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COMUNIDAD DE APRENDIZAJE:
DIRECTOR DE DOCUMENTO:
A) PROBLEMATIZACIÓN.
La vida, el destino, las circunstancias por así decirlo me llevo a coincidir en esta
noble labor de la docencia, mi nombre es Montserrat Cruz García, y soy docente
frente a grupo de una escuela primaria semiurbana; con la finalidad de
profesionalizarme, y convertirme en un ser de transformación social y así mejorar
mi práctica docente, como dice Elena Bodrova la enseñanza “implica capacitar al
niño para que utilice las herramientas con independencia y creatividad”.(2008,
pág.17) por esta razón estoy aquí intentando cada vez ser mejor maestra pues a
través de experiencias, estrategias didácticas y reflexiones, lograré ser agente de
cambio en mis alumnos logrando así explotar al máximo las capacidades de mis
aprendientes de decir, hacer, contar y hacerse responsable de sus actos.
Conforme avance en mis estudios en esta Maestría de Educación Básica,
he analizado diversos aspectos de mi práctica docente, localizando y focalizando
la atención en aspectos que definitivamente necesitó modificar en mi práctica
profesional.
Llegué a un punto dónde me cuestioné un sinfín de interrogantes, pero mi
principal inquietud se centra en ¿cuánto daño podemos hacer como docentes a un
alumno de manera inconsciente con nuestros actos dentro del aula? ¿podría
afectar estas acciones para su desarrollo en el contexto de la sociedad? Pues
muchas de nuestras acciones son el reflejo de nuestras experiencias positivas o
negativas, es decir, en el largo caminar por este extraordinario planeta; desde que
nacemos hasta la actualidad, nuestro ser se ve envuelto en un fantástico torbellino
de cambios físicos, emocionales y mentales que exteriorizamos a nuestros
semejantes con acciones, actitudes y palabras que en algunos casos son de
manera sensata, pero también hay momentos en donde reaccionamos de manera
involuntaria e imprudente. Pierre Bourdieu explica lo anterior como:
“El habitus, por tanto, es el conjunto de disposiciones socialmente
internalizadas que forma las percepciones, sentimientos y acciones de una
persona: es creado a partir de la interacción del individuo, el grupo cultural y las
instituciones sociales de la familia y la escuela”, (2022, pág. 7).
De esta manera, el medio natural en este caso es mi aula pues el lugar habitual
donde convivo y las condiciones están prefijadas por mí como docente.
Pero retomando el análisis nuevamente esto me ha hecho pensar, que estoy
creando entre mis alumnos el rechazo entre ellos, pues se observan y notan que
tienen un nivel de logro más avanzado que otros. Otro punto importante y es
necesario exponer que, en el ciclo escolar pasado, noté una marcada diferencia
entre los niveles de logro de aprendizaje de mis alumnos, por lo que decidí dividir
al grupo y dar las clases a los que tenían un mayor logro ciertos días y a los que
tenían mucho rezago los citaba otros días por tres meses y que transcurrido ese
lapso, reuní a todos los alumnos y presentaron al principio ese rechazo entre ellos
al trabajar en equipos.
Ante esta situación me pregunto ¿Qué estoy haciendo cómo docente para
que mis alumnos con diferentes niveles de logro se integren como comunidad de
aprendizaje? Antes de hacer esta introspección, los agrupaba por equipos al azar
mediante dinámicas tratando de que todos convivan, pero sin éxito alguno. Quienes
están avanzados buscan trabajar con sus iguales y cuándo les toca trabajar con
compañeros de un logro diferente, simplemente toman la batuta y asumen la
responsabilidad del trabajo haciendo que los otros se limiten a observar o no hacer
nada. Por lo que debo replantear mi práctica para que todos se acepten y valoren
sus diferencias.
Probablemente es un incidente que se está presentando por las diferentes
situaciones que se vivió en los últimos años, los tragos amargos de la pandemia
trajeron consecuencias terribles en todos los niveles educativos, principalmente en
los niveles de preescolar y primaria en donde los alumnos están en su formación
inicial, y al no estar de manera presencial los niños no están familiarizados a una
convivencia escolar.
Todas estas dificultades en el aula y al observar las diferencias de logro
entre cada alumno, también me lleva a plantear ¿Cuáles son las causas de los
diferentes niveles de logro de aprendizaje? Para ello debo partir de ¿qué es un
logro de aprendizaje? Investigando al respecto hallé lo siguiente:
Objetivos específicos:
Todo en esta vida se renueva, renace, avanza y se mueve de tal manera que nunca
es tarde para cambiar aquellas acciones que perjudican nuestra práctica docente,
Como docentes sabemos que entender la naturaleza del aprendizaje y la
enseñanza es una acción primordial para nuestra práctica, sin embargo, muchos
cometemos el error de pensar y concluir que ambos procesos son meramente
cognitivos y dependen en su totalidad de la capacidad que tenga o no el alumno.
Sin embargo, como docentes tenemos mucha responsabilidad de que nuestros
alumnos logren un verdadero aprendizaje significativo y la diferencia está en el
análisis de nuestra práctica y una reconstrucción de nuestra identidad docente.
Por lo tanto, puedo valorar los logros de mis alumnos mediante la observación del
comportamiento que demuestran en la realización de las actividades de aprendizaje;
haciendo uso de una bitácora o un portafolio de evidencias.
Es decir, el logro del alumno que habla dialecto está relacionado con la
diversidad lingüística y cultural de la que él forma parte. Todos tenemos una
identidad y está vinculada a nuestro lenguaje y es difícil que cambiemos sólo
porque los demás nos lo indiquen y es posible que esto esté ocurriendo al alumno
en cuestión sobre todo porque el lenguaje del alumno lo adquirió desde pequeño y
siempre ha estado en contacto en su contexto.
Por lo tanto, puedo decir que en este caso para que exista ese intercambio
de información quién debe adaptarse es el/la docente por lo que, si llego a atender
a alumnos que hablan una lengua diferente al español, mi obligación es buscar la
manera de aprender el lenguaje nativo de mis alumnos y evitar prejuicios; partiendo
de esa base podemos lograr que el alumno o alumnos construyan sus
conocimientos acerca del español sin que los niños sientan que se menosprecia su
dialecto.
CAPITULO II NUESTRA AUTOBIOGRAFÍA.
2. Metodología.
Esto resulta muy interesante pues me permite articular tres elementos que son la
experiencia, la teoría y la metodología (La metodología nos dice el cómo, el por qué y para
qué) para lograr una participación reflexiva. Lo anterior implica: leer teorías y que nos permite
sustentar el marco teórico, trabajo epistémico (precisamente todo el proceso que tiene que
ver con la construcción del conocimiento) y trabajo de campo (es la aplicación de
instrumentos). Un ejemplo de trabajo epistémico es la construcción del biograma de
trayectoria de problematización, el cuál es un esquema que permite identificar la articulación
entre los incidentes críticos. Elaborar dicho biograma, construirlo y usarlo para plantear el
problema es trabajo epistémico.
Por lo tanto, me situé entre dos teorías o modelos explicativos que me permitió resolver el
problema de investigación, los cuales son el paradigma constructivista y el paradigma
biográfico narrativo mostrando los elementos que tienen en común y la manera en cómo se
relacionan ambas estructuras.
