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Tema 4

Este documento describe la estructura y tipos de normas jurídicas. Explica que las normas son enunciados lingüísticos que cumplen una función prescriptiva, indicando conductas obligatorias, prohibidas o permitidas. Además, distingue entre normas primarias, que regulan la conducta, y normas secundarias, que establecen cómo se crean, aplican y modifican las normas primarias. Finalmente, presenta las clasificaciones de normas de autores como Von Wright y Kelsen.

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Tema 4

Este documento describe la estructura y tipos de normas jurídicas. Explica que las normas son enunciados lingüísticos que cumplen una función prescriptiva, indicando conductas obligatorias, prohibidas o permitidas. Además, distingue entre normas primarias, que regulan la conducta, y normas secundarias, que establecen cómo se crean, aplican y modifican las normas primarias. Finalmente, presenta las clasificaciones de normas de autores como Von Wright y Kelsen.

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TEMA 4.

LAS NORMAS JURÍDICAS

1. Prescripciones y normas
2. Estructura y clases de las normas jurídicas
a) Von Wright: tipología y clasificación de las normas jurídicas
b) Kelsen: supuesto de hecho y consecuencia jurídica
3. Normas primarias y normas secundarias. Tipologías de Hart y de Bobbio

Entramos ahora en la segunda parte del programa, a la que hemos llamado “Estructura
del Derecho”. En el primer tema aludíamos a las tres dimensiones fundamentales del
Derecho, la normativa, la social y la axiológica. Nos toca ahora abordar la primera de estas
dimensiones: la dimensión normativa. Estudiaremos en esta parte las normas y el
ordenamiento jurídico, realizando un ‘análisis estructural del Derecho’. En efecto,
analizaremos las normas en su estructura, sus tipos y clases, las diferentes clasificaciones que
se han planteado y veremos cómo se relacionan entre ellas para conformar un sistema y cómo
funciona este sistema.

1. Prescripciones y normas

Sabemos ya que el Derecho está compuesto por normas jurídicas y hemos establecido la
peculiaridad de esas normas sobre otras que también regulan la conducta de los individuos.
Debemos responder ahora a la pregunta: qué es una norma. En el primer tema dejamos
apuntado que la norma es un enunciado lingüístico, expresión de un ‘deber ser’ que nos
indica cuales son las conductas consideradas como obligatorias, prohibidas o permitidas. Por
tanto, las normas son, en primer lugar, enunciados lingüísticos; es decir, que las normas, como
todo lo humano, se expresan a través del lenguaje. Pero existen muchos tipos de lenguaje (el
lenguaje escrito, oral, simbólico, etc.) y éste puede realizar muchas funciones. Analizar
brevemente las funciones del lenguaje nos ayudará a saber qué tipo de enunciado lingüístico
son las normas jurídicas.

El lenguaje no se usa siempre con la misma finalidad, con él se puede comunicar y


expresar cosas muy diferentes y perseguir muy distintos objetivos. Los autores suelen
coincidir en señalar las siguientes funciones del lenguaje1:

a) Función descriptiva. Usamos el lenguaje con finalidad descriptiva cuando a través


de él pretendemos describir una determinada realidad o suministramos información sobre
alguna cosa o situación. Esto lo hacemos a través de enunciados o proposiciones descriptivas
o informativas, de las cuales se puede predicar su verdad o falsedad. Las proposiciones
descriptivas o informativas serán verdaderas cuando su contenido coincida con la realidad que
pretenden describir o sobre la que pretenden proporcionar información. Por el contrario, serán
falsas cuando su contenido no coincida con esa realidad que pretenden describir.

