Ceguera, No Esta en Tu Contra La Literatura
Ceguera, No Esta en Tu Contra La Literatura
Ceguera, No Esta en Tu Contra La Literatura
PROFESOR GUÍA:
HORST NITSCHACK
SANTIAGO DE CHILE
2018
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¿Qué importa la sordera del oído cuando el espíritu oye?
La única sordera, la verdadera sordera,
la sordera incurable, es la de la inteligencia.
Victor Hugo
A Mr. Kinsky
2
Re, Negra, Nide, Karina, Franco,
Machuca,
Manu, Pedro,
Benito, Kathy
por el apoyo y amor infinito
3
Índice
Resumen............................................................................................................................ 3
Introducción......................................................................................................................4
Capítulo 1. Perspectivas sobre la discapacidad............................................................. 8
1.1. Perspectiva político-social................................................................................... 8
1.2. Perspectiva médico-religiosa............................................................................. 12
1.3. Perspectiva cultural-social................................................................................. 14
Capítulo 2. La ceguera y la discapacidad como recursos literarios ........................... 21
2.1. Panorama breve sobre la discapacidad en general y la ceguera en particular .......21
2.2. Ceguera real y ceguera literaria .............................................................................28
2.3. Prótesis narrativa................................................................................................... 29
2.4. Tema y motivo literarios........................................................................................ 34
Capítulo 3. Estado de la cuestión: la representación de la ceguera en la literatura
occidental.........................................................................................................................40
3.1. Juan Cruz Mendizábal: Luces y sombras: el ciego en la literatura hispánica.....40
3.1.1. El ciego lazarillo de Lázaro ............................................................................ 41
3.1.2. El ciego y el otro............................................................................................ 42
3.1.3. Ceguera místico-religiosa............................................................................... 42
3.1.4. Ceguera y crítica social.................................................................................. 43
3.1.5. La voz de la ceguera....................................................................................... 43
3.1.6. El ciego realista.............................................................................................. 45
3.2. Kenneth Jernigan: Blindness: Is Literature Against Us?......................................46
3.2.1. La ceguera como poder compensatorio..........................................................48
3.2.2. La ceguera como una tragedia absoluta ......................................................... 49
3.2.3. La ceguera como indefensión, locura e idiotez .............................................. 51
3.2.4. La ceguera como maldad y enfermedad incurable ......................................... 52
3.2.5. La ceguera como virtud perfecta.................................................................... 53
3.2.6. La ceguera como castigo por el pecado y como rito de purificación ............. 54
3.2.7. La ceguera como anomalía o deshumanización ............................................. 55
3.2.8. La ceguera como símbolo o parábola............................................................. 55
4
3.3. Comparación entre la clasificación de Cruz Mendizábal y la de Jernigan ............ 57
Capítulo 4. Contexto histórico de José Saramago....................................................... 61
4.1. Panorama breve de la narrativa portuguesa........................................................... 61
4.2. José Saramago y la novela portuguesa. Principales temas en la obra del autor ....65
Capítulo 5. La ceguera en Ensayo sobre la ceguera..................................................... 73
5.1. Sobre el género ensayo.......................................................................................... 73
5.1. Tema y motivo de Ensayo sobre la ceguera..........................................................81
5.3. La ceguera como metáfora y parábola en Ensayo sobre la ceguera.....................87
5.4. Prótesis narrativa en Ensayo sobre la ceguera...................................................... 96
5.5. Ensayo sobre la ceguera y su aporte al motivo de la ceguera en la literatura ....108
Conclusiones................................................................................................................. 120
Bibliografía 127
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Resumen
recurrente de la literatura occidental; por ello, uno de los intereses de este trabajo es
responder a la pregunta de por qué la ceguera y los ciegos son tan llamativos para la
notar cuáles son las concepciones o perjuicios que el lector o la sociedad tienen ya
social.
ciego Kenneth Jernigan en su ponencia del mismo nombre, al revisar el modo en que la
embargo, Saramago parece ver algo más allá de esas características, otorgándole un
rasgo positivo al hacer atravesar por la ceguera a sus personajes en Ensayo sobre la
ceguera, y proponer que a través de ella el ser humano puede superar la ceguera
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Introducción
pintores y escritores han hablado o representado esta discapacidad en sus obras; por
supuesto, la forma en que ha sido abordada la ceguera ha cambiado con el paso del
ciegos, en gran medida con una visión negativa o trágica. Actualmente es posible
reajustar los distintos modos en que ésta presenta la discapacidad en nuestros días: Juan
Cruz Mendizabal, Kenneth Jernigan, David Mitchell y Sharon Snyder entre otros, y
cuyos análisis son sumamente valiosos para este trabajo. Sin embargo, el principal
cuestionamiento que se les hace es que no dejan bien definida la frontera entre la
Ensayo sobre la ceguera del escritor portugués José Saramago, partiendo de la hipótesis
de que la ceguera funciona como metáfora y parábola y que, si bien se trata de una
ceguera real, fisiológica, esta condición tiene un subtexto que incluye una crítica al
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hombre moderno y a la sociedad occidental.
ceguera, y se encontró ―con ayuda, también, del concepto de prótesis narrativa― que
la ceguera es una metáfora que tiene el objetivo de realizar una crítica al hombre
novela de José Saramago funciona como una parábola, pues le enseña a la sociedad
cual es víctima.
percepción que está dada de alguna manera por la realidad y por el modo en que la
sociedad occidental ha tratado esta condición, por lo que no es lo mismo leer sobre una
sociedad que pierde la vista ―tal como sucede en la novela Ensayo sobre la ceguera―
a hablar de una que pierde el habla o el oído, condiciones que, de una u otra manera,
permiten la continuidad de una sociedad dado que existe un lenguaje que posibilita la
José Saramago presenta una sociedad que va perdiendo la vista por una repentina
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epidemia de ceguera blanca. Por un lado, uno se pregunta por qué el autor toma la
ceguera como motivo principal para realizar una crítica al hombre moderno y al sistema
político, económico y religioso occidental, y por el otro, cuál tendría que ser la imagen
que tiene el lector acerca de la ceguera para que funcione la metáfora planteada por
conceptos preconcebidos que tienen los lectores sobre la pérdida de la vista, es decir, la
ceguera como tragedia, como mal incurable o como condición que niega una experiencia
propia. Como condición, la ceguera tiene varias cargas simbólicas asociadas que la
vuelven una de las más duras y desesperanzadas condiciones de vida para el imaginario
quien plantea una ceguera “real” para hablar de una ceguera espiritual que afecta al
la narración cuando pasa por esa situación ―puesto que la ceguera en Ensayo sobre la
ceguera funciona como una parábola―, por lo que la novela cumple con su cometido,
ceguera.
9
un apartado que versa sobre el aporte de Ensayo sobre la ceguera a la tradición literaria
que alude a que la sociedad se encuentra cegada por las estructuras de poder,
blanca, se observará también que la sociedad pasa por un cambio de conciencia que les
10
Capítulo 1. Perspectivas sobre la discapacidad
A principios del siglo XX, desde la política en las sociedades modernas se fue
producción y, por lo tanto, para el desarrollo económico, y se les consideraba una carga
tanto para el Estado como para la sociedad; dentro de esas minorías se encuentran las
rasgos, dos visiones sobre la discapacidad desde la sociopolítica; por un lado está la
11
resultado de la evolución de la sociedad contemporánea; y, por el otro lado, se tiene la
visión británica, que ve a la discapacidad como una creación social resultado de un tipo
condición física o médica de cada persona, y concluyen que los factores actitudinales y
Basándose en ese modelo y en sus teorías, Debora A. Stone (1984, citado en Barnes,
distribución de bienes cuyo motor principal es el trabajo” (p. 50). Dado que algunas
personas no son capaces de trabajar según los parámetros de ese sistema, se desarrolla
inclusión dentro de ese segundo sistema estaría determinado por condiciones políticas y
referente, por un lado, a la acumulación de poder por parte de la medicina; y por el otro,
se explica por la necesidad del Estado de limitar el acceso al sistema de bienestar que él
patrocina. Wolf Wolfensberger (1989, citado en Barnes, 1998), por su parte, va un poco
más lejos al asegurar que economías como la de Estados Unidos o la de Gran Bretaña
12
muestran un desarrollo sin precedentes de las llamadas “industrias de servicios
objeto de garantizar el trabajo para un determinado grupo social. Más adelante, Gary L.
Albrecht (1992, citado en Barnes, 1998) afirma que la discapacidad se produce por el
negocio de la discapacidad. Explica que para él cada tipo de sociedad crea sus
da como resultado su carácter comercial. Sin embargo, aunque estos autores han
dependencia e incapacidad de una persona, los valores del capitalismo occidental quedan
Por otro lado, se puede encontrar una valoración más crítica en los trabajos de los
como en el caso de Paul Hunt (1966), activista e investigador que sostiene que las
personas con discapacidad son un desafío directo y contundente a las creencias y valores
13
inútiles, diferentes, oprimidas y enfermas” (citado en Barnes, 1998, p. 52). Hunt (1966,
citado en Barnes, 1998) considera que las personas con discapacidad enfrentan
minorías, como los homosexuales o los negros. Este autor también explica que se les
considera desventurados porque se cree que no son capaces de disfrutar de los beneficios
materiales y sociales de la modernidad; se les considera inútiles porque se cree que son
Hunt (1966, citado en Barnes, 1998) menciona que la sociedad califica a las
personas discapacitadas como “enfermos, que sufren, afectados, adoloridos” (p. 52) y
señala que en ámbitos tan importantes como el trabajo, las relaciones sociales y
discrimina y ataca a las personas con discapacidad, dados los prejuicios predominantes
desconocido. Cabe destacar que para Hunt (1966, citado en Barnes, 1998) es básica la
relación entre las ideas culturales y la consideración material para explicar la experiencia
de la discapacidad en Occidente.
14
En consecuencia, el desarrollo económico, la naturaleza cambiante de las ideas y la
necesidad de mantener el orden durante la industrialización, influyeron en las respuestas
sociales a la insuficiencia y por lo tanto en la experiencia en ella. El nacimiento del
sanatorio como mecanismo tanto de provisión social como de control social y la
individualización y medicalización de los “problemas sociales” en el capitalismo,
precipitaron el surgimiento de la visión médica de base individual de la discapacidad.
Para Oliver, la “teoría de la tragedia personal” de la discapacidad alcanzó después la
hegemonía ideológica, en el sentido de que ha adquirido carta de naturalización, se da
por supuesta y se estima que es de aplicación casi universal. (Oliver, 1990, citado en
Barnes, 1998, p. 54).
Este autor considera, pues, que la base de la opresión y segregación de las personas con
Por otro lado, y casi de la mano con el desarrollo de la sociedad industrial, aparecen las
instituciones de asistencia para recibir a las personas con discapacidad. Inicialmente, las
iglesias jugaron un papel fundamental en el apoyo y en los cuidados a las personas con
al mantener reunidos en un solo lugar a las personas con discapacidad, así como a los
enfermos, mendigos, etc., sin hacer distinción de sus padecimientos, y al mismo tiempo,
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los mantenían alejados del resto de la sociedad que estaba “sana” o “normal” y, sobre
todo, capaz de trabajar y producir. De este modo también se dio pie a la creación de la
discapacidad.
En primer lugar, con el paso del tiempo podemos observar la continuidad de los
condiciones físicas o mentales y han ido atendiéndolas según las características de cada
los chips de reciente desarrollo que se implantan en los ojos para devolver la vista a los
ciegos. Todos ellos son avances y apoyos que, en muchos casos, proporcionan una mejor
Por lo que respecta al abordaje religioso, más allá de la labor asistencial realizada
por grupos de monjas o religiosos en todo el mundo, realizada, en el mejor de los casos,
de manera loable, aún persiste –al menos en Occidente– la idea de que la divinidad es
16
de esos pasajes, que hacen referencia a cojos, mudos, sordos, enfermos, paralíticos y,
discapacidad como una prueba que Dios envía a sus hijos y que ellos deberán superar
para entrar en su reino una vez que se han “redimido” a través del dolor, el sufrimiento y
la compasión. En Éxodo 4:11 leemos: ¿Quién ha hecho la boca del hombre, o quién
hace al hombre mudo o sordo, con vista o ciego? ¿No soy yo, el Señor? (Biblica, 2015,
párr. 1).
Vemos entonces que persiste la idea de que Dios castiga o redime al ser humano
de los casos, una bendición. Finalmente, se expone la perspectiva cultural o artística con
Cerca del 15% de la población mundial, según datos otorgados por la Organización
discapacidad, y entre 110 y 190 millones de personas tienen alguna dificultad funcional.
Si bien es un número elevado, sigue considerándose que las personas con discapacidad
forman una minoría. La relación entre cultura y discapacidad debe tenerse en cuenta al
pues, observamos que cada cultura tiene sus propias ideas, valores y creencias sobre el
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normalidad, lo perfecto y lo enfermo o imperfecto.
parte de una cultura en particular, hay que tener claro que el concepto de discapacidad es
creado y definido por cada cultura, por lo que puede haber algunas diferencias entre una
y otra forma de ver y convivir con la discapacidad, dadas las experiencias sociales y
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El desarrollo del modelo social de la discapacidad viene desde los años 60 y 70 del siglo
XX, cuando, haciendo eco de las preocupaciones de Paul Hunt, algunos investigadores
(1994, citado en Barnes, 1998) consideraba que el modelo social debería ser
necesario un análisis más riguroso del papel desempeñado por la cultura en la opresión
de las personas con discapacidad. Para este autor, las personas con discapacidad no lo
eran solamente por la discriminación material, sino también por los prejuicios implícitos
que se debía hacer referencia y estudiar los trabajos de antropólogos culturales, como
objetivación de las personas con discapacidad como “otros” a partir del trabajo de
algunas feministas como Simone de Beauvoir (1976). Para Shakespeare (1994, citado
en Barnes, 1998), el hecho de que las sociedades primitivas reaccionaran a las anomalías
ritual o lo sagrado, era una respuesta al miedo ante lo desconocido, y afirma que ese
exterminio nazi. De acuerdo con este autor, las personas no temen a la discapacidad sino
19
a la insuficiencia, pues:
Esta idea de invencibilidad, dice el autor, está ligada estrechamente a las ideas de
que en la sociedad romana los padres podían abandonar a los hijos que no habían nacido
20
Al igual que la filosofía de los griegos, sus mitos y su literatura han dejado una fuerte
influencia en otras sociedades occidentales, que podemos encontrar hasta nuestros días.
resto del mundo, fueron una sociedad basada más en el esclavismo que en la guerra.
que tenían algunas prácticas culturales en las que asesinaban a los niños débiles o
enfermos. Algunas veces, las personas que exhibían tempranamente estas insuficiencias
eran tratados duramente en la edad adulta, como en el caso del emperador Claudio, cojo
La religión judía, por su parte ―influenciada por la cultura griega–, consideraba que las
En efecto, gran parte del levítico se dedica a hacer una relación de las imperfecciones
humanas que impiden a su poseedor acercarse a cualquier rito religioso o participar en él
(Levítico, 21, pp. 16-20). Pero a diferencia de otras religiones importantes de la época, la
doctrina judía prohibía el infanticidio. (p. 69).
Esta prohibición fue importante para la evolución de las religiones, como sucedió con el
con los menos afortunados mediante la limosna o la asistencia, lo que dio paso a la
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institucionalización de la caridad, teniendo como resultado los centros asistenciales de
consecuentes circunstancias.
Durante este período, las personas con discapacidad y con enfermedades eran
tratadas con burla y desprecio; existen numerosos ejemplos de ello en toda Europa,
como podemos encontrar en los estudios realizados por el historiador británico Keith
Thomas sobre los chistes de la Inglaterra de los Tudor y los Estuardo, en los que se
Asimismo, narra las visitas al Hospital de Santa María de Belén de Londres por parte de
etcétera, fue también el período que legitimó algunas prácticas arraigadas hacia la
impregnara de esas creencias y visiones hacia las personas con discapacidad y tengamos
22
personajes como el Rey Ricardo en la obra de Shakespeare, quien, aunque en la realidad
no tenía ninguna discapacidad, es presentado por el autor como contrahecho tanto del
cuerpo como del alma. Además, al no poder tener éxito como amante, lo hace como
villano, y así, Shakespeare lo deja para la posteridad. Es interesante, por otro lado, el
“discapacidad”.
