Química 1C
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ENLACES QUÍMICOS
QUÍMICA 1C
4° AÑO
UNIONES QUÍMICAS
Sabemos que la materia está formada por átomos, pero ¿Cómo se encuentran unidos esos
átomos en las distintas sustancias? Para responder esta pregunta comenzaremos estudiando la
razón por la cual los átomos tienden a unirse y formar así sustancias nuevas más complejas,
luego estudiaremos la estructura de los metales, que se trata de sustancias sencillas por ser
elementos, es decir están constituidos por un solo tipo de átomos, y luego analizaremos las
estructuras de sustancias compuestas en las que tendremos la oportunidad de estudiar los
enlaces iónicos y covalentes. Con este conocimiento nos incursionaremos en el estudio de las
sustancias “SÓLIDAS”, analizando sus características principales y daremos fin al cuatrimestre
estudiando “GASES”.
1. PROPIEDADES PERIODICAS
Cuando los elementos se colocan en orden creciente de su número atómico, tiene lugar una
repetición periódica de ciertas propiedades físicas o químicas de aquéllos.
En resumen, son las características que tienen los elementos y que varían en forma secuencial
por grupos y períodos. Ellas son:
Los gases nobles o también denominados “inertes” son los elementos ubicados en el grupo 18
de la tabla periódica y merecen especial atención… ¿Por qué? PORQUE SON MUUUUUUYYYY
ESTABLES. Esa es la razón por la que comúnmente no reaccionan con otros elementos (hay
excepciones, como siempre).
Poseen los valores de energía de ionización más altos que se conocen, y ni sentido tiene hablar
de su afinidad electrónica. Ellos están más allá. Alcanzaron la estabilidad que otros elementos
siguen buscando en su continuo dar y quitar electrones.
Como todo tiene que ver con todo, cuanto más arriba y a la derecha miremos, más pequeño
es el átomo, más alta su afinidad por los electrones y, por lo tanto, mayor su capacidad para
atraerlos. En el caso del flúor, que se encuentra a un solo espacio del neón, al hacerse de un
electrón ya se quedará tranquilo. Por otro lado, cuanto más abajo y a la izquierda vayamos,
más grande es el átomo, menor es la energía necesaria para que se separe de su electrón y,
por lo tanto, menor su mambo con soltarlo. En este caso, como el gas noble del mismo período
les queda muy lejos allá a la derecha (y llegar hasta ahí implicaría ganar electrones, no
perderlos), estos elementos tratarán de parecerse al gas noble del período anterior, un
renglón más arriba. De esta manera, el cesio, por ejemplo, tenderá a perder un electrón para
imitarlo más posible al xenón. A todo esto, el cloro, que está justo debajo del flúor, también se
encuentra a un espacio de su correspondiente gas noble, el argón. Por lo tanto, igualmente
tenderá a hacerse de un solo electrón. Lo mismo ocurre con el bromo, que comparte grupo
con los dos anteriores (conocidos en conjunto como “halógenos”, los formadores de sales),
también necesita un electrón para parecerse al noble kriptón. Y del otro lado de la tabla pasa
algo parecido: todos los elementos del grupo del litio (conocidos como “metales alcalinos”)
tenderán a ceder un electrón para llegar al gas noble correspondiente, mientras que los del
grupo del berilio (los metales alcalinotérreos) lo harán perdiendo dos.
Dicen que la belleza está en los detalles, y acá la tabla periódica nos regala uno sublime. Si
miramos detenidamente los elementos representativos, vamos a descubrir que por esas cosas
de la vida –o de la química (¿o serán lo mismo?)– el flúor y el cloro, que tienden a reaccionar
ganando un electrón, están separados por ocho elementos. A su vez, el cloro está ubicado a
otros ocho del bromo, que también se comporta muy parecido. Si seguimos mirando bien,
veremos que igualmente son ocho los que separan a todos y cada uno de los metales alcalinos
entre sí, y también a los alcalinotérreos. Y ocho son las notas en una escala musical
¿Casualidad?
