Imágenes de Un Tarot Patagónico - Los Arcanos en El Libro Rojo de Jung
Imágenes de Un Tarot Patagónico - Los Arcanos en El Libro Rojo de Jung
Imágenes de Un Tarot Patagónico - Los Arcanos en El Libro Rojo de Jung
El método que utilizó Jung para esta interacción con lo inconsciente fue denominado
imaginación activa. Esta consiste en una especie de diálogo con los personajes interiores que
emergen en las fantasías y los sueños.
Además de la descripción de los sueños y visiones que hicieron parte de esta exploración, el
libro contiene una serie de reflexiones y análisis simbólicos relacionados con dichas
imágenes.
En su autobiografía Jung mencionó que los contenidos que plasmó en el Libro Rojo fueron la
“prima materia” para el trabajo que posteriormente desarrolló de manera conceptual a lo largo
de su vida.
El Libro Rojo estuvo inédito por voluntad de Jung hasta la publicación que sus descendientes
autorizaron en el 2009. Desde entonces ha despertado un profundo interés en los estudiosos
de la obra junguiana ya que se considera que las imágenes y los textos que contiene son
ilustrativos no solo como modelo de un proceso de individuación esquemático sino también de
los movimientos por los que está transitando la consciencia de la humanidad como colectivo.
El proceso de individuación
En el Libro Rojo:
El viaje heroico
Jung plantea que el personaje heroico que suele hacer presencia con infinidad de variaciones
en los mitos y narraciones de todas las culturas representa de manera simbólica esta
dinámica evolutiva de la psique, es decir, el viaje de transformación y maduración interior al que
todos estamos convocados y compelidos.
Jung abandonó la escritura del Libro Rojo en 1930 cuando encontró que los tratados
alquímicos podían considerarse como la mejor expresión simbólica del proceso de
individuación, se enfocó desde entonces en explorar y profundizar con dichas imágenes.
Jung manifestó en uno de sus seminarios «Si uno quiere formarse una imagen del proceso
simbólico, la serie de imágenes encontradas en la alquimia son buenos ejemplos… También
parece como si el conjunto de imágenes de las cartas del Tarot descendiera lejanamente de
los arquetipos de la transformación.. El proceso simbólico es una experiencia en imágenes y de
imágenes. Su desarrollo suele mostrar una estructura de enantiodromia (vuelta al contrario)
como el texto del I Ching, por lo que presenta un ritmo de negativo y positivo, pérdida y
ganancia, oscuridad y luz..»
La noción del héroe solar como expresión simbólica del movimiento evolutivo de la psique y su
manifestación en la mitología de las diferentes culturas fue profundizada de manera minuciosa
por el mitólogo Joseph Campbell
Bernardo Nante, que prologó la edición en español del Libro Rojo propone entender el Libro
Rojo como una actualización del mito del héroe tradicional para nuestros tiempos en el que
paradójicamente el héroe debe “matar al héroe” para entregarse a la oscuridad, al
contrasentido.
El dios venidero
En el Libro Rojo se anuncia el surgimiento de un dios venidero, esto es, de una confluencia de
nuevos valores, principios y actitudes que vienen a reemplazar los que predominan en el
espíritu del tiempo, que han entrado en crisis al resultar caducos e insuficientes.
En el Libro Rojo:
He aprendido que, además del espíritu de este tiempo, aún está en obra otro espíritu, que
domina la profundidad de todo lo presente. El espíritu de este tiempo sólo quiere oír acerca de
la utilidad y el valor .. Pero no reparé en que el espíritu de la profundidad posee, desde antaño
y en todo el futuro, más poder que el espíritu de este tiempo que cambia con las generaciones.
El espíritu de la profundidad tomó mi entendimiento y todos mis conocimientos, y los puso al
servicio de lo inexplicable y de lo contrario al sentido. Me robó el habla y la escritura para
todo lo que no estuviera al servicio de la fusión mutua de sentido y contrasentido, que da por
resultado el suprasentido.
En las imágenes del Tarot confluyen al parecer influencias de la tradición europea medieval, del
misticismo egipcio, la cábala judía y la filosofía hermética. Su origen se ubica alrededor del
siglo XV entre Italia y Francia. El Tarot de Marsella, que se considera como de los más
tradicionales, consta de 78 cartas, 22 arcanos mayores y 56 menores.
Los arcanos del tarot pueden ser considerados como imágenes arquetípicas que dan cuenta
del fluir y el acontecer evolutivo de la vida. Jung se refirió a los arcanos del tarot en alguna
ocasión como “imágenes psicológicas, símbolos con los que se juega. Por ejemplo, el símbolo
del sol, o el símbolo del hombre colgado por los pies, o la torre golpeada por un rayo, o la rueda
de la fortuna, y así sucesivamente. Esas son ideas arquetípicas, de naturaleza diferenciada,
que se mezclan con los componentes ordinarios del flujo del inconsciente y, por lo tanto, es
aplicable a un método intuitivo que tiene el propósito de comprender el flujo de la vida”
La analista junguiana Sally Nicholls profundizó en su libro Jung y el Tarot (1980) en la noción
de los arcanos como imágenes del proceso de individuación. Dicho texto sigue siendo una
referencia para la aproximación psicológica hacia las imágenes del tarot.
Las imágenes arquetípicas como las que se reflejan en los arcanos del Tarot, se expresan de
manera diferencial en los distintos contextos culturales en las que emergen, sin embargo se
considera que los arquetipos a los que aluden dichas imágenes son universales y atemporales.
Para Jung «Los arquetipos son como los lechos de los ríos, que se secan cuando el agua los
abandona, pero que pueden recuperarse en cualquier momento. Un arquetipo es como un viejo
cauce a lo largo del cual el agua de la vida ha fluido durante siglos, hollando una vía profunda
para sí misma. Cuanto más tiempo haya estado fluyendo por ese canal, más probable será que
tarde o temprano el agua regrese a su viejo lecho»
Potencias primordiales
Cada arcano del tarot se puede entender como una potencia primordial que incide en el devenir
de nuestra existencia, en algunas culturas estos aspectos fueron nombrados como dioses o
demonios.
En el Libro Rojo:
Desde una perspectiva psicológica este anhelo representa la búsqueda de significado, sentido
e identidad que es inherente a la psique. Este sentido, aquello que nos permite sentirnos
realizados, con una vida que merece ser vivida, necesita ir siendo actualizado a lo largo de la
vida. Las prioridades, valores y sentidos que fueron referentes en nuestra adolescencia, por
ejemplo, no son los mismos que cuando entramos en la vida adulta.
Este impulso interno para la autorrealización puede ser nombrado como un anhelo de totalidad,
se manifiesta como el despliegue paulatino de nuestros potenciales singulares. El despliegue
de nuestros potenciales es promovido por las circunstancias a las que nos exponemos y nos
van confrontando a lo largo de la vida.
