Derecho Romano I Unidad 4 Dri

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DERECHO ROMANO I

UNIDAD 4

Personas en el Derecho Romano

Temario
Unidad 4. Personas en el Derecho Romano

 4.1. Concepto de persona


o 4.1.1. Hombre y persona
o 4.1.2. Comienzo y fin de la persona
o 4.1.3. El nasciturus y los requisitos para considerar nacida a la persona
o 4.1.4. Extinción de la persona
 4.2. La personalidad
o 4.2.1. Status y capitis deminutio
o 4.2.2. Atributos de las personas
 4.3. Requisitos de la personalidad jurídica en Roma
o 4.3.1. Referencia al estado de libertad: status libertatis
 4.3.1.1. El esclavo y su condición jurídica
 4.3.1.2. Causas de la esclavitud
 4.3.1.3. Causas de extinción
 4.3.1.4. Derechos y obligaciones del patrón
 4.3.1.5. Los libertos
o 4.3.2. Ciudadanía: status civitatis
 4.3.2.1. Los ciudadanos romanos
 4.3.2.2. Privilegios de la ciudadanía romana
 4.3.2.3. Adquisición de la ciudadanía romana
 4.3.2.4. Pérdida de la ciudadanía romana
 4.3.2.5. Formas intermedias entre ciudadanía y extranjería
o 4.3.3. Situación jurídica de los miembros de la familia: status familiae
 4.3.3.1. Sui iuris
 4.3.3.2. Alieni iuris
 4.4. Personas colectivas
o 4.4.1. Ideas generales
o 4.4.2. Corporaciones
o 4.4.3. Fundaciones
 4.5. Casos en materia de derecho de personas según la jurisprudencia romana

Introducción
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De acuerdo a los conocimientos que ha adquirido con el estudio de las unidades precedentes, cuenta ahora con
una panorámica general del derecho romano público y su injerencia en la transformación del derecho romano
privado.

A partir de esta unidad se abocará al estudio de aquellas instituciones del derecho privado que rigieron las
relaciones entre los particulares. Siguiendo este orden de ideas, en esta unidad iniciará con el estudio de los
sujetos de derecho, es decir, aquellos que tienen el poder tutelado por el derecho objetivo.

Estudiará entonces la diferencia que existe entre el concepto de persona y el de ser humano, así como la
diferencia entre la concepción jurídica de persona física y de persona jurídica, para posteriormente distinguir
entre el concepto de persona en el derecho romano y en el sistema jurídico mexicano actual.

Comprenderá la razón por la cual en Roma para que una persona física pudiera ser titular de un derecho real o
de un derecho de crédito no bastaba con ser persona humana, sino que requería contar con una personalidad
jurídica completa; para ello, necesitaba reunir tres requisitos: ser libre y no esclavo (status libertatis), ser
ciudadano romano y no extranjero (status civitatis), y mantener cierta posición dentro de la estructura familiar
(status familiae). Sin embargo, podía suceder que una persona sufriera una pérdida de uno de esos tres
elementos; entonces sufría una disminución de la personalidad; esto es, una deminutio capitis.

Adicionalmente, en esta unidad, comprenderá el concepto y las características de las personas jurídicas, es
decir, aquellas que están constituidas por un conjunto de personas físicas que se reúnen para llevar a cabo un fin
común o por aquellas afectaciones de patrimonio que gozan de personalidad jurídica distinta a la de sus
miembros.

Objetivo
El alumnado comparará el concepto de persona en el Derecho romano con el sistema jurídico mexicano actual,
destacará la dignificación de la persona humana, los atributos de la personalidad, la estratificación socio-
jurídica, y por otra parte, analizará el origen y desarrollo de los sujetos colectivos.

Creando conciencia

Biocorporalidad

¿Cómo estudiar con música?


Si es de aquellas personas que gusta de estudiar con música es importante que tome en cuenta los siguientes consejos:
Elija música armoniosa y tranquila, la música clásica es una buena opción. Le recomendamos escuchar a Mozart, o bien
música ambiental o de la naturaleza.
Escuche en un volumen moderado la música.
Elabore, previamente a su tiempo de estudio, una lista de reproducción de máximo dos horas, así al concluir, sabrá que
debe tomar una pausa.
Le recomendamos no escuchar música de la radio, ya los anuncios y comentarios de los locutores lo distraerán.

Concepto de persona
El término persona puede tener varias acepciones; según su etimología, significa máscara o semblante humano,
y los juristas lo utilizan para referirse en general al ser humano.
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El autor nos dice...

Gayo afirma: "ciertamente la primera división del derecho de personas es éste: todos los
hombres o son libres o son esclavos" (I. 1.9).

Por lo tanto, persona es todo hombre, incluso el esclavo, aunque a partir de la época posclásica preferentemente
se utilizó el vocablo de persona para referirse a los hombres libres.

En cuanto a la acepción jurídica se entiende por persona todo ser capaz de tener derechos y obligaciones. Si
bien hoy en día todo ser humano es considerado persona, para la concepción romana podía ser persona y por
ende contar con personalidad jurídica, aquel ser humano que reuniera tres status:

Pulse en las áreas que se marcan como sensibles para visualizar la información.

Requisitos para ser persona

SER PERSONA LIBRE, NO ESCLAVO.


