Clausura Provisional Trabajo

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Universidad Da Vinci de Guatemala

Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales


Litigio Penal
Lic. Fernando José Girón

LA CLAUSURA PROVISIONAL

Carmen Lucía Barillas Morataya 201601102


Mildred Raquel Chavez Zelada 201604845
Sergio Adolfo García 201602035
Javier Alexander López Ixen 201600070
Ana Erika López Leivan 201602858
Federico Antonio Vásquez Santisteban 201600190
Keren Saraí Valle Ordoñez 201926503
Brian René Peinado Echeverría 201504129

Guatemala 7 de marzo de 2020


INTRODUCCION

Se buscara desmenuzar de una manera lógica el “ARTÍCULO 331.- Clausura provisional. Si no


correspondiere sobreseer y los elementos de prueba resultaren insuficientes para requerir la apertura del
juicio, se ordenará la clausura del procedimiento, por auto fundado, que deberá mencionar, concretamente,
los elementos de prueba que se espera poder incorporar. Cesará toda medida de coerción para el imputado a
cuyo respecto se ordena la clausura.”

Tambien expondremos los diferentes presupuestos que necesitan para solictar este recurso. De los caules
podemos mencionar, “Cuando no aparezca debidamente comprobada la perpetración del delito, pero existe
motivos para esperar que aún pueda establecerse posteriormente”.

Expondremos también las condiciones requeridas para que se emita la clausura provisional en un proceso
penal, y las instituciones que intervienen.
LA CLAUSURA PROVISIONAL

Es un acto de finalización provisional del procedimiento, por medio del cual


permite que el Ministerio Público, después de concluida la fase de investigación,
solicite que el proceso iniciado no sea cerrado irrevocablemente, sino que se
mantenga abierto en contra de la o las personas contra quienes se abrió, por no
tener información suficiente para poder sostener una acusación ante el órgano
juzgador y contralor de primera instancia penal ni llevar a debate el proceso,
debido a que los elementos con los que se cuenta, aunque aportan información
sobre el hecho ilícito sucedido o el daño causado son insuficientes para demostrar
el hecho o la determinación de culpabilidad del presunto autor o autores del delito.

Al respecto el artículo 332 del Código Procesal Penal establece en el artículo 332 ,
que vencido el plazo concedido para la investigación, el fiscal deberá formular la
acusación y pedir la apertura del juicio. También podrá solicitar, si procediere, el
sobreseimiento o la clausura provisional y la vía especial del procedimiento
abreviado cuando proceda conforme a este Código.

Objetivo

Tradicionalmente, cuando la investigación se había agotado y no había elementos


suficientes para acusar al imputado, pero tampoco había quedado demostrada su
inocencia, el proceso terminaba con el sobreseimiento provisional. El
sobreseimiento provisional no producía efecto de cosa juzgada, por lo que el
imputado vivía con la amenaza permanente de un proceso en su contra.

Por otro lado, el Código Procesal Penal vigente establece que una vez vencidos
los plazos establecidos para la finalización del procedimiento preparatorio, y aún
faltan diligencias de investigación demostrar o desvirtuar el  hecho que se imputa,
y se tiene cierto grado de probabilidad de poder incorporarla en un determinado
plazo, el Ministerio Público deberá formular  requerimiento de clausura
provisional. 

Existen casos en los que faltan diligencias de investigación por realizar,  pero
termina el plazo fijado en la ley y el juez emplaza al Ministerio Público para
formular algún requerimiento (Art. 347 decreto 79-97).

Con los elementos probatorios reunidos, el fiscal no puede fundamentar la


acusación y no procedería dictar el sobreseimiento, pues, la investigación no se
agotó. En esta situación procede solicitar la clausura provisional.
La clausura provisional de la persecución penal tiene un doble objetivo:

1º.Evitar que se produzca el sobreseimiento, con el efecto de cosa juzgada, en


casos en los que la investigación no se ha agotado.

2º .Limitar el mantenimiento de un proceso abierto en contra del imputado


exclusivamente a los supuestos en los que existan medios de prueba concretos y
determinados que puedan practicarse.

Supuestos

Corresponderá solicitar la clausura de la persecución penal cuando habiéndose


vencido el plazo para la investigación, no correspondiese sobreseer y los
elementos de prueba resultaren insuficientes para requerir fundadamente la
apertura a juicio. Para poder solicitar la clausura provisional de la persecución
penal, el Ministerio Público tendrá que indicar de forma concreta los elementos de
prueba que podría incorporar, en qué plazo y qué elemento o elementos  probaría
con dichos medios de prueba.