El otro principio de la credibilidad y validez interna del método biográfico tiene que ver
con la manera en que doy veracidad y validez a la investigación y esto lo logro a través de la
triangulación y existen cuatro tipos: de información, de investigación, de perspectivas y por
último de métodos. En mi investigación biográfico narrativo incorporo un poco de los cuatro
tipos debido a que lo sustento con base a mi biograma de problematización, referentes
teóricos, métodos e instrumentos.
Por otra parte, la autonomía y lo complementario que plantea Bolívar lo puedo enlazar
con lo expuesto por Juan Luis Hidalgo y de esta manera relacionar acontecimientos, narrativas
autobiográficas, el pasado y el presente. Es decir, lo puedo explicar mediante un vínculo de
causalidad entre lo que sucedió cuando era estudiante y lo que ocurre ahora que soy docente.
Por último, la significación; Bolívar, Domingo y Fernández declaran que ello dará
autenticidad y validez a lo que estoy narrando y lo que hago realmente en mi aula.
Entre ambos desarrollos, existe un espacio que llamamos zona de desarrollo próximo
y necesitamos de ayudas o andamiaje. La distancia entre el nivel real de desarrollo,
determinado por la capacidad de resolver independientemente un problema, y el nivel de
desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de un problema bajo la guía de un
adulto o en colaboración con un compañero más capaz (Vigotsky, 1979, p.133).
Para tener una idea de lo que es un andamiaje, puedo ejemplificar el uso de un cuadro
sinóptico, el cual permite a mis alumnos comprender un tema. Por lo tanto, el andamiaje, es
todo aquello que ayuda a llegar al conocimiento como la recuperación de conocimientos
previos, ayudas visuales, formulación de preguntas o problemas, estrategias de conversación,
entre otras; todo ello como apoyo durante el proceso de aprendizaje y permitiendo realizar
una actividad o meta. La zona de desarrollo próximo nos permite valorar el potencial de
aprendizaje de nuestros alumnos, según la ZDP posee límites inferiores cuando nuestro
aprendiente trabaja de manera independiente y sin ayuda; sin embargo, cuando trabaja con
ayuda de un docente capacitado u algún compañero con un potencial más alto el límite de
ZDP es superior, por lo tanto, Vigotsky permite demostrar cómo podemos transformar nuestro
pensamiento docente para estructurar los procesos de aprendizaje.
Algo muy común en nuestras aulas es encontrar a alumnos que tienen diferentes
niveles de logro, y esto lo podemos notar al momento de realizar una actividad a nivel grupal.
Hay alumnos que terminan muy rápido, otros tardan en resolver la tarea y otros que quizá no
logren iniciar, esto puede llegar a ser incómodo como docente porque nos saca de nuestra
zona de confort y tenemos dos caminos: buscar alternativas para mantener a todos nuestros
alumnos trabajando y continúen desarrollando sus capacidades o no hacer nada y dejar a
nuestros alumnos en el abandono y hacer como que damos clases sin apoyar a quienes nos
necesitan.
Por esta razón lo primero que realicé fue plantear el tema y posteriormente decidimos
buscar respuesta a al problema que me está afectando y para ello construí el biograma el cual
fue una herramienta de gran utilidad pues permitió observar gráficamente aquellos incidentes
críticos que me dirigieron al problema de investigación.
Una vez que tuve claro la problematización, el paso a seguir fue buscar referentes
teóricos y esto lo pueden hallar en mi marco conceptual, él cual describe conceptos y explica
aspectos importantes que me ayudan a construir reflexiones acerca de mi identidad docente.
Los tres aspectos de diferente color son los más relevantes del proceso de
investigación los cuales dan contenido a la estructura sin demeritar los demás, pero es que
de estos tres momentos dependen los demás. En este esquema hago una integración de la
propuesta de Juan Luis Hidalgo y de Bolívar, Domingo y Fernández; articulando a su vez con
la perspectiva constructivista la cual aplico en mi investigación, pues hace énfasis en que debo
tener experiencias que me permita dar sentido y significado a mis acciones, de igual modo
estoy poniendo en práctica las habilidades que se usan en los procesos de construcción del
saber, como: la indagación, cuestionarse, predecir, etc.
Entonces ¿Qué beneficios obtengo al aplicar esta metodología con este enfoque
constructivista? Este enfoque me ha permitido la oportunidad de expresar con mis propias
palabras, de escribir mis opiniones, hipótesis y conclusiones, a través de un proceso
colaborativo y libre que aumenta mi autoconfianza y autonomía como aprendiz y docente.
Por lo tanto, al ser la vida un tanto espinosa y laberíntica no puedo generalizar y decir
que todos los docentes construimos la identidad docente de una misma forma; nos sirve para
encontrar la pertinencia a las explicaciones por ejemplo al responder los guiones de entrevista
y trayectoria me doy cuenta que algunos colegas y yo hemos construido nuestra identidad
docente a partir de rupturas y continuidades y que no todos los que lo construyeron a partir
de la ruptura son malos maestros y que tampoco los que la edificaron a partir de continuidades
son buenos maestros, pues la vida es bastante complicada y es influenciada por muchas
circunstancias e interacciones a lo largo del tiempo.
Las capacidades que plantea Ricoeur que debemos tener es poder decir, hacer, contar
y contarse y la de hacernos responsables. Todas ellas imprescindibles en la realización de mi
trabajo de investigación biográfica narrativa.
El poder decir, es hacer uso de la palabra oral y escrita, es decir lo que voy a hacer, qué
cambios haré a partir de mis reflexiones sobre mi actuación frente a mi desempeño docente,
modificar lo que no funciona en mi práctica, pero también significa decir que voy a hacer en
mis planeaciones lo cual permite bosquejar lo que será la acción posterior. Esta capacidad
está muy relacionada con mi trabajo en el aula y debo de hacer uso de ella.
El poder hacer es la actividad misma, la actuación o el procedimiento dando como
resultado que ocurran los eventos o sucesos en el entorno de manera física y social.
Relacionado a mi práctica docente es poner en marcha mi planeación o aplicar los cambios
que me harán mejorar mi práctica docente.
El poder contar y contarse, es interesante porque lo que estoy abordando con esta
narrativa autobiográfica tiene que ver con la construcción de mi identidad vinculada con mi
práctica y con un proceso reflexivo. Cuando empecé a escribir mi historia cuidé que fuese de
manera reflexiva, dar cuenta de las causas y causalidades. Esta capacidad es la que empecé
a desarrollar y sigo potencializando desde que inicié con este trabajo.
Para continuar con el proceso de investigación, una vez que terminé de reflexionar
sobre la ipseidad y testimonios que he vivido, me di a la tarea de escribir mi historia de manera
responsable y ayudándome de las respuestas de los instrumentos qué elaboré (guiones de
trayectoria y entrevista) toda la información recopilada me sirvió para redactar mi historia,
desde quién soy, sobre mi formación inicial, mi servicio profesional y mi ingreso en la MEB.
Siempre tratando de incluir indicios e incidentes críticos así cómo vincular estos hechos
con la información que documenté en el marco teórico buscando respuestas del porqué hice
lo que hice y procurando hallar soluciones para mejorar aquello negativo que hay mi identidad
docente y la práctica con la finalidad de dar un mejor servicio profesional a mis alumnos, y a
la sociedad.
Por consiguiente, aplique solo dos instrumentos porque la entrevista está enfocada en
documentar sucesos, hechos, acontecimientos e incidentes críticos mientras que la entrevista
trayectoria está enfocada en documentar procesos, indicios, rupturas y continuidades; ambos
instrumentos darán a pie a formular explicaciones del por qué hago lo que hago en mi aula y
cómo puedo transformar eso que hago para el bien de mis alumnos.
