Revista Voces... Angeles y Demonios.
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ISSN 1853-8819
Ángeles y demonios
sumario editorial
nº45 El amor en tiempos del
cólera
junio 2015
Abraham Leonardo Gak
Los artículos
firmados expresan
las opiniones
de los autores
y no reflejan
staff COMITE EDITORIAL
Eduardo Basualdo
Aldo Ferrer
SECRETARIO
DE REDACCIÓN
Martín Fernández
DISEÑO EDITORIAL
Mariana Martínez
Córdoba 2122, Facultad de Ciencias Económicas, Universidad de Buenos Aires. Ciudad Autónoma de
Buenos Aires. Teléfono 4370-6135. www.vocesenelfenix.com / [email protected]
El amor en tiempos
del cólera
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Editorial > 5
sub.coop
por Virginia Martínez Verdier. Psicóloga,
Profesora de Psicología, UBA. Especialista en
Sexología Clínica y en Educación Sexual. Periodista
científica. Asesora y Capacitadora de profesionales y
docentes. Directora de www.sexuar.com.ar
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> 7
Prefacio
sub.coop
Organizamos los artículos en cuatro ejes:
“Socio-cultural”, “Géneros y ciclos vitales”,
“Diversidades sexuales” y “El lado oscuro
de la sexualidad”. Esta planificación no
pretende ser rígida ya que algunos artículos
podrían incorporarse en más de un eje.
1. El derecho a la libertad sexual. La posibilidad de la plena sexual va más allá del placer erótico o los actos sexuales. Todo
expresión del potencial sexual de los individuos. Sin embargo, individuo tiene derecho a expresar su sexualidad a través de la
esto excluye toda forma de coerción, explotación y abuso sexua- comunicación, el contacto, la expresión emocional y el amor.
les en cualquier tiempo y situación de la vida. 7. El derecho a la libre asociación sexual. La posibilidad de
2. El derecho a la autonomía, integridad y seguridad se- contraer o no matrimonio, de divorciarse y de establecer otros
xual del cuerpo. La capacidad de tomar decisiones autónomas tipos de asociaciones sexuales responsables.
sobre la propia vida sexual dentro del contexto de la ética perso- 8. El derecho a la toma de decisiones reproductivas, libres
nal y social. La capacidad de control y disfrute de nuestros cuer- y responsables. Abarca el derecho a decidir tener o no hijos, el
pos, libres de tortura, mutilación y violencia de cualquier tipo. número y el espacio entre cada uno, y el derecho al acceso pleno
3. El derecho a la privacidad sexual. El derecho de las de- a los métodos de regulación de la fecundidad.
cisiones y conductas individuales realizadas en el ámbito de 9. El derecho a la información basada en el conocimiento
la intimidad siempre y cuando no interfieran en los derechos científico. La información sexual debe ser generada a través
sexuales de otros. de la investigación científica libre y ética. Abarca el derecho a la
4. El derecho a la equidad sexual. La oposición a todas las difusión apropiada en todos los niveles sociales.
formas de discriminación, independientemente del sexo, género, 10. El derecho a la educación sexual integral. Este es un
orientación sexual, edad, raza, clase social, religión o limitación proceso que se inicia con el nacimiento y dura toda la vida y que
física o emocional. debería involucrar a todas las instituciones sociales.
5. El derecho al placer sexual. El placer sexual, incluyendo el 11. El derecho a la atención de la salud sexual. La atención
autoerotismo, es fuente de bienestar físico, psicológico, intelec- de la salud sexual debe estar disponible para la prevención y el
tual y espiritual. tratamiento de todos los problemas, preocupaciones y trastor-
6. El derecho a la expresión sexual emocional. La expresión nos sexuales.
Considerando valores y derechos sexuales universales, en estos El eje Socio-cultural incluye los primeros cuatro artículos:
últimos años nuestro país ha sido pionero en la elaboración de “Sexualidades en Oriente y Occidente. Dioses y demonios”, de
varias leyes nacionales de reconocimiento en los derechos hu- Miguel Marlaire, en el que nos convoca a mirar cómo se expre-
manos y sexuales de sus habitantes: sa la sexualidad en diversas culturas, hinduismo, tantrismo,
▶ Ley Nº 25.673 (2002): Programa Nacional de Salud Reproducti- budismo, taoísmo, confucianismo, islamismo, la cosmovisión
va y Procreación Responsable. judeocristiana, las raíces grecorromanas y la América preco-
▶ Ley Nº 26.130 (2006): Implementación de Métodos de Contra- lombina de los mochicas, incas y mayas. Propone la superación
cepción Quirúrgica. del sustrato cultural hacia “una realización erótica sin temores,
▶ Ley N° 26.150 (2006): Educación Sexual Integral. sin culpas, con responsabilidad y sobre todo con la consciente
▶ Guía Técnica para la atención de aborto no punible (Código manifestación de la fuerza y capacidad modificadora del amor
Penal argentino, art. 86) (2007). como expresión de la energía más poderosa del universo”.
▶ Programa Nacional de Educación Sexual Integral, del Ministe- Luis María Aller Atucha, en “Sexualidad, lenguaje y sociedad”,
rio de Educación de la Nación (2008). analiza y desarrolla términos nuevos y obsoletos por el avance
▶ Ley N° 26.618 (2010) Matrimonio Igualitario - Modificación al de la vida cotidiana contemporánea y sus efectos sobre la sexua-
Código Civil. lidad. Palabras como novios, pareja, matrimonio, conviviente,
▶ Protocolo para la atención integral de personas víctimas de concubino, feminismo, machismo, femicidio, maricón, puto,
Violaciones Sexuales (2011). amante, infidelidad, entre otras, nos invitan a reflexionar que “el
▶ Ley N° 26.743 (2012). Ley de Identidad de Género. comportamiento sexual de la población ha cambiado. El sexo
▶ Decreto Nº 903 (2015). Reglamentación de cirugías y trata- oficial con sus cuatro variables inamovibles, heterosexual, matri-
mientos hormonales para adecuación corporal. monial, monogámico y reproductivo, ha quedado atrás. La socie-
En relación a lo jurisdiccional, pocas provincias han legislado dad lo ha aceptado. El lenguaje todavía no lo ha incorporado”.
sobre la Educación Sexual Integral, y no la pusieron en práctica Jorge Pailles, en “Sexualidades, salud sexual y el gobierno de sí”,
de manera fehaciente y constante: a partir del concepto de género y sus diversidades, con la guía
▶ CABA: Ley 2.110/2006. de los derechos sexuales y de la educación sexual, propone que
▶ Chaco: Ley 5.811/2006. las personas nos hagamos dueños de nuestra salud sexual: “La
▶ Misiones: Ley 4.410/2007. persona se constituye en un ser protagónico, como sujeto moral
▶ Córdoba, Comisión de Educación Sexual, 2007. Programa de sus comportamientos sexuales y sociales. Implica la elección
Especial de Educación Sexual Integral Nº 10.947. Incluida luego de un estilo de vida, el conocer sus modos, aceptar los propios
la Educación Sexual Integral, en la Ley de Educación Provincial valores y aplicarlos. Posibilita la auténtica identidad, la autono-
Nº 9.870/ 2010. mía de la persona como sujeto moral, el guiarse en conciencia
▶ Entre Ríos: Ley 9.501/2003. hacia determinados objetivos. Implica anticiparse y adueñarse
▶ Santa Fe: Ley 13.066/1992. del propio destino”.
▶ Mendoza: Ley Provincial de Educación Sexual (1997). En “Derecho de las mujeres: Acceso a la interrupción legal del
Queda aún pendiente legislar la interrupción voluntaria del embarazo (ILE) en los servicios públicos de salud. Algunas pre-
embarazo. En este número Amelia del Sueldo Padilla se refiere guntas, algunas respuestas”, Amalia del Sueldo Padilla denuncia
profundamente al tema. e interpela a sus pares médicos a cumplir con las leyes y con el
La mayoría de los autores y autoras de estas páginas procede- bienestar de las mujeres desposeídas. “Esa mujer tiene derechos,
mos de una formación común, la Sexología, con diferentes pro- pero debemos empoderarla para que se reconozca como sujeta
fesiones de base: Sociología, Psicología, Medicina (Ginecología, de derechos”. La interrupción del embarazo es un tema aún no
Clínica, Psiquiatría, Urología), Comunicación Social y Docencia resuelto en nuestro país ya que los gobernantes y los servicios
trabajando en las áreas clínicas o educativas de la Sexología. de salud interponen sus valores y prejuicios a los de la comuni-
Convocamos particularmente a tres autores no sexólogos, que dad, “las inequidades en el acceso a servicios, en la disponibi-
abordan la temática sexual desde su objeto de estudio y campo lidad de recursos humanos y físicos adecuados y en la calidad
de trabajo. La totalidad de los participantes coincidimos en los de la atención sanitaria, impactan de diferente forma sobre las
aspectos ideológicos y valorativos de la temática. Varios colabo- razones de la mortalidad materna y generan un riesgo despro-
radores pertenecen a diversas provincias y localidades: San Juan, porcionado para las mujeres que viven en las jurisdicciones más
Tucumán, Misiones, Córdoba, Tandil, Pinamar y Mar del Plata, pobres del país”.
lo que nos aporta una mirada federal y regional.
Organizamos los artículos en cuatro ejes: “Socio-cultural”, “Gé-
neros y ciclos vitales”, “Diversidades sexuales” y “El lado oscuro
de la sexualidad”. Esta planificación no pretende ser rígida ya
que algunos artículos podrían incorporarse en más de un eje.
Entendemos por Diversidades sexuales otros modos no con- En “Homosexualidad, hoy”, Rafael Freda recorre la historia de las
vencionales de vivir y sentir la sexualidad. En este eje, desarro- condiciones de vida de gays, lesbianas y trans en nuestro país,
llamos cuatro artículos. desde la década de los ’80. Como activista gay, su mirada com-
“Discapacidad y sexualidad”, escrito por Silvia Verdeguer, es- parte la subjetividad con la objetividad, ofreciendo un panorama
pecifica la expresión de la sexualidad en los diferentes niveles amplio, vívido y auténtico: “...atestigüé que en relación con las
de las personas con discapacidad intelectual. “De discapacidad minorías sexuales el país había dado una vuelta de campana. De
hay mucho camino aún por recorrer, por ello se intenta instalar la persecución se pasó a la tolerancia, y de allí a la promoción de
en el devenir cotidiano la plena inclusión de las personas con políticas antidiscriminatorias”. También denuncia lo que aún fal-
discapacidad, en todos sus ámbitos”. Parte de las falsas creen- ta lograr y hacer y realiza propuestas concretas. “Mientras se van
cias instaladas socialmente y de los derechos fundamentales de produciendo reacomodamientos y encastres (no sin chirridos),
estas personas. “Desde el punto de vista fisiológico, la sexualidad las viejas costumbres se resisten a desaparecer, y los viejos pre-
no debería marcar una especificidad definida, pero sí lo hacen juicios insisten en permanecer”. “El hoy de la homosexualidad,
sus capacidades mentales, sus características emocionales y con todas sus ramificaciones, es la construcción del futuro”.
su historia de comportamientos, su entorno familiar y social, Adrián Helien aporta “Transgénero: el punto ciego de la ciencia.
quienes condicionan de una u otra forma la expresión de la se- Lo que no vimos (o no quisimos ver)”. “Este texto es una invita-
xualidad”. Recorre las ideas de la sobreprotección familiar, de la ción a observar nuestras certidumbres y a percibir con mente
negación de la educación sexual, de la mayor vulnerabilidad a de principiante, sin juzgar”. Helien parte de su experiencia como
los abusos, el acoso y la violación, entre otras circunstancias que médico en un hospital público, relata su proceso de acerca-
tiñen la vida de las personas discapacitadas. miento y aprendizaje: “Esto marcó un antes y un después en mi
Claudia Groisman, en “Lesbianismo, hoy”, contextualiza la realidad manera de comprender lo humano y pude darme cuenta de que,
actual de las mujeres homosexuales, sus sentimientos y actitudes a pesar de haberme formado como especialista en psiquiatría y
habituales. Plantea y responde preguntas acerca de sus vidas coti- en sexualidad, sabía poco y nada de la temática”. Explica la ideo-
dianas, que la curiosidad seguramente querría conocer. Con quién logía binarista y su derrumbe. Denuncia el maltrato que infligen
viven, de qué trabajan, si tienen hijos, cómo son sus relaciones los profesionales de la salud por desconocimiento, discrimina-
sexuales, entre otras respuestas que generan interés y sorpresa. “Es ción y prejuicios. Propone la despatologización de la diversidad
más correcto hablar de lesbianismos. Este trabajo pretende abrir sexual. Conceptualiza y contextualiza la temática. Describe los
una puerta para quienes lo lean, ya sea por ser conocedores del cambios actuales en la comprensión de la diversidad sexual.
tema o porque es la primera vez a la que acceden. No está termi- Concluye: “El compromiso con la despatologización de todas
nado. Seguramente cada lector/a tendrá párrafos para agregar y las identidades de género es una lucha que recién comienza y
confirmar y disentir. Sigamos reflexionando entre todxs”. continuará…”.
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Sexualidades de
Oriente y Occidente.
Dioses y demonios
sub.coop
E n el estado actual de la comprensión humana la
sexualidad ocupa un lugar importante, general-
mente aún oculta e incomprendida, y diferente
en su concepción según la cultura del lugar.
En una primera instancia podemos dividir las culturas del mun-
do en dos hemisferios: Oriente y Occidente, pero en ambos las
Nuevos paradigmas y
conductas múltiples
muy incipientemente
están saliendo a la
diferencias entre culturas que componen el mismo hemisferio
sigue aportando muy diferentes criterios en el enfoque de la luz. Esto posibilita una
cuestión sexual. realización erótica sin
Esto nos lleva a realizar permanentes aclaraciones sobre la cul-
tura particular que estamos analizando para poder contextuali- temores, sin culpas, con
zar un comportamiento tipificado de algún modo. responsabilidad y sobre
Así diremos que no es lo mismo el enfoque de la sexualidad en
China que en India, ni el enfoque del Islam por ejemplo, si bien todo con la consciente
todas estas culturas están enmarcadas en un mismo hemisferio.
En todo lugar el manejo de la cuestión sexual en el humano
manifestación de la
tiene íntima relación con su cosmovisión. Diríamos entonces fuerza y capacidad
que el comportamiento de la persona en este aspecto se refiere
directamente a las normas éticas y morales imperantes en su
modificadora del amor
medio. como expresión de la
Esto no quita que haya muchas variantes en un mismo medio,
pero la corriente del comportamiento está inicialmente orienta-
energía más poderosa
da a la pauta socio religiosa. del universo.
De este modo podemos decir por ejemplo que las culturas ju-
deocristianas se apoyan en la culpa en el momento de dirimir
su acción en este ámbito de la sexualidad. Esta culpa viene dada
por el mensaje de la desobediencia de Adán y Eva, que les valió
ser arrojados del Paraíso Terrenal.
Si ahora sumamos el hecho de que el sexo como originador de la
vida tiene en su poder un misterio, el actor en cuestión está en
un grave dilema.
El citado misterio no sólo se apoya en la generación de otro ser
con cuerpo, intelecto, volición e inteligencia, sino en el estado
alterado de conciencia que significa el orgasmo. La naturaleza
ha dotado al humano de este aliciente para seducirlo a realizar
el acto que lo perpetuará y mantendrá la especie.
En más, la sociedad y las religiones se articulan con normativas
que regulan la actividad sexual que se adecua a cada cultura.
voluntad de la mujer al varón. Establece que es preferible el ma- La promesa de un paraíso bucólico, pero la amenaza de un infier-
trimonio y promueve la sexualidad en la pareja marital en todos no feroz y eterno, motivan al musulmán a no desobedecer la ley
los casos. No concibe al hombre célibe, pero a su vez castiga coránica. Aparece un desmedido “temor de Dios”. Aquí ya no cabe
duramente a la mujer que se hace impura al copular fuera del la culpa como en el judeocristianismo, sino que impera el temor.
matrimonio. En tanto, en Occidente la situación imperante en la cuestión
Esta situación hace que entre los jóvenes varones se propicien sexual acontece a partir de una cosmovisión judeocristiana,
relaciones sexuales para atemperar el deseo. La religión es muy y en el nuevo continente levemente teñida por las culturas pre-
estricta en todos los aspectos y estipula siempre el predominio colombinas.
de la ley islámica basada en El Corán. Un puritanismo exacerbado, victoriano, dejó su huella. La bíbli-
A su vez la situación de la mujer en estado de menstruación ca frase “...y se vieron desnudos...” por la situación de Adán y Eva
la vuelve impura y no se la debe penetrar. Se permiten caricias luego de transgredir el mandato divino, asocia al cuerpo y los
pero se recomienda no invadir la zona púbica. genitales al pecado. Esta sentencia se ha estigmatizado con el
El Islam admite varias mujeres para un solo hombre, debido correr del tiempo hasta llegar a nuestros días.
justamente a que en el desierto el hombre está más expuesto El proceso sigue siendo relatado por el Génesis, cuando luego de
a encontrar la muerte en las guerras por defender el territorio cometer la falta Adán se percata de que Yahveh su Dios paseaba
que siempre se ve amenazado dado el poco alimento que allí se por el jardín del Edén, y se esconde. Al ser llamado y ubicado
encuentra. El límite a la poligamia está dado por la prescripción se excusa diciéndole a Yahveh: “Te oí andar por el jardín y tuve
de que todas las mujeres deben ser cuidadas del mismo modo, miedo, porque estoy desnudo. Por eso me escondí”. Aparece el
lo que incrementa los gastos del marido. miedo asociado a la desnudez de los genitales.
Esta particularidad de la poligamia es la que ha posibilitado el Con el correr del tiempo esta situación enraizada en el imagina-
ingreso del Islam a gran parte de África, ya que las tribus tienen rio humano encierra a la cuestión sexual dentro de un manto de
el mismo cuadro de carencia masculina por las guerras tribales impureza, miedo, castigo, ocultamiento.
y los peligros de la caza. Pero Occidente tiene también otras raíces en la cultura
La proyección de la sexualidad en el
mundo que se inicia
Este breve paneo por los dioses y demonios que conforman
el sustrato de nuestra conducta sexual nos convoca al tercer
estamento que conceptualiza la filosofía actual: la reducción
erótica. Esta provee el reconocimiento del proceso de erotización
que está modificando rápidamente la posición del humano ante
la cuestión sexual. En otras palabras, más allá del “pienso luego
existo”, en el reconocimiento del ser, el tercer punto de apoyo
surge con la aparición del “otro”.
La globalización del planeta y el consecuente nacimiento del
Cuerpo Social Humano a partir de la intercomunicación global,
junto a la reciente desconexión posible entre sexualidad y proge-
nie, están desatando el nudo gordiano de la cuestión sexual.
En este sentido, nuevos paradigmas y conductas múltiples muy
incipientemente están saliendo a la luz. Esto posibilita una rea-
lización erótica sin temores, sin culpas, con responsabilidad y
sobre todo con la consciente manifestación de la fuerza y capa-
cidad modificadora del amor como expresión de la energía más
poderosa del universo.
Indefectiblemente las capacidades humanas que posibilitan
el genuino proceso de erotización terminarán por explicitarse y
universalizarse.
grecoromana, donde los dioses representan arquetipos que de- En el actuar de la dupla amatoria, cuando erotizo al otro, este
velan patrones de existencia y de conducta. En estos la libertad de me identifica en plenitud, ya que mi acción lo ha develado en la
expresión de la sexualidad encuentra cauce, por ejemplo la pasión glorificación de su carne. Este proceso de erotización transcurre
en Dionisos y su homólogo romano Baco, el amor en Afrodita y en una afectación recíproca. Se trata de un proceso que se vive
su homóloga romana Venus, el amor entre varones en Eros (dios de a dos, y que se multiplica en díadas hasta el infinito confor-
griego) así como el deseo amoroso en el dios romano Cupido. mando una totalidad amatoria. Lo interesante de este proceso
La cosmovisión grecoromana enriquece las posibilidades de de amor es que su universalidad resulta de la sumatoria de indi-
rescatar a Occidente del ocultamiento, el temor y la vergüenza vidualidades interconectadas. No existe el amor universal desa-
sexuales, condicionados por el judeocristianismo. pegado del contacto humano. Sólo puedo amar a quien entra en
En América la cultura Mochica del norte de Perú nos ha deja- contacto conmigo.
do el legado de su sexualidad profusa en posturas reflejadas en La sexualidad en el humano habrá ascendido entonces un pel-
vasijas de muy variadas formas. Esta cultura data desde princi- daño más en la escala después del animal.
pios de nuestra era hasta el año 800. Una vez conocidos y explicitados los beneficios de esta nueva
Estos huacos eróticos nos cuentan de la naturalidad con que era circunstancia, se romperán las barreras prejuiciosas que han
tratada la cuestión sexual en América precolombina, y si bien el anclado este nuevo proceso amatorio humano.
contexto cultural tampoco era homogéneo, nos permite estable- A partir de la asunción de la humanidad al estado de Cuerpo
cer las coordenadas que desde ese ambiente llegan a nuestros Social Humano, este reconocimiento del proceso de erotización
días. El planteo erógeno es en estas comunidades armónico con se volverá cada vez más necesario. Será preciso generar un per-
la naturaleza y los animales. manente pulsar de diástole y sístole en el dar y el recibir amor
En organizaciones más complejas como la maya y la incaica para posibilitar la circulación de este fluido necesario a la vida
se establece una referencia de pureza en ciertas jóvenes que se de la nueva especie humana en el Cuerpo Social Humano re-
reservaban vírgenes para los servicios a la nobleza y los sacrifi- cientemente creado. Podemos decir entonces que en el siglo XX
cios rituales. parió la humanidad. Todo está comenzando.
En las últimas décadas el comportamiento sexual
de la población ha cambiado y la sociedad lo ha
aceptado. Sin embargo, estos cambios acontecidos
en las prácticas y el modo de relacionarse no
han sido del todo incorporados al lenguaje.
Si bien existen términos o definiciones que
fueron dejadas de lado, resta aún avanzar en
la creación de nuevos conceptos que permitan
definir la nueva realidad.
