Sentencias Teoria General de La Jurisdiccion

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LA REPRESENTACION JUDICIAL

SENTENCIA: 00102
FECHA: 12/04/2005
EXPEDIENTE: AA20-C-2004-000451
PONENTE: ISABELIA PEREZ DE CABALLERO
SALA: CASACION CIVIL
http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scc/abril/RC-00102-120405-04451.HTM
EXTRACTO:
De conformidad con el ordinal 2º del artículo 313 del Código de Procedimiento
Civil, el recurrente denuncia la infracción de los artículos 150 y 321 del mismo
Código y 1.169 del Código Civil, por falta de aplicación.
Plantea el formalizante lo siguiente:
“...La decisión transcrita (recurrida) implica que la alzada interpretó la disposición
en cuestión, en el sentido que necesariamente cada acto realizado después de
haber conferido el poder tanto la ciudadana Ana Herminia Quintero de Toro y
Rosa Cenaida Toro de Pérez, fueron validados en todos y cada uno de sus actos.
Pero lo raro del caso, es que, en el contenido de la recurrida de segunda instancia,
establece: Para llegar a ello y lograr que sea válida esa sustitución, se requiere, en
la gran mayoría de los casos cumplir con ciertas formalidades, o, en otras
circunstancias, convalidar las actuaciones que funge como representante, de tal
forma que los actos cumplidos por el representante produzca sus efectos,
positivos o negativos, como los hubiera llevado a cabo el propio representante,
siempre que su ejercicio sea dentro de las facultades otorgadas (artículo 1.169
Código Civil).
Dicha interpretación no está acorde con el texto legal, el cual establece lo
siguiente:
Artículo 1.169 del Código Civil:
“Artículo 1.169. Los actos cumplidos en los límites de sus poderes por el
representante en nombre del representado, produce (sic) directamente sus efectos
en provecho y en contra de este último.
El poder para celebrar en nombre de otro un acto para el cual exija la ley
instrumento otorgado ante un registrador subalterno, debe ser hecho en esta
misma forma. Si el poder se refiere a actos para los cuales es necesaria y
suficiente la escritura privada, puede ser hecho en esta misma forma, aunque el
acto se otorgue ante un registrador”.
La correcta interpretación del artículo 1.169 del Código Civil:
ANÁLISIS DOCTRINAL.
CONCEPTO Y NATURALEZA DE LA REPRESENTACIÓN.
Para JOSÉ ITURRIAGA, existen dos conceptos de representación: A) Amplio, la
representación es un hecho jurídico por el cual un sujeto realiza un acto jurídico en
lugar de otra persona (...). B) Restringido: situado dentro del concepto del amplio,
el concepto restringido señala que la representación es una forma de sustitución
en la actividad jurídica, por la cual una persona ocupa el lugar de otra para realizar
un acto en nombre y por su cuenta de ella (sic). Este es, también, el concepto
normal o corriente que se le da al término representación en el campo jurídico, y
para muchos es el único auténtico (...).
El tribunal estima que al negarse validez a la representación que exhibieron los
doctores V.C. de G. Y J.CH. R. (sic) como mandatarios de los accionistas doctores
E.A. y P.K. Y A.J.B. (sic) se violó el artículo 1.169 del Código Civil, que establece
el derecho que tiene toda persona en hacerse representar por otra en la
realización de los actos jurídicos, pues tal disposición general debe ser acatada, a
menos que exista una disposición especial de la Ley de los Estatutos que la
modifiquen, la cual no existe en el presente caso. J.R.V. Vol. IV, Tomo I, págs. 35
y 36: 11IC/17-08-55.
Esta disposición, contenida en el artículo 1.169 del Código Civil, considera el
Tribunal que es una disposición de orden público, establecida no sólo en favor de
los terceros, sino a favor de las partes, pues la obliga a mediar sobre la
importancia de tal acto, que podría resultar funesto (como en el presente caso). La
obligación del poder registrado para los actos que la ley somete a la formalidad del
registro es indispensable para la validez del acto, pues la ley dice “debe” o sea
que se impone obligatoriamente a las partes, no siendo facultativo para éstos
recurrir a otros medios. En consecuencia la sanción para el caso de violación
1.169, segunda parte es la nulidad del mandato.
El poder para celebrar en nombre de otro un acto para el cual exija la ley
instrumento otorgado ante un registrador subalterno, debe ser hecho en esta
misma forma. Si el poder se refiere a actos para los cuales es necesario y
suficiente la escritura privada, puede ser hecho en esta misma forma, aunque el
acto se otorgue ante un registrador.
La correcta interpretación del artículo 150 del Código de Procedimiento Civil.
Artículo 150: Cuando las partes gestionen en el proceso civil por medio de
apoderados, estos deben estar facultados con mandato o poder.
La representación en juicio se ejerce mediante el otorgamiento del mandato. La
representación, en sentido general, es un fenómeno jurídico que implica la