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SER CIUDADANO ROMANO, NO EXTRANJERO.

SER SUI IURIS Y NO ESTAR BAJO NINGUNA POTESTAD.

Además de estos requisitos, las personas podían no tener el pleno ejercicio de sus derechos por razones de sexo,
edad o alteración de sus facultades mentales, para lo cual requerían la representación de un tutor o un curador.

Las personas se dividían en personas físicas y personas morales. Precisamente en esta unidad se revisarán las
características de cada una de ellas.

Reflexión

Pero ¿cuándo se reconoce que existe un ser humano?

Para el derecho romano había que cubrir varios requisitos, entre ellos:
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Hombre y persona
El hombre es un ser dotado de inteligencia, con un lenguaje articulado, clasificado entre los mamíferos del
orden de los primates, sin embargo, este aspecto no interesó a los juristas romanos, sino su aspecto social como
sujeto de derechos políticos y civiles. Es así como se concibe al hombre como persona.

En el derecho romano existían dos clases de personas: la persona física y la persona jurídica o moral.

La palabra persona connota en el lenguaje jurídico dos sentidos que es necesario no confundir.

Comienzo y fin de la persona


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Las personas se consideran como tales desde el momento de su nacimiento hasta el día de su muerte. El infante
simplemente concebido se considera que aún no tiene personalidad y aquel que nace muerto no la tuvo nunca;
sin embargo, la más fugaz existencia lleva una personalidad de la misma duración.

El nasciturus y los requisitos para considerar nacida a la persona

¡Importante!

En el caso del nasciturus (el concebido pero no nacido) había que esperar a su nacimiento
para que se pudieran hacer efectivos algunos derechos; sin embargo, el derecho protegía sus
intereses como futura persona (siempre que naciese con todos los requisitos antes
expresados), sobre todo en materia sucesoria, ya que de no tomarse las medidas necesarias,
sus derechos podrían resultar ilusorios. Por ejemplo, al hijo concebido se le consideraba
entre los herederos (Gayo I. 1.147).

Tras su nacimiento, el individuo ocupaba dentro de la sociedad un status jurídico completo; esto es, contaba con
el status libertatis, civitatis y familiae; también podía carecer de alguno de estos status. De lo anterior se deriva
que una persona era aquel hombre considerado en su status (persona est homo consideratus cum suo status).

Por razones prácticas los romanos decidieron crear un ente jurídico distinto de las personas físicas que las
pudiera integrar, con el fin de otorgarle personalidad jurídica y convertirse también en un centro de imputación
de derechos y obligaciones, surgiendo las personas morales, tema del que nos ocuparemos más adelante.

Extinción de la persona
La personalidad comenzaba con el nacimiento y terminaba con la muerte, es decir, con la muerte, los derechos
que le eran inherentes a la persona se extinguían y únicamente los derechos y las obligaciones que había dejado
se regulaban por el Derecho Sucesorio.

La personalidad
En el derecho romano a diferencia de nuestro derecho actual no se consideraba como persona a todo hombre y
en consecuencia sujeto de derecho; ya que para ser considerado persona se requería el cumplimiento de ciertos
requisitos indispensables para ser persona física; mismos requisitos eran nacer vivo, viable y con forma
humana.

Ademas de las condiciones ya mencionadas para poder adquirir la personalidad y que un hombre fuera sujeto de
tener derechos y obligaciones se exigían 3 requisitos: status libertis (ser libre), status civitatis (ciudadano
romano) y status familiae (tener cierta posición en la familia), temas que se abordarán más adelante.

Status y capitis deminutio


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Es importante mencionar que la personalidad se extingue con la muerte de la persona; pero en el derecho
romano la personalidad se podía perder en vida por las siguientes razones:

1. Por la reducción de un hombre libre a esclavo.


2. Por la disminución de su personalidad debido a cambios de su posición respecto al orden jurídico;
conocido como capitis deminutio; misma de la que se distinguen 3 casos:

Pulse en cada uno de los conceptos de la parte superior para ver la información correspondiente.

1) Capitis deminutio máxima


Suponía la pérdida de libertad; el que era libre caía en esclavitud. Existía capitis deminutio máxima cuando se
estaba en alguno de los supuestos de fuentes de la esclavitud, excepto el de nacimiento y el de cautividad, ya
que según el derecho romano, el cives capturado por el enemigo se consideraba hombre muerto, o bien, en caso
de que regresase, recuperaba su libertad gracias al ius postliminii. Al perder la libertad se
perdía ipso facto el status civitatis y familiae (Gayo I. 1.160).

2) Capitis deminutio media


Era la pérdida de la ciudadanía romana, no de la libertad; se perdía, sin embargo, el status familiae. La capitis
deminutio media la sufrían por pérdida de ciudadanía romana (Gayo I. 1.161).

3) Capitis deminutio mínima


Suponía la pérdida de la condición de sui iuris, sobre todo aquellos que dejaban de pertenecer a la familia
agnaticia de la que eran parte integrante. Continuaban con su posición de hombres libres y ciudadanos romanos
(Gayo I. 1.162).

