Castillo Migración Internacional y Cambio
Castillo Migración Internacional y Cambio
Castillo Migración Internacional y Cambio
Resumen: En el marco de inicios de este si- Abstract: In the context of the beginning of
glo (2000-2010) y dentro del conjunto de los this century (2000-2010) and within the set
estudios migratorios, este artículo, mediante of migratory studies, this article, through eth-
datos etnográficos y entrevistas y tras abordar nographic data and interviews and after ad-
las causas de la migración chiapaneca a Esta- dressing the causes of Chiapas migration to the
dos Unidos, argumenta que acontecen cambios United States, argues that socio-cultural and
socioculturales y económicos derivados de la economic changes derived from migration in
migración en las localidades rurales de origen. the rural localities of origin. First, it describes
Primero, se describen la migración y el contexto the migration and the context in which it takes
en el que acontece, considerando los sujetos y place, considering the subjects and the social
los procesos sociales que intervienen. Posterior- processes that intervene. Subsequently, some
mente, se indagan algunas repercusiones de la repercussions of the migration in the localities
migración en las localidades de origen, abor- of origin are investigated, addressing the trans-
dando las transformaciones experimentadas por formations experienced by the diverse sectors of
los diversos sectores de la comunidad. the community.
Palabras clave: migración internacional, grupos indígenas, cambio social, localidades de origen,
Chiapas.
Key words: international migration, indigenous groups, social change, localities of origin, Chiapas.
E
n las ciencias sociales y la antropología en México hay un amplio
conjunto de estudios sobre las migraciones nacionales e interna-
cionales de indígenas mexicanos durante el siglo xx e inicios del
xxi. Este periplo abarca desde los pioneros trabajos de Manuel Gamio
sobre migrantes mexicanos en Estados Unidos a inicios de la década de
los años treinta (Gamio, 1931), pasando por las investigaciones sobre los
otomís que llegaban a la Ciudad de México en la década de los años
setenta (Arizpe, 1975), hasta los trabajos realizados durante las décadas
D. R. © 2017. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Sociales. Revista Mexicana de Sociología 79,
núm. 3 (julio-septiembre, 2017): 515-542. Ciudad de México. ISSN: 0188-2503/17/07903-03.
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que las entrevistas fueron semiestructuradas, con preguntas abiertas y acordadas con los
entrevistados. Asimismo, y en el contexto del trabajo de campo, las entrevistas se reali-
zaron tanto en las comunidades campesinas de origen como en la cabecera municipal y
se estructuraron de acuerdo con tres ejes temáticos principales: 1) descripción y génesis
de la migración; 2) caracterización y rasgos principales del proceso migratorio y perfil de
los migrantes; 3) repercusiones de la migración en los lugares de origen, distinguiendo
diversos niveles de impacto: individual, familiar, comunitario. Uno de los criterios clave
para elaborar los registros etnográficos y realizar las entrevistas fue tener como ámbito
de referencia la escala local de las comunidades de origen, dirigiéndose hacia sujetos
que hubieran tenido directamente experiencias migratorias y también con familiares di-
rectos de éstos —padres, madres, hermanos, esposas, etcétera— que hubieran padecido
de manera inmediata las repercusiones, los efectos y los beneficios de la migración desde
sus comunidades de origen.
3 Respecto a las investigaciones que indagan estos fenómenos sociales de movilidad
geográfica en esta zona de Chiapas, en 2009 se publicó la obra Sur, inicio de un camino.
Una mirada global de los derechos humanos en la Frontera Sur de México en su triple condición
A fines del siglo xx, Chiapas, entidad federativa con dos terceras partes
de su población viviendo y laborando en entornos campesino-rurales
(Villafuerte y García, 2006: 109)4 y con los indicadores más altos de
marginación social y pobreza a nivel nacional (Villafuerte y García, 2006:
115-117; pnud, 2010: 41-57),5 tenía muy poca actividad migratoria in-
ternacional: ocupaba el puesto número 27 en relación con el número
de remesas que recibía (Cruz y Barrios, 2009: 49). Todavía en 2000 la
situación no variaba mucho y presentaba un nivel migratorio muy bajo,
con un Índice de Intensidad Migratoria negativo de -1.24572 (Villafuerte
y García, 2006: 103) y con apenas 13.1 millones de dólares anuales en
remesas (Cruz y Barrios, 2009: 49).
No obstante, a partir de 2000 y hasta 2008 —año de la crisis global
relacionada con la debacle de la economía estadounidense—, el fenómeno
campo. Durante la última década del siglo pasado más de 90% de la población económi-
camente activa de las zonas rurales vivía en condiciones de pobreza y pobreza extrema
(Villafuerte y García, 2006: 116).
