Virgula 2-3 25-2
Virgula 2-3 25-2
Virgula 2-3 25-2
Palabras clave: tuit, ideologías lingüísticas, purismo lingüístico, pragmática, análisis del
discurso
Abstract: The speaker’s current concern with language is manifested on social networks,
where users carry out a series of debates in which they question certain linguistic norms.
Their publications constitute a metalinguistic discourse in which an ideological stance
towards the exposed norm is implicit. The objective of this work is to analyze this
public debate about the language on Twitter in order to establish the linguistic ideology
of the users and the way in which they construct their discourse. The work corpus
consists of 38 tweets extracted from three different debates. For their election we have
considered that they did not belong to institutional accounts, that they generated a rich
metalinguistic debate and that the exposed norms were varied. The results verify the
existence of this debate, the diversity of linguistic ideologies of the speakers and the
orality and expressiveness with which they construct their discourse.
Key words: tweet, linguistic ideologies, linguistic purism, pragmatics, discourse analysis
EL DEBATE ACTUAL SOBRE LA LENGUA EN LAS REDES SOCIALES 106
1. Introducción
Actualmente, la preocupación por el estado de la lengua cada día es mayor debido a la
continua renovación que esta experimenta, principalmente, por los cambios que se producen
en la realidad: la necesidad de visualizar a la mujer, el contacto lingüístico y cultural como
fruto de la globalización, y otros relacionados con los vínculos sociales. Ante estas novedades,
el hablante, sea o no un especialista de la lengua, constantemente se cuestiona lo que dice
(si “médica” existe, si la palabra “almóndiga” está admitida en el diccionario, si “imprimido”
es el participio de “imprimir”, si hay una alternativa en español a spoiler y por tanto el
anglicismo no es necesario…), hasta llegar al punto de no saber qué es correcto y qué no.
Asimismo, mientras unos se llevan las manos a la cabeza al ver que la RAE “acepta” palabras
como “asín” o “cocreta” o que elimina la tilde de “solo” y “guion”, otros se muestran favorables
al cambio porque consideran que la lengua es un ente vivo que ha de renovarse. Ante este
debate tan cotidiano, me di cuenta de que en el discurso de cada hablante que discutía
sobre la lengua subyacía una determinada postura ideológica. Yo misma la tenía, pues antes
de empezar la carrera rechazaba todo cambio que supusiera una desviación de la norma
y criticaba a la RAE por “aceptar” ciertas palabras. A lo largo de mis estudios, aparte de
aprender que la Academia no acepta cosas, sino que describe la realidad, he descubierto que
mi actitud tenía un nombre: purismo, y que, al fin y al cabo “es la sociedad quien, a partir del
uso, acabará por imponer un modelo del ‘buen uso’, un modelo considerado el más correcto
o prestigioso por una parte de la sociedad en un determinado momento (norma social)”
(Álvarez 2006, cit. en Santamaría 2019: 236). El interés por ese debate tan actual en el que
se enfrentan diversas posturas ideológicas es el que me ha llevado a realizar este trabajo.
Cabe señalar que el estudio del debate sobre la lengua y las ideologías lingüísticas
es un tema reciente “y supone, en la actualidad, un espacio de interés cada vez mayor
en el ámbito de los estudios sobre el lenguaje” (Marimón 2019: 1); se trata, por tanto,
de un campo fértil de investigación que hemos querido continuar trabajando. Hasta el
momento se han realizado investigaciones sobre el discurso metalingüístico en medios
de comunicación como la prensa escrita. El ejemplo más reciente es el proyecto Ideologías
sobre la lengua y medios de comunicación escritos. El caso del español, realizado en 2019 bajo
la dirección de Carmen Marimón e Isabel Santamaría. Asimismo, se han realizado una
serie de encuentros y publicaciones en Europa y América en los que se ha tratado la
misma problemática. Entre ellos, podemos mencionar el “Colloque International: Les
idéologies linguistiques dans la presse écrite: l’exemple des langues romanes” (2013), que
estudia las ideologías lingüísticas en las comunidades de habla romance; y el Proyecto
de Investigación financiado METAPRES (FFI2015-65917-P), que analiza el discurso
metalingüístico de las columnas sobre la lengua y que sirvió como punto de partida para
la creación de CIRCULA: Revista de Ideologías lingüísticas (2014).
Por otra parte, este trabajo se puede alinear también con los estudios sobre el análisis
del discurso en Twitter realizados por Ana Mancera y Ana Pano, como “Nuevas dinámicas
discursivas en la comunicación política en Twitter” (2013) y “La ‘conversación’ en Twitter:
las unidades discursivas y el uso de marcadores interactivos en los intercambios con
parlamentarios españoles en esta red social” (2014); el trabajo de Alfonso Muñoz e Irina
Argüelles, “Análisis del discurso en redes sociales. Twitter, un caso bajo estudio” (2010);
el artículo de Víctor Pérez, “Identidad individual y grupal en Twitter” (2014), para la
revista Discurso y Sociedad; y “El discurso del tuit: un análisis lingüístico, socio discursivo y
sociopragmático” (2018), de Luz Helena Arrieta y Gloria Smith Avendaño.
Al igual que en la prensa los discursos metalingüísticos pueden entenderse como
portavoces de representaciones sobre la lengua o manifestaciones de distintos imaginarios
ideológicos (Houdebine 2002), los usuarios de las redes sociales, en los debates en torno a
la lengua que surgen a partir de sus publicaciones, muestran implícitamente una postura
ideológica con respecto a la norma expuesta. En este trabajo continuaré en ese campo de
investigación, pero en lugar de utilizar como corpus de análisis la prensa escrita, trabajaré
con las redes sociales. Esta será mi pequeña aportación a esa investigación tan reciente y
prometedora como la del debate sobre la lengua y las ideologías lingüísticas.
El principal objetivo de este trabajo es analizar el debate lingüístico presente en nuestro
día a día protagonizado por usuarios de Twitter que manejan cuentas no institucionales.
Además de estudiar las posturas ideológicas que estos manifiestan con respecto a la
lengua, analizaré la forma en que los usuarios construyen su discurso a la hora de exponer
las normas lingüísticas y expresar su ideología lingüística. En otras palabras, mi objetivo
es dar respuesta a las siguientes preguntas de investigación: ¿existe un debate sobre la
lengua protagonizado por cuentas no institucionales en las redes sociales?, ¿qué postura
ideológica toman los hablantes con respecto a su discurso metalingüístico?, ¿de qué manera
exponen su norma e ideología lingüística? Para dicho análisis, por motivos de espacio he
querido centrarme en una única red social: Twitter. Las razones por las que he escogido
esta red tienen que ver con la brevedad e inmediatez con la que los usuarios comparten
sus pensamientos o puntos de vista sobre algún tema, hecho de especial interés en nuestro
estudio, pues cuanto más espontáneo y oralizado sea el discurso, más semejará a un debate
real cara a cara y, por tanto, más información nos aportará.
En cuanto a la estructura del trabajo, primero contextualizaré mi análisis explicando,
por una parte, los conceptos de ideología lingüística, purismo e innovación, que serán
necesarios para entender la postura del hablante para con la lengua; para ello, me basaré en
las ideas de Kroskrity, Mirinho-Guede, Del Valle, Woolard, y Schieffelin. Por otra parte,
también explicaré las características de la red social escogida y los recursos con que cuentan
los usuarios para expresar sus opiniones y compartir información. Seguidamente, describiré
el corpus que he utilizado y los criterios en que me he basado para su selección; asimismo,
facilitaré la metodología de la que me he servido. A continuación, describiré cada uno de los
debates seleccionados con sus respectivos tuits y, por último, estableceré unas conclusiones
donde intentaré responder a las ya mencionadas preguntas de investigación. Así, comprobaré
si los objetivos propuestos se han cumplido con éxito. Finalmente, facilitaré la bibliografía
empleada y adjuntaré, en el apéndice, los enlaces de los tuits del corpus analizado.
2. Marco teórico
2.1. Ideologías lingüísticas
Como afirma Kroskrity (2004: 1), “aunque la relación entre lenguaje y pensamiento ha
recibido atención académica y popular, los ‘pensamientos sobre el lenguaje’ que poseen los
hablantes han sido, en comparación, desatendidos […] hasta hace relativamente poco”. Y,
aunque su estudio ha sido productivo en los últimos años, no hay una unificación en este
EL DEBATE ACTUAL SOBRE LA LENGUA EN LAS REDES SOCIALES 108
descriptiva del idioma pretenden dotarlo de unidad y ser el máximo referente lingüístico
para sus hablantes.
Otra idea esencial en el trabajo es el análisis de las posturas implícitas que los
usuarios de Twitter seleccionados muestran ante la norma lingüística del español en el
discurso metalingüístico que constituyen sus tuits. Estas, siguiendo la clasificación de
José Joaquín Martínez (2019: 176), pueden ser de dos tipos: por una parte, la postura
que en este trabajo llamaremos “purista” tendrá que ver con “la defensa a ultranza de lo
dicho por la tradición, en la que cualquier cambio es considerado negativo”; mientras
que la segunda, que identificaremos con el nombre de “renovadora”, admitirá esos
cambios “siempre que haya una lógica para su aceptación” y aceptará “el criterio del uso
lingüístico como argumento para ello”. No obstante, conviene hacer una matización en
cuanto a la primera postura, pues en algunas ocasiones encontraremos un purismo de
dos caras: el que defiende a ultranza lo que dice la Academia porque solo ella mantiene
al lenguaje en su norma, y el purismo conservador, que ignora los cambios que realiza la
RAE porque transgreden una norma consuetudinaria de la lengua. Finalmente, también
encontraremos posturas intermedias que buscarán un equilibrio entre la unidad del
idioma y la amenazante diversidad que aparece como elemento disgregador debido a la
dispersión geográfica y la variedad cultural de los hablantes (Marimón 2015: 5).
les otorga una gran eficacia comunicativa a las enunciaciones, pues se asimilan con mayor
rapidez”. Y esta brevedad e inmediatez de las comunicaciones de Twitter, “características
propias de una conversación cara a cara entre personas que pertenecen a un mismo
grupo” (Pérez 2014: 487), son las que nos han llevado a elegir Twitter como corpus de
análisis para el trabajo.