En el Libro Rojo el anhelo de totalidad es descrito como un viaje a oriente, en busca del
“amanecer”, del despliegue de consciencia.
..viajo por la tierra verde, merodeo por los bosques y doblo el pasto joven. Hablo con los
árboles y los animales del bosque y las piedras me indican el camino.. Y así camino hacia el
Lejano Oriente. No es que sepa cuál es mi lejana meta. Adelante veo horizontes azules: me
bastan como meta. Corro a Oriente hacia mi amanecer. Quiero mi amanecer..
Como un caminante cansado que nada ha buscado en el mundo, más que el mundo mismo, he
de presentarme a mi alma. He de aprender que, detrás de todo, finalmente yace mi alma, y que
si atravieso el mundo es, al final, para encontrar mi alma. Ni siquiera los hombres más
preciados son meta y fin del amor que busca, ellos son símbolos de la propia alma.
Los arcanos del Tarot pueden ser entendidos como imágenes arquetípicas, expresiones
singulares de la totalidad, tránsitos necesarios para la expresión de la integralidad de la
psique.
Bahía La Patahia
La Patagonia como «tierra de gigantes» funciona de manera apropiada como paisaje simbólico
en el que habitan los arquetipos, los aspectos superiores que nos trascienden y nos
condicionan.
Como imagen un viaje a la Patagonia puede aludir a un viaje de retorno al origen, al extremo
sur, a la lógica que se contrapone al norte, racional, lógico y “civilizado”. Un territorio vasto,
inhóspito, con múltiples peligros y tesoros. Un territorio aún no saturado de población,
tecnología y edificaciones.
Arcano O el Loco
El loco es el arcano que representa el factor interno que nos moviliza a emprender nuestros
viajes internos y externos. Alude a la inocencia y al potencial implícito del Caos. El loco no tiene
número, emerge cada vez que nos sentimos estancados o vacíos para conducirnos horizontes
de mayor vitalidad. En su aspecto negativo se relaciona con la ignorancia, la inconsciencia de
los propios límites y la desmesura.
En muchos cuentos populares el personaje que encuentra la solución ante una situación
conflictiva no es el más inteligente o el más fuerte sino aquel que menos se acerca a la
expectativas. Diferentes barajas muestran a El Loco acompañado por un perro que representa
la capacidad no racional de los instintos para proteger al héroe a lo largo del camino y acudir a
su auxilio cuando los recursos conscientes resultan insuficientes.
El Loco se relaciona también con el pensamiento no racional, con la imaginación, con el ámbito
de los mundos sutiles.
En el Libro Rojo
..Estoy desconcertado, pero quiero estar desconcertado, pues te he jurado, alma mía, que
confiaría en ti, aun cuando tú me condujeras por la locura.
..Llevad este saber, agregadle esta locura a vuestra inteligencia, esta sinrazón a vuestra razón,
y os encontraréis a vosotros mismos. Si fuerais hombres, entonces llevaríais vuestra vida y el
camino de vuestra vida entre la razón y la sinrazón, y viviríais al otro lado en la luz eterna,
cuyas sombra habéis vivido anticipadamente.
…Qué asombroso me suena llamarte niño, tú que aun así sostienes infinitudes en tu mano. Yo
andaba por el camino del día y tú ibas invisible conmigo juntando parte por parte con sentido, y
me dejaste ver en cada parte un todo. Quitaste allí donde yo pensaba retener, me diste donde
nada esperaba, y una y otra vez causaste destinos desde flancos nuevos e inesperados.
Donde sembraba me robabas la cosecha, y donde no sembraba, me dabas cientos de frutos
diversos. Y una y otra vez perdía el sendero para volver a encontrarlo allí donde nunca lo
hubiera esperado. Sostuviste mi fe cuando me encontraba solo y cerca de la desesperación.
Me permitiste, en todos los momentos decisivos, creer en mí mismo.”
Arcano I El Mago
A la energía del Mago se le asocia con la creatividad, con la posibilidad de hacer uso de
nuestros aspectos internos para emprender acciones en el mundo externo. Es una invitación
para la acción consciente. En su aspecto luminoso representa la auto-confianza para
desarrollar emprendimientos. En su aspecto oscuro alude a las fantasías de omnipotencia, a la
charlatanería. Se relaciona arquetípicamente con Hermes-Mercurio
En el Libro Rojo
Tras una larga búsqueda encontré la pequeña casa en el campo, ante la que se extiende un
cantero de tulipanes florecientes y donde habitan el mago Filemón y su mujer Baucis. Filemon
es un mago que todavía no fue capaz de desterrar la ancianidad, sin embargo, él la vive
dignamente …
...La manera y el modo mágico surgen. Cuando se abre el caos, también surge la magia…
Tus palabras mueven mis labios, de mis oídos suena tu voz, mis ojos te ven desde dentro de
mí. En verdad, ¡eres un mago, saliste del círculo de la oscilación! ¡Qué confusión! ¿Eres yo y
yo soy tú?”
Arcano II La sacerdotisa
El Chaltén
En el Libro Rojo
Ningún hombre liga lo inferior y lo superior. El símbolo no puede ser pensado ni encontrado:
deviene. Su devenir es como el devenir del hombre en el cuerpo de la madre. El embarazo es
producido ciertamente por apareamiento voluntario. Eso se hace mediante atención voluntaria.
Pero, si la profundidad ha concebido, entonces el símbolo crece por sí mismo y nace de la
cabeza, como conviene a un Dios. Pero, al igual que un monstruo, la madre quiere arrojarse
sobre el niño y devorarlo otra vez.
El Chaltén
En el Libro Rojo:
¿Qué he de decirte del alma? ¿No has notado que ella se ha vuelto múltiple? Ella se ha vuelto
lo próximo, lo más cercano, lo cercano, lo distante, lo lejano, lo más lejano y aun así ella es
Única, tal como lo era antes. Primero se ha dividido en una serpiente y un pájaro, luego en
padre y madre, y luego en Elías y Salomé
Se levanta, su rostro resplandece, es bella. Hay en su mirada una profunda pureza. Tiene un
alma bella y lejana del mundo, un alma que quiere venir a la vida de la realidad, a toda la
realidad digna de piedad, al baño de lodo y a la fuente saludable. ¡Oh, esta belleza del alma!
Verla descender hacia el mundo inferior de la realidad, ¡qué espectáculo!
Dejádmelo ver, el nudo, enredado por doquier! ¡En verdad una obra maestra de la naturaleza
inescrutable, un trenzado de raíces que crecen y se enredan natural y maliciosamente! ¡Sólo la
madre naturaleza, la ciega tejedora, podría producir tal trenzado! ¡Un gran ovillo y miles de
pequeños nudos, todo artísticamente atado, entrelazado, arraigado, verdaderamente un
cerebro humano!