1
b) Función expresiva o emotiva. El lenguaje expresivo o emotivo sirve para comunicar
emociones, sentimientos o estados de ánimo en el interlocutor, o bien para provocarlos en
éste. Se suele vincular a esta función del lenguaje el estilo poético. Los enunciados emotivos o
expresivos no se pueden analizar de acuerdo con los criterios de verdad y falsedad, puesto que
expresan estados o emociones subjetivas.

c) Función performativa, ejecutiva u operativa. Utilizamos el lenguaje con finalidad


performativa cuando a través del mismo hacemos o producimos algo, cuando modificamos la
realidad, cuando al pronunciar determinadas palabras estamos, al mismo tiempo, realizando la
acción a la cual se refieren esas palabras. Este uso del lenguaje es muy importante en el
ámbito del Derecho. El ejemplo más repetido por la doctrina, quizá porque es el que resulta
más claro y fácil de entender, es el acto de celebración del matrimonio. En efecto, al mismo
tiempo que los contrayentes usan las palabras con las que manifiestan su consentimiento, está
naciendo ese matrimonio. Con ello modifican la realidad, ya que antes de pronunciar esas
palabras prescritas por el Derecho no existía el matrimonio, los contrayentes eran solteros,
tenían un estado civil diferente. Tras pronunciar esas palabras, existe el matrimonio, los
novios se convierten en esposos. Sobre la función performativa del lenguaje es importante
destacar que, al mismo tiempo que se pronuncian las palabras prescritas, es necesario que se
den además una serie de condiciones para que se produzca una modificación de la realidad.
La simple emisión de esas palabras pero en un contexto diferente y sin las condiciones fijadas
no produciría el mismo resultado.

4. Función interrogativa. Utilizamos el lenguaje con finalidad interrogativa cuando a


través del mismo buscamos obtener información sobre realidad

5. Función prescriptiva o directiva. Se utiliza el lenguaje con finalidad prescriptiva o


directiva cuando a través del mismo se pretende influir en las conductas de los interlocutores,
persiguiendo que estos se comporten de una determinada manera, haciendo o dejando de
hacer algo. Para ello el lenguaje recurre a los enunciados o proposiciones prescriptivas, que
son aquellas que expresan la voluntad de quien las emite. Lógicamente, hay que contar con
que los destinatarios de las proposiciones prescriptivas son seres humanos, por tanto libres de
llevar a cabo o no el comportamiento que de ellos se pretende, pero ello no afecta al carácter
prescriptivo de la proposición. Por otra parte, de las proposiciones prescriptivas no se puede
decir que sean verdaderas o falsas, puesto que no pretenden suministrarnos información sobre
la realidad. De ellas podremos decir que son justas o injustas si atendemos a su contenido,
adecuadas o inadecuadas si atendemos a su conveniencia, eficaces o ineficaces si atendemos a
su cumplimiento, o legítimas o ilegítimas si atendemos a la autoridad de quien proceden.

Si Volvemos ahora a nuestra primera aproximación al concepto de norma, podremos


comprobar que, desde el punto de vista de las funciones del lenguaje, las normas jurídicas son
proposiciones prescriptivas o directivas, puesto que expresan la voluntad de un determinado
sujeto de que otros lleven a cabo una determinada conducta. Pero, como se ha puesto de
relieve, las directivas pueden presentar muy distinta intensidad; intensidad que va desde la
simple sugerencia, o la recomendación o el consejo, pasando por el ruego, hasta la orden, el
mandato o la imposición. En todos los casos se pretende un comportamiento del interlocutor,
pero con matices muy distintos. A las normas se las incluye entre las proposiciones
prescriptivas más fuertes y se las suele denominar “prescripciones”. Pero no todas las

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prescripciones son normas (no lo son las que se basan en la fuerza física, como la orden del
asaltante a su víctima) ni todas las normas son prescripciones (por ejemplo, los permisos, que
es dudoso que puedan ser considerados como prescripciones pero son claramente un tipo de
normas)2.

2. Estructura y clases de normas

En el camino que estamos recorriendo para llegar a comprender qué es y qué estructura
tiene una norma jurídica, hemos recurrido a los dos análisis más reconocidos en el ámbito de
la Teoría del Derecho: son los que han llevado a cabo von Wright y Hans Kelsen. Lo
desarrollamos a continuación.

A) Von Wright: tipología y clasificación de las normas

Entre los muchos significados que admite el término “norma”, von Wright distingue
entre leyes, reglas, prescripciones, directrices o normas técnicas, normas morales y normas
ideales. Veamos cada una de ellas.