Otra diferencia de esta red social con respecto a otras tiene que ver con el acceso
público al perfil de cualquier usuario (Mancera 2016: 24), lo cual permite una mayor
interacción entre hablantes de distintas partes del mundo que comparten los mismos
intereses. En cuanto a los dispositivos que utilizan los usuarios de Twitter para
comunicarse, se encuentran el retuit de un mensaje, que reconoce la autoridad del tuit
que se comparte; la arroba (@), que equivale “a la atención de” y permite, por tanto,
conversar con alguien insertando “@usuario” en el mensaje o apelar a otro usuario; y el
hashtag o etiqueta (#), que relaciona el tuit que se escribe con un tema específico (Lara
2012, cit. en Pano y Mancera 2014: 238).
Como consecuencia de la naturaleza breve e inmediata de esta red, el lenguaje que
encontraremos en los tuits presentará rasgos similares al de una conversación oral cara
a cara como la entonación, el uso de marcas de modalidad, de construcciones parceladas
o la escasa premeditación de los mensajes (Pérez 2014: 491). Así pues, aunque estas
características aparezcan de forma escrita, la red microblogging las ha asimilado como
un registro propio, “convirtiéndose en la principal forma de hablar de un tuitero” (Pérez
2014: 491). Por eso, para analizar el discurso en Twitter, que autores como Yus (2001)
han calificado de “texto escrito oralizado” o “conversación escrita” en el caso de Sanmartín
(2007), debemos superar la dicotomía lengua escrita/oral y “atender a las modalidades de
uso y a la situación en que tiene lugar el proceso de enunciación, así como a la finalidad
comunicativa de los hablantes” (Almela 2003, cit. en Pano y Mancera 2014: 235). Todos
estos rasgos son los que intentaremos analizar en los tuits que debaten sobre la lengua
para demostrar que no solo se habla de ella de manera culta o formal, sino también
coloquial, e incluso en algunos casos vulgar. Y es que la preocupación por la lengua es
una cuestión que atañe a todo el mundo.
3. Corpus y metodología
El corpus de análisis del trabajo consta de tres debates desarrollados a partir de tres
tuits diferentes que han desencadenado un gran número de interacciones o comentarios
por parte de distintos usuarios de Twitter que se preocupan por cuestiones relacionadas
con la lengua. Para dicho análisis hemos seleccionado un total de treinta y ocho tuits
publicados entre mayo de 2019 y enero de 2020, de los cuales quince pertenecen al
primer debate, que trata de la presencia de la tilde en determinadas palabras, diez
forman parte del segundo, que gira en torno al uso del anglicismo spoiler y de su
correspondiente palabra en español (“destripe”), y trece se corresponden con el tercero,
que versa sobre el nuevo valor que ha adquirido “puto” como prefijo intensificador. Con
respecto a los criterios de selección del corpus, en primer lugar, hemos tenido en cuenta
que las publicaciones no pertenecieran a cuentas institucionales, pues nuestro objetivo
principal es analizar el debate público de la lengua. Asimismo, hemos procurado que los
tuits comprendieran un debate metalingüístico rico, que su publicación fuera reciente
y que los temas que se disputaran trataran temas variados. Con respecto a las cuentas
de los usuarios seleccionados, aunque sus perfiles no tienen un acceso restringido y
por tanto cualquier internauta puede consultar sus publicaciones (Mancera 2016: 4),
para proteger su privacidad hemos optado por ocultar la identidad de la mayor parte
de ellos e identificarlos mediante el término “Usuario” seguido de un determinado
número (Usuario1, Usuario2, Usuario3…). Solo hemos revelado el nombre de aquellos
usuarios que pretenden influir en la opinión de grandes grupos de hablantes porque
tienen credibilidad en las redes sociales; estos, a su vez, son los que inician los debates
mencionados. Nos referimos a Laura Martín-Pérez (@MPGArual), filóloga y lingüista
que cuenta con más de 2500 seguidores y que a través de sus tuits nos da a conocer
palabras curiosas del español, así como determinadas reglas ortográficas; La vecina
rubia, influencer del momento que guarda un anonimato y que cuenta con 863900
seguidores; y El conejito ortográfico (@ortograconejito), cuenta dirigida por la usuaria
anterior que trata de difundir la buena ortografía con toques de humor e ironía y que
cuenta con 65300 seguidores.
En los tuits seleccionados trataremos de analizar, por una parte, las cuestiones
relacionadas con el contenido, esto es, tanto el acto de habla que se lleva a cabo como
la ideología lingüística que se expone; y, por otra parte, la forma de los tuits, es decir,
los indicadores lingüísticos que nos permiten advertir cómo se habla de la lengua en
Twitter. Para establecer las diferentes ideologías lingüísticas que defienden los hablantes
tendremos en cuenta si estos admiten sin críticas lo establecido por la Academia, si critican
a la RAE por aceptar una determinada norma que transgrede una regla consuetudinaria,
o si se muestran a favor de la evolución del lenguaje como resultado de la nueva realidad
circundante, ya sea por la actual globalización que desemboca en un contacto cultural y
lingüístico, o por la necesidad de visualizar a un determinado colectivo discriminado y
silenciado. Los dos primeros manifestarán una postura ideológica a favor del purismo
lingüístico, mientras que los últimos defenderán una ideología lingüística renovadora.
Por otro lado, en cuanto al análisis de la forma de los discursos que comprenden los tuits,
tendremos en cuenta algunos de los recursos pragmáticos y metapragmáticos referidos
en los manuales Introducción a la pragmática (1996), de Escandell Vidal, Pragmática
para hispanistas (2004), de Portolés Lázaro, y Las cosas del decir. Manual de análisis del
discurso (1999), de Calsamiglia y Tusón. Asimismo, nos serviremos de los estudios de
José Luis Cifuentes en Marcadores discursivos (2007), Mª Antonia Martínez en La
interrogación (2007), Mónica Castillo en “La formación de los marcadores discursivos
vaya, venga, anda y vamos” (2008) y Ana Pano y Ana Mancera en “La ‘conversación’ en
Twitter: las unidades discursivas y el uso de marcadores interactivos en los intercambios
con parlamentarios españoles en esta red social” (2014). De los recursos mencionados
analizaremos los que se refieren a rasgos de oralidad, de coloquialidad, de registro, los
recursos expresivos, las marcas de ironía y humor, los elementos modalizadores, los
relativos al contexto y las expresiones valorativas, que a su vez nos ayudarán a establecer
las ideologías lingüísticas que subyacen en los discursos de los hablantes. Con respecto
a estas últimas, prestaremos especial atención a aquellas expresiones que muestren un
EL DEBATE ACTUAL SOBRE LA LENGUA EN LAS REDES SOCIALES 112
4. Análisis y resultados
4.1. Análisis de los debates
4.1.1. Debate en torno a la tilde de determinadas palabras
El primer debate que analizaremos tiene que ver con la ausencia de la tilde en algunas
palabras que los hablantes suelen acentuar. De los ciento sesenta y seis comentarios que
lo forman, hemos seleccionado los quince que más información nos han aportado acerca
de las ideologías lingüísticas y maneras de hablar sobre la lengua de los usuarios. El tuit
principal es el siguiente:
Laura Martín-Pérez (@MPGArual): “Palabras que no llevan tilde, pero nuestro cerebro
(a veces) se empeña en ponerla:
Como podemos ver, el usuario realiza una lista de una serie de palabras que, a pesar
de que el diccionario las incluya sin tilde, los hablantes tienden a ponerla, ya sea porque
estos confunden los diptongos con los hiatos, porque desconocen la regla de la tilde en
los monosílabos o porque el plural de tales palabras los lleva a cometer errores en la
escritura del singular (“examen” / “exámenes”). Como el autor se limita a exponer la
norma lingüística, de sus palabras no se desprende ninguna ideología sobre la lengua.
No obstante, conviene señalar algunos rasgos que este utiliza para elaborar su discurso.