Arcano IV El Emperador
El Chaltén
Está relacionado con el arquetipo del Padre, alude a nuestros códigos morales, así como la
ambición, la confianza y la disciplina para conseguir las metas que nos proponemos. Se refiere
al sentimiento de poder interno, a la capacidad de tener ideas y de llevarlas a cabo. En su
aspecto oscuro representa la terquedad, la rigidez e inflexibilidad; también los sentimientos de
omnipotencia, el perfeccionismo, el apego extremo a las convicciones y a las normas que
impiden acoger los casos singulares aplastando el sentimiento humano.
En el Libro Rojo
…Pero el padre sabía, por la experiencia aprendida hacía ya mucho tiempo, cómo sucedería
todo. En cuanto el hijo hubo expresado su deseo, el viejo rey se levantó de su trono, abrazó
con lágrimas de alegría a su hijo y lo coronó él mismo como rey. El hijo, que así llegó a ser rey,
se mostró agradecido con su padre y lo tuvo en alta estima, tanto como le fue concedido
vivir….
…Me sentí embaucado y engañado por mi rey. ¿Por qué me sentí así? Él no era aquello que
yo quería que fuera. Él daba cosas distintas de las que yo esperaba. Él debía ser rey en mi
sentido, no en su sentido. Lo que yo llamaba ideal, eso había de ser él. Mi alma me parecía
vacía, insípida e insulsa… Había guerra civil en mí. Yo era para mí mismo asesino y
asesinado. La flecha mortal estaba clavada en mi corazón y no sabía lo que había de
significar…
Donde quiera que domine el logos, hay orden, pero demasiada persistencia. Sólo la
desobediencia conduce desde este estado de persistencia sin desarrollo en contra del principio
dominante..
Ushuaia
El sumo sacerdote representa nuestra capacidad para vincularnos con principios, valores y
realidades que nos trascienden. Alude a la facultad que podemos desarrollar para establecer
puentes entre el mundo ordinario y el mundo extraordinario, la cual siempre ha sido una función
atribuida a los sacerdotes o chamanes.
En el libro rojo:
El ligar y soltar acontece en mí. Sin embargo, en tanto acontece en mí y yo soy una parte del
mundo, acontece también a través de mí en el mundo y nadie puede impedirlo. No acontece,
por cierto, en el camino de mi voluntad, sino en el camino del efecto inevitable.
Con una llave cierro el pasado, con la otra abro el futuro. Esto acontece en la medida en que
yo me transformo. El milagro de la transformación manda. Yo soy su servidor, en cierto modo
como el Papa… El símbolo se convierte en mi amo y soberano infalible, consolidará su dominio
y se transformará en una imagen fija y enigmática, cuyo sentido se dirige por completo hacia el
interior y cuyo placer irradia hacia y cuyo placer irradia fuera como fuego flameante, como un
Buda en la llama.
El Calafate
El arcano de los enamorados representa el crecimiento que sobreviene al confrontarnos y
soportar la tensión de fuerzas antagónicas como: madurar o permanecer en un estado infantil,
el vicio o la virtud, el corazón o la cabeza.
Este arcano alude a una prueba necesaria para el crecimiento. Invita a asumir riesgos. A tomar
decisiones que nos acerquen a la plenitud, al despliegue de profundidad más allá de las
ansias de seguridad y de confort. Se relaciona con las encrucijadas, los cruces de camino.
En el libro rojo:
Los hombres … siempre desean a los amantes para poder escapar de ellos mismos. Esto ha
de tener un final… el amor es cargarse y soportarse a sí mismo. Con eso comienza. Se trata
en verdad de ti; todavía no estás templado; todavía tienen que venir otros fuegos sobre ti,
hasta que haya aceptado tu soledad y aprendido a amar.
Yo conozco tu último secreto: tú eres un amante. Has logrado unir lo separado, atar lo superior
con lo inferior. ¿No lo sabíamos ya hace mucho? Sí, lo sabíamos; no, no lo sabíamos. Todo fue
siempre así y, sin embargo, aún nunca fue justamente así.
Bariloche
Se refiere al vehículo con el que entramos en contacto con el mundo exterior, lo que en
psicología junguiana corresponde al arquetipo de la Persona o Máscara. Hace alusión también
a la formación del ego, a las fronteras necesarias que construimos para poder dar los primeros
pasos en el desarrollo de nuestra conciencia y que luego el camino nos invita a trascender.
En el Libro Rojo
Sólo puedo guiarme a mi mismo con voluntad e intención. Pero la voluntad y la intención son
meramente partes de mí mismo. Por eso, son insuficientes para expresar mi totalidad.
Intención es lo que yo puedo prever y voluntad es querer una meta prevista. Pero ¿de dónde
tomo la meta? La tomo de lo que actualmente me resulta conocido. Por lo tanto, coloco el
presente en lugar del futuro. De esta manera no puedo alcanzar el futuro, sino que produzco
artificialmente un presente constante. Todo lo que quiera interrumpir este presente lo siento
como estorbo y busco hacerlo a un lado para que se pueda mantener mi intención. Así excluyo
el progreso de la vida. Pero ¿con qué puedo ser yo el cochero si no es con voluntad e
intención? Por eso un hombre sabio tampoco desea ser un cochero, ya que sabe que si bien la
voluntad y la intención alcanzan la meta, sin embargo estorban el devenir del futuro.
El niño recién nacido crece rápido, si yo lo acepto… pronto llegó a ser mi cochero.
La ley externa, la sabiduría externa, son eternamente insuficientes, pues sólo hay una ley, sólo
una sabiduría, a saber, mi ley cotidiana, mi sabiduría cotidiana. En cada noche se renueva el
Dios.
Lago Argentino
En el Libro Rojo:
Si no sabéis lo que es la locura divina, suspended el juicio y esperad los frutos. No obstante,
sabed que hay una locura divina, que no es otra cosa que el dominio del espíritu de este
tiempo por el espíritu de la profundidad. Hablad luego de locura enferma, cuando el espíritu de
la profundidad ya no pueda ceder y fuerce al hombre a hablar en lenguas, en vez de hacerlo en
lengua humana, y le haga creer que él mismo es el espíritu de la profundidad. Pero hablad
también de locura enferma cuando el espíritu de este tiempo no deje a un hombre y lo fuerce a
ver siempre únicamente la superficie, a negar el espíritu de la profundidad y a tomarse a sí
mismo por el espíritu de este tiempo. El espíritu de este tiempo es ‘no divino’, el espíritu de la
profundidad es ‘no divino’, la balanza es divina.
En ello podéis diferenciar la locura enferma de la locura divina. A quien hace lo uno y deja lo
otro, podéis denominarlo enfermo, pues su balanza está inclinada.
Se han de construir pasos aireados entre todas las cosas opuestas, vías fáciles y llanas han de
conducir de un polo al otro. Una balanza ha de ser dispuesta, cuya aguja bascule
silenciosamente.
