El Sobreseimiento

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UNIVERSIDAD MARIANO GALVEZ DE

GUATEMALA
Licda. Jessica Flores

Derecho Procesal Penal I

PROCESOS PENALES

AURA MARISOL ACUTA SOLIS

CARNE: 5017-10-8042

22 DE SEPTIEMBRE DE 2012
INTRODUCCION

El tema de investigación refleja su importancia debido a que el Artículo 118 del Código
Procesal Penal, no prevé cual es el efecto procesal que a futuro surgirá al momento de
denegar la solicitud de sobreseimiento y por ende ordenar por el juez de la causa, se
proceda a formular la acusación.
Expuesto lo anterior la importancia de su elección a fin de ser investigado el referido
punto, radica precisamente en la notoria laguna que existe en dicha normativa, pues la
misma reitera en que no contempla cual es el efecto procesal que posteriormente debe
surgir cuando se deniega por el juez contralor el acto conclusivo de sobreseimiento y se
ordena formular la correspondiente acusación.

se le presenta una serie de procesos penales así como también medidas


desjudicializadoras las cuales se utilizan en un proceso penal con el objetivo de acortar los
procesos ayudando a que el estado no invierta en un caso que no va a llegar a tener una
sentencia condenatoria ya que cuenta con circunstancias que los libera de la penal, asi
mismo una descarga de trabajo para el Ministerio Publico y el bienestar del querellado.

EL SOBRESEIMIENTO
Definición
El sobreseimiento es un auto, que se dicta en la fase intermedia o durante la preparación
del debate, mediante el cual se absuelve a un imputado. El sobreseimiento cierra el
proceso de forma definitiva e irrevocable respecto a esa persona (Art. 330 CPP Valor y
Efecto). El sobreseimiento produce los mismos efectos que una sentencia absolutoria.

Con el sobreseimiento se busca evitar llegar hasta el juicio cuando de la investigación


realizada se deduce que el resultado final va a ser la absolución. Asimismo, el hecho de
producir el efecto de cosa juzgada, evita que una persona esté permanentemente
amenazada por la existencia de un proceso abierto en su contra.

Supuestos
El Ministerio Público solicitará el sobreseimiento en los siguientes casos:

1º Cuando resulte evidente la falta de alguna de las condiciones para la imposición de


una pena (Art. 328 inciso 1 CPP).

Por ejemplo,

(Art.25 CP) Causas de inculpabilidad. De la investigación realizada resulta evidente


que el hecho se cometió en legítima defensa, bajo miedo invencible.
(Art. 32 CPP) Motivos de la extinción de la persecución penal. Se comprueba que
la persecución penal se extinguió “Por muerte del imputado; por amnistía; por
prescripción; entre otros.
(Art. 484 a 487 Se exceptúan: Aquellos casos en los que corresponda proseguir el
procedimiento para decidir exclusivamente sobre la aplicación de una medida de
seguridad conforme al procedimiento especial previsto. Por ejemplo, el hecho fue
cometido por un enfermo mental o menores de edad.

2º (Art. 328 inciso 2 CPP) Cuando a pesar de la falta de certeza, no existiere


razonablemente la posibilidad de incorporar nuevos elementos de prueba y fuere
imposible requerir fundadamente la apertura del juicio. En esos casos por el principio del
"in dubio pro reo" el fiscal deberá solicitar el sobreseimiento.

3º En aquellos casos en los que se aplique el criterio de oportunidad conforme al (inciso


6 del artículo 25 CPP). Que se aplicara por los jueces de primera instancia obligadamente
a los cómplices o autores del delito de encubrimiento que presten declaración eficaz
contra los autores de los delitos: contra la salud, defraudación, contrabando, entre otros.

4º Cuando tratándose de delitos contra el régimen tributario se hubiese cumplido en


forma total la obligación del pago de tributos e intereses (Art. 328 inciso 3 CPP).

Salvo (Art. 330 CPP). Que el proceso se refiera a la apropiación de recursos percibidos en
aplicación del Impuesto al Valor Agregado, a la apropiación de las retenciones practicadas
en la aplicación del Impuesto sobre la Renta y en los delitos de defraudación y
contrabando aduanero no procederá el sobreseimiento.

Efectos:
El sobreseimiento firme cierra irrevocablemente el proceso con relación al imputado a
cuyo favor se dicta, inhibe su nueva persecución penal por el mismo hecho y hace cesar
todas las medidas de coerción motivadas por el mismo (Art. 330 CPP Valor y Efecto).
Tiene que quedar claro que el sobreseimiento se dicta a favor de una persona en concreto
y no a favor de una causa. El sobreseimiento impide que la persona a favor de quien se
dictó, vuelva a ser juzgada con relación a esos hechos, pero nada impide que una persona
distinta sea juzgada por esos mismos hechos, o que esa misma persona sea juzgada por
nuevos hechos.

Parte procesal
El auto de sobreseimiento se puede dictar:

1º Al finalizar la audiencia del procedimiento intermedio, luego de discutir la acusación


formulada por el Ministerio Público; (Art. 340 CPP Audiencia). El juez de primera instancia
podrá dictar auto de sobreseimiento (Art. 341 CPP Resolución).

En el debate: Generalmente, si en el debate no se demuestra la culpabilidad del imputado,


procederá la absolución. No obstante, si en el debate se interpusiere una excepción de
extinción de la persecución penal y la misma fuere declarada con lugar, en esos casos, no
sería necesario continuar el debate, pudiéndose finalizar en ese momento con un
sobreseimiento.

Durante el procedimiento preparatorio, el juez no podrá dictar de oficio, ni a petición de la


defensa el sobreseimiento. Tan sólo en el momento en el que el Ministerio Público
practique su requerimiento conforme a los artículos (324 Petición de apertura) a (327
archivo CPP), el juez entrará a valorar, en su caso, la pertinencia de dictar un
sobreseimiento. Por ello es absolutamente ilegal la práctica que algunos juzgados han
desarrollado de recibir declaración de un imputado e inmediatamente después, dictar la
falta de mérito y el sobreseimiento.