Para cerrar este capítulo, hay que señalar que es importante hacer este recuento
nos permita ver cómo la literatura ha llegado a presentar, de una o de otra manera, a las
personas con discapacidad, ya que al ser la literatura una expresión de los seres
de su momento.
23
Capítulo 2. La ceguera y la discapacidad como recursos literarios
provienen no sólo de los ámbitos político, médico y religioso, sino también estético o
sabemos, éste ha sido un tema importante desde las épocas clásicas hasta nuestros días.
Homero, el poeta ciego de quien aún no se comprueba su origen pero que sentó la base
Aquí, es relevante notar una contradicción, ya que la cultura griega (y, por ende, la
cultura occidental), tiene su base en la literatura creada por un autor ciego, es decir, por
Dicha referencia se halla en la historia de Hefesto, el dios del fuego y la forja al que su
madre, Hera, arroja del Olimpo al momento de su nacimiento, dada su fealdad; como
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son las características atribuidas a este dios rechazado.
ceguera es Edipo, el rey de la célebre obra de Sófocles, quien, además de dar origen a
una de las teorías más relevantes del psicoanálisis freudiano, presenta la ceguera como
sexuales con su madre se arranca los ojos como castigo, condenándose al destierro y la
miseria. Finalmente, otro célebre personaje ciego es Tiresias, el adivino de Tebas, quien
recibe la ceguera en su juventud como castigo de una diosa –en algunas versiones es
galería interesante de personajes con alguna enfermedad o discapacidad a los que se les
atribuye ciertas características que, con el paso del tiempo, han ido modificándose de
acuerdo con el pensamiento de la época. En los ejemplos dados líneas arriba, la ceguera
o la discapacidad eran un castigo divino por los pecados cometidos o una condición
compensatoria otorgada por los dioses que les permitía a los ciegos acceder a una verdad
superior.
Durante la Edad Media los personajes con discapacidad tienen más papeles
dirigidas a las personas de escasos recursos o a un público más humilde, en las cuales
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actitud de la época hacia ellos. Sin embargo, es necesario apuntar que en muchas de
estas obras también se hace una crítica social a quienes se burlan de las personas ciegas
o discapacitadas.
Los Siglos de Oro y el siglo XVIII en el teatro español ofrecieron la figura del
ciego recitador, poeta y músico que amenizaba fiestas, salmodiaba o cantaba temas de
corte piadoso y romances; estos personajes salieron de las plumas de Juan Ruiz de
Alarcón, Lope de Vega, Ramón de la Cruz, el Arcipreste de Hita, entre otros. Sin
embargo, fue en el año 1554 que la literatura española presenta al célebre Lázaro,
protagonista del libro La vida de Lazarillo de Tormes, que ofrece una cruda crítica a la
padres, dada la miseria en que vivían, mutilaban a sus hijos, que habían nacido
ganarse la vida, y por ello es importante su primer amo, el ciego que, a través del terrible
que lleva dentro. Nos encontramos, entonces, ante un ciego que nuevamente tiene
Cierra este recuento medieval y renacentista otro rey, igualmente célebre que
Shakespeare escribe el drama clásico Ricardo III, en el que narra el ascenso y caída del
tirano Ricardo III, quien fue vencido en la batalla de Bosworth por Enrique VII. Esta
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obra es importante en la literatura histórica dado su personaje principal, y también es
relevante en los estudios sobre discapacidad, ya que propone una nueva manera de mirar
y profundizar en la discapacidad, puesto que se trata de uno de los primeros dramas que
quienes lo rodean, comete intrigas, traiciones, asesinatos o cualquier cosa para conseguir
ser rey. La obra Ricardo III, si bien no representa un “giro copernicano” en la literatura
pertenecientes a la religión y las letras dieron luz a obras en las que reflexionaron sobre
literatura, lo que se demuestra en que ya no sólo se siente compasión y piedad por las
personas con discapacidad o con enfermedades, sino que se abren paso la sensibilidad, la
emoción y el interés por los sentimientos y las dificultades de la vida de las personas con
discapacidad.
Una obra de gran importancia para los estudios sobre la relación entre la
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discapacidad y la literatura aparece entre 1751 y 1772; se trata de la Enciclopedia o
diccionario razonado de las ciencias, las artes y los oficios, dirigida por Denis Diderot y
deformidad, etcétera, con rigor científico. Si bien el texto más conocido y recurrido de
esta Enciclopedia es el escrito por Diderot sobre los ciegos, rescato aquí un breve
párrafo de Louis de Jaucourt, del ensayo “Deformidad” que deja ver el cambio de
El cuidado del cuerpo dentro de los límites que establezca la razón y más aún la
preocupación de prevenir las deformidades corporales, es una parte muy importante de
la educación de los niños, que debe ser acompañada principalmente de la formación de
sus costumbres y de la cultura de su espíritu. (Citado en Setrin; 2015).
Otro filósofo que mira desde un punto de vista distinto la discapacidad es Voltaire, quien
utiliza la discapacidad para hacer críticas o bien a la sociedad o bien al ser humano. En
su cuento “El porteador ciego”, de 1774, Mescour, su protagonista, sólo ve las cosas
buenas de la vida dada su condición de tuerto, ya que el ojo que percibe lo negativo es
hospital, dirigido por hombres de igual condición y razonamiento, que viven en armonía
hasta el día en que uno de ellos introduce la discordia bajo el argumento de saber acerca
lucidez y la clarividencia.
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Charles Dickens, Fiódor Dostoievski, León Tolstoi, Gustav Flaubert, Emile Zola,
entre otros, gracias a su interés en una literatura objetiva y sin piedad que describa la
vida, apuntan a que la vida con discapacidad no vale la pena ser vivida, pues consideran
que los discapacitados son víctimas de la sociedad egoísta y codiciosa que segrega y
relega a quienes no tienen los medios físicos o económicos a vivir una vida reducida y
quienes la padecían y llenó sus relatos con personajes vulnerables afligidos por la
personas en pobreza y visitar hospitales y asilos. En sus obras podemos encontrar dos
tipos de protagonistas, por un lado, principalmente niños que son víctimas inocentes y
que generan empatía con los lectores; y por otro lado, hallamos personajes corruptos que
padecen algún accidente cerebro-vascular o parálisis como castigo por sus faltas
morales. En este caso, la silla de ruedas es una especie de metáfora del encarcelamiento
veces mujer, a veces hombre– por lo general tendrá características positivas como
nobleza, bondad, generosidad, espíritu elevado, etc., al mismo tiempo que tiene una
Una pareja de este tipo son Nela y Pablo, de la novela Marianela, escrita en 1878
por Benito Pérez Galdós. En esta narración, Nela es pobre, harapienta, huérfana y fea,
29
pero su dulzura y nobleza espiritual hacen que Pablo –de quien es lazarillo por su
ceguera– conozca el mundo a través de su voz y se enamore de ella por sus cualidades.
La novela apunta a que la hermosura física muchas veces impide que podamos ver la
belleza de las personas más allá de su físico y que, guiados por el ojo, juzguemos la
Valle-Inclán publica Luces de bohemia en 1920, una obra teatral con la que se
inaugura el género “esperpento”. Esta obra es una mordaz crítica social a través de la
antes eran marginados, indefensos, sin derechos ni dignidad han dado paso a personajes
más interesantes y, sobre todo, han dado paso a la discapacidad y la ceguera como
metáfora o signo de algo más, utilizándolas no sólo como características sino como
motivos y temas que permiten realizar críticas más profundas al hombre y a la sociedad.
Algunos autores como Thomas Mann, Hellen Keller ―quien era invidente y, por lo
tanto, escribe desde la ceguera y no sólo sobre ella―, H. G. Wells, Herman Hesse,
André Gide, William Faulkner, Max Aub, Ernesto Sábato, Camilo José Cela, Elena
Poniatowska, María Luisa Puga, Lina Meruane, Julio Cortázar, Juan Rulfo, entre otros,
han contribuido a este cambio de paradigma, haciendo posible encontrar personajes más
acordes con la realidad y más humanos. Estos autores están influenciados en cierta
30
medida por numerosos investigadores y escritores que han comenzado a narrar la
discapacidad desde ella. Por otro lado, y como sucede en Ensayo sobre la ceguera, la
literatura, puesto que va más allá del personaje que la presenta, y es utilizada como
sobre la ceguera, que están presentes en esta investigación. Se trata de la ceguera como
la literatura hace de la ceguera con fines artísticos, literarios, etcétera. Como se vio
las épocas. Ahora bien, como menciona Alfonso Reyes (1944), cada autor recrea en su
diferente que se distingue de la realidad, indiferente del suceder real y con suficiencia en
realidad, este referente no lo es para la literatura, pues, aunque los ciegos y la ceguera
tienen una presencia importante en ella,, no hay una perspectiva única de representación.
Por ello la literatura no debería tomarse como un muestrario fiel de la ceguera y los
ciegos, así como tampoco puede ser considerada un reflejo exacto de la realidad. Sin
31
embargo, es posible decir que Saramago (2000), en su novela Ensayo sobre la ceguera,
encuentra una respuesta en el lector, puesto que éste tiene ya una idea sobre la ceguera
Como se verá en los análisis hechos por Jernigan (1974) y Cruz Mendizábal
(1995), la división entre realidad y ficción en este tema no está definida, y a pesar de que
algunos personajes tienen un referente real, no están determinados por él, sino por los
porque tenga un interés exclusivo en lo real, sino porque se interesa en su aporte o valor
atractivo como tema literario o artístico; esta mezcla entre la realidad y lo ficcional es
Una premisa tratada y estudiada por David Mitchell y Sharon Snyder (2000) al hablar de
atención, no pide una explicación; el cuerpo discapacitado en cambio, por ser diferente,
demanda una explicación, pues su presencia crea una duda en la mente de los lectores
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que la narrativa usa como ímpetu o empuje para narrar una historia.
(2000). Los autores señalan que “Disability has been used throughout history as a crutch
upon which literary narratives lean for their representational power” (p. 49).
Este concepto también da un poco de luz sobre el interés de los autores para
tomar a la discapacidad como parte de sus textos literarios, en algunos casos, como
que, como hemos visto, se encuentra presente en muchas narrativas occidentales, desde
la antigüedad hasta nuestros días. Mitchell y Snyder (2000) indican que el concepto de
especie de muleta o soporte en que las narrativas se apoyan para sostener su poder de
Bodies show up in stories as dynamic entities that resist or refuse the cultural scripts
assigned to them. While we do not simply extol these literary approaches to the
representation of the body (particularly in relation to recurring tropes of disability), we
want to demonstrate that disable body represent a potent symbolic site of literary
investment. (Mitchell y Snyder, 2000, p. 49).
problema de manera prácticamente universal. Debido a que todo problema requiere una
solución o remedio, ello da como resultado que, por una parte, las personas con
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discapacidad son los sujetos de políticas y programas gubernamentales sociales o
caritativos; y, por el otro, son objeto de representación literaria. Esta constante literaria
tiene dos vertientes principales a decir de los autores: en primer lugar, la discapacidad
sociales, o bien, de otros significados culturales que son ajenos a la realidad del ser
narrativa. Mitchell y Snyder (2000) realizan una selección de textos en los que notan esa
(2000) explican que ésta radica en que mientras un cuerpo normal es transparente, no
diferente, demanda una explicación y su presencia crea una duda en la mente de los
lectores. Esta duda es aprovechada por la narrativa como una especie de ímpetu para
occidentales las ideologías plantean una separación entre el cuerpo (materia limitante) y
vuelve un cuerpo subversivo al rechazar o resistir los papeles culturales que se le han
34
personajes con discapacidad sólo sirve para afirmar valores y significados establecidos y
parte, ser un signo desestabilizador de los valores culturales, y, por otra parte, puede ser
Otro punto importante que tocan Mitchell y Snyder (2000) es lo que denominan
continua y central en la literatura. Es por ello que consideran una paradoja el hecho de
que los lectores o espectadores de cine y televisión muchas veces no se dan cuenta de la
presencia tan grande de los personajes con discapacidad en lo que ven o leen.
Ante la pregunta sobre qué da inicio a una historia y qué tiene que ver la
discapacidad con esa necesidad narrativa, Mitchell y Snyder (2000) van más a detalle y
afirman que existe un principio básico de toda narrativa que consiste en un deseo de
resolver o eliminar, puesto que el lenguaje de un relato intenta comprender lo que se sale
pseudociencia, como ellos la llaman, ha buscado desde hace mucho tiempo interpretar
físicos o externos, y señalan que están en fuerte correlación con los atributos que la
35
literatura ha otorgado o impuesto a los personajes literarios. Otros autores, como
estos cuerpos demandan una explicación al ser un desafío al orden establecido o una
vivir con un cuerpo “anómalo”, de ser visto y juzgado por otros, tiene un valor e impacto
en las personas con discapacidad como en las personas que no la tienen. Asimismo, es
signo o símbolo de significados ocultos; en cuanto a este respecto, los autores proponen
Rey, de Sófocles, para ilustrar el uso de la discapacidad como metáfora para críticas y
es que el potencial del cuerpo con discapacidad consiste en que una metáfora basada en
el cuerpo humano tiene una habilidad especial para comunicar ideas abstractas, lo que
habilita una conexión con el mundo concreto. Mitchell y Snyder (2000) dan como
36
mostrada a través de un cuerpo feo o deforme, etc., lo que ayuda a comprender de
manera más precisa el concepto que quiere trasmitir. Así, los autores mencionan que:
“The passage through a bodily form helps secure a knowledge that would otherwise drift
away of its own insubstantiality. The corporeal metaphor offers narrative the one thing it
En el presente capítulo es necesario hacer una pausa en lo histórico para aclarar algunos
conceptos que serán importantes para el análisis de Ensayo sobre la ceguera. Algunos de
continuación.
De acuerdo con Anna Trocchi (2000, citado en Fonseca, 2008), quien, en su texto
se ocupa del estudio comparado de los temas y de los mitos literarios” (p. 11), la
tematología, además de comparar los temas y mitos, estudia también los cambios y las
literatura comparada tiene su origen a mediados del siglo XIX en Europa, y, de manera
relevante, en Alemania, donde los estudios sobre folclor y mitos locales encontrados
Stoffgeschichte, que durante el inicio del siglo XX tuvo un gran incremento en sus
estudios al mismo tiempo que era muy criticada y enjuiciada por los estudiosos de la
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literatura comparada, quienes la consideraban solamente una acumulación de datos
las acusaciones de erudición y de falta de una dimensión estético crítica” (2000, citado
Harry Levin, entre otros, le dan a la tematología un notable impulso que cambia su
orientación, y así, pasa de ser una recolección de datos –como acusaban que era– a una
disciplina rigurosa que se centra en el estudio de las variaciones que los temas, mitos y
de los temas y mitos, las circunstancias que originan su aparición, así como su desarrollo
que será muy útil en el análisis de la ceguera como tema, motivo y parábola en la novela
funciones que, si bien en un principio parecerían iguales, tienen una diferencia en cuanto
Cesare Segre plantea, en Principios del análisis del texto literario (1985) (citado
38
en Fonseca, 2008), que la relación entre tema y motivo es de mayor a menor, de lo más
Seymour Chatman (2003, citado en Fonseca, 2008), para quien el tema es “un concepto
abstracto, esto es un concepto con alto grado de generalidad que se puede extraer de la
obra de ficción y relacionar con experiencias humanas de otros mundos, tanto el real
como el imaginario” (p. 14). Es decir, el tema es el concepto base sobre el cual se
desarrolla una obra, y es el que le comunica al lector lo que la obra quiere decir o
mostrar sobre la realidad. El tema está relacionado con la vida cotidiana y con los
vida, la muerte, el odio, el amor, etcétera, y sus consecuencias en la vida de las personas;
dichos conflictos se desarrollan y varían según el estilo de cada autor. Se trata, entonces,
El significado del texto, lo que este significa para los lectores, sus más próximos
destinatarios. Para entender la totalidad del tema en la obra literaria no basta solamente
con describir e identificar las acciones, hechos y personajes que aparecen en ella, sino
que también es necesario entender, asimilar e interpretar todo lo que estos elementos
quieren decir en su conjunto. (p. 15).
