Cinco Pilares de Una Dieta Balanceada

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Cinco pilares de una dieta balanceada

“Que la comida sea tu alimento y el alimento, tu medicina”, decía Hipócrates.


Comer debe ser un acto para nutrir y beneficiar a nuestro cuerpo.
Sigue los principios de una dieta balanceada y ¡haz que los alimentos sean tus
aliados!
1. Cantidades suficientes de alimentos
La palabra “dieta” suele asociarse a “restricción” y “hambre”.
Sin embargo, en una dieta balanceada, la ración debe ser suficiente y adecuada
para (FAO, 2010; AEAL, 2017):
 Dar energía y nutrición.
 Tener un peso correcto, según tu talla, sexo y actividad.
 Hacer que tu cuerpo realice apropiadamente sus funciones.
¡Nunca poco, nunca demasiado! Se trata de mantener el tamaño de las porciones
de alimentos en el punto equilibrado.
2. De todo para todos, clave para una dieta balanceada
Para que una dieta balanceada sea completa, todos los miembros de la familia
deben incluir proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas, minerales y agua en sus
comidas (FAO, 2010; AEAL, 2017).

¡Recuerda! No le temas a ningún alimento y dale calidad a tu cuerpo.


Con respecto a las grasas, estas son macronutrientes que el cuerpo utiliza como
energía; además que las necesita para absorber las vitaminas liposolubles,
producir hormonas y favorecer el normal desarrollo y funcionamiento del cerebro y
el sistema nervioso (Benton, 2017).
Solo debes cuidar las fuentes de las que las obtienes.
Asegúrate de consumir grasas saludables como las que están presentes en la
mayoría de los aceites vegetales y otros alimentos como el pescado, el aguacate o
el maní (Benton, 2017).
3. Una correcta proporción entre alimentos
Mantener las proporciones en el plato es crucial cuando hablamos de una dieta
balanceada.
Los alimentos deben servirse en porciones adecuadas y equilibradas entre sí, para
obtener los nutrientes necesarios (FAO, 2010; AEAL, 2017).
El método del plato puede ser de gran
ayuda para servir porciones correctas.
Solo divide imaginariamente tu plato en
cuatro partes y organízalas así:
 ¼ parte para carnes, pescados o
huevos.
 ¼ parte para granos, tubérculos y
legumbres.
2
 /4 partes para vegetales y frutas.
No olvides hidratarte, toma al menos 2
litros de agua al día (Sanitas, s.f.)
***
¡Consejo! Para aderezar tus ensaladas o
preparar tus carnes escoge aceites
vegetales saludables, como el de oliva, aguacate, coco, canola o girasol (Harvard
T.H. Chan, s.f.).
***
Existen maravillosas opciones, de gran sabor y calidad, como las que nos ofrecen
Gourmet®, Olivetto®, La Sevillana®, Oliosoya® y otros.
4. Colores y sabores
La variedad es, sin duda, lo que más disfrutas cuando llevas una dieta
balanceada.
Las combinaciones creativas y audaces de los tipos de alimentos harán que comer
sea más placentero y divertido.
Además, mientras más diversidad de colores, sabores y texturas hay en tu plato,
¡más nutrientes obtendrás de tu comida! (FAO, 2010; AEAL, 2017)
5. Alimentos en perfecto estado, un aspecto clave en una dieta balanceada
Una vez elegidos nuestros alimentos, es importante que consumirlos no
represente un riesgo para nuestra salud.
Pero ¿cómo ocurriría esto? Una conservación inadecuada o la falta de higiene en
la preparación podrían afectarnos seriamente.
Por eso debemos ser cuidadosos y evitar cualquier tipo de contaminación.
La limpieza al preparar y consumir nuestros alimentos hará que gocemos
plenamente del bienestar de llevar una dieta balanceada (FAO, 2010; AEAL,
2017).

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