El inicio del procedimiento intermedio se da con la presentación del requerimiento del


Ministerio Público. Ello no quiere decir que en un caso en el que haya varios imputados,
deba hacerse el requerimiento que pone fin al procedimiento preparatorio para todos, a
la vez. Si, por ejemplo tenemos tres imputados y sobre uno de ellos es evidente que
procede dictar sobreseimiento, se hará inmediatamente el requerimiento. En este caso, el
procedimiento preparatorio habría terminado para éste imputado y estaríamos en la fase
intermedia, sin perjuicio que para los otros imputados sigamos en el procedimiento
preparatorio.

Procedimiento
Si es el Ministerio Público quien solicita el sobreseimiento, junto al pedido deberá remitir
al juzgado o Tribunal las actuaciones y los medios de prueba que obren en su poder (Art.
325 CPP Sobreseimiento o Clausura). El sobreseimiento se solicitará en un escrito en el
cual se describirá el hecho y se indicarán los motivos por los cuales procede sobre ser .

Recursos
Frente al auto del juez de primera instancia que declare el sobreseimiento, cabe recurso
de apelación (Art. 404.8 CPP). Frente al auto del tribunal de sentencia que declare el
sobreseimiento, cabe recurso de apelación especial (Art. 415 CPP Objeto).

LA CLAUSURA PROVISIONAL DE LA PERSECUCIÓN PENAL


Objetivo
Tradicionalmente, cuando la investigación se había agotado y no había elementos
suficientes para acusar al imputado, pero tampoco había quedado demostrada su
inocencia, el proceso terminaba con el sobreseimiento provisional. El sobreseimiento
provisional no producía efecto de cosa juzgada, por lo que el imputado vivía con la
amenaza permanente de un proceso en su contra.

Por otro lado, el Código Procesal Penal vigente establece que una vez vencidos los plazos
establecidos para la finalización del procedimiento preparatorio, y aún faltan diligencias
de investigación para demostrar o desvirtuar el hecho que se imputa, y se tiene cierto
grado de probabilidad de poder incorporarla en un determinado plazo, el Ministerio
Público deberá formular requerimiento de clausura provisional.

La clausura provisional de la persecución penal tiene un doble objetivo:

1º Evitar que se produzca el sobreseimiento, con el efecto de cosa juzgada, en casos en


los que la investigación no se ha agotado.

2º Limitar el mantenimiento de un proceso abierto en contra del imputado


exclusivamente a los supuestos en los que existan medios de prueba concretos y
determinados que puedan practicarse.

Supuestos
Corresponderá solicitar la clausura de la persecución penal cuando habiéndose vencido el
plazo para la investigación, no correspondiese sobreseer y los elementos de prueba
resultaren insuficientes para requerir fundadamente la apertura a juicio. Para poder
solicitar la clausura provisional de la persecución penal, el Ministerio Público tendrá que
indicar de forma concreta los elementos de prueba que podría incorporar, en qué plazo y
qué elemento o elementos probaría con dichos medios de prueba.

El juez también puede decretar la clausura provisional en los casos en los cuales el
Ministerio Público no ha formulado la acusación luego de los plazos concedidos por el juez
que controla la investigación para que el Ministerio Público formule la solicitud de
conclusión del procedimiento preparatorio (Art. 324 bis Control Judiciaal CPP). No
procederá la clausura provisional a que se refiere este artículo, si el querellante que
fundadamente hubiere objetado el pedido de sobreseimiento o clausura, manifiesta su
interés en proseguir el juicio hasta sentencia y presenta acusación. Estos casos se
tramitarán conforme a lo previsto para la acusación (Artículos 332 bis Acusación), (340
Audiencia) y (341 Resolución CPP).

Efectos
El efecto principal de la clausura provisional de la persecución penal es el cese de toda
medida de coerción que se hubiere dictado contra la persona imputada en la causa
clausurada. Sin embargo, esta figura, como su propio nombra indica, no da una respuesta
definitiva al proceso penal. Cuando se dicte la clausura provisional, el Ministerio Público
buscará reunir los elementos probatorios indicados en la resolución judicial. Cuando estos
se hayan reunido y exista fundamento para plantear la acusación, el Ministerio Público lo
hará solicitando la apertura a juicio. En el caso en el que los medios de prueba indicados
se hayan practicado y no sean suficientes para acusar, el fiscal solicitará el sobreseimiento.

Procedimiento
El Ministerio Público presentará un escrito solicitando la clausura provisional. Dicho
escrito deberá especificar que elementos de prueba se espera poder incorporar y el plazo
en el que se incorporarán.

El código procesal penal no establece el momento a partir del cual debe computarse el
plazo para la realización de la audiencia oral, sin embargo, dado el principio de celeridad
procesal este debe entenderse que se computa a partir de la presentación de la solicitud
del Ministerio Público.

Admitida la clausura, una vez que se incorporen los medios de prueba esperados, el
Ministerio Público solicitará la reapertura de la investigación y en su caso la apertura a
juicio o el sobreseimiento.

Recursos
Frente a la resolución del juez de primera instancia que dicte la clausura provisional cabe
interponer un recurso de apelación, según lo dispuesto en el (Art 404 inciso 8 CPP
Apelación).

LAS MEDIDAS DESJUDICIALIZADORAS

EL CRITERIO DE OPORTUNIDAD
Concepto
El criterio de oportunidad es la facultad que tiene el Ministerio Público, bajo el control del
juez, de no ejercer la acción penal debido a su escasa trascendencia social o mínima
afectación al bien jurídico protegido, a las circunstancias especiales en la responsabilidad
del sindicado o cuando el imputado sufre las consecuencias de un delito culposo.

También se podrá aplicar el criterio de oportunidad a favor de cómplices y encubridores


cuando declaren en el proceso encubriendo a los autores. Sin embargo, debido a sus
características especiales.
El decreto 79-97 reformó el régimen del criterio de oportunidad, modificando el (Art 25 y
creando los Art 25 bis, ter, quáter y quinquies).