Una vez definido el concepto de tema, es más fácil comprender y separar el motivo o los
motivos de una novela. Éstos son las funciones particulares que se encuentran al interior
39
del tema general y pueden ser muchos, e incluso pueden combinarse y dar como
resultado otros temas. Los temas son varias unidades que, vinculadas entre sí, dan
sentido, forma y contenido a la obra. El motivo es el elemento base que sostiene al tema,
constitutivos de una obra, como el argumento, los personajes, entre otros. Cesare Segre
manera:
Entonces, si motivo es una serie de unidades básicas que se relacionan entre sí, y al
unirse dan sentido, forma y contenido a la pieza musical, en el terreno literario los
motivos son los elementos sobre los cuales se construye el tema; los motivos son
particulares y concretos, tal como lo explica Schulze (2003, citado en Fonseca, 2008):
40
una acción, partes de la acción dependientes de otras, localidades
características como los paraísos tratados por Petriconi, etc. (p. 18).
Existen dos líneas de investigación dentro del comparativismo sobre el motivo; una de
ellas considera al motivo una “simple herramienta” que posibilita la estructura de una
obra. Esta línea de investigación tiene origen en los estudios de los formalistas rusos,
13), por lo que consideran un error tomar la obra literaria como la expresión propia y
que le dan importancia tanto al contenido del motivo dentro de la obra como a su
función de carácter psicoanalítico; de esta forma, se unen la vida y las experiencias del
autor con su obra. Cesare Segre (1985, citado en Fonseca, 2008) lo expresa de esta
manera: “De este modo los motivos, las imágenes, las descripciones características de un
Para este trabajo, es importante tomar en cuenta tanto la función de los motivos
en cuanto que son dadores de estructura de la obra, como su contenido, ya que el autor y
41
la novela a trabajar (Ensayo sobre la ceguera) son un ejemplo de la unidad entre una
El tema, pues, se puede definir y diferenciar del motivo en tanto que es una
categoría universal y general, abstracta, sobre la cual se construye el texto; y los motivos
general–, mientras que los motivos tienen que ver con lo que sucede a causa de esa
Sin embargo, antes de pasar al análisis de la novela tomando en cuenta el tema y los
42
Capítulo 3. Estado de la cuestión: la representación de la ceguera en la literatura
occidental
En este capítulo se analizará el papel del ciego como personaje o posibilidad literaria, y
literatura hispánica. Se verá que los personajes ciegos han tenido gran relevancia en la
Juan Cruz Mendizábal es autor del libro Luces y sombras: el ciego en la literatura
literatura hispánica, señalando que éste se ha repetido con frecuencia desde la literatura
clásica hasta nuestros días. En el texto, Cruz Mendizábal (1995) analiza las
características que le han sido conferidas a este tipo de personaje y el rol que ha jugado
al interior de los textos; asimismo, revisa los cambios que ha experimentado el ciego en
literatura un arquetipo, un lazarillo de los videntes. Éstos deben estar atentos a las
sutilezas del caminar de los ciegos mientras captan su percepción del mundo, del cual
los videntes no saben nada. De acuerdo con Cruz Mendizábal (1995), los ciegos que
43
decide estudiar muestran un camino desconocido para nosotros y los llama “especiales”
porque:
En resumen, este lazarillo ciego será el responsable de que el vidente abra los ojos y
crezca, y que también obtenga un aprendizaje y despierte del sueño a la realidad que está
oculta en el entramado del contexto aparente que el vidente cree conocer bien. Esto se
presenta de una manera metafórica, desde luego, ya que se trata de cegueras que los
autores utilizan y proponen para mostrarnos lo limitado de nuestra visión, como símbolo
–en el caso de Ensayo sobre la ceguera– necesario para poder salir de una situación
compleja y comprometida.
el autor propone, así como sus características, mismas que permiten ver cómo ha ido
En este grupo, el autor incluye a los siguientes personajes por la enseñanza que hay en
su lectura: Lazarillo, Fernando y los amigos de Max Estrella –de Lazarillo de Tormes,
44
respectivamente–. Estos personajes, según el autor, reconocen la enseñanza de su
contraparte ciega; es decir, los ciegos los han “despertado”. En este grupo, el ciego es
maestro o guía de lo sórdido o en lo sórdido, y muestra una realidad que los videntes no
quieren ver por desinterés o apatía, pero que, una vez que han entrado en ella, ya no
Marianela, Misericordia y “Rosas artificiales” –de Benito Pérez Galdós las dos primeras
la Mamá Grande– son historias que no sólo muestran esa otra realidad que vive el ciego,
sino que penetran en el espíritu del vidente para tratar de mostrarle los valores que éste
no ve y, por ende, no comprende. Estas novelas pretenden que el vidente pueda ver más
allá de lo físico o lo visible para que obtenga la verdad, las virtudes y la bondad que la
luz de las apariencias mantiene oculta. Cabe mencionar que esta intención no está
Marianela, el ciego es Pablo, pero es también quien, al recuperar la vista, sigue cegado
Este tipo de ceguera, en la cual Cruz Mendizábal (1995) incluye a San Juan de la Cruz,
45
Santa Teresa de Jesús, San Ignacio de Loyola y Miguel de Unamuno, es una ceguera
mística es necesario cerrar los ojos a lo que conocemos como realidad para, de esta
manera, poder abrirlos al interior y a una experiencia superior difícil de comprender para
el humano común; estamos hablando de una ceguera religiosa que tiene como fin la
unión con lo que Cruz Mendizábal (1995) llama el “Amado”. Por su parte, Unamuno
habla de la venda como recurso que permite llegar al Padre y reconocerlo; esto, más que
ceguera es una fe, y la fe es crear. Entonces, sigue Cruz Mendizábal (1995), quien afirma
que es fácil ver la conexión entre ceguera y creación o creatividad, por lo que menciona
que los ciegos crean su mundo, y en ese mundo la belleza tiene parámetros distintos a
los que tienen los videntes. El autor señala una nota de periódico recogida tiempo antes,
en la que una ciega narra su experiencia después de recuperar la vista: “Creo que la
gente pierde muchas cosas por el hecho de poder verlo todo. Antes yo era mucho más
tolerante. No juzgaba a la gente tan rápidamente. Ahora si veo una persona obesa me
Cruz Mendizábal (1995) finaliza este grupo diciendo que, al igual que la
estar deslumbrada por las apariencias, volver a sentirse segura de sí misma y reconocer
su camino al Padre.
46
3.1.4. Ceguera y crítica social
Bringas, de Benito Pérez Galdós, y Los ciegos, los tontos, de Camilo José Cela (en
Historias de España), son los dos textos que utiliza Cruz Mendizábal (1995) para
explicar este tipo de ceguera. Por un lado, tenemos un personaje que queda ciego a la
mitad de la novela de Pérez Galdós, Francisco Bringas. Esta ceguera funciona como
metáfora o manifestación del deseo del hombre ante la realidad, pues Bringas no quiere
ver las acciones cometidas por su esposa en su afán de mantener sus apariencias de
riqueza, llegando hasta la prostitución. Por el otro lado, tenemos a la esposa de Bringas,
sus personajes, hace una crítica de la sociedad que se ha enceguecido por “influencias o
directrices que les impide, les niega, ver” (p. 28). Estas cegueras son mucho más
En este grupo están los ciegos que protestan desde su condición y son críticos de la
sociedad que les rodea. Los ciegos de El concierto de san Ovidio, de Antonio Buero
Vallejo, permanecen resignados ante el trato que la sociedad les da, pues la gente se
burla de ellos y los ciegos tienen que soportar vejaciones y divertir al resto de la
47
población, si bien se encuentran libres de la mendicidad. David, el ciego que se subleva
a esta situación, da el mensaje de que los ciegos no son objeto de burla y divertimento
para los demás, sino que son capaces de desarrollar sus otros sentidos y de crear, así
como de llevar una vida normal, amar, estudiar, etcétera. Por su parte, para Ignacio, otro
liberación, pues los ciegos deben aceptar que lo son para vivir de acuerdo con ello, lo
que no significa vivir del modo que la sociedad ha decidido. Además, Buero Vallejo
critica a la sociedad y a su incapacidad para ver lo que realmente es estar ciego. Esta
crítica al hombre –ciego y vidente– es lo que, según Cruz Mendizábal (1995), aparece
Santa, de Federico Gamboa; Cambio de luz, de Leopoldo Alas Clarín; y Cuando llegue
el día y cuando llegue la noche, de Joaquín Calvo Sotelo, son los textos con los que
48
Cruz Mendizábal (1995) ejemplifica este tipo de ciego y ceguera. Estos personajes están
sentimientos; tienen, por lo general, un “corazón de oro”, y son ciegos que llevan la
cotidianidad de la vida de manera común. En algunos casos, como don Jorge en Cambio
de luz, tendrán una intención un poco más filosófica, que lleva el razonamiento de la
Finalmente, Cruz Mendizábal (1995) hace una mención de las características que
diferencian a las ciegas de los ciegos, aunque sin entrar en defensas ni terrenos
feministas. A grandes rasgos, señala que mientras los hombres son impacientes,
rencorosos, inseguros y suspicaces, las mujeres del grupo analizado son, por lo
contrario, decididas, serenas y valientes. Estas mujeres dejan correr libremente sus
reacciones vitales. Cruz Mendizábal (1995) cierra su análisis comentando que todos
estos ciegos utilizan la oscuridad para ver con más claridad, para rasgar los íntimos
Otro autor que es interesante revisar en esta investigación es el escritor ciego Kenneth
ceguera y la literatura, ya que éste y otros de sus ensayos vienen desde ese territorio.
49
Jernigan escribe Blindness: Is Literature Against Us? (1974) desde una
Federación Nacional de Ciegos de los Estados Unidos, las preguntas primordiales sobre
las que reflexiona y a las que da respuesta en su ensayo son cómo han sido percibidos
los ciegos en la literatura, cuál ha sido su papel, cómo los han visto los poetas,
simplemente como les ha gustado. Jernigan (1974) hace una diferencia con la historia, la
cual, dice, tiene una supuesta base en hechos reales, y cualquier omisión, error o
“torcedura” está siempre sujeta a un examen y una prueba, lo que no sucede con la
literatura:
El autor plantea que la literatura no ha dado una sola visión de los ciegos, sino que ha
50
contradictorias, y no sólo en épocas distintas sino también en la obra de un mismo autor
o incluso al interior de una misma novela. Igualmente, Jernigan (1974) señala que en
prácticamente todos estos tratamientos “hay implícita una aceptación de la ceguera como
normales y de ser una condición igual o peor que la muerte” (Jernigan, 1974, párr. 44,
Kenneth Jernigan (1974) está de acuerdo con otros estudiosos del tema en cuanto a que
clásica, en donde cegar era uno de los castigos preferidos por los dioses. La ceguera era
considerada peor destino que la muerte, y al compadecerse los dioses por la víctima,
esos mismos dioses la compensaban con un don como la clarividencia u otra habilidad
profecía.
Conan Doyle, quien tiene un oído extraordinario y, debido a ello, sus compañeros de
ficción lo consideran apto para ayudarlos en sus investigaciones. Es decir, este personaje
51
se vuelve útil justamente por su ceguera, ya que “a menudo sucede que cuando un
hombre pierde un sentido, el buen dios le fortalece a los que quedan” (Conan Doyle,
ciega de El hombre que ríe, de Victor Hugo, quien refleja la visión de los escritores
acerca de que la ceguera conlleva una dosis de pureza y éxtasis para compensarla;
asimismo, muestra que “la ceguera es una caverna a través de la cual se llega a una
representación es que no se trata de un halago; más bien es un insulto sugerir que las
cualidades de los ciegos no lo son por sí mismas, sino que se deben única y
exclusivamente a la ceguera, lo que le quita a los ciegos tanto los créditos por sus logros
Más dañina y persistente hasta nuestros días considera Jernigan (1974) la idea de la
ceguera como una tragedia absoluta comparable sólo con la muerte y, en muchos casos,
peor que ésta. Sostiene también que este estereotipo llevado al extremo proviene de
Edipo en su ciclo de tragedias griegas, pues la obra sentencia: “Thou art better off dead
than living blind” (Sófocles, 1949, citado en Jernigan, 1974, párr. 20). Sin embargo, es
52
ceguera, mucho tiempo después, como una verdadera tragedia. Se trata de John Milton,
absoluto desastre, sino porque el escritor realizó su mejor literatura después de quedar
también lo es hacia sí mismo y se ve del mismo modo que lo hacen los videntes, y no
con una mirada propia. Milton se traiciona a sí mismo –dice Jernigan (1974)– y se deja
llevar por la fuerza de la literatura, más aún, refuerza y fortalece el estereotipo del ciego,
“To die is nothing. But to have life, and not have sight —Oh, that is misery
indeed!” (Schiller, 1961, citado en Jernigan, 1974, párr. 24), se lee en Guillermo Tell.
recurrente, al punto que Rudyard Kipling asegura que la bala que le quita la vida a su
héroe, Dick Heldar, en Luz que se apaga, fue una bala amabilísima y misericorde,
53
3.2.3. La ceguera como indefensión, locura e idiotez
Época particularmente mala con los ciegos fue el Medievo, período durante el cual la
literatura los presentó como objeto de burla y bufonada, además de tontos. La mayoría
los autores que destaca Jernigan (1974) se encuentran Chaucer y Shakespeare, quienes
presentaron a los ciegos como gente que merodeaba las festividades ataviada con orejas
de burro para divertimento de los otros, o como ingenios a quienes se les tomaba el pelo
esposa, para librarse de la situación, le dice al marido que lo ha hecho con el fin único de
que él recuperara la vista, lo que causa la risa del espectador ante la facilidad con que se
engaña al hombre, igual que Gloucester, cegado en El rey Lear, tan indefenso como
Antiguo Testamento, quien, además de haber perdido la vista, parece haber perdido
todos los sentidos, pues es fácilmente engañado por un Jacob disfrazado con pieles para
Los ciegos, de Maurice Maeterlinck, obra de teatro en la que, a pesar de que los ciegos
54
pastoral, y retoma la crítica acertada que de ella hace Jacob Twersky:
The girl Gertrude at fifteen, before the pastor begins to educate her, has all
the signs of an outright idiot. This is explained simply as the result of her
blindness... [Gide] asserts that without physical sight one cannot really know
the truth. Gertrude lives happily in the good, pure world the pastor creates for
her... Gertrude knows next to nothing about the evil and pain in the actual
world. As a sightless person she cannot consciously know sin, is blissfully
ignorant, like Adam and Eve before eating of the forbidden fruit. Only when
her sight is restored does she really know evil for what it is and recognize sin.
Then, on account of the sinning she has done with the pastor without
knowing it was sinning, she is miserable and commits suicide. (Twersky,
1955, citado en Jernigan, 1974, párr. 31).
Otra asociación que podemos encontrar hasta nuestros días es la de la ceguera con el
mal, al ser los ciegos su encarnación. Uno de estos estereotipos, a decir de Jernigan
(1974), es el ciego Pew de La isla del tesoro, de Stevenson. El autor, a través de Jim
Hawkins, lo describe como “una criatura horrible y sin ojos”, y afirma que “nunca vi una
figura más terrible, nunca escuché una voz tan cruel, fría y fea como la de ese ciego”
(Stevenson, s.f., citado en Jernigan, 1974, párr. 32, trad. propia). Menciona Jernigan
(1974) que la tipología del ciego como encarnación del mal tiene su origen en el ya
más malvado del mundo. Por otro lado, Jernigan (1974) menciona que la ceguera vista
como una enfermedad que aísla y excluye de la realidad y las relaciones sociales cayó
55
rápidamente en lugares comunes y estereotipos, y hasta nuestros días esta actitud y
forma de percibir a los ciegos no ha tenido muchos cambios. Finalmente, considera que,
de alguna manera, esta representación del ciego como un enfermo y portador del mal
que saca lo peor de sí mismo justifica la crueldad con que eran tratados, ya que si los
Muy cercana a la categoría anterior, considera Jernigan (1974) el otro lado de la moneda
de la ceguera como virtud perfecta, y hace una dura crítica de ésta. Menciona que lo que
tienen en común las categorías “la ceguera como maldad” y “la ceguera como virtud
quien cree que esa maldad o virtud es producto o de Dios o del diablo, y bajo esa mirada
han nacido una serie de personajes absurdos, como Melody, de la novela del mismo
nombre escrita por Laura Richards. Aquí, menciona Jernigan (1974), lo verdaderamente
atroz es que esta escritora es hija de uno de los pioneros de la educación de las personas
ciegas en los Estados Unidos, Samuel Gridley Howe, y, al igual que Milton, se traiciona
y traiciona a los ciegos reforzando el estereotipo negativo con un personaje con el que
quizá creyó ayudar a percibirlos de una mejor manera. Jernigan (1974) lo expone de esta
manera:
56
Touched life with her hand, and knew it. She knew every tree of the forest by
its bark; knew when it blossomed, and how... Not a cat or dog in the village
but would leave his own master or mistress at a single call from Melody”.
