I-4 Jesús Es El Amigo de Los Pecadores
I-4 Jesús Es El Amigo de Los Pecadores
I-4 Jesús Es El Amigo de Los Pecadores
En los evangelios, el Señor es presentado como el Amigo de los pecadores, debido a que,
históricamente y al inicio, El fue hallado andando entre los hombres como Su amigo antes de
llegar a ser Su Salvador. Pero, ¿se dan cuenta de que hoy día sigue siendo, en principio, nuestro
Amigo, a fin de poder ser nuestro Salvador? Antes de que lleguemos al punto en el que deseemos,
o seamos capaces de recibirle como Salvador, El se acerca a nosotros como nuestro Amigo; lo
hace de manera tal que no haya estorbo para un encuentro personal con El manteniendo una puerta
abierta para que le recibamos como Salvador. Este es un descubrimiento precioso.
Desde que vi que al Salvador como Amigo de los pecadores, he podido notar que muchas
personas inusuales y difíciles fueron llevadas al Señor. Puedo recordar cómo en cierto lugar, una
mujer joven me atacó diciendo que no quería ser salva. Dijo que era joven y que todavía quería
pasarla bien, y que no quería dejar ese camino que la calmaría y la haría sobria, porque si así lo
hacía, no estaría gozando de la vida. ¡Dijo que no tenía intención de dejar sus pecados ni el menor
deseo de ser salva! Resultó que ella sabía mucho acerca del evangelio, pues había sido educada en
una escuela misionera, y esta era su reacción en contra de ello. Después de haberme interpelado
más o menos durante algún tiempo, le dije: “¿Oramos?” “¿Qué podemos orar?”, replicó
agresivamente. Le dije:“No me hago responsable por tu oración, pero yo oraré primero y luego le
dices al Señor todo lo que me has dicho a mí”. Ella dijo: “no podría hacer eso!”, retrayéndose un
poco. “Sí, puedes”, le respondí. “¿Acaso no sabes que El es amigo de los pecadores?” Esto la tocó.
En efecto, ella oró, y oró una oración muy poco ortodoxa, pero luego de dos días del momento en
que el Señor trabajó en su corazón, ella fue salva.
LLEVAR A LA GENTE A TENER UN ENCUENTRO CON EL
Con mucha frecuencia, los que fueron salvos solo mediante el conocimiento, llegaron a ser
cabezones. Hicieron progreso aparentemente sin sentir mucha necesidad de Dios. Saben todo y se
creen capaces de criticar la manera en que el predicador presenta los hechos. Pero cuando se
presenta una crisis en la cual pierden lo que tienen y tienen que poner su confianza en el Señor en
algún asunto, no pueden hacerlo. No se hallan en un contacto viviente con El. Sin embargo, puede
que haya otras personas que saben muy poco pero que han salido de sí mismas y han tocado al
Dios viviente y permiten que su fe, crezca en ellas incluso a pesar de la prueba más fuerte. Es por
esta razón que nuestro primer objetivo es llevar a la gente a tener un encuentro con El.
Es el Señor viviente quien llega ser nuestro Salvador. Jesús ya no es el que fue crucificado
sino Aquel que reina, y cuando hoy en día vamos a la salvación, no vamos al pié de la cruz sino al
trono, para creer en El como Señor. Tal vez debamos ver más claramente la diferencia que existe
entre la redención y la salvación. La redención fue llevada a cabo por el Señor en la cruz hace dos
mil años. Nuestra salvación se basa hoy sobre aquella redención, la cual se llevó a cabo de una vez
y para siempre.
LA SALVACION ES UNA EXPERIENCIA PERSONAL Y SUBJETIVA
Puede decirse que la salvación, que es una experiencia personal y subjetiva, se basa más
bien en la resurrección del Señor que en Su muerte. La muerte de Cristo fue necesaria para
efectuar redención objetivamente ante Dios. Pero para la salvación, el Nuevo Testamento puso
énfasis respecto a la fe en Su resurrección, porque la resurrección es la prueba de que Su muerte
fue aceptada. Creemos en el Señor Jesucristo levantado y ascendido en persona a la gloria, y ahora
procuramos llevar a los pecadores a tener un contacto inmediato con El.
Referencia: What Shall This Man Do? ch. 3 [¿Qué hará este hombre?]; The Collected Works of
Watchman Nee [Obras seleccionadas de Watchman Nee], set 2, vol. 40
Preguntas: