Si bien la Gestalt como terapia, hace su aparición alrededor
de los años 30´s y 40´s, es en mi particular punto de vista la clave de esa puerta que puede llevarnos a conocer esa nueva forma de conciencia. La forma en la que la parte transpersonal logra comunicarse con nosotros en el ahora presente y nos permite de una manera muy sutil solo visitar los momentos clave viéndolos desde una perspectiva diferente. Y, con ello trabajar lo que ni siquiera sabíamos que existía y sin embargo nos afectaba. Gestalt es una palabra alemana que significa totalidad, unidad, compuesta por dos elementos unificados: Figura y Fondo. En la práctica este principio implica que la persona está compuesta de factores físicos, emocionales, intelectuales y sociales, sin olvidar los espirituales; si uno de ellos es afectado los otros sufrirán también las consecuencias El concepto de totalidad considera que el fin de la psi-coterapia es que la persona pueda pensar con la mente y sentir con las emociones, la integración de esta polaridad mente-cuerpo permite que el individuo desarrolle su potencial humano. Warren (1934) define la Gestalt como la integración de miembros en contraste con la sumatoria de las partes, expresado de otra manera significa que el todo es más que la suma de las partes. Es decir esta teoría ha demostrado que el hombre no percibe a las cosas como entidades aisladas sin relación entre ellas, sino que las organiza en su proceso perceptivo, en totalidades significativas. Uno de los requisitos en su aplicación terapéutica consiste en que el individuo tome conciencia o se dé cuenta de lo que está pasando momento a momento dentro de sí mismo y a su alrededor, es por esta razón que en sus comienzos Fritz Perls, su fundador, la llamó “Terapia del Darse Cuenta” y posteriormente “Terapia de la Concentración”. Y es en este punto es donde podemos ver la convergencia con el eje rector de nuestra Psicoterapia Transpersonal. Donde hacemos referencia en el 2do postulado, “El todo afecta a cada una de sus partes y cada una de sus partes afecta el todo” donde específicamente podemos hacer referencia a las 4 estructuras “Física, social, psíquica y espiritual”.
Es por esto que el conflicto puede situarse en el interior de la
persona (intrapsíquico) o puede darse en la interrelación de la persona con los demás (relaciones interpersonales). Independientemente de dónde se sitúe el conflicto, la intervención terapéutica es la misma: confrontar los elementos incongruentes o polaridades haciendo que el cliente viva situaciones pasadas (memoria) o futuras (fantasía) en el aquí y el ahora, donde la terapia Gestalt es una psicoterapia de AUTOACTUALIZACIÓN y no precisamente una psicoterapia de adaptación a la sociedad. La organización psicológica será siempre tan excelente como las condiciones dominantes lo permitan" (citado por Katz, 1945, p. 45). Ley que fue reformulada por Katz como sigue: "El organismo tiene la tendencia a determinados modos de conducta totalmente característicos, bien se trate de percepciones, movimientos o actitudes" (Katz, 1945, p. 45). Esta ley de la pregnancia mantiene el principio del cierre gestáltico según el cual, toda forma, aunque esté incompleta, tiende a cerrarse para ser percibida finalmente como un conjunto. En psicoterapia la tendencia al cierre, en situaciones inconclusas del cliente, es difícil que se logre por sí sola (las heridas de la vida no cicatrizan por sí solas), esto no ocurre hasta que el cliente revive "en el aquí y el ahora" el asunto desde el momento en que quedó inconcluso. Lo que a mi particular punto de vista nos lleva al 1er postulado Transpersonal donde nos dice que: “Lo que se conecta junto, se dispara junto” Es decir, que por sí solo en muchas de las ocasiones no es posible sanar heridas, ya que muchas veces ni siquiera sabemos que siguen abiertas y por ende nos siguen lastimando.
Y es que, el cuerpo expresa las necesidades, emociones y
pensamientos del individuo con más claridad que la frase hablada y en muchas otras el terapeuta descubre la incongruencia entre el lenguaje verbal y el no verbal (corporal) de su cliente. Para Goldstein, la ansiedad es el resultado de las expectativas catastróficas, las cosas que la persona cree que ocurrirán en el futuro, cuando lo importante es resolver los problemas de hoy, los del futuro se resuelven por sí solos. Como se ha visto, la terapia Gestalt retoma conceptos del existencialismo, de la fenomenología y de la filosofía Zen, en lo que se refiere a cómo experimenta el ser humano su existencia. Por otra parte, los principios de la Psicología de la Gestalt, en cuanto a la percepción, son aplicados para explicar cómo el hombre se "siente" a sí mismo, siente a los demás y a su medio. La conducta simbólica pertenece al campo mental (pensar, imaginar sueños, pesadillas, fantasías). Este tipo de conducta puede formar parte del darse cuenta de la persona por medio de la visualización, la que se hace al revivir un sueño o pesadilla o al dialogar con alguien no presente por medio de la técnica de la silla vacía. La conducta interpersonal es la que se establece con los otros, el contacto puede ser interrumpido por resistencias como la deflexión, esto es evitando el contacto físico o la comunicación con los otros. La deflexión en su máxima expresión se da en el aislamiento, incluso sensorial del medio, lo que hace que la persona se encierre en sí misma y adopte conductas catatónicas.