actuación a nombre de otro, en el campo del derecho.
Clase de representación. El estado garantiza a todos los ciudadanos la tutela
jurídica para concurrir a los tribunales de justicia, pero no todos pueden
comparecer en juicio por no estar dotados de las condiciones mentales y jurídicas
para intervenir en la controversia. Por ello, el estado se ha encargado de
complementar aquellas deficiencias tanto mentales como jurídicas por medio de la
representación legal y convencional. Por la primera, el Estado señala la vía para
que los incapacitados mentales comparezcan en el proceso debidamente
representados, asistidos o autorizados, a fin de mantenerle principio de igualdad
de las partes, que en este caso opera por vía de compensación, pues no están en
igual situación el demente y el sano. Por la segunda, pese al principio de
legalidad, según el cual la ley se presume conocida por todos los ciudadanos, es
lo cierto que generalmente sólo la conocen los abogados y a veces estos mismos
la ignoran en todas sus especialidades. La representación tiene, pues, dos formas:
legal o convencional, según que tenga su fuente en la ley o en el contrato. La
representación legal es la que impone o dispone la ley en atención a la
incapacidad de ciertas personas y la convencional es la que voluntariamente
ofrece una persona capaz a otra también capaz. Se distingue en que la legal la
sola voluntad del representante es suficiente para suplir la del incapaz, mientras
en la convencional es indispensable una autorización, que puede ser un mandato
civil o un poder judicial. Se diferencian también en cuanto a su naturaleza jurídica.
La representación legal es imperativa, de orden público. Así la representación es
la situación absoluta, de la persona y los bienes del incapaz, es la voluntad del
representante legal, como la del padre sobre el hijo menor de edad o la del tutor
sobre el entredicho.
La correcta interpretación del artículo 321 del Código de Procedimiento Civil.
Artículo 321: Los jueces de instancia procurarán acoger la doctrina de casación
establecida en casos análogos, para defender la integridad de la legislación y la
uniformidad de la jurisprudencia.
Así lo resolvió la Sala de Casación Civil en sentencia de fecha 29 de mayo de
1997 (...).
Si los jueces tanto de primera instancia como el de alzada hubiera aplicado la
regla legal en cuestión, hubiera decidido que el poder otorgado por las ciudadanas
Rosa Cenaida Toro de Pérez y Ana Herminia Quintero de Toro a los abogados
Alois Castillo Contreras y Pablo Izarra González, por carecer de representación y
haber hecho tal observación en su momento oportuno y la parte demandada no
haberlo corregido dentro de los términos legales, ni el juez se pronunció sobre la
insuficiencia o defecto del poder, tenía que haber declararlos (sic) los poderes
nulos, por tanto la infracción fue determinante del dispositivo de la sentencia...”.
La Sala para decidir observa:
La presente denuncia ha sido planteada de manera muy confusa. De la lectura
del escrito de formalización la Sala no comprende a ciencia cierta por qué -según
el formalizante- el juez superior estaba obligado a aplicar al caso concreto los
artículos 150 y 321 del Código de Procedimiento Civil y 1.169 del Código Civil para
resolver la controversia, y de qué modo el sentenciador infringió las referidas
disposiciones legales, pues sólo transcribió las normas infringidas y trajo a
colación doctrina y jurisprudencia de este Alto Tribunal de la República.
Asimismo, se observa que en algunos párrafos del escrito el formalizante indica
que el juez superior erró en la interpretación de las mencionadas disposiciones,
cuando menciona “...Dicha interpretación no está acorde con el texto
legal...”; “...La correcta interpretación del artículo 1.169 del Código Civil...”; “...La
correcta interpretación del artículo 150 del Código de Procedimiento Civil...”;
y, “...La correcta interpretación del artículo 321 del Código de Procedimiento
Civil...”, sin fundamentar esos alegatos y sin percatarse que al inicio del capítulo
expresó que el vicio presente en la sentencia era el de falta de aplicación de esas
normas.
De igual forma, observa la Sala que la delación no contiene una explicación clara
del por qué el sentenciador infringió los artículos 150 y 321 del Código de
Procedimiento Civil y 1.169 del Código Civil, ya que sobre el particular el
recurrente se limitó a señalar que “...ni el juez se pronunció sobre la insuficiencia o
defecto del poder, tenía que haber declararlos (sic) los poderes nulos, por tanto la
infracción fue determinante del dispositivo de la sentencia...”.
Por lo antes expuesto, la Sala desestima, por inadecuada fundamentación, la
denuncia de infracción de los artículos 150 y 321 del Código de Procedimiento
Civil y 1.169 del Código Civil, por inadecuada fundamentación. Así se decide.
SENTENCIA: 0409
FECHA: 04/10/2022