Atributos de las personas


a. Adquisición
Las personas físicas eran seres humanos que reunían ciertos requisitos establecidos por el derecho
romano. Debían ser hombres libres, ciudadanos romanos y sui iuris, es decir, poseer los status
libertatis, civitatis y familiae.
b. Atributos
Los atributos que forman parte de las personas son nombre, domicilio, patrimonio y capacidad.

Pulse en cada una de las pestañas para ver la información correspondiente.

Nombre
Vocablo utilizado para designar a las personas o a las cosas, distinguiéndolas de las demás de su especie. En
cuanto a las personas constituye la base de su diferenciación con el objeto de imputarles consecuencias jurídicas
determinadas. Es un derecho absoluto e inmutable; esto es, nomina ossibus personae inherent (los nombres van
pegados al esqueleto). No es valorable en dinero y no es enajenable.

El nombre estaba constituido por un conjunto de palabras de cuya combinación resultaba la particularización de
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la persona. Durante la República, el nombre se estructuró de una manera compleja: praenomen (nombre
propio), nomen (aludía a la gens a la que pertenecía) y cognomen (cuya elección la hacían los padres,
inspirándose en ciertos presagios).

Domicilio
Lugar en donde una persona tiene el centro espacial de su existencia. Existían tres clases: el de origen (se
adquiría por el nacimiento; v. g. los hijos nacidos iustae nuptiae tenían su domicilio en el hogar del padre); el
voluntario (lugar donde una persona trasladaba el centro de su vida, con el fin de que fuera un cambio
permanente); y el legal (por disposición legal; v. g. el domicilio de los senadores romanos era la propia Roma).
El domicilio también era el lugar en donde una persona debía recibir cualquier tipo de notificaciones privadas y
públicas.

Patrimonio
Conjunto de res corporales (cosas tangibles) y de res incorporales (créditos y otras cosas intangibles) valorables
en dinero que corresponden a una persona.

Capacidad
Aptitud de una persona para adquirir derechos y obligaciones (capacidad de goce), así como la posibilidad de
ejercitarlos y cumplirlos por sí misma (capacidad de ejercicio). Los romanos no llegaron a definir la capacidad
como tal. Para el derecho romano lo más importante era la situación jurídica de un hombre, teniendo en cuenta
la libertad, la ciudadanía o la posición que ocupaba dentro de la familia.

Requisitos de la personalidad jurídica en Roma


Como ya se ha mencionado, para que un ser humano pudiera ser persona y por ende contar con personalidad
jurídica completa requería contar con los tres status: libertatis (ser libre y no esclavo), civitatis (ciudadano
romano, no extranjero) y familiae (ser sui iuris, no ejerciéndose sobre él ningún tipo de potestad; era quien
ejercía la autoridad sobre los alieni iuris). Precisamente estas tres condiciones las analizaremos a continuación.

Referencia al estado de libertad: status libertatis

Definamos

Los hombres libres son aquellos que gozan de libertad; esto es, el que tiene la “facultad de
hacer lo que place a cada cual, salvo si algo se prohíbe por la fuerza o por la ley” (Digesto
1.5.4).

La calidad de hombre libre se contrapone a la esclavitud; a su vez, los hombres libres se dividían en libertos e
ingenuos, dependiendo del momento de su vida en que hubieran sido o no esclavos.

El esclavo y su condición jurídica


El esclavo es aquel ser humano que se veía despojado de toda personalidad, asimilado
a una cosa, convirtiéndose en propiedad de otro ser humano como si fuera una bestia
de carga. El origen histórico de esta institución se encuentra en la guerra: en lugar de
matar a los prisioneros de guerra, se les conservaba, privándolos de su libertad, a fin
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de obtener ventaja con su trabajo.

De acuerdo al derecho romano, un esclavo era considerado una res mancipi; esto es, parte del patrimonio de una
persona sujeto a su dueño. A efectos religiosos se le reconocía naturaleza humana, por lo que gozaba de algunos
derechos (derecho al votum y a las honras funerarias). Sin embargo, el patrón tenía derecho absoluto sobre su
esclavo, pudiéndose servir de él, haciéndole trabajar sin previo pago, derecho de obtener ganancias por su
trabajo, derecho sobre sus hijos, derecho de regalarlo o de venderlo. El esclavo que no podía contraer
matrimonio (a las relaciones sexuales entre esclavos se les denominó contubernium) tampoco podía comparecer
en juicio.

Existían diferencias entre la condición de esclavo de acuerdo al derecho y como situación de hecho.

En cuanto a la condición jurídica del esclavo, al ser una cosa era un elemento activo del patrimonio del dueño.
Con el tiempo esta situación se atenúo en interés del dueño, por lo que se admitió que el esclavo pudiera figurar
en un acto jurídico como su representante legal. El dueño podía instituirlo heredero o legatario.

La condición de hecho del esclavo sufrió algunas transformaciones. En los primeros tiempos, la situación del
esclavo fue buena, vivía junto a los hijos, trabajaba directamente con el dueño, ya que tenía interés en conservar
sus fuerzas. Al final de la República y sobre todo en el Principado, la condición de esclavo se agravó. Con el
aumento del número de esclavos, los dueños abusaron de sus derechos, frecuentemente con crueldad; además,
ya no eran de la misma raza ni civilización, por lo que no había por qué tenerles consideraciones.

