Autobiografía

De Angel Yair Tinajero Juarez

Número de cuenta: 503884

Es de noche, no he dormido bien, las tareas, exámenes y proyectos me han quitado mis
horas de sueño, Mis ojos están secos por usar tanto la computadora, esta alumbra mi rostro
en medio de la oscuridad como si solo yo y mi lap existieran en este momento, necesito
concentrarme, creo que esto es lo que necesito, solo yo y esta pantalla en medio de la nada,
comencemos desde el inicio.

Era el 25 de noviembre del año 2005, una tormenta azotaba los cristales del hospital de
Texcoco, el frio era tan intenso que llegaba hasta los huesos. Una mujer de nombre maría
Angelica, junto con su esposo Diego Santiago entrarían por la entrada principal, estaba
embarazada y a punto de dar a luz, las enfermeras la atenderían al instante, cada segundo
parecía una eternidad ya que todos los cuartos se encontraban llenos de pacientes, excepto
uno, alado de una ventana donde la luz de la luna entraba como si de una pequeña lampara
se tratase. El hospital se veía lúgubre ya las condiciones del lugar podrían ser descritas
como poco adecuadas, las enfermeras eran groseras y siempre demostrando disgusto con su
trabajo, eso pensó Angelica, en ese momento marcaria el inicio de una vida, mi vida.

De la nada Angelica entraría en labor de parto, darían las 11:11 pm, en ese momento exacto
llegaría al mundo un bebe, bello como una flor, fuerte como el titanio y musculoso como
Arnold Schwarzenegger en terminator. Así es como me lo imaginaba, una escena
conmovedora al estilo mano of Steel, pero mi idea estaba muy lejos de la realidad.

Angelica sostuvo a su hijo en brazos y en ese momento pensó “ parece una pequeña
lagartija humana, delgada, pálida pero tranquila”, mis ojos llenos de bondad se abrieron
encontrándose con su mirada y en ellos vio esperanza, la mujer se percataría que no le
habían dado una cobija para la pequeña criatura que se encontraba sobre sus regazo,
utilizando su propia cobija cubriría al bebe, y pensaría un nombre, recordó que su esposo
había decidido que su primer hijo se llamara Diego al igual que su padre, el segundo hijo
seria asignado como Bryan al igual que un amigo de la familia, mi madre deseaba que
tuviera una similitud con Angelica entonces llegaría a su mente el nombre Angel, la
decisión seria tomada.

Mis padres me llamarían Angel Yair, muy común si me lo preguntan, pero me agrada,
crecería en San Miguel Xometla, un pequeño pueblo que se encuentra entre Teotihuacan y
Acolman, aunque las escuelas en las que estuve se encontraban en otros lugares, mis padres
no veían correcto que estudiara en las escuelas del pueblo ya que tenían mala fama.

Desde pequeño demostré tener una gran imaginación, mi creatividad no tenia precedentes, a
los 5 años creaba armas de papel casi funcionales, solo le faltaba la pólvora, hice figuras y
objetos haciendo usos de papel o plastilina.

Estuve en el jardín de niños Eduardo Claparade en San Lorenzo, ahí conocí a Fernanda, una
chica llenita, con piel blanca como la nieve, pelo chino y largo asta su cadera. Nos
conocimos gracias a que los dos chocamos de frente, me hice una herida, pero nada grave,
sin darme cuenta me di como coloquialmente se dice “putazo” con la persona que en el
futuro seria mi mejor amiga. En el kínder no pase por historias interesantes mas que una.
Mi hermano bryan me había clavado un lápiz en el pie por una pelea de niños, por una
semana fui cojeando al kínder.

Asistí a la primaria a la Adolfo López Mateos igual en San Lorenzo. Esta época fue extraña
para mí, no recuerdo muchas cosas, es como si una niebla estuviera en mi mente, me llegan
imágenes, niños corriendo, honores a la bandera, un payaso que me daba miedo, no mucho
pero mi recuerdo más fuerte sucedió en sexto grado, era día de muertos, me había
disfrazado de Carl de la serie de the walking dead, usaba un parche que hacia parecer como
si tuviera un hoyo en vez de ojo, no había desayunado, el calor era tan fuerte que me sentía
como pollo rostizado, de la nada me desmalle en pleno honores a la bandera, me llevaron a
enfermería y el doctor llegaría a la conclusión de que gracias a todos los factores de ese día
me llevaron a una falta de glucosa, ese momento fue muy gracioso para mi aunque para mi
madre no.

En 4 grado descubrí cual era mi talento, había desarrollado la habilidad de dibujar, al

principio eran caricaturas o animes, después subí el nivel, empezaba a dibujar cosas más
complejas hasta llegar a los rostros humanos, nunca tuve clases de dibujo y tampoco me
ayudaron, puedo decir que mi habilidad es meramente natural.

Por ese tiempo empecé a asistir a un equipo de futbol, el nombre del equipo era Tuzos
Teotihuacan en donde conocí a mas amigos y a una chica de la cual me enamore, se
llamaba Vianey, linda y divertida se volvería mi amor platónico, prefiero no indagar en ese
tema. En Tuzos durante mucho tiempo jugué en la categoría 05, pero no todo lo bueno dura
para siempre, cambiamos de entrenador lo que llevo a que el equipo entrara en un
estancamiento físico y técnico, mis los jugadores dejaron de respetar a sus superiores o a
otros compañeros, los jugadores no llegaban a su límite físico lo que llevo al equipo a
perder muchos torneos, también cambiamos de lugares de juego, antes teníamos partidos en
la universidad del futbol y al final terminamos jugando en campos muy deteriorados como
el campo Galaxia en Tecámac.