EXPEDIENTE: AA20-C-2021-000285
PONENTE: JOSÉ LUIS GUTIÉRREZ PARRA.
SALA: CASACION CIVIL
http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scc/octubre/319515-000409-41022-2022-21-
285.HTML
Así bien, tal y como se desprende de la doctrina de la Sala, y en afirmación y
consolidación de lo que al respecto también ha dejado sentado la Sala
Constitucional de este Supremo Tribunal, de conformidad con lo que preceptúan
los artículos 166 del Código de Procedimiento Civil y 4 de la Ley de Abogados,
para el ejercicio de un poder judicial dentro de un proceso, se requiere
la cualidad de abogado en ejercicio, lo cual no puede suplirse ni siquiera con la
asistencia de un profesional del derecho, salvo que la persona actúe en el ejercicio
de sus derechos e intereses, lo cual, a toda luces, vicia de nulidad el mandato
judicial que hubiere sido otorgado por ilicitud de su objeto de conformidad con lo
que preceptúa el artículo 1.155 del Código Civil, por la imposibilidad jurídica en
que se encuentra quien no es abogado de ejecutarlo.
Razón por la cual, cuando una persona que no es abogado ejerce actuaciones
judiciales en nombre de otro (a menos que sea su representante legal), incurre en
una manifiesta falta de representación, porque carece de esa especial capacidad
de postulación que sí detenta todo abogado que no se encuentre inhabilitado para
el ejercicio libre de la profesión, conforme a lo que establecen la Ley de Abogados
y demás leyes de la República; ello, además, en forma insubsanable, ya que no
hay manera de que adquiera la capacidad de postulación que no tenía cuando
actuó sin ella.
Afirmando lo anterior, esta Sala ha establecido que cualquier gestión inherente a
la abogacía realizada sin poseer título de abogado, incurre en una manifiesta falta
de representación, ya que carece de esa especial capacidad de postulación que
detenta todo abogado que no se encuentre inhabilitado para el ejercicio libre de su
profesión, criterio este además que se ha consolidado como ratificación al
sostenido por la Sala Constitucional al respecto.
Así bien, cuando la ad quem afirma que la ciudadana Heiddy Amaloa España
García,quien no es abogada, tal y como se desprende de las actas procesales,
atribuyéndose pura y simplemente la representación de la ciudadana María Teresa
García, sustituyó su mandato judicial que indebidamente se atribuyó, en nombre
de un profesional del derecho como lo es la abogada María Laura Carrillo, por
consiguiente, jamás detentó la facultad para representar en juicio a los ciudadanos
antes indicados, en ese sentido, es evidente, que en el presente caso, ocurre una
manifiesta falta de representación, al carecer la ciudadana Heiddy Amaloa España
García, de esa especial capacidad de postulación que sí detenta todo abogado
que no se encuentre inhabilitado para el ejercicio libre de la profesión, conforme a
lo establecido en el artículo 4 de la Ley de Abogados, siendo insubsanable, en
vista de que no hay manera de que adquieran la capacidad de postulación que no
tenían cuando actuaron sin ella.
Y como resultado a todo ello, la alzada contrario a lo establecido por el recurrente,
no incurrió en la falsa aplicación del artículo 4 de la Ley de abogados, al haberlo
aplicados correctamente en la resolución del presente caso, tomando en cuenta
además, la interpretación que la doctrina de la Sala ha establecido en un caso
similar al presente del contenido de las disposiciones legales denunciadas como
falsamente aplicadas, doctrina que encaja perfectamente al caso bajo estudio. Así,
se establece.
En afirmación a lo anteriormente establecido, y ratificando los criterios
jurisprudenciales antes señalados, considera esta Sala, que cualquier gestión
inherente a la abogacía realizada sin poseer título de abogado, lleva consigo a una
manifiesta falta de representación en un juicio, por cuanto concurre la carencia
especial de postulación que detenta todo abogado que no se encuentra
inhabilitado para el libre ejercicio de su profesión.
En este sentido, se puede verificar, la ciudadana Heiddy Amaloa España
García no es abogada, y actuó en nombre y representación, así como apoderada
de la ciudadana María Teresa García de España, y otorgó poder para demandar
en el presente caso por desalojo, a la abogada ya mencionadaen base a dicha
facultad auto proclamada, como se dijo anteriormente en otro capítulo.
Ahora bien, tomando en cuenta lo establecido en los artículos 166 del Código de
Procedimiento Civil, el artículo 4 de la Ley de Abogados, y los criterios
jurisprudenciales antes citados, la ciudadana Heiddy Amaloa España García, no
siendo abogada, incurrió en una manifiesta falta de representación, por no
detentar tal capacidad de postulación atribuida a todo abogado que no se
encuentre inhabilitado para el libre ejercicio de su profesión, siendo a todo evento
un acto insubsanable.
Fundamento éste, que fue establecido de manera correcta por la juez de la
recurrida al resolver el fallo sujeto al presente recurso de casación, y bajo estos
parámetros, contrario a lo afirmado por el recurrente, en la decisión recurrida no se
ha quebrantado el contenido de los artículos 1.169 y 1.172, ambos del Código
Civil, así como tampoco de los artículos 150, 151, 155 y 159, todos del Código de
Procedimiento Civil, por falta de aplicación, por cuanto, ya como previamente se
ha establecido, no ocurrió la falsa aplicación del mencionado artículo 4 de la Ley
de Abogados.
En conclusión, determina esta Sala, que la actual denuncia por infracción de ley,
debe ser declarada improcedente. Así se decide.
Ahora bien, por cuanto no prosperó ninguna de las delaciones presentadas por el
recurrente, esta Sala debe forzosamente declarar sin lugar el recurso
extraordinario de casación propuesto, tal como se hará en la parte dispositiva del
presente fallo.
LA REPRESENTACION SIN PODER
SENTENCIA: 020
FECHA: 17/05/2001
EXPEDIENTE: AA60-S-2001-000202
PONENTE: OMAR ALFREDO MORA DIAZ
SALA: CASACION SOCIAL
http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scs/Mayo/020-170501-01202.htm
EXTRACTO:
Para decidir, la Sala observa:
Considera pertinente esta Sala, a los fines de resolver sobre la
procedencia o no del presente recurso, pronunciarse con relación a la
naturaleza y alcance de la representación sin poder a que se contrae
el artículo 168 del Código de Procedimiento Civil.
En efecto, la referida disposición en su único aparte establece:

“(...) Por la parte demandada podrá presentarse además sin poder,


cualquiera que reúna las cualidades necesarias para ser apoderado
judicial; pero quedará sometido a observar las disposiciones
pertinentes establecidas en la Ley de Abogados”.

Resulta obvio de la norma trascrita ut supra, que por la parte


demandada, puede asumir la representación sin poder cualquiera que
tenga las condiciones necesarias para ser apoderado judicial, con la
única limitación de someterse a las disposiciones pertinentes de la
Ley de Abogados.
En cuanto a las particularidades de esta representación, la Corte
Suprema de Justicia, en su oportunidad señaló que:

“Es doctrina de este Supremo Tribunal que la representación sin


poder a que se contrae el artículo 168 del Código de Procedimiento
Civil debe hacerse valer en forma expresa y no surge en forma
espontánea. (...).
“Según el procesalista patrio Arístides Rengel Romberg, la
representación sin poder no surge de derecho, aún en quien se
considere como tal y reúna las condiciones requeridas para ejercer
poderes en juicio, sino que debe ser invocada o hecha valer
expresamente en el acto en que se pretende ejercer la representación
sin poder.

La Sala de Casación Civil, en sentencia de fecha 11 de agosto de


1966 (G.F. Nº 53. 2ª Etapa. Pág. 306), ha señalado que la
representación sin poder no surge espontáneamente por más que el
sedicente representante reúna las condiciones requeridas para
ejercer poderes en juicio, sino que debe ser expresamente invocada
en el acto en que se pretende la representación”(...).

“De acuerdo con esta disposición (artículo 168 del Código de


Procedimiento Civil), las características de la representación sin
poder en nuestro derecho son las siguientes:

a.)Es una clase de representación legal, porque emana de la ley (...)


c.) (...) Por tanto, ella no es sustitutiva de la representación
voluntaria en el sentido de que aquella subsane ipso jure o
retroactivamente la falta de poder o los vicios de éste. La
representación sin poder surge desde el momento en que ella es
invocada ante el Tribunal en la incidencia que surja con tal motivo
d.) El representante sin poder no queda desprovisto de ese carácter
cuando sus representantes le otorgan un poder especial
e.) Por el demandado puede presentarse sin poder cualquiera que
reúna las cualidades necesarias para ser apoderado judicial, esto es,
los abogados. Pero el abogado que se presente por el demandado en
el juicio, sin poder, debe acreditar ante el tribunal la condición de
profesional que ostenta, a fin de derivar de su asistencia a estrados
en beneficio del demandado, el beneficio que la ley otorga”.

Ahora bien, como se señaló, quien ejerza la representación sin poder


a nombre de la demandada debe invocar ésta de manera expresa en
el acto en que la pretenda hacer valer, y por supuesto, acreditar la
condición de abogado.

En el caso bajo análisis, el Sentenciador declaró inadmisible el


anuncio del recurso de casación, pues a su parecer, quien asumió la
representación sin poder no acreditó por ante la Secretaría del
Tribunal su condición como profesional del derecho.

Entonces, si bien se dejó sentado que para ejercer la representación


sin poder de la demandada, era indispensable requisito el acreditar la
condición de profesional del derecho; no obstante percibe la Sala en
el presente caso, que quien anunció el recurso manifestó de manera
expresa su voluntad de asumir la representación sin poder,
identificándose como abogado de la República, inscrito en el Instituto
de Previsión Social del Abogado bajo el Nº 26.947, diligencia ésta
que por lo demás fue refrendada por la Secretaria de ese Tribunal;
por lo cual entiende la Sala que se debió verificar la condición de
abogado del mencionado ciudadano al momento de consignarse dicha
diligencia (folio 183).
Ante todo lo expuesto, se puede considerar que el ciudadano
Demóstenes Blanco Pérez acreditó debidamente su condición de
profesional del derecho al momento de asumir la supuesta
representación sin poder. Sin embargo, la jurisprudencia plasmada
precedentemente de manera acertada, explica que la representación
sin poder no puede entenderse como sustitutiva de la representación
voluntaria, de tal manera que interpreta esta Sala, que en aquellas
circunstancias en donde la representación ya se hubiera verificado en
el proceso, resultaría contrario a los fines propios de la figura de la
representación sin poder, admitirla como válida.
Si bien es cierto que el Legislador instituyó esta representación, para
aquellos casos en los que realmente la posibilidad de indefensión es
inminente e inmediata, de manera tal que obviar la posibilidad del
poder legalmente constituido es preferible a la indefensión, siendo
ello totalmente justificado en virtud del interés del Estado en
salvaguardar el derecho constitucional a la defensa; no puede
admitirse que tal prerrogativa puede ejercerse cuando ya existiere
representante constituido por la parte, y en este caso por la
demandada.
Es claro para la Sala, que aquellas normas orientadas a garantizar el
derecho a la defensa deban ser interpretadas de manera extensiva;
pero ello no puede conducir a permitir que bajo cualquier
circunstancia se puedan presentar por la demandada representantes
sin poder, y mucho menos cuando ya se ha asumido la representación
de la demandada.
Tal circunstancia se patentiza en el presente caso, pues al momento
de darse contestación a la demandada, acudió a ésta la ciudadana
abogada Jan Van Der Berg, quien ejerció la representación de la
demandada no sólo en este acto sino a todo lo largo del proceso,
hasta llegado el momento en el cual a los fines de anunciarse recurso
de casación compareció el ciudadano abogado Demóstenes Blanco
Pérez, quien por diligencia pretendió asumir la representación sin
poder de la demandada.

Tal actuación no puede admitirse como legalmente constituida, a los


efectos de atribuirse la condición de representante sin poder, pues
como se explicó con anterioridad, ésta no es sustitutiva de
representación voluntaria. Así se decide
Igualmente, genera dudas a la Sala, el hecho de si la representación
sin poder es suficiente a los fines de ejercer el recurso extraordinario
de casación.
Sobre este particular, la Sala de Casación Civil de la extinta Corte
Suprema de Justicia, señaló que:

“(...) En el caso de autos el abogado...anunciante y formalizante del


recurso de casación expresa en la diligencia del anuncio del recurso
el carácter de representante sin poder. Expresarlo así, es, como si en
el juicio existiese la posibilidad de adquirir la condición de parte para
un acto por el hecho de expresar que se es representante sin poder
del demandado. Esto implica que no se ha invocado la representación
sin poder para un acto determinado, sino que, indebidamente, se
ejerce tal representación como si fuese apoderado sin poder de la
parte demandada, lo cual es inadmisible e incomprensible, pues, el
representante sin poder no es parte en el juicio donde genéricamente
ha asumido tal representación (...)

“En el presente caso, el Superior fundamentó su admisibilidad en que


el anuncio fue hecho en diligencia suscrita por el
abogado...”representante sin poder de la parte demandada”,
otorgándole el carácter de parte legítima, cuando no lo es, pues,
como ya se expresó el representante sin poder no es parte en el
juicio, y así se decide”. (Sentencia de la Sala de Casación Civil-
C.S.J., de fecha 24 de octubre de 1995. (Sala Accidental)).
Ahora bien, conforme a la jurisprudencia transcrita ut supra, no puede
quien ejerza la representación sin poder por la parte demandada,
atribuirse la cualidad necesaria para recurrir válidamente en
casación. En tal sentido, y haciendo suya la Sala la señalada
doctrina, debe entender que quien asuma la representación sin poder
por la demandada en juicio, carece de legitimidad para recurrir en
casación.
Con relación a la cualidad para poder hacer uso del recurso
extraordinario de casación, la Sala ha sostenido lo siguiente:

“La cualidad para poder hacer uso del recurso de casación la da


únicamente, la condición de ser parte en el juicio en el cual se intente
el recurso; esta cualidad, es pues, diferente a la que se exige para
apelar, que no requiere ser parte en el proceso, bastando tener
interés inmediato en lo que sea objeto o materia del juicio
(...).” (Sentencia de la Sala de Casación Social de fecha 09 de
marzo de 2000.).

De allí, y aun cuando el fundamento esgrimido por la Alzada para


negar el recurso de casación no fue compartido por este Alto
Tribunal, que deba esta Sala de Casación Social declarar con base
en todas las consideraciones antes expuestas, inadmisible el recurso
de casación, pues quien verificó tal actuación no se constituyó en
representante de la demandada, y aun constituido, no tiene la
cualidad necesaria para ventilar el recurso de casación. Así se
establece.

SUSTITUCION DE PODER
LA REPRESENTACION JUDICIAL
SENTENCIA: 0094
FECHA: 12/04/2005
EXPEDIENTE: AA20-C-2003-000024
PONENTE: CARLOS OBERTO VELIZ
SALA: CASACION CIVIL
http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scc/abril/RC-00094-120405-03024.htm
Conjuntamente con el escrito de formalización, el abogado Roberto Hung
consignó copia certificada del poder otorgado por el abogado Miguel
Bustamante Mota el 14 de enero de 2003, del cual consta que este último le
sustituyó íntegramente el mandato judicial que venía ejerciendo, pero
reservándose su ejercicio.
Ahora bien, el artículo 159 del Código de Procedimiento Civil establece las
reglas sobre la sustitución de poder de la siguiente manera:

“...El apoderado que hubiere aceptado el mandato, podrá sustituirlo en la


persona que el poderdante le hubiese designado o le designare, y a falta de
designación, en abogado capaz y solvente, si en el poder se le hubiere dado
facultad para sustituir. Si en el poder nada se hubiere dicho de sustitución, el
apoderado podrá sustituirlo también en abogado de reconocida aptitud y
solvencia, cuando por cualquier causa no quisiere o no pudiere seguir
ejerciendo.

Si en el poder se le hubiere prohibido sustituir, no podrá hacerlo; pero en


caso de enfermedad, alejamiento forzado, envío de la causa a Tribunal de otra
localidad o por cualquier otro motivo grave que le impidiere seguir
ejerciéndolo, deberá avisarlo al poderdante inmediatamente, por el medio más
rápido, para que provea lo conducente.

Si la prohibición se hubiere hecho por instrucción o instrumento privado, el


sustituyente será responsable del perjuicio que la sustitución causare a su
representado...”.
Conforme a la norma antes transcrita, la sustitución del poder es posible aun
cuando nada se hubiere dicho en su texto, y sólo está prohibida en aquellos
casos en que así lo haya dispuesto el mandante.
Así, la jurisprudencia emanada de esta Sala ha establecido que si el abogado
sustituyente no se reserva en forma expresa el ejercicio, se debe entender
que cesó su capacidad de representación, la cual pasa a ejercer íntegramente
el abogado sustituto. (Ver entre otras, sentencia N° 627, del 6 de agosto de
1998).
De la misma manera, este Supremo Tribunal ha indicado que la parte a quien
se le impugna el poder consignado en el juicio puede, por aplicación analógica
del artículo 354 del Código de Procedimiento Civil, subsanar el defecto u
omisión hecho valer por su contraparte, mediante su comparecencia en el
juicio o con la presentación de un nuevo instrumento y posterior ratificación de
los actos efectuados con el mandato judicial cuestionado, dentro de los cinco
días siguientes a la impugnación, sin necesidad de pronunciamiento judicial.
(Vid. Sentencia N° 430 de fecha 15 de noviembre de 2002, caso: Rubén Darío
Aguilar Venegas y otra contra Policlínica Barquisimeto, C.A).
Ahora bien, al revisar el poder sustituido en el abogado Maosetung Álvarez,
se observa que el antiguo mandatario no se reservó su ejercicio, por lo cual
considera la Sala que no era posible sustituirlo posteriormente en el abogado
Roberto Hung, puesto que para esa fecha ya había cesado su representación.

Por otra parte, este Alto Tribunal observa que no fue subsanada la falta que
le fue atribuida al poder ni tampoco fueron ratificadas las actuaciones
efectuadas con él.
Con base en las consideraciones expuestas, la Sala tiene como no
presentado el escrito de formalización consignado por el abogado Roberto
Hung en representación de los ciudadanos Vestalia de Jesús Zarramera
Hernández, Julio César, Richard José y Ruxel Daniel Hernández Zarramera, y
en consecuencia, en el dispositivo del fallo se declarará perecido el recurso
de casación anunciado por ellos. Así se decide.

LA EXTINCION
SENTENCIA: 00144
FECHA: 22/03/2007
EXPEDIENTE: 2006-000123
PONENTE: YRIS ARMENIA PEÑA ESPINOZA
SALA: CASACION CIVIL
http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scc/marzo/RC-00144-220307-06123..HTM

Denuncia el formalizante que el juez de la recurrida presumió que al


otorgar poder la parte demandante en fecha 18 de agosto de 2003, el
mandato conferido con el poder de fecha 16 de junio de 2003 quedó
revocado y que por esa razón y porque al suscribirse la transacción
sólo constaba en autos el primero de los poderes nombrados, decidió
que el apoderado Oswaldo Quintero no estaba autorizado para recibir
cantidades de dinero, aplicando falsamente en consecuencia, los
artículos 165 ordinal 1° del Código de Procedimiento Civil y 1.704,
ordinal 1° del Código Civil, normas que regulan la extinción del
mandato o poder, así como negándole aplicación a los artículos 154
del Código de Procedimiento Civil y 1.169 del Código Civil, que a
su vez norman las facultades de los mandatarios o apoderados.