Por una parte, el primer enunciado contiene un sintagma nominal en forma de título
sobre lo que se expone a continuación. Así, el autor del tuit anuncia de una manera breve
y concisa lo que va a tratar. Para ello, emplea una metonimia de tipo la parte (el cerebro)
por el todo (las personas) en la que personifica al cerebro para mostrar que los errores
que va a enumerar los realizamos de manera inconsciente: “nuestro cerebro (a veces)
se empeña en ponerla”. Asimismo, para esta personificación se sirve del emoticono
que representa un cerebro, lo cual hace más visual y gráfico al tuit. Otro aspecto que
podemos destacar es que mediante el pronombre posesivo de primera persona del plural
“nuestro”, el usuario se incluye a sí mismo en el grupo de hablantes que escribe mal
las mencionadas palabras. De esta manera, se muestra cercano a sus lectores y le resta
importancia a esta clase de errores, que parecen ser comunes. Además, la aclaración que
realiza entre paréntesis, aparte de contribuir a esa cercanía que transmite el autor para
con sus interlocutores, imita en cierto modo la lengua hablada, aspecto característico
de la red microblogging. Por otra parte, en cuanto a la lista de palabras que sigue a este
“título informal”, esta se presenta de una manera clara y visual, pues en ella encontramos
la palabra errónea junto al emoticono de la cruz, normalmente utilizada para representar
fallos, y la correcta aparece junto al emoticono en forma de tick, normalmente empleado
para calificar algo realizado correctamente.
Como podemos ver, aunque no nos atreveríamos a hablar de un registro coloquial,
el tuit que expone la norma sobre la correcta acentuación de algunas palabras utiliza un
tono informal y cercano al lector. Asimismo, las incorrecciones gramaticales y faltas de
ortografías que suele presentar el lenguaje de Twitter, así como el de muchas otras redes,
no se manifiesta en este tuit. Pero debemos tener en cuenta que “cuanto más famoso sea
un usuario será más probable que la información publicada esté más cuidada desde el
punto de vista formal” (Argüelles y Muñoz 2010: 717). Y este es uno de los usuarios
más conocidos entre los tuiteros que publican sobre la lengua.
Con respecto a los comentarios que forman el debate desarrollado a partir de (1), en
el primero de ellos el usuario muestra su sorpresa ante la ausencia de tilde en “libido”:
Este, que asume ya que es “lívido” y no “libido” la que lleva tilde, juega con el sentido
de ambas palabras (“libido” con el significado de ‘deseo sexual' y “lívido” con el de
EL DEBATE ACTUAL SOBRE LA LENGUA EN LAS REDES SOCIALES 114
‘intensamente pálido’) para mostrar su sorpresa ante la regla que antes desconocía, pues
como bien afirma a continuación, lo había estado haciendo mal siempre. Su asombro se
manifiesta aquí con la ayuda de un emoticono perfectamente identificable por cualquier
usuario, el del alto grado de sorpresa, y el uso de la exclamación “¡Llevaba escribiéndole
y pronunciándole mal toda la vida!”. Este juego de palabras, que produce humor al
lector, junto con el uso del enunciado exclamativo mencionado, nos muestran una vez
más que se trata de un discurso elaborado en un tono informal. Y, aunque en este tuit la
ortografía se ve más cuidada que en el anterior ejemplo, observamos un leísmo que será
detectado por otro participante del debate:
(5) Usuario4: “{@MPGArual} Guion por qué no lleva tilde? No es aguda y acaba en n?”.
5 enero 2020
Como podemos observar, este tuit está formado por dos construcciones interrogativas
directas. La primera es una pregunta neutra o no marcada, es decir, una petición de
información por parte del hablante, que quiere saber por qué esta palabra no se acentúa.
Para ello, focaliza el sujeto “Guion” realizando una topicalización a la izquierda de este.
A continuación, mediante una pregunta retórica marcada por el adverbio de negación
“No”, expone su creencia: que “guion” es aguda y acaba en n, premisa mediante la cual se
concluye que la palabra mencionada debe llevar tilde. Esto indica la modalidad epistémica
del enunciado. En cuanto a la ideología lingüística defendida por el hablante, lo dicho en
su discurso puede ser un indicio de una de esas dos caras del purismo que comentamos
anteriormente: la del purismo conservador, pues el usuario cuestiona la norma impuesta por
la Academia porque transgrede una norma consuetudinaria. Pero esta ideología lingüística
se manifestará de una manera más evidente en la respuesta del siguiente usuario:
En este tuit, el usuario, a través de una crítica contra la RAE muestra un rechazo
implícito a la eliminación de la tilde en “guion”. El discurso aquí está claramente oralizado.
(7) Usuario6: “{@MPGArual} Pera, pera, pera, como que “incluido” y “guion” no
llevan??? (lo curioso es que el mismo tuitee te avisa de que tienes mal escrito
“guion” sin tilde)”. 5 enero 2020
Aquí el hablante manifiesta su asombro de una manera más notoria, pues, en primer
lugar, realiza una repetición de “pera”, forma truncada del verbo “espera”. De este modo
imita la lengua coloquial oral, pues es propio de una situación informal que los hablantes
realicen una aféresis de esta forma verbal y no pronuncien su primera sílaba. A su vez,
podríamos decir que el imperativo “espera” no indica ninguna orden, pues por el contexto
sabemos que se trata de una expresión que dice alguien cuando no acaba de asentar algo
que le acaban de decir y necesita tiempo para ello. Después de esta repetición expresiva
propia de la lengua coloquial, la extrañeza del hablante se hace explícita cuando emplea
la construcción interrogativa atribuida eco o repetitiva marcada por “cómo”, partícula
citativa que, aparte de introducir la repetición de lo dicho por @MPGArual en (1),
indica una contradicción de las expectativas del hablante, que pensaba que “incluido”
y “guion” sí llevaban tilde. Asimismo, con este mismo fin triplica el signo interrogativo
final (“???”), queriendo marcar bien la entonación de la pregunta para, a continuación,
utilizar el emoticono que ya hemos visto en tuits anteriores y que expresa un estado de
ánimo de sorpresa. Como podemos ver, aquí el usuario cuestiona la norma impuesta por
la Academia porque transgrede una norma consuetudinaria, lo cual nos recuerda a la
ideología lingüística que presentaba Usuario4 en (5): la del purismo conservador.
Finalmente, el hablante inserta una aclaración entre paréntesis que intenta justificar
su extrañeza ante la ausencia de tilde en las palabras mencionadas, pues incluso Twitter
corrige “guion” para ponérsela. Por el contexto, podemos entender que el autor considera
una contradicción el hecho de que sea Twitter la vía que le permite conocer la correcta
escritura de “incluido” y “guion” y que, al mismo tiempo, esta red social sea la que corrija
mal tales palabras. Para resaltar que le llama la atención este hecho, focaliza al principio
de la frase el adjetivo evaluativo axiológico “curioso”, claro indicador de la presencia del
autor en el discurso. Asimismo, en esta frase emplea un “tú” generalizador propio del
registro coloquial para demostrar que esto no solo le pasa a él, sino a todo usuario de
Twitter. Como podemos ver, este tuit es un perfecto ejemplo de imitación de la lengua
hablada en un registro coloquial.
EL DEBATE ACTUAL SOBRE LA LENGUA EN LAS REDES SOCIALES 116
Para aclararle la duda, la autora de (1) le contesta a través de un tuit en el que adjunta
un enlace al DLE para que Usuario6 pueda ver que, efectivamente, “incluido” y “guion”
se escriben sin tilde:
Así pues, @MPGArual aprovecha los recursos de esta red social y utiliza un
argumento de autoridad para demostrar que no se equivoca. A su vez, otro usuario
responde a todos aquellos que dudaban acerca de la tilde en las palabras comentadas:
(9) Usuario6: “{@MPGArual} Guión y muchos otros términos no llevan tilde desde
2010, si bien antes sí la tenían. Yo seguiré usando tilde porque me opongo a que una
RAE incompetente destruya la riqueza de una lengua, tal y como pretendía hacer al
intentar privar de tilde a "sólo" cuando le corresponde.”. 5 enero 2020
En este tuit podemos diferenciar dos partes: en la primera el usuario ofrece una
explicación objetiva a todos aquellos que no entendían por qué ahora palabras como
“guion” no llevan tilde, mostrándose imparcial ante su discurso. No obstante, en la
segunda parte se manifiesta claramente contrario a esta regla, critica a la RAE por su
incompetencia y se mantiene firme en su decisión de seguir poniendo la tilde a palabras
como “guion” y “solo”. Esta parte es muy interesante, pues el autor muestra una actitud
de purismo conservador ante la norma lingüística que se expone. Prueba de ello es su
conservadurismo expresivo contenido en palabras como “riqueza”, que hace referencia a
la calidad de la lengua española, y la metáfora bélica “destruya”, que se relaciona con esa
atrocidad que parece cometer la RAE contra la lengua al eliminar las tildes mencionadas.
La RAE, institución que tiene que actuar en “defensa” del español, lo que hace con
esos cambios es “destruirlo”. Este tratamiento de la problemática en torno al idioma
en términos de guerra es muy característico en los discursos que muestran una actitud
purista de la lengua (Marimón 2015: 14). En cuanto a la modalización del discurso
mediante la cual se vislumbra la opinión e ideología del hablante, este utiliza pronombres
y verbos en primera persona del singular como “yo”, “me”, “seguiré” y “opongo” y adjetivos
evaluativos axiológicos peyorativos como “incompetente”, insulto cargado de subjetividad
que supone una dura crítica contra la RAE. Asimismo, la ortografía cuidada del tuit junto
con el empleo de términos propios de un registro más formal como “si bien”, “opongo”,
“incompetente”, “privar” y “corresponde” contrasta con los anteriores. Esto quizás esté
relacionado con la autoridad que quiere mostrar el hablante.
Sin embargo, otro usuario decide rebatirle su punto de vista:
(10) Usuario7: “{Usuario6} “Guion”, como regla ortográfica, jamás se debería haber
tildado, como buen monosílabo que es.”. 5 enero 2020
Como podemos ver, este no solo se muestra contrario a Usuario6, que seguía tildando
“guion”, sino también a la RAE, que antes de 2010 había estado tildando un monosílabo.
