Datos adicionales
sugieren que estos hogares, aunque menos conflictivos, tienden a tener recursos económicos más
limitados en comparación con aquellos dirigidos por un hombre.

A pesar de algunos indicadores positivos, como una distribución equitativa del trabajo y de los
recursos, y un énfasis en gastos directamente productivos o destinados a fortalecer las
capacidades humanas de los miembros del hogar, se observan también desafíos particulares.
Hogares encabezados por mujeres pueden experimentar conflictos específicos, tales como
problemas de abandono en los hijos o la sobrecarga de tareas domésticas en las hijas. Estos
aspectos resaltan la necesidad de abordar de manera integral la situación de los hogares
encabezados por mujeres, considerando no solo los aspectos económicos, sino también los
sociales y emocionales.

- ¿Cómo usan y distribuyen el dinero las mujeres en sus hogares?

R/ Efectivamente, según los datos, un 5.6 por ciento de las mujeres indicaron que destinan la
totalidad de sus ingresos para cubrir los gastos del hogar. Por otro lado, un 9.8 por ciento
contribuye con más de la mitad de sus ingresos, mientras que un significativo 32.4 por ciento
aporta la mitad de su salario para los gastos del hogar. Asimismo, un 25.2 por ciento de las
mujeres expresó aportar menos de la mitad, un 18.9 por ciento contribuye con apenas una
fracción mínima, y un 8.1 por ciento opta por no aportar nada, destinando la totalidad de sus
ingresos al ahorro personal. Estos datos revelan una diversidad significativa en los patrones de
contribución financiera de las mujeres a los gastos del hogar.

- ¿Cómo se comporta la situación laboral y la afiliación a salud en las mujeres?

R/ La relación entre la situación laboral y la afiliación a la salud en las mujeres es muy estrecha,
y depende de diversos factores, incluyendo el tipo de empleo, las políticas manejadas en el
contrato y el nivel educativo de la persona. Como se mencionaba anteriormente las mujeres, han
tenido un menor campo de acción en el ámbito laboral en comparación a los hombres, por lo cual
su afiliación de salud estará regido por su ingreso económico. La ENDS demostró que el 45,7%
de las mujeres entre 13 y 49 años están afiliadas al régimen contributivo y el 46% al régimen
subsidiado; siendo estos unos valores muy positivos, ya que la afiliación a la salud protege a un
gran número de mujeres alrededor del territorio nacional y, permitiéndoles tener acceso a planes
de prevención de enfermedades y gestión efectiva de la salud.
- ¿Cómo es el comportamiento de las cifras de embarazo y maternidad en las mujeres de las
diferentes edades incluyendo las adolescentes?

R/ En la ENDS informan que mujeres embarazadas y en estado de maternidad de 13 a 49 años:

- En mujeres de 15-19 años de edad, incrementó el nivel de fecundidad entre los años 1990
y 2005
- En Colombia disminuyó el nivel de fecundidad, puesto que en 11967 había
aproximadamente 6.7 hijos e hijas por mujer y en 2010, 2.1 hijos e hijas por mujer.
- En el actual siglo, el ritmo de descenso de esta fecundidad continúa de manera más
pausada. En el año 2000, habían 2,6 hijos e hijas por mujer y en el 2015 2.0 hijos e hijas
por cada mujer.
- La zona geográfica en la que residen las mujeres gestantes afecta las tasas de fecundidad
en adolescentes ya que estos porcentajes son mayores en zonas rurales que en zonas
urbanas.

Tabla correspondiente a tasas de fecundidad por edad entre el año 2011 y 2015

En la anterior tabla se puede observar un aumento en esta tasa de fecundidad en la edad 20-24,
seguidas de la edad 25-29, y por último la edad de 15-19 años de la madre al nacimiento.
Por el contrario, la edad de la madre al nacimiento con menor tasa de fecundidad están las
mujeres de 45-49 años, seguidas de la edad 40-44 años y finalmente de 35-39, teniendo en cuenta
que el número de años anteriores a la cuenta en algunos casos no aplica o posee tasas truncadas
parcialmente.

- Analice las cifras allí expuestas de los indicadores en salud materna

R/ Durante el período de 2010 a 2015, la atención prenatal a nivel nacional para madres
gestantes alcanzó un 98%. Sin embargo, se evidencian disparidades significativas según el nivel
educativo y la situación socioeconómica. Las mujeres sin educación y aquellas en el quintil de
riqueza más bajo muestran la cobertura perinatal más baja.

Además, se observan diferencias en las visitas prenatales de control según la zona de residencia.
Mientras que el 92% de las mujeres en zonas urbanas obtuvieron cuatro visitas o más, en las
zonas rurales este porcentaje disminuyó al 83.7%, destacando la desventaja de las madres en
áreas rurales con recursos socioeconómicos limitados.

