Objetivos de La Educacion de Adultos
Objetivos de La Educacion de Adultos
Objetivos de La Educacion de Adultos
TEMAS DE ANDRAGOGÍA
OBJETIVOS DE LA EDUCACIÓN DE
ADULTOS
ÁNGEL G. ALVARADO
Compilador y editor
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OBJETIVOS DE LA EDUCACION DE ADULTOS
I. Introducción
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aprecie en su justo valor las cuestiones políticas, artísticas, literarias,
sociales o filosóficas, por cuanto en ellos está ausente la experiencia o la
capacidad de entendimiento para analizar estos problemas.
De ahí, que la función de la educación de adulto en nuestra sociedad,
caracterizada por el cambio acelerado y el desarrollo tecnológico y
científico, se orienta a ayudar al hombre a comprender el mundo que le
rodea, a dar solución adecuada a sus problemas, a integrarse y participar
responsablemente en la solución de los problemas que afectan su
comunidad.
No se trata solamente de emplear la educación de adultos para fines de
nivelación cultural, como sería el caso de las sociedades humanas que aún
permanecen marginadas de los bienes culturales y en franco estado de
retraso, ni tampoco para adiestrar al hombre con miras a hacer de él un
engranaje más del proceso productor, sino para promover los cambios
necesarios en su conducta que le permitan auto apreciar sus posibilidades
para realizar con su mayor eficacia sus aspiraciones. Es decir, que cuando
hablamos de educación de adultos hay que situarla en el plano de una
acción dirigida al perfeccionamiento de la cultura, su nivel profesional y
sobre todo en funcionamiento del hombre, sea cual fuere su grado de la
actividad humana como decididora del destino colectivo de la sociedad en
que vive. Puede suceder que un hombre analfabeto o una sociedad
analfabeta, como es el caso de muchos países en proceso de desarrollo,
necesita de audaces programas de educación de adultos para poder
impulsar con eficacia planes de desarrollo, necesita de audaces programas
de educación de adultos para poder impulsar con eficacia planes de
desarrollo económico que ofrezcan mejores perspectivas de bienestar;
pero también es posible, como sucede en países altamente desarrollados,
en que la sociedad ha llegado a niveles superiores en la cultura, ciencia y
técnica, que necesiten también de audaces programas de educación de
adultos para estimular, por ejemplo, la comprensión internacional o para
suministrarle las habilidades necesarias que hagan posible la adaptación
del hombre al cambio acelerado o al desarrollo científico y tecnológico.
Preparar al hombre para la vida familiar, convivencia democrática,
utilización adecuada del tiempo libre, la apreciación de los valores
estéticos, en fin, en cosas que no son exactamente adquisición de
conocimientos o destrezas, pero que van a enriquecer los contenidos
espirituales de la humanidad, es propio de la educación de adultos.
Podríamos hablar de objetivos universales de la educación de adultos,
independientemente del grado de desarrollo de los pueblos. Principios
aplicables al género humano acorde al grado de experiencias adquirida. O
sea, los objetivos generales de la educación de los adultos constituyen
aspiraciones dentro del concepto de hacer útil al hombre en función
generales de la educación de adultos constituyen aspiraciones dentro del
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concepto de hacer útil al hombre en función de su propio progreso y el de
su comunidad. Si aceptamos que en cada humano existe, potencialmente,
una fuente de energía espiritual con mayor o menor intensidad y amplitud,
orientarlas, dinamizarlas y perfeccionarlas en forma constructiva es
misión fundamental de la educación de adultos. Este objetivo general de
hacer al hombre más útil para su propio beneficio y, por ende, para el
progreso de la sociedad es ajeno a las circunstancias históricas, sociales
o económicas que viva una sociedad determinada.
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Así el proceso de autorrealización abarcaría las áreas de lo cultural, de lo
profesional y de lo social.
El proceso culturizador de la educación de adultos incluye la enseñanza
de los medios simples de comunicación, tales como el aprendizaje de la
lectura y escritura hasta la adquisición o perfeccionamiento de los más
elevados contenidos filosóficos, científicos y tecnológicos. Asimismo, la
educación de adultos ayuda a orientar o a reorientar al hombre en su vida
profesional, ofreciéndole las oportunidades para su formación,
entrenamiento o perfeccionamiento en cualquier área ocupacional de la
producción y de los servicios y, por último, la acción social de la educación
de adultos entraña, la elevación humana del hombre como componente
de la sociedad, estimulando el mejoramiento social en general y
procurando crear, en hombres y mujeres, conciencia de sus
responsabilidades individuales y comunitarias, engendrando hábitos hacia
el trabajo, espíritu de colaboración, hábitos higiénicos personales,
estimulando interés hacia la lectura, la apreciación artística y enseñando
a la gente a hacer uso adecuado del tiempo libre.
Esta variada gama de oportunidades que ofrece la educación de adultos
hace posible que el proceso de autorrealización en el hombre, le dé
seguridad espiritual para afrontar las diarias tareas de la vida y
enfrentarse preparado a los problemas que surgen en su comunidad.
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naciones son consecuencia directa de la falta de una educación dirigida a
robustecer la comprensión recíproca entre las gentes.
Es deber de la educación de adultos promover continuamente la amistad
entre los hombres y entre los pueblos, desarrollar los sentimientos de
humanidad y simpatía enseñando al hombre a controlar sus emociones y
a manejar sus relaciones para que pueda convivir satisfactoriamente,
como lo demanda su cultura y su grado de madurez psicobiológica.
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el ejercicio de una sana ciudadanía, el hombre tenga la preparación
necesaria para comprender los problemas políticos y pueda ejercer a
plenitud sus derechos. Quizás uno de los grandes inconvenientes con que
tropieza la estabilidad democrática de muchos pueblos tenga sus raíces
en la ausencia de los grandes sectores de población, de comprensión hacia
las normas que regulan la organización democrática del estado; así la
educación de adultos tiene la responsabilidad de orientar al hombre para
el ejercicio de una vida cívica rica en proyecciones que le permita influir
de manera positiva en la solución de los problemas políticos, económicos
y sociales que la gente confronta hoy en día dondequiera. Es necesario
enseñar a la gente enseñar a la gente a pensar con libertad, sin perjuicios
y sin temores, a vivir libre y dignamente, a estimular la reflexión para que
pueda participar responsablemente en las grandes decisiones.
En resumen: los objetivos de la educación de adultos abarcan al ser
humano como individuo, al ser humano como ser social, al ser humano
como productor y al ser humano como ciudadano. Educarlo para que sea
útil y mejor cada día en estas áreas de la actividad humana es el
compromiso apremiante que tiene la educación de adultos en la sociedad
humana.
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3. Todo hombre y toda mujer deberían tener la posibilidad de desarrollar
al máximo los diversos aspectos de su personalidad. Para ello es preciso
que cada uno tenga el derecho de participar. Para ello es preciso que cada
uno tenga el derecho de participar en todas las formas de vida cultural de
la sociedad a que pertenece. También es preciso que la educación de
adultos esté animada de un espíritu de libre examen, ya que el adulto no
alcanza su madurez ni adquiere conciencia de sus responsabilidades sino
cuando tiene la facultad de elegir entre diferentes posibilidades.
En materia de educación el hombre debe ser s1ujeto y no objeto.
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una determinada esfera de actividad social, serán en otras simple
usuarios.
V. BIBLIOGRAFIA
ADAM, FÉLIX. (1977) Andragogía. Ciencia de la Educación de Adultos. Caracas Universidad
Experimental Simón Rodríguez. Publicaciones de la Presidencia. 2da. Edición
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