El juez también puede decretar la clausura provisional en los casos en los cuales
el Ministerio Público no ha formulado la acusación luego de los plazos concedidos
por el juez que controla la investigación para que el Ministerio Público formule la
solicitud de conclusión del procedimiento preparatorio (Art. 324 bis). No procederá
la clausura provisional a que se refiere este artículo, si el querellante que
fundadamente hubiere objetado el pedido de sobreseimiento o clausura,
manifiesta su interés en proseguir el juicio hasta sentencia y presenta acusación. 
Estos casos se tramitarán conforme a lo previsto para la acusación (Artículos 332
bis, 340 y 341 CPP).

El mismo Ministerio Público en su normativa interna (instrucción general 05-2005)


ha manifestado que: La clausura provisional es un acto conclusorio, no definitivo,
de la etapa preparatoria del proceso penal, que procede cuando los elementos de
prueba obtenidos durante la etapa de investigación no son suficientes para
someter a una persona a juicio oral y tampoco procede o es conveniente
sobreseer el proceso.

El Artículo 331 del Código Procesal Penal, estipula Si no correspondiere sobreseer


y los elementos de prueba resultaren insuficientes para requerir la apertura del
juicio, se ordenará la clausura del procedimiento, por auto fundado, que deberá
mencionar, concretamente, los elementos de prueba que se espera poder
incorporar. Cesará toda medida de coerción para el imputado a cuyo respecto se
ordena la clausura. Cuando nuevos elementos de prueba tornen viable la
reanudación de la persecución penal para arribar a la apertura del juicio o al
sobreseimiento, el tribunal, a pedido del Ministerio Público o de otra de las partes,
permitirá la reanudación de la investigación. Para que se declare la clausura
provisional del procedimiento, es necesario que concurran los siguientes
presupuestos:

1. Cuando los medios de investigación acumulados en el proceso no son


suficientes para demostrar la participación del sindicado en el ilícito penal, pero
existen motivos para esperar que aún pueda establecerse posteriormente;

2. Cuando comprobado el hecho criminal, no aparezcan indicaciones o indicios


bastantes para determinar a sus autores o cómplices;

3. Cuando hay indicios que el sindicado pudo haber participado en el hecho


delictivo, pero el investigador no aporta suficientes elementos de investigación,
quedando diligencias pendientes por realizar para comprobar fehacientemente la
participación del sindicado.

Tales supuestos se desprenden del Artículo 331 del Código Procesal Penal
que literalmente expresa:

“Artículo 331. Clausura provisional: Si no correspondiere sobreseer y los


elementos de prueba resultaren insuficientes para requerir la apertura del juicio, se
ordenará la clausura del procedimiento, por auto fundado, que deberá mencionar,
concretamente, los elementos de prueba que se espera poder incorporar. Cesará
toda medida de coerción para el imputado a cuyo respecto se ordena la clausura.

Cuando nuevos elementos de prueba tornen viable la reanudación de la


persecución penal para arribar a la apertura del juicio o al sobreseimiento, el
tribunal, a pedido del Ministerio Público o de otra de las partes, permitirá la
reanudación de la investigación.”

Por otra parte si el Ministerio Público, solicita la clausura provisional del


procedimiento, pero el juez considera que sí existen suficientes evidencias para
llevar a juicio al sindicado, obliga al Ministerio Público a plantear la acusación.
Entre la continuación del proceso (apertura del juicio penal) y su cese definitivo
(sobreseimiento), puede darse un requerimiento del Ministerio Público, que no es
propiamente un acto conclusivo: La clausura provisional, y no es un acto
conclusivo, toda vez que al declararse, la investigación debe seguir para arribar,
precisamente, a un verdadero acto conclusivo, que puede ser la apertura del juicio
o el sobreseimiento. Para otorgar la clausura provisional es indispensable que el
fiscal indique en su solicitud los medios de investigación recabados hasta el
momento y los futuros que permitan fundamentar la acusación.
Los medios de investigación propuestos e individualizados por el Ministerio
Público deben ser pertinentes, necesarios y posibles de obtener. Si el juez decide
que los medios de investigación aportados por el Ministerio Público en la audiencia
oral son suficientes a pesar de la petición del fiscal, ordenará la acusación
inmediata con base en el Artículo 345 quitar del Código Procesal Penal, “Artículo
345 Quáter.