Leyes. La ley sería una primera acepción de norma. Von Wright distingue entre leyes de
la naturaleza y leyes del Estado, que son las que se conocen como Derecho. Según este autor,
las leyes de la naturaleza serían aquellos enunciados que describen regularidades que el
hombre cree haber descubierto en el curso de la naturaleza. Pero estos enunciados, estas leyes,
no disponen lo que acontece en la naturaleza, de modo que si se descubrieran discrepancias
entre lo que realmente ocurre en la naturaleza y lo que la ley de la naturaleza describe, es ésta
última la que evidentemente habría que modificar. Por tanto, las leyes de la naturaleza pueden
evaluarse con arreglo a criterios de verdad y falsedad, no son prescriptivas, sino descriptivas.
No ocurre lo mismo con las llamadas por von Wright leyes del Estado. Estas son
prescriptivas, esto es, tienen por objeto no describir, sino regular, regir, disponer cómo han de
ser las conductas de los individuos. Así pues, es el carácter prescriptivo lo que diferencia a
ambos tipos de leyes, y puesto que las leyes de la naturaleza no son prescriptivas, no pueden
ser consideradas como normas.

Reglas. Son aquellas normas que definen o determinan una determinada actividad. Von
Wright pone como ejemplo las reglas de un juego o las reglas de la gramática. Las reglas, por
una parte, establecen cómo debe llevarse a cabo una determinada actividad, pero también
sirven para identificar la actividad que ellas mismas regulan.

Prescripciones. Son aquellas normas a través de las cuales un determinado sujeto,


llamado autoridad normativa, manifiesta su voluntad de que otros sujetos, llamados
destinatarios, realicen un determinado comportamiento. Para conseguir este objetivo las
prescripciones son promulgadas, es decir dadas a conocer por algún medio, y son además
acompañadas de la amenaza de un castigo para el caso de incumplimiento.

Costumbres. Expresan conductas llevadas a cabo de modo regular, en determinadas


circunstancias, por un determinado grupo social a lo largo del tiempo.

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Directrices o normas técnicas. Son aquellas normas que establecen los pasos o medios
que hay que seguir para alcanzar un fin determinado. El ejemplo más claro son las
instrucciones de manejo de cualquier aparato o electrodoméstico. Este tipo de normas se
suelen formular de forma condicional: Si quiere conseguir esto, haga esto otro.

Normas morales. Von Wright distingue las normas morales según se haga una
interpretación teológica o teleológica de las mismas. Desde la primera perspectiva, las normas
morales serían mandatos de Dios a los hombres, por tanto prescripciones. Pero desde una
perspectiva teleológica, son normas técnicas que indican los medios para alcanzar un fin.

Normas ideales. Son aquellas normas que indican los modelos de comportamiento que
deben practicarse para conseguir realizar el prototipo de un determinado concepto, como por
ejemplo, el de un buen hombre, un buen padre, un buen profesor, etc.

Analizados los distintos significados que von Wright atribuye al término ‘norma’, no
resulta difícil deducir que las normas jurídicas, con carácter general, se pueden identificar con
las prescripciones. Por ello, el autor continúa con el estudio sobre los elementos integrantes de
las prescripciones, de acuerdo con el cual se pueden distinguir los diversos tipos de normas.

Von Wright señala ocho elementos de las prescripciones: carácter, contenido, condición
de aplicación, autoridad, sujeto, ocasión, promulgación y sanción. Veamos cada uno de estos
elementos.

1. Carácter. Según su carácter las normas pueden ser de obligación, de prohibición y


permisivas o facultativas. Es decir, el carácter de una norma indica que una determinada
acción debe ser hecha, puede ser hecha o no puede ser hecha.

Por tanto, según el carácter las normas jurídicas pueden ser obligaciones, prohibiciones
y permisos o facultades:

- Obligaciones: son aquellas normas que establecen algo que debe ser hecho
- Prohibiciones: son aquellas normas que establecen algo que no puede ser hecho
- Permisos: son aquellas normas que indican algo que puede ser hecho.

Obligación, prohibición y permiso, son los operadores deónticos a través de los cuales
se expresan las normas, estando las relaciones ente ellos reguladas por las leyes de la lógica
deóntica. Así por ejemplo, si algo está prohibido significa que no está permitido; si algo está
permitido significa que no está prohibido, que se puede hacer; si algo es obligatorio significa
que debe hacerse necesariamente, no se puede omitir.

2. Contenido. El contenido de las normas hace referencia a las acciones o actividades


que éstas consideran permitidas, obligatorias o prohibidas. Desde esta perspectiva, entre las
normas jurídicas podemos distinguir normas abstractas y normas concretas. Son normas
abstractas aquellas que se refieren no a una acción determinada y específica sino a clases o
categorías de acciones, como por ejemplo, los contratos (compraventa, alquiler, depósito, etc.)
los delitos, (homicidio, asesinato, hurto, robo, etc.) los impuestos (impuesto de sociedades,

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impuesto sobre la renta, etc.). Por su parte, las normas concretas se refieren a acciones
concretas y específicas, como por ejemplo, el fallo de una sentencia.

3. Condición de aplicación. Con ésta expresión von Wright hace referencia a aquella
circunstancia o circunstancias que deben concurrir para que se pueda llevar a cabo el
contenido de las normas. La condición de aplicación nos permite distinguir entre normas
categóricas y normas hipotéticas.

Normas categóricas son aquellas que no exigen la concurrencia de circunstancia


ninguna para que se lleve a cabo su contenido; la condición de aplicación viene indicada en el
contenido mismo de la norma, de modo que la norma se identifica con su contenido. Por
ejemplo, normas como “abra la ventana” o “levántese”, no exigen más condición de
aplicación que aquellas que se infieren de su propio contenido: es decir, que la ventana esté
cerrada, o que alguien esté sentado.

Normas hipotéticas son aquellas que exigen una condición adicional a la que se infiere
de su contenido para que puedan llevarse a cabo. No se identifican, pues, con su contenido.
Por ejemplo, “si llueve, no salga de casa”. En este caso junto a la condición de que el
destinatario de la norma esté dentro de casa, se exige además la condición de que llueva.

Si atendemos a la condición de aplicación, podemos decir que las normas jurídicas son
normas hipotéticas, puesto que el supuesto de hecho a realizar para que tenga lugar la
consecuencia jurídica es precisamente la condición de su aplicación.

En las normas jurídicas el supuesto de hecho puede consistir en un hecho jurídico o en


un acto jurídico:

- Hecho jurídico: es aquel acontecimiento natural, independiente de la voluntad


humana, al cual el Derecho atribuye consecuencias jurídicas. Por ejemplo, el
Derecho atribuye la consecuencia jurídica de la adquisición de la condición de
‘mayor de edad’ a todas las personas por el hecho de alcanzar los dieciocho años.

- Acto jurídico: es, por el contrario, aquel comportamiento o acción humana, es decir
que se produce con intervención de la voluntad un sujeto, al cual el Derecho
atribuye consecuencias jurídicas (por ejemplo, tener un hijo). A su vez los actos
jurídicos pueden ser lícitos o ilícitos:

a) actos jurídicos lícitos: son los actos debidos u obligados (aquellos que el sujeto
está obligado a realizar) o también los actos libres o permitidos (aquellos que el
sujeto puede elegir realizar o no).

b) actos jurídicos ilícitos: son aquellas conductas que violan alguna norma jurídica.
Cabe distinguir entre actos ilícitos civiles y actos ilícitos penales. La
consecuencia jurídica de los actos jurídicos ilícitos es una sanción.

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4. Autoridad. Von Wright llama autoridad al sujeto que emite o produce la norma. El
autor clasifica las normas dependiendo de este elemento. Así distingue entre normas
autónomas y heterónomas.

