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El yacimiento de Cabezo Pequeño del Estaño 1 se localiza en Guardamar del Segura, Alicante; se
trata de un poblado fortificado de la época del Hierro Antiguo, datado entre el S. VIII y VII a.C. se localiza
a dos kilómetros al interior de la desembocadura del río Segura en una pequeña elevación en la margen
derecha.
Las excavaciones realizadas concluyen que el asentamiento presenta dos fases de ocupación
siendo el punto de inflexión entre ambas fases un fenómeno sísmico que puso fin a la primera fase de
ocupación de forma catastrófica a finales del S.VIII y se inicia la segunda fase ocupacional con la
reconstrucción de la muralla y el poblado donde se canibalizan materiales y se edifica sobre escombros
siendo lo interesante el sistema pasivo de protección antisísmica que realizan mediante contrafuertes,
taludes y tirantes tanto en la muralla como en las edificaciones, además la segunda fase de ocupación se
caracteriza por una reducción de la población y una especialización en actividades metalúrgicas como se
deduce de los restos del taller circular construido en la segunda fase, la vida en el poblado se irá
diluyendo según va aumentando la importancia del asentamiento de la Fonteta.
Las causas del seísmo las encontramos en la energía liberada por la colisión o rozamiento de las
capas tectónicas que se manifiesta en este caso en una sacudida en la superficie terrestre, se estima que
se produce entre el año 740 y 720 a.C. con una intensidad de VI a VIII, considerada como moderada,
pero vio sus efectos destructivos multiplicados debido a la estructura calcarenítica del cerro donde se
establecía el poblado, provocó el derrumbe de la muralla, el colapso de casamatas, viviendas y la
inutilización de la calle que discurría paralela a la muralla en dirección norte-sur, esto tendrá como
consecuencia el abandono del poblado por una parte importante de sus habitantes que deciden que no
merece la pena quedarse en el lugar y se trasladan a otro emplazamiento, parece ser que se refugian en
la vecina población de La Fonteta donde la información arqueológica confirma un crecimiento urbano y
la consolidación como centro de referencia, mientras los pobladores que deciden quedarse en Cabezo
Pequeño deciden reconstruir el poblado y reinventarse como un pequeño centro metalúrgico que
termina siendo dependiente de La Fonteta.
¿Cuáles son las evidencias materiales que permiten a los investigadores determinar el cambio en los
ocupantes del poblado tras el terremoto?
Como evidencias materiales del cambio tenemos toda la serie de refuerzos “antisísmicos”
acometidos en la muralla y las edificaciones mediante contrafuertes, taludes y tirantes, la reutilización
de materiales provenientes de las construcciones afectadas para construir otras nuevas con una
arquitectura mas simplificada que la del asentamiento original y finalmente podemos hacer la referencia
a la construcción del taller circular que implica un cambio en la actividad económica en los pobladores
que se quedaron, se especula con la idea de que los habitantes que se quedaron se fusionaron de alguna
manera con las poblaciones autóctonas lo que podría explicar los taludes en la muralla o las formas
constructivas más simplificadas.
Explique brevemente los patrones de asentamiento precolonial y colonial al que se alude en el texto.
Los asentamientos ibéricos precoloniales se suelan agrupar en tres tipos, siendo el mas simple
los localizados en zonas llanas que estaban dedicados a labores agrícola-ganaderas y carecen de
fortificaciones, el siguiente tipo en complejidad corresponden a asentamientos fortificados en zonas
elevadas del terreno y finalmente tenemos los oppida que eran poblados fortificados que funcionaban
como capitales territoriales; a nivel de vivienda predominan las formas de planta rectangular simple, de
una o dos plantas, construidas en adobe y una cubierta realizada con estructura de madera y
recubrimiento vegetal.
Mientras los asentamientos coloniales fenicios tienen una particular predilección por
establecerse en la línea de costa, en una elevación del terreno muy próxima a un estuario, laguna o
ensenada que les facilite atracar sus barcos con facilidad y seguridad, también podían construir muelles
de atraque conocidos como “cotones”, la proximidad al mar les permita obtener sal para conservar
alimentos para sus travesías navales, los asentamientos pueden presentar murallas con casamatas en
función de las relaciones que esperaban con las poblaciones indígenas, en cuanto a las viviendas son de
planta cuadrada, en piedra tallada y madera o con ladrillos de barro, tenían hornos y molinos de trigo en
las viviendas, calles estrechas y todo construido en base al patrón de medida del “codo” (0,52m)
asimilado del sistema egipcio.