..Intenta por eso encontrar tus límites reales. Nunca se los conoce por anticipado, sino que se
los ve y se los comprende sólo cuando se los alcanza. Pero esto también te sucede sólo
cuando tienes equilibrio. Sin equilibrio, caes por fuera de tus límites sin darte cuenta de lo que
te ha sucedido. Mas el equilibrio sólo lo alcanzas por el hecho de alimentar tu opuesto. No
obstante, eso te repugna en lo más íntimo, pues no es heroico.
Arcano IX El Ermitaño
En el comienzo del viaje, el viejo sabio se proyecta en figuras externas para poder ir poco a
poco desarrollando la conciencia que es un recurso que se encuentra al interior de cada
individuo. Algo similar sucede en una psicoterapia con la figura del psicoterapeuta que
representa al acompañante y consejero del héroe en su viaje de transformación.
En el Libro Rojo:
Un solitario cuece pócimas curativas, Ofrenda a los cuatro vientos. Saluda a las estrellas y toca
la tierra. Sostiene algo luminoso en sus manos. Flores brotan a su alrededor y el deleite de una
nueva primavera besa todos sus miembros. Pájaros vuelan hacia aquí y la tímida fauna del
bosque lo busca. Lejos está de los hombres pero los hilos de sus destinos pasan por su mano.
Por vuestra causa está aislado y aguarda solo entre el cielo y la tierra, aguarda que la tierra
ascienda hacia él y que el cielo descienda hacia él. Por eso, el solitario sobre todo ama el
desierto, allí donde todo lo próximo es simple y no hay nada turbio ni borroso entre él y la
lejanía.
¿Por qué mi sí-mismo es un desierto? ¿He vivido demasiado fuera de mí, en los hombres y en
las cosas? ¿Por qué rehuí de mi sí-mismo? ¿No me apreciaba? Sin embargo, he evitado el
lugar de mi alma. Fui mis pensamientos, después de haber dejado de ser las cosas y los otros
hombres. No obstante, yo no era mi sí-mismo, confrontado a mis pensamientos. También he
de ascender por sobre mis pensamientos hacia mi propio sí-mismo. Hacia allí va mi viaje, y por
eso conduce lejos de los hombres y de las cosas, hacia la soledad. ¿Es la soledad estar
consigo mismo? Sólo hay soledad cuando el sí-mismo es un desierto. ¿He de hacer del
desierto un jardín? ¿He de poblar una tierra desolada? ¿He de abrir el airoso jardín mágico del
desierto? ¿Qué me conduce al desierto, y qué he de hacer allí?
El Chaltén
Se relaciona con los giros inesperados o desconcertantes en nuestra historia vital que nos
permiten salir de patrones repetitivos o de círculos viciosos.
Nos invita a reflexionar sobre lo efímero y lo eterno, sobre el destino y el libre albedrío. Sobre
nuestro propósito o tarea singular. Nos incita a darnos cuenta del germen de lo opuesto se
encuentra presente en cada elemento y fenómeno de nuestras vidas. Nos convoca a ser
conscientes de que los valles, los picos y las llanuras hacen parte del camino, que son
experiencias significativas y necesarias para el despliegue de nuestra profundidad y plenitud.
En su aspecto oscuro se expresa como fatalismo y resignación.
En el Libro Rojo
Todo es una y otra vez lo mismo y sin embargo no es lo mismo, ya que la rueda gira en la larga
vía. Pero el camino conduce por valles y montañas.
El alma de la humanidad es como la gran rueda del zodíaco que rueda en el camino. Todo lo
que en el movimiento constante va desde abajo hacia lo alto, estaba ya previamente en lo alto.
No hay ninguna parte de la rueda que no vuelva. Por eso, lo que fue vuelve a brotar y lo que
fue alguna vez será nuevamente. Pues son todas cosas que son propiedades innatas de la
esencia humana. Pertenece a la esencia del movimiento hacia adelante que lo que ha sido
retorne. Pero en el eterno retorno de lo mismo no se encuentra el sentido, sino en la índole de
su recreación en el tiempo.
…Pero él respondió y dijo: “Todo va por su camino acostumbrado. No sucedió nada y sin
embargo sucedió un misterio dulce e inexpresable: salí del círculo de la oscilación”.
Arcano XI – La fuerza
Experimentamos la bestia cuando somos dominados por algún afecto: celos, ira,
enamoramiento, venganza. La intención no es sofocar nuestros instintos sino permitir su
expresión de manera creativa.
El amistarnos con nuestra propia bestia nos permite sentirnos vivos y apasionados, y llegado
el caso, con la capacidad de mostrar las uñas y los dientes para salvaguardar nuestra
integridad.
La bestia es símbolo también del fuego interno que puede ser fuente de destrucción si está
descontrolado pero en su justa medida es el elemento que permite cocinar, esto es, transmutar
y transformar nuestros elementos internos.
En el Libro Rojo:
Si buscas una luz, primero caes en una oscuridad aún más profunda. En esta oscuridad
encuentras una luz de llama débil y rojiza que sólo da una claridad escasa, pero es suficiente
para ver lo próximo. Llegar a esta meta que no parece ser ninguna meta es agotador. Y está
bien así: estoy paralizado y, por eso, preparado para aceptar. Mi prepensar se apoya sobre el
león, mi fuerza.
Me sentí transformado en una bestia feroz. Mi corazón ardía de furia en contra de lo alto y lo
amado, en contra de mi príncipe y héroe, así como el ser anónimo del pueblo, impulsado por la
avidez de asesinar, se abalanzó en contra de su preciado príncipe. Porque yo llevaba el
asesinato en mí, lo previ.
El Chaltén
El influjo del colgado suele emerger cuando nos obstinamos en conservar formas de vida,
relaciones o pensamientos que ya no corresponden al despliegue de profundidad de nuestro
ser. Se refiere a la necesidad de soltar el control, de sacrificar las expectativas conscientes, los
referentes de seguridad y criterios de valoración, para permitir la emergencia de perspectivas
de vida no exploradas. Se relaciona con los primeros resquebrajamientos de la máscara del
héroe y el cuestionamiento de la imagen que hemos ido construyendo de nosotros mismos.
El sacrificio que se nos exige en esta parte del camino es la de nuestro ego infantil con sus
ansias de poder, reconocimiento y seguridad. Suele ser una etapa acompañada de sufrimiento
y desconcierto hasta que se da la rendición de nuestras intenciones conscientes y somos
acogidos por la naturaleza con su sabiduría.
En el Libro Rojo
Yo: “Ah, ¿qué tienes con la corona? No puedo comprenderlo y padezco un tormento
inexpresable”.
Yo callo y cuelgo alto sobre el suelo de una rama oscilante del árbol divino, en virtud del cual ya
los más antiguos ancestros no pudieron evitar el pecar. Mis manos están atadas y estoy
completamente desamparado. Así cuelgo por tres días y tres noches.