-Normas heterónomas son aquellas en las que el sujeto que dicta la norma y el
destinatario de la misma son personas diferentes. Para Von Wright las prescripciones son
heterónomas y en este sentido las normas jurídicas son normas heterónomas. Pueden
distinguirse varios tipos de normas atendiendo a la autoridad de la que proceden: las Leyes, en
sentido estricto, son normas que proceden del poder legislativo; los Decretos Leyes, proceden
del poder ejecutivo con el refrendo posterior del poder legislativo; los Decretos Legislativos
son nomas que proceden del poder ejecutivo pero que necesitan de una delegación previa del
Parlamento para poder producirse, etc.

-Normas autónomas son aquellas en las que no se puede distinguir entre la autoridad
emisora y el sujeto destinatario. Esto puede significar dos cosas: que estamos ante normas que
no son emitidas por ninguna autoridad (usos no normativos); o bien ante normas que el sujeto
destinatario se dicta a sí mismo (normas morales o costumbres personales como la hora de
levantarse).

5. Sujeto normativo. Son los destinatarios de las normas, aquellos sujetos a los cuales
va dirigida la obligación, prohibición o permisión a que se refiere la norma. En función del
sujeto normativo las normas jurídicas pueden ser generales o particulares o individuales.

- Las normas generales son aquellas que se dirigen a todos los sujetos de una clase o a
todos los sujetos que se pueden incluir en una misma categoría (como puede ser:
nacional, extranjero, comprador, vendedor, arrendatario, etc.)

- Las normas particulares son aquellas dirigidas a sujetos concretos y específicos.

Las normas legales suelen ser generales. Los casos típicos de normas particulares son
las sentencias, los negocios jurídicos, o los actos administrativos.

6. Ocasión: La ocasión hace referencia a las coordenadas espacio-tiempo en las que ha


de cumplirse el contenido de la norma. Podemos diferencias entre ocasión espacial y
temporal.

- La ocasión espacial nos permite distinguir normas que están vigentes dentro de todo el
territorio de un Estado y normas que sólo están vigentes en una parte del territorio
estatal, como puede ser un municipio o una Comunidad Autónoma en el caso del
Estado español.

- La ocasión temporal hace referencia al tiempo durante el cual las normas están
vigentes; es decir, el tiempo durante el cual se aplican y pueden producir efectos.
Con carácter general podemos decir que las normas comienzan a producir efectos
una vez entran en vigor; y lo hacen de manera indefinida hasta que son derogadas
por otras normas legales. Pero existen también las normas temporales o transitorias,

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que son aquellas normas promulgadas para un determinado plazo de tiempo o para
una determinada situación, cuya vigencia cesa al cumplirse ese plazo o al
desaparecer esa situación para la que fueron previstas.

7. Promulgación: La promulgación de la norma hace referencia a la expresión o


formulación de la norma en un lenguaje a fin de que sus destinatarios puedan conocerla.
Atendiendo a este criterio las normas jurídicas pueden ser escritas o consuetudinarias. La
promulgación de las normas escritas exige una serie de formalidades previstas en cada
ordenamiento.

8. Sanción: En principio, la sanción es la amenaza de un castigo por el incumplimiento


de la norma. Algunos autores consideran que la presencia de la sanción es un elemento
imprescindible para la existencia de las normas, mientras otros ponen de relieve la existencia
de normas jurídicas que no llevan aparejada una sanción. En todo caso, para Von Wright éste
uno de los elementos constitutivos de las normas.

Podemos distinguir el concepto de sanción en sentido estricto y en sentido amplio. En


sentido estricto, la sanción supone exclusivamente la consecuencia o consecuencias
desagradables que la norma prevé para el caso de incumplimiento. En sentido amplio, la
sanción incluiría no sólo las consecuencias desagradables previstas para el caso de
incumplimiento, sino también las agradables previstas para el caso de cumplimiento de la
norma. En el primer supuesto estaríamos ante sanciones negativas; en el segundo, junto a las
sanciones negativas, hablaríamos también de sanciones positivas.