Desarrollo. El día de la audiencia se concederá el tiempo necesario para que cada


parte fundamente sus pretensiones y presente los medios de investigación
practicados. De la audiencia se levantará un acta y al finalizar, en forma inmediata,
el juez resolverá todas las cuestiones planteadas y, según corresponda:

1) Decretará la clausura provisional del proceso cuando los elementos de


investigación resultaren insuficientes para fundamentar la acusación, pero fuere
probable que pudieren llegar a ser incorporados nuevos elementos de convicción.

La resolución deberá mencionar los elementos de investigación que se esperan


incorporar. La clausura hará cesar toda medida cautelar.

2) Decretará el sobreseimiento cuando resultare con certeza que el hecho


imputado no existe o no está tipificado como delito, o que el imputado no ha
participado en él. También podrá decretarse cuando no fuere posible fundamentar
una acusación y no existe posibilidad de incorporar nuevos elementos de prueba,
o se hubiere extinguido la acción penal, o cuando luego de la clausura no se
hubiere reabierto el proceso durante el tiempo de cinco años.

3) Suspenderá condicionalmente el proceso o aplicará el criterio de oportunidad.

4) Ratificará, revocará, sustituirá o impondrá medidas cautelares.

Si el juez considera que debe proceder la acusación, ordenará su formulación, la


cual deberá presentarse en un plazo máximo de siete días. En este caso,
planteada la acusación, se procederá como se especifica en el capítulo dos de
este título. Si no planteare la acusación ordenada, el juez procederá conforme el
Artículo 324 bis.

No procederá la clausura provisional a la que se refiere el Artículo 324 bis, si el


querellante que fundamente hubiere objetado el pedido de sobreseimiento o
clausura, manifiesta su interés en proseguir el juicio hasta sentencia y presenta
acusación, misma que será tramitada y calificada de acuerdo al trámite que se
establece en el capítulo anterior de este código.” Para el efecto fijará al fiscal un
plazo máximo de siete días y se procederá conforme el trámite de formulación de
la acusación contenido en los Artículos 332 bis al 340 del Código Procesal Penal,
los cuales establecen:
“Artículo 332 bis. Acusación. Con la petición de apertura a juicio se formulará la
acusación, que deberá contener:

1) Los datos que sirven para identificar o individualizar al imputado, el nombre de


su defensor y la indicación del lugar para notificarles;

2) La relación clara, precisa y circunstanciada del hecho punible que se le atribuye


y su calificación jurídica;

3) Los fundamentos resumidos de la imputación, con expresión de los medios de


investigación utilizados y que determinen la probabilidad de que el imputado
cometió el delito por el cual se le acusa;

4) La calificación jurídica del hecho punible, razonándose el delito que cada uno
de los individuos ha cometido, la forma de participación, el grado de ejecución y
las circunstancias agravantes o atenuantes aplicables;

5) La indicación del tribunal competente para el juicio.

El Ministerio Público remitirá al juez de primera instancia, con la acusación, las


actuaciones y medios de investigación materiales que tenga en su poder y que
sirvan para convencer al juez de la probabilidad de la participación del imputado
en el hecho delictivo.

Artículo 333.- Acusación alternativa. El Ministerio Público, para el caso de que en


el debate no resultaren demostrados todos o alguno de los hechos que fundan su
calificación jurídica principal, podrá indicar alternativamente las circunstancias de
hecho que permitan encuadrar el comportamiento del imputado en una figura
delictiva distinta.

Artículo 334.- Declaración del imputado. En ningún caso el Ministerio Público


acusará sin antes haber dado al imputado suficiente oportunidad de declarar.

Sin embargo, en las causas sencillas, en que no se considere necesario


escucharlo personalmente, bastará con otorgarle la oportunidad de pronunciarse
por escrito, sin perjuicio de su derecho a declarar.”

“Artículo 335.- Comunicación. El juez ordenará la notificación del requerimiento del


Ministerio Público al acusado y a las demás partes, entregándoles copia del
escrito. Las actuaciones quedarán en el juzgado para su consulta por el plazo se
seis días comunes.”

