Mistagogia de La Iniciación Cristiana

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MISTAGOGÍA DE LA INICIACIÓN

CRISTIANA

ISRAEL BERROA M.
MISTAGOGÍA DE LA INICIACIÓN CRISTIANA

• QUE SE ENTIENDE POR MISTAGOGÍA?

• Del griego mystagogheín (iniciar, introducir en los misterios). En la


historia de las religiones el término "mistagogía» se usa
precisamente para indicar lo que se refiere a la iniciación en los
misterios.
• En la terminología cristiana, mistagogía indica el último período
del catecumenado antiguo, de ordinario la semana después de
Pascua, durante la cual se impartían a los neófitos las catequesis
llamadas mistagógicas. Son famosas las de Ambrosio, Cirilo de
Jerusalén, Teodoro de Mopsuestia y Juan Crisóstomo.
• La mistagogía o catequesis mistagógica es la
iniciación a los misterios cristianos, a los
sacramentos cristianos, es también la última
etapa que sigue a la celebración de los
sacramentos de la iniciación, y que se
caracteriza por la experiencia sacramental y la
entrada en la comunidad (directorio general
para la catequesis 88-89). La mistagogía
conserva en sí un valor ejemplar para toda
forma de catequesis postbautismal, y para toda
catequesis llamada permanente.
RECUPERAR EL CAMINO PEDAGÓGICO DE LA MISTALOGÍA

• Debemos conversarnos, como futuros pastores de la iglesia, que el camino


para la renovación de la pastoral de la Primera Comunión tiene que pasar por
una catequesis litúrgica, pre-sacramental y post-sacramental, donde esté
siempre presente la dimensión mistagógica de la educación cristiana.
• Esta asamblea recordará aquí lo que se ha dicho en los últimos años sobre el
RICA, y su valor permanente para la pastoral litúrgica. El ritual del bautismo
de los adultos hace una recomendación a que los neófitos continúen su
formación después de haber sido iniciados, profundizando en los
sacramentos recibidos. También se recomienda esta praxis sacramental para
los niños en edad escolar y para los que son bautizados poco después de
nacer. VEAMOS…
EL CATECUMENADO BAUTISMAL:
ESTRUCTURA Y GRADUALIDAD

• La restauración del catecumenado, favorecida por el concilio vaticano ll, se


realizó con la publicación del ritual de iniciación cristiana de adultos. El
catecumenado, «verdadera escuela de formación para la vida cristiana» (AG, n.
14), es un proceso estructurado en cuatro etapas o períodos, destinado a guiar
al catecúmeno hacia un encuentro pleno con el misterio de cristo en la vida de
la comunidad y es considerado, por tanto, un lugar típico de iniciación,
catequesis y mistagogía. Los ritos de paso entre los períodos evidencian el
carácter gradual del itinerario formativo del catecúmeno:
EL CATECUMENADO BAUTISMAL:
ESTRUCTURA Y GRADUALIDAD
El pre-catecumenado se realiza la primera evangelización en
orden a la conversión y se explicita el kerigma del primer
anuncio

EL tiempo del catecumenado, propiamente dicho, está destinado a la


catequesis integral. Se accede a él con el Rito de entrada, en el que
puede llevarse a cabo la «entrega de los Evangelios»

El tiempo de la purificación e iluminación proporciona una preparación más


intensa para la recepción de los sacramentos de la iniciación. Este período, en el
que se entra con el Rito de la elección o de la inscripción del nombre, prevé la
«entrega del Símbolo» y la «entrega de la Oración dominical»;
EL CATECUMENADO BAUTISMAL:
ESTRUCTURA Y GRADUALIDAD

El tiempo de la mistagogía se abre con la


celebración de los sacramentos de
iniciación en la vigilia pascual y está
caracterizado por una experiencia, cada vez
más profunda, de los misterios de la fe y
por la inserción en la vida de la comunidad
(cf. RICA nn. 208-239).
KARL RAHNER: LA AMPLIACIÓN DE LA MISTAGOGÍA

