Monografia Ceci
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FACULTAD DE MEDICINA
AUTOR:
TUTORES:
GESTION:
2022
TARIJA - BOLIVIA
JEFE DEL CENTRO DE SALUD CON INTERNACION CHAGUAYA
En los países de ingresos bajos y medianos el acceso a medidas preventivas es limitado, por
lo que con frecuencia el cáncer de cuello uterino no se detecta hasta que ya ha avanzado y
aparecen los síntomas. Además, el acceso al tratamiento de las lesiones cancerosas (por
ejemplo, cirugía, radioterapia y quimioterapia) puede ser limitado, lo que determina que en
esos países la tasa de mortalidad por cáncer de cuello uterino sea más alta siendo Bolivia
uno de los paises con más incidencia y mortalidad en Latinoamerica con una tendencia a la
disminución de estas cifras gracias a la implementación de estrategias sanitarias que incluye
la educación sexual adaptada para la edad y la cultura como una medida de prevención
primaria según la OMS. [3]
1.1 JUSTIFICACION
Bolivia era el país de Latinoamerica con la mayor tasa mortalidad para el 2018 (>17,3%)
con tendencia a la disminución para el 2020 (11,4 – 19%) según el observatorio global del
cáncer. La cobertura del programa de prevención primaria alcanza el 60% de las niñas entre
9 y 14 años y de 78% en las niñas de 15 años, datos más favorables que en años anteriores
gracias a la implementación de la vacuna en el PAI en el 2017 pero sin llegar al objetivo de
la OMS del 90% en niñas menores de 15 años.
En la ciudad de Tarija, los indicadores en salud no muestran una realidad distinta a la de
Bolivia, es uno de los departamentos con más alta incidencia de cáncer cérvico uterino, esta
aflicción ocupa el primer lugar entre los diferentes tipos de cáncer en Tarija, siendo esto
más lamentable aún, en 2018, 20 mujeres fallecieron por cáncer de cuello uterino. EnTarija
3 de cada 100 mujeres sufren de Cáncer Cérvico Uterino.
La presente investigación pretende obtener una línea base sobre los conocimientos y
prácticas sobre la prevención del cáncer cervicouterino en mujeres en edad fértil
pertenecientes a la comunidad de Chaguaya, que permita ser de referencia científica o
bibliográfica para futuras estrategias de intervención, actualización de normativas o mejorar
programas sociales a nivel municipal.
Dado que el cáncer cervicouterino es una patología mortal, con alta prevalencia en nuestro
medio, y potencialmente prevenible a través del Papanicolaou una prueba que es sencilla y
con alta sensibilidad para la detección de Cáncer cervicouterino.
Nos planteamos:
¿Cuáles son los conocimientos y prácticas sobre la prevención del cáncer cervicouterino en
mujeres en edad fértil pertenecientes a la comunidad de Chaguaya?
1.3 HIPÓTESIS
2 MARCO TEÓRICO
2.1 Definición
El Cáncer Cervicouterino es una alteración celular que se origina en el epitelio del cuello
del útero y que se manifiesta inicialmente a través de lesiones precursoras, de lenta y
progresiva evolución, que se suceden en etapas de displasia leve, moderada y severa, que
evolucionan a Cáncer in situ, en grado variable cuando esta se circunscribe a la superficie
epitelial y luego a Cáncer invasor cuando el compromiso traspasa la membrana basal.
2.2 Epidemiología
En el ámbito mundial, el cáncer de cuello uterino es el cuarto cáncer más frecuente en la mujer,
con una incidencia estimada de 604 000 nuevos casos en 2020. De las 342 000 muertes estimadas
por cáncer de cuello uterino en 2020, más del 90% tuvieron lugar en los países de ingresos bajos y
medianos.
Bolivia tiene la tasa de mortalidad por CACU más alta de América de 26,3 por cada 100
mil mujeres y la segunda tasa de incidencia 56.55 por cada 100 mil mujeres. El Cáncer de
Cuello Uterino es la enfermedad más frecuente en las mujeres de 25 a 64 años de edad en
Bolivia, con una tasa de incidencia de 151.4 por cada 100 mil mujeres en este grupo de
edad. En términos de números de defunciones, el estudio GLOBOCAN estimó que 987
mujeres fallecieron el 2002, lo que representa 2.7 muertes por día. Según estimaciones de la
OMS, la situación sería mucho más alarmante: 1,665 defunciones por CACU en el año
2002, es decir, 4.56 muertes por día, lo que significa tasas mayores que las de mortalidad
materna y las producidas por la tuberculosis.
Actualmente se han identificado más de 100 tipos de VPH, de los cuales 40 afectan el
tracto anogenital femenino y masculino. De estos 40, alrededor de 15 son considerados de
alto riesgo oncogénico; entre ellos, los más comunes son los VPH 16 y 18, responsables de
aproximadamente el 70% de los casos de cáncer cérvico-uterino en todo el mundo,
seguidos por los VPH 31 y 453.
Los VPH que infectan el tracto anogenital han sido subdivididos en dos grupos en base a su
potencial oncogénico:
La mayoría de los cánceres de cuello uterino son carcinomas de células escamosas. Estos
cánceres se originan de células en el exocérvix y las células cancerosas tienen
características de las células escamosas cuando se observan con un microscopio. Los
carcinomas de células escamosas se originan con mayor frecuencia en la zona de
transformación (donde el exocérvix se une al endocérvix).
Con menor frecuencia, el cáncer de cuello uterino tiene características tanto de los
carcinomas de células escamosas como de los adenocarcinomas. Estos tumores se llaman
carcinomas adenoescamosos o carcinomas mixtos.
El tratamiento de todos los precánceres de cuello uterino puede prevenir casi todos los
cánceres verdaderos.
