Derecho Mercantil
Derecho Mercantil
Derecho Mercantil
Esta teoría trata de centrar y considerar que el Derecho Mercantil es el derecho de la empresa por
cuanto ésta es el organismo idóneo para explotar una determinada actividad económica y que, el comercio
modernamente tiene que ejercerse a través de ese organismo, porque es en la economía donde tiene su
contenido.
La empresa, cuyo orientador y propulsor es el empresario, representa de esa manera el centro del
derecho mercantil, no pudiendo desligarse de ninguna manera, el empresario de la empresa, ya que son
términos que se comprenden recíprocamente, y hablando en términos subjetivos, el empresario se constituye
al mismo tiempo, también en el fundamento del derecho comercial. Se proyecta, en consecuencia, el derecho
mercantil como el derecho de la empresa, entendida como un organismo económico organizado por una
persona denominada empresario, que, bajo su iniciativa y riesgo, realiza una actividad profesional
encaminada a la producción o cambio de bienes o servicios para la satisfacción del mercado en general.
Al sistema subjetivo, se le han formulado varias críticas, siendo entre otras, las siguientes:
1.1. El derecho comercial no puede considerarse solamente como el derecho de los comerciantes,
porque para adquirir esta condición se requiere al mismo tiempo el ejercicio del acto que califica tal
profesión, o sea, el acto de comercio.
1.2. Desde el punto de vista práctico, el sistema subjetivo puro no existe, ya que si por ejemplo se
establece que solamente serán comerciantes los que se inscriban en el Registro de Comercio, esto en la
realidad jamás se cumplirá, ya que los hechos demuestran que son muchas las personas que ejercen el
comercio sin haberse inscrito en el Registro, y además son también muchos los actos catalogados comerciales
por la ley y que, sin embargo, son ejecutados por no comerciantes.
1.3. Al establecer que el derecho mercantil es el derecho de la empresa, se corre el riesgo de ser
inexactos en esa afirmación, ya que no todo el derecho de la empresa es el derecho mercantil, pues muchos
aspectos de la misma (laborales, fiscales, financieros) escapan de su competencia.
Históricamente está demostrado que el derecho mercantil fue considerado hasta fines del siglo XIX
(19) como el derecho de los comerciantes y exige que el comerciante tenga su reglamentación propia, para
disciplinar su actividad profesional. El Código de Comercio vigente conserva varios principios subjetivistas,
entre ellos, las disposiciones que disciplinan la cualidad de comerciantes; las obligaciones legales de ellos; las
disposiciones sobre el contrato de préstamo, cuenta corriente, el cheque y pagaré, etc. (art. 527, 6°. y 2º y 13).
De tal manera, se puede concluir diciendo que el sistema subjetivo, responde en verdad a uno de los
fundamentos del derecho mercantil, y que según algunos autores, actualmente se asiste a un renacimiento de
ese sistema en ciertos países como Alemania, Nicaragua, Japón, Francia, entendido como un derecho
profesional que es y que por tal motivo exige su propio código en el cual se comprenda además la ordenación
de las otras instituciones comerciales, como son los títulos de crédito, las operaciones bancarias, las de bolsa,
etc. para responder así a un tratamiento integral de la materia comercial.
A consideración de esto debe vincularse el derecho mercantil como el derecho de los negocios por
cuanto el mismo regula las actividades de promulgación general proporcionando una estatura que permite ver
un orden económico a quienes participan en las actividades comerciales sean comerciantes o no.
EL SISTEMA MIXTO
Este sistema se basa en la combinación de las nociones de comerciante y de acto de comercio. Tiene en
cuenta la participación del comerciante en el ejercicio del comercio, pero admite al mismo tiempo, que ciertos
actos son comerciales, aunque sean realizados por no comerciantes. Dentro de esta concepción mixta se
distinguen a su vez dos gradaciones cuando se le trata de dar más importancia al comerciante o al acto de
comercio. Se refleja así la imposibilidad práctica de adoptar un sistema subjetivo puro u objetivo puro, los
cuales en cierto sentido nos conducen a un círculo vicioso centrado en la dicotomía de la materia comercial,
pues se debe precisar quien es comerciante para saber lo que es un acto de comercio, o viceversa, se debe
determinar lo que es el acto de comercio para saber quién es comerciante.
De tal manera que la solución no se consigue a base de combinación de preceptos, sino mediante la
concepción integral de la materia comercial a fin de delinearla en su amplitud y contenido, cónsono con el
desarrollo tecnológico del país.
