Desde La Guerra Civil A La Actualidad

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Bloque VI: DESDE LA GUERRA CIVIL HASTA LA

ACTUALIDAD

DESDE LA GUERRA CIVIL (1939) HASTA LA MUERTE


DE FRANCO (1975):

La Segunda Guerra Mundial terminó y el mundo había descubierto el horror


del nazismo (campos de concentración) y de la bomba atómica. Ideológicamente
dos fueron las corrientes que imperaron: el existencialismo y el marxismo, que
se presenta como respuesta al malestar social. El mundo había quedado dividido
en dos bloques que fueron el marxista en la Europa del Este y del Centro, y el
capitalismo en Europa Occidental. La” guerra fría” fue la manera en que estos
dos gigantes se relacionaron durante muchos años. La literatura se hace eco de
estas tensiones y toma partido ante ellas. Surgirá de este modo la literatura
comprometida.

En España, la guerra civil se resolvió con la victoria de Franco que, aliado


con la Iglesia, impuso una dictadura que duró hasta 1975, año de su muerte. Una
censura, fuerte en los años 40, más leve a partir de los años 50, controlaba las
obras literarias para que no se publicase nada que fuera contra el pensamiento de
los vencedores.

La “posguerra” trajo consigo el hambre, la enfermedad, la desolación, el exilio,


la represión. En esta época (tras la Segunda Guerra Mundial, 1939-1945) el
nuevo estado español fue sometido al aislamiento por parte de las potencias
extranjeras. A raíz de que España entrara en la ONU en 1955, el régimen se vio
en la obligación de introducir algunas reformas. A partir de los años sesenta
comenzó a mejorar la situación económica a causa de los ‘planes de desarrollo’,
del auge del turismo, de las divisas traídas por emigrantes y del aumento de la
aceptación de España en los ambientes internacionales. Todo ello generó el
avance industrial y el desarrollo social,

Desde el punto de vista literario, al acabar la guerra surge una literatura


angustiosa, dominada por el punto de vista existencial, que refleja las duras
condiciones de vida de la posguerra. En los años 50 cambia el panorama y hay
una tímida liberalización del régimen (España entra en la ONU en 1955) por lo
que los escritores utilizan un punto de vista social en sus obras. En los años 60
la experimentación va a ser el motor que empuja la creación.

NOVELA: EXISTENCIAL (años 40), SOCIAL (años


50), EXPERIMENTAL (años 60)
NOVELA EXISTENCIAL (años 40)

Caracterizados fundamentalmente por su tremendismo (destacan siempre la


parte más negra y más denigrada de la realidad), las óperas primas de estos tres
autores, más allá de su indiscutible calidad, suponen el encuentro de la novela de
posguerra con la dura realidad cotidiana de la época:

- Camilo José Cela La familia de Pascual Duarte, 1942


- Carmen Laforet Nada, 1945
- Miguel Delibes La sombra del ciprés es alargada, 1947

Los protagonistas de estas novelas son sometidos a situaciones en las que el


tedio, el “sin sentido”, la soledad y el fracaso reinan en el ambiente, trasunto
(imagen o representación exacta de algo) de la realidad española de posguerra.

El existencialismo presente en estos autores va a manifestarse desde un punto


de vista personal, ya que el malestar social no puede manifestarse abiertamente
debido a la implacable censura de la época.

NOVELA SOCIAL (años 50)

La novela social (también llamada de realismo social) es la evolución de la


novela existencial hacia concepciones específicamente sociales. Pretende
reflejar fielmente las condiciones a las que está sometida la sociedad española
por parte del régimen autoritario, que coarta la libertad del individuo y le somete
a situaciones absolutamente injustas. Éste es el objetivo de la Generación de los
50. Poetas, dramaturgos y, por supuesto, novelistas, pusieron la pluma al
servicio de la denuncia de las desigualdades sociales de la época y las grandes
deficiencias del sistema autoritario.