Aunque casi todos los cánceres de cuello uterino son carcinomas de células escamosas o
adenocarcinomas, otros tipos de cáncer también se pueden desarrollar en el cuello uterino.
Estos otros tipos, tal como melanoma, sarcoma y linfoma, ocurren con más frecuencia en
otras partes del cuerpo.
Tis: las células cancerosas sólo se encuentran en la superficie del cuello uterino (la capa de
las células que reviste el cuello uterino) sin crecer hacia los tejidos más profundos. (Tis no
está incluida en el sistema FIGO).
T1: las células cancerosas han crecido desde la capa de la superficie del cuello uterino hasta
los tejidos más profundos de éste. Además, el cáncer puede estar creciendo hacia el cuerpo
del útero, aunque no ha crecido fuera del útero.
T1a: existe una cantidad muy pequeña de cáncer que sólo se puede observar con un
microscopio.
T1b: esta etapa incluye los cánceres de etapa I que se pueden ver sin un microscopio. Esta
etapa incluye también los tumores cancerosos que se pueden ver solamente con un
microscopio y que se han propagado a más de 5 mm (alrededor de 1/5 de pulgada) de
profundidad dentro del tejido conectivo del cuello uterino o que tienen más de 7 mm de
ancho.
T2: en esta etapa, el cáncer ha crecido más allá del cuello uterino y el útero, pero no se ha
propagado a las paredes de la pelvis o a la parte inferior de la vagina. Puede que el cáncer
haya crecido hacia la parte superior de la vagina.
T2b: el cáncer se ha propagado a los tejidos adyacentes al cuello uterino (el parametrio).
T3b: el cáncer ha crecido hacia las paredes de la pelvis y/o está bloqueando uno o ambos
uréteres (a esto se le llama hidronefrosis).
M1: el cáncer se propagó a órganos distantes (como por ejemplo el hígado o los pulmones),
a los ganglios linfáticos del pecho o el cuello, y/o al peritoneo (el tejido que cubre el
interior del abdomen).
Cuando una mujer tiene cáncer de cuello uterino o cambios precancerosos, puede que no
sea posible decir con seguridad que un factor de riesgo en particular haya sido la causa.
Al considerar estos factores de riesgo, es útil enfocarse en los que se pueden cambiar o
evitar (tales como fumar o una infección con el virus del papiloma humano), en vez de
enfocarse en los que no se pueden cambiar (tales como su edad y antecedentes familiares).
Sin embargo, sigue siendo vital conocer los factores de riesgo que no se pueden cambiar ya
que resulta aún más importante para las mujeres que tienen estos factores hacerse la prueba
de Papanicolaou para detectar el cáncer de cuello uterino en las primeras etapas.
El factor de riesgo más importante para el cáncer de cuello uterino es la infección con el
virus del papiloma humano (VPH o HPV, por sus siglas en inglés). El VPH es un grupo de
más de 150 virus relacionados, algunos de los cuales causan un tipo de crecimiento llamado
papilomas, lo que se conoce más comúnmente como verrugas.
El VPH puede infectar a las células de la superficie de la piel, y aquellas que revisten los
genitales, el ano, la boca y la garganta, pero no puede infectar la sangre o los órganos
internos como el corazón o los pulmones.
El VPH se puede transmitir de una persona a otra durante el contacto con la piel. Una forma
en la que el VPH se transmite es mediante el sexo, incluyendo el sexo vaginal, anal y hasta
oral.
Los diferentes tipos de VPH causan verrugas en diferentes partes del cuerpo. Algunos tipos
causan verrugas comunes en las manos y los pies; otros tipos tienden a causar verrugas en
los labios o la lengua. Ciertos tipos de VPH pueden causar verrugas en o alrededor de los
órganos genitales femeninos y masculinos, así como en el área del ano. A estos tipos se les
llama VPH de bajo riesgo porque rara vez están asociados con el cáncer.
A otros tipos de VPH se les llama tipos de alto riesgo porque están fuertemente vinculados
con cánceres, incluyendo cáncer de cuello uterino, vulva y vagina en mujeres, cáncer de
pene en los hombres, y cáncer de ano, boca y garganta tanto en hombres como en mujeres.
Los médicos creen que una mujer tiene que estar infectada con VPH para desarrollar cáncer
de cuello uterino. Aunque esto puede resultar de una infección con cualquier tipo de alto
riesgo, alrededor de dos tercios de todos los cánceres de cuello uterino son causados por
VPH.
La infección por VPH es común, y en la mayoría de las personas el organismo puede
eliminar la infección por sí mismo. Algunas veces, sin embargo, la infección no desaparece
y se torna crónica. Una infección crónica, especialmente cuando es causada por ciertos
tipos de VPH de alto riesgo, puede eventualmente causar ciertos cánceres, como el cáncer
de cuello uterino.
Aunque actualmente no hay cura para la infección de VPH, existen maneras de tratar las
verrugas y el crecimiento celular anormal que causa el VPH.
Tabaquismo.
Cuando alguien fuma, tanto el fumador como las personas que le rodean están expuestos a
muchas sustancias químicas cancerígenas que afectan otros órganos, además de los
pulmones. Estas sustancias dañinas son absorbidas a través de los pulmones y conducidas al
torrente sanguíneo por todo el cuerpo. Las fumadoras tienen aproximadamente el doble de
probabilidades respecto a las no fumadoras de padecer cáncer de cuello uterino. Se han
detectado subproductos del tabaco en la mucosidad cervical de mujeres fumadoras.
Los investigadores creen que estas sustancias dañan el ADN de las células en el cuello
uterino y pueden contribuir al origen del cáncer de cuello uterino. Además, fumar hace que
el sistema inmunológico sea menos eficaz en combatir las infecciones con VPH.
Inmunosupresión.
