01 - Comunicación Social en La Acción Educativa
01 - Comunicación Social en La Acción Educativa
01 - Comunicación Social en La Acción Educativa
Toda acción educativa, como toda acción en general, tiene una dimensión de comunicación sin
la cual esa acción quedaría sesgada. Por eso es tan increíble que, siendo la comunicación tan
importante, se dedique tan poco tiempo a enseñarla y a cultivarla. La actitud a promover es la
de mirar nuestra acción educativa-pastoral desde las claves de la comunicación.
Dentro de la misión pastoral está clara la idea de mostrar la propia identidad y difundir los
carismas que hay en la Iglesia y las características de nuestro propio carisma, pero no siempre
resulta claro los modos de realizar y de qué manera prepararnos para ella; por tanto, desde
esa perspectiva cuidar la comunicación es cuidar su específica misión evangélica. El papa
Francisco nos lo recuerda en las jornadas mundiales de las comunicaciones sociales e incluso
en sus redes. La comunicación ha de generar encuentro.
b. Comunicación interpersonal
Parate un instante a pensar en tu comunicación personal y en la comunicación
personal de cada uno de los miembros de tu comunidad educativa pastoral
(comunidad religiosa, laicos colaboradores, etc.)…porque ese es el origen de todo.
Lo ideal es que se analicen todos los factores externos que afectan a tu comunidad o centro.
Podemos distinguir dos: macro y microentorno. El macroentorno es el conjunto de factores
menos controlables pero que afectan claramente a la escuela (político-legales, económicos,
socioculturales, eclesiásticos y tecnológicos) como por ejemplo un cambio en la legislación
educativa vigente, un nuevo documento eclesial, una crisis económica, la actual pandemia, un
nuevo interés repentino por el plurilingüismo o la exclusividad del proceso de enseñanza
aprendizaje de forma virtual o la incorporación de un sistema mixto… Aunque quedan fuera
del propio control, se debe estar muy atento a estos factores porque pueden suponer
consecuencias en el trabajo educativo-pastoral respectivo.
En el microentorno entran en juego los factores más controlables como las comunidades
educativas pastorales (perfil de las familias con quienes trabajamos, perfil del servicio
educativo-pastoral, tendencias educativas, etc.), el trabajo con otras congregaciones, con otras
instituciones (las que están en el entorno principalmente) y destinatarios que nos indica la
misión. En este punto entra el conocimiento de nuestra Congregación a través de las
Constituciones, los Reglamentos, las líneas de animación de los sectores, las líneas
Inspectoriales, etc. para conocer la actuación de la congregación en cada presencia salesiana.
Los destinatarios son el conjunto global de personas a las que se dirige nuestra comunicación y
que, determinados por el carisma de nuestro Fundador junto con nuestras Constituciones y
Reglamentos, son a quienes nos dirigimos para dar a conocer el valor principal de nuestra
comunicación, el mensaje central del Evangelio anunciado a los jóvenes, especialmente los
más pobres y abandonados. Sin ellos la comunidad y la comunicación en nuestra Congregación
(lo que somos y lo que hacemos) no existe o no tiene significado. Es necesario saber con
detalle cómo valoran los jóvenes a nuestra comunidad, a nosotros como animadores, cuáles
son sus percepciones y qué esperan de ella. Se debe escuchar, observar, pedir opinión sobre lo
que se hace y lo que se debería hacer. Investiga, reúnete, sal, no te quedes dentro de un
despacho, o detrás de una computadora o celular, ni en tu propio círculo, consulta… y sobre
todo, no te excuses, no desconfíes, no seas susceptible, estate abierto a todas las opiniones, a
las críticas y a las sugerencias, sin autodefensas. Eso no significa quedar al riesgo de lo que
quieran los demás; mantener el criterio institucional y ser coherente con el proyecto
comunitario y pastoral debe ser compatible con la capacidad de escucha y la apertura de
miras.
Puede que la palabra segmentación sea tal vez disonante a la hora de pensar en nuestra
misión pastoral y la prioridad de incluir a todos y formar comunidad en espíritu de familia. Acá
hablamos de segmentar en clave de orientar y caracterizar el trabajo que realizamos.
Hay que tener en cuenta que fijar los destinatarios estratégicos no implica olvidar al resto,
como en el caso del público global, la sociedad de nuestros países y de los lugares en donde
estamos presentes, que no siendo el destinatario habitual de la comunicación de cada uno y
de la comunidad, no se puede obviar, ya que es posible que en ocasiones se necesite dirigirse a
ellos.
Una vez que se tengan claros los destinatarios, hay que aplicarse en conocer sus necesidades e
intereses para focalizar tu mensaje en ellos todo lo que puedas.
Esto significa que no le cuentes todo a todos, sino que especifiques a cada grupo de interés sus
propios mensajes. La personalización de la información está llegando a extremos
insospechados. Los mensajes únicos y universales ya no sirven; hay que intentar en dar a cada
uno lo que necesita.