Objetivo
El criterio de oportunidad nace de la necesidad que tiene el Ministerio Público de
seleccionar las causas en las que va a trabajar. Como ya vimos en el capítulo anterior, el
fiscal no puede atender por igual a todos los casos que ingresan en su oficina, por lo que
debe elegir aquellos que ameritan una investigación. Esta selección ya se daba en el
sistema anterior y se da en cualquier sistema procesal del mundo. La diferencia es que al
normarla, se fija un criterio y unos límites. De esta manera la decisión del Ministerio
Público es controlable.

Por otra parte, no tenemos que olvidar que el proceso penal debe ser un sistema de
transformación o resolución de conflictos. Indudablemente, es el sistema más drástico ya
que hace intervenir al Estado con todo su poder coactivo. Por ello es obligación del
Ministerio Público evitar la entrada en el proceso penal de aquellos casos que se hayan
solucionado o puedan fácilmente resolverse mediante un acuerdo entre las partes.

En resumen, podemos decir que el objetivo del criterio de oportunidad, tal y como está
diseñado en nuestra ley procesal penal, es doble: Por un lado la descarga de trabajo para
el Ministerio Público y por otro la intervención mínima del Estado en problemas que
pueden resolverse a través de la conciliación entre las partes, recogiéndose de esta
manera los principios humanizadores y racionalizadores del derecho penal moderno.

Supuestos
El criterio de oportunidad podrá aplicarse en aquellos casos en los que:

1. Se trate de delitos no sancionados con pena de prisión (Art. 25 CPP).

2. Se trate de delitos perseguibles por instancia particular (Art. 25 CPP).

3. Se trate de delitos de acción pública, cuya pena máxima de prisión no fuere superior a
cinco años; con excepción de los delitos tipificados en la ley de Narcoactividad. En estos
casos, habrá que acudir al Código Penal para determinar si el máximo de la pena a
imponer para el tipo penal aplicable, supera o no los cinco años.

4. que la responsabilidad del sindicado o su contribución a la perpetración del delito sean


mínima.
Este análisis deberá hacerse tomando en cuenta el conjunto del articulado del código y no
solo el tipo básico del delito que se analiza. Por ejemplo, actualmente, al autor de hurto
agravado se le puede imponer una pena de entre 2 y 10 años (Art. 247 CP). Obviamente al
autor de un hurto agravado consumado no se le podrá aplicar el criterio de oportunidad,
pero si al cómplice o al autor de hurto en tentativa, por cuanto en esos casos la pena se
reduce en un tercio, quedando un máximo de pena de 3 años (ver los artículos 63 y 66 del
Código Penal).

5. La responsabilidad del sindicado o su contribución a la perpetración del delito sea


mínima. En este punto tenemos que distinguir dos situaciones:

a. Culpabilidad mínima: El Ministerio Público podrá abstenerse de ejercitar la acción


penal en aquellos casos en los que no haya elementos suficientes para eximir al sindicado
por una causa de inimputabilidad (Art. 23 CP) o por una causa de inculpabilidad (Art. 25
CP), pero su culpabilidad sea muy limitada. Un ejemplo sería el de un hurto cometido por
una persona hambrienta pero no en grado suficiente como para aplicar la eximente de
estado de necesidad.

b. Participación mínima: Habrá contribución mínima a la perpetración del delito cuando,


si bien de alguna manera contribuyó a que este se diese, su actuar fue prácticamente
irrelevante.

En ambos casos el criterio determinante ya no será el impacto social del delito sino la
circunstancia especial del imputado y su grado de responsabilidad. Por ejemplo podría
aplicarse el criterio de oportunidad a una persona que participó en un asesinato, pero
coaccionada aunque no hasta el extremo de excluir la culpabilidad. Por no ser el hecho, el
criterio determinante, sino las circunstancias del autor, no existe el límite de los cinco
años en cuanto a la pena prevista.

6. El inculpado haya sido afectado directa y gravemente por las consecuencias de un delito
culposo y la pena resulte inapropiada. Este supuesto es el que la doctrina denomina pena
natural. La ley guatemalteca sólo lo admite en los casos de delitos culposos. Los casos más
frecuentes se darán en el ámbito de los delitos de tránsito, por ejemplo una persona que
por manejar en forma imprudente produce un accidente a consecuencia del cual, fallece
su hijo.

Limitaciones
No obstante lo señalado en el literal anterior, no podrá aplicarse el criterio de
oportunidad cuando:
1. A criterio del Ministerio Público, el delito puede afectar o amenazar gravemente al
interés público y a la seguridad ciudadana, o

2. El delito ha sido cometido por funcionario o empleado público con motivo o en ejercicio
de su cargo.

Requisitos
Para poder aplicar el criterio de oportunidad será necesario (Art.25 bis CPP):

1. Autorización judicial: La autorización judicial la dará el juez de primera instancia. No


obstante, podrá darla el juez de paz cuando el criterio de oportunidad se solicita por un
delito de acción pública con pena inferior a tres años (incluyendo obviamente los delitos
sancionados con una pena no privativa de la libertad). La función del juez es controlar que
en el caso concreto se cumplen todos los requisitos exigidos por la ley. El juez no podrá
entrar a valorar la conveniencia o no del criterio, sino si la petición es acorde a lo
dispuesto por la ley. En cualquier caso, si el juez deniega la aplicación del criterio de
oportunidad, estará forzado a motivar su resolución (Art. 11 bis CPP).

El consentimiento del agraviado, si lo hubiere. En este punto, el fiscal debe realizar una
tarea de convencimiento a la víctima, haciéndola ver que posiblemente salga más
beneficiada con el criterio de oportunidad que si se sigue proceso contra el imputado. En
aquellos casos en los que, realizadas las citaciones no compareciese el agraviado, no
quedaría más remedio que continuar el proceso. No obstante, podrían buscarse otras vías
de salida, como la suspensión condicional de la persecución penal o el procedimiento
abreviado. En aquellos casos en los cuales el agraviado sea la sociedad, se entiende que el
consentimiento lo presta el Ministerio Público.