“Artículo 336. Actitud del acusado. En la audiencia que para el efecto señale el
juzgado, el acusado y su defensor podrán, de palabra:
1) Señalar los vicios formales en que incurre el escrito de acusación requiriendo su
corrección;

2) Plantear las excepciones u obstáculos a la persecución penal y civil prevista en


este Código;

3) Formular objeciones u obstáculos contra el requerimiento del Ministerio Público


instando, incluso, por esas razones, el sobreseimiento o la clausura.”

“Artículo 337. Actitud del querellante. En la audiencia, el querellante o quien sin


éxito haya pretendido serlo, podrá:

1) Adherirse a la acusación del Ministerio Público, exponiendo sus propios


fundamentos o manifestar que no acusará;

2) Señalar los vicios formales en que incurre el escrito de acusación requiriendo su


corrección;

3) Objetar la acusación porque omite algún imputado o algún hecho o


circunstancia de interés para la decisión penal, requiriendo su ampliación o
corrección.”

“Artículo 340. Audiencia. Al día siguiente de recibida la acusación del Ministerio


Público, el juez señalará día y hora para la celebración de una audiencia oral, la
cual deberá llevarse a cabo en un plazo no menor de diez días ni mayor de
quince, con el objeto de decidir la procedencia de la apertura del juicio. Para el
efecto, el juez entregará a las partes que así lo soliciten en el juzgado, copia de la
acusación y dejará a su disposición en el despacho, las actuaciones y medios de
investigación aportados por el Ministerio Público para que puedan ser
examinados. Si la audiencia no se verifica en la fecha señalada por culpa de un
funcionario o empleado administrativo o judicial, se deducirán en su contra las
consiguientes responsabilidades penales, civiles y administrativas de conformidad
con la ley.

Para permitir la participación del querellante y las partes civiles en el proceso,


éstos deberán manifestar por escrito al juez, antes de la celebración de la
audiencia, su deseo de ser admitidos como tales.

El acusado puede renunciar a su derecho a esta audiencia, en forma expresa


durante su celebración y en forma tácita si no compareciere a la misma.”

Desde la misma concepción del sobreseimiento provisional, que es el antecesor


como ya se ha mencionado de la institución denominada clausura provisional,
cabe mencionar que a esta clase de sobreseimiento se le culpaba de violentar la
garantía constitucional del non bis in idem, al respecto vale la pena recordar que
este principio que deriva o se origina del principio de legalidad procesal se le ha
definido de la siguiente forma:

“Locución latina que expresa: Nadie puede ser perseguido ni condenado dos
veces por la misma causa. Se le conoce también con el nombre de prohibición de
duplicidad de sanciones, y consiste en que si consideramos las implicaciones que
para un ciudadano común, representa la persecución penal (restricciones de
bienes jurídicos, libertad, patrimonio, la afectación social, desprestigio profesional,
la afectación a la familia, etc.), la ley ha considerado que una persona que ha sido
sentenciada, ya sea absuelta o condenada no debe pasar nuevamente por ese
calvario. Lógicamente esto implica que no se puede procesar dos veces a un
persona por un mismo hecho, tal el caso de una persona que habiendo matado a
otra fue sentenciado por homicidio simple en 1979, se le impusieron ocho años
(pena mínima en esa época) y en estas fechas se entera de que esta haciéndose
una investigación por ese mismo hecho, si hay absolución o sobreseimiento de un
proceso, o en su caso condena no se podrá perseguir penalmente de nuevo. En
este aspecto el principio no adquiere mayor dificultad, pero en cuanto a la
prohibición de la duplicidad de la condena, pues si un hecho ya fue juzgado y
sancionado en su caso no se puede penalizar nuevamente, en ese sentido, por lo
que cuando los famosos antecedentes penales se utilizan como parámetro para
imponer una condena posterior a los hechos que motivaron éstos y que ya fueron
juzgados, lógicamente se está violentado esta garantía.

Tal violación está contemplada en el Artículo 65 del Código Penal Decreto 17- 73
del Congreso de la República, que contiene los aspectos a considerar por el juez
para fijar la pena.

Para que efectivamente se hable de un mismo hecho debe tenerse en cuenta la


triple conexión:

• Debe tratarse de la misma persona (se procesa dos veces al mismo imputado);

• Por la misma vía (proceso penal);

• Por el mismo objeto (el hecho o hechos constitutivos de la imputación).