Mis amigos poco a poco dejaron de asistir, esos amigos dejen de verlos y ahora solo había
desconocidos, Tuzos ya no era lo que alguna vez fue, entonces deje el equipo ya que ya no
reconocía este lugar.

En 2017 llegaría a la secundaria, la E.S.T.I.C 80 en San Sebastián, era un campo de guerra.

Niños gritando por todas partes, golpes, groserías, travesuras, mocosos fastidiando a las
pobres almas que hubieran tenido la mala suerte de eliminar espacio en su drive estomacal.
Cosas así eran el pan de cada día, en ese instituto gobernaba una ley, o molestabas o te
molestan, tenias que buscar a alguien que tuviera un mal día y volverlo el peor de su
existencia, me paso una vez y gracias a eso odie esa época de mi vida. Ese día no había
dormido bien, sin darme cuenta cometí el error de ponerme la camisa al revés, ese fue
motivo para molestarme por una semana entera hasta que lo sucedido quedara en el olvido.

La E.S.T.I.C 80 fue objeto de muchos crímenes, desde escritura en las paredes de los
baños haciendo uso de excremento hasta el contrabando de cigarros o bebidas alcohólicas,
también hubo torturas, incendios y peleas, nunca fui travieso, bueno casi nunca por que una
vez jugando con los cables en clase de electricidad termine quemando casi toda la red
eléctrica de la escuela, piensa en un niño de 12 años, con un complexión tan extraña que las
palabras más cercanas para describirlo serian funko pop, pues yo pensando que era una
increíble idea pegar dos cables lo que hizo que se soldaran, no se como pero hice que 50
contactos en el salón se quemaran a la vez, por suerte nadie me descubrió, dato curioso:
reparar uno de eso contactos fue mi examen y gracias a eso pudimos usarlos de nuevo.

No todo en la secundaria era malo, en mi salón de volví a rencontrar con Fernanda, ahora se
veía en forma, linda y amable como siempre, pero en ese momento me parecía muy fresa.
Un día íbamos a ir a six flags, antes de subir al autobús se me acerco mencionando si la
recordaba, con una expresión en mi rostro que mostraba confusión le dije un rotundo no,
ella solo afirmo mas que conocía a mi madre y después de hablar termine recordándola
gracias a nuestro choque, aunque en esta época ella y yo no éramos amigos mas que
conocidos años después tomaría un papel importante

Año 2020 fue un año bueno y malo para mí, estaba feliz de salir de esa prisión que
llamaban escuela y entraría a la preparatoria numero 19 de San Martin, el primer año lo
curse en línea en el turno de la tarde, pero también me sentía solo, no tenia muchos amigos,
fue un momento oscuro en mi vida, me sentía perdido. Me cambiaria de turno a la mañana
y por asacares del destino me encontré a Fernanda, hablamos mas y coincidimos en muchas
cosas, gracias a ella comprendí que no estaba solo, poco a poco fui conviviendo más,
empezaba hacer más amigos, por fin había encontrado un lugar en el que me podía sentir
cómodo.

La prepa fue muy agradable, ahí conocí a Celina, de piel morena, con el pelo mas chino que
e visto en mi vida, un amor de persona. A Edson, chico con pelo lacio, piel color cartón
mojado y con un ego que llegaba hasta el cielo. Belén, de pelo lacio, piel blanca y con
complejo de whitexican chismosa pero agradable. Ellos fueron mis amigos en la 19, me
apoyaron en mis momentos mas difíciles. Uno de esos momentos fue cuando me volví a
enamorar de una vianey, gracias a ellos me di cuenta de que esa persona no era realmente
especial y que no era una buena persona para mí. Con ellos probe por primera vez el
alcohol, pero siendo sincero no me pareció divertido tomar, pero solo lo hago para convivir
con la chaviza.

En este momento de mi vida llegarían los exámenes de universidad, aplicaría para muchas,
pero solo quede en dos opciones, la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH)
y OXFORD. Termine eligiendo UEAH ya que pensaba que OXFORD no estaba a mi nivel
“lo sigo pensando”.

Concluí la preparatoria, mis amigos y yo tomamos caminos diferentes, con Celina perdí un
poco de comunicación y no estoy tan enterado de su vida actual. Edson ingreso al heroico
colegio militar donde actualmente recibe torturas de parte de sus superiores, se levanta a las
5:00 am para correr unos kilómetros y también se volvió pelón. Belén no entro a la
universidad ya que se tomo un año sabático, y encontró el valor de la vida por medio de lo
que la gente joven menciona como chamba. Fer es con quien sigo teniendo contacto, entro
a la UAM y en la actualidad esta rentando en Ciudad de México.

Yo estoy rentando en Actopan y sigo adelante con mi carrera de diseño gráfico, aquí conocí
amigos, cada semana salgo de fiestas, pero no todo es bueno, la universidad es muy
desgastante pero no me voy a rendir, como la pelusa dice “cuando llegues al final todo
estará bien, pero si nada está bien es porque no has llegado al final”.