3. Que el sindicado haya reparado el daño o se haya llegado a un acuerdo para la


reparación. En relación a este punto hay que analizar distintas situaciones:

a. Obviamente, no será necesario reparar daño cuando éste no se dio. De lo contrario


estaríamos llegando a la absurda situación por la que en los delitos con daño se podría
aplicar el criterio de oportunidad mientras que en los que no han producido daño no
cabría.

b. En el caso de que el daño no pueda satisfacerse en forma inmediata, deberá


asegurarse su cumplimiento. A tal efecto, el código prevé que el acuerdo de
conciliación realizado ante el juez de paz tenga valor de título ejecutivo. Obviamente,
las partes tienen libertad para acordar otras garantías como hipotecas, prendas,
fianzas... En cualquier caso, el fiscal no debe proponer el criterio de oportunidad
cuando dude que la reparación se realice.
c. Cuando el daño producido no afecte a persona individual en concreto, sino a la
sociedad, el imputado deberá haber reparado el daño o garantizar su reparación en el
plazo máximo de un año. En caso de insolvencia, el juez podrá sustituir la reparación
por la realización de una actividad en servicio a la comunidad, por periodos de entre
quince y veinte horas semanales y por un plazo no superior al año. Asimismo, el
tribunal podrá imponer la realización de las normas de conducta y abstenciones que el
tribunal señale, de entre las descritas en el artículo 25 bis.

d. Que el sindicado no haya sido beneficiado previamente por la abstención del ejercicio
de la acción, por la comisión de un delito doloso que haya dañado o puesto en peligro
el mismo bien jurídico (Art. 25 quinquies). Por ejemplo, si ya se le concedió un criterio
de oportunidad por una estafa, no podrá concedérsele de nuevo por un hurto, ya que
en ambos casos se afecta al bien jurídico propiedad. No obstante, si será posible
conceder un criterio de oportunidad por unas lesiones leves, si a la persona se le
concedió previamente por lesiones culposas. La ley exige al Ministerio Público que
tome las medidas para dar estricto cumplimiento a esta norma.

Finalmente, a diferencia del procedimiento abreviado, la ley no exige que el imputado


reconozca de forma expresa los hechos.

Efectos
Pasado un año desde que la aprobación del criterio de oportunidad quedó firme, sin que
el mismo haya sido impugnado, se producirá la extinción de la acción por lo que el estado
ya no podrá perseguir a esa persona por esos hechos. La impugnación al criterio de
oportunidad podrá realizarse cuando se demuestre que hubo fraude, dolo, simulación o
violencia para su otorgamiento o si surgieren elementos que demuestren que la figura
delictiva era más grave y que de haberse conocido no hubiera permitido la aplicación del
criterio de oportunidad (Art.25 bis CPP). No obstante, el mero incumplimiento de las
obligaciones civiles de reparación no provoca la anulación del criterio de oportunidad, sino
que será necesario demostrar que el impago se debe a fraude, dolo, simulación o
violencia.

(Artículo 286 Oportunidad CPP) faculta al Ministerio Público a reiniciar la acción, cuando
lo considere conveniente, siempre y cuando no haya caducado la acción. Obviamente, tras
la reforma 79-97, hay que interpretar este artículo en forma limitada, por cuanto el fiscal
sólo podrá reabrir el proceso si demuestra que se dan las condiciones señaladas en el
párrafo anterior. Si el imputado entiende que el fiscal no tiene elementos para abrir la
acción, o que esta caducó por haber transcurrido el plazo de un año, podrá interponer
ante el juez una excepción por falta de acción, conforme al (artículo 294 Excepciones).
Asimismo, el juez podrá declararla de oficio.

Momento procesal
La aplicación del criterio de oportunidad podrá darse desde que se tiene conocimiento del
hecho delictivo hasta el comienzo del debate (Art. 286 Oportunidad CPP). No obstante, lo
conveniente es que el criterio de oportunidad se aplique lo más rápidamente posible ya
que de lo contrario uno de los objetivos de esta figura, como es la descarga de trabajo
para el Ministerio Público quedaría prácticamente sin efecto.

Si bien la solicitud de abstención en el ejercicio de la acción es una facultad


eminentemente fiscal, la reforma del artículo 79-97, faculta tanto al imputado como al
querellante, la provocación de una audiencia de conciliación (Art.25 ter Conciliación), a
las que las partes, incluyendo al fiscal deberán acudir. En cualquier caso, no parece
admisible que el juez pueda conceder el criterio de oportunidad si el fiscal se opone al
mismo, por cuanto la Constitución de la República establece claramente que el ejercicio
de la acción penal pública corresponde al Fiscal General. Por lo tanto podemos afirmar,
que las partes podrán iniciar el procedimiento para la aplicación del criterio de
oportunidad, pero será necesaria la aprobación por parte del fiscal.

La conciliación y la mediación
Cuando el criterio de oportunidad se solicite para hechos en los que hay una víctima
conocida, se podrá realizar una audiencia de conciliación, dirigida por el juez de paz. A
dicha audiencia acudirá el Ministerio Público o el síndico municipal, el imputado y la
víctima, pudiendo estar acompañados de sus abogados. Si se llegase a un acuerdo se
podrá levantar un acta, en la que se especificarán los términos del acuerdo. El acta tendrá
valor de título ejecutivo para la acción civil (Art. 25 ter Conciliación).

No obstante, las partes, con la aprobación del Ministerio Público podrán acordar someter
el conflicto a Centros de Conciliación o Mediación registrados por la Corte Suprema de
Justicia. Del acuerdo obtenido se levantará acta que será presentada ante el juez de paz,
para que a través de un breve decreto judicial, le de valor de título ejecutivo para el
ejercicio de la acción civil, siempre y cuando el acuerdo no viole la Constitución o Tratados
Internacionales en Derechos Humanos (Art. 25 quáter Mediación).