Inician esta corriente los mismos autores anteriores (Miguel Delibes, El


camino, 1950; Camilo J. Cela, La colmena, 1951), y la continua una serie de
nuevos novelistas entre los que destacan Ignacio Aldecoa, José Manuel
Caballero Bonald, Carmen Martín Gaite, Ana Mª Matute, Juan García Hortelano
y Rafael Sánchez Ferlosio.
A partir de la publicación de La colmena, el realismo se convierte en
objetivista, en fría reproducción de la realidad: ahora es el colectivo del pueblo
el que, con una actitud crítica, denuncia los problemas y las injusticias que
padece.

ESTILO
Estas novelas se caracterizan por su claridad ya que, al ser una literatura
comprometida, se antepone su eficacia al cuidado de la forma: narración lineal
(las acciones se presentan siguiendo el orden cronológico), sencillez expresiva,
descripciones que simplemente reflejan ambientes, personajes representativos de
un grupo social, importancia del diálogo para describir al personaje… En
definitiva, hay una clara voluntad de sencillez.

NOVELA EXPERIMENTAL (años 60)

Al empezar la década de los sesenta se abren caminos de libertad en lo que a


producciones literarias se refiere. La relajación de la censura propicia una vuelta
a la lectura de los autores exiliados y extranjeros y se conoce de cerca la
explosión (el ‘boom’) de la narrativa hispanoamericana. Esto supone la
búsqueda de nuevos rumbos en la forma de novelar.

El inicio literario de esta etapa se fecha en 1962, por ser el año de la


publicación de Tiempo de silencio de Luis Martín Santos (1924–1964). Concibe
la narración como creación personal en la que es fundamental la
experimentación.

Todas las clases sociales están imbuidas de hastío y desarraigo, de una nueva
agonía existencial y de su consiguiente angustia. La importancia de la
innovación de Tiempo de silencio radica en la estructura del argumento,
dispuesto en sesenta y tres secuencias de carácter heterogéneo: monólogos,
diálogos, descripciones y varias digresiones se suceden sin un orden aparente.

El otro gran iniciador de esta corriente experimental es el madrileño Juan


Benet con Volverás a Región. A esta nueva manera de creación novelística se
unen casi todos los autores anteriores: (Cela (San Camilo 1936, Oficio de
tinieblas 5), Miguel Delibes (Cinco horas con Mario). Además, se confirman
nuevas figuras, tales como Juan Goytisolo (Señas de identidad), Juan Marsé
(Ultimas tardes con Teresa), Juan Benet (Volverás a Región).

NARRATIVA HISPANOAMERICANA: EL
REALISMO MÁGICO
A mediados del siglo XX la confluencia en Hispanoamérica de una serie de
autores extraordinarios produjo un fenómeno conocido como el ‘boom’ de la
literatura hispanoamericana.

La novela hispanoamericana, que había seguido los pasos del Realismo


durante las décadas anteriores, sufre a partir de 1940 una gran transformación.
La influencia del psicoanálisis y del Surrealismo es notoria: un mundo interior
que escapa a nuestro control racional, los sueños o el vértigo que produce la
teoría de la relatividad al cuestionar, incluso, el paso del tiempo, conducen al
escritor a indagar en la realidad de su propio “yo”. Junto a estos temas,
continúan los temas sociales.

Todo ello da lugar a la creación del Realismo mágico y lo real maravilloso.

En el Realismo mágico la realidad presenta dos planos: el natural y el


sobrenatural, unidos en perfecta armonía. Se produce una fusión entre los
hechos reales y fantásticos tal, que el lector no sabe muchas veces en qué plano
se mueve.

Entre estos elementos encontramos:

- Personajes (reales e irreales, vivos y muertos conviven en la novela).


- Hechos reales, que o no tienen explicación o son improbables que ocurran,
se mezclan con elementos mágicos o fantásticos que, sin embargo, son
percibidos por los personajes como “normales”.
- El conocimiento del mundo que tienen los personajes es a menudo captado
por los sentidos e, incluso, por un sexto sentido que explica la realidad mejor
que la razón.
- En términos de espacio la mayoría se ubica en los niveles más duros y
crudos de la pobreza y marginalidad social, espacios donde la concepción
mágica y mítica se hace presente.

En cuanto al tratamiento del tiempo, encontramos diferentes posturas:

 Tiempo cronológico: Las acciones siguen el curso lógico del tiempo.