¿De dónde ha de venir ayuda? Ahí está sentado mi pájaro, la serpiente, que se ha puesto su
vestido de plumas blancas.
Pájaro: “Buscamos la ayuda de las nubes que pasan sobre tu cabeza si no nos ayuda otra
cosa”.
Yo: “¿De las nubes quieres buscar ayuda? ¿Cómo es eso posible?”.
El pájaro se alza en vuelo como una alondra, se vuelve cada vez más y más pequeño y
finalmente desaparece en los espesos velos de nubes grises que cubren el cielo. Lo sigo
ansioso con la mirada y no veo más que el infinito cielo de nubes grises sobre mí,
impenetrablemente gris, armónicamente gris e ilegible. Pero la inscripción en la corona, ésa es
legible. “Que el amor no termine nunca.” ¿Significa esto colgar eternamente? No en vano
desconfié cuando mi pájaro trajo la corona, la corona de la vida eterna, la corona del Martyrium,
cosas ominosas que son peligrosamente ambiguas.
Estoy cansado, no sólo cansado del estar ahorcado, sino de la lucha por lo inmensurable. Más
el espíritu de la profundidad dijo: “Nadie puede ni debe evitar el sacrificio. El sacrificio no es
destrucción. El sacrificio es la piedra fundamental de lo venidero.
El camino es un extraño estado de quietud de todo lo que antes era movimiento, una espera
ciega, un dudoso escuchar y andar a tientas. Uno creería que va a estallar. Pero precisamente
de esta tensión nace lo que soluciona y casi siempre está ahí donde menos se lo esperaba.
Cuando estás en ti mismo, te percatas de tu impotencia. Verás cuán poco capaz eres de
emular a los héroes y de ser tú mismo un héroe. Por lo tanto, tampoco forzarás más a otros a
convertirse en héroes. Ellos padecen la impotencia como tú. La impotencia también quiere vivir,
no obstante, derrocará a vuestros dioses.
Cuando todo lo heroico está extinguido, volvemos a caer en la miseria de lo humano y en cosas
peores aún. Nuestros fundamentos más profundos se agitarán, pues nuestra mayor tensión, la
que concernía a lo-exterior-nuestro, los removerá.
Caeremos en el pozo fangoso de nuestro inframundo, en los escombros de todos los siglos en
nosotros. Lo heroico en ti es que estás dominado por el pensamiento de que esto o aquello es
lo bueno, de que tal o cual logro es indispensable, de que tal o cual cosa es desechable, de
que tal o cual meta tiene que ser alcanzada con un trabajo dirigido en esa dirección, de que tal
o cual placer tiene que ser inexorablemente oprimido bajo cualquier circunstancia. Así pecas
contra la impotencia. Mas el no poder, es. Nadie debe negarlo, criticarlo o acallarlo.
Tierra de Fuego
La experiencia de la muerte hace parte de los ritos de iniciación. Simboliza una transformación
radical, el antiguo ego muere y emerge en una posición más elevada.
Somos animales de costumbres, es por eso que nos resulta doloroso abandonar las partes
gastadas de nuestra psique. El arcano de la muerte se manifiesta en los momentos en que nos
sentimos hechos pedazos, desmembrados y que necesitamos un tiempo considerable para
recuperarnos y renacer como personas nuevas.
En diversas mitologías se encuentra presente la idea de que al ser humano al nacer le sucede
algo que lo hace olvidar o no ser consciente de su naturaleza divina. La experiencia de muerte
que vivimos a lo largo de nuestras vidas contribuye a ir resquebrajando el velo de las ilusiones
infantiles y la superficialidad, para ir reconociendo poco a poco lo verdaderamente esencial.
En el Libro Rojo:
“Mi sendero extraño e inesperado me condujo hasta aquí cuando seguía alegre y
esperanzadamente el camino de las corrientes de la vida. Y así te encontré.
“¿He de cortar mis propias raíces? ¿Matar a mi propio pueblo, cuyo rey soy yo? ¿Dejaré secar
mi propio árbol?
Necesitamos el frío de la muerte para ver claramente. La vida quiere vivir y morir, comenzar y
terminar. No estás obligado a vivir eternamente, sino que también puedes morir, pues hay una
voluntad en ti para ambas cosas. La vida y la muerte tienen que mantener la balanza en tu
existencia. Los hombres de hoy necesitan una gran porción de muerte, pues demasiadas
cosas incorrectas viven en ellos, y demasiadas cosas correctas murieron en ellos. Correcto es
lo que mantiene el equilibrio, incorrecto lo que perturba el equilibrio. Mas, una vez alcanzado el
equilibrio, entonces es incorrecto aquello que mantiene el equilibrio y correcto lo que lo
perturba. El equilibrio es vida y muerte a la vez. A la completitud de la vida le pertenece el
equilibrio con la muerte. Si acepto la muerte, entonces enverdece mi árbol, pues la muerte
incrementa la vida. Si me sumerjo en la muerte que abarca al mundo, entonces se abren mis
capullos. ¡Cuánto necesita de la muerte nuestra vida!
La alegría por las cosas más pequeñas recién te llega cuando has aceptado la muerte. Pero si
miras ávidamente todo aquello que aún podrías vivir, entonces nada es lo suficientemente
grande para tu gozo y las cosas más pequeñas que permanentemente te rodean ya no te
resultan una alegría. Por eso reflexiono sobre la muerte, pues ella me enseña a vivir…
La muerte madura. Se necesita la muerte para poder cosechar frutos. Sin la muerte la vida no
tendría sentido, pues lo longevo se vuelve a anular a sí mismo y niega su propio sentido. Para
ser y para disfrutar de tu ser necesitas la muerte y la limitación hace que puedas cumplir tu ser.
El Chaltén
Después de la muerte del ego caduco, comienza el camino que conduce al sol y a la
coronación del nuevo rey, del ego renovado.
La templanza se refiere a la necesidad de hallar el punto medio entre diferentes tendencias que
nos constituyen como si fuera una danza de elementos contrapuestos que fluyen con
reciprocidad. Alude a la flexibilidad de las creencias, a la circulación de la sangre y de las
ideas.
En el Libro Rojo:
Si permaneces dentro de tus límites creados arbitraria y artificialmente, entonces andas como
entre dos altos muros: no ves la inconmensurabilidad del mundo. Pero si derrumbas los muros
que estrechan tu mirada y si la inconmensurabilidad y su infinita incertidumbre se te vuelven
terribles, entonces despierta en ti el antiquísimo durmiente, cuyo mensajero es el pájaro
blanco.
Pero el pájaro blanco, que se posó sobre mi hombro, me dijo: “Deja que llueva, que el viento
sople, que el agua fluya y el fuego flamee. Permítele a cada cosa su crecimiento, déjale su
tiempo a lo que deviene.