En la segunda fase de asentamiento es posible interpretar que las dos formas constructivas se
mezclan por lo que se lleva a plantear la posibilidad de que las poblaciones se hibridaran o convivieran
dentro del mismo asentamiento.
¿Qué relación tiene el yacimiento estudiado con el de La Fonteta? Explique los argumentos expuestos
en el texto.
La Fonteta fue un poblado portuario fenicio localizado en la desembocadura del rio Segura muy
próximo al asentamiento de Cabezo Pequeño del Estaño 1, se considera que era un puerto importante
para el tránsito de mercancías al conectar las rutas fluviales y terrestres hacia el interior con las rutas a
los puertos fenicios, la relación con Cabezo Pequeño del Estaño 1 además de la evidente relación entre
asentamientos fenicios las pruebas arqueológicas muestran la existencia de un crecimiento poblacional
posiblemente debido al realojo de la población emigrada de Cabezo Pequeño del Estaño 1 tras el
terremoto, aunque la relación mas interesante pudiera ser la comercial dado que los pobladores de
Cabezo Pequeño del Estaño 1 pasaron a desarrollar una actividad metalúrgica posiblemente
dependiente del cada vez mas importante asentamiento de La Fonteta que pasa a ser el asentamiento
dominante.
Indique los elementos de la cultura material que permiten a los investigadores determinar la
orientación metalúrgica de la estructura circular del yacimiento.
En el yacimiento aparece una estructura circular de 4,5 mts de diámetro y una superficie
aproximada de 55 m2, su distribución interna ha sido modificada con la construcción de tres bancos
corridos realizados en barro compactado que generan un espacio interior hexagonal, en el que está al
norte tenemos una mesa de trabajo y un ánfora, el banco situado al sur tiene un negativo impreso de
otro ánfora similar, además en el banco del lado occidental se encontraron dos vasos de cerámica de
mano a modo de ollas abiertas encastradas en la pared, de nuevo en la zona norte se localiza un
pequeño horno con boca abocinada y cámara de 30 cm de diámetro revestida con fragmentos de
cerámica a modo de superficie refractaria, al lado del horno aparece una cazoleta con restos de plomo y
un nódulo de galena, también aparecen marcadores, toberas, coladores, ánforas, vasos, pithoi, etc. Así
ante estas evidencias materiales se determinan que la construcción circular es taller de copelación de
plata.
¿Qué análisis se han llevado a cabo sobre restos de la cultura material del yacimiento? ¿Cuál es la
finalidad de dichos análisis?
En el taller aparecieron restos materiales de morteros, toberas cilíndricas y varios discos de
barro con minerales incrustados los cuales son analizados y se verifica que son restos de aluminio y plata
lo que confirmaría la actividad metalúrgica del taller, afirmación que se ve reforzada con la presencia
misma de los coladores analizados ya que estas herramientas aparecen en la totalidad de yacimientos
fenicios relacionados con la copelación de plata como en San Bartolomé de Almonte (Hueva), Cerro de
la Albina (Sevilla), Tejada la Vieja y Pañalosa (Huelva) Campillo ( Puerto de Santa María) o la propia
Cartagena, se desconoce la función real de esta piezas, pero el análisis de los minerales permite
corroborar la actividad metalurgia y concretamente la copelación de plata.
Sin restar importancia en conocer los motivos que llevan a los fenicios a establecer
asentamientos coloniales en el mediterráneo oriental me resulta quizás mas interesante las relaciones
que se establecen entre los pueblos nativos y los colonos, como expone el artículo la presencia de una
“muralla de casamatas” con almacenes de grano en su interior sugerirían un periodo inicial de tensiones
entre ambas culturas por la disputa del control de los recursos de la zona, situación que se antoja
posible. Ahora bien, finalmente la investigación sugiere una convivencia pacífica entre las poblaciones e
incluso no descartan un mestizaje entre indígenas y fenicios, para ello se base en la reconstrucción de la
muralla de casamatas que tras sus derrumbes por el terremoto sufrido se acomete una rehabilitación de
la misma mediante terraplenes, ciertamente la construcción de este sistema de refuerzo estructural
pone fin a su función defensiva como muralla, opción que solo parece lógica acometer si en la zona ya no
existiera ningún peligro potencial, lo que refuerza la idea de la convivencia armoniosa e incluso la
“hibridación” de poblaciones. Pudiera ser posible también que los fenicios se impusieran a los indígenas
expulsándolos del territorio o incluso terminaran con ellos, entiendo que estas opciones no se presten a
debate al prevalecer de partida que el pueblo fenicio era un pueblo de comerciantes y como tal no
querría perder tiempo ni recursos en enfrentamientos bélicos, posiblemente el descubrimiento de restos
humanos permitiría confirma la propuesta de “fusión” étnica entre nativos y fenicios.
