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SERIE SOCIOECONOMIA SOLIDARIA

Empresas
y solidaridad

ALIANZA PARA UN MUNDO RESPONSABLE, PLURAL Y SOLIDARIO www.alliance21.org


Los cuadernos de propuestas para el
siglo XXI

Los Cuadernos de propuestas conforman una colección de pequeños libros que,


dentro de cada uno de los ámbitos determinantes para nuestro futuro,
reagrupan las propuestas que han parecido ser las más pertinentes para poner en
marcha en nuestras sociedades las rupturas y evoluciones necesarias para la
construcción de un siglo XXI más justo y sustentable. Su objetivo es estimular un
debate sobre estas cuestiones, tanto a nivel local como a nivel mundial.

En sí mismas, las grandes mutaciones que agrupamos bajo el término de


“mundialización” pueden representar tanto oportunidades de progreso como
riesgos de que se acentúen las desigualdades sociales y los desequilibrios
ecológicos. Lo esencial es no dejar que los grandes actores políticos y
económicos las lleven adelante solos, porque al ser prisioneros de sus propias
lógicas cortoplacistas nos llevarán ciertamente a una crisis mundial permanente,
puesta de manifiesto desde los atentados del 11 de septiembre en los Estados
Unidos.

Es por eso que la Alianza para un mundo responsable, plural y solidario [ver
anexo], en el transcurso de los años 2000 y 2001, lanzó la idea de un proceso de
recolección e identificación de propuestas surgidas de diferentes movimientos y
organizaciones, de distintos actores de la sociedad y de diversas regiones del
mundo. Ese trabajo se llevó adelante a través de foros electrónicos e incluyó una
serie de talleres o encuentros a nivel internacional que culminaron con la
presentación de unos sesenta textos de propuestas con ocasión de la Asamblea
Mundial de Ciudadanos realizada en Lille (Francia) en diciembre de 2001.

Dichos textos, eventualmente completados y actualizados, son los que ahora se


publican a través de una red de editores asociativos e institucionales en 6
idiomas (inglés, español, portugués, francés, árabe y chino) y en 7 países (Perú,
Brasil, Zimbabwe, Francia, Líbano, India y China). Los editores trabajan juntos
para adaptarlos a los distintos contextos culturales y geopolíticos, con el objeto
de que los Cuadernos de propuestas susciten un debate lo más amplio posible en
cada una de estas regiones del mundo y lleguen al público al cual han sido
destinados (periodistas, tomadores de decisiones, jóvenes, movimientos sociales,
etc.).

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Presentación del cuaderno « Empresas
y solidaridad »

Si se trata fundamentalmente de encontrar la forma de revertir la jerarquía de los


objetivos de la economía de forma tal de reinsertar el Hombre en el centro de un
proyecto del cual las empresas son una de las partes, un primer debate sería
relativo al nivel de responsabilidad de las empresas en los procesos de
mundialización de la economía y sus efectos. No existe necesariamente
contradicción entre el concepto de empresa y el de solidaridad. La preocupación
por ser “ buenos ciudadanos ” , hasta hace poco tiempo, estaba en el orden del
día para muchas empresas. Fueron los cambios recientes en el mundo de las
finanzas y del comercio que las obligaron a remodelar sus estructuras para
desarrollarse, o , frecuentemente, tan sólo para sobrevivir. En ese proceso, ellas
se vuelven organizaciones de finalidad económica, que pierden el sentimiento de
pertenencia a su medio y hasta su misma identidad. Es necesario constatar la
influencia considerable de las empresas sobre la vida cotidiana de un número
siempre creciente de individuos. Jurídicamente, la empresa no es considerada
como un bien colectivo, si bien tiene responsabilidades sociales y ambientales. Si
la acción de los Estados no es siquiera capaz de hacer respetar por la ley los
deberes de las empresas hacia la sociedad, como se haría entonces la regulación
de las responsabilidades sociales de las empresas? Vemos que las reacciones de
los consumidores (llamada al boicot, la campaña de opinión europea por la ropa
limpia), los inversores (la emergencia de agencias de anotación societaria, de
organizaciones que analizan el desempeño social y ambiental de las empresas, el
ahorro salarial) toman cada vez más importancia. Algunas empresas crean sus
cartas éticas, establecen sus códigos de conducta, recurren a auditorías de
conformidad social. La cuestión del lugar de la empresa en la sociedad y de su
abordaje de la solidaridad toma un nuevo sentido. Qué apuesta representa la
solidaridad para las empresas, entre ellas, por un lado, pero también entre ellas y
su entorno, más allá de su relación con la sociedad en su conjunto?

Este trabajo fue elaborado a partir de los intercambios entre los participantes del
foro electrónico http://business.socioeco.org y del Encuentro temático del 19-20
de abril 2001.

Redacción por Muriel Wolfers, Laurent Fraisse y Martial Cozette

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Empresas y solidaridad

Cuaderno coordinado por Martial Cozette

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1. Constataciones y diagnóstico
Si se trata fundamentalmente de encontrar la forma de revertir la jerarquía de los
objetivos de la economía de forma tal de reinsertar el Hombre en el centro de un
proyecto del cual las empresas son una de las partes, un primer debate sería
relativo al nivel de responsabilidad de las empresas en los procesos de
mundialización de la economía y sus efectos.

Varios abordajes podrían entonces expresarse :

No existe necesariamente contradicción entre el concepto de empresa y el de


solidaridad. La preocupación por ser “ buenos ciudadanos ” , hasta hace poco
tiempo, estaba en el orden del día para muchas empresas. Fueron los cambios
recientes en el mundo de las finanzas y del comercio (permeabilidad de las
fronteras, internacionalización de los mercados financieros, concentración, que se
atribuyen a la revolución en los modos de comunicación y transmisión de datos)
que las obligaron a remodelar sus estructuras para desarrollarse, o ,
frecuentemente, tan sólo para sobrevivir.

En ese proceso, ellas se vuelven organizaciones de finalidad económica, que


pierden el sentimiento de pertenencia a su medio y hasta su misma identidad.
Abandonan, sin tiempo para la reflexión, sus responsabilidades en relación a la
sucesión, es decir, en relación al rol que juegan hacia a la juventud, al lugar de
las mujeres y el medio ambiente.

Se puede, por el contrario, considerar que la sola búsqueda de crecimiento, en


detrimento de las demás necesidades del Hombre, es intrínseca a la historia de
las empresas transnacionales.