 Ruptura de planos temporales: mezcla de tiempo presente con tiempo
pasado (regresiones) y tiempo futuro (adelantos).
 Tiempo estático: El tiempo cronológico se detiene; en cambio, fluyen los
pensamientos de los personajes.

PRINCIPALES AUTORES Y OBRAS

Son muchos los autores y están prácticamente representados todos los países. 5
autores con 5 obras y el país.

Así, el guatemalteco Miguel Ángel Asturias (1899–1974, Señor presidente); el


cubano Alejo Carpentier (1904–1980, El reino de este mundo) o el mexicano
Juan Rulfo (1918–1986, Pedro Páramo) encabezan una lista que podrían
continuar Augusto Roa Bastos (Paraguay), Mario Vargas Llosa (Perú), Juan
Carlos Onetti (Uruguay), Carlos Fuentes (México) o Ernesto Sábato (Argentina,
El túnel), y que se coronaría con los nombres de los argentinos Jorge Luis
Borges y Julio Cortázar y el colombiano Gabriel García Márquez.
Jorge Luis Borges (1899–1986) es el representante indiscutible de la
tendencia fantástica pero con un enfoque intelectual; la ciencia y la filosofía
están presentes como temas esenciales en todos sus relatos. En sus obras, lo
arbitrario, lo ilógico y lo imaginativo se presentan como elementos esenciales en
la vida del ser humano, que se siente incapaz de comprender su destino y de
gobernar su vida en un mundo caótico y absurdo. Su ceguera le impidió
desarrollar la novela larga convirtiéndose en el mejor autor de cuentos de toda
la literatura en castellano (El Aleph, Ficciones, El libro de arena).

Julio Cortázar (1914–1984) es considerado también un maestro del cuento,


además de producir una inclasificable y mítica novela: Rayuela.

Por su parte, Gabriel García Márquez (nacido en 1927) es, indudablemente,


uno de los mejores narradores del siglo XX, como demuestran obras como El
coronel no tiene quien le escriba, Cien años de soledad, Crónica de una muerte
anunciada o El amor en los tiempos del cólera.

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ (1927-2014) SOLO LEER


Nace y pasa sus primeros años en el norte de Colombia. Cuando sus padres se
enamoraron, su abuelo materno, un coronel retirado, se opuso a esa relación
porque creía que no era el hombre más adecuado para su hija. Con la intención
de separarlos, Luisa fue enviada fuera de la ciudad, pero Gabriel Eligio la
cortejó con serenatas de violín, poemas de amor, innumerables cartas y
frecuentes mensajes telegráficos. Finalmente, la familia capituló y Luisa
consiguió el permiso para casarse con Gabriel Eligio; la historia de ese cortejo
inspiraría más tarde a su hijo la novela El amor en los tiempos del cólera. Poco
después del nacimiento de Gabriel, su padre se convirtió en farmacéutico y se
mudó con Luisa a Barranquilla, dejando a Gabriel al cuidado de sus abuelos
maternos. Dado que vivió con ellos durante los primeros años de su vida, recibió
una fuerte influencia del coronel Márquez, quien de joven mató a Medardo
Pacheco en un duelo y tuvo, además de los tres hijos oficiales, otros nueve con
distintas madres.

Al coronel lo describía Gabriel como su «cordón umbilical con la historia y la


realidad». Fue también un excelente narrador y le enseñó, por ejemplo, a
consultar frecuentemente el diccionario, lo llevaba al circo cada año y fue el
primero en introducir a su nieto en el «milagro» del hielo, que se encontraba en
la tienda de la United Fruit Company. Frecuentemente decía: «Tú no sabes lo
que pesa un muerto», refiriéndose así a que no había mayor carga que la de
haber matado a un hombre, lección que García Márquez más tarde incorporaría
en sus novelas.