En las mujeres infectadas con VIH, un precáncer de cuello uterino puede transformarse en
un cáncer invasivo con mayor rapidez de la normal. Otro grupo de mujeres en riesgo de
cáncer de cuello uterino son aquéllas que reciben medicamentos para suprimir sus
respuestas inmunes, como aquellas mujeres que reciben tratamiento para una enfermedad
autoinmune, en la cual el sistema inmunológico ve a los propios tejidos del cuerpo como
extraños, atacándolos como haría en el caso de un germen; o aquéllas que han tenido un
trasplante de órgano.
Las clamidias son una clase relativamente común de bacterias que pueden producir
infección en el sistema reproductor. Se transmiten mediante el contacto sexual. La
infección con clamidia puede causar inflamación de la pelvis que puede conducir a la
infertilidad. Algunos estudios han indicado que las mujeres cuyos resultados de análisis de
sangre muestran evidencia de una infección pasada o actual con clamidia tienen mayor
riesgo de cáncer de cuello uterino que las mujeres con un análisis de sangre normal.
A menudo, las mujeres que están infectadas con clamidia no presentan síntomas. De hecho,
puede que no sepan que están infectadas a menos que se les practique un examen de
clamidia durante un examen pélvico.
Las mujeres con una alimentación que no incluya suficientes frutas, ensaladas y verduras
pueden tener un mayor riesgo de cáncer de cuello uterino. Además, las mujeres que tienen
sobrepeso tienen una mayor probabilidad de padecer adenocarcinoma del cuello uterino.
En un estudio realizado, el riesgo de cáncer de cuello uterino se duplicó en las mujeres que
tomaron píldoras anticonceptivas por más de 5 años, pero el riesgo regresó a lo normal
después de 10 años de haber dejado de tomarlas.
La Sociedad Americana Contra El Cáncer opina que una mujer y su médico deben
considerar si los beneficios de usar píldoras anticonceptivas superan los riesgos potenciales.
Una mujer con múltiples parejas sexuales, independientemente de que use otro tipo de
contraceptivo, debe usar condones (preservativos) para reducir el riesgo de enfermedades
de transmisión sexual.
Las mujeres que han tenido tres o más embarazos a término (completos) tienen un riesgo
aumentado de padecer cáncer de cuello uterino. Aun no se conoce realmente la razón de
esto. Una teoría consiste en que estas mujeres pudieron haber tenido relaciones sexuales
(coito) sin protección para quedar embarazadas, por lo que pudieron haber estado más
expuestas al VPH. Además, algunos estudios han indicado que los cambios hormonales
durante el embarazo podrían causar que las mujeres sean más susceptibles a infección con
VPH o crecimiento tumoral. También se cree que las mujeres embarazadas podrían tener
sistemas inmunológicos más débiles, lo que permite la infección con VPH y crecimiento
tumoral.
Las mujeres que tuvieron su primer embarazo a término a la edad de 17 años o menos son
casi dos veces más propensas a llegar a tener cáncer de cuello uterino posteriormente en la
vida que las que tuvieron su primer embarazo a los 25 años o después.
El cáncer de cuello uterino puede presentarse con mayor frecuencia en algunas familias. Si
la madre o hermana de una persona tuvieron cáncer de cuello uterino, sus probabilidades de
padecer esta enfermedad aumentan de dos a tres veces en comparación a si nadie en la
familia lo hubiera padecido. Algunos investigadores sospechan que algunos casos de esta
tendencia familiar son causados por una condición hereditaria que hace que algunas
mujeres sean menos capaces de luchar contra la infección con VPH que otras.
En otros casos, una mujer de la misma familia, al igual que una paciente que ha sido
diagnosticada, podría estar más propensa a tener uno o más de los otros factores de riesgo
no genéticos descritos anteriormente.
2.7 Causas del cáncer de cuello uterino.
En los últimos años la ciencia ha progresado mucho en el conocimiento de lo que ocurre en
las células del cuello uterino cuando se origina el cáncer. Además, se han identificado
varios factores de riesgo que aumentan las probabilidades de que una mujer pueda padecer
cáncer de cuello uterino.
Algunos genes (contenedores de nuestro ADN) tienen las instrucciones para controlar
cuándo crecen y se dividen nuestras células. Ciertos genes que promueven la división
celular se denominan oncogenes. Otros que retardan la división celular o que hacen que las
células mueran en el momento apropiado se llaman genes supresores de tumores. Los
cánceres pueden ser causados por mutaciones (defectos en los genes) del ADN que activan
a los oncogenes o desactivan a los genes supresores de tumores.
El VPH causa la producción de dos proteínas conocidas como E6 y E7, las cuales
desactivan a algunos genes supresores de tumores. Esto podría permitir que las células que
recubren el cuello uterino crezcan demasiado y desarrollen cambios en genes adicionales,
lo que en algunos casos causará cáncer. Sin embargo, el VPH no explica completamente
qué causa el cáncer de cuello uterino.
La mayoría de las mujeres con VPH no padecen cáncer de cuello uterino, y otros factores
de riesgo (como fumar e infección con VIH) influyen en qué mujeres expuestas a VPH son
más propensas a padecer cáncer de cuello uterino.
Los hábitos y patrones sexuales de una mujer pueden aumentar su riesgo de padecer cáncer
cervical. Las prácticas sexuales riesgosas abarcan: Tener relaciones sexuales a una edad
temprana. Tener múltiples parejas sexuales. Tener una pareja o múltiples parejas que
participen en actividades sexuales de alto riesgo.
2.8 Signos y síntomas del cáncer de cuello uterino.
Las mujeres con cánceres de cuello uterino en etapa temprana y precánceres usualmente no
presentan síntomas. Los síntomas a menudo no comienzan hasta que un cáncer se torna
invasivo y crece hacia el tejido adyacente.