La historia de las multinacionales durante el Siglo XX está marcada por luchas sin
piedad entre ellas, y por el financiamiento desprovisto de sentimientos que
generaron numerosas guerras y golpes de Estado (entre ellos, en 1991, el golpe
de Estado contra Aristide en Haití, financiado por empresas montadoras para
impedir el aumento de salarios de los trabajadores de 1,76 a 2,94 dólares por
día)

A partir de ahí, es legítimo preguntarse sobre la credibilidad acerca del nuevo


rostro humano de las empresas. Por ejemplo, entre las 40 empresas miembros
del “Compacto Global” , la British Petroleum, pese a haber negado las acusaciones
de financiamiento de los paramilitares colombianos, admitió haber dado plata al
ejército colombiano “para finalidades estrictamente defensivas”. La misma British
Petroleum redujo su personal a la mitad entre 1990 y 1996, mientras de 1993 a
1996, quintuplicó sus beneficios. Suez Lyonnaise estuvo involucrada en
denuncias de corrupción en Francia y Argentina, tanto como los curricula de Nike,
Shell, Rio Tinto y Novartis en materia de derechos humanos y respeto al medio
ambiente tienen sus problemas innegables.

Más allá del nivel donde nos ubiquemos, es necesario constatar la influencia
considerable de las empresas sobre la vida cotidiana de un número siempre
creciente de individuos.

Jurídicamente, la empresa no es considerada como un bien colectivo, si bien tiene


responsabilidades sociales y ambientales. Si la acción de los Estados no es

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siquiera capaz de hacer respetar por la ley los deberes de las empresas hacia la
sociedad, como se haría entonces la regulación de las responsabilidades sociales
de las empresas?

Una respuesta a esta cuestión puede ser obtenida a través de la observación de


nuevos tipos de regulaciones económicas ciudadana y privada. Ellas se ilustran en
eventos internacionales como Seattle y Porto Alegre. Vemos igualmente que las
reacciones de los consumidores (llamada al boicot, la campaña de opinión
europea por la ropa limpia), los inversores (la emergencia de agencias de
anotación societaria, de organizaciones que analizan el desempeño social y
ambiental de las empresas, el ahorro salarial) toman cada vez más importancia.
Algunas empresas crean sus cartas éticas, establecen sus códigos de conducta,
recurren a auditorías de conformidad social. La cuestión del lugar de la empresa
en la sociedad y de su abordaje de la solidaridad toma un nuevo sentido. Qué
apuesta representa la solidaridad para las empresas, entre ellas, por un lado,
pero también entre ellas y su entorno, más allá de su relación con la sociedad en
su conjunto?

Entre los debates del foro y del Encuentro Temático, seis constataciones
principales fueron identificadas:

1. La compatibilidad entre empresas y solidaridad no es automática. Las


empresas son organizaciones complejas, atravesadas por intereses
divergentes. No es función de una empresa ser solidaria o crear empleos. La
primera función de una empresa es asegurar su propia supervivencia, su
permanencia en el tiempo, cuando no es realmente la busca del beneficio.
Para que una empresa adopte una operación solidaria, es necesario que ella
encuentre un interés común entre las distintas partes involucradas
(accionistas, directivos, asalariados, consumidores, proveedores, poderes
públicos);

2. Para poder utilizar los recursos que necesita para producir y vender productos
y servicios, la empresa debe obtener de la sociedad civil una cierta legitimidad
– contrato tácito más o menos contradictorio, pero sobre todo evolutivo: el
cambio está ligado a los umbrales que la sociedad define en cada momento y
en cada país (trabajo infantil en los países en desarrollo, por ejemplo). Lo que
importa, principalmente, es salir de un círculo vicioso negativo sobre la
cuestión de la finalidad (redistribución de los frutos del trabajo) y los medios.

3. La importancia tomada gracias a la globalización de los mercados financieros


en el financiamiento de las multinacionales trastorna las condiciones de
gobernabilidad de las empresas, otorgando un rol mucho más importante a
los accionistas y a los inversores institucionales en las estrategias de los
grupos y en el reparto de los beneficios;

4. Es importante diferenciar los grandes grupos transnacionales y las pequeñas y


medianas empresas, en la cuales se concentra el mayor número de puestos de
trabajo. Las pequeñas empresas pueden ser consideradas como partes
integrantes (de las grandes) o aun como laboratorios de innovación social. Por
ello, son necesarios apoyos técnicos o financieros, del mismo modo que
resultan útiles las redes. Lo mismo ocurre en el sector informal o en el sector
de las empresas de la economía social y solidaria.

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5. Las dificultades de reunir los distintos actores del sector y establecer un
verdadero diálogo. El Encuentro Temático testimonia en qué medida ello es
así, puesto que los representantes de grandes empresas estuvieron
prácticamente ausentes. Es necesario constatar que las empresas se interesan
a la ética, pero en general entre ellas y sin confrontación con la sociedad civil.

6. Las diferencias económica, social y culturales entre ellas son muy fuertes. Las
diferencias de facturación, de legislación del trabajo, de libertad y de tradición
sindical, de concepción del trabajo y de las solidaridades, son algunos
factores que explican la diversidad de las estrategias de resistencia, de
adaptación o de imitación prestadas por regulaciones nacionales, frente a la
mundialización.

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2. Visiones y nuevo paradigma
Uno de los puntos determinantes en la construcción de una responsabilidad
social de las empresas a escala internacional se basa en la confianza que
depositan los representantes de la sociedad civil en el establecimiento de
relaciones contractuales con las empresas (principalmente en lo que se refiere a
los códigos de conducta). Paralelamente, no se puede esperar establecer un
debate con representantes del mundo de la empresa que supere el marco de las
comunicaciones tradicionales, sin un mínimo de comprensión mutua.

En síntesis, se pueden proponer dos abordajes:

- Los partidarios del reestablecimiento de la aproximación entre las empresas y


su entorno, más bien favorables al diálogo y al contrato.
- Los partidarios de la mundialización de la contestación que se interrogan más
bien sobre los medios de control estatal y ciudadano.

Restablecer el diálogo entre empresas y actores


involucrados

Es posible salir del fantasma del “hombre de negocios villano”?

El industrial y el gerente son raramente propietarios de su empresa. Son


asalariados, lo que los obliga a lidiar permanentemente entre la búsqueda del
beneficio a corto plazo (para satisfacer a sus accionistas mandatarios) y la
búsqueda de largo plazo destinada a desarrollar y asegurar la supervivencia de su
empresa. No pueden, por lo tanto, comprometerse con la responsabilidad de la
sociedad, sin una razón aparente, una razón “racional”.

Es posible, entonces, considerar un cierto número de razones consideradas


“racionales” para que un industrial se comprometa con una acción socialmente
responsable:
1) Una respuesta a un boicot o una estrategia de marketing para el público
europeo en su conjunto.
2) Una forma de permanecer en buenas relaciones con los gobiernos locales para
obtener licencias y autorizaciones futuras.
3) Una estrategia de supervivencia a largo plazo (por ejemplo: una reforestación
por un aserradero)
4) La única solución para un sector muy dependiente de su mano de obra:
fidelizar a su personal.
Si ninguna razón evidente aparece, entonces es necesario crear alguna para el
industrial: la “campaña europea contra el trabajo infantil en la industria de la
alfombra en la India”, por ejemplo. Crea una “demanda social” para las empresas
del sector.

Es en los países en que la cohesión social permanece fuerte que el dinamismo


económico es mayor. Se pueden citar, por ejemplo, la multiplicación de las mesas
llamadas de concertación en el Québec, que reúnen a representantes de
asociaciones de empleadores, sindicatos de empleados, asociaciones de vecinos,
etc. (Forum del Empleo, desde 1990) o los Centros Locales de Desarrollo cuyo
objetivo es el de promover el desarrollo económico y social del entorno.

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La cohesión social puede ser restablecida según dos pistas:
- Favorecer las empresas que promueven la participación de los accionistas y de
los clientes en formas democráticas (una voz, un voto). En el Québec, por
ejemplo, la principal institución financiera es una organización cooperativa
que integra en sus estatutos un objetivo : “ el bienestar económico y social de
las personas y de las colectividades… ” y un medio : “ la educación de sus
miembros y de su personal en economía, en cooperativismo, en solidaridad y
en la responsabilidad ”. En otro ámbito, el de Círculo Condorcet de Rennes, la
revista Panorámicas propone un modelo de Sociedad Anónima de Gestión
Paritaria en la cual los representantes de los asalariados tendrían la mitad de
las plazas en el Consejo de Administración o en el Consejo de Gestión. Se está
realizando un trabajo prospectivo con la delegación interministerial en
innovación social y en economía social, para un modelo de SA de gestión
compartida (por lo tanto de geometría variable)

- La segunda pista es la de la sensibilización de los directivos de las empresas


tradicionales, tanto desde la enseñanza en las escuelas de gestión como por
las campañas de opinión. La noción de “ empresa ciudadana ” está en la
orden del día, incluso en los estados Unidos, y ello se ve principalmente en la
aparición de nuevos puestos, como los de vice-presidentes o directores de
ética. En 1987, 21% de las políticas sobre ética eran adoptadas por el Consejo
de Administración, mientras en la actualidad el 78% lo son.

Contestar las prácticas de las multinacionales

Las organizaciones de consumidores comprometidos insisten sobre la


importancia de la presión externa. No solamente la acción militante es necesaria,
sino también es ella la que crea el espacio para que las negociaciones más
moderadas tengan lugar.

Existe frecuentemente un abismo entre lo que dicen y lo que hacen las


multinacionales. Observando la Shell y Nike, por ejemplo, podemos preguntarnos
si las acciones concretas de los dos grupos en relación al respeto de los derechos
del hombre están realmente a la altura de lo que comunican.

Las nuevas funciones de “eticólogos” observadas en muchas empresas,


permanecen, al menos en Francia, muy vinculadas a la Dirección de
Comunicación. En los países sajones, la creación de esas funciones se traduce
mucho más en la organización misma de las empresas. Pero también es necesario
reconocer que tales dispositivos tienen igualmente como objetivo posibilitar la
intervención frente a instancias políticas de cada país, de modo de defender la
posición de las empresas.

Globalmente, existe un gran vacío jurídico a nivel internacional. Cuáles son las
jurisdicciones competentes en relación a la responsabilidad jurídica de las
transnacionales, constituidas por una sociedad madre creada según las leyes de
su país de origen, que luego se implanta en otros países por medio de sucursales
que dependen de las leyes del país huésped. En relación a esta situación, se
observa desde hace unos veinte años la emergencia de una forma de Estado
embrionario (OMC, Banco Mundial y FMI) cuyos directivos no son elegidos
democráticamente y en cuyo seno los poderes están mal separados. La carencia
de un poder judicial es patente: las convenciones internacionales ratificadas no
son aplicadas, puesto que no hay instancias de aplicación de sanciones.

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Sin embargo, los mecanismos de aplicación de estas normas existen: los Comités
de Pactos y Convenciones internacionales, los tribunales nacionales, la Corte
Interamericana de los Derechos del Hombre, el Tribunal europeo de los Derechos
del Hombre, los tribunales arbitrales internacionales y la Corte Internacional de
Justicia, que creó 1993 una Sala del Medio Ambiente.

Infelizmente, el Estatuto de la Corte Penal Internacional, aprobado en Roma en


1998, no estableció la jurisdicción de la Corte sobre las personas jurídicas ni
sobre los delitos contra los derechos económicos, sociales y culturales.

Los tribunales nacionales continúan a ser un recurso muy importante contra las
actividades ilícitas de las empresas transnacionales. Los tribunales nacionales
competentes pueden ser aquellos correspondientes al lugar donde se produjo el
daño (India en el caso Bophal), aquellos correspondientes a la sede principal de
las empresas responsables (Texas en el caso de las empresas bananeras), o el
mismo domicilio de las víctimas si no corresponde el lugar donde sobrevino el
daño.

Existe jurisprudencia en esa dirección.


En 1973, (caso Parke Davis), la Corte Suprema Argentina planteó que era
necesario “correr el velo” de la ficción jurídica y establecer la realidad económica,
de modo tal que la empresa madre no pueda escapar a sus responsabilidades. El
mismo año, en el caso Swift Delec, la misma Corte estableció que cuando una
empresa madre abandona una sucursal insolvente, los efectos de la demanda
contra la filial deben ser extendidos a la empresa madre de tal forma que esta sea
considerada responsable frente a los acreedores de la sucursal, especialmente de
los asalariados.

Es necesario explorar y profundizar la investigación en materia de normas y de su


aplicación a las empresas transnacionales, sin alejar la posibilidad de elaborar
códigos de conducta obligatorios y otras normas específicas obligatorias.

Pero un cierto número de organizaciones patronales contestan la regulación de


las relaciones salariales por los poderes públicos, contestación bastante fuerte
por el lado de las empresas transnacionales, capaces de entrar en competencia
con territorios y hasta con los mismos poderes del Estado.