Sexualidad,
lenguaje y sociedad
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sub.coop
E l cambio de comportamiento sexual observado
en la sociedad en las últimas décadas ha obliga-
do a modificar el lenguaje. Términos o definicio-
nes que fueron usadas durante siglos pasaron a ser, de manera
súbita, obsoletas y dejadas de lado. Al mismo tiempo, el actual
comportamiento sexual de la población obligó a incorporar
nuevos vocablos para describir actitudes y conceptos que difícil-
mente se pudieron haber imaginado nuestros ancestros.
Un ejemplo simple y claro lo constituye la expresión “relaciones
sexuales prematrimoniales”, que definía una actividad sexual no
aceptada o permitida, ya que se suponía que las relaciones se-
xuales se debían mantener únicamente dentro del matrimonio.
Por lo tanto, el hecho de catalogar una relación sexual como
“prematrimonial” era una manera de descalificarla y condenar-
la. Este concepto provenía de lo que se entendía y se aceptaba
como el Sexo Oficial.
Sexo Oficial era aquel que la sociedad esperaba que todos
respetaran y que las prácticas sexo coitales no se apartaran de
cuatro variables que eran inamovibles. La relación sexo genital
debería ser, necesariamente, matrimonial, heterosexual,
monogámica y reproductiva. Cualquier actividad sexo ge-
nital, inclusive las que no involucraban los órganos sexuales,
como por ejemplo las fantasías o simples caricias corporales
con personas del mismo sexo o los encuentros coitales que se
llevaran a cabo fuera del matrimonio, eran considerados fuera
de lugar. Lógicamente que la población no respetó esta norma,
pero no obstante aceptó y utilizó por siglos el concepto y el
término de “relaciones sexuales prematrimoniales”, confirmando
con esa expresión que el ejercicio de la sexogenitalidad debía ser
dentro del matrimonio. Esta expresión, o definición, ha quedado
obsoleta y fuera de lugar porque en la actualidad no se discute lia, dentro de la cual se procrearían los hijos (único lugar válido y
el derecho al sexo juvenil placentero, ni se presume que la pareja permitido para hacerlo). En la actualidad, el concepto “noviazgo”
de “novios” espere la noche de bodas para concretar el encuen- ha perdido totalmente el marco de definición, ya que es común
tro sexo genital. escuchar no sólo que los novios conviven, sino que tienen hijos.
Hemos mencionado la palabra “novios” y esa palabra ha perdido No es raro encontrar una nota en un medio o una entrevista que
la significación que tuvo durante siglos. Si buscamos definicio- explique que el “novio actual es el padre de mis hijos” (tomado de
nes de novios o sinónimos, nos encontraremos que el noviazgo una declaración reciente de una actriz a un periódico). Por lo
está vinculado a algo transitorio, al futuro, a una promesa, tanto, el concepto de exploración mutua, conocimiento previo,
una etapa de mutuo conocimiento y exploración, con el que compromiso para concretar una relación permanente, queda
se describía la relación de pareja que, estando enamorados, se fuera de lugar y no se puede usar. El vocablo “novios” se puede
“comprometía” a explorar en conjunto el futuro, una vez que se emplear para describir a dos púberes vírgenes que se sonríen, se
concretara la segunda variable del sexo oficial, que la sexogeni- toman de la mano y comparten un helado, como para hacerlo
talidad fuera matrimonial. con una pareja que lleva conviviendo muchos años y producto
Era entonces muy simple y concreto saber que esa pareja (tam- de esa convivencia hay uno o más hijos.
bién analizaremos esta palabra) estaba en una relación prelimi- Otro de los conceptos del sexo oficial que ha quedado de lado,
nar con vista a concretar un “matrimonio” para formar una fami- al igual que los términos que se empleaban para definirlo, des-
absoluta, antes, imposible que un joven o una joven defina a su pareja sexual
como la “amante”, inclusive si se trata de una pareja esporádica
durante y después que se lleva a cabo de manera paralela a la pareja matrimonial,
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Sexualidades,
salud sexual
y el gobierno
de sí
sub.coop
D ecíamos en un trabajo presentado años atrás:
“La incorporación de la categoría de género ha
permitido comprender, analizar y cuestionar los
comportamientos de varones y mujeres y de sus múltiples impli-
cancias, ya que permitió reconocer que las relaciones no se forman
de una forma natural sino que se deben a una construcción social
rencian el comportamiento de las personas según su identidad
sexual; como se puede apreciar, por entonces, la mirada lucía
detenida en las dos sexualidades oficializadas: la sexualidad de
la mujer y la sexualidad del varón.
El género incluye –redefinido y ampliado conceptualmente
hoy– las diferencias de comportamientos, de actitudes y de
que alude a aspectos culturales asignados de manera diferenciada actividades de las personas sexualmente diferentes. Sus conteni-
a unas y otros. Mientras el sexo alude a las diferencias biológicas dos, liberados de toda consideración biológica, dan legitimidad
de mujeres y varones, el género define la red de creencias, expecta- a las “otras” sexualidades, antes condenadas por sus prácticas
tivas, actitudes, sentimientos, valores, conductas, habilidades, ac- sexuales, al considerárselas anormales, perversas y/o enfermas.
tividades, etc. que diferencian a mujeres y varones como producto La socialización, enmarcada por la pertenencia sociocultural,
histórico de construcción social. obra como resultado de las creencias sociales acerca de cómo se
“Siendo que en nuestra cultura la asignación o rotulación de géne- tiene que ser y del cómo deberán comportarse los integrantes
ro se hace a partir de la diferenciación sexual biológica, que esta de –y en– una determinada cultura. El mayor valor que la socie-
se traduce en una serie de inequidades sociales que implican la dad asigna a los varones y a la heterosexualidad ha originado una
subordinación del género femenino al masculino; y que a su vez, posición de desventaja para las mujeres y para los integrantes de
esta situación imposibilita las relaciones simétricas entre varones las diferentes sexualidades, en este último caso asignándole a la
y mujeres, la equidad de género se convierte en tema nuclear de la heterosexualidad la posición rectora, hecho que en la práctica
educación de la sexualidad y en uno de sus objetivos básicos”. sociocultural obliga a las personas no heterosexuales a soportar
En rigor, deberíamos haber dicho que el género define la men- problemas tales como un menor acceso a los recursos y opor-
cionada red de creencias, expectativas, actitudes, etc. que dife- tunidades y a enangostar sobremanera las alternativas relativas
a sus elecciones personales. La estrechez de miras de quienes dad. Se ejercita a través de los profesionales de la salud prove-
obran a partir de juicios moralizantes da cuenta de una cultura nientes del campo médico o psicosocial, quienes actúan como
caracterizada por los prejuicios sociales, la asimetría de poder y la educadores de la sexualidad, orientadores o consejeros sexuales.
discriminación sin reparos. Estudia asimismo los comportamientos y actitudes sexuales en
Se han experimentado algunos cambios, es cierto, pero queda forma metódica, bajo técnicas utilizadas por las ciencias psico-
un largo camino por recorrer; aún se debe reflexionar mucho lógicas y sociales.
sobre la naturaleza de lo sexual. Quedan sombras que iluminar, Existen, por otra parte, contradicciones por superar. Por ejem-
conocimientos por descubrir, resistencias, prejuicios y etique- plo, se objeta la clasificación biológica varón-mujer como punto
tados por vencer y tensiones y susceptibilidades que salvar. La de partida sexual indicativo, al tiempo que se aduce que la per-
tensión entre el saber científico y el posicionamiento ideológico; sona transexual habita un cuerpo que no le pertenece, volvién-
entre las ciencias médicas y las ciencias psicosociales y estas dose así, inocentemente, a la posición antes objetada (“tienen
últimas con los testimonios y argumentaciones provenientes del un cuerpo de varón pero se sienten mujeres”). Del mismo modo
“campo sexual militante” son parte de las cuestiones a resolver. se sustituye el término “cambio de sexo” por el nuevo “cirugía de
La sexología aún no ocupa el lugar de prestigio que gracias a sus reasignación de genitales”, cayéndose otra vez en evidente con-
aportes le correspondería tener, no lo ha logrado en el concierto tradicción, ¿A cuál cuerpo pertenecen los genitales reasignados?
científico, le faltan considerables espacios por cubrir en el pre- Desde el punto de vista teórico todo está bien, es universalmen-
grado universitario y en la atención hospitalaria. Hay quienes te aceptada la diferenciación entre la sexualidad y la sexogenita-
con autoridad distinguen la Sexología Clínica de la Sexología lidad, pero en la práctica educativa o de promoción de la salud
Social y Educativa; sin embargo esta última no se halla todavía se sigue cometiendo el error de reducir la sexualidad a la sexoge-
instituida. Recordemos que esta orienta sus objetivos hacia las nitalidad, casi como si fueran equivalentes.
acciones preventivas, la consejería y, la Educación de la Sexuali- La actitud profesional condescendiente, acomodada a lo que los
otros dicen o hacen, sea para evitar polemizar con ellos o para
no herir susceptibilidades y que oculta lo que uno de verdad
piensa o debería decir, no hace más que agregar más confusión,
en la línea misma de la definición entre lo científico y lo ideo-
lógico. Mucho menos sirve para profundizar los conocimientos
vigentes.
Creemos que las personas transexuales, transgéneros y No con-
formes con su género tienen subjetivas razones para cuestionar
o refutar las argumentaciones académicas, mucho más cuando
estas, pese al esfuerzo realizado, no terminan de salir de su en-
cierro biológico.
Sabemos que cualquier intento de definir a la sexualidad desde
una posición científica choca contra la perspectiva personal de
diferentes actores, quienes hoy tienen voz y voto por su militan-
cia sexual o por los significados que dan a sus propias y subjeti-
vas experiencias. La tarea no es sencilla, pero se deben extremar
los esfuerzos para lograr también que todas las personas –sin
retraimiento por su condición sexual– se responsabilicen a sí
mismas, emprendiendo el camino de atención de su salud se-
xual, haciendo las consultas pertinentes al momento que les
sea necesario hacerlas. No hace falta decir que los estereotipos
y los prejuicios están instalados en las actitudes, percepciones
y opiniones de un significativo número de personas integrantes a los vínculos afectivos, al cuerpo, a sus capacidades, al género,
del abanico de la diversidad sexual. No son pocos los casos que, al erotismo: todas estas dimensiones constituyen la sexualidad;
basados en ellos, nada hacen para alcanzar mejoras en su salud en consonancia con la formación y la visión totalizadora de per-
sexual. El respeto exigido por y para los otros debe conjugarse sona.
con el respeto de las personas hacia su propia sexualidad. Si tanto hablamos de “ellos y ellas” y nos creemos liberados de
Sin negar la importancia que la biología tiene, creemos que la prejuicios y tabúes mientras utilizamos los símbolos que en-
práctica sexológica formativa y asistencial crecerá en exten- marcan lo femenino o lo masculino (a/o) es quizá porque no nos
sión, calidad y profundidad cuando finalmente se independice hemos detenido –y tanto nos cuesta hacerlo– a ver y reconocer
de la clínica médica y se instale en lo psicosocial. Será cuando como personas a quienes tienen una sexualidad diferente a la
tome debida forma el redimensionamiento de la sexualidad y nuestra. Es común escudriñar los gestos y las maneras de los
se comprenda y se respete la diversidad sexual, desde una pers- otros, los que quedarán en sospecha o definitivamente condena-
pectiva integral. Consideramos que quedarán atrás estereotipos dos bajo la suposición de que sus relaciones sexuales son inter
y prejuicios así como las creencias establecidas durante varias y/o intragénero; se asiste a la mirada detenida por el observador
generaciones sin fundamento racional alguno; confiamos en que en lo genital y no en el valor o la calidad humana de la persona.
se asistirá a una concepción no medicalizada de la sexualidad No es necesario en este breve trabajo apuntar a las diferencias
alejada de consideraciones patológicas o encasilladas como enmarcadas en cada una de las sexualidades definidas al pre-
trastornos del comportamiento. La clínica médica redescubrirá sente, ni de sugerir siquiera una puesta en valor de cada una de
su necesaria presencia para tratar los casos que requieran su ellas; nuestro interés consiste en encontrar un punto de iguala-
intervención terapéutica, sin rotulaciones ni falsos planteos, ción y equivalencia, desde una perspectiva objetivada, al menos
simplemente orientada a lograr la salud sexual de sus consultan- en el intento. Es necesario adoptar una nueva actitud –dispo-
tes o pacientes. sición de ánimo– frente a la problemática, cambiar el eje de
La sexualidad es mucho más que una simple enunciación de observación, modificar nuestros criterios de acción, apostar a la
los órganos sexuales o de la transmisión de enfermedades. La naturalización positiva de lo sexual.
compleja forma de presentarse en el mundo muestra que la No obstante encontrarnos en un campo minado por las impre-
identidad de las personas se construye en base a la vida misma, cisiones, fallas y faltantes hallamos una certeza que bien puede
ha originado una puede dejar de observarse que los avances logrados aún no han
servido para alcanzar la profundidad deseada, ni han sabido
posición de desventaja dar una respuesta total satisfactoria, ni tampoco han calmado
el apetito esclarecedor de quienes nos esforzamos para que las
para las mujeres y personas sean reconocidas como tales, más allá de su identidad
para los integrantes sexual, más allá del concepto de sexualidad al que cada una de
ellas, obviamente de manera diferenciada, adhiere; sin discursos
de las diferentes o posturas defensivas o “perdona vidas”, dándole a la vida el
sexualidades, en verdadero significado que en realidad tiene y que, como se sabe,
cuesta sobremanera aprehender. A las malas costumbres se las
este último caso siguen emparentando con lo sexual, el lenguaje cotidiano del
asignándole a la insulto es una de sus muestras, el sexismo no se ha rendido y
viene contraatacando con nuevos brotes atribuibles a la violen-
heterosexualidad la cia de género, la moral del deber ser sigue marcando y guiando
posición rectora, hecho innumerables actitudes y conductas.
La Salud Sexual define el estado pleno de salud física y emo-
que en la práctica cional de una persona. El goce de una vida sexual gratificante
sociocultural obliga y una definida armonía entre los deseos, las decisiones y los
sentimientos de la misma son una buena muestra o señal de ese
a las personas no estado. La percepción del dolor o del estado de bienestar, del
en función de tal y no a partir de su adscripción sexual), el dere- tregas parciales, sea en la intimidad o en el espacio sociocultural
cho a ser socializado de acuerdo a tal adscripción, a tomar deci- de cada uno.
siones (saber decir sí cuando se siente el sí y saber decir no El cuidado de sí como arte de vivir es una práctica subjetiva.
cuando se siente el no) y el derecho a recibir servicios asisten- Exige voluntad, temperamento, actitud positiva hacia la propia
ciales de calidad y calidez, cuando se necesite y se demande. sexualidad, hacia el propio cuerpo y hacia la vida. La persona
El escaso control que las personas tienen de su cuerpo y de su se constituye en un ser protagónico, como sujeto moral de sus
sexualidad muestra un cuerpo vacío de subjetividad, un cuerpo comportamientos sexuales y sociales. Implica la elección de un
propuesto para ser manipulado por los demás, un cuerpo sujeto estilo de vida, el conocer sus modos, aceptar los propios valores
al poder de los otros, en actos signados por el menoscabo, la y aplicarlos. Posibilita la auténtica identidad, la autonomía de
degradación y la humillación por parte del otro, y convierte a la persona como sujeto moral, el guiarse en conciencia hacia
las personas en seres vulnerables a la explotación sexual, a la determinados objetivos. Implica anticiparse y adueñarse del
violencia, a los embarazos no deseados, no queridos ni progra- propio destino.
mados y a las enfermedades de transmisión sexual. Es la persona egosintónica, en conjunción y armonía consigo
En general las personas no tienen conciencia de su propio cuer- misma, en sintonía con lo que siente y desea, con clara disposi-
po, no viven el cuerpo como totalidad. Toda experiencia de sí ción para tomar iniciativas en su vida la que muestra el camino
y del mundo comienza y se sostiene a lo largo de la vida por el del goce existencial.
cuerpo, por el “cuerpo que tengo” y por el “cuerpo que soy”, el Tan sólo creemos que el tener una actitud positiva hacia la vida,
cuerpo es el sostén de la identidad. Es el cuerpo el que se ex- hacia la sexualidad y hacia el propio cuerpo en mucho ayuda a
presa ante los demás, el que dice algo de nosotros mismos. La tomar los recaudos de salud pertinentes y a prevenir los efectos
forma en que se percibe el cuerpo, las sensaciones y sentimien- de los comportamientos indeseados.
tos que fluyen, las imágenes que se tienen del propio, las que Con frecuencia se sobrevalora el conocimiento y se desprecia, en
creemos dar y las que generan u ofrecen los otros condicionan ausencia, la formación actitudinal, no obstante saberse que más
sin lugar a duda las relaciones afectivas y sexuales. Ni hablar del importante que agregar un conocimiento más a la biblioteca
enlace que dichas imágenes, precisas o equívocas, tienen sobre mental es saber qué se puede hacer en la vida práctica gracias a
el cuidado de la salud sexual. ellos.
El cuerpo y el decidir cuidarlo, el tomar las debidas decisiones Sólo la actitud positiva, correspondiente al deseo de aprender,
para alcanzar aquello que se quiere lograr según los propios garantiza un mayor cuidado de la salud. Puede conocerse
parámetros de vida, el brindarse la atención necesaria, el emo- todo acerca de la acción de cada uno de los métodos eficaces
cionarse, el desplazarse por el mundo de manera positiva, satis- pero ello no termina por resolver el necesario uso de un anti-
factoria, el brindar y brindarse placer, ya sea en la intimidad o en conceptivo a la persona que no desea ni quiere embarazarse, tal
el quehacer cotidiano, el cultivar el cariño, la ternura y el afecto como un fumador, aun conociendo el negativo efecto del cigarri-
son partes esenciales de la persona que entiende –aun teniendo llo, no hace nada por dejarlo.
en cuenta sus posibles equivocaciones– el sumo valor que con- El conocimiento del comportamiento fisiológico del mismo
lleva el gobernarse a sí misma. modo no es determinante para el buen estar sexual ni sostiene
Son enemigos del decidir: el abandono, el aburrimiento, el dejar- en sí la actitud del propio cuidado.
se estar, la obsecuencia, la indeterminación, la falta de un norte Algunas señales marcan el camino a seguir. Quizá la señal más
por el cual luchar. relevante sea la de revalorizar el concepto de persona. Mientras
La necedad e ignorancia, en oposición al gobierno de sí, desig- se trabaje para que la ciencia avance en el camino de la unidad
nan el rechazo a prodigarse cuidados o al abandono de sí mis- con los propios actores y sus subjetividades no deberíamos
mo, a vivir en la intemperie, en y con un cuerpo desguarnecido, dejar de tener en cuenta que aquello que objetivamente iguala,
indefenso, en ocasiones víctima de la intemperancia y el abuso equipara, lo que humanamente identifica, a las personas y sus
ajeno. Un cuerpo que en el mejor de los casos se brinda por en- sexualidades es justamente eso, el ser personas.
por Amelia del Sueldo Padilla. Médica Sexóloga. Presidenta
de la Sociedad de Sexología y Educación Sexual de Colegio Médico de
Tucumán. Presidenta de AASES (Asociación Argentina de Sexología y
Educación Sexual). Codirectora www.sexualidadyeducacion.com
sub.coop
P ara comenzar a hablar de este tema y el punto
en el que se encuentran algunxs de mis colegas
en la provincia de Tucumán, prefiero pensar que
desconocen los tratados internacionales, las leyes nacionales y
los artículos e incisos que posibilitan la práctica, reconociendo
únicamente los que hablan de penalidades para la mujer en
los derechos humanos, pero no somos tan humanxs cuando
no respetamos el principio de autonomía y mucho menos el de
intimidad.
En pueblos chicos del interior en seguida se conoce con nombre
y apellido quién fue, quién lo hizo, y los consabidos “y también
si se viste así”, y “si la madre no la cuida”, y “si es una buscona”. Y
situación de interrupción y de quien la practica. termina teniendo la culpa esa niña, esa adolescente o esa mujer
Menos aún conocen el Protocolo que el Programa Nacional de de una violencia desmedida, de un presente destrozado, de pro-
Salud Sexual y Procreación Responsable (PNSSyPR) pone a dis- yectos descartados. Y por supuesto, es etiquetada.
posición de todos los servicios del país. Qué distinto hubiera sido si al llegar al servicio de salud se
Mucho se ha conseguido en estos últimos años en cuanto a la hubieran seguido los protocolos vigentes. ¡Pero no se los imple-
ampliación de los derechos y al afianzamiento de las políticas menta! ¿Por qué nos cuesta tanto este tema? ¿Por qué nos adue-
públicas, pero qué pasa con el personal de la salud involucrado ñamos del cuerpo de esas mujeres, casi tanto como se apropia
en estos procesos. ¿Aseguran un efectivo cumplimiento? ¿Cómo quien las viola? Por supuesto que no hablo de aquellos colegas
es posible que unx adolescente sea atendidx en un servicio y no que todos los días luchan para garantizar el cumplimiento de
se tengan en cuenta sus derechos sexuales, se los desconozca, se esos derechos, hablo de lxs otrxs. Lxs que no garantizan el cum-
los vulnere? ¿Qué pasa con la comunidad médica que le cuesta plimiento del derecho a la interrupción legal del embarazo, lxs
tanto garantizar los derechos sexuales y reproductivos de la po- que no fortalecen el trabajo de los equipos de salud, lxs que no
blación en general, especialmente si de niñas y adolescentes se tienen un trato respetuoso, y a lxs que no les importan los dere-
trata? ¿Cómo es posible que en casos de violaciones de niñas de chos de las humanas.