Para lograr el acuerdo entre las partes, se podrá recurrir a los usos y costumbres de las
diversas comunidades para la solución de los conflictos, los principios generales del
derecho o la equidad (Art. 25 bis Requisitos).
Procedimiento
Para poder aplicar el criterio de oportunidad será necesario llenar los requisitos
establecidos en el (art. 25 bis del CPP):

1. Autorización Judicial,
2. Consentimiento del agraviado, si lo hubiere.
3. Que el sindicado haya reparado el daño o exista acuerdo para la reparación.
4. Que el sindicado no haya sido beneficiado previamente por la abstención del
ejercicio de la acción, por la comisión de un delito doloso que haya dañado o
puesto en peligro el mismo bien jurídico (art. 25 quinquies CPP).

De acuerdo con lo dispuesto en la ley se distinguen varios procedimientos, en función de


sí hay agraviado conocido o no. De esta forma tenemos:

1. No existe daño, ni agraviado: En estos casos, la petición se interpondrá ante el juez de


primera instancia o ante el juez de paz, en función de sí el delito lleva aparejada pena
superior o inferior a los tres años de encarcelamiento. El juez verificará que se dan las
condiciones de ley y que existe acuerdo por parte del Ministerio Público (en el caso de que
no haya sido el fiscal quien solicitó aplicar el principio de oportunidad) y sin más trámite
resolverá.

2. Existencia de un daño cometido a la sociedad: En estos casos, el Ministerio Público


solicitará la aplicación del criterio de oportunidad ante el juez de primera instancia o el
juez de paz, en función del delito imputado. El juez verificará que el sindicado ha reparado
el daño o que haya otorgado garantías suficientes de resarcimiento en el plazo de un año.
Si el imputado fuera insolvente, el juez podrá imponerle la prestación de servicio social a
la comunidad y el cumplimiento de reglas de conducta (Art. 25 bis). Es recomendable que
el fiscal en su escrito le sugiera al juez el servicio social o las reglas de conducta a imponer.

3. Existencia de daño ocasionado a tercero: En estos casos, habrá que distinguir:


a. Si las partes no han llegado a un acuerdo, se solicitará al juez de paz que convoque a
una audiencia de conciliación (Art. 25 ter Conciliación).

b. Si las partes ya han llegado a un acuerdo, directamente entre ellos o a través de un


centro de mediación (Art. 25 quáter Mediación), presentarán ante el juez de paz el acta
del acuerdo, para que se le confiera la categoría de título ejecutivo.
Producido el acuerdo, se presentará este, junto con la petición de aplicación del criterio
de oportunidad al juez competente (juez de paz o de instancia, según el caso) para que lo
autorice. El juez verificará que se cumplen los requisitos establecidos por la ley y que
existe, si no lo presentó el mismo, opinión favorable del fiscal. Obviamente, si se produce
conciliación ante el juez de paz y este es competente, en el mismo acto se emitirá
resolución de aplicación del criterio de oportunidad.

La actuación del síndico municipal


En aquellos municipios del interior de la República, cuando no hubiere fiscales, actuarán
los síndicos municipales en representación del Ministerio Público para la aplicación del
criterio de oportunidad, salvo que el fiscal de distrito lo resuelva por si mismo o a través
de un agente o auxiliar fiscal (Art. 85 LOMP). Es labor del jefe distrital asegurarse que los
síndicos encargados de la aplicación del criterio de oportunidad sean debidamente
instruidos acerca del alcance y supuestos de estas medidas.

Recursos
Tenemos que distinguir tres situaciones:

1. El juez de primera instancia o el juez de paz autoriza la abstención del ejercicio de la


acción penal: Frente a la admisión de un criterio de oportunidad por el juez de primera
instancia o de paz, se puede recurrir en apelación (Art. 404 CPP, inciso 5 Apelacion).
Cuando el criterio de oportunidad genere el sobreseimiento, se podrá recurrir en
apelación (Art. 404 CPP, inciso 8) o en apelación especial (art. 415 CPP Objeto).

2. El juez de primera instancia no autoriza el criterio de oportunidad: En este caso, tan


solo cabría la reposición (Art. 402 CPP) ya que la apelación está claramente reservada
para los casos de admisión.

3. El juez de paz no autoriza el criterio de oportunidad: El artículo 404 señala en su inciso


final que son apelables los autos dictados por los jueces de paz relativos al criterio de
oportunidad. Al no hacerse distinciones, interpretamos que son tanto los que lo admiten
como los que lo inadmiten.

Caso especial de criterio de oportunidad


El objetivo de esta figura no es buscar la descarga del trabajo del Ministerio Público, ni la
reparación a la víctima, sino favorecer la persecución de los autores intelectuales y
cabecillas del crimen organizado, a través de la declaración de partícipes y encubridores.
Para poder aplicar el criterio de oportunidad en estos casos, es necesario:
1.- Que el imputado sea partícipe o encubridor de uno de los delitos enumerados en el
artículo 25, Criterio de Oportunidad, inciso 4. Por lo tanto no podrá aplicarse para tipos
penales distintos de los citados en la ley, ni cuando el imputado haya actuado como autor.

2.- Que el imputado declare en el proceso, aportando elementos que contribuyan


eficazmente a determinar la responsabilidad penal de los autores materiales e
intelectuales de los citados delitos. La valoración sobre la eficacia de la declaración corre a
cargo del fiscal.

Este criterio de oportunidad puede aplicarse a funcionarios públicos que hayan cometido
hechos delictivos con motivo o ejercicio de su cargo. A diferencia del resto de los
supuestos, en estos casos no existe un control por parte del juez de primera instancia o
del juez de sentencia, por cuanto estos están obligados por el pedido del Ministerio
Público. Por ello, el fiscal será el único responsable por la abstención de la persecución
penal.

Cuando a criterio del fiscal haya que aplicar esta figura, lo comunicará al juez, quien queda
vinculado por el pedido del Ministerio Público. En ese momento, se le tomará declaración,
como prueba anticipada (Art. 317 Actos jurisdiccionales: Anticipo de prueba), dictándose
posteriormente el sobreseimiento, independientemente que se haya iniciado o no la
acción. El auto de sobreseimiento dictado por el juez de primera instancia podrá ser
recurrido en apelación y si lo dictó el tribunal de sentencia, en apelación especial.