B) Kelsen: supuesto de hecho y consecuencia jurídica


Uno de los autores más estudiados y criticados del siglo XX ha sido sin duda Hans
Kelsen. El profesor austríaco desarrolla su concepción del Derecho, del ordenamiento jurídico
y de la norma, fundamentalmente en sus obras “Teoría pura del derecho” y “Teoría general
del Derecho y del Estado”. Ahora bien, más que el concepto y estructura de las normas
elaborado por Kelsen, serán las críticas a que estos han sido sometidos posteriormente por la
doctrina, lo que mejor ilustra el proceso de comprensión de las normas jurídicas.
Kelsen concibe el Derecho como un orden coactivo del comportamiento humano, y las
normas que lo componen las concibe como mandatos. La existencia de una norma significa
que un determinado comportamiento tiene que ser hecho, que los individuos tienen que
comportarse de una determinada manera. Para ello, la norma se sirve de la sanción. Así que,
lo que caracteriza definitivamente a las normas jurídicas, según Kelsen, es la presencia de la
sanción. De ahí que, normas jurídicas sólo son aquellas que prescriben sanciones; y por esta
razón todas las normas jurídicas poseen la misma estructura: una condición de aplicación o
supuesto de hecho y una consecuencia jurídica: la sanción. De todo lo cual se deduce que la
función punitiva o represiva es la función básica del Derecho.
Para Kelsen las normas jurídicas se caracterizan por ser enunciados lingüísticos que
contienen sanciones. Entiende que en cada norma la condición de aplicación se identifica con

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un hecho ilícito vinculado a una sanción. Lo que vincula al hecho ilícito con la sanción es una
relación de imputación o atribución. Explica este autor que la relación entre un determinado
ilícito y la sanción se da porque así lo ha decidido una voluntad determinada, voluntad que
podría haber decidido castigarlo con una sanción diferente o incluso no castigarlo. Es decir, el
nexo que une ilícito y sanción (supuesto de hecho y consecuencia jurídica) es una relación de
imputación o atribución y no una relación de causalidad necesaria como la que rige en el caso
de las leyes de la naturaleza (vinculación entre condición y consecuencia).
Para Kelsen no hay otra estructura básica de las normas. Pero lo cierto es que en todos
los ordenamientos jurídicos existen normas que no responden a esta estructura. En efecto,
encontramos normas en las que no aparece el elemento sanción: ¿qué explicación da Kelsen a
esto? Sencillamente entiende que estas normas no son normas independientes ni completas,
sino que están ligadas a otras normas. Es decir, las verdaderas normas jurídicas (las que
imponen una sanción) las denomina normas primarias o genuinas, mientras que aquellas son
simplemente normas secundarias, dependientes y derivadas respecto a estas últimas.
La concepción y la estructura de la norma tal y como la plantea Kelsen sólo podría
predicarse, en rigor, de las norma penales y parece que es este el modelo de norma en el que
pensaba. Pero, a pesar de todo, no consigue dar una explicación adecuada sobre un tipo de
normas, muy importantes en los ordenamientos, que no llevan aparejada una sanción y que no
responden a esta estructura: las normas que confieren potestades, que conceden permisos,
nomas que facultan para realizar determinados comportamientos.
Las tesis de Kelsen han sido objeto de numerosas críticas posteriores por parte de la
doctrina, entre ellas destaca la crítica de Hart, cuya obra fundamental, El concepto de
Derecho, en muchos aspectos puede entenderse como una crítica a las tesis de Kelsen.

3. Normas primarias y normas secundarias. Tipologías de Hart y de Bobbio

La crítica de H.L.A. Hart a la concepción kelseniana del Derecho y de la norma, ha


tenido una enorme repercusión e influencia en el pensamiento jurídico moderno. Parte de dos
presupuestos: por una parte, se resiste a considerar que las normas que confieren potestades y
otorgan permisos, tan importantes en el ordenamiento jurídico, sean consideradas como
fragmentos de otras normas o normas dependientes de otras normas. Y, en segundo lugar,
considera que la principal función del Derecho no es la función sancionadora, ni siquiera
tratándose del Derecho Penal. La principal función del Derecho es establecer pautas para
regular las conductas de los miembros de una sociedad; y solamente cuando esta función
fracasa (cuando son transgredidas las normas) entra en juego la dimensión sancionadora.
En su gran obra El concepto de Derecho, Hart lo concibe como la unión de dos tipos de
normas diferentes que se relacionan entre sí: normas primarias y normas secundarias. Pero el
sentido de las normas primarias y secundarias es completamente distinto al de la obra de
Kelsen.
Normas primarias o básicas son aquellas que hacen referencia a las acciones que los
individuos deben o no deben hacer; son aquellas que prescriben las conductas que se deben

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hacer u omitir. En definitiva, prescriben si un determinado comportamiento está permitido,
está prohibido o es obligatorio.
Las normas secundarias o de segundo grado se refieren a las primarias, son
efectivamente secundarias con respecto a ellas; por tanto, no tienen como objeto directo la
regulación de la conducta de los individuos. Especifican la manera en que las normas
primarias pueden ser verificadas, introducidas, modificadas o eliminadas del ordenamiento
jurídico, y también determinan cuándo se ha producido su violación.
Ente las normas secundarias Hart distingue tres tipos: nomas de reconocimiento, normas
de cambio y normas de adjudicación o aplicación.
a) Normas secundarias de reconocimiento: son aquellas que establecen qué normas
forman parte de un determinado sistema jurídico. Su función es establecer los
criterios últimos de validez que permiten certificar la pertenencia de una norma a un
ordenamiento jurídico.
b) Normas secundarias de cambio: son las normas que regulan la producción de normas
y los procedimientos a través de los cuales se lleva a cabo la producción,
modificación y derogación de las normas. Es decir, las normas de cambio facultan a
determinadas personas para crear nuevas normas primarias y para cambiarlas o
derogarlas; y establecen los procedimientos para ello. Normas de cambio son las que
se refieren al poder legislativo y a los procedimientos de elaboración, modificación o
derogación de las leyes.
c) Normas secundarias de adjudicación o aplicación: son aquellas que atribuyen
competencias a ciertas personas para establecer si en determinadas circunstancias se
ha producido o no una violación de las normas primarias, así como el procedimiento
a seguir para comprobar si se ha producido o no tal violación. Las normas de
adjudicación son las que atribuyen las potestades jurisdiccionales

También ha sido notable la aportación del conocido iusfilósofo italiano Norberto


Bobbio a la teoría de la norma jurídica a partir de su reelaboración de las tesis de Hart. Si éste
concibe el ordenamiento jurídico como la unión de normas primarias y secundarias, Bobbio
asume esta distinción básica y la aplica a una concepción del ordenamiento configurado como
sistema normativo complejo.
En su caracterización general, Bobbio distingue entre sistemas normativos simples,
complejos y semicomplejos. Los sistemas normativos simples serían aquellos que contienen
únicamente normas primarias o de conducta y lo que denomina norma o normas de
identificación del sistema (que vendrían a coincidir con las normas de reconocimiento de
Hart). Los sistemas normativos semicomplejos son aquellos que comprenden, además de las
normas de conducta y la norma o normas para la identificación del sistema, alguna norma de
segundo grado: bien las normas sobre la sanción, o bien las nomas sobre la producción de
normas. Por último, los sistemas complejos son aquellos que comprenden ambos tipos de
normas de segundo grado.
En definitiva, Bobbio plantea la siguiente tipología normativa:

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a) Normas para la identificación del sistema: son las que establecen el criterio o los
criterios en base a los cuales se puede decir qué normas pertenecen al sistema. Estas
normas de identificación del sistema se corresponden con la norma de
reconocimiento propuesta por Hart.
b) Normas sobre la sanción: son aquellas que regulan la respuesta del ordenamiento
jurídico ante la violación de las normas primarias. Llevan a cabo la
institucionalización de la sanción. Su función es la conservación del sistema y se
corresponderían con las normas de adjudicación propuestas por Hart.
c) Normas sobre la producción: son aquellas que establecen los mecanismos para la
modificación de las normas de primer grado. Su objeto es la transformación del
sistema, impidiendo la rigidez de las normas de primer grado. Se corresponden con
las normas de cambio propuestas por Hart.

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