U IV Quinta Parte Materialismo Histórico Apuntes

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SEGUNDA PARTE

UNIDAD IV:
El materialismo histórico. Historiografía contemporánea.

El materialismo histórico
El materialismo histórico es la otra corriente principal de pensamiento historiográfico. Surge con el
socialismo, y se desarrolla con la filosofía de Marx y Engels. En el siglo XIX el proletariado toma
conciencia de clase, y habrá historiadores que interpreten la historia poniéndolo en el centro de su
modelo. Para Karl Marx (1818-1883) el fin de la Historia no es la interpretación, sino la
transformación de la sociedad, ya que «la historia es la transformación de la naturaleza humana». Es
la sociedad quien hace la historia, pero en función de dar respuestas a problemas concretos. La
Historia debe centrarse en el análisis del modo de producción existente en cada etapa de su desarrollo.
Marx introduce conceptos básicos sobre los que debe centrarse la investigación histórica.
La nueva historia social La historia social es la auténtica historiografía marxista, aunque sufra
profundas modificaciones dependiendo de la experiencia del “socialismo real” y de la evolución
ideológica derivada del contacto con la realidad social. Yuri Plejánov fue el introductor del marxismo
en Rusia. En el terreno de la Historia ayuda a fijar los principios del materialismo histórico. También
Lenin hizo un análisis histórico en sus escritos sobre la revolución. Con el estalinismo la Historia se
hizo dogmática, y se puso al servicio del régimen soviético, como la nueva historia económica se
puso al servicio del capitalismo. Sin embargo, hubo historiadores que se desmarcaron de esta
servidumbre. Se pretende estudiar la historia en su totalidad: superestructura e infraestructura. Esta es
la única manera de comprender el pasado, la historia total de la sociedad. Harán una apuesta por la
historia de las clases populares, y en particular los pobres. Con ellos la historiografía marxista ha
dejado de ser dogmática, y han contribuido a hacer de la Historia una ciencia.
Materialismo histórico (Engels aplicó este nombre al canon de interpretación histórica propuesto por
Marx, que consiste en reconocer a los factores económicos (técnicas de trabajo y de producción,
relaciones de trabajo y de producción) un peso preponderante en la determinación de los
acontecimientos históricos. El supuesto de este canon es el punto de vista antropológico defendido
por Marx, según el cual la personalidad humana está constituida intrínsecamente (o sea en su misma
naturaleza) por las relaciones de trabajo y de producción que el hombre adquiere para hacer frente a
sus necesidades. Por estas relaciones, la “conciencia” del hombre (o sea sus creencias religiosas,
morales, políticas, etcétera) es más bien un resultado que un supuesto. Este punto de vista fue
defendido por Marx sobre todo en el escrito Ideología alemana (Deutsche Ideologie, 1845-46). De
este modo, la tesis del materialismo histórico es que las formas que la sociedad adquiere
históricamente dependen de las relaciones económicas que prevalecen en una fase determinada de
ella. Dice Marx: “En la producción social de su vida, los hombres entran en determinadas relaciones
necesarias e independientes de sus voluntades, relaciones de producción que corresponden a una
determinada fase de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones
de producción constituye la estructura económica de la sociedad, que tiene una base real sobre la cual
se edifica una superestructura jurídica y política y a la cual corresponden determinadas formas
sociales de conciencia. El modo de producción de la vida material, condiciona, por lo tanto, en
general, el proceso de la vida social, política y espiritual” (1859, pref.; Para la crítica de la economía
política). Marx elaboró esta teoría invirtiendo el punto de vista de Hegel ya que para Hegel es la
conciencia la que determina el ser social del hombre en tanto que para Marx es el ser social del
hombre el que determina su conciencia. No debe creerse, sin embargo, que Marx haya querido
convertirse en sostenedor de un fatalismo económico por el cual las condiciones económicas llevarían
al hombre necesariamente a determinadas formas de vida social. En las mismas relaciones
económicas, en cuanto dependen de las relaciones de trabajo, de producción, de cambio, etc., el
hombre entra como elemento activo y condicionante y, por lo tanto, la condicionalidad que la
estructura económica ejerce sobre las superestructuras sociales, por lo menos en parte, una
autocondicionalidad del hombre en relación consigo mismo (“Ideología alemana” I, C). Engels habla
a continuación de una “inversión de la praxis histórica”, o sea de una reacción de la conciencia
humana a las condiciones naturales, opuesta a la acción de éstas sobre aquélla. Pero desde el punto de
vista de Marx, no hay necesidad de tal inversión, ya que no es la superestructura la que obra sobre la
estructura, sino el hombre que, interviniendo en sus técnicas para cambiar o mejorar la estructura
económica, se autocondiciona a través de ella. El materialismo histórico ha propuesto a la atención de
los historiadores un canon de interpretación al cual es indispensable recurrir en muchos casos para la
explicación de acontecimientos y de instituciones histórico-sociales. A este canon, en efecto, recurren
en mayor o menor medida, historiadores de todos los dominios de la actividad humana, en cuanto el
mismo abre a la explicación histórica un camino que, a veces, es el único posible. Actualmente se
tiende a interpretar el materialismo histórico no como un principio dogmático (como Engels, sobre
todo, lo había propuesto), sino como una posibilidad explicativa a la cual se debe recurrir en
determinadas circunstancias. En otros términos, afirmar que en todos los casos los acontecimientos o
situaciones histórico-sociales deban ser explicadas por el determinismo de los factores económicos es
tesis tan dogmática como la que quisiera excluir, en absoluto y en todos los casos, el determinismo de
tales factores. El historiador se encuentra, en cierta situación, en posibilidad de determinar el peso