Entonces necesitas, por cierto, el mensaje del viejo domador del caos. En el torbellino del caos,
allí habitan las maravillas eternas. Tu mundo comienza a volverse maravilloso. El hombre no
sólo pertenece a un mundo ordenado, también pertenece al mundo de las maravillas de su
alma. Por eso tuvisteis que convertir vuestro mundo ordenado en un espanto, para que os
abandone las ganas de ser demasiado exterior.
No puedes vivir ambos a la vez, pues ambos se excluyen. No obstante, en el camino puedes
vivir ambos. Por eso el camino te redime. No puedes estar simultáneamente en la montaña y
en el valle, pero tu camino te conduce de la montaña al valle y del valle a la montaña.
Arcano XV El Diablo
El Chaltén
En la imagen del diablo se aglutinan los aspectos que han sido rechazados por por nuestro
ego como inaceptables, como contrarios a nuestros valores conscientes. Estos aspectos no
desaparecen sino que siguen actuando en la sombra, en lo inconsciente, a manera de un
adversario interno.
El diablo posee lo que nos completa por eso se le ha denominado también como Lucifer, el
ángel oscuro portador de luz. La energía del Diablo se manifiesta en ocasiones a manera de
obsesiones, de conductas adictivas, en los tropiezos, en aquello que nos resulta inevitable que
nos confrontemos una y otra vez.
Este arcano nos estimula a soportar y asumir la culpa que sobreviene cuando nos lanzamos a
vivir nuestro propio camino y tenemos que traicionar lealtades limitantes. Nos instiga a
reconocernos como seres complejos con aspectos luminosos y oscuros; así como a dejar de
proyectar el mal en minorías vulnerables.
Nos invita a ver la oscuridad que hay detrás de la luz, y la luz que hay detrás de la oscuridad, a
dialogar con nuestros demonios interiores, nuestros síntomas, nuestras debilidades.
En el Libro Rojo
…Discutí seriamente con el diablo y me comporté con él como con una persona real. Esto he
aprendido en el misterio: a tomar personal y seriamente a aquellos vagabundos desconocidos
que habitan el mundo interior, ya que son reales porque actúan
El diablo es, en tanto adversario, tu propio otro punto de vista que te tienta y te pone piedras en
el camino ahí donde menos las quieres.
Aceptar el diablo no quiere decir pasarse a su bando, si no uno se vuelve diabólico. Más bien
quiere decir entenderse. Así aceptas tu otro punto de vista. De este modo el diablo pierde algo
de terreno y tú también. Y eso, por cierto, podría ser bueno…
El diablo siempre busca cortar la rama sobre la que estás sentado. Eso es útil y protege de
quedarse dormido y de los vicios vinculados a eso.
La torre simboliza las construcciones mentales, sistemas de pensamiento y creencias que nos
brindaron soporte y estructura en nuestra vida, y que, con el tiempo, se han constituido en un
encarcelamiento psíquico.
Este arcano alude a las situaciones inesperadas -como enfermedades, accidentes, rupturas
afectivas o laborales-, que como si fuera la caída de un rayo, hacen añicos los referentes en
los que nos apoyamos para dar sentido a nuestro mundo.
Estos acontecimientos son vividos con estupor y desconcierto pero a la larga nos es posible
reconocer que han tenido un efecto liberador con respecto a las limitaciones a las que
estábamos sometidos.
Nos incita a una remodelación de nuestras perspectivas de vida. Es el estímulo que nos brinda
el camino para modificar la rigidez y altivez de nuestro modo de pensar que nos ha llevado
asumir, por ejemplo, que somos superiores a los demás.
El riesgo de este arcano es que nos quedemos añorando las viejas estructuras y
permanezcamos inmóviles e incapaces de actuar frente a las circunstancias que nos propone
el camino para el despliegue de nuestra singularidad y totalidad.
En el Libro Rojo
Así como una torre sobresale de la cima de la montaña sobre la que se encuentra, así me
encuentro yo sobre mi cerebro, del que crecí. Me volví duro y no puedo volver a ser hecho. No
vuelvo a refluir. Soy el señor de mí mismo. Me maravilla mi señorío. Soy fuerte, bello y rico. Las
vastas tierras y el cielo azul se tendieron a mi alrededor y se inclinan ante mi dominio. No sirvo
a nadie y nadie se sirve de mí. Me sirvo de mí mismo y me sirvo yo mismo. Por eso tengo lo
que necesito.
Me doy cuenta que estoy parado en la torre más alta de un castillo. Lo siento en el aire: estoy
lejos, muy atrás en el tiempo. Mi mirada se pasea distante sobre una solitaria tierra ondulada,
un paisaje alternado de campos y bosques. Tengo puesta una túnica verde. Un cuerno me
cuelga del hombro. Soy el guardián de la torre.
Por estar atrapado en el espíritu de este tiempo, tuvo que acaecerme lo que precisamente me
acaeció esta noche, a saber, que el espíritu de la profundidad irrumpió con poder y arrasó con
una ola potente al espíritu de este tiempo.
Alma: ¿Te acuerdas de aquel dibujo que pintaste hace años, donde el hombre rojo y negro
con la serpiente roja y blanca fue herido por el rayo divino? Con esto se vincula esta imagen ya
que luego dibujaste también la serpiente muerta y ¿no se te presentó ante los ojos esta
mañana una imagen sombría de aquel hombre con una túnica blanca y con rostro negro, como
una momia?”.
Qué rigor del destino! Si os acercáis a vuestra alma, lo primero que perderéis será el sentido.
Creéis que os hundís en lo carente de sentido, en lo eternamente desordenado. ¡Tenéis razón!
Nada os salva de lo desordenado y lo carente de sentido, pues ésta es la otra mitad del
mundo.
El desorden y la carencia de sentido son las madres del orden y el sentido. Orden y sentido
son lo que ha devenido y no lo que ha de devenir.
Vosotros abrís el portal del alma para dejar ingresar las oscuras corrientes del caos en vuestro
orden y vuestro sentido. Esposáis el caos a lo ordenado y engendráis el niño divino, el
suprasentido más allá del sentido y el contrasentido.
¿Tenéis miedo de abrir la puerta? También yo tenía miedo, pues habíamos olvidado que el
Dios es terrible. Cristo enseñó: Dios es el amor. No obstante, habéis de saber que el amor
también es terrible.
Ushuaia
Nuestra estrella necesita ir siendo actualizada a lo largo de la vida. Las prioridades o metas
en la adolescencia, por ejemplo, no son las mismas que en la vida adulta.
El influjo de la estrella nos brinda la confianza para despojarnos de las vestimentas que hemos
ido acumulando a lo largo del camino, con humildad y sin prevenciones, para poder expresar
nuestros aspectos más genuinos. Se refiere también a la sanación de heridas del pasado que
nos impiden relacionarnos con plenitud.