Por otro lado, un recurso o técnica que también me sirvió mucho para plantear mi
problema de investigación fue la construcción del biograma de trayectoria, así como mi tabla
de categorías, subcategorías. Bolívar explica como biograma: “una estructura gráfica y
cronológica de los acontecimientos que han estructurado la vida y la carrera desde la
valoración actual de su incidencia” (Bolívar, 2001, p.177-178). Por ello en mi biograma
presenta los años cronológicamente y expone acontecimientos destacados en mi vida; y la
tabla de categorías me sirvió mucho para construir y plantear las preguntas de mis guiones
de entrevista y trayectoria. Ambos recursos gráficos me ayudan a visualizar y comprender
mejor la investigación.
Otro aspecto destacable del por qué planteo la realización de la entrevista es porque las
preguntas me ayudan a dialogar con los autores y no sólo las hice para realizar la entrevista,
en mi trabajo tengo muchas preguntas planteadas iniciales, y en el marco teórico. De esta
manera logro vincular la teoría con mi experiencia, es lo que llamamos pasar del pensar
teórico al pensar epistémico de Hugo Zemelman que a grandes rasgos nos explica que las
preguntas pueden llevarnos a tener conocimientos más profundos de lo que ya existe, pero
para lograrlo es importante la crítica.
Por ejemplo, sí leo la teoría de valorización de John Dewey debo ser capaz de criticarlo
y también de relacionar su teoría con mi realidad como cuando afirma que se puede valorizar
todo aquello que es posible observar y reflexionó ¿Qué comportamientos observables estoy
valorizando en mis alumnos? y me doy cuenta que no estoy llevando un registro constante de
los comportamientos observables de mis alumnos; de tal manera que llegó a la conclusión de
que necesito cambiar de inmediato mi manera de valorizar para ser más objetiva en mis
apreciaciones. A esto lo llamó dialogar con el autor pues establezco un nexo entre la teoría y
mi experiencia, así como me auto crítico en la práctica.
Retomando a Bolívar, la entrevista dará pie a establecer juicios sobre las acciones que
he vivenciado y realizado.
2.1.4.2 La trayectoria.
Sin embargo, Bourdieu dice que solemos romantizar, y que la trayectoria está llena de
altibajos, así como de cambios, es decir generalmente, hablamos de lo que está en la
superficie de nuestra autobiografía y no profundizamos, por lo que, no adoptamos una postura
crítica. Por lo tanto, Bourdieu plantea que trayectoria es:
Bourdieu agrega más elementos, él dice que nuestra vida transcurre dentro de campos
de poder y la escuela es un campo de poder donde hay conflictos por avanzar la trayectoria,
es decir en cada lugar a donde pertenecemos hay un grupo que domina y ejerce poder para
imponerse, por ejemplo en mi grupo he detectado que un alumno ejerce su influencia en los
demás y si él dice que quiere jugar las cartas del UNO, sus compañeros aceptan de inmediato
y si hace alguna acción los demás también tratan de imitarlo.
Es decir, el campo de poder es mi centro de trabajo y el grupo dominante eran los colegas
de mayor antigüedad y con sus comentarios trataban de imponerse sobre mi práctica y
finalmente puedo decir que lograron su objetivo con el paso de los años pues dejé de hacer
actividades atractivas para mis alumnos, pero con mi ingreso a la MEB logré detectar que
cambios necesito para redirigir mi trabajo y de esta manera repercutir positivamente en el
proceso de aprendizaje de mis alumnos.
El segundo elemento que plantea es habitus, para explicar esto es necesario recordar
las disposiciones, los habitus y los ethos. Las preguntas me deben servir para dar cuenta de
la complejidad que implica la trayectoria y tiene que usarse para conocer las prácticas, las
disposiciones y los habitus que he adquirido a partir de las interacciones sociales en los
diversos contextos en los que he participado.
¿Por qué se nos dificulta trabajar con alumnos de diferente nivel de logro? Para
responder esta pregunta debo hacer un análisis de mi práctica para construir explicaciones.
En muchas ocasiones hallaremos paradigmas que tienen años de vigencia, por ejemplo “El
maestro enseña y el alumno aprende” que años atrás regía la educación, esta idea, mala
acostumbró a los alumnos ya que básicamente nos daban la respuesta de las problemáticas,
era una repetición y ello no nos beneficia en nada porque al realizar el trabajo de manera
autónoma, tenemos dificultades y terminamos por odiar las matemáticas por citar un ejemplo.
Este y otros habitus o paradigmas no se cambian tan fácil pues llevan años arraigados,
incrustados en nuestro contexto escolar y sólo mediante la reflexión puedo darme cuenta de
qué debo reconstruir mi identidad docente.
Otro ejemplo, de disposición de pensamiento es que debemos hacer que los estudiantes
trabajen en orden y en silencio, esto parte de un habitus que se está heredando. Esto lo hago
porque lo hacían conmigo y si a mi maestro le funcionó a mí también. Son también ejemplos
de disposiciones que suelo replicar en mi clase y que, al aplicarlas sin reflexionarlas, me doy
cuenta de que tengo muchos vicios y por ende mis alumnos no logran tener un avance más
significativo en sus procesos de aprendizaje; de tal manera que al detectar mis errores puedo
modificar mejor mis planeaciones. En conclusión y tomando a Bourdieu como base, me doy
cuenta de que trayectoria refiere a las posiciones que voy tomando a lo largo de mi vida, por
ejemplo: soy madre, docente, esposa, hija, cuñada, amiga, nieta, etc.; así como de las
disposiciones de pensamiento que voy adquiriendo de la interacción con mis semejantes y
que en cada contexto hay campos de poder que tratan de imponer sus ideas y costumbres.
Por lo que debo ser muy hábil para no dejarme llevar por las imposiciones de esos campos
de poder que pueden afectar mi práctica docente.
2.2 MI HISTORIA.
La historia personal es muy extensa y no podría enumerar todos los hechos por los que
he vivido, sin embargo, resumiré los más sobresalientes de mi existencia relacionados con mi
formación inicial, práctica docente y mi ingreso a la MEB. Paul Ricoeur (2006) habla del poder
hacer las cosas refiriendo a la manifestación oral, construir, relatar y relatarse, y el cargo de
conciencia. Capacidades que incluí al momento de escribir mi historia siempre procurándome
apegar a mis experiencias y a la información que recopilé tanto de la teoría como de las
herramientas de investigación aplicando el criterio de responsabilidad que Ricoeur plantea.
También recordemos a Pasternac que menciona la importancia de reflexionar sobre nuestros
actos al momento de reconstruir nuestra identidad, en mi caso buscar las causas del porqué
actuó de determinada manera con mis alumnos y esto está estrechamente ligado a los
conocimientos y actitudes que adquirí por las situaciones que viví en mi pasado con mis
docentes formadores.
Ingresé en el año 2000 en la escuela normal particular Instituto Villa del Espíritu Santo
de mi ciudad de origen, para evitar los gastos de transporte y hospedaje evitando también
separarme de mi hogar y padecer incomodidades en un lugar lejano pues mis padres dijeron
que iban a gastar lo mismo si yo estudiaba lejos y de algún modo me continuarían teniendo
bajo su protección lo cual me pareció buena idea.