A fin de paliar estos efectos la legislación imperial hubo de intervenir limitando los derechos de los dueños.
Con la influencia del cristianismo, la situación de los esclavos mejoró.

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¿Sabía que...?

Peculio del esclavo.

Eran bienes cuya administración confiaba el señor al esclavo; éste era el propietario y el
esclavo sólo tenía la gestión de dicho patrimonio.

Causas de la esclavitud
Existían dos fuentes de la esclavitud; se podía nacer esclavo o caer en esclavitud por un hecho posterior al
nacimiento:

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inicial.

Por haber nacido esclavo


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Como regla general, los hijos nacidos de madre esclava seguían dicha condición, pero si en
algún momento de la gestación la madre obtenía la libertad, el hijo podía nacer libre o
esclavo, considerando el momento del parto para establecer la condición política. Así,
durante el derecho clásico, si la madre era libre en cualquier momento de la gestación, había
que esperar el momento del parto y esperar establecer la condición jurídica de la madre en
ese momento. Para Justiniano en cambio el niño nacía libre si la madre en cualquierr tiempo
de la gestación y del parto había alcanzado la libertad (Instituciones 1.4).

Hechos posteriores al nacimiento

Podía ser de acuerdo al derecho de gentes o al ius civile. En el primer de los casos aplicaba
tanto a los ciudadanos romanos, cuanto a los peregrinos, como era el caso de cautividad
surgida a través de guerra declarada.

Según ius civile

Según el ius civile, las fuentes de la esclavitud variaron a partir de los cambios económicos y
sociales, de acuerdo a lo siguiente:
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Causas de extinción
Entre las causas estaban la muerte del esclavo, por disposición legal, por postliminium y por manumissio.

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Postliminium

El postliminium ocurría cuando un prisionero de guerra lograba escapar y regresar a su patria.


Producía el efecto de dar fin a la esclavitud, recobrando la libertad y obraba retroactivamente,
generando que el cautivo que regresara a casa, como si nunca hubiere estado sometido, se
presumía que nunca había perdido la propiedad de sus bienes, ni la potestad sobre sus hijos.

Manumisión

La manumisión era el acto por el que el dueño concedía la libertad a su


esclavo. En ese caso, el esclavo manumitido obtenía la libertad y la
ciudadanía, pero su condición jurídica era distinta a la del ingenuo; esto
es, al que nunca había sido esclavo (Instituciones 1.5).
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El esclavo manumitido se llamaba libertus. Su antiguo dueño se


convertía en su patrón y conservaba ciertos derechos sobre él.

Formas de manumitir
La forma de otorgar la libertad a un esclavo pasó por un largo proceso evolutivo.

Reflexión

La falta de mano de obra esclava llevó a Augusto y a los posteriores emperadores a limitar
la facultad de manumitir.

Restricciones a la facultad de manumitir


La Lex Fufia Caninia del año 2 a. C. tuvo por objeto restringir el número de manumisiones por testamento en
detrimento de los herederos; así no se podía manumitir más de cien esclavos.

La Lex Aelia Sentia del año 4 d. C. impuso nuevos requisitos a la manumisión; de no seguirse, la manumisión
era nula. Entre esos impedimentos estaban los siguientes:

 El dueño debía tener por lo menos veinte años.


 El liberto debía tener por lo menos treinta años.
 No se podía manumitir en fraude de acreedores.

En la época de Justiniano se derogó la Lex Fufia Caninia y se conservaron las limitaciones relativas a la edad de
veinte años del dueño y la prohibición de manumitir en fraude de acreedores.

Derechos y obligaciones del patrón


Para el derecho antiguo, los derechos del patrón frente al esclavo, esto es, los iura patronatus, fueron, entre
otros:
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 El obsequium. Deber de respeto al patrón y a sus descendientes, por lo que no podía demandar
judicialmente al patrón sin autorización del patrón.
 Los operae servorum. Servicios debidos por el liberto.
 Los bona gratiae. Cuando el liberto moría sin descendencia, sus bienes pasaban a su antiguo dueño.

En virtud de las leyes Junia y Aelia Sentia el derecho clásico distinguió tres clases de libertos:

Ciudadanos romanos

Los libertos que eran manumitidos solemnemente eran considerados ciudadanos romanos.

Latinos junianos

Eran los que habían sido manumitidos sin solemnidad; esto es, de acuerdo al derecho
honorario, los que habían sido manumitidos antes de la edad de los treinta años y los que
habían sido manumitidos por un dueño que tenía sobre ellos la propiedad bonitaria.

Los latinos junianos:

1.- Carecían de derechos políticos como el ius sufragii (derecho a participar en los
comicios)y del ius honorum (derecho a ser elegido magistrado).

2.-En materia de derecho privado no tenían el ius connubii (derecho de justas nupcias).

3.- Tenían el ius commercii (derecho de ejecutar actos jurídicos de acuerdo al derecho
romano).

4.- Carecían de la testamenti facti, es decir, no tenían derecho a hacer testamento; sus bienes
volvían a su antiguo dueño, vivían libres, pero morían esclavos.

5.- Podían ser instituidos herederos o legatarios (factio testamenti passiva).