*Artículo 109: “Si un contrato es mercantil para una sola de las partes, todos los contratantes quedan,
en cuanto a él, sometidos a la Ley y jurisdicción mercantiles, excepto a las disposiciones concernientes a la
cualidad de comerciante y salvo disposición contraria de la ley. Sin embargo, si la parte no comerciante fuere
la demandada, los lapsos judiciales no podrán acortarse sino en los casos previstos por el Código de
Procedimiento Civil”.
CONCLUSION
Como se ha podido apreciar, dos han sido en todo momento los fundamentos analizados para
conceptuar el derecho mercantil; ellos son el comerciante y el acto de comercio, enfocados ya en su forma
originaria o en forma mixta, o a través de las nuevas modalidades que por imperio de la evolución socio-
económica han determinado esa consideración, pero siempre funda- mentándose en el comerciante o en el
acto de comercio.
Ahora bien, atendiendo a las nuevas posiciones de los sistemas subjetivo y objetivo, parece extenderse
como un fenómeno constante, para cubrir las necesidades del mercado, la institución de la empresa.
Ciertamente, partiendo del modelo italiano y por la reciente reforma francesa de 1966, respaldada toda
ella por la doctrina que le es favorable, parece ser que esta institución y por lo tanto esta orientación
comercial, constituirá el pilar principal sobre el cual se va a estructurar el nuevo derecho mercantil.
De tal manera que, tanto en el aspecto estrictamente legal como en el práctico, la empresa tiende a ser
considerada como el organismo idóneo para desarrollar las actividades comerciales.
La empresa se constituiría así en uno de los elementos fundamentales del derecho mercantil y éste, por
tanto, en el derecho que tiene por objeto el estudio y la disciplina del comerciante organizado para el ejercicio
de las actividades comerciales calificadas como tales por la ley.
Con esto, sin embargo, no es que se quiera circunscribir la competencia del derecho mercantil al
estudio de la empresa.
Se desea destacar su aspecto fundamental que como materia debe corresponder al estudio del derecho
comercial, ya que al lado de la empresa. existen otras instituciones (títulos de crédito en general. contratos,
etc.) que, por su naturaleza comercial, también deben formar parte del estudio del derecho mercantil.
La empresa como organismo económico que es, está dirigida por el empresario que tiene como tal una
serie de obligaciones a cumplir. Al surgir la figura del empresario, virtualmente sustituye la del comerciante
propiamente dicho y al considerarse ya al empresario, se está configurando el derecho mercantil, como el
derecho de una clase profesional y que, por lo tanto, hace que adquiera el derecho mercantil un marcado
carácter subjetivo.
En esta forma, el contenido del derecho mercantil está determinado por la disciplina del empresario, de
la empresa y por las actividades calificadas comerciales por la ley, y consecuencialmente por todos los
contratos e instituciones que de esas actividades se deriven, y, asimismo, por el estudio de los títulos de
crédito en general. Por otro lado, conviene señalar que no todos los aspectos jurídicos de la empresa deben ser
estudiados por el derecho mercantil, ya que como se pudo analizar en páginas anteriores, los aspectos
laborales fiscales etc. pertenecen al estudio de sus respectivas disciplinas.
De allí que tomando en cuenta las consideraciones ya puntualizadas, podríamos decir que el derecho
mercantil es la rama de derecho privado, integra- do por principios legales y doctrinales encaminados a
estudiar y disciplinar el ejercicio profesional de una actividad económica organizada que está dirigida a la
producción o al cambio de bienes o de servicios, y también a los particulares actos en que se concreta la
materia comercial.
Es un derecho privado porque su competencia está delimitada por la protección del interés económico
patrimonial de los particulares. Los principios legales y doctrinarios que lo forman son los que van a dar los
principios fundamentales para inteligencia de la organización empresarial, la cual tendría como supuesto, el
mantenimiento y el ejercicio de las relaciones comerciales que dan origen necesariamente a los actos propios
en que esas relaciones se traducen.
Estas relaciones comerciales que tienen por objeto la satisfacción de las necesidades del mercado en
general, ya en una forma mediata o inmediata, se distinguen doctrinariamente en relaciones comerciales de
organización y relaciones comerciales de actuación.
La primera se refiere a la organización y al ejercicio profesional de la actividad comercial; y la
segunda, la que surge de los particulares actos, obligaciones y contratos en que esa actividad se concreta.
Esta concepción que se acaba de esbozar, estructurada por la cualidad comercial y en base a
consideraciones doctrinarias y prácticas, sin embargo. no se ajusta en toda su amplitud a la que se podría
obtener del vigente Código de Comercio, pues, como ya se estudió, dicho Código está orientado por el
sistema objetivo, por lo que tomando en consideración su fundamento, se puede decir para ser consecuente
con sus principios, que el derecho mercantil es la rama del derecho privado, integrado por principios legales y
doctrinarios, dirigidos a disciplinar la actividad comercial como serie coordinada de actos y al comerciante en
su comportamiento profesional.