She is not merely virtuous; she is magical. She rescues a baby from a
burning building, cures the sick by her singing, and redeems alcoholics from
the curse of drink. (párr. 37).
finaliza diciendo que esta visión romántica de la ceguera como una bendición disfrazada
3.2.6. La ceguera como castigo por el pecado y la ceguera como rito de purificación
Jernigan (1974) está de acuerdo con lo señalado antes. Menciona como ejemplos a
esta categoría está la ceguera como rito de purificación, en el cual, en lugar de ser un
castigo, ésta produce un cambio positivo en la víctima, como el caso de Amyas Leigh,
57
3.2.7. La ceguera como anomalía o deshumanización
En este tipo de ceguera, Jernigan (1974) se centra en las mujeres ciegas de la literatura, y
menciona que, en muchas ocasiones, la ceguera es vista como una forma de destierro de
la vida y las relaciones. En este caso, ellas no pueden creer que alguien las ame, y tienen
decisiones sino de su condición. Esta cruel categoría –dice Jernigan (1974)– tiene un
mujer encantadora y virtuosa que adora a los niños, pero que “por supuesto” no puede
tener hijos; si bien Kipling no menciona directamente por qué, se infiere que es a causa
de su ceguera, y se reafirma esa idea por el hecho de que, en su ceguera, es visitada por
los espíritus de los niños muertos del barrio. No consideramos que ella esté loca, dice
Jernigan (1974), sino que, por estar ciega, tiene derecho a tener esas fantasías
espeluznantes.
metafórica, como parábola o signo de algo más. Comienza esta categoría señalando las
obras El país de los ciegos, de H. G. Wells; El planeta de los ciegos, de Paul Corey; Los
58
relevante para el análisis que de Ensayo sobre la ceguera se hará más adelante, ya que,
como menciona Jernigan (1974), es aquí donde caben otras interpretaciones y visiones
Para cerrar esta revisión de las propuestas de estos autores sobre cómo la literatura
ha presentado la ceguera a través del tiempo, es necesario apuntar que la idea que tiene
viene desde la época de los griegos, y la literatura también parece estar siendo
influenciada por esa idea al negar la posibilidad de que otras formas de conocimiento
produzcan certeza y seguridad al igual que la vista. Como señala Fonseca (2008), la
ceguera es un motivo que recuerda, por un lado, aspectos del ser humano que no
conocemos e ignoramos, aunque sean parte de la condición humana, y, por el otro lado,
se refiere a cosas que nos negamos a ver y aceptar. En el siguiente apartado realizaremos
Jernigan (1974). Esta comparación, así como las categorías estudiadas por ambos
verá que, en la novela, Saramago intenta advertir sobre la ceguera del hombre moderno
cegadas por el trabajo, las apariencias, las estructuras de poder, etcétera. También se
59
3.3. Comparación entre la clasificación de Cruz Mendizábal y la de Jernigan
entre Cruz Mendizábal (1995) y Jernigan (1974) para observar puntos en común y
discrepancias.
sentido, Cruz Mendizábal (1995) señala que la ceguera en la literatura es un recurso que
funciona, para los videntes, con el fin de hacer que éstos vean un aspecto de la realidad o
de sí mismos que no habían advertido antes, y que notan gracias al ciego que los
acompaña (como es el caso de las novelas agrupadas en el apartado “El ciego lazarillo
plano de la ficción, sino también en la realidad, ya que Jernigan (1974) cita a Milton
como ejemplo, pues, de acuerdo con él, el escritor inglés produjo su mejor literatura
después de quedar ciego. Muchos críticos de Borges coinciden con ello, y afirman que
Mientras que Cruz Mendizábal (1995) cita la novela de Unamuno, La venda, Jernigan
(1974) alude a El hombre que ríe, de Victor Hugo. Estas dos novelas tienen personajes
invidentes cuya ceguera les ha sido concedida como regalo espiritual; sin embargo,
60
Jernigan (1974) insiste en que esto en realidad es un prejuicio, pues no se toma a los
presentada como elemento místico que les permite a los ciegos crear su mundo y
conocer al Padre.
Sin embargo, puede suceder lo contrario, dado que, como señala Cruz Mendizábal
como Bringas, de Benito Pérez Galdós, ya que aquí algunos personajes están
enceguecidos por ciertos vicios, como el de la riqueza. En este caso, la ceguera funciona
lado, se la ve como conocimiento, ya sea de uno mismo o de Dios; y, por otro lado, la
ceguera física funciona también como ceguera intelectual o social, pues algunos
El ciego como divertimento o bufón es una categoría analizada tanto por Cruz
Mendizábal (1995) como por Jernigan (1974). Cruz Mendizábal (1995) se enfoca,
inconforme ante el trato que la sociedad les da a los ciegos, que, aunque están libres de
mendigar, tienen que soportar humillaciones y burlas. Por su parte, Jernigan (1974)
apunta a la Edad Media, e insiste en que fue una etapa histórica particularmente cruel e
injusta con los ciegos. Si bien algunas obras, como Los ciegos, de Maeterlinck,
presentan a las personas invidentes casi como filósofos, a veces no puede evitarse que
61
sean ridiculizadas. Ambos críticos coinciden en lo delicado que es tener personajes
ciegos en una obra literaria, dado que se debe tener especial cuidado en no caer en
estereotipos o ridiculizaciones.
contiene una visión moral de los ciegos en la literatura. Otra diferencia fundamental es la
que hacen ambos estudiosos en cuanto a la relación del ciego con el otro, o del ciego con
la sociedad. Por un lado, tenemos a Pablo, personaje de Marianela (analizado por Cruz
Mendizábal [1995]), quien, aun cuando recupera la vista, sigue enceguecido por las
apariencias con las que juega la sociedad. Por otro lado, Jernigan (1974), apoyándose en
quien, en su condición de ciega, está alejada del pecado y la maldad del mundo, y
solamente cuando recupera la vista se da cuenta del pecado que ha cometido con el
pastor y se suicida. Entonces, podría decirse que Gertrude recupera la vista en dos
trágicos, como Edipo o Gloucester, de El rey Lear―, prefieren cegarse a sí mismos ante
62
pecado o el mal, y por ello, se enceguecen o mueren, otros siguen dormidos o “ciegos”,
e invidentes físicamente o no, ignoran los vicios propios o los del mundo en el que
viven.
dioses. En ese sentido, el discurso presentado por Saramago en Ensayo sobre la ceguera
sino también espiritual. Sin embargo, podemos analizar la ceguera en Ensayo sobre la
ceguera como rito de purificación que le permite a la gente reconstruir sus estructuras de
categoría analizada sobre todo por Jernigan (1974)―, pues, como se ha mencionado, en
Ensayo sobre la ceguera la falta de visión, ese “mar lechoso” en el que toda una
Sin embargo, antes de pasar al análisis de la novela, es necesario hablar del contexto
63
Capítulo 4. Contexto histórico de José Saramago
análisis sobre literatura portuguesa contemporánea (2008), consideran que esos autores
no han tenido la presencia mundial que merecen; menciona entre los más destacados
Castilho, Herculano y Pessoa con sus heterónimos, todos ellos son dueños de una
literatura rica y sin par, grandes exponentes de la lengua romance. Sin embargo, la
que aisló Portugal del resto del mundo y lo hundió en una grave crisis económica y
Además, el arte y la literatura sufrieron una censura muy fuerte por parte del
gobierno dictatorial de Salazar, y es por ello que comenzó a formarse la figura del
64
El neorrealismo, en su vertiente narrativa, pretende reconstruir literariamente ambientes
en que la lucha de clases y de intereses separa a los actores sociales en víctimas y
verdugos, habitualmente con cierto esquematismo. La conciencia histórica, que faltaría
en otros movimientos estéticos, compromete al autor neorrealista a presentar en sus
relatos situaciones de opresión y marginación que tienen como protagonista a la clase
trabajadora. (Fernández, 2011, p. 328).
Algunos de los autores que son considerados precursores del neorrealismo son Aquilino
Ribeiro, Ferreira de Castro y José Rodrigues Miguéis (Fernández, 2011), ya que en sus
obras podemos encontrar compromiso social y una crítica a las relaciones de poder
político.
país que tiene que ver, entre otras cosas, con el acercamiento de Portugal con Brasil y
con otras excolonias, como Angola, situación que enriqueció el ámbito cultural lusitano.
esa mezcla cultural ayudó un poco a que Portugal dejara atrás las marcas del pasado
internacionalización de Portugal. Sin embargo, antes de ellos hubo otros escritores con
igual calidad literaria, aunque menos conocidos fuera de las fronteras de la nación
lusófona; vale la pena hacer un recorrido breve entre los principales autores de narrativa
65
de ese período histórico.
En 1979, Lídia Jorge publica O Dia dos Prodigios, una novela que sería un
(1988), novela que trata acerca del pasado colonial de Portugal en África, Lídia Jorge se
Gersão. Algunas novelas de Correira, como O Número dos Vivos (1982) y Montedemo
(1983) son consideradas narraciones de realismo mágico. Gersão, por su parte, es tenida
Algunos autores que habría que unir a la lista anterior son Mário de Carvalho y
João de Melo, quienes han sido ampliamente comentados, traducidos y premiados por la
crítica. Carvalho publica, en 1982, su libro de cuentos Casos do Beco das Sardinheiras,
donde realiza una crítica a la pequeña burguesía portuguesa, aunque no sin cierto humor
satírico. Sin embargo, una de sus novelas más delirantes y jocosas es A Paixão do Conde
1974. Muchas de sus obras están influenciadas por esta experiencia, como es el caso de
66
reconocido con varios premios, como el Gran Premio de Novela de la Asociación
En las dos últimas décadas del siglo XX, la literatura portuguesa se enfocó, sobre
destino colectivos, convirtiendo esta materia en uno de los temas de ficción más
recurrente entre los narradores desde finales de los 70 hasta bien entrados los 90”
(Fernández, 2011, p. 454). Esta concepción de Portugal abarca otros aspectos, tales
Sin embargo, Fiedler do Prado (2008) considera que Saramago, al mismo tiempo que es
una de las estrellas literarias más brillantes de Portugal, opaca, en cierta medida, a otros
escritores, aunque sin quererlo. Explica que existen autores que no han sido valorados en
su justa medida, dado que la prensa internacional puso sus ojos solamente en Saramago,
67
y autores comparables a Rushdie, Hemingway, Auster, Borges y García Márquez, de
quedado de lado. Fiedler do Prado considera también que estos autores –“São Eles, Inês
Pedrosa, Filipa Melo, Rui Zink, Teolinda Gersão y Agustina Bessa-Luís, entre outros”
mientras tanto, el ganador del Nobel es considerado un autor mucho más filosófico, por
lo simple.
4.2. José Saramago y la novela portuguesa. Principales temas en la obra del autor
Saramago es un escritor que se puede considerar autónomo, que aborda sus creaciones
América Latina: literatura y política en el siglo XIX (1989), menciona que “la literatura
notorio que el autor portugués realiza críticas sobre su entorno de forma reflexiva,
68
debido a su propia biografía, por un lado, y a sus lecturas, por el otro. Aquí cabe hacer
un pequeño paréntesis para recordar que gran parte de la vida del escritor está
partidismos políticos, y siempre estuvo comprometido con el género humano. “Yo soy
Gasset; es decir, si explico mi medio, lo salvo del silencio y del sinsentido, y Saramago
Saramago escribía para comprender el mundo en que estaba inmerso, por lo que
movimientos sociales, tal como lo era él. Esta corriente literaria, a decir de Ramos, se
inaugura con Martí cuando concibe que la literatura moderna se constituye en resistencia
69
la implementación de un nuevo régimen de especialidades, que le retiraba a los letrados
la tradicional tarea de administrar los Estados y obliga a los escritores a
profesionalizarse. (Martí, s.f., citado en Ramos, 1989, pp. 10 -11).
declara a sí mismo como un escritor racional pero que no necesariamente respondía a los
sencillez del mundo campesino ligado a su infancia y a su familia. A su vez, hacía de los
Eso me cae muy bien porque yo me veo a mí mismo como alguien que ha intentado,
durante toda su vida, hacer las cosas de una manera racional o, mejor dicho, según la
razón. La verdad es que soy racionalista y el hecho de que escriba historias que son, en
apariencia, todo lo contrario de una razón mecánica o determinada por una ley, no quita
que sean algo así como “cuentos filosóficos” en el sentido volteriano, iluminista. En el
fondo, a través de refranes, yo siempre estoy introduciendo la sabiduría popular que,
como se sabe, es innegablemente un producto racionalista. Tengo el sentimiento de que
ese conocimiento empírico es, aunque la ciencia lo refute, un instrumento racional de
interpretación de la naturaleza. La introducción de refranes, y a veces como leit-motiv
―en Historia del Cerco de Lisboa siempre se está volviendo a un refrán cuyo
equivalente sería “hasta en el mejor paño cae una mancha”―, permite hacer nuevas
lecturas de ellos; si hasta ese momento podrían tener una lectura única, o en el mejor de
los casos una lectura directa y otra simbólica, al pasar por la trama de la novela y
enfrentar una situación concreta, se abre una manera nueva o distinta de entenderlos.
(Saramago, s.f., citado en Jitrik, 1987, p. 7).
Así pues, la obra de Saramago tiene una fuerte carga social y política ligada a la propia
70
naturaleza del ser humano. Para el autor, cada persona debe constituirse en un sujeto
social y político que debe incidir en el devenir de su sociedad; por ello, su obra es un
instrumento para sus reflexiones sobre los sistemas político, social y económico, además
de un medio por el cual pretendía poner esas concepciones frente al otro, para que
pudiera reconocer y motivarse ante su propio entorno. A pesar de que sus obras se
insertan en la tradición literaria de la novela, el autor muchas veces confesaba que él era
un ensayista que no sabía escribir ensayos, por lo que sus resultados eran novelas.
sino de la circunstancia mundial, que dio muchas pistas para entender o complementar
su obra en entrevistas en las que hablaba tanto de sus inquietudes sociales, políticas y
culturales como también del objetivo de sus obras y sus estructuras; como sujeto
literatura en 1998, Saramago recorre su vida literaria y humana, dejando claro los temas
que siempre le han importado y con los cuales estuvo comprometido y que le hicieron
ser el hombre que fue. A continuación, se presenta un listado de los principales temas de
en Alzado del suelo, aunque hay que señalar que el tema político es una constante en su
71
obra. De esta forma, él transmite su mensaje con los Mau-Tempo:
Tres generaciones de una familia de campesinos, los Mau-Tempo, desde el comienzo del
siglo hasta la Revolución de Abril de 1974 que derrumbó la dictadura, pasan por esa novela
a la que di el título de Alzado del suelo y fue con tales hombres y mujeres del suelo
levantados, personas reales primero, figuras de ficción después, con las que aprendí a ser
paciente, a confiar y a entregarme al tiempo, a ese tiempo que simultáneamente nos va
construyendo y destruyendo para de nuevo construirnos y otra vez destruirnos. (p. 5).
b) La literatura portuguesa
¿Qué otras lecciones podría yo recibir de un portugués que vivió en el siglo XVI, que
compuso las Rimas y las glorias, los naufragios y los desencantos patrios de Os Luisiadas,
que fue un genio poético absoluto, el mayor de nuestra Literatura, por mucho que eso pese a
Fernando Pessoa, que a sí mismo se proclamó como el Super-Camoens de ella? Ninguna
lección a mi alcance, ninguna lección que yo fuese capaz de aprender salvo la más simple
que me podría ser ofrecida por el hombre Luis Vaz de Camoens en su más profunda
humanidad, por ejemplo, la humildad orgullosa de un autor que va llamando a todas las
puertas en busca de quien esté dispuesto a publicar el libro que escribió, sufriendo por eso el
desprecio de los ignorantes de sangre y de casta, la indiferencia desdeñosa de un rey y de su
compañía de poderosos, el escarnio con que desde siempre el mundo ha recibido la visita de
los poetas, de los visionarios y de los locos. (Saramago, 1998, p. 6).