Su abuela era "una mujer imaginativa y supersticiosa" que llenaba la casa con
historias de fantasmas, premoniciones, augurios y signos. Ejerció tanta
influencia en García Márquez como su marido e incluso es señalada por el
escritor como su primera y principal influencia literaria, pues le inspiró la
original forma en que ella trataba lo extraordinario como algo perfectamente
natural cuando contaba historias y, sin importar cuán fantásticos o improbables
fueran sus relatos, siempre los refería como si fueran una verdad irrefutable.
Además del estilo, la abuela Mina inspiró también el personaje de Úrsula
Iguaran que, unos treinta años más tarde, su nieto usaría en Cien años de
soledad, su novela más popular.

Cuando mueren va a vivir con sus padres y empieza a estudiar Derecho,


carrera que abandona para dedicarse al periodismo. Sus primeros artículos se
publican en El Espectador y en El Heraldo y pasa a integrar el conocido como
“Grupo de Barranquilla”, de cuya mano conoce la obra de los autores que más
adelante le influenciarán: Faulkner, Virginia Woolf, Hemingway y Kafka, entre
otros.

Su primera obra, La hojarasca, se publica en 1955. En esa misma fecha viaja a


Europa y tras una estancia de cuatro años vuelve a distintos países americanos.
Son de esta época El coronel no tiene quien le escriba, La mala hora y Los
funerales de la Mamá Grande (1962). Unos años después, en 1967, publica la
que pronto se convierte en su obra más conocida, y a cuya escritura dedica más
de un año de intenso trabajo: Cien años de soledad. El éxito es inmediato,
agotándose la primera edición en apenas unos días y, para alejarse de la fama,
decide ir a Barcelona, donde escribe El otoño del patriarca (publicado en 1975)
y cuentos como Isabel viendo llover en Macondo (1968) o Relato de un
náufrago (1970).

En los años sucesivos alterna su residencia entre México, Cartagena de Indias,


La Habana y París. En 1981 escribe Crónica de una muerte anunciada y en
1982 recibe el Premio Nobel de Literatura. Más adelante escribe El amor en los
tiempos del cólera (1985), El general en su laberinto (1989) y Doce cuentos
peregrinos (1992).

Tras obras como Del amor y otros demonios (1994) y Noticia de un secuestro
(1996) publica en 2002 Vivir para contarla, donde narra aspectos biográficos de
su infancia y juventud. Sus últimas obras publicadas son Memoria de mis putas
tristes (2004) y Yo no vengo a decir un discurso (2010).

ESTILO

“En cada libro intento tomar un camino diferente [...]. Uno no elige el estilo.
Usted puede investigar y tratar de descubrir cuál es el mejor estilo para un
tema. Pero el estilo está determinado por el tema, por el ánimo del momento”...
“Respondo solamente a nuestro estilo de vida, la vida del Caribe”. Junto al
humor y la aparente sencillez son estas, probablemente, las claves de su
genialidad.

TEATRO: EXISTENCIAL/cómico (años 40),


SOCIAL (años 50), EXPERIMENTAL (años 70)
TENDENCIAS DEL TEATRO ESPAÑOL DE
POSGUERRA

1. TEATRO CÓMICO: Enrique Jardiel Poncela (Eloísa está debajo de un


almendro, Los ladrones somos gente honrada) y Miguel Mihura (Tres
sombreros de copa, Maribel y la extraña familia), que se propusieron “renovar
la risa” introduciendo lo inverosímil, precediendo al teatro del absurdo.

2. TEATRO SOCIAL: Junto al público burgués ha aparecido un público


nuevo, universitario principalmente, que pide otro teatro y que podrá ver
satisfechos sus deseos por la relajación de la censura. Autores importantes son
Alfonso Sastre (La cornada) y Antonio Buero Vallejo (Historia de una
escalera, Las Meninas, El concierto de San Ovidio, El tragaluz).

3. TEATRO EXPERIMENTAL O TEATRO DE VANGUARDIA: surge


hacia 1970 siguiendo las tendencias europeas del teatro del absurdo y del
teatro experimental. Algunos grupos de teatro independiente como Akelarre,
Els Joglars, La fura dels baus… intentaron fusionar este teatro experimental con
el popular. Entre los autores destacan Fernando Arrabal y Antonio Gala.

POESÍA: EXISTENCIAL (años 40), SOCIAL (años


50 y 60), NUEVA POÉTICA (a partir de los años 60).