Los artículos del Código de Procedimiento Civil denunciados por el


formalizante como infringidos disponen lo siguiente:

“...Artículo 165. La representación de los apoderados y


sustitutos cesa:
1°. Por la revocación del poder, desde que ésta se
introduzca en cualquier estado del juicio, aun cuando
no se presente la parte ni otro apoderado por ella. No se
entenderá revocado el sustituto si así no se expresare
en la revocación. (...)
Artículo 154. El poder faculta al apoderado para
cumplir todos los actos del proceso que no estén
reservados expresamente por la ley a la parte misma;
pero para convenir en la demanda, desistir, transigir,
comprometer en árbitros, solicitar la decisión según la
equidad, hacer posturas en remates, recibir cantidades
de dinero y disponer de derecho en litigio, se requiere
facultad expresa...”

Por su parte, los artículos del Código Civil denunciados por el


recurrente como infringidos, establecen:
“...Artículo 1.704. El mandato se extingue:
1° Por revocación. (...)

Artículo 1.169. Los actos cumplidos en los límites de sus


poderes por el representante en nombre del representado,
producen directamente sus efectos en provecho y en contra de
este último.
El poder para celebrar en nombre de otro un acto para el cual
exija la Ley instrumentos otorgados ante un Registrador
Subalterno, debe ser hecho en esta misma forma. Si el poder se
refiere a actos para los cuales es necesaria y suficiente la
escritura privada, puede ser hecho en esta misma forma, aunque
el acto se otorgue ante un Registrador...”

Con respecto a los vicios delatados, la Sala, entre otras en


sentencia N° RC.00718, de fecha 8 de noviembre de 2005, caso
Franco Tippolotti contra Grupo Obras Concretas, C.A., expediente
N° 05-405, ha establecido:
“...En cuanto a los motivos que generan la denuncia por
infracción de ley, el artículo 313 del Código de Procedimiento
Civil, ordinal 2º, prevé, en primer lugar, el error en la
interpretación acerca del contenido y alcance de una disposición
expresa de la ley, lo cual tiene lugar cuando el juez aplica la
norma adecuada al caso, pero yerra en cuanto al sentido y las
consecuencias que le reconoce; en segundo lugar, la falsa
aplicación de una norma jurídica, la cual supone la aplicación
efectiva de una norma que ha realizado el juez, a una situación
de hecho que no es la que ésta contempla y, en tercer lugar, la
falta de aplicación, caso en el cual el juzgador deja de aplicar
una norma jurídica vigente y pertinente al caso concreto. Los
anteriores motivos cuentan de forma independiente y separada
con su propia y particular fundamentación, so pena de
considerarse incumplida la carga esencial que asigna la ley al
recurrente en casación…”

Ahora bien, en su parte pertinente, la recurrida señaló lo


siguiente:
"...Con relación a la representación que ejercía el abogado
OSWALDO ANTONIO QUINTERO ZEAIT, de acuerdo con el
instrumento-poder que le fue otorgado el 18 de agosto de 2003,
el cual fue producido con el libelo, dentro de las facultades
especiales otorgadas al mencionado profesional se encuentran
las de convenir, desistir, transigir y nombrar árbitros.
De ahí, que conforme al referido instrumento-poder, el
mencionado abogado OSWALDO ANTONIO QUINTERO
ZEAIT, se encontraba legitimado para suscribir la transacción
que fue presentada el 29 de septiembre de 2004.
Sin embargo, del cuerpo del mencionado mandato del 18 de
agosto de 2003, no se deriva que el apoderado de la parte
demandante se encontrase facultado para recibir cantidades de
dinero de su contraparte, pues tal autorización no fue
establecida en forma explicitada en el mencionado instrumento,
como lo ordena el articulo (sic) 154 del Código de
Procedimiento Civil.
Con la finalidad de revertir esa situación, el abogado
GERARDO HENRIQUEZ CARABAÑO, apoderado de la
demandada consignó copia de un poder otorgado por la actora el
16 de junio de 2003 al abogado OSWALDO ANTONIO
QUINTERO ZEAIT, en el que se le autoriza para recibir
cantidades de dinero. Tanto el mencionado abogado, como el
otro coapoderado de la demandada, FRANCISCO SEIJAS RUIZ,
han hecho valer el mencionado fotostato, aduciendo que el
mismo le fue entregado por el abogado de la parte actora y que
el poder tenía absoluta vigencia en la fecha de suscripción de la
transacción.
No obstante lo argumentado por la representación de la
demandada, esta Superioridad observa, que no se desprende del
proceso que al momento de la suscripción de la transacción del
29 de septiembre de 2004 constara en autos ningún otro mandato
de la parte actora distinto al otorgado el 18 de agosto de 2003 al
abogado OSWALDO ANTONIO QUINTERO ZEAIT, el cual fue
producido anexo al libelo de demanda. En efecto, con
posterioridad a los cuestionamientos formulados por el abogado
FRANCISCO AVILA MARCANO (nuevo apoderado de la
actora), fue cuando en fecha 06 de diciembre de 2004 el
abogado GERARDO HENRÍQUEZ CARABAÑO (apoderado de
la demandada), consignó copia del poder otorgado por la actora
al abogado OSWALDO ANTONIO QUINTERO ZEAIT, en el
que se le autoriza para recibir cantidades de dinero.
Asimismo, observa esta Superioridad que la parte demandada
pretende anteponer un poder provecto (del 16-06-2003) en
contra de otro de fecha posterior (del 18- 08-2003), en el que la
parte actora suprimió a su apoderado cualquier facultad para
recibir cantidades de dinero, aunado a que fue este último con el
que se propuso la demanda y del que tenia pleno conocimiento
la propia representación de la parte demandada.
De tal manera, que careciendo de autorización explicitada para
recibir cantidades de dinero, el abogado OSWALDO ANTONIO
QUINTERO ZEAIT, no podía ejercitar esa facultad, en tanto que
la representación de la demandada tampoco debió hacer entrega
de las cantidades que conforme a la transacción pertenecen a la
parte demandante, toda vez que el acto del mencionado letrado
(de recibir cantidades) no compromete los intereses de B.K.
ESTACIONAMIENTO C.A. y ello debió advertirlo el propio
Juzgado A-quo..."