• Después del Concilio Vaticano II, Karl Rahner


propuso una comprensión original de “mistagogía”,
de acuerdo con su propia investigación teológica.
Reflexionando sobre los actos básicos del hombre –
el amor, la confianza, la lealtad, la esperanza, el
miedo, y también la oración– el teólogo alemán
dice que estas actividades tienden hacia un
objetivo, es decir, hacia una meta que puede no ser
totalmente conocida ni aprehendida y cuyo
nombre más elocuente es el misterio.
Según Rahner, al comienzo de cualquier reflexión, el hombre es consciente de
ser atraído por el misterio. Esta experiencia suele ser anónima. Pero si tal
experiencia se encuentra con la vida y las palabras de Cristo y su sacrificio en la
cruz, entonces algo decisivo puede ocurrir: la experiencia fundamental que el
hombre hace de encuentro con el inefable, el misterio, finalmente se hace
evidente. Al revelar su rostro al hombre, Dios muestra el sentido de una
dimensión que el hombre ha conocido siempre, pero que él nunca pudo
nombrar: Dios revela el hombre al hombre mismo. La mistagogía es para
Rahner, el trabajo a través del cual el hombre reconoce a Dios presente y activo
en su propia historia.
A partir de las reflexiones de Rahner nos encontramos con que el término
mistagogía se utiliza cada vez más para indicar el camino que la Iglesia
está llamada a recorrer para ofrecer su mensaje al mundo, de una
manera fresca y renovada. Desde entonces, se hará referencia a la
mistagogía para recordar que es necesario poner en el centro de la vida,
y por lo tanto de la predicación eclesial, el misterio de Dios revelado por
Cristo en el Espíritu. Misterio que no debe ser descubierto a través de la
investigación ansiosa, sino que debe ser acogido, ya que Él mismo se
ofrece gratuitamente en la celebración ritual de los sacramentos.
• El catecumenado tiene un connatural tono misionero, que en la
catequesis se ha ido debilitando con el tiempo. Hoy se vuelven a
proponer los elementos básicos del catecumenado que, tras el necesario
discernimiento, deben ser comprendidos, valorados y actualizados con
valentía y creatividad en un esfuerzo de verdadera inculturación. Estos
elementos son:
• a. El carácter pascual: en el catecumenado, todo está orientado hacia el misterio de la
pasión, muerte y resurrección de cristo. La catequesis comunica de manera esencial y
existencialmente comprensible el corazón de la fe, poniendo a cada uno en contacto con
el resucitado, ayudándole a releer y vivir los momentos más intensos de su vida como
pasajes pascuales.
• b. El carácter iniciático: el catecumenado es una iniciación a la fe que lleva a los
catecúmenos al descubrimiento del misterio de cristo y de la iglesia.
• c. El carácter litúrgico, ritual y simbólico: el catecumenado está entretejido con
símbolos, ritos y celebraciones, que tocan los sentidos y los afectos.
• d. el carácter comunitario: el catecumenado es un proceso que se realiza en una
comunidad concreta, que experimenta la comunión dada por Dios y es, por tanto,
consciente de su responsabilidad en el anuncio de la fe.
• e. el carácter de conversión permanente y de testimonio: el catecumenado se concibe,
en su conjunto, como un camino de conversión y purificación gradual, enriquecido
también con ritos que marcan la adquisición de un nuevo modo de vivir y de pensar. La
catequesis, consciente de que la conversión nunca se alcanza plenamente sino que dura
toda la vida.
• f. el carácter progresivo de la experiencia formativa: el catecumenado es un proceso
dinámico estructurado en períodos que se suceden de manera gradual y progresiva.
Este carácter evolutivo responde a la misma biografía de la persona, que crece y madura
con el tiempo.
INICIAR EN LA EUCARISTÍA

La tarea del catecumenado es iniciar en la


dinámica de la Eucaristía. Se trata de que
los catecúmenos vayan entendiendo
gradualmente e iniciándose en las grandes
actividades que supone la celebración; que
lleguen a tener la experiencia del misterio
de la fe a través de los ritos y las oraciones.
SEGÚN EL RICA

