Arte y Patrimonio
Arte y Patrimonio
Arte y Patrimonio
Pintura: Ya entrada la época republicana algunos artistas pintan con más rigor
académico y otros asumiendo un registro realista adquirido en Europa, con excepción del
venezolano Carmelo Fernández (1809-1887), dibujante y pintor quien realiza un dibujo a
plumilla de trazo continuo, con la leyenda Traslado de las cenizas del Libertador en Santa
Marta en 1842. De igual manera, el dibujante de origen francés F. Lehnert (s/f), quien
también en 1842 realizó un dibujo de una escena compositiva titulada Llegada a Caracas
de las cenizas del Libertador, la cual muestra la distribución longitudinal a la entrada de
esta ciudad, una muchedumbre de venezolanos de todos los estratos sociales, rindiendo
honores al máximo héroe independentista.
La primera prensa litográfica instalada en La Guaira aproximadamente en 1823, dejaría
importante escuela para el desarrollo de este trabajo colectivo y para la divulgación de la
caricatura.
La aparición de la fotografía, disciplina que permitió mejorar la impresión de imágenes a
color y disminuyó la orientación exclusiva hacia la formación en el área de la pintura,
impidió, de alguna manera, que surgiera una verdadera escuela de grabadores.
A partir de 1870, el general Antonio Guzmán Blanco conduciría los destinos de la nación.
Liberal desde el punto de vista cultural y económico, y autócrata desde un enfoque
político que por casi dos decenios intentaría fabricarse una imagen de héroe
sobrehumano destinado a salvar la patria, evidenciada en posturas épicas y alegóricas
plasmadas por los artistas de la época. Es durante su gobierno que se establece un
sistema educativo gratuito y obligatorio. Decreto que será una de las medidas más
trascendentes en el proceso de la cultura en Venezuela.
En los primeros años del siglo XIX surgirá la canción patriótica, que representa un nuevo
fenómeno en la actividad musical venezolana.
Una de las canciones más famosa fue Caraqueños, con música de Cayetano Carreño y letra
atribuida a Andrés Bello. Lo mismo que el Gloria al Bravo Pueblo, conocida también como
Canción de Caracas, Marsellesa caraqueña o Canción nacional. De todas las canciones
patrióticas, fue el “Gloria al Bravo Pueblo” la que mantuvo su presencia durante todo el
período de la contienda emancipadora. Convirtiéndose en un canto marcial y al mismo
tiempo libertario, atribuida su música a Juan José Landaeta y la letra a Vicente Salias .
La música de salón del siglo XIX es un puente que unió dos tendencias: lo académico versus lo
popular, tensiones que se han mantenido a lo largo de nuestra historia, con posiciones a veces
irreconciliables, pero que ha ido permeando hacia el reconocimiento de un destino común, como
nuestra cultura mestiza, fundamentada en la comunión de lo diverso, nuestra música fue creando
su propio lenguaje en la adversidad.
Teatro: Las representaciones teatrales durante el siglo XIX, continuaron desarrollándose las
mismas tendencias que se habían representado en el siglo anterior, viéndose limitadas por la
sensura esclesiástica. Se escenificaban Loas, los populares Jerusalenes y nacimiento del Niño Jesús.
Luego, el terremoto de marzo de 1812 destruyó el Coliseo de Caracas (primera edificación teatral)
quedando suspendidas este tipo de actividades durante el período independentista. No obstante,
en otras ciudades se siguieron escenificando obras teatrales; mientras que en Caracas esas
representaciones fueron sustituidas principalmente por actos cívicos y escenas triunfales en las
ciudades, una de ellas se hizo en Barrancas, a orillas del Orinoco el 25 de diciembre de 1820 en
conmemoración del primer aniversario de la creación de la Gran Colombia. Posteriormente, en
1822 se edificó un segundo teatro en terrenos de la propiedad de Ambrosio Cardozo, el cual se
convirtió en centro de diversiones de la capital del país. A mediados del siglo XIX, comenzaron a
construirse teatros ocasionales y permanentes en Caracas. El 23 de octubre de 1854 se inaugura
en la capital de la República el Teatro Caracas, fue presentada la ópera Ernani del compositor
italiano Giuseppe Verdi.
A finales del siglo XIX, la ópera y la zarzuela compartierón escenario con la comedia y el sainete
(obra teatral cómica y burlesca de corta duración) en los principales teatros de Caracas como el
Guzmán Blanco o Teatro Municipal. Igualmente, se iniciaron las construcciones de diversos teatros
en el resto del país. A pesar de las dificultades económicas y políticas de El teatro venezolano del
siglo XIX Cartel de época para la representación de la zarzuela española La verbena de la paloma
ese momento, se siguieron presentando obras teatrales de autores nacionales, destacando José
María Manrique, utilizando temas de problemática social.
Música:
Nombre: “Himno Nacional de Venezuela”, Autores: “ música de Juan
José Landaeta y la letra de Vicente Salias.
Nombre: ”Baile en la posada”, Autor: “Camile Pissarro”.
Teatro:
Nombre: “La verbena de la paloma”