relativo de los factores determinantes y se trata de establecerlo en cada caso, frente a las situaciones
particulares, sin que ello pueda ser decidido por anticipado y de una vez por todas. Sustraído a su
planteamiento dogmático, el materialismo histórico ha ofrecido a la técnica de la explicación
historiográfica una de sus posibilidades más fecundas y un nuevo grado de libertad a la elección
historiográfica.
La concepción materialista de la historia La conciencia de que el viejo materialismo era una
doctrina inconsecuente, incompleta y unilateral llevó a Marx a la convicción de que era necesario
poner en armonía con la base materialista, reconstruyéndola sobre ella, la ciencia de la sociedad”. Si
“el materialismo en general explica la conciencia por el ser, y no al contrario, aplicado a la vida social
de la humanidad exige que la conciencia social se explique por el ser social. “La tecnología - dice
Marx (en El Capital, t. I)- descubre la relación activa del hombre respecto a la naturaleza, el proceso
inmediato de producción de su vida, y, al mismo tiempo, de las condiciones sociales de su vida y de
las representaciones espirituales que de ellas se derivan”. En el prólogo a la Contribución a la crítica
de la economía política, expone Marx una fórmula íntegra de los principios del materialismo
aplicados a la sociedad humana y a su historia. Dice así: “En la producción social de su vida, los
hombres contraen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de
producción que corresponden a una determinada fase de desarrollo de sus fuerzas productivas
materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la
sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que
corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material
condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general. No es la conciencia del
hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia.
Al llegar a una determinada fase de desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad
chocan con las relaciones de producción existentes, o, lo que no es más que la expresión jurídica de
esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de
desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas. Y se abre así una
época de revolución social. Al cambiar la base económica, se revoluciona, más o menos rápidamente,
toda la inmensa superestructura erigida sobre ella. Cuando se estudian esas revoluciones, hay que
distinguir siempre entre los cambios materiales ocurridos en las condiciones económicas de
producción y que pueden apreciarse con la exactitud propia de las ciencias naturales, y las formas
jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas, en una palabra, las formas ideológicas en que
los hombres adquieren conciencia de este conflicto y luchan por resolverlo. Y del mismo modo que
no podemos juzgar a un individuo por lo que él piensa de sí, no podemos juzgar tampoco a estas
épocas de revolución por su conciencia, sino que, por el contrario, hay que explicarse esta conciencia
por las contradicciones de la vida material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas
sociales y las relaciones de producción.” “A grandes rasgos, podemos designar como otras tantas
épocas de progreso, en la formación económica de la sociedad, el modo de producción asiático, el
antiguo, el feudal y el moderno burgués”. (Compárese con la concisa fórmula que Marx da en su carta
a Engels del 7 de julio de 1866: “Nuestra teoría de la organización del trabajo determinada por los
medios de producción”.) El descubrimiento de la concepción materialista de la historia, o, mejor
dicho, la consecuente aplicación y extensión del materialismo al campo de los fenómenos sociales,
acaba con los dos defectos fundamentales de las teorías de la historia anteriores a Marx. En primer
lugar, en el mejor de los casos, estas teorías sólo consideraban los móviles ideológicos de la actividad
histórica de los hombres, sin investigar el origen de esos móviles, sin percibir las leyes objetivas que
rigen el desarrollo del sistema de las relaciones sociales, sin advertir las raíces de estas relaciones en
el grado de progreso de la producción material; en segundo lugar, las viejas teorías no abarcaban
precisamente las acciones de las masas de la población, mientras que el materialismo histórico
permitió por primera vez el estudio, con la exactitud del naturalista, de las condiciones sociales de la
vida de las masas y de los cambios experimentados por estas condiciones. La “sociología” y la
historiografía anteriores a Marx acumularon, en el mejor de los casos, datos no analizados y
fragmentarios, y expusieron algunos aspectos del proceso histórico. El marxismo señalo el camino
para una investigación universal y completa del proceso de nacimiento, desarrollo y decadencia de las
formaciones económico-sociales, examinando el conjunto de todas las tendencias contradictorias y
concentrándolas en las condiciones, exactamente determinables, de vida y de producción de las
distintas clases de la sociedad, eliminando el subjetivismo y la arbitrariedad en la elección de las
diversas ideas “dominantes” o en su interpretación y poniendo al descubierto las raíces de todas las
ideas y de todas las diversas tendencias manifestadas en el estado de las fuerzas materiales
productivas, sin excepción alguna. Son los hombres los que hacen su propia historia, pero ¿qué
determina los móviles de estos hombres, y, más exactamente, de las masas humanas?, ¿a qué se deben
los choques de las ideas y aspiraciones contradictorias?, ¿qué representa el conjunto de todos estos
choques que se producen en la masa toda de las sociedades humanas?, ¿cuáles son las condiciones
objetivas de producción de la vida material que forman la base de toda la actuación histórica de los
hombres?, ¿cuál es la ley que preside el desenvolvimiento de estas condiciones? Marx se detuvo en
todo esto y trazó el camino del estudio científico de la historia concebida como un proceso único y
lógico, pese a toda su imponente complejidad y a todo su carácter contradictorio."