En mayo del 2000, el Presidente de la Cámara de Comercio Internacional Adnan


Kassar declaraba en Budapest que las empresas del “ Global Compact ” se
oponían a cualquier norma obligatoria (reglas prescriptivas). En pocas palabras,
proponían la autogestión de sus relaciones con los derechos humanos y su
responsabilidad frente a la sociedad, es decir, ponerse por encima del conjunto
de la sociedad, de sus leyes y las normas internacionales, remplazándolas por
códigos de conducta voluntarios editados por ellas mismas.

Se constata entonces que el modo de regulación pasa por la interpelación de la


opinión pública y por los medios de comunicación masiva. La opinión pública se
halla en posibilidad de transformarse en su principal contrincante.

La llamada al diálogo con la sociedad civil es probablemente una señal del pasaje
de una regulación por la opinión pública a una regulación por la negociación
social, principalmente alrededor de los códigos de conducta.

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Es necesario, sin embargo, señalar una ambivalencia: si la óptica de la
desregulación prevaleciera, los códigos de conducta podrían resultar en un
desencadenante de corto-circuitos del papel de los sindicatos (y del estado) en la
aplicación de las normas de trabajo.
Esos código son, por otro lado, la esperanza para el movimiento social de
remediar la carencia del poder judicial, devolviendo sentido a la actividad judicial
de la OIT. Introducen, sin duda, más transparencia y diálogo con los movimientos
sociales internacionales, y por ello mismo, un suplemento de democracia.

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3. Iniciativas e innovaciones

En este nuevo contexto, una fuerte recomposición entre las relaciones entre
empresas y los que denominamos hoy “involucrados”1 está en vías de ocurrir. De
ella resulta la emergencia de nuevos oficios, de nuevas prácticas y de nuevas
herramientas. Algunos ejemplos son :

Les códigos de conducta :


Un código de conducta es un conjunto de valores (sociales, ambientales)
redactado por una empresa que se compromete a respetarlos voluntariamente. En
el dominio de las condiciones de trabajo, esos códigos pueden ser
extraordinariamente redactados en colaboración con sindicatos u ONGs.

Este fenómeno está ligado a la internacionalización de los intercambios. En


fuerte explosión en los Estados Unidos y en Francia, este fenómeno viene con
frecuencia ligado a fusiones con accionistas anglosajones o se dirigen a sector
particulares: finanzas, petróleo son ejemplos.

Tal puesta en marcha se debe, más frecuentemente, a respuestas defensivas, en


relación a las campañas de opinión, a la presión mediática y, en Francia, a las
protestas de los asalariados.

Pero todo ello podría también ser una herramienta promocional para aquellas
empresas que no tendrían nada a ocultar. A nivel de compromisos, en general no
se va más allá del simple respeto por la legislación vigente.

Más allá de la dificultad principal, ligada a la calidad del control, varios límites a
la puesta en marcha de los códigos de conducta pueden ser identificados:
- Desestabilizar el equilibrio social local por exigencias desmedidas.
- Instaurar un discurso contradictorio por parte de las empresas, que acentúan
su presión sobre las demoras y los precios (la competición a nivel mundial
pone en competencia empresas marroquíes con empresas de Bangladesh, por
ejemplo)
- Ser discriminatorios en relación a las empresas del Sur, que son
frecuentemente Pymes con alta tasa de mano de obra, no cubiertas por el
derecho laboral y con escasas posibilidades de inversión (Por ejemplo: las
aduanas americanas pueden tomar productos fabricados por niños)
- Puede desplazar problemas (desplazar por ejemplo una subcontratación oficial
por el trabajo a domicilio)
- Provocar corto-circuitos con los sindicatos.

Sería el caso, por ejemplo, no de prohibir el trabajo infantil, sino de mantener una
obligatoriedad escolar, poner en marcha programas de inserción para niños.

1
“ Stakeholders ” en Inglés y “ partie prenantes ” en Francés.

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Las auditorías sociales y las certificaciones:
Las auditorías sociales son operaciones a través de las cuales una empresa
verifica que los valores que ella misma se definió son respetados. Tales
operaciones pueden ser realizadas por servicios internos a la empresa o por
organizaciones externas. Pueden ser organizadas sobre la empresa misma o
sobre sus proveedores.

Directamente vinculadas a los códigos de conducta, las auditorías de conformidad


social aumentaron considerablemente a partir de comienzos de los años ’90,
principalmente en los Estados Unidos. Se trata de una disciplina que aun no ha
logrado llegar a su madurez.

Los auditores sociales intervienen en dos dominios: el respeto de los códigos de


conducta y las certificaciones. Este último aspecto es muy relevante,
principalmente cuando permite a una empresa lograr su organización en base a
una norma conocida (como son las normas ISO...) El instrumento es ambiguo, en
la medida que importa el modelo anglo-sajón.

Se establecen contactos con ONGs, pero en general se trata de contactos


personales. Las “malas” ONGs están en una especie de lista negra mental que
circula entre las empresas, inclusive entre los gabinetes de auditoría (algunas
ONGs activistas del juguete en Hong Kong, por ejemplo)

Perfil de los auditores: no existe en la actualidad un perfil-tipo; suelen ser


originarios del mismo mundo de la empresa, se trata en general personas
sensibles a lo humano, que desean hacer mover las cosas desde adentro hacia
fuera.

Gran responsabilidad para los auditores sociales: difícil posicionamiento entre los
que dan órdenes, en general americanos, y los proveedores, cuya supervivencia
económica puede depender de una única relación. Requiere cierta madurez y no
demasiado idealismo.

Aspectos positivos:
- puede permitir la creación de contactos con las ONGs (operatoria impuesta por
la norma SA 8000, en la práctica poco respetada). El problema que permanece es
cómo integrarlas?
- neutralidad: permite a veces la puesta en evidencia de problemas internos.
Cómo integrar los códigos de conducta en una política global? Cómo hacer las
cosas de tal forma que el conjunto de la cadena sea ético?

Limitaciones :
- Los auditores deben adquirir conocimientos gigantescos (derechos humanos,
derechos del trabajo de los países auditados, H&S, medio ambiente, ...) El
tiempo y la remuneración para poner en práctica sus acciones son limitados.
- Las auditorías son limitadas y dan acceso a una versión oficial.

Departamentos dedicados en las empresas


Poco a poco, vemos aparecer en los organigramas de las empresas servicios o
departamentos dedicados a la producción y puesta en marcha de valores

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societarios definidos por las mismas empresas. Los más desarrollados hasta el
momento son aquellos relacionados al medio ambiente y al mecenazgo.
Para el servicio de Mecenazgo en Carrefour, por ejemplo, se trata de desarrollo
de un nuevo eje: interrogarse sobre las cuestiones éticas, la escucha de los
asalariados, las posibilidades de desarrollar un comercio justo y un comercio
ético.