Cuatro años transcurrieron en los cuales mis mentores me enseñaron cosas positivas
sobre la didáctica, tuve la oportunidad de practicar en escuelas de mi ciudad en donde me di
cuenta de que no me equivoqué en mi decisión de estudiar la normal, pues me sentía como
pez en el agua al trabajar con niños de primaria, pues me divertía mucho.
Egresé en el 2004 y decidí ingresar a Harmon Hall impulsada por mejorar mi inglés y
porque mi padre deseaba que al jubilarse yo me quedara con sus horas en la secundaria.
Logré finalizar satisfactoriamente los 16 niveles de inglés y presentar mi examen de tal modo
que recibí el documento aprobatorio, sin embargo, también tomé la decisión de presentar
examen para ingresar al servicio, pero en el nivel primaria y logré obtener la plaza que
actualmente trabajo.
Estuve año y medio en esa comunidad porque me afilié a un sindicato y pedí que me
acercarán a mi casa, de tal modo que mi siguiente escuela se ubicó en la localidad de Lomas
de Tacamichapan en el municipio de Jáltipan y ahí permanecí cuatro años. El ambiente en
ese entonces fue bastante hostil por parte de tres compañeras y algunos padres de familia
que tenían la mentalidad un poco cerrada, por ejemplo, algunos padres no les gustaban que
se les explicará temas de sexualidad a sus hijos en sexto grado y era bastante difícil
sobrellevar este tipo de situaciones al igual que algunos compañeros que gustaban de criticar
destructivamente mi trabajo.
Además, me gusta pintar, dibujar, escribir y reflexionando un poco sobre mis gustos me
doy cuenta de que en mis grupos suelo poner muchas actividades relacionadas con el arte
quizá en parte por mi afición a la pintura y el dibujo, así como el fomentar la invención de
cuentos. Considero tengo más facilidad de comunicarme de manera escrita que oral y este
trabajo es un reflejo de mi gusto por la escritura. También de niña solía escribir un diario
personal. En la preparatoria estuve en un taller de creación literaria y recuerdo que
acostumbraba a leer poesía y escribir versos, así como escribir historias que imaginábamos,
desafortunadamente perdí muchos textos de mi autoría que elaboré en ese taller.
Actualmente tengo el grupo de sexto grado con 16 alumnos, desde al año pasado les di
clases y puedo afirmar que los conozco mejor en este momento pues he detectado sus áreas
de oportunidad a nivel individual y grupal, así como sus fortalezas por consiguiente considero
se me va a facilitar el trabajo este nuevo ciclo 2023-2024.
Como todos, he tenido acontecimientos que me han marcado y este trabajo de narrativa
autobiográfica me ha permitido rememorar sucesos que han tenido mucho impacto en mi vida
actual, es decir implicó leer autores como Bourdieu que me ha enseñado que varias acciones
que realizó son porque las he tomado de mis experiencias y que de algún modo se han
sedimentado en mi ser y las he apropiado de tal manera que soy el reflejo o el producto de
mis padres y de mis maestros.
Por consiguiente recordar a mi maestra Eyra Luz de quinto grado y su estilo alegre de dar
clases y siempre usar vestidos me hace relacionarlo con mi manera de ser actual pues me
doy cuenta que casi siempre uso vestidos para ir a trabajar y que trato de tener buen humor
con mis alumnos, también recuerdo a mi maestro de tercero, el profesor Augusto, un hombre
muy sabio pero estricto que solía dar reglazos en la mano y poner planas a aquellos que
tenían un mal comportamiento y me doy cuenta que yo estaba aplicando esa costumbre de
poner a escribir frases a mis alumnos que se portan mal.
Todo lo que observé de mis maestros, la manera en que castigaban a aquellos alumnos
que tenían conducta atípica y también aquellas situaciones dónde fui reforzada con premios
por haber hecho algo socialmente aceptable lo estoy repitiendo de manera similar con mis
alumnos de manera inconsciente y que gracias al auto análisis lo he visualizado. Pues para
mí lo que hacían mis profesores durante mi formación me pareció tan normal y justo y que de
algún modo adopté esas posiciones de pensamiento al pensar que sí a mis maestros les
funcionó a mí también me funcionaría con mis grupos.
También estuve leyendo a Durkheim quién decía que las generaciones adultas influyen
en las nuevas generaciones esto es mediante la socialización, por lo tanto, parte de mi práctica
docente fue aprendida por socialización en mi formación, de manera inconsciente aprendí
ciertas estructuras que considero o considere correctas y aceptables por ejemplo, en cuarto
grado de primaria mi maestra Elizabeth solía sentarnos según nuestros promedios, ella nos
clasificaba y recuerdo que me preocupaba que me sentaran en la última fila porque significaría
una vergüenza para mis padres y en la pandemia hice algo similar pues aunque daba clases
en línea no todos mis alumnos se conectaban diario conmigo por diversos motivos y ello creo
una brecha enorme entre sus niveles de logro de aprendizaje lo cual me creo conflicto al
momento de retornar a clases presenciales y decidí dividir a mi grupo en dos e impartir clases
a los más avanzados y los rezagados en diferentes días, y esto no fue del todo correcto porque
debí integrarlos a todos al mismo tiempo, plantear actividades para que trabajasen de manera
colaborativa y entre ellos mismos se ayudasen a avanzar.
De igual manera me doy cuenta que nuestros profesores influyen de algún modo en
nuestra educación y lo reflejamos en nuestros logros principalmente cuando conseguimos
establecer una comunicación positiva y una relación de confianza y seguridad por ejemplo
recuerdo que en los grados y en las asignaturas en donde establecí un vínculo de amistad
entre mis maestros y ellos se esforzaban por darnos un mejor enseñanza tuve un mejor
rendimiento, aprendí cosas , me animaron a investigar sobre temas y descubrí información
que en ese entonces era desconocida para mí, de tal modo que puedo afirmar que de mis
maestros con los que tuve buena comunicación sus enseñanzas quedaron mejor aprendidas
en mi mente y al recordarlas me doy cuenta de que tuve más logros, más conocimientos que
han sido de mucha utilidad en mi práctica.
Del mismo modo en la normal tuve maestros que nos dejaban exponer los temas y no
nos retroalimentaban. Nosotros nos quedábamos con dudas, pero era su manera de trabajar
y vergonzosamente hace tiempo hice lo mismo con mis alumnos en la materia de historia,
repartí los temas por equipos y ellos expusieron según yo para que los alumnos leyeran y
comprendieran los contenidos, pero lo cierto es que los niños no comprendían así que deje
de hacerlo y opté por la realización de investigaciones junto con la elaboración de maquetas
y vi resultados positivos en mis alumnos.
Otras prácticas docentes que están vinculadas a contextos específicos qué observé
durante mi formación inicial fueron por ejemplo a la maestra Rosita que se comportaba
diferente en presencia de algún padre de familia pues era muy dulce y amable con nosotros,
pero en cuanto se retiraba la persona y nos quedábamos con ella se la pasaba regañando y
gritando porque no le gustaba que habláramos o nos levantáramos de nuestro lugar.
También algo significativo que recuerdo durante mi formación inicial en relación con
aquellas prácticas que no reflexionaba y fue a un maestro en la normal el cual siempre nos
decía que -no importa quién este presente, mientras tengas control de grupo y dominio de tus
temas será la parte fundamental de tus clases- de tal manera que procuraba preparar mi clase
con mucha información y no me daba cuenta de que era importante dejar que los alumnos
participen y me gustaba tener a los alumnos callados, trabajando porque compartía la idea de
mi maestro sin analizar que esto no era de mucha ayuda en el aprendizaje de mis alumnos.