De la anterior transacción parcial de la recurrida se desprende


que el juez ad-quem decidió que el apoderado de la parte actora no
tenía facultad para recibir cantidades de dinero, y el principal
fundamento de tal conclusión fue que al momento de la suscripción
de la transacción, sólo constaba en autos el poder otorgado en fecha
18 de agosto de 2003, en el cual no se le autorizó para recibir
cantidades de dinero.

Por otra parte, considera esta Sala que el hecho de que el juez
superior calificara de provecto el poder otorgado en fecha 16 de
junio de 2003, no significa que lo haya considerado revocado como
lo denuncia el formalizante, lo cual además no habría tenido
influencia en el dispositivo del fallo, pues, además de esa, el ad-
quem dio otra razón de derecho, cual es, que el poder otorgado en
fecha 18 de agosto de 2003 era el único que constaba en el
expediente, en el cual la parte actora no autorizó al apoderado a
recibir cantidades de dinero.

Ahora bien, el juez ad-quem no consideró revocado el poder de


fecha 16 de junio de 2003, en consecuencia no aplicó el artículo 165
ordinal 1° del Código de Procedimiento Civil, referente a la cesación
de la representación, ni el artículo 1.704 ordinal 1° del Código Civil,
referente a la extinción del mandato, por lo cual, mal pudo incurrir
en falsa aplicación de los mismos, tal como lo denuncia el
recurrente.

En cuanto al artículo 154 del Código de Procedimiento Civil, el


cual se refiere a la necesidad de establecer expresamente en el poder
las facultades allí señaladas, se observa que en la recurrida el
juez ad-quem concluyó que en el poder constante en autos para el
momento de la transacción, el apoderado de la parte actora carecía
de facultades para recibir cantidades de dinero, decidiendo además
que sí se encontraba legitimado para suscribir la transacción, la cual
homologó con respecto a los demás puntos, lo cual evidencia
claramente que sí aplicó el mencionado artículo denunciado por el
formalizante como no aplicado.

Respecto al artículo 1.169 del Código Civil, el cual se refiere a


los efectos de los actos cumplidos por el representante, la
Sala observa que la recurrida decidió que de acuerdo al único poder
que constaba en autos para el momento de suscribirse la transacción,
otorgado por la parte actora en fecha 18 de agosto de 2003, el
apoderado se encontraba legitimado para suscribirla, dando
cumplimiento de esta forma a lo establecido en el encabezamiento
del artículo bajo estudio.

Dicho de otra manera, el ad-quem concluyó que la transacción


suscrita por el abogado Oswaldo Quintero conforme al poder
cursante en autos, produce sus efectos en provecho y en contra de la
demandante B.K. Estacionamiento C.A., por lo cual se concluye que
sí aplicó el artículo 1.169 del Código Civil denunciado por el
formalizante como infringido por falta de aplicación.

Por otra parte, respecto al acto de recibir las cantidades de


dinero por parte del apoderado de la demandante, el juez de la
recurrida decidió que, al carecer de autorización expresa, el
mandatario no podía ejercer esa facultad, por lo cual dicho acto no
compromete los intereses de su poderdante. Es decir, no aplicó lo
dispuesto en el encabezamiento del artículo 1.169 del Código Civil
por cuanto consideró que ese acto fue cumplido fuera de los límites
del poder.
Ahora bien, para corroborar en forma precisa si el abogado
Oswaldo Quintero, apoderado de B.K. Estacionamiento C.A.,
disponía de facultad expresa para recibir cantidades de dinero en
el sub-iudice, la Sala tendría que realizar un detallado examen de las
actas procesales, lo cual le está vedado en el marco de una denuncia
de infracción de ley, como está planteada en el caso bajo estudio.

En atención a las anteriores consideraciones, la presente


denuncia de falsa aplicación de los artículos 165, ordinal 1° del
Código de Procedimiento Civil y 1.704 ordinal 1° del Código
Civil y de falta de aplicación de los artículos 154 del Código de
Procedimiento Civil y 1.169 del Código Civil, se declara
improcedente. Así se decide

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