Un cierto número de dominios están involucrados en ese aspecto: la inserción, los


transgénicos y lo viviente en general, los multimedios, la recuperación y el
reciclaje.

Se trata de acciones más o menos relacionadas con la actividad:


- talleres multimedios en las zonas sensibles, acceso a Internet, ayuda en el
desempleo.
– inserción : granjas pedagógicas. Colaboración con los Jardines de Cocâgne.
- reflexión sobre las posibilidades de comercialización de la producción de los
jardines de gran porte en las tiendas Biocoop (volumen insuficiente para
Carrefour)
– recuperación: alianzas con los Restaurantes del Corazón para los productos
secos. Imposible a poner en práctica para los frescos, por limitaciones de la
legislación.
- existe una voluntad manifiesta de superar las dificultades de contrataciones y la
formación de equipos.

Sin embargo, existen claras limitaciones relativas al control de las condiciones de


trabajo:
- El presupuesto en la actualidad no supera los 100 millones de FF (francos
franceses): 6 millones para las asociaciones, 86 millones recuperados, 9 millones
de materiales de oficina.
- Las consignas indican claramente que no debiera existir repercusión sobre los
precios.
- La ética es percibida como una responsabilidad externa. La tarea es titánica
(decenas de miles de proveedores) y onerosa. Actualmente, se hacen alrededor de
25 auditorías por mes a 20.000FF en promedio por cada auditoría. Elección de
focalizar las auditorías en aquellos proveedores de riesgo.
- Los principales aspectos positivos resultan en la puesta en marcha de un
departamento precursor de la evolución a largo plazo: la reflexión sobre el linaje
bío es conducida por el Mecenazgo desde hace ya unos diez años.

La comunicación de las empresas


En general, las empresas manifiestan aún cierta resistencia a la comunicación en
relación a esos aspectos. Por ejemplo, en Carrefour la tradición de la empresa es
de comunicar poco, pero también las cuestiones éticas son un tema sensible
sobre el cual se plantea el problema de la solidez de la información. Por ello, se
elige no comunicar. Relaciones boca a boca entre algunas organizaciones. El
ejemplo de Danone le da la razón: a partir del momento en que se plantearon
como empresa responsable, pierden el derecho al error.

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Los accionistas e inversores
Actualmente, son los inversores más que los accionistas individuales quienes
tienen influencia sobre las políticas de los grandes grupos. Sin embargo, las
organizaciones intentan organizar grupos de accionistas minoritarios (Déminor,
Adam, Anaf…). Pese a que su motivación se limita al plano del interés financiero,
su reacción no es despreciable puesto que incrementan el nivel de democracia al
interior del cuerpo de accionistas y los fondos colectivos quedan accesibles a
voces individuales.

En Francia, el incremento de esas intervenciones se redujo a partir de los


accionistas asalariados. Nuevas alianzas se van creando, si bien en estado aun
titubeante. Estas se expresan tanto a nivel del cuerpo de accionistas
(intervenciones en asambleas generales de accionistas y peso de los asalariados
en las OPA/OPE) como a nivel de los inversores.

La compaña francesa “Ética en la etiqueta” inició el establecimiento de alianzas


entre sindicatos, consumidores y ONGs. Fue reconocida por las instancias más
altas de la CFDT en el Congreso de Lille de 1998.

El ahorro salarial
El ejemplo francés es tanto más interesante en la medida que se encuentra en
plena mutación. Pero el ahorro salarial es una herramienta interesante para hacer
avanzar los valores societarios en las empresas que puede ser observada en otros
países. En función de ello, algunos fondos de pensión toman en consideración
criterios sociales y ambientales en la elección de valores de inversión.

En Francia, antes de 1988, se trataba de fondos de ahorro garantizados. A partir


de 1988, ese criterio devino obligatorio en las empresas públicas. La ley prevé
que exista un acuerdo salarial previo y fija 3 reuniones del Consejo por año, más
un encuentro técnico.

Es necesario recurrir a un gestor. En el marco de una gestión ética, el filtro es


muy fuerte. Los gestores son personas de las finanzas y buscan el desempeño,
ante todo. Son ellos quienes definen los criterios de notación (por ejemplo, en el
plan de ahorro de EDF, fueron definidos 11 criterios a partir del balance social),
quienes envían los cuestionarios y quienes participan en las AG (asambleas
generales), puesto que los miembros del comité de vigilancia no tienen acceso a
esa instancia.
El margen de maniobra para los sindicatos existe pero es bajo. Consiste en un
diálogo con la empresa acerca del diferencial entre los compromisos de la
empresa y los hechos. Hasta el presente, las empresas solían enviar al director
financiero. Los sindicatos en la actualidad demandan la presencia del DRH o del
PDG.

En Francia, se ha constatado un fuerte incremento del impacto sobre el ahorro


salarial en estos últimos años (2 mil millones FF para EDF). El ahorro salarial, al
cruzarse con el interés de los asalariados en la gestión de la empresa, puede ser
interesante para los directivos. Puede ser una forma de fragilizar a los sindicatos.
¿Cómo podrían éstos utilizarlo como un instrumento de diálogo social?

1) En la retirada de sus fondos.

17
Pero es necesario reconocer que la participación en el capital de las empresas
no excede los 4%, además de cuestionarse la legitimidad de tal forma de acción
en aquellos casos en que existe el comité de empresa.
Para llegar a producir impacto o tener efectos con alguna visibilidad se podrían
proponer dos tipos de solución:
a) alianza con otros fondos.
b) comunicación a la prensa en el momento de las jubilaciones para crear mini
pánicos en las Bolsas.
Limitaciones :
- Los sindicatos están divididos en esta cuestión.
- Hay escasa cultura financiera entre los sindicalistas.
- Resistencia al cambio muy acentuada en ese medio.

2) Realizando inversiones en los fondos o en bancos alternativos.


En 1993, el Acuerdo Nueva Dinámica Social de EDF previó el financiamiento de
módulos de inserción; 2% de los fondos de ahorro salarial se destinaron a Actuar
para el empleo.
Limitaciones :
- Los asalariados esperan, legítimamente, un buen desempeño de su ahorro.

Problemas y perspectivas:

La nueva ley sobre el ahorro salarial francés podría permitir una aceleración de
ese tipo de acciones.