10 años que quedaron embarazadas, continúen con el embarazo Generalmente trabajo con capacitaciones con colegas en temas
porque al solicitar la interrupción el personal de la salud les dijo de sexualidad, cuesta hablar del tema, ya que en nuestra forma-
a ellas y a sus madres que es un delito y que está penado por la ción como médicxs el cuerpo sexuado y el cuerpo sensual no
ley? ¿Cómo se construyen mujeres esas niñas? existen, el hablar desde una perspectiva de género levanta pol-
En nuestro país la legislación reconoce causales para la inte- varedas de irreverencia en un ambiente estricto y rígido como el
rrupción legal del embarazo (Art. 86 inc. 2 del Código Penal), médico.
este derecho incluye a todas las personas con capacidad para ¿Qué es esto que podemos estudiar medicina, entrar en los qui-
llevar adelante una gestación, o sea que inclusive se tiene en rófanos, hacer investigación, pero no decidir cuándo ligarnos las
cuenta las situaciones de aquellas personas trans que quedaron trompas libremente? ¿No conocen la letra escrita de la ley, o no
embarazadas. El ejercicio de este derecho se encuentra enmar- les importa? Sigo pensando que la desconocen.
cado en los derechos sexuales y reproductivos como parte de ¿Pasa lo mismo si es un hombre el que solicita una vasectomía?
y físicos adecuados una visión integral de la salud. Entendiendo que un peligro para
la salud debe ser entendido como una posibilidad a la afectación
y en la calidad de la salud, y no requiere de constatación de enfermedad, como
tampoco debe exigirse que sea de una determinada intensidad.
de la atención ¿Quién decide cuán intenso es un dolor? ¿Quién sabe cuán pro-
sanitaria impactan funda es la depresión por la violencia sufrida?
Cuando hablamos de salud nombramos las tres dimensiones
de diferente forma que la caracterizan: física, mental-emocional y social, por lo
sobre las razones de la tanto cuando hablamos de salud mental puede ser tanto un
trastorno mental grave, una discapacidad, como también cuán-
mortalidad materna to significa en esa psiquis el dolor y el sufrimiento por la situa-
y generan un riesgo ción que está viviendo, con amenazas y expulsiones familiares,
que a veces reforzamos ocasionando inclusive autolesiones. O
desproporcionado para suicidios, cosas y casos que no se hablan, que no se dicen, que
las mujeres que viven no muestran las estadísticas, pero que existen. ¿Quién se hace
cargo de esa mujer que recurre a la clandestinidad y muere?
en las jurisdicciones En los casos de violación, el único requisito para acceder
más pobres del país. a una ILE es que la mujer, o cuando fuera necesario su
representante legal, realice una declaración jurada don-
de afirme que el embarazo que cursa es producto de una
violación.
Entonces el equipo es responsable de garantizar y no obstruir el
derecho a interrumpir un embarazo.
La penalización del aborto que rige en numerosos países, lejos
de disminuir la incidencia de la práctica, impide el acceso a pro-
cedimientos seguros, con lo cual se generan riesgos para la vida solicitar una interrupción legal del embarazo cuando:
y la salud de las mujeres. ▶ El embarazo representa un peligro para la vida de la mujer y
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el aborto este peligro no pueda ser evitado por otros medios.
inseguro como un procedimiento para terminar un embarazo ▶ El embarazo representa un peligro para la salud de la mujer
efectuado por personas que no cuenten con las habilidades y este peligro no pueda ser evitado por otros medios.
necesarias o en condiciones carentes de los estándares médicos ▶ El embarazo proviene de una violación; entendiéndose
mínimos, o ambas (OMS, 2012). también como violación a la pareja o ex pareja por violencia de
Casi la mitad de los abortos que ocurren en el mundo son género.
inseguros. Se considera que en la Argentina se realizan entre ▶ El embarazo proviene de una violación sobre una mujer
370 mil y 522 mil interrupciones de embarazos por año. Estas con discapacidad intelectual o mental.
cifras son estimativas. La única información disponible es el nú- El ejercicio de la opción a la ILE en dichas circunstancias se
mero de hospitalizaciones producidas en los establecimientos encuadra en los derechos a la autonomía personal, la privacidad,
públicos por complicaciones relacionadas con abortos. Este dato la salud, la vida, la educación y la información; asimismo, a los
no distingue entre abortos espontáneos y provocados, por lo que principios de no discriminación e igualdad.
representa sólo una fracción de los que ocurren anualmente. La decisión de la mujer es incuestionable y no debe ser sometida
En 2012 murieron en nuestro país 33 mujeres a causa de emba- por parte de lxs profesionales de la salud a juicios de valor deri-
razos terminados en aborto. Dos de ellas eran adolescentes me- vados de sus consideraciones personales o religiosas.
nores de 20 años y siete jóvenes de entre 20 y 24 años. Y si hablamos del principio de autonomía, ¿dónde queda? ¿Real-
En 2013, el 50% de las muertes por embarazo terminado en mente se le brinda a esa mujer información veraz, adecuada y
aborto correspondió a mujeres de 15 a 29 años, entre ellas nueve completa para que pueda tomar la mejor decisión para ella?
de adolescentes de 15 a 19 años. Sin embargo, las inequidades ¿Cuánto se respeta su derecho a decidir sobre las cuestiones
en el acceso a servicios, en la disponibilidad de recursos huma- relacionadas con su cuerpo, su salud y su vida?
nos y físicos adecuados y en la calidad de la atención sanitaria Como médicxs tenemos la función pública y el rol ético de cui-
impactan de diferente forma sobre las razones de la mortalidad dar la salud de las personas sin decidir por ellas sobre sus con-
materna y generan un riesgo desproporcionado para las mujeres ductas íntimas y personales.
que viven en las jurisdicciones más pobres del país. Este principio es la base del secreto médico y del ser médicx.
La decisión de interrumpir un embarazo no deseado, no planifi- ¿Por qué elegimos ser médicxs? ¿Qué nos pasa cuando del cuer-
cado, inoportuno, se concreta en el cuerpo de la mujer, esa mis- po de la mujer pobre se trata? ¿Es lo mismo ser médico en el
ma mujer que en otro momento o en otras circunstancias puede sistema público que en el privado? ¿Soy objetxr de conciencia en
llevarlo adelante. O sea que el derecho a decidir no va a obligar ambos? ¿Aviso y me excuso por escrito?
a interrumpir un embarazo a quien no desee hacerlo. Pero sí lo Mujeres pobres, desprotegidas, con derechos vulnerados, vulne-
puede hacer quien así lo decida. rables. Las condiciones económicas crean un ciclo abortivo con
La penalización del aborto no incide sobre la decisión de abor- maternidades múltiples y precarias con abortos post natales y
tar, la mujer lo hace igual. La diferencia estriba en el circuito que abortos que ponen en riesgo su vida.
siga para llevar adelante su decisión. Entonces ¿por qué interponemos obstáculos médico burocráti-
La ilegalidad del aborto da lugar a prácticas diferenciadas según cos o judiciales para acceder a una efectiva prestación, si pone-
la condición socioeconómica de la mujer y la falta de informa- mos en riesgo la salud de quien requiere esta práctica?
ción. “Unas” acuden en forma privada a profesionales idóneos y Conocemos que los tiempos de la Justicia no son los mismos
las “otras” sólo tienen acceso a procedimientos caseros, de baja tiempos que los de una mujer en condición de interrupción de
calidad, riesgosos, las dos son mujeres, las dos dueñas de sus embarazo, entonces ¿por qué judicializamos innecesariamente
cuerpos y decisiones, con resultados diferentes. Hablamos de una práctica? Una situación estrictamente privada se vuelve
inequidad entonces. pública dejando de ser confidencial.
Sin embargo en la Argentina toda mujer, niña, adolescente y, en El mandato de no judicialización implica que con la in-
general, toda persona con capacidad de gestar, tiene derecho a tervención de un médico es suficiente para decidir si el
caso se encuadra en las circunstancias que legalizan la Es derecho de esa mujer recibir buen trato y que se garantice su
interrupción. atención de manera adecuada, brindándole una información
Entonces algo de la esfera de lo privado se vuelve público, y se- amplia, completa, que pueda entender, hablando en términos
guimos violando a esta mujer en sus derechos, ya que la historia sencillos, dejando que elija estar acompañada por quien prefie-
clínica y sus datos son sólo de ella, de la mujer, ¿dónde queda el ra, compartiendo la información con quien decida, ofreciendo
derecho a la intimidad y al secreto profesional cuando se produ- asesoramiento y consejería en anticoncepción luego de realiza-
ce una divulgación? Sólo la mujer puede decidir compartir. do el procedimiento de ILE.
Entre otras preguntas, ¿por qué nos cuesta tanto respetar la Desconocer la libertad y autonomía de las mujeres en las de-
intimidad en los servicios?, la mujer en posición ginecológica, cisiones que refieren a su cuerpo y su capacidad reproductiva
circulando gente a su alrededor, observando, interviniendo, opi- como médicxs nos coloca en lo más visible del sistema patriar-
nando, ¿y la privacidad? Bien, gracias. cal.
En realidad tengo muchas preguntas sin respuestas, porque John Locke en el siglo XVIII reflexionando sobre la esclavitud
tampoco sé por qué estxs profesionales no garantizan una aten- manifestaba: “Aunque la tierra y todas las criaturas inferio-
ción rápida e inmediata. res pertenecen en común a todos los hombres, cada hom-
Por qué ocasionar demoras innecesarias, o brindar falsas infor- bre tiene (y podemos agregar: cada mujer tiene) una propie-
maciones o negarse a llevar adelante un tratamiento cuando no dad que pertenece a su propia persona; y a esa propiedad
notificaron por escrito que eran objetores de conciencia. nadie tiene derecho excepto él/ella mismx”.
por Augusto Labella. Antropólogo Social. Educador Sexual.
Vocal de la Asociación Argentina de Sexología y Educación Sexual y
Vocal de la Asociación de Sexología del Litoral. Coordinador General
del Colectivo Misionero de Educación Sexual
4 4 > www.vocesenelfenix.com
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Adolescentes: el discurso
de la sexualidad
sub.coop
M uchas veces nosotros como adultos nos
encontramos frente a situaciones de diá-
logo con unos “otros” que nos resultan
distintos y a veces un poco ajenos, tanto por la relación de dife-
rencia notoria de edad como por una suerte de responsabilidad
que se da casi de forma implícita. Hablamos de unos otros que
son los y las adolescentes.
Lxs adolescentes representan a un sector de la sociedad actual
que no tiene fronteras estructurales de edad, género, ni rasgos
explícitos. Sabemos que se ingresa en la adolescencia una vez
que aparecen ciertos rasgos físicos, acompañados por desarro-
llos psicológicos (conductas, comportamientos), pautas de iden-
tificación del niño en adulto, y el cambio de una dependencia
a una relativa independencia, la cual se define como madurez
social. Lo que nos queda claro es justamente lo oscuro. Es un
“etapa-proceso” que transitamos los seres humanos de las socie-
dades actuales. Y como seres humanos nos relacionamos, inte-
ractuamos, nos comunicamos, dialogamos.
En este diálogo, ocurre un intercambio. Un ida y vuelta de “sa- tos, las reacciones violentas, sonrojarse, tartamudear. Aun así,
beres” ( formas de ver el mundo, de percepciones de lo real, de lo de estas expresiones somos nosotros los interlocutores adultos
que me gusta y no me gusta, de lo que creo correcto, incorrecto, quienes a su vez decodificamos, interpretando subjetivamente
anormal, normal; normas, valores, reglas); un intercambio de lo lo que nos están respondiendo. Este discurso del que hablamos
que piensa, dice, hace, dice que hace, y siente cada sujeto. no es un discurso “limpio y objetivo” sino que ya está cargado de
Ahora bien, en este intercambio muchas veces sentimos la nece- ideologías dominantes, de estereotipos y representaciones de
sidad de dar “respuestas” o de “corregir” algún saber o creencia un mundo adulto que invade una expresión propia y legítima del
que sabemos que es incorrecta o poco saludable. Desde algo adolescente. Es lo que muchas veces llamamos el “deber ser” o
tan simple pero con tantas consecuencias como “si no uso forro lo que se espera de mí. Lo que se espera que se haga y se sienta,
no pasa nada” hasta algo más maligno y violento como “le pego y que en el caso de los adolescentes la mayoría de las veces no
porque se lo busca”. Es allí, en esa relación, cuando intentamos pueden vivenciar; por lo cual construyen un discurso de proezas
(a veces inconscientemente) que ese intercambio se transforme y fantasías, tratando de cumplir expectativas provenientes de
en un acto educativo. ese mundo adulto.
Un acto educativo es un intercambio que produce nuevos sabe- A partir de estas aproximaciones sobre el discurso, podemos
res que tienen sentido en uno de los interlocutores en la medida enunciar también como una hipótesis que las diferencias en las
en que estos conocimientos puedan ser aplicados a su vida co- respuestas de jóvenes de uno u otro género están vinculadas con
tidiana. la existencia de otros discursos de mayor orden ligados a mode-
En esta relación siempre hay poder de por medio, el cual puede los vigentes y conflictivos de masculinidad y femineidad, y a mo-
ser con una intención de buena fe o bien con un interés por delos de relaciones afectivas y sexuales aceptadas socialmente.
colocar un discurso propio en boca de otro. Por ejemplo: trans- Estos discursos, estas “maneras de decir las cosas”, reproducen
mitir con la intención de educar un valor como llegar virgen modelos dominantes que se legitiman grupalmente, como en
al matrimonio podría ocasionar que un o una adolescente no colegios, barrios, grupos de amistades. A ello llamamos catego-
disfrute plenamente de su cuerpo (algo no propio del mundo rías intragrupos. Estas expresiones muchas veces chocan con las
juvenil hoy en día). Es por ello que debemos tener en cuenta que categorías intergrupos, es decir con grupos de otros jóvenes con
esta situación no provoque restricciones, desajustes, dificulta- otra formación, otra procedencia, otra práctica espiritual y (casi
des, obstáculos, angustias, en la cotidianeidad de lxs otrxs. A inevitable notarlo) con otros grupos de jóvenes y adultos.
esto se denomina iatrogenia educativa, todas las acciones socio- Muchas veces pensamos que el silencio significa represión, ti-
pedagógicas que no posibilitan a niños y adolescentes acceder midez o negación por parte de lxs adolescentes respecto de algo
al conocimiento y a los saberes que les permiten apropiarse de que nosotros preguntamos y queremos conocer. Esas interpre-
la realidad. taciones son propias de nuestro mundo adulto. Ello genera so-
Entonces nos preguntamos: en ese intercambio, en ese acto lamente una sensación de ansiedad y angustia en nosotros por
comunicacional y hasta a veces educativo, ¿qué tipo de lenguaje no obtener una respuesta desde un lenguaje adulto. Debemos
debemos usar? ¿Debemos preguntar algo? ¿Qué debemos pre- ser pacientes y respetar momentos y comprender que el silencio
guntar? ¿Cómo debo interpretar? es parte del código adolescente y no siempre significa lo mismo
Si nos pusiéramos a recolectar las opiniones y comentarios que en el adulto.
de los adolescentes respecto de algún tema que nos interese Además debemos tener presente que los adultos tenemos una
abordar de su sexualidad sólo llegaríamos a obtener datos no forma de entender y valorar la sexualidad, propia de cada unx,
respecto a las prácticas de estos y estas adolescentes, sino a los resultado de nuestra historia particular, nuestra educación y
discursos de las prácticas sexuales. formación. Esa filosofía acerca de cómo entendemos y vivimos
Es decir que sólo podremos concluir acerca de la manera de la sexualidad la llamamos sexosofía. Es como un par de anteojos
decir y expresar discursivamente su sexualidad, en vez de las desde lo cual vemos las sexualidades. Nos cuesta mucho despo-
maneras “reales” de hacer y/o sentir. Cuando hablamos de dis- jarnos de ella a la hora de valorar las prácticas y conductas de
curso reconocemos una expresión del lenguaje que no siempre lxs adolescentes. Tratar de separarnos y comprender lo que se
es hablado sino que incluye un código no verbal, como los ges- nos dice desde el lugar del otrx es un ejercicio constante y com-
plejo, que no siempre puede lograrse, pero la intención misma
ya implica una movilización y un reconocimiento de las respues-
tas y opiniones de un otro diferente.
Las respuestas de los jóvenes dan cuenta de la existencia de
estereotipos y representaciones, de mitos y falsas creencias, de
gustos y temores, que a medida que van creciendo tendrán dos
caminos posibles: o se aferrarán los miedos y temores, así como
los gustos, o se resolverán dando lugar a una existencia sana,
saludable, placentera.
Los estereotipos hacen de espejos que la sociedad presenta
al adolescente para reflejar una imagen que él o ella llegan a
considerar auténtica conformando su conducta hacia ella.
Los adultos estamos, en la mayoría de los casos, convencidos
de la validez de estos estereotipos ya que los legitimamos en
nuestras acciones cotidianas. Por lo general lxs adolescentes
se convencen de que lo que hacen es simplemente lo que todo
el mundo espera que hagan; y la sociedad adulta en general se
convence de que tiene que afrontar en este caso “un problema”.
Se instala una imagen dicotómica en torno a estos estereotipos,
dando lugar sólo a dos posibilidades: alejarse o acercarse de la
forma correcta y esperada de ser. De esta dicotomía parte la
repetición constante de un cierto modelo dominante, como es
el hablar de su genitalidad, de qué es bueno y propio de su etapa
psicoevolutiva. Pero ¿tienen conocimiento los adultos acerca de
los procesos fisiológicos y de las expresiones afectivas que van
acompañando estos procesos?
Comúnmente, si somos adultos no críticos, y no reflexionamos
sobre nuestras acciones, caemos en las siguientes reacciones:
en una reacción colectiva desde el estereotipo; en una reacción
idiosincrática, basada en la formas de ser de cada uno y sus
experiencias, y/o en una reacción de “transferencia” en la cual
vemos el mundo de los adolescentes a partir de nuestros valores
y reglas, de la percepción de lo que es correcto o incorrecto, a
menudo en detrimento de la relación.
Debemos prestar atención a la muy nombrada “sobreprotec-
ción” que se expresa en una marcada inquietud y seguridad
para con el adolescente. Ello puede llevar a prácticas para pro-
tegerlxs contra exposiciones prematuras a las tensiones físicas
y emotivas del mundo adulto, lo cual concluye muchas veces en
prohibiciones impuestas que frustran sus impulsos normales y
necesarios.
Las reacciones de los adultos frente a la sexualidad adolescen-
te tienen gran relación con la aceptación de la sexualidad en
la esfera familiar (ese círculo de relaciones compuesto por las
personas que el adolescente considera cercanas afectivamen-
te), y se manifiesta en las demostraciones de afecto entre los afectivo. Reconociendo la perspectiva de género, desde su expe-
miembros de esta y en el nivel de conocimientos de los procesos riencia; notando y haciendo notar al sujeto todo y diverso como
fisiológicos. un sujeto de derecho.
Si nos pusiéramos a analizar las formas de comunicación entre Cualquier intención de diálogo consciente que establezcamos
los adolescentes y su familia nuclear (padres, madres, quienes con los adolescentes debe ser funcional. Aquello de lo que que-
ella o él identifiquen) puede ilustrar el modo en que ambas par- ramos hablar debe estar relacionado con las situaciones prácti-
tes desempeñan sus roles de forma consciente e inconsciente cas que encaren los adolescentes en la vida diaria. Por ello, un
respondiendo a deseos y miedos, placeres y temores, muchas objetivo educativo debería ser ayudar a comprender mejor sus
veces implícitos. problemas, discutir las razones por las cuales existen, y analizar
Los adultos tenemos y necesitamos acompañar desde nuestro la mejor manera de solucionarlos. Por consiguiente, los diferen-
lugar de adultos a los adolescentes en ese tránsito de la niñez a tes temas relacionados con la sexualidad deben ser considera-
la juventud. Acompañar los procesos involucrados en la evolu- dos importantes por lxs propixs adolescentes.
ción psicosexual de los adolescentes reconociendo sus curiosi- La clave para adoptar nuevas ideas es la motivación que se en-
dades e inquietudes, dando respuestas con conocimientos cien- cuentra dentro de ellos y ellas. La acción es voluntaria. La curio-
tíficos, fortaleciendo los vínculos sin dejar de lado lo afectivo y sidad inicial debe ser alimentada y resignificada en términos de
emocional. Un proceso que no es trabajado desde lo educativo lo saludable, placentero y aplicable prácticamente a su vida.
es la Respuesta Sexual Humana (RSH), el cual además de ser un La información proporcionada debe ser simple, amena y fácil de
proceso que se da de forma particular en la adolescencia, res- aprehender, es decir que no se requieran altos niveles de escola-
ponde a las relaciones interpersonales entre los adolescentes y ridad para entender. Utilizar términos criollos y populares para
repercute directamente sobre su vida adulta. acompañar las descripciones científicas suele ser una buena
En la actualidad la información que reciben lxs adolescentes es herramienta, así como aprovechar las capacidades específicas
parcializada. No se brindan las herramientas necesarias para de cada unx, combinando la comunicación verbal, la no verbal,
que transiten los cambios propios de los procesos psicosexuales. el uso de la memoria para la retención de información, y las
Poco se dice acerca de las necesidades de la sexualidad juvenil, imágenes y percepciones sensoriales, etc. Utilizaremos así for-
como la búsqueda del placer erótico, afectivo, o la sexualidad mas propias para entender y valorar las alternativas para aplicar
sana y sin consecuencias críticas. en las situaciones diarias.
Creemos que en lo sucesivo esto va a ser mitigado y superado. Lo óptimo, pero no imposible, es buscar constantemente un
La ley 26.150 de Educación Sexual Integral ha ido habilitando equilibrio entre lo que ellxs necesitan y lo que podemos proveer
en nuestro país un espacio que nos permite adoptar una pers- en cuanto al desarrollo de nuevos conocimientos y elementos
pectiva integral, articulada, que incluye lo sexo genital y lo sexo de juicio para la toma de decisiones. Así crearemos un código
afectivo, visualizando al sujeto como complejidad, no separando propio de complicidad afectiva que permita un intercambio
entre cuerpo y mente, sino integrando lo físico, lo intelectual y lo genuino y placentero de saberes.
Existe una idealización cultural que
atribuye un rol des-sexualizado a
la maternidad. En este contexto se
considera a la mujer como un envase,
una especie de máquina suministradora
de leche pura y sagrada, dejando
de lado la subjetividad propia y la
biografía sexual y afectiva que toda
mujer lleva consigo. Para terminar
con estas creencias es necesario
desarrollar un nuevo paradigma
donde la mujer, su sexualidad, su
eros, la maternidad y su ser individual
converjan holísticamente para su
integración.