De esto podemos inferir que el autor del discurso rechaza la evolución del lenguaje
acorde con el uso de los hablantes y que, por tanto, adopta una actitud purista ante la
norma expuesta. Entre los rasgos lingüísticos que el autor ha utilizado para construir
su discurso, destacamos el uso del adverbio de tiempo “jamás”, que señala con fuerza
el error que ha estado cometiendo la RAE hasta ahora en lo que se refiere a la tilde en
“guion”; el uso del imperativo retrospectivo “haber tildado” precedido del verbo modal
“debería”, propio de la modalidad deóntica, para presentar una situación que es contraria
a la realidad, pues “guion” llevó tilde durante bastante tiempo; y el adjetivo “buen”, que,
en lugar de asignarle cualidades positivas al sustantivo que acompaña (“monosílabo”), el
hablante lo utiliza para poner “guion” al mismo nivel que todos los demás monosílabos
que, por regla ortográfica, no llevan tilde.
Seguidamente, otro usuario contesta a Usuario6, que se negaba a quitar la tilde a
“guion”, y se muestra de acuerdo con él:
(11) Usuario8: “{Usuario6} Así es que la chupen. Me acabo de encontrar con esto y
para mi no es más que estupideces como el amiguES”. 6 enero 2020
(12) Usuario6: “{Usuario8} Ufff… eso es lo peor: destruir el lenguaje con la corriente
del inclusivismo. Como si no hubiera maneras realmente importantes de luchar por
la igualdad.” 6 enero 2020
EL DEBATE ACTUAL SOBRE LA LENGUA EN LAS REDES SOCIALES 118
En este tuit, por el contexto podemos entender que el usuario se muestra indignado
ante el uso de la terminación -es porque considera que el inclusivismo es nocivo para el
lenguaje. Una vez más nos encontramos con la metáfora bélica “destruir”, que se refiere a
los efectos negativos que estos usos pueden producir en la lengua. Asimismo, “luchar” es
otro término beligerante que se relaciona con la intención de aquellos hablantes que usan
-es como plural genérico: reivindicar la igualdad. El hablante rechaza que se utilice el
lenguaje para tal propósito. Podemos decir, finalmente, que este usuario, que anteriormente
había calificado de “incompetente” a la RAE, de nuevo muestra una ideología lingüista
conservadora y, por ende, purista, pues rechaza todo cambio realizado en la lengua. Por
otra parte, con respecto a la forma de construir su discurso, el autor manifiesta su estado
de indignación mediante el uso de la interjección “Ufff ” y su entonación suspendida,
representada por los puntos suspensivos. Cabe señalar que estos rasgos, si los sumamos
a la elipsis del sujeto y verbo de la última oración (“[Estos actúan] como si no hubiera
maneras realmente importantes de luchar por la igualdad”), lo que hacen es imitar la
lengua hablada en una situación informal. Finalmente, podemos decir que la presencia
del autor en el discurso se manifiesta a través de adverbios valorativos como “peor” —que
muestra claramente el rechazo del autor hacia el lenguaje inclusivo— y “realmente”, y
adjetivos del mismo tipo como “importantes”. Mediante estos dos últimos términos el
autor del discurso valora más la lucha por la igualdad que no se lleva a cabo a través de
la lengua que aquella que sí utiliza la lengua como instrumento de reivindicación. Y esta
actitud, como acabamos de señalar, es claramente purista. Pero esta ideología lingüística
contrastará con la que presenta otro usuario que decide responder al tuit comentado:
(13) Usuario9: “{Usuario6} La RAE no quita y pone reglas a su antojo, solo pone
en papel las reglas de acuerdo a su uso cotidiano. Si la RAE "incompetente" no
modificara su diccionario de la manera en que lo hace, seguiríamos hablando como
en 1800. Qué no está mal. Al final es la evolución del lenguaje.” 6 enero 2020
Aquí, el hablante rebate la crítica que hizo Usuario6 a la RAE sobre su incompetencia
en (9). Este le recuerda la labor de la Academia, esto es, escribir las reglas de la lengua de
acuerdo con el uso de sus hablantes. Seguidamente, para argumentar su tesis a favor de la
evolución del lenguaje, que se explicita en la última frase del tuit (“Al final es la evolución
del lenguaje”), emplea un argumento de consecuencia en el que expone lo que ocurriría
si la RAE no registrara la lengua tal y como la usan sus hablantes: “seguiríamos hablando
como en 1800”. Por tanto, este punto de vista del autor del tuit, que se muestra a favor de
las modificaciones del lenguaje que realiza la RAE y de la evolución de este, nos lleva a
pensar que la postura ideológica que defiende con respecto a la lengua es renovadora. No
obstante, por otro lado, el hecho de que el hablante no cuestione la autoridad también nos
muestra esa otra cara del purismo que defendía a ultranza todo lo que decía la Academia
porque solo ella mantiene al lenguaje en su norma. Necesitaríamos, por tanto, más datos
para definir la ideología lingüística de Usuario10.
Por otro lado, en cuanto a la forma del discurso, en este predomina la modalidad
epistémica, ya que el hablante explica con un alto grado de certeza en qué consiste el
trabajo de la RAE. Prueba de ello es la negación de los verbos en presente “quita” y “pone”,
lenguaje inclusivo de ser recogido por la RAE. Esta modalidad también aparece en la
última frase, donde el hablante sostiene con certeza que el lenguaje evoluciona. Asimismo,
también encontramos elementos propios de la modalidad apreciativa como el empleo
del modo subjuntivo en el verbo atributivo “esté” junto con el adverbio “totalmente”,
con el que no se posiciona completamente del lado de Usuario9; y el marcador conector
consecutivo “entonces” (Cifuentes 2007: 20) incluido en la oración adversativa marcada
por la conjunción “pero” (“pero entonces el lenguaje inclusivo si que podría tener un
espacio dentro de la RAE”), mediante el cual el hablante expone lo que desde su punto
de vista debería ocurrir si es cierto que el lenguaje evoluciona. Finalmente, encontramos
elementos que muestran la escasa planificación e inmediatez con la que el emisor ha
construido su discurso, rasgos, a su vez, de oralidad. Prueba de ello es la ausencia de
tilde en el adverbio de afirmación “si”. Asimismo, los puntos suspensivos representan la
entonación suspendida del enunciado.
Para finalizar, nos encontramos con otro tuit que continúa con el debate en torno a
la ausencia de tilde en “guion”:
En este tuit encontramos dos partes bien diferenciadas: en la primera, (“La alternativa
a «spoiler» es destripe”), el autor se muestra totalmente imparcial para informarnos de
que el anglicismo spoiler, palabra muy de moda hoy en día debido al actual auge que
están experimentando las series de televisión, tiene su equivalente en español: “destripe”.
No obstante, esta aparente objetividad se pierde en la segunda parte del tuit, donde
la presencia del hablante se hace evidente al opinar sobre la prescindencia de tales
anglicismos, que, junto con los destripes de Juego de tronos, la serie con más audiencia
mundial del momento, le “hacen llorar”. Como podemos ver, esta segunda parte está
claramente modalizada mediante el adjetivo evaluativo axiológico “innecesarios”, que hace
referencia a la superfluidad de utilizar spoiler en lugar de “destripe”; y una expresión que
apela al sentimiento de tristeza del autor del tuit: “me hacen llorar”. De esta manera, el
usuario muestra explícitamente su ideología purista para con el léxico de la lengua, pues,
a pesar del gran uso que actualmente está teniendo la palabra spoiler, se resiste a utilizarla
y propone utilizar la alternativa correspondiente en español: “destripe”, término no tan
conocido por los hablantes de nuestra lengua.
Con respecto a la forma en la que se construye el discurso, podemos ver cómo el
autor del tuit ha insertado el texto en una especie de caja dibujada mediante caracteres
tipográficos que simula una pancarta. Debajo de ella, aparece un conejo sosteniéndola. Por
el contexto, entendemos que se trata del locutor del texto: el conejito ortográfico que da
nombre a la cuenta del autor del tuit. De esta manera, lo expuesto se nos presenta de una
manera dogmática a la vez que cercana, lo cual atenúa el valor potencialmente conflictivo
del tuit. Con este mismo propósito de estrechar la relación entre emisor y receptor y
evitar los posibles conflictos que el rechazo de la palabra spoiler puede ocasionar, utiliza
como ejemplo la serie más conocida y con más seguidores a nivel mundial —Juego de
tronos— para introducir un juego de palabras en el que pone al mismo nivel la tristeza
que le ocasiona el uso de esos “anglicismos innecesarios”, por una parte, y lo que significa
ese anglicismo en particular (‘anticipación o revelación del contenido de alguna película,
serie o libro’). Finalmente, podemos mencionar la expresión hiperbólica que emplea
el autor del tuit para exagerar el sentimiento negativo de tristeza que ambas cosas le
ocasionan: “me hacen llorar”, propia del registro coloquial. Y es que, como afirma Víctor
Pérez (2014: 494), “esta implicación emocional destaca el valor subjetivo del discurso de
Twitter, que permite individualizar las identidades al ser las emociones personales de
EL DEBATE ACTUAL SOBRE LA LENGUA EN LAS REDES SOCIALES 122
cada uno y su propio punto de vista, y también ayuda a motivar la simpatía del resto con
los argumentos del tuitero”.
