Bloque 6
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INTRODUCCIÓN
El problema inicial era que Isabel II era mujer y a pesar de que su padre derogara la Ley
y Sálica mediante la Pragmática sanción para que esta pudiera acceder al trono su
hermano Carlos Mª Isidro no lo acepta y cuando Fernando VII muere a través del
manifiesto de Abrantes reclama el trono desde Portugal, iniciándose así una guerra
que dividió la política:
- Carlistas: pequeños nobles rurales, parte del bajo clero y muchos campesinos
de determinadas zonas del país, en las que triunfaron el absolutismo y el
inmovilismo absoluto. Su programa ideológico-político se podía sintetizar con el
lema “Dios, Patria, Fueros, Rey”. Contó con el apoyo de Rusia, Prusia y Austria.
Las primeras partidas carlistas se levantaron en 1833, el conflicto pasó por dos fases:
La única reforma emprendida fue la nueva división provincial del país en 49 provincias.
Promovida por Javier de Burgos. La falta de reformas y la extensión de la insurrección
carlista hicieron que el trono isabelino empezara a tambalearse. Así, Mª Cristina llamó
a Francisco Martínez de la Rosa y se crea el Estatuto Real en 1834, un conjunto de
reglas para la convocatoria a Cortes. No reconocía la soberanía nacional, esta se
basaba en el rey y las Cortes. Estas cortes bicamerales: Cámara de Próceres
(aristocracia, alto clero, propietarios e intelectuales nombrados por el rey) y Cámara
de Procuradores, elegida por sufragio universal censitario muy restringido.
La insuficiencia de reformas llevó a que los liberales terminaran por dividirse en dos
grupos: moderados y progresistas.
En las elecciones de octubre de 1837, los moderados consiguieron llegar al poder, este
gobierno presentó “La Ley de Ayuntamientos” en el que el nombramiento del alcalde
correspondía al gobierno que lo escogería entre los concejales electos. Esto provocó
una oposición progresiva y la salida de la Regente Mª Cristina a Marsella en 1840 quién
se vio obligada a cederle su regencia a Baldomero Espartero tras varios intentos
fallidos de conciliar las tendencias políticas entre progresistas y moderados.
El forzado exilio de la regente hizo que fuera necesario prolongar la regencia, y vino a
ejercerla el general Espartero, el caudillo victorioso en la guerra civil, que ocupó el
poder en nombre del progresismo, despechó a los grandes políticos, esto fue
malquistando las simpatías no solo ya de los moderados, que le vieron llegar con
disgusto, sino de gran parte de progresistas.
Verano 1843, un nuevo pronunciamiento del General Narváez puso de manifiesto que
Espartero apenas tenía ya partidarios y emigró a Inglaterra. Lo que obligó a adelantar
la mayoría de edad de la reina.
Los partidos políticos recurren a los espadones, generales que encabezan los pronunciamientos
militares, que tiene como objetivo llevar a un partido político al poder ya que ellos son incapaces
de establecer sus ideologías.
Tras las elecciones de 1844, accedía al gobierno el general Narváez. La labor legislativa se centró
en la Constitución de 1845 de carácter moderado que establecía la soberanía compartida entre
el rey y las Cortes. El senado pasa a ser enteramente de designación real. Unidad católica en
España y se establecía un sufragio censitario muy restringido 1%. Los Ayuntamientos y
diputaciones quedaron sometidos a la Administración central y se suprimió la Milicia Nacional.
Durante este período tuvo lugar la 2ª Guerra Carlista (1846-1849) ya que la boda de Carlos VI
con su prima Isabel II fracasó.
La construcción de las líneas del ferrocarril se inició en 1855 con la Ley General de ferrocarriles.
Las medidas reformistas del bienio no remediaron la crisis de subsistencia que movilizó el
pueblo en las revueltas de 1854, generando un clima grande de conflictividad social que
provocó levantamientos con asaltos e incendios a fábricas y eso significó la irrupción del
movimiento obrero en la escena política del país.
Ante esta situación, la reina obligó a dimitir a Esparto, y lo sustituyó por O’Donnell, cuyo
partido, la Unión Liberal repuso la Constitución de 1845 con un Acta Adicional. Este gobierno
fue breve. Volvió Narváez al gobierno suprimiendo el Acta Adicional e interrumpiendo la
desamortización.
Una nueva oportunidad para la Unión Liberal fue el gobierno largo de O’Donnell. Periodo de
gran estabilidad está marcado por una política exterior activa y agresiva, tal y como se mostró
en la Guerra de África (1859-1860), cuyo objetivo era crear un sentimiento patriótico que
desviase la atención de los problemas internos, y reforzar las posiciones españolas en el
sultanato marroquí.
Esta etapa supuso el retorno de Narváez al poder y la reposición de los antiguos principios del
moderantismo que impuso de nuevo la forma autoritaria de gobierno ejerciendo una fuerte
represión contra los opositores.
La reina estaba cada vez más desprestigiada. Los escritos de Castelar criticaban a la reina por
no haber cedido su patrimonio para reducir la deuda pública. Castelar fue separado de su
cátedra y como consecuencia se produjeron violentas manifestaciones estudiantiles de la
noche de San Daniel el 10 de abril de 1865. En 1866 tuvo lugar la sublevación de los sargentos
del cuartel de San Gil que comportó un levantamiento popular en Madrid. La situación del
Gobierno empeoró a raíz de la crisis de subsistencia que provocó el aumento de precios y el
descontento popular.
Finalmente, progresistas, demócratas y republicanos, más tarde también los unionistas cómo
firmaron el pacto de Ostende, en Bélgica 1866 con el que se comprometían a derrocar a Isabel
II. El 18 de septiembre de 1868, el almirante Topete se subleva en Cádiz, iniciándose la
Revolución Gloriosa (1868). El día 19 se emite la Proclama de Prim, símbolo de la Revolución
que finalizaba con el grito de “Viva España con honra”, y tras la victoria revolucionaria en
Alcolea, Isabel II se exilia.
CONCLUSIÓN
Ahora nos adentramos en el Sexenio Democrático (1868-1874). Uno de los periodos más
agitados ya que se destrona a Isabel II, se intenta introducir la dinastía de Saboya, se
proclama la Primera República, y finalmente la restauración de los Borbones.