Ser mujer,
maternidad,
sexualidades y
lactancia
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mujer a un rol estereotipado de madre. Se olvida que por detrás sensaciones claramente sexo-genitales en el momento preciso de
de esa máquina dadora existe una mujer con un cuerpo sexuado dar de mamar, ocasionando fuertes sentimientos de culpa, llevan-
y erotizante con toda una subjetividad propia y una determinante do a la mujer a interrumpir la lactancia de modo temprano y defi-
biografía sexual y afectiva con particularidades socioculturales y nitivo. Recordemos que Eros, principio de placer, abarca la sexua-
económicas que finalmente otorga o no la disponibilidad para dar lidad que a su vez es más amplia que el concepto de genitalidad.
de mamar. Pensemos a la lactancia como una posibilidad y una La sexualidad es afectividad, potencia deseante, comunicación
elección, no como un imperativo, no como un deber hacer, al me- verbal y no verbal, sensualidad, creatividad; es decir, ese territorio
nos para aquellas mujeres cuya condición económica les permite corpo-subjetivo, provisto de emociones, sentidos, sensaciones que
la elección. Pero aun en aquellos casos en que lo económico no es incluyen olores, sonidos, tacto, contacto, calor, arrullos, caricias,
condicionante, el mandato persiste y a menudo genera vivencias mucosas, miradas, también genitalidad y tanto más. Todo eso y
y sentimientos ambivalentes: situaciones de conflicto, de dolor, más abarca la sexualidad (sexualidades) e interviene en el encuen-
confusión y dificultad para establecer un vínculo satisfactorio en- tro de una mujer y su bebé.
tre la madre y su bebé, como consecuencia de no lograr integrar En algunos casos el esclarecimiento de las diferencias entre los
un aspecto vital como la sexo-genitalidad de la mujer a lo largo del conceptos de sexualidad y de genitalidad es suficiente para que
período del amamantamiento. Esto se debe, por ejemplo, a aspec- la mujer, en su función de madre, se desculpabilice (por ejemplo
tos como la disociación cuerpo-psiquismo, temores y fantasías el experimentar sensaciones sexo-placenteras en el acto de ama-
respecto de la estética corporal (imagen y esquema corporal) y mantar), mientras que en otros es necesario elaborar situacio-
creencias populares tales como la de quedarse sin leche luego del nes más complejas relacionadas con el cuerpo, la identidad y la
juego amoroso, mitos que finalmente impiden a la mujer que de- reactualización del vínculo de la mujer con su propia madre.
sea y que elige amamantar el acceso a una sexualidad placentera Es importante, cuando se aborda el tema de la lactancia, tener
e integradora. También existen mujeres experimentando placer y presente que en esta existe una trilogía de funciones:
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L a sexualidad es una función humana que constitu-
ye un elemento vital en todas las personas durante
las diferentes etapas de su vida. Comprende el
sexo, la identidad sexual, los roles de género, la orientación
sexual, los mecanismos de la reproducción, el erotismo. Tiene
distintas funciones, como el placer, la comunicación, la intimi-
responsable de crear un ser sexuado único e irrepetible en cada
uno de nosotros. Nuestra biología aporta el sexo somático, deter-
minado por genes, gónadas y hormonas, que nos marca diferen-
cias fisiológicas y estructurales en los genitales y en los cuerpos
diferenciándonos físicamente como “varones y mujeres”. Y el
sistema cultural le aporta valores, reglas, modelos, creencias y
dad, y la reproducción. Abarca todas las dimensiones del ser costumbres. De esta manera, se van construyendo los patrones
humano: el individuo, la pareja y la familia. Cada persona tiene de conducta femenina y masculina, los roles de género. Según
la capacidad de expresarla a través de sus pensamientos, senti- cómo cada persona vaya interpretando los mandatos familiares
mientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conduc- y culturales que se le enseñaron desde su infancia, irá constru-
tas, prácticas, roles y relaciones. yendo sus propios pensamientos, fantasías, sentimientos, signifi-
La sexualidad se desarrolla en cada persona según el delicado cados y deseos sobre la sexualidad.
ensamble que hagan los determinantes biológicos, psicológicos, La sexualidad va transitando distintas etapas a lo largo de la
sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, vida. Ellas son: etapa prenatal, infantil, adolescencia, juventud,
religiosos, y espirituales. La diversidad de determinantes es la adultez, adultez mayor (climaterio. andropausia). Cada etapa
tiene sus características propias e individuales por lo propio de la ser físico, psíquico, espiritual y social, hay que valorarla como un
etapa en sí, y por el carácter de individualidad de cada persona. todo, teniendo en cuenta todos los aspectos de su vida: su pare-
Es decir, dependerá de cómo está su cuerpo en ese momento de ja, su familia, su trabajo, y su historia de vida.
su vida, y qué pensamientos y significados tiene sobre distintos Los síntomas pueden comenzar hasta 4 a 6 años antes de la
hechos de connotación sexual. Esto hace que una misma con- última menstruación y continuar durante varios años después
dición biológica se pueda impactar de manera diferente en per- de la misma.
sonas con distintos mandatos o modelos sociales. Por ejemplo, Los síntomas principales son: irregularidades menstruales, sofo-
mujeres de igual edad cronológica de menopausia podrían tener cos y sudoraciones nocturnas, labilidad emocional, irritabilidad,
distintas posturas ante su sexualidad, por haber aprendido dis- cambios en el humor y el estado de ánimo, alteraciones en la esfera
tintas costumbres, o por haber tenido distintas historias de vida. sexual (disminución del deseo, dolor con las relaciones sexuales,
Y después de haber definido los conceptos más importantes dificultad para alcanzar el orgasmo, etc.), cefalea, nerviosismo,
sobre la sexualidad, definiré el climaterio y la menopausia. palpitaciones, cansancio, insomnio, aumento de peso y distensión
La menopausia es la fecha de última menstruación y se la consi- abdominal, trastornos vaginales y urinarios.
dera como tal después de 12 meses de amenorrea; es decir, des- Los signos principales se pueden ver al examen ginecológico, al
pués que la mujer estuvo 12 meses sin ciclos menstruales. Existe examen clínico, o por estudios complementarios que cada pro-
una amplia diversidad de signos y síntomas como consecuencia fesional de la salud podrá indicar de acuerdo a las necesidades
de los cambios hormonales que se producen durante un período y factores de riesgo de cada mujer. Por esta razón, y para cursar
previo e inmediatamente después de la menopausia; esto es una menopausia y climaterio saludable, se aconseja hacer un
llamado climaterio o perimenopausia. control médico clínico y ginecológico, y seguir los consejos e
Hoy en día nos encontramos con una realidad social que nos indicaciones del profesional de confianza.
obliga a prestarle más atención a esta etapa de la vida de la mu- Los factores de riesgo más importantes se relacionan con el
jer, que en años anteriores. Los cambios en los estilos de vida, tabaquismo, la diabetes, la hipertensión arterial, la hiperlipidemia
los cambios en la alimentación y el aumento de la actividad (colesterol y triglicéridos altos), el sedentarismo, la obesidad, el
física en general, entre otras causas, han provocado el aumento cáncer de mama (más frecuentes entre 45 y 55 años).
en la expectativa de vida de la mujer, sin que se haya modificado También es importante recibir educación sobre los hábitos que se
la edad de la menopausia, siendo alrededor de los 50 años. Esto deben practicar en este momento especial de la vida. Las medi-
significa que cerca de un tercio de su vida la mujer debe vivir das higiénico-dietéticas más importantes que se recomiendan
después del cese de la capacidad ovárica (reproductiva y hor- incluyen: dieta rica en calcio y pobre en grasas animales, más
monal). Lo esperable para la mayoría de las personas es que esta consumo de frutas y verduras frescas, actividad física permanente,
parte de la vida se viva con calidad, tratando de adaptarse a los y fundamentalmente no fumar.
cambios corporales, y también a los cambios en sus relaciones Los ovarios claudican en su función hormonal (estrógenos, pro-
familiares, laborales, y especialmente con sus parejas disfru- gesterona, y andrógenos) y en su función generativa ( formación
tando del placer sexual, que para muchas personas es fuente de de gametas femeninas), pero los cambios fisiológicos y emociona-
calidad de vida. les derivados de este hecho biológico no deberían afectar las otras
Durante la transición a la menopausia, los cambios hormonales funciones de la sexualidad de la mujer.
son responsables desde el aspecto biológico de algunos signos y Si las mujeres y sus parejas estuvieran debidamente informadas y
síntomas muy molestos. Pero también hay que considerar que predispuestas para aceptar los cambios propios de esta etapa de
el estado psicológico, relacional y social de cada mujer podría ser la vida, y adecuadamente tratadas cuando esos cambios afecten
determinante de algunas dificultades que la aquejan. La biología su desempeño sexual, su vida erótica no debería verse afectada
no es la responsable absoluta. Considerando a la mujer como un de manera desfavorable.
El futuro del erotismo femenino en esta etapa de la vida depen-
derá de la conjunción de varios factores, además de su estado
hormonal:
▶ El estado de salud general.
▶ El significado que cada mujer le haya otorgado a su propia
sexualidad.
▶ La historia sexual de cada miembro de la pareja.
▶ La calidad del aprendizaje erótico que hayan atesorado en sus
vidas.
▶ Del nivel de satisfacción que hayan logrado en sus relaciones
sexuales.
▶ De la calidad de relación general que tenga con su pareja.
▶ De la capacidad de comunicación con su pareja.
▶ De la autoestima y autoaceptación que tenga la persona para
Los cambios en los estilos
adaptarse a los cambios de esta etapa de la vida. de vida, los cambios
▶ De los niveles de intimidad y amor que pueda compartir con
su pareja, y de tantas otras condiciones que entran en el terreno
en la alimentación y el
de la singularidad y la variación, tan frecuente en este aspecto aumento de la actividad
como en tantos otros de la vida misma.
Para una mujer que ha asociado su sexualidad sólo al aspecto
física en general, entre
reproductivo, los tiempos de la menopausia significarán para otras causas, han
ella el declinar de su vida erótica. Contrariamente, para aquella
mujer que supo disfrutar otros aspectos de su sexualidad, que provocado el aumento en
mantiene buen estado de salud y una relación armónica con su la expectativa de vida de
pareja, esta nueva fase de su vida la puede sorprender gratamen-
te. Con mayor libertad, con más disponibilidad de tiempo libre, la mujer, sin que se haya
y sin temor al embarazo, algunas parejas disfrutan plenamente
de su vida erótica hasta edades avanzadas.
modificado la edad de
Muchos de los trastornos sexuales tienen como base un sustrato la menopausia, siendo
biológico por la disminución de los estrógenos. Los cambios en
la piel y su consecuente pérdida de la identidad táctil, la hi-
alrededor de los 50 años.
poatrofia o atrofia genital de la mucosa y la falta de lubricación Esto significa que cerca
vaginal, la atrofia del clítoris o del piso pélvico muscular y su con-
secuente disfunción orgásmica, son algunos de los signos más
de un tercio de su vida la
observados en esta etapa de la vida. mujer debe vivir después
Pero también sabemos que muchas de las disfunciones que se
presentan en esta etapa de la vida de la mujer se han venido
del cese de la capacidad
arrastrando desde lejanos tiempos de su vida reproductiva. Por ovárica (reproductiva y
esta razón, es muy importante saber qué tipo de historia erótica
ha tenido la mujer consultante, que tipo de relación de pareja y hormonal).
familiar, para poder hacer una evaluación de situación lo más
objetiva y real posible.
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M enudo tema. ¿Qué es “ser varón”? ¿Qué
implica? ¿Desde qué mirada?
Soy varón, según está registrado en mi
partida de nacimiento y en mis sucesivos documentos. Esto sig-
nificó, más allá de lo formal, toda una manera de criarme y toda
una serie de expectativas, tanto familiares como sociales, con
bólica, como por ejemplo ir a comprar las pastas los domingos e
inculcar ciertos valores (que hoy llamaríamos correspondientes
a su género) a los hijos varones, preferencia futbolística incluida.
Es decir, ante semejantes determinaciones lo único preocupante
iba a ser el tema del sustento, claro que, eso sí, era también lo
único realmente importante; las tareas femeninas eran secunda-
respecto a cómo me tenía que portar en cada ámbito en el que rias o, lo que es peor, no reconocidas, invisibles, “naturales”.
me moviera, así como cuáles deberían ser dichos ámbitos. Con garantizar los ingresos la función de varón estaba cumplida,
Dichas expectativas moldearon una identidad que, a medida cabalmente cumplida. Claro, algunas cosas podían empañarla
que pasó el tiempo, fue teniendo rasgos en común con los ami- un poco –o mucho–, como que a algún hijo varón no le gustara
gos de la infancia y adolescencia, así como particularidades que el fútbol (¿Me habrá salido “trolo”?) o que MI esposa hubiera
hacían que fuera yo y no otro. tenido algún desliz erótico y esto se supiera. Es decir, cualquier
Claro que el camino no fue fácil, especialmente a partir del mo- desviación –real o supuesta– de la conducta sexual con respecto
mento en que comencé a darme cuenta de que las mujeres no a lo que marcaba el modelo ideológico hegemónico, por parte de
eran “un adorno del varón”, como canta Víctor Heredia en esa cualquier miembro de la familia, podía implicar una falencia en
hermosa canción que es “Bebe en mi cántaro”. En este sentido, el desempeño del rol de varón. ¡Ah, me olvidaba! Siempre debía
creo que a él le resultó más fácil, porque ese darse cuenta fue quedar en claro, al menos de puertas para afuera, que “en mi
gracias a las enseñanzas de su padre, cosa que no nos ocurrió a casa mando yo”…
la gran mayoría de los varones que hoy pasamos los sesenta. Pero lo antedicho no era tan complicado, porque casi siempre
Ser varón depende mucho de la forma en que fuimos criados, existía una aliada: la esposa, que generalmente sostenía la es-
pero también de los diversos procesos sociales que nos atravesa- tructura familiar dentro de los cánones esperables. Y en el peor
ron y nos afectaron en diferentes momentos y circunstancias. de los casos, una dosis de violencia masculina para enderezar la
Tal vez era más fácil ser varón adulto cuando yo nací. En ese en- cosa estaba aceptada…
tonces, las identidades de género no se cuestionaban, al menos Pero llegaron los ’60, los ’70, y con ellos el hippismo, los cambios
de manera masiva; por supuesto que ya había gente trabajando políticos en Latinoamérica, Los Beatles, algunas noticias sobre
en este sentido y viviendo de acuerdo a nuevas pautas, pero su ciertos movimientos llamados “feministas” o algo así, la inser-
voz aún no se escuchaba entre el común de la gente. ción de las mujeres en el mundo del trabajo… Algo se estaba
En ese contexto, todos sabíamos desde chicos que había muje- gestando, evidentemente.
res para casarse y otras para acostarse. El mensaje en mi puber- Pero no idealicemos las cosas: esas nuevas corrientes y otras
tad era “traten de llevar a la cama a toda chica que conozcan, expresiones de cambio no generaban adhesión inmediata o uná-
pero después la largan”. nime; sin embargo, la dinámica social hacía que tanto quienes
Por otra parte, había que pensar en el futuro, ya que en algún participaban en algunas de ellas como quienes las rechazaban o
momento formaríamos una familia cuya manutención iba a ser las desconocían o ignoraban quedaran involucrados en alguna
de nuestra exclusiva responsabilidad. Claro que esta responsa- medida.
bilidad, si bien era grande, era prácticamente la única, ya que Claro que no era fácil para nadie: salir a la calle con el pelo hasta
todo lo referente al hogar –orden y prolijidad, limpieza, compras, los hombros y una camisa floreada podía generar violencia que
crianza de los hijos, etc.– sería competencia exclusiva de la mu- iba desde risas socarronas e insultos hasta noches en la comisa-
jer elegida. A lo sumo nos reservaríamos alguna tarea casi sim- ría. Pero entendamos: era violencia en ambos sentidos, puesto
que quienes insultaban también se sentían violentados por este imaginar a una mujer taxista, gerente de ventas o boxeadora,
esbozo –al menos desde las formas– de nuevo varón. como sucede hoy en día sin mayores sorpresas?
Por supuesto que esto no se limitaba al aspecto: de ser así hu- ¿Y qué se generaba entre nosotros, los varones? Creo que la pala-
biera pasado sin pena ni gloria, como una moda más. Los cam- bra más adecuada es confusión.
bios en cuanto a la inserción laboral de las mujeres, sumados a Confusión porque teníamos que vincularnos con compañeras
una mayor cantidad de espacios compartidos, generaban una de escuela o trabajo sin saber cómo hacerlo: ¿eran para la cama
dinámica importante de transformación y asunción de roles en o para casarse?, porque esa era la tipología que habíamos ma-
el colectivo de mujeres, que por supuesto modificaba el tipo de mado de pequeños. Ahora la teníamos en el banco o escritorio
vínculos establecidos con los varones e, indefectiblemente, a los contiguo, planificando reuniones de estudio o trabajo con noso-
propios varones. tros.
Las escuelas, tanto primarias como secundarias, comenzaron a Confusión porque qué podían pensar nuestros padres, al ver que
ser mixtas; la mayor parte de los trabajos y ocupaciones se hicie- la mujer elegida no respondía a las pautas esperables: cómo va
ron accesibles tanto a mujeres como a varones; ¿podía alguien a ser buena para mi hijo, si trabaja entre varones, anda todo el
Y siguiendo esa línea, ¿qué ocurrirá con nuestros nietos y bisnie- mayoritariamente, una fachada diferente de un mismo sistema
tos? Ya que me parece que nuestros hijos, nuestras hijas, nacie- patriarcal, binario y homofóbico. Evidentemente ha cambiado
ron y fueron criados cuando estos cambios de roles estaban aún mucho en las décadas recientes, pero si uno tiene una mirada
más efervescentes. y una escucha atenta, los viejos valores mantienen su vigencia,
Pero además del posicionamiento ideológico paterno y materno incluso a través de personas con muy buenas intenciones (claro
y de su claridad o sus confusiones, aparece la escuela, que trata que esto no debería sorprendernos, porque lo veo y escucho a
de adecuarse a los nuevos modelos pero choca con resistencias diario entre los propios colegas sexólogos, pero esto es tema
enormes; de esto sabemos algo los que trabajamos en educación para otra oportunidad).
sexual: tenemos leyes de avanzada, pero su implementación En resumen, ser varón tiene sus bemoles, pero es lo que soy y, en
cuesta horrores. La resistencia es tanta que mucha gente cree todo caso, agradezco que me haya tocado vivir esta transición
que son leyes casi optativas, cuyo cumplimiento depende del hacia un nuevo modelo; sea cual fuere el resultado final, el pro-
deseo o la voluntad de cada uno… ¡No, compatriotas, son de ceso ha sido y es muy rico.
observancia tan obligatoria como pagar impuestos! ¡Ah, me olvidaba! Esta visión es la de un varón que nació y vivió
¿Y los medios masivos? Si bien se intenta mostrar la diversidad siempre en Buenos Aires, heterosexual, hijo de un pequeño co-
en algunos casos, en líneas generales los estereotipos más clási- merciante, NSE medio bajo, con tres hijas, cuatro nietos y dos
cos de género están a la orden del día en televisión, el medio con nietas. Apenas puede resonar en personas con historias parecidas
mayor penetración. Es decir, la confusión a que hice referencia a la mía. No es extrapolable a otros sectores sociales ni a otras
anteriormente se consolida en muchos casos, ya que se muestra, geografías y culturas; eso lo dejo para que lo piensen los lectores…
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A lo largo de la vida el cuerpo va envejeciendo
y esto determina cambios que intervienen de
una manera decisiva en la sexualidad y que
influyen para que la misma, después de la segunda mitad de la
vida, sea diferente. ¿Qué ha cambiado? No demasiado, debido a
que el deseo sexual suele permanecer. Lo que se ha modificado
hombres alcanzaban su máxima capacidad sexual hacia la edad
de 25 años, para después comenzar un lento descenso cuya
graduación y variabilidad dependería de cada individuo, pues
cada uno representa un patrón aparte con todo un abanico de
posibilidades. Para 1950 el profesor español Gregorio Marañón
señaló que los hombres mayores presentaban en su proceso
es el ritmo y la intensidad del contacto amoroso. de envejecimiento una fenomenología similar a la de la mujer
A muchas personas se les hace difícil pensar que los hombres premenopáusica. Proceso que denominó como el climaterio
maduros posean todavía sentimientos, necesidades y relaciones masculino, término que levantó ampollas y originó acaloradas
de tipo sexual. Esta idea errónea de que la sexualidad en el ser discusiones que periódicamente se reviven a la luz de los mo-
humano adulto es inconducente es provocada por la tendencia dernos conocimientos.
habitual de los jóvenes de negar el proceso evolutivo que se de- Para hacer una aproximación al tema del envejecimiento sexual,
sarrolla con el aumento de la edad. es necesario atender el proceso de envejecimiento general. El
No obstante, en algunas universidades a nivel global el tema está envejecimiento es una etapa de la vida que indica el inicio de
siendo considerado de creciente importancia y se ha confirma- la involución. Es el polo opuesto de la adolescencia, que es la
do en el año 2012 que la población adulta continúa siendo se- etapa de la vida que marca los cambios evolutivos más impor-
xualmente activa. Esto se debe, en gran parte, a que en la actua- tantes –físicos y psíquicos– en el paso de la niñez a la adultez.
lidad existe un proceso de maduración personal digno, ya que la El envejecimiento hace su tránsito de la madurez a la vejez. Tal
medicina aporta elementos para que ello se produzca. es el parangón paradojal desde el punto de vista psíquico entre
Asimismo, existen factores que pueden obstaculizar la vida se- la adolescencia y el envejecimiento al que se ha denominado
xual de este grupo etario. Entre ellos se encuentran los siguien- como la segunda adolescencia. Puesto que similitudes parado-
tes: hipercolesterolemia, hipertensión arterial, tabaquismo, jales también existen desde el punto de vista psicológico, ya que
taquicardia durante el reposo, antecedentes de infarto de mio- en la adolescencia se operan una serie de modificaciones en el
cardio, alteraciones en el electrocardiograma, adicción a ciertas comportamiento que tornan a la persona incomprensible, llena
drogas, antecedentes familiares, diabetes mellitas, hiperurice- de contradicciones y claroscuros, pues se halla en el momento
mia (gota), hipotiroidismo, tensión psicosexual, entre otros. de búsqueda de su identidad como persona: necesita ser y
En 1948 Alfred Kinsey presentó a la comunidad mundial su hacer. En el envejecimiento, de igual manera lleno de claroscu-
famoso libro La conducta sexual del varón. Allí remarcó que los ros e incomprensiones, la persona también tiene una crisis de
A lo largo de la
vida el cuerpo va
envejeciendo y esto
determina cambios
que intervienen de
una manera decisiva
en la sexualidad y que
influyen para que la
misma, después de la
segunda mitad de la
vida, sea diferente.
identidad, en el sentido de que ahora no quiere dejar de ser ni
dejar de hacer, como pareciera que la sociedad se lo tratara de
Desde el punto de vista
imponer. psicológico, ambiental,
El envejecimiento está caracterizado por una serie de cambios
que suelen operarse durante una larga etapa y por cambios hor-
laboral, familiar y social,
monales. La mayor y más evidente diferencia está en el aspecto el hombre como la mujer
endócrino y de reproducción. La mujer, una vez desaparecidas
las menstruaciones, termina su época reproductiva. El hombre tiene climaterio, una
en cambio mantiene esta capacidad –así sea en menor cantidad involución, un paso
y calidad– además de tener producción de andrógenos testicu-
lares y de esperma. Así pues, desde el punto de vista hormonal hacia la vejez, la vejez
y reproductivo, el hombre no tiene menopausia. Desde el pun- misma y la ancianidad,
to de vista psicológico, ambiental, laboral, familiar y social, el
hombre como la mujer tiene climaterio, una involución, un paso etapas lógicas del
hacia la vejez, la vejez misma y la ancianidad, etapas lógicas del
devenir humano, que no significan otra cosa, al haber llegado
devenir humano, que
a estas avanzadas edades, que un triunfo sobre la enfermedad, no significan otra cosa,
puesto que los menos fuertes han quedado en el camino.