Otros autores, como Julio Maier sobre este mismo tópico se han manifestado de la
siguiente forma: “Se trata ahora de saber si es posible que la recaída en el delito
(reincidencia) se pueda computar como una agravante, esto es, si quien delinque
después de haber sido condenado por una sentencia firme (reincidencia ficta) o de
haber sufrido una pena (reincidencia verdadera o real) puede ser sancionado más
severamente o sufrir una pena agravada respecto a la ordinaria, cuando es
condenado por un delito posterior a la condena sufrida. La posición que veda esa
posibilidad, despojada de los argumentos del derecho penal material, que se
refieren tanto al punto de partida de la comprensión del derecho penal (derecho
penal de acto o de autor- principio de culpabilidad), cuanto al fin de la pena
(prevención general y especial) acude también al principio ne bis in idem para
explicar la agravación de pena por reincidencia como una inobservancia de su
contenido fundamental: el plus penal deriva de tomar en cuenta nuevamente el
delito ya juzgado o penado y así agregarle al delito posterior una pena superior,
sólo en virtud del delito anterior.

Este derecho que está reconocido en el pacto internacional de derechos civiles y


políticos en el Artículo 14 inciso siete el cual establece: “Artículo 14…7. Nadie
podrá ser juzgado ni sancionado por un delito por el cual haya sido ya condenado
o absuelto por una sentencia firme de acuerdo con la ley y el procedimiento penal
de cada país.” La convención americana de los derechos humanos, establece:
“Artículo 8. Garantías judiciales…4. El inculpado absuelto por una sentencia firme
no podrá ser sometido a nuevo juicio por los mismos hechos.” Como se deduce de
las aportaciones anteriores este principio es incompatible con el instituto de la
reincidencia y habitualidad contenidos en nuestro ordenamiento penal sustantivo
“Artículo 27.- Son circunstancias agravantes: Reincidencia. La de ser reincidente
el reo. Es reincidente quien comete un nuevo delito después de haber sido
condenado, en sentencia ejecutoriada, por un delito anterior cometido en el país o
en el extranjero, haya o no cumplido la pena. Habitualidad. La de ser el reo
delincuente habitual. Se declarará delincuente habitual a quien, habiendo sido
condenado por más de dos delitos anteriores, cometiere otro u otros, en
Guatemala o fuera de ella, hubiere o no cumplido las penas.

El delincuente habitual será sancionado con el doble de la pena.” Sin embargo en


el propio ámbito procesal penal existen algunas disposiciones procesales que
parecen comprometer el mismo. “Las disposiciones procesales que bordean más
peligrosamente la violación a los derechos humanos en este aspecto, son las que
se hallan en los sistemas procesales que admiten el llamado sobreseimiento
provisional o provisorio.”54 Este instituto guarda una gran semejanza con la
llamada absolución de instancia del antiguo proceso de las monarquías absolutas
y deja a los procesados en una situación de indefensión procesal que encierra una
considerable cuota de estigmatización.

“Es obvio que la persona que resulta sometida a un proceso, tiene el innegable
derecho a una decisión jurisdiccional condenatoria o liberadora en un cierto
tiempo, que puede variar según la lentitud o celeridad del procedimiento, pero este
derecho le está francamente negado cuando el procedimiento se interrumpe,
alegando falta de pruebas, quedando en una situación de indefinición que puede
perdurar años, o hasta que se prescriba la acción penal.

Es prácticamente unánime el criterio legal y doctrinario de que el “Sobreseimiento


definitivo tiene el valor de cosa juzgada, en los términos de una sentencia
absolutoria firme, pero en los textos que tienen previsto el sobreseimiento
provisional, la situación del procesado, por regla general, queda indefinida, como
sucedía en Guatemala con el anterior Código Procesal Penal, Decreto 52-73 del
Congreso de la República, en su Artículo 608.

Como se ha observado la clausura provisional que contiene el Código Procesal


Penal tiene muchas similitudes con el sobreseimiento provisional tan arduamente
criticado por la doctrina y en especial por el peligro que implica como núcleo
problemático de los derechos humanos.

Ahora bien no podemos ignorar que si bien se busca fijar y con ello disminuir los
riesgos que dicha figura implica, al establecer que deben concretarse e
individualizarse los medios de investigación que se pretenden agregar tal como lo
establece en la parte conducente el Articulo 331 ya citado que preceptúa: por auto
fundado, que deberá mencionar, concretamente, los elementos de prueba que se
espera poder incorporar.