Llegué a castigar a mis alumnos con tal de no perder el control de grupo por miedo a
que mis colegas vieran que no era capaz de tener un grupo ordenado y evitar así malos
comentarios sobre mi trabajo.
Un aspecto destacable fue que los docentes de mi formación inicial lograron hacerme
consciente de mis logros de aprendizaje mediante estudios de casos, los maestros nos ponían
estudios de caso, en las que se vivían experiencias docentes y nos planteaban situaciones de
reto, esto me ayudó a experimentar situaciones, hacíamos dinámicas sobres niños con
necesidades, problemas de aprendizaje, adecuaciones de materiales de diversos grados
también en periodos de prácticas me daba cuenta de mis logros por la manera de
desenvolverme con los niños y ellos de responder a mis actividades, si les gustaba y las
resolvían bien y en poco tiempo consideraba que los conocimientos de la normal estaban
funcionando.
Otra manera de notar mis avances en el proceso de aprendizaje era después de leer un
texto, ya que nos pedían que explicáramos situaciones o ejemplos como interactuar o
proceder en asuntos académicos y lo hacía bien. Era como algo robotizado, como el estimulo-
respuesta de Skinner sobre todo porque cuando terminaba mis actividades o respondía bien
una maestra en la normal me daba un churro como premio y yo me sentía feliz, con ánimo de
continuar trabajando con mi profesora.
Algo que recuerdo y me parece importante son las estrategias que usaban mis maestros
en la formación inicial que estuvieron relacionadas con el proceso de aprendizaje, en donde
muy pocos usaban la retroalimentación, y la puesta en marcha de actividades valorativas que
implicaban la evaluación de los aprendizajes esperados, debo decir que la observación cómo
técnica a través del manejo de rúbricas como instrumentos de evaluación me permitían llegar
a conocer que habilidades, conocimientos y trabajo colaborativo tenían los alumnos con los
que practicaba. Esto repercutió quizá en mi manera de evaluar porque cómo la mayoría de
mis profesores se basaban en el resultado de una prueba escrita yo opté por evaluar de la
misma manera dejando de lado la información que me proporcionaron aquellos maestros que
evaluaban de una manera más integral.
Por consiguiente, viene a mi mente ¿por qué sabiendo que lo correcto es evaluar de
manera formativa, no lo hacía? Siendo honesta me doy cuenta de que no lo hacía porque ello
implica esfuerzo, tiempo y constancia. Muchas veces tomamos las decisiones más fáciles y
que no requieren esfuerzo, porque es más cómodo y porque la teoría que me enseñaron no
la vi aplicada a mi realidad, pues era incongruente que mis profesores hablasen de los
beneficios de realizar una evaluación formativa cuando ellos no lo realizaban conmigo, la frase
de una acción vale más que mil palabras viene a mi mente y es algo que comúnmente sucede.
Todas estas anécdotas los empecé a recordar a partir del auto análisis de mi formación
inicial y al principio se me dificultó hacerlo, porque no estoy acostumbrada a realizarlo, desde
pequeños nos dan mucha teoría y nos evalúa el profesor (a) lo típico era un examen, pero
nunca nos decían “ahora ¿qué cambiarías de tu trabajo? ¿qué fue lo más difícil de hacer o
comprender? ¿cambiarías algo en tu participación o qué mejorarías? Todas estas cosas las
tenemos incrustadas a lo largo de nuestra formación y desde hace muchos años se ha hecho
y es la razón principal por la que considero se nos hace complicado realizar un auto análisis
de nuestro pasado y de nuestro presente.
Ya casi son quince años frente a grupo y en estos meses he estado encontrado
coincidencias entre algunas acciones que realizó con mis alumnos y lo que he vivido en mi
época de estudiante, algunas ya las comenté anteriormente; otras por ejemplo es que solía
dejar sin recreo a los alumnos que no terminaban las actividades y también tener listas del
tamaño de un papel bond de mi grupo y anotar o marcar quienes van entregando las
actividades y esto por ejemplo lo aprendí de una maestra que me toco observar en mis
prácticas en la normal, en donde noté que los alumnos de ella se mostraban activos y
terminaban sus tareas en tiempo y forma. Todo esto lo implementé cuando estuve ya frente a
mi grupo y tuve en algunas ocasiones buenos resultados.
De igual manera, he logrado identificar que paso mucho a mis alumnos al pizarrón tal y
cómo lo hacia una maestra durante mi formación; cuando los alumnos no trabajan o están
indisciplinados los pongo de pie sosteniendo libros en las manos; también suelo dejar que
escriban frases como “debo respetar a mis compañeros” cuando hay problemas de
convivencia, también suelo dar un dulce a aquellos estudiantes que trabajan acertadamente
en clase y levanto la voz cuando llegó al salón y veo desorden; calificar con “MB o REVISADO”
en las libretas.
Es decir, el hecho es que si alguno de mis estudiantes no quiere trabajar yo busco la
manera de hacerlo trabajar, de obligarlo y esto es parte de un habitus y una disposición de
pensamiento de que nosotros como maestros debemos de hacer que los estudiantes trabajen
a como dé lugar. Todas estas prácticas las viví a mi paso por toda la educación como
estudiante ya sea en la educación básica o en la normal y las repito precisamente porque vi
que a mis maestros les funcionaba y de manera inconsciente me quede con la idea de que lo
que hacían mis maestros es bueno y funcional.
Por ejemplo en relación a un contexto especifico puedo mencionar que cuando me visita
mi directora en el aula y mi grupo está trabajando de manera ordenada, puedo perder el
control de grupo momentáneamente, esto no me gusta pues estoy acostumbrada y me han
enseñado todo el tiempo mis maestros de formación inicial que un buen maestro debe tener
control de grupo, esto es como una idea muy marcada a lo largo de mi paso por la educación
pues siempre mis maestros regañaban o alzaban la voz para calmarnos y mantenernos en
silencio y trabajando… y bueno cuando llega mi directora o algún padre de familia a preguntar
algo y mi grupo deja de trabajar y hacen relajo, suelo alzar la voz y regañarlos para mantener
el control y esta disposición de pensamiento es algo que también lo aprendí de mis maestros.
Esto significa que el contexto de la escuela normal ha tenido mucho peso sobre mi
construcción docente, ahí me enseñaron valores, didáctica y estándares aceptables de lo qué
es la enseñanza que se enlazó con los conocimientos, valores y creencias que ya tenía yo de
manera personal, todo lo anterior me ha llevado a tener un aprendizaje lo cual es la
consecuencia del estudio, la atención, experiencias, observación, razonamiento, motivación
(factores intrínsecos) y de la influencia de nuestro entorno e interacción con nuestros
semejantes.
La manera en que llevamos este proceso de reconstrucción varía en cada individuo, pues
venimos de contextos diferentes, de familias diferentes, nuestras características varían, no
tenemos la misma motivación, nuestro razonamiento es diferente; por ejemplo mi escuela
normal fue particular y mis compañeros venían de contextos diversos al igual que yo y el
convivir juntos por 4 años me llevó a tener un estilo docente dinámico al principio pues varios
de mis profesores trataron de inculcarme que eso era lo correcto pero con sus acciones
demostraban que la teoría era más importante y por ello caí en el tradicionalismo. Todo esto
va generando que en mi manera de actuar me conduzca tal y como mis maestros lo hicieron
conmigo en un principio pero que a partir de mi autoanálisis me doy cuenta de que debo
cambiar. Estoy tratando de cambiar.