Sangrado vaginal anormal, tal como sangrado después del coito vaginal, sangrado
después de la menopausia, sangrado y manchado entre periodos y periodos
menstruales que duran más tiempo o con sangrado más profuso de lo usual.
También puede ocurrir sangrado después de una ducha vaginal o después del
examen pélvico.
Una secreción vaginal inusual, la secreción puede contener algo de sangre y se
puede presentar entre sus periodos o después de la menopausia.
Dolor durante las relaciones sexuales (coito).
Estas señales y síntomas también pueden ser causados por otras condiciones que no son
cáncer de cuello uterino. Por ejemplo, una infección puede causar dolor o sangrado. Aun
así, si se tiene alguno de estos signos u otros síntomas sospechosos, es importante ver al
médico de inmediato. Ignorar los síntomas puede permitir que el cáncer progrese a una
etapa más avanzada y que se reduzcan sus probabilidades de un tratamiento eficaz.
El cáncer cervical puede diseminarse a la vejiga, los intestinos, los pulmones y el hígado.
Con frecuencia, no hay problemas hasta que el cáncer esté avanzado y se haya propagado.
Dolor de espalda.
Fracturas o dolor en los huesos.
Fatiga.
Fuga o filtración de orina o heces por la vagina.
Dolor en las piernas.
Inapetencia.
Dolor pélvico.
Hinchazón en una sola pierna.
Pérdida de peso.
2.9 Diagnóstico.
Un resultado anormal de una prueba de Papanicolaou es a menudo el primer paso para
encontrar el cáncer de cuello uterino. Este resultado conducirá a pruebas adicionales que
pueden diagnosticar el cáncer de cuello uterino.
Es recomendable que el citopatólogo realice una revisión rápida de todos los extendidos
negativos, y una revisión minuciosa de todos los anormales y positivos. A su vez, la
utilización del Sistema Bethesda para la clasificación citológica permite unificar la
nomenclatura para poder establecer comparaciones a nivel nacional e internacional.
Cada laboratorio debe desarrollar mecanismos internos de control de calidad. Por otro lado,
deben existir controles de calidad externos, para monitorear el funcionamiento de los
laboratorios y detectar errores que afectan a la calidad de la citología y al correcto
seguimiento de las mujeres.
Es fundamental que todas las mujeres reciban los resultados de sus pruebas, sean éstos
negativos o positivos. Recibir el resultado del PAP es un derecho de todas las mujeres. Los
efectores de salud deben garantizar que ese derecho se haga efectivo en un plazo no mayor
a 4 semanas desde que se tomó la muestra.
Si una biopsia muestra un precáncer, los médicos toman medidas para evitar que se origine
un verdadero cáncer.
Colposcopia.
Si presenta ciertos síntomas que sugieren la presencia de un cáncer, o si la prueba de
Papanicolaou muestra células anormales, será necesario realizarle una prueba llamada
colposcopia.
La paciente se acuesta en una camilla similar a como lo hace cuando se hace el examen
pélvico. Se coloca un espéculo en la vagina para ayudar al médico a observar el cuello
uterino. El doctor usará el colposcopio para examinar el cuello uterino. Este instrumento
que permanece fuera del cuerpo, tiene lentes de aumento como los binoculares. El
colposcopio permite que el doctor vea de cerca y claramente la superficie del cuello
uterino. Por lo general, el médico aplicará al cuello uterino una solución diluida de ácido
acético para que sea más fácil ver cualquier área anormal.
La colposcopia en sí no causa más molestias que cualquier otro examen con espéculo.
Además, no causa efectos secundarios y se puede realizar en forma segura incluso si está
embarazada. Al igual que la prueba de Papanicolaou, mejor no hacerla durante su periodo
menstrual. Se hace una biopsia si se observa un área anormal en el cuello uterino.
Para una biopsia, se extirpa un pequeño fragmento de tejido del área que luce anormal. La
muestra se envía a un patólogo para que la examine bajo el microscopio. Una biopsia es la
única manera de determinar si un área anormal es un precáncer, un cáncer o ninguno de los
dos.
Biopsia colposcópica.
Para este tipo de biopsia, se examina primero el cuello uterino con un colposcopio para
detectar áreas anormales. Se utilizan unas pinzas de biopsia para extirpar una pequeña
sección de aproximadamente 1/8 de pulgada, del área anormal en la superficie del cuello
uterino. El procedimiento de biopsia puede causar dolor con calambres leve o dolor de
breve duración y es posible que presente posteriormente un ligero sangrado. Algunas veces,
se usa un anestésico local para anestesiar el cuello uterino antes de la biopsia.
Biopsia de cono.
En este procedimiento, también conocido como conización, el doctor extrae del cuello
uterino un fragmento de tejido en forma de cono. La base del cono está constituida por el
exocérvix (la parte externa del cuello uterino), y la punta o ápice del cono está formada por
el canal endocervical. El tejido que se extirpa en el cono incluye la zona de transformación.
Una biopsia de cono también se puede usar como tratamiento para extirpar por completo
muchos precánceres, así como tumores cancerosos en etapas muy tempranas. Realizar una
biopsia de cono no evitará que la mayoría de las mujeres queden embarazadas, pero si se
les extirpa una gran cantidad de tejido, pueden tener un mayor riesgo de partos prematuros.
Los métodos que se utilizan comúnmente para las biopsias de cono son el procedimiento de
escisión electroquirúrgica con asa (LEEP, por sus siglas en inglés), también conocido como
escisión con asa grande de la zona de transformación (LLETZ), y la biopsia de cono con
bisturí frío.