Algo muy importante en la obra del autor de Ensayo sobre la ceguera es la familia y los
72
sueños. En Memorial del convento se pueden encontrar dichos temas, tal como
Esta es la historia del Memorial del convento, un libro en que el aprendiz de autor, gracias a
lo que le venía siendo enseñado desde el antiguo tiempo de sus abuelos Jerónimo y Josefa,
consiguió escribir palabras como éstas, donde no está ausente alguna poesía: “Además de la
conversación de las mujeres son los sueños los que sostienen al mundo en su órbita”. (p. 8).
Quizá uno de los temas más frecuentes en Saramago es la crítica al hombre moderno y a
Una visión dos veces utópica entendería esta ficción política como una metáfora mucho más
generosa y humana: que Europa, toda ella, deberá trasladarse hacia el Sur de manera que, en
descuento de sus abusos coloniales antiguos y modernos, ayudar a equilibrar el mundo. Es
decir Europa finalmente como ética. Los personajes de La balsa de piedra dos mujeres, tres
hombres y un perro viajan incansablemente a través de la Península mientras ella va
surcando el océano. El mundo está cambiando y ellos saben que deben buscar en sí mismos
las personas nuevas en que se convertirán (sin olvidar al perro que no es un perro como los
otros). Eso les basta. (Saramago, 1998, p. 9).
e) La crítica a la religión
73
siguiente:
Una vez más, sin otro auxilio que la pequeña luz de su razón, el aprendiz tuvo que penetrar
en el oscuro laberinto de las creencias religiosas, ésas que con tanta facilidad llevan a los
seres humanos a matar y a dejarse matar. Y lo que vio fue nuevamente la máscara horrenda
de la intolerancia, una intolerancia que en Münster alcanzó el paroxismo demencial, una
intolerancia que insultaba la propia causa que ambas partes proclamaban defender. Porque
no se trataba de una guerra en nombre de dos dioses enemigos sino de una guerra en nombre
de un mismo dios. (p. 12).
f) La razón
La razón es, junto a la crítica al hombre moderno y a la religión, otro tema frecuente en
ceguera:
74
g) El encuentro con el ser humano como salvación del hombre
Después el aprendiz, como si intentara exorcizar a los monstruos engendrados por la ceguera
de la razón, se puso a escribir la más simple de todas las historias: Una persona que busca a
otra persona sólo porque ha comprendido que la vida no tiene nada más importante que pedir
a un ser humano. (Saramago, 1998, p. 13).
75
Capítulo 5. La ceguera en Ensayo sobre la ceguera
El ensayo es, por principio, un género literario difícil de definir, sobre todo por su
disciplinas tanto en el ensayo como en otros géneros literarios. Es importante tener esto
género con los Ensayos (1580) de Michel de Montaigne, otros autores, como Aullón
(2005) sostienen que puede vislumbrarse cierto tono ensayístico en las Epístolas de
Cicerón, Horacio, Marco Aurelio o Agustín de Hipona con sus Confesiones. Desde aquí,
ya se puede notar que el ensayo es un género difícil de clasificar, pues existe una
hecho, de acuerdo con Aullón (2005), este género literario no había poseído ni definición
géneros literarios artísticos. Aquí es necesario señalar la definición de ensayo que ofrece
Aullón (2005):
76
extremo estando destinado reflexivamente a la crítica o a la presentación de ideas. (p.
14).
Es por eso que Reyes (1944) llama al ensayo “el centauro de los géneros” (p. 41), pues
del dato estadístico. Sin embargo, esta dicotomía del “centauro” que es el ensayo ha sido
analizada por Cervera y Adsuar (2005) como un tipo de texto que incluye, al mismo
tiempo, “el pensamiento feraz del humano y la energía creativa del animal” (p. 11). En
otras palabras, como característica central del ensayo se puede identificar ese estado
Por otro lado, en cuanto a las preocupaciones temáticas del ensayo, éstas son
disciplina. En este sentido, otra condición esencial del ensayo es que el ensayista debe
77
crear algo nuevo con lo que ya existe, y más importante aún:
[El ensayo] habla siempre de algo que tiene ya forma, o a lo sumo de algo ya sido; le es,
pues, esencial el no sacar cosas nuevas de una nada vacía, sino sólo ordenar de modo
nuevo cosas que ya en algún momento han sido vivas. (Lukács, 1910, citado en Aullón,
2005, p. 20).
sea arte, literatura, ciencia, historia, o incluso su propia vida, como es el caso de los
ensayista no crea algo de la nada, pero su visión, su contexto histórico y social y sus
acuerdo con Aullón (2005), le da al ensayo su carácter de “libre discurso reflexivo” (p.
17), pues este género puede tomarse la libertad de elegir cualquier tema como objeto de
estudio o reflexión. Sin embargo, aquí es importante señalar que el ensayo no pretende
tener una visión pedagógica o didáctica, pues dicho enfoque es más propio de otros
géneros, mucho más utilitarios, como la oratoria, la didáctica, la historia o los textos
pedagógica, aunque su tono sea de ensayo, ése no es su género; más bien, nos
En cuanto a los propósitos del ensayo, sean éstos científicos o artísticos, Aullón
(2005) realiza una tipología en donde identifica a los ensayos más rigurosamente
78
Por su parte, dentro de los ensayos más plenamente artísticos están, como ya se adelantó,
las biografías, las memorias, las confesiones, pero también los libros de viajes, los
“contaminación” o los empréstitos ―en palabras de Reyes― a los que está sujeto el
ensayo. En ese sentido, un libro de viajes, por ejemplo, puede estar más cerca de una
novela, de una crónica, o bien, de otros géneros literarios. Asimismo, el autor identifica
las obras La bien plantada (1911) y La oceanografía del tedio (1918), de Eugenio d’Ors,
como ejemplos de ensayos novelados. No hay que perder de vista esta contaminación
entre géneros literarios, pues será fundamental en Ensayo sobre la ceguera, donde, en
la novela, cuando la epidemia de la ceguera blanca empieza a afectar, uno a uno, a los
habitantes del país anónimo donde se desarrolla la historia. Así, por ejemplo, se puede
La conciencia moral, a la que tantos insensatos han ofendido y de la que muchos más
han renegado, es cosa que existe y existió siempre, no ha sido un invento de los filósofos
del Cuaternario, cuando el alma apenas era un proyecto confuso. Con la marcha de los
tiempos, más las actividades derivadas de la convivencia y los intercambios genéticos,
acabamos metiendo la conciencia en el color de la sangre y en la sal de las lágrimas, y,
como si tanto fuera aún poco, hicimos de los ojos una especie de espejos vueltos hacia
dentro, con el resultado, muchas veces, de que acaban mostrando sin reserva lo que
estábamos tratando de negar con la boca. (Saramago, 2000, p. 27).
prefiguran lo que ocurrirá cuando la ceguera se expanda y afecte a tantas personas que
79
será necesario, según el gobierno de ese país, meterlas en un manicomio. La conciencia
moral es la conciencia que tiene un individuo sobre sí mismo, de ahí la imagen de los
ojos como espejos “vueltos hacia dentro”, es decir, espejos que se dedican a reflejar el
interior de la persona, y que hacen que ésta se dé cuenta de sus vicios, de sus defectos o
imperfecciones, todo lo cual trata de “negar con la boca” o de ignorar. Más adelante se
verá cómo sale a relucir la naturaleza de cada ciego, así como la conciencia moral de la
única persona vidente en el manicomio, la esposa del doctor. En efecto, la esposa del
doctor ―nunca se menciona su nombre, ni el de ningún otro personaje, sino que todos
son identificados gracias a algún rasgo particular― es la única que se preocupa por el
En términos propios del género ensayo, es preciso recordar lo señalado por Aullón
(2005) acerca de la libertad de temas que posee el ensayo, lo que le proporciona elegir
cualquier asunto, siempre que sea motivo de reflexión. En este caso, la reflexión se
el principio de los tiempos. Por supuesto, otra de las observaciones de Aullón (2005),
apoyado en Lukács, que podemos notar aquí es que el ensayo siempre hablará de algo
En este caso, ya se sabe, la conciencia moral ha sido estudiada por los filósofos de casi
80
después de que éste atiende, en su consultorio, al primer ciego:
Si el caso era agnosis, el paciente estaría viendo ahora lo que siempre había visto, es
decir, no habría sobrevenido disminución alguna de agudeza visual, simplemente ocurría
que el cerebro se habría vuelto incapaz de reconocer una silla donde hubiera una silla,
seguiría, pues, reaccionando correctamente a los estímulos luminosos a través del nervio
óptico, pero, para decirlo en lenguaje común, al alcance de gente poco informada, habría
perdido la capacidad de saber que sabía, y, más aún, de decirlo. En cuanto a la
amaurosis, no cabía la menor duda. Para que lo fuese efectivamente, el paciente tendría
que verlo todo negro, salvando, desde luego, el uso de tal verbo, ver, cuando de tinieblas
absolutas se trata. El ciego había afirmado categóricamente que veía, salvado sea
también el verbo, un color blanco uniforme, denso, como si, con los ojos abiertos, se
encontrara sumergido en un mar lechoso. Una amaurosis blanca, aparte de ser
etimológicamente una contradicción, sería también una imposibilidad neurológica, visto
que el cerebro, que no podría entonces percibir las imágenes, las formas y los colores de
la realidad, tampoco podría, por decirlo así, cubrir de blanco, de un blanco continuo,
como pintura blanca sin tonalidades, los colores, las formas y las imágenes. (Saramago,
2000, p. 32).
En este caso, es preciso recordar lo señalado por Reyes (1944) sobre los empréstitos de
el extraño caso de la ceguera blanca (para el que, por otra parte, no parece haber una
la agnosis y la amaurosis. Sin embargo, es necesario apuntar que el tono no es del todo
científico, sino que parece más propio de la divulgación de la ciencia, dado que el doctor
piensa todo ello “en lenguaje común, al alcance de gente poco informada”. Precisamente
81
alcance de gente que no está familiarizada con términos científicos, médicos o, en este
discurso científico. Luego de toparse con un callejón sin salida en sus indagaciones, el
doctor piensa: “Hay mil razones para que el cerebro se cierre, sólo esto, y nada más,
como una visita tardía que encontrara clausurados sus propios umbrales” (Saramago,
2000, p. 31). De esta forma, el doctor le da una explicación (aunque no se trata de una
funciona, en este pasaje, como un consuelo momentáneo para el doctor ante la tragedia.
El carácter del médico, por otra parte, puede notarse gracias a otra referencia, esta
recordó “lo que Homero escribió en la Ilíada, poema de la muerte y el sufrimiento sobre
cualquier otro, Un médico, sólo por sí, vale por varios hombres” (Saramago, 2000, p.
39). Este empréstito cobra, aquí, un sentido siniestro, pues si bien un médico vale por
nada por la gente que, poco a poco, va quedándose ciega, puesto que él también ha sido
contagiado de ese mismo mal. Además, gracias a esta referencia y a la metáfora que
hemos citado anteriormente, se puede conocer un poco más sobre el doctor; es decir, se
puede saber que es un hombre culto que lee literatura, y que se siente impotente e inútil
82
Como ya se mencionó antes, es frecuente encontrar refranes en la obra de
todo cuando los ciegos recluidos en el manicomio están discutiendo sobre la mejor
Si tuviésemos a alguien que al menos viera un poco, Pues se quedaría él con la mayor
parte, Ya decía el otro que en el país de los ciegos el tuerto es rey, Déjate de refranes,
aquí ni los tuertos se salvarían, Yo creo que lo mejor será repartir la comida por salas, a
partes iguales […] Quién ha dicho eso […] Yo lo he dicho porque así es más fácil, El
otro también decía que quien parte y reparte y no se queda con la mejor parte, o es loco,
o en el repartir no tiene arte. (Saramago, 2000, p. 118).
Tal como sucede con la referencia a la Ilíada, en este contexto los refranes cobran un
partes iguales. Asimismo, todos empiezan a desconfiar unos de otros, pues no hay
manera de saber quién se está aprovechando y come dobles o triples raciones y quién no
come nada. Como se ha mencionado, la mujer del médico es la única, al menos dentro
del manicomio, que puede ver, pero decide fingirse ciega para que los demás no se
Por todo lo que se ha expuesto, se puede concluir este apartado diciendo que la
palabra “ensayo” en el título de la novela, así como los recursos intertextuales y los
empréstitos de otras disciplinas, propios del ensayo, obedecen a la pretensión del autor
83
por enriquecer la novela. Las reflexiones sobre la conciencia moral llaman la atención
del lector sobre el propio comportamiento, y hace que se pregunte, al igual que algunos
personajes de Ensayo sobre la ceguera, cómo actuaría si estuviera ciego. Además, como
se ha dicho, estas reflexiones prefiguran el comportamiento de las personas una vez que
pierden la vista.
el caso del médico, quien hace referencia a la literatura médica y a la Ilíada, lo que
prueba que es un hombre culto. Los refranes, por su parte, adquieren otro sentido en la
novela, lo que le confiere a ésta un tono a la vez coloquial y sombrío, por todo lo que se
ceguera gana matices de realismo, profundidad, e incluso de horror, con todas las
Antes de analizar los temas y los motivos literarios de Ensayo sobre la ceguera, es
comparada que, como ya se señaló, se dedica a examinar temas y motivos literarios, así
84
como su influencia en la literatura de diferentes países.
Desde el punto de vista del análisis, el tema puede reconocerse bajo la forma de un
recorrido temático que es un despliegue sintagmático de investimentos [o atributos]
temáticos parciales que conciernen a los diversos actantes y circunstancias de ese
recorrido. (p. 99).
funcionan los temas y motivos literarios, y menciona que, por ejemplo, el tema general
que la ceguera es un tema general que recuerda, por un lado, lo que no conocemos e
ignoramos; y por el otro, lo que nos negamos a ver y a aceptar. Esta mezcla de novela y
ensayo, o de ensayo que salió en forma de novela, como dice su autor, tiene como tema
una obra y que va dándole cohesión y sentido al tema. Por ello, la ceguera que propone
imposibilitados para ver, debajo persiste la carga metafórica presentada por el autor de
85
ha sido tratado por la literatura de numerosas épocas y lugares, desde los antiguos
griegos hasta nuestros días, tal y como se ha revisado en el estado de la cuestión de este
trabajo. Sin embargo, lo que le proporciona a la novela una voz y un estilo propio es la
motivos se muestran, sobre todo, cuando los ciegos llegan al manicomio y constituyen,
allí, un país de invidentes, el cual es, además, dictatorial y cruel. De hecho, los motivos
partir de que la población empieza a perder la vista, y todos estos motivos le dan sentido
al tema principal de la novela, por el que podemos leer el mensaje de Ensayo sobre la
ejemplifican los motivos literarios con citas de la novela que es objeto de estudio del
presente trabajo.
una forma en que antes no se analizaba. Como ejemplo está la descripción de un cuadro
que hace uno de los ciegos cuando está relatando lo último que vio antes de perder la
vista. Se trata de un cuadro que parece contener todos los cuadros del mundo y, por
ende, todos los estilos europeos de pintura. A medida que el ciego lo va describiendo, los
demás ciegos afirman que es un cuadro holandés, español, inglés o italiano. Con ello,
podemos advertir que la ceguera les proporciona a los ciegos una forma de ver un
cuadro, de analizar cada uno de los elementos presentes en él; es decir, los ciegos llevan
a cabo un análisis y una forma de ver el arte que no habían practicado antes, aun siendo
videntes. De esta forma, los ciegos, con el relato del cuadro, hacen un recuento de los
86
temas más frecuentes en la historia del arte con el propósito de saber quién es el autor
del cuadro:
Había también allí una mujer con un niño en el regazo, Mujeres con niños en el regazo
es lo más visto en pintura, Realmente, ya me había dado cuenta […] Y había unos
hombres comiendo, Han sido tantos los almuerzos, las meriendas y las cenas en la
historia del arte, que por sólo esa indicación no me es posible saber quién comía […]
También había una mujer desnuda, de cabellos rubios, dentro de una concha que flotaba
en el mar, y muchas flores a su alrededor, Italiano, claro, Y una batalla, Estamos como
en el caso de las comidas y de las madres con niños en el regazo, eso no es suficiente
para saber quién lo pintó. (Saramago, 2000, p. 152).
inmundo, cruel y gobernado por la dictadura de los “ciegos malvados”, como son
nombrados en la novela. Este grupo de ciegos, de un día para otro, se hacen con el poder
y obligan a los demás ciegos a pagar por la comida con las pocas pertenencias de valor
que tengan:
Lo dicho, y no hay vuelta atrás, a partir de hoy seremos nosotros quienes nos
encarguemos de la comida, están avisados todos, y que no se le ocurra a nadie salir a
buscarla, vamos a poner guardias en esta entrada, y quien se acerque las va a pagar, de
aquí en adelante, la comida se vende, y quien quiera comer tendrá que aflojar los
cuartos. (Saramago, 2000, pp. 162-163).