6.-Podían convertirse en ciudadanos romanos de pleno derecho mediante rescripto del


emperador, casándose y teniendo hijos, construyendo un navío o un molino.
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Libertos dedicticios

Eran los que siendo libres habían sufrido penas infamantes. No podían adquirir la
ciudadanía romana ni la latinidad; tenían prohibido acercarse a más de cien millas de
distancia alrededor de Roma bajo pena de caer nuevamente en esclavitud.

Los libertos

¡Importante!

El derecho posclásico sólo reconoció una sola clase de liberto, desapareciendo por lo tanto
las categorías de latinos junianos y dedicticios.

Para el derecho antiguo, el manumitido era libre y ciudadano romano, aunque su condición jurídica era menor
que la del ingenuo; entre sus características no tenían derecho al cursus honorum (llegar a ser nombrado
magistrado) y no tenían el ius connubii (derecho a contraer justas nupcias).

Para saber más...

El ingenuo era una persona que nacía libre y que nunca había dejado de serlo. No era
importante si su padre había sido ingenuo o liberto. Jurídicamente contaba con todos los
atributos del derecho de ciudad y no tenía ligas de dependencia con ninguna otra persona.
Durante el derecho clásico el liberto podía adquirir la condición de ingenuo a través de un
rescripto imperial.

Ciudadanía: status civitatis

Los ciudadanos romanos


Los ciudadanos romanos eran aquellos hombres libres, ingenuos, que pertenecían al pueblo romano. La
ciudanía romana podía obtenerse a través del nacimiento o mediante actos jurídicos posteriores.

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Trasmisión por nacimiento


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Para el derecho romano, la ciudadanía se transmitía de padres a hijos (ius sanguinis), por lo
que no importaba en qué parte del Imperio se hubiera nacido. Los hijos nacidos en justas
nupcias seguían la condición del padre (Gayo I. 1.89).

Si sólo uno de los padres era ciudadano romano, el hijo seguía la condición de la madre al
momento del parto. Sin embargo, la Lex Minicia de fines del periodo republicano estableció
que el hijo seguiría la condición del padre en el momento de la concepción. En la época de
Adriano esta ley dejó de aplicarse al caso en que el padre fuera latino y la madre ciudadana
romana.

Adquisición por hechos posteriores al nacimiento

La calidad de ciudadano romano se podía adquirir por manumissio. Al obtener la libertad


los manumitidos solemnemente adquirían por efecto la ciudadanía. Con Justiniano cualquier
esclavo manumitido la adquiría.

Se podía obtener la ciudadanía romana por mandato legal y se otorgaba de forma individual
o colectiva. V. g. con la expedición de la Lex Aciliare Petundarum adquirían la ciudadanía
los peregrini que acusasen a un magistrado de concusión o aquellos latini coloniarii que
residiesen en Roma o por el desempeño de magistraturas locales; también por la prestación
de servicios militares, etc.

Asimismo, se adquiría la ciudadanía romana por concesión especial, durante la República a


través de la decisión de los comicios y por el Senado. Durante el Imperio, el emperador
podía realizar concesiones de ciudadanía a los miembros de una comunidad o a personas en
lo individual. Mediante una constitución de Antonino Caracalla del año 212 d. C. se
concedió la ciudadanía romana a todos los habitantes libres del Imperio.

Privilegios de la ciudadanía romana


La pertenencia a una ciudad otorgaba diferentes derechos en los ámbitos público y privado.
Para el derecho público el ciudadano romano gozaba de los siguientes derechos:

Conceptos clave

Ius honorum, derecho a ocupar cargos públicos.

Ius suffragii, derecho a votar en las asambleas del pueblo.


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Ius militii, derecho a servir en las legiones.

Desde la perspectiva del derecho privado, la ciudadanía romana comprendía los siguientes derechos:

Conceptos clave

Ius commercii o commercium, derecho a tener un patrimonio y a celebrar actos jurídicos


relacionados con el mismo.

Testamenti facti, derecho a nombrar heredero y ser nombrado heredero.

Ius connubii o connubium, derecho a contraer justas nupcias (iustae nuptiae) y a fundar una
familia de acuerdo a lo establecido por el ius civile.

Ius actionis, facultad de acudir a los órganos encargados de impartir justicia.

Adquisición de la ciudadanía romana


La ciudadanía romana se adquiría por ius sanguinis (nacimiento), por manumisión y por concesión especial, a
continuación describiremos cada uno:

El otorgamiento de la ciudadanía romana a los provinciales era una práctica relativamente reciente dentro de la
República romana, y casi nunca fue utilizada de manera extensiva, debido al privilegio que implicaba detentar
tal dignidad.

Sólo se concedía a destacados miembros de la aristocracia provincial, como recompensa por haber rendido
importantes servicios, casi siempre de orden militar.
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Los excluidos
Cualquier persona que no fuera ciudadano romano era excluida de la ciudadanía y se clasificaba de la siguiente
manera:

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Confederados de Latium (Lacio)


Quienes carecían del ius honorarum (derecho de promulgar edictos), pero gozaban de todos los otros derechos.

Los libertos
Quienes carecían del ius honorarum (derecho de promulgar edictos) y del connubium (capacidad legal que tiene
una persona para contraer un matrimonio válido).

Los latini coloniarii


Quienes habían establecido una colonia, carecían de todos los derechos políticos de Roma, pero los ejercían en
sus ciudades y no gozaban de connubium.