En cuanto a los comentarios que forman parte del debate en torno al uso del
anglicismo spoiler, el primero que analizaremos es el siguiente:
(17) Usuario12: “{UsuarioX} Siempre voy a apoyar eso, cada lengua es totalmente
diferente y eso es precioso, porque depende de la cultura e historia del país. No
quiero que el léxico se reduzca porque quede guay hablar en spanglish, no dejemos
que nos conquisten también la lengua”. 13 mayo 2019
de destruir del todo nuestra identidad cultural. En esta última frase, destaca el uso de la
primera persona del plural en el verbo “dejemos”, mediante el cual se acerca a los lectores
y se incluye como miembro de una comunidad formada por todos los hispanohablantes;
y la metáfora de la conquista de la lengua que ya nos apareció en el anterior debate,
una metáfora que compara este contacto entre lenguas con una guerra por la pureza
del idioma. Todos estos rasgos muestran que el tuit está claramente modalizado. Y es
que, como afirma Víctor Pérez (2014: 492), “las opiniones que damos en Twitter están
lejos de ser neutras, pues se trata de transmitir nuestro punto de vista de la forma que
pensamos que puede ser más efectiva”.
Pero, seguidamente, nos encontramos con el discurso de otro usuario que manifiesta
una ideología lingüística diferente:
uso de la primera persona en plural se incluye en la comunidad formada por todos los
hablantes de español e intenta unirnos como tales. Finalmente, como ya comentamos,
el usuario cierra su tuit con un hashtag que contiene una locución adverbial de modo
propia del registro coloquial: “poco a poco”. Esto nos puede recordar a la manera en
que solemos cerrar la mayoría de nuestras conversaciones cotidianas con la intención
de calmar a un interlocutor que previamente nos ha planteado un problema de difícil
solución. Finalmente, podemos comentar la escasa premeditación del tuit que se constata
en la ausencia de puntos para separar las oraciones del enunciado, la ausencia de comillas
para mencionar el uso de “destripar” o el uso de la redonda en lugar de la cursiva para
mencionar spoiler en la última frase. Por ende, tanto el uso del hashtag, que muestra la
competencia de los recursos de Twitter del hablante, como la inmediatez comunicativa
que se desprende de su discurso, así como los rasgos coloquiales que encontramos en él,
presentan al emisor como un miembro más de la comunidad de Twitter.
Pero, de nuevo, otro usuario interviene para incitarnos a usar “destripe” en lugar de spoiler:
En este tuit, nos encontramos de nuevo con dos partes bien diferenciadas. En cuanto
a la primera, a simple vista nos puede resultar totalmente objetivo, pues solamente nos
informa de manera esquemática sobre tres neologismos formados por préstamo de otras
lenguas y sus equivalentes en español, a lo que añade “y así una larga lista”. No obstante,
al leer la segunda parte, entendemos que estas tres parejas de palabras separadas por el
símbolo matemático (=) (‘igual a’) no eran sino un ejemplo de préstamos ya acogidos y
adaptados a nuestra lengua para apoyar su tesis: que el lenguaje evoluciona de la mano
del ser humano, que se relaciona con hablantes de diferentes lenguas. Inferimos, por
tanto, que el usuario se muestra a favor de utilizar spoiler en lugar de “destripe”, al igual
que ahora utilizamos “fútbol”, “córner” y “garaje” en lugar de “balompié”, “esquina” y
“estacionamiento”. Como podemos ver, este punto de vista difiere del anterior, pues su
actitud a favor de la evolución del lenguaje y, por ende, de la inclusión de préstamos
de otras lenguas en la nuestra, nos llevan a decir que la postura del autor del tuit
para con la lengua es renovadora. El usuario explica que la evolución del lenguaje es
resultado inevitable de la apertura de fronteras. Es por eso por lo que concluye con un
paralelismo sintáctico en el que pone al mismo nivel a las personas que se muestran
contrarias a la entrada de neologismos de otras lenguas en nuestro idioma y a las que
no quieren evolucionar como seres humanos (“no querer que estas cosas pasen es no
querer evolucionar como ser humano”); una comparación que podría resultar un tanto
exagerada para el lector. Y esto, junto con el “gracias” que utiliza el usuario como cierre,
contribuye a que su discurso resulte un tanto cortante para sus lectores.
EL DEBATE ACTUAL SOBRE LA LENGUA EN LAS REDES SOCIALES 126
Como podemos ver, este tuit está formado por una pregunta retórica que orienta la
respuesta hacia la negativa, por eso decimos que “el acto verbal implicado no es sino una
proposición declarativa” (Bosque 1980: 95), a saber: “a internet no la llamamos entrerred”.
Asimismo, se trata de una pregunta cargada de ironía, ya que con ella el usuario quiere
hacernos ver que el hecho de utilizar “destripe” en lugar de spoiler viene a ser lo mismo
que llamar a internet “entrerred”. Con este mismo fin de equiparar ambos neologismos
focaliza el objeto directo “a internet” mediante una dislocación a la izquierda de este, que
aparece duplicado después en forma de pronombre clítico (“la”). Así pues, la pregunta
retórica constituye una implicatura para el lector, de la cual podemos inferir que el
hablante rechaza el uso del equivalente español de spoiler, pues nadie usa “entrerred”,
traducción literal al español de “internet”, un neologismo formado por préstamo del
inglés cuya aceptación en la RAE tuvo lugar ya en 2003. Pero este rechazo se hace todavía
más evidente cuando el usuario utiliza el marcador discursivo deverbal “vamos” para
cerrar su discurso. De acuerdo con la sistematización que realiza Mónica Castillo (2008)
de los valores de este marcador, aquí “vamos” tendría un valor ponderativo negativo, pues
expresa el desacuerdo del hablante con respecto a lo dicho por @ortograconejito en (16).
La misma autora (2006: 1741), a partir de los estudios de Chodorowska-Pilch (1999)
y Martín Zorraquino (1999: 4178), clasifica “vamos” como un marcador discursivo
interpersonal de cortesía, pues mediante él el hablante mitiga la fuerza impositiva de sus
afirmaciones al mismo tiempo que establece una relación de complicidad y consenso con
su interlocutor gracias a la forma en primera persona del plural, todo ello para orientarlo
hacia la misma perspectiva enunciativa. Asimismo, destaca la entonación suspendida que
sigue a “vamos” representada por los puntos suspensivos. Estos, además de acentuar la
ironía del discurso, nos informan nuevamente sobre la discrepancia del hablante con lo
enunciado por el tuit principal del hilo y su intención de influir en el punto de vista de sus
lectores. Y es que como afirma Ana Mancera (2008: 476), las “secuencias aparentemente
suspendidas, sincopadas o incompletas son plenamente comunicativas precisamente en
cuanto suspendidas”. Todo ello nos lleva a la conclusión de que el hablante defiende una
postura renovadora para con la lengua.
Por otra parte, de nuevo nos encontramos ante un discurso cuya elaboración apenas
ha sido premeditada por el emisor. Prueba de ello es la ausencia del signo inicial de
interrogación o de las comillas en “entrerred” y el hecho de no haber escrito mayúscula
inicial a principio de oración. Pero, como llevamos diciendo a lo largo de todo el trabajo,
esto se debe a la inmediatez comunicativa del canal. Asimismo, esto es una prueba de la
oralidad del discurso, que se hace más evidente con el empleo de la pregunta retórica, el
marcador interpersonal “vamos”, muy frecuente en el español peninsular hablado, y los
puntos suspensivos que intentan imitar la entonación de la lengua hablada. Todo ello,
por supuesto, construido en un registro coloquial.
La misma postura que hemos visto en (21) la manifestará otro usuario, pero de una
manera diferente:
Como podemos ver, este tuit comienza como (20), es decir, con dos parejas de
EL DEBATE ACTUAL SOBRE LA LENGUA EN LAS REDES SOCIALES 128
Como hemos podido comprobar, el tuit llama la atención por su alto grado de
modalización, pues la subjetividad del discurso se constata desde el inicio a través de
esa acusada ironía comentada anteriormente. Pero la presencia del autor del tuit se hace
explícita cuando este focaliza el complemento indirecto formado por el pronombre de
primera persona “mí” mediante una topicalización a la izquierda. Lo mismo ocurre cuando el
hablante retoma como gesto de burla la apelación a los sentimientos que vimos en (16) para
rechazar lo dicho por este mismo (“lo que me hace llorar es […]”) y expresar abiertamente
su punto de vista; o la descortesía resultante del insulto “viejos machistas” con el que se
refiere a los miembros de la RAE, cuya intención no es sino dañar su imagen. Pero, aparte
de estos, también encontramos otros sustantivos y adjetivos peyorativos como “pedantería”
y “sumisa”, así como el cuantificador en grado superlativo absoluto “muchísimo”, que hace
mayor la prescindencia de la Academia, pues el autor considera que sin ella podrían existir
no solo unas pocas lenguas, sino una gran cantidad de ellas. La carga subjetiva del tuit es,
por tanto, enorme. Pero, por otra parte, a pesar de tratarse de un discurso oralizado —como
muestran la presencia de la elipsis (“y balompié en vez de fútbol. O media luna en vez de
cruasán…”), la inmediatez comunicativa que se desprende de la escasa planificación del
tuit, la entonación suspendida representada por los puntos suspensivos (“O media luna
en vez de cruasán…”), etc.—, no nos atrevemos a decir que el hablante utiliza un registro
coloquial, pues el uso de términos como “pedantería sumisa” y de oraciones subordinadas
como “sin cuya existencia existen muchísimos idiomas en el mundo” son rasgos propios de
un registro formal, también empleado en el siguiente discurso:
(24) Usuario19: “{Usuario18} No hay pureza en el idioma, sólo las lenguas muertas
no se mezclan.”. 14 mayo 2019
¿Cómo voy a defender la pureza del idioma si no creo en ella? […] No existe ninguna
lengua pura: todas, desde sus orígenes, son producto de mestizaje. La impureza es
lo que permite que las lenguas sean instrumentos adecuados a las cambiantes y
progresivamente complejas necesidades de sus usuarios. (Lázaro 1997: 278)
Con respecto a la forma en la que al autor del tuit construye su discurso, el usuario
expone su punto de vista de una manera breve, clara y concisa. Asimismo, utiliza una
EL DEBATE ACTUAL SOBRE LA LENGUA EN LAS REDES SOCIALES 130
oración impersonal (“no hay pureza en el idioma”) y otra en tercera persona (“sólo las
lenguas muertas no se mezclan”), lo cual anula la presencia del emisor. Y si a esto le
sumamos el registro culto que se desprende del uso de términos como “pureza” y “lenguas
muertas” y la correcta escritura del tuit —fruto de una previa planificación—, podemos
concluir que la imagen del emisor resulta totalmente distante para sus lectores, lo cual
contrasta con esa relación de proximidad que suele haber entre los usuarios de Twitter.