LA CONVERSIÓN
Concepto
La conversión supone la transformación de una acción penal de ejercicio público en un
procedimiento por delito de acción privada, ejercitada únicamente por el agraviado.

Objetivo
Con la conversión pretende liberar al Ministerio Público de la obligación de intervenir en
aquellos casos en los que no haya intereses públicos afectados y que puedan ser tratados
como delitos de acción privada. Por otra parte, para la víctima resulta mucho más
interesante y ventajoso un proceso en el cual tiene el dominio absoluto en el ejercicio de
la acción. El (artículo 483 del Código Procesal Penal) faculta al desistimiento expreso, con
la anuencia del querellado y sin responsabilidad para el querellante. El desistimiento
expreso supone la extinción de la acción o de la pena. De esta manera, el querellante tiene
un arma de negociación a la hora de poder llegar a un arreglo con el imputado, cosa que
no sucede en el procedimiento común.
Supuestos
Los supuestos en los que puede convertirse la acción son los siguientes:

1. Cuando se trate de los supuestos en los que cabe el criterio de oportunidad pero este
no se hubiese podido aplicar (Art 26 inciso 1 Conversión).

2. En los delitos que requieran denuncia o instancia particular (Art. 24 ter Acciones
Públicas Dependientes de instancia particular), a pedido del legitimado a instar (Art 26
inciso2). La ley exige que el Ministerio Público lo autorice. Esta autorización tendrá que
basarse en:

a. La no existencia de un interés público gravemente comprometido.

b. Que el agraviado garantice una persecución penal eficiente.

3. En cualquier delito contra el patrimonio, excepto los delitos de robo agravado (Art. 252
CP) y hurto agravado (Art.247 CP), a pedido del legitimado a instar (Art 26.3) La ley exige
los mismos requisitos que en el punto anterior, es decir, que tenga la autorización del
Ministerio Público ya que no existe un interés público gravemente comprometido y el
agraviado garantiza una persecución penal eficiente.

Para convertir el ejercicio público en acción privada se requiere que los hechos que
dieron lugar a la acción pública no produzcan impacto social, que exista consentimiento
del agraviado. No se precisa la aceptación del imputado ni autorización del juez de
primera instancia, aunque existe un control, ya que el tribunal de sentencia que conocerá
la querella debe decidir sobre la admisión de la misma.

Los efectos de la conversión son que el MP ya no ejercerá la acción sino la víctima, y una
vez transformada la acción ya no es posible volver a la acción pública ya que al haberse
desistido la misma con anterioridad se provocó el sobreseimiento (Art. 48a CPP), La acción
se entenderá transformada cuando el tribunal de sentencia la acepte para su trámite (ver
art. 475 CPP).

La ley no fija un momento procesal específico para pedir la conversión, pero lo


conveniente es realizarla al inicio del procedimiento preparatorio, esto en base al objetivo
de esta figura.

La ley no señala un procedimiento específico para la conversión.

Contra la resolución que deniega el trámite de la querella dictada por el tribunal de


sentencia procede el recurso de apelación especial (art. 415 CPP).
Requisitos
Para poder convertirse la acción de ejercicio público en acción privada, será necesario:

1. Que los hechos que dieron lugar a la acción no produzcan impacto social. La valoración
del impacto social corresponde al fiscal que deberá tener en cuenta las instrucciones del
Fiscal General y los criterios de política criminal.

2. Que exista al menos el consentimiento del agraviado. En los casos del Art. 26 inciso 2 y
del inciso 3 debe existir una petición expresa. En los Art. 26 incido 1, la ley no exige de
forma explícita manifestación alguna de la víctima, (salvo el supuesto descrito en el
último párrafo del artículo 24 ter) pero por la naturaleza misma de la figura, esta no se
puede dar si en quien recayese el ejercicio de la acción no estuviese de acuerdo .

Hay que destacar que para la conversión no se precisa la aceptación del imputado ni la
autorización del juez de primera instancia, aunque sí existe un control indirecto a través
del tribunal de sentencia que decide sobre la admisión de la querella.

Efectos
La conversión supone la transformación de la acción penal pública en una acción penal
privada. El ejercicio de la acción ya no está en manos del Ministerio Público sino en manos
de las víctimas. Una vez transformada la acción, no es posible la vuelta a una acción penal
pública ya que el desistimiento en la acción penal privada provoca el sobreseimiento (Art
482 CPP Renuncia, retractación y explicación satisfactoria). La acción se entenderá
transformada cuando el Tribunal de sentencia admita la querella.

Momento procesal
La ley no fija ningún momento especifico en el cual se tenga que producir la conversión.
Sin embargo, en base al objetivo de esta figura, lo conveniente es realizar la conversión al
inicio del procedimiento preparatorio.

Procedimiento
Al igual que en otras figuras, el Código no detalla un procedimiento específico. Ello le da
mayor libertad al fiscal quien buscará la forma más sencilla en cada uno de los casos. El
fiscal deberá motivar al agraviado y a su abogado para que recurran a ésta figura. En
numerosas ocasiones, los abogados prefieren usar la vía penal común, pues la equiparan a
la prisión y sienten que de esta manera el imputado está mucho más presionado. En la
medida en la que el proceso penal común deje de ser un sinónimo de cárcel provisional
para el imputado, el agraviado verá la utilidad de un proceso mucho más rápido y ágil.
En general será necesario levantar acta de la decisión del Ministerio Público de convertir la
acción para que el tribunal de sentencia tenga conocimiento de la misma. Esta se
entregará al futuro querellante, junto a lo actuado, quedando una copia en el Ministerio
Público. Al momento de presentar su querella, conforme al procedimiento por delito de
acción privada, la víctima adjuntará el acta. No obstante, el Tribunal podrá no admitir la
querella conforme al (artículo 475 Inadmisibilidad CPP). En esos casos, el mismo Tribunal
deberá poner en conocimiento del Ministerio Público la resolución para que prosiga el
proceso por el procedimiento común.

