Recorrido Histórico de Las Infancias

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Instituto Superior de Formación Docente

ISPE - “Domingo Faustino Sarmiento


Profesorado de Nivel Inicial
Unidad curricular: “Sujeto del Nivel Inicial I”

“Recorrido Histórico de las Infancias en Argentina”


Documento de Información
Elaborado por: Prof. Rocío Bonomo García

La Convención sobre los Derechos del Niño, sancionada en 1989 e incorporada a nuestra
Constitución a partir de la reforma de 1994, instala la Doctrina de la protección integral que
adopta lo que conocemos como paradigma de derechos, según el cual niños y jóvenes son sujetos
de plenos derechos. Se supera el paradigma tutelar, es decir, aquel que concebía a los niños como
seres incompletos, incapaces y, por tanto, objeto de tutela de los adultos. La Convención se aleja
del concepto tradicional de infancia. Hasta entonces, la Ley de Patronato consideraba a niños y
niñas seres “menores “ (así los denominaba) que requerían de la tutela de los adultos hasta que
alcanzaran la madurez y se formaran como seres completos". Desde esta concepción, facultaba al
juez, en ejercicio del Patronato del Estado, a suplir la Patria Potestad suspendida a los padres para
disponer del destino de los niños en “situación irregular”.

La “situación irregular” comprendía tanto a los niños que hubieran infringido la ley penal,
como a aquellos en situación de “abandono” o de “peligro moral o material” (categorías
altamente subjetivas altamente permeables a prejuicios). La intervención estatal, orientada por la
figura del Patronato y la doctrina de la situación irregular, centralizaba el poder de decisión en el
juez de “menores” dando lugar a medidas discrecionales que judicializaban y criminalizaban la
pobreza, pudiendo incluso determinar la separación del niño, niña o adolescente de su familia y la
internación en un instituto de menores.

Desde el nuevo paradigma, niños y jóvenes, lejos de verse privados de derechos por su
corta edad, son sujetos de doble protección: los amparan los mismos derechos que a todas las
personas, a la vez que otros instrumentos específicos que protegen a grupos vulnerables. Por este
motivo, los instrumentos de derechos humanos y las leyes existentes en nuestro país establecen la
obligación de los adultos en general, y de los docentes en particular, de velar por el cumplimiento
de los derechos de niños y jóvenes, e intervenir siempre que sean vulnerados.
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El Art. 3 de la Convención establece el principio del "Interés superior del niño". Según el
cual, ante situaciones de conflictos de derechos, siempre deberán prevalecer aquellos que
protegen a niños y jóvenes. “En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las
instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades
administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el
interés superior del niño”.

En 2005, el Congreso de nuestro país sanciona la Ley 26.061 de Protección Integral de los
Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes que, en su artículo 32, establece la creación del
Sistema de Promoción y Protección Integral : conformado por “todos aquellos organismos,
entidades y servicios que diseñan, planifican, coordinan, orientan, ejecutan y supervisan las
políticas públicas, de gestión estatal o privadas, en el ámbito nacional, provincial y municipal,
destinados a la promoción, prevención, asistencia, protección, resguardo y restablecimiento de los
derechos de las niñas, niños y adolescentes”.

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