Aún peor: cuando los ciegos malvados roban todas las pertenencias de los demás ciegos,
a los dictadores se les ocurre que ahora serán las mujeres las que tendrán que pagar por
87
la comida acostándose con ellos, porque, argumentan, no hay suficientes mujeres en el
ala del edificio donde se encuentran. En otras palabras, los ciegos del manicomio
pierden la vista, pero también la humanidad y la dignidad, lo que, por otra parte,
recuerda a la literatura del Holocausto, donde las personas son llevadas a extremos de
lleno de terror y desesperación. Esta pérdida del sentido de lo humano se observa cuando
los dictadores recogen los pocos bienes de los demás para hacerlos pagar por la comida,
Serías capaz de robar a tu propia madre, imagínense, como si una ignominia así, y otras
de mayor consideración, para ser cometidas, tuvieran que esperar al día en que toda la
gente se quedara ciega y, por haber perdido la luz de los ojos, perder también el faro del
respeto. (Saramago, 2000, p. 191).
Con ello, se observa que la gente pierde la vista tanto literal como metafóricamente,
pues no se dan cuenta de su propia maldad, y es por esto que podríamos llamar a este
Dentro del manicomio hay sólo un personaje que conserva tanto la vista como la
los pasillos llenos de excrementos humanos, la ropa y las camas sucias, el olor fétido que
despiden los cuerpos, etcétera, piensa: “De qué me sirve ver. Le servía para saber del
88
horror más de lo que hubiera podido imaginar alguna vez, le servía para desear estar
ciega, nada más que para eso” (Saramago, 2000, p. 176). Debido a que conserva la vista,
la mujer del médico está consciente de la crueldad, la abyección y el horror del país de
los ciegos, pero no puede hacer nada para remediar la situación, ya que decide fingir que
está ciega para evitar abusos de los demás. Entonces, se comprende que su situación sea
cansancio, la mujer desea tener los ojos “vueltos hacia dentro, más, más, más, hasta
misma y también, de ver el horror que la rodea. Ella sí tiene los ojos vueltos no sólo
Para concluir este apartado, se puede señalar que la ceguera funciona de manera
una potente carga metafórica, pues para todos es claro, por ejemplo, que cuando alguien
dice “estar ciego de amor” o “no hay más ciego que quien no quiere ver” no estamos
sobre la ceguera. Este motivo literario es, quizá, el más importante de todos, y es el que
le da sentido a la novela.
89
5.3. La ceguera como metáfora y parábola en Ensayo sobre la ceguera
alegoría y metáfora de algo más. En este caso, la ceguera es presentada como detonante
peor que puede tener un ser humano, ello se relaciona con la maldad, la
sus categorías; por otro lado, potencia lo mejor del ser humano, como en el caso de la
mujer del médico, quien en medio del caos y el horror, al ser la única que tiene ojos,
decide cuidar y ayudar a salir adelante a sus compañeros, aun cuando sabe que es
producen sentimientos y valores como la empatía, el amor, la protección, etc., y por ello
crece como ser humano, lo que nos recuerda la categoría de la ceguera como
potenciadora de valores positivos que apuntaba Jernigan sin llegar a ser virtud absoluta.
Finalmente, la ceguera está funcionando como una alegoría, símbolo o parábola. Como
función pedagógica, cosa que Saramago buscaba en sus obras puesto que consideraba a
la obra como una summa en la que cabía tanto la filosofía como el drama, la poesía, la
90
(2007), la parábola es un tipo de discurso figurativo cuyo:
Alcance exacto varía según los contextos. En estos significados subyace la idea de que
la parábola pone frente a y se describe como una palabra figurativa (imagen), cuyo
sentido (concepto o enseñanza) hay que buscar más allá de ella misma. (p. 4).
es literal, sino que debe ser deducido por el lector o el oyente. De esta forma, la parábola
también increpa e interroga al lector sobre sus propios valores, enseñanzas o creencias.
Quizá el ejemplo más famoso de las parábolas sean las pronunciadas por Jesús a
sus discípulos, aunque, en este caso, siguiendo a Muñoz (2007), estas parábolas tienen
un sentido que ha dejado de ser pedagógico para volverse mayéutico, pues en lugar de
preguntarnos “¿Qué es una parábola sino una apertura sobre el imaginario, una
Muñoz, 2007). Entonces, la parábola, aunque sea un discurso simbólico, habla sobre
aspectos de la realidad más cotidiana para problematizarlos. En este caso, Ensayo sobre
la ceguera tiene como tema principal la ceguera, pero al ser tratada como parábola, el
tema dice “algo más”, es decir, tiene un sentido subyacente. Este sentido, que se
la ceguera funciona como medio para mostrar lo que es verdaderamente el ser humano
91
Lo anterior se muestra a lo largo de la novela, dado que el sentido metafórico es
directo de la ceguera como parábola cuando uno de los ciegos, el viejo de la venda
negra, relata cómo se quedó ciego. Es preciso señalar que este personaje carece de un
ojo, dado que, antes de que la epidemia aconteciera, lo pierde a causa de las cataratas. El
anciano relata:
Me quedé ciego cuando estaba mirando mi ojo ciego, Qué quiere decir, Muy sencillo,
sentí como si el interior de la órbita vacía se estuviera inflamando, me quité el parche
para comprobarlo, y en ese momento me quedé ciego, Parece una parábola, dijo una voz
desconocida, el ojo que se niega a reconocer su propia ausencia. (Saramago, 2000, p.
150).
Cuando la ceguera blanca afecta a toda la población del anónimo país donde se
recuperar el respeto y la dignidad, valores propios de las personas. Sin embargo, esto es
válido aun cuando la gente puede ver; en otras palabras, incluso con ojos, los seres
El miedo ciega […] Son palabras ciertas, ya éramos ciegos en el momento en que
perdimos la vista, el miedo nos cegó, el miedo nos mantendrá ciegos […] Entonces
preguntó el ciego de la venda negra, Cuántos ciegos serán precisos para hacer una
ceguera. (Saramago, 2000, pp. 152-153).
92
Pronto se verá que son muchos los ciegos que hacen una ceguera, pero además, se trata
No es sólo el estado a que rápidamente llegaron las letrinas, antros fétidos, como
deberán ser, en el infierno, los desagües de las almas condenadas, sino también la falta
de respeto de unos o la súbita urgencia de otros que, en poquísimo tiempo, convirtieron
los corredores y otros lugares de paso en retretes que empezaron siendo de ocasión y
acabaron siendo de costumbre. Los despreocupados o los urgidos pensaban, No tiene
importancia, nadie me ve, y no iban más allá. (Saramago, 2000, pp. 154-155).
En el manicomio donde los primeros ciegos son confinados, nadie se preocupa por
mantener limpio el lugar, aun cuando más de doscientas personas viven allí. De hecho,
uno de los personajes afirma que el manicomio ya es de por sí un infierno, pero que
la parábola de los ciegos en el manicomio le hace ver al lector la maldad que hay en el
ser humano, misma que no puede ser reprimida (al contrario, se exacerba) en momentos
“Probablemente, sólo en un mundo de ciegos serán las cosas lo que realmente son, dijo
el médico, Y las personas, preguntó la chica de las gafas oscuras, Las personas también,
nadie estará allí para verlas” (Saramago, 2000, p. 149). En resumen, como dice la chica
de las gafas oscuras, todos estaban ciegos antes de perder la vista, y esto es algo que
apela al lector. Saramago quiere transmitir, por medio de Ensayo sobre la ceguera, que
93
Tal como se ha dicho, los ciegos fundan una nueva patria en el manicomio. A
medida que el país de ciegos empieza a poblarse, inevitablemente un grupo (el de los
“ciegos malvados”) se hace con el poder por medio de un símbolo: una pistola. Como en
todo juego de poder, existe un dominante y un dominado, y aquí, los dominados son los
ciegos que viven en el ala derecha, a quienes, como ya se dijo, se les obliga a pagar por
la comida, primero con lo poco de valor que lograron extraer de sus casas antes de
quedarse ciegos y luego con las mujeres. Entonces, otra enseñanza que se puede
observar en Ensayo sobre la ceguera es la necesidad de poder del ser humano. La lucha
de poder trae consigo consecuencias fatales para los ciegos del manicomio, quienes se
visto que aquí nadie puede salvarse, la ceguera también es esto, vivir en un mundo
porque, tal como lo enseña la parábola, el ser humano se encuentra ciego ante su propia
ceguera como metáfora y parábola lo constituyen los nombres de los personajes. Como
se ha visto a lo largo de las citas de la novela, los personajes no tienen nombres propios,
sino que son aludidos mediante una característica especial; así, al hombre que se queda
ciego al inicio de la novela, mientras está manejando, se le llama “el primer ciego”, pero
también están como personajes principales “la chica de las gafas oscuras”, “el niño
estrábico”, “el médico”, “la mujer del médico” y “el viejo de la venda negra”. De
94
acuerdo con Fonseca (2008), el hecho de que los personajes sean nombrados de esa
ven inmersos los ciegos, pues no sólo carecen de nombre, sino que nunca se preocupan
por saber cómo se llaman sus compañeros de infortunio. Ello, por supuesto, contribuye a
Tan lejos estamos del mundo que pronto empezaremos a no saber quiénes somos, ni
siquiera se nos ha ocurrido preguntarnos nuestros nombres, y para qué, ningún perro
reconoce a otro perro por el nombre que le pusieron, identifica por el olor y por él se da
a identificar, nosotros aquí somos como otra raza de perros, nos conocemos por la
manera de ladrar, por la manera de hablar, lo demás, rasgos de la cara, color de los ojos,
de la piel, del pelo, no cuenta, es como si nada de eso existiera. (Saramago, 2000, p. 71).
éstos de que se han convertido en animales, lo cual sucede muy pronto, casi en el mismo
momento en que llegan al manicomio. Además de perder la vista, los ciegos pierden la
propia identidad: ya nadie le pregunta a los demás sobre su color de ojos, de piel, de
cabello, o incluso sobre su vida antes de quedar ciegos. Ahora, secuestrados por la
los cuales los ciegos se dejan arrastrar hasta llegar a un abismo de muerte y de violencia.
Se ha señalado que las parábolas apelan a los propios valores y costumbres del
95
qué manera apela la deshumanización al entendimiento del lector. Observemos lo que
los ciegos pierden, además de la vista: la identidad, la dignidad y la piedad. Todo ello
son características propias del ser humano, y Saramago, con esta parábola de los ciegos
en el manicomio, hace un recorrido por una cuestión filosófica, es decir, todo lo que
hace humano al ser humano. De acuerdo con Fonseca (2008), para salir del abismo
replantear los valores morales que nos hacen seres humanos. Así, señala que es
necesario:
Entender la identidad individual como algo que se debe construir a partir de una
investigación y de una búsqueda constantes, la cual se debe alejar en ciertos momentos
de las presiones del mundo contemporáneo. En ello radica también ese retorno de los
protagonistas a la ciudad, a su antiguo lugar de origen, para darse cuenta del fracaso de
la antigua sociedad que propiciaba más la deshumanización que la humanización.
(Fonseca, 2008, p. 57).
cita anterior, cuando finalmente salen del manicomio y regresan a la ciudad, los ciegos
personajes que logran mantenerse íntegros; uno de ellos es, como ya se ha señalado, la
mujer del médico. Sin embargo, el viejo de la venda negra muestra algunos trazos de
96
humanidad. Ello se ve no solamente cuando llega al manicomio y le pregunta a los
demás qué fue lo último que vieron, sino también cuando se da cuenta de que la mujer
Mataría con mis manos a quien le denunciase, Por qué, preguntaron los del corro,
Porque si todavía tiene algún significado la vergüenza, en este infierno al que nos
arrojaron y que nosotros convertimos en infierno del infierno, es gracias a esa persona,
que tuvo el valor de ir a matar a la hiena en el cubil de la hiena, Sí, claro, pero no será la
vergüenza quien nos llene el plato, Quien quiera que seas, tienes razón, siempre hubo
quien se llenó la barriga con la falta de vergüenza, pero nosotros, que nada tenemos ya, a
no ser esta última y no merecida dignidad, seamos capaces, al menos, de luchar por los
derechos que son nuestros. (Saramago, 2000, pp. 224-225).
La ceguera les da la oportunidad a los ciegos de luchar por los últimos restos de
humanidad que les quedan y de cuestionar los valores que los regían antes de quedar
ciegos. Cuando el médico y su mujer salen del manicomio y recorren la ciudad, llegan a
una iglesia en donde todos los santos y las imágenes religiosas se encuentran cubiertas
con un manto blanco o con los ojos pintados de blanco. Esta ceguera de Dios apunta a
que los seres humanos necesitan imágenes más acordes con su realidad y con su
contexto inmediato, y apela al cuestionamiento de las normas sociales, que, como hemos
políticos, las relaciones sociales, los medios de producción, etcétera, están establecidos
por una cadena de valores impuesta por el poder hegemónico. Las personas aceptan
estos sistemas, los cuales acaban “cegándolos”, pues nunca los cuestionan. Entonces, lo
97
todos esos sistemas sociales. Podemos apuntar que la ceguera blanca es una especie de
“purificación”, con la cual las personas se dan cuenta de todo lo que dan por sentado, y
así, serán capaces de reevaluar esos valores y de reconstruirse, de buscar una nueva
vienen dados por la racionalidad, es decir, por la vista, y los nuevos valores, descubiertos
y también construidos gracias a la ceguera blanca, estarán dados por la intuición, “en
p. 58).
Antes de concluir este apartado, es necesario insistir sobre por qué Saramago
la poderosa carga metafórica que hemos dicho que tiene la ceguera, ésta funciona como
económicos que, la mayoría de las veces, se dan por sentados. El ser humano siempre
de su vida. Sin embargo, a veces, tal como nos lo enseña la novela de Saramago, nos
encontramos “ciegos” ante nuestra propia realidad, la negamos y no hacemos nada por
cambiarla. La ceguera blanca funciona, en este caso, como motor que mueve al cambio a
una sociedad, pues al darles la ceguera, les da también la oportunidad de renacer en una
sociedad mucho más justa y humana. Habría sido difícil transmitir este mensaje si
Saramago hubiera elegido otra discapacidad, pues la metáfora de la vista, en este caso,
funciona como introspección del ser humano hacia su interior y hacia sus propios
valores.
98
Finalmente, Saramago considera importante que su obra no sea fácil para el
lector, sino que lleve a éste más allá a sacar sus propias conclusiones analizando lo leído,
La verdad es que quien se enfrente con un libro mío, en especial con las novelas, se
encuentra en una situación un poco complicada... Cuando yo elimino prácticamente toda
la puntuación, busco que el lector no lea pasivamente sino que construya el texto, gracias
a esa voz que debe estar escuchando, yo propongo al lector un texto incompleto.
(Saramago, s.f., citado en Peña, s.f., párr. 9).