Sin embargo, me doy cuenta de que a pesar de tantas actividades por hacer y tanto estrés
puedo desvelarme y pensar por breves minutos sobre lo que estoy haciendo en el aula y eso
es en parte gracias a este documento autobiográfico que me está obligando a reflexionar sí lo
qué estoy haciendo perjudica o beneficia a cada uno de mis alumnos.
Actualmente mis logros de aprendizaje son más basados a experiencias docentes que
realmente a la teoría educativa o formativa de una institución. Debido a que la mayor parte de
los conocimientos se fueron dando debido a la necesidad de responder a las exigencias
educativas, pues no puedo decir que realmente me han enseñado técnicas de control de
grupos o padres, de cómo adecuar una planeación a una escuela multigrado, de cómo llevar
un buen manejo de relaciones personales e interpersonales, todo fue parte de un proceso
experiencial, y es así que también he tenido que tomar cómo base, los conocimientos con las
experiencias vividas en los diversos contextos y espacios y los he reflejado en mi manera de
conducirme frente a mis grupos y compañeros de trabajo.
Considero que mi identidad no la he perdido, pero si la he tenido que mesurar y adaptar,
pues el contexto es inseguro, inestable, inconvivenciable, etc. esto ha permeado que pueda
trabajar mejor con las familias, alumnos y por ende en mis funciones. La cultura es adaptable
y los conocimientos, lo comento porque en la escuela hemos tenido niños de familias de
narcomenudistas o de familias muy violentas. Este ciclo tuve el caso de un alumno que sufría
maltrato por parte de su padre y al investigar sobre el entorno familiar nos dimos cuenta (mi
directora, el equipo de USAER y yo) que el señor poseía armas de fuego en casa y se
dedicaba a cosas ilícitas por lo que tuvimos que ser prudentes al manejar el caso pues era
probable exponer a un peligro mayor a cualquier integrante de la comunidad escolar.
Las prácticas docentes que he modificado a partir de aplicar la reflexión sobre la acción
y en la acción las puedo enumerar como: seguir con mi formación, implicar a las familias en
el trabajo educativo, incluir estrategias y técnicas para mejorar la evaluación, la ética
profesional. Según Perrenoud no se puede ser docente sin la diversidad de ideologías por lo
que aprender de mis colegas cosas novedosas, ideas creativas son prácticas que he estado
modificando a raíz de la práctica reflexiva. El escuchar, observar y compartir saberes que mis
compañeros de MEB tienen, me han enriquecido de manera positiva en mi práctica.
Algo gratificante como experiencia docente que tengo sobre la manera en que valoro el
proceso de aprendizaje de mis alumnos es observar en ocasiones que ponen en práctica
cosas que les he enseñado cuando tienen algún problema. Por ejemplo, les enseñé la regla
de tres en matemáticas y específicamente cuando vimos conversiones, pero después noté
que 7 alumnos de 16 la usaron en otro tipo de problemas de manera directa e indirecta,
deduciendo respuestas o planteando problemas sin necesidad de que les indicara cómo
resolverlos.
Esto me hace recordar a Ricoeur cuando explica que aquellos que utilizan sus
conocimientos para afrontar problemas y asumen responsablemente las consecuencias de
sus actos han obtenido logros de aprendizaje.
Las modificaciones que he realizado a las prácticas heredadas a partir de mis estudios
en la MEB han sido de manera paulatina, la información y conocimientos de mis mediadores
han sido bastante enriquecedores que me han permitido cambiar algunas prácticas heredadas
como la manera de iniciar la clase, pues solía irme directo al tema, ahora tomamos unos
minutos para platicar sobre sus estados de ánimo, me intereso y escucho atentamente lo que
comentan trato de comprenderlos. Si me es posible hablo con la madre o padre de familia
para solicitar el apoyo.
Busco la manera de incluir algún experimento atractivo porque me he dado cuenta de que
son muy curiosos y trato de usar información de su contexto cuando vemos temas
matemáticos. Todo esto lo hago con base en lo aprendido a lo largo de mi paso por esta
maestría pues cada experiencia formativa me ha dejado una enseñanza nueva. También tenía
la idea de que el trabajo por equipo sólo era pérdida de tiempo y los alumnos no trabajaban
por igual, pero el trabajo colaborativo tiene muchas ventajas y ya las descubrí con varias
actividades que implemente gracias a la MEB.
Mis profesores durante la formación en la MEB influyeron para lograr el cambio de una
práctica irreflexiva a una reflexiva, cambiaron la visión qué tenía sobre lo que yo pensaba era
la mejor manera de enseñar, a través de investigaciones y análisis pude darme cuenta de que
lo que estaba realizando en el aula no funcionaba para todos mis alumnos, por ejemplo en la
MEB realicé autoevaluaciones y coevaluaciones; me di cuenta que es importante tomar en
cuenta el aspecto emocional de mis alumnos, que debo buscar siempre despertar la
curiosidad de mis alumnos y una manera es realizar experimentos o salir al campo y observar
nuestro alrededor.
Analizando sus palabras esto fue una estocada para mí, pues tiene razón, es lo que yo no
solía hacer. En mi planeación pongo recuperación de conocimientos previos la típica lluvia de
ideas, pero lo hacía el mismo día en qué aplicaba la secuencia de actividades sin tener en
cuenta los conocimientos de mis alumnos y el hecho de que no todos saben lo mismo. A lo
que voy con esto es que estamos mecanizados porque así fue nuestra formación. Mis
docentes hicieron lo mismo con este simple ejemplo de los conocimientos previos, no
reflexionamos si lo que estamos haciendo está funcionando.
Una experiencia de aprendizaje del qué soy consciente durante mi paso por la MEB es
el hecho de saber que la investigación educativa no sólo es ver el contexto y agentes sino va
para más allá, saber el tiempo y procesos para atender cada necesidad y situación al ritmo
adecuado, no sólo contar con el conocimiento, sino poder transmitirlos y reflexionar sobre
cómo mejorar. También que sin un equilibrio emocional los alumnos no aprenden y es
importante trabajar la autoestima en los alumnos y la aceptación de uno mismo.
Por ejemplo, tres alumnos se sentían rechazados y decían que no tenía amigos y que
nadie los apreciaba, yo les hice saber que en mi tenían una amiga y que sus compañeros
igual los apreciaban sólo que en ocasiones no demostramos lo que sentimos, así que decidí
en plenaria pedirles que tomaran una hoja y anotarán su nombre y rolaran esa hoja al
compañero de la derecha y que así se lo fueran pasando con la indicación de escribir una
característica positiva para el dueño de la hoja y al finalizar cuando las hojas retornaron a sus
dueños muchos se sorprendieron por los comentarios tan bonitos que recibieron incluso los
que se sentían rechazados cambiaron su percepción porque de sintieron valorados y
respetados por los demás. Estoy consciente de los beneficios de aplicar esta estrategia y al
igual que mis alumnos me sentí honrada y muy respetada por mis compañeros porque esta
estrategia la aplicó una mediadora en la MEB y al realizarla descubrí muchas emociones que
estaban ocultas en mí y en mis colegas.