• La mistagogía ha sido revaluada por


el nuevo rito para la iniciación
cristiana de los adultos (RICA), nn. 37-
40, como cuarto y último grado del
itinerario de iniciación, como tiempo
de la experiencia de los sacramentos
recibidos y como fase de la
experiencia de la comunidad.
EL TIEMPO DE LA «MYSTAGOGIA»
concluida la etapa precedente, la comunidad
juntamente con los neófitos progresa, ya con la
meditación del evangelio, ya con la participación
de la eucaristía, ya con el ejercicio de la caridad,
en la percepción más profunda del misterio
pascual y en la manifestación cada vez más
perfecta del mismo en su vida. ésta es la última
etapa de la iniciación, a saber el tiempo de la
«mystagogia» de los neófitos.
EL TIEMPO DE LA «MYSTAGOGIA»

• La inteligencia más plena y fructuosa de los


misterios se adquiere con la renovación de las
explicaciones y sobre todo con la recepción
continuada de los sacramentos. Porque los
neófitos, renovados en su espíritu, han gustado
íntimamente la provechosa palabra de Dios,
han recibido el Espíritu Santo y han
experimentado cuán suave es el Señor. De esta
experiencia, propia del cristiano y aumentada
con el transcurso de la vida, beben un nuevo
sentido de la fe, de la Iglesia y del mundo.
EL TIEMPO DE LA
«MYSTAGOGIA»
La posterior frecuencia de sacramentos, así como
ilumina la inteligencia de las sagradas escrituras,
hasta tal punto acrecienta la ciencia de los hombres
y redunda en la experiencia de la comunidad, que
hace más fácil y provechoso a los neófitos el trato
de los demás fieles. Por esto, la etapa de la
«mystagogia» tiene gran importancia para que los
neófitos, ayudados por los padrinos, traben
relaciones más íntimas con los fieles y les
enriquezcan con la renovada visión de las cosas y
con un nuevo impulso.
EL TIEMPO DE LA «MYSTAGOGIA»

Como la índole y la fuerza propia de esta etapa


procede de experiencia personal y nueva de los
sacramentos y de la comunidad, el principal lugar de
la «Mystagogia» lo constituyen las llamadas «Misas
para los neófitos», o sea, las Misas de los Domingos
del tiempo pascual, porque en esas Misas, además
de la comunidad de los fieles reunida y de la
participación de los misterios, los neófitos
encuentran, especialmente en el Leccionario del ciclo
«A», lecturas sumamente adecuadas para ellos. Por
tanto, a estas Misas debe ser invitada toda la
comunidad local junto con los neófitos y sus
padrinos, y los textos de esas lecturas se pueden
utilizar aunque la iniciación se celebrara fuera del
tiempo pascual.
UNA INICIACIÓN MISTAGÓGICA

• La iniciación en la vida eucarística, a propósito de la primera eucaristía, es


considerada una realidad completa en sí misma. Si nos remontamos a la obra
pastoral de los santos padres encontramos mistagogía, nunca confundida con
catequesis. En el marco del año litúrgico era iniciado el pueblo cristiano en los
divinos misterios. Un momento privilegiado en la mistagogía lo ocupaba la
homilía, que trataba de las realidades de Dios para los hombres; que aparecía
como celebración y no como discurso; era el puente entre la palabra y los
misterios vivificantes del altar.
CONCLUSIÓN
La mistagogía materna de la Iglesia es
gracia del Espíritu de la sabiduría, es mucho
más que informar, comunicar o formar. Es
hacer descubrir o redescubrir.

El problema que la Iglesia sigue


teniendo planteado hoy es como
HACER CRISTIANO. Y para esta tarea
es un buen método, la pedagogía de
la Iglesia de los primeros siglos, y la
que nos ofrece la Iglesia en el Hoy
historia salvífica de la liturgia, con la
INICIACION MISTAGÓGICA.
GRACIAS…

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