Los peregrini (peregrinos)


Eran extranjeros que tenían el derecho de vivir en Roma.

El cosmopolitismo es una doctrina en virtud de la cual todos los seres humanos, con independencia de
cualesquiera diferencias de estatus y pertenencias políticas entre ellos, deben ser considerados como miembros
integrantes de una sola comunidad ético-política.

En Roma para poder llegar a ser considerado como miembro o ciudadano de la misma, las personas tenían que
ser miembro de la civitas (comunidad política de Roma). El concepto de ciudadanía tuvo una evolución paralela
a la expansión de Roma, ya que se amplía primero a los habitantes no romanos de la región latina (340 a. C.),
luego a los habitantes no latinos de Italia (90 a 88 a. C.), después bajo Vespasiano, se concede a todos los
ingenuos (nacidos libres) de España y finalmente el emperador Caracalla, la concede a todos los habitantes del
Imperio (212 d. C.).

Pérdida de la ciudadanía romana


A través de tres causas se perdía la ciudadanía romana:

 Por pérdida de la libertad.


 Haciéndose miembro de una ciudad extranjera.
 Por efecto de ciertas condenas infamantes: el exilio bajo la República, y bajo el Imperio la deportación.

Formas intermedias entre ciudadanía y extranjería


En contraposición a los ciudadanos (cives) existían dos clases de no ciudadanos: los latinos y los peregrinos.

Los latinos (latini) podían ser de tres clases:


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Latini veteres
Se encontraban en esta categoría los antiguos habitantes de Lacio, después los miembros de las colonias
fundadas por la liga latina, hasta su disolución en 338 a. C. y todos aquellos a quienes Roma concedió la calidad
de latinos, hasta el 267 a. C., que fueron asimilados a los romanos de pleno derecho. Tenían una situación
jurídica muy parecida a la de los ciudadanos romanos. V. gr. si estaban en Roma podían votar en los comicios,
pero no tenían derecho a las magistraturas, ni servir en las legiones. Gozaban de todos los derechos en materia
privada.

Latini colonarii
Poblaciones a las que Roma concedió el derecho de la latinidad. A partir del 267 a. C. formaron parte de las
colonias. Vespasiano concedió esta calidad a todos los habitantes de Hispania. En cuanto a su condición
jurídica, carecían de todo derecho político; carecían del ius connubii; en cambio tenían el ius commercii y el
derecho de comparecer en juicio a través de legis actio.

Latini juniani
Esclavos que habían sido manumitidos de acuerdo al derecho honorario, por lo que no gozaban de ningún
derecho de la ciudad.

Los peregrinos (peregrinus) no eran propiamente extranjeros; en realidad se trataba de hombres libres
sometidos al poder de Roma, pero sin concederles la ciudadanía romana ni el derecho de la latinidad. Vivían
bajo la regulación de las leyes especiales de su ciudad, cuando Roma hubiera acordado esa situación. Existieron
varios tipos de peregrinos, entre los que destacaron los siguientes:

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Peregrini alicuius civitatis


Habitantes de ciudades respetadas por Roma se regían por sus propios derechos. Estaban excluidos del ius
civile, pero debido a las distintas transacciones comerciales que realizaban podían acogerse al ius gentium.
Desde el año de 242 a. C. el pretor peregrino fue el encargado de impartir justicia entre ciudadanos y
extranjeros.

Peregrini dedictici
Habitantes de ciudades que se opusieron en principio a la dominación de Roma y con el tiempo se rindieron sin
condiciones (Gayo I. 1.14). Roma no les reconocía derecho propio; no pertenecían a ninguna civitas; no podían
vivir en Roma ni a una milla de ella y eran protegidos por las normas emanadas del ius gentium. Se hallaban en
esta situación los ciudadanos condenados por una pena y los esclavos manumitidos que sufrían pena infamante.

Hostes o barbari
Extranjero declarado enemigo del Estado. Podía ser asesinado si entraba a territorio romano.

Situación jurídica de los miembros de la familia: status familiae


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Consistía en la posición que un individuo ocupaba en el ámbito de las relaciones familiares, de la cual dependía
la posibilidad de acrecentar o disminuir su capacidad jurídica. Dentro del seno de la familia romana había dos
clases de personas: los sui iuris y los alieni iuris.

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No estaban sujetos a alguna potestad. Tenían plena capacidad


jurídica. De acuerdo al derecho romano eran realmente personas, ya
que contaban con los tres status: libertatis, civitatis y familiae. Para
que una persona pudiera ejercer su poder sobre los alieni
iuris requería ser un varón con plena capacidad de ejercicio y se le
denominaba pater familias. La mujer podía ser sui iuris, sólo que no
podía ejercer poder sobre ningún miembro de la domus. Para que
pudiera actuar en el campo del derecho requería la autorización de su tutor (D. 50.16.195.5).

Sujetos a la potestad del pater familias.Su capacidad jurídica estaba muy reducida (Gayo I.1,48). Se hallaban
bajo este poder: la mujer que contraía nupcias cum manu con el pater familias o con alguno de los varones
sometidos a éste; sus hijos(as) y los descendientes varones legítimos de éstos (filius familias) no emancipados;
las personas que el pater acogía en su familia, como hijos o nietos a través de la adopción, adrogación o
legitimación.