También es de reconocer que a lo largo del articulado se le da un tratamiento de


supletoriedad en relación con el sobreseimiento como se desprende de los
Artículos 325, 326, 332 y 345. Situación que se reafirma si se considera que en la
misma exposición de motivos del Código Procesal Penal, que por encargo del
Congreso de la República, elaborara el jurista guatemalteco Cesar Barrientos
Pellecer, este afirma que: “Con el nombre de clausura provisional se mantiene,
con modificaciones, el llamado sobreseimiento provisional con el objetivo de no
dejar un conjunto de casos sin ningún tipo de resolución. En efecto, al exigir la
certeza de la inocencia para sobreseer y la posibilidad de la condena para acusar
queda entre ambas una enorme franja de casos que no permiten arribar al
fundamento de una u otra decisión.

La realidad indica que los procedimientos terminan en estos casos de manera


irregular con un archivo de hecho sin decisión alguna lo que no debe ser. La
clausura permite que en el plazo limitado por la prescripción se pueda completar la
información y formular el requerimiento que procede.

Debe de subrayarse que uno de los avances significativos que se le pueden


atribuir al Ministerio Público, es el de generar una eolítica de persecución penal,
que partiendo de un plan general filosófica y dogmáticamente desarrollado, ha
servido de fuente para la creación de una serie de instrucciones generales, por
medio de la Secretaría de Política Criminal, entre las cuales se destaca la 05-2005
que se refiere al uso correcto de la clausura provisional, en ese sentido
reconociendo que: “La clausura provisional no cierra definitivamente el proceso ni
produce efectos de cosa juzgada.

Hace cesar toda medida de coerción que se hubiere dictado contra la persona a
favor de la cual se dicta la medida. En su directriz tres señala cuales son los casos
de procedencia que resume de la siguiente forma: “a) Que de los elementos de
investigación obtenidos en la etapa preparatoria se observa que no existe
fundamento serio para la acusación. b) Que no obstante lo anterior, tampoco
existen los presupuestos que exige el Artículo 328 para solicitar el sobreseimiento
del proceso.

Debe considerarse que como el mismo Ministerio Público lo ha expresado en su


normativa interna, la clausura provisional es uno de estos institutos procesales que
excusan al Ministerio Público a continuar promoviendo un caso, cuando agotado
los plazos de investigación los medios de prueba sean insuficientes para fundar
una acusación y apertura a juicio. “La clausura provisional no significa inactividad
del Ministerio Público, sino una imposibilidad material del fiscal de llegar al menos
al estado de probabilidad para plantear su acusación, a pesar de sus esfuerzos en
la obtención de los medios de prueba; por ello se prevé un determinado período
de tiempo para permitirle al fiscal obtener los medios de prueba que indicó en el
pedido de clausura o el surgimiento eventual de otros elementos que permitan
continuar con la investigación respectiva. “Dicha normativa incluso afirma que la
práctica cotidiana ha revelado una serie de problemas, que deben ser abordados
de manera estratégica por parte del Ministerio Público, siendo estos:

a) Se ha solicitado la medida cuando el período de investigación no ha fenecido;

b) Se ha solicitado la medida hasta que el juez contralor emplaza al Ministerio


Público a presentar acto conclusorio, lo que refleja la ausencia de control de la
actividad investigadora por parte del Ministerio Público;

c) Se ha utilizado en procesos donde corresponde solicitar sobreseimiento;

d) Se ha utilizado en procesos donde corresponde acusar, siendo rechazadas las


solicitudes y obligando al órgano judicial a ejercer la facultad de ordenar las
acusaciones correspondientes.”
La inadecuada aplicación de la clausura provisional

En éste, abordaremos el porqué la inadecuada utilización de la clausura


provisional, porque al momento en que el ente investigador encargado de la
persecución penal o sea el Ministerio Público en nuestro caso, no logra reunir los
elementos que fundamenten una salida procesal distinta a la clausura provisional,
simplemente solicitara ésta, puede ser por motivos tales como: deficiencia en las
diligencias por parte del encargado de la investigación, porque no realizó las
diligencias necesarias para determinar la participación del sindicado en los
hechos, por mucha carga de trabajo, en fin por varios motivos. Al solicitar la
clausura provisional el ente acusador mantiene una figura de violar el debido
proceso al mantener a una persona sujeta a una medida de coerción, que puede
ser inocente, o deja en libertad a una persona que ha participado en el hecho
delictivo que por las circunstancias mencionadas, saldrá en libertad, . Esta figura
en determinados momentos sirve para justificar la deficiencia que presenta el
Ministerio Público al realizar la etapa de investigación.