Los analistas societarios


La demanda en términos de inversiones éticas progresa. En Francia, entre el
segundo trimestre de 1999 y fines de 2001, alrededor de unos cuarenta fondos
éticos vieron la luz. La cuestión de la fineza de los “análisis de empresas” queda
planteada (ejemplo: Totalfina fue eliminada de varios Fondos luego del naufragio
del Erika, cuando el riesgo potencial aun no había sido evaluado)
Se observa que la aparición de agencias de anotación de empresas las empuja a
realizar diagnósticos, en particular en el área de recursos humanos.

La nueva epigénesis de la economía solidaria


2

La utilidad social de las empresas del sector de las finanzas solidarias y del
comercio justo es evaluada con la ayuda de instrumentos definidos por la
economía dominante (instrumentos contables tales como el balance o las cuentas
de resultados) que gobiernan, frecuentemente a instancia de los decisores,
porque son considerados como “la norma” o “la referencia”. Las sospecha
perpetua de no poder sobrevivir económicamente si no es a costa de ventajas
fiscales o subvenciones diversas erosionan las posibilidades de las empresas del
sector de la economía solidaria en sus relaciones con los socios financieros
(bancos y poderes públicos). Cómo lograr invertir la “carga de la prueba” para
someter las empresas de capital a criterios de evaluación sociales y ambientales?
¿Y con qué instrumentos?

2
Epigénesis es la propuesta para la traducción de “ percée ” en Francés y “ breakthrough ”
en Inglés.

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El balance societal del CJDES (Centro de Jóvenes Dirigentes y Actores de la
Economía Social), el método de auditoría social de Hefboom o el análisis de
externalidades fueron experimentados en varios países europeos.

Se plantea entonces la cuestión de la utilización de esos instrumentos. Son útiles


cuando son concebidos como un instrumento entre tantos de la negociación
social. Lo son mucho menos cuando son utilizados discrecionalmente según la
voluntad de los decisores. Se plantea igualmente la cuestión de los límites de la
monetarización para evaluar el costo humano, social y ambiental de las políticas
de las empresas (externalidades).

Si comienzan a multiplicarse las herramientas destinadas a establecer contactos


entre las empresas y su clientela o entre las empresas entre ellas (las pequeñas
con las grandes y las grandes entre ellas), una de las cuestiones esenciales será
ahora saber quiénes serán los manipuladores de tales instrumentos. De ahí se
desprende que el diálogo entre las distintas partes interesadas es un elemento
esencial a la hora de pensar en instalar mecanismos permanentes de regulación.

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4. Propuestas
Propuestas - Las nuevas regulaciones
Hacer descansar la responsabilidad social de las empresas únicamente sobre
normas privadas generadas en acciones voluntarias de los dirigentes de
empresas y de la experticia de las grandes compañías consultoras americanas
llega muy rápido a sus límites si tales iniciativas no son enmarcadas en una
regulación pública, negociada con el conjunto de los actores involucrados y
controladas por la presión de la sociedad civil.

Regulación supranacional
Se han formado asociaciones entre agencias de las Naciones Unidas y las
empresas. Pero esas relaciones son ambiguas porque pueden ser fuentes de
financiamiento. Las empresas multinacionales expresan un deseo de asociarse,
por la competitividad y por la imagen: mecenazgo y filantropía se desarrollan
en función de una legislación más estricta y una acción social que se fortalece.
Inversamente, desde los años ’90, restricciones presupuestarias fuertes y re-
estructuraciones en el seno de las Naciones Unidas obligan a apelar al sector
privado. En relación a la experiencia de Global Compact, es necesario indicar
que los riesgos de reputación no son suficientemente tenidos en cuenta por la
ONU ni por las grandes ONGs. Los conflictos de interés pueden producir auto-
censura. Por otro lado, existe un riesgo real de debilitar el peso regulador del
Estado y de las organizaciones intergubernamentales.

Regulación estatal
La regulación estatal es puesta en cuestión por la globalización. Su legitimidad
y su eficacia son contestadas por las empresas. Su reglamentación es también
considerada insuficiente o inadecuada a la sociedad civil en las actuales
condiciones. Pese a ello, el estado aun debe jugar un rol regulador:
1. Reforzar la consulta de los comités de empresa en ocasión de las decisiones
estratégicas de los grandes grupos;
2. Generalizar a nivel Europeo la obligación de consulta a los sindicatos en
caso de planes de despido;
3. Poner en marcha cuadros jurídicos capaces de manejar la negociación entre
grupos ampliados de involucrados.
4. Incitar las empresas a ser socialmente responsables a través de la
introducción de cláusulas sociales en las licitaciones públicas. El estado
belga ha tomado esa decisión: esa operatoria se ilustra en la denuncia del
contrato del gobierno belga con TotalFinaElf. El Ministerio del Deporte
belga (espacio francófono) desarrolla actualmente una reflexión sobre un
proyecto Deporte y Ética, en relación a la compra de equipos.

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5. Favorecer el consumo de las administraciones e instancias públicas de
productos biológicos y del comercio justo. En Bélgica, el plan federal de
Desarrollo Sustentable se fijó el objetivo de que las administraciones
públicas consuman el 4% de productos biológicos hasta el año 2004.
6. Favorecer las empresas que promuevan la participación de los accionistas,
usuarios y asalariados en la gestión de la empresa. Ahí se incluyen
evidentemente las empresas de la economía social (mutuales, cooperativas y
asociaciones) pero existen también innovaciones en el seno de las empresas
de capital, tales como el modelo de sociedad anónima de gestión paritaria.

La regulación ciudadana
Frente al debilitamiento de las regulaciones estatales, la sociedad civil aparece – por
fuerza de sus protestas y reivindicaciones – como una forma de regulación de la
mundialización.

7. Incrementar el número de involucrados en el diálogo social con las


empresas. El diálogo social ya no se reduce hoy a una confrontación entre
gerentes y sindicatos, sobre una base nacional. Nuevos actores intervienen:
accionistas, consumidores, los poderes públicos locales... Pero existen, al
mismo tiempo, pocos ejemplos que tomen en cuenta los actores externos a
la empresa, con excepción quizás de lo que pasa en los países escandinavos
y en el Québec. Existe el dispositivo AA 1000, pero más en la teoría que en
la práctica.
8. Acompañar la intervención de los movimientos sociales sobre las grandes
multinacionales para crear las condiciones posibles de una negociación con
los actores involucrados. Toda la cuestión es la identificación y la
legitimidad de los involucrados en las negociaciones con las empresas.
Actualmente, la legitimidad deriva más de una relación de fuerzas que de la
voluntad de dirigentes de empresa.
9. Reforzar el diálogo y las alianzas entre sindicatos y ONGs. Las ONGs
aparecen con frecuencia como competencia a los sindicatos, cuando en
realidad son complementarias. Hay que reconocer que esos medios distan
de conocerse lo suficiente para construir estrategias comunes y llevar
adelante estrategias coherentes.
10. Apoyar la emergencia y reforzar las alianzas con las ONGs y los sindicatos
del Sur.
11. Formar el mundo sindical y el de la sociedad civil en el conocimiento del
mundo de la empresa. Una mayor implicación de los sindicatos y las ONGs
en la definición y el control de la responsabilidad social de las empresas
supone una mejor información y conocimiento de la gestión de las empresas
y de las lógicas financieras e industriales.