Para este apartado es preciso recordar algunos aspectos sobre la prótesis narrativa
el caso de Ensayo sobre la ceguera nos interesa resaltar la manera en que la ceguera
funciona como metáfora; más aún, siguiendo a Mitchell y Snyder (2000), el cuerpo
que se quiere transmitir en el discurso literario. Sin embargo, se trata de una metáfora
bastante profunda, ya que, de acuerdo con los autores, “Literary narratives revisit
disabled bodies as a reminder of the ‘real’ physical limits that ‘weigh down’ trascendent
99
49). En Ensayo sobre la ceguera vemos de qué manera la pérdida de visión funciona
como metáfora de algo más, es decir, metáfora de la verdadera condición del ser humano
discapacidad, llama la atención del lector, y éste hace que se pregunte qué le ha pasado,
por qué está así, qué ha afectado su cuerpo y qué repercusiones tendrá esta condición a
lo largo del texto. Esto no sucede con personajes cuyo cuerpo es “normal” y
transparente, pues estos cuerpos, tal como muchas otras cosas, se dan por sentado y se
toman como algo cotidiano. Debido a lo anterior, Mitchell y Snyder (2000) consideran
que la discapacidad llama la atención sobre un personaje y, a la vez, hace que nos
identidad del personaje en cuestión, pero también se dirige a los personajes con cuerpos
“normales”, pues al convivir con éstos, los valores y normas sociales se colocan bajo la
luz de los cuestionamientos morales y éticos. En otras palabras, “El cuerpo metaforiza lo
social y lo social metaforiza al cuerpo” (Le Breton, 2002, citado en Mazzaferro, 2010, p.
157).
social; recuérdese que, por ejemplo, socialmente la mano derecha ha predominado sobre
100
la izquierda, pues este lado se concibe como malo o incorrecto. En términos de género,
humana (Mazzaferro, 2010). Con estos breves ejemplos, es posible advertir las cargas
incluyendo al cuerpo del desalmado, del rico, del pobre o del discapacitado. En el
capítulo 1 se señalaba que, por ejemplo, la codicia se relacionaba con un cuerpo obeso; y
en cuerpos deformes o discapacitados tienen, según Mazzaferro (2010), una liga con las
afirma:
Es la trama de la simbología social la que lo define [al cuerpo], la que le otorga su lugar,
le indica sus modos de actuar, los recorridos que emprender. Y esta trama de sentido
depende íntimamente de las relaciones de poder. (p. 158).
Tal como se ha visto, los personajes de Ensayo sobre la ceguera viven la pérdida de
sistemas políticos y las relaciones de poder a que están sometidos. Sin embargo, antes de
importante carga ideológica incluso en refranes y dichos del habla popular, como “no
hay peor ciego que el que no quiere ver”, “el amor es ciego”, “a ojo de buen cubero”,
101
“los ojos son la ventana del alma” y otros que están en Ensayo sobre la ceguera, como
“en tierra de ciegos, el tuerto es rey”. Con todo ello se afirma que la vista es el sentido
de la racionalidad y del conocimiento, dado que mediante los ojos captamos la realidad
el ya citado refrán “no hay peor ciego que el que no quiere ver”, es decir, no hay nada
sentido metafórico se refiere tanto a la conciencia del ser humano sobre la realidad
que causan los sistemas políticos y las relaciones de poder; sin embargo, la religión en la
esposa entran a una iglesia y se dan cuenta de que las imágenes de los santos también se
encuentran “cegadas”:
No vas a creer lo que te digo, pero todas las imágenes de la iglesia tienen los ojos
vendados, Qué extraño, por qué será, Cómo voy a saberlo yo, puede haber sido obra de
102
algún desesperado de la fe cuando comprendió que iba a quedarse ciego como los otros,
puede haber sido el propio sacerdote de aquí, tal vez haya pensado justamente que, dado
que los ciegos no podrían ver a las imágenes, tampoco las imágenes tendrían que ver a
los ciegos, Las imágenes no ven, Equivocación tuya, las imágenes ven con los ojos que
las ven, sólo ahora la ceguera es para todos. (Saramago, 2000, p. 362).
En el pasaje anterior, se hace una alusión velada a que las imágenes religiosas, e incluso
Dios mismo, son concepciones creadas por el hombre, puesto que, como dice la mujer
del médico, “las imágenes ven con los ojos que las ven”. Es decir, es la humanidad quien
crea a Dios “a su imagen y semejanza”, y después, la misma humanidad “se ciega” con
los preceptos dictados por cualquier religión. En este caso, la religión funciona como un
sistema opresor dirigido por una entidad superior, fuera del alcance y del entendimiento
del hombre, que manipula y dirige a éste a su antojo. Sin embargo, con el cambio que
religión sobre las personas y, por ello, la gente decide “cegar” a los santos y a Dios
mismo, es decir, decide anular los preceptos religiosos anteriores para buscar un nuevo
sistema de fe. En este sentido, Espinel (2012) menciona que al hombre “debe otorgarse
el poder de la inminente y […] riesgosa postura de tomar las riendas y aceptar que es el
causante de los problemas materiales y espirituales” (p. 11). Esto forma parte de la
dado que es verdad que los sistemas económicos, políticos, sociales y religiosos
controlan, deshumanizan y privan de la identidad a los seres humanos, pero sólo ellos
Hay un sistema social más que se cuestiona en Ensayo sobre la ceguera; se trata
103
de los medios de comunicación. Dado que la pérdida de visión afecta a la población de
así como sucede, pues en la novela se narra la manera en que los noticiarios de radio y
televisión cubren la noticia del “mal blanco”. Así, cuando la epidemia inicia y todavía
son pocos los afectados, en los medios de comunicación se formula “el piadoso voto de
que los infelices ciegos recuperen en breve la visión perdida, prometiéndoles, entretanto,
(Saramago, 2000, p. 143). Se trata de un discurso oficial, controlado por el gobierno del
país de ciegos ―un gobierno que, tal como se verá a medida que el mal blanco se
intenciones, ya que en Ensayo sobre la ceguera se advierte cómo los primeros ciegos
tiene las condiciones mínimas para albergar a un grupo nutrido de gente: los camastros
son insuficientes, no hay agua, no se colocan señalamientos o signos para que los ciegos
puedan ubicarse dentro del edificio, no existen artículos de limpieza o los que se
requieren para ciertas situaciones ―por ejemplo, cuando un ciego muere, los demás se
dan cuenta de que no hay palas para hacer un agujero en la tierra y enterrarlo
dignamente―.
totalidad de los habitantes del país donde se desarrolla la novela de Saramago; entonces,
104
gente al tanto de lo que pasa con la enfermedad que los aqueja, y la sociedad se queda
sin noticias sobre una posible cura para la ceguera, los medios de comunicación dejan de
porque viven:
ciegos que son confinados allí, ahora vemos que la pérdida de humanidad y dignidad se
encuentra también fuera, en las calles de la ciudad. Ya no importa cubrir las noticias
con el otro, sobre todo con el deforme o el discapacitado, sino solamente el morbo que
justamente, del mal blanco. Aquí, el cuerpo discapacitado es visto no como el cuerpo
humano de un individuo con una identidad y una historia personal propia, sino como una
humanitario.
los ciegos, porque, aunque al principio mucha gente se ofrece a llevarles comida a los
105
invidentes del manicomio, lavarles la ropa y prestarles otras atenciones, estas mismas
empatía son casi inexistentes, pues además de que son incapaces de ayudarse los unos a
los otros, la gente también se convierte en seres abyectos, malvados, crueles, que se
dentro del manicomio, pero en este punto es necesario observar las reacciones del
gobierno de afuera, del país anónimo de Ensayo sobre la ceguera. Como se ha dicho,
cuando se desata la epidemia, la reacción del gobierno es confinar a los primeros ciegos
personas. Luego, una vez que la ceguera blanca va afectando a más y más personas, el
Defender la idea de que debería ser cosa de las familias el guardar a sus ciegos en casa,
sin dejarlos ir a la calle, a fin de no complicar el ya difícil tráfico, ni ofender la
sensibilidad de las personas que aún veían con los ojos que tenían y que, indiferentes a
las opiniones más o menos tranquilizadoras, creían que el mal blanco se contagiaba por
contacto visual, como el mal de ojo. En efecto, no era legítimo esperar una reacción
distinta de alguien que, abismado en sus pensamientos […] veía cómo se transformaba la
expresión de una persona que caminaba en su dirección, cómo se dibujaban en su rostro
las señales todas del terror absoluto, y luego el grito inevitable, Estoy ciego, estoy ciego.
No había nervios que resistieran. (Saramago, 2000, p. 145).
106
De esta forma, el cuerpo discapacitado pone en entredicho, una vez más, las normas y
los valores éticos y morales que, a primera vista, nos parecen inamovibles e
porque son un símbolo de terror y una amenaza para los que todavía conservan la vista,
pues se extiende la creencia de que el mal se contagia viendo a alguien afectado por éste.
cotidiana, dado que la expresión de sus rostros y los gritos que dan cuando finalmente
crea un estigma con el que son señalados los ciegos, a quienes, por ese mismo estigma,
se les confina a sobrevivir, por sus propios medios, en lugares apartados de la sociedad,
inmundos, como si el lugar donde son obligados a vivir fuera un reflejo de la situación
El trato que el gobierno les da a los ciegos es una muestra de lo que dice la chica
ciegos antes de perder la vista”. Aquí la ceguera es tratada como falta de cordura y de
humanidad, una falta que el gobierno expone cuando tiene que tomar el control de la
epidemia de ceguera blanca. Cuando este mal alcanza incluso al gobierno, lo que les
permite a los ciegos escapar del manicomio, éstos se preguntan “Habrá un Gobierno,
dijo el primer ciego, No lo creo, pero, en caso de que lo haya, será un gobierno de ciegos
107
gobernando a ciegos, es decir, la nada pretendiendo organizar la nada” (Saramago, 2000,
p. 291). Lo anterior es válido también para un país de personas “normales”, que, aun
incapaces de ver la miseria humana. Aunque es necesario señalar que nadie se salva,
pues los ciegos gobiernan a los ciegos, es decir, la población civil se encuentra “cegada”
de comunicación, los cuales están controlados por el gobierno y son sus voceros
principales.
En este sentido, llama la atención la reflexión a la que llega la mujer del médico
(la única que, como se ha dicho, conserva los ojos, lo que quiere decir que conserva la
cordura y el sentido de humanidad), dado que les dice a los otros ciegos:
Puede que la humanidad acabe consiguiendo vivir sin ojos, pero entonces dejará de ser
la humanidad, el resultado, a la vista está, quién de nosotros sigue considerándose tan
humano como creía ser antes, yo, por ejemplo, he matado a un hombre. (Saramago,
2000, p. 291).
La mujer del médico mata al ciego líder de los “malvados” del manicomio, los que se
hacen con el poder y empiezan a exigir pagos por la comida, primero con bienes y luego
reclamando los cuerpos de las mujeres de la otra ala del edificio. Llama la atención que
la mujer del médico no mata al líder malvado cuando éste está abusando de ella, incluso
cuando se le presenta la oportunidad, sino que lo hace después, colándose entre otro
grupo de mujeres que iban a ser violadas. La mujer del médico mata al líder malvado no
108
sólo para librarse ella misma de los abusos, sino para salvar a todas las demás mujeres
como un hecho de crueldad, sino como uno de rebelión simbólica ante las estructuras de
más, por lo que no se permite una lectura literal de la discapacidad; es por ello que ésta
The representation of disability has both allowed an interrogation of static beliefs about
the body and also erupted as the unseemly matter of narrative that cannot be textually
undone. We therefore forward readings of disability as a narrative device upon which the
literary writer of “open-ended” narratives depends for his or her disruptive punch.
(Mitchell y Snyder, 2000, p. 49).
Es necesario aclarar que el concepto de “open-ended narratives” tiene que ver con el de
lecturas que puede tener un texto; a la vez, se espera que el lector tome un papel activo
109
para advertir toda la gama de sentidos y significados presente en un texto (Eco, 2013).
En este caso, se han podido advertir las posibles lecturas de Ensayo sobre la ceguera, ya
que, en esta novela, la ceguera no es sólo un símbolo literal, sino una metáfora que opera
se puede afirmar que la discapacidad sí funciona como elemento simbólico que, además,
apela y cuestiona a los que tienen “cuerpos normales”, es decir, a los que todavía
conservan la vista.
como pérdida de la identidad: una vez que pierden la vista, las personas no saben
quiénes son ellos mismos ni quiénes son los demás, y olvidan cómo era la vida antes de
quedarse ciegos; y tercero, la ceguera como aceptación pasiva del control que ejercen las
en el momento en que el médico y su esposa entran a la iglesia y ven que todos los
santos están “cegados”, y, finalmente, cuando los noticiarios dejan de transmitir las
noticias relacionadas con la epidemia. Sin embargo, no hay que olvidar que el mal
blanco padecido por un país entero es también una parábola y, como tal, contiene una
enseñanza. En este caso, con la ceguera las personas son capaces de darse cuenta de todo
lo que está mal en la sociedad, desde la maldad que está presente en cada uno de los
110
religiosos. Entonces, la ceguera de Ensayo sobre la ceguera es, además de una
discapacidad fisiológica, una metáfora tanto de la ceguera individual (pues las personas
no pueden advertir lo crueles que pueden llegar a ser) como de la ceguera social, puesto
que observamos injusticia, maldad y abyección también en el gobierno del país ciego.
texto en cuanto a su construcción formal y las distintas maneras en que opera la metáfora
Para observar el aporte con el que ha contribuido Ensayo sobre la ceguera al motivo de
trabajo. Analizando las categorías de esos autores, así como el contexto histórico y los
Ensayo sobre la ceguera y qué luces arroja sobre el estudio de esta discapacidad en los
111
sobre la ceguera a las categorías “ceguera y crítica social” y “la voz de la ceguera”. En
la primera categoría, los ciegos de la novela de Saramago son muy similares a los de Los
ciegos, los tontos, novela de Camilo José Cela con la que Cruz Mendizábal (1995)
poder entre los ciegos; ya se ha visto este juego en la novela de Saramago, sobre todo en
el manicomio, cuando una parte de las personas recluidas allí es obligada a pagar por la
comida. Mientras tanto, en Los ciegos, los tontos, al final de la narración los ciegos
“fuertes” apalean a los débiles, a quienes se estigmatiza con un cencerro, como el que
llevaban los leprosos en el pasado; todo ello sucede ante la mirada divertida de las
autoridades, quienes observan desde el balcón y gritan “¡viva España!” En este sentido,
ambas novelas nos dicen que “necesitamos mano dura, alguien que nos dirija por el
reflejado en la novela de Saramago, pues pronto se vuelve evidente que los ciegos no
pueden hacer nada por ellos mismos, ni siquiera las funciones humanas más básicas,
como asearse, ir al baño o limpiar su ropa y su espacio personal. Al final, quien acaba
guiando a algunos ciegos para hacer todas esas actividades es la esposa del médico.
(1995) toma como ejemplo la obra de teatro El concierto de san Ovidio, de Antonio
monja de un hospital para que deje tocar a los ciegos ahí, con el pretexto de ayudarlos.
112
Sin embargo, uno de los ciegos, David, se da cuenta de la situación y trata de hacerles
ver a sus compañeros que lo que hace Valentín no es ayudarlos sino utilizarlos como
David; tampoco lo hace Valentín cuando éste le reclama y, finalmente, el malvado muere
a manos de David.
de san Ovidio, y la mujer del médico, de Ensayo sobre la ceguera, pues es ella quien,
hacia el final de la novela, les dice a los ciegos que no es posible continuar en la misma
por el médico, la mujer del médico, el viejo de la venda negra, la chica de las gafas
oscuras, el niño estrábico, el primer ciego y su mujer llega a la casa de los dos primeros,
Para las necesidades habrá un cubo en la terraza, sé que no es agradable ir ahí fuera, con
la lluvia que ha caído y el frío que hace, pero siempre es mejor eso que llenar la casa de
malos olores, no olvidemos lo que fue nuestra vida durante el tiempo en que estuvimos
internados, bajamos todos los escalones de la indignidad, todos, hasta la abyección.
(Saramago, 2000, p. 313).