ACTOS DE COMERCIO ESTABLECIDOS EN EL CÓDIGO
Artículo 2: Son actos de comercio:
1. Compra, permuta o arrendamiento de cosas muebles, hechas con ánimo de revenderlas, permutarlas,
arrendarlas o subarrendarlas.
2. La compra o permuta de Deuda Pública u otros títulos de crédito que circulen en el comercio, hecha
con el ánimo de revenderlos o permutarlos; y la reventa o permuta de los mismos títulos.
3. La compra y la venta de un establecimiento de comercio y de las acciones de las cuotas de una
sociedad mercantil.
4. La comisión y el mandato comercial.
5. Las empresas de fábricas o de construcciones.
6. Las empresas de manufacturas, almacenes, bazares, tiendas, fondas, cafés y otros establecimientos
semejantes.
7. Las empresas para el aprovechamiento industrial de las fuerzas de la naturaleza, tales como las de
producción y utilización de fuerza eléctrica.
8. Las empresas editoras, tipográficas, de librería, litográficas y fotográficas.
9. El transporte de personas o cosas por tierra, ríos o canales navegables.
10. El depósito, por causa de comercio; las empresas de provisiones o suministros, las agencias de
negocios y las empresas de almonedas.
11. Las empresas de espectáculos públicos.
12. Los seguros terrestres, mutuos o a prima, contra las pérdidas y sobre las vidas.
13. Todo lo concerniente a letras de cambio, aun entre no comerciantes; las remesas de dinero de una
parte a otra, hechas en virtud de un contrato de cambio, y todo lo concerniente a pagarés a la orden entre
comerciantes solamente, o por actos de comercio de parte del que suscribe el pagaré.
14. Las operaciones de Banco y las de cambio.
15. Las operaciones de corretaje en materia mercantil.
16. Las operaciones de Bolsa.
17. La construcción y carena, compra, venta, reventa y permuta de naves.
18. La compra y la venta de herramientas, aparejos, vituallas, combustible u otros objetos de
armamento para la navegación.
19. Las asociaciones de armadores y las de expediciones, transporte, depósitos y consignaciones
marítimas.
20. Los fletamentos préstamos a la gruesa, seguros y demás contratos concernientes al comercio
marítimo y a la navegación.
21. Los hechos que producen obligaciones en los casos de averías, naufragios y salvamento.
22. Los contratos de personas para el servicio de las naves de comercio y las convenciones sobre
salarios y estipendios de la tripulación.
23. Los contratos entre los comerciantes y sus factores o dependientes.
EJERCICIOS
1. El fundo “Las margaritas”, propiedad de la familia blanco, es una finca que se autosustenta y
mantiene a la familia Blanco. Con su propia producción, en el año 2024 decide vender un corte de
pimentones, antes de su cosecha, en el mercado popular. Se fija un plazo de dos (2) meses para la entrega del
mismo, pero al final del 1er mes, una plaga daña toda la siembra, y le imposibilita a la familia Blanco entregar
los pimentones trayendo como consecuencia que el representante del, mercado popular exija su dinero de
vuelta, el cual la familia Blanco ya no tiene.
b. De acuerdo a la visión objetiva, ¿Qué cualidad tiene la familia Blanco al vender su cosecha?
R: Tienen cualidad de comerciantes al estar realizando un acto de comercio.
2. Pedrito Pérez, tiene una boda dentro de un año y debe buscar un lugar que pueda coordinar el
traslado ya que la boda es en caracas y él vive con su pareja en Valencia. Pedrito logra contactarse con una
empresa de servicio de transporte quien efectúa de manera exitosa el registro de pedrito y realiza su reserva de
servicios para el día pautado. el día de la boda, la empresa de servicio de transporte se coloca en contacto con
Pedrito, haciéndole saber que no podrán realizar el servicio.
3. Manuel Pérez y Manuelita Sáenz, harán una fiesta de fin de año el próximo 10 de diciembre del
2024, en la gobernación del Estado Aragua. Ellos, en su plan de coordinadores, se ponen en contacto con
Jimmy Neutron, el cual tiene su propio emprendimiento de organización de eventos, donde él es el DJ.
Manuel y Manuelita pautan de manera exitosa la fecha del evento donde Jimmy será el DJ encargado.
Llegado el día del evento, Jimmy no apareció durante toda la tarde, excusándose que tenía otro evento que
atender.