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La primera infancia es el período de mayor importancia en relación a las neurociencias debido a que el cerebro experimenta un rápido desarrollo y es altamente maleable. Las experiencias durante esta etapa pueden influir en el desarrollo cerebral y en el bienestar a largo plazo. Los enfoques actuales sobre el cerebro y el aprendizaje se han ampliado para aplicar los conocimientos neurocientíficos en la educación y mejorar los métodos de enseñanza.

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La primera infancia es el período de mayor importancia en relación a las neurociencias debido a que el cerebro experimenta un rápido desarrollo y es altamente maleable. Las experiencias durante esta etapa pueden influir en el desarrollo cerebral y en el bienestar a largo plazo. Los enfoques actuales sobre el cerebro y el aprendizaje se han ampliado para aplicar los conocimientos neurocientíficos en la educación y mejorar los métodos de enseñanza.

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TP- MÓDULO 2

Diplomatura en Neurociencias
y Educación

GOMEZ, Andrea Verónica


DNI 22302430
AV. Rivadavia 3562 (1204)
Tel 0541166433679
Mail: [email protected]
1. ¿Podemos decir que la etapa de la primera infancia es el nodo de mayor
importancia en relación a las Neurociencias? ¿Porqué? Desarrolle.

Indudablemente la primera infancia, que abarca desde el nacimiento hasta los 5 años de
edad, es considerada el nodo crucial en el desarrollo del cerebro humano. Durante este
tiempo, se producen rápidos cambios estructurales y funcionales en el cerebro que sientan
las bases para el desarrollo cognitivo, emocional y social a lo largo de la vida. La infancia
temprana es el período en el que el cerebro experimenta la mayor plasticidad, lo que
significa que es altamente susceptible a ser moldeado y modificado por la experiencia y
el entorno.

La importancia de la primera infancia y las neurociencias radica en entender y reconocer


cómo se desarrolla el cerebro del niño desde el nacimiento hasta los primeros años de
vida y cómo esto influye

a. Desarrollo acelerado del cerebro: Durante los primeros años de vida, el cerebro se
desarrolla a un ritmo acelerado, estableciendo las bases para la función cerebral futura.
Durante este período, se forman nuevas conexiones neuronales y se establecen circuitos
que permiten el procesamiento de la información y la adquisición de habilidades
cognitivas y emocionales. El cerebro del niño tiene una capacidad excepcional para
adaptarse y reorganizarse en función de las experiencias que vive. Esto significa que las
experiencias y la estimulación que se brinden en esta etapa pueden tener un impacto
significativo en la estructura y función cerebral con un impacto importante en la
formación y fortalecimiento de las conexiones neuronales. El cerebro en la infancia
temprana es extremadamente maleable y adaptable. Esto significa que las experiencias y
estímulos que un niño recibe en esta etapa puede tener efectos tanto positivos como
negativos en el desarrollo cerebral y en el posterior desarrollo de habilidades cognitivas,
emocionales y sociales.

b. Sensibilidad al entorno: Durante los primeros años de vida, el cerebro es especialmente


sensible a la calidad del entorno en el que se encuentra el niño. Un entorno enriquecido,
lleno de estímulos positivos, interacciones afectivas y oportunidades de aprendizaje,
promoverá un desarrollo cerebral óptimo. Por el contrario, un entorno pobre, con falta de
estimulación, estrés crónico o negligencia puede tener un impacto negativo en el
desarrollo cerebral. La primera infancia es un período crucial para el desarrollo de
habilidades cognitivas y emocionales fundamentales, como el lenguaje, la memoria, la
regulación emocional y las habilidades sociales. Las investigaciones en neurociencia han
demostrado cómo el desarrollo de estas habilidades está estrechamente relacionado con
la maduración y conexión de diferentes áreas cerebrales.
c. Salud y bienestar a largo plazo: La calidad de las experiencias en la primera infancia,
incluyendo el cuidado adecuado, la nutrición, la estimulación y las interacciones
afectivas, tiene un impacto duradero en la salud y el bienestar del niño a lo largo de su
vida. Los estudios han demostrado que los primeros años de vida pueden influir en la
salud física, la capacidad de aprendizaje, el éxito académico y la salud mental en la edad
adulta.
d. Prevención y mitigación de adversidades: Las investigaciones en neurociencias han
demostrado que el estrés tóxico o crónico en la infancia temprana puede tener efectos
negativos en el desarrollo del cerebro y el bienestar a largo plazo. Entender cómo el
cerebro se ve afectado por experiencias adversas ayuda a desarrollar estrategias de
prevención y mitigación de riesgos a través de intervenciones tempranas y adecuadas.
Importancia de la prevención y la intervención temprana: Los avances en las
neurociencias han demostrado que la intervención temprana es fundamental para prevenir
y mitigar los efectos de trastornos del desarrollo y dificultades de aprendizaje. Durante la
primera infancia, se pueden detectar y tratar de manera más efectiva problemas
neurocognitivos antes de que se vuelvan más difíciles de modificar. Por lo tanto, invertir
en la primera infancia puede tener un impacto significativo en la salud cerebral y el
bienestar a largo plazo.