El 96.9% de los partos ocurrieron en instituciones de salud, pero un porcentaje restante tuvo
lugar fuera de estas, especialmente entre mujeres con seis o más hijos, baja educación y
pertenecientes al quintil de pobreza más bajo. Estas situaciones son más prevalentes en
departamentos con desarrollo bajo, como La Guajira, Chocó, Guainía y Amazonas.

En cuanto a complicaciones durante el parto, el 36.7% de las mujeres experimentaron alguna,


siendo más común en zonas rurales que urbanas, especialmente en casos de sangrado excesivo.

Finalmente en el periodo postnatal, el 77.5% de las mujeres recibieron atención. Los porcentajes
más altos se observaron en mujeres de 20 a 34 años (79.4%) y mayores de 35 años (81.4%),
mientras que los porcentajes más bajos fueron para menores de 20 años. Similar a la atención
prenatal, la atención postnatal es más baja en mujeres con bajo nivel educativo, en el quintil de
pobreza más bajo y en zonas rurales en comparación con las zonas urbanas. Estas disparidades
destacan la necesidad de abordar inequidades en la atención materna a nivel nacional.
5. De acuerdo con la información anterior, elabore un ensayo en donde evidencie el análisis
crítico de la situación demográfica y de salud de la mujer a nivel nacional para 2015, así mismo,
donde exponga su perspectiva frente a los cambios sociales, académicos, culturales y
económicos que han transcurrido a la fecha y cómo considera han modificado positiva o
negativamente la salud y bienestar materno infantil.

R/ Título: Transformaciones en la Salud Materno-Infantil: Un Análisis Crítico de 2015 a la


Actualidad.

Introducción:
La salud materno-infantil es un indicador crucial que refleja el bienestar de una sociedad y su
capacidad para proporcionar condiciones óptimas a las mujeres y los niños. En este ensayo, se
explorarán perspectivas como sociales, académicas, culturales y económicas y además, se
examinará cómo estas transformaciones han impactado positiva o negativamente la salud y
bienestar materno-infantil.

Situación Demográfica y de Salud en 2015:


En el año 2015, la situación demográfica y de salud de la mujer en el ámbito nacional presentaba
desafíos considerables. Datos de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS) de ese
año revelaban bajos niveles de conocimiento del período fértil de la mujer, así como disparidades
en el acceso a servicios de planificación familiar. Además, la prevalencia de la esterilización
femenina, aunque alta, mostraba diferencias notables según factores socioeconómicos.

La participación de las mujeres en el mercado laboral estaba en aumento, pero se enfrentaban a


dificultades para conciliar el trabajo remunerado con las responsabilidades de cuidado, como
evidencian estudios de Batthyany, Genta y Perrotta (2013) y la falta de políticas que abordaran
adecuadamente este desafío exacerbaba las tensiones entre el trabajo y las responsabilidades
domésticas.

Transformaciones Actuales:
Desde 2015 hasta la fecha actual, diversas transformaciones han marcado la sociedad, la
academia, la cultura y la economía. La conciencia creciente sobre la igualdad de género ha
llevado a cambios en las percepciones culturales sobre los roles de la mujer, fomentando la
participación femenina en sectores académicos y laborales. Sin embargo, estas mejoras no han
eliminado completamente las disparidades, y persisten desafíos en la equidad de género.

En el ámbito académico, se han desarrollado investigaciones más focalizadas en la salud


materno-infantil, generando conocimientos que pueden influir positivamente en políticas y
prácticas. La digitalización y la globalización han facilitado el acceso a información sobre salud,
lo que podría empoderar a las mujeres para tomar decisiones informadas sobre su bienestar.

A nivel económico, la participación de las mujeres en diversos sectores ha aumentado,


generando cambios en la dinámica familiar. Sin embargo, persisten inequidades salariales y la
presión sobre las mujeres para equilibrar el trabajo remunerado y el cuidado no remunerado.

Impacto en la Salud y Bienestar Materno-Infantil:

Aunque se ha avanzado en la equidad de género en diversos ámbitos, aún persisten brechas en el


acceso a la atención médica para mujeres embarazadas y niños. Las disparidades económicas y
geográficas impactan la capacidad de algunas mujeres para acceder a servicios de salud de
calidad. Los avances en tecnología y comunicación podrían desempeñar un papel fundamental en
superar estas barreras, brindando información y servicios de salud de manera más equitativa.
Así mismo, las desigualdades económicas persisten y pueden manifestarse en términos de acceso
desigual a servicios de atención médica de calidad, lo que impacta directamente en la salud
materno-infantil. Además, la presión para equilibrar las responsabilidades laborales y de cuidado
puede generar estrés en las mujeres, afectando su bienestar mental y, por ende, su capacidad para
proporcionar un entorno estable y saludable para sus hijos.

Estos cambios han influido en la salud materno-infantil de manera compleja. Por un lado, la
mayor conciencia y participación de las mujeres en ámbitos académicos y laborales podría
traducirse en decisiones más informadas sobre la planificación familiar y una mejora en la
atención prenatal.

Sin embargo, la persistencia de desigualdades económicas y de género podría seguir afectando


negativamente la salud materno-infantil. Las tensiones entre el trabajo remunerado y las
responsabilidades de cuidado podrían generar estrés y afectar la calidad de la atención prestada a
los niños.

Conclusiones:
El análisis detallado de las transformaciones sociales, académicas, culturales y económicas desde
2015 hasta la actualidad revela la complejidad de los factores que influyen en la salud y bienestar
materno-infantil. Si bien se han logrado avances, es esencial abordar de manera integral las
desigualdades persistentes y los desafíos emergentes. La formulación de políticas públicas que
consideren la interseccionalidad de estos factores y promuevan la equidad de género, el acceso a
la educación y la atención médica, así como la reducción de la carga de trabajo no remunerado,
es fundamental para garantizar un futuro más saludable y equitativo para las mujeres y sus hijos.
6. Si usted pudiera modificar la legislación nacional qué políticas implementaría con el fin de
proteger la salud materno infantil, sin olvidar la importancia de mantener la economía nacional.
Justifique

R/ La implementación de políticas legislativas que protejan la salud materno-infantil y, al mismo


tiempo, consideren la importancia de mantener la economía nacional requiere un enfoque
equilibrado y proactivo. Aquí se proponen algunas políticas que podrían contribuir a este
objetivo:

1. Licencias Parentales Remuneradas y Flexibles:


Garantizar licencias parentales remuneradas y flexibles permite a las madres y padres dedicar
tiempo esencial al cuidado de sus hijos sin sacrificar sus ingresos. Esto promueve una transición
más suave al regreso al trabajo y contribuye a la salud mental de los progenitores.

2. Acceso Universal a Atención Médica Materno-Infantil:


Implementar un sistema de atención médica accesible y de calidad para mujeres embarazadas y
niños garantiza un inicio saludable en la vida. Esto reduce las disparidades en la atención médica
y contribuye a la prevención de enfermedades a largo plazo.

3. Apoyo a Programas de Educación Sexual Integral:


Fomentar programas educativos integrales sobre salud sexual y reproductiva desde edades
tempranas empodera y ayuda a las personas para tomar decisiones informadas sobre la
planificación familiar y la prevención de enfermedades. Esto contribuye a reducir embarazos no
deseados y mejora la salud materna e infantil.

4. Incentivos Económicos para Empresas Amigables con la Familia:


Ofrecer incentivos fiscales a empresas que implementen políticas amigables con la familia, como
guarderías en el lugar, horarios flexibles y licencias parentales extendidas, no solo promueve la
conciliación laboral-familiar, sino que también puede aumentar la productividad y lealtad de los
empleados.

5. Programas de Apoyo Psicológico para Madres y Familias:


Ofrecer servicios de apoyo psicológico antes y después del parto puede ayudar a las mujeres a
hacer frente a las presiones emocionales asociadas con la maternidad. Esto puede tener un
impacto positivo en la salud mental y emocional de las madres, lo que a su vez beneficia el
desarrollo saludable de los niños.

6. Inversión en Infraestructura de Atención Materno-Infantil:


Destinar recursos significativos a la mejora de la infraestructura de atención materno-infantil,
como la construcción de centros de atención prenatal y postnatal, garantiza un acceso más
equitativo a servicios esenciales de salud, especialmente en áreas rurales o desfavorecidas y
aunque este se salga desvíe un poco del tema económico, es de vital importancia el
acompañamiento en estas primeras etapas.

7. Promoción de la Lactancia Materna y Alimentación Saludable:


Establecer políticas que fomenten y apoyen la lactancia materna, junto con la promoción de una
alimentación saludable para madres e hijos, contribuye a un desarrollo infantil óptimo y previene
enfermedades a largo plazo.

8. Programas de Formación Continua para Profesionales de la Salud:


Garantizar programas de formación continua para profesionales de la salud que se centren en las
últimas prácticas y avances en el cuidado materno-infantil asegura un estándar de atención
elevado y actualizado.

Al implementar estas políticas, se lograría un equilibrio entre la protección de la salud


materno-infantil y la consideración de factores económicos. Estas medidas no solo mejoran la
salud de la población, sino que también pueden generar un impacto positivo en la productividad
y la estabilidad económica a largo plazo.

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