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03.
Seleccionar y leer un libro sobre liderazgo o desarrollo juvenil, y
presentar su opinión con respecto a la lectura en dos páginas.
Liderazgo desde la primera fila
Las mejores cosas, vistas, donde se produce la acción se encuentra en la primera fila, ahora bien, si estamos en la última no podremos hacer mucho, más que criticar a los que intentan llegar a la primera, o lo que allí se encuentran. La actitud lo es todo, si realmente queremos invertir en nosotros, emocionalmente, espiritualmente, primero debemos generar un cambio, un movimiento, y de allí con la ayuda de Dios, saldrán cosas extraordinarias.
El cambio comienza con las personas, nosotros debemos asumir la
responsabilidad y actuar de frente a ellas, no debemos ser líderes en la sombra de otros, el actuar con Dios es la clave para todo buen líder. La última fila, este es lugar donde muchos esperan llegar, que buscan, o que solamente quedaron en el anonimato sin intención, pero allí están, físicamente presente pero mentalmente ausentes, Y lo peor de la última fila es que atrapa a personas que podrían ofrecer mucho más a sus organizaciones, que lo que demuestran.
El liderazgo no es un trabajo, es una responsabilidad que se construye
contantemente, con ayuda de Dios para moldear un carácter digno de un buen líder, y así ser un ejemplo a seguir para los demás, y cumplir nuestra misión en la tierra.
En todas las organizaciones existe, la primera y la última fila, esto no
significa que por sus asientos tengas diferentes dotes, o capacidades, sino simplemente la actitud de avanzar y querer superarse a si mismos. Ocurre muchas veces que es más fácil estar sentado en la banca de atrás con los brazos cruzados, el ceño fruncido y criticar al que está organizando, o al que está en la plataforma, muchas veces estas personas tienen un auditorio que escuchan sus quejas, y admiran su ingeniosa manera de verbalizar la desaprobación de los líderes en contados delante, creo yo, que los que se encuentras allí no creen realmente que pueda haber un cambio constructivo en lo que para ellos creen incorrecto o erróneo, por obviedad es más sencillo quedarse ahí y no hacer nada, en vez de avanzar, subir hasta llegar a primera fila, y proponer nuevas ideas y soluciones, debemos arriesgarnos a estar equivocado a fin de guiar a lo que es correcto.
Hay una diferencia importante entre ser líder y estar a cargo, un
verdadero líder tiene la capacidad de guiar, atraer e inspirar a los que lo rodean, y el que está a cargo solo emite órdenes, ningún hombre o mujer es una isla, un líder no trabaja solo, necesita ayuda y apoyo, es importante escuchar las opiniones de los demás, pero más importante aún, la voz de Dios y lo que él quiere para mí. Los líderes con frecuencia luchan para encontrar un equilibrio entre el liderazgo fuerte y la capacidad de tomar decisiones en conjunto. Ven ambas cosas como fuerzas contrarias cuando, en realidad, son fuerzas bastante complementarias. Los líderes inspiran a otros líderes, ¿hablamos de primera y última verdad? pues bien, de que nos sirve liderar si no podé ayudar a los demás a crecer, todos venimos al mundo con el mismo propósito, llevar más almas a Cristo, debemos fortalecer nuestro ministerio, ayudar a los que se encuentran en la última fila, ayudarlos a que se paren en la primera banca y se conviertan en personas con verdadero espirito de liderazgo, todos juntos somos más fuertes, 4 manos son mejores que dos, dos bocas son mejores que una, dos biblias llegan a más lugares que una. Ayudemos a los líderes a crecer, y crezcamos a su lado.
De esto habla Liderazgo desde la primera fila, de que llegues a ser la
persona de Influencia que Dios creó. Si algo te importa lo suficiente, actúa, pero antes pide la dirección de Dios, así podrás ocupar tu lugar en la primera fila.