AÑOS 40: POESÍA EXISTENCIAL O DESARRAIGADA


Es una poesía desesperada y angustiosa, reflejo de los trágicos acontecimientos
que había vivido Europa y particularmente España.

Hijos de la ira (Dámaso Alonso) es ejemplo de esta poesía desesperanzada que


invoca a Dios como testigo implacable del dolor humano. Ángel fieramente
humano de Blas de Otero es otra obra de esta tendencia.

AÑOS 50: LA POESÍA SOCIAL


Los poetas creen que la poesía debe tomar partido ante los problemas que se
presentan al hombre, la poesía se convierte en instrumento para cambiar el
mundo, superando la mera expresión de las preocupaciones individuales.

Denuncian la injusticia social, el mundo del trabajo y el deseo de libertad con


un lenguaje sencillo y claro y un tono coloquial, porque se dirigen a la “inmensa
mayoría”. Destacan Pido la paz y la palabra (de Blas de Otero) y Cantos iberos
(de Gabriel Celaya).
AÑOS 60: NUEVA POÉTICA

También llamada poesía de la experiencia porque es una poesía íntima con


temas como el amor, el erotismo, el paso del tiempo, la amistad, el recuerdo
nostálgico de la infancia…

El estilo es cuidado, alejado del patetismo y del prosaísmo de la poesía


posterior a la guerra, con una voz distinta y personal, propia de cada autor.
Algunos autores de esta época son Ángel González y Jaime Gil de Biedma.

LITERATURA DESDE 1975

CONTEXTO SOCIO-HISTÓRICO

SOLO LEER: Tras la muerte de Franco, Juan Carlos I fue proclamado rey y
se pasó de la dictadura a un sistema democrático que es ejemplo para muchas
naciones por haber sido una transición poco violenta. En 1978 se aprueba la
Constitución y a continuación se constituyeron las actuales Comunidades
Autónomas. España está viviendo la democracia más larga de su historia.
Entre los profundos cambios que se producen en este periodo cabe mencionar
el cambio en el papel de la mujer en la sociedad al igualarse (o casi) al del
hombre, el descenso drástico de la natalidad, que ha llevado a España de ser un
país tradicionalmente de emigrantes a recibir (como todos los países europeos)
oleadas de inmigrantes. La economía se ha modernizado de forma significativa
uniendo su futuro al de los países europeos.
La libertad de expresión ha propiciado una mentalidad más abierta y tolerante
y novedades en el mundo de la cultura: movimientos juveniles como la movida
madrileña, la concesión de Óscares a la mejor película extranjera (Trueba,
Garci), varios premios Nobel en literatura (Vicente Aleixandre, Camilo José
Cela, Mario Vargas Llosa)…

NOVELA

La desaparición de la censura tras la muerte de Franco permitió un mejor


conocimiento de la literatura del exilio y de la narrativa extranjera.

Asistimos a la recuperación del cuento, fundamentalmente por el estímulo de


los grandes maestros del cuento hispanoamericano (Borges, Cortázar, Rulfo).
Destacan Ignacio Martínez de Pisón con Alguien te observa en secreto o Juan
Manuel de Prada con El silencio del patinador).
No debemos olvidar que la mujer adquiere cada vez más importancia en el
terreno de la narrativa; aunque pertenecientes a distintas generaciones, podemos
destacar nombres como (2 autoras) Ana María Matute, Rosa Montero (Te
trataré como a una reina), Josefina Aldecoa, Almudena Grandes, Dulce
Chacón, Maruja Torres, Soledad Puértolas…

Hay que tener en cuenta además la convivencia de varias


generaciones: Francisco Ayala, Camilo J. Cela -último premio Nobel español-,
Miguel Delibes, Rafael Sánchez Ferlosio, Juan Marsé, Arturo Pérez Reverte…
hasta el más joven de los actuales “bloggers”.

El libro se convierte en objeto de consumo, de ahí la abundancia


de publicidad, la proliferación de premios literarios, las listas de libros
más vendidos, los suplementos literarios de los periódicos, las ferias del libro,
las firmas de libros en grandes almacenes y la incorporación al mundo de
la narrativa de conocidos periodistas, políticos o presentadores de televisión.
También descubren las editoriales el mercado infantil y juvenil que
se desarrollará extraordinariamente a partir de los años 80.