Definitivamente la primera infancia es el nodo de mayor importancia en relación a las


neurociencias debido a la rapidez y plasticidad del desarrollo cerebral durante este
período. Comprender cómo el cerebro se desarrolla en la infancia temprana es
fundamental para promover el bienestar y maximizar el potencial de cada niño. Además,
la investigación en neurociencias ha demostrado la importancia de la prevención y la
intervención temprana para evitar problemas de desarrollo y mejorar la calidad de vida
de los niños.

2. ¿Cuál considera Ud. es la fundamental diferencia entre la llamada década del


cerebro en los 90 y los enfoques actuales sobre el cerebro y el aprendizaje?

La década del cerebro en los años 90 fue un período en el que se produjeron importantes
avances en la comprensión del cerebro y su funcionamiento, se centró principalmente en
la investigación científica destinada a comprender mejor el funcionamiento del cerebro y
sus trastornos. Durante esta década, se realizaron numerosos estudios producto de un
esfuerzo colaborativo a nivel mundial que involucró a científicos de diferentes campos y
disciplinas y que ayudaron a identificar las diferentes áreas del cerebro y sus funciones
específicas. Además, se descubrieron nuevas técnicas de investigación, como la
resonancia magnética funcional, que permitieron visualizar la actividad cerebral en
tiempo real.
Uno de los enfoques clave de la década del cerebro fue el estudio de la plasticidad
cerebral, es decir, la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse a lo largo de la vida.
Se descubrió que el cerebro tiene la capacidad de desarrollar nuevas conexiones
neuronales y de modificar su estructura en respuesta a la experiencia y al aprendizaje.
En contraste, los enfoques actuales sobre el cerebro y el aprendizaje se han expandido
para abarcar no solo la investigación científica, sino también la aplicación de estos
conocimientos en el campo educativo. Se ha reconocido la importancia de comprender
cómo funciona el cerebro para mejorar los métodos de enseñanza y aprendizaje.
La investigación actual se enfoca en identificar las mejores prácticas pedagógicas que
promuevan la plasticidad y adaptabilidad cerebral, así como también en cómo aprovechar
la neuroeducación para personalizar la enseñanza y adaptarla a los diferentes estilos de
aprendizaje de los estudiantes. Se ha demostrado que el cerebro tiene la capacidad de
cambiar y reorganizar continuamente sus conexiones neuronales en respuesta a la
experiencia y al entorno.
Además, se ha puesto un mayor énfasis en la importancia de la estimulación temprana y
en el papel fundamental de la interacción social y emocional en el desarrollo del cerebro
y el aprendizaje. Se ha demostrado que las experiencias emocionalmente significativas
tienen un impacto profundo en la arquitectura cerebral y en la capacidad de aprendizaje
y memoria.
En los enfoques actuales también se ha prestado una mayor atención a las diferentes
formas de aprendizaje, reconociendo que cada individuo tiene su propio estilo de
aprendizaje y que los métodos de enseñanza deben adaptarse a las necesidades
individuales. Se ha enfatizado la importancia de la enseñanza basada en la evidencia y de
utilizar estrategias de enseñanza que promuevan la participación activa del estudiante y
el uso de múltiples sentidos en el proceso de aprendizaje.
En definitiva si bien la década del cerebro en los años 90 sentó las bases para la
comprensión del cerebro y su relación con el aprendizaje, los enfoques actuales han
ampliado y profundizado en esta área, centrándose en la plasticidad cerebral, la
estimulación temprana, la interacción social y emocional, y en la adaptación de los
métodos de enseñanza a las necesidades individuales. La diferencia fundamental entre la
década del cerebro en los 90 y los enfoques actuales radica en que la primera se centraba
en la investigación científica del cerebro en general, mientras que los enfoques actuales
se enfocan en la aplicación de ese conocimiento en el ámbito educativo para mejorar el
proceso de aprendizaje.