¿Qué parámetros usamos para designar “la segunda mitad de la
al haber llegado a estas
vida”? Pueden existir varios, pero los 50 años en el varón puede avanzadas edades,
ser una buena referencia. Esta decisión se puede construir desde
lo social, cultural, familiar, laboral, etcétera.
que un triunfo sobre la
Los expertos han confirmado que, con el paso de los años, se enfermedad, puesto que
observa un descenso de los niveles de testosterona (hormona
sexual masculina) y un aumento de los niveles de globulina
los menos fuertes han
transportadora de hormonas, lo que se deriva en un descenso quedado en el camino.
de la testosterona biodisponible (biológicamente disponible), la
que el organismo normalmente usa para sus funciones vitales.
Definimos a las hormonas como sustancias de secreción de
glándulas internas, que se vuelcan al torrente circulatorio san-
guíneo. Existen variadas tanto en el cuerpo de la mujer como del
varón.
En este último se produce –en ocasiones– un cuadro clínico
debido al descenso hormonal, que se lo conoce (entre otros
términos) como andropausia, definido como un síndrome (con-
junto de signos y síntomas) bioquímico asociado con la edad y
caracterizado por un déficit de niveles de andrógenos (testoste-
rona) en el suero sanguíneo. Se puede ver afectada la función de
múltiples órganos del varón y –sobre todo– una disminución de
la calidad de vida.
Los rasgos clínicos más relevantes son: cáncer de próstata, la impotencia sexual o el déficit androgéni-
▶ Disminución de la calidad de la función eréctil, con reducción co, entre otras, lo que facilita su papel como médico generalista
de las erecciones nocturnas. del varón añoso.
▶ Falta de libido, entendiéndose como tal al deseo de mantener En definitiva y como conclusión, el especialista en urología
relaciones sexuales con personas del otro sexo o del mismo. –aparte de diagnosticar y tratar los problemas de todo el árbol
▶ Cambios de carácter, con disminución concomitante de la urinario– ha mostrado su convicción de que se impone un ma-
actividad intelectual, de la memoria, de la orientación espacial, yor conocimiento del “estado hormonal” del varón y que este
con fatiga, depresión, cambios emotivos e irritabilidad. estado puede ser la razón por la que el sujeto presente variadas
▶ Disminución del vello corporal y alteraciones de la piel. deficiencias funcionales y enfermedades orgánicas superiores a
▶ Disminución de la densidad ósea y osteoporosis. las inicialmente sospechadas. Por lo tanto, la visión integral de
▶ Aumento y redistribución de la grasa corporal. la salud del varón añoso se impone sobre investigaciones par-
▶ Menor predisposición a practicar deportes. ciales individualizadas. La misión del urólogo no debe centrarse
También aparecen signos y síntomas orgánicos como diabetes, únicamente en la hiperplasia benigna de próstata, el carcinoma
hipertensión arterial, aumento del colesterol, etcétera. de próstata, la disfunción o la deficiencia hormonal del varón,
Todos estos factores afectan la calidad de vida del varón. Por sino que debe pensar en la posibilidad de que todas estas alte-
esto puede afirmarse, basándonos en estudios epidemiológicos raciones puedan estar presentes, en mayor o menor grado, en
realizados, que la disminución de andrógenos puede afectar la el varón que envejece. Por lo cual, repetimos, el urólogo puede
salud del hombre, que el aumento de la edad supone un des- convertirse en un plazo de tiempo breve en el médico genera-
censo de la testosterona, situación que genera la aparición de lista del hombre. No sólo se debe interrogar sobre la función de
síntomas concretos que afectan a un número importante de los distintos órganos que conforman el aparato genitourinario.
varones, por lo que surge la imperiosa necesidad de mejorar la Sino que también se debe interrogar acerca de la vida sexual, de
información y la comprensión del problema. su interacción y comportamiento sexual, sus frustraciones, sus
Los especialistas convergen en la idea de que existen posibili- incapacidades recientes, etcétera.
dades terapéuticas para solucionar esta situación. La identifi- De esta forma tratará variadas patologías y –sobre todo– agre-
cación clínica y analítica de este síndrome corre por cuenta del gará calidad de vida al varón que tiene varios síntomas y no le
médico urólogo, dentro de un equipo multidisciplinario. Los hacen gozar plenamente de esta “expectación de salud”.
tratamientos intentan prolongar la salud del varón y prevenir Es el objetivo retrasar la ancianidad limitante en la población
discapacidades, máxime cuando se ha constatado que los varo- que se incrementa numéricamente día a día, de tal modo que el
nes siguen viviendo entre 7 y 8 años menos que las mujeres. famoso grito juvenil de “We are the world” (nosotros somos
El urólogo es el experto en el diagnóstico de las enfermedades el mundo) ya es más aplicable a los varones de la segunda
urogenitales, tales como la hiperplasia benigna de próstata, el mitad de la vida que a los jóvenes.
Las personas adultas
mayores y sus
manifestaciones de amor
La sexualidad es un elemento central en la vida de todas
las personas más allá de la edad que tengan. En el caso de
las personas mayores, la función sexual es fundamental
al momento de diseñar programas de promoción de la salud
en general. A continuación, algunas cuestiones a tener
en cuenta para alcanzar un mayor nivel de confort en sus
vidas.
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L a sexualidad es un elemento vital de la vida de
todas las personas en sus diferentes etapas, siendo
niños, jóvenes, adultos, adultos mayores, y en sus
diferentes condiciones de vida, estando sanos o enfermos. Y está
valorada por la mayoría de las personas de ambos sexos como
parte del confort de sus vidas.
lidad se han publicado trabajos sobre la valoración de esta
función humana por personas adultas mayores de ambos sexos.
De su lectura se desprende el siguiente conocimiento: la falta de
actividad sexual, la insatisfacción de su vida sexual, y la presencia
de problemas sexuales son asociadas con una percepción de baja o
pobre calidad de vida.
El erotismo es una de las expresiones más importantes de la Siendo conocedores de esta información no podemos seguir
sexualidad porque le permite al individuo en todas sus etapas sosteniendo los falsos prejuicios que asocian la ancianidad con
expresarse desde su dimensión individual y como pareja en la el reposo sexual.
búsqueda de intimidad y placer. Es una condición humana na- También es válido recordar que la sexualidad no es sólo genitali-
tural, pero la cultura regula reglas que lo censuran en algunas dad, sino también se puede expresar mediante el erotismo sen-
condiciones, como por ejemplo cuando es expresado por las sual de las sensaciones corporales a través de los sentidos con
personas adultas mayores. De hecho, casi todas las campañas caricias, masajes, y besos. Todos los sentidos están preparados y
de marketing sobre productos que tengan alguna connotación disponibles para expresar y sentir placer, sin importar la edad ni
sexual utilizan como modelos a personas jóvenes, sanas y bellas, las condiciones físicas o mentales que se tenga.
como si sólo la juventud, la salud y la belleza fueran patrimonio ¡Hay que animarse a sentir! Es nuestro derecho.
absoluto y exclusivo de las expresiones sexuales humanas. ¡Hay que animarse a dar y recibir amor! Sin culpas ni vergüenzas.
Conocer la función sexual y su impacto en la calidad de vida en las Está demostrado que la capacidad de desear, y de tener orgasmos,
personas mayores es esencial para poder diseñar programas apro- no se pierde nunca en presencia de un estímulo adecuado, aunque
piados para promocionar la salud en general y su calidad de vida. la persona tenga una edad muy avanzada. Sí es cierto que se
En algunos espacios científicos que abordan temas de sexua- puede enlentecer o retrasar la respuesta a la excitación sexual.
Mujeres y varones de edad media o avanzada de la vida pueden Algunos tips recomendables para mantener un estado óptimo
adaptarse a los cambios fisiológicos y disfrutar de una buena vida de salud general y sexual:
sensual y erótica si aprenden a incrementar la calidad de los estí- ▶ Buscar la manera de conectarse con toda forma de placer.
mulos, y el tiempo mutuo de estimulación. La pareja necesita tener ▶ No creer que ya pasó la edad para enamorarse. Los años o las
una fluida comunicación, afecto, confianza, y seguridad mutua. distintas condiciones físicas o psíquicas no son impedimentos
Es muy importante recibir información profesional, educación, para el amor y el placer.
para poder hacer una adecuada prevención de enfermedades y ▶ Siempre mantener el halago y el buen trato para todo tipo de
disfunciones (sexuales, cardiovasculares, osteoporosis, etc.). comunicación.
La terapéutica farmacológica y el reemplazo hormonal para la ▶ Utilizar algún recurso de seducción para atraer a la pareja,
mujer y el varón muchas veces resultan de utilidad para revertir para ambos sexos.
algunas disfunciones o para complementar con otra forma de te- ▶ Revalorar la sonrisa, el beso, la caricia en las manifestaciones
rapia. Es muy importante recibir orientación médica y psicológica de amor.
para afrontar los cambios que puedan presentarse en esta etapa. ▶ Incentivar un mayor estímulo erótico genital en ambos sexos.
Algunas personas en esta etapa de la vida tienen algunas barreras A veces es necesario utilizar elementos de cosmética sensorial
importantes para poder expresarse a través del amor y la intimidad como geles para clítoris, lubricantes, o minivibradores, etc. Es
con otras personas. Hay quienes tienen problemas físicos por tener necesario evitar la penetración vaginal hasta que no haya una
enfermedades graves o crónicas que las llevan a tomar medica- adecuada lubricación. Si es necesario realizar un aporte hor-
mentos invalidantes, otras tienen problemas emocionales por estar monal local con estrogenoterapia para mejorarla, deberá ser de
solas, o estar sin pareja, por estar deprimidas, o tener conflictos exclusiva indicación médica.
familiares, y otras por tener problemas ambientales como falta de ▶ Revalorar la estimulación extragenital también utilizando
confort o espacio físico para hacer el amor en un clima íntimo. elementos de cosmética sensorial para estimular los sentidos,
como aceites, cremas, velas aromáticas, etc.
▶ Practicar una alimentación saludable: dieta rica en calcio y
pobre en grasas animales, más consumo de frutas y verduras
frescas, mucho líquido. Omega 3 marinos, Omega 6, fibras, mine-
rales, vitaminas y oligoelementos.
▶ Practicar siempre que se pueda algún tipo de actividad física
o deporte.
▶ Cuidado con los tóxicos: no fumar, poco alcohol.
▶ Es aconsejable la exposición solar limitada a los horarios leja-
nos al mediodía.
▶ Hacer regulares controles médicos. Importantes para el varón
y la mujer. Para controlar cómo el cuerpo se va adaptando a los
cambios de la edad y para recibir educación sobre los propios
factores de riesgo genéticos y del sexo que se tenga.
▶ Mantener siempre vivos nuevos proyectos, aunque parezcan
tontos o insignificantes, un proyecto nos mantiene las ganas de
vivir.
En el caso puntual de que hubiese una disfunción sexual en el
varón o la mujer, es aconsejable hacer una consulta profesional.
La misma se puede atender desde distintos niveles terapéuticos
apelando a una multiplicidad de recursos: terapias psicológicas,
terapias médicas (hormonas, fármacos, etc.), al uso de la cos-
mética sensorial (lubricantes vaginales, vasocongestivos para
genitales externos, etc.), terapias sexuales breves por profesional
especialista en el área.
¡Y siempre recordar que la ternura y el amor nunca envejecen!
por Luis María Aller Atucha. Comunicador
social. Sexólogo. Asesor Científico de AASES - Asociación
Argentina de Sexología y Educación Sexual
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La pareja
actual
sub.coop
S
tes.
i me hubiesen pedido este artículo cuando me
casé, hace cincuenta años, me habría sido sencillo
cumplir con el pedido. Ahora las cosas son diferen-
separe”. La alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer lista desde julio de 2010. Esta unión es inclusive aceptada y ben-
constituían entre sí el consorcio ordenado por su misma índole decida por ciertas creencias, tema que ha sido objeto de diversas
natural al bien de los cónyuges y a la generación y educación de reacciones de las cuales las diferentes religiones del mundo han
la prole, fue elevada por la Iglesia Católica a la dignidad de “sa- tomado partido de forma activa. Estas reacciones van desde
cramento entre bautizados”. la acérrima homofobia de la Iglesia Bautista Westboro, la cual
Con esas variables y teniendo en cuenta la vigencia de lo que yo se manifiesta en las calles estadounidenses con carteles que
llamo el “sexo oficial” (heterosexual, matrimonial, monogámico dicen “Dios odia a los maricas” o “No a leyes especiales para los
y reproductivo) hubiese sido sencillo concluir este artículo expli- maricas”, homofobia que es compartida por la Iglesia Católica
cando, desde la razón y la poesía, la necesidad de la existencia Romana que, no obstante, poco a poco va atemperando su re-
de la pareja de novios para llegar al mutuo acuerdo de unirse chazo –aunque aún persisten posiciones muy duras, como la de
para toda la vida, y muy simple explicar la importancia de una algunos católicos estadounidenses que manifiestan que cuando
pareja matrimonial que se haya jurado mutua fidelidad y su la mayoría cristiana tome el control del país no se hablará más
relación sexo genital esté vinculada más a lo reproductivo que al del derecho de los homosexuales y el pluralismo será percibido
placer. como algo malvado e inmoral y el Estado no permitirá el dere-
En este momento hablar de pareja es preguntarnos, en primer cho de practicar “la maldad” (declaración de los Católicos para
lugar, a qué tipo de pareja nos estamos refiriendo porque es tan la Acción Política de EE.UU.)–, hasta posturas más liberales
posible y aceptado que la pareja esté constituida por personas como la de la Iglesia Episcopal de EE.UU. que nombró como
de sexo diferente (varón y mujer), como por dos personas del obispo de New Hampshire en 2003 a Gene Robinson, un homo-
mismo sexo (parejas de gays o lesbianas). sexual que vive con su pareja desde hace 17 años.
Todas estas parejas no sólo son posibles y aceptadas por la Como ejemplo es suficiente para demostrar que cuando habla-
sociedad, sino que son legítimas en 14 países. El primero fue mos de “la pareja actual”, el solo enunciado del tema en esos
Holanda, seguido de Bélgica y Francia y el nuestro se sumó a la términos es insuficiente. Dejemos de lado las parejas homo-
sexuales, que ha quedado claro que existen de manera legítima
y aceptada, para analizar la pareja actual constituida por dos
personas de sexo diferente. Veamos la pareja de novios.
Esa pareja no tiene como fin último, ni único, la mutua explora-
ción y conocimiento, sino que en una proporción significativa el
término “noviazgo” sirve para describir la convivencia, algunas
veces parcial y esporádica (noviazgos “con cama afuera”) y en
otros se usa la definición de “novios” para parejas con total con-
vivencia e incluso hijos.
Es común que una pareja de novios planee casarse y, después
de algún tiempo de convivencia, decida afrontar los trámites
legales y hasta religiosos. En esas parejas que “formalizan” su
relación no puede esperarse lo que por siglos se conoció como la
“noche de bodas”, en la que se daba por entendido que la mujer
“conocería al varón por primera vez”, lo que algunas culturas
(como la italiana y la gitana) certificaban exhibiendo la sábana
manchada por la sangre virginal de la reciente esposa. En ese
concepto, la mujer comenzaba a ser “mujer” después de que
un varón la penetraba. Julio Iglesias lo ejemplificaba cantando
cuando dice: “Si has pensado cambiar tu destino, recuerda un
poquito quién te hizo mujer”.
Por lo tanto la “pareja” de novios cumple en estos momentos un
papel diferente al de hace pocos años (décadas) atrás, aunque
sigue de por medio la posibilidad del mutuo conocimiento para,
una vez ambos seguros de que desean compartir el futuro, “for-
malizar” la relación mediante la ley y la religión. Existe, por lo
tanto, un nuevo tipo de pareja que es funcional a la que será la
futura pareja matrimonial.
No obstante, existe la posibilidad de un estadio anterior al del
matrimonio formal y tradicional y es el del reconocimiento del
“concubinato”, término que ha sido dejado de lado por lo peyo-
rativo que esa definición implicaba. Ahora podemos, y debemos,
hablar de “convivencia” y para eso remontarnos a lo sucedido en
el año 2006 en México, donde se dictó por primera vez la “Ley de
Convivencia”.
Esta ley, publicada en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el día
16 de noviembre del 2006 y que entró en vigor al día siguiente
después del plazo de 120 días naturales de su publicación, es
decir, el 17 de marzo de 2007, da reconocimiento legal a aquellos
hogares formados por personas sin parentesco consanguíneo o
tradicionales de conyugalidad. Esto creó desconcierto y temor y cultural. Aceptando ese cambio es que salimos del “encasilla-
en el varón y puso a la mujer en una situación que todavía no miento” de la “pareja” como descripción de un varón y una mujer
termina de manejar correctamente. que están explorando la posibilidad de compartir el futuro. Por
Estar de novio, estar en pareja o estar casados es la manera que eso pueden decir que están en pareja (no “son”), están de novios
definimos nuestra condición de convivencia y de compartir con o están casados. Ya lo sociedad amplió las definiciones para
el otro nuestra vida. describir la convivencia en pareja que antes estaba restringida al
Nos señala Silvia Aguirre que nuestra lengua tiene la posibilidad noviazgo y al matrimonio heterosexual.
cierta de separar lo permanente de lo pasajero. Entre lo intrínse- Por eso vamos incorporando nueva terminología para describir
co o propio del ser y aquello que no lo es. Entre lo que pertenece nuevos comportamiento aceptados en la pareja (novios, convi-
a la esencia y lo que representa sólo un estado (que puede ser vientes, matrimonio hétero u homosexual), como por ejemplo
transitorio y pasajero). Podemos de esta manera diferenciar la aceptación cada vez más amplia de que la pareja haya tenido
el ser del estar. Cuando decimos que alguien “es”, estamos ca- otras experiencias sexuales y que inclusive las pueda tener du-
racterizando a esa persona con una cualidad permanente que rante este período de “estar” y no de “ser” una novia, un novio,
trasciende el momento y los tiempos, que rotula, que marca, una esposa o un marido de forma inamovible y para siempre.
que inmoviliza. ¿A cuántas cosas de lo humano podemos darles Esto es lo que caracteriza a la pareja actual, una amplia gama
la categoría de ser? Pocas cosas pueden empequeñecerse tanto de posibilidades y acercamientos que dos personas en conjunto
como la pretendida quietud del ser. Soy un ser siendo. Soy (hu- van buscando para construir una vida en común, vida que mu-
mano) en la medida en que puedo cambiar. chas veces la sociedad no entiende y que por años castigó.
Es por eso que cuando comenzamos a describir qué es en la La pareja actual es cambiante, honesta, profunda y debe, nece-
actualidad una pareja, nos tuvimos que enfrentar al permanente sariamente, “estar” y “ser” feliz. La búsqueda de la felicidad tiene
cambio de lo humano, que ha impuesto un cambio en lo social caminos desconocidos y hasta hace poco tiempo impensados.
Sexualidad y
discapacidad
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Mayor vulnerabilidad a los abusos, el confundir. Tienen menos capacidad de defensa, de decir no
acoso y la violación cuando algo no les gusta y, sobre todo, de decirlo con eficacia.
Las razones de la mayor vulnerabilidad son muy numerosas. Los abusadores suelen usar estrategias con las que sorprenden,
Vale la pena exponerlas, comentarlas y sobre todo, tener en engañan, seducen y finalmente les amenazan. Se les ha educado
cuenta la necesidad de que estos niños y jóvenes estén pro- para depender y confiar en los adultos, especialmente en el caso
tegidos y aprendan, si es posible, a defenderse del riesgo a su de los padres, educadores y otros adultos que entran en contac-
integridad. Tienen menor poder de autonomía, dependen más to con ellos. Se les educa y aprenden que tienen que obedecer a
de los demás en la organización de los contextos y actividades. los adultos con formas de disciplina autoritaria, sin explicación
Casi siempre están con otras personas de las que depende el de la norma, o de chantaje emocional y amenazando con reti-
que estén seguras o sufran abusos, familiares, amigos, vecinos, rarles el amor o los cuidados. Tienen la curiosidad típica de las
educadores y otros profesionales. Tienen menos capacidad de personas que no reciben información sobre sexualidad y tienen
discriminación de lo que intenta el agresor, de forma que son que descubrirlo a tientas. Una curiosidad más ingenua que con-
fácilmente engañados, manipulados, etc. Les es más difícil co- lleva más dificultades para discriminar los límites de la propia
nocer las verdaderas motivaciones de los adultos, discriminar curiosidad. Normalmente no han recibido formación e ignoran
las situaciones y las propias conductas abusivas. Diferenciar casi todo sobre la sexualidad, por lo que durante un tiempo es
un contacto apropiado de uno inapropiado puede serles ex- más probable que no sepan lo que está pasando, cuando se ini-
tremadamente difícil, especialmente si el agresor les intenta cia un abuso. Así se les condena a la ignorancia o al aprendizaje
viciado a través de los propios abusadores. Por ello puede que
no lleguen a etiquetar un abuso sexual como tal, o tarden en
hacerlo, no lo denuncien e incluso lleguen a naturalizarlo como
una conducta positiva hacia ellos. Los abusos se presentan con
mucha frecuencia en un contexto de afecto y familiaridad, ofre-
ciéndole el agresor atención, cariño, comprensión, premios de
diferente tipo e incluso placer. Este contexto en la relación de
abuso, especialmente si se trata de personas con carencias afec-
A muchas de estas tivas, puede llevarles a colaborar con el agresor, que perciben
como amigo. Numerosas personas tienen acceso directo a su
personas se les niega cuerpo para ayudarles en actividades de la vida diaria personal,
información sexual que como higiene, cambio de ropa y traslados. Por eso están muy
acostumbrados a que los demás accedan a su intimidad. Dada la
pueden entender y se falta de información sexual y la dificultad de estas personas para
las supone incapaces manejar con éxito la información, puede darse por seguro que
si llegan a tener relaciones coitales, tienen mucho más riesgo de
de comprender y/o embarazos no deseados y otros riesgos vinculados a la actividad
sexual, si no se tienen prácticas seguras.
promover cualquier
tipo de relaciones Discapacitados físicos
Si la discapacidad física no va acompañada de discapacidad
sexuales y de pareja. psíquica, su capacidad mental para aplicar los criterios de salud
Por ello no son sexual es similar a la del resto de la población, por lo que el pro-
blema se reduce a que se acepten sus derechos y decisiones. Es-
informadas, no son pecialmente en el contexto más cercano con el objetivo de que
educadas en un se le presten las ayudas sociales y técnicas que pudiera precisar
a fin de ayudarle a lograr aquello decidido responsablemente y
sentido positivo, no pueda lograr por sí mismo.
recibiendo únicamente Cuando la discapacidad física va asociada con discapacidad in-
telectual las complicaciones se acentúan y los desafíos también.
mensajes negativos Pero ese es tema de otro capítulo.
sobre la sexualidad y
no se le ofrecen o dan
ayudas específicas.
por Claudia Groisman
Psicóloga. Sexóloga
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Lesbianismo hoy
sub.coop
La rigidez de estos modelos estalló y así como ahora es tan co-
mún vivir en cualquier lugar del planeta y mudarse a otro por
elección, puede suceder también lo mismo en la esfera sexual.
Por eso se habla de sexualidades migrantes que se incorporan
H
así a aquellas otras en las que predomina la permanencia.
Hoy no podemos hablar de una sexualidad normal sino de se-
xualidades.
asta no hace mucho los conceptos sexológicos Las sexualidades diversas (así como la pertenencia a diferentes
eran rotundos en relación a las definiciones. etnias, y determinadas religiones), además de progresivas y len-
“Orientación sexual”: atracción sexual y/o tísimas aceptaciones por parte de un sector minoritario de la
afectiva hacia personas del mismo sexo (homosexualidad), del población, siguen produciendo dolorosos rechazos por parte de
otro (heterosexualidad) o de ambos (bisexualidad); se entrecru- la mayoría. El pasaje de la tolerancia a la aceptación está en sus
zaba con “identidad de género sexual”: íntima convicción comienzos.
que tiene un ser humano de autopercibirse mujer o varón. Iden- Estamos en el segundo decenio del siglo XXI: época de diver-
tidad incluía la noción de lo idéntico e inalterable a través del sidades, migraciones y errancias. La sexualidad no escapa, por
tiempo. Los géneros sexuales estaban rígidamente definidos. supuesto, a estos movimientos. En el caso de sexo entre mujeres
Esto se extendía incluso al concepto de orientación sexual. Una lo correcto es hablar de lesbianismos. Sin embargo es útil encon-
vez que la persona se consideraba homosexual (se “asumía”) lo trar algunas cuestiones comunes.
continuaría siendo siempre; lo mismo si era heterosexual o bi- La experiencia de pertenecer a un sector de la sociedad que ha
sexual. sido y todavía es discriminado, genera la insoportable vivencia
de persecución. Sentirse perseguida es algo absolutamente desa- en riesgo la autoestima, baluarte fundamental de cualquier ser
gradable. Sentirse perseguida significa también el establecimien- humano. Ser evitadas, ser y/o sentirse rechazadas no alimenta
to de estrategias de protección que acompañan casi la totalidad la vida social sino que la empobrece. El ámbito laboral comparte
de las acciones de las personas perseguidas. Las mujeres lesbia- con los otros dos ámbitos la experiencia del rechazo y la evita-
nas que no pertenecen a colectivos militantes (aquellos grupos ción y le da un valor agregado: puede poner en riesgo la propia
que apuntan a la visibilidad) tratan de pasar desapercibidas. El subsistencia.
sostener un secreto genera altos niveles de estrés y sufrimiento. Durante el siglo XX lograr la aceptación social implicaba la
Es bastante lógico ya que su visibilidad podría ser una cuestión adaptación a la norma heterosexual, llamada también hetero-
que las exponga a grandes riesgos. normatividad. Hacerlo evidenciaba salud, éxito, normalidad.
Hay tres ámbitos a resguardar: el familiar, el social y el laboral. El Hacerlo implicaba también para las que no eran heterosexuales
riesgo es la pérdida de enlaces afectivos primarios, la ausencia una doble vida. Pero la imitación de características físicas y/o de
o la evitación social en reuniones o grupos de pertenencia y las costumbres afectaba enormemente la estima de sí.
conexiones para conseguir o mantener empleo. En la heteronormatividad lo más importante como rasgos exte-
En relación a lo familiar es usual que las grandes ciudades sean riores era el estereotipo. Cuando alguien poseía un atributo que
receptivas de una migración que busca en la urbe la garantía el estereotipo no debía tener, ese alguien era estigmatizado. En
de anonimato. Ser individualizada como lesbiana en una ciu- Occidente, por ejemplo, mujer era aquella que se sometiera a un
dad pequeña o pueblo puede ser una marca humillante que se varón blanco, heterosexual, proveedor.
evanescería con el tumulto urbano. También la ciudad opera El estereotipo de las mujeres lesbianas supondría ausencia de
como lugar de protección de expulsadas por sus familias. En lo femineidad exterior, ausencia de deseo de hijxs, ausencia de
social, ser visibilizadas por una opción sexual minoritaria pone experiencias heterosexuales. Muy alejado de la verdad.
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Homosexualidad, hoy
sub.coop
E n la calle se empezaron a ver parejas del mismo
sexo de la mano desde el 2010”, afirmó el coor-
dinador del grupo de reflexión de los viernes,
después de dos horas de debate acalorado y mientras algún
participante gritaba para hacerlo callar. Trece personas de todas
las edades, entre las que estaba incluido yo, estábamos de acuer-
las costumbres “del ambiente” (así se decía en la década de los
sesenta) a este mes de julio del 2015 en que algunos escuchaban
con asombro incrédulo el relato de las agresiones que algunos
habíamos sufrido no hacía tanto.
Gays, lesbianas y trans pasamos de un mundo disgregado y
nocturno a otro diurno. En el país de mi juventud la provincia de
do en que la aprobación de la ley había significado un permiso Buenos Aires prohibía votar a los homosexuales; la pregunta que
y una inyección de audacia: todos teníamos ejemplos. Yo había suscitó aquella descarnada y hoy olvidada ley era cómo hacía el
narrado de un ex tesorero de la Sociedad de Integración Gay presidente de mesa para darse cuenta de quién era homosexual
Lésbica Argentina (SIGLA), de cuerpo pequeño y frágil, que solía o no. Por supuesto que la ley suponía que todos los homosexua-
proclamar estar conforme con su androginia. Cuando se aprobó les eran travestis o prostitutos, pero las extorsiones cortaban de
la última ley feminizó su apariencia y cambió su documento; no cuajo casi todas las vocaciones políticas. A fines de los ochenta
hará un mes que logró someterse a una de las primeras opera- me tocó ir a La Plata a entrevistar al senador Manuel De Armas,
ciones de reasignación sexual del Gran Buenos Aires. radical, para que se restaurasen nuestros derechos electorales;
Estábamos reunidos alrededor de una mesa en la SIGLA, con me asusté al ver los fundamentos del proyecto de este senador
cartel a la calle, página de Internet y al menos veintitrés años autoritario pero el primero en defender nuestros derechos civi-
de existencia. Yo, nacido en 1948 y criado en un hogar de clase les. Según él, no era humanitario apilar otra desdicha más sobre
media baja de Chiclana y Boedo (barrio sinónimo de machismo la miseria de nuestra condición. Afirmó que lo único importante
porteño), atestigüé que en relación con las minorías sexuales el era que la ley se aprobase. Y así volvió, creo que en 1989, el voto
país había dado una vuelta de campana. De la persecución se a los homosexuales bonaerenses.
pasó a la tolerancia, y de allí a la promoción de políticas anti- Las leyes nacionales que garantizan los derechos de las minorías
discriminatorias. Habíamos pasado del ocultamiento defensivo sexuales son un firme trípode: la ley 26.618 del 2010, felizmente
y culposo, que solamente encontraba un respiro de libertad en bautizada “de Matrimonio Igualitario”; la 26.743 del 2012, “de
hábitos y conocimientos pobres, pero son Manuel y Cogote (¿recuerdan el video viraliza-
do en todas las oficinas, fábricas, comercios y escuelas?) y el lo-
que forman su cutor termina interpelándolos: “¿Se puede saber de qué se ríen?”
mientras los argentinos machos, derechos y humanos (incluyen-
cultura. En su enorme do varios gays) rumoreaban que eran reclutas paraguayos.
mayoría esa población Un excelente salto adelante de nuestra sociedad es que ya no
justificamos la violación de una mujer en sus modales o su apa-
es heterosexual, y a riencia. De todos modos, el Bambino Veira cada tanto vuelve a
menudo ni siquiera ser un ídolo televisivo con sus amigotes Beto y Guillote. No creo
que esto hubiera pasado si en vez de violar a un chico femenino
sospechan que que devino en mujer trans hubiera violado a una mujer de naci-
paralelamente gays, miento. Casella repite una y otra vez su “Pan Casero” amanerado
por radio y televisión, y hasta la TV pública lo imita. Otra mora-
trans y lesbianas leja: el miedo debe seguir persiguiendo a las minorías sexuales.
tienen un conjunto de Ahora debemos vocear “Pan Casero” con voz gruesa, mientras
la sociedad heterosexual… perdón, la población general se ríe y
creencias, actitudes, pide que tengamos sentido del humor.
hábitos y conocimientos Entre las creencias sociales generales está que el VIH-sida es
una enfermedad ya controlada. Se conocen una ristra de triun-
compartidos ajenos al fos, que hoy corona Cuba, que erradicó la transmisión de madre
mundo heterosexual. infectada a hijo. Los fracasos en las vacunas apenas si son no-
ticia. El optimismo domina porque la estrategia diseñada por
ONUSIDA y la comunidad médica está dando resultado: en los
diversos grupos vulnerables de los países desarrollados del norte
la epidemia retrocede, en los demás pierde ímpetu. Excepto en-
tre gays, mujeres trans y hombres que hacen sexo con hombres
(HSH en su designación epidemiológica).
El descontrolado avance del VIH en la población de hombres
que hacen sexo con hombres, gays y trans no es titular en nin-
gún medio. Entre gays, trans y HSH el uso de preservativo es
inconsistente; no llegan al 20 por ciento quienes lo usan de
modo que impida con certeza la transmisión. Los ministerios de
Salud de todo el mundo recetan más de lo mismo: preservativos,
información, educación de pares, e innovan con terapia preex-
posición (tome antirretrovirales antes de hacer sexo). Qué pasa
en la mente de los individuos nadie lo sabe ni lo investiga. La
policía paulista ofreció este año investigar los clubes de carimbo,
donde presuntamente gays y trans hacen sexo sin preservativo
para transmitir el VIH. Vuelven la desconfianza y el temor, re-
surgen los rumores estigmáticos como aquellos relatos sobre quedan de la antigua subcultura gay (perdón, amigos), que hoy
quienes dejaban en la almohada una rosa roja y una tarjeta que ayuda a la difusión del VIH.
decía “bienvenido al club del sida”, o sobre adictos que enterra- Quizá la mejor medida sanitaria tomada para reducir la ex-
ban agujas infectadas en los areneros. pansión del VIH en la comunidad gay-trans haya sido la Ley de
En tanto, en la comunidad gay el número de infecciones nuevas Matrimonio. Pero los más jóvenes no crecen pensando en ca-
aumenta y la investigación psicosociológica que nos haga dar el sarse, y sí sienten el deseo del sexo y quizá del enamoramiento.
salto cualitativo en prevención no aparece. Nadie sabe por qué No tienen dónde conocerse ni dónde ir a bailar. No hay matinés
entre gays y hombres que hacen sexo con hombres la educación gay-lésbico-trans. No hay modelos de rol. Una cierta amnesia
superior no es preventiva. En los demás grupos vulnerables (he- inducida borra toda la historia gay-lésbico-trans. No hay adultos
terosexuales y adictos a drogas) a mayor nivel educativo menor a los que parecerse o evitar parecerse. Las parejas igualitarias
probabilidad de infectarse; pero en el grupo de gays quienes dominan el ideario; las parejas transgeneracionales son casi des-
terminan la secundaria y los que siguen en la universidad son, conocidas. Y encuentran parejas sexuales en la Internet, donde
desde 1988 hasta hoy, alrededor del 67% de su grupo de transmi- ni el estatus serológico ni la precaución están garantizados.
sión. El nivel educativo pierde la facultad preventiva que tiene A mi modo de ver, varias subculturas de minorías sexuales están
en otros modos de transmisión. ¿Por qué? ¿Qué se está haciendo emergiendo a la visibilidad social, la sociedad general comienza
para cambiar esta negada e invisibilizada realidad? La mayoría a integrarlas, y ambos ámbitos se acercan y se interpenetran.
de quienes reconocen el problema cargan la responsabilidad Surgen conflictos de mayor o menor grado, chocan conoci-
en los individuos; yo la cargo en el sistema de salud y en el con- mientos, creencias y actitudes, y mientras se van produciendo
junto compartido de creencias, conductas y conocimientos que reacomodamientos y encastres (no sin chirridos), las viejas cos-
El descontrolado avance
del VIH en la población de
hombres que hacen sexo
con hombres, gays y trans
no es titular en ningún
medio. Entre gays, trans y
HSH el uso de preservativo
es inconsistente; no llegan
al 20% quienes lo usan de
modo que impida con cer-
teza la transmisión.
tumbres se resisten a desaparecer, y los viejos prejuicios insisten de socialización se van cicatrizando las heridas de infancia y
en permanecer. adolescencia, de tantos recreos solitarios, de tantas horas de ver
El Estado ya se ha reformado; si queda algo por ganar en dere- cómo los demás jugaban mientras uno se preguntaba por qué
chos civiles, ha de ser poco. La sociedad está reestructurándose a mí. De esas reuniones saldrá el futuro, que debe girar sobre la
para hacernos lugar. Los espacios que nos corresponden hay construcción comunitaria.
que pedirlos sin enojos pero sin servilismos. Tenemos libertad y Los grupos políticos y sociales que hay son pocos. Deben pro-
hay que perfeccionar la igualdad: no es posible consentir el so- liferar. Faltan equipos deportivos, bibliotecas, cursos, librerías,
metimiento de tantas personas trans a la miseria y el VIH, pero clases de baile, guitarreadas, competencias, bandas, escuelas,
entre nosotros no es grande la solidaridad (nuestro moderno agrupaciones de policías y bomberos, asociaciones de padres,
equivalente de la fraternidad), que exige saltar barreras de clase, familiares y amigos, cementerios, geriátricos, asociaciones de
estatus socioeconómico y educación: como la sociedad general padres y madres gays. Todas esas estructuras deben estar com-
es incapaz de sobreponerse al miedo que le inspiran los pobres y puestas de minorías sexuales y tener dirigencias de esas mino-
los jóvenes, no es extraño que nos cueste comprender que nues- rías. Su gobierno se puede compartir en alianzas hétero-gays,
tra preferencia sexual nos hermana con ellos. fundamentalmente en escuelas y centros de salud; pero la red
Gays, lesbianas y trans tenemos mucho trabajo interno que comunitaria será el lugar a donde recurran los individuos afren-
hacer; individuos que crecieron condenados al silencio, al aisla- tados o agredidos por los sectores homofóbicos, que irán dismi-
miento y a la soledad no saben relacionarse bien. El humor, que nuyendo en número y poder, pero que difícilmente desaparez-
solía ser buena defensa, no es buen sanador. Necesitamos luga- can. El hoy de la homosexualidad, con todas sus ramificaciones,
res de reunión, conversación, debate y reflexión; en esas horas es la construcción del futuro.
El universo de la sexualidad ya no es tan fijo ni inmutable.
La identidad de género es una construcción compleja que
puede coincidir o no con el sexo asignado al nacer. La
diversidad abarca todas las clases sociales, y a toda la
humanidad en distintos momentos de la historia. Desde la
medicina, el compromiso con la despatologización de todas
las identidades de género es una lucha que recién comienza.
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“El hombre está siempre dispuesto a negar aquello que no comprende”.
Luigi Pirandello
Adicción sexual
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sub.coop
L a sexualidad humana es una energía vital que
reúne necesidades biológicas, psicológicas, socia-
les y espirituales. Como motor de nuestras accio-
nes, actitudes y sentimientos, su desarrollo sano nos guía hacia
la búsqueda de placer, armonía y comunicación en todo lo que
hacemos. Nos permite estructurar una identidad coherente, dar
Los seres humanos pasamos por situaciones comunes que son
culturalmente eróticas (por ejemplo en Occidente, un escote
pronunciado) y por necesidades eróticas que son exclusivamen-
te individuales. Cada persona da sentidos diversos a su sexuali-
dad, entre otros, puede ser importante o despreciable, un medio
para la procreación, una defensa contra la soledad, un modo de
y recibir afecto, elevar nuestra autoestima, sentirnos pertene- comunicación, una forma de agresión, un deporte, el amor, el
cientes a un grupo social. arte, una huida, una fuente de autoestima, una forma de expre-
El erotismo, vivencia sexual exclusivamente humana, es una sar afecto, un deber, un placer, una función biológica, un desafío,
experiencia ligada a la vida y a la pasión. Su finalidad principal un antidepresivo, un somnífero, una lucha por el poder.
no consciente es paliar la angustia existencial por la soledad al Como el erotismo es un aspecto de nuestra vida interior, las ca-
alcanzar la unión con otro sin dejar de ser uno mismo. Se des- racterísticas de la pareja sexual que buscamos responden a ese
pierta por los estímulos externos que reciben nuestros sentidos: mundo interior. De acuerdo con nuestra historia (especialmente
el tacto, el oído, el olfato, el gusto y la vista, y por estímulos in- la infantil), con los modelos y mandatos recibidos, nuestras
ternos: las fantasías y los recuerdos. creencias, ideología y momento vital, determinados estímulos
externos nos sensibilizan más que otros. Casi como una trampa, por cada sociedad. Lo anormal de ayer puede ser lo normal de
históricamente ligado a la prohibición y a la transgresión, si se hoy. Lo anormal en un país o región puede ser lo normal en otro,
convierte en repetición, deber y costumbre, el erotismo muere. aun coincidiendo en el tiempo social.
Qué es entonces “lo normal” para la sexualidad humana en Para acercar una respuesta que nos aclare, que permita consen-
relación a ideas, necesidades, fantasías, conductas o modos de so, que trascienda los tiempos y que no se esconda tras el relati-
vincularse. Estar dentro de la norma significa hacer o sentir lo vismo cultural, podemos concluir que como la palabra “normal”
que hace o siente la mayoría. Las personas necesitan identificar- es tramposa conviene reemplazarla por el término “aceptable”.
se con otros hasta casi actuar masivamente para sentirse segu- Lo aceptable sexualmente es toda conducta acordada entre
ros, aceptados, socialmente adaptados. La sociedad de consumo adultos, que no produzca daño físico ni psíquico y que no inclu-
–que masifica– promueve normas contradictorias, desde inhibi- ya menores de edad.
doras (“eso no se hace”) hasta mecanizantes (“cuánta mina que Dentro de este contexto ¿qué lugar ocupa la adicción sexual?
tengo”) de las conductas sexuales. En ambos casos la afectividad Suele creerse (y en la esfera sexual la mayoría de las personas
está ausente. Dentro de esta ambivalencia cultural, según dónde nos manejamos con creencias) que aquellos que llevan una vida
se pare la persona, su modalidad sexual será normal para una sexual sumamente activa están más ligados al placer que el res-
pauta pero anormal para otra. to de las personas. Nos encontramos aquí con un primer pro-
En sexualidad no hay una norma universal. Cada sociedad según blema, cómo medir ese “sumamente”. ¿Cuál es el límite entre lo
cada momento histórico y cada estrato social utiliza diferen- habitual y lo exagerado? Según la región, la época histórica o el
tes pautas para establecer qué es lo normal. Para analizarlo grupo social considerado, la frecuencia (alta o baja) en que una
podemos considerar diversos tipos de criterios (estadísticos, persona desea sexualmente puede ser considerada como habi-
filogenéticos, morales, legales o sociales) pero según se conside- tual o fuera de lo normal. La práctica usual de diversas actitudes
ren unos u otros, determinadas conductas serán “anormales” o sexuales (masturbación, acoso sexual, consumo de prostitución,
“normales”. Pensemos en el sentido de la desnudez en las playas pornografía, cibersexo, etc.) no implican necesariamente adic-
a principios del siglo XX (anormal socialmente) y en la actua- ción al sexo.
lidad (normal), así como el chador que cubre completamente La adicción sexual o trastorno de la hipersexualidad es
a la mujer islámica ortodoxa aún hoy (normal/anormal social- una actividad sexual excesiva, habitualmente promiscua e in-
mente). Consideremos a la homosexualidad: las personas homo- controlada. Es una dependencia sexual. Los adictos persisten en
sexuales rondan el 10% de la población mundial (anormal esta- su conducta a pesar de las consecuencias negativas que sufren
dísticamente), en variadas especies animales es una conducta inevitablemente, son incapaces de controlar su comportamien-
habitual (normal filogenéticamente), para la religión católica es to sexual. Los pensamientos sobre temas sexuales son constan-
un pecado (anormal moralmente), para las leyes de nuestro país tes e intrusivos. Ocultan su conducta sexual mediante engaños
hace poco tiempo que es aceptada (normal legalmente), la acep- y mentiras. Personas con muy baja autoestima, pueden quedar
tación social ha sido paulatina (anormal/normal socialmente). aisladas por la búsqueda constante de sexo, sin contemplar
Entonces, ¿lo anormal es lo antinatural, lo inmoral, lo ilegal, lo el riesgo físico o emocional propio o del otro. Sin la actuación
estadísticamente minoritario, lo que no se hace habitualmente sexual, padecen un malestar similar al síndrome de abstinencia
en determinado grupo social? Esta respuesta está condicionada (angustia, ansiedad, desesperación, depresión, etc.) y presentan
La adicción sexual o trastorno de la hipersexualidad
es una actividad sexual excesiva, habitualmente
promiscua e incontrolada. Es una dependencia
sexual. Los adictos persisten en su conducta a
pesar de las consecuencias negativas que sufren
inevitablemente, son incapaces de controlar su
comportamiento sexual.
