Estrategias para Días de Mayor Ansiedad - Hambre
Estrategias para Días de Mayor Ansiedad - Hambre
Estrategias para Días de Mayor Ansiedad - Hambre
Es repentino Es gradual
Es urgente Puede esperar
Deseo de comidas específicas Se está abierto a varias opciones
Sentir plenitud no alcanza Estar satisfecho es suficiente
Genera culpa, vergüenza, sensación de No suele generar sentimientos
fracaso, pérdida de control negativos
Identificado el tipo de hambre (es algo que en ocasiones lleva tiempo hasta que lo
diferenciamos) podemos implementar varias estrategias para ambos:
💡 Ese día en especial escoger alimentos del plan con mayor cantidad de fibra: frutas,
verduras, cereales y harinas integrales (panes, arroz, fideos), cubrir bien las cantidades de
estos alimentos.
💡 Incluir lácteos, si nuestro plan incluye leche animal o vegetal intentar consumir la
cantidad indicada y no reemplazar en lo posible por queso animal o vegetal (a mayor
volumen mayor saciedad).
💡 Podés utilizar avena caliente o fría con leche (animal o vegetal o en su defecto agua) +
frutas para armar un bowl o podés hacerte panqueques (la avena sacia más que otras
harinas). Si no te gusta la avena sola, podés mezclar con otras harinas y usar la mitad de
la misma.
💡 Podés utilizar frutas como banana que es más almidonada y genera mayor saciedad.
💡 Utilizá muchas infusiones variadas como caldos de verduras (pueden ser caseros),
mate cocido, té, agua, y café (éste último de manera limitada, pueden ser 3 pocillitos en el
día.
💡 El tema de los horarios juega un rol fundamental, detectá los horarios de mayor
ansiedad para dejarte una comida para ése momento o realizar alguna actividad si
detectas estar comiendo por aburrimiento.
💡 Bebidas gasificadas: podés utilizar para éstas ocasiones alguna bebida gasificada sin
azúcar, si no las consumís no te recomiendo que las incorpores, pero si tenés el hábito,
podrías utilizarlas, uno o 2 vasos en el día, no más.
💡 Por último: si detectaste que es hambre real comé algo extra ése día, pero que sea en
lo posible nutritivo: un puñadito más de frutos secos, una rodaja más de pan, un yogur,
una porción de queso, frutas deshidratadas (un puñado), un huevo. No todos los días
tenemos las mismas necesidades energéticas, por ende no tenemos siempre el mismo
apetito, por eso trabajamos con un promedio de consumo, un día podés comer algún
alimento de más y quizás otro día una colación o alimento menos.