En el Libro Rojo:
“Alma mía, ¿dónde estás? ¿Me oyes? Yo te hablo, yo te llamo, ¿estás allí? He regresado,
estoy nuevamente aquí, he sacudido de mis pies el polvo de todas las comarcas, y vine hacia
ti, estoy contigo, tras largos años de largo andar he vuelto a ti. He de contarte todo lo que he
visto, vivido, bebido en mí.
…tienes que saber: una cosa he aprendido, y es que hay que vivir esta vida. Esta vida es el
camino, el camino largamente buscado hacia lo inasible, que nosotros llamamos divino. No hay
ningún otro camino. Todos los demás caminos son senderos errantes. Yo encontré el camino
recto, él me llevó hacia ti, hacia mi alma.
Regreso con temple y purificado. ¿Me conoces todavía? ¡Cuánto se prolongó esta separación!
Todo se ha vuelto tan distinto. ¿Y cómo te encontré? ¡Qué maravilloso fue mi viaje! ¿Con qué
palabras he de describirte los entreverados senderos por los cuales una buena estrella me guió
hacia ti?
La vida me ha llevado nuevamente hacia ti. Queremos agradecerle a la vida que he vivido,
agradecerle todas las horas alegres y todas las horas tristes, agradecerle la alegría y el dolor.
Alma mía, contigo ha de continuar mi viaje. Contigo quiero andar y ascender a mi soledad.
No obstante, antes de haber podido animarme a hacerlo realmente, necesité una señal visible
que hubiera de mostrarme que el espíritu de la profundidad en mí es al mismo tiempo el amo
de la profundidad del acaecer del mundo.
Representa el momento más oscuro del viaje cuando el camino nuevo no se ve con claridad,
solo se vislumbra. Representa el sentimiento de desarraigo, de estar entre dos mundos, en
tierra de nadie, cuando todavía no nos hemos desprendido totalmente de nuestra vida anterior
y aún no emerge la que sobreviene.
Se refiere a los momentos en que sentimos que las fuerzas fallan y las frustraciones no
desbordan. Es un descenso a la profundidad de nuestro ser, en que no podemos contar con la
luz, claridad y voluntad de nuestra conciencia.
Alude a la posibilidad de perder todo lo conseguido en el último instante. A los riesgos que
implica el descenso al inframundo que pueden devorar al ego.
La luna representa la naturaleza misma en cuyo caos se encuentra un orden. Es una invitación
para acceder, gracias a su luz difusa y la quietud que evoca, a aquellas honduras de la
existencia a las cuales no es posible penetrar bajo la potente luz del sol y su actividad
frenética.
En el Libro Rojo
Tu altura es como la luna, que anda solitaria brillando y atraviesa las noches con la mirada, de
manera eternamente clara…
La muerte de la tierra le resulta extraña. Ve la vida de la tierra desde la lejanía, ella misma
inmóvil y clara, sin el vapor envolvente y sin mares con corrientes. Su forma intransformable
está determinada desde la eternidad. Ella es la solitaria luz clara de la noche, la esencia
individual y la parte cercana de la eternidad.
Desde ella ves fría, inmóvil y radiantemente. Con la luz plateada del más allá y los crepúsculos
verdes viertes el horror lejano. Lo ves, mas tu mirada es clara y fría. Tus manos están rojas por
la sangre viviente, pero la luz de luna de tu mirada es inmóvil. Es la sangre vital de tu hermano,
sí, es tu propia sangre, mas tu mirada permanece luminosa y abarca la totalidad del horror y la
redondez de la tierra. Tu mirada descansa sobre los mares plateados, sobre las cumbres
nevadas, sobre los valles azules, y no oyes el gemido y el aullido del animal humano.La luna
está muerta. Tu alma fue a la luna, a la guardiana de las almas.
Así el alma se disolvió en la muerte. Ingresé en la muerte interior y vi que el morir exterior es
mejor que la muerte interior. Y decidí morir exteriormente y vivir interiormente. Por eso me
alejé y busqué el lugar de la vida interior.
El mundo celestial está iluminado por el sol espiritual. Su contrario es la luna. Y así como la
luna es el traspaso hacia la muerte del espacio, así el sol espiritual es el traspaso hacia el
pleroma, el mundo superior de la completitud.
La luna es el ojo de los dioses de lo vacío, así como el sol es el ojo de los dioses de lo pleno.
La luna que tú ves es el símbolo, como también el sol que ves. El sol y la luna, es decir, sus
símbolos, son los dioses. Hay otros dioses todavía, sus símbolos son los planetas.
La madre celestial es un demon bajo el rango de los dioses, una habitante del mundo celestial.
La luna dibuja en negro mi sombra sobre la pared blanca de la alcoba. ¿Qué hago aquí? ¿Para
qué este horrible espectáculo?
Miro interrogante a la luna como a un testigo. ¿A ella qué le importa? ¿No ha visto ya cosas
peores? ¿No ha alumbrado ya los ojos quebrantados de cientos de miles? A sus montañas
anulares de eterna duración esto seguramente les da lo mismo, uno más, uno menos. ¿La
muerte? ¿Acaso no descubre ella el terrible engaño de la vida? Por eso a la luna también le
resulta totalmente indiferente si uno deja esta vida y cómo lo hace. Sólo nosotros nos
escandalizamos de eso, ¿con qué derecho?
El Chaltén
El sol representa aquella parte del camino en que la vida deja ser tanto un desafío y se muestra
más como una experiencia para ser disfrutada.
Alude a los momentos en que nos sentimos centrados y encontramos un apoyo interno que nos
da fortaleza y aliento. La imagen evoca la reconciliación de los opuestos que estuvieron
anteriormente enfrentados.
Nos incita a procurar no perturbarnos por las nubes grises y las lluvias que puedan llegar en el
futuro, sino a involucrarnos plenamente con lo que nos propone el momento presente.
El comienzo y el final del viaje son similares pero no iguales, para recuperar el paraíso perdido
son necesarios los acontecimientos que nos transformaron en el camino.
En el Libro Rojo:
Yo: “Vivimos así, con un pie en lo frío y con el otro en lo caliente, y con
Yo: “No del todo. Yo personalmente no me hallo bien con esto. Por eso me he puesto en
camino a Oriente, a la tierra del sol naciente, a buscar la luz que nos falta. Por cierto, ¿dónde
sale el sol?
Miro a mi alrededor. Estoy solo. Ha caído la noche. ¿Qué dijo Amonio? La noche es el tiempo
del silencio. Miré a mi alrededor y vi que la soledad se extendía en lo inconmensurable y ella
me penetró con una frialdad estremecedora. Aún ardía el sol en mí, pero sentía que ingresaba
en la gran sombra. Sigo la corriente que lenta e imperturbablemente, encuentra el camino a la
profundidad, a la profundidad de lo venidero.
La vida del solitario sería fría si no estuviera el gran sol que hace arder el aire y los peñascos.
El sol con su eterno resplandor reemplaza para el solitario el propio calor vital.