La proctoscopia es una inspección visual del recto a través de un tubo iluminado para
determinar si el cáncer de cuello uterino se ha propagado al recto. También se puede
realizar un examen de la pelvis mientras se está bajo los efectos de la anestesia para
determinar si el cáncer se ha propagado más allá del cuello uterino.
2.10 Tratamiento.
Las opciones para tratar a cada paciente con cáncer de cuello uterino dependen de la etapa
de la enfermedad. La etapa de un cáncer de cuello uterino describe su tamaño, la
profundidad de invasión (cuán profundamente ha crecido hacia el cuello uterino) y hasta
dónde se ha propagado.
Los tipos de tratamientos del cáncer de cuello uterino más comunes incluyen:
Cirugía.
Radioterapia.
Quimioterapia (quimio).
Terapia dirigida.
Para las etapas más tempranas del cáncer de cuello uterino, se puede emplear cirugía o
radiación combinada con quimioterapia. Para las etapas más avanzadas, usualmente se
emplea radiación combinada con quimioterapia como tratamiento principal. A menudo, la
quimioterapia se usa (por sí sola) para tratar el cáncer de cuello uterino avanzado. Casi
siempre es buena idea buscar una segunda opinión, especialmente con médicos
experimentados en el tratamiento de cáncer de cuello uterino. Una segunda opinión puede
proporcionar más información y ayudará a sentir más confianza al seleccionar un plan de
tratamiento.
Es importante hablar con el médico sobre todas las opciones de tratamiento, incluyendo
objetivos y posibles efectos secundarios, para ayudar a tomar las decisiones que mejor se
ajusten a las necesidades de la paciente.
Los especialistas en cáncer que tienen como meta la recuperación. Si no es posible obtener
una cura, la meta puede ser extirpar o destruir tanto cáncer como sea posible para ayudar a
vivir más tiempo y a sentirse mejor a la paciente.
Se coloca una sonda de metal enfriada con nitrógeno líquido directamente en el cuello
uterino. Esto destruye las células anormales mediante congelación. Esto se puede hacer en
un consultorio médico o en una clínica. Después de la criocirugía, se puede presentar
mucha secreción acuosa de color café durante algunas semanas.
La criocirugía se usa para tratar el carcinoma in situ del cuello uterino (etapa 0), pero no el
cáncer invasivo.
Cirugía láser.
Se usa un rayo láser enfocado a través de la vagina para vaporizar o quemar las células
anormales o extirpar una porción pequeña de tejido para estudiarlo.
Conización.
Se extrae del cuello uterino un pedazo de tejido en forma de cono. Este procedimiento se
hace utilizando un bisturí quirúrgico o bisturí láser (biopsia de cono con bisturí frío) o
utilizando un alambre delgado calentado mediante electricidad (procedimiento
electroquirúrgico, LEEP o LEETZ).
Después del procedimiento, el tejido extirpado (el cono) se examina con un microscopio. Si
los márgenes (bordes más externos) del cono contienen células cancerosas (o precáncer), lo
que se conoce como márgenes positivos, es posible que algo de cáncer (o precáncer) haya
quedado de modo que se necesita tratamiento adicional. Una biopsia de cono se puede usar
para diagnosticar el cáncer antes del tratamiento adicional con cirugía o radiación. También
se puede usar como el único tratamiento en las mujeres con cáncer en etapa temprana
(etapa IA1) que quieren preservar su capacidad para tener hijos (fertilidad).
Histerectomía.
Esta cirugía se hace para extirpar el útero (tanto el cuerpo del útero como el cuello uterino),
pero no las estructuras próximas al útero (parametrio y ligamentos uterosacros). Ni la
vagina ni los ganglios linfáticos de la pelvis se extirpan. Los ovarios y las trompas de
Falopio usualmente se dejan en su lugar a menos que haya otra razón para extirparlos.
Cuando se extirpa el útero a través de una incisión quirúrgica en la parte delantera del
abdomen, se llama histerectomía abdominal. Cuando se extirpa el útero a través de la
vagina, se llama histerectomía vaginal. Al procedimiento que se emplea para extirpar el
útero mediante laparoscopia, se le llama histerectomía laparoscópica. La laparoscopia
permite observar el interior del abdomen y la pelvis a través de un tubo delgado que tiene
una cámara en el extremo (el laparoscopio) que se inserta en una o más incisiones
quirúrgicas muy pequeñas. Instrumentos pequeños se pueden controlar a través del tubo,
permitiendo que el cirujano realice cortes y extraiga tejido a través de los tubos sin hacer
una incisión grande en el abdomen. La laparoscopia también puede facilitar a los médicos
el extirpar el útero, los ovarios y las trompas de Falopio a través de una incisión vaginal.
Este método se llama histerectomía vaginal asistida por laparoscopia. En algunos casos, la
laparoscopia se realiza con herramientas especiales para ayudar al cirujano a que vea mejor
y con instrumentos que son controlados por el cirujano. A este procedimiento se le llama
cirugía asistida por robot.
Una histerectomía se realiza para tratar el cáncer de cuello uterino en la etapa I A1. La
operación también se realiza para algunos tumores cancerosos en la etapa 0 (carcinoma in
situ), si hay células cancerosas en los bordes de la biopsia de cono (a esto se le llama
márgenes positivos). La histerectomía también se utiliza para tratar algunas condiciones no
cancerosas. La más común de éstas es el leiomioma, un tipo de tumor benigno conocido
comúnmente como fibroma.
Histerectomía radical.
Para esta operación, el cirujano extirpa el útero junto con los tejidos contiguos al útero (el
parametrio y los ligamentos uterosacros), así como la parte superior (alrededor de una
pulgada) de la vagina adyacente al cuello uterino. Los ovarios y las trompas de Falopio no
se extirpan a no ser que haya otra razón médica para hacerlo. Esta cirugía usualmente se
hace a través de una incisión abdominal. A menudo, también se extirpan algunos ganglios
linfáticos pélvicos.
