Textura de Los Alimentos
Textura de Los Alimentos
Textura de Los Alimentos
La textura en los alimentos se refiere a cómo se siente el alimento en la boca y cómo responde
al tacto durante la masticación. Es una propiedad sensorial importante que influye en la
experiencia gastronómica y en la percepción del consumidor sobre la calidad y la frescura del
alimento. La textura en los alimentos puede variar significativamente y puede ser descrita
utilizando una variedad de términos, entre ellos:
Dureza: La dureza es la resistencia del alimento al ser masticado. Los alimentos duros pueden
requerir más esfuerzo para masticar y pueden tener una textura más robusta.
Esponjoso: Los alimentos esponjosos tienen una textura ligera y aireada, con muchas
pequeñas burbujas de aire atrapadas dentro de la estructura del alimento.
Viscosidad: La viscosidad se refiere a la capacidad del alimento para fluir o pegarse entre sí. Los
alimentos viscosos pueden ser espesos y pegajosos en la boca.
Estos son solo algunos ejemplos de términos que se utilizan para describir la textura en los
alimentos. La textura es una característica importante que contribuye a la experiencia
sensorial global del consumidor y puede influir en su percepción sobre el sabor, la frescura y la
calidad del alimento.
Es importante que a los adultos mayores con problemas para tragar se les proporcionen
alimentos que sean fáciles y seguros de tragar. Sin embargo, la textura de los alimentos se
pierde al licuarlos, y éstos pueden volverse menos aceptables. Mejorar el sabor y la apariencia
de los alimentos con textura modificada ayudará mejorar la aceptabilidad y el disfrute de estos
alimentos.
SABOR
Cuando los alimentos son molidos o hechos puré, su sabor cambia—líquidos son añadidos
durante la preparación, lo que puede diluir u ocultar el sabor del alimento; se pueden añadir
salsas para garantizar que la comida esté húmeda, pero éstas también pueden cambiar el
sabor del alimento. Recalentar en el microondas puede cambiar el sabor de la comida con
textura modificada. El aroma, que está relacionado con el sabor, puede disminuir o ser
alterado durante la preparación.
Una vez que la textura ha sido modificada, el sabor se vuelve un sentido muy importante para
identificar al alimento. Mejorar el sabor natural de los alimentos puede ayudar al
reconocimiento del alimento.
También se ha demostrado que mejorar el sabor de los alimentos aumenta el flujo de saliva y
mejora la inmunidad (Schiffman 2000). Los alimentos con alto sabor estimulan la masticación y
el tragado.
Mezclar vegetales en puré como guizantes y zanahorias, puede hacer que sea imposible
identificar los alimentos ya que se pierden los colores y los sabores originales de éstos.
Con la pérdida de textura, la habilidad de ver, saborear y oler es esencial para disfrutar el
alimento. Sin embargo, las enfermedades, los medicamentos y otras condiciones de salud,
pueden alterar estos sentidos en el adulto mayor y disminuir aún más la capacidad de disfrutar
las comidas. Garantizar sabores naturales, colores vibrantes y sabores y aromas deliciosos en
los alimentos con textura modificada, puede hacer que la comida se disfrute más y se mejore
el consumo de alimentos en personas con problemas para tragar.