Seguidamente, otro usuario expondrá este mismo punto de vista para con la lengua
de una manera más elaborada:
Como podemos ver, en este tuit nos encontramos de nuevo con el discurso de un
hablante que se muestra a favor de la presencia de extranjerismos en nuestra lengua. En
primer lugar, el usuario utiliza la tercera persona para apelar a @ortograconejito de una
manera descortés con la intención de dañar su imagen y criticar su punto de vista. Para
ello, mediante un tono burlesco le aconseja que se centre en cuestiones de ortografía, pues
se equivoca cuando trata el tema relacionado con los extranjerismos que, según el hablante,
“han existido, existen y existirán en nuestra lengua”. Así pues, el autor del tuit se muestra
a favor de la presencia de estos neologismos formados por préstamos de otras lenguas en
nuestro idioma y, seguidamente, argumenta su tesis mediante un argumento de causa:
“Algo totalmente normal en un idioma vivo que es influenciado cada día”. Es decir, que la
presencia de estos extranjerismos es resultado de una lengua que está viva y, por tanto, es
cambiante debido a la influencia que continuamente recibe de otros idiomas. Finalmente,
llama la atención la manera en que el usuario cierra su tuit, pues introduce una modificación
de la frase hecha “ser más papista que el papa”, una expresión que solemos utilizar para
referirnos a alguien que se preocupa más por un asunto que la persona directamente
afectada y al final resulta ser más dogmático que el entendido en una determinada materia.
Mediante este ataque indirecto a los miembros de la RAE y, en concreto, a Arturo Pérez
Reverte —miembro de la Real Academia Española desde 2003—, el usuario rechaza
tanto el punto de vista de @ortograconejito como su labor de exponer normas lingüísticas
pese a la poca autoridad que transmite al no pertenecer a ninguna institución de la lengua
como la RAE o la Fundéu BBVA. En síntesis, nos encontramos ante el discurso de un
hablante que se muestra a favor de la evolución de la lengua y, por ende, de la entrada de
neologismos como spoiler en ella, fruto del contacto lingüístico o cultural entre hablantes
de diferentes lenguas. Y si a este punto de vista le sumamos la crítica indirecta que realiza
el autor del tuit a Pérez Reverte, podemos concluir que la ideología que presenta nuestro
usuario con respecto a la lengua es, de nuevo, innovadora.
En cuanto a la forma en que el autor construye su discurso, este se encuentra
modalizado mediante el verbo modal de posibilidad “puede” que el hablante utiliza para
aconsejar a @ortograconejito que se centre en otros asuntos y el adverbio de enunciación
“precisamente”, ambos propios de la modalidad epistémica. Como afirma Anna López
El tuit del que partirá nuestro debate está escrito también por La vecina rubia (@
lavecinarubia), que constata este valor intensificador de “puto”:
Aquí el usuario nos advierte de la sorpresa que le ocasionará la aceptación por parte
de la RAE del prefijo “puto” con valor intensificador. Para ello, mediante la hipérbole
“me da algo” apela a las emociones para referirse a esa pasión súbita del ánimo que le
sobrevendrá cuando tal aceptación tenga lugar. Asimismo, con el emoticono de la risa
refuerza la expresión de su estado de ánimo. Cabe señalar que el uso de este emoticono
es esencial para establecer la ideología lingüística del autor del tuit, pues sin él ese “me
da algo” connotaría el rechazo del uso de “puto” por parte del hablante y, por tanto, la
postura ideológica de este para con la lengua sería purista. No obstante, el emoticono,
al expresar la actitud desenfadada y de risa del usuario nos lleva a pensar que este no
rechazaría su acogida en el diccionario; más bien le haría gracia. Por eso decimos que la
ideología lingüística del hablante es renovadora.
Con respecto a la forma del discurso, este se encuentra modalizado por el uso del
modo subjuntivo en “acepte”, con el que el hablante expresa la posibilidad de la aceptación
del prefijo (“el día que la RAE lo acepte […]”), el valor de futuro de la forma verbal en
presente “da”, que, junto con el pronombre en primera persona del singular “me”, nos
advierte de sus futuras emociones; y el emoticono de la risa que imita la expresión facial
del hablante a la vez que muestra el dominio de este con el lenguaje típico de la red.
Todo ello, a su vez, empleado en un registro coloquial, como lo demuestran el uso de la
expresión “me da algo” y el emoticono.
Seguidamente, Usuario22 interviene para responder a Usuario21 e informarle sobre
el estado en el que se encuentra actualmente el prefijo “puto” en nuestra lengua:
Como podemos ver, el hablante nos informa de que la RAE todavía no recoge este
valor de “puto” en el diccionario, pero sí nos da indicaciones sobre cómo utilizarlo. A
su vez, para enriquecer esta información aprovecha los recursos de Twitter y adjunta un
enlace que nos dirige a una noticia de El País. A pesar de que el hablante no se muestra
ni a favor ni en contra de este uso de “puto”, el hecho de que nos remita a lo que dice la
autoridad significa que este admite sin críticas las propuestas de la Academia y que, por
tanto, la postura ideológica que defiende con respecto a la lengua es purista.
El registro utilizado por este usuario contrasta con la coloquialidad de (28), pues el
uso de términos concretos como “han registrado”, “diccionario”, “intensificador” y “uso”
es propio de un registro, si no culto, formal. Asimismo, el emisor se muestra distante
con sus lectores, ya que habla desde la tercera persona para ofrecernos una información
objetiva acerca del actual estado de “puto” como intensificador.
A continuación, otro usuario rechaza de un modo directo este nuevo uso de “puto”:
En este tuit, el emisor reformula de manera parcial lo dicho en (26) para seguidamente
criticar este uso de “puto” mediante la expresión valorativa “horroroso”, que muestra
un imaginario sobre la lengua subjetivo y emocional (el uso de “puto” como prefijo
intensificador causa horror en el hablante). Concluimos, por tanto, que la ideología
lingüística de Usuario23 es purista.
Como podemos ver, en el tuit predomina la modalidad apreciativa, ya que el autor nos
muestra su opinión acerca del uso de “puto". Entre los elementos modalizadores, cabe
mencionar la carga irónica del adjetivo “innegable”, que en realidad connota lo contrario,
los adjetivos evaluativos axiológicos peyorativos “horroroso” y “burdo” con los que rechaza el
uso de “puto” debido a su malsonancia, y el adverbio intensificador “muy”, que acentúa esta
cualidad. Con respecto al registro utilizado, el usuario construye su discurso en un registro
culto. Prueba de ello es el léxico utilizado (“horroroso”, “burdo”). Pero esto no le resta
EL DEBATE ACTUAL SOBRE LA LENGUA EN LAS REDES SOCIALES 134
oralidad al tuit, pues la elipsis utilizada en “[El valor de “puto” como prefijo intensificador
es] innegable y horroroso, [“puto”] suena muy burdo” es un rasgo de la lengua hablada.
Más tarde, otro usuario muestra de nuevo su discrepancia con La vecina rubia:
Aquí el autor del tuit rechaza el uso de “puto” como prefijo intensificador porque al
ser un calco del inglés no queda natural. Y es que algunos autores sostienen que “puto” es
un anglicismo que actúa del mismo modo que las voces fucking o bloody en el inglés: me
putoencanta = I bloody love it (Arráez, Moreno y Nieto 2015, 2016, cit. en García 2019:
65). Y esto al hablante le parece “horrible”. Como podemos ver, la expresión valorativa
de (30) se repite aquí para indicar, de nuevo, las emociones negativas que le produce al
hablante este nuevo uso de “puto”. Concluimos, por tanto, que su postura ideológica para
con la lengua es purista.