Esta cirugía no cambia la capacidad de una mujer de sentir placer sexual. Aunque se acorta
la vagina, el área alrededor del clítoris y la membrana que recubre la vagina es tan sensitiva
como antes. Una mujer no necesita un útero o cuello uterino para alcanzar un orgasmo.
Cuando el cáncer ha causado dolor o sangrado con la relación sexual, la histerectomía
puede en realidad mejorar la vida sexual de una mujer al eliminar estos síntomas.
Cervicectomía.
La mayoría de las mujeres con cáncer de cuello uterino en etapa I A2 y etapa I B son
tratadas con histerectomía. Otro procedimiento, conocido como cervicectomía radical,
permite a las mujeres ser tratadas sin perder la capacidad de tener hijos. En este
procedimiento se extirpa el cuello uterino y la parte superior de la vagina, pero no el cuerpo
del útero. El cirujano coloca una sutura "en bolsa de tabaco" para que funcione como
abertura artificial del cuello uterino dentro de la cavidad uterina. También se extirpan los
ganglios linfáticos cercanos mediante una laparoscopia, lo que puede requerir otra incisión.
Esta operación se hace a través de la vagina o del abdomen. Después de la cervicectomía,
algunas mujeres pueden completar el embarazo y dar a luz bebés saludables mediante
cesárea. En un estudio, la tasa de embarazo después de 5 años fue de más de 50%, pero las
mujeres que se sometieron a esta cirugía presentaron un mayor riesgo de aborto que las
mujeres normales que estaban saludables. El riesgo de que el cáncer reaparezca después de
este procedimiento es bajo.
Una manera de administrar la radiación consiste en dirigir rayos X desde fuera del cuerpo
hacia el cáncer. A esto se le llama radioterapia externa. El tratamiento es muy similar a
cuando se hace una radiografía regular, pero la dosis de radiación es más intensa. Cada
tratamiento dura sólo unos minutos, aunque el tiempo de preparación usualmente toma más
tiempo. El procedimiento en sí no es doloroso, aunque puede causar algunos efectos
secundarios. Cuando se usa la radiación como tratamiento principal para el cáncer de cuello
uterino, la radioterapia externa usualmente se combina con quimioterapia (quimiorradiación
concurrente). A menudo, se usa una dosis baja de un medicamento llamado cisplatino,
aunque también se pueden usar otros medicamentos de quimioterapia. Los tratamientos de
radiación se administran 5 días a la semana por 6 a 7 semanas.
Quimioterapia.
La quimioterapia sistémica (quimio) usa medicamentos contra el cáncer que se inyectan en
una vena o se administran por la boca. Estos medicamentos entran al torrente sanguíneo y
pueden llegar a todas las áreas del cuerpo, lo que hace que este tratamiento sea muy útil
para eliminar las células cancerosas en la mayoría de las partes del cuerpo. A menudo, la
quimioterapia se administra en ciclos, de manera que cada período de tratamiento va
seguido de un período de recuperación.
Para algunas etapas del cáncer de cuello uterino, el tratamiento preferido es la radiación y la
quimioterapia administradas en conjunto (quimiorradiación concurrente). La quimioterapia
ayuda a que la radiación sea más eficaz.
2.11 Prevención.
Una manera bien comprobada para prevenir el cáncer de cuello uterino consiste en hacerse
pruebas de detección para encontrar precánceres antes de que se tornen en cánceres
invasivos.
La prueba de Papanicolaou y la prueba del virus de papiloma humano (VPH) se usan para
esto. Si se encuentra un precáncer, se puede tratar al detener el cáncer de cuello uterino
antes de que realmente comience. La mayoría de los casos de cáncer invasivo de cuello
uterino se detecta en mujeres que no se han hecho la prueba de Papanicolaou con
regularidad.
La prueba de Papanicolaou es un procedimiento que se usa para obtener células del cuello
uterino con el fin de observarlas con un microscopio y así detectar si hay cáncer y
precáncer.
Estas células también se pueden usar para la prueba de VPH. Una prueba del Papanicolaou
se puede realizar durante un examen pélvico, aunque no todos los exámenes pélvicos
incluyen una prueba de Papanicolaou. Se puede hacer una prueba de VPH en la misma
muestra de células obtenidas para la prueba de Papanicolaou.
Para prevenir el cáncer de cuello uterino, lo más importante es realizarse las pruebas según
las guías de la Sociedad Americana Contra El Cáncer.
Existen algunas medidas que puede tomar las mujeres para prevenir los precánceres, tales
como:
No fumar.
Una vez tomada la muestra para el papanicolaou con los procedimientos y controles de
calidad adecuados, se envía la misma a patología a través del sistema de referencia de
muestras.
Si el Frotis es inadecuado para informe citológico: repetir la muestra, 21 días luego de la
última toma de muestra. Frotis negativo a células neoplásicas: (NILM) en caso de ser el
primer PAP, control al año, en caso de ser el segundo negativo, control a los 3 años y así
sucesivamente.
3.2.1 UNIVERSO
El universo está constituido por una totalidad de 70 mujeres en edad fértil pertenecientes a
la comunidad de Chaguaya, datos obtenidos a través de la revisión de carpetas familiares.