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12. No utilizar el arma del boicot más que cuando ella resulte de una acción
concertada y común entre sindicatos y movimientos de consumidores. Las
acciones de los consumidores deben estar en relación con las ONGs y el
Estado. La eficacia de un boicot supone la recepción de informaciones. Ese
tipo de acción es bastante irracional pero, finalmente, no más que los
mercados financieros. En fin, el derecho a la indignación es normal en
respuesta a la falta de una mínima transparencia de la información. Hay
limitaciones: las “burbujas mediáticas” (distorsión de la información y
eventos sensacionalistas), la llamada al boicot sin consulta a los
trabajadores. La situación es distinta para asalariados cuyas fábricas
están por cerrar y otros.
13. Promover el “buycott”(distinto al boicot) Se trata de estimular por
campañas de opinión, a que los consumidores compren productos del
comercio justo, de las cooperativas biológicas, de empresas socialmente
responsables.
14. Apuntar a la educación del consumidor, proveyendo información sobre las
formas de elegir. Actualmente, se observa una escasa implicación del
consumidor final. Es igualmente difícil el consumo ético. Escasa visibilidad
de la información, distribución insuficiente de productos del comercio
justo, costo elevado de los productos éticos, son algunos de los factores
que inciden en la magra repercusión sobre el consumidor al momento del
acto de compra.

22
5. Estrategias y actores

Cada grupo de actores tiene su propia estrategia y la conduce en función de sus


perspectivas, pero este Grupo de Trabajo plantea la cuestión acerca de cómo podrían
encararse encuentros que reúnan el conjunto de las categorías de actores capaces de
influenciar o ser influenciados por los factores económicos.

No se trata necesariamente de llegar a tomas de posición común sino, al menos, de


constatar el posicionamiento de cada uno de los actores, en un dominio en el cual los
arbitrajes, y porqué no decirlo? las mismas tensiones en las relaciones de poder, son
permanentes.

Sentar alrededor de la misma mesa a distintos actores involucrados en las empresas


es una operatoria innovadora, sobre todo cuando el tema central del debate estará
centrado en las relaciones de las empresas con sus actores involucrados. Antes que de
“empresas y solidaridad”, sería más justo hablar de “empresas y reciprocidad”.
Pareciera resultar difícil hablar de ese tipo de relación sin incluir en la misma
discusión al conjunto de implicados en el proceso. Más frecuentemente, se reúnen
grupos uniformes que integran parcialmente en las discusiones a otros grupos, a los
que no reconocen, en la práctica, su legitimidad.

Una de las más grandes dificultades en esas actividades consiste en la diversidad de


actores involucrados que deben reunirse. Podría resultar sin duda útil incrementar el
número de categorías, diferenciando las empresas pequeñas de las medianas y
grandes, las del Norte y las del Sur. Sin duda, faltaría igualmente incluir otros
actores involucrados, principalmente los sindicatos del Sur.

El Polo de Socioeconomía de la Alianza y la Fundación Charles Léopold Mayer


son espacios suficientemente “neutrales” para ese tipo de encuentros que
podría crear las condiciones para que los involucrados caminen en un sentido de
concertación y – ¿porqué no? – de avanzar hacia un modelo de instancia en las
empresas.

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24
La Alianza para un mundo responsable,
plural y solidario
Actuar en forma colectiva para contribuir a las transformaciones
que respondan a los desafíos del siglo XXI.

Desde fines de los años 80 muchas iniciativas surgidas de los más variados
medios en distintas regiones del mundo contribuyen a poner en movimiento a
distintos actores sociales con el fin de organizar un vasto proceso mundial, capaz
de participar en la búsqueda de valores, propuestas y reglas para superar los
nuevos desafíos que enfrenta la humanidad.

A principios de los años 90 se organizan muchos encuentros continentales,


temáticos y colegiales. Este proceso culmina en 1993 con la redacción de la
Plataforma para un mundo responsable, plural y solidario.

Se organizan grupos regionales y se desarrollan redes profesionales y temáticas


internacionales sobre las grandes cuestiones de nuestro tiempo : así nace la
Alianza. Entre otros, recibe el apoyo técnico y financiero de la Fundación Charles
Léopold Mayer pour le Progrès de l'Homme (FPH).

Se trata de inventar nuevas formas de acción colectiva, que


vayan desde la escala local hasta el nivel mundial, con el objeto
de influenciar juntos sobre el futuro de un mundo cada vez más
complejo e interdependiente.
El desafío es propiciar la unidad en la diversidad, proclamando la capacidad de
nuestras sociedades para entender y valorizar la complejidad de las situaciones,
la interdependencia de los problemas, la diversidad y legitimidad de los puntos
de vista geoculturales, sociales y profesionales.

La Alianza, espacio de intercambios, de reflexiones y de propuestas, está


estructurada alrededor de 3 ejes de organización principales :

Los grupos locales apuntan a reunir personas de un municipio, una región, un


país o un continente a partir de las realidades y desafíos de su sociedad. Es la vía
geocultural. Refleja la diversidad de los lugares y de las culturas.

Los grupos de actores socioprofesionales intentan suscitar el diálogo y la


movilización dentro de una profesión, un medio determinado (jóvenes,
campesinos, científicos, autoridades locales, etc.). Es la vía “colegial”. Refleja la
diversidad de los medios sociales y profesionales, sus preocupaciones y
responsabilidades frente a la sociedad y a los desafíos del mundo actual.

Los talleres temáticos buscan formar grupos de reflexión sobre las grandes
cuestiones que atañen a nuestro futuro en común (gestión sustentable del agua,
integración regional y globalización, mercados financieros, arte y sociedad, etc.).
Es la vía temática. Refleja la diversidad de los desafíos que debe afrontar la
Humanidad para el siglo XXI. Los talleres temáticos están reagrupados en cuatro

25
polos : Valores y Cultura, Economía y Sociedad, Gobernanza y Ciudadanía,
Humanidad y Biosfera.

Tratando de aprovechar la riqueza y las experiencias acumuladas por estos


grupos de reflexión y articulándose a su vez con dinámicas ciudadanas
convergentes, la Alianza se fijó el objetivo de llegar a propuestas concretas,
elaboradas en forma colectiva. Así se organizaron :
- encuentros internacionales dentro de cada taller temático y de cada colegio,
- Asambleas continentales simultáneas (África, América, Asia, Europa) y un
encuentro regional en el mundo árabe (en el Líbano) en junio de 2001.
- una Asamblea mundial de Ciudadanos que se realizó en diciembre de 2001 en
Lille (Francia) y que reunió a más de 400 participantes provenientes del mundo
entero.

El conjunto de estos encuentros permitió que se elaboraran unos sesenta


Cuadernos de propuestas para el siglo XXI y una Carta de las responsabilidades
humanas, editados en varios idiomas y en diferentes países.

Desde comienzos del año 2002 la Alianza entabla un proceso de difusión y


valorización de esos resultados. Las redes se amplían, se diversifican y sus temas
de trabajo se tornan cada vez más transversales. Por otra parte, fortalecen sus
vínculos con otros procesos que apuntan a una globalización diferente.

Para mayor información le invitamos a consultar el sitio de la


Alianza www.alliance21.org, que presenta en tres idiomas
(francés, inglés y español) la historia de la misma, los desafíos a
los cuales responde, los talleres y los foros de discusión que
alberga.

Correo electrónico : [email protected]

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Los Cuadernos de propuestas en Internet
Todos los Cuadernos de propuestas, en su forma provisoria o definitiva y en todas
sus traducciones, están disponibles en el sitio web de la Alianza para un mundo
responsable, plural y solidario, en la siguiente dirección:

http://www.alliance21.org/fr/proposals
Temas disponibles :

Valores, educación, culturas, arte y ciencia


Educación y docentes – La educación para una ciudadanía activa y responsable–
La Alianza y los medios de comunicación masivos – El Arte y la Identidad Cultural
en la construcción de un mundo solidario – Mujeres – Acciones y propuestas de
los jóvenes para un cambio social – Una diversidad cultural intercultural en la era
de la globalización – Propuestas del colegio interreligioso – Guerras, genocidios,
...frente a las situaciones extremas, restablecer la humanidad en lo humano –
Pensar la reforma de la Universidad – Manejo social del sistema de producción
científica – Sociedad de la información, sociedad del conocimiento : sacar
provecho de una mutación– Tiempo y desarrollo sustentable

Economía y sociedad
Las transformaciones del mundo laboral – El movimiento sindical a comienzos del
siglo XXI– Exclusión y precariedad – Empresas y solidaridad – El ejercicio de las
responsabilidades de la empresa – La empresa responsable – Producción,
tecnología e inversión – Consumo ético – Política fiscal, distribución del ingreso
nacional y seguridad social – Finanza solidaria – Salir del laberinto de la
financiarización: hacia finanzas al servicio del Bien Común – La moneda
social como palanca del nuevo paradigma económico – Deuda y ajuste estructural
– Comercio justo – Del fracaso de la OMC en Seattle ... a las condiciones para una
gobernanza global – Soberanía alimentaria y negociaciones comerciales
internacionales – El desarrollo integralmente sustentable, una alternativa frente a
la globalización neoliberal – Políticas económicas, ideología y dimensión
geocultural – Mujeres y economía – Economía solidaria – La salud y sus
problemáticas en el siglo XXI – Los desafíos de la pesca artesanal en el siglo XXI –
La agricultura y el desarrollo sustentable – El derecho de los pueblos a
alimentarse y a ejercer su soberanía alimentaria – Seguridad Alimentaria

Gobernanza y ciudadanía
Los principios de la gobernanza en el siglo XXI – El territorio, lugar de las
relaciones: hacia una comunidad de vínculos y solidaridad – Pensar la ciudad del
futuro: la palabra de los habitantes – Violencias urbanas – Los campesinos frente
a los desafíos del siglo XXI – Los líderes sociales en el siglo XXI : desafíos y
propuestas – Autoridades locales o coordinación local – Estado y desarrollo –
Alimentación, nutrición y políticas públicas – De la reconversión de las industrias
armamentistas a la búsqueda de la seguridad – Los militares y la construcción de
la paz – Refundar la gobernanza mundial para responder a los desafíos del siglo
XXI

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Relaciones entre la humanidad y la biosfera
Educación para el medio ambiente: 6 propuestas para actuar como ciudadanos –
Propuestas relativas a la cuestión del agua – Salvar nuestros suelos para proteger
a nuestras sociedades – Bosques del mundo– Eficacia energética – Ecología
industrial : programa para la evolución a largo plazo del sistema industrial–
Sociedad civil y OGM: ¿qué estrategias internacionales plantear? – Rechazar la
privatización de lo viviente y proponer alternativas

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Los editores que colaboran

Edición en español en Perú :


Centro Bartolomé de las Casas (Cuzco)
Renaud BUREAU du COLOMBIER y Camilo TORRES
E-mail: [email protected]

Centro Bartolomé de las Casas


Pampa de la Alianza 465
Cuzco – Perú

Tel +51 84 236494


+51 84 232544
Fax +51 84 238255

Edición en portugués en Brasil :


Instituto Pólis (São Paulo)
Hamilton FARIA
E-mail: [email protected]
http://www.polis.org.br

Instituto Pólis
Rua Araújo, 124 - Centro
São Paulo - Sp - Brasil
CEP 01220-020

Tel: + 55 11 3258-6121
Fax: +55 11 3258-3260

Edición en árabe en el Líbano :


Centre Culturel du Liban Sud (Beyrouth)
Ziad MAJED
E-mail: [email protected]

Tel: + 961 1 815 519


Fax: + 961 1 703 630

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Edición en inglés en la India :
Pipal Tree (Bangalore)
E-mail: [email protected]
http://www.allasiapac.org

Pipal Tree
139/7 Domlur Layout,
Bangalore 560071 - India

Tel : +91 80 556 44 36


Fax : +91 80 555 10 86

Edición en chino :
Yanjing group (Beijing)
GE Oliver (Haibin)
E-mail: [email protected]

Room 521, Goldenland Bldg.


#32 Liangmahe Road, Chaoyang District
Beijing, P.R. China
Postal Code 100016

Fax: +86 10 64643417

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