La adicción sexual y la promiscuidad suelen ir de la mano. No En determinadas circunstancias la adicción sexual puede ser
hay selección, no hay real deseo, sólo hay necesidad de acallar transitoria, ya que surge sólo en determinado momento de la
un grito interno y cualquier cuerpo viene bien, por lo menos por vida como respuesta a una crisis personal, a modo de elaborar el
un tiempo la persona cree estar en paz, hasta que el grito co- duelo por una pérdida afectiva, por ejemplo, después de un di-
mienza nuevamente. vorcio, la persona necesita asegurarse de que aún continúa sien-
Parece ser que las enfermedades mentales, el consumo de dro- do deseable, eso suele llevarla a conductas sexuales irreflexivas.
gas, el alcohol, algunos medicamentos, las lesiones en la corteza A diferencia de la adicción como constituyente de la estructura
prefrontal izquierda del cerebro, pueden dañar las estructuras de la personalidad, estas personas, una vez superada la crisis,
relacionadas con el autocontrol y dan lugar a comportamientos retoman una vida sexual selectiva y “moderada”. Estas conduc-
compulsivos. Más allá de posibles causas orgánicas que justifi- tas no conforman una adicción patológica.
quen sus conductas compulsivas, los adictos sexuales sufrieron Consideremos sintéticamente algunas de las conductas adicti-
situaciones sexuales traumáticas en los primeros ocho años de vas habituales, que se transforman en tales cuando son compul-
vida (abuso, maltrato, represión severa, hiperestimulación di- sivas, excesivas, promiscuas, incontroladas y generan displacer y
recta o como testigo). En estos casos, la conformación del mapa sufrimiento posterior.
erótico personal puede oscilar entre la hiposexualidad (general- Dentro de la búsqueda constante de relaciones paralelas a la
mente encontrada en las mujeres) y la hipersexualidad (general- pareja establecida podemos observar que en ese caso lo habitual
mente efectuada por los varones). es que la pareja esté siempre conformada por lo menos por tres
La adicción sexual se observa más en los varones que en las (aunque uno no lo sepa). Este adicto no establece vínculos afec-
mujeres. Considerando una explicación filogenética de la mayor tivos profundos con ningún compañero sexual, ni siquiera con
actividad sexual de los varones, desde los mandatos de la natu- su pareja formal. Dentro de sus relaciones externas, este hombre
raleza, el macho debe impregnar la mayor cantidad de hembras se permite conductas sexuales que no realizaría con su pareja.
posibles para asegurar la continuidad de la especie. En cambio, Robert De Niro en la película Analízame responde a su analista
la hembra humana sólo puede procrear un hijo por año y debe cuando le pregunta por qué tiene amantes y le responde “¿¡Con
ocuparse de cuidar a la cría. Asimismo, desde los mandatos esa boca que besa a mis hijos!?”, aludiendo al sexo oral.
culturales y aun considerando los avances en este sentido en Si bien el adicto sexual busca encuentros con múltiples pa-
este nuevo milenio, el varón sigue teniendo permiso para inter- rejas sexuales simultáneas o sucesivas de manera inme-
cambiar sexualmente con un gran número de mujeres; eso lo diata, esta conducta se hace más evidente en algunos varones
hace “más hombre”. En cambio, en diversos ámbitos continúa homosexuales. Suelen visitar baños o boliches para practicar
considerándose que la mujer debe ser más selectiva y cuidadosa. sexo indiscriminado y sin ningún tipo de protección, que luego
genera intensos temores. Considerando que los varones son más “qué bien se TV”. El límite entre erótico y pornográfico también
proclives a la actividad, en la homosexualidad masculina pue- depende del estilo personal de cada uno. En la expresión social
den potenciarse las conductas promiscuas. del erotismo se trata a la sexualidad como sugestión, alusión y
La autoestimulación o masturbación es una conducta sexual ha- simbolismo del encuentro. En cambio, en las manifestaciones
bitual y saludable. En la masturbación compulsiva la persona de la pornografía las expresiones son explícitas, descriptivas de
necesita imperiosamente autoestimularse varias veces en el día, mecanismos sexuales, desprendida de las emociones. Existen
en cualquier lugar y circunstancia. Esa conducta no está incenti- diversos tipos de manifestaciones pornográficas con diferentes
vada por la necesidad de placer sino por una ansiedad destructi- gradientes, desde los que limitan muy cerca de lo erótico hasta
va que necesita ser descargada. La masturbación se convierte en los que están francamente alejados. El consumo de pornografía
estos casos en una forma de adicción que sólo aplaca la angustia se convierte en adictivo cuando es exclusivo, constante, compul-
momentáneamente hasta que vuelva a sentirse el vacío. El su- sivo y produce aislamiento social y sufrimiento.
jeto no puede conectarse con su vida cotidiana, ni proponerse El cibersexo, intercambio sexual a través de las computadoras,
proyectos de vida, ni relacionarse con los demás. facilita el consumo rápido y descomprometido, el lugar del otro
Tanto el erotismo como la pornografía despiertan el deseo como objeto, el aislamiento, la desconexión afectiva, protegien-
sexual. ¿Cuál es el límite entre ambos? En primer lugar el límite do de los riesgos a los que expone todo vínculo. Para algunas
está dado por la sociedad y la época histórica de cada cultura. personas puede convertirse en una forma ideal de satisfacción.
Aquello que en el siglo pasado podría haber sido catalogado Como en todas las conductas compulsivas, si la persona sufre
como pornográfico, en nuestra época puede ser considerado por ella, es una adicción.
erótico. Hace veinte años en nuestro país se censuró por escan- Reflexiones similares podemos encontrar en el consumo de
dalosa una publicidad televisiva mostrando las nalgas femeninas prostitución, en el que generalmente el usuario es un varón,
habitualmente con pareja estable y una vida aparentemente (presencia de un objeto determinado en la escena sexual, por
organizada. Este hombre se siente con todos los derechos ya que ejemplo un zapato), travestismo (vestirse con la ropa del sexo
abona por el servicio. La mujer prostituida es un objeto de su opuesto en el encuentro sexual, no indica homosexualidad ni
satisfacción, que no pide ni reclama ni ilusiona nada, casi como transexualidad)) y asociales delictivas como pedofilia (atrac-
una muñeca de goma. Este varón puede cumplir deseos que no ción por los niños), necrofilia (atracción por los muertos), sadis-
se permite con su pareja. Esta práctica se convierte en adictiva mo (infligir daño), exhibicionismo (mostrar los genitales por sor-
cuando es compulsiva y genera sufrimiento posterior. presa a desconocidos), entre otros. Comparten con la adicción
En síntesis, el adicto al sexo no siente auténtico placer con sus la imperiosidad y la dependencia del objeto de satisfacción, sin
conductas, no puede controlarlas, está dominado internamen- embargo, estas personas no suelen sentir culpa. El sufrimiento
te y le resulta muy difícil conectarse con otros intereses que aparece cuando no logran desarrollar su conducta parafílica. Lo
puedan ser armónicos y productivos para sí mismo. Esconde único que sacia la excitación es la realización de esa fantasía. La
su “doble vida” como algo vergonzante y teme ser descubierto. parafilia puede convertirse en una adicción cuando se impone
Siente culpa porque transgrede las pautas sociales y se castiga en automático, provoca malestar posterior y se mantiene en el
con el sufrimiento. tiempo.
Considero importante delimitar el alcance entre la adicción Hablando de fantasías, distingamos entre una fantasía sexual
sexual y las parafilias antiguamente llamadas perversiones de cualquier índole y su puesta en práctica. Las conductas que
sexuales. Estas personas tienen una forma no convencional fuimos mencionando en este artículo pueden formar parte del
de sentir placer como única manera de poder cumplir con su imaginario erótico de una persona, sin que implique adicción o
respuesta sexual completa (deseo-excitación-orgasmo). Las parafilia. En la vida sexual, las fantasías son un aliado necesario
hay sociales que no hacen daño a terceros, como el fetichismo y gratificante. Constituyen puntos de apoyo fundamentales para
el despliegue del erotismo. Como un estímulo que despierta el
deseo, continúan desarrollándose durante el estado hipnoide
que implica dejarse llevar por la excitación, apareciendo con
más facilidad la transgresión de normas o valores que no se
actuarían manifiestamente. Muchas personas suelen temer a
sus fantasías sexuales, creen que si fantasean puedan desear
llevar esas fantasías a la acción y hacer algo que no está permi-
tido por su propia conciencia. El miedo, la vergüenza, el pensar
que sólo uno es el que imagina “semejantes cosas”, suele actuar
como inhibidor de las fantasías y de su comunicación. La culpa
empobrece la imaginación e incluso lleva a algunas personas a
adoptar conductas sexuales totalmente opuestas a su fantasía
por temor a ser descubiertas y criticadas. La fantasía es una
conducta en sí misma que no desea ser llevada a la realidad, ya
que perdería su fuerza erotizante. Puede convertirse en adictiva
si es compulsiva, exagerada, aísla, produce trastornos vinculares
y económicos y genera sufrimiento.
Iniciamos esta nota mencionando los aspectos sanos de la
sexualidad como constitutiva del ser persona. Sin embargo, es-
tas líneas mostraron un lado oscuro de la sexualidad humana.
Las psicoterapias sexuales pueden aliviar de alguna manera el
sufrimiento, sin embargo, algunas marcas son prácticamente
indelebles. Por ello es que insistimos vehementemente en la
educación sexual desde la infancia como la única manera de
promocionar la salud sexual y emocional y de prevenir trastor-
nos en la constitución de la personalidad.
El sexo tiene muchas
características en común con
comportamientos adictivos. A
nivel neuroquímico, enamorarse
es “muy parecido” a tomar
drogas recreacionales. Si bien
todo lo que nos hace felices
nos hace adictos, siempre
existe la posibilidad de dejar
las adicciones artificiales y
quedarnos únicamente con las
naturales.
Sexualidad y
adicciones a
las drogas.
El sexo…
¿una adicción
más?
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E l celo, “el estro femenino”, es el cebo biológico, es
lo que moviliza a los machos.
En la raza humana el celo cíclico ha desapareci-
do… y eso es permanente. Esta disposición continua ha logrado
fundamentar la asociación, la participación, el vínculo… dando
forma a la primera adicción, la más antigua: el sexo, el goce del
mientos adictivos. Regulado por el sistema límbico, o “cerebro
primitivo”, el sexo es conducido por la región definida como el
centro de la recompensa.
La dopamina, un neurotransmisor, es el neuroquímico del an-
helo que impulsa el comportamiento de fertilización… es el que
también impulsa adicciones a sustancias.
sexo… el sexo en todo momento... anhelando el momento cum- El ciclo de altos-bajos de la dopamina tiende a promover separa-
bre… el orgasmo. ción emocional entre compañeros, e incrementa la susceptibili-
“Ese ‘contrato sexual’, origen del sentido de parentesco, del al- dad a las adicciones.
truismo y del lenguaje, es el cimiento de todas las pautas de con- A nivel neuroquímico enamorarse es “muy parecido” a tomar
ducta que hoy día configuran la existencia humana”. Ese circuito drogas recreacionales. Muestra cómo estamos atados a tres
neurobiológico con sus neurotransmisores evolutivamente se ha programas: lujuria, amor romántico y lazos emocionales. Sin
ido “acomodando” para preservar la continuidad de la especie embargo, en alta proporción, las parejas encuentran que están
humana. El porqué hombre y mujer se sientan atraídos y de esa subordinadas a un cuarto programa: la separación emocional. Y
manera asegurar la fertilización y la trascendencia. aun cuando este impulso no separa del todo a las parejas, puede
El orgasmo es una respuesta casi convulsionante, aliviadora de encender frustración, desarmonía, una sensación de estanca-
una tensión muy placentera que constituye la cima de la satis- miento… y ansiedad por otras parejas… o por sustancias adicti-
facción emocional y física en la actividad sexual. Es una expe- vas recreacionales.
riencia de corta duración, muy individual, que dura de 10 a 20 Desafortunadamente las ráfagas de dopamina que acompañan
segundos y que posee una intensidad que muchos encuentran el clímax sexual son potencialmente muy adictivas e interfieren
difícil de entender, pero todos buscan repetir. con otras prioridades evolutivas (para épocas anteriores: tareas
De todas maneras podría ser un error señalar al orgasmo como como cazar, colectar alimentos, alimentar infantes… y en la
el criterio más importante de satisfacción sexual, menoscaban- actualidad, que el lector asocie con sus propios quehaceres co-
do la intimidad emocional, el cariño, las caricias, la cercanía y tidianos).
el compartir los profundos sentimientos con el ser amado que Ya en 2003 se halló que las tomografías de las personas teniendo
proporciona más plenitud que el orgasmo en sí. un orgasmo se asemejan a las tomografías de una “borrachera”
El sexo tiene muchas características en común con comporta- de heroína.
buscan repetir. Ella ejecuta muchas funciones además de regular el sexo. Luego
del orgasmo sube su concentración inmediatamente, tanto en
el hombre como en la mujer, actuando como un mecanismo de
saciedad sexual.
La alta-prolactina podría estar contribuyendo al desaliento a
largo plazo que parece alcanzar a tantas relaciones íntimas.
El exceso de prolactina genera pérdida de libido, cambios de
humor y depresión, hostilidad, ansiedad, impotencia, cefaleas,
síntomas menopáusicos, infertilidad, aumento de peso, etc. (du-
rante el retiro de la cocaína –otra actividad de alta dopamina–
los niveles de prolactina suben y se requieren unas dos semanas
para que regresen a la normalidad).
3) Andrógeno: evidencia adicional de una persistente resaca
post-orgásmica. Los cambios se mantienen hasta una semana, y
comprenden una disminución o carencia de libido (esto responde
a una disminución del número de receptores en el hipotálamo).
Los cambios en los niveles de dopamina, prolactina y receptores
de andrógenos afectan poderosamente nuestro humor, nuestro
nivel de deseo de intimidad, nuestra percepción de nuestra
pareja, y nuestra susceptibilidad a las actividades y sustancias
adictivas.
Existen investigaciones que demuestran que los adolescentes
que son sexualmente activos usan más drogas recreacionales
que aquellos que no lo son.
Cuando permitimos que la biología o su sustituto, las drogas, querer), por oposición al placer consumatorio real (comúnmen-
recetadas o no, gobiernen nuestras vidas amorosas se está am- te denominado gustar).
plificando un punto débil en nuestro diseño. O sea, actúa como la señalización de la retroalimentación de las
Propongo introducir otro neuroquímico, la oxitocina, que si recompensas previstas. Si se asocia algo previo –por ejemplo,
bien no tiene directa relación con el orgasmo específicamente, armar un porro– con la sensación de placer posterior, la dopa-
hace a la conducta del lazo amoroso. Es un neuroquímico que mina ya empieza a producirse. O sea, sin duda alguna, en el caso
ejerce diferentes funciones dependiendo del lugar y cuándo es de las adicciones juega un papel mucho más importante esta
liberada. especie de motivación que el placer mismo de la acción.
Por ejemplo: goteada en una mujer embarazada puede provocar Ella también se libera ante el encuentro de estímulos desagra-
contracciones de parto. También causa la segregación de leche dables o aversivos y así motiva el placer de evitar o eliminar
materna, asociada a la prolactina. dichos estímulos desagradables.
Existen otras funciones importantes que dependen de ella, El bloqueo de los receptores de dopamina aumenta el consu-
como la habilidad de crear lazos recíprocos. Cuando es liberada mo de drogas. Dado que el bloqueo de dopamina disminuye el
en el sistema límbico está detrás de los lazos padres/hijos, de deseo, el aumento del consumo podría verse no como un deseo
amistades profundas. Sin ella no nos podríamos enamorar. químico sino como un profundo deseo psicológico de sentir
Está detrás del deseo no egoísta de consolidar, de acercarse uno algo.
al otro. Intentaremos una comparación entre la sexualidad y las bases
Esta cualidad explica el porqué fisiológico del compañerismo. neurológicas de la adicción a drogas: las sustancias adictivas
Desempeña un papel muy activo en la monogamia: parece ser (tales como opiáceos, cannabis, alcohol, cocaína, anfetaminas y
la clave del deseo de quedarse con una sola pareja. Así como la nicotina) inducen estados de placer (euforia en la fase inicial) o
dopamina y su resaca son las claves para la promiscuidad. alivio del dolor. El uso continuado induce cambios adaptativos
¿Podríamos tomar pastillas de oxitocina? No, ya que no atravie- en el sistema nervioso central, lo que se traduce en fenómenos
sa la barrera hematoencefálica. Si deseamos sus beneficios nece- como la tolerancia, dependencia física, sensibilización, craving
sitamos emplear comportamientos que animen su producción y recaída.
en el cerebro. Una manera es a través de las caricias, especial-
mente frotando. Otra, es dar sin egoísmo –o consolidándose
uno con el otro–, como un padre con su hijo. Un compañerismo
cercano, confiado, promueve su producción. Las parejas pare-
cen más y más atractivas con el tiempo (un hacer el amor más
cariñoso, no conducido únicamente al orgasmo, podría ayudar
al adicto, ya que estimula una producción más sostenida).
Pero, volvamos al tema principal… Las respuestas físicas de las
neuronas activadas por la dopamina son observadas cuando
se presenta una recompensa inesperada. Estas respuestas se
trasladan al estímulo condicionado después de apareamientos
repetidos con la recompensa. En la naturaleza aprendemos
a repetir comportamientos que conducen a maximizar
recompensa. La dopamina proporciona una señal instruc-
tiva a las partes del cerebro responsables de adquirir el nuevo
comportamiento.
Drogas tales como la cocaína, la nicotina y las anfetaminas,
por diferentes mecanismos llevan directa o indirectamente al
incremento de la dopamina en esas áreas… Y en relación a las
teorías neurobiológicas de la adicción química, se argumenta
que esas vías dopaminérgicas son alteradas patológicamente en
las personas adictas.
Hay quienes argumentan que la dopamina está más asociada al
deseo anticipatorio y la motivación (comúnmente denominado
La tolerancia y la dependencia física reflejan una adaptación sistema dopaminérgico mesocorticolímbico que se origina en
fisiológica a los efectos de la droga –sin embargo ambas no son neuronas del área tegmental ventral del cerebro. Todas las dro-
ni necesarias ni suficientes para un diagnóstico de abuso de gas de abuso actúan en este sistema a diferentes niveles.
sustancias–. Este circuito está implicado en efectos de reforzamiento agudo,
Las teorías sobre la adicción, fundamentalmente desde la evi- memoria y respuestas condicionadas unidas a craving y cambios
dencia neurobiológica y los datos de estudios de aprendizaje de emocionales y motivacionales del síndrome de retirada.
conductas y mecanismos de memoria, indican que ninguno de La respuesta a las drogas adictivas no está influenciada por la
ellos de forma aislada pueden explicar todos los aspectos de la habituación, y cada dosis de la droga estimula la liberación de
adicción. dopamina. Así la dopamina media las consecuencias hedónicas
Generalmente las drogas adictivas pueden actuar como reforza- del estímulo reforzador, promoviendo el aprendizaje asociativo
dores positivos (produciendo euforia) o como reforzadores ne- sobre el estímulo o anticipando sus efectos de recompensa.
gativos (aliviando síndrome de retirada o disforia). Los estímulos Durante el síndrome de retirada asociado con las drogas nom-
ambientales asociados con el consumo de la droga pueden por bradas hay un decremento sustancial en los niveles de dopami-
sí mismos inducir a una respuesta condicionada (retirada o na en dicho circuito neuronal.
craving) en ausencia de la droga, conduciendo a una búsqueda Esta retirada obliga a los adictos a continuar la búsqueda y
y comportamiento de consumo de la droga compulsivos, facili- consumo de la droga para prevenir o reducir síntomas físicos o
tados por dificultades en la toma de decisiones y en la habilidad disforia. Tanto la tolerancia (aumentar la dosis o la frecuencia)
para juzgar los consecuencias de las acciones propias. como la retirada incrementan el consumo compulsivo y son
Los rasgos de personalidad y enfermedades mentales son los esenciales para el mantenimiento de la adicción.
principales factores que condicionan la adicción a la droga. Aunque las drogas pueden producir dopamina de manera ar-
Rasgos como la búsqueda de riesgo o la búsqueda de novedad tificial al engañar al cerebro, eventualmente se necesitará una
favorecen el consumo. mayor dosis para obtener la misma sensación.