3.2.2. MUESTRA
Fase 1
Fase 2
MATERIALES
2) Bolígrafos
3) Computadora
4) Impresora
5) Libros de consulta
6) Carpetas familiares
Con los datos obtenidos de las encuestas que se hizo a las mujeres en edad fértil
pertenecientes a la comunidad de Chaguaya, se realizó tablas y gráficas en Excel para la
obtención de resultados de la investigación realizada en los meses de febrero a Abril de
2023
CAPITULO IV RESULTADOS
4.1 RESULTADOS
GRAFICA 1
5%
23%
35%
38%
15 a 19 20 a 29 30 a 39 40 a 49
Análisis. - El cuadro y grafica 1 nos demuestra que el 37,5% de las mujeres en edad fértil
de la comunidad de Chaguaya están dentro del rango de 30 a 39 años, 35% en rango 40 a
49 año, 22,5% en el rango de 20 a 29 años y 5% en el rango 15 a 19 años.
Tabla2. DISTRIBUCION DE MUJERES EN EDAD FERTIL SEGÚN ESTADO
CIVIL
GRAFICA 2
ESTADO CIVIL
43% 45%
13%
Análisis. - El cuadro y grafico 2 demuestra que el 45 % de las mujeres en edad fértil son
solteras, el 43% convive con su pareja, situación que denota que las mujeres son
sexualmente activas y el 12% de la población entrevistada informa que es casada.
Tabla 3. DISTRIBUCION DE MUJERES EN EDAD FERTIL SEGÚN NIVEL DE
INSTRUCCION
GRAFICA 3
GRADO DE INSTRUCCION
3%
5% 5%
45%
43%
Análisis. – El cuadro y grafica 3 refleja las condiciones sociales de las mujeres sobre su
grado de instrucción, un 45% solo curso la educación primaria, un 43% concluyó la
secundaria, un 5% alcanzo un nivel técnico, un 5 % la universidad y el 2 % no tuvo la
oportunidad de estudiar.
TABLA 4. DISTRIBUCION DE MUJERES EN EDAD FERTIL SEGÚN
OCUPACION
OCUPACION FRECUENCIA %
ESTUDIANTE 5 12.50%
AMA DE CASA 29 72.50%
COMERCIANTE 4 10.00%
OTROS 2 5.00%
Total 40 100%
GRAFICA 4
OCUPACION
5% 13%
10%
73%
Análisis. – El cuadro y grafico 4 demuestra que el 73% de las mujeres se dedica a labores
del hogar, 12% son estudiantes, 10% trabaja en el comercio y el 5% a otras actividades.
TABLA 5. ¿QUE ES EL CANCER DE CUELLO UTERINO?
DESCONOCE 0 0.00%
Total 40 100%
GRAFICA 5
CANCER CERVICOUTERINO
20%
80%
Es una enfermedad en la que se forman celulas malignas en el tejido del cuello uterino
Es una infección que afecta utero y vagina
Desconoce
Análisis. – el cuadro y la gráfica 5 permiten constatar que el 80% de las mujeres en edad
fértil tienen conocimiento claro sobre el concepto de cáncer cervicouterino, el 20 %
responde erróneamente
TABLA 6. ¿CUAL ES LA CAUSA PRINCIPAL DE CANCER DE CUELLO
UTERINO?
GRAFICA 6
8%
40% 53%
Análisis. – El cuadro y tabla 6 muestran que el 52% de las mujeres identifican al VPH
como la causa principal del cáncer cervicouterino, el 40 % lo asocia a un inicio de
relaciones sexuales a temprana edad y un 8% desconoce la causa principal.
TABLA 7. ¿COMO SE TRANSMITE EL VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO?
TRANSMISION DEL VIRUS DEL PAPILOMA
HUMANO FRECUENCIA %
A TRAVES DE LAS RELACIONES SEXUALES 31 77.50%
CONTACTO SANGUINEO 5 12.50%
A TRAVES DEL SALUDO 0 0.00%
DESCONOCE 4 10.00%
Total 40 100%
GRAFICA 7
FRECUENCIA
10%
13%
78%
Análisis. - El cuadro y grafica 7 demuestran que el 77% de las mujeres conoce la vía de
transmisión del VPH, 13% tiene una idea errónea de que la transmisión se da por contacto
sanguíneo y el 10 % desconoce la vía de transmisión.
TABLA 8. ¿CUALES SON LOS SINTOMAS DEL CANCER DE CUELLO UTERINO?
GRAFICA 8
10% 15%
25%
48%
3%
GRAFICA 9
F ACTORES DE RI ESGO
FRECUENCIA %
22
55.00%
22.50%
12.50%
IO
S 9
5.00%
2.50%
2.50%
0.00%
0.00%
N
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C
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T
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Análisis. – El cuadro y grafica 9 muestran que el 55% identifica correctamente todos los
A
factores de riesgo asociados al cáncer cervicouterino y el resto asocia solo alguno de ellos.
TABLA 10. ¿CUALES SON LAS MEDIDAS DE PREVENCION CONTRA EL
CANCER CERVICOUTERINO?
GRAFICA 10
0.00%
DESCONOCE
0
0.00%
ABSTINENCIA
0
90.00%
PRUEBA DE PAPANICOLAOU Y VACUNA CONTRA EL VPH
36
0.00%
EVITAR EL ALCOHOL Y EL TABACO
0
10.00%
TACTO VAGINAL
4
0 5 10 15 20 25 30 35 40
% FRECUENCIA
GRAFICA 11
20
40.00%
15
23
10
16
2.50%
1
0
MENOS DE 15 15 A 17 18 o MAS
FRECUENCIA %
Análisis. - en el cuadro y grafica 11 se evidencia que el 57% de las mujeres en edad fértil
iniciaron su vida sexual después de los 18 años, 40% en el rango de 15 a 17 años y el 3%
antes de los 15 años.
TABLA 12. ¿CUANTOS HIJOS TIENE?
GRAFICA 12
18
16
14
12
10
8 16
6 12
4 8
2
3
30.00% 40.00% 1
0 20.00% 2.50% 7.50%
UNO DOS TRES MAS DE TRES NINGUNO
FRECUENCIA %
Análisis. – el cuadro y la gráfica 12 nos muestra que el 3% de las mujeres tiene más de 3
hijos, el 20 % tiene 3 hijos, el 40% tiene 2 hijos, el 30 % solo 1 hijo y el 7% no tiene hijos.