Recursos
La decisión de conversión no está sujeta a control del juez de primera instancia. No
obstante, el tribunal de sentencia puede inadmitir la querella, conforme al Art. 475, si
entiende que el caso no era convertible. Frente a esta decisión, el querellante podrá
interponer “Recurso de apelación especial” (Art. 415 Objeto CPP). Sin embargo el
Ministerio Público no podrá recurrir ya que no es parte en ese nuevo proceso. Si el
querellante no recurre, o si habiendo recurrido la sala lo declara sin lugar, el tribunal
informará al Ministerio Público quien deberá iniciar la acción penal pública.

LA SUSPENSIÓN CONDICIONAL DE LA PERSECUCIÓN PENAL

Concepto
La suspensión condicional de la persecución penal, es el mecanismo a través del cual se
interrumpe la persecución penal, sometiendo al imputado a una serie de condiciones
durante un tiempo determinado, que si se cumplen, producen la extinción de la
persecución penal. En caso contrario, se reanudará el procedimiento penal.

Objetivo
El objetivo principal de esta figura es evitarle al imputado el desarrollo de todo un proceso
en su contra, cuando la consecuencia del mismo posiblemente va a ser la suspensión de la
ejecución de la condena (Art 72 Suspensión condicional CP). Asimismo se evita la
estigmatización que supone tener una condena y antecedentes penales.

Por otro lado supone también una reducción en el trabajo para el Ministerio Público. Sin
embargo, a diferencia de lo que ocurría en el criterio de oportunidad o en la conversión,
este objetivo es secundario.
Supuestos
La suspensión condicional de la pena podrá aplicarse en aquellos delitos cuya pena
máxima no exceda de los cinco años y en los delitos culposos. En el límite de los cinco
años no se aplicarán los aumentos de límite del (Art 66 del Código Penal). Asimismo,
deberán cumplirse, en lo aplicable los requisitos del artículo 72 del Código Penal. Los
requisitos exigidos son:

1º "Que la pena a imponer no exceda de los tres años": Obviamente este requisito no es
aplicable.

2º Que el beneficiado no haya sido condenado anteriormente por delito doloso: El


certificado de antecedentes penales confirmará esta situación.

3º Que antes de la perpetración del delito el beneficiado haya observado buena conducta
y hubiere sido un trabajador constante: Al respecto debemos hacer las consideraciones
siguientes:

a. Un Derecho Penal Democrático no puede sancionar a las personas por lo que son sino
tan sólo por los hechos que han cometido. La Constitución en su artículo 17 señala que
sólo podrán ser calificadas como punibles, acciones u omisiones y nunca habla de
conductas o formas de ser. Es decir, no se condena a Juan Pérez porque sea ladrón, sino
porque el 3 de septiembre de 2,012 robó 5,000 Quetzales.

b. No obstante, la ley y la Constitución admiten la valoración de los antecedentes penales,


por lo que tan sólo estos podrán usarse como parámetro de conducta, por las razones que
ahora detallamos.

En primer lugar, por exigencia del artículo 5 de la Constitución que establece “la
libertad de acción” por la que toda persona puede hacer lo que la ley no prohíbe y nadie
puede ser molestado ni perseguido por sus opiniones u actos que impliquen infracción a la
misma. Por ello, si la persona realizó actos que pueden interpretarse como de "mala
conducta" pero no infringió la ley no podrá impedírsele la aplicación de esta medida.

En segundo lugar, “el principio de presunción de inocencia” (Art.14 de la


Constitución), establece que la única manera que tenemos de saber si una persona ha
infringido la ley es a través de una sentencia judicial. Por ello, ni siquiera los antecedentes
policíacos, ni los ingresos a centros preventivos nos servirán para determinar la conducta
de un sujeto.
c. Igualmente inadmisible es el requisito de ser un trabajador constante. Al respecto, vale
lo dicho en el punto anterior relativo a la libertad de acción. Estaríamos sancionando a una
persona por algo que no es delito. La situación se agrava si se tiene en cuenta, que en
numerosas ocasiones no depende de la voluntad de uno el ser o no un trabajador
constante, sino de las posibilidades del mercado laboral.

4º Que la naturaleza del delito cometido, sus móviles o circunstancias revele


peligrosidad: Por todo lo anteriormente expuesto la peligrosidad no puede ser valorada,
por tratarse de una característica de la persona y no de un hecho concreto. Ello se agrava
si tenemos en cuenta la imposibilidad de determinar el contenido del concepto
"peligrosidad". La ley, si bien lo usa, nunca desarrolla el contenido de este término,
quedando al arbitrio del juzgador darle un significado. Esta tarea discrecional es
vulneratoria del principio de legalidad, establecido en la Ley Fundamental en su artículo
17. Por todo ello, haciendo una interpretación acorde a la Constitución, el único de los
requisitos exigidos por el artículo 72 del Código Penal que se debe dar para poder aplicar
el (artículo 27 del Código Procesal penal) es que “el sujeto no tenga antecedentes
penales dolosos”.

Requisitos
Para que se pueda aplicar la suspensión condicional de la persecución penal es necesario:

1. Que el imputado manifieste conformidad con la aplicación de la medida.

2. Que el sindicado admita la veracidad de los hechos que se le imputan. Esta admisión
no debe confundirse con la confesión. El imputado reconocerá los hechos a los únicos
efectos de que se le conceda la suspensión de la persecución penal. En el caso de que
finalmente no se diese la suspensión, no se podrá valorar esta declaración por estar
viciada ya que se realizó bajo una promesa incumplida de suspensión (art.85 CPP).