Por otro lado también resulta curioso el cambio que se produce en la actividad económica del
poblado de Cabezo Pequeño del Estaño 1 tras el devastador suceso sísmico, sabemos que el
asentamiento construye una taller de copelación de plata, actividad que se inicia entre 60 y 80 años
después del inicio del asentamiento colonial, cuando el poblado ha perdido su capacidad de crecimiento
y desarrollo tras la emigración de la mayoría de la población posiblemente a la vecina ciudad de La
Fonteta que parece ser que transforma en la ciudad principal desde la que parten las rutas comerciales
tanto interiores como navales, mientras el poblado de Cabezo Pequeño del Estaño 1 queda como un
satélite de La Fonteta, incluso se podría ver como una deslocalización de la producción por diferentes
motivos como cercanía a la fuente de minerales o alejar de la costa un producto de tanto valor.
En el contexto de los verracos conocidos en territorio vetón ¿qué importancia tiene que el
ejemplar sea geminado? ¿Cuál es el principal rasgo diferenciador de la pieza de El Gordo?.
La pieza de los verracos de El Gordo es la segunda pieza documentada en la Península Ibérica
como verraco geminado (siendo la primera la localizada en la finca de El Bercila de San Rafael, en Alcolea
de Tajo (Toledo). se trata de una figura zoomorfa doble, labrada en un único bloque de piedra granítica
que representa a una pareja de suidos (jabalís en este caso).
El rasgo diferenciador de esta pieza según los estudios realizados por el Instituto del Patrimonio
Cultural de España (IPCE) es que nos encontramos ante la primera escultura vetona donde se
representan una pareja de jabalís macho y hembra documentada. Hasta este descubrimiento la
historiografía establecía para los verracos un sexo masculino si presentan representaciones de órganos
masculinos y si carece de ellos se clasificaba de verracos asexuados. La pieza de El Gordo que presenta
estados de mutilación importantes no permite observar representaciones sexuales primarios, pero si se
ha podido realizar un análisis de caracteres secundarios.
Con estas evidencias se concluye que el Verraco Geminado de El Gordo representa jabalíes, por
tanto, ejemplares salvajes. Además de confirmarse la presencia femenina se tendrá que reinterpretar la
clasificación de verracos “asexuados” en el fenómeno escultórico vetón.
¿Qué análisis se han llevado a cabo sobre la pieza? ¿Cuál es la finalidad de dichos análisis?
¿Con qué roca fue realizado el ejemplar analizado y cuál es su procedencia a partir de los
análisis llevados a cabo?
Se realizan análisis litológicos con microscopios estereoscópicos, de barrido electrónico y
pruebas de rayos-X, medidas de conductividad y concentración de aniones salinos (cloruros, nitratos y
sulfatos) que determinan que estamos ante un “granito de grano medio”. Según la mineralogía está
compuesta por Plagioclasa 23%, Cuarzo tardío 20% Biotita 14% y moscovita al 7%, que clasifican a la roca
como “Granito de Feldespato Alcalino”.
Los análisis permiten definir que tipo de material es la escultura y con ellos cotejar con las rocas
del entorno para intentar determinar la procedencia de la misma. Comprobando los mapas geológicos
de la zona se distinguen tres tipos de granitos: Porfídico, Granito de Grano Medio y Microgranito
moscovítico-biotítico. Los análisis del verraco de El Gordo y los datos geoquímicos del granito porfídico
de la zona del embalse de Valdecañas presentan variaciones de composición dentro del margen del
mismo liotipo granítico por lo que el granito empleado en el verraco presenta características similares al
granito porfídico de la zona.
Los resultados de los análisis muestran que los granitos utilizados en la elaboración de los
verracos geminados de Alcolea de Tajo y El Gordo son diferentes y no tienen relación material, el granito
utilizado en El Gordo es propio de su zona.
Explique brevemente los principales significados que se han venido dando a las esculturas de
verracos.
Los Vetones eran un pueblo agropecuario prerrománico que ocupaban el territorio
comprendido entre los ríos Duero y Tajo, son famosos por realizar esculturas de toros, cerdos y jabalís
que se conocen como esculturas de “verracos”, siendo su significado un misterio que ha suscitado
numerosas interpretaciones por partes de los investigadores.
Para las representaciones más antigua se propone una finalidad de marcación de territorio,
zonas de pasto, señalización de vías de comunicación y rutas ganaderas, más tarde cuando aparecen en
las inmediaciones de las ciudades u oppida se cree que adquieren un carácter protector del territorio,
una vez el pueblo vetón queda bajo dominio romano las estatuas quedarían relegadas a una
connotación funeraria.
Es conocido que un poco más al sur de la localización de El Gordo existía un camino ganadero en época
romana que posteriormente con algunas variaciones dio la Cañada Real de Talavera, fenómeno similar
ocurre con el verraco de Alcolea de Tajo donde el camino se desplaza en la edad media por la
construcción del puente del Pino por donde discurre la Cañada Real Leonesa, ante estas evidencias
parece bastante posible que los verracos jalonaran rutas ganaderas.
Con los otros significados propuestos por los investigadores las evidencias son menos
concluyentes, por ejemplo para la opción de protección de territorios en las cercanías de los oppidas se
basan en la posición agresiva y de ataque que suelen mostrar los verracos – jabalís donde se interpretan
como un guardián frente a enemigos externos, opción que siendo posible tal finalidad podríamos decir
que le falta tamaño a la escultura para infundir temor a un enemigo parece mas plausible que se trate de
una señal de estar en un territorio determinado, una señal fronteriza o algo similar, por ejemplo el
verraco de El Gordo al igual que el de Alcolea de Tajo se encuentran desprovistos de contexto
arqueológico pero podrían estar asociados a una asentamiento vetón que esté por descubrir siendo sus
funciones la de proteger el poblado o marcando un territorio propiedad de los vetones.
Por otro lado, en varias de las estatuas de verracos aparecen oquedades en las cabezas y
cazoletas en los lomos de los animales representados, se creen que estaban destinadas a encajar
elementos para la realización de libaciones y rituales de carácter público y social relacionadas con la
propiedad del territorio donde la instalación de verracos de piedra imperecederos reforzaría el
simbolismo de la propiedad de la tierra.
Nos encontramos ante una olla cerámica tartésica policroma, destaca el ancho friso de
composición orientalizante figurativo donde se representa una secuencia de flores de loto con los
capullos alternativamente abiertos y cerrados decorando la panza de la vasija, este pithoi tiene una
forma ovoide con una gran boca y cuatro asas geminadas de sección circular, tenían una función de
almacenajes y transporte de todo tipo de mercancías.
Estos vasos pintados se relacionan en la región del Guadalquivir con vajillas especiales por sus
decoraciones y su calidad técnica, destinadas a realizar prácticas rituales mítico-religiosas entre la
población tartésica, las imágenes de secuencias de flores de loto aparecen recurrentemente en escenas
decorativas de la artesanía fenicia, adoptada a su vez de la iconografía religiosa egipcia donde la flor de
loto es la representación del “Árbol Sagrado” relacionado con la regeneración de la vida y la
resurrección. El “Loto Sagrado” es el loto del Nilo que se cierra de noche y se abre de día, con sus flores
que renacen entre junio y agosto, flores consideradas un símbolo sagrado por la longevidad de sus
semillas que pueden germinar después de siglos y que presentan la particularidad de crecer emergiendo
su flor desde la profundidad del fango motivo por el cual el loto se convirtió en un símbolo religioso al
asociarse al proceso de la creación y la regeneración de la vida, esta metáfora de la resurrección pasó al
mundo fenicio por el contacto comercial.
Bibliografía consultada.
https://www.jerez.es/fileadmin/Image_Archive/Museo/OLLA_TARTESICA .
La Pieza del Mes. 24 de febrero de 2018. Museo Arqueológico Municipal de Jerez. Artículo de la
Arqueóloga LOPEZ LORENZO, Ester.
https://www.academia.edu/Las cerámicas_pintadas_orientalizantes_en_Andalucia.
https://www.carmona.org/actualidad/publicacion.
CERÁMICAS TARTESICAS CON DECORACIÓN ORIENTALIZANTE. MURILLO REDONDO, Juan
Francisco. UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA. 1989