TENDENCIAS SOLO LEER

a) Metanovela. Estas novelas fusionan la narración de la historia (creación) y


el proceso seguido para la construcción de la misma (crítica). Esta manifestación
de la literatura dentro de la literatura define la mayoría de las novelas de Juan
Goytisolo (Juan sin Tierra) y de su hermano Luis (La cólera de Aquiles). Juan
Manuel de Prada en La máscara del héroe recrea el ambiente literario español
de principios del siglo XX. Vila-Matas ha escrito una de las obras narrativas
más interesantes de este periodo (Historia abreviada de la literatura portátil).

b) Lirismo. La novela lírica, de tendencia al lenguaje poético, es la modalidad


preferida por Francisco Umbral (Mortal y rosa) y la característica esencial de la
narrativa de Julio Llamazares (La lluvia amarilla).

c) La novela histórica. No hay periodo de la historia de España que no sea


recreado por nuestros novelistas: la Edad Media (como Urraca, de Lourdes
Ortiz), la conquista de América (La orilla oscura, de José María Merino), la
España del Siglo de Oro (en todo el ciclo de novelas protagonizadas por el
capitán Alatriste y escritas por uno de los autores de más éxito comercial
del periodo: Arturo Pérez Reverte) o el tránsito del siglo XIX al XX (Eduardo
Mendoza: La ciudad de los prodigios). Mención aparte merece el tema de la
Guerra Civil o la inmediata posguerra, que sigue inspirando durante este periodo
numerosas obras: Beatus Ille (de Muñoz Molina), Soldados de Salamina (Javier
Cercas) o las más recientes El corazón helado (Almudena Grandes) y Enterrar
a los muertos (Ignacio Martínez de Pisón).

d) La novela de intriga o novela negra. En 1970, con Yo maté a Kennedy,


comienza Manuel Vázquez Montalbán una serie de novelas policíacas
protagonizadas por un detective aficionado a la gastronomía que se llama Pepe
Carvalho. El ejemplo lo seguirán autores como Eduardo Mendoza (El laberinto
de las aceitunas, El misterio de la cripta embrujada), Juan José Millás (Visión
del ahogado) o Soledad Puértolas (Queda la noche).

e) Novela realista. Tras el furor del experimentalismo, algunos autores han


vuelto a recuperar el gusto por contar una historia a la manera tradicional. En
esta línea cabría mencionar a Luis Mateo Díez (La fuente de la edad) o a Luis
Landero (Juegos de la edad tardía). En esa línea ha profundizado Julio
Llamazares, en La lluvia amarilla o Escenas de cine mudo.

f) Novela culturalista. En los últimos años han aparecido una serie de autores
jóvenes que hacen una novela que se ocupa de analizar y explicar diferentes
aspectos de la cultura occidental desde unas posturas bastante eruditas. Eso es lo
que hace Juan Manuel de Prada con Las máscaras del héroe o La tempestad.

g) Otra tendencia en la novela de los autores más jóvenes es la de hacer una


novela que trata los problemas de la juventud urbana con una estética muy
cercana a la contracultura (Historias del Kronen, de José Ángel Mañas, Ray
Loriga con Héroes o Lucía Etxebarría en Sexo, prozac y dudas).

h) Intimismo. Una de las corrientes más representativas de la novela de estos


años es el cultivo de una narrativa intimista, alejada de problemáticas colectivas,
que representaría, con mayor pureza que otras, eso que se ha venido en llamar
“novela posmoderna”. Es el caso, por ejemplo, de Juan José Millás, en novelas
como El desorden de tu nombre o La soledad era esto. En línea aparte, por la
repercusión internacional de sus novelas y por la calidad de su obra, debe ser
mencionado Javier Marías (Corazón tan blanco y Mañana en la batalla piensa
en mí).

Debemos tener en cuenta que muchas de las novelas y novelistas citados


participan, a la vez, de más de una de las características señaladas, por lo que se
les podría incluir en más de una tendencia.

POESÍA

Los años inmediatamente posteriores a la muerte de Franco el grupo poético


dominante sigue siendo el de los “Novísimos” (Manuel Vázquez Montalbán,
Martínez Sarrión, J. Mª Álvarez, Félix de Azúa, Pedro Gimferrer, Vicente
Molina Foix, Guillermo Carnero, Ana Mª Moix y Leopoldo María Panero), que
van buscando, conforme avanza el tiempo, una voz más personal y cada vez más
alejada de sus primeras actitudes provocadoras y polémicas.

TENDENCIAS

a) Metapoesía. (Poesía cuyo objeto de reflexión es el mismo lenguaje


poético). Destaca Guillermo Camero (Divisibilidad indefinida).
b) Poesía experimental. Perdura sin mucha vitalidad con procedimientos
pictóricos o tipográficos (José Miguel Ullán).
c) Línea clasicista. Muy relevante en esta época. Luis Antonio de Villena,
Antonio Colinas, Antonio Carvajal. En ellos la influencia grecolatina, de
Góngora, del Romanticismo y del Modernismo es notoria. Dentro de esta poesía
el intimismo ocupa un lugar fundamental (Francisco Bejarano). La vuelta a la
rima y a la estrofa clásica es una característica de estos poetas.
d) Poesía pura. También recibe el nombre de minimalista o poesía del
silencio. Destaca Jaime Silés.
e) Poesía de la experiencia. Es una poesía de carácter urbano, temática
realista, suave intimismo, interés por lo cotidiano y tono coloquial (Julio
Llamazares, Felipe Benítez Reyes, Luis García Montero).
f) Sobresalen también importantes voces líricas femeninas (Juana Castro,
Ana Rosetti, Almudena Guzmán, Blanca Andreu…

TEATRO

Las obras publicadas o estrenadas los últimos años no atraen mayoritariamente


el interés del público que prefiere el cine, la televisión o Internet. Esto ocurre a
pesar de que ciertos factores contribuyen a que el teatro se mantenga, como son
la desaparición de la censura, las subvenciones de la Administración central y de
las Comunidades Autónomas, la revitalización de las (Escuelas de Arte
Dramático) y la creación del (Centro Dramático Nacional).

La mayoría de las obras que se estrenan obedecen al criterio del teatro


comercial, que busca el éxito de público con grandes e impactantes creaciones
como musicales y comedias. La base del teatro comercial es el entretenimiento,
los valores artísticos y literarios quedan en un segundo plano.

Gracias a las subvenciones institucionales se celebran los Festivales de Teatro


Clásico, que promocionan las obras de nuestros clásicos. El Centro Dramático
Nacional favorece la puesta en escena de grandes obras con resultados
originales y sorprendentes (Bodas de sangre, Yerma, Divinas palabras….)

De los dramaturgos vinculados a la corriente social, más o menos realista,


que iniciaron su carrera en décadas precedentes, solo Antonio Buero Vallejo,
Alfonso Sastre y Antonio Gala mantuvieron una presencia continuada en los
escenarios.

Entre los dramaturgos, destacan Francisco Nieva (La carroza de plomo


candente), que se caracteriza por su espectacular escenografía, la libertad
imaginativa y la intensidad expresiva, (Jose Luis Alonso de Santos, abordando)
temas actuales como los jóvenes, las drogas, la delincuencia (Bajarse al moro),
José Sanchís Siniestra (¡Ay, Carmela!) …

En el teatro independiente y experimental, teatro como espectáculo total y


ejercicio de provocación, hay que citar al colectivo catalán La Fura dels Baus
activo desde 1979; sus impresionantes montajes parten, según su propia
definición, de un teatro urbano popular, que busca un espacio escénico distinto
del tradicional.

COMENTARIOS DE TEXTO:
- TEXTOS DEL REALISMO MÁGICO PARA IDENTIFICAR Y EXPLICAR
LAS CARACTERÍSTICAS DE ESTE MOVIMIENTO.
- POESÍA EXISTENCIAL Y POESÍA SOCIAL
LECTURA: una novela
LECTURA EN VOZ ALTA DE UNA OBRA DE TEATRO (BAJARSE AL MORO)??

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