Personas colectivas
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Entidades jurídicas distintas de las personas físicas individuales que perseguían fines comunes colectivos, a las
que el ordenamiento jurídico romano les reconoció personalidad jurídica para ser titulares de derechos y
obligaciones, por lo que ficticiamente se les consideró personas. También eran
llamadas personas jurídicas, colectivas, sociales o abstractas.

Ideas generales
La personalidad jurídica se podía otorgar mediante un acto de la autoridad para un caso específico o a través de
una ley, siempre y cuando se reunieran los requisitos establecidos en la ley. La capacidad de las personas se
encontraba limitada para realizar los actos tendentes a lograr los fines para los que fue creada y en lo que a su
capacidad de ejercicio se refiere, la misma sólo podía ser ejercida por personas físicas que tuvieran capacidad
jurídica para ello.

Las personas morales podían ser de dos tipos, públicas y privadas, de acuerdo al fin que perseguían.

Las personas morales de carácter público eran básicamente dos: el Estado propiamente y las civitate.

Es importante en este tema mencionar que el derecho romano no teorizó sobre el concepto de persona como
persona jurídica, sin embargo, en la práctica del propio derecho romano, tanto en el orden privado como en el
orden público se dieron muchos casos de los cuales se puede desprender la existencia de lo que hoy en día
conocemos como persona jurídica o moral.

Corporaciones
Llamamos corporación (corpus, universitas) a un conjunto de personas organizadas voluntariamente o por
tradición para conseguir un fin e intereses comunes y pueden encontrarse como societas, collegium, corpus,
universitas, etc.

Públicas, semipúblicas, privadas

Pulse en cada uno de los conceptos de la parte superior para ver la información correspondiente.

Pública
Una corporación pública se entiende como una persona jurídica (o sea una representación legal de un grupo de
personas o unidad con algún fin común) dependiente de la Administración Pública, o en otras palabras
dependiente del Gobierno.

Semipública
Una corporación semipublica podía ser cofradías religiosas, corporaciones funerarias, corporaciones de
artesanos, etc.

Privada
Una corporación privada es una entidad creada por individuos que deciden crear una empresa para obtener
beneficios de negocios como las sociedades para la explotación de minas y cobro de impuestos.
Pulse en las áreas que se marcan como sensibles para desplegar la información.
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El Estado (la República romana) era un ente colectivo titular de


derechos y obligaciones, con patrimonio propio (aerarium populi
romani, llamado a partir del imperio fiscus). Se distinguía de
cualquier otra persona moral porque era soberano, es decir, no
existía sobre él ningún otro poder, siendo el único que podía crear
normas para regular su organización y la conducta de sus
habitantes.

Las civitate eran una organización análoga al Estado romano; la


tuvieron tanto los municipios como las colonias. Se regían por las
normas creadas ex profeso para ello; v. g. Lex municipiio Lex coloniae.
Sus órganos administrativos, por no llamarlos de gobierno, eran muy
similares a los de Roma. Tenían sus propios bienes, al celebrar actos
jurídicos a través de sus magistrados.

Las personas morales de carácter privado podían ser de dos tipos: asociaciones o corporaciones y fundaciones

Fundaciones
Pulse en las áreas que se marcan como sensibles para desplegar la información.
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Grupos de personas unidas entre sí por un contrato privado


plurilateral que tenía por objeto lograr un fin determinado. Desde la
Ley de las XII Tablas se reconoció la existencia de corporaciones
privadas o voluntarias con muy diversos fines, como los colegios
sacerdotales, las asociaciones funerarias y de sepultura, los gremios de distintos oficios, las cofradías para
determinados cultos, las asociaciones para explotación de minas o salinas o concesionarias del cobro de
impuestos, etc. A partir de César o quizá desde Augusto, todas las asociaciones o corporaciones requerían de la
autorización estatal.

Surgieron de un acto jurídico unilateral basado en la voluntad de su


fundador, siendo por tanto un patrimonio o masa de bienes destinados
por el fundador a causas específicas; es decir, eran afectaciones de
patrimonio destinadas a un fin común. Los juristas romanos
desconocieron la figura de las fundaciones como la personificación de
un patrimonio destinado a un fin; en realidad consideraron que el
patrimonio era concedido a una entidad jurídica (persona física o
corporación) con la obligación de administrarlo para lograr la consecución de tal fin. De esta manera, el
propietario del patrimonio y titular de las relaciones jurídicas inherentes a él era la persona física o corporación
a que era confiado el mismo. Aparecieron en la época posclásica, como instituciones de beneficencia o en
beneficio de las piae causae.

Para constituir una asociación era necesario cubrir los siguientes requisitos:

 Que se reunieran al menos tres individuos para constituirla (tres faciunt collegium).
 Tuvieran un fin lícito.
 Contaran con sus propios estatutos (Lex collegii); esto es, normas que organizaran y estructurasen a la
corporación; un patrimonio propio (arca comunis) y un representante común (actores, syndici).

Las características más importantes de estas personas morales fueron:

 La existencia de la corporación era independiente a la de sus miembros.


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 El patrimonio era diferente al de sus miembros.