El solitario busca el sol y nadie está tan preparado para abrirle su corazón como él. Por eso,
sobre todo él ama el desierto, pues ama su profundo silencio. Necesita poco alimento, pues el
sol y su ardor lo alimentan. Por eso el solitario sobre todo ama el desierto, pues para él éste es
una madre que, de modo seguro, le brinda alimento y calor vivificante.
Hay una expectativa desbordante y deliciosa en el solitario. Los espantos del desierto y de la
árida deshidratación lo rodean y tú no comprendes cómo puede vivir el solitario. Pero su ojo
descansa en los jardines y su oreja escucha las fuentes y su mano toca las hojas y los frutos
aterciopelados y su respiración aspira los dulces aromas de los árboles llenos de flores.
Una corriente ha de fluir hacia su más profunda meta. Los rebaños de animales salvajes han
de migrar a sus lugares de pastoreo según sus antiguas mudanzas. La vida sigue su
curso hacia adelante, del nacimiento a la muerte, de la muerte al nacimiento, inquebrantable
como el curso del Sol. Todo sigue este curso..
“Déjame ir. Volveré en una figura renovada. ¿Ves al sol cómo se hunde rojo en las montañas?
La obra de este día está consumada y un sol nuevo regresa. ¿Qué añoras del sol de hoy?”
Bariloche
Se le denomina también el arcano del renacimiento. Es el resultado del viaje. Alude al momento
en que nuestro niño interno, con su creatividad desbordante y su inocente mirada que brilla
libre de prejuicios, se relaciona de manera armónica y complementaria con nuestro adulto
responsable y tolerante. Nuestro adulto posee la sabiduría que le han brindado las experiencias
del camino recorrido.
En el Libro Rojo:
La lluvia es el gran diluvio de lágrimas que sobrevendrá a los pueblos, el diluvio de lágrimas de
la distensión, después de que la constricción de la muerte hubo cargado a los pueblos con
tremenda presión. La lluvia es el llanto por el muerto en mí que precede a la sepultura y el
renacimiento. Es la fecundación de la tierra, engendra el trigo nuevo, al joven Dios germinal.
«Cuando comprendí mis tinieblas, una noche magnífica se apoderó de mí y, en medio de esas
profundidades, emergió ella, mi fénix »
Estoy bautizado con agua impura para el renacimiento. Una llama de fuego del Infierno
aguardaba por mí sobre la pila del bautismo. Me he bañado con impureza y me he purificado
con suciedad. Lo acogí, lo acepté, al hermano divino, al hijo de la tierra, al hermafrodita e
impuro, y de un día al otro ha devenido púber…
Ha adquirido herramientas para enfrentar las adversidades y soportar los momentos en que se
encuentra lejos de su centro.
A pesar de que hay momentos en que quisiera dejar de seguir caminando, saca fuerzas para
levantarse y emprender una nueva vuelta al espiral, con la fe y la convicción de que lo que le
sucede y lo que hace tiene un sentido profundo y en ocasiones misterioso.
El arcano del mundo alude al momento en que el héroe es coronado rey, en que la heroína es
exaltada como reina.
En el Libro Rojo:
Esta vida es el camino, el camino largamente buscado hacia lo inasible, que nosotros
llamamos divino. No hay ningún otro camino. Todos los demás caminos son senderos errantes.
Yo encontré el camino recto, él me llevó hacia ti, hacia mi alma. Regreso con temple y
purificado.
De la fusión de los dos surgió el uno. Él nació como un niño de mi propia alma humana que,
como una virgen, lo había concebido con resistencia. Así corresponde a la imagen que los
antiguos nos han dado de eso. No obstante, cuando la madre, mi alma, estuvo embarazada del
Dios, yo no lo sabía.
Incluso me pareció que mi alma era el Dios mismo, a pesar de que él sólo vivía en su cuerpo. A
la nada o la plenitud la llamamos pleroma. Ahí dentro se acaban el pensar y el ser, pues lo
eterno e infinito no tiene propiedades. En él no hay nadie, pues entonces se distinguiría del
pleroma y tendría propiedades que lo distinguirían como algo del pleroma. En el pleroma hay
nada y todo: no vale la pena reflexionar sobre el pleroma, pues ello significaría disolverse uno
mismo. La criatura no está en el pleroma sino en sí. El pleroma es principio y fin de la
criatura…Pero nosotros somos el pleroma mismo, pues somos una parte de lo eterno e infinito.
Pero no tenemos participación en ello sino que estamos infinitamente lejos del pleroma, no
espacial o temporalmente, sino esencialmente, en cuanto nos diferenciamos en esencia del
pleroma como criatura, que está limitada en el espacio y en el tiempo. Mas, en la medida en
que somos parte del pleroma, el pleroma también está en nosotros. También en el punto más
pequeño el pleroma es infinito, eterno y completo, pues pequeño y grande son propiedades
que están contenidas en él. Nosotros también somos todo el pleroma pues, simbólicamente, el
pleroma es el punto más pequeño sólo supuesto, no existente, en nosotros y la infinita bóveda
del mundo alrededor de nosotros.
Abraxas está por encima del sol y del diablo. Es lo improbablemente probable, lo irrealmente
efectivo. Si el pleroma tuviera una esencia, entonces Abraxas sería su manifestación. Él es
ciertamente lo efectivo mismo, pero ningún efecto determinado, sino efecto en general.
Mas el suprasentido es la vía, el camino y el puente hacia lo venidero. Éste es el Dios venidero.
No es el Dios venidero en sí mismo, sino su imagen, la cual aparece en el suprasentido. Dios
es una imagen y quienes lo adoran deben adorarlo en la imagen del suprasentido.El
suprasentido no es ni un sentido ni un contrasentido, es imagen y fuerza en uno, magnificencia
y fuerza juntas. El suprasentido es comienzo y meta. Es el puente de paso al otro lado y la
realización. Los otros dioses murieron en su temporalidad, no obstante, el suprasentido no
muere, se convierte en sentido, luego en contrasentido y, a partir del fuego y la sangre del
choque entre ambos, el suprasentido se eleva rejuvenecido a lo nuevo. La imagen de Dios
tiene una sombra. La sombra es el sin sentido. La imagen de Dios arroja una sombra que es
precisamente tan grande como ella misma. El suprasentido es grande y pequeño, es extenso
como el espacio del cielo estrellado y angosto como la célula del cuerpo viviente.
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Referencias bibliográficas
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Banzhaf Hajo. 2007. El Tarot Y El Viaje Del Héroe 2a. ed. Madrid: Edaf.
Jung C.G. 2019. El Libro Rojo = Liber Novus = Das Rote Buch = the Red Book. 3a ed. Buenos
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Nante, B. 2020. El Libro Rojo De Jung; Claves Para La Comprensión De Una Obra
Inexplicable. EL HILO DE ARIADNA.