En química, la regla del octeto es una explicación a la razón por la que los átomos se combinan
entre sí.
Esta teoría fue enunciada en 1917 por el físico químico estadounidense Gilbert N. Lewis (1875-
1946) y explica que los átomos de los distintos elementos suelen mantener siempre una
configuración electrónica estable mediante la ubicación de ocho electrones en sus últimos
niveles de energía.
Simplemente podría decirse que los átomos cuando se unen o forman iones buscan quedarse
con 8 electrones (en algunas excepciones, con 2) en su último nivel de energía para adquirir así
la configuración electrónica del gas noble que le quede más cerca en la tabla periódica ( vimos
que esas configuraciones son muyyyy estables energéticamente hablando).
De este modo en el ejemplo, cada átomo de cloro logra adquirir la configuración electrónica
del gas noble que tiene al lado, el argón, al compartir un electrón con el otro átomo de cloro.
4. EL ENLACE QUÍMICO
Un enlace químico es la fuerza que mantiene unidos a los átomos en una molécula o en un
compuesto.
Un enlace se forma porque se establecen entre los átomos fuerzas de tipo electrostático que
implican atracciones y repulsiones de los electrones y núcleos de ambos.
La energía de enlace es la energía que se desprende en la formación del mismo y resulta del
balance entre energías de atracción y de repulsión, existiendo una distancia a la cual la energía
del sistema es mínima (distancia de enlace).
Al acercarse empiezan a aparecer las fuerzas de atracción y la energía del sistema baja.
Cuando los átomos se encuentran a la distancia de enlace, la energía del sistema es
estable.
Si los átomos se aproximan más aparecen fuerzas de repulsión que desestabilizan el
sistema y la energía aumenta.
. UNIONES QUÍMICAS
A continuación un esquema del tipo de uniones químicas que veremos en este curso.
5. El enlace METALICO
Este tipo de enlace se da entre METALES. Existen dos teorías que explican el comportamiento
de los metales:
Los átomos metálicos pierden sus electrones de valencia con facilidad, dado que tienen bajos
valores de energía de ionización y forman así una red compacta de cationes. Por ejemplo, en el
caso del sodio, cuya configuración electrónica es:
Los cationes Na+, formados por los núcleos atómicos y los electrones de las capas internas, se
empaquetan y los electrones de valencia se mueven con libertad. Estos electrones no
pertenecen ya a los átomos individuales, sino que son comunes a todos los átomos que forman
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la red, forman como un “mar de electrones móviles”. Se dice que los electrones en este estado
están deslocalizados.
Dependiendo del número de electrones de valencia que tenga el metal, habrá tantos
electrones deslocalizados como átomos o más. Por ejemplo, en el sodio, que pierde un
electrón, habrá tantos electrones como átomos de sodio, pero en el magnesio, que tiene 2
electrones de valencia y los pierde ambos, habrá el doble de electrones que de núcleos de
Mg2+.
Esta teoría sirve para explicar las siguientes propiedades de los metales:
Vemos que un átomo de litio presenta un orbital 1s lleno (con 2 electrones) y un orbital 2s
semilleno (con 1 electrón). También podemos considerar a efectos prácticos los orbitales 2p,
que estarán en la capa de valencia del litio, aunque vacíos.
La Teoría de bandas considera que los orbitales atómicos de valencia de los N átomos del litio
que estarán formando enlace metálico, se combinan entre sí para dar unos orbitales
moleculares, pertenecientes a todo el cristal y con energías muy semejantes entre sí. Tan
cercanos se hallan energéticamente estos orbitales
moleculares formados, que decimos que dan lugar a una
banda. Se obtienen tantos orbitales moleculares como
orbitales atómicos se combinen.
En el caso del metal Li, la conductividad se explica por el movimiento de los e− desde la BV
hacia la BC, que está vacía. Una vez que los e− alcanzan la BC se pueden mover libremente
en ella. Además, se generan huecos en la BV y se favorece el movimiento de los e− de niveles
inferiores de la BV.
IDEAS PRINCIPALES:
6. El enlace IÓNICO