 Lo que se debía a una persona colectiva no se debía a sus miembros.
 Lo que debía la persona colectiva no lo debían sus miembros (Digesto 3.4.7.1).

Además, los actos individuales de sus miembros no relacionados con la persona moral no afectaban la situación
jurídica de la corporación, a menos que expresamente la ley así lo previera.

Las asociaciones se extinguían por la muerte de todos sus miembros, la realización del fin común, por decisión
de la autoridad, por acuerdo de sus miembros, por que el objeto o fin común de la persona moral deviniera
imposible o por la llegada del término de una condición.

Casos en materia de derecho de personas según la jurisprudencia romana


Cuando de resolver casos se trata es muy importante que contemos con un método de solución para los mismos,
ya que facilitará la solución de los mismos. Todo razonamiento jurídico, comprende tres etapas:

Pulse en cada una de las pestañas para ver la información correspondiente.

1. La deliberación
Consiste fundamentalmente en analizar, esto es en observar con atención y separadamente dos aspectos del
problema:

a. Los hechos que constituyen el caso. b. Las instituciones jurídicas posiblemente aplicables al caso.
b. Las instituciones jurídicas posiblemente aplicables al caso.

2. El juicio
Que requiere de 4 elementos a su vez:

a. La comprensión o interpretación de las reglas aplicables al caso (interpretar una regla no es modificar su
contenido, sino entender su significado y alcance).
b. La definición de la cuestión o planteamiento del mismo, consiste en contemplar el caso desde la
perspectiva de la institución o instituciones aplicables, y así determinar las cuestiones jurídicas que
implica.
c. La respuesta que será la afirmación o negación acerca de la cuestión planteada.
d. La argumentación, que es la referencia de verdades conocidas en el caso (verdades de derecho o de
hecho).

3. La conclusión práctica o decisión


Es el resultado de la etapa de juicio; es decir el camino detallado que se va a seguir para solucionar el
caso.

Reflexión
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Retomando el proceso de razonamiento jurídico, lea lo siguiente:

El esclavo de Ticio fue manumitido, por lo tanto, es considerado libertus, ¿será cierto que el
esclavo deberá cumplir con algún trabajo que Ticio le solicite como si fuera su patrón?

Comparta su respuesta con sus compañeros y con quien le asesora, dentro del foro general.

¡Importante!

Al respecto de los temas abordados en esta unidad, realice el estudio de los siguientes
documentos, ya que se retomarán en su “Experiencia de aprendizaje”:

Margadant, Floris, El derecho romano privado, 4.a ed., México, Esfinge, 2005, pp. 155-137.

Morineau, Martha e Iglesias, Román, Derecho romano, 4.a ed., México, Oxford University
Press, 2010, pp. 40-53.

Mi experiencia de aprendizaje

Persona física y persona moral. Características y diferencias


Esquema, cuadro comparativo y cuestionario
Para distinguir con claridad entre personas físicas y personas morales realice, dentro de un mismo documento,
las actividades indicadas. Considere, además del contenido de la unidad, el estudio de los documentos de
Margadant y Morineau:

Las personas en Roma. Requisitos de las personas físicas


En Roma, la palabra persona significa “ente capaz de ser sujeto de derechos y obligaciones”. Si bien en el
derecho actual, un ser humano es considerado persona, para el derecho romano además requería ser hombre
libre, ciudadano romano y sui iuris, esto es, debía gozar de tres status: libertatis, civitatis y familiae. Para esta
actividad deberá analizar cada uno de estos tres status y los derechos que éstos les confieren, para ello elabore
un esquema con los siguientes elementos:

a. Sobre el status libertatis: fuentes de la esclavitud, la condición jurídica del esclavo y los modos
reconocidos por el derecho para salir de ella y convertirse en liberto.
b. Del status civitatis: derechos públicos y privados que gozan los ciudadanos romanos, los extranjeros y
las clases intermedias entre ciudadanos y extranjeros.
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c. En lo relativo al status familiae: distinguirá entre sui iuris y alieni iuris

Las personas morales y su diferencia con las personas físicas


El derecho romano reconocía la existencia de entidades - corporaciones, asociaciones o fundaciones - que sin
tener como el hombre una existencia individual humana, se les reconocía capacidad jurídica suficiente para ser
sujetos de derecho y obligaciones.

Analice, a través de un cuadro comparativo, los atributos y los derechos y obligaciones de las personas físicas y
de las personas morales, las formas en las que se extinguen y los tipos de personas morales que reconoce el
derecho romano. Al finalizar este esquema deberá distinguir entre personas físicas y personas morales.

Situación jurídica de Ticio

Finalmente analice el siguiente caso y responda las preguntas que a continuación se indican:

Ticio - ciudadano romano sui iuris y casado con Livia, embarazada de cinco meses - debe
partir a la guerra. Al mes de su partida es capturado por el enemigo. Tras seis años de
cautiverio, regresa a Roma.

A. ¿Cuál es la situación jurídica de Ticio cuando es apresado por el enemigo? ¿Jurídicamente cayó en
esclavitud?
B. Al regresar a Roma ¿cuál es la condición de su patrimonio, matrimonio y el hijo que ha tenido Ticio?
C. Si Ticio muere antes de regresar a Roma ¿cuál es la situación jurídica del hijo que espera con Livia?

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