3. Que el imputado haya reparado el daño o se comprometa a hacerlo. Sin embargo, una
vez que se haya aprobado la suspensión, esta no podrá revocarse por incumplir con el
compromiso de reparación. Ello se corrobora al analizarse el artículo 29 del CP que no
incluye esta situación entre las que pueden motivar la revocación de la suspensión y con el
artículo 27 CP cuando señala que la suspensión de la persecución penal no impide el
progreso de la acción civil derivada del incumplimiento de los acuerdos entre las partes.
Sin embargo, puede suceder que el juez haya fijado la reparación como una de las
medidas de conducta a cumplir, por entender, por ejemplo, que de esta manera se educa
al infractor a responsabilizarse por sus acciones. En ese caso, la no reparación si supondría
la revocación debido a su carácter de medida.
4. La aprobación del juez de primera instancia. No es necesario el consentimiento de la
víctima, aunque indirectamente esta deberá ser consultada para lograr la reparación del
daño causado. En el caso de que la víctima no concurra a las citaciones o se negare a ser
reparada, se entiende que renuncia a lograr la reparación por la vía penal, quedándole la
reparación por la vía civil.

Efectos
Como su propio nombre lo indica, el efecto principal de esta figura es la suspensión del
procedimiento por un tiempo fijado. Asimismo el imputado deberá someterse a un
régimen en vías a mejorar su condición moral, educacional o técnica. De conformidad a lo
dispuesto por el artículo 29 CP, si durante el plazo de prueba el suspendido comete otro
delito la suspensión le será revocada. No obstante, en base al principio de presunción de
inocencia, esta revocación solo podrá darse en el momento en que haya sentencia
condenatoria firme por el segundo delito.

Si el imputado se apartare considerablemente, en forma injustificada, de las condiciones


impuestas el tribunal podrá tomar dos opciones: (Art. 29 Revocación).

a. Revocar la suspensión condicional.

b. Ampliar el plazo de prueba hasta el límite de cinco años cuando hubiere fijado
originariamente uno inferior.

Una vez que haya vencido el plazo de prueba, si no se ha revocado la suspensión, la


persecución penal se extingue (Art. 32 CPP).

La suspensión de la persecución penal, a diferencia de la suspensión de la ejecución penal,


no genera antecedentes penales, por no existir sentencia

El plazo de prueba y el régimen de prueba


El juez debe fijar un plazo de prueba de entre dos y cinco años (Art 27 CPP). Este plazo se
suspenderá si el imputado es privado de su libertad en virtud de otro proceso, pero en el
momento en que recupere su libertad, el plazo seguirá corriendo. No obstante, la
declaración de extinción de la acción penal se suspenderá hasta en tanto se resuelva el
nuevo proceso en el que el beneficiado está inmerso, ya que la resolución del nuevo
proceso podría generar la revocación de la suspensión.

Distinto al plazo de prueba es el régimen de prueba. El régimen supone imponerle al


suspendido una serie de medidas cuyo fin sea mejorar su condición moral, educacional y
técnica (Art. 28 CPP). El plazo de estas medidas variará según su naturaleza, pero nunca
podrá superar el fijado en el plazo de prueba.

Las medidas tendrán que tener relación con el delito que se le atribuye o las
circunstancias que lo motivaron. Estas medidas no deben verse como sancionadoras sino
como terapéuticas. El fiscal tiene que ser creativo en la solicitud de las medidas y conocer
la conveniencia de las mismas. Por ello es recomendable contar con la opinión de
psicólogos o asistentes sociales. Asimismo la medida debe ser viable y razonable. Por ello
creemos necesario consultar con el imputado y tener en cuenta su opinión. Por ejemplo
no tendría lógica imponer a un campesino de Petén la obligación de acudir todas las
semanas a un centro de Alcohólicos Anónimos de ciudad de Guatemala. El fiscal debe
contar con las instituciones de la propia comunidad del imputado como las asociaciones
benéficas, los bomberos voluntarios o la municipalidad.

Procedimiento
El procedimiento para la suspensión de la persecución penal es semejante al del
procedimiento abreviado con las modificaciones del artículo 287.

El Ministerio Público requerirá al juez de primera instancia la suspensión del proceso. En


ese memorial deberá constar la aceptación de los hechos por parte del imputado y la
conformidad a la suspensión y a las medidas de conducta propuestas. En el escrito se debe
solicitar al juez que fije fecha para la audiencia. En esa audiencia el juez oirá al Ministerio
Público.

Posteriormente, informará al imputado sobre las características de la suspensión y las


consecuencias del incumplimiento así como de otras opciones a las que puede recurrir.
Acto seguido declarará el imputado, quien debe manifestar conformidad con la medida.
Sin más trámite, el juez decidirá sobre la suspensión y las medidas a aplicar. La resolución
del juez no podrá posponerse (Art.178 primer párrafo CPP).

Si el juez no admite la suspensión el procedimiento seguirá adelante, por la vía que


corresponda (Art. 287 inciso 2) (Procedimiento Abreviado), con algunas modificaciones.
En ese caso, el Ministerio Público no estará vinculado por la solicitud que realizó para
lograr suspensión (Art. 465).

Recursos
Contra la admisión por parte del juez de primera instancia de la suspensión de la
persecución cabe el recurso de apelación conforme al (Art 404 inciso 7 CPP). Sin embargo
si el juez deniega la suspensión no cabe ningún recurso.
Conclusiones

1 El hecho de que la legislación procesal de la materia no prevé si el derecho del


legitimado a requerir se le admita como acusador adhesivo, se restituye en el caso de
denegatoria del sobreseimiento; es un vacío procesal que puede ser superado por la por la
propia práctica de quienes imparten justicia y de quienes la requieren;

2 El derecho que debe ser restituido a quien lo ostenta, y quien si bien, oportunamente no
Solicitó ser admitido como acusador adhesivo; se robustece no sólo por la denegatoria
que resuelve el juzgador respecto al sobreseimiento formulado, sino también por el hecho
de no existir para ello una norma prohibitiva expresa;

3 La apertura a juicio y acusación constituyen dentro de la esfera procesal el polo opuesto


a la figura del sobreseimiento, que si bien constituye un acto conclusivo de la etapa
Preparatoria, lo es para dar surgimiento a otra intermedia propias del proceso penal;

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