Por otra parte, también de mis colegas he aprendido a valorar el proceso de aprendizaje,
me han ayudado a entender la forma en cómo enseñan, que no importa que tan mal esté un
alumno, siempre se puede trabajar con el problema de aprendizaje, pero no con un padre. Es
decir, los padres difícilmente transformaran su modo de ser, pocos apoyan y están al
pendiente de la educación de sus hijos. He encontrado padres que mandan a su hijo o hija sin
cuaderno y lápiz, hablo con ellos para crear conciencia, pero los resultados siguen siendo los
mismos. Ante este tipo de situaciones, me veo atada de manos y sólo procuró hacer mi trabajo
con lo que tengo a mi alcance.
En este apartado me dedico a escribir sobre la comprensión que logré al analizar todo lo
que ha pasado en mi contexto a lo largo de mi vida y cómo influyen los pensamientos de mis
comportamientos con cada una de las personas que he interactuado y en la manera que
realizo actos determinados.
La primera ruptura fue cuando decidí ser maestra de primaria y no de secundaria cómo
mi padre deseaba. Y no fue porque me desagradase la asignatura de inglés, al contrario, tuve
buenos recuerdos con la lengua inglesa, mi padre me enseñó desde niña a través de
imágenes, en mi casa siempre hubo libros de inglés, en la preparatoria traduje un libro de
anatomía al español y finalmente curse en Harmon Hall todos los niveles de manera
satisfactoria. Sin embargo, me di cuenta de que dar clases en una secundaria era complicado
por la conducta inestable de los alumnos, en ocasiones se comportaban de buena manera,
pero en otras veía alumnos desordenados y en ocasiones groseros.
Ello me hizo sentir temerosa, preocupada y hasta cierto punto insegura porque no sabía
si hacer caso a mi padre a pesar de mis temores. Por lo tanto, decidí ingresar a la licenciatura
en primaria, pues me parecía que ese ambiente era más tranquilo, más pacífico.
Conforme transcurrió el tiempo tuve mayor contacto con niños de primaria y noté que
lograba hacer que los alumnos trabajaran de manera ordenada y hasta cierto punto amena,
ello me hizo confirmar que mi decisión había sido la correcta. Me sentía contenta, satisfecha
y muy segura de que estaba haciendo un buen trabajo.
La segunda ruptura la tuve cuando obtuve mi plaza y llegué a una escuela multigrado, el
director me asignó primero, segundo y tercer grado. Me di cuenta de que lo que sabía y había
puesto en práctica en la normal y en escuelas urbanas no me daba buenos resultados en un
ambiente rural y con tantos grupos al mismo tiempo. Mis alumnos requerían mucha atención
y la elaboración de material didáctico lo cual dificultaba mi labor pues hubo momentos en los
que no contaban ni con lo básico para escribir en clase.
La tercera ruptura la tuve hace poco cuando ingresé a la MEB, pues según yo realizaba
un buen trabajo frente a grupo, pero nunca me daba el tiempo de reflexionar a profundidad
sobre lo que hago. Muchas actividades que aplicaba fueron adquiridas por mi experiencia en
mi paso por la escuela como estudiante y no consideraba con detenimiento sí lo que hacía
era de utilidad para mis alumnos.
Pocas veces solía hacer una introspección y un autoconocimiento, pero este momento
es propicio para reflexionar sobre mi vida, identificar mis fortalezas y áreas de oportunidad,
ello me ayudará a tomar decisiones para medrar y transformar mi práctica. La elaboración de
este trabajo me brinda la oportunidad de conocerme mejor a mí misma y comprender mis
necesidades y deseos más profundos, por ello empecé a redactar planteándome la pregunta
¿Qué hago actualmente cuando me encuentro con alumnos de diferentes niveles de logro?
De tal modo que puedo afirmar que muchas prácticas erróneas las he empezado a
cambiar tomando como referencia los conocimientos que la MEB me proporcionó, pues antes,
solía ser autoritaria, clasificaba a mis alumnos según sus logros de aprendizaje, pensaba que
tener control de grupo significa mantener a los alumnos en silencio y trabajando de manera
individual, dejaba mucha tarea incluso algunos alumnos se les llego a formar un callo en el
dedo de tanto escribir por las tareas que dejaba.
Poco a poco, logré darme cuenta de que lo que realizaba con mis aprendientes no servía
para aquellos con un nivel de logro más bajo, en la MEB descubrí la importancia de la
educación socioemocional que para mí hasta ese entonces no era importante, por ejemplo y
que si se trabaja el efecto Pigmalión puedo crear una autoestima o proyección mayor a lo que
comúnmente tienen los alumnos, no sé si este bien decirlo, pero creo es necesario hacer sentir
al alumno que puede lograr expectativas suficientes para sus objetivos en ésta vida. Por lo
tanto, me formuló expectativas altas para todos, les enseñó a encontrar sus fortalezas y se
los hago saber para que ellos respondan de la mejor manera a las actividades.
También, parto del diagnóstico, después de los resultados, aplicó actividades que sean
exploratorias sobre conceptos básicos y prácticos, una vez que ya tengo un número
aproximado de qué conocimientos tienen los alumnos, puedo plantear situaciones para que
se trabaje en equipo, y comúnmente hago los equipos, dónde según el resultado de los
alumnos los pongo algo cómo, el sobresaliente, regular y deficiente.
La cuarta ruptura la tuve hace poco con la NEM y que de algún modo la MEB me ha
ayudado a encontrar poco a poco el equilibrio a la confusión que se creó en mi interior al no
saber cómo trabajar con los diferentes tipos de proyectos.
La SEP nos tenía acostumbrados a proporcionar un modo de trabajo, un tanto rutinario y
hasta cierto punto tradicional pero ahora nos están dando autonomía en la realización de
nuestra labor así como la vinculación de los temas a nuestros contextos, sin embargo en la
MEB tuve experiencias formativas cómo Diseño Universal para el aprendizaje y Metodologías
Sociocríticas para el desarrollo del aprendizaje autónomo que han sido de mucha utilidad y
que me han ampliado el panorama de cómo abordar los temas del nuevo plan educativo.
Ya no tengo esa incertidumbre de qué voy a hacer frente a mis alumnos y sé que puedo
trabajar con los alumnos de manera cooperativa, colaborativa, incluyente y con respeto por la
dignidad humana.
Pensé y sentí que era complicado que convivieran y compartieran conocimientos alumnos
con tantas diferencias y que de algún modo evidencié de manera negativa a cada uno de
ellos, creando entre ellos un rechazó muy evidente pues un grupo se sentía con aires de
superioridad y los otros se sentían deficientes y discriminados. Sentimientos que yo misma
llegué a sentir cuando me encontré en una situación semejante, ahora me doy cuenta de mi
error y esto me hace sentir sumamente avergonzada de mi actuación en el pasado.
Es decir, ¿Cuáles son las áreas de oportunidad que debo mejorar en mi práctica? Dejar
el tradicionalismo arraigado en mi práctica: dictar, exponer, cambiar las disposiciones de
pensamiento que afectan mi desempeño frente a grupo, el trabajo en equipo, la comunicación,
el diálogo y la mejora de los instrumentos de evaluación.
Viene a mi mente ¿qué estoy haciendo para transformar mis áreas de oportunidad? En
primer lugar, considero que la auto reflexión es parte de la evolución en el mismo aprendizaje,
lo que me permite ver que hago bien, que no hice bien y qué tendría que hacer bien. Por
ejemplo, si soy impuntual, pues bueno, empiezo a disciplinarme, y entonces, llegó más
temprano, si me hace falta mejorar el trato, entonces primero trabajo mi paciencia, con ello,
permito los puntos de vista diferentes al mío, así se puede dialogar y llegar a acuerdos.