TABLA 13. ¿UTILIZA ALGUN METODO ANTICONCEPTIVO?
GRAFICA 13
Chart Title
40.00%
NINGUNO
16
2.50%
PRESERVATIVO
1
12.50%
IMPLANTE SUBDERMICO
5
5.00%
DIU
2
25.00%
INYECCION TRIMESTRAL
10
15.00%
PASTILLAS ANTICONCEPTIVAS
6
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18
% FRECUENCIA
GRAFICA 14
Chart Title
25 70.00%
60.00%
20
50.00%
15
40.00%
30.00%
10
20.00%
5
10.00%
0 0.00%
SIEMPRE ALGUNAS VECES NUNCA
FRECUENCIA %
GRAFICA 15
Chart Title
30 70.00%
25 60.00%
20 50.00%
40.00%
15
30.00%
10 20.00%
5 10.00%
0 0.00%
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FRECUENCIA %
SE
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IS I
Análisis. – El cuadro y la gráfica 15 recolectan los datos de los beneficios del preservativo,
IM
NS
RA
el 65% responde correctamente, el 33% cree que solo evitan embarazos no deseados y el
T
DE
F.
GRAFICA 16
35 90.00%
80.00%
30
70.00%
25 60.00%
20 50.00%
15 40.00%
30.00%
10
20.00%
5 10.00%
0 0.00%
MADRE HERMANA ABUELA TIA PRIMA NINGUNA
FRECUENCIA %
GRAFICA 17
Chart Title
35 80.00%
30 70.00%
60.00%
25
50.00%
20
40.00%
15
30.00%
10
20.00%
5 10.00%
0 0.00%
SI NO
FRECUENCIA %
Análisis. – El cuadro y grafico 17, evidencia que el 72% de las mujeres en edad fértil
participaron en actividades donde recibieron información sobre el cáncer cervicouterino, y
un 28% no participo, ni recibió información al respecto.
TABLA 18. ¿SABE QUE ES EL PAPANICOLAOU?
GRAFICA 18
QUE ES EL PAPANICOLAOU
25 60.00%
20 50.00%
15 40.00%
30.00%
10 20.00%
5 10.00%
0 0.00%
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FRECUENCIA %
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UN
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un concepto claro acerca de lo que es el Papanicolau, con un acierto tan solo del 55%,
PA
A
UN
A
EB
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aspecto poco favorable por la correlación que existe con acudir a realizarse el Papanicolaou
U
PR
A
UN
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TABLA 19. ¿CUANDO FUE LA ULTIMA VEZ QUE SE REALIZO EL
PAPANICOLAOU?
GRAFICA 19
TOMA DE PAPANICOLAOU
HACE MAS5.00%
DE 3
AÑOS 2
7.50%
HACE 3 AÑOS
3
27.50%
HACE 2 AÑOS
11
30.00%
HACE 1 AÑO
12
10.00%
MENOS DE 1 AÑO
4
20.00%
NUNCA
8
0 2 4 6 8 10 12 14
% FRECUENCIA
GRAFICA 20
Chart Title
40 100.00%
36
35 90.00% 90.00%
80.00%
30
70.00%
25 60.00%
20 50.00%
15 40.00%
30.00%
10
20.00%
5 4
10.00% 10.00%
0 0 0
0 0.00% 0.00% 0.00% 0.00%
CADA 6 MESES CADA AÑO CADA 2 AÑOS CADA 3 AÑOS DESCONOCE
FRECUENCIA %
Análisis.- el cuadro y grafica 20 demuestran que el 90% de las mujeres cree que debe
realizarse el PAP cada año y el 10 % cada 6 meses.
TABLA 21. ¿CUALES SON LOS REQUISITOS PARA LA TOMA DEL
PAPANICOLAOU?
GRAFICA 21
Chart Title
0.00%
DESCONOCE
0
87.50%
TODAS SON CORRECTAS
35
0.00%
NO ESTAR CON TRATATAMIENTO VAGINAL (OVULOS)
0
2.50%
NO HABER TENIDO RELACIONES SEXUALES 48 HORAS ANTES
1
7.50%
NO ESTAR CON EL PERIODO MENSTRUAL
3
2.50%
NO REALIZARSE LAVADOS VAGINALES PROFUNDOS
1
0 5 10 15 20 25 30 35 40
% FRECUENCIA
Analisis. – el cuadro y grafico 21 evidencian que el 88% de las mujeres conocen los
requisitos para la toma del PAP.
TABLA 22. ¿AL MOMENTO DE DECIDIR SI REALIZARSE O NO LA TOMA DEL
PAP ALGUNA DE ESTA SITUACIONES REPRESENTA PARA USTED UN
IMPEDIMENTO?
GRAFICA 22
0.00%
A SU EDAD CREE QUE NO ES NECESARIO
0
72.50%
VERGUENZA AL PROCEDIMIENTO DEL PAP
29
17.50%
MIEDO DE ENTERARSE DE ALGO GRAVE RESPECTO A SU SALUD
7
0.00%
EL TIEMPO QUE REQUIRE ASITIR AL CONTROL MEDICO
0
0.00%
SU PAREJA IMPIDE LA CONSULTA AL GINECOLOGO
0
0 5 10 15 20 25 30 35
% FRECUENCIA
Analisis.- El cuadro y grafico 22, nos demuestra que el 73% de las mujeres en edad fértil
dudo al momento de decidir si hacerse o no el PAP debido a que siente vergüenza, 17%
tiene miedo de enterarse de algo grave para su salud y para resto no representa un
impedimento.