5 A inicios de 2010, Chiapas tenía el índice más acentuado de pobreza, la mayor
mortalidad infantil a nivel nacional y la esperanza de vida más baja del país (pnud,
2010: 55-57). Chiapas se ha caracterizado por una marcada precariedad —material y
social—, una desigualdad histórica y una exclusión estructural, particularmente dirigida
a los grupos étnicos y las zonas rurales.
7Por las características que presenta en relación con las actividades productivas
agrícolas, la organización socio-familiar, la estructura agraria y las prácticas culturales,
esta comunidad es representativa de la gran mayoría de localidades rurales de Las Mar-
garitas. A petición de los sujetos sociales entrevistados, los nombres de la comunidad y
sus pobladores fueron cambiados.
material debido a dos hechos: las reiteradas caídas de los precios de los
productos agrícolas destinados a la venta, y el creciente encarecimiento
de los productos básicos (Castillo, 2014). Respecto al primer punto, el
caso más acentuado es el fluctuante valor monetario del café, producto
que las comunidades destinan al intercambio económico; no obstante, en
menor medida, esto también acontece con el maíz, el frijol, el plátano y
otros cultivos, cuyos excedentes se orientan a la venta. Desde hace más
de una década se ha presentando una reducción del ingreso de recursos
económicos derivados del cultivo y la venta del café.
Paralelamente, hay un proceso de encarecimiento de los artículos
cotidianos indispensables. Las comunidades año tras año ganan menos
y los satisfactores materiales básicos cada vez cuestan más dinero. Frente
a este panorama de creciente pauperización, la migración internacional
se vuelve una de las estrategias a las que más recurren los campesinos
indígenas para obtener recursos monetarios (Harvey, 1995: 449-450).
Un hecho clave para entender el inicio y el incremento de la migración
chiapaneca a Estados Unidos a fines del siglo xx y principios del xxi, en
la que se encuentra Chiapas desde fines de la década de los años ochenta,
fue la crisis rural derivada de la caída de los precios internacionales del
café (Villafuerte y García, 2006: 102-130).
2) Además, en El Zacatal, como manifestación de lo acontecido en
las comunidades rurales de este municipio, cada vez disminuye la auto-
producción de objetos para la vida diaria de diversa índole: enseres del
hogar, ropa, alimentos, utensilios laborales y domésticos, etcétera. Las
condiciones para la reproducción sociomaterial de las comunidades ya no
pueden generarse desde los contextos locales de los poblados de origen.
En las localidades rurales hay una mayor dependencia de la cabecera
municipal y otras urbes para proveerse de los satisfactores indispensables
para el sostenimiento del grupo; gran parte de los artículos de la vida
diaria proceden del exterior, principalmente de Las Margaritas. Esto ha
sido posible por el crecimiento de las vías terrestres de comunicación,
como las carreteras, lo que ha estimulado una relación de mayor vincula-
ción entre las comunidades y el exterior urbano. En este contexto, hay un
proceso de acentuación de la desigualdad y la disparidad socioeconómica
de las comunidades respecto a entornos, grupos e instituciones foráneos.
Tanto en el decaimiento de la autoproducción de artículos básicos de
la vida en las comunidades como en la caída de los precios de los cultivos
mercantiles —el café— y el encarecimiento de satisfactores indispensa-
bles, el Estado —a nivel municipal, estatal y federal— no ha cumplido
con la función de ser un regulador que ordene la vida social y norme los
intercambios económicos entre campesinos, intermediarios y mercados
nacionales e internacionales, con miras a proteger a sus ciudadanos ru-
rales de la precarización de su existencia material. Por el contrario, el
Estado, a través de sus políticas neoliberales de libre mercado en el agro,
ha sido uno de los principales agentes que han contribuido al deterioro
de las economías de las comunidades campesinas indígenas, privilegiando
a otro tipo de grupos.
3) Finalmente, derivados del desarrollo de la industrialización capita-
lista, ciertos fenómenos ambientales han provocado efectos negativos en
la agricultura de la zona rural de Las Margaritas. El cambio climático y
el calentamiento global han jugado un papel fundamental en la prolife-
ración de plagas y la escasez o sobreabundancia de lluvias, propiciando
pérdidas considerables en la producción y cosechas de cultivos básicos
como maíz, frijol y café. No sólo los artículos de la vida diaria se han
encarecido, ahora las parcelas y los cafetales tienen cosechas disminuidas,
lo que representa menores recursos económicos y escasez de alimentos.