Así que la mejor manera de medrar mis áreas de oportunidad es continuar practicando la
reflexión sobre mi trabajo e ir detectando y registrando los avances y retrocesos que voy
teniendo sobre mi desempeño, quitarme el temor al descubrir quién soy realmente y encontrar
los indicios del porque hago lo que hago.
Me doy cuenta de que muchas emociones negativas que tuve en las continuidades que
presento como desaliento, temor, irrespetada, humillada, enojo e inseguridad, ridiculizada
también lo he notado al observar a mis alumnos cuando pasan al pizarrón. Ello me hace sentir
culpa y arrepentimiento de mis acciones pasadas. Por lo tanto, procuraré ser empática y
evitaré que mis alumnos sigan sintiendo lo que yo llegué a sentir cuando estuve en sus
lugares.
También percibo que sí mantengo el hábito de la reflexión sobre las continuidades que
presento me ayudará a prever nuevas continuidades porque la vida es tan cambiante que
siempre emergen nuevas continuidades y otras debo transformar de manera positiva.
Por ejemplo, las continuidades relacionadas con identidad docente como aplicar planas y
poner a los alumnos a cargar libros por varios minutos hasta que ellos sientan dolor para
controlar la mala conducta, no es correcto. Pues me doy cuenta que los alumnos se portan
bien no porque tomen consciencia de lo que es correcto si no es porque quieren evitar el
castigo, por lo tanto mis alumnos no comprenden o distinguen lo que es justo o injusto, aún
no diferencian lo que es el bien y el mal, lo que es correcto e incorrecto pues no han
desarrollado aún el sentido del deber por lo tanto debo trabajar más los valores mediante la
práctica, la experiencia y mucha motivación pues de esta manera los alumnos tomarán con
responsabilidad sus acciones y consecuencias.
De la misma manera ocurre con la situación de dejar mucha tarea al grado de que a mis
alumnos les provoque un callo en su dedo por tanto escribir, en mi mente tenía la idea que
con esto lograba que al menos mis alumnos leyeran un poco al escribir las tareas pero esto
no sirve de nada si lo hacen por obligación y no por gusto, al contrario estoy provocando un
rechazo por querer aprender, de tal manera que ya esta práctica la modifiqué desde que inicie
con la MEB, pues aprendí que debo partir de los intereses de ellos para lograr el aprendizaje
por ello también solemos platicar en clase sobre aquellas cosas que les son divertidas e
interesantes y me he dado cuenta por ejemplo que a la mayoría les agrada realizar
experimentos o manualidades por lo que estoy implementando actividades relacionadas con
sus gustos.
Pero no todas las continuidades son tan malas en relación con esta categoría, si bien el hecho
de regalar un dulce por participar puede considerarse como conductismo considero que el
refuerzo mediante estímulos, en este caso un dulce no es tan malo si se hace de vez en
cuando pues recuerdo que cuando recibía el churro por parte de mi maestra me hacía sentir
feliz y motivada por mantener atención a la clase.
En ocasiones un detalle hacia los alumnos los hace sentirse queridos y motivados por
aprender pues recordemos que existen alumnos con problemas familiares que no rinden en
clase ante tantas dificultades derivadas de su contexto y que un poco de amor, comprensión
y hasta una golosina hace la diferencia. Recuerdo que hace tres años tuve un alumno con
mala conducta y que investigando las causas de su comportamiento me di cuenta de que su
madre lo abandonó en el DIF, su padre no lo quiso cuidar y su abuela paterna era quién
decidió hacerse cargo de él. Esta información me hizo reflexionar que en realidad lo que le
hacía falta a mi alumno era afecto por lo que decidí hacerme su amiga y mostrarle mi respeto.
El rechazó de sus padres provocaba un enojo interno en mi alumno y la manera de manifestar
su inconformidad era agrediendo física y verbalmente a sus compañeros. Finalmente puedo
decir que logré que mi alumno fuera aceptado por el grupo y mostrase un buen
comportamiento, lo cual me hace sentir orgullosa de lo logrado.
Por otro lado, en cuanto a las rupturas relacionadas con la categoría de identidad docente
también puedo decir que son principalmente dos: la primera con la decisión de ser maestra
de primaria a pesar de los deseos de mi padre, estando en la práctica me di cuenta de que no
erre en haber elegido mi camino, disfrutó mi trabajo, me agrada convivir con mis alumnos, con
mis compañeros de escuela y con los padres de familia. Afortunadamente he logrado
establecer buena comunicación con la mayoría de las personas con las que he convivido y
ello ha facilitado mucho mi trabajo.
En esta perspectiva me resta decir que he aprendido a desarrollar estrategias para mejorar el
desarrollo de mis clases, he incrementado mis conocimientos y por ende mi entorno educativo
ha mejorado, pues la convivencia entre todos dentro del aula es cordial y existe un ambiente
de paz. Ahora estoy consciente de los errores que venia cometiendo y que de ninguna manera
pienso repetir porque me he dado cuenta de que yo obstaculizaba el aprendizaje de mis
alumnos. A partir de este momento haré de la reflexión de mi práctica un hábito, sólo así
detectaré continuidades y rupturas que afectan a mi práctica docente y las transformaré de
manera positiva procurando que mis alumnos se desenvuelvan en un ambiente áulico sano y
constructivo.
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sociocultural-lev-vygotsk
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ANEXOS.
Biograma de rupturas y continuidades de la profesora Montserrat.
CONTINUIDADES
Emociones RUPTURAS Identidad Emociones identificadas
identificadas al al vivir cada suceso.
vivir cada suceso. docente
En la primaria mi maestro de
Estar en contacto con el ambiente laboral tercer grado solía aplicar castigos
Interesada, de mi padre me hizo desear seguir su severos a quienes se portaban mal Miedo, agobiada,
entusiasmada, ejemplo y ser maestra desde niña, pero él y a escribir frases de manera preocupada,
orgullo, alegría. deseaba que fuera maestra de inglés como repetitiva para corregir. espantada.
él, en una secundaria.
Preocupada, Ver la mala conducta de los alumnos adolescentes me A través del auto análisis me di cuenta de que también estoy
insegura, hizo pensar en estudiar la normal con la licenciatura en repitiendo la acción de mi profesor de 3° al poner a mis Apenada,
espantada. primaria y evitar trabajar en un futuro con adolescentes alumnos a escribir frases cuando cometen acciones arrepentida,
en secundaria. No me equivoqué al tomar mi decisión, al inadecuadas y les hago ponerse de pie cargando libros. desaliento,
Después feliz estar en prácticas en la normal comprobé que nací para conmocionada.
También mi profesor de educación física en la normal solía
al practicar ser maestra de Primaria. aplicarnos ejercicios crueles pues nos ponía con los brazos
con niños de
estirados por 15 min, el dolor era insoportable.
primaria.
Segura, Humillada,
confiada, La secretaría de educación nos acostumbró a irrespetada,
calma que el libro de texto era la parte medular de En la preparatoria solía exhibirme marginada,
la enseñanza y nuestra base para impartir una maestra pasando al pizarrón y insuficiente,
conocimientos decirme comentarios negativos. insegura,
ridiculizada,
aterrada.
Acompañó a mi padre a su
trabajo y es algo que solía RUPTURAS
hacer durante toda mi
infancia y adolescencia.