En este sentido las instrucciones giradas por la Fiscalía General de República, en


la instrucción general 05-2005, establece: “el numeral 9. Requisitos internos para
el control del uso adecuado de la clausura provisional. Para un adecuado control
del uso de la clausura provisional, los fiscales deberán registrar en el apartado de
observaciones que aparecen en el Sistema de Investigación y Control del
Ministerio Público (SICOMP), las siguientes circunstancias: a) Indicar la razón
concreta por la cual no se incorporó en la fase preparatoria el medio de
investigación que se pretende incorporar. b) Indicar en términos generales qué
aspectos pretende probar con dichos elementos de investigación; es decir, si
pretende probar la tipicidad de la acción investigada, o la participación del
procesado. c) Indicar el plazo aproximado en el que se pretende incorporar el
medio de prueba propuesto.

Sin perjuicio del monitoreo que el Fiscal General realice a través de la Supervisión
General del Ministerio Público, los fiscales distritales deberán revisar
mensualmente, de forma aleatoria, expedientes con clausura provisional para
verificar que no se ha utilizado esta institución procesal de manera inapropiada.

Seguimiento a la incorporación de los medios de prueba. Autorizada la clausura


provisional por el órgano judicial competente, los agentes fiscales deberán instruir
al auxiliar fiscal que investigó el caso, a través del Sistema de Investigación y
Control del Ministerio Público, a efecto de que diligencie la incorporación de los
elementos de investigación que fundamentaron la solicitud de dicha medida.

En caso de que el auxiliar fiscal ya no labore en dicha agencia fiscal, deberá


distribuir el caso a quien lo suplió o, en su defecto, a cualquier otro auxiliar fiscal.
Monitoreo al proceso de investigación. El agente fiscal respectivo deberá instruir y
verificar que el auxiliar fiscal a quien corresponde continuar el proceso de
investigación, informe periódicamente, en plazos no mayores a tres meses
dependiendo la naturaleza de las diligencias pendientes de practicar, los
siguientes extremos: a) Si se realizaron las diligencias de investigación que
fundamentaron la solicitud de la clausura provisional. b) De haberse realizado las
diligencias de investigación que estaban pendientes, cuál es el resultado de las
mismas; para decidir la presentación de acusación o sobreseimiento, según
corresponda. c) De no haberse incorporado, cuáles fueron las razones y, d) Si
corresponde solicitar el sobreseimiento o es conveniente continuar esperando
hasta el vencimiento de los cinco años que establece la ley para que se produzca
el sobreseimiento. Este segundo supuesto procederá, cuando se tenga posibilidad
objetiva de que los medios de prueba puedan ser incorporados en cualquier
momento.
Conclusión

La clausura provisional es un acto para dar por terminado el plazo ordinario de la


etapa preparatoria del proceso penal por lo cual en esta investigación se busca la
definición es las características de las misma con las cuales se podrá dar un
ejemplo de como es utilizado y como funciona ya que en nuestra legislación penal
es muy utilizado el cual tiene que estar autorizado por el Juzgador el cual otorga al
fiscal la facultad de recabar los elementos de prueba relevantes y pertinentes.

La clausura provisional es un acto conclusorio, no definitivo, de la etapa


preparatoria del proceso penal, que procede cuando los elementos de prueba
obtenidos durante la etapa de investigación no son suficientes para someter a una
persona a juicio oral y tampoco procede o es conveniente sobreseer el proceso.

La clausura provisional no cierra definitivamente el proceso ni produce efectos de


cosa juzgada. Hace cesar toda medida de coerción que se hubiere dictado contra
la persona a favor de la cual se dicta la medida.
Bibliografía

Guatemala, C. d. ( 2011). Código Procesal Penal. Guatemala: Centro Nacional de


Análisis y Documentación Judicial.
ZARATE, L. J. (2005). MANUAL DEL FISCAL. Ministerio Publico: Ministerio
Publico.

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