En cuanto a la forma del discurso, en este predomina la modalidad apreciativa, pues
el usuario realiza un juicio de valor negativo con respecto a “puto”. La subjetividad del
tuit se constata a partir del adjetivo evaluativo axiológico peyorativo “horrible” y el verbo
atributivo “parece” seguido del pronombre personal de primera persona del singular “me”
con el que el emisor marca explícitamente su presencia. Asimismo, destacan los adjetivos
valorativos “postizo” y “antinatural” que, al igual que “horrible”, evalúan negativamente a
“puto”. También cabe mencionar la estructura de tópico inicial de “como calco de estructura
del inglés”, construcción absoluta predicativa con sintagma preposicional si atendemos a
la clasificación de Rafael Marín (2000: 221-248). Así, el hablante focaliza el motivo por el
que queda “antinatural” ese uso de “puto”. Finalmente, la escasa planificación del discurso
se constata en la ausencia del determinante “la” en el sintagma nominal “estructura del
inglés”, debido probablemente a una falta de pulsación del emisor y a la inmediatez
comunicativa del canal.
Pero no todo son opiniones negativas con respecto al prefijo intensificador “puto”. Un
claro ejemplo es el siguiente tuit:
Como podemos ver, Usuario25 reformula lo dicho en (26) para expresar su opinión
con respecto al uso de “puto” como prefijo intensificador: la expresión “me putoencanta”
le “putoencanta”. El hablante, por tanto, además de contribuir a la extensión del uso de
esta palabra, se muestra explícitamente a favor de La vecina rubia. Por tanto, concluimos
que la ideología lingüística del autor del tuit es renovadora.
Con respecto a la forma del discurso, la modalidad predominante es la apreciativa,
ya que el usuario realiza un juicio de valor. Prueba de ello es el pronombre personal
en primera persona del singular “me” y el verbo valorativo intensificado “putoencanta”,
que muestran las emociones positivas del hablante con respecto al uso de esta misma
expresión. Pero esta expresividad se acentúa aún más con el uso de las mayúsculas y de
la exclamación, rasgos, a su vez, de oralidad, pues imitan el tono elevado de la lengua
Seguidamente, otro usuario rechaza este uso de “puto” de un modo más original:
(33) Usuario26: “{@lavecinarubia}
”. 3 diciembre 2019
Aquí el autor del tuit aprovecha los recursos de Twitter e inserta una animación GIF
(Graphic Interchange Format), es decir, un tipo de archivo de intercambio de imágenes
muy utilizado en las redes sociales para complementar las publicaciones y representar
las ideas o emociones de los usuarios. En este GIF aparece el actor Steve Carell en
la película Sigo como dios pronunciando, con cara de enfado, las siguientes palabras en
inglés: “NO, GOD, PLEASE, NO! NO! NO! NOOOOO”. Así, el hablante se sirve
de esta negación rotunda para expresar con humor su rechazo ante el uso del prefijo
intensificador “puto”. La ideología lingüística que defiende el usuario es, por tanto,
purista. Esta postura también se desprenderá del siguiente discurso:
En este tuit el usuario muestra su rechazo ante el uso de “puto” como prefijo
intensificador mediante una expresión coloquial en la que hace referencia a la violencia
física: “os daba un sartenazo en la cara”. A partir de esta agresión verbal el hablante
exhibe sin pudor las emociones negativas como la rabia o la ira que siente al escuchar
esta nueva palabra utilizada en la jerga juvenil, lo cual nos lleva a la conclusión de que la
ideología lingüística que el usuario defiende es purista. Finalmente, este cierra su discurso
con una frase en inglés cargada de ironía (“No offense”), pues connota todo lo contrario
a lo que esta significa (‘sin ofender’), ya que lo que precisamente busca el autor del tuit es
ofender a todos aquellos que utilizan el intensificador “puto”.
El discurso, por tanto, resulta totalmente descortés. El ejemplo más claro es la agresión
verbal contenida en “os daba un sartenazo en la cara”. Con esta frase el hablante se muestra
hostil con aquellos que sí utilizan “puto” y vulnera el respeto entre interlocutores. Además,
los apela de una manera directa a través del pronombre en segunda persona del plural “os”
y el sintagma nominal “todos los que lo usáis”, a la vez que marca su presencia a través
del pronombre personal en primera persona del singular “yo”. Asimismo, otro ejemplo de
descortesía es la carga irónica de “No offense” ya comentada anteriormente. Finalmente, el
EL DEBATE ACTUAL SOBRE LA LENGUA EN LAS REDES SOCIALES 136
registro utilizado es claramente coloquial. Prueba de ello es el uso del término “sartenazo”
en la hipérbole “os daba un sartenazo” y la alternancia de lenguas en el mismo enunciado.
Seguidamente, encontramos dos tuits que ejemplifican este nuevo uso de “puto”:
En este tuit hallamos una frase muy utilizada hoy en día en la jerga juvenil: “Me
putodeja en visto”, una expresión coloquial que los jóvenes suelen emplear a modo de
queja cuando envían un mensaje (ya sea por vía WhatsApp o Instagram) a su pareja
sentimental y esta, tras haberlo leído, no contesta. Aquí el valor intensificador de “puto”
es, por tanto, negativo. Así pues, el hecho de que el hablante contribuya a extender
este uso de “puto” nos lleva a decir que la postura ideológica implícita del usuario con
respecto a la lengua es renovadora. Lo mismo observamos en el siguiente tuit:
Aquí encontramos de nuevo otro ejemplo del uso de “puto” como prefijo intensificador
(“putomeo”). El usuario abrevia la locución verbal coloquial “mearse de risa” (según el
DLE [2019], ‘reírse mucho y con muchas ganas’) y, tras una carcajada excesiva imitada
por la onomatopeya “jajajajajajajajajaaj”, apela a otro usuario haciendo uso del recurso de
la mención para que este pueda ver el tuit de La vecina rubia y compartir con UsuarioX
la risa que le produce. Al igual que ocurría en (35), el hecho de añadir el prefijo “puto”
a otro verbo distinto y contribuir así a la extensión de su uso muestra de una manera
implícita la postura renovadora del hablante para con la lengua.
En cuanto a la forma del discurso, la presencia del hablante se constata a partir del
pronombre y el verbo en primera persona del singular “me” y “meo” mediante los cuales
expresa su risa. Asimismo, destaca el error ortográfico de “puto meo”, cuyas grafías
deberían estar unidas, y el de la onomatopeya “jajajajajajajajajaaj”, cuyos elementos
repetidos deberían separarse por comas. Pero esto puede deberse a la fase de fluctuación
en la que se encuentra el prefijo intensificador “puto”, aún no asentado en nuestro
sistema, y a la espontaneidad con la que el usuario ha construido su discurso.
Más tarde, otro usuario interviene para expresar su opinión en un breve tuit:
”. 3 diciembre 2019
Al igual que en (29), nos encontramos ante un usuario que admite sin críticas
lo que dice la autoridad —la RAE, en este caso— y contribuye a la extensión de las
indicaciones realizadas por esta en lo que al uso de “puto” se refiere. Por eso, concluimos
que la postura ideológica del usuario con respecto a la lengua es purista.
Por último, nos encontramos con el tuit de otro usuario que discrepa, de nuevo, de
lo dicho en (26):
4.2. Resultados
Una vez realizado el análisis de los tres ejemplos, hemos observado que el debate público
de la lengua en Twitter sigue una serie de parámetros en lo que se refiere a rasgos de
oralidad y coloquialidad, recursos expresivos, elementos modalizadores, toma de postura
ideológica y elementos propios de la ironía o el humor.
En primer lugar, abundan los rasgos que muestran la oralidad del discurso, fruto de la
inmediatez comunicativa de la red microblogging. Entre ellos, destaca la presencia de la
elipsis, como vimos en (12), (6), (13), (18) y (20); las faltas de ortografía y de pulsación
(“mo”, [2]), que muestran la irreversabilidad de la lengua oral y la espontaneidad con la
que los hablantes elaboran su discurso, la brevedad de los tuits (“Me horroriza”, [37]), el
uso de las mayúsculas, que marcan el tono elevado o burlón de la lengua hablada (“Me
PUTOENCANTA!”, [32]); el empleo de interjecciones (“Ostras”, [2] y “Ufff…”, [12])
y de los puntos suspensivos (“puesto que esta evoluciona…”, [14]), que representan la
entonación suspendida; el uso de marcadores discursivos interpersonales (“vamos…”,
[21]), interactivos con función de intervención reactiva (“así es”, [15]), o de interacción
interpersonal (“¿sabe?”, [15]); las apelaciones, las formas truncadas (“Pera, pera pera”,
[7]), las reformulaciones en forma de construcciones interrogativas atribuidas eco o
repetitivas (“cómo que “incluido” y “guion” no llevan???”, [7]), la repetición de los
signos de interrogación para marcar aún más la entonación de la pregunta (“pero Libido
no lleva tilde??”, [2]), las apelaciones directas al interlocutor (“Yo os daba un sartenazo
en la cara”, [34]), las unidades fraseológicas (“somos más papistas que el Reverte aquí”,
[25], “quita y pone” y “a su antojo”, [13]), las hipérboles (“me da algo”, [28]) y otras
expresiones coloquiales o incluso vulgares propias de la jerga juvenil de España (“me
flipa”, “me puto meo”, “es una puta mierda”, “que la chupen”, [11]). Todos estos rasgos
de oralidad muestran, a su vez, la coloquialidad predominante en el debate público de
la lengua en Twitter. No obstante, hemos visto que en determinadas ocasiones ciertos
usuarios realizaban un cambio de registro y utilizaban un tono más formal o culto
que se evidenciaba a través del uso de términos concretos y propios del léxico culto
(“opongo”, “privar”, [9], “RAE”, “uso cotidiano”, [13]), una correcta escritura y la
distancia social con respecto al resto de usuarios (“Revise su leísmo”, [4]).
