Guión Disección Ojo
Guión Disección Ojo
Guión Disección Ojo
Hoy vamos a realizar una disección de un ojo de cerdo. Esta actividad nos ayudará a
entender mejor la estructura y el funcionamiento del ojo humano, ya que ambos tienen una
anatomía muy similar.
Materiales:
● Ojo de cerdo
● Bisturí
● Tijeras de disección
● Pinzas
● Bandeja de disección
● Guantes
Procedimiento:
1. Nos colocaremos los guantes y prepararemos todos los materiales para comenzar
con la disección.
8. Notamos el iris (la parte coloreada) y la pupila (el agujero en el centro). El iris
controla la cantidad de luz que entra en el ojo.
9. En la parte posterior del ojo, encontraremos una capa
delgada y delicada, la retina, que convierte la luz en
señales eléctricas. El nervio óptico lleva estas señales
al cerebro.
Conclusión:
La disección del ojo de vaca nos permitió observar y entender las estructuras clave del ojo,
como la córnea, el cristalino, el iris, la retina y el nervio óptico. Esta práctica nos ayudó a
comprender cómo cada parte contribuye al proceso de la visión.
Actividades :
1. Describe el recorrido que hace la luz desde que entra al ojo hasta que se
convierte en una señal eléctrica enviada al cerebro.
La luz entra al ojo a través de la córnea, la cual refracta la luz y la dirige hacia
la pupila. La cantidad de luz que entra es regulada por el iris, que ajusta el
tamaño de la pupila. Luego, la luz pasa a través del cristalino, que enfoca la
luz en la retina. La retina, que contiene células sensibles a la luz llamadas
conos y bastones, convierte la luz en señales eléctricas. Estas señales son
transmitidas por el nervio óptico al cerebro, donde se interpretan como
imágenes.
3. Investiga cómo el iris y la pupila trabajan juntos para regular la cantidad de luz
que entra en el ojo.
El iris es la parte coloreada del ojo y contiene músculos que pueden contraerse o
relajarse para cambiar el tamaño de la pupila, que es el agujero en el centro del iris.
En condiciones de mucha luz, el iris se contrae, haciendo que la pupila se haga más
pequeña para reducir la cantidad de luz que entra al ojo y proteger la retina. En
condiciones de poca luz, el iris se relaja, haciendo que la pupila se dilate para
permitir que más luz entre en el ojo, mejorando la visibilidad. Este proceso se llama
reflejo pupilar.
El nervio óptico es crucial para la visión, ya que transmite las señales eléctricas
generadas por la retina al cerebro, donde se interpretan como imágenes. Si el nervio
óptico se daña, puede resultar en una pérdida parcial o total de la visión,
dependiendo de la gravedad del daño. Las causas de daño pueden incluir trauma,
enfermedades como el glaucoma, o condiciones neurológicas. La pérdida de visión
puede ser irreversible, ya que las células nerviosas del nervio óptico no se
regeneran fácilmente. El daño al nervio óptico puede afectar la agudeza visual, la
percepción de colores y la visión periférica.
Florencia Alonso
Sara Picó