[La migración] empezó con gente [foránea] que ya había ido [a Estados
Unidos] y conocían caminos, pero luego gente de las comunidades empezó
a conocer el desierto y a pasar gente hasta llegar al norte [a Estados Uni-
dos]. Entonces ya fue como fue ampliándose, ya mucha gente salía. Ya había
gentes aquí conocidas que los llevaban, entonces ya no les ha costado mu-
cho buscarse un “coyote”. Al principio les costó mucho identificar a alguien
y darse a saber quién era el “coyote”, pero ahora ya como que mucha gente
de comunidades se sabe el camino y esa [gente] contrata y lleva [a otra]
gente. Entonces eso ya ha hecho que mucha gente en comunidades pues se
vaya, porque tienen muy fácil encontrarse un “coyote” por ahí, de las mis-
mas comunidades. Y allá [en Estados Unidos] pues igual, hay mucha gente
de las comunidades, hay mucha gente conocida, amigos, familiares, ya hay
gente que los acomoda y los espera, ya para estar allá y buscarse un trabajo,
pues ya no es difícil (entrevista con don Isaac, 15 de diciembre de 2010).
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Don Isaac ha fungido a lo largo de las dos últimas décadas como autoridad agraria
y miembro del comisariado ejidal. Tiene hijos que migraron a Estados Unidos y trabaja-
ron en diversas ocupaciones, desde jornaleros en la agricultura del suroeste norteameri-
cano —realizando diversas labores del ciclo agrícola: riego, limpia, cosecha, etcétera—
hasta prestadores de servicios en pequeñas ciudades de California.
En este tenor, según Durand y Massey, “para los primeros migrantes hacia
un nuevo destino y sin lazos sociales a los cuales recurrir, la migración es
costosa” (2009: 32), pero conforme se establecen y fortalecen “las redes
migratorias” (2009: 31) y se consolidan los grupos de familiares y cono-
cidos en los lugares de destino, “los costos potenciales de la migración
se reducen sustancialmente para los amigos y parientes que se quedaron
atrás” (2009: 32). Esto es factible, entre otros procesos, porque “cada nue-
vo inmigrante forma un grupo de personas con lazos sociales en el lugar
de destino” (Ibid.), lo cual hace más fáciles y menos onerosas la llegada
y la inserción social y laboral de los próximos migrantes. Respecto de
la manera en que la migración se incrementa y se vuelve menos costosa
con el establecimiento de redes sólidas y articuladas —entre el lugar
de origen, el cruce y el sitio de destino—, don Pedro, quien además de
haber desempeñado diversos cargos civiles y religiosos en la localidad
en los últimos años, tiene sobrinos e hijos que han migrado al suroeste
de Estados Unidos para trabajar en la agricultura mercantil, comenta:
[Los jóvenes de las primeras comunidades que migraron] ellos van y vienen
[de Las Margaritas a Estados Unidos], esas comunidades ya han encontrado
un camino, ya como que si fuera de aquí a Las Margaritas [la cabecera mu-
nicipal], ya lo tienen muy cerca. Entonces van y vienen, trabajan un tiempo
aquí y luego se van otra vez para allá, como que le encontraron el camino
de estar trabajando afuera. […] Pero ahorita como mucha gente de comu-
nidades hay allá [en Estados Unidos], entonces pues yo creo que ya es más
fácil (entrevista con don Pedro, 17 de diciembre de 2010).
Para los mayores, la migración connota un embate a los valores del “bien
común” asociados con la comunidad y una sobreestimación del “individuo”
en oposición a lo “colectivo”; además supone la inserción de prácticas nue-
vas —uso de dispositivos electrónicos: celulares, reproductores de discos
compactos y dvd, modulares de sonido, televisores—, formas distintas de
relacionarse con la comunidad —y sus miembros— y el resurgimiento
de actividades —“vicios”— que propiciaban tensiones y problemas co-
munitarios. Don Jacinto, quien tiene entre sus sobrinos a varios jóvenes
hombres casados y solteros que han sido migrantes en años recientes,
narra el regreso del campesino ausente como desencuentro y tensión:
Y cuando [los jóvenes migrantes] vienen [de regreso], ya vienen con otros
vicios, vienen ya con el vicio del alcohol o de plano vienen drogadictos. Y
los vicios, eso les cuesta mucho. Algunos no los dejan, algunos lo siguen ma-
nejando. Y [regresan] hablando diferente, tratando mal a los demás [miem-
bros de la comunidad], ya no hay respeto. Entonces todo eso ya se ve difícil,
volver a relacionarse, algunos ya no se relacionan, no se les puede cambiar
el modo (entrevista con don Jacinto, 18 de diciembre de 2010).
Los problemas que muchas veces surgen en las comunidades con el que
está ausente [el joven migrante] es muchas veces el cumplimiento del deber
en cuanto a los trabajos generales, que muchas veces no se quieren cubrir
o el que queda responsable [por el trabajo comunitario del migrante] ya
no puede, ya no consigue cómo cubrir el turno del otro, eso es como las
desventajas que se generan en cuanto al cumplimiento del deber en la co-
munidad [...]. Ésa es otra de las desventajas [de la migración], que se rompe
mucho, se rompe mucho la unidad, porque uno menos [el migrante ausen-
te], menos fuerza, y cuando estamos todos, pues se ve más fácil el trabajo
(entrevista con don Bernardo, 14 de diciembre de 2010).
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