Tanto David como la mujer del médico son “la voz de la ceguera” porque son los únicos
que se dan cuenta de lo insoportable de la situación; a su vez, son los únicos que
experimentan cierta urgencia por recuperar la identidad y la dignidad. Sin embargo, para
la mujer del médico la situación no es fácil, porque tiene que enfrentarse a una sociedad
113
si se enteran de que puede ver. Por todo esto, se puede advertir la dureza del universo
creado por Saramago en Ensayo sobre la ceguera, ya que, si bien es cierto que a unos
pocos ciegos les quedan todavía los ojos de la mujer del médico para ver, a ésta le será
imposible cambiar la situación, dado que no puede cuidar ni guiar a tantos invidentes.
podría estar en la categoría llamada “la ceguera como poder compensatorio”. Para
ejemplificar esta tipología, Jernigan (1974) acude a, sobre todo, obras como Sir Nigel, de
Arthur Conan Doyle, cuyo personaje ciego tiene un oído excepcional con el que ayuda a
ceguera no tienen un poder especial o algo que “compense” su ceguera, los ciegos del
grupo que logran escapar del manicomio tienen los ojos de la mujer del médico, lo que
les hace la vida más tolerable dentro del manicomio y también fuera de él, cuando llegan
a la casa del oftalmólogo y de su esposa. Gracias a la esposa del doctor, los ciegos se
alimentan e incluso pueden visitar sus casas, aunque sea sólo por la nostalgia que sienten
de “ver” algo conocido y amado desde antes de que la epidemia empezara. En otras
palabras, la mujer del médico es quien les proporciona a los ciegos de su grupo algo de
esperanza, así como una vida más llevadera y tolerable dentro de la desgracia. Además,
los ciegos del grupo comienzan a recuperar su identidad también gracias a la mujer del
114
médico; podemos advertir esto en el siguiente diálogo entre la esposa del primer ciego y
la chica de las gafas oscuras, que ocurre cuando todos están ya en la casa del doctor y de
Cuántos años tienes, preguntó la chica de las gafas oscuras, Me acerco a los cincuenta,
Como mi madre, Y ella, Ella, qué, Sigue siendo guapa, Lo era más antes, Es lo que nos
pasa a todos, siempre hemos sido más alguna vez. (Saramago, 2000, pp. 319-320).
pregunta por la vida de los demás antes de la ceguera, y tampoco hay gente que piense
diálogo anterior, sin embargo, se nota que, al menos la chica de las gafas oscuras y la
Saramago son la visión y los valores humanitarios encarnados por la mujer del médico,
elementos que constituyen una ayuda muy importante en la vida de los ciegos del grupo
la ceguera es “la ceguera como indefensión, locura e idiotez”, para la cual el autor toma
como ejemplo la obra de teatro Los ciegos, de Maurice Maeterlinck. Esta obra, inscrita
dentro del teatro simbolista, presenta a un grupo de doce ciegos que se encuentran
esperando, en un bosque, al guía que los llevará al refugio, sin saber que ese mismo guía
115
Condición física y como metáfora dentro y fuera de la escena. La ceguera del espectador
que está inmerso en la penumbra y que tiene la sensación de no estar entendiendo algo,
una percepción de que algo se escurre, la intuición de que algo es más grande que
nosotros y no lo podemos abarcar con el intelecto. (Komiseroff, 2016, párr. 4).
puesto que en ambas la ceguera funciona como condición física y como metáfora; y
también, en las dos obras, la metáfora funciona “dentro y fuera de la escena”: en el caso
apela al lector, dado que hace que éste se pregunte sobre su propia maldad y sobre la
dos obras citadas funciona para mostrar la locura, la idiotez y la fragilidad del ser
particular (es decir, en cada individuo ciego, especialmente en los que se encuentran en
el manicomio) como en lo general (en las estructuras más grandes, como las políticas o
las religiosas). Este símbolo apela al público y al lector, pues la sociedad se encuentra
cegada por sus propios vicios, y Maeterlinck y Saramago buscan poner esto de
importante, ya que, como hemos señalado, los ojos y la pérdida de la vista tienen una
116
carga metafórica muy fuerte en la sociedad occidental, tal como lo muestran los dichos y
refranes populares que se dicen y escuchan a diario. Cuando el público o los lectores se
enfrentan a obras que tratan la ceguera como un mal social o como una epidemia que
ciega ante los vicios, la corrupción, la maldad y la abyección humana, esto crea un
choque entre las propias creencias y el mundo presentado por la obra literaria. Los
lectores, al igual que los personajes de Ensayo sobre la ceguera, no saben que están
ciegos incluso cuando pueden ver perfectamente, porque dan por sentado y no
cuestionan muchas cosas que están a su alrededor; sin embargo, una novela como la de
Saramago expone un mundo de ficción con el cual el público puede hacer catarsis y
observar lo que pasa cuando pierde su identidad o sus valores morales. Todo lo anterior
constituye uno de los aportes de Ensayo sobre la ceguera en cuanto a la recepción que
donde podría añadirse Ensayo sobre la ceguera. En esta categoría se encuentran obras
Leigh, un pirata y ladrón que se embarca al Nuevo mundo, “purifica” sus malas acciones
al quedar cegado por un rayo que le cae en alta mar. En esta novela, y en la de
Saramago, la ceguera es vista como una condición fisiológica que puede “purgar” a las
personas de sus malas acciones o de sus vicios. Sin embargo, esta purificación no ocurre
nueva sociedad de ciegos. Aun así, se pueden encontrar fragmentos que exponen los
intentos de las personas por recuperar la dignidad, por ejemplo: cuando el viejo de la
117
venda negra llega al manicomio y propone que todos cuenten lo último que vieron, lo
cual muestra el interés de ese personaje en no dejar que se diluya por completo la
identidad de las personas; cuando la mujer del médico mata al jefe de los ciegos
malvados, salvando a todas las mujeres del manicomio de los abusos sexuales; y cuando
el grupo de ciegos que están con el doctor y su esposa llega a la casa de éstos y la chica
de las gafas oscuras empieza a interesarse por la vida de la mujer del primer ciego, lo
En resumen, el rito de purificación que trae consigo la ceguera blanca de Ensayo sobre
en la literatura, porque, aun en medio de la maldad y del desaliento, existe todavía una
Después de la epidemia, nada volverá a ser lo mismo, puesto que todos han pasado por
un rito de purificación que les hizo ver la crueldad y los vicios humanos y, ahora, tienen
la oportunidad de cambiarlos para convertirse en una sociedad mejor y más sabia. Ello,
por otra parte, es lo que le ocurre a Amyas Leigh, de Westward Ho!, quien pasa de ser
ladrón a santo después de quedar ciego, con lo que podemos vislumbrar cierta tradición
este caso, funciona como destierro de la sociedad; la señorita Florence, por ejemplo, no
puede tener hijos, y se insinúa que ello se debe a su ceguera. En Ensayo sobre la
118
dramática, pues no es una sola persona la que pierde la vista, sino todos los habitantes
del país, incluido el gobierno y los servicios sociales. El destierro de los primeros ciegos
se tratara de personas anormales de las que hay que cuidarse porque pueden llegar a ser
discapacidad se presenta de una manera mucho más trágica porque es un mal social. Al
afectar a todas las personas, nadie puede hacerse cargo de abastecer los alimentos, el
agua o la energía eléctrica. Sin estos servicios básicos, los seres humanos se vuelven
frágiles y se ven casi como animales, porque, además, su identidad y sus valores morales
(aspectos de las personas que a menudo se toman como algo fuerte e inamovible) se
diluyen casi de inmediato, lo cual los lleva a un abismo de desesperanza. Esta misma
fragilidad se puede vincular con la obra de teatro Los ciegos, citada anteriormente.
Ensayo sobre la ceguera es “la ceguera como símbolo o parábola”. Dentro de esta
tipología está la obra de Maeterlinck que ya se mencionó, por lo que ahora nos
ocuparemos de “Nieve silenciosa, nieve secreta”, de Conrad Aiken. En este relato corto,
la ceguera es tratada como un tipo de ruptura por parte del protagonista, Paul, que
prefiere encerrarse en su propio mundo nevado (el cual sólo existe en su mente) a
interpretaciones, sobre todo psicoanalíticas, pues cuando fue publicado, en 1932, las
119
teorías de Sigmund Freud estaban en boga. Quizá por ello algunos críticos han
supuesto, este símbolo también está presente en Ensayo sobre la ceguera, pero aquí la
pérdida de la visión no es signo de algún tipo de locura en específico, como podría ser la
esquizofrenia, sino que se trata de una locura “social” que incluye, principalmente, la
símbolo de la ceguera como locura se vuelve una parábola que increpa a los personajes
ciegos y al lector mismo, haciéndole ver la manera en que los vicios humanos y las
Para concluir este apartado, es importante insistir en uno de los aportes más
parábola. Si bien se han revisado varias obras que tratan el tema de la ceguera como una
Saramago sobresale tanto en la forma como en el fondo. No hay que olvidar que este
ensayísticas, sobre todo por parte del narrador, tal como se ha podido ver en el apartado
dedicado al género ensayo. Sin embargo, cabe preguntarse cómo funciona el discurso
Hemos señalado que una de las características del ensayo es la reflexión sobre
120
cualquier tema, siempre y cuando éste sea del interés del autor. Este género, además de
propiciar la reflexión del ensayista, provoca también que el lector se haga preguntas
cuando se enfrenta al texto. En el caso de Ensayo sobre la ceguera las reflexiones del
narrador giran en torno a, por ejemplo, la conciencia moral, tal como se mencionó
ésta. A través de las preguntas que el lector se hace sobre su propio ser, sobre la
autoconciencia y sobre la conciencia que tiene del mundo y de los sistemas que lo rigen
(recuérdese que, de acuerdo con Muñoz [2007], la parábola también puede tener un
sentido mayéutico), será posible llegar a una reflexión mucho más profunda en relación
las que hemos aludido antes, que se enfocan en un solo personaje que es ciego o que
pierde la vista por alguna circunstancia (como el rayo que ciega a Amyas Leigh en
Westward Ho!), Ensayo sobre la ceguera habla de toda una sociedad ciega. La ceguera,
entonces, es “total”, pues al ser sufrida por todos los habitantes del país, la situación se
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El dramatismo de la situación, que la vuelve apocalíptica, se ve aumentado porque la
ceguera no se presenta en un único caso, sino que se convierte en una epidemia que
termina afectando a un país entero. Tal como apunta Ferrero, esto no es nuevo, puesto
que se trata ya desde Edipo, en la Grecia clásica. Sin embargo, Saramago recupera este
tema y lo renueva con la parábola y con el discurso ensayístico. De hecho, una de las
características del estilo de José Saramago es escribir parábolas a partir de una ficción,
que resulta, muchas veces en una novela. Él mismo dijo eso en una entrevista: “Escribo
porque lo que llamamos real ya no sirve de nada, es sólo el resultado de la ilusión, una
especie de sirviente del espejismo” (Saramago, 2000; citado en Ferrero, 2001). Por lo
tanto, es evidente que Ensayo sobre la ceguera debe leerse a profundidad, atendiendo
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Conclusiones
ceguera como metáfora de la condición del hombre moderno occidental y parábola del
se abría esta discusión exponiendo las principales características del ensayo y la manera
libre o artístico y lo riguroso o científico, y que puede tener como objeto de estudio
cualquier tema que se preste a una reflexión profunda. Es por ello que otro de sus rasgos
científicas.
las reflexiones del narrador en cuanto a los valores morales, en la falta que hacen los
algunos refranes o dichos populares que se pueden leer en esta novela. Sin embargo, esta
(publicada por primera vez en 1995), una forma que propicia la reflexión del lector, que
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Ensayo sobre la ceguera. En la sociedad de ciegos, las personas se mueven de forma
no tener fin ni solución. Aquí es necesario apuntar que, al retirar todos los elementos que
hacen ser “humanas” a las personas, se vuelve evidente lo que, precisamente, nos
vergüenza ante el desnudo o ante las secreciones y deyecciones del cuerpo. Entonces, lo
que podemos concluir con todo ello es que José Saramago construye, en Ensayo sobre la
ceguera, una novela de la humanidad. Por otro lado, al ser la narración una parábola, no
se trata solamente de una novela de la humanidad, sino de una novela que apela a la
humanidad, puesto que nos señala todo lo que nos “ciega”; en este caso, las estructuras
contagiados por el mal blanco? Que no debemos dar nada por sentado, y que todo
nuestro contexto, así como nuestra identidad, valores y creencias, debería estar bajo
constante cuestionamiento. En otras palabras, es posible recuperar la vista (tal como les
sucede a los ciegos al final de la novela) y “ver” todo lo que nos controla y manipula
diversos motivos literarios que se han analizado, resulta innovador, sobre todo en lo que
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metáfora de la condición humana y de la identidad personal se ve reflejada en la pérdida
humanidad es un tipo de ceguera que hace que los seres humanos pierdan el rumbo y se
la novela y, en ese sentido, el recurso utilizado por Saramago (es decir, la ceguera) para
descubrir los vicios y las faltas morales de la gente resulta sumamente acertado, por la
carga social que tienen los ojos y la vista en la sociedad occidental, y por lo que
que no hay salvación posible de la epidemia de ceguera, lo que hace aún más
Ensayo sobre la ceguera (1995) es parte de un tríptico “involuntario”, a decir del autor,
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completado con las novelas Todos los nombres (1997) y La caverna (2000). Esta trilogía
don José (único nombre propio que aparece en toda la novela), quien trabaja como
funcionario del Registro Civil. Uno de los pasatiempos de este personaje es coleccionar
fichas de personas famosas, hasta que, un buen día, descubre el archivo de una mujer de
quien se enamora casi instantáneamente y sin siquiera haber visto una fotografía de ella.
Desde ese momento, don José sale de su letargo existencial y se obsesiona con encontrar
Algunos críticos han interpretado esta novela como la lucha o la obsesión por el
poder a la que puede llegar un hombre que sea poseedor de cierto saber, por mínimo que
éste sea. El principal eje para llegar a esta interpretación se encuentra en La vida de los
hombres infames, del teórico francés Michel Foucault. En ese estudio, Foucault propone
sistema educativo, el sistema de salud, e incluso los mismos individuos, han creado
subjetividades. En Todos los nombres se intuye que, gracias a un nombre (es decir,
gracias a un pequeño saber), don José se sentirá con el derecho de poseer a la mujer del
archivo. Estos juegos de poder podrían estar relacionados con los que encontramos en
Ensayo sobre la ceguera, sobre todo cuando los ciegos malvados se apoderan de la
comida y exigen pagos por ella, o cuando abusan sexualmente de las mujeres.
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social. Los personajes principales son Cipriano Algor, alfarero de más de sesenta años, y
su familia; ellos viven en una sociedad posindustrial donde la alfarería es cada vez más
centro comercial al que la familia de Algor (que vive en el campo) tendrá que adaptarse.
cultura de consumo es “la caverna” donde los seres humanos están recluidos. A pesar de
que Saramago señaló que esta novela no tiene nada que ver con el mito de la caverna de
Platón, en realidad los escaparates de las tiendas sobre los que la gente se refleja no
consumo.
Por todo lo anterior, en un estudio futuro sería interesante notar los puntos en
común de esta trilogía sobre la humanidad, compuesta por Ensayo sobre la ceguera,
Todos los nombres y La caverna. Sin embargo, desde ahora ya se intuye que es posible
que este tríptico hable acerca de las pérdidas del ser humano, dado que en Ensayo sobre
importancia del trabajo manual y pierden el sentido de empatía hacia los otros. Con este
análisis, también sería posible exponer la visión de Saramago sobre el ser humano y el
mundo occidental; en otras palabras, sería posible conocer la filosofía del autor sobre los
La segunda línea de investigación que se podría explorar es la que tiene que ver
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con la relación entre Ensayo sobre la ceguera y su adaptación cinematográfica,
Blindness (dirigida por Fernando Meirelles y estrenada en 2008). Si bien la película fue
destrucción masiva que le aporta el director pueden proporcionar otra lectura, quizá
incluso mucho más cruda que la que se presenta en Ensayo sobre la ceguera. Además, es
relevante notar la intención de “microcosmos” que el director del filme le dio al contexto
de la película, pues los actores que interpretan al grupo de ciegos liderados por el
médico y su esposa son de razas muy diversas. Julianne Moore interpreta a la esposa del
doctor; Mark Ruffalo, al oftalmólogo; Alice Braga, de aspecto más latino, es la chica de
las gafas oscuras; Danny Glover, actor afroamericano, hace el papel del viejo de la
venda negra; y Gael García Bernal interpreta al líder de los ciegos malvados. Con esta
algunos aspectos que han sido tratados de forma indirecta o parcial en la novela, como la
crítica a los bancos o a la iglesia, puesto que, aunque dicha crítica está presente en
Ensayo sobre la ceguera, no es tratada con igual profundidad que los otros temas.
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una novela profunda, que admite varias lecturas, y que le enseña al lector una lección
moral sobre sus propios vicios y defectos. La ceguera blanca es un mal que le hace ver a
busca, con Ensayo sobre la ceguera, que el lector “recupere la vista” y cuestione todo lo
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