Sustrato neuroanatómico: al igual que en la sexualidad, el cir- Todo lo que nos hace felices por un momento nos hace
cuito neuronal de la adicción a las drogas es un componente del adictos, queramos o no… aunque casi siempre se puede
dejar.
Esa vieja
costumbre
de abusar. La
responsabilidad
social ante el
abuso sexual
infantil
por Jorge Garaventa. Psicólogo (UBA). Miembro del Tribunal de Pensamiento
Contra Delitos de Lesa Humanidad. Creador y Moderador del “Proyecto Listas y Foros
en Internet” y de los grupos virtuales: Espacio clínico Psi, Hablemos de Psicoanálisis,
Femicidios Hoy y Lectura del Seminario Los Anormales de Michel Foucault
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B ajó la vista, ni por pudor ni por arrepentimiento.
Apenas un gesto para rearmar la soberbia per-
versa que tanto daña y volver a izar la mirada
desafiante. El tribunal acababa de condenarlo por abuso sexual
contra un niño que se hizo adolescente de tanto transitar en busca
de justicia. Aun en esa instancia, el abusador tratará de reencon-
Este mecanismo, en definitiva, inocula un malestar activo y
constante en la psiquis de la víctima y es a su vez lo que perpe-
túa el dominio del victimario, aun en ausencia.
Mientras que quien padeció el abuso tiene la sensación de que
su vida ha sido arruinada para siempre, observa cómo el abu-
sador disfruta de su cotidianeidad sin mayores inconvenientes.
trar los ojos de su víctima. Si lo logra será su triunfo. Lo último que Este mecanismo no es inocente. Esconde un mensaje de desa-
se llevará el joven o el niño será esa mirada impertérrita, helada, liento y desamparo para quien lo recibe.
paralizante. En el mejor de los casos ya no hará mella, pero los Se comprenderá, a poco de andar en este artículo, por qué sole-
mejores casos suelen ser los menos. mos poner tanto énfasis en la necesidad de la reparación sim-
Cuando se cierra un proceso judicial sobre abuso sexual infan- bólica que llega a través de la Justicia. También se comprenderá
til, con o sin condena, la sociedad se alivia y se desentiende; la que con eso sólo no es suficiente pero sí altamente necesario.
macrosociedad y los cercanos. Pero para quien padeció el abuso El abuso sexual contra niñas y niños tiene una presencia con-
comienza un proceso nuevo, cruelmente solitario, que es el de la tundente en la sociedad. Las pocas estadísticas que se conocen
reparación del daño, de acomodar la devastación psíquica que
significó el vejamen. Porque bien lo dice el juez Carlos Rozanski:
“Quien ha padecido abuso, en su psiquis, no cesa nunca de ser
abusado”.
Intentando evitar que esta certera descripción sea una senten-
cia perpetua es importante entender que el proceso judicial es
fundamental, pero es apenas el primer paso y que a veces ni
siquiera es posible transitarlo.
Las niñas, niños, jóvenes y adultos que han padecido el abuso
sufren el mismo estigma que las histéricas hasta antes de la
llegada de Freud. Portan un sufrimiento extremo que a la ciencia
le resulta poco creíble porque, se sabe, no hay ciencia sin ideo-
logía, mucho menos en los dominios de la cultura patriarcal y el
capitalismo en crisis.
Hubo una psicoanalista inglesa, Melanie Klein, que describió
un mecanismo psicológico, hoy tan necesario de ser recordado
y tenido en cuenta como olvidado: la “proyección introyectiva”.
Refiere a que por avatares del vínculo se traslada desde uno, una
sensación, un sentimiento que el otro percibe y aloja. Un troya-
no, diríamos modernamente. Por eso afirmamos que si la impu-
nidad es dañina, la ostentación de la impunidad es doblemente
dañina y feroz.
abonan la alarma ante el tema, pero más preocupante aún es sobre este tema, plantea que el abuso sexual infantil es un ba-
cuando tenemos en cuenta las características particulares de lazo que se descerraja en la psiquis de quien lo padece. Coinci-
estos hechos gobernados por el descreimiento, los secretos y el diendo con ese concepto planteamos que el efecto es devastador
pudor. Por eso hablamos de cifras negras, que son los números y la necesaria reparación sumamente compleja y tan dificultosa
que se esconden detrás del silencio en que el miedo y la vergüen- como necesaria.
za someten a las víctimas. Decíamos que el concepto de víctima viene injustamente vapu-
De los múltiples mensajes que vienen por añadidura, el más leado. Tal vez, como ha ocurrido con otros términos, producto,
contundente es aquel que nos obliga a decir que las familias no en parte, de la banalización en su uso. Pero en este caso hay un
necesariamente son el lugar más seguro para la niñez. La expe- algo más.
riencia nos indica que un altísimo porcentaje de los abusos son Quien ha sufrido abuso sexual infantil ha sido despojado de
intrafamiliares y que el perpetrador más frecuente es el padre y, muchas cosas, entre las cuales su dignidad, su alegría y su lugar
siguiendo en orden de importancia, otros adultos significativos. en la niñez ocupan un lugar destacado en este desalojo. Se lo ha
Adelantándonos a posibles refutaciones viene bien aclarar que privado de todo, incluso de su posibilidad de reconocerse como
también existen madres que abusan sexualmente de sus hijos, víctima.
pero estadísticamente es inequiparable, lo cual no implica que La víctima es aquel que ha padecido un daño que lo sobrepasa,
no haya que prestarle atención e intervenir con absoluta con- y que por la contundencia del mismo no ha tenido posibilidades
tundencia. De cualquier forma, analizar lo hegemónico es lo que de reaccionar adecuadamente. Lucha desigual y salvaje si las
nos convoca en este espacio. hay.
Este recorrido nos lleva a detenernos un momento en un tema Por eso reivindicamos la necesidad de afirmar que en este tipo
al que la Dra. Eva Giberti ha dedicado dos libros, uno de ellos de de delitos, porque de eso también se trata, existen claramente
reciente aparición. Nos referimos al incesto paterno filial contra diferenciados víctimas y victimarios.
la hija-niña. Si se advierte la gravedad intrínseca en el abuso Adentrándonos un poco más en lo que ocurre en quienes han
sexual infantil, mucho más ha de entenderse lo que significa padecido el abuso, se verá con claridad el porqué de la reivindi-
que una niña sea abusada sexualmente por aquel que tiene la cación de este estado como punto de partida hacia otra situa-
responsabilidad social, moral, familiar, económica de tutelarla, ción que conduzca a la reparación de lo padecido.
pero en lugar de ello, o además de hacer un como si de ello, ter- El victimario no actúa espontáneamente, y mucho menos de
mina en una utilización sexual de esa niña arrojándola a la iner- manera compulsiva. Precisamente la paciencia, la estrategia en
midad que conlleva ser abusada por su propio padre, reducida al el tiempo y la seducción ocupan un lugar central.
mero lugar de desecho en que la coloca la utilización sexual de El abuso sexual infantil es perpetrado por un adulto que tiene
su persona en formación, y en formación precisamente bajo la una relación significativa con el niño, por proximidad fami-
responsabilidad del perpetrador. liar, porque es amigo de la familia, docente, etc. La relación es
Hacemos un paréntesis para intentar explicar por qué, pese a siempre cercana afectivamente. En muchas ocasiones se com-
que son conceptos cuestionados aun desde algún sector de las prueba que dicha proximidad es intencional y que el abusador
ciencias sociales, seguimos insistiendo con que en esta proble- ha realizado estrategias de acercamiento, pacientes y de larga
mática es necesario hablar de “víctimas” y “victimarios”. data cuando no es familiar conviviente. El niño, como todo niño,
La Dra. Irene Intebi, una de las investigadoras más prestigiosas demanda amor y en esa demanda queda atrapado en la perver-
sión del adulto que responde irrumpiendo sexualmente bajo dos artilugios de defensa para soportarlo, pero en ello se le va la
el disfraz del cariño. Esta estafa paraliza y confunde. Lo lleva a niñez y la alegría.
pensar que el cariño que sintió y siente hacia ese adulto lo hace Rozanski dice, en relación con el abuso intrafamiliar, que hay
responsable de la situación que, dicho sea de paso, rara vez con- que imaginarse cómo transita su vida ese niño que luego de ser
lleva violencia física. abusado por las noches, por la mañana necesita hacer un ejerci-
Es precisamente en esta etapa cuando el abusador descarga cio extremo de disociación para concurrir a la escuela y desarro-
toda su artillería que conlleva al silencio de la situación. Suele llar todas las actividades que le depara la vida moderna.
haber amenazas que aterrorizan al niño acerca de lo que puede Es precisamente la “disociación” uno de los mecanismos de de-
ocurrir con sus seres queridos y con su familia en general si es- fensa más usuales en estos casos. A quien observa le da la sen-
tos hechos trascienden, pero lo que más paraliza es la sensación sación de un niño disociado del mundo y de sí mismo. Pero el
interna de responsabilidad con lo que está ocurriendo. precio que paga es alto. No es raro, entonces, chocar contra una
El pudor y el miedo gobiernan esta etapa que se puede extender personalidad visiblemente empobrecida.
durante años, aún cuando el sometimiento próximo haya cesa- Pero hay otras circunstancias que además de enmascarar el
do. abuso los someten a otro tipo de maltratos de la mano de la psi-
También esta es la razón por la que se reclama la imprescriptibi- quiatría, la psicología y la medicina en general. Esto merece una
lidad de este tipo de delitos. breve introducción: la sociedad en general y la sociedad científi-
Sean como fueren las formas en que se desarrolló la situación, ca en particular son sumamente reticentes a aceptar la presen-
ha de quedar en claro que la responsabilidad es siempre del cia extensa del abuso sexual en la niñez. A veces por carencia
adulto que porta un recorrido vital y una capacidad asimétrica empática pero otras, no pocas, porque actúa la “desmentida”, es
por sobre la psiquis en formación del niño. decir, esa trampa de nuestra psiquis que para no angustiarnos
No obstante, más allá de miedos, pactos, silencios y amenazas, prefiere no ver lo que está ocurriendo delante de los ojos.
el niño siempre da señales que permiten concluir a la mirada Puede entonces negarse la presencia del abuso pero no la persis-
atenta del adulto que algo grave está sucediendo. tente denuncia sintomática de niñas y niños. La psiquiatría, la
La carga del abuso sexual es inmensa, pesada e intolerable para neurología, los laboratorios y la psicología se asocian entonces
quien la porta, razón por la cual el niño recurre a los más varia- para habilitar nuevos cuadros que agrupen la sinfonía de sínto-
mas y habiliten correctivos terapéuticos y baterías medicamen- sociedad colaboran en el silenciamiento de la palabra infantil, y
tosas. Todo al servicio de silenciar la denuncia de niños y niñas. si los traemos, pese a su apariencia académica, es porque están
Nace entonces la patologización y medicalización de la infancia instalados en los diálogos cotidianos, más allá de las comunida-
y una cierta nomenclatura que rápidamente circula de boca en des profesionales involucradas.
boca ya que cada padre, madre o docente puede funcionar como Cuando un niño o una niña hablan denunciando abuso sexual
auxiliar de diagnósticos en esta cacería nosográfica. hacen temblar las estructuras en las que se asientan los valores
Hablamos entonces, como si se tratara de un kilo de yerba, de tradicionales de la sociedad y las instituciones que los represen-
ADD, ADHD, incapacidades, espectro autista y otros menjunjes. tan y recrean: familia, escuela, iglesia.
El espectro autista y varios otros que están en boga son un Esa es una lacerante realidad que no puede soslayarse. Los es-
ejemplo de lo que venimos diciendo. Actúa en forma de red que pacios de contención de la niñez suelen convertirse en cuevas
intenta que ningún pez, ni el más pequeño, escape a la encerro- de maltratos, violencias y abusos. En ocasiones es lícito suponer
na. Es así como quedan incluidos en el mismo espacio signos y que detrás de los abusos sexuales que se producen en ámbitos
síntomas, hasta contradictorios, que poco o nada tienen que ver institucionales se esconden redes de pedofilia y pornografía
con los títulos en cuestión. infantil. Independientemente de la credibilidad que jueces y
Son los casos en que las disciplinas funcionan como “discipli- fiscales hayan tenido sobre los testimonios de pequeños, estos
nadoras”, valga la redundancia, al servicio del orden social. No han denunciado en forma sistemática la presencia de terceros
decimos por supuesto que todas actúen así, pero no se pueden con cámaras fotográficas o filmadoras.
negar las fuertes tendencias, a veces hegemónicas, epocales y… El tema de la incredulidad, por otra parte, es una de las mayores
subvencionadas. crueldades que sufren las víctimas de abuso sexual infantil. No
Lo que no debe perderse en todo este análisis es que estos cua- es fácil develar el secreto y cuando después de miedos y luchas
dros, al ser desgajados de los acontecimientos que originan la internas sin cuartel logran hablar, chocan primero con el descre-
rebelión infantil, son refugio de encubrimientos de violencias y imiento de los próximos y luego de jueces, psicólogos y fiscales.
maltratos, siendo el del abuso sexual uno de los más recurrentes. Los niños y las niñas hablan. El tema es si quienes tienen que
Pero no son las interpretaciones de los síntomas procedentes poner la oreja para validar su palabra o para impartir justicia
de la disociación los únicos atajos por los cuales la ciencia y la están dispuestos a emular la valentía de los pequeños.
Por eso, a riesgo de ser reiterativos, subrayamos: con señas, con los guarismos son similares. No es ocioso recordar que la falsa
signos, con síntomas o con palabras los niños y las niñas denun- denuncia es un delito que obliga al tribunal de justicia a proce-
cian. Algunas veces se los escucha y se les cree; otras, las más, se sar a la persona responsable, cosa que rara vez ocurre.
pone en marcha la hipócrita maquinaria de mirar para otro lado. Estas situaciones y muchas otras revelan a menudo déficits en la
Decíamos al principio que el abuso intrafamiliar en primer tér- formación en quienes intervienen en estos procesos, tanto des-
mino y el abuso paterno filial son lo prevalente. Esto ha llevado de la Justicia como desde el campo de la salud. Otras, no pocas,
a que las madres queden instaladas a menudo en el lugar de la estamos hablando de posicionamientos ideológicos.
sospecha de complicidad. ¿Cómo no han advertido que su hijo Por otro lado, no podemos obviar miradas comprensivas hacia
o hija estaba siendo abusado por su compañero? ¿Es posible no los perpetradores, que surgen aún desde las entrañas de las cien-
ver? cias. Se ha dicho históricamente que los abusadores son perso-
La experiencia indica que son muy pocas las madres cómplices nas que han sufrido ellos mismos el abuso cuando niños. Esto
pero sí variados los mecanismos autores de esta ceguera psico- se deduce de la concepción que supone que se elabora en activo
afectiva. aquello que se sufrió pasivamente. Este constructo tiene al me-
La complicidad es la decisión consciente e intencionada de ser nos dos falencias. Por un lado es aplicable a la psicología de la
partícipe de ese abuso. El resto son distintos derivados de la niñez, no de los adultos. Pero por otro lado la experiencia clínica
desmentida, la negación y la desidia. Cuando esto último ocurre, demuestra largamente que quien ha padecido abuso sexual en
la alarma es inevitable ya que hablamos de alguien con serias su niñez está lejos de construir una subjetividad perpetradora.
dificultades para empatizar con el sufrimiento de los niños, y Mas bien los efectos son tan devastadores que queda en condi-
más aún para implementar mecanismos de protección que ga- ciones de ser devastado en todas y cada una de sus instancias
ranticen el bienestar. vitales.
A veces se escucha, maliciosamente y a caballo de la falencia
del Estado que no elabora estadísticas fiables, que hay un creci-
miento importante de falsas denuncias sobre esta temática.
Los escasos sondeos referidos a esto permiten una primera
respuesta. Se trata de una afirmación tan infundada como inte-
resada.
El tema es complejo y casi específicamente técnico, pero es
necesario aclararlo. A los fines de abultar lo que se quiere afir-
mar o lo que se pretende desacreditar, se hace una sumatoria de
denuncias que no han sido sustanciadas, lo cual implica que a la
vista de los jueces las pruebas aportadas no son suficientes para
condenar al acusado, pero que distan de ser una denuncia falsa.
En España y Estados Unidos las estadísticas informan que las
falsas denuncias rondan entre el 2 y el 3 por ciento de los casos.
En nuestro país las que surgen de sectores judiciales u organis-
mos paragubernamentales que investigan seriamente el tema,
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Prostitución y
trata de personas
con fines de
explotación
sexual
sub.coop
“Todo se compra y se vende, y sin embargo, no todo puede com-
prarse y venderse sin socavar las bases mismas de la humanidad”.
André Gauron
pensar que justifican relaciones de poder desiguales, asignando deshonren, humillen o atenten contra la dignidad de las mujeres,
roles, expectativas y posibilidades de acceso y ejercicio de dere- como así también la utilización de mujeres, adolescentes o ni-
chos diferenciales para varones y mujeres, siempre en detrimen- ñas en mensajes e imágenes socioculturales reproductores de la
to de estas últimas. Si a ello se suma la constante cosificación desigualdad o generadores de violencia contra las mujeres”. Más
de las mujeres en mensajes relacionados con el sexo, el cuerpo y allá del tipo y contenido de los mensajes de comercio sexual, su
con los roles sociales que a ellas se asignan, podemos empezar a prohibición evidencia un cambio en las condiciones materiales
vislumbrar una respuesta al interrogante planteado por el soció- de posibilitación de su producción, circulación y consumo, cues-
logo Richard Poulin acerca de cómo es que aquello que no es en tionándose la legitimidad de su existencia misma e invitando a
principio una mercadería termina convirtiéndose en una. reflexionar en torno de los límites de lo decible en el marco de
En este proceso, los medios masivos de comunicación juegan una hegemonía cultural determinada.
un papel crucial. Tanto es así, que hasta hace unos pocos años A fin de profundizar los resultados de la aplicación de este
la prensa gráfica argentina presentaba a las mujeres como una decreto en relación a las publicaciones de la prensa gráfica y
mercancía más en un rubro comercial, ubicando los avisos clasifi- otorgar un tratamiento similar a los avisos de Internet, que
cados de prostitución junto a los de compraventa de otros bienes. en la actualidad se presenta como el medio privilegiado para
Los mensajes del estilo de “conmigo vale todo”, “en mi cama lo la promoción del comercio sexual y donde persiste un trato
que pidas”, “calificada para tus exigencias”, “apasionada y compla- fuertemente denigrante hacia las mujeres, se encuentra en dis-
ciente” se publicaban de a miles en los diarios del país, dejando en cusión parlamentaria un proyecto de ley que cuenta ya con la
claro tanto el rol subordinado de las mujeres en el comercio se- media sanción de la Cámara de Diputados. Su reciente debate
xual como la anulación de su deseo, siempre a merced del placer en comisión del Senado ha expuesto algunas resistencias a su
sexual de quienes las prostituyen. Estas expresiones parecieran avance, que se contrastan con la gran aceptación social que tuvo
confirmar a Catherine MacKinnon cuando señala que lo que se el decreto 936 cuando la Presidenta lo anunciara cuatro años
compra y vende en la prostitución es sexo del tipo “haz lo que yo atrás. Reeditándose el debate centenario sobre la prostitución
digo”. Promoviendo incluso la pedofilización en las relaciones so- y el “trabajo sexual”, volvieron a quedar expuestos los tironeos
ciales y confiriendo a las niñas características de una sexualidad para la apropiación de la vieja consigna feminista, como plan-
adulta, voces como “bebota mimosa y ardiente”, “lolitas calento- tea Marta Vassallo, de “mi cuerpo es mío”, entre visiones que lo
nas”, “colegiala sexy”, también constituían un lugar común entre entienden inalienable de la persona y las que, atravesadas por
estos anuncios que extremaban el tratamiento de las mujeres y una lógica de mercado, ven en su venta o alquiler un ejercicio
niñas como objetos al punto de promocionarlas “2x1”. de libertad y plantean la necesidad de publicitarlo. El reclamo
La política de eliminación de la publicaciones de comercio sexual por el reconocimiento y la difusión del “trabajo sexual” evocan la
en los medios de comunicación establecida mediante el decreto definición de Pierre Bourdieu sobre la violencia simbólica que el
N° 936/2011 no sólo se dictó con el propósito de prevenir la trata sociólogo explica que se instaura cuando la persona dominada
de personas, en consonancia con las recomendaciones de los no puede no adherir al dominador y a su dominación porque
organismos especializados en la investigación del delito que ha- para pensar la relación que tienen sólo cuenta con instrumentos
bían indicado ya que estas publicaciones servían como señuelos de conocimiento que están atravesados por la relación de domi-
para captar personas a los fines de explotarlas sexualmente y nio, haciéndola parecer como natural.
para promover la prostitución ajena. También se ordenó su elimi- Mientras en el Congreso se daba esta discusión inconclusa so-
nación para dar cumplimiento a la ley de protección integral de bre un tema en torno del cual se logró un consenso de todas las
la violencia contra las mujeres, N° 26.485, cuyas prescripciones fuerzas políticas que se cristalizó en la legislación vigente tan
mandan combatir la violencia simbólica, definida como aquella sólo dos años y medio atrás, se difundía y viralizaba a un ritmo
que “a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íco- exponencial la convocatoria a lo que terminó siendo una mul-
nos o signos transmita y reproduzca dominación, desigualdad y titudinaria movilización en contra de los femicidios y todas las
discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subor- expresiones que asume la violencia de género, bajo la consigna
dinación de la mujer en la sociedad”, y la violencia mediática, que de #NiUnaMenos. Con este horizonte por delante, los parates o
comprende “toda publicación o difusión a través de cualquier retrocesos no pueden más que entenderse como instancias para
medio masivo de comunicación de mensajes e imágenes estereo- tomar aire y envión para seguir avanzando en la construcción de
tipados que, de manera directa o indirecta, promuevan la explo- una sociedad más justa e igualitaria en la que se respete la digni-
tación de mujeres o sus imágenes, injurien, difamen, discriminen, dad inherente a todos y todas.