Por otra parte, hemos encontrado recursos expresivos propios de la red microblogging
que muestran la pertenencia de los usuarios a la comunidad de Twitter y su competencia
a la hora de utilizar tales dispositivos. Entre ellos, podemos mencionar el uso de
emoticonos, sobre todo de aquellos que expresan asombro (😱) o risa (😂), como hemos
visto en (3), (7) y (28), y que nos han ayudado a interpretar el sentido del discurso de
los usuarios. Asimismo, cabe señalar el empleo de hashtags como “#pocoapoco” en
(18), de GIF en (33), o de dibujos realizados a partir de caracteres tipográficos, como
vimos en el conejito de (16). También hemos hallado otros recursos expresivos que a
su vez evidencian la coloquialidad del discurso de los usuarios. Nos referimos a las
onomatopeyas que imitan la risa (“jajajajajajajajajaaj”, [36]), las repeticiones expresivas
de determinadas formas (“Pera, pera, pera”, [7]) o de los signos de interrogación para
expresar el asombro ante algo que se desconocía, como hemos señalado más arriba;
las apelaciones a los sentimientos (“me da algo”, [28], “me hacen llorar”, [16]), las
hipérboles mencionadas (“toda mi vida”, [19]), el uso de mayúsculas y exclamaciones
5. Conclusiones
En este trabajo hemos podido corroborar que la preocupación actual por la lengua es
una cuestión que atañe a todo aquel que la usa, ya sea un especialista o no de esta; y que
los hablantes, en su discurso metalingüístico, manifiestan explícita o implícitamente una
determinada ideología lingüística que se enfrenta con la de otros y que se refleja muy
bien en las redes sociales, sobre todo en Twitter, la red microblogging que permite enviar
mensajes breves de manera inmediata. Así pues, partiendo de los estudios ya realizados
sobre el debate en torno a la lengua y las ideologías lingüísticas en la prensa escrita,
hemos podido cumplir nuestro principal objetivo, que era analizar el debate público
presente en las redes sociales por parte de cuentas no institucionales para verificar su
existencia, establecer la postura ideológica desde la que los hablantes se posicionan a
la hora de debatir sobre cuestiones lingüísticas y, finalmente, estudiar la forma en la
que estos manifiestan dicha ideología o, simplemente, hablan de la lengua. Gracias a la
metodología utilizada, que nos ha permitido realizar un análisis exhaustivo de los tuits
seleccionados en lo que a la forma y al contenido se refiere, hemos podido contestar
con éxito a las preguntas de investigación planteadas en un principio: ¿existe un debate
sobre la lengua protagonizado por cuentas no institucionales en las redes sociales?, ¿qué
postura ideológica toman los hablantes con respecto a su discurso metalingüístico?, ¿de
qué manera exponen su norma e ideología lingüística?
En primer lugar, el análisis de los tres ejemplos seleccionados nos lleva a la conclusión
de que, en Twitter, el debate metalingüístico está a la orden del día y no precisamente por
parte de cuentas institucionales como las de la RAE, la Fundéu BBVA, o los miembros
de estos dos organismos, cuyas publicaciones, por límites de espacio, no hemos podido
analizar; sino por usuarios individuales cuya identidad no hemos querido revelar para
proteger su privacidad. En segundo lugar, hemos visto que, exceptuando algunos
casos del primer debate en los que necesitábamos más información para concretar
las ideologías lingüísticas de los hablantes, los tuits seleccionados nos han permitido
establecer las posturas ideológicas defendidas por sus autores. Así pues, mientras unos
se mostraban partidarios del purismo conservador o manifestaban esa otra cara del
purismo que admitía sin criticas lo que dictaminaba la Academia, otros se decantaban
por una postura renovadora que, en la mayoría de los casos, se manifestaba mediante el
argumento a favor de la evolución de la lengua. No obstante, no podemos concluir que
en el debate metalingüístico predomina una determinada ideología lingüística por parte
de los hablantes, ya que, aparte de que ese no era nuestro objetivo, nuestro corpus de
trabajo no ha sido sino una mera muestra del debate existente y no constituye, por tanto,
una cantidad representativa del mismo. En tercer lugar, el análisis de los tres ejemplos
nos ha permitido describir cómo es el debate público en Twitter, es decir, la manera en
que sus usuarios hablan sobre la lengua. En definitiva, gracias a la metodología empleada,
podemos concluir que dicha disputa se desarrolla a partir de mensajes o publicaciones
breves, próximos a la lengua oral, coloquiales en su mayoría, pues en ocasiones los
hablantes cambian a un registro culto, cargados de expresividad y modalizados.
Es posible que el lector, al leer el título del trabajo, echara en falta un análisis de
muestras pertenecientes a otras redes sociales aparte de Twitter. Pero recordemos que
esta red, seleccionada por la brevedad e inmediatez con la que los usuarios comparten
sus puntos de vista, por límites de espacio no era más que un ejemplo para demostrar la
hipótesis planteada al principio: que los usuarios de las redes sociales, en los debates en
torno a la lengua que surgen a partir de sus publicaciones, muestran implícitamente una
postura ideológica con respecto a la norma que se expone. En futuras investigaciones, se
podrá defender la premisa mencionada a través de un corpus que incluya publicaciones
de otras redes como Instagram o Facebook. Asimismo, también será posible contrastar
EL DEBATE ACTUAL SOBRE LA LENGUA EN LAS REDES SOCIALES 142
6. Bibliografía
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7. Apéndice
Enlaces de los tuits extraídos de internet
(1) https://twitter.com/MPGArual/status/1213424546067431424?s=20
(2) https://twitter.com/RicSaurusRex/status/1213458062591320064?s=20
(3) h t t p s : / / t w i t t e r. c om / oh r u e d a r / s t a t u s / 1 2 1 3 4 7 4 6 0 3 7 8 1 2 8 3 8 4 0 ? s = 2 0
(4) https://twitter.com/marcodigovinci/status/1213670568928657408?s=20
(5) https://twitter.com/Kenshi_i1/status/1213957734300897281?s=20
(6) https://twitter.com/HombreBeatle/status/1213969345765871617?s=20
(7) https://twitter.com/MPGArual/status/1213424546067431424?s=20
(8) https://twitter.com/MPGArual/status/1213869714868441090?s=20
(9) h t t p s : / / t w i t t e r. c o m / H u g a n a y / s t a t u s / 1 2 1 3 7 5 0 5 6 2 3 2 9 6 9 4 2 0 8 ? s = 2 0
(10) https://twitter.com/HaytorMMg/status/1213933851166117894?s=20
(11) https://twitter.com/JuanraSantos/status/1214010711954903043?s=20
(12) h t t p s : / / t w i t t e r. c o m / H u g a n a y / s t a t u s / 1 2 1 4 1 0 0 2 2 7 3 5 7 1 3 4 8 4 9 ? s = 2 0
(13) https://twitter.com/Kevinoonline/status/1213986335293227008?s=20
(14) h t t p s : / / t w i t t e r. c om / s h a l e v a l e / s t a t u s / 1 2 1 4 1 2 8 0 4 3 7 8 8 0 9 9 5 8 5 ? s = 2 0
(15) h t t p s : / / t w i t t e r. c om / c a r l o s s i s i / s t a t u s / 1 2 1 4 2 0 8 0 3 1 9 9 6 6 8 2 2 4 2 ? s = 2 0
(16) https://twitter.com/ortograconejito/status/1127830970701361152?s=20
(17) https://twitter.com/Maitekidrauhl/status/1127847689620721664?s=20
(18) htt ps://t witter.com/Abbendy s/status/1128250397703974912?s=20
(19) https://twitter.com/morganxcoach/status/1127871626287243264?s=20
(20) https://twitter.com/unagatacuriosa/status/1127983115811655681?s=20
(21) https://twitter.com/AntBogarin/status/1127867627907485696?s=20
(22) https://twitter.com/lucifergonz14/status/1127871817023139841?s=20
(23) https://twitter.com/signoresalieri/status/1127974124134064136?s=20
(24) https://twitter.com/Marsinver/status/1128068309805617153?s=20
(25) https://twitter.com/MediasVerdesRRC/status/1128081582579965953?s=20
(26) https://twitter.com/RAEinforma/status/1052505519993315328?s=20
(27) https://twitter.com/lavecinarubia/status/1201613653402947584?s=20
(28) htt ps://t witter.com/nh211294/status/1201655703963754496?s=20
(29) https://twitter.com/Champiflas/status/1201663904843063296?s=20
(30) https://twitter.com/M12889507/status/1201620213646667776?s=20
(31) https://twitter.com/EBennet91328485/status/1204844050060337153?s=20
(32) https://twitter.com/InmaMalagon/status/1201843757974478849?s=20
(33) https://twitter.com/KakiHouse/status/1201785081997746176?s=20
(34) https://twitter.com/Calabacop/status/1201626755636834305?s=20
(35) https://twitter.com/V icthor tr u/status/1201614023260856321?s=20
(36) https://twitter.com/carlita_tarifa/status/1201779310165725184?s=20
(37) https://twitter.com/EstherMlg/status/1201759682370686976?s=20
(38) h t t p s : / / t w i t t e r. c o m / e l _ a n d e e / s t a t u s / 1 2 0 1 7 6 6 7 5 9 3 6 1 0 6 9 0 5 6 ? s = 2 0
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