El ser humano vive o siente sus percepciones, necesidades,
pensamientos y emociones como procesos en formación y destrucción de Gestalten (plural de Gestalt, configuraciones, formas) en las que se da la polaridad de lo que sobresale en ese momento (figura), y lo que se esconde (fondo). En algunos momentos la figura puede ser el individuo en contacto consigo mismo y el fondo la interrelación entre el individuo y el medio que le rodea; en otras ocasiones la figura se puede convertir en fondo y el fondo en figura. Por lo que con lo anterior podemos reiterar que el concepto gestáltico de EXPERIENCIA entendido como una organización de procesos activos, es la base de la "doctrina holística". Perls (1973) basa su razonamiento en lo que puede llamarse un modelo de "sistema abierto", en el que su funcionamiento no existe aislado. Afirma que: "La psicología tradicional, al separar la experiencia interna de la externa, se tenía que enfrentar con la pregunta, sin respuesta, de si el hombre se encuentra gobernado por fuerzas internas o externas" (Perls, 1973, p. 17).También, Perls contrasta las "viejas" perspectivas del funcionamiento humano basadas en las "estructuras", "entidades", o "sustancias",con una perspectiva moderna del funcionamiento, como son los procesos de interrelación activa entre ellas. Sin embargo la Gestalt también se encontró con complicaciones en la práctica para enseñar terapia reside en determinar cómo un "experto" puede pasar las bases de su competencia y arte a estudiantes que están aprendiendo a hacer psicoterapia, y esto especialmente en lo que se refiere a la elección inmediata para hacer una intervención "apropiada". Esta dificultad es vista como un producto de orientaciones que enfocan a la persona como una entidad estática en lugar de percibirla como una organización de procesos inmediatos. Desde el punto de vista del campo gestáltico, la función de un terapeuta consiste en descubrir cuál es el proceso actual del campo. El terapeuta asume el rol de seguir al cliente para identificar los procesos inmediatos, guiándolo para que enfoque su atención en ellos. En todas las etapas de la existencia de la persona, desde la primera infancia hasta la tercera edad, el principio gestáltico de homeostasis o adaptación es fundamental para mantener el equilibrio y satisfacer las necesidades. Para lograr esta integración de la personalidad se requiere darse cuenta de qué es lo que necesita la persona. Lo anteriormente expuesto puede estar alterado por las introyecciones negativas o tóxicas bombardeadas en su mente desde su primera infancia, que le inhiben y no le permiten ser él mismo, de modo que se da una deflexión en sus emociones. Si esta situación ocurre, es posible que sus áreas de funcionamiento sensorial, corporal, emocional e intelectual, le impidan llegar a la auto-identificación y obtener el auto-soporte, lo que tanto necesita para enfrentarse al mundo y a sus adversidades. También puede presentarse, aparte de las dos resistencias ya citadas, introyección y deflexión, también puede darse retroflexión: es decir, se hace a sí mismo lo que desearía hacer a los demás, esto se da especialmente como forma de autocastigo, o se auto- mutila, conductas utilizadas frecuentemente por los deficientes y enfermos mentales (Castanedo, 1978; 1982b). Asimismo, el niño puede manifestar una conducta confluente con su medio o las personas de su entorno, haciendo ver que es sumiso, adaptado y obediente, diciendo a todo que sí e imitando a los otros, lo que le impide adquirir su propia identidad. También puede utilizar la proyección como resistencia a enfrentarse al contacto con su propia identidad, atribuyendo a los otros las emociones que él mismo siente. CONCLUSIÓN
Así mismo, la persona obligada a realizar esfuerzos para cambiar
rechaza la realidad y escapa de ella. El propósito de la terapia Gestalt es el de aceptar la realidad. La Gestalt no es una cura de los problemas en el mundo real, sino que es un camino a la iluminación; que conduce a descubrir que los problemas no son reales, sino que son ilusiones proyectadas sobre el mundo.