El marxismo: Su contribución se manifestó en tres campos: la filosofía, el análisis de sistema


capitalista y las ciencias sociales. Surgió como reacción al sistema de relaciones sociales impuesto
por la burguesía.
- Atacó al capitalismo elaborando un método que aplicó al estudio de la sociedad a través del tiempo.
- Como consecuencia expuso la teoría de las etapas dominadas por un modo diferente de producción.
- Entendía la evolución humana a través de etapas de progreso definidas por la naturaleza de las
relaciones de producción entre los hombres.
- Marx introduce el concepto “clase social”.
- Su posición viene dada por la relación existente respecto a la propiedad o no de los medios de
producción.
La renovación de la historiografía marxista: Las tendencias de la renovación.
- Preocupación por los problemas socioeconómicos, estudio de las clases populares.
- El marxismo se convirtió en el antagonista del historicismo.
- Para el materialismo histórico existe una relación entre la economía, la organización y la ideología
de una sociedad.
Influencia de la Revolución rusa (1917).
- La teoría se puso al servicio del estado.
- El estalinismo supuso una subordinación de la historia a la política.
- Se agudizó la tendencia economicista, que reducía todas las manifestaciones históricas a reflejos de
la vida económica.
- Las obras de Marx, Engels, Stalin y Lenin eran de obligada referencia.
- Sobre el materialismo histórico y el materialismo didáctico de Stalin.
- 5 estadios del desarrollo histórico: comunidad primitiva, esclavismo, feudalismo, capitalismo y
socialismo.
A partir de la Primera Guerra Mundial.
En la Unión Soviética.
- Apogeo del dogmatismo, sólo se aceptaban los argumentos oficiales.
En Alemania.
- Renovación del Instituto Social de Frankfurt (1923).
- Las investigaciones allí realizadas supusieron una superación de los conceptos stalinistas
(economicismo estalinista). Lukacs. (Historia y consciencia de clases)- Realizó estudios de
carácter filosófico y cultural. Korsch. (Concepción materialista de la historia y Cartas al
camarada lenin)- Intento de actualización del pensamiento marxista. Gramsci. (Cuadernos
de la prisión) - Luchó contra la esquematización en que había caído el materialismo histórico.
- Política y sociedad. Necesidad de distinguir las modificaciones económicas que afectaban a
las estructuras y repercutían en los intereses de las clases sociales.- Potencia el papel de la
élite intelectual que debía participar construyendo y organizando.
A partir de la 2ª mitad de siglo XX
- La historiografía marxista experimentó una fuerte transformación.
- Su preocupación principal son los problemas surgidos de la relación entre estructura y
superestructura.
- Se subordina lo económico a lo social.
- Grupo de Historiadores del Partido Comunista: Hosbawm, Thompson, Hill.
- Revistas como: Past and present, History Workshop, Social History...
Reciente historiografía marxista.
- Pierre Vilar formula la necesidad de una historia marxista que ofrezca una visión global.
- Sus monografías intentan escapar del dogmatismo.
- Aplica un análisis teórico sobre las relaciones entre hombres y las modalidades de sus
cambios.
- Estructura la actuación metodológica en varios planos: demografía, producción de bienes,
movimiento de las rentas y análisis de movimientos y tensiones.
- El historiador deberá distinguir los procesos de evolución muy lentos, los ritmos
espontáneos y los simples acontecimientos.

En Argentina: Abelardo Ramos. Revolución y Contrarrevolución en Argentina, Historia de


la nación latinoamericana Luis Alberto Romero. Breve Historia contemporánea de la
Argentina. Mario Rapoport Historia Económica Política y Social Argentina. Oscar Ozlak
Historia Argentina (Foucultiano) David Viñas Literatura argentina y realidad política.
Historia de la Literatura Argentina Osvaldo Bayer (Junger Habermas) La Patagonia
Rebelde.

LOS DEBATES: La historiografía marxista se ha visto enriquecida por una serie de debates
que ha originado nuevos enfoques y estudios comparativos. En ellos el marxismo se ha
enfrentado a corrientes diversas (estructuralismo, neopositivismo).
Debate sobre el modo de producción asiático.
- El stalinismo establecía la necesidad de pasar por las 5 etapas del desarrollo.
- La obra de Wittfogel El despotismo oriental demuestra la originalidad del modelo asiático.
Debate sobre la transición del feudalismo al capitalismo.
- Es uno de los debates más antiguos. Fue reformulado por Dobb en Estadios sobre el
desarrollo del capitalismo.
- Combatía la idea del feudalismo como un sistema de economía cerrado que se había
resquebrajado con el crecimiento del comercio.
- Expone que ese crecimiento dio lugar en algunos casos al reforzamiento feudal.
- La causa de su crisis fueron las transformaciones de la sociedad (campesinado contra la
explotación feudal)
- Sweezy, aunque comparte con Dobb las críticas a la explicación tradicional del feudalismo,
insiste en la importancia del crecimiento del comercio.
Debate sobre los orígenes de la revolución industrial y la crisis del XVII.
- Hosbawn abrió la polémica a partir de 1954.
- Buscó la respuesta en la inflexión de la demanda provocada por la crisis y en las
resistencias al cambio de la sociedad feudal.
- Brenner expone que sólo la estructura de clases puede explicar la evolución económica
Debate sobre la Revolución Francesa.
- Tras la II Guerra Mundial Palmer y Cobban intentan suplir la interpretación social por una
predominantemente política.
FINALMENTE.
- El materialismo histórico ha ejercido influencia en la historia como ciencia.
- Ha estimulado el estudio de los procesos y movimientos sociales.
-Ha abordado los problemas de interpretación.
En el Marxismo y en el estudio de la historia, materialismo histórico (o lo que el mismo
Marx llama “la concepción materialista de la historia") es un método que da cuenta de los
desarrollos y cambios en la historia humana poniendo el acento en los aspectos económicos,
tecnológicos, y más ampliamente, en el desarrollo material. Puede ser contrastado con otras
teorías de la historia (que los marxistas llamarían idealistas) que colocan el rol causal para los
cambios históricos y sociales en la política, la filosofía, el arte, Dios, o cualquier otro
fenómeno cultural. Se centra en la noción de que las maneras en que viven los seres humanos
están sujetas al cambio permanente, de tal modo que incluso (y particularmente) el
capitalismo es una institución artificial que puede cambiar algún día. A partir del análisis que
Karl Marx realizó sobre la lógica del capitalismo, desarrolló el concepto del materialismo
histórico basado en la idea de que los seres humanos han entrado en las siguientes relaciones
de producción en la historia, agrupadas en los denominados modos de producción:
comunismo primitivo, despotismo oriental, esclavismo, feudalismo y capitalismo. Sólo en
sus primeros escritos da Marx una visión tan esquemática de las etapas históricas. En sus
obras de madurez y en el trabajo de marxistas posteriores, se rechaza la existencia de etapas
tan demarcadas. Sin embargo, Marx sí concibió el socialismo como la etapa que sobrevendría
luego de la caída del modo de producción capitalista. Entre otros conceptos importantes del
materialismo histórico, Marx desarrolló en distintas obras los conceptos de: modo de
producción, explotación, plusvalor, crisis periódicas, sobreproducción, y fetichismo de la
mercancía, entre otros. El esquema clásico del materialismo histórico según Marx, se
encuentra en su Prólogo a la Contribución a la crítica de la economía de 1859.
Frecuentemente se considera al materialismo dialéctico como un término intercambiable con
el de materialismo histórico. Sin embargo, el primero es la formulación adoptada por
Friedrich Engels en la aplicación del método del materialismo histórico a las ciencias
naturales. El desarrollo conceptual del materialismo dialéctico fue continuado posteriormente
particularmente por diversos autores leninistas. Esta es una cuestión sujeta a fuertes
discusiones dentro del campo marxista. Para Louis Althusser, por ejemplo, debe considerarse
al materialismo histórico como la ciencia marxista y al materialismo dialéctico como la
filosofía marxista.

Compilación Lic. Fabián Leguiza

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