3. ¿Considera Ud. importante el desarrollo de la neurociencia frente a la innovación


y la búsqueda de calidad de los procesos pedagógicos?. Desarrolle.
Las neurociencias no solo son importantes, sino que resultan fundamentales en el ámbito
de la educación, ya que proporcionan información científica sobre el funcionamiento del
cerebro y cómo este procesa la información. Esta información se puede utilizar para
mejorar los procesos pedagógicos y promover la innovación en la educación.
La importancia radica en que nos permite comprender cómo aprende el cerebro y qué
estrategias son más efectivas para el aprendizaje. Por ejemplo, la importancia de las
EMOCIONES, el uso de técnicas como el aprendizaje multisensorial o el aprendizaje
basado en proyectos se ha demostrado que activan las áreas del cerebro asociadas al
aprendizaje y mejoran la retención de la información.
Además, las neurociencias también nos ayudan a entender cómo se desarrollan las
habilidades cognitivas y emocionales, lo que nos permite diseñar procesos pedagógicos
que promuevan un desarrollo integral de los estudiantes. Por ejemplo, se ha comprobado
que el aprendizaje musical estimula la formación de nuevas conexiones neuronales y
mejora habilidades como la concentración y la memoria. Lo mismo sucede con las
experiencias educativas donde según la edad cronológica de los niños se los invita a
moverse rompiendo la estructura arcaica que sostenía que el silencio y el supuesto orden
favorecía el clima para que los niños aprendieran mejor.
Por otro lado, las neurociencias nos permiten identificar posibles dificultades de
aprendizaje y mejorar la detección y la intervención temprana. Por ejemplo, se ha
descubierto que algunos trastornos del aprendizaje, como la dislexia o el trastorno por
déficit de atención e hiperactividad (TDAH), están relacionados con alteraciones en el
funcionamiento de ciertas áreas del cerebro. Con esta información, se pueden diseñar
estrategias pedagógicas adaptadas a las necesidades de estos estudiantes.
En pocas palabras, las neurociencias son imprescindibles en la búsqueda de la calidad
educativa, ya que nos proporcionan información científica sobre cómo funciona el
cerebro y cómo podemos optimizar los procesos pedagógicos. Utilizar estas
investigaciones en el ámbito educativo nos permite innovar en la forma en que enseñamos
y mejorar el aprendizaje de los estudiantes.

Bibliografía:
- Center on the Developing Child at Harvard University (2007). The Science of
Early Childhood Development: Closing the Gap Between What We Know and
What We Do.
- Dawson, G., & Fischer, K. W. (Eds.) (2016). Human Behavior in the Social
Environment: Interweaving the Inner and Outer Worlds (4th ed.). Routledge.
- Nelson, C. A. (2000). Neural Plasticity and Human Development: The Role of
Early Experience in Sculpting Memory Systems.
- Shonkoff, J. P., & Phillips, D. A. (Eds.). (2000). From neurons to neighborhoods:
The science of early childhood development. National Academies Press.
- Della Sala, S. (2019). The Decade of the Brain: The revolution in Neuroscience
in the 1990s. Cortex, 118, 274-277
- Howard-Jones, P. (2014). Neuroscience and education: myths and messages.
Nature Reviews Neuroscience, 15(12), 817-824.
- Bruzzone, M. (2016). Neuroeducación: Aportes de las neurociencias al
aprendizaje y la enseñanza. Buenos Aires, Argentina: Noveduc.
- Caballero, P., y García-Molina, A. (2019). Neuroeducación: fundamentos teóricos
y aportes prácticos para el aprendizaje y la enseñanza. Barcelona, España:
Editorial UOC.
- Medina, J. (2009). Brain rules: 12 principios para sobrevivir y prosperar en el
trabajo, en